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Asientos Mullidos o Puertas Abiertas - Mark Finley
Asientos Mullidos o Puertas Abiertas - Mark Finley
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Seminarios
que conducen
a decisiones
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Seminarios que conducen
a decisiones
por
Mark Finley
Los métodos solos son como los huesos secos de Ezequiel: for-
mas sin vida. Esos huesos sólo pueden vivir si el Todopoderoso
Creador los dinamiza con el aliento de vida de su Santo Espíritu.
Mi sincera oración es que mientras ustedes leen estas páginas,
caigan de rodillas para pedirle a Dios la sabiduría y el poder del
Espíritu a fin de poner en práctica todo esto en su iglesia. Con
su poder, y por medio de él, ésta puede ser un centro de evangew
lización viviente y dinámico. Quiera Dios que esta obra le ayude
a conducir a su iglesia de un modo tal que llegue a ser todo lo
que Dios quiere que sea.
-Mark Finley
Todas las citas bíblicas que aparecen en esta obra son, salvo indicación en
contrario, de la versión Reina Valera revisada en 1977.-Nota del traductor.
Dedieatoria
Dedico cariñosamente este libro a mi esposa Emestina, que
ha participado activamente en los seminarios de evangelización
durante veinte años. Su entusiasta participación llevó a cientos
de personas al Maestro. Ella continúa siendo uno de los factores
vitales en el éxito que Dios nos ha dado.
IMPRESO EN LA ARGENTINA
Printed in Argentina
ISBN 950-573-369-0
--36317-
Capítulo 1
Asientos mullidos
o puertas abiertas
La comisión evangélica
El propósito de Dios al traemos junto a sí consiste en llenar-
nos de tal manera de su amor y del conocimiento de su Palabra,
que con teda naturalidad deseemos compartir sus bendiciones con
los demás. Jesús presenta con tanta claridad y en palabras tan
sencillas las prioridades que ha establecido para sus discípulos,
que no se las puede entender mal: ''Por lo tanto, id, y haced discí-
pulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre,
y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas
las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros
todos los días, hasta el fin del mundo" (Mat. 28:19, 20).
En este pasaje la palabra "id" no es tanto una orden sino una
ASIENTOS MULLIDOS O PUERTAS ABIERTAS 9
instrucción. Hollies Green lo explica así: "No se trata de que se
nos ordene ir, sino de un plan de acción para los que ya están
yendo. Las 'buenas nuevas' del evangelio impulsan a los que las
reciben a compartir su experiencia con los demás ... El 'id' se
implanta automáticamente en el corazón de los conversos del
Nuevo Testamento. La conversión llegó a ser su motivación". 1
Uno de los más grandes peligros que enfrenta el adventismo
moderno consiste en enfocar lo interno a expensas de lo externo,
de manera que se ahoga el deseo implantado por Dios de com-
partir su amor con los demás. Estamos en peligro de permitir
que las demandas institucionales y organizativas de la iglesia se
conviertan en fines en sí mismas. Necesitamos restablecer la
salvación de los perdidos como la más alta prioridad de la igle-
sia. Elena de White lo dice resumidamente: "La iglesia es el
medio señalado por Dios para la salvación de los hombres. Fue
organizada para servir, y su misión es la de anunciar el evange-
lio al mundo". 2 El Congreso Internacional para la Evangeliza-
ción Mundial, celebrado en Lausana, Suiza, en 1974, presentó
ese mismo principio de esta manera: "Afirmamos que Cristo
envía a su pueblo redimido al mundo así como el Padre lo envió
a él, y que esto implica una penetración similar a la suya en el
mundo, tan profunda y tan costosa como aquélla. Tenemos que
romper los muros de nuestros ghettos eclesiásticos y penetrar
en el seno de las sociedades que no son cristianas. En la misión
de la iglesia de servicio hecho con sacrificio, la evangelización
es fundamental" (artículo 6).
Cuando una iglesia comienza a aislarse, concentrando su
tiempo y sus energías en sí misma, deja de cumplir su elevada
vocación. En lugar de la mentalidad del "id", los judíos desarro-
llaron la rígida mentalidad del "ven", es decir, se sumieron en un
aislacionismo exclusivista. Consideraban al mundo como algo
del cual hay que huir tan rápidamente como se pueda. La idea
clave de esta mentalidad es: "Venid a nuestra fortaleza. Dentro
de sus muros sirven a Dios los adoradores que creen lo mismo
que tú". Esta mentalidad sugiere: "Sólo nosotros y los nuestros
seremos salvos. Debemos proteger lo que tenemos. Si alguien
más quiere salvarse, tiene que 'venir' a nuestra fortaleza".
Donald McGavran observa con agudeza: "Debemos reconocer
que las iglesias poseen una tendencia innata al ensimismamien-
to. Dedican la mayor parte de sus energías y de su dinero a sí
mismas. La atención del negocio debe ceder su lugar a una vigo-
10 ASIENTOS MULLIDOS O PUERTAS ABIERTAS
rosa expansión. Es necesario que comencemos a ver que hay
gente a la cual no hemos llegado, y a continuación tenemos que
orar y trazar planes para ganarla". 3
Gene Edwards, especialista en Crecimiento de la Iglesia, cree
que los templos podrían ser uno de los mayores obstáculos para
la evangelización del mundo en la actualidad, no porque los ten-
gamos, sino porque no hemos salido de eUos. Si la Iglesia Adven-
tistas va a causar una gran impresión en favor de Cristo en el
mundo, tiene que dejar de ser una iglesia que se limita a invitar
a la gente a la escuela sabática en el día de las visitas una vez
por trimestre, para convertirse en una iglesia dinámica que
invada a la comunidad, a fin de intentar ganarla para Cristo.
Ya no podemos seguir esperando que la gente venga a oír el
evangelio; tenemos que llevárselo.
La iglesia del Nuevo Testamento no limitó su proclamación
del evangelio al ambiente formal del templo. Los creyentes
daban testimonio en sus lugares de trabajo y en la plaza del
mercado. El hogar de cada miembro se convirtió en un púlpito
para la proclamación del evangelio (Hech. 5:42; 20:21).
En la parábola de Jesús del vestido de bodas, el Patrón instó
a sus servidores diciéndoles: "Llamad a las bodas a cuantos
haUéis" (Mat. 22:9). El relato de Lucas es aún más claro. En el
capítulo 14, versículo 21, los instruye diciéndoles: "Vé pronto", y
en el versículo 23 añade: "Fuérzalos a entrar, para que se llene
mi casa".
Las iglesias que crecen toman en serio estos mandamientos
del Señor. Al seguir en las pisadas del Maestro le dan la priori-
dad suprema a la evangelización. McGavran lo dice bien cuando
declara: "La iglesia sirve de múltiples maneras; pero nunca debe
olvidar su tarea primordial e irreemplazable, a saber, traer a
los hijos perdidos de vuelta a la casa del Padre".
Dios tuvo un solo Hijo, y lo envió a evangelizar. La encarna-
ción es un elocuente testimonio de que el Señor tiene la menta-
lidad del "id". Jesús, el supremo ganador de almas, dejó la comu-
nión con su Padre, la compañía de los ángeles y la adoración de
los querubines y los serafines, para venir a redimirnos. El amor
del cielo es expansivo. Jesús se introdujo con un solo objetivo en
este pozo Ueno de víboras que es nuestro mundo. Un solo anhelo
llenaba su alma. Un solo pensamiento ocupaba su mente. "El
Hijo del Hombre vino a buscar y salvar lo que se había perdido"
(Luc. 19:10).
ASIENTOS MULLIDOS O PUERTAS ABIERTAS 11
¿Qué es la evangelización?
La palabra "evangelización" nos sugiere una cantidad de imá-
genes mentales. Para algunos es algo que la iglesia hace en
favor de la comunidad. Este amplio concepto de la evangeliza-
ción puede abarcar a un grupo de jóvenes que le pinta la casa a
un par de ancianitos, un plan de cinco días para dejar de fumar,
la distribución de alimentos entre los necesitados, y una canti-
dad de otras actividades propias de los "buenos vecinos" que
debemos ser. Otros definen la evangelización en términos más
estrictos. Para ellos es la proclamación pública del mensaje de
los tres ángeles. La conciben como una cruzada pública com-
puesta por un animado servicio de canto, una predicación entu-
siasta ilustrada con diapositivas, carteles y la proyección de
transparencias y, como conclusión, poderosos llamados.
Me parece que estas dos definiciones tienen sus problemas. La
primera es demasiado abarcante. ¡Es demasiado amplia! La
segunda es muy limitada. La evangelización consiste en procla-
mar el evangelio de Cristo en privado o en público, en forma clara
y convincente, de manera que hombres y mujeres lo acepten como
Salvador y lo sigan como su Señor. Ben Johnson sugiere una defi-
nición práctica de evangelización con la que ciertamente estoy de
acuerdo: "La evangelización es esa tarea peculiar de la iglesia de
comunicar a la gente las buenas nuevas del amor de Dios, de
manera que comprendan el mensaje, pongan su confianza en Cris-
to, se conviertan en leales miembros de la iglesia y cumplan su
voluntad como obedientes discípulos". 4 La evangelización bíblica,
entonces, es la preocupación por la conversión inicial, por el creci-
miento del converso en el conocimiento de la Palabra, por su obe-
diencia a los requerimientos de Cristo y por su unión con la iglesia.
No todo lo que la iglesia hace es evangelización. Esta no es
meramente un amplio espectro de actividades comunitarias. Esos
programas pueden quebrantar prejuicios al satisfacer las necesi-
dades de los seres humanos; no obstante, a menos que presenten
de alguna manera el evangelio de Cristo, no se los debería consi-
derar como parte de la evangelización en sí. Por más que sean una
actividad preevangelizadora, no constituyen por sí mismas evan-
gelización. Tal como lo dijo Jesús tan acertadamente cuando se
refería a otro tema: "Esto deberíais haber hecho, y no dejar lo
otro". Mi preocupación es que la iglesia no se sumerja de tal modo
en una cantidad de actividades buenas en sí mismas, que por ello
deje de cumplir el objetivo para el cual se la fundó.
12 ASIENTOS MULLIDOS O PUERTAS ABIERTAS
Dean Kelley, un sociólogo especialista en asuntos religiosos
que trabaja para el Concilio Mundial de Iglesias, enfoca muy
acertadamente este aspecto. En su opinión, la única actividad
privativa de la iglesia consiste en explicarles a los seres huma-
nos el significado de la vida. Kelley dice: "La gente tiene ham-
bre ... de alimento, de empleo, de mejores viviendas, de recrea-
ción, de seguridad financiera, de buena salud, de matrimonios
más estables, de sociabilidad y de Dios. Las iglesias pueden ayu-
darles a satisfacer todas esas necesidades, y en realidad lo están
haciendo en mayor o menor grado. Pero en todos esos aspectos la
gente también recibe ayuda... de parte de otras instituciones
sociales, algunas gubernamentales y otras privadas. La única
profunda necesidad humana que sólo las iglesias pueden satis-
facer, es su deseo de conocer a Dios plena y personalmente. Si lo
decimos en el sencillo idioma de la Biblia, las iglesias son luga-
res donde la gente puede encontrar la salvación". 6
Cualquier iglesia adventista que reemplace la participación
directa del pastor y los miembros en la proclamación del evangelio
por una cantidad de buenos programas de atención al vecindario,
con la idea de que eso es evangelización, se está engañando a sí
misma. La tarea de la evangelización es definida: consiste en
comunicar el amor de Dios para capacitar a la gente a descubrir
una fe personal en Cristo, lograr su unión con su iglesia y conse-
guir que progresen en el cumplimiento de su voluntad.
Ciertamente esta tarea evangelizadora se interesa en la totali-
dad de la persona humana. Por supuesto que se deben emplear
distintos métodos para alcanzar a diferentes clases de personas.
De ninguna manera estoy sugiriendo que la iglesia limite su aten-
ción a la sociedad a asuntos puramente religiosos. A medida que
los miembros descubran los dones que Dios les ha dado y sirvan
mediante ellos a sus comunidades para satisfacer las profundas
necesidades de sus semejantes, se prepararán los corazones de la
gente para recibir el evangelio. Mi preocupación es que algunos
pretendan reemplazar la genuina evangelización bíblica por una
proliferación de programas y seminarios, de esos que se encuen-
tran ahora mismo a disposición de la iglesia. Sus dirigentes tienen
que explorar nuevas avenidas para alcanzar a la sociedad post-
cristiana del siglo XX. La pregunta no es dónde vamos a comenzar
ni cuál debería ser nuestra introducción al tema. La pregunta es:
"¿Adónde conducen en última instancia todas las actividades de la
iglesia en favor de la gente con la que nos estamos relacionando?"
La respuesta debería ser: "A un encuentro con Jesucristo".
ASIENTOS MULLIDOS O PUERTAS ABIERTAS 13
La prioridad de la evangelización
Las iglesias que no le dan la primera prioridad a la evangeliza-
ción, experimentan una correspondiente falta de vigor espiritual.
Los miembros pierden su entusiasmo. Con el transcurso del tiempo
llegan a deprimirse. Desarrollan un "complejo de inferioridad" con
respecto a la evangelización, y llegan a convencerse de que los
miembros de sus comunidades son insensibles al respecto.
Una vez fui pastor de una iglesia que se reunía en la capilla de
un cementerio. Cuando me levantaba para predicar cada sábado,
podía ver claramente las lápidas que rodeaban la capilla. ¡La muer-
te se había aproximado a la misma puerta de la iglesia!
Durante casi diez años esa iglesia había estado perdiendo
miembros. En ese momento sólo ocho personas seguían asistien-
do, y a menudo ni siquiera se sentaban juntas sino que se distri-
buían por todo ese vasto santuario. Puesto que la iglesia estaba
luchando por sobrevivir, era muy dificil inducirla a asumir una
positiva actitud de crecimiento. Los miembros se sentían desam-
parados y condenados. Había muy poca gente, y el trabajo era
mucho. Algunos dirigentes comenzaron a manifestar síntomas
de cansancio. Otros tranquilamente aceptaban la situación con la
actitud del que dice: "Vamos a aguantar; no importa qué pase".
Sin las ideas frescas y la nueva vida que infunden los nuevos
conversos, esa iglesia se encontraba al borde de la muerte.
En medio de esa crisis descubrimos que los siguientes proce-
dimientos ayudaban positivamente a distraer la atención de los
miembros de sí mismos para dirigirla a la tarea de evangelizar a
la comunidad:
En primer lugar, discutimos en la junta cuál es la misión de la
iglesia, el papel que debe desempeñar en la comunidad, y el obje-
tivo de Dios para la congregación. Afirmamos el hecho de que la
iglesia es una prolongación del-cuerpo de Cristo en la comunidad.
Dios nos había ubicado allí con un propósito definido. Por su gra-
cia seríamos fieles a la tarea que nos había confiado.
En segundo lugar, celebramos los cultos del sábado de mañana
como si la iglesia estuviera atestada. Si usted piensa en forma
limitada, hace planes en pequeña escala y actúa en forma reduci-
da, nunca crecerá. Elena de White lo dijo claramente cuando afir-
mó: "Somos demasiado estrechos en nuestros planes. Debemos
tener mentes más amplias... Debe haber un desplazamiento más
amplio a fin de trabajar por aquellos que están lejos y cerca"!
14 ASIENTOS MULLIDOS O PUERTAS ABIERTAS
Y en tercer lugar, hicimos planes para expandimos. Muchas
iglesias dicen que desean crecer. Afirman que la evangelización
es su primera prioridad, pero no tienen un plan definido para
crecer. No se fijan blancos audaces, desafiantes, de fe. Sólo
hablan de vez en cuando acerca de la evangelización. En este
caso tienen tantas posibilidades de alcanzar el éxito como aquel
fumador que quiere dejar de fumar sin planes ni fecha para
hacerlo. El deseo no reemplaza a un plan de acción evangeliza-
dora. Si usted quiere que su iglesia haga una profunda impre-
sión en este sentido en el seno de la comunidad, tiene que trazar
planes de evangelización. Las cosas no suceden por casualidad.
Cada sábado celebrábamos las bondades de Dios. Alabába-
mos al Señor por lo que estaba haciendo en lugar de quejamos
por lo que nos parecía que no estaba haciendo. ¡Pensamos en
grande, hicimos planes en grande, oramos en grande y trabaja-
mos duramente! Observamos hasta las más pequeñas eviden-
cias de que Dios estaba obrando y las comunicamos a la congre-
gación. Muy pronto las actitudes comenzaron a cambiar. Se
empezó a manifestar un sentido de expectación. Nuestro grupito
creyó que algo iba a suceder, y sucedió. A medida que los miem-
bros se fueron sintiendo bien consigo mismos y con su iglesia, se
sintieron lo suficientemente cómodos como para invitar a sus
amigos. El énfasis renovado en la misión -creó una conciencia
evangelizadora. Pronto la congregación llegó a veinte, después a
treinta y finalmente a cincuenta.
¿Qué fue lo que produjo este cambio? La gratitud por las bon-
dades de Dios, la definición de la misión de la iglesia y la bús-
queda del poder del Espíritu por medio de la oración intercesora,
le permitieron al Señor obrar poderosamente. Una iglesia nega-
tiva, criticona y dividida limita el poder de Dios. Una iglesia
egoísta, preocupada por sí misma y complaciente, le niega al
Altísimo la oportunidad de hacer milagros por medio de ella.
NOTAS
l. Hollis L. Green, Why Churches Die (Por qué mueren las iglesias),
Mineápolis, Bethany Fellowship, 1972, pp. 20, 21.
2. Elena G. de White, Los hechos de los apóstoles, Buenos Aires, ACES,
1977, p. 9.
3. Donald A. McGavran y Winfield Arn, Ten Steps for Church Growth
(Diez pasos para lograr el crecimiento de la iglesia), pp. 20, 21.
4. Ben Campbell Johnson, Rethinking Evengelism (Un nuevo planteo
acerca de la evangelización), Filadelfia: Westminster Press Publishing
Association, 1987, p. 12.
5. Véase Dean Kelley, Why Conservative Churches are Growing
(Por qué están creciendo las iglesias de tendencia conservadora),
Harper y Row, 1977.
6. Elena G. de White, El evangelismo, Buenos Aires, ACES, 1978, p. 38.
Capítulo 2
Nuevas directivas
para pastores
NOTAS
La evangelización al estilo
de Jesús
Casos concretos
Cinco casos concretos que aparecen en los capítulos 2 al 6 de
Juan, sirven para ilustrar este método de evangelización que tiene
como centro al individuo. El primero es el de las bodas de Caná.
¿Cómo se sentiría usted si se le acabaran los refrescos en medio
de la fiesta de bodas de su hija? ¿Y si se le terminara la comida? ¿Y
si hubiera doscientos invitados que todavía no han comido nada?
La palabra "preocupado" probablemente no sería lo suficientemen-
te enfática como para describir sus emociones en esas circunstan-
cias. Posiblemente "angustiado" sería un término más exacto.
Jesús, al reconocer que el prestigio de ese hombre estaba en
juego, hizo un milagro para aliviar su angustia. De esa manera
abrió la mente de su anfitrión y la de sus invitados, para que
escucharan su mensaje. Para él la amistad era el terreno en el
cual podía compartir el evangelio del amor redentor.
A veces Jesús abordó directamente las necesidades espiri-
tuales de la gente. Nicodemo, un rabino, vino a ver a Jesús de
noche. Había estado meditando por mucho tiempo acerca de
ciertos asuntos religiosos. Se preguntaba si Jesús sería en ver-
dad el Mesías. Este dirigente tenía una profunda necesidad espi-
ritual, que superaba la hojarasca de la religión de sus días.
Necesitaba una espiritualidad vital en medio del vacío forma-
lismo que lo rodeaba. Jesús satisfizo esa necesidad cuando le
LA EVANGELIZACION AL ESTILO DE JESUS 27
elijo: "El que no nace del agua y del Espíritu, no puede entrar en
el reino de Dios" (Juan 3:5).
El Señor no le dio lugar a Nicodemo para que se enfrascara en
un debate teológico con él. No consideró que el evangelio fuera
algo así como una pelota de fútbol que se puede lanzar de un lado
al otro. Se refirió directamente a la necesidad de Nicodemo. Le
dijo, en efecto: ''Nicodemo: tú has tenido una religión formal, exter-
na, pero lo que realmente necesitas es el perdón de tus pecados,
libertad de la culpa y el poder del Espíritu morando en ti". Cristo
abordó directamente a Nicodemo en el nivel espiritual.
La mujer que se encontró con Jesús junto al pozo (Juan 4),
aparentemente lo hizo "por casualidad". Vino a medio día, la
hora de mayor calor, cuando normalmente nadie más iba allí.
Al parecer le resultaba incómodo ir a buscar agua temprano en
la mañana, cuando lo hacían las otras mujeres de la aldea.
Jesús percibió su necesidad de aceptación. Sabía que a ella le
resultaba diñcil hablarle, y por eso tomó la iniciativa. Cuando ella
cuestionó su capacidad para proporcionarle agua viva, al decirle:
"Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo", le respondió
tiernamente: "Señora: Usted quiere agua del pozo de Jacob. Cuan-
do beba de esa agua, interiormente seguirá teniendo sed. Yo deseo
satisfacer su necesidad de amor, afecto, ternura y seguridad".
Los hombres se habían interesado en su cuerpo, pero no en
su persona. Para ellos era sólo un objeto que se podía usar por
un tiempo para descartarlo después. En Cristo había encontrado
a Alguien interesado en satisfacer las más profundas necesida-
des de su corazón. Al percibir que Jesús era el Mesías, la mujer
se entusiasmó tanto que de acuerdo con el versículo 28 "dejó su
cántaro, y fue a la ciudad" con regocijo. Llena de gozo dijo:
''Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho.
¿No será éste el Cristo?" (vers. 29). Cuando el Señor satisfizo su
necesidad de aceptación y de seguridad emocional, comenzó a
cantarle alabanzas al Mesías.
En Juan 5 se nos cuenta la historia de un hombre que había
padecido de parálisis por 38 años. Mientras se hallaba tirado jun-
to a la fuente de Betesda, temblaba de la cabeza a los pies. Jesús
le preguntó amorosamente: "¿Quieres quedar sano?" (vers. 6).
La respuesta de esa víctima del sufrimiento revela su frus-
tración: "Señor, no tengo quién me meta en el estanque cuando
se agita el agua, y entretanto que yo voy, otro desciende antes
que yo" (vers. 7). Juan nos dice que cuando Jesús le habló dicien-
28 ASIENTOS MULLIDOS O PUERTAS ABIERTAS
do: "Levántate, toma tu camilla, y anda", el hombre sanó ins-
tantáneamente (vers. 8, 9).
El Señor orientó primeramente su ministerio a las necesida-
des físicas del hombre. Una vez satisfecha esa necesidad eviden-
te, le aseguró: "Mira, ya estás sano; no peques más, para que no
te suceda alguna cosa peor" (vers. 14). Sólo después de haber
satisfecho esa necesidad evidente, se reveló ante el hombre como
el Mesías.
En Juan 6 se nos habla de cinco mil personas que se queda-·
ron encantadas todo el día escuchando a Jesús en una colina de
Galilea. Entonces el Maestro multiplicó milagrosamente la
merienda de un niño, y alimentó a esos cinco mil hambrientos.
La satisfacción de esa necesidad evidente los convenció de que
era el Mesías.
Grupo 1 Grupo 2
Generalmente impermeable Buena disposición hacia los
a los seminarios religiosos seminarios religiosos
1 2 -3 4 5 6 7 8 9 'lO
NOTAS
Un cuádruple equipo
Para que los seminarios alcancen su pleno potencial, los hom-
bres y las mujeres que poseen una variedad de dones espiritua-
les se deben organizar en pequeños equipos. He descubierto que
hace falta reclutar gente para cuatro tareas fundamentales.
Uno de estos grupos esenciales para el éxito del seminario son
los que le dan la bienvenida a la gente que está llegando. Como lo
dijo alguien, no existe una segunda oportunidad para causar una
primera buena impresión. Esta primera impresión es sumamente
PARA CELEBRAR SEMINARIOS CON EXITO 45
importante. Los que dan la bienvenida, para ser eficientes, tienen
que estar bien vestidos y llenos de entusiasmo, ser cálidos y cor-
diales. Yo preparo a dos o tres personas para esta tarea.
Por años mi esposa ha dado la bienvenida a los que asistían a
nuestros seminarios de evangelización. Al acudir la gente todas
las noches para participar del seminario, les daba la bienvenida
con una sonrisa y les decía algo así: "Nos sentimos felices de que
hayan venido hoy". 0: "Estamos muy contentos de verlos esta
noche. Pasen, por favor, a retirar el material que necesitarán
para la sesión de hoy".
Los que trabajan en la mesa de inscripción constituyen el
segundo grupo. Son los recepcionistas. También espero que esta
gente sea cordial y amigable, pero me interesa en especial que
sean capaces de atender los detalles y de llevar buenos regis-
tros. Estos son sumamente importantes. Si usted dispone de
registros exactos de asistencia, por ejemplo, sabrá a qué sesiones
de su seminario asistió una determinada persona, qué informa-
ción ha recibido y cuál no. Entonces podrá saber cuál será la
mejor manera de abordarla cuando la visite en su hogar.
Pero lo más fundamental e importante para que usted alcan-
ce el éxito, consiste en que los recepcionistas eficientes puedan
aprender fácilmente de memoria los nombres de las personas
que asisten a las reuniones, con el fin de pasárselos a usted e
indicarle quiénes son los que realmente están interesados.
El tercer grupo de personas que se necesitan en un seminario
son los ujieres, es decir, los que le indican a los concurrentes
dónde se pueden sentar. Pero su principal tarea es mucho más
importante que ésa: deben asistir a las reuniones con el expreso
propósito de conocer a los asistentes. Es muy probable que estos
mismos hermanos vayan a visitar en sus hogares a algunos de
esos interesados.
A menudo los que asisten a los seminarios hacen preguntas
acerca del sábado, el estado de los muertos, la vida sana o el bau-
tismo, antes que usted haya tratado esos temas. Es importante que
instruya a sus colaboradores para que no contesten esas preguntas
antes de tiempo, sino que animen a la gente a que espere hasta
que se trate el tema, o que se las formulen al encargado del semi-
nario. Si no se obra así, se puede dañar el interés despertado.
El cuarto grupo de colaboradores del seminario es el más
importante de todos: son los que se están preparando para diri-
gir los próximos seminarios. Yo empleo todos los seminarios que
46 ASIENTOS MULLIDOS O PUERTAS ABIERTAS
dirijo como sesiones de adiestramiento para enseñar a otros a
dirigirlos.
Ore para que Dios lo ilumine a fin de que pueda seleccionar en
su iglesia a los que en el futuro serán capaces de dirigir semina-
rios. Invite a esos hermanos para que le ayuden. Déles oportuni-
dad de hablar en público a fin de hacer los anuncios, repasar el
tema de la sesión anterior o contestar las preguntas del buzón.
Oí que a los estudiantes de medicina que desean ser ciruja-
nos se les dice: "Colabora con una operación quirúrgica, practica
una operación quirúrjica y después enséñales a los demás cómo
hacerlo". Podríamos adaptar este dicho a nuestros seminarios:
"Colabora con un seminario, dirije un seminario y después ensé-
ñale a alguien a dirigirlo".
Me siento asombrado por la cantidad de gente que hay en las
iglesias que podría dirigir seminarios. Poco después de escribir
el material de los seminarios acerca de Daniel, que han sido usa-
dos por unos 1.500 pastores adventistas con una asistencia de
unas 150.000 personas, un pastor me dijo:
-Marcos, mi esposa puede dirigir un seminario sobre Daniel
mejor que tú.
-¿Qué me quieres decir? -le pregunté.
-He oído que tú diriges esos seminarios -me contestó-,
pero ella lo hace mejor.
-Bueno, es posible -le dije-. Pero, dime algo más.
-Puesto que tú has dirigido tantos seminarios -me dijo-,
te sientes tan confiado que a menudo te sales del libreto y no
eres plenamente fiel al material que escribiste. Mi esposa, al
contrario, se ha aprendido de memoria todo el material. Presen-
ta el seminario de Daniel palabra por palabra, tal como tú dices
que hay que hacer. A la hora de la merienda hay en casa 17
damas que quieren estudiar las profecías de Daniel.
Cuando los hermanos asisten a un seminario bien organiza-
do, a menudo se sienten competentes para dirigir uno ellos mis-
mos. Proporcióneles a algunos de los ancianos, diáconos y diaco-
nisas el material correspondiente a los instructores del semina-
rio acerca del Apocalipsis, por ejemplo, y hágalo con anticipa-
ción. Después ubíquelos entre los asistentes, sugiriéndoles que
escuchen mientras usted enseña, pero que después dirijan su
propio seminario en su casa o en algún salón. Estos dirigentes
pueden convertirse a su vez en maestros, y así usted podrá mul-
PARA CELEBRAR SEMINARIOS CON EXITO 47
tiplicar sus equipos de directores de seminarios. Y así cada equipo
se convertirá en un modelo para la formación de otros equipos.
Seguí con Enrique el procedimiento que estoy recomendando
aquí. Después de ver cómo daba yo dos o tres seminarios sobre
profecías, le di el material impreso y los casetes con los semina-
rios. Escuchó los casetes, leyó el material y después incorporó
todo eso a su propia personalidad.
El primer seminario comenzó medio mal, pero a pesar de que
quiso desbaratarlo una mujer cuyo esposo se había unido a la
iglesia, Enrique hizo un excelente trabajo. En los últimos cinco
años ha llegado a ser un notable maestro laico. Los nuevos semi-
narios sobre el Apocalipsis que ha llevado a cabo han producido
más de cincuenta bautismos.
Enrique participó del seminario modelo y trabajó como parte
del equipo. A continuación se lanzó por su cuenta y comenzó a
dirigir seminarios. Ahora les está enseñando a otros a organi-
zarlos y llevarlos a cabo.
Para resumir, si usted desea que sus seminarios tengan éxito,
seleccione a lo menos cuatro clases de miembros de iglesia a fin de
que colaboren con usted: personas cordiales y agradables para que
le den la bienvenida a los que asisten; encargados del registro de
asistencia bien organizados, competentes y dignos de confianza;
hermanos llenos de tacto y espiritualidad, dispuestos a visitar a
los interesados; y maestros capaces de adiestrar a otros, para que
ayuden con los anuncios, el 'buzón de preguntas y actividades simi-
lares, y a fin de que dirijan a su vez sus propios seminarios.
Un trío de excusas
Hay tres razones que el diablo sugiere de vez en cuando para
impedir que nos lancemos confiadamente a dirigir seminarios
de evangelización. N o son razones en realidad sino excusas. El
enemigo hará todo lo posible para que estemos ocupados de tal
manera que descuidemos precisamente la tarea que Dios nos ha
asignado.
52 ASIENTOS MULLIDOS O PUERTAS ABIERTAS
La primera excusa es: "Mi iglesia no está lista. Los miembros
de ella están en conflicto entre sí". Mis preguntas en este caso
son: "¿Cuándo van a estar listos? ¿Qué está haciendo usted ahora
mismo para que se preparen? ¿Tiene un agresivo, sistemático y
detallado programa de visitas a cargo de los miembros? ¿Ha tra-
zado usted un cronograma de acontecimientos importantes?"
Consulte su agenda. Con nueve meses a un año de anticipa-
ción marque la fecha cuando quisiera comenzar su principal
esfuerzo evangélico de cosecha. Bosqueje cuidadosamente y en
detalle las principales actividades preparatorias necesarias a fin
de que su iglesia esté lista para ese evento. No acepte la excusa
del diablo: "La iglesia no está preparada". El transcurso del
tiempo no la preparará. Lo que suceda mientras pasa el tiempo
determinará sí va a estar preparada o no.
Llega el momento en la vida de cada iglesia cuando usted
debe lanzarse con anticipación a la tarea de evangelizar en com-
pañía de los miembros que estén listos para hacerlo. Haga lo
posible a fin de preparar a los que estén dispuestos con el propó-
sito de comenzar. Algunos de los miembros de su iglesia no se
van a entusiasmar hasta que vean lo que Dios está haciendo en
el seminario mismo. A menudo el segundo, el tercero y el cuarto
seminarios tienen mucho más éxito que el primero.
La segunda excusa que a veces sugiere el diablo es que la
comunidad no está lista, que la gente no responde. Dirigí hace
algún tiempo un seminario acerca del crecimiento de la iglesia en
un país del norte de Europa. En su transcurso una cantidad de
pastores sugirieron la idea de que el evangelio no les interesaba a
los miembros de su comunidad. La gente de la Europa seculariza-
da -decían- está endurecida contra el evangelio. Sencillamente
no iban a responder positivamente a una invíta~ión religiosa.
-¿Qué porcentaje les parece que podría responder positiva-
mente? -les pregunté-. ¿Les parece que el diez por ciento?
-No, de ninguna manera -me contestaron.
-¿Tal vez el cinco por ciento? -sugerí.
-Ni siquiera eso -respondieron.
-¿Y el uno por ciento?
-Bueno ... podría ser que el uno por ciento de la gente reac-
cione favorablemente a una invitación de tipo religioso -con-
testaron.
-¿Qué población tiene la capital? -pregunté.
PARA CELEBRAR SEMINARIOS CON EXITO 53
-Alrededor de un milJón de habitantes --dijo alguien.
-¡Ah! Un millón de habitantes -les repliqué-. El uno por
ciento de un millón es diez mil. El problema de ustedes es que
están pensando en los que no van a reaccionar favorablemente
en lugar de dedicarse a los diez mil que sí podrían venir.
Elena de White dice lo siguiente: "Muchos leen las Escrituras
sin comprender su verdadero sentido. En todo el mundo hay
hombres y mujeres que miran fijamente al cielo. Oraciones,
lágrimas e interrogaciones brotan de las almas anhelosas de luz
en súplica de gracia y de la recepción del Espíritu Santo.
Muchos están en el umbral del reino, esperando únicamente ser
incorporados en él". 4
N o se concentre en las multitudes de su vecindario que ahora
mismo no están abiertas al evangelio. Pídale al Espíritu Santo
que traiga a la gente en cuyos corazones ya haya una actitud
favorable. En toda comunidad hay decenas de seres humanos
con quienes Dios está trabajando de una manera especial. Son
candidatos inmejorables para asistir a sus seminarios.
En los últimos años los estudios demográficos han estado de
moda entre los adventistas. Aunque ciertamente creo en la nece-
sidad de analizar a la comunidad, debemos evitar la parálisis
que puede producir dicho análisis. Es posible que contraigamos
una indigestión estadística. Prefiero ver una iglesia que hace
algo, lo que sea, a otra que se pasa año tras año analizando a la
comunidad. No es posible saber qué da resultados si nos limita-
mos a analizarla. Parte de su aprendizaje tendrá que basarse
en el método de la prueba y la equivocación. Si tiene dudas en
cuanto a cómo va a reaccionar la comunidad ante un seminario,
haga la prueba de dirigir uno de ellos. Quien dirija treinta semi-
narios de diferentes clases en su comunidad, va a aprender
muchísimo más acerca de ella que el que se pasa treinta horas
en la bilioteca estudiando algo acerca de esa misma comunidad.
El presidente Teodoro Roosevelt se expresó de esta manera
en un discurso que pronunció en la Universidad de la Sorbona,
en París, en 1910: "No es el que critica quien importa -dijo-;
ni el hombre que señala las fallas del fuerte, ni el que dice que el
que hace algo podría haberlo hecho mejor. El crédito le corres-
ponde al que realmente está en el ruedo, con el rostro cubierto
de polvo, transpiración y sangre, y que lucha con denuedo; al
que aunque se equivoque empieza otra vez. Porque no hay
esfuerzo sin errores ni fallas ... ; al que realmente se esfuerza por
54 ASIENTOS MULLIDOS O PUERTAS ABIERTAS
hacer algo, que sabe de los grandes entusiasmos, de las gran
des devociones; al que se dedica plenamente a una causa noble
al que en el mejor de los casos gusta al final de los triunfos de
las grandes empresas, y al que en el peor de ellos, si fracasa, a le
menos lo hace intentando algo grande, de modo que su luga·
nunca va a estar entre las almas frías y tímidas que nada saber
ni de la victoria ni de la derrota". 6
En su notable obra acerca de la excelencia manifestada er
las actividades de las corporaciones, titulada In Search of Exce
llence (En búsqueda de la excelencia), 6 Peters y Waterman seña
lan que cada corporación que ha alcanzado el éxito tiene un~
orientación o inclinación con respecto a la acción. Están dis
puestas a hacer algo, lo que sea, y no a someter un asunto a ur
ciclo interminable de juntas y comisiones, que lo único que pro
ducen son informes voluminosos en resmas de papel, y nad1
más. Lo mismo que las corporaciones que alcanzan el éxito, la:
iglesias que lo logran también tienen una inclinación definid1
hacia la acción. Querido pastor: si usted quiere tener éxito cor
sus seminarios, dirija seminarios. Si quiere tener éxito come
evangelista, ·haga obra evangélica. Si quiere tener éxito en h
ganancia de almas, déle la primera prioridad en sus activida
des y dedíquese a ella. Si usted quiere saber qué es lo que d1
resultados en su comunidad, pruebe algo.
La tercera excusa traba a ciertos pastores. Dicen: "No esto~
preparado. Necesito más tiempo para prepararme".
He descubierto que mis prioridades cambian rápidamente
cuando fijo una fecha para el comienzo de mi serie de seminario:
de evangelización, alquilo un salón e imprimo los folletos y lo:
volantes. En ese caso resulta más fácil dejar a un lado alguna:
cosas que al principio parecían importantes. La forma funda
mental de prepararse para un seminario de evangelización con
siste en fijarle la fecha de comienzo. Los pastores de éxito sor
capaces de correr riesgos. Están dispuestos a lanzarse a la pales
tra con el fin de intentar algo grande para Dios.
Robert Schuller dice que un lema impreso en un calendarie
ha ejercido una gran influencia sobre su manera de pensar a le
largo de su ministerio. Este es el lema: "Prefiero intentar algc
grande para Dios y fracasar, que lograr el éxito sin hacer nada"
¿Está dispuesto usted a correr riesgos? ¿Está dispuesto a se:
vulnerable? ¿Está dispuesto a lanzarse a lo profundo en compa
PARA CELEBRAR SEMINARIOS CON EXITO 55
ñía de Jesús? No permita que lo paralicen las excusas del ene-
migo. Usted puede ser un ganador de almas de éxito. El Padre,
el Hijo y el Espíritu Santo, junto con todos los ángeles del cielo.
están disponibles para que sus seminarios tengan éxito. Si cree
que todos los recursos del cielo están a su disposición, si sabe
que ha sido llamado por Cristo para ser evangelista, si reconoce
que hay decenas de personas en su comunidad cuyos corazones
están abiertos ahora mismo, ¿podría haber algo que le impidiera
dirigir un poderoso programa de seminarios de evangelización
en su ciudad?
NOTAS
l. Peter Wagner, Your Church can Grow (Su iglesia puede crecer), p. 51.
2. Elena de White, El evangelismo, ACES, 1978, p. 73.
3. Elena de White, El camino a Cristo, ACES, 1991, p. 83.
4. Elena de White, Los hechos de los apóstoles, ACES, 1977, pp. 90, 91.
5. Richard Nixon, Leaders (Dirigentes), Nueva York, Warner Books,
1982, p. 345.
6. Thomas J. Peters y Robert H. Waterman, Jr., In Search of Excellence
(En búsqueda de la excelencia), Nueva York, Warner Books.
Capítulo 5
Oración intercesora
La epístola de Santiago dice: "La oración eficaz del justo tiene
mucha fuerza" (5:16). Evidentemente en este conflicto entre el
bien y el mal, Dios ha decidido limitarse a sí mismo. Aunque él
obra en la mente de los inconversos al margen de las decisiones
de éstos, nuestras oraciones en favor de ciertas personas en
especial libera el poder del Señor en una forma nueva. El Altísi-
mo señala a los santos que están orando, y considera que le dan
"derecho" a obrar en favor del pecador.
En 1 Juan 5:16 se convalida esta idea: "Si alguno ve a su her-
mano cometiendo un pecado que no sea para muerte, pedirá, y
Dios le dará vida". De acuerdo con el plan divino, la vida fluye
56
COMO ASEGURARSE LA ASISTENCIA 57
desde el trono de Dios hacia los perdidos por medio de la oración
de los santos. La oración es el canal a través del cual la vida y el
amor del Señor fluyen en dirección de los in conversos.
Elena de White se expresó con mucha claridad con respecto a
la necesidad de orar durante las campañas de evangelización:
"¿Por qué no sienten los creyentes una preocupación más pro-
funda y ferviente por los que no están en Cristo? ¿Por qué no se
reúnen dos o tres para interceder con Dios por la salvación de
alguna persona en especial, y luego por otra aún?...
"Mientras trabajen y oren en el nombre de Cristo,
aumentará el número; porque el Salvador dice: 'Si dos de voso-
tros se convinieren en la tierra, de toda cosa que pidieran, les
será hecho por mi padre que está en los cielos' (Mat. 18:19)". 1
La oración intercesora produce resultados. En los últimos
años hemos organizado el ministerio de los grupos de oración
como base de apoyo para nuestros seminarios de evangelización.
¡Qué resultados ha tenido este ministerio! Con el apoyo de la
oración, la propaganda es infinitamente más eficaz. No sólo ha
aumentado la asistencia, sino que he notado que los que asisten
son más abiertos; estamos atrayendo a más gente interesada en
la verdad y a menos curiosos.
Munich es una ciudad europea secularizada ubicada en el
sur de Alemania cerca de los Alpes. Alguien ha dicho que siem-
pre está de fiesta y que su lema es "Viva y deje vivir", es decir,
"Haga lo que le dé la gana, sin restricciones". Otros afirman que
los habitantes de Munich beben más cerveza que los de cual-
quier otra ciudad del mundo.
Entre 1965 y 1985 la iglesia adventista de Munich perdió cer-
ca del 20 % de su feligresía por fallecimientos y apostasías. La
evangelización en este ambiente secularizado ha sido sumamen-
te difícil. Sin embargo, en el invierno y la primavera de 1986 se
produjo un cambio notable. Programamos una serie de semina-
rios de evangelización con la idea de satisfacer sentidas necesi-
dades de la comunidad. Un plan de cinco días para dejar de
fumar, un curso de control del estrés, un curso de cocina vegeta-
riana y unas cuantas clases que en realidad eran seminarios
acerca del libro de Daniel, prepararon el camino para una serie
importante de reuniones de evangelización.
Pero antes de que comenzara esta serie de seminarios, el pas-
tor Helmut Mayer, evangelista de la Unión Alemana del Sur, diri-
gió una semana de énfasis espiritual acerca de la oración, que
58 ASIENTOS MULLIDOS O PUERTAS ABIERTAS
resultó en la organización de 27 grupos de oración. La oración fer-
viente y nacida del corazón dio resultados. Milagrosamente Dios
atrajo a "buscadores de la verdad" a nuestros seminarios. Entre
400 y 500 personas asistían regularmente. Al cabo de un año se
bautizaron setenta en el radio de acción de las iglesias de Munich.
Recientemente comenzamos en Londres seis series simultáneas
de reuniones de evangelización. La asistencia ascendió a 4.000, y
alrededor de 450 personas se bautizaron. ¿Cuál fue el secreto de
nuestro éxito allí? Durante los tres meses previos al inicio de dece-
nas de los seminarios acerca de las "necesidades" de la comunidad,
que preceden a las reuniones de evangelización, invitamos a los
miembros de las iglesias a que formaran parte de grupos de oración
intercesora. Nos fijamos el blanco de mil personas dedicadas a la
"oración consagrada". Cientos acudieron a Londres. Le dimos a
cada uno una taijeta de inscripción, para que anotara en ella los
nombres de los miembros de la familia, los amigos, los compañeros
de trabajo o los vecinos por los cuales iban a orar. Día tras día
miles de qraciones ascendían al cielo en favor de esas personas.
Una historia procedente de la vieja China ilustra la eficacia
de la acción concertada. Durante una tormenta, un barco de
velas que llevaba los tesoros del rey naufragó y se hundió en las
aguas de un río sumamente profundo. A un grupo de nadadores
expertos se le encargó la tarea de recuperar la preciosa carga.
Su método fue muy sencillo. Cada buzo tomó una larga caña de
bambú, se zambulló hacia lo hondo y clavó la caña en el tesoro.
Una y otra vez los buzos se lanzaban hacia las profundidades.
Vez tras vez salían casi sin aliento para tomar aire de nuevo,
tomar otra caña y volverse a sumergir. De repente el aire que se
encontraba dentro de las cañas, como eran tantas ya, las sacó a
flote, y con ellas salió el tesoro a la superficie.
El método más eficaz para atraer a las multitudes a su semi-
nario consiste en conseguir que los miembros de la iglesia oren
mancomunadamente. Muchos pastores dan por sentado que sus
miembros van a orar por el seminario y por los que asistan. No
caiga en esto. Tiene que organizarlos para el ministerio de la
oración. Predique acerca de la oración intercesora. Reúna a los
oficiales de su iglesia. Tenga encuentros con los miembros de la
junta. Nombre directores de grupos de oración. Organice a los
miembros de iglesia en grupos de oración. Puede ser que no
todos funcionen, pero muchos más lo harán que si no los organi-
za. No hay sustituto para el ministerio de la oración.
COMO ASEGURARSE LA ASISTENCIA 59
Hay un factor que realza la importancia de que sus miem-
bros oren por el éxito de sus esfuerzos. Mientras más ora una
persona por algo, más va a trabajar para lograr ese objetivo. ¡A
veces Dios puede usarme para responder mis propias oraciones!
¿Cómo podría orar por mi vecino sin invitarlo a venir al semina-
rio? ¿Cómo podría interceder por mi esposa sin pedirle que me
acompañe al programa? ¿Cómo puedo pedirle al Espíritu Santo
que conduzca a la gente al seminario si no estoy dispuesto a que
el Espíritu me use como instrumento suyo para invitarla?
"Operación Andrés"
De todo lo que hacemos para conseguir concurrencia, lo más
significativo es lo que llamamos "Operación Andrés". Así como
Andrés invitó a su hermano a conocer a Jesús, se organiza a los
miembros para que inviten a acudir a Jesús a sus amigos, veci-
nos y parientes. Los grupos de oración descriptos al comienzo
de este capítulo constituyen la organización básica para los gru-
pos de testimonio que distribuyen folletos y entradas reserva-
das para interesados seleccionados. Estas entradas reservadas
tienen más o menos este aspecto:
COMO ASEGURARSE LA ASISTENCIA 61
Invitación Personal
Nombre y a p e l l i d o - - - - - - - - - - - - - - - - -
Calle_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __
No. Dpto. Código postal _ _ _ _ __
Ciudad _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __
Provincia Teléfono - - - - - -
Cantidad de asientos que necesita------------
NOTAS
Métodos de enseñanza
que conducen al éxito
NOTAS
La consistencia cognoscitiva
En su libro Soulwinning Made Easier (Cómo facilitar la
ganancia de almas). 6 Kembleton Wiggins trata detalladamente
un notable principio psicológico al que llama consistencia cog-
nocitiva. Este principio sugiere que antes de que una persona
incorpore un nuevo concepto a su vida, necesita verificar si en
alguna medida es consistente, o concuerda con lo que ya cree.
Cuando surgen nuevas ideas, el individuo busca un punto de
referencia en su pensamiento, un punto de apoyo, un lugar don-
de depositar el ancla, digamos. Si no encuentra ese lugar, va a
elevar objeciones contra la nueva idea, y la va a resitir. Si el
interesado ve que la nueva idea encuentra un punto de apoyo en
alguna referencia que ya ha aceptado, entonces es mucho más
fácil que acepte la nueva idea.
La consistencia cognocitiva nos conduce a un poderoso
método de evangelización. Jesús dijo: "Y yo, si soy levantado
de la tierra, a todos atraeré a mí mismo" (Juan 12:32), y en
otra ocasión: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida" (Juan
14:6). Presentar la verdad tal como es en Jesús significa que
antes de presentar una verdad doctrinal, ya sea un estudio
bíblico, un seminario acerca de Daniel o del Apocalipsis, o
una reunión regular de evangelización, los hombres y las
mujeres deben ser conducidos a Cristo primero. El debe ser el
punto de referencia para todo lo que venga después. Debe ser
la Cruz del Sur que le señale el rumbo a todos los seres
humanos. Debe ser el fundamento sobre el cual se edifique la
casa. Debe ser la Verdad por medio de la cual se evalúan
todas las otras verdades.
En el libro El Evangelismo, Elena de Wh.ite hace esta pro-
92 ASIENTOS MULLIDOS O PUERTAS ABIERTAS
funda observación: "Se requiere gran sabiduría al tratar con las
mentes humanas, aun en la tarea de dar razón de la esperanza
que hay en nosotros ... Os espaciáis demasiado en ideas y doc-
trinas especiales, y el corazón del incrédulo no es enternecido.
Tratar de impresionarlo es como golpear hierro frío ... Cuando el
corazón está completamente ablandado y subyugado por el amor
de Jesús, se hará la pregunta: 'Señor, ¿qué es menester que yo
haga para ser salvo?"'.7
Cuando se lleva a los hombres a los pies de Jesucristo, cuan-
do éstos perciben la majestad de su amor, la magnificencia de su
gracia, se desarrolla en ellos el deseo de seguirlo. Por eso, cuan-
do cada doctrina se vincula con Jesús, y se las presenta lógica y
sistemáticamente en él, se reduce al mínimo la fricción que
naturalmente producen las nuevas ideas.
De esta manera la segunda venida se presenta, por ejemplo,
no sólo como un acontecimiento durante el cual el Señor des-
truirá el mundo, sino como el momento cuando el Amante supre-
mo vendrá para buscar a su iglesia. El estado de los muertos es
el triunfo de Jesús sobre la tumba para reunir consigo mismo a
su pueblo. El sábado es una señal de amor entre Cristo y el cre-
yente, un testimonio tangible de que creemos en la creación, y de
nuestra aceptación de su sacrificio en la cruz y de nuestro des-
canso en él para vida eterna (vea Heb. 4).
Si se logra que los seres humanos se enamoren de Jesús y le
entreguen la vida, cada nueva verdad que se presente será algo
que el Señor ama supremamente, y será el rechazamiento de
cualesquiera de esas verdades lo que creará fricción y tensión
en la mente. El rechazo de la verdad será entonces no sólo opo-
sición a una doctrina, sino a algo que Cristo ama; implicará
rechazarlo a él personalmente. Cuando los hombres y las muje-
res hagan preguntas y presenten objeciones, debemos mostrar-
les la relación que existe entre Jesús y la doctrina cuya validez
están objetando. Cada vez hay que llevarlos de nuevo al punto
de referencia que es Jesucristo.
El Deseado de Todas las Gentes afirma: "El amor de Cristo
ablandará y ganará los corazones donde la mera reiteración de
doctrinas no logra nada". 8 Cada objeción es una oportunidad
para demostrar lo que Jesús enseña acerca de un tema determi-
nado. Es una puerta abierta que nos revela el deseo del Señor de
que esa persona alcance la plena felicidad al aceptar ese tema.
Cada objeción le permite comprobar al maestro inteligente de
COMp HACER FRENTE A LAS OBJECIONES 93
qué manera se relaciona esa doctrina con el estilo de vida de
Jesús.
Muéstrele a sus oyentes el supremo esplendor del amor de
Cristo por ellos. Guíelos para que lleguen a conocerlo personal-
mente. A continuación presente a su debido tiempo cada una de
las verdades que implican decisiones importantes. Trate de que
les resulten perfectamente claras. Demuéstreles que Jesús ama
esas verdades y que su deseo es que ellos, al aceptarlas y practi-
carlas, sean verdaderamente felices. Convénzalos de que si no
cumplen plenamente la voluntad de Dios, causarán su desagra-
do, porque esa actitud finalmente los daña a ellos mismos.
Observe de qué manera se desintegran los muros del prejui-
cio. La resistencia se desvanecerá y decenas de personas que al
parecer nunca iban a aceptar la verdad, la aceptarán final-
mente.
NOTAS
Excelente asistencia:
pocas decisiones
¿Por qué?
94
EXCELEN1EA$1STENCIA: POCAS DECISIONES 95
medio del 15 % de"\(}s no' adtrentistas que asisten a nuestros
seminarios acerca del Apóea~ipsís? ¿Qué pasa con el 85% res-
tante? ¿Podemos hacer algo para alcanzarlos en forma más
efectiva?
Los principios que voy a compartir con ustedes en este
capítulo no los descubrí en los confines de mi estudio. No son
sueños de una noche de verano. Estos conceptos han sido pro-
bados en seminarios de evangelización pública durante los
últimos veinte años. Yo sé que dan buenos resultados. Trans-
formaron mi ministerio. Creo que pueden tranformar el de
ustedes también. Se basan definidamente en la Biblia, el
espíritu de profecía y las enseñanzas de la ciencia moderna.
Cuando los pongan en práctica se darán cuenta de que son
eficaces.
Un cuarteto inhibitorio
Me parece que los seminarios enfrentan cuatro peligros
básicos. Yo los llamo inhibitorios. Impiden que la persona
ponga en práctica las verdades claramente comprendidas. No
estoy sugiriendo que son inherentes a los seminarios; tam-
bién se pueden manifestar en las reuniones de evangeliza-
ción. Pero me parece que la estructura de los seminarios se
presta más a la acción de estos cuatro inhibitorios que las
reuniones de evangelización de tipo tradicional. Si usted los
conoce, los pude evitar, o por lo menos los puede contrarres-
tar.
l. Sobrecarga informativa. El primer inhibitorio es la
sobrecarga informativa. En el marco de los seminarios las per-
sonas asisten por lo general tres noches por semana. Al concu-
rrir reciben mucha información y aprenden nuevas doctrinas,
una detrás de la otra. Pueden recibir demasiado, con demasia-
da rapidez y sin tiempo para asimilar lo que escuchan. Como
resultado de ello pierden el equilibrio y generalmente se sien-
ten mal. A menudo esto les impide tomar una decisión favora-
ble acerca de lo que han aprendido.
Dispuesta a comprarle un helado a su chiquito, una señora se
acercó al mostrador y le preguntó al vendedor qué gustos tenía.
-Vainilla o chocolate, se~ora -replicó éste-. ¿Cuál quiere?
-Señor -dijo ella sorprendida-, ¿sólo tiene vainilla y cho-
colate?
96 ASIENTOS MULLIDOS O PUERTAS ABIERTAS
-Mi estimada señora -dijo el hombre con una curiosa son-
risa-. Cuando Ud. vea cuánto tiempo va a tomar su hijito para
elegir entre vainilla y chocolate, me va a agradecer que no ten-
gamos 27 gustos diferentes.
El principio "minimax"
Hay un principio psicológico llamado minimax que dice que
la gente tiende a actuar si los beneficios son grandes, máximos,
y las pérdidas son escasas, mínimas. En su libro The Mind
Changers (Los factores que cambian la mente), 7 Emory Griffin
afirma que los estudiosos de la conducta humana han llegado a
la conclusión de que "el principio minimax" es el principal factor
en la motivación.
Cuando alguien se dio cuenta de que cierto equipo de chan-
gadores de San Fracisco descargaba la misma cantidad de bultos
en la mitad del tiempo y con menos accidentes que cualesquiera
de los otros, los investigadores se pusieron de lleno a averiguar
104 ASIENTOS MULLIDOS O PUERTAS ABIERTAS
por qué. Al hacerlo, descubrieron que aunque todos los equipos
disponían de plataformas con ruedas (a las que llamaban dollies,
muñequitas), sólo los más eficientes las usaban.
Aparentemente los changadores, gente ruda y tosca, esta-
ban tratado de no perder su imagen de "machos". Hasta la
palabra dolly, que parece nombre de mujer, les resultaba repul-
siva. La mayor parte de los capataces trataban de motivar a
sus equipos con palabras como éstas: "Las reglas establecen
que ustedes tienen que usar las dollies"; o "Usenlas o van a ser
despedidos".
El capataz que logró motivar con más éxito a su equipo, les
presentó las ventajas de las dollies. A gritos les decía cosas como
éstas: "¡Cuida tu espalda, estúpido; usa la dolly!" Su mensaje,
traducidó a un lenguaje más aceptable, era: "A los tipos inteli-
gentes no les duele la espalda. No tienen que visitar al médico a
cada rato, puesto que son lo suficientemente vivos como para
usar las dollies".
Este mismo principio de poner énfasis en los beneficios y las
ventajas también se aplica a las cosas espirituales. "Maximizar"
(¿nos permiten inventar este verbo?) los eternos beneficios de
obrar bien, produce resultados inconmensurablemente mayores
que limitarse a enfocar las consecuencias negativas de obrar
mal.
Notemos cómo motivaba Jesús a los seres humanos para que
obraran en armonía con su voluntad. Les decía: "En verdad os
digo, no hay nadie que haya dejado casa, o hermanos, o herma-
nas, o madre, o padre, o hijos, o campos, por causa de mí y por
causa del evangelio, que no reciba cien veces más ahora, en este
tiempo: casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y campos, con
persecuciones; y en la era venidera, vida eterna" (Mar. 10:29,
30).
Jesús reconoció la realidad de que la aceptación de su forma
de vida a menudo produce conflictos. Pero puso énfasis en los
beneficios, que sobrepujan por lejos las desventajas.
¿Qué beneficios ofreció Jesús? Paz mental (Juan 14:27), el
perdón de los pecados (1 Juan 1:9), libertad del sentimiento de
culpa (Roro. 8:1), poder espiritual (Juan 1:12), la permanente
presencia del Espíritu de Dios (Juan 14:18), la esperanza del
cielo y de vivir para siempre con él (Mat. 16:27).
EXCELENTE ASISTENCIA: POCAS DECISIONES 105
Si usted quiere que la gente obre, comparta con ella los
beneficios que proporciona el obrar. Si pone énfasis en las con-
secuencias negativas de la acción, probablemente no van a
obrar.
Por ejemplo, supongamos que mis oyentes han indicado que
creen que el sábado es el verdadero día de reposo y que es la
voluntad de Dios que lo guarden. Cuánto éxito tendría yo si mi
llamado fuera como éste: "Si ustedes se deciden a guardar el
sábado es posible que pierdan sus empleos, que sus esposos los
abandonen, que sus amigos los dejen solos y que pierdan sus
casas y sus autos; pero, no se desanimen, estarán haciendo la
voluntad de Dios. ¿Cuántos quieren guardar el sábado?" Ese lla-
mado sería tan terriblemente negativo, que la gente se asustaría
y no se animaría a hacer una decisión correcta.
Pero en cambio yo podría decir: "Es posible que tengan que
hacer algunos sacrificios para seguir a Jesús y guardar el sába-
do; pero si lo hacen, Dios les dará paz. Tendrán la alegría de
saber que el Señor está aliado de ustedes Tendrán la seguridad
de que están haciendo su voluntad. Sobre todo tendrán la bendi-
ta certidumbre de que la mano de ustedes está en la suya. Sen-
tirán que están en una senda que conduce al cielo. Para mí esto
es más importante que culquier otra cosa de esta vida. ¿Quieren
tener ustedes también esta bendita seguridad?
"¿Quieren agradar a Jesús? Al levantar la mano digan:
'Señor: confío en ti y sé que me guiarás si te sigo'. Si ustedes
quieren decir: 'Sí, Jesús, seguiré las enseñanzas de tu Pala-
bra', por favor levanten la mano ahora. Voy a orar por uste-
des"
Noten la diferencia entre los dos llamados. El primero es tre-
mendamente negativo. El segundo es positivo.
Con respecto a cada lección que enseñen, háganse estas
preguntas: "¿Estoy señalando en forma adecuada en esta lec-
ción los beneficios de obrar bien? ¿Estoy poniendo suficiente
énfasis en la alegría, la paz y la felicidad que produce el
seguir este aspecto de las enseñanzas de Jesús? ¿Estoy mos-
trando constantemente, más allá de la doctrina, el gozo celes-
tial que disfrutan los hombres y las mujeres que siguen la
verdad?"
4. La falta de visión 20:20. El último factor que impide las
decisiones acertadas es lo que yo llamo la falta de visión 20:20.
106 ASIENTOS MULLIDOS O PUERTAS ABIERTAS
Pablo afirmó que tenía visión 20:20 cuando dijo: "No me retraje
de anunciaron nada que fuese útil y de enseñaros, públicamente
y por las casas" (Hech. 20:20).
La falta de visión 20:20 es una falla de percepción. Signifi-
ca que el director del seminario no ve las cosas claramente.
Algunas personas que no son muy inclinadas a visitar a los
interesados, suelen esconderse detrás de los seminarios, ya
sean de Daniel, Apocalipsis o algunos de los seminarios rela-
cionados con la salud. Estos pueden causar a los demás la
impresión de que somos ganadores de almas. Pero Hechos
20:20 nos dice con toda claridad que no bastan los semina-
rios. No se puede ganar almas por intermedio de otras perso-
nas.
Jesús fue notable en lo que se refiere a la obra personal.
Habló en privado con Nicodemo y le tocó el corazón. Llevó a la
mujer del pozo a la convicción de que él era el Mesías. Visitó a
Simón el fariseo y manifestó interés por su alma. Invitó a
María Magdalena después de despedir a la multitud; trabajó
con ella individualmente. A Zaqueo le dijo: "Desciende, voy a tu
casa hoy". ·
Sin obra individual con los que asisten, el seminario no ten-
drá el éxito que podría tener. Elena de White lo dice con clari-
dad: "Si se sermoneara la mitad de lo que ahora se hace, y se
duplicara la cantidad de trabajo personal dedicado a las almas
en sus hogares y en las congregaciones, se vería un resultado
que sería sorprendente". 8 Y: "La presentación de Cristo en la
familia, en el hogar, o en pequeñas reuniones en casas particu-
lares, gana a menudo más almas para Jesús que los sermones
predicados al aire libre a la muchedumbre agitada, o aun en
salones o capi1las". 9
He visto la confirmación de estas palabras. En una de nues-
tras asociaciones preparé a los pastores para que presentaran
seminarios acerca del Apocalipsis, y a continuación lanzamos
una campaña de seminarios en toda la asociación. Cuando
comenzaron a llegar los resultados, pude percibir una tenden-
cia. Aunque por lo general estos eran buenos, y alabamos a
Dios por ello, los pastores que no siguieron el plan de visitar a
la gente tuvieron resultados mucho menores que los que lo
hicieron.
Si usted quiere tener resultados sobresalientes en su obra,
EXCELENTE ASISTENCIA: POCAS DECISIONES 107
debe tener visión 20:20, la de los Hechos de los Apóstoles. Ese
libro nos dice que los discípulos predicában la Palabra de Dios
en público y en privado. Aunque nos cuenta que Pedro, Santiago
y Juan le predicaban a las multitudes, a menudo nos los pre-
senta hablando directamente con las personas. Incluso el apóstol
Pablo nos dice en Gálatas que él le predicaba a algunos en pri-
vado, para que su predicación no fuera en vano.
Si quiere tener resultados extraordinarios es absolutamente
indispensable que haga visitas privadas significativas. Pero,
¿cuándo debería visitar usted a la gente? ¿A quién debería visi-
tar? ¿Qué estrategia debería aplicar en sus visitas? En el
siguiente capítulo va a encontrar las respuestas a estas pre-
guntas.
NOTAS
Cómo escuchar
¿Cómo escucha usted? La respuesta obvia es: con los oídos.
Pero también se escucha con la EXPRESION del rostro. Si sus
ojos vagan alrededor de la pieza, o si usted tiene cara de aburri-
do, la gente que está hablando no le va a creer que la está oyen-
do, por más que usted lo afirme enfáticamente.
También se escucha por medio de la ATENCION. Aparte la con-
versación de usted mismo y diríjala a la otra persona. Recuérdese
constantemente: "Estoy interesado en este hombre. Lo que dice me
concierne. Quiero estar sintonizado con él y no conmigo mismo".
EL INGREDIENTE QUE FALTA 113
Conviene recordar que un escucha eficaz REACCIONA ade-
cuadamente. Hace preguntas. Logra que la otra persona salga
de sí misma. Además, analiza no sólo lo que se le dice, sino qué
significa lo que se le dice. Verifica si ha entendido correctamen-
te, repitiendo con otras palabras lo que se le ha dicho, y pregun-
tando si ha comprendido bien.
McDill afirma: "En un mundo donde tan pocos escuchan con
sincero interés, qué raro y bienvenido descubrimiento es un ver-
dadero escucha. Para el cristiano que trata de entrar en la vida de
otra persona, ésta es la llave. El escucha sincero dice elocuente-
mente: 'Me intereso en usted'. Es asunto de cambiar deliberada-
mente de canal para guiar la conversación hacia los intereses de la
otra persona. Significa renunciar al derecho de hablar de uno mis-
mo. Significa cultivar las cualidades de un escucha: mirar al ami-
go a los ojos, prestar atención a lo que dice, hacer las preguntas
adecuadas, asentir, sonreír y hacer breves comentarios". 6
Si usted va a ser un evangelista eficiente hoy, tiene que escu-
char a los demás. Esto en realidad le ayuda de dos maneras:
Primero, a determinar la actitud y las prioridades de la persona
con quien está tratando, una comprensión esencial para comu-
nicarle el evangelio. Y, segundo, le ayuda a establecer un vínculo
de amistad. Profundiza su relación con esa persona.
El segundo propósito de la visitación consiste en capa·
citarlo para EVALUAR A SUS INTERESADOS. Los agricul-
tores constantemente están llegando a conclusiones: ¿Cómo está
progresando la cosecha? ¿Cuándo va a estar lista? ¿Qué siembra
ya está madura? El evangelista eficiente sabe evaluar y determi-
nar si el "fruto" está maduro. Es lo suficientemente sabio para no
sacar cuando están "verdes" a los que todavía no están listos para
la cosecha. Y en sus visitas personales determina si la gente que
asiste a sus reuniones está genuinamente interesada o no.
Acompañé una vez a un pastor que era tremendamente tra-
bajador. Cada semana dedicaba más de 55 horas a la tarea. Pero
sus resultados no concordaban ni de lejos con el esfuerzo que
estaba haciendo. Al visitarlo, descubrí que carecía de la capaci-
dad de distinguir a un curioso, alguien que le estaba haciendo
perder tiempo, y un genuino interesado.
Hace muchos años que me di cuenta de que no podía satisfa-
cer las necesidades ni contestar las preguntas de todos los que
asistían a mis reuniones. Así que llegué a la conclusión de que
mi principal responsabilidad consistía en descubrir a aquellos
114 ASIENTOS MULLIDOS O PUERTAS ABIERTAS
en quienes Dios ya estaba obrando, cuyos corazones ya se habí-
an abierto a la influencia del Espíritu Santo, cuyas mentes ya
estaban preparadas. Si usted dedica demasiado tiempo a los que
no están interesados, va a perder a mucha gente que sí lo está.
NOTAS
Apéndice
Consiga mejores
resultados mediante
llamados eficaces
Llamados evangélicos
Un llamado evangélico tiene poder para atraer a los seres huma-
nos a Cristo. Cuando un evangelista siente la carga de las almas y,
lleno del Espíritu de Dios se pone de pie delante de su auditorio e
invita a hombres y mujeres que entreguen sus vidas a Cristo, el
Espíritu Santo da testimonio ante las mentes individuales.
Con absoluta sinceridad puede decir: "Dios les ha hablado
esta noche. Ustedes han oído su voz. Los está llamando. Esta
noche les dice: 'Ven'.
"No posterguen su decisión. Jesús los está llamando. Les
dice: 'Los amo y quiero perdonarlos'.
"El Espíritu Santo ha tocado el corazón de ustedes esta
noche. Es posible que Dios no les vuelva a hablar con la misma
fuerza otra vez. Vean los brazos de Jesús. Están ampliamente
abiertos para recibirlos. Los invita a acudir a él esta noche.
"Escuchen su voz mientras los llama ahora y les dice: 'Hijo
mío, hija mía, te amo. Ven esta noche. Ven con tus pecados. Ven
con tus debilidades. Ven con tus temores. Ven con tus dudas'.
"Esta noche, no importa lo que seas: comerciante, ama de
casa, obrero, empresario, estudiante, ven a Jesús. Esta noche, no
importa dónde te encuentres, en el frente o en el fondo del audi-
128 ASIENTOS MULLIDOS O PUERTAS ABIERTAS
torio, ven a Jesús. El te va a aceptar esta noche. El te va a per-
donar esta noche. El te está hablando a tu corazón esta noche.
"Ven, mientras cantamos este maravilloso himno que dice:
"Mientras Jesús te llama,
ven, pecador.
Mientras por ti oramos,
ven, pecador.
Hoy es el día acepto,
ven, pecador.
Hoy puedes conocerle,
ven, pecador.
"Sí, amado oyente: confía en él. Si quieres manifestarle que lo
amas y que confías en él, ven, ven ahora mismo".
Hay poder en llamados como éste. El Espíritu Santo los usa
para inducir a la gente a venir al frente. Personalmente creo en
las tarjetas de decisión y las uso, pero no sirven para todos.
Muchos las pasan por alto noche tras noche.
Hace algunos años estaba dirigiendo una serie de reuniones
de evangelización en Pittsfield, Massachusetts. Usé muchas
veces las tarjetas de decisión. Mientras las distribuían, yo invi-
taba a todos para que marcaran el cuadrito correspondiente con
el fin de indicar si el mensaje de la noche había sido claro, y los
animaba a aceptar la verdad que estaban escuchando.
Cierto señor que estaba asistiendo a las reuniones, esposo de
una adventista, había tenido por muchos años un problema con
el alcohol. Su esposa había orado fielmente por él todos esos
años. Cada noche estaba allí por deferencia hacia ella, pero
manifestaba muy poco interés. Noté en especial que le pasaba la
tarjeta de decisión a la persona que estaba a su lado. No quería
entrar en ninguna clase de compromisos.
Durante toda la serie no dio señas de una reacción positiva.
Finalmente, al terminar una de las reuniones, hice un llamado
lleno del Espíritu Santo. Al oírlo, se levantó y vino al frente. El
Espíritu de Dios lo había impresionado esa noche. Sintió que
para él ésa era la noche de la decisión. Dudo de que ese hombre
jamás se habría decidido si sólo hubiéramos usado las tarjetas
de decisión. Se necesitó el dinamismo de un llamado lleno del
Espíritu, que obró a la vez sobre sus emociones y su intelecto,
para lograr de él una respuesta positiva.
LLAMADOS EFICACES 129
En otra ocasión una dama me dijo: "Pastor, mientras pensaba
que tenía que hacer una decisión, resistí. Durante sus llamados
anteriores también me resistí. Pero durante este llamado sentí
que el Espíritu Santo le estaba hablando a mi corazón. Ya no
pude resitir más, y me puse de pie".
NOTAS
Un trío de riesgos
Hay tres riesgos definidos a los cuales yo creo Dios está con-
duciendo hoy a los pastores adventistas ganadores de almas.
Son audaces y aventurados pasos en el camino de la fe. Riesgo
No. 1: los pastores ganadores de almas intencionalmente van a
equipar a los laicos para el servicio, y los van a dejar que minis-
tren en armonía con los dones que Dios les dio. Estarán dis-
puestos a arriesgar menores resultados iniciales para lograr a la
larga resultados infinitamente mayores. Los pastores dispuestos
a correr riesgos estarán listos para dedicar horas para trazar
planes, entrenar a los miembros, iniciar seminarios, supervisar
programas y evaluar resultados.
Comprenden la teología bíblica del laicado. Los pastores
ganadores de almas aceptan la verdad de la declaración de
Pedro: "Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación
santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, para que anun-
ciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz
admirable" (1 Ped. 2:9).
Este era un concepto revolucionario en los días de Pedro. La
idea del sacerdocio procede directamente del Antiguo Testamen-
to. En el antiguo Israel unos pocos escogidos eran los represen-
tantes de Dios ante toda la nación. Por medio de Jesús cada ere-
LOS QUE SE ATREVEN A ARRIESGARSE 143
yente es un real sacerdote ordenado para el servicio. Por medio
de Jesús cada creyente es un miembro del pueblo elegido por
Dios para anunciar su misericordia a un mundo caído.
Elena G. de White afirma que "la obra de Dios en esta tierra
nunca se terminará hasta que los hombres y las mujeres que
comprenden la feligresía de nuestra iglesia acudan a la obra y
unan sus esfuerzos con los de los ministros y los oficiales de la
iglesia". 1
NOTAS