Está en la página 1de 2

í I) ¿Cuál es, según esto, el punto de partida, el "nuevo comien-

zo" da la filosofía?

1, 11) ¿Por qué representa Descartes al subjetivismo?


3.2. La "guillotina" de Hume
David Hume (1711-1776) es un gran exponente de la corriente
empirista del subjetivismo. Según su filosofía, lo único que pode-
mos conocer son nuestras percepciones, pero no el mundo exterior,
del cual no tenemos ninguna seguridad que exista. Solamente exis-
ten los datos de nuestra experiencia sensible, y esos son los únicos
"hechos" de los cuales podemos hablar, pues nunca podemos ir
más allá del torrente de nuestras impresiones sensibles. Lo que sí
podemos hacer, en el interior de nuestra subjetividad, es combinar
ideas, números, etc., pero éstos no hablan nunca de la realidad,
sino que son puras relaciones subjetivas. La consecuencia que ex-
trae Hume es eliminar toda ciencia y todo saber que pretenda hablar
del mundo "en sí," de las cosas exteriores a nosotros.
Todas las percepciones de la mente se reducen a dos clases, que yo llamaré impresiones e
ideas. La diferencia entre ambas consiste en los grados de fuerza y viveza con las que hieren a
nuestra mente o se abren paso en nuestro pensamiento o conciencia. A aquellas percepciones
que entran con la máxima dureza y violencia podemos llamarlas impresiones; bajo esta de-
nominación comprendo todas nuestras sensaciones, pasiones y emociones tal y como hacen su
primera aparición en el alma. Con el nombre de ideas designo las imágenes de aquéllas en el
- pensamiento y en la razón (...).
Cuando yo veo esta mesa o esta chimenea, no hay ante mí presente más que percepciones
particulares, que son de naturaleza semejante a las demás percepciones. Esta es la doctrina de
losfilósofos.Pero esta mesa y esta chimenea que están ante mí, podrían existir separadamente.
Esta es la doctrina del hombre vulgar, del hombre de la calle (...).
Los filósofos comienzan a convencerse del principio de que no tenemos ninguna idea de
cosa externa distinta de las ideas de las percepciones particulares.
(Tomado del Tratado de la naturaleza humana, 1738-1740.)

Me parece que los únicos objetos de la ciencia abstracta o de la demostración son la cantidad
y el número, y que todo intento de extender esta especie más perfecta de conocimiento más allá
de esas fronteras es pura sofistería e ilusión.
Todas las demás investigaciones de los hombres conciernen únicamente a cuestiones de
hecho y de existencia; y estas son evidentemente incapaces de demostración. Todo lo que
existe, puede no existir (...). La existencia, pues, de algún ser sólo puede ser probada por argu-
mentos sacados de sus causas o efectos, y tales argumentos se fundan únicamente en la expe-
riencia. Si nos ponemos a razonar a priori, en cualquier cosa puede aparecer como capaz de pro-
ducir algo (...). Es tan sólo la experiencia la que nos (...) capacita para inferir la existencia de
un objeto (...).
Si, persuadidos de estos principios, hacemos una revisión de las bibliotecas, ¡qué estragos
no haremos! Si tomamos en las manos un volumen de teología, por ejemplo, o de metafísica
escolástica, preguntemos: ¿contiene algún razonamiento abstracto sobre la cantidad o los núme-
ros? No. ¿Contiene algún raciocinio experimental sobre cuestiones de hecho o de existencia?

95
m No. Echadlo al fuego, pues no contiene más que sofistería y embustes.
m (Tomado de la Investigación sobre el entendimiento humano, 1751.)

9} ¿Qué diferencia hay entré impresiones e ideas?


b) ¿De dónde provienen según Hume nuestras ideas?
$egtfn ésto* ¿tienen prioridad en el conocimiento ios sentidos o la razott?
d) ¿Es entonces Hume racionalista o empirista?
e) Diferencia entre ei filosofo y el hom bre vulgar*
f) ¿Podemos conocer cosas externas a nosotros o solamente conocemos
nuestras percepciones?
g) ¿Podemos entonces hablar dei mundo exterior, o hemos de dudar de que

h) ¿Qué dos tipos de investigaciones son legítimas para Hume?


i) Según lo anteriormente dicho, ¿podremos por ejemplo hablar sobre Dios?
J) ¿Quétipo de cfem;fas habría que eliminar según Hume?

3.3. La síntesis kantiana


Como hemos visto más arriba, Enmanuel Kant (1724-1804)
trató de explicar el conocimiento humano como una síntesis entre
la experiencia sensible y las formas a priori de nuestro entendimien-
to. De este modo admite la critica de Hume (todo conocimiento se
origina en la experiencia), pero mantiene la insistencia de Descartes
y Leibniz en la importancia de las ideas y formas "innatas" de
nuestra razón. De este modo, la filosofía de Kant constituye una
magistral síntesis de las dos corrientes subjetivistas más importan-
tes: el empirismo y el racionalismo.

No hay duda alguna de que todo conocimiento comienza con la experiencia. Pues, ¿por .
dónde iba a despertarse la facultad de conocer, para su ejercicio, como no fuera por medio de ob-
jetos que hieren nuestros sentidos y, o bien provocan por sí mismos representaciones o bien
ponen en movimiento nuestra capacidad intelectual para compararlos, enlazarlos o separarlos y
elaborar así, con la materia bruta de las impresiones sensibles, un conocimiento de los objetos
llamado experiencia? Cronológicamente, pues, ningún conocimiento precede en nosotros a la
experiencia y todo conocimiento comienza con ella.
Mas, si bien todo nuestro conocimiento comienza con la experiencia, no por eso origínase
todo él en\ la experiencia. Pues bien podría ser que nuestro conocimiento de experiencia fuera
compuesto de lo que recibimos por medio de impresiones y de lo que nuestra propia facultad de
conocer (con ocasión tan sólo de las impresiones sensibles) proporciona por sí misma, sin que
distingamos este añadido de aquella materia fundamental hasta que un largo ejercicio nos ha
hecho atentos a ello y hábiles en separar ambas cosas.
(Tomado de la Crítica de la razón pura, 1781.) <

96

También podría gustarte