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UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MACHALA

Calidad, Pertinencia y Calidez


UNIDAD ACADÈMICA DE CIENCIAS EMPRESARIALES
Economía

TRABAJO DE
INVESTIGACION

TEMA:
KEYNES Y SU CRITICA A LOS
CLASICOS

INTEGRANTES:

MURILLO ANDRES
NAGUA FRANK
OLIVARES ARIANNA
OYOLA MELISSA

ASIGNATURA:

HISTORIA DEL
PENSAMIENTO ECONOMICO

PROFESOR:
ECON. GALO MORENO

NIVEL:
4to “B” ECONOMIA

MACHALA – EL ORO –
ECUADOR
2021-2022
BIOGRAFIA
“Cuando surge un innovador, un genio que revoluciona una ciencia, suele plantearse como principal
interrogante qué vías hicieron posible que cuajara la personalidad creativa.”

- Esto ha sucedido con Keynes. Robert Skidelsky

John Maynard Keynes, nacido el 05 de junio 1883, Cambridge,


Reino Unido y falleció el 21 abril 1946, Sussex, Reino Unido. Su
escuela económica fue el keynesianismo, siendo uno de los
economistas más influyentes del siglo XX. Sus ideas tuvieron una
gran repercusión en política económica desde el crac del 29. Sus
ideas construyeron la base de la macroeconomía y han formado una escuela económica llamada
keynesianismo. La visión del proceso económico en Keynes aparece así ligada no sólo a sus
cualidades intelectuales, sino también a su peripecia personal, lo cual es lógico e inevitable.

Recibió desde joven una minuciosa educación, profundizando en materia económica por
consejo de su tutor Alfred Marshall. Más tarde, después de un breve periodo trabajando en el
servicio administrativo británico para la India, en 1909, entró como docente en el King’s
College de Cambridge, donde enseñaría economía hasta su muerte.

Retomando planteamientos de teóricos de Malthus, Keynes indicó que la causa de la crisis del
29 era la insuficiencia de la demanda, provocada por la creciente propensión al ahorro de las
sociedades desarrolladas. En su opinión, la debilidad del consumo privado y el desempleo sólo
podían solucionarse incrementando el gasto público en periodos de recesión, haciendo que el
Estado incurriera en déficit para crear demanda adicional.

Estos argumentos fueron tan relevantes que llegaron a constituir la base de la macroeconomía,
teoría económica moderna centrada en explorar las relaciones entre los agregados de la renta
nacional. Sus ideas son ahora un campo de la macroeconomía conocido como economía
keynesiana. Además, lo que se conoce como la “revolución keynesiana” fue poco a poco
penetrando en el mundo académico de tal modo que, una vez finalizada la Segunda Guerra
Mundial (1939-45), determinó las políticas económicas del mundo occidental durante más de
tres décadas.

Además, fue funcionario público al comienzo de su carrera, durante un corto espacio de tiempo,
aunque en las dos guerras mundiales prestó sus servicios al Gobierno. En la primera, contratado
de manera formal y retribuida; en la segunda, su papel fue muy importante, aunque sin cargo
definido ni remuneración. En sus inicios, enseñó economía en Cambridge, concentrando su
atención desde el principio en temas monetarios y financieros. Después de la primera guerra
redujo su dedicación académica, que nunca abandonó del todo, trasladando su residencia a
Londres, desarrollando una intensa vida de relación en los círculos influyentes de la
Administración y de la City, y dedicando atención progresiva a la actividad periodística tanto
como medio de vida como para difundir sus ideas y defender sus propuestas. Fue inversor y
especulador por cuenta propia y de sus amigos, y gestor de patrimonios institucionales,
destacando la presidencia de la National Mutual Life Insurance entre 1921 y 1938, así como el
cargo de administrador (bursar) de su Universidad entre 1919 y 1946. Formaba parte del grupo
artístico e intelectual de Bloomsbury. En su madurez, tuvo experiencia como propietario de
una explotación agrícola, y la cercam'a al mundo rural se aprecia con claridad en sus trabajos
de la década de los años treinta. Esta variedad de actividades, experiencias y ambientes es
destacada reiteradamente por Skidelsky, apuntando con acierto que la diversidad de
perspectivas enriquecía sus análisis y estimulaba su imaginación creadora: «Nunca ha habido
un economista como él: alguno que combinara tantas cualidades a tan alto nivel facilitando que
todas fertilizaran su pensamiento. Fue un economista con una mente abierta, de curiosidad
insaciable; un matemático que podía deslumbrar a la gente con las ideas menos matemáticas;
un lógico que aceptaba la lógica del arte; un arquitecto que dejó monumentos en piedras y en
palabras; un teórico puro, un teórico aplicado y un servidor público, todo al tiempo; un
académico familiarizado con la City».

Keynes era profundamente antimarxista, pero simpatizaba con algunos aspectos del credo
laborista. No era opuesto al capitalismo definido como sistema de empresa y propiedad privada,
pero no consideraba viable el laisse-faire y revolucionó la manera de entender la economía y
sus proposiciones podían parecer extremadas en ocasiones. Llamado el padre de la
macroeconomía. Concebía Keynes la economía como una ciencia moral que ha de considerar
los móviles de actuación, las expectativas y las incertidumbres psicológicas.

Finalmente, falleció a causa de un infarto, su salud (problemas cardiacos) se deterioraron a


causa de la presión de su trabajo en la postguerra pues los problemas financieros
internacionales de aquel entonces.
KEYNES Y SUS APORTES A LA ECONOMIA

La Teoría general del empleo, el interés y el dinero se considera la obra más destacada del
economista británico John Maynard Keynes.

En gran medida, creó la terminología de la moderna macroeconomía. Se publicó en febrero


de 1936, en una época marcada por la Gran Depresión (1929-1932). El libro desencadenó una
revolución en el pensamiento económico, comúnmente denominada la "Revolución
Keynesiana", en la forma en la que los economistas pensaban en el fenómeno económico, y
especialmente en la consideración de la viabilidad y conveniencia de la gestión del sector
público del nivel agregado de la demanda en la economía.

En resumen, la "Teoría general" de Keynes argumenta que el nivel de empleo en la economía


moderna estaba determinado por tres factores: la propensión marginal a consumir (el porcentaje
de cualquier incremento en la renta que la gente destina para gastos en bienes y servicios),
la eficiencia marginal del capital (dependiente de los incrementos en las tasas de retorno) y
la tasa de interés. El argumento clave en el pensamiento keynesiano es que ante una economía
debilitada por la baja demanda (como por ejemplo, en una depresión), donde hay un problema
desencadenante (dificultad en conseguir una economía que crezca vigorosamente), el gobierno
(más genéricamente: el sector público) puede incrementar la demanda agregada incrementando
sus gastos (aunque incurra en déficit público), sin que el sector público incremente la tasa de
interés lo suficiente como para minar la eficacia de esta política.

Keynes previó en su "Teoría general" que su libro probablemente iba a liderar una revolución
en la forma que los empresarios pensarían sobre los temas de interés público. El pensamiento
keynesiano (los intentos del gobierno intentando influir en la demanda a través de
los impuestos, el gasto público, y la política monetaria) fue muy influyente en la época de la
postguerra tras la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, la estanflación de la década de 1970
hizo que el enfoque intervencionista keynesiano perdiera su atracción en los círculos políticos
y de los teóricos económicos. En la mayoría de las economías, se comenzó a creer que el
manejo keynesiano de la demanda era complejo, y que acarreaba sutiles daños en la economía,
como deteriorar los beneficios de un presupuesto público equilibrado, así como favorecer
la inflación. Hasta cierto punto, la teoría keynesiana sufrió debido a su propio éxito en la
postguerra, durante la que terminó con largos periodos de paro y pérdida de producción. De
todas maneras, el keynesianismo todavía existe en la forma de la denominada Nueva Economía
Keynesiana, que intenta combinar la economía neoclásica con algunas conclusiones de la
política keynesiana.

Tratado Sobre la Reforma Monetaria

Es uno de los libros más significativos del británico John Maynard Keynes (1883 – 1946),
considerado como uno de los economistas más influyentes del siglo XX. El 80% de su obra es
un estudio sobre la economía monetaria. Fue un alto funcionario de la administración, profesor
de Cambridge, negociador internacional de Inglaterra, El objetivo de este Tratado era persuadir
a los especialistas y al público en general, acerca de los efectos nocivos que sobre la economía
inglesa tendría restaurar el patrón oro. Keynes propuso en su tratado una Reforma Monetaria
basada en la implementación de un patrón fiduciario que permitiera al gestor de política
económica hacer justamente eso, política económica, para mantener la estabilidad de precios
internos. Dos fueron las razones más evidentes que Keynes esgrimió respecto al patrón oro. La
primera, que durante el conflicto bélico se había registrado una redistribución notable de la
propiedad del oro a favor de Estados Unidos. La segunda, que en la inmediata posguerra, los
precios aumentaron en forma muy generalizada, pero la inflación no fue igual en todas partes,
de tal forma que para mantener la competitividad de la industria británica se requería de una
deflación de por lo menos un 10%, lo cual conduciría a una crisis en materia de empleo.

Sin embargo, el espíritu conservador de los políticos ingleses que añoraban la época en que la
city fue el centro financiero mundial, les hizo pensar que un regreso al patrón oro evitaría el
proceso de erosión de su predominio financiero.5 Esta visión fue la que a fin de cuentas se
impuso, y el patrón oro cambio (Gold Exchange Standard) se restauró en 1925.6 Tras la
adopción de esta medida, Keynes hizo una severa crítica a Winston Churchill, entonces
Ministro de Hacienda, culpándolo de sacrificar a la industria británica a cambio de una posición
financiera internacional ya perdida (véase Keynes, 1925). Como sabemos, Inglaterra abandonó
nuevamente el patrón oro en 1931 a consecuencia de la crisis de 1929. En los seis años de su
aplicación (1925-1931) quedó claro que el patrón oro no era ya lo que antes había sido. Las
monedas de oro ya no estaban en circulación, y la convertibilidad del papel al oro era tan solo
nominal en casi todas partes. Estos acontecimientos dieron, pues, la razón a Keynes.
Los cambios en el valor del dinero

Uno de los objetivos más importantes de la política económica es preservar la estabilidad de


precios, pues sus cambios bruscos y no esperados modifican las decisiones presentes y futuras
de los agentes económicos.

Recordemos que el nivel de precios de la economía se mide a través de un índice de precios


que se construye tomando un promedio de precios de algunos bienes y servicios representativos
de lo que consume una sociedad. Por su parte, la tasa de inflación es la variación porcentual
del índice de precios en un momento dado, por ejemplo, en un mes respecto al mes anterior
(inflación mensual) o en mes respecto al mismo mes del año anterior (inflación anual).
Efectos Sociales de la Inflación y la Deflación

Keynes analiza los efectos de la inflación y la deflación sobre la distribución de la renta y sobre
la producción. En cuanto a la distribución de la renta, Keynes clasifica a la sociedad, por
simplicidad, en cuatro clases: la inversionista, la rentista, la empresarial y la asalariada

La clase inversionista vive de las ganancias que obtiene al prestar su dinero a través de los
intermediarios financieros. El inversionista requiere de estabilidad en el valor del dinero porque
sus contratos (activos) siempre están en términos monetarios. En este sentido la inflación es
perjudicial para ellos, a menos que los contratos estén indexados. En cuanto al rentista, éste
también sufre severas pérdidas ante altas tasas de inflación, pues el pago que recibe por el
alquiler de su propiedad es en una moneda devaluada.

La clase empresarial la inflación puede representar una enorme ventaja al tener que pagar

sumas de dinero menores en términos reales, respecto al valor del dinero que se le ha
adelantado para sus actividades productivas, A esto Keynes le llama las ganancias inesperadas
del empresario, que si bien no son buscadas por ellos, una vez que las obtienen hacen todo lo
posible por conservar las condiciones que las produjeron

Ahora bien, cuando hay una deflación, los efectos son los contrarios. La clase inversionista
puede verse beneficiada por la apreciación de sus contratos monetarios, la clase empresarial
puede sufrir enormes pérdidas incluso con una tasa de interés nominal del 1%, en tanto que la
deflación penaliza a los trabajadores más por el desempleo que provoca que por un cambio en
el valor real de sus remuneraciones.

El Debate del Patrón Oro

Con el patrón oro, la política monetaria del país se limita a la estabilidad del tipo de cambio,
quedando el nivel de precios interno sujeto a fuertes oscilaciones que pueden llevar tanto a la
deflación como a la inflación, con todas las consecuencias sociales ya señaladas. En cambio,
con un patrón fiduciario, el gestor de política económica tiene el control de los precios internos
siempre y cuando deje que el tipo de cambio se ajuste libremente

La estabilidad de los tipos de cambio es buena para aquellos que se dedican al comercio
internacional, además de ser un objetivo de política monetaria más fácilmente alcanzable, pero
fuera de estas dos ventajas no tiene ninguna otra.
Con un patrón fiduciario, en cambio, el objetivo de la política monetaria es evitar las
oscilaciones del nivel de precios interno, haciendo un mayor beneficio a la sociedad al alejarla
de la inflación y la deflación. Pero la principal objeción de Keynes al patrón oro tiene que ver
con el grado de autonomía y la discrecionalidad del banco central al momento de diseñar e
implementar la política monetaria.

KEYNES Y SU CRÍTICA A LOS CLÁSICOS


La crítica hacia los clásicos por parte de Keynes incluye el pensamiento clásico y su
contraparte, el pensamiento de Keynes. Además, es un análisis muy completo e interesante el
que realiza este gran economista que influyó muchísimo en su época.

En primer lugar, Keynes consideraba que la economía clásica descansaba en dos postulados:

• La igualdad entre el salario real y el producto marginal del trabajo


• la igualdad entre el salario real y la desutilidad marginal del trabajo.

La primero critica es la idea de la flexibilidad de los salarios. Keynes no cree posible que los
obreros permitan una baja en sus salarios, y esto sucede por la ilusión monetaria. La ilusión
monetaria habla del salario real de los trabajadores, el cual es el resultado del salario monetario
que reciben las personas entre el nivel de precios del mercado. Hay dos maneras en las que el
salario real puede descender, la primera es aumentando el nivel de precios del mercado, y la
segunda disminuyendo el salario monetario que reciben las personas. Keynes analizó los dos
fenómenos, y pudo notar que las personas no tenían mayor problema con el alza de precios del
mercado, esta variable sí podía ser flexible; en cambio al analizar la reducción en los salarios
monetarios de las personas, pudo notar que las personas no toleraban que la variable del salario
monetario descendiera.

Esto es una prueba de que el pensamiento de los clásicos sobre el alza y la baja de los salarios
para llegar a un punto determinado de equilibrio era incorrecto, las empresas no pueden
cambiar los salarios de las personas a como se les antoje solo para equilibrar el mercado y la
economía. Esto también nos demuestra otro asunto importante, ya que el salario es una variable
constante, en cualquier momento la demanda de trabajo puede decrecer y aun así la economía
se encontraría en un punto de equilibrio, aunque exista el desempleo en la sociedad.
Según lo que he analizado, si los clásicos y Keynes se hubieran enfrentado en un debate,
Keynes les hubiera ganado y por mucho. Los argumentos de Keynes son basados en el análisis
exhaustivo de la sociedad en la que vivía, y los clásicos basaron toda su teoría en una sociedad
idealizada y cuasi perfecta. Keynes fue una persona tan dedicada a su trabajo y tan reconocida
en el mundo.
Considero que la teoría de los clásicos es válida, ya que funda las bases para que la economía
se desarrolle, pero en realidad tiene muchas fallas. Sus sistemas solo podrían aplicarse a
sociedades utópicas, las cuales nunca podrán alcanzarse. Puede ser que nunca notaron esto
porque tenían cierto pensamiento sobre el futuro y también porque pensaban que una crisis
económica mundial simplemente no era posible, pero, aun así, sus fallas son tan gigantescas
que no es posible aplicar al cien por ciento su teoría en el mercado actual.
Bibliografía
TORRERO MANAS , A. (2002). LA BIOGRAFÍA DE UN GRAN ECONOMISTA: JOHN MAYNARD KEYNES.
Universidad de Alcalá, 3. Recuperado el 28 de Marzo de 2021, de https://e-
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Barragan, E. (29 de Marzo de 2016). KEYNES Y SU CRÍTICA A LOS CLÁSICOS. Obtenido de KEYNES Y SU
CRÍTICA A LOS CLÁSICOS:
https://analisispoliticosperegrina.wordpress.com/2016/03/29/keynes-y-su-critica-a-los-
clasicos/

Benetti, C. (14 de Junio de 2019). LA TEORÍA GENERAL DE KEYNES Y SUS CRITICAS . Obtenido de LA
TEORÍA GENERAL DE KEYNES Y SUS CRITICAS :
http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0121-47722000000200002

Skidelsky, R. (1993). The Economist as Saviour, 1920-1937. Revista de Economía Aplicada, 233 a 241.
Obtenido de http://revecap.com/revista/numeros/02/pdf/torrero.pdf

Keynes, J. M. (1992). Breve Tratado sobre la Reforma Monetaria (Traducción de la 2ª edición inglesa
1971 ed.). Fondo de Cultura Económica. México.

Soto, O. O. (2001). La Teoría, la Política y las Instituciones. Facultad de Economía, UNAM. México.

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