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“AÑO DE LA UNIVERSALIZACIÓN DE LA SALUD”

UNIVERSIDAD PRIVADA SAN JUAN BAUTISTA


FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
ESCUELA PROFESIONAL DE MEDICINA HUMANA

TEMA
“RESPUESTA HUMORAL ANTE EL SARS-COV-2”

CURSO
Inmunología

DOCENTE
Valencia Rojas, Edgard

INTEGRANTES:

CHINCHA – 2020
​AGRADECIMIENTO
A Dios por todo lo que somos y estamos
logrando ser, por luminar las acciones que son
complementarias para desarrollar esta
investigación y al doctor, Valencia Rojas Edgard
por brindarnos los conocimientos necesarios
sobre el curso, por su apoyo incondicional, por el
tiempo y su valiosa orientación del curso de
Inmunología.

2
DEDICATORIA
A nuestros padres por su infinito amor,
comprensión y por su apoyo incondicional,
siendo el gran soporte para la realización de los
estudios. Además, por ser nuestros ejemplos a
seguir y motivo por el cual debemos una carga de
superación, además por el apoyo que nos brindan
al darnos la carrera.

3
INTRODUCCIÓN

En diciembre de 2019 se detectó en China el primer caso de infección con un nuevo


coronavirus, posteriormente aislado, genéticamente caracterizado y denominado
SARS-CoV-2. A pesar del impacto global de esta epidemia por su rápida expansión, no se
trata de nuestro primer contacto, como especie, con esta familia de virus, que causa
enfermedades zoonóticas ya que pueden transmitirse de algunos animales (aves y mamíferos,
como los murciélagos) a los humanos. Si consideramos esta característica, la amplia
diversidad genética y la frecuente recombinación de estos genomas virales, no es raro que se
detecten nuevos coronavirus en humanos, especialmente en comunidades donde existe un
contacto cercano con los animales.

Los coronavirus pueden producir cuadros clínicos que van desde el resfriado común hasta
otros más graves como los que causan los virus del síndrome respiratorio agudo grave
(SARS, por sus siglas en inglés) y el síndrome respiratorio de oriente próximo (MERS, por
sus siglas en inglés). Estos otros coronavirus, aunque con una letalidad mayor que el
SARS-CoV-2, tuvieron una expansión más limitada y, por ende, un impacto global menos
significativo a nivel social y en los sistemas de salud. La vía principal de transmisión de los
coronavirus en humanos es el contacto directo con gotas respiratorias a través de las mucosas
de la boca, la nariz y los ojos. No se descarta, sin embargo, la transmisión oral-fecal y la
vertical de madre a feto, pero las evidencias hasta el momento no son suficientemente sólidas
desde el punto de vista epidemiológico.

Sin embargo, un tema de especial relevancia en el control de este virus es la actividad del
sistema inmune del hospedero. Los conocimientos básicos sobre la respuesta inmune antiviral
describen al menos cuatro estrategias fundamentales para el control de la diseminación viral
que involucran componentes celulares y moleculares del sistema innato y adquirido:
producción de interferones tipo I (IFN alfa y beta) que interfieren en los mecanismos de
replicación viral; producción de anticuerpos con capacidad de neutralizar la interacción de los
virus con sus receptores celulares para limitar su acceso a las células hospederas; activación
de linfocitos asesinos naturales (NK, por sus siglas en inglés) con efecto citotóxico directo
sobre células infectadas mediado por perforinas y granzimas que inducen apoptosis celular, y
activación de linfocitos T CD8+ también con actividad citotóxica específica sobre las células
infectadas. Para lograr una respuesta de anticuerpos madura y de alta afinidad, así como para

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asegurar la efectiva activación de los linfocitos T CD8+, es determinante la cooperación de
los linfocitos T CD4+ auxiliadores secretores de IFN gamma (Th1, del inglés T helper 1).

A partir de estos conocimientos básicos, sobre el SARS-CoV-2 y la respuesta inmune,


describiremos cómo se da la respuesta humoral este aspecto es el que guiará la estructura de
este informe.

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ÍNDICE

CARÁTULA 1
AGRADECIMIENTO 2
DEDICATORIA 3
INTRODUCCIÓN 4
ÍNDICE 6
CAPÍTULO I: BASES GENÉTICAS Y MOLECULARES DE SARS CoV -2 7
1. MORFOLOGÍA Y ESTRUCTURA MOLECULAR DE SARS-COV-2 7
2. ESTRUCTURA GENÉTICA DE SARS-COV-2 7
CAPÍTULO II: RESPUESTA INMUNE HUMORAL 8
1. INMUNIDAD CRUZADA 9
2. RESPUESTA INMUNE EN LA INFECCIÓN POR SARS-COV-2 10
3. PAPEL DE LINFOCITOS T EN LA INFLAMACIÓN POR CORONAVIRUS 11
4. TORMENTA DE CITOCINAS EN LA COVID-19 12
5. MEJORA DEPENDIENTE DE ANTICUERPOS (ADE) 1​3
6. ESTRATEGIAS DE INMUNOTERAPIA PARA SARS-CoV-2 1​4
CONCLUSIONES 1​6
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1​7
ANEXOS 1​8

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CAPÍTULO I: BASES GENÉTICAS Y MOLECULARES DE SARS CoV -2

1. MORFOLOGÍA Y ESTRUCTURA MOLECULAR DE SARS-COV-2

Mediante imágenes de microscopía electrónica de transmisión, la apariencia que tiene


la partícula vírica o virión de SARS-CoV-2 es la de una corona solar (de allí el
nombre de coronavirus). Esta partícula vírica presenta una morfología esférica de un
diámetro que varía entre 60 a 140 [nm] junto con espigas o “Spikes” de 8 a 12 [nm] de
longitud aproximadamente. La estructura del virión consiste principalmente en una
nucleocápside (que protege al material genético viral) y en una envoltura externa. En
la nucleocápside, el genoma viral está asociado con la proteína de la nucleocápside
(N), la cual, se halla fosforilada e insertada dentro de la bicapa de fosfolípidos de la
envoltura externa. En cuanto a la envoltura externa, allí se encuentran proteínas
estructurales principales denominadas proteína Spike (S), proteína de membrana (M)
y proteína de envoltura (E), además, de proteínas accesorias, tales como, la proteína
hemaglutinina esterasa (HE), proteína 3, proteína 7a, entre otras. Entre las funciones
de las proteínas estructurales principales están: La proteína (S) facilita la unión del
virus al receptor de la célula huésped, la proteína (M) ayuda a mantener la curvatura
de la membrana y la unión con la nucleocápside, la proteína (E) juega un papel
importante en el ensamblaje y liberación del virus y la proteína (N) forma parte de la
nucleocápside al unirse al material genético viral. La proteína accesoria (HE) se halla
solo en algunos Betacoronavirus y su actividad esterasa facilita la entrada del virus en
la célula huésped, además, de ayudar en su propagación.

2. ESTRUCTURA GENÉTICA DE SARS-COV-2

El genoma de SARS-CoV-2 está formado por una única cadena de RNA


monocatenario de polaridad positiva (+ssRNA) de aproximadamente 30.000 pares de
bases. Esta cadena de RNA se asemeja, estructuralmente a un RNA mensajero
(RNAm) de células eucarióticas, ya que, presenta un capuchón metilado en el extremo
5’ y una cola poliadenilada (poli-A) en el extremo 3’, lo que le da un gran parecido a
los RNAm de la célula huésped. Sin embargo, a diferencia de los RNAm eucarióticos,
este genoma viral contiene al menos seis marcos abiertos de lectura (ORF). El genoma
de SARSCoV-2 se puede dividir en tres tercios. Los dos primeros tercios (más cerca

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del extremo 5’) codifican para el gen de la replicasa viral. Este gen está constituido
por dos ORF (ORF 1a y ORF 1b), los que, al comienzo de la infección, serán
traducidos directamente en dos poliproteínas de gran tamaño llamadas pp1a y pp1ab.
Estas poliproteínas posteriormente serán procesadas proteolíticamente para generar 16
proteínas no estructurales (nsps), las cuales estarán implicadas en la replicación del
genoma viral y en la transcripción de RNAm subgenómicos (sgRNAs). El último
tercio del genoma (más cerca del extremo 3’) codifica los genes de las 4 proteínas
estructurales principales (proteína (S), proteína (M), proteína (E) y proteína (N)) y lo
genes de las proteínas accesorias (proteína (HE), 3, 7a, entre otras).

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CAPÍTULO II: RESPUESTA INMUNE HUMORAL

La respuesta inmune humoral juega un importante papel protector en las fases posteriores a la
infección, especialmente con la producción de anticuerpos, evitando así una reinfección
futura (Rokni et al.). La respuesta inmune mediada por linfocitos T es esencial en la
inmunidad adaptativa frente a las infecciones virales (Eakachai et al.). El microambiente de
citoquinas generado por las células presentadoras de antígenos, como las células dendríticas,
dicta la dirección del tipo de respuesta de los linfocitos T. Los tipos de respuestas generadas
por los linfocitos T son: Linfocitos T helper (CD4+), que organizan la respuesta adaptativa
activando a los linfocitos B en la producción de anticuerpos y linfocitos T citotóxicos (CD8+)
que son esenciales para matar a las células infectadas por el virus (Eakachai et al.; Rokni et
al.). En el caso de la epidemia de SARS-CoV del año 2002, los epítopos o determinantes
antigénicos para los linfocitos T y B se establecieron para las proteínas estructurales del
virus, es decir, las proteínas (S), (N), (M) y (E).

Aunque aún es muy limitado el conocimiento sobre respuesta humoral en SARS-CoV-2, la


evidencia muestra que las respuestas específicas de los linfocitos T son importantes para el
reconocimiento de SARS-CoV-2 y a su vez, en la destrucción de las células infectadas,
particularmente, en los pulmones de los individuos infectados (Rokni et al.). Los resultados
de un estudio con 128 casos mostraron que el número y función de los linfocitos T
citotóxicos (CD8+) fueron mayores que las respuestas de los linfocitos T helper (CD4+)
(Eakachai et al.; Rokni et al.). Respecto a los anticuerpos producidos por los linfocitos B, la
inmunoglobulina M (IgM) se produce cuando la infección es más incipiente, mientras que, la
inmunoglobulina G (IgG) se produce en etapas más tardías. Se han reportado limitados
detalles serológicos de los anticuerpos frente a la infección por SARS-CoV-2. Sin embargo,
en un estudio preliminar, se mostró, que después del inicio de la enfermedad, se obtuvo un
peak para IgM al 9no día, mientras que, para IgG se obtuvo un peak en la 2da semana
(Eakachai et al.). Además, se ha reportado que SARSCoV-2 induce producción de IgG contra
la proteína (N), la que puede ser detectada en el suero a los 14 días después del inicio de la
enfermedad.

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1. INMUNIDAD CRUZADA

La inmunidad es el conjunto de mecanismos que nos protegen de las infecciones. Es


una compleja red de células, órganos y tejidos que trabajan en conjunto para
defendernos de los microorganismos y sustancias tóxicas que podrían enfermarnos.
Hay dos tipos de inmunidad en nuestro organismo: La innata y la adaptativa.

La respuesta innata es la primera que se desarrolla y normalmente es efectiva para


eliminar a diferentes tipos de agresores. Está compuesta por el conjunto de barreras,
sensores y actores que participan de manera más o menos inespecífica en bloquear la
entrada de todos los agentes infecciosos a los que estamos expuestos continuamente a
lo largo del día.

Mientras que la inmunidad adaptativa establece una respuesta específica frente al


agente infeccioso en concreto o frente a las células que están albergando a este
microorganismo.

Esta respuesta se demora varios días en llegar. A su vez, la respuesta adaptativa se


divide en dos ramas: la inmunidad derivada de anticuerpos, que también se denomina
inmunidad humoral, y la inmunidad celular ​que la ejercen las células llamadas
linfocitos T. Ahí entra el concepto de inmunidad cruzada, que consiste en la
capacidad de algunos de los linfocitos involucrados en la respuesta adaptativa
(linfocitos B o T) de ​reconocer secuencias de un virus, de una bacteria o de un
agente infeccioso,​ y ser capaz de identificarlas en el futuro en otro agente infeccioso.

2. RESPUESTA INMUNE EN LA INFECCIÓN POR SARS-COV-2

La COVID-19 se puede dividir en tres fases: asintomática con o sin virus detectable;
sintomática no grave con presencia de virus y sintomática respiratoria grave con alta
carga viral. Una pregunta no resuelta es por qué algunos desarrollan enfermedad
grave y otros no. Los aspectos basados en la respuesta inmune no son suficientes para
explicarlo, pero ayudarán a entender el comportamiento de este nuevo patógeno. Los
linfocitos T (LT), linfocitos B (LB) y las asesinas naturales (NK) tienen un papel
importante en mantener el sistema inmune. En la infección por SARS-CoV-2, los
estudios demuestran que hay una marcada linfopenia.

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La activación de la vía del ​interferón tipo 1 (IFN) limita la replicación viral e induce la
posterior respuesta inmune adaptativa. Como se indicó, el SARS-CoV y el
SARS-CoV-2 parecen compartir como receptor la ACE2. Este receptor propuesto
para SARS-CoV-2 se expresa principalmente en las células alveolares tipo 2 del
pulmón. Los receptores ACE2 también se encuentran en monocitos, macrófagos o
células endoteliales habiéndose descrito también neurotropismo por SARS-CoV-2.
Los macrófagos, tras verse infectados, realizan presentación de antígenos a las células
T. Este proceso, en el que se añade la presencia de PAMP derivados de virus, conduce
a la activación y diferenciación de células T, incluida la producción de citocinas
asociadas con los diferentes subconjuntos de células T.

En el caso de SARS-CoV y MERS-CoV, destaca su capacidad para suprimir la


respuesta a la infección viral. Ambos coronavirus implementan múltiples estrategias
para interferir con la señalización que conduce a la producción de IFN. Dichas
estrategias de amortiguación se encuentran estrechamente asociadas a la gravedad de
la enfermedad. En los casos graves o letales de infección por SARS-CoV o
MERS-CoV, se observó una mayor afluencia de neutrófilos y monocitos-macrófagos
al territorio pulmonar. En ambos casos, pivotaba sobre este hecho el daño respiratorio.
Se especuló que en la infección por SARS-CoV o MERS-CoV, el retraso en la
respuesta IFN tipo 1 comprometía el control de la replicación viral. Esto provocaba la
citada afluencia de neutrófilos y monocitos-macrófagos. El aumento y activación
persistente de estas células derivaría en daño pulmonar, incluida la neumonía o el
síndrome de dificultad respiratoria aguda. En la infección por SARS-CoV-2, sería
esperable un escenario similar con un grado variable de interferencia inmune. La
transmisión del virus desde individuos asintomáticos podría estar motivada por una
respuesta retardada de la inmunidad innata. Se observó que los LT CD8+ tienden a
predecir independientemente la gravedad y la eficacia al tratamiento por COVID-19.

3. PAPEL DE LINFOCITOS T EN LA INFLAMACIÓN POR CORONAVIRUS

En la respuesta inmune a coronavirus, como se ha dicho, el papel de los linfocitos T


es predominante. Este aspecto se hizo evidente en el estudio de la patogenia por
MERS-CoV. En el caso de este virus los linfocitos CD4+ eran más susceptibles a la
infección y su daño condicionaba una peor evolución. Dicha susceptibilidad se

11
observó también en el caso de SARS-CoV. En este caso la depleción de CD4+ se
traducía en un menor reclutamiento de linfocitos en territorio pulmonar, lo que
condicionaba una importante neumonitis intersticial con un menor aclaramiento del
virus. A consecuencia de esta disregulación, los linfocitos T CD4+ presentes
generaban un aumento de citocinas que se traducía en un cúmulo de monocitos y
neutrófilos que activaban a su vez otras cascadas inflamatorias mediante la síntesis de
citocinas (IL-1, LL-6, IL-8, IL-21, TNF-β y MCP-1).

La producción de IFN tipo 1 es de gran importancia con intención de optimizar la


liberación de proteínas antivirales, promover la fagocitosis por macrófagos y facilitar
la protección de células no infectadas. Las proteínas accesorias de los coronavirus
pueden interferir la señalización vía PAMP de los receptores de tipo toll (toll-like
receptors o TLR) durante la replicación para evitar así la activación.

Dicha interferencia deriva en 2 hechos. Por un lado, se facilita la persistencia viral.


Por otro, se genera un efecto negativo en células natural killer (NK) o macrófagos y se
altera la activación de las células T CD8+. La respuesta innata se ve desregulada.
Ambos fenómenos en conjunto se pueden acompañar de una producción inadecuada
de citocinas condicionando un contexto proinflamatorio. De este modo la síntesis de
IL-1, IL-6, IL-8, IL-21, factor de necrosis tumoral beta (TNF-β) y proteína
quimioatrayente de monocitos 1 (MCP-1) provoca el reclutamiento de linfocitos y
leucocitos en el lugar de infección, lo que dinamizaría el cuadro respiratorio

4. TORMENTA DE CITOCINAS EN LA COVID-19

Un incremento exacerbado de citocinas ante la presencia de virus que atacan el


sistema respiratorio se define como tormenta citocinas. Varios estudios han
demostrado que elevadas cantidades de citocinas proinflamatorias en el suero se
asocian a la inflamación y al extenso daño pulmonar provocado por el SARS-CoV,
MERS-CoV y recientemente, en SARS-CoV-2 se están encontrando más evidencias.

Contrariamente, existen bajos niveles de interferones tipo I, que normalmente forman


parte de la respuesta inmune innata. Esto trae como consecuencia la supresión de
respuestas cooperadoras Th1, lo que favorece la tipo Th2. El incremento de citocinas
inflamatorias en pacientes con COVID-19 ha sido demostrado no solo a nivel

12
transcripcional, sino también a nivel proteico en muestras de 452 pacientes donde se
encontró un incremento en suero del factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α),
interleuquinas (IL)-2R, IL-6, IL-8 y IL-10 en pacientes con enfermedad grave
comparados a los de curso no grave, lo que sugiere un posible rol en el desarrollo de
la respuesta hiperinflamatoria de COVID-19.

Es conocido que IL-17 tiene efectos proinflamatorios sobre la inducción de IL-1β,


IL-6 y TNF-α, quimiocinas y metaloproteinasas de la matriz. Además, IL-17 junto
con IL-22 induce péptidos antimicrobianos en mucosas con los que contribuirían a la
formación de un edema potencialmente mortal enriquecido con mucinas y fibrina,
visto en el SARS-CoV-2. El TNF-α y la IL-1 se producen en los pulmones de
pacientes con COVID-19 y son fuertes inductores de hialurano sintetasa en células
epiteliales CD31+, células epiteliales alveolares EpCAM+, y fibroblastos. La
hialurano sintetasa puede reducir el hialurano, lo que minimizará la absorción de agua
y la formación de una gelatina que invade el pulmón y que contribuye al estrés
respiratorio.

5. MEJORA DEPENDIENTE DE ANTICUERPOS (ADE)

La ADE es un fenómeno conocido en virología y ocurre cuando los anticuerpos


facilitan el ingreso viral a las células huésped. Es una forma alternativa que tienen
algunos virus para infectar las células. En este caso, los anticuerpos primero se unirán
al virus y luego a los receptores Fc de una IgG presentes en células inmunes con lo
cual mediarán el ingreso del virus a estas células. Por tanto, la ADE promueve la
ingesta celular de complejos virus-anticuerpo a través del receptor FcR u otros
receptores, facilitando la infección viral, lo que a su vez promueve las respuestas
inflamatorias y la persistente replicación viral en los pulmones de algunos pacientes.
Los estudios de los epítopes de la proteína S de los virus SARS-Cov y SARS-Cov-2
indican que existen regiones que no son comunes y que podrían explicar la aparición
de la ADE, y que como SARS-CoV, estos anticuerpos también se generarían en
pacientes recurrentemente expuestos en un lapso corto al SARS-CoV-2. La presencia
de una ADE deberá ser evaluada cuando se diseñen vacunas o se utilicen anticuerpos
monoclonales contra la infección por SARS-CoV-2. Dado que aún no existen estudios
que expliquen los mecanismos sobre la respuesta inflamatoria en SARS-CoV-2, se

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postula que pueden ocurrir una ADE en dos estadios diferentes: uno en la respuesta
primaria y el otro en la secundaria. Luego de que ingresa el virus y antes de que
aparezcan los primeros anticuerpos neutralizantes, la respuesta inflamatoria primaria
es dirigida por una activa replicación viral, desregulación y respuestas antivirales del
huésped, lo que puede incrementar la producción de citocinas y quimiocinas, y el
daño celular por apoptosis o piroptosis. Se dice que la mayoría de los pacientes
tolerarían este tipo de respuesta con una reducción de la carga viral o incluso
eliminación completa del virus seguida por una atenuación de la inflamación;
mientras que, en la respuesta inflamatoria secundaria, se inicia con una inmunidad
adaptativa y producción de anticuerpos neutralizantes que pueden disminuir la carga
viral; existiendo el problema de una ADE que puede disparar respuestas inflamatorias
y causar severos daños pulmonares.

1. ESTRATEGIAS DE INMUNOTERAPIA PARA SARS-CoV-2

Desde la detección del SARS-CoV-2 se han evaluado diversas alternativas vacunales


para controlar de manera segura y eficaz la infección con este virus. Experiencias
previas con vacunas ensayadas en modelos animales para los virus causantes de
SARS y MERS han demostrado que la proteína espicular S es inmunogénica e induce
anticuerpos que previenen la infección.

Actualmente, más de 30 compañías farmacéuticas, además de la academia, están


desarrollando plataformas vacunales basadas en ácidos nucleicos, vectores
adenovirales y proteínas recombinantes. De acuerdo a la experimentación con los
virus que causan SARS y MERS, la mayoría de las vacunas que se están proponiendo
frente al SARS-CoV-2 están fundamentadas en la proteína S que, como ya se
mencionó, se encarga de mediar la fusión del virus a las membranas celulares a través
de ACE2. En este sentido se ha considerado: 1) uso de proteína S recombinante
purificada, completa o un fragmento inmunogénico; 2) uso de proteína S expresada in
vivo a partir de un virus recombinante, y 3) vacuna basada en ácidos nucleicos que
expresen la proteína. Estas últimas son fáciles de fabricar y, en consecuencia, su
desarrollo se encuentra avanzado. La empresa Moderna Therapeutics ensaya un
candidato vacunal contra el COVID-19 basado en ARN mensajero sintético y se
encuentra reclutando voluntarios sanos en EE. UU.

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Otra alternativa a considerar es la generación de anticuerpos monoclonales (AcMs)
con capacidad de neutralización. El uso de bibliotecas con miles de millones de
secuencias de la región de los anticuerpos humanos encargados de reconocer los
antígenos se ha expresado en fagos. Este tipo de bibliotecas permite hacer la selección
de los anticuerpos humanos que reconocen con alta afinidad a las proteínas virales e
inhiben su capacidad infectiva. Esta estrategia se ensayó con el virus que causa el
MERS y se obtuvo un AcM que reduce en hasta 90x103 veces el título de ARN viral
a nivel de pulmones.

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CONCLUSIONES

La pandemia por SARS-CoV-2 se diseminó a través de la transmisión humano-humano, y,


aunque el virus identifica los receptores ACE2 en células epiteliales de varios órganos, es
posible que existan aumentos de infecciones dependientes de anticuerpos (ADE). Este
aspecto deberá ser considerado cuando se evalúen vacunas o se utilicen anticuerpos
monoclonales.

La respuesta inmune es uno de los factores clave que condiciona la capacidad de respuesta de
los infectados por SARS-CoV-2 y es claro que, en fases graves o con comorbilidades, esta
respuesta suele disminuir, como lo evidencia la marcada linfopenia y la hiperinflamación.
También ha sido evidente que la edad cumple un rol importante relacionado a la
inmunosenescencia; sin embargo, entre los jóvenes las reinfecciones podrían agravar su
enfermedad.

El conocimiento y comprensión de las bases biológicas, genéticas y moleculares de


SARS-CoV-2 permite visualizar la posibilidad de establecer agentes farmacológicos o la
generación de vacunas que puedan ayudar a combatir y disminuir los efectos patogénicos de
la enfermedad. El bloqueo por medio de nuevos fármacos a las proteínas y mecanismos
esenciales del proceso infectivo y replicativo de SARS-CoV-2 podría intuir el desarrollo de
tratamientos contra este. De la misma manera, el establecer como determinantes antigénicos a
las proteínas estructurales principales (S), (M), (E), y (N) y accesorias de SARS-CoV-2
podría ayudar, a modo de vacuna, en la producción de anticuerpos por parte de los linfocitos
B, mediados por linfocitos T. La medida más efectiva para evitar la transmisión del
SARS-CoV-2 ha sido el aislamiento social exhaustivo. En el Perú, el Gobierno ha hecho
cumplir la medida priorizando la vida del ciudadano, limitando el crecimiento exponencial
del número de infectados, en el afán de reducir significativamente la pérdida de vidas. Los
tratamientos antivirales y las medidas preventivas serán determinantes para retornar a la vida
normal, aunque manteniendo las medidas de bioseguridad requeridas.

16
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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SARS-CoV-2? Disponible en:
https://www.xataka.com/xataka/que-sabemos-inmunidad-cruzada-al-sars-cov-2-posibi
lidad-estar-inmunizado-haber-tenido-virushttps://www.xataka.com/xataka/que-sabem
os-inmunidad-cruzada-al-sars-cov-2-posibilidad-estar-inmunizado-haber-tenido-virus

2. León J., Pareja A, & Aguilar P. (junio de 2020) SARS-CoV-2 y sistema inmune: una
batalla de titanes. Disponible en:
http://www.scielo.org.pe/scielo.php?pid=S1727-558X2020000200012&script=sci_art
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3. Lozada I. & Núñez C. (junio de 2020) COVID-19: respuesta inmune y perspectivas


terapéuticas. Disponible en:
http://www.scielo.org.pe/scielo.php?pid=S1726-46342020000200312&script=sci_artt
ext&tlng=pt

4. García-Salido A. (julio de 2020) Revisión narrativa sobre la respuesta inmunitaria


frente a coronavirus: descripción general, aplicabilidad para SARS-COV-2 e
implicaciones terapéuticas. Disponible en:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7183283/

5. Pastrian G. (abril de 2020) Bases genéticas y moleculares del COVID-19


(SARS-CoV-2). Mecanismos de patogénesis y de respuesta inmune [Internet].
Disponible en:
https://scielo.conicyt.cl/pdf/ijodontos/v14n3/0718-381X-ijodontos-14-03-331.pdf

17
ANEXOS

Morfología del SARVS-CoV-2

Mejora dependiente de anticuerpos (ADE)

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