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CONOCIMIENTO Y DISCURSO

León

1.1 Introducción
El estudio de las inferencias actualmente se considera el nú cleo de la comprensió n
interpretació n de la realidad, uno de los pilares de la cognició n humana. Desvelar las
claves de su funcionamiento permitiría comprender mejor el funcionamiento mental,
la adquisició n de conocimiento, las conexiones entre los diferentes recursos
cognitivos.

1.2 Sobre el concepto de inferencia


Las inferencias se identifican con representaciones mentales que lector construye
de comprender el mensaje leído sustituyendo, añ adiendo, integrando u omitiendo
informació n del texto.
Cualquier informació n que se extrae del texto y que no está explícitamente
expresada en el puede considerarse una inferencia.
Esto es só lo una suposició n, una probabilidad puesto que no tiene porque ser
necesariamente así. Estas suposiciones (inferencias) tienen que ver con la
probabilidad de aparició n dentro del contexto en que se desenvuelve la informació n.
De esta manera dotamos de mayor sentido o coherencia lo que leemos. El que
activemos o no un determinado tipo de inferencias dependerá de factores: contexto,
disposició n y acceso a nuestro propio conocimiento.

1.3 Ámbito donde se desarrolla el estudio de las inferencias


El estudio de las inferencias está sujeto a un determinado nú mero de limitaciones
que producen sus consecuentes sesgos en su aná lisis e investigació n señ alamos los
siguientes:
1.3.1 Inferencias pragmáticas versus inferencias lógicas
Las inferencias pragmá ticas se basa en el conocimiento comú n de las personas, y
asumimos que algo puede ser cierto y probable, aunque no tiene que ser
necesariamente así. Lo característico de estas inferencias pragmá ticas es que se
acomodan a un saber compartido por personas que pertenecen a una misma cultura,
con lo que resulta difícil predecir que inferencias pueden llevarse acabo ante la lectura
de un texto, a favor tienen su cará cter espontá neo y sensible. Por el contrario las
inferencias ló gicas se basan en la aplicació n de reglas formales que permiten obtener
1° má ximo de certeza. Se construyen mediante sistemas de razonamiento formal
independiente de un dominio. También pertenecen a este grupo las inferencias
estadísticas y cuantitativas derivadas de fó rmulas o de procedimientos cuantitativos.
Las razones para no incluirlas como objeto de estudio son dos:
1. Su cará cter analítico y reflexivo. Resultan normalmente difíciles de realizar,
pues requieren de una reflexió n profunda. No suelen generarse en el momento de la
lectura.
2. Los conocimientos que se requieren para su realizació n no son compartidos
por todos los sujetos. De esta manera, deben asegurarse de que todos los lectores que
participen en este estudio poseen un conocimiento mínimo indispensable para poder
generarlas. A menudo depende de los conocimientos má s que de la espontaneidad con
la que se produce.
1.3.2 Restricciones de la memoria de trabajo y conocimiento basado en la
memoria
Los modelos má s recientes de simulació n sobre la comprensió n del texto incluyen
pará metros de la memoria de trabajo. La razó n principal es que la amplitud de la
memoria de trabajo no dispone de recursos suficientes como para procesar a un
tiempo todo el texto. Los recursos de la memoria de trabajo y limitan la cantidad de
informació n que puede ser activada, se vería afectada su capacidad para generar
inferencias. Se asume que el texto es procesado en ciclos y que en cada ciclo se
procesa una oració n. En algunos modelos se especifica el nú mero de proposiciones
que permanecen activadas para los subsiguientes ciclo de procesamiento, otros
relacionen el nivel de procesamiento con los exiguos recursos en la memoria de
trabajo. Para estos modelos, la distribució n de los recursos de la memoria de trabajo
depende tanto del nú mero y tipo de conexiones entre elementos como de la demanda
que se solicita de ella. Cuando las demandas exceden los recursos disponibles, la
informació n pierde activació n en proporcionó su fuerza. Ericsson y Kintsch proponen
como alternativa una memoria de trabajo a largo plazo y, como una memoria
interconectadas. El lector experto cuenta con estructuras disponiendo só lo de algunos
indicios. Esta "señ al má s la estructura de recuperació n" reduce drá sticamente las
limitaciones de la memoria, procesa de manera inmediata la informació n relacionada
con estas estructuras de conocimiento, disminuyendo la informació n restante en la
memoria de trabajo.
Desde otra perspectiva y comunidad de informació n lingü ística se alcanza a
comprender só lo cuando la informació n que se precisa procede en la memoria
permanente. La resonancia es un proceso mediante el cual se captura la
conceptualizació n del referente. Aunque este proceso sea rá pido y sencillo y permite
acceder a toda la informació n tiene algunos inconvenientes. El grado en que una
determinada informació n pueda ser activada dependerá de la fuerza de la asociació n
entre la señ al de la memoria a corto plazo y de la informació n residente en la memoria
a largo plazo.

1.3.3 Discurso narrativo versus otros alternativos


El estudio sobre inferencias se ha desarrollado ampliamente en la narració n. El
texto narrativo tiene una correspondencia má s cercana con la experiencia de cada día
que el texto expositivo.
El conocimiento previo y los conceptos que se describen en las narraciones
simples resultan familiares para los lectores adultos. Hay debate sobre cuales se
realizan durante la comprensió n y cuales se producen después de que la comprensió n
haya sido completada. El propó sito de los textos expositivos suele ser informar a
lector acerca de nuevos conceptos, realidades genéricas, abstractas y material técnico.
El nú mero de inferencias basadas en el conocimiento de un texto narrativo suele ser
mayor que la de textos expositivos.
En un discurso periodístico la informació n se representa de forma discontinua,
fragmentada y no siempre en un orden temporal. Esto exige al lector disponer de
recursos responsables para poder conectar segmentos de informació n para poder
contextualizar toda la informació n.

1.3.4 De las estrechas relaciones entre comprensión e inferencias


Una propiedad esencial de la representació n que se construye en el curso en la
comprensió n y es que esta debe ser coherente. Esta coherencia puede ser local o
global.
Se asume que aquellas inferencias que resulten indispensables para la coherencia
local o referencial entre la informació n má s pró xima en el texto son generadas
durante la comprensió n. Para construir el nivel global elector reorganiza la
informació n leída consigue integrarla dentro de una estructura global causal. Los
modelos que conciben la representació n de la comprensió n como un modelo mental
come como un modelo de la situació n, como un esquema mental, o como una red
causal.
En estos casos, las relaciones de coherencia global son principalmente de
naturaleza causal, aunque también hay evidencia de relaciones de coherencia espacial
dentro de la teoría de los modelos mentales. El debate es la posibilidad de concebir la
comprensió n como un razonamiento orientado a la necesidad de establecer la
integració n de las relaciones de coherencia posible entre las diferentes partes del
texto. Todo ocurre como si el lector buscase permanentemente respuestas a la
pregunta ¿por qué? É ste procedimiento resulta necesario para construir una
representació n globalmente coherente y causalmente coherente.
Autores como McKoon y Rateliff (1992) consideran que la construcció n de una
representació n globalmente coherente no es viable, pues las inferencias que son
regularmente generadas durante la comprensió n no pueden ser otras que las
automá ticas. Esta suposició n asume que el principal factor que gobiernan la
generació n de inferencias durante la comprensió n es la accesibilidad de su contenido
en la memoria a largo plazo y. Las relaciones de coherencia causal y local será n
definidas en caso de que su contenido este fá cilmente accesible. É ste debate continú a
abierto actualmente.

1.4 Los diferentes niveles de la representación del discurso


La mayoría de los psicó logos adoptan la distinció n propuesta por van Dijk y
Kintsh (1983) entre el có digo superficial, la base del texto y el modelo de la situació n
que se describe en el texto. El có digo superficial preserva la forma exacta tanto de las
palabras como de la sintaxis. Los lectores normalmente retienen tan só lo el có digo
superficial de las clá usulas má s recientes. La base de texto contiene las proposiciones
explícitas en una forma reducida, preservando el significado pero no la exactitud de
las palabras y la sintaxis. También incluye un pequeñ o nú mero de inferencias
necesarias para establecer la coherencia local del texto. El modelo de la situació n es el
contenido de aquello de lo que trata el texto. Se refiere a las personas, al lugar de la
acció n, a las acciones y sucesos de un micro mundo mental. É ste se construye a través
de inferencias entre el texto explícito y el conocimiento previo del mundo del lector.
Ademá s los psicó logos también reconocen otros dos niveles denominados nivel de
comunicació n y nivel del género del texto. El nivel de comunicació n se refiere al
contexto pragmá tico y comunicativo dentro del cual el texto está arraigado. El género
del texto tiene diferentes categorías como la narració n, exposició n, descripció n,
persuasió n, etc. Todos estos niveles contribuyen a las representaciones que lector
construye durante su comprensió n.

1.1.1 Diferenciación e interacción entre niveles


La mayor parte de los investigadores creen que los cinco niveles de
representació n existentes está n suficientemente diferenciados entre sí como para
poder estudiarlos aisladamente. Sin embargo, esta creencia ha sido cuestionada. Los
elementos de la composició n sintá ctica y léxica pueden servir directamente como
señ ales o instrucciones de procesamiento sobre có mo construir el modelo de la
situació n sin que exista ninguna base del texto proposicional intermedia
(Gernsbacher, 1990; Givó n, 1992; Perfetti y Britt, 1995).

1.4.2. Una psicología de la comprensión y del discurso escrito


Buena parte de los estudios sobre inferencias se me ha contado dentro del
discurso escrito debido a que el texto permite estructurar controlar muchas variables
que afectan a su contenido de manera má s precisa en el discurso oral, má s natural y
espontá nea. La psicología en la comprensió n del discurso o la psicología del texto o del
discurso es la que estudia las inferencias. Esta disciplina se ha encargado de
profundizar en el estudio de todo tipo de inferencias pragmá ticas que tienen lugar en
diversos contextos de comunicació n. Por eso el psicó logo del discurso investiga en las
representaciones cognitivas, en los procesos, procedimientos y estrategias que la
mente humana genera cuando comprendemos o producimos un discurso. Clase con
logía del texto está estrechamente relacionada con un amplio campo interdisciplina,
este ha mejorado profundamente el conocimiento de lo que hoy sabemos.

1.5 El estudio de las inferencias una mirada al pasado reciente


Tres aspectos destacados y característicos que creemos han sido la base de
importantes consensos:

1.5.1 Las inferencias: ¿núcleo de los procesos de comprensión e


interpretación?
En los trabajos iniciados por Barlett (1932) y su obra clá sica Remembering ya se
describían los procesos a través de los cuales los lectores añ adían elementos de
informació n que extraían de su propia memoria para construir representaciones
mentales del texto. É stas representaciones con esquemas capaces de utilizar
estratégicamente la informació n ya almacenada con la entrante a fin de producir un
conocimiento organizado y coherente. En esta misma direcció n otras propuestas
igualmente relevantes surgieron posteriormente (Bruner, 1957; Sehank, 1974).
Muchos especialistas se han ido sumando a la idea de que las inferencias constituyen
el nú cleo mismo de los procesos de comprensió n.

1.5.2 La mente como máquina de hacer inferencias


La capacidad de la mente para generar inferencias constituye una facultad
cognitiva enormemente sofisticada y universal, éstas se producen en cualquier
contexto comunicativo. Bruner (1957) ya identificaba la mente humana como una
"má quina de inferencias" al referirse a su destreza para activar el conocimiento ya
almacenado y utilizarlo para organizar e interpretar la nueva informació n entrante, a
través de complejas relaciones abstractas no provenientes de los estímulos. Esta
destreza revela que construimos informació n activamente a partir de dicha
estimulació n (Gutiérrez-Calvo, 1999) hoy se asume que cualquier proceso de
comprensió n del discurso con lleva un fuerte componente inferencial presente tanto
en el dominio en local del procesamiento de oraciones como en el má s global o
situacional en el que se sitú a el discurso. Ambos niveles se consideran inter
relacionados.
La tarea de esta sorprendente má quina podría considerarse má s sencilla y
simplificada si a la hora de codificar cada oració n del texto le correspondiese tan solo
una idea que fuese representada proposicionalmente como una unidad en el có mputo
de la comprensió n. Dicha tarea podría realizarse de una manera cuasi automá tica y
consistiría, bá sicamente, en la extracció n de la informació n de la base del texto. Pero la
realidad no suele ser tan simple y mecá nica, los textos A otras formas de discurso
suelen presentarse coloraciones que pueden contener varias ideas y proposiciones y,
por otro lado, otras ideas y proposiciones relacionadas con lo leído se añ aden desde el
conocimiento previo del lector. Las inferencias pueden ser consideradas como
heurísticos que pueden relacionarse con cualquier aspecto del significado, ya sea la
naturaleza de este, espacial, temporal, causal, ló gico, natural, abstracto, artificial o
concreto (Just y Carpenter, 1987). El lector elabora un conjunto de proposiciones
explícitas o inferidas y construye un modelo mental de la situació n del texto a partir
de las ideas. El resultado final es que siempre acabamos procesando má s informació n
de la que leemos de manera explícita.
Schank (1975) aludía a que si sumas hemos el nú mero de significados que posee
cada una de las palabras que componen un pá rrafo su resultado siempre será menor
al có mputo total de ideas que el lector necesita activar para comprender el mensaje.

1.5.3 La dependencia del conocimiento y los acuerdos tácitos del escritor y


el lector
Todo el proceso que realizamos para generar inferencias resulta tan natural que a
menudo no somos conscientes de tal proceso. Para que esta situació n de
comunicació n se desarrolle con éxito requiere que se cumplan dos requisitos
imprescindibles. El primero es que el sujeto posea conocimientos previos necesarios y
relacionados con lo que lee. El segundo es que ese conocimiento, o al menos parte de
él, debe compartirse con el autor del escrito. Los discursos se comprenden interpretan
porque se accede a un conjunto de conocimientos universales y compartidos sobre el
mundo, sobre las acciones humanas, etc., que está altamente organizado y almacenado
en la memoria. Poder expresar de la manera má s concisa y precisa la informació n má s
relevante simplifica la tarea que para el escritor supondría tener que explicar todas
las ideas que se presuponen necesarias para captar correctamente el mensaje.
Existen tres funciones esenciales de las inferencias. Siguiendo Gutierrez-Calvo
(1999)
1.- La funció n cognitiva que mediante las inferencias nos adentramos bajo la
superficie de los datos, aprehendiendo cualidades inherentes a la naturaleza de las
cosas.
2.- La funció n comunicativa facilita la transmisió n de informació n de un modo
econó mico y má s atractivo, pero se requiere de un ajuste en el nivel de conocimiento
entre emisor y receptor.
3.- La funció n conductual es ú til para dirigir y predecir las conductas, optimizar
beneficios y minimizar dañ os.

1.6 El estudio de las inferencias. Situación actual


Buena parte de la investigació n sobre el procesamiento del texto se ha
concentrado en torno a la delimitació n de las clases de inferencias que los lectores
generan en una situació n de lectura (Gerrig y McKoon, 1998).
Kintsch (1993) dice que el término "inferencia" resulta menos preciso o má s
problemá tico en la investigació n sobre la comprensió n del discurso, por la enorme
dispersió n y dificultad que engendra su estudio.

1.6.1 Múltiples taxonomías


Son muchos los casos que se conocen o los intentos por clasificar las inferencias.
De forma general y siguiendo a Kintsch (1993), se ha propuesto un amplio nú mero de
sistemas de clasificació n de inferencias, bien atendiendo a su contenido (por qué,
có mo; véase Graesser, 1981), bien a su funció n inferencias (obligatorias vs
elaborartivas, Reder, 1980), bien a su forma ló gica (inferencias inductivas, deductivas
y analó gicas) o a su direcció n (inferencias hacia atrá s y hacia adelante). Las
inferencias hacia atrá s suelen establecer una conexió n entre dos frases, tienen la
responsabilidad de mantener la coherencia local del texto.
El lector se ve obligado a construir inferencias "hacia atrá s", al no estar
explícitamente relacionada la nueva informació n con la ya dada en el texto. Estas
inferencias también se denominan puente, integrativa o colectivas. Las inferencias
"hacia adelante" (también denominadas proyectivas, elaborativas, o extrapolativas)
permiten predecir los hechos posteriores.

1.6.2 ¿Qué inferencias se generan durante la lectura?


Las inferencias hacia atrá s son generadas durante la comprensió n lectora, hecho
que no parece ocurrir con las inferencias hacia delante. Resulta difícil predecir que
inferencias pueden llevarse acabo ante la lectura de un texto. La determinació n del
tipo y frecuencia de las inferencias parece depender tanto de la tarea y tipo de lector
como del tipo de texto.
Pueden identificarse mú ltiples teorías a lo largo de un conjunto, como que
ninguna inferencia acompañ a a la comprensió n (posició n minimalista fuerte), hasta
que todas las conexiones de un mensaje son legítimas y nada impide que se computen
durante la comprensió n (posició n maximalista o global). Respecto a los componentes
o factores que desencadenan la elaboració n de inferencias, se sitú an teorías centradas
en las características del texto que asumen que las inferencias se generarían só lo en el
caso en el que se necesitara establecer una coherencia en el texto. Por el contrario, la
teoría alternativa, má s centrada en el lector, asume que la meta principal del sujeto
consistiría en elaborar una representació n completamente elaborada sobre una
situació n. El lector debe tanto realizar un aná lisis completo de las palabras del texto
como construir y utilizar un modelo ambiental o situacional coherente.

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