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un brazo roto o en cuarentena, un alumno invidente, algún talento

precoz, algún alumno extranjero… etc. Con sentido común y profe-


sionalidad se pueden buscar soluciones personales en cada caso.
Para la oposición, el candidato puede recordar y comentar en su
programación alguno de estos casos, dejando abierta la puerta a la
búsqueda de soluciones para otros que en el futuro se puedan pre-
sentar.

Adaptaciones curriculares

Las adaptaciones curriculares son cambios que se introducen en


la programación didáctica para dar respuesta a alumnos con nece-
sidades específicas. Estas adaptaciones van desde meras interpre-
taciones de la programación, hasta la reestructuración de aspectos
organizativos (como hacer algún examen fuera de plazo) o incluso
la modificación de algún elemento básico de currículo que no vulne-
re el espíritu de los objetivos fundamentales. En este caso, la adap-
tación tiene carácter significativo y se debe presentar por escrito en
el departamento.

3.9. La evaluación

Criterios de evaluación

La evaluación tiene una función orientadora y formativa, puesto


que de los errores se aprende. Por lo tanto, ha de ser motivadora,
reflexiva y analítica (autoevaluación) y nunca punitiva. Debe referir-
se a los procesos (evaluación continua) a través de unos indicado-
res preestablecidos, además de a los resultados (evaluación final o
sumativa). Los criterios de evaluación están basados en indicadores
que muestran el grado de cumplimiento satisfactorio de los objetivos
propuestos. De esta manera se consigue realizar una evaluación
objetiva, es decir, basada en objetivos de referencia común a todos
los alumnos. Sin embargo, la evaluación se extiende también a to-
dos los elementos del sistema educativos (evaluación integral): cu-
rrículo, profesorado, centro, recursos, etc. Es un proceso de inves-
tigación y mejora permanente de la calidad de la enseñanza. En el

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campo de las enseñanzas artísticas, la evaluación presenta algunas
dificultades, pero al mismo tiempo es un elemento de trabajo im-
prescindible.
La evaluación es continua y se aplica constantemente durante el
proceso, pero ello no significa la supresión de pruebas o exámenes.
Estos se pueden y deben realizar sin contravenir el modelo curricu-
lar de la enseñanza. La evaluación continua cumple con la misión
formativa y se aplica durante todo el proceso educativo. La evalua-
ción final o sumativa, en forma de prueba o examen, tiene carácter
administrativo y menos pedagógico. En ella se valora de manera
objetiva el rendimiento tras un proceso completo, con una doble
finalidad de control. La primera es decidir sobre la promoción de los
alumnos al curso siguiente, y la segunda determinar si procede la
concesión de los títulos correspondientes al grado. Los exámenes
de acceso a grado medio y superior son una evaluación inicial se-
lectiva y al mismo tiempo de control sobre lo aprendido en el grado
anterior.

Instrumentos de evaluación

Los instrumentos de evaluación pueden ser muy variados, pero


los podemos clasificar dentro de cuatro categorías fundamentales:

(1) La observación sistemática


(2) El análisis de producciones de los alumnos
(3) La verbalización
(4) Las pruebas específicas

La observación sistemática se realiza de forma preconcebida y


programada a través de los documentos que el profesor utiliza para
anotar indicaciones sobre la conducta de los alumnos durante o
después de cada clase. Pueden ser listas de control, para verificar
la presencia o ausencia de determinada conducta, o escalas de ob-
servación, compuestas de varias categorías. También se incluyen
en esta categoría los diarios de clase y los registros de anécdotas.
El análisis de las producciones de los alumnos arroja una infor-
mación directa sobre los alumnos, plasmada en sus actividades y
juegos musicales, trabajos escritos, cuadernos de clase, exposicio-

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nes orales, investigaciones dirigidas, etc. La verbalización permite
conocer lo que los alumnos piensan y saben, a través de sus pre-
guntas e intervenciones en clase, de puestas en común y debates o
de entrevistas personales. Las pruebas específicas están diseñadas
para realizar evaluaciones puntuales, que deben estar integradas
con normalidad dentro de la actividad educativa, sin romper el ritmo
normal de trabajo ni crear sensación de excepcionalidad. Pueden
ser pruebas prácticas, pruebas abiertas, en las que los alumnos
elaboran sus respuestas, o pruebas cerradas, en las que seleccio-
nan las respuestas o encuestas.

Sistema de evaluación

La evaluación se realiza de forma colegiada (RD 756/1992, art.


15) con la participación de los profesores de cada alumno reunidos
en sesión de evaluación bajo la coordinación del profesor tutor. La
evaluación colegiada es más objetiva y formativa, puesto que sirve
para coordinar el trabajo del equipo docente y adaptarlo a cada
alumno. Es conveniente preparar la sesión reuniendo previamente
todas las calificaciones, para poder dedicarla a analizar dichos re-
sultados y tomar decisiones consecuentes. Las evaluaciones se
realizan una vez al trimestre y el resultado debe ser comunicado por
escrito a los alumnos y a los padres de los alumnos menores de
edad. La evaluación y calificación final de los alumnos se celebrará
en el mes de junio.
En el grado elemental, los resultados de la evaluación final de
las distintas asignaturas se expresarán mediante los términos «ap-
to» o «no apto». En el grado medio mediante una escala numérica
de uno a diez, en la cual se considerarán positivas las calificaciones
iguales o superiores a cinco. La obtención de una calificación insufi-
ciente en dos o más asignaturas de grado elemental o medio impe-
dirá la promoción al curso siguiente, en cuyo caso hay que repetir el
curso completo, con todas sus materias.

Límites de permanencia

El límite de permanencia en el grado elemental será de cinco


años, sin que en ningún caso los alumnos puedan permanecer más

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de dos años en el mismo curso. En el grado medio, el límite de per-
manencia en el grado será de ocho años, no pudiéndose permane-
cer más de tres en cada ciclo ni más de dos en el mismo curso. Con
carácter excepcional, de acuerdo con lo que establezcan las admi-
nistraciones educativas, se podrá ampliar en un año la permanencia
en cada uno de los grados en supuestos de enfermedad grave que
impida el normal desarrollo de los estudios, u otros que merezcan
igual consideración.
Es competencia del consejo escolar autorizar, con carácter ex-
cepcional, la matriculación en más de un curso académico a aque-
llos alumnos que, previa orientación del profesorado, lo soliciten y
cuenten con un informe favorable de la junta de evaluación.

La evaluación en la programación

La programación didáctica debe describir detalladamente cuáles


son los criterios, instrumentos y procedimientos de evaluación, en
coherencia con los objetivos. Cada profesor puede determinar sus
procedimientos dentro de las directrices que establezca el centro a
través del Proyecto Curricular. Aunque hay unas calificaciones ofi-
ciales, que son las que constan en los expedientes administrativos,
cabe emplear dentro de la clase otras calificaciones o escalas. La
calificación que obtienen los alumnos debe estar matizada: lógica-
mente no es lo mismo sacar un “cinco”, si antes se ha sacado un
“tres” o un “ocho”.

3.10. Materiales y recursos didácticos

La programación debe indicar los materiales y recursos didácti-


cos que precisa para su desarrollo de forma ordenada. Algunos per-
tenecen al aula (espacio, mobiliario, instrumentos, objetos diver-
sos...), otros son del centro (cabinas, biblioteca…) y otros ha de
aportarlos el alumno (cuaderno, lápiz y goma, instrumento, partitu-
ras…). Conviene indicar desde el principio de curso qué tipo de ins-
trumento es recomendable y qué materiales debe ir consiguiendo el
alumno (o los padres), para que pueda presupuestarlo y organizar
su economía doméstica. La programación no suele incluir bibliogra-

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