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Maleficio
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Una lectura a la distancia nos permite revalorizar las producciones de la época,
leyendo la complejidad de las transiciones que ocurrían en cuanto a la producción y al
ascenso de la competencia de la televisión. Como consecuencia, a continuación se
ensaya una lectura de los archivos que permita comprender cómo afecta este contexto
a las distintas etapas de Maleficio y qué innovaciones inaugura para la posteridad.
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Ingeniero de Sonido: Ramón Arnal
Jefe de Producción: Ricardo Sanz
Distribuidoras: Artistas Argentinos Asociados (Argentina), Union Films (España)
y Oro Films (Mëxico)
Duración: 97 min.
35 mm
Blanco y Negro
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poseedor de una de las filmografías más extensas de la historia del cine español y
europeo de la posguerra. Su obra se compone principalmente de películas de
entretenimiento típicas de la época, aunque también tuvo una destacada
participación en la creación del género denominado "spaghetti western", que
aunque popularmente considerado un género menor, terminó produciendo algunas
obras de gran interés y calidad y sirvió de escuela de formación para muchos
actores y técnicos al permitirles trabajar junto a conocidos cineastas de otros
muchos países al tiempo que sirvió de trampolín para actores considerados de
segunda fila que gracias al "spaghetti western" vieron relanzadas sus carreras,
alcanzando las más altas cimas del cine mundial, cuyo caso más notable y
conocido es el de del actor norteamericano Clint Eastwood. Eduardo Manzanos
participó también en varias coproducciones, principalmente hispano italianas…”1.
En su extensa trayectoria como guionista y productor, no está citada Maleficio,
quizás por su mala recepción.
Como se mencionó anteriormente, 1954 es un año especial para el cine Argentino.
John King afirma que:
“…Perón organizó el primer programa estatal de apoyo al cine argentino,
patrocinando varias medidas para proteger la industria cinematográfica argentina,
que incluían el establecimiento de cuotas de pantalla y distribución sobre una base
porcentual para las películas argentinas, préstamos bancarios, etc. Las medidas
tuvieron poco efecto porque pronto Estados Unidos presionó al gobierno para que
incrementara las restricciones crediticias, los exhibidores pudieron evadir las
cuotas y el dinero para la producción fue otorgado a productores tradicionalistas.
Hubo unas cuantas excepciones incluyendo las destacadas películas de Torres
Ríos, Torre Nilsson, Hugo Fregonese y Hugo del Carril, pero en la mayoría de los
casos la calidad se redujo”2. Más allá de las relaciones entre el cine y el Estado
nacional, en 1948 se inaugura el primer Festival de Cine Argentino de Mar del
Plata con el estreno de Dios se lo pague (Luis César Amadori, 1947), película que
registra la mayor cantidad de entradas vendidas dentro y fuera del país hasta la
fecha, además de haber sido seleccionada para competir en la entrega de los
Premios Oscar. En 1954, el año de estreno de Maleficio, se convierte en Festival
de Cine Internacional, con la presencia de muchas estrellas del cine extranjero
como Mary Pickford, Errol Flynn, Jeanne Moreau, Joan Fontaine, Fernando Fernán
Gómez, Alberto Sordi y Gina Lollobrigida, entre otros. Todos fueron recibidos por el
1
http://leonfelipe.org.es/BiografiaEduardoManzanos.html. La itálica es nuestra.
2
King, John, El carrete mágico: Una historia del cine latinoamericano, Bogotá, TM Editores, 1993.
5
presidente Juan Domingo Perón, quien había viajado a bordo del recién
inaugurado tren El Marplatense.
Las fuentes consultadas en hemerotecas, coinciden en lo novedoso de la
coproducción tripartita. En agosto de 1953 la revista Sintonía menciona la novedad
de una reunión de tres directores de habla española para la “superproducción”
Maleficio. A su vez, Menciona que el episodio mexicano estaría a cargo del director
mexicano Luis Buñuel. Notamos en este sentido, mucha confusión en la
información que brindan los medios. O quizás una cuota de idealismo esperanzado
por parte de la producción, que esperaba cerrar el trato con Buñuel. En la revista
Radiolandia de los años 1953 y ’54 se menciona a Maleficio varias veces, con
datos básicos sobre una “producción internacional”.
Una publicación en inglés llamada The Mexican Film Bulletin3 realiza un racconto
sobre esta producción anunciando que se trata de una coproducción inusual al
estar configurada por tres episodios unidos por un hilo conductor narrativo, pero
que cada uno tiene su reparto y equipo. Agrega que la coproducción “tradicional”
consistiría en enviar una estrella (o dos) de un país a otro para hacer una película,
pero que quizás por ser esta una primera y (rara) colaboración entre tres países,
este formato ómnibus resultó más fácil y económico. Además se menciona que
Alberto Soifer produjo varias películas, incluyendo la coproducción argentino-
española La guitarra del Gardel, a fines de los años ‘40, también dirigida por León
Klimovsky. Esta publicación afirma que Tres citas con el destino fue la primera
coproducción oficial entre los tres mayores países hispanohablantes y que en
general habían sido muy infrecuentes antes de fines de la década del ’40, por
razones políticas, económicas y logísticas. Lo que sí había era sinergia en el
mundo del entretenimiento de habla española. Una mirada rápida al talento
involucrado en Tres citas con el destino lo ilustra: Fernando de Fuentes había ido a
España a filmar Jalisco canta en Sevilla en 1948, León Klimovsky dirigió películas
tanto en España como en Argentina, y Jorge Mistral, Amparo Rivelles y Narciso
Ibañez Menta habían tenido ya carrera actoral en dos o más de los países
involucrados en esta película.
El director argentino de esta coproducción, León Klimovsky acababa de estrenar
una superproducción que tuvo gran éxito: El conde de Montecristo con Jorge
Mistral y Laura Hidalgo producida por Argentina Sono Film. La película se termina
de hacer en diciembre de 1952. Seguidamente, Jorge Mistral, galán español, filma
Maleficio, la versión mexicana a cargo de Fuentes.
3
The Mexican Film Bulletin, Volumen 17, Número 5 ( Sept-Oct 2011).
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En 1952, Klimovsky dirigió una adaptación de “El túnel” de Sábato. Según Claudio
España, la mala recepción que tuvo la película se debió a que era una grieta de
síntomas de otras represiones, que crispaba muchas narraciones fílmicas de la
época. Poco tiempo después, Klimovsky se exilió a Madrid. “Debió acusar recibo
de que su lenguaje expresivo, en esta película y en otras escapaba de los cánones
de serenidad establecidos desde el poder… El hecho de anotarse entre los
intelectuales del cine argentino de fines de los años cuarenta y de los tempranos
cincuenta, un ser más bien raro dentro del difundido populismo cinematográfico, lo
mantuvo al margen de otras persecuciones más concretas”4. Poco antes había
tenido un problema con la dirigencia política cuando, al rodar Suburbio en 1950,
obra cinematográfica emblemática del peronismo –según Claudio España -sobre la
nobleza de ser pobre en una villa marginal, Klimovsky se había opuesto a que la
protagonista, Fanny Navarro, añadiera una secuencia onírica con pieles y joyas.
Por ese motivo, le pidieron a Klimovsky que abandonara el rodaje. Se retiró y un
asistente filmó la secuencia obligatoria. Estos antecedentes anticipan que, pese a
los archivos consultados que prometen una superproducción, la recepción de las
últimas producciones del director era muy crítica, como sucedió con Maleficio. De
todos modos, por falsa modestia, nacionalismo o verdad, la crítica catalogó en
general al episodio argentino como el más estable y prolijo de los tres.
Olga Zubarry era una gran protagonista de las revistas entre 1952 y 1954. En cada
número de Radiolandia, por ejemplo, siempre se hace mención a sus grandes
proyectos, a sus viajes, cuando no hay una entrevista extensa sobre su persona.
Se la trataba siempre con el apelativo “Olguita” porque era una estrella de muy
corta edad, y aparentemente, muy influenciada por su madre, siempre presente. Lo
mismo con Narciso Ibáñez Menta, un personaje muy atractivo para la época,
también por su relación con Laura Hidalgo. Sus viajes, reencuentros, el fantasma
del hijo de un matrimonio anterior, aparte de sus películas, eran la comidilla de las
revistas por esos años.
En una entrevista concedida por Olga Zubarry en enero del ’53 a Radiolandia, el
periodista la interroga sobre una producción con México y España. Ella responde:
“Ya se habló de eso el año pasado, es decir, hace pocos meses. No hay nada
concreto al respecto, al menos hasta este momento”. Dos números después, con
Malvina Pastorino en la tapa del número de Radiolandia, aparece, en
“Informaciones del cine nacional” el titular: “León Klimovsky filma con gran elenco”
4
España, Claudio. Emergencia y tensiones en el cine argentino. En Nuevo Texto crítico. Stanford
University, 1998
7
una película que será presentada por Asociados. La película se estaba filmando en
las galerías Libertador, en Liniers. Luego aclara que los otros dos episodios se
filmarán en escenarios naturales en México y España, donde sus figuras
principales serán Pedro Armendáriz y Antonio Vilar. Una vez más, se observa que
la información que circulaba no era del todo clara. Tres páginas después, se
confirma la producción en la sección “Dicen que dicen”. “Olguita” Zubarry debe
cancelar un viaje que tenía planeado a Europa, pero la llamaron simultáneamente
para filmar dos películas. Maleficio, con Narciso Ibañez Menta y Mercado Negro
con galán a designarse.
Lo notable es que en febrero del ‘53, también le cortan los planes a Nathán Pinzón,
quién regresaba a Buenos Aires (estaba veraneando en las costas bonaerenses,
más precisamente Miramar) para hacerse cargo del papel que le han asignado a
última hora en la producción que se estaba desarrollando en los estudios de
Liniers.
Entendemos que, si bien el proyecto de la película se estaba pensando hacía
tiempo atrás, la realización del proyecto se realizó de improviso. Seguramente esto
tenga que ver con los dineros que llegaran para la financiación de la película, las
dificultades que pudieron hallarse por tener que aunar esfuerzos entre tres países,
y la organización de una superproducción que pudiera competir con el cine de
Estados Unidos. En octubre de 1953 se anuncia el estreno en Buenos Aires para
el mes siguiente de Maleficio que, como se mencionó, recién se estrenó en julio
del ’54.
En 1952 Ibáñez Menta interpretó La bestia debe morir y fue guionista con el
director Román Viñoly Barreto, adaptando la novela de Nicholas Blake. Por ese
trabajo recibieron el premio como mejor adaptación por la Asociación de Cronistas
Cinematográficos Argentinos. Allí también actuó Nathan Pinzón. El Diario Crítica,
en una nota del 29 de Mayo de 1952 destacó la actuación de Narciso Ibáñez
Menta: “La influencia personal en el tono total de la película es fácil de advertir,
realiza una de sus creaciones más sobrias para la pantalla en un personaje de
conmovida sinceridad”. Narciso, por su parte, dijo: “Esta película que produje no
me la dejaron pasar (a España), estaba la censura y como el protagonista se
suicida no estaba bien visto”.A esta obra le siguieron: Fin de mes (1953) de
Enrique Cahen Salaberry como un empleado bancario endeudado, y Tres citas con
el destino/Maleficio. “El excelente episodio argentino fue filmado por León
Klimovsky, director argentino vital en la ola de cine de terror español de los '70 y
que luego dirigiría a Narciso en tres películas más en la madre patria.”
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Una de las deudas que tenía Narciso en su carrera europea era la de vincularse
con el cine español. Su primera película la filmó en 1967 bajo las órdenes de
Armando Osorio (luego muy exitoso con los filmes de terror de los templarios como
La noche del terror ciego, de 1972) en un drama titulado Pasto de Fieras. Un
tiempo después tuvo una pequeña labor en un “spaghetti western” de 1969,
llamado Dos veces Judas con dirección de Nando Cicero y con la actuación de
Klaus Kinsky. Dijo de Klimovsky: “Algún día se sabrá lo buen director que era y
todo lo que sabía de cine, más que nadie en la Argentina” Bajo la dirección de
Klimovsky actúo en una oscura película llamada La saga de los Drácula. Klimovsky
rodó ese film con una asombrosa velocidad y esto incidió en el frustrado resultado
final. Otra película que hicieron juntos fue Odio mi cuerpo de 1974, donde
representó a un alocado cirujano, que fugado de un campo de concentración
injerta el cerebro de un hombre muerto en un accidente de auto al de una bella
mujer con un tumor en su cabeza. En Tres días de Noviembre de 1976, el binomio
Klimovsky-Menta hizo su último trabajo en cine. Aquí de nuevo interpretó a un
médico que utiliza horrendos métodos con sus pacientes.5 Sosteniendo la hipótesis
de que Maleficio se plantea en un período de transición, se observa que se
confirma también en el caso de Ibáñez Menta quien ya en los años ’60 se
adentraría en el género de terror que lo perpetúa hasta nuestros días.
Estrenos
5
Leandro D'Ambrossio/Gillespie, El artesano del miedo. Narciso Ibañez Menta..
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Recepción crítica
La critica en nuestro país fue muy dura con la película, sobre todo con los
episodios extranjeros y con la falta de relación entre cada uno de ellos. Lo cierto es
que el film es una rareza por ser una coproducción que muestra la independencia
de cada uno de los episodios. Lo excusa de la unión es la joya maléfica que, sin
embargo, en nuestro episodio queda un poco olvidada porque, de alguna manera,
se introduce la trama con Ibáñez Menta duplicado y Olga Zubarry. En una fuente
electrónica (Depeliculas.com) se menciona que en España la película contó con
8.150 espectadores y con una recaudación total de 904.08 Euros6. Luego, el 11 de
agosto de 1954, el Heraldo Cinematografista menciona la recaudación total de la
película en Argentina en sus cuatro semanas de exhibición, en un total de $81.300,
lo que equivale a 27.560 espectadores. Parece un número bajo comparado con
otras películas a su cuarta semana de estreno (El abuelo $281.900, El mundo en
sus brazos $218.000) La película no vuelve a aparecer en el ranking, por lo que
entendemos que se levantó en esa cuarta semana.
6
http://s325117538.mialojamiento.es/pelicula/tres-citas-con-el-destino
7
Agustín Sánchez Vidal, El cine de Florián Rey, Zaragoza, Caja de Ahorros de la Inmaculada de Aragón,
1991.
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Conclusión
Para concluir, el interrogante sigue siendo qué pasó entre la tan esperada
superproducción y la pésima recepción. Para responderlo, no podemos ni debemos
dejar de lado un contexto histórico álgido. Maleficio intenta, incluyendo y remarcando
que se trata de una coproducción en su diégesis y a través de intertítulos, de salvar las
distancias entre el cine de Hollywood y el resto del mundo. Por ese entonces, los
estrenos más taquilleros eran todos norteamericanos: no nos olvidemos que era la
denominada época de oro de Hollywood. En este sentido, el film intenta acortar las
distancias e introducir una historia que puede enmarcarse dentro de un policial con
intriga que pretende devolver el interés por los públicos de los tres países a sus
cinematografías nacionales. Este período de transición que no alcanza a decantar,
incluye la aparición de la televisión como competencia y políticas estatales
particulares. Como se pudo observar en las fuentes consultadas, la crítica espera que
la pelicula cumpla expectativas muy altas cuando, en realidad, toda su producción fue
un arrebato. Confusiones en cuanto a actores, directores y fechas de filmación nos
dan una idea de la complejidad del proceso de filmación pero no debemos olvidar que
se trató de la primera coproducción entre los tres países. La iniciativa se Soifer ancló
una mirada distinta y problemática acerca de las coproducciones de habla hispana.
8
Paz, Octavio, El laberinto de la soledad, México, Ediciones Cuadernos Americanos, 1993. Cap.
IV: “Los hijos de la malinche”. P. 62-63
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Bibliografía
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Candilejas (En MC ejemplar del año 1954)
Diplomacia (En MC ejemplar del año 1954)
Fuentes electrónicas
http://s325117538.mialojamiento.es/pelicula/tres-citas-con-el-destino
http://leonfelipe.org.es/BiografiaEduardoManzanos.html.
Entrevista a Clara Kriger en:
http://edant.clarin.com/suplementos/zona/2009/07/19/z-01961320.htm
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