Está en la página 1de 25

Republica Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación


Universidad Nacional Experimental “Rómulo Gallegos”
Área de odontología – Sección “3”
Guárico - San Juan de Los Morros

Cultura

Integrantes:
Cabeza Padrón Keycer Antonio C.I: 30.74.167
Escalona Milla Daniel Alejandro C.I: 29.69.494
Profesor: Rivas Pere Angelie Fabiola C.I: 30.255.391
Yolman Morales Silva Donaire Danielis Elviana C.I: 28541.791
Concepto e importancia de la odontología
La odontología también denominada estomatología, es una especialidad de la
Medicina que se ocupa de la prevención, el diagnóstico y tratamiento de las
enfermedades que afectan a cualquier parte de la estructura mandibular:
1. Dientes.
2. Encías.
3. Periodonto.
4. Articulación temporomandibular.
5. El conjunto del sistema muscular y nervioso.

No obstante el campo de acción del odontólogo incluye además el estudio y


tratamiento del resto de la cavidad oral que les lleva a mantener una relación de
colaboración con otorrinolaringólogos, oftalmólogos y neurólogos, entre otros
especialistas:
1. Maxilares.
2. Mucosas.
3. Piel.
4. Vasos sanguíneos.
5. Nervios, etc.

En la actualidad la odontología ha evolucionado de tal forma y se ha ampliado


tanto su campo de acción y sus conocimientos que hacen imposible que un
odontólogo pueda abarcarlo todo, por lo que han surgido numerosas
especialidades, entre las que destacan:
1. Periodoncia.
2. Ortodoncia.
3. Endodoncia.
4. Cariología.
5. Implantología.
6. Odontopediatría.
7. Orto-odontopediatría.
8. Odontogeriatría.
9. Prostodoncia (prótesis dentales).
10. Cirugía oral o maxilofacial.
11. Rehabilitación oral.
12. Odontología preventiva.
13. Odontología forense.
14. Odontología cosmética o estética.
15. Radiología oral.
Una de las consecuencias más importantes de este aumento de la especialización
en la odontología es la creación de clínicas dentales pluridisciplinares, en la que se
ofrecen todos los servicios al contar con odontólogos especializados en cada
campo.

Importancia
La gran mayoría de las afecciones bucodentales pueden tratarse con la atención
odontológica adecuada. Contar con un buen dentista de confianza es muy
importante para mantener una salud bucodental óptima, ya que él se encargará
de realizar los tratamientos preventivos oportunos y de corregir cualquier
anomalía en los dientes y encías.
Algunos de los tratamientos dentales que el dentista realiza con más frecuencia
son los siguientes:
- Limpieza dental profunda. Es recomendable acudir a una de estas limpiezas por
lo menos 1 vez al año, incluso una vez cada seis meses para mantener la salud de
la cavidad oral.
- Eliminación de caries. Consiste en eliminar el tejido afectado y posteriormente
colocar en ese hueco una obturación dental.
- Extracción de dientes: Eliminar piezas afectadas por la caries o por enfermedad
periodontal en estados muy avanzados.
- Ortodoncia: Corrección de la alineación y malposición dentaria.
- Endodoncia. Consiste en retirar la pulpa del diente y rellenarlo con gutapercha
para mantener el diente en la boca.
- Implantología Oral. Colocación de implantes dentales para reemplazar dientes
ausentes o extraídos.
- Estética dental. Procedimientos para mejorar la apariencia de los dientes.

En la actualidad, la Odontología ha evolucionado de tal forma que se ha


conseguido que un dentista pueda abarcar diversos ámbitos, siempre desde un
enfoque que contemple la prevención, el diagnóstico y tratamiento de las
enfermedades que afectan a cualquier parte de la estructura mandibular.

La odontología como ciencia y cultura


La odontología tiene raices históricas arraigadas en el senso común y, tal vez, por
esto, sea una ciencia tan proxima del arte. Esta caracteristica artesanal ha sido
tomada como un aspecto negativo y responsable por el distanciamento de la
odontología de las otras ciencias médicas. No hay como negar la propia historia.
Es posible que la odontología camine como ciencia sin olvidar su peculiar e
inseparable vena artística. Lo que debe estar claro es que la odontología se
desarrolló y en los días actuales no se concibe más una práctica odontológica
apoyada solamente en habilidades manuales y principios empíricos. A estos
elementos de la odontología-arte necesitan estar, invariablemente, enlazados
otros elementos vinculados a la odontología-ciencia. En este contexto, me
gustaría discutir la importancia del examen clínico en odontología.
Independientemente de cual sea la especialidad odontológica, es necesario que
su ejercicio esté fundado en principios semiológicos similares a cualquier otra
ciencia de la salud como la medicina o la enfermería. Los fundamentos
semiológicos de Hipócrates que nortean el examen clínico fueron descritos hace
más de 2000 años, pero, de modo impresionante, continúan válidos hasta hoy.
Toda ciencia que tiene como objetivo tratar la salud de las personas no puede
prescindir de una colecta sistemática de informaciones. El examen clínico es
fundamental. Esta es la herramienta que conduce al diagnóstico y,
consecuentemente, al tratamiento eficaz.
El método clínico hipocrático basado en la anamnese y examen físico del paciente
es enseñado a los académicos de odontología en las cátedras de semiología o
diagnóstico bucal, infelizmente, parece que estos principios se quedan apenas en
las aulas de semiología. Estas actitudes y habilidades clínicas que deberían ser
aplicadas y ejercitadas en la Operatoria dental, Endodoncia, Periodoncia y en las
otras disciplinas, inclusive dentro de la graduación, tórnense dominio exclusivo de
la Semiología cuando deberían ser un principio básico e imprescindible de toda
práctica odontológica.
Tal vez, en función de características propias e inseparables a algunas
especialidades como Operatoria dental y Prótesis, el examen clínico esté siendo
negligente en la práctica odontológica. Así, la excesiva búsqueda por la perfección
y por la excelencia estética aproxima la odontología al arte y consecuentemente
la separa de la ciencia. Es necesario valorizar y enaltecer el trabajo de dentistas
que son, de hecho, artistas con habilidades primorosas; por otro lado, toda esta
belleza artesanal no puede relegar la odontología como ciencia médica. Cada
especialidad odontológica tiene características peculiares que deben ser
respetadas, sin embargo todas ellas deben valerse de un examen clínico
sistemático y ordenado para que cada una se establezca dentro de una
odontología actual, científica y artística. Solamente el examen clínico sistemático
posibilita la detección de condiciones patológicas ocultas y la conducción de
tratamiento odontológico con seguridad. Este abordaje más amplio del paciente
califica al odontólogo como verdadero profesional de salud y lo hace conquistar
respeto y credibilidad de toda la sociedad.
Finalmente, la avaluación sistemática permite al dentista ejercitar la más noble
misión de toda ciencia médica que es poder identificar los problemas de las
personas y, con el poder de su mente y de sus manos, abreviar o aliviar los
sufrimientos humanos. La odontología aún tiene el privilegio de hacer todo esto
con ciencia y con arte.

Visión dinámica de la ciencia y la cultura


Para nadie pasa desapercibido que el inmenso desarrollo científico y tecnológico
es uno de los aspectos que en mayor medida caracterizan el fin del segundo
milenio y que seguramente marcará el siglo XXI. El nivel de progreso alcanzado
por la investigación científica y las ulteriores aplicaciones tecnológicas durante el
último medio siglo ha sido considerado, con mucho, superior al logrado en todos
los años anteriores. Un crecimiento tan grande ha tenido muchos y variados
efectos no sólo en campos particulares de la investigación y la industria, sino en
una gama enorme de aspectos de la vida cotidiana, llegando a transformar los
hábitos y costumbres de sociedades enteras.
La ciencia y la tecnología son parte fundamental de nuestro acervo cultural, el
pensamiento y conocimiento que generan es patrimonio humano. Existe la
creencia de que estar informado sobre de ciencia no te hace más ilustrado. El
erudito contemporáneo, por lo general, conoce de historia, de arte, de cine, de
música, pero no sabe nada sobre ciencia y tecnología; y parece orgulloso de esa
carencia.
El hombre «culto» se siente elevado al escuchar, y entender, a Wagner, pero de
ninguna manera le emociona comprender cómo la vibración de la cuerda del
violín produce ondas de presión en el aire que se propagan hasta llegar al oído, o
cuál fue la química que produjo los colores de la Noche Estrellada de van Gogh y
por qué algunos colores se están desvaneciendo.
Observatorio Pierre Auger ubicado en la Pampa Amarilla, Mendoza, Argentina.
Causa vergüenza no advertir qué pintaba Monet, pero a pocos sonroja no saber
nada sobre el Bosón de Higgs o de donde provienen los rayos cósmicos Ese hábito
humanista se ha instalado y ha generado el rechazo al conocimiento científico
como parte esencial del estar bien informados.
Más aún, representantes corrientes filosóficas como el posmodernismo han
apoyado estas ideas; así lo explica el antropólogo Hugo Valenzuela García en su
artículo académico: Neorromanticismo posmoderni o «Adiós a la Razón». Los
frutos amargos del relativismo a ultranza o el filósofo de la ciencia Mario Bunge
en su ensayo: La renuncia a la ilustración. En estos artículos ambos autores
señalan cómo el anticientificismo se ha asentado en las humanidades, creando
posiciones dañinas desde un ángulo esencial para la supervivencia de la ciencia en
sí misma: la filosofía.
Por otro lado, no es menos cierto que la academia ha jugado un papel
fundamental en la brecha entre ciencia y sociedad. Hoy en día, la ciencia, de
tradición académica, está totalmente distanciada de la sociedad. Encerrado en su
palacio de sabiduría, el científico contemporáneo hace muy poco por establecer
una interacción con la comunidad que lo soporta.
Históricamente ha habido algunos esfuerzos por hacer comunicación que sirva de
enlace entre la ciencia y la sociedad. Entre los trabajos considerados como de
popularización de la ciencia desde de la Grecia antigua y la época romana, se
cuentan los de antropología de Heródoto, los de teoría atómica de Lucrecio, y los
de naturalismo de Plínio.
Durante y después del Renacimiento, han sido las academias de ciencias las
promotoras de la divulgación, como la Accademia Nazzionale dei Lincei en Italia,
de la que fue miembro Galileo Galilei; la Royal Society de Londres, que contó con
Newton como uno de sus primeros presidentes y donde grandes figuras desde
Faraday hasta Hawking han dictado charlas públicas sobre sus avances; la
Academia de las Ciencias de Francia, cuyos primeros miembros fueron René
Descartes, Blais Pascal y Pierre de Fermat; la Academia de Ciencias y
Humanidades de Berlín, fundada por G. W. Leibniz.
Charla pública con demostraciones científicas de Michael Faraday. Teatro del
Instituto de la Sociedad Real Británica. Año 1856. Litografía coloreada de
Alexander Blaikley.
Muchas de estas academias siguen haciendo divulgación de la ciencia, e incluso
muchas universidades e institutos de investigación cuentan hoy en día con su
propia oficina de comunicación de la ciencia. Asimismo, en la época renacentista,
comenzaron a aparecer los primeros museos de ciencia.
No obstante, todos estos esfuerzos siempre han resultado bastante insuficientes.
Una razón es que, por lo general, las iniciativas de divulgación de la ciencia y la
tecnología no son remuneradas o reconocidas de ninguna manera. Prácticamente
ninguna institución reconoce el trabajo de divulgación de la ciencia hecha por los
científicos. Es más, a muchos, y sobre todo en el inicio de sus carreras, los hace
menos competitivos, y por eso hay muy poca motivación.
Ahora bien, más allá de la importancia del conocimiento científico como parte de
nuestra base cultural, hay un problema más profundo, resultado de la brecha
ciencia-sociedad. Científicos y filósofos, como Carl Sagan y Bertrand Russell, lo
han advertido en repetidas ocasiones: la ciencia y la tecnología son cimientos de
la civilización actual, no podemos ignorarlos. La ciencia engendra conocimiento y
el conocimiento engendra poder. Es un poder que necesita ser usado de manera
inteligente y moral, es importante que todos los actores de la sociedad estén
conscientes de ese poder y de sus posibles usos.
El sociólogo Daniel Bell, en su ensayo El advenimiento de la sociedad
postindustrial define a la sociedad actual como «sociedad del conocimiento»,
haciendo referencia al conocimiento científico y tecnológico, en sí mismos, como
base de la economía. Vivimos en la sociedad del conocimiento científico.
Martin Bauer, profesor de sociología y psicología en el London School of
Economics, dice en su artículo The Evolution of Public Understanding of Science—
Discourse and Comparative Evidence: llama la atención enérgicamente sobre la
urgencia del alfabetismo científico.
«La idea del alfabetismo científico es considerar a la ciencia parte de las metas
educativas al mismo pie de la lectura, escritura y matemáticas. Más aún, en una
democracia, las personas toman decisiones políticas. Sin embargo, la voz del
público puede ser sólo efectiva si los ciudadanos poseen el conocimiento
relevante. Por lo tanto, la ignorancia científica , como la ignorancia política, sólo
engendra alienación, demagogia y extremismo».
Las universidades e institutos de investigación son centros generadores de
conocimiento científico y es imprescindible que entiendan su papel protagónico
en la alfabetización y popularización de ese conocimiento. Los profesores e
investigadores deben ser remunerados e incentivados en labores de divulgación.
Que las actividades de contacto con el público no representen pérdida de tiempo
o desventaja en su carrera. Otra solución es contratar personal calificado para
cumplir específicamente con esa misión.
El desarrollo de los pueblos de América Latina depende de la apropiación de la
ciencia y la tecnología y de hacer ese conocimiento tecnocientífico parte esencial
de su cultura general. No podemos hablar de cultura universal si no incluimos a la
ciencia. Adoptemos a la ciencia y a la tecnología como parte de la sabiduría
universal, que nos de vergüenza no conocerlas, que cuando veamos una noche
estrellada recordemos a van Gogh y que el universo se expande, y que ambos
pensamientos entren en la misma paleta de saberes.

Aporte de las diferentes culturas científicas en las


practicas odontológicas: Cultura griega, cultura romana,
cultura árabe y cultura española
Cultura griega: Las primeras escuelas médicas surgieron en el siglo VI a. C.
Llegaron a ser famosas las de Cirene, Rodas y Cos. En el periodo helenístico
destacó, entre todas, la escuela médica de Alejandría. En estas primeras escuelas
la enseñanza era libre y remunerada, y se establecían lazos estrechos entre
discípulos y maestros; una muestra de ello quedó reflejada en el Juramento
Hipocrático. Sin embargo, no parece que existiera un currículo establecido, ni
procedimientos para dar por concluidos los estudios. El pueblo griego desarrolló
una nueva manera de pensar y vivir conocida como el “milagro griego”. El sabio se
va a convertir en poseedor del conocimiento racional, dejando de ser un mago o
sacerdote mediador del poder sobrenatural. Las interpretaciones sobrenaturales
de la enfermedad comenzaron a ser sustituidas por explicaciones naturales en las
que había una clara influencia filosófica. De esta forma, se va a constituir la
medicina científico-especulativa.
Hipócrates está considerado como el padre de la medicina. Sus teorías sobre la
enfermedad fueron las primeras al respecto y se basaban en la observación.
Hipócrates y Aristóteles escribieron sobre ungüentos y procedimientos de
esterilización, usando un alambre caliente para tratar las enfermedades de los
dientes y de los tejidos orales. También estudiaron la extracción dental y el uso de
alambres para estabilizar fracturas maxilares y ligar dientes perdidos.
Cultura romana: La Odontología se practicaba en Roma cuando la profesión
médica estaba aún en su infancia. Hacia el año 450 a.C. se formó una comisión de
magistrados para redactar un código legal para la nación, conocido como las
“Leyes de las Doce Tablas”. En ese tiempo, los ricos acostumbraban a quemar o
enterrar sus muertos con adornos de oro; pero el oro escaseaba y los mayores
temían que esta práctica debilitara económicamente al Estado; por lo tanto, una
de las leyes prohibía específcamente enterrar oro con la única excepción de los
adornos dentales.
Los romanos tenían especialistas en las artes terapéuticas que provenían de tres
grupos: extranjeros, sobre todo griegos, esclavos y esclavos liberados. Cicerón en
su libro Deberes, describe la Medicina como una profesión
honrosa para personas de un cierto estamento social, es decir, esclavos o esclavos
liberados – nunca ciudadanos romanos.
El primer médico extranjero de Roma fue un griego que practicó la Medicina en el
año 219 a.C. Sin embargo, el primero entre los griegos en alcanzar fama y fortuna
como médico en Roma fue Asclepíades, un nativo de Bitini (Asia Menor) que llegó
a Roma en el año 91 a.C. A pesar de no tener formación médica profesional,
alcanzó un notable éxito en su campo y fundó la primera escuela médica de la
antigua Roma.
Las mujeres también eran practicantes de la Medicina; las primeras doctoras
fueron griegas y combinaban la mayéutica con la magia y probablemente, ejercían
las artes relacionadas con el embellecimiento corporal. En el siglo II d.C. el famoso
médico Sorano de Éfeso afrmó que las mujeres que deseasen entrar en la
profesión médica deberían poseer dotes para escribir, una buena memoria, salud,
temperamento equilibrado, discreción, conocimientos de dietética, de farmacia y,
en cierto grado, de cirugía.
No se encuentra ni una palabra dedicada a los dentistas en latín antiguo, pues la
odontología no existía entre los romanos como profesión aparte y los médicos no
hacían distinción entre las enfermedades que afectaban a la boca y diente y las
que interesaban a otras partes del cuerpo. Tampoco se especializaban en la
Odontología aquellos no profesionales, ya que en los servicios realizados por los
barberos romanos, no se menciona nunca que extrajeran molares. De hecho, el
enciclopedista Celso describió con detalle el instrumental quirúrgico utilizado por
los médicos de su tiempo, entre ellos, los fórceps y un instrumento especial
llamado “tenaculum”, utilizado para extraer las raíces de los dientes.
Celso, en su compendio médico, profundiza en numerosos aspectos de la
Odontología. Además de referencias a la higiene oral y tratamiento básico de los
problemas de la dentición, recomendaba a quien tuviese un diente en mal estado,
no apresurarse a extraerlo y si los remedios, como cataplasmas calientes,
enjuagues bucales, aplicaciones de vapor, purgas y laxantes fallaban, debían
probarse otros más poderosos. Si el molar tenía que ser extraído, recomendaba
llenar la cavidad con hilo de lino o plomo, para que la corona no se fracturase al
aplicarle las puntas de los fórceps. En el libro de Celso se tocan muchos otros
temas, como el uso de la lima para suavizar coronas fracturadas, la reposición de
dientes permanentes recientes que emergen en mala posición, el tratamiento de
las fracturas de los maxilares, y la ferulización de dientes sueltos para
estabilizarlos. Considera también la necesidad de la higiene bucal: debían rascarse
as manchas negras en los dientes y frotarlos con hojas de rosa trituradas,
enjuagándose la boca después con vino puro.
Escribonio Largo, doctor personal del emperador Claudio, fue otro famoso médico
romano que escribió con profusión acerca de los tratamientos dentales. Entre
varias recomendaciones para el tratamiento del dolor de molares, son adecuadas
la fumigaciones de semillas de belladona, esparcidas sobre las brasas; a
continuación debe enjuagarse la boca con agua caliente, y de esta manera, a
veces se expulsan pequeños gusanos. La Medicina en la Roma clásica era una
combinación de la magia primitiva del pueblo itálico, la sabiduría sacerdotal de los
etruscos y algunas supersticiones de origen griego. El gran naturalista Plinio el
Viejo (que murió durante la erupción del Vesubio en el año 79 d.C.) describió una
cura de dolor de muelas que consistía en encontrar una rana a la luz de la luna
llena, mantener su boca abierta, escupirle dentro y enunciar una fórmula.
Otro médico griego digno de mención fue Claudio Galeno (131 a.C), que estudió
también en Alejandría y recopiló todas las obras de Medicina conocidas en su
época, ejerció en Roma y fue el primero en reconocer que el dolor dental podría
deberse a pulpitis (infamación de la pulpa) o pericementitis (infamación de la
porción radicular del diente). Clasifcó los dientes en centrales, cúspides y molares.
Sirvió como médico del emperador Séptimo Severo, era un escritor incansable y
su trabajo se utilizó como fuente autorizada de la ciencia hasta los tiempos del
Renacimiento.
Además de efectuar el tratamiento de enfermedades bucales y extracción de
dientes, los romanos eran expertos restauradores de dientes cariados con
coronas de oro y reemplazaban los dientes perdidos con prótesis fjas. En la era
cristiana, la prótesis dental se había sofsticado bastante, siendo comunes las
dentaduras totales o parciales. Parece razonable creer que las prótesis eran
fabricadas por orfebres y otros artistas y posteriormente, colocadas en la boca
por el médico, de la misma manera como trabajan en colaboración los dentistas y
técnicos de laboratorio. Mucho de lo que sabemos de la Odontología romana,
procede de los escritores satíricos, entre los cuales se destacaban Marcial y
Juvenal. Los romanos tenían en gran estima la higiene bucal y a pesar de no tener
jabón, usaban el agua para lavarse. El uso de polvos dentífricos era generalizado y
podía usarse una gran variedad de sustancias, como huesos, cáscaras de huevo,
ostras, etc. Después de quemarlas y mezclarlas con miel, se reducían a un fno
polvo. A pesar que la superstición y el capricho dictaba la elección de los
ingredientes, la adición de astringentes como la mirra o la sal indica la intención
de limpiar los dientes y reforzarlos cuando empezaban a moverse. La conciencia
de los romanos de clase alta en cuanto a la higiene dental, era extrema, al punto
de que, cuando tenían invitados a cenar, les regalaban palillos de metal fnamente
decorados, a menudo de oro, para limpiarse los dientes.
Cultura árabe: A pesar de las conocidas investigaciones de eruditos como Avicena,
el mundo islámico no llevó a cabo ningún progreso en el estudio de la anatomía.
El Corán prohibía rigurosamente la disección poniendo así de manifiesto el tabú
oriental hacía la manipulación de los cuerpos muertos. Por otro lado, la aversión
árabe a la sangre impedía realizar operaciones quirúrgicas, con lo cual se evitaban
también las extracciones dentarias salvo en casos de absoluta necesidad.
Mahoma, nació en la Meca hacia el año 570, introdujo los rudimentos de la
higiene oral en el mundo árabe, incorporándola a la religión musulmana. El Islam
enseña la importancia de la higiene corporal, así como de la mente. El Corán
dispone, entre otras obligaciones, las abluciones rituales cinco veces al día antes
de las plegarias. Estas abluciones consisten, entre otras cosas, en enjuagarse la
boca ¡tres o quince veces al día! Un viajero ingles que vivió algún tiempo en la
ciudad de Aleppo en Siria hacia finales del siglo XVIII, describió cómo termina una
cena en una casa musulmana donde fue invitado: "Después de levantarse de la
mesa cada uno vuelve a su sitio en el diván y espera a que traigan agua y jabón
para lavarse la boca y las manos".
El profeta recomendaba también limpiarse los dientes con un siwak (o misswak),
rama del árbol Salvadora pérsica cuya madera contiene bicarbonato sódico y
ácido tánico, además de otros astringentes que tienen efectos beneficiosos para
las encías. Se pone en remojo en agua una rama de siwak de una pulgada de
diámetro durante veinticuatro horas hasta que las fibras se han separado.
Entonces se monda un trozo de la corteza poniendo al descubierto las fibras
densas y algo rígidas, fabricando así un "cepillo de dientes natural". Cuando se
gastan las fibras, se prepara una nueva sección cortando la porción usada. Se dice
que Mahoma era tan aficionado a limpiarse los dientes que en su lecho de muerte
pidió siwak y, pocos minutos después de usarlo, murió.
Existen muchas otras tradiciones sobre la higiene oral atribuidas al Profeta, entre
ellas el uso del palillo para quitar restos de comida entre los dientes y el masaje
de las encías con los dedos. En nuestros días, quienes preparan los cadáveres para
su enterramiento enrollan un trozo de trapo alrededor del índice y limpian
cuidadosamente los dientes del cuerpo antes de inhumarlo.
Muchas otras prácticas higiénicas del tiempo de Mahoma aún son observadas y el
siwak aún usado de forma corriente en las cinco ocasiones descritas por
ibn'Abdin, teólogo musulmán del siglo pasado:

1) Cuando los dientes se ponen amarillentos

2) Cuando cambia el sabor de la boca

3) En cualquier momento al levantarse de la cama

4) Antes de rezar
5) Antes de las abluciones
Cultura española: Durante el Renacimiento (s.XVI) se produjeron dos
acontecimientos que transformaron la docencia. El Humanismo médico propició
la recuperación de los textos e ideas clásicas con todo su vigor original. Además
sirvió para revitalizar y re interpretar antiguos métodos docentes, entre los que se
encontraban el contacto directo de los estudiantes de anatomía con los enfermos
y con los medicamentos. También fue significativa la invención de la imprenta que
permitió multiplicar y difundir los nuevos libros. Los antiguos manuales
medievales fueron sustituidos en un primer momento por textos clásicos,
impresos y recuperados en su pureza original. Ya en la segunda mitad del XVI,
comenzaron a aparecer tratados médicos modernos que introducían novedades
no contempladas por los antiguos. El primer texto referido a la Odontología será
de Francisco Martínez de Castrillo: "Coloquio breve y compendioso sobre la
materia de la dentadura y maravillosa obra de la boca. Con muchos avisos y
remedios necesarios. Y la orden de curar los dientes", publicada en 1557.
Vesalio fue uno de los primeros en describir e ilustrar todas las estructuras del
cuerpo humano, incluso llegó a contradecir a Galeno. Elaboró una anatomía de
tipo descriptiva, contraria a la estructural, que en su apartado dedicado a dientes
y huesos fue brillante en cuanto a las ilustraciones odontológicas.
Los árabes, después de haber dominado gran parte de Asia y África, en el año 711,
invadieron España, donde permanecieron por espacio de 700 años;de entre ellos
surgieron algunos médicos entre los que destacaron Avicena y Abulcasis el cual
fue considerado el médico más importante del Califato de Occidente.Nació en
Córdoba, España en el año 936. Se le consideró el más notable cirujano árabe, en
la misma forma que Avicena fue considerado el médico más sobresaliente, cuya
obra de cirugía se llamó Al-Tasrif donde escribe en varios capítulo a los dientes y
encías. Realizaba cauterizaciones para tratar las fístulas, trató los épulis, insistía
en la necesidad de eliminar el sarro, recomendó prudencia para las extracciones,
empleó limas diseñadas por él mismo para emparejar los dientes, habló de la
operación de labio leporino, describió la re implantación dental, la colocación de
dientes artificiales y tratamientos para las fracturas. Indicaba la sindesmotomía
previa a los retiros dentales.
¿ Por qué la odontología ha pasado de ser un arte a ser
una ciencia?
La odontología tiene raices históricas arraigadas en el senso común y, tal vez, por
esto, sea una ciencia tan proxima del arte. Esta caracteristica artesanal ha sido
tomada como un aspecto negativo y responsable por el distanciamento de la
odontología de las otras ciencias médicas. No hay como negar la propia historia.
Es posible que la odontología camine como ciencia sin olvidar su peculiar e
inseparable vena artística. Lo que debe estar claro es que la odontología se
desarrolló y en los días actuales no se concibe más una práctica odontológica
apoyada solamente en habilidades manuales y principios empíricos. A estos
elementos de la odontología-arte necesitan estar, invariablemente, enlazados
otros elementos vinculados a la odontología-ciencia. En este contexto, me
gustaría discutir la importancia del examen clínico en odontología.
Independientemente de cual sea la especialidad odontológica, es necesario que
su ejercicio esté fundado en principios semiológicos similares a cualquier otra
ciencia de la salud como la medicina o la enfermería. Los fundamentos
semiológicos de Hipócrates que nortean el examen clínico fueron descritos hace
más de 2000 años, pero, de modo impresionante, continúan válidos hasta hoy.
Toda ciencia que tiene como objetivo tratar la salud de las personas no puede
prescindir de una colecta sistemática de informaciones. El examen clínico es
fundamental. Esta es la herramienta que conduce al diagnóstico y,
consecuentemente, al tratamiento eficaz.
El método clínico hipocrático basado en la anamnese y examen físico del paciente
es enseñado a los académicos de odontología en las cátedras de semiología o
diagnóstico bucal, infelizmente, parece que estos principios se quedan apenas en
las aulas de semiología. Estas actitudes y habilidades clínicas que deberían ser
aplicadas y ejercitadas en la Operatoria dental, Endodoncia, Periodoncia y en las
otras disciplinas, inclusive dentro de la graduación, tórnense dominio exclusivo de
la Semiología cuando deberían ser un principio básico e imprescindible de toda
práctica odontológica.
Tal vez, en función de características propias e inseparables a algunas
especialidades como Operatoria dental y Prótesis, el examen clínico esté siendo
negligente en la práctica odontológica. Así, la excesiva búsqueda por la perfección
y por la excelencia estética aproxima la odontología al arte y consecuentemente
la separa de la ciencia. Es necesario valorizar y enaltecer el trabajo de dentistas
que son, de hecho, artistas con habilidades primorosas; por otro lado, toda esta
belleza artesanal no puede relegar la odontología como ciencia médica. Cada
especialidad odontológica tiene características peculiares que deben ser
respetadas, sin embargo todas ellas deben valerse de un examen clínico
sistemático y ordenado para que cada una se establezca dentro de una
odontología actual, científica y artística. Solamente el examen clínico sistemático
posibilita la detección de condiciones patológicas ocultas y la conducción de de
tratamiento odontológico con seguridad. Este abordaje más amplio del paciente
califica al odontólogo como verdadero profesional de salud y lo hace conquistar
respeto y credibilidad de toda la sociedad.
Finalmente, la avaluación sistemática permite al dentista ejercitar la más noble
misión de toda ciencia médica que es poder identificar los problemas de las
personas y, con el poder de su mente y de sus manos, abreviar o aliviar los
sufrimientos humanos. La odontología aún tiene el privilegio de hacer todo esto
con ciencia y con arte.

APLICACIÓN DEL ARTE DE LA PRÁCTICA ODONTOLOGICA A TRAVEZ DEL TIEMPO


MEDIO, ELEMENTOS DE EXPRESION Y CONFIGURACION
Parte del progreso en las disciplinas odontológicas es atribuible al desarrollo
tecnológico, habiéndose modificado muy poco las bases conceptuales de la
odontología. Por ende, el objetivo de la investigación es estudiar la evolución de
la odontología y sus especializaciones desde un punto de vista científico y con una
perspectiva histórica resaltando la evolución del arte y ciencia odontológica como
parte de la evolución técnica y tecnológica.
Así, los avances en las artes y ciencias odontológicas han sido relevantes, por
consiguiente, ciertos autores analizan tal evolución intentando descubrir, qué
parte del progreso corresponde a las novedades en el conocimiento científico
básico y cuánto es el fruto de la evolución técnica y tecnológica. Con este fin,
estudian separadamente cada una de las especialidades odontológicas, bajo un
punto de vista conciso y objetivo. Entendemos la odontología como una forma de
expresión
Artística dónde no se expresa solo la belleza, sino la mejora constante, tanto
del paciente como el nuestro en el desarrollo de profesión
En donde además tenemos que destacar la trasparencia la opalescencia, la
fluorescencia de los materiales dentales naturales, dentina y esmalte; y es gracias
a su estudio diagnóstico y espesores de sus combinaciones que podemos
conseguirlo.
La odontología es una especialidad preciosa porque es arte y conocimiento.

¿ Que es la odontología forense?


La odontología forense es la aplicación de los conocimientos odontológicos con
fines de identificación y tiene utilidad en el derecho laboral, civil y penal. Es la
rama de la odontología que trata del manejo y el examen adecuado de la
evidencia dental y de la valoración y la presentación de los hallazgos dentales,
que puedan tener interés por parte de la justicia. La odontología forense es muy
importante y abarca temas relevantes para las investigaciones judiciales tales
como: dictámenes de edad, recolección de evidencia odontológica en delitos
sexuales, maltrato infantil, responsabilidad profesional, entre otros.
También presenta gran utilidad para:
• Indicar de quién es el cadáver que se ha encontrado.
• Determinar si la causa de la muerte tiene como origen algún acto delictivo.
• Conocer a la víctima y también al posible o probable victimario.
• Entregar el cuerpo a los familiares.
• Trámites de documentos de identidad en personas expósitas
(abandonadas), o el trámite de adopción de menores gracias a que está en
capacidad de emitir un dictamen de edad.
• En la tipificación del delito de lesiones personales al determinar la
naturaleza de la lesión.
• Colaborar en la detección del Síndrome de Niño Maltratado ya que en la
gran mayoría de los casos se encuentran lesiones en cavidad oral y tejidos
peribucales.
• Además de ayudar en la detección de delito sexual y casos de
responsabilidad profesional.

Evolución e Historia de la Odontología


La Odontología,  se conoce desde tiempos remotos, no como rama de la medicina, sino que aparece en
nuestra historia con los expertos en problemas odontológicos, concretamente, aquellos dedicados a la
extracción (hoy más conocida la técnica como exodoncia dental). Esto es debido a las patologías sufridas
por los humanos desde sus orígenes.  Los Odontólogos deben de conocer la evolución que ha sufrido su
“sector” a lo largo de la historia para poder entender mejor el porqué de las nuevas técnicas y porque
siempre será más fácil continuar el camino que empezar de nuevo en cuanto a innovación se refiere. Por
su puesto no nos podemos olvidar del papel histórico que han desempeñado estos profesionales a lo
largo del tiempo ayudando al resto de nosotros en aliviar los males causados por una mala
salud bucodental o diversos accidentes que han terminado dando como resultado el origen de la
odontología.
Odontología se inició en el año 3000 a. C. (o esa es la creencia general) donde los curanderos egipcios
incrustaban piedras preciosas en los dientes.  Los datos disponibles nos llevan hasta China 300 años
después, donde era costumbre el uso de la acupuntura (medicina alternativa) para tratar los dolores
producidos por la caries. Casi 2000 años después, durante la época de los etruscos y los fenicios ( 700
a.c), se sabe que la tradición para la re-construcción de prótesis se basaba en un materiales preciados
como el oro como bandas y alambres mientras que o bien se reutilizaban dientes extraídos o se
conseguían prótesis del marfil o de conchas marinas. También hay que recordar a los mayas que usaban
incrustaciones de oro, minerales o piedras preciosas para la reconstrucción dental y a modo de
ornamentación también resultando copiado este modelo por incas y aztecas posteriormente.

Durante el siglo VI a. C. aparecen Cirene, Rodas y Cos como escuelas de medicina donde también se
estudiaba sobre los conocimientos odontológicos recogidos hasta el momento, reflejando el progreso
del conocimiento humano. Más tarde durante el periodo helenístico fue la escuela de Alejandría de
medicina la que más destaco. El resultado de estas escuelas perdura a día de hoy: el Juramento
Hipocrático. Aparece la figura del intelectual o sabio dejando de lado a los magos y hechiceros… dando
lugar de este modo a la medicina científico-especulativa.

Hipócrates (padre de la medicina), basándose en la observación realizó sus teorías sobre la enfermedad


(fueron las primeras sobre el tema) . Hipócrates y Aristóteles escribieron a cerca de ungüentos y
procesos para la esterilización, «usando un alambre caliente para tratar las enfermedades de los dientes
y de los tejidos orales.» También estudiaron sobre las formas de extracción dental y el uso de alambres
para estabilizar fracturas maxilares y ligar dientes perdidos.

Cuál es la importancia de la Odontología forense


La odontología forense se encarga del estudio de las piezas dentales con fines identificativos. En el caso
de los cadáveres calcinados o en avanzado estado de descomposición, se pueden averiguar datos
antropológicos, edad, raza, sexo, hábitos personales o examinar posibles mordidas. se ha generalizado la
idea de la odontología forense como herramienta para la identificación de cadáveres, cada vez más está
ganando importancia en las investigaciones relacionadas con los malos tratos y agresiones en personas
vivas.

Quien es el padre de la Odontología legal y forense


El padre de la Odontología es Oscar Amoedo Valdés. Reconocido como una de las personalidades dentro
del campo de la Estomatología en Cuba, fue considerado el Padre de la Odontología Forense.Fue
corresponsal de la Revista Crónica Médico Quirúrgica. en París, Madrid y Berlín. Aporto a la especialidad
odontológica creando 23 instrumentos con nuevas formas de tratamiento.
En 1892 participó, como representante oficial de la Sociedad Odontológica de La Habana de la cual era
miembro desde 1885 en el Primer Congreso Dental Internacional, celebrado en París, con la memoria
Tratamiento de los dientes muertos y relleno inmediato de sus raíces, en la cual describía un método
operatorio ideado por él.

Su trabajo tuvo una gran acogida, y fue reseñado por la prensa científica y diaria parisina. Fue
seleccionado como miembro de la Sociedad Odontológica de Francia, de la cual llegaría a ser presidente.

Radicado en Francia, matriculó en la Facultad de Medicina, pues era del criterio de que el odontólogo
debía poseer una cultura médica completa.

Para obtener el título de doctor en Medicina presentó, en 1898, la tesis de grado «El arte dentario en
Medicina Legal», por la cual la Societé Odontologique de France le concedió el primer premio.

Esa obra, de gran impacto internacional, se tradujo al alemán en 1900 y también al italiano, y se difundió
en todo el mundo, con el beneplácito de la prensa científica de la época.

En Cuba participó en la fundación de la Sociedad Cubana de Estudios Estomatológicos Legales, junto a


otros destacados especialistas, en agosto de 1944. Se le considera el «precursor de la odontología
legal».

La práctica Odontología en el renacimiento en la


modernidad y en el siglo XIX
El Renacimiento trajo consigo la existencia de los llamados médicos humanistas, aquellos que,influidos t
anto por las ciencias, la física y la astronomía como por la alquimia, la magia y laastrología, fueron consti
tuyendo un núcleo de pensamiento abierto y libertario, el cual dejóatrás a los fundamentos del escolasti
cismo medieval, dando paso a un resurgimiento delempirismo hipocrático y luego a un franco experime
ntalismo científico.Las enfermedades dentales, al comienzo del renacimiento, eran consideradas comoc
onsecuencia de la bajada de los humores fríos desde el cerebro a la boca. Teoría que serádesechada con 
posterioridad y más aún se desarrollarán avances y descubrimientos que daráncomo consecuencia del si
mple estudio de los dientes en una rama de la medicina: laOdontología

 Odontología, a pesar de su juventud como carrera independiente, se conoce la existencia desde


tiempos remotos, de expertos en problemas odontológicos, especialmente en la exodoncia dental o
extracción de piezas dentarias, cuyas patologías han afectado a la humanidad desde sus mismos
orígenes.

En el renacimiento se muchos personajes importantes de la época hicieron investigaciones, escritos y


desarrollaron practicas referidas a la odontología.

En el renacimiento se muchos personajes importantes de la época hicieron investigaciones, escritos y


desarrollaron practicas referidas a la odontología.

Este tallado francés de un artesano del sur de Francia en 1780, representa a la izquierda el gusano de la
caries atacando al hombre, a la derecha se presenta el dolor que la caries inflige a los que la padecen.

Giovanni DÁrcoli fué el primero que se ocupó en un escrito (1450) del empleo de oro en hojas para
obturar los dientes cariados. Este método según él, no era otro que el utilizado por los árabes hacía ya
varios cientos de años. Giovanni diseñó instrumental para extracciones como su famoso “pelícano” y el
principio de sus forceps se utiliza aún hoy.

Vesalio fue uno de los primeros en describir e ilustrar todas las estructuras del cuerpo humano, incluso
llegó a contradecir a Galeno. Elaboró una anatomía de tipo descriptiva, contraria a la estructural, que en
su apartado dedicado a dientes y huesos fue brillante en cuanto a las ilustraciones odontológicas.

En Alemania se destacan informes como el del dentista de Federico el Grande, Phillipe Fach que en 1755
describió como hacer modelos de yeso a partir de impresiones en cera. Los artesanos, generalmente
tallistas en  madera fueron los precursores de los técnicos dentales, pues tallaban las prótesis diseñadas
por Adam Brunner.

LeonardoDa vinci fue artista y anatomista. Comenzó a estudiar la boca y los dientes ya que estos leservía
n para dar carácter a sus personajes tallados en mármol o plasmados en lienzos ymurales. Estudió la co
mposición del cuerpo humano, los músculos, huesos, nervios y vasos dela cara. Además contabilizó el nú
mero de dientes 

El siglo XIX fue un periodo de grandes cambios en el ámbito de la Odontología, se lograron


descubrimientos importantes, gracias a investigaciones realizadas por muchos médicos de la época que
pretendía encontrar nuevas formas de cura para las diferentes enfermedades que en aquella época
afectaban a la sociedad.
En éste tiempo también hubo cambios en reglamento para lograr ejercer la profesión de una mejor
manera, mientras que los pesadores dieron un vuelco en su modo de pensar a abriéndose a nuevas
alternativas.

El descubrimiento de la anestesia en el mundo trajo consigo un gran conflicto producto de que muchas
personas se querían adjuntar este gran descubrimiento.

En este periodo pude apreciar los grandes avances en lo que respecta a materiales y tecnologías para la
época, produciéndose de este modo una guerra de patentes, producto de la mezquindad de algunos
personajes por obtener dinero en vez de contribuir a la mejora de la odontología.

Sin duda el pensamiento de la salud bucal en este periodo jugó un papel fundamental, instalándose la
hoy conocida odontología preventiva, la cual en ese entonces pretendía mantener una salud bucodental
eficiente para evitar a largo plazo alguna patología, producida generalmente por los malos hábitos que
tenias las personas.

Por primera vez en la historia podemos apreciar el reconocimiento a unas pocas mujeres, quienes
pudieron sortear de manera favorable las adversidades de la época y lograr de este modo el
reconocimiento frente a una sociedad machista

Se puede decir que el siglo XIX fue un periodo de grandes avances en la odontología, descubriendo
nuevos implementos que hasta hoy en día siguen vigente para poder ejercer la profesión, claro está que
han tenido modificaciones.

También se pudo ver un gran avance en la mentalidad de la sociedad, permitiendo que mujeres puedan
entrar en el mundo de ciencia, logrando estudiar a la par con los hombres logrando pasar varios
obstáculos que las ponían en desventaja.

La odontología como ciencia multidisciplinaria


En el campo odontológico actual y avanzado, los odontólogos se preocupan por brindar
servicios de calidad, por lo que la atención que brindamos es personalizada, continua y
completa. La atención multidisciplinaria generalmente se enfoca en combinar la especialidad
dental para resolver cualquier enfermedad bucal, es decir, a través de expertos bien
capacitados para resolver cada problema que encuentre, y brindarle siempre una atención
profesional integral y objetiva que cubra todas las áreas de la odontología actual.

Lo más importante que debe saber es que este tipo de atención multidisciplinaria también
suele estar relacionada con las profesiones médicas. Pueden interactuar con ellos para
solucionar problemas.
La salud bucal juega un papel muy importante en la salud general del ser humano, además,
participa directa o indirectamente en las funciones básicas de la vida: respiración, digestión,
gusto, vocalización y autoestima.

Definitivamente, una boca sana es el reflejo de un individuo saludable, preocupado por su


persona e integrado a la sociedad y es que situaciones como la halitosis, o mal aliento, son
causadas en un alto porcentaje por enfermedades de la cavidad oral.

Hoy día, gracias a los avances tecnológicos, la odontología ha ido desarrollándose más y más,
siendo necesarias las especialidades con el objetivo de brindar a cada paciente un mejor
servicio, en la parte humana tanto como en la científica, para garantizar su salud oral.

Avance y progreso que ha experimentado la profesión de


odontología
En tiempos prehistóricos, el dolor de muelas se interpretaba como dolor causado por
demonios, dioses y demonios, y los remedios que proporcionaban se encontraban en la magia,
la religión y las plantas. Fue en este momento cuando aparecieron los primeros sanadores.

Es importante tener en cuenta a la civilización etrusca, porque fueron ellos los que empezaron
a utilizar el oro y el metal para fabricar prótesis.

Hay evidencias que afirman de que los egipcios por el año 3,000 antes de Cristo realizaban
extracciones dentales y trepanaban la cortical externa de la mandíbula para drenar abscesos
odontológicos.

Los griegos crearon sustancias para favorecer la limpieza de los dientes, dentro de la civilización
griega tenemos a Aristóteles, que fue el que creó el primer fórceps al que denominó Odontagra
(para realizar extracciones dentales), escribió sobre ungüentos y procedimientos de
esterilización usando un alambre caliente para tratar las enfermedades de los dientes y de los
tejidos orales. También escribió sobre la extracción dental y el uso de alambres para estabilizar
fracturas maxilares y ligar dientes perdidos.
Los romanos ya recomendaban que después de comer, la boca debía ser lavada con agua
fresca, describieron los síntomas de la inflamación y ya extraían dientes de manera cautelosa
para no dañar la ATM. Claudio Galeno, explicó que ciertos alimentos no eran beneficiosos para
los dientes como los dulces o los higos.

La odontología en la edad media, la practicaban los clérigos.

En la escuela de Salermo fue donde empezó el estudio de la medicina en las universidades.

La Escuela Médica de Salermo, fundada en el siglo X, el primer centro de enseñanza de


medicina en Europa Occidental, su interés era empírico y observacional; no teórico.

Durante el siglo XVIII se empezaron a especular nuevas ideas para arreglar las prótesis dentales.
Las primeras dentaduras se usaron con objetivos únicamente estéticos y se retiraban para
comer. El primer diente de porcelana se fabricó en 1774 pero tenía una gran tendencia a
romperse.

La odontología en el siglo XIX

G.V. Black (1836-1915): Autor pionero en cuanto a los principios de la odontología


conservadora, incorporó pequeñas cantidades de cobre, zinc, estaño mejorando las
propiedades de la amalgama de plata.

Horace Wells (1815-1848): Dentista americano pionero en el uso de la anestesia en


odontología, utilizando óxido nitroso.

Odontología en el siglo XX

Bränemark: Cirujano ortopédico que es conocido por ser el padre de la implantología moderna.

Angle: Odontólogo que lidera la primera escuela de la ortodoncia en 1900.

¿Que diferencia existe entre el poceso del arte y ciencia?


Si bien en sus primeros pasos, ciencia y arte son artefactos narrativos en los que prima la
imaginación, en los cuales se añaden y se descartan segmentos que influyen en toda la
construcción. En este primer momento, palabras y frases son como ecuaciones y experimentos.
Pero entonces progresa la narración y se precipita hacia un desenlace, y allí es cuando arte y
ciencia divergen.

En el desenlace, una mente creativa aspira a mostrar un final concluyente. Pero el científico, si
bien también trabaja como un poeta hasta este punto, finalmente debe trabajar como un
contable: sus conclusiones se exponen para ser revisados por iguales, con la esperanza de que
otros científicos acepten sus descubrimientos o localicen errores en los mismos.

La retórica también es el punto diferenciados entre la exposición de un trabajo científico y uno


artísticos. En ciencia la retórica se desaconseja porque no aporta nada salvo confusión. En el
arte, la confusión puede llegar a ser deseable.

¿Que diferencia existe entre bucal y dental?


Dental se refiere a las estructuras anatómicas calcificada que se localiza en la cavidad oral de
múltiples especies de vertebrados y que tiene como principal función la prensión del alimento.

Bucal se refiere a la boca como orificio y cavidad superior que se halla en la parte anterior del
cuerpo del ser humano y de los animales y que pertenece al tubo digestivo pero que puede
cumplir otras funciones como las respiratorias y fonadoras.

BIBLIOGRAFÍA
https://www.ecured.cu/Oscar_Luis_Amoedo_Valdez
https://sites.google.com/site/introfelipebarra/d/6-7#:~:text=El%20siglo%20XIX%20fue%20un,
%C3%A9poca%20afectaban%20a%20la%20sociedad.

https://blog.radmedica.es/odontologia-renacentista/

https://es.deltadentalins.com/oral_health/dental-terms.html

También podría gustarte