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EL ÁMBITO EXTRAHOSPITALARIO
TÉCNICAS DIAGNÓSTICAS Y TERAPÉUTICAS
FLUIDOTERAPIA
FLUIDOTERAPIA
FLUIDOTERAPIA
Nuestra constitución interna es fundamentalmente agua, llegando a constituir el
60% de nuestro peso corporal, por ello resulta de tanta importancia la adecuada
reposición hídrica en aquellas situaciones patológicas que desequilibran el medio
interno, por este motivo la fluidoterapia se presenta como una de las medidas
terapéuticas más importantes a nuestro alcance. En definitiva, el objetivo
fundamental de la fluidoterapia consistirá en mantener la homeostasis del medio
interno.
Las pérdidas de sodio son de unos 30mEq/día por heces, sudor y orina, siendo
necesario administrar 1-2mEq/Kg/día para compensar estas pérdidas.
El potasio se perderá a razón de 40-60 mEq/día, se repondrán por lo tanto 0.5-1
mEq/kg al día.
En caso de PVC baja se tratará de una situación de hipovolemia que habrá que
corregir; por el contrario ante una PVC alta, nos encontramos ante un cuadro de
congestión pulmonar(detener la infusión de líquidos, y si se requiere un alto gasto
cardiaco para mantener la estabilidad clínica habría que plantearse iniciar
fármacos inotrópicos), sobrecarga de volumen, insuficiencia cardiaca, neumotórax
a tensión, o bien ante errores técnicos como mala colocación del catéter o
artefacto por la ventilación mecánica (aumenta la presión intratorácica). El
problema se plantea en cifras intermedias que son más difíciles de valorar, ante
ellas será de gran utilidad observar la tendencia que han mostrado, contextualizar
con el estado clínico del paciente, y si aún existen dudas realizar una prueba de
sobrecarga hídrica; las pruebas de sobrecarga se realizan con 200 ml de suero
fisiológico durante 10 minutos, y se comparan los valores previos de PVC con los
obtenidos posteriormente.
PVC invariable: buena tolerancia si los valores son normales o bien continuar
perfundiendo líquidos si continúan los valores de PVC como estaban anteriormente
en límites bajos.
La aparición de un tercer ruido cardiaco así como los edemas también indican
sobrecarga de volumen o ICC.
Por el contrario la sequedad en las mucosas y turgencia de la piel nos hacen
sospechar hipovolemia.
4. PERFUSIÓN DE FLUIDOS.
Los cristaloides son más económicos, se necesita perfundir mayor volumen, por
lo que presentan más probabilidades de sobrecarga de volumen, mientras que los
coloides expanden volumen durante más tiempo con menor cantidad infundida,
pero presentan más edema periférico y más efectos secundarios incluidos la
posibilidad de reacción anafiláctica.
Soluciones Cristaloides:
Suero glucosado al 5%: isotónico con 50g de glucosa/litro que aporta 200
kcal por litro. Se emplean ante situaciones de deshidratación hipertónica con
dosis máxima de 0.5 g/kg/h. Emplear con precaución ante pacientes con
Enfermedad de Addsion ya que puede desencadenar una crisis.
Suero glucosado al 10%: hipertónica aportando 400 kcal por litro, 100 g
glucosa /litro, misma dosis máxima de glucosa recomendada que en el
SG5%. En el caso de diabéticos es necesario al suministrarles el suero
añadir insulina para que la metabolicen a razón de 12 UI de insulina rápida
por cada 500 ml de SG10%.
Suero glucosado al 20%: Hipertónica, suministra 800 Kcal por cada litro, 200
g glucosa/litro. Misma dosis máxima de glucosa al día que en casos
anteriores y suplemento de insulina rápida en misma proporción que el
anterior.
Suero glucosalino: solución hipotónica que aporta 132 kcal/l (33 g/l de
glucosa). Se utiliza sobre todo como terapia de mantenimiento.
Suero fisiológico 0.9%: isotónica aporta 9 g/l de cloruro sódico que equivalen
a 154 mEq/l de sodio y cloro. Se utilizará para reponer volumen (muy
importante en la alcalosis metabólica por pérdida de cloro en los vómitos),
teniendo en cuenta que se requieren 3 ó 4 veces más volumen del perdido
para reponer la misma cantidad. La cantidad mínima de SSF al 0.9% en
situación de ayuno sería de 500ml al día, por otro lado su abuso genera una
situación de acidosis hiperclorémica al desplazar el cloro al bicarbonato, esta
cualidad la hace muy indicada en situaciones de alcalosis hipoclorémica
como el Shock o los grandes quemados.
Ringer lactato: es el fluido más similar al líquido extracelular ya que tiene sus
mismos electrolitos más lactato que sirve de precursor al bicarbonato, por
esto mismo se indica en caso de deshidratación acompañada de acidosis
metabólica.
También sería la más indicada entre los fluidos cuando son necesarios
administrar cantidades masivas de cristaloides al presentar el Ph más
cercano al sanguíneo.
Soluciones coloides:
5. Aplicación de la fluidoterapia:
Shock hipovolémico.
Deplección del fluido extracelular.
Deplección acuosa.
Deplección salina.
Hipernatremia.
Las soluciones cristaloides son más inocuas y baratas, pero requieren cuatro
veces más de volumen para conseguir los mismos efectos expansores. No
debemos de olvidar la necesidad de emplear sangre ante hemorragias superiores
a los dos litros.
podrá emplear la vía oral, ya que más extensión asocia íleo paralítico. La
hidratación de este tipo de pacientes debe de ser por fluidos isotónicos, y en un
primer momento sin glucosa, que produciría hiperglucemia con glucosuria. La más
empleada en este tipo de pacientes es la solución de Ringer lactato debido su
similitud al plasma sanguíneo con un Ph de 7, 4.
Ante pacientes jóvenes con más del 50% de la superficie corporal quemada
pueden beneficiarse además de la administración de suero salino hipertónico pero
de forma muy controlada.
• Depleción salina: se presenta una disminución del sodio total del organismo que
se acompaña de una reducción acuosa. Ante una hiponatremia severa (Na< 115
6. Complicaciones de la fluidoterapia:
Más comunes de lo que se piensa pudiendo llegar a ser críticas; la más frecuente
correspondería a la sobrecarga vascular y al edema pulmonar. A nivel sanguíneo
altera la coagulación, y puede producir también hipoproteinemia.
BIBLIOGRAFÍA:
M. Alberola Enguidanos, Lluch Verdú et all. Cristaloides versus coloides, ¿Qué debemos
elegir? Revista emergencias. Volumen 7, Núm. 3, Mayo-Junio 1995; 116-120