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“UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO”

LAMBAYEQUE
ALUMNO : Sullón Robles Brain Jonatan

CODIGO : 110644K

CARRERA : Medicina Veterinaria

CURSO : Bioquimica

TEMA : Estructura de la Célula y


Ácidos Nucleicos

PROFESOR(A) : Piscoya Vargas Cesar

CICLO : III

AÑO : 2017
ESTRUCTURA DE LA CELULA
1. ¿CÓMO SON LAS CÉLULAS?
El conocimiento sobre las células ha ido cambiando a lo largo de la historia.
Primero, solo se conocía su existencia, luego se pudo observar algunas de sus
grandes estructuras como el núcleo y, desde mediados del siglo pasado —
gracias al desarrollo de los microscopios electrónicos—, se han descubierto
nuevas estructuras celulares que antes permanecían invisibles.

1.1 LA TEORÍA CELULAR


Las células fueron descubiertas en 1665 por el científico inglés Robert Hooke
cuando hacía observaciones de una fina lámina de corcho a través de un
microscopio. Hooke observó pequeñas estructuras, similares a un panal de
abejas, a las que dio el nombre de células (figura 1).
Cerca de 200 años después, gracias al perfeccionamiento de los microscopios y
a las observaciones de muchos científicos, entre los que se destacaron los
alemanes Mathias Schleiden (1804-1881) y Theodore Schwann (1810-1882), se
entendió la verdadera importancia de este descubrimiento y se postuló la teoría
celular. Esta aún continúa vigente y sostiene que:
■ La célula es la unidad estructural o anatómica de todos los seres vivos. Todos
los organismos, desde los más simples hasta los más complejos, están
compuestos por una o más células.
■ La célula es la unidad funcional o fisiológica de todos los seres vivos. En ella
ocurren todos los procesos que realizan los seres vivos como la nutrición, la
eliminación de desechos y la respiración, entre otros.
■ La célula es la unidad reproductiva o de origen de los seres vivos. Todas las
células provienen de células preexistentes.a modificar.

Reseña histórica de la teoría celular: 


1.2 ¿EXISTEN DIFERENTES CLASES DE CÉLULAS?
Si estudiamos los seres vivos y sus unidades constitutivas, podemos notar que
todos están formados por células. En las células de cualquier organismo hay
cuatro componentes básicos: la membrana celular, el material genético, el
citoplasma y los organelos. Sin embargo, existen diferencias en la manera como
estos se disponen en las células de los seres vivos.
Así, en la naturaleza existen dos tipos de células: las células procariotas y las
células eucariotas (figura 2).

1.2.1 CÉLULAS PROCARIOTAS


Las células procariotas son propias de los seres más sencillos que existen como
las bacterias y cianobacterias que conforman el reino mónera.
Estas células se caracterizan porque su material genético, que es mucho más
simple que el de las células eucariotas, se encuentra flotando en una región del
citoplasma conocida como nucleoide. Como el material genético no está
protegido por una envoltura, las células procariotas carecen de un núcleo
definido. De hecho la palabra procariota significa literalmente "antes del
núcleo".
Igualmente, las células procariotas prácticamente carecen de organelos. Solo
cuentan con unas diminutas estructuras llamadas ribosomas que, como
veremos más adelante, son indispensables para fabricar sustancias esenciales
para el funcionamiento celular.
Figura 2. Las células que forman a todos los seres vivos se clasifican en
procariotas y eucariotas. ¿Cuáles te parecen más complejas y por qué?

1.2.2 CÉLULAS EUCARIOTAS


Las células eucariotas son características de los organismos pertenecientes a los
reinos protista, de los hongos, animal y vegetal. Son más grandes que las
procariotas y tienen una organización más compleja, porque poseen más
estructuras que realizan funciones específicas.
Su material genético se encuentra rodeado y protegido por una envoltura que
forma una estructura conocida como núcleo. De hecho, la palabra eucariota
significa literalmente "verdadero núcleo". Las células eucariotas también
poseen membranas internas que forman diversos compartimentos donde se
ubican pequeñas estructuras con funciones específicas.

1.3 LA CÉLULA EUCARIOTA VISTA A TRAVÉS DEL MICROSCOPIO.


Hace cerca de un siglo ya se sabía que las células eucariotas tenían
una MEMBRANA CELULAR, un núcleo y una región semilíquida conocida
como CITOPLASMA. Igualmente se pensaba que la célula debía tener
estructuras internas que le ayudaban a realizar todas sus funciones, pero tales
estructuras eran tan pequeñas que no se podían estudiar. No fue sino hasta el
desarrollo de la microscopía electrónica, hacia 1950, que dichas estructuras
pudieron ser observadas (figura 3). Los científicos las llamaron ORGANELOS, por
su similitud con los órganos del cuerpo.
1.3.1 LA MEMBRANA CELULAR
La membrana celular es una delgada capa que delimita, cubre, protege y
comunica a las células. Gracias a la membrana celular el interior de las células
tiene características diferentes a las del medio que las rodea. Para mantener
estas diferencias, así como para realizar sus funciones vitales, las células deben
intercambiar sustancias con su medio ambiente. Por ejemplo, necesitan
incorporar nutrientes, evitar el ingreso de sustancias tóxicas y permitir la salida
de los desechos. La membrana celular constituye la superficie a través de la cual
ocurre este intercambio.

No todas las sustancias pueden atravesar la membrana celular, porque esta


tiene una permeabilidad selectiva que le permite conservar la integridad de la
célula y la estabilidad interna u homeostasis, sin verse afectada por los cambios
que ocurren en el medio extracelular. Esta característica se debe principalmente
a su estructura, la cual está compuesta esencialmente por lípidos y proteínas y
carbohidratos.
Figura 3. Gracias al microscopio óptico moderno, fue posible observar células y
grandes estructuras celulares como el núcleo, el citoplasma y la membrana
celular.

■ Los lípidos son sustancias que no se disuelven en agua. En la membrana


celular forman una doble capa que constituye la principal barrera con el medio
externo y permite que las condiciones internas de la célula sean diferentes a las
de su entorno.
■ Las proteínas se encuentran inmersas en la doble capa lipídica, y pueden ser
periféricas, cuando se encuentran en el límite exterior de la membrana o
integrales, cuando atraviesan la membrana. Las proteínas forman canales que
ayudan al intercambio de sustancias entre el interior y el exterior de la célula y,
en particular, ayudan al paso de moléculas grandes que, de otra manera, no
podrían atravesar la membrana. Por ejemplo, el agua pasa a través de esos
canales.
■ Los carbohidratos generalmente se encuentran sobre la superficie de las
proteínas y participan en procesos de reconocimiento celular. Por ejemplo, son
esenciales para que las células que defienden nuestro cuerpo detecten las
sustancias y agentes nocivos que ingresan al organismo.

En conclusión, gracias a estas moléculas que la componen y a la manera como


se disponen en ella, la membrana celular se encarga de aislar el contenido de la
célula del medio exterior, regula el intercambio de sustancias entre el interior y
el exterior y comunica las células de manera que pueden establecer relaciones
con células similares o diferentes.
1.3.2 EL NÚCLEO
El núcleo es generalmente la estructura más grande y visible de las células;
desde él se coordinan todas las actividades que estas realizan, por lo que podría
considerarse como el centro de operaciones. Dentro del núcleo se encuentra la
información genética de los seres vivos en una molécula llamada ácido
desoxirribonucleico o ADN. En ella están codificadas las instrucciones para
fabricar una célula idéntica y para que el organismo sintetice las proteínas que
necesita para su funcionamiento.

Igualmente, dentro del núcleo hay una estructura conocida como nucléolo, rico
en ARN o ácido ribonucleico, que se encarga de sintetizar unos organelos
diminutos llamados ribosomas.

Al igual que las células, el núcleo está rodeado por una membrana. Esta se
conoce como envoltura nuclear y se extiende en el citoplasma para formar
parte de otros organelos celulares. A lo largo de la envoltura nuclear hay
ribosomas y poros que conectan el interior del núcleo con el citoplasma. A
través de los poros salen y entran sustancias haciendo posible, por ejemplo, que
parte de la información genética salga del núcleo y que, según la información
que sale, se formen en el citoplasma las moléculas y sustancias necesarias para
la célula (figura 4).
Figura 4. Al núcleo entran y salen sustancias continuamente a través de los
poros de la envoltura nuclear. Esto hace posible que en su interior se pueda
sintetizar constantemente material genético, y que este pueda salir del núcleo y
ser traducido en el citoplasma. Así se fabrican las sustancias que la célula
necesita.
1.3.3 EL CITOPLASMA
El citoplasma incluye todo lo que hay entre la membrana y el núcleo celular. En
el citoplasma hay agua, sales, sustancias orgánicas, gran cantidad de nutrientes
y pequeñas estructuras conocidas como organelos celulares, cada uno de los
cuales realiza funciones específicas (figura 5).

Figura 5. Gracias al microscopio electrónico se descubrieron los organelos y se


pudo estudiar en detalle la estructura celular.

1.3.4 LOS ORGANELOS CELULARES


Los organelos son pequeñas estructuras que se encuentran inmersas en el
citoplasma celular. Reciben este nombre pues realizan todas las actividades que
permiten el funcionamiento celular, de manera similar a como lo hacen los
órganos de nuestro cuerpo. Veamos a continuación algunos de ellos.
■ Los ribosomas son los organelos encargados de traducir la información
contenida en el ADN y sintetizar, de acuerdo a este información, las proteínas
que necesita el cuerpo (figura 6). Se encuentran libres en el citoplasma o
asociados a otro organelo llamado retículo endoplasmático.
Figura 6. Los ribosomas están constituidos por dos subunidades que forman una
especie de emparedado. El material genético pasa a través de ellas y, a medida
que se va leyendo, se van añadiendo pequeñas unidades hasta formar las
proteínas.

■ El retículo endoplasmático es una extensa red de membranas que se


desprenden de la envoltura nuclear y se extienden en el citoplasma (figura 7).
En el retículo endoplasmático se sintetizan moléculas como proteínas, a partir
de la información contenida en el ADN, que traducen los ribosomas. Existen dos
tipos: el retículo endoplasmático rugoso y el retículo endoplasmático liso.
El retículo endoplasmático rugoso (RER) debe su nombre al aspecto que le dan
los numerosos ribosomas adheridos a su superficie. Es responsable de producir
proteínas que son utilizadas fuera de la célula. A medida que las sintetiza las
lleva a su interior. Cuando las proteínas están listas, las empaca en vesículas
transportadoras que se encargan de llevarlas a su siguiente destino. El retículo
rugoso también es responsable de la producción de membranas.
El retículo endoplasmático liso carece de ribosomas sobre su superficie y
participa en diversos procesos como, la síntesis de lípidos y hormonas, el
procesamiento de los carbohidratos y la desintoxicación del organismo.
Figura 7. El retículo endoplasmático y el Aparato de Golgt forman un sistema de
membranas estrechamente relacionadas entre sí. En el retículo endoplasmático
se sintetizan moléculas como proteínas, a partir de la información contenida en
el ADN, que traducen los ribosomas.

■ El Aparato de Golgi está compuesto por un conjunto de estructuras parecidas


a sacos, que se encuentran apilados unos cerca de otros (figura 7). Recibe las
vesículas producidas por el retículo endoplasmático, las almacena y, en algunos
casos, las modifica para luego enviarlas hacia un nuevo destino dentro o fuera
de la célula. Además, es el encargado de la producción de nuevos organelos
llamados lisosomas.
■ Los lisosomas son organelos que funcionan como un sistema digestivo celular.
En su interior se encuentran unas sustancias llamadas enzimas, que son
necesarias para que la célula pueda romper o fragmentar los alimentos. Los
lisosomas se unen a las vacuolas digestivas que almacenan y transportan el
alimento, o se adhieren a organelos viejos para destruirlos y fomentar así su
renovación.
Cuando los lisosomas y las vacuolas se encuentran, sus membranas se fusionan
de manera que el alimento entra en contacto directo con las enzimas. Las
enzimas rompen las moléculas que componen los alimentos y así, dejan libres
los nutrientes. Con ellos, los ribosomas fabrican o sintetizan nuevas sustancias
necesarias para el funcionamiento celular.
■ Las vacuolas son sacos formados por membranas que cumplen diversas
funciones entre las que se incluyen el almacenamiento, el transporte y la
excreción o eliminación de sustancias. Algunos organismos, como las amebas,
transportan el alimento hasta los lisosomas para que allí sea digerido. En otros
pequeños organismos acuáticos, se encargan de bombear continuamente agua
fuera de la célula para evitar que se reviente. En las plantas sirven para
almacenar nutrientes y sustancias de desecho y, adicionalmente, son esenciales
para su crecimiento, pues las células se alargan a medida que las vacuolas
almacenan agua.
■ Las mitocondrias son las centrales energéticas de las células (figura 8). En
ellas, se lleva a cabo el proceso de la respiración celular. Allí, la energía química
contenida en los carbohidratos y los lípidos es liberada y transformada en
energía biológica, de manera que pueda ser usada por las células para realizar
sus funciones vitales.
Las mitocondrias se encuentran en casi todas las células de plantas, animales,
hongos y otros pequeños seres microscópicos llamados protistas. Algunas
células tienen una sola mitocondria, sin embargo la mayoría generalmente
tienen cientos, y las más activas pueden llegar a tener miles.

Figura 8. Las mitocondrias son de los pocos organelos que contienen su propio
material genético. Así, no depende del núcleo para sintetizar las proteínas
necesarias para su funcionamiento.
■ El citoesqueleto es una red de diminutas fibras que se encuentra a lo largo de
todo el citoplasma (figura 9). Recibe este nombre porque cumple funciones
similares a las de nuestro esqueleto: ayuda a dar soporte y a mantener la forma
de las células; de hecho, a él se encuentran anclados varios organelos.
El citoesqueleto también participa en otra gran cantidad de procesos
importantes. Por ejemplo, está involucrado en varios tipos de movimiento
celular, como el producido por los cilios y los flagelos, y forma estructuras
parecidas a rieles por las que se desplazan diferentes moléculas a través del
citoplasma.
A diferencia de nuestro esqueleto, el citoesqueleto puede ser armado y
desarmado de acuerdo con las necesidades de la célula. Así, por ejemplo, es
posible que los organelos cambien de posición y que, como veremos en el
siguiente tema, se formen ciertas estructuras indispensables para procesos tan
importantes como la reproducción celular.
■ Los centrosomas son pequeñas estructuras que se encuentran cerca al
núcleo, a partir de las cuales crecen los microtúbulos que forman el
citoesqueleto.

Figura 9. El citoesqueleto está formado por tres tipos de fibras: los
microtúbulos, que son los más gruesos, los filamentos intermedios y los
microfilamentos.

1.3.5 DIFERENCIAS ENTRE LAS CÉLULAS VEGETALES Y LAS


CÉLULAS ANIMALES
Las células vegetales y las células animales son eucariotas. Ambas cuentan con
un núcleo y con todos los organelos que hemos estudiado hasta el momento.
Sin embargo, hay enormes diferencias entre las células vegetales y las animales
(figura 10). Esto se debe a la presencia de algunos organelos que son exclusivos
de las células vegetales, como son te pared celular y los plastidios. 
■ La pared celular es una capa que rodea la membrana celular de las células
vegetales. La pared celular es más gruesa que la membrana, y además es muy
dura y resistente. Así ayuda a dar soporte y protección a las células y evita que
las células vegetales absorban demasiada agua y lleguen a reventar. La pared
celular es en parte responsable de que los grandes árboles se mantengan
erguidos y resistan la fuerza de la gravedad y los vientos.
La composición de la pared celular cambia entre las diferentes especies de
plantas. Sin embargo, en términos generales, todas las paredes celulares
vegetales están hechas de fibras de celulosa. Estas fibras se disponen en la
misma forma que estructuras extremadamente resistentes como el concreto
reforzado.

Figura 10. La rigidez de la célula vegetal (a) se evidencia en su forma, a


diferencia de la célula animal (b). ¿Encuentras más diferencias entre estas dos
células?
■ Los plastidios son organelos exclusivos de las células vegetales, se clasifican
en cloroplastos, leucoplastos y cromoplastos.
Los cloroplastos son los organelos responsables de realizar el proceso de
fotosíntesis. Contienen un pigmento llamado clorofila, que además de dar el
color verde a las plantas es la responsable de captar la energía lumínica del Sol
necesaria para llevar a cabo el proceso.
Los leucoplastos son organelos de color blanco en los que se almacenan
diferentes sustancias de reserva como el almidón.
En los cromoplastos se producen los diferentes pigmentos responsables de dar
color a las flores y a los frutos maduros de las plantas. Estos incluyen las
xantofilas que son de color naranja y los carotenos, de color rojo.

ACIDOS NUCLEICOS
INTRODUCCION
Los ácidos nucleicos, y el ADN en particular, son macromoléculas clave en la
continuidad de la vida. El ADN lleva la información hereditaria que se trasmite
de padres a hijos y proporciona las instrucciones sobre cómo (y cuándo) hacer
muchas proteínas necesarias para construir y mantener en funcionamiento
células, tejidos y organismos.

La manera en que el ADN lleva esta información y cómo la usan células y


organismos es compleja, fascinante y bastante sorprendente, y la exploraremos
con más detalle en la sección de biología molecular. Aquí, solo echaremos un
rápido vistazo a los ácidos nucleicos desde la perspectiva de las
macromoléculas.

Las funciones del ADN y el ARN en la célula


Los ácidos nucleicos, macromoléculas compuestas de unidades llamadas
nucleótidos, existen de manera natural en dos variedades: ácido
desoxirribonucleico (ADN) y ácido ribonucleico (ARN). El ADN es el material
genético de los organismos vivos, desde las bacterias unicelulares hasta los
mamíferos multicelulares como tú y yo. Algunos virus usan ARN, no ADN, como
su material genético, pero técnicamente no se consideran vivos (ya que no
pueden reproducirse sin la ayuda de un hospedero).

El ADN en las células


En eucariontes, como plantas y animales, el ADN se encuentra en el núcleo, una
cámara especializada rodeada de membrana dentro de la célula, así como en
ciertos tipos distintos de organelos (como las mitocondrias y los cloroplastos de
las plantas). En procariontes, como las bacterias, el ADN no está encerrado en
una envoltura membranosa, aunque sí se encuentra en una región especializada
de la célula llamada nucleoide.

En eucariontes, el ADN se suele separar en un número de fragmentos lineales


muy largos llamados cromosomas, mientras que en procariontes, como las
bacterias, los cromosomas son mucho más pequeños y a menudo circulares (en
forma de anillo). Un cromosoma puede contener decenas de miles de genes, y
cada uno proporciona instrucciones sobre cómo hacer un producto particular
que necesita la célula.

De ADN a ARN a proteínas


Muchos genes codifican para productos proteicos, es decir, indican la secuencia
de aminoácidos que es usa para construir una proteína en particular. Sin
embargo, antes de que esta información se pueda utilizar para la síntesis de
proteínas, primero debe hacerse una copia del gen en ARN (transcrito). Este tipo
de ARN se llama ARN mensajero (ARNm) y sirve como un mensajero entre el
ADN y los ribosomas, las máquinas moleculares que leen las secuencias de
ARNm y que lo utilizan para sintetizar proteínas. Esta progresión de ADN a ARN
a proteína es lo que se conoce como "dogma central" de la biología molecular.

Es importante resaltar que no todos los genes codifican para productos


proteicos. Por ejemplo, algunos genes codifican ARN ribosomal (ARNr), que
sirve como componente estructural de los ribosomas, o ARN de transferencia
(ARNt), que son moléculas de ARN en forma de trébol que transportan
aminoácidos al ribosoma para la síntesis de proteínas. Incluso otras moléculas
de ARN, como los diminutos micro ARN (conocidos como miRNA), actúan como
reguladores de otros genes, y todo el tiempo se están descubriendo nuevos
tipos de ARN que no codifican para proteínas.

Nucleótidos
El ADN y el ARN son polímeros (en el caso del ADN, suelen ser polímeros muy
largos) y se componen de monómeros conocidos como nucleótidos. Cuando
estos monómeros se combinan, la cadena resultante se llama polinucleótido
(poli- = "muchos").

Cada nucleótido se compone de tres partes: una estructura anular que contiene
nitrógeno llamada base nitrogenada, un azúcar de cinco carbonos, y al menos
un grupo fosfato. La molécula de azúcar tiene una posición central en el
nucleótido, la base se conecta a uno de sus carbonos y el grupo (o grupos)
fosfato, a otro. Vamos a ver cada parte de un nucleótido a su vez.

Imagen de los componentes del ADN y ARN, que incluyen el azúcar


(desoxirribosa o ribosa), el grupo fosfato y la base nitrogenada. Las bases
comprenden las bases pirimidinas que tienen un anillo (citosina y timina en el
ADN, y uracilo en el ARN) y las bases purinas con dos anillos (adenina y
guanina). El grupo fosfato se une al carbono 5'. El carbono 2' tiene un grupo
hidroxilo en la ribosa, pero solo hidrógeno (no hidroxilo) en la desoxirribosa.
Imagen modificada
Imagen modificada de de "Ácidos
"Ácidos nucleicos:
nucleicos: Figura
Figura 1",
1", de
de OpenStax
OpenStax College,
College,
Biología (CC
Biología (CC BY
BY 3.0)
3.0)
Las bases nitrogenadas
Las bases nitrogenadas de los nucleótidos son moléculas orgánicas (basadas en
carbono), compuestas por estructuras anulares que contienen nitrógeno. [¿Por
qué se llaman bases?]

Cada nucleótido en el ADN contiene una de cuatro posibles bases nitrogenadas:


adenina (A), guanina (G) citosina (C) y timina (T). La adenina y la guanina son
purinas, lo que significa que sus estructuras contienen dos anillos fusionados de
carbono y nitrógeno. En cambio, la citosina y la timina son pirimidinas y tienen
solo un anillo de carbono y nitrógeno. Los nucleótidos de ARN también pueden
contener bases de adenina, guanina y citosina, pero tienen otra base tipo
pirimidina llamada uracilo (U) en lugar de la timina. Como se muestra en la
figura anterior, cada base tiene una estructura única, con su propio conjunto de
grupos funcionales unidos a la estructura anular.

Como abreviaturas en la biología molecular, las bases nitrogenadas se suelen


nombrar por sus símbolos de una letra: A, T, G, C y U. El ADN contiene A, T, G y
C, mientras que el ARN contiene A, U, G y C (es decir, la U se intercambia por T).

Los azúcares
Además de tener conjuntos de bases ligeramente diferentes, los nucleótidos de
ADN y ARN también tienen azúcares ligeramente distintos. El azúcar de cinco
carbonos del ADN se llama desoxirribosa, mientras que en el ARN el azúcar es la
ribosa. Estas dos moléculas son semejantes en estructura, solo con una
diferencia: el segundo carbono de la ribosa tiene un grupo hidroxilo, mientras
que el carbono equivalente en la desoxirribosa tiene un hidrógeno en su lugar.
Los átomos de carbono de una molécula de azúcar se numeran 1', 2', 3', 4' y 5'
(1' se lee "uno prima"), como se muestra en la figura anterior. En un nucleótido,
el azúcar ocupa la posición central, la base se une al carbono 1' y el grupo (o
grupos) fosfato se une al carbono 5'.

El fosfato
Los nucleótidos pueden tener solo un grupo fosfato o una cadena de hasta tres
grupos fosfato que se unen al carbono 5' del azúcar. Algunas fuentes de
información química utilizan el término "nucleótido" solo para el caso de un
fosfato, pero en biología molecular generalmente se acepta la definición más
amplia^1

En una célula, el nucleótido que está por añadirse al final de una cadena de
polinucleótidos contendrá una serie de tres grupos fosfato. Cuando el
nucleótido se une a la cadena creciente de ADN o ARN, pierde dos grupos
fosfato. Por lo tanto, en una cadena de ADN o ARN, cada nucleótido solo tiene
un grupo fosfato.

Cadenas de polinucleótidos
Una consecuencia de la estructura de los nucleótidos es que la cadena de
polinucleótidos tiene direccionalidad, es decir, tiene dos extremos diferentes
entre sí. En el extremo 5', o principio de la cadena, el grupo fosfato 5' del primer
nucleótido de la cadena sobresale. En el otro extremo, llamado extremo 3', el
hidroxilo 3' del último nucleótido añadido a la cadena está expuesto. Las
secuencias de ADN generalmente se escriben en dirección 5' a 3', lo que
significa que los nucleótidos del extremo 5' van primero y los nucleótidos del
extremo 3', después.

Conforme se agregan nuevos nucleótidos a una cadena de ADN o ARN, esta


crece en su extremo 3', cuando se une el fosfato 5′ del nucleótido entrante al
grupo hidroxilo en el extremo 3' de la cadena. Esto produce una cadena en la
que cada azúcar se une a sus vecinos por una serie de enlaces llamados enlaces
fosfodiéster.

Características del ADN


En el ácido desoxirribonucleico, o ADN, las cadenas se encuentran normalmente
en una doble hélice, una estructura en la que dos cadenas emparejadas
(complementarias) se unen entre sí, como se muestra en el diagrama de la
izquierda. Los azúcares y los fosfatos se encuentran en el exterior de la hélice y
constituyen el esqueleto del ADN; esta parte de la molécula se suele llamar
esqueleto de azúcar-fosfato. Las bases nitrogenadas se extienden hacia el
interior, en parejas, como los peldaños de una escalera; las bases de un par se
unen entre sí mediante puentes de hidrógeno.

Modelo estructural de una doble hélice de ADN


Las dos cadenas de la hélice corren en direcciones opuestas, lo que significa que
el extremo 5′ de una cadena se une al extremo 3′ de su cadena correspondiente.
Esto se conoce como orientación antiparalela y es importante al copiar ADN.

Entonces, ¿dos bases cualquiera pueden decidir unirse y formar un par en la


doble hélice? La respuesta es un no definitivo. Debido a los tamaños y los
grupos funcionales de las bases, el apareamiento de las bases es sumamente
específico: A solo puede unirse con T y G solo puede unirse con C, como se
muestra a continuación. Esto significa que las dos cadenas de una doble hélice
de ADN tienen una relación muy predecible entre ellas.

Por ejemplo, si sabes que la secuencia de una cadena es 5'-AATTGGCC-3 ', la


cadena complementaria debe tener la secuencia 3'-TTAACCGG-5'. Esto permite
a cada base unirse con su pareja:

5'-AATTGGCC-3' 3'-TTAACCGG-5'
Estas dos cadenas son complementarias, cada base de una se conecta con su
compañera de la otra. Los pares A-T están unidos por dos puentes de hidrógeno
y los pares G-C, por tres.

Se dice que dos secuencias de ADN son complementarias cuando sus bases
pueden emparejarse y unirse entre sí de forma antiparalela, formando una
hélice.

Las cadenas de ADN se unen en una doble hélice de cadenas antiparalelas,


mediante puentes de hidrógeno entre las bases complementarias. La timina
forma dos puentes de hidrógeno con la adenina y la guanina forma tres puentes de
Imagen modificada de OpenStax, Biología
hidrógeno con la citosina.
Características del ARN
A diferencia del ADN, el ácido ribonucleico (ARN) generalmente tiene una sola
cadena. El nucleótido de una cadena de ARN tendrá ribosa (un azúcar de cinco
carbonos), una de las cuatro bases nitrogenadas (A, U, G y C), y un grupo
fosfato. Aquí, veremos los cuatro tipos principales de ARN: el ARN mensajero
(ARNm), el ARN ribosomal (ARNr), el ARN de transferencia (tRNA) y los ARN
regulatorios.

El ARN mensajero (ARNm)


El ARN mensajero (ARNm) es un intermediario entre un gen que codifica
proteína y su producto proteico. Si una célula necesita hacer una proteína en
particular, el gen que codifica la proteína se "activará", lo que significa que una
enzima ARN polimerizante vendrá y hará una copia de ARN, o transcrito, de la
secuencia de ADN del gen. El transcrito contiene la misma información que la
secuencia de ADN de su gen. Sin embargo, en la molécula de ARN, la base T se
sustituye por U. Por ejemplo, si una cadena codificante de ADN tiene la
secuencia 5'-AATTGCGC-3 ', la secuencia del ARN correspondiente será 5'-
AAUUGCGC-3'.

Una vez que se ha producido un ARNm, este se asociará con un ribosoma, una
máquina molecular que se especializa en la fabricación de proteínas a partir de
aminoácidos. El ribosoma utiliza la información del ARNm para hacer una
proteína con una secuencia específica cuando "lee" los nucleótidos del ARNm en
grupos de tres (llamados codones) y añade un aminoácido en particular para
cada codón.

Imagen de un ribosoma (formado por proteínas y ARNr) unido a un ARNm, con


varios ARNt que aportan aminoácidos a la cadena creciente. El ARNt que se une,
y por lo tanto, el aminoácido que se agrega en un momento dado, lo determina
la secuencia del ARNm que se "lee" en ese momento.

El ARN ribosomal (ARNr) y el ARN de transferencia (ARNt)


El ARN ribosomal (ARNr) es uno de los principales componentes del ribosoma y
ayuda a que el ARNm se una al sitio adecuado para que se pueda leer la
información de su secuencia. Algunos ARNr también actúan como enzimas, es
decir, ayudan a acelerar (catalizar) reacciones químicas: en este caso, la
formación de los enlaces que unen los aminoácidos para formar una proteína.
Los ARN que funcionan como enzimas se conocen como ribozimas.

Los ARN de transferencia (ARNt) también participan en la síntesis de proteínas,


pero su trabajo es servir como acarreadores: llevan aminoácidos al ribosoma
para asegurar que el aminoácido que se agrega a la cadena es el que especifica
el ARNm. Los ARN de transferencia se componen de una sola cadena de ARN,
pero esta contiene segmentos complementarios que se unen entre sí para
formar regiones de doble cadena. Este apareamiento de bases crea una
compleja estructura 3D que es importante para el funcionamiento de la
molécula.

Estructura de un ARNt. La molécula completa tiene una forma


similar a una L.

Los ARN regulatorios (miRNA y siRNA)


Algunos tipos de ARN no codificante (ARN que no codifica proteínas) ayudan a
regular la expresión de otros genes. Tales moléculas de ARN pueden llamarse
ARN regulatorios. Por ejemplo, los microARN (conocidos popularmente como
miRNA) y los ARN pequeños de interferencia, o siRNAs, son pequeñas moléculas
de ARN regulatorio de aproximadamente 22 nucleótidos de largo. Se unen a
moléculas de ARNm específicas (con secuencias parcial o totalmente
complementarias) y reducen su estabilidad o interfieren con su traducción y así
proporcionan a la célula una manera de reducir o ajustar finamente la
concentración de estos ARNm.

Estos son solo algunos ejemplos de muchos tipos de ARN no codificantes y


regultorios. Los científicos todavía están descubriendo nuevas variedades de
ARN no codificante.

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