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REFLEXIONES SOBRE LA OBRA DEL COLPORTAJE

Basada en los escritos de Elena de White


DÍA MUNDIAL DE PUBLICACIONES

TEXTO: Hechos 1:8 “Pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo haya venido sobre vosotros, y me
seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo ú ltimo de la tierra.”

Himnos: 351-354

INTRODUCCIÓN:
Thomas H. Davis y Esposa viajaron a un lugar de Ecuador para introducir el evangelio en una de las
ciudades importantes. Llegaron sin conocer a nadie, y después de mucho buscar, encontraron
alojamiento y de inmediato empezaron a planificar cómo sembrar las buenas nuevas de salvación.
En aquel lugar no existía ningún hermano en quien confiar, ni referencias de alguien conocido, ni
algún semejante que simpatizara con sus convicciones. Con mucho esfuerzo, comenzaron su labor
misionera trabajando como colportores, luchando contra el prejuicio y las persecuciones católicas de
aquel lugar.

Fue difícil establecerse en aquel lugar desconocido para ellos, pero iniciaron vendiendo sus libros
que contenían el mensaje de salvación. Pasado unas cuantas semanas, su esposa se enfermó de
gravedad y murió a los pocos días. Thomas Davis soportó el duro trance de no sólo ver morir a su
amada esposa, sino que debido al prejuicio imperante en aquel lugar, no se le permitió sepultarla en
el cementerio de aquella ciudad, porque estaba reservado sólo para creyentes católicos. En esa
noche triste y tenebrosa, Davis cargó al hombro el cuerpo inerte de su esposa, la envolvió con una
sábana y tomó una pala, que le sirvió como báculo y caminó en aquel solitario sendero hacia el valle,
camino a Pinillo. Allí sepultó a su esposa en algún lugar que sólo él y los ángeles conocen. Hizo la
labor de sepulturero, deudo y pastor oficiante. Aquél incidente fue un comienzo muy difícil para
sembrar la semilla del evangelio, pero después de algunos años, vio nacer, crecer y florecer la obra
adventista y plantar una iglesia en aquel lugar, que hasta el día de hoy sigue creciendo.

¿Qué es lo que mueve a una persona a viajar miles de kilómetros, dejar su tierra, dormir en el suelo,
enfrentar las inclemencias del tiempo, la escasez de recursos; perder a su esposa para realizar el
difícil, pero, maravilloso trabajo misionero del colportaje hasta establecer una iglesia, y aún así,
sentirse feliz? Sin duda, el amor a Dios, a las almas y la pasión por el trabajo misionero.

UNA INVITACIÓ N A LA IGLESIA

Los Adventistas del Séptimo Día creemos que “la iglesia es el medio señalado por Dios para la
salvación de los hombres. Fue organizada para servir, y su misión es la de anunciar el Evangelio al
mundo” (SC, p. 20).

Para continuar con el legado de Cristo, la iglesia recibió este encargo. Elena de White afirma:
“Alguien debe cumplir la comisión de Cristo; alguien debe continuar realizando la obra que él
comenzó en la tierra; y a la iglesia se le ha concedido este privilegio" (lbid.,p. 19).

“La Comisió n E v a n g é l i c a e s l a carta magna misionera del reino de Cristo. Los discípulos habían de
trabajar fer vorosamente por las almas, dando a todos la invitació n de misericordia... El mandato
dado a los discípulos nos es dado también a nosotros. Hoy día como entonces, un Salvador
crucificado y resucitado ha de ser levantado delante de los que está n sin Dios y sin esperanza
en el mundo" ( Ibid., p.30).
EL COLPORTAJE: UN MEDIO ORDENADO POR DIOS

Los Adventistas tenemos l a convicció n de que la obra del colportaje es un medio para esparcir
rá pidamente la sagrada luz de la verdad presente al mundo, porque “ Dios ha ordenado el
colportaje como u n medio de presentar a l a gente la luz contenida en nuestros libros " (2 JT, p. 532).
La distribució n de las Publicaciones “s on los medios dispuestos por el Señ or para mantener
constantemente el mensaje para este tiempo delante de la gente” {Ibid., p. 534).

Elena de White señ ala que “La obra del colportaje, debidamente practicada, e s obra misionera del
má s alto orden, y es un método tan bueno y de tanto éxito como cualquiera que se pueda emplear
para presentar a la gente las verdades importantes para este tiempo. La importancia de la obra
d e l ministerio es indudable; pero muchos que tienen hambre del pan de vida no han tenido
oportunidad de oír una palabra de los predicadores delegados por Dios. Por esta razó n es esencial que
nuestras publicaciones reciban amplia circulació n. Así el mensaje irá donde el predicador no puede ir y
la atenció n de muchos será atraída a los acontecimientos importantes relacionados con las escenas
finales de este mundo" (lbid., p. 532).

LAS PUBLICACIONES ILUMINARÁ N AL MUNDO

“ S i hay una obra má s impor tante que otra, es la de presentar al pú blico nuestras Publicaciones
induciéndolos así a escudriñ ar las Escrituras. La obra misionera - que consiste en introducir nuestras
publicaciones en el seno de las familias, conversar y orar con ellas -, es una obra buena" (Servicio
C r i s t i a n o , p. 1 8 1).

"En cuanto a iluminar y confirmar a la gente en la verdad, las publicaciones hará n una obra mayor
que el solo ministerio de la palabra hablada" (lbid.,p. 181)..

EL COLPORTOR ELEGIDO PARA ESPARCIR LA LUZ

“Puesto que el colportaje con nuestras publicaciones es una obra misionera, debe ser dirigido
desde un punto de vista misionero. Los que son elegidos como colportores deben ser
hombres y mujeres que sientan la preocupac ió n de servir, cuyo objeto no sea obtener
ganancia, sino dar luz a la gente" (Joyas de los testimonios, t. 2,p.536}.

“ Cada colportor tiene necesidad positiva y constante del ministerio evangé lico; porque
tiene una obra importante que hacer, una obra que no puede hacer por sus propias
fuerzas… Su fuerza, su valor, su é xito dependerá n de cuá n plenamente esté entretejida en
su propia experiencia y desarrollada en su cará cter la verdad presentada en los libros.
Cuando su propia vida esté así amoldada, podrá representar ante los demá s la verdad
sagrada que lleva". {Ibid., p. 538-539}.

“Todos los que deseen tener una o p ortunidad de e j ercer un verdadero ministerio, y que quieran
entregarse sin reser va a Dios, hallarán en el colportaje oportunidades de hablar de las muchas cosas
concernientes a l a vida futura e inmortal" {Ibid., p. 541.)
"El colportor inteligente, que teme a Dios y ama la verdad, debe ser respetado, porque ocupa una
posició n igual a la del ministro evangélico" (Ibid ., p.540).

LA IGLESIA Y LA IMPORTANCIA DEL COLPORTAJE


"Necesitamos comprender la importancia del colportaje como gran medio de hallar a los que está n
en peligro, y de llevarlos a Cristo" (Ibid.,p. 543).
"El Señ or desea que ganéis almas" {Ibid., p. 544).

"Los colportores deben ser impresionados por el hecho de que la obra del colportaje es la misma
obra que el Señ or desea que hagan. Deben recordar que está n en el servicio de Dios" (El
colportor evangélico, p. 87).
"Recuerde el colportor que su obra es de naturaleza evangélica, y que Dios quiere que aquellos a
quienes él encuentre, sean salvos"{Ibid.,p. 57).

"No puede Ud. esperar que el Señ or le dé el é xito más completo para ganar almas para é l a menos
que todos sus modales y su presentació n sean de una naturaleza tal que conquisten el respeto... Ud.
debe considerar que es representante del Señ or Jesucristo". (Ibid ., p. 94).

LOS COLPORTORES Y EL É XITO

"Los colportores deberían recordar que está n trabajando con el Señ or para salvar almas, y que
no han de introducir ninguna vulgaridad en su sagrado servicio" (Ibid., p. 103).

"La obra que realizó Cristo debéis hacerla vosotros como sus evangelistas de lugar en lugar "
{Ibid.,p. 61).

"No es la capacidad del instrumento o del obrero, sino que es el Espíritu de Dios obrando en el
corazó n, el que otorga el verdadero é xito" {Ibid., p. 150}.

CONCLUSIÓ N

L a B i b l i a d i c e : “Y después de estas cosas vi otro á ngel descender del cielo, teniendo gran poder; y la
tierra fue alumbrada con su gloria.” Apoc. 18: 1

En el año 1902, Dios reveló a Elena de White un mensaje relacionado al mensaje de aquel “otro
ángel…” y ella afirmó que “en gran medida, es por medio de nuestras casas publicadoras como debe
ser cumplida la obra de aquel otro ángel quien desciende del cielo con gran poder y por medio de
quien la tierra fue alumbrada con su gloria.” 7T, p. 140

“Hay mucho que hacer para impulsar la obra de Dios. Se me ha indicado que la obra del colportaje
ha de revivir y ha de ser llevada a delante con éxito creciente. Es la obra del Señor, y los que la
emprendan con fervor y diligencia recibirán una bendición.” CE 18
P o r l o t a n t o , e l Señ or ordenó por medio de su mensajera: "Debe prepararse un equipo de
c o l portores por medio de una instrucció n completa y prá ctica para manejar las publicacion es
que salgan de la prensa''(Mensajeros de esperanza, 64).

¿Quisieras unirte al ejé rcito de colportores de la iglesia para ser un misionero del Señ or?

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