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Bettetini Cáp.

1 subtema 3 : Cine y sujeto de la enunciación

El sujeto de la enunciación está representado por el significante y a su vez es


efecto de el, esto quiere decir que esta ausente pero gracias a la articulación
de los significantes en el texto fílmico se vuelve presente.

Para la comunicación es necesario salir de una conciencia auto reflexiva del


sujeto empírico por una cuestión de relación con otros sujetos, en los cuales se
necesitarían códigos, para que el proceso interactivo se realice.

El sujeto empírico (audio visual) estaría en la posición de enlace con otros


sujetos, sin quitar la posibilidad de que se pueda marcar un enunciador
“dominante”, al cual nos podríamos remitir como “autor”.

El trabajo de este sujeto empírico-enlace, crea huellas relativas al proceso de


enunciación premeditadas, las cuales señalan a un icono que maneja la
relación del disfrute del destinatario con el mismo icono, dichas huellas
textuales entre las mas significativas podrían ser los títulos, posiciones de
cámara, el uso de una gama de colores, el trabajo en el montaje, etc. (los
elementos de un texto fílmico que puedan caracterizar el trabajo del autor) todo
esto nos sirve para determinar una relación del espectador mas que con el
enunciador con lo enunciado (el texto fílmico en si), ya que el texto fílmico
supone un “yo” y a su vez construye un “tu”, que es ocupado por el destinatario
con la finalidad de ocupar el papel del sujeto, que se hace ausente de los
significantes para darle una visión objetiva de la imagen al espectador, quien a
su vez ubica a este “sujeto ausente” en el sitio de la cámara para introducir la
imagen en el orden de los significantes y el orden del discurso.
Los objetos mostrados constituyen grupos de significantes pero a su vez nos
remiten a la instancia de la enunciación (mostrándola como ausente), al sujeto
“presente” en el texto. El cual es presentado al espectador, mas el que se da
cuenta es el sujeto de la enunciación.
El texto al ser presentado es visto, no ve al espectador, por lo que su función
seria la narración, el sujeto de la enunciación al saber la función del texto
introduce la película en el orden del discurso, fijando a este conocimiento en las
huellas (dichas arriba), que cuando están encubiertas empujan al espectador a
identificarse con el sujeto de la enunciación y hacerse cargo de una primera
mirada. Pero esta primera mirada ya esta vista y pensada, haciendo al
espectador tener la única capacidad de ver, ya que todo lo que esta por ver ya
esta construido anteriormente, planeándolo para que el espectador lo vea no
como algo ya pre-construido, por supuesto que pueden intervenir variables que
cambien la instancia del sujeto de la enunciación y que permitan al destinatario
salir de este juego (ahora nos ocupamos solo del texto así que lo pasamos por
alto).
El funcionamiento del texto fílmico tradicional es empujar al espectador a que
tome el puesto del sujeto de la enunciación, incluso corporalmente, con sus
vista y oído primordialmente generando así una relación con los estímulos
emitidos por la pantalla.
Un sujeto de la enunciación sin cuerpo se filtra en el texto como presencia
incorpórea, que a su vez introduce a un sujeto destinatario con cuerpo en este
se (y se cubre con el).
Bettetini Cáp. 1 subtema 4: El cuerpo del destinatario, la prótesis simbólica

El cuerpo del espectador interviene con una producción simbólica en la cual no


se puede tener una relación de contigüidad con las señales de la pantalla.
Como se había dicho en el subtema 3, entre el espacio del contenido de la
imagen y los sentidos del espectador, hay un lugar que el espectador esta
obligado a llenar, tomando parte en este intercambio comunicativo. Este
espacio “vació” se forma entre estos dos elementos tras una puesta en escena
simbólica a la cual el espectador reacciona con una producción simbólica, en la
cual toma esa puesta en escena encontrada en ese espacio “vació” el lugar de
su realización.
Este efecto ilusorio satisface al espectador y a sus sentidos pero que a la vez el
conocimiento de su inmaterialidad rompe con dicha satisfacción dando paso al
funcionamiento psíquico del sujeto y el orden del sistema simbólico de su
cuerpo. Es justamente esta insatisfacción , la que permite que las imágenes
entren en el orden de discurso, así como al espectador en una posición
discursiva.
Dicho por Metz, el espectador tiene la necesidad de esa satisfacción gracias a
la ilusión de realidad tanto como de la desilusión provocada ante la
inmaterialidad de los objetos del texto.
El cuerpo al ver que su relación física con el mundo audiovisual de la pantalla
esta prohibida busca establecer otro tipo de correspondencia de tipo psíquico y
en el sistema simbólico de su producción discursiva. Para crear dicha relación
transforma su propia fisicidad en una forma simbólica e inmaterial, homogénea
a las “huellas” de sujeto ausente, construyéndose una prótesis simbólica.
Una prótesis puede ser un sustituyente para un órgano como puede ser
también para extender el radio de acción, tomando en cuenta que también
puede permitirle penetrar en lugares excluidos a sus posibilidades naturales o
contingencias.
Ya que el texto fílmico llega solamente a la vista y al oído, excluyendo a los
otros sentidos de forma directa, se ve frustrada una participación total por parte
del receptor, la imagen audiovisual se propone al destinatario como integrante
en totalidad, no como un actor de ese mundo sino lo lleva a sentirse autor,
reemplazando su importancia sensorial con un aparato simbólico: la prótesis
simbólica. Adecuando esta a la forma del sujeto enunciador.
A través de los productos de la vista y el oído generados por el sujeto
enunciador, estructurados semióticamente, el destinatario sigue las huellas y
las ubica en un acto de re-producción, formándose un sujeto enunciatario en la
que la prótesis simbólica se activa haciendo que lo no receptado por el resto de
sentidos se los finja y haciéndolos entrar en el orden de lo simbólico.
Así se genera una dialéctica con respecto al acercamiento del espectador al
texto, ya que esta presente una prótesis en el texto (de sujeto enunciador) y a
la vez aparece su prótesis autónoma, tomada del mismo texto pero libre de sus
condicionamientos.
La aceptación de los ojos, oídos y cinestesia de cuerpo ausente, llegan a ser
los órganos sensoriales de este cuerpo simbólico producto del espectador, ya
que son requeridos por el cuerpo psíquico. Esto nos permite interaccionar con
el significante, poniéndolo en el cuestionamiento de si es creíble todo lo visto y
escuchado o no, esto se verifica en las estructuras simbólicas: del texto, del
sujeto enunciador y enunciatario.
El cuerpo del sujeto de la enunciación puede ser interpretado por un saber
organizado, articulado en el texto en un acto discursivo. Por ejemplo cuando en
un film se enuncia a alguien, este para constituirse en el papel del enunciatario,
tiene que armar su propia estructura simbólica, que se aparece en el
encuentro del saber enunciador y el propio, está en el film y a su vez lo ayuda a
desarrollarse como un acto comunicativo.

Bettetini Cáp. 1 subtema 5: El sujeto empírico

Descripciones de distintos tipos de sujetos empíricos:

- El “yo” hablante se lo puede denominar como un aparato productor que


definido por ordinario por una política cultural explicitada (como la línea
editorial que sufre varios cambios según la situación política, económica,
etc de su medio) se vuelve garante de la calidad y la significación, este
aparato se sirve de “autores” (directores, periodistas, escritores, etc.)
Que puedan intervenir en la fabricación de sus productos, haciendo así
que los “autores” sean los “dueños” de las obras, sin tener el suficiente
tiempo y espacio en la pantalla concedido hacia el y siendo mayormente
manejada (la producción discursiva) por esta línea editorial.

- En este modelo el “yo” hablante esta constituido por un aparato


productor con un solo sujeto de la enunciación, como “autor” global de
todos los textos que produce. Recurre a varias colaboraciones de gente
que ayuda a la producción del los mismos pero a la final queda el texto a
nombre de este único “autor” que es un modelo “fuerte” en el ámbito del
mercado, es el caso del cine comercial de genero.

- El tercer modelo del “yo” hablante es una variación del segundo, ya que
aun esta favorecida la identidad enunciativa del aparato pero que en
este caso el aparato elige la vía de la noticia y la información, es lo mas
objetivo posible ya que muestra su información de forma imparcial,
abriéndose camino para contar como comentando generando tensión y
suspense en los receptores. Es el caso de la prensa amarillista, algunos
periódicos de cine, etc.

- El cuarto modelo es mas complejo que los anteriores y de hecho


necesita de la presencia de los mismos. Es un acto de imitación
realizado por el producto de un aparato-yo-hablante (una red televisiva,
etc) en confrontación con un único sujeto, individual o colectivo, en la
cual el verdadero sujeto empírico no quiere estar presente en el
discurso, Hay un sujeto invitado, el que va a realizar el discurso a su vez
dirigido por el aparato, en el que puede considerarse “autor” de su
discurso pero que esta bajo la dirección del sujeto empírico. Por ejemplo
una publicidad: el sujeto invitado seria creador del producto (el
comercial), pero siempre estaría en dependencia del sujeto empírico.

- En el quinto modelo estamos hablando de un sujeto-yo- hablante que a


pesar de introducirse en la institución cultural, conserva su autonomía e
imagen propia. Responde a las reglas ideológicas y económicas del
aparto cultural pero no pierde su marca de originalidad y entrando como
parte de dicho sistema sin mezclarse con el resto, o bien podría estar al
marco de esta institución cultural saliendo del “mass media”, por ejemplo
Antonioni. Las historias en el cine por lo general las de este tipo son de
autores aislados mas que de aparatos productivos.

- El sexto y ultimo modelo está al margen de las comunicaciones de


masas, no tiene instancias de orden industrial ni un nivel de producción
a nivel distributivo. Es el trabajo de un grupo que presenta su imagen
enunciativa con la de un autor o mas (una editorial de libros, un director
de cine independiente). Se atribuye justamente el carácter de
independientes a estas producciones, sus operaciones se basan en un
solo texto o en una extensión de varios temas, para perdurar la vitalidad
del mismo y su significación cultural.

Esta no es una única lista de modelos propuestos ya que existen muchos


casos excepcionales, los cuales son difíciles de formalizar, mas lo planteado
aquí tiene el propósito de hacer “visible” la fisicidad o corporeidad de este
sujeto empírico que se manifiesta. Suele existir una cooperación entre estos
sujetos y básicamente esta esquema nos sirve para poder denotar al sujeto
empírico.

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