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El presente material está concebido como elemento de apoyo a los otros materiales que se manejan en las
Fraternidades.
Queremos hacer mayor fuerza en la lectura de los documentos que son citados en la Regla y de no fácil acceso a la
mayoría de hermanos y hermanas.
Metodología propuesta
En un primer momento buscar una oración que centre el número concreto que vamos a estudiar. No se olviden que
el Espíritu de Oración era lo que san Francisco buscaba proteger a cualquier precio. Este no viene por recitar
fórmulas oracionales.
Después, leer el artículo de la Regla junto con los de las Constituciones, pausadamente. Tiempo de Reflexión.
Luego leer y repasar los otros documentos de apoyo que se citan.
Finalmente se puede pasar a las lecciones en forma de preguntas (se pueden cambiar), lo importante es ir
desvelando el fondo que tiene ese número concreto que estamos estudiando.
Las respuestas aquí expuestas no son las únicas ni las mejores. La Regla no es un tratado científico que busque
verdades y seguridades. Simplemente es el instrumento que nos ayuda a realizar un boceto con el que podamos dar
unos pasitos en nuestra vida. Nuestro objetivo es doble y dinámico: Pasar de la vida al Evangelio y del Evangelio a
la vida.
La Regla OFS es una regla de vida. Es el instrumento privilegiado (con el reconocimiento de Iglesia, en su Santa
Sede y de tantos santos y santas franciscanas) que nos ayuda a encontrar la manera de vivir franciscanamente el
Evangelio de Cristo.
Junto con éso, es nuestro espejo en el que comparamos -contrastamos- nuestra vida real e introducimos las
correcciones necesarias, en íntima comunión con el Espíritu Santo y con el discernimiento fraterno.
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LECCIÓN 1ª
LA FAMILIA FRANCISCANA
REGLA
R1
Entre las familias espirituales, suscitadas por el Espíritu Santo en la Iglesia (LG,43, la familia Franciscana
comprende a todos aquellos miembros del Pueblo de Dios, seglares, religiosos y sacerdotes, que se sienten
llamados al seguimiento de Cristo, tras las huellas de San Francisco de Asís.
En maneras y formas diversas, pero en recíproca comunión vital, todos ellos se proponen hacer presente el carisma
del común Seráfico Padre, en la vida y en la misión de la Iglesia (AA 4,m).
CONSTITUCIONES
CC.GG. Art. 1
1. Todos los fieles están llamados a la santidad y tienen derecho a seguir, en comunión con la Iglesia, un
camino espiritual propio (Cfr. c. 210; Lumen Gentium, 40. )
2. En la Iglesia existen muchas familias espirituales, con diversidad de carismas. Entre éstas se encuentra la
Familia Franciscana que, en sus diversas ramas, reconoce como padre, inspirador y modelo a San Francisco
de Asís.
3. Dentro de la Familia Franciscana, desde sus inicios, ocupa un lugar peculiar la Orden Franciscana Seglar
[1]. Esta está integrada por la unión orgánica de todas las Fraternidades católicas, cuyos miembros, movidos
por el Espíritu Santo, se comprometen con la Profesión a vivir el Evangelio a la manera de San Francisco,
en su estado seglar, observando la Regla aprobada por la Iglesia (Después de las Reglas aprobadas por el
Papa Nicolás IV, en el año 1289, y por el Papa León Xlll, en el 1883, la Regla actual ha sido aprobada por
el Papa Pablo VI el 24 de junio de 1978.).
[1] (Denominada también "Fraternidad Franciscana Seglar" o "Tercera Orden Franciscana" (TOF). Cfr. Regla, 2, nota 5: El canon 303 del
CIC (Codicem Iuris Canonici)define a las Terceras Ordenes: Consociationes, quarum sodales, in saeculo spiritum alicuius instituti
religiosi participantes, sub altiore eiusdem instituti moderamine, vitam apostolicam ducunt et ad perfectionem christianam contendunt,
tertii ordines dicuntur aliove congruenti nomine vocantur. "Se llaman órdenes terceras o con otro nombre parecido, aquellas asociaciones
cuyos miembros, viviendo en el mundo y participando del espíritu de un instituto religioso, se dedican al apostolado y buscan la
perfección cristiana bajo la alta dirección de ese instituto". ). Nota de las CC.GG
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA
La autoridad de la Iglesia, bajo la guía del Espíritu Santo, se preocupó de interpretar esos consejos, de regular su
práctica y de determinar también las formas estables de vivirlos. De ahí ha resultado que han ido creciendo, a la
manera de un árbol que se ramifica espléndido y pujante en el campo del Señor a partir de una semilla puesta por
Dios, formas diversísimas de vida monacal y cenobítica (vida solitaria y vida en común) en gran variedad de
familias que se desarrollan, ya para ventaja de sus propios miembros, ya para el bien de todo el Cuerpo de Cristo.
Y es que esas familias ofrecen a sus miembros todas las condiciones para una mayor estabilidad en su modo
de vida, una doctrina experimentada para conseguir la perfección, una comunidad fraterna en la milicia de Cristo y
una libertad mejorada por la obediencia, en modo de poder guardar fielmente y cumplir con seguridad su profesión
religiosa, avanzando en la vida de la caridad con espíritu gozoso.
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Un estado, así, en la divina y jerárquica constitución de la Iglesia, no es un estado intermedio entre la
condición del clero y la condición seglar, sino que de ésta y de aquélla se sienten llamados por Dios algunos fieles
al goce de un don particular en la vida de la Iglesia para contribuir, cada uno a su modo, en la misión salvífica de
ésta. LUMEN GENTIUM, 43
APOSTOLICAM ACTUOSITATEM, 4. Siendo Cristo, enviado por el Padre, fuente y origen de todo el apostolado
de la Iglesia, es evidente que la fecundidad del apostolado seglar depende de su unión vital con Cristo, porque dice
el Señor: "El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque sin mí nada podéis hacer" (Jn. 15,4-5).
Esta vida de unión íntima con Cristo en la Iglesia se nutre de auxilios espirituales, que son comunes a todos los
fieles, sobre todo por la participación activa en la Sagrada Liturgia, de tal forma los han de utilizar los fieles que,
mientras cumplen debidamente las obligaciones del mundo en las circunstancias ordinarias de la vida, no separen
la unión con Cristo de las actividades de su vida, sino que han de crecer en ella cumpliendo su deber según la
voluntad de Dios.
Es preciso que los seglares avancen en la santidad decididos y animosos por este camino, esforzándose en
superar las dificultades con prudencia y paciencia. Nada en su vida debe ser ajeno a la orientación espiritual, ni las
preocupaciones familiares, ni otros negocios temporales, según las palabras del Apóstol: "Todo cuanto hacéis de
palabra o de obra, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por El" (Col., 3,17).
Pero una vida así exige un ejercicio continuo de fe, esperanza y caridad.
Solamente con la luz de la fe y la meditación de su palabra divina puede uno conocer siempre y en todo
lugar a Dios, "en quien vivimos, nos movemos y existimos" (Act., 17,28), buscar su voluntad en todos los
acontecimientos, contemplar a Cristo en todos los hombres, sean deudos o extraños, y juzgar rectamente sobre el
sentido y el valor de las cosas materiales en sí mismas y en consideración al fin del hombre.
Los que poseen esta fe viven en la esperanza de la revelación de los hijos de Dios, acordándose de la cruz y
de la resurrección del Señor.
Escondidos con Cristo en Dios, durante la peregrinación de esta vida, y libres de la servidumbre de las
riquezas, mientras se dirigen a los bienes imperecederos, se entregan gustosamente y por entero a la expansión del
reino de Dios y a informar y perfeccionar el orden de las cosas temporales con el espíritu cristiano. En medio de las
adversidades de este vida hallan la fortaleza de la esperanza, pensando que "los padecimientos del tiempo presente
no son nada en comparación con la gloria que ha de manifestarse en nosotros" (Rom., 8,18).
Impulsados por la caridad que procede de Dios hacen el bien a todos, pero especialmente a los hermanos en
la fe (Cf. Gál., 6,10), despojándose "de toda maldad y de todo engaño, de hipocresías, envidias y maledicencias" (1
Pe., 2,1), atrayendo de esta forma los hombres a Cristo. Mas la caridad de Dios que "se ha derramado en nuestros
corazones por virtud del Espíritu Santo, que nos ha sido dado" (Rom., 5,5) hace a los seglares capaces de expresar
realmente en su vida el espíritu de las Bienaventuranzas. Siguiendo a Cristo pobre, ni se abaten por la escasez ni se
ensoberbece por la abundancia de los bienes temporales; imitando a Cristo humilde, no ambicionan la gloria vana
(Cf. Gál., 5,26) sino que procuran agradar a Dios antes que a los hombres, preparados siempre a dejarlo todo por
cristo (Cf. Lc., 14,26), a padecer persecución por la justicia (Cf. M., 5,10), recordando las palabras del Señor: "Si
alguien quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame" (Mt., 16,24). Cultivando entre sí la
amistad cristiana, se ayudan mutuamente en cualquier necesidad.
La espiritualidad de los laicos debe tomar su nota característica del estado de matrimonio y de familia, de
soltería o de viudez, de la condición de enfermedad, de la actividad profesional y social. No descuiden, pues, el
cultivo asiduo de las cualidades y dotes convenientes para ello que se les ha dado y el uso de los propios dones
recibidos del Espíritu Santo.
Además, los laicos que, siguiendo su vocación, se han inscrito en alguna de las asociaciones o institutos
aprobados por la Iglesia, han de esforzarse al mismo tiempo en asimilar fielmente la característica peculiar de la
vida espiritual que les es propia. Aprecien también como es debido la pericia profesional, el sentimiento familiar y
cívico y esas virtudes que exigen las costumbres sociales, como la honradez, el espíritu de justicia, la sinceridad, la
delicadeza, la fortaleza de alma, sin las que no puede darse verdadera vida cristiana.
El modelo perfecto de esa vida espiritual y apostólica es la Santísima Virgen María, Reina de los Apóstoles,
la cual, mientras llevaba en este mundo una vida igual que la de los demás, llena de preocupaciones familiares y de
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trabajos, estaba constantemente unida con su Hijo, cooperó de un modo singularísimo a la obra del Salvador; más
ahora, asunta el cielo, "cuida con amor maternal de los hermanos de su Hijo, que peregrinan todavía y se debaten
entre peligros y angustias, hasta que sean conducidos a la patria feliz". Hónrenla todos devotísimamente y
encomienden su vida y apostolado a su solicitud de Madre.
LUMEN GENTIUM
40. Nuestro Señor Jesucristo predicó la santidad de vida, de la que El es Maestro y Modelo, a todos y cada uno de
sus discípulos, de cualquier condición que fuesen. "Sed, pues, vosotros perfectos como vuestro Padre Celestial es
perfecto" (Mt., 5, 48).
Envió a todos el Espíritu Santo, que los moviera interiormente, para que amen a Dios con todo el corazón,
con toda el alma, con toda la mente y con todas las fuerzas (cf. Mc., 12,30), y para que se amen unos a otros como
Cristo nos amó (cf. Jn., 13,34; 15,12).
Los seguidores de Cristo, llamados por Dios, no en virtud de sus propios méritos, sino por designio y gracia
de El, y justificados en Cristo Nuestro Señor, en la fe del bautismo han sido hechos hijos de Dios y partícipes de la
divina naturaleza, y por lo mismo santos; conviene, por consiguiente, que esa santidad que recibieron sepan
conservarla y perfeccionarla en su vida, con la ayuda de Dios.
Les amonesta el Apóstol a que vivan "como conviene a los santos" (Ef., 5,3, y que "como elegidos de Dios,
santos y amados, se revistan de entrañas de misericordia, benignidad, humildad, modestia, paciencia" (Col., 3,12) y
produzcan los frutos del Espíritu para santificación (cf. Gal., 5,22; Rom., 6,22).
Pero como todos tropezamos en muchas cosas (cf. Sant., 3,2), tenemos continua necesidad de la
misericordia de Dios y hemos de orar todos los días: "Perdónanos nuestras deudas" (Mt., 6, 12).
Fluye de ahí la clara consecuencia que todos los fieles, de cualquier estado o condición, son llamados a la
plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad, que es una forma de santidad que promueve, aun en la
sociedad terrena, un nivel de vida más humano.
Para alcanzar esa perfección, los fieles, según la diversas medida de los dones recibidos de Cristo,
siguiendo sus huellas y amoldándose a su imagen, obedeciendo en todo a la voluntad del Padre, deberán esforzarse
para entregarse totalmente a la gloria de Dios y al servicio del prójimo. Así la santidad del Pueblo de Dios
producirá frutos abundantes, como brillantemente lo demuestra en la historia de la Iglesia la vida de tantos santos.
Dice san Francisco: “. Y dondequiera que estén y se encuentren unos con otros los hermanos, condúzcanse
mutuamente con familiaridad entre sí. Y exponga confiadamente el uno al otro su necesidad, porque si la madre
nutre y quiere a su hijo carnal (cf. 1Tes 2,7), ¿cuánto más amorosamente debe cada uno querer y nutrir a su
hermano espiritual?” 2R 6
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DESARROLLO
Son los diferentes Institutos, Congregaciones y Órdenes religiosas que Dios, a través del Espíritu Santo
(Lumen Gentium 40) promueve en la Iglesia como respuesta a las necesidades que se van presentando en la
Historia y la completan con su actividad y su vida. Los miembros, intentan vivir profundizando en el carisma
que comenzó su fundador.
Estos carismas son confiables ya que “La autoridad de la Iglesia, bajo la guía del Espíritu Santo, se
preocupó de interpretar esos consejos, de regular su práctica y de determinar también las formas estables de
vivirlos. De ahí ha resultado que han ido creciendo, a la manera de un árbol que se ramifica espléndido y
pujante en el campo del Señor a partir de una semilla puesta por Dios” (LG 41)
Lo que entendemos por “carisma”: es el conjunto de dones permanentes o transitorios, que el Espíritu Santo
concede a una persona para la propia santificación y, sobre todo, para la construcción de la Iglesia, según la
capacidad de la persona y de las necesidades de la comunidad.
Francisco vio asi su carisma. “Hermanos míos, hermanos míos: Dios me ha llamado por el camino de
sencillez y de humildad y me ha manifestado que éste es el verdadero camino para mí y para cuantos quieren
creer en mi palabra e imitarme. Por eso, no quiero que me mentéis regla alguna, ni de San Benito, ni de San
Agustín, ni de San Bernardo, ni otro camino o forma de vida fuera de aquella que el Señor
misericordiosamente me mostró y me dio.” E.P.68 Es el conjunto de gracias, virtudes y espíritu que vivió san
Francisco durante su vida en el servicio de la Iglesia.
3. ¿Qué decir cuando nos dicen que con la participación en los grupos de la parroquia ya basta?
Ser miembro de la Orden Franciscana Seglar no es lo mismo que participar de un grupo en la parroquia,
porque un grupo parroquial sigue un aspecto: La Virgen, oración, catequesis, carismáticos… Mientras que en la
OFS buscamos una forma de vivir a la que somos llamados por la Gracia de Dios y que alcanza todos esos
otros aspectos. La OFS tiene ochocientos (800) años. La mayoría de los grupos desaparecen con la muerte de
su animador principal, algunos duran algo más.
La OFS tiene una vocación para hombres y mujeres maduros y adultos, que se comprometen totalmente.
El Código de Derecho Canónico dice: “ Los fieles tienen la facultad de fundar y dirigir libremente
asociaciones para fines de caridad o piedad o para fomentar la vocación cristiana en el mundo;
y también a reunirse para conseguir en común esos mismos fines” C215
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LECCIÓN 2ª
REGLA
R 2.En el seno de dicha familia, tiene un puesto peculiar la Orden Franciscana Seglar, la cual se configura como
una unión orgánica de todas las fraternidades católicas, esparcidas por el mundo entero y abiertas a todo grupo de
fieles, en las cuales los hermanos y las hermanas, impulsados por el Espíritu, a alcanzar la perfección de la caridad
en su estado seglar, se comprometen con la profesión a vivir el Evangelio a la manera de San Francisco, con la
ayuda de la presente Regla, confirmada por la Iglesia (Can. 207, 2).
CONSTITUCIONES
CC.GG.1,3. Dentro de la Familia Franciscana, desde sus inicios, ocupa un lugar peculiar la Orden Franciscana
Seglar [1]. Esta está integrada por la unión orgánica de todas las Fraternidades católicas, cuyos miembros,
movidos por el Espíritu Santo, se comprometen con la Profesión a vivir el Evangelio a la manera de San Francisco,
en su estado seglar, observando la Regla aprobada por la Iglesia (Después de las Reglas aprobadas por el Papa
Nicolás IV, en el año 1289, y por el Papa León XIII, en el 1883, la Regla actual ha sido aprobada por el Papa Pablo
VI el 24 de junio de 1978.).
CC.GG. 39,2 Las condiciones para la admisión son: profesar la fe católica, vivir en comunión con la Iglesia, tener
una buena conducta moral, mostrar signos claros de vocación (Cfr. c. 316) .
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA
C207 Hay fieles que, por la profesión de los consejos evangélicos mediante votos u otros vínculos sagrados,
reconocidos y sancionados por la Iglesia, se consagran a Dios según la manera peculiar que les es propia y
contribuyen a la misión salvífica de la Iglesia; su estado, aunque no afecta a la estructura jerárquica de la Iglesia,
pertenece, sin embargo, a la vida y santidad de la misma. (CODIGO DEL DERECHO CANÓNICO)
C309 Las asociaciones legítimamente establecidas tienen potestad conforme a la norma del derecho y de los
estatutos, de dar normas peculiares que se refieran a la asociación, de celebrar reuniones y de designar a los
presidentes, oficiales, dependientes, y a los administradores de los bienes
C314 Los estatutos de toda asociación pública, así como su revisión o cambio, necesitan la aprobación de la
autoridad eclesiástica a quien compete su erección, conforme a la norma del c. 312 § 1.
C312 § 1. Es autoridad competente para erigir asociaciones públicas: 1) la Santa Sede, para las asociaciones
universales e internacionales; 2) la Conferencia Episcopal dentro de su territorio, para las asociaciones nacionales
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es decir, que por la misma erección miran a ejercer su actividad en toda la nación; 3) el Obispo diocesano, dentro
de su propio territorio, pero no el Administrador diocesano, para las asociaciones diocesanas; se exceptúan, sin
embargo, aquellas asociaciones cuyo derecho de erección está reservado a otras personas. § 2. Para la elección
válida de una asociación o de una sección de la misma en una diócesis, se requiere el consentimiento del Obispo
diocesano, dado por escrito aun en el caso de que esa erección se haga por privilegio apostólico; sin embargo, el
consentimiento escrito del Obispo diocesano para erigir una casa de un instituto religioso vale también para erigir,
en la misma casa o en la iglesia aneja, una asociación que sea propia de ese instituto.
R20. La Orden Franciscana Seglar se divide en Fraternidades, de diversos niveles o grados: local, regional,
nacional e internacional. Cada una de estas Fraternidades tiene su propia personalidad moral en la Iglesia (Can.
309). Las Fraternidades se coordinan y unen entre sí, de acuerdo con lo que se establece en esta Regla y en las
Constituciones.
DESARROLLO
2. ¿Qué podemos entender que significa orden para nosotros según la Regla (R2)?
La definición de orden es, según la Regla: “una unión orgánica (no puede haber fraternidades
aisladas, como no se puede vivir la fe para uno mismo, privadamente) de todas las fraternidades católicas,
esparcidas por el mundo entero y abiertas a todo grupo de fieles”. En el aspecto legal significa que es una
organización eclesial, con normas establecidas y aprobadas por la Iglesia. En el aspecto social significa que
cada fraternidad forma parte del conjunto de fraternidades. Este conjunto no es una simple suma de
fraternidades, sino que se convierte, por la fuerza del Espíritu Santo, en una Fraternidad de orden superior.
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4. ¿Qué entendemos por “vivir el Evangelio”?
Vivir el Evangelio significa que, entregados a la práctica de la caridad cristiana, buscamos ser
iluminados por el Evangelio y nos esforzamos cada día en hacerla más perfecta (más parecida a la de
Jesucristo)
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LECCIÓN 3ª
REGLA
R. 3. Esta Regla, después del "Memoriale propositi" (1221) y de las Reglas aprobadas por los Sumos Pontífices
Nicolás IV y León XII, adapta la Orden Franciscana Seglar a las exigencias y a las esperanzas de la santa Iglesia, en
las nuevas condiciones de los tiempos. Su interpretación corresponde a la Santa Sede, más la aplicación será hecha
por las Constituciones Generales y por los Estatutos particulares.
CONSTITUCIONES
Art. 4
1. La OFS se rige por el derecho universal de la Iglesia y por el propio: Regla, Constituciones, Ritual y
Estatutos particulares.
2. La interpretación práctica de las Constituciones, con el fin de armonizar su aplicación en las diversas
áreas y en los varios niveles de la Orden, corresponde al Capitulo general de la OFS.
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA
MEMORIALE PROPOSITI [2]
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- Pagarán fielmente los diezmos.
- No llevarán armas ni las tomarán contra nadie.
- Se abstendrán de juramentos solemnes, excepto en los casos que lo exija la paz, la fe, la calumnia o
el testimonio y evitarán también los juramentos privados.
- Cada cual debe cuidar que su familia viva cristianamente.
- Una vez al mes deben oír misa en común todos los de una misma población y, si es posible, un
religioso les hará una plática; en esa reunión cada cual entregará su cuota mensual, y el producto se
distribuirá entre los hermanos indigentes y enfermos y entre los pobres del lugar.
- El ministro, debe visitar, por lo menos una vez a la semana, por sí o por otro, a los hermanos que se
hallen enfermos; todos están obligados a asistir a los funerales de los hermanos difuntos y a
aplicarles ciertos sufragios.
- Están obligados a hacer testamento dentro de los tres meses que siguen a la profesión.
- A fin de evitar discordias, los pleitos se resolverán dentro de la fraternidad.
- Los ministros de cada localidad han de denunciar al visitador las faltas públicas de los hermanos,
para proceder a su corrección o expulsión, si fuera necesario.
- Todos se confesarán una vez al mes con algún sacerdote.
[1] Texto tomado de G.G. MEERSSEMAN, Seraphicae legislaciones textus originales. Citado por Lázaro Iriarte en
HISTORIA FRANCISCANA. Edit. Asis. Valencia.1979
[2] Propositum: Compromiso comunitario. El Memoriale propositi sería el machete de los primeros franciscanos
seglares.
LP 102. Por eso, el bienaventurado Francisco, advertido por el Espíritu Santo, se expresó así delante de algunos
hermanos: "Los ministros, ¿piensan burlarse de Dios y de mí? Pues bien, a fin de que todos los hermanos sepan y
queden advertidos de que están obligados a observar la perfección del santo Evangelio, quiero que se escriba al
principio y al fin de la Regla: Los hermanos están obligados a observar el santo Evangelio de nuestro Señor
Jesucristo.
Y para que los hermanos nunca tengan excusa ante Dios, quiero mostrarles con las obras y observar siempre,
con la ayuda del Señor, las prescripciones que El ha puesto en mi boca, como ya les dije y ahora les anuncio, para
salud y bien de mi alma y de mis hermanos". Efectivamente, él observó a la letra el santo Evangelio desde el día en
que empezó a tener hermanos hasta la hora de su muerte.
EP. 76. El bienaventurado Francisco, perfecto celador de la observancia del santo Evangelio, vigilaba
ardentísimamente por la común profesión de nuestra Regla, que no es sino la observancia perfecta del Evangelio. A
los que son y serán verdaderos celantes de la misma, los bendijo con bendición especial. Decía que esta profesión
nuestra es para sus imitadores libro de la vida, esperanza de salvación, arra de la gloria, medula del Evangelio,
camino de la cruz, estado de perfección, llave del paraíso y pacto de eterna alianza. Quería que todos los hermanos la
tuvieran y que todos la supieran; quería también que los hermanos en los coloquios, para quitar el tedio, hablasen de
ella con frecuencia y que, para recordar el juramento emitido, reflexionaran acerca de ella muchas veces. en su
interior.
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Enseñó también que debían llevarla siempre ante los ojos, como aviso y despertador de la vida que tenían que
llevar y de la observancia regular a que estaban obligados; y lo que es más todavía, quiso y enseñó que los hermanos
debían morir con ella.
EP. 81. Y al momento escuchó que el Señor le decía: "Dime, simple e ignorante hombrecillo, ¿por qué te afliges
tanto cuando algún hermano sale de la Religión o cuando sabes que los hermanos no andan por el camino que yo te
mostré? Dime también: ¿quién ha plantado esta Religión de hermanos? ¿Quién hace que el hombre se convierta a
penitencia? ¿Quién da la fortaleza de perseverar en ella? ¿No soy yo? No te elegí por ser hombre dotado de ciencia y
de elocuencia para que estés al frente de esta mi familia, pues quiero que ni tú ni los que han de ser verdaderos
hermanos y sinceros observantes de la Regla que yo te di vayáis por el camino de la ciencia y de la elocuencia. Te
elegí a ti, simple e ignorante, para que sepáis tú y tus hermanos que velaré por mi grey; te he puesto a ti como enseña
de ellos para que las obras que yo obro en ti, ellos las imiten de ti.
DESARROLLO
2. ¿Por qué está colocada la Exhortación a los hermanos y hermanas de la penitencia (Carta a
Todos los Fieles) antes de la Regla?
Aunque los estudiosos no se ponen de acuerdo sobre los puntos concretos, todos coinciden en que
apareció en el mismo año que el Memoriale y que podía ser lo más parecido a una Regla que Francisco dejó
para los que quisieran seguirle en el mundo secular. (Francisco se resistía a hacer una regla porque para él la
regla era el mismo Evangelio)
La manera por la que se aplica es con las CONSTITUCIONES GENERALES (CC.GG.) y los
ESTATUTOS GENERALES y particulares
7. ¿Quién decide, cuando no nos ponemos de acuerdo en lo que significa un aspecto determinado de
la Regla?
En un primer momento son los Consejos de nivel superior, con la conveniente y
documentada asesoría, tanto de los Asistentes como de otros religiosos con ciencia y experiencia.
La interpretación última corresponde a la Santa Sede, en caso de que hubiera disputa. No es
verdad que nos podemos poner de acuerdo con una votación. Tampoco podemos poner a votación
algo de la Regla, porque no nos guste.
La OFS es una Orden y no un relajo de “partiditos”.
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LECCIÓN 4ª
REGLA 4
La Regla y la vida de los franciscanos seglares es ésta: guardar el santo Evangelio de nuestro Señor
Jesucristo siguiendo el ejemplo de San Francisco de Asís, que hizo de Cristo el inspirador y centro de su
vida con Dios y con los hombres (1Cel. 18,115).
Cristo don del amor del Padre, es el Camino hacia El, es la Verdad en la cual nos introduce el Espíritu
Santo, es la Vida que El ha venido a traer abundantemente (Jn 3,16; 14,6)
Los Franciscanos seglares dedíquense asiduamente a la lectura del Evangelio, y pasen del Evangelio a la
vida y de la vida al Evangelio (AA 30,h).
CONSTITUCIONES
Art. 8
1. Los franciscanos seglares se comprometen con la Profesión a vivir el Evangelio según la espiritualidad
franciscana, en su condición seglar.
2. Intentan profundizar, a la luz de la fe, los valores y las opciones de la vida evangélica según la Regla de
la OFS: (Regla 7)
- en un camino continuamente renovado de conversión y de formación; (Regla 4)
- atentos a las interpelaciones que llegan de la sociedad y de la realidad eclesial, "pasando del
Evangelio a la vida y de la vida al Evangelio";
- en la dimensión personal y comunitaria de este itinerario.
Art. 44
1. Iniciada en las etapas precedentes, la formación de los hermanos se realiza de modo permanente y
continuo. Es una ayuda para la conversión de todos y cada uno (Cfr. Constituciones, 8; I Celano, 103) y
para el cumplimiento de la propia misión en la Iglesia y en la sociedad.
2. La Fraternidad tiene el deber de dedicar especial atención a la formación de los neoprofesos y de los
profesos temporales, para ayudarles a madurar su vocación y arraigar el sentido de pertenencia.
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DOCUMENTOS DE LA IGLESIA
1Cel. 18. La primera obra que emprendió el bienaventurado Francisco al sentirse libre de la mano de su
padre carnal fue la construcción de una casa al Señor; pero no pretende edificar una nueva; repara la
antigua, remoza la vieja. No arranca el cimiento sino que edifica sobre él, dejando siempre, sin advertirlo,
tal prerrogativa para Cristo: Nadie puede poner otro fundamento sino el que está puesto, que es Jesucristo.
Como hubiese retornado al lugar donde, según se ha dicho, fue construida antiguamente la iglesia de San
Damián, la restauró con sumo interés en poco tiempo, ayudado de la gracia del Altísimo.
1Cel. 103. Alejaba de sí con la mayor decisión los estorbos de todos los afanes y ahogaba totalmente la
bulla de todas las preocupaciones. Y cuando por la enfermedad se veía precisado a suavizar el primitivo
rigor, solía decir: "Comencemos, hermanos, a servir al Señor Dios, pues escaso es o poco lo que hemos
adelantado". No pensaba haber llegado aún a la meta, y, permaneciendo firme en el propósito de santa
renovación, estaba siempre dispuesto a comenzar nuevamente. Le hubiera gustado volver a servir a los
leprosos y padecer desprecios, como en tiempos pasados. Le apetecía apartarse de las relaciones con los
hombres y marchar a lugares muy retirados, para que, libre de todo cuidado y abandonada toda
preocupación por los demás, no hubiera otro muro que le separara de Dios sino el de su propia carne.
1Cel. 115. Bien lo saben cuantos hermanos convivieron con él: qué a diario, qué de continuo traía en sus
labios la conversación sobre Jesús; qué dulce y suave era su diálogo; qué coloquio más tierno y amoroso
mantenía. De la abundancia del corazón hablaba su boca, y la fuente de amor iluminado que llenaba todas
sus entrañas, bullendo saltaba fuera.
DESARROLLO
Porque a partir de nuestra profesión, tienen que ir unidas. Nuestra profesión significa que nos
comprometemos a VIVIR según la Regla. Es decir que no nos vale para nada decir Regla, si nuestra vida va
por otro camino.
¿Qué pasa si no vivimos según la Regla?
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Primeramente, que no estamos cumpliendo nuestro compromiso, pero en segundo lugar que no estamos
consiguiendo nuestro objetivo: VIVIR EL EVANGELIO.
2. Algunas dicen: “ Pero yo ya cumplo el evangelio si hago esto o aquello y voy a misa”
Nuestro compromiso, nuestra profesión no es solamente cumplir los mandamientos, sino que, además, nos
comprometemos a vivir el Evangelio según la manera de Francisco de Asís (y de todos los franciscanos y
franciscanas seglares que han vivido en estos últimos 800 años).
Es la manera explicada de cómo vivir el Evangelio al estilo de Francisco de Asís. Que tiene que ser
adaptada al momento histórico en el que vivimos.
Hay muchos caminos para vivir el Evangelio. Muchos santos han seguido formas diferentes: san Francisco,
santa Isabel de Hungría, san Agustín, san Bernardo, san Vicente de Paúl, santa Teresa de Lisieux, santa
Clara… Lo que la Iglesia nos dice al aprobar nuestra Regla es: que si seguimos este camino fielmente,
vamos a vivir el Evangelio. Que no nos vamos a extraviar ni a confundirnos.
Aquel o aquella, que siente el llamado de Dios (vocación) para seguir a Cristo (vivir el Evangelio) según la
manera de san Francisco de Asís. Este llamado, tiene que ser discernido en el tiempo de Postulantado, para
ver si es verdadero o no (si es de Dios o únicamente de mí misma).
Solo se puede conseguir cuando hacemos que el Evangelio forme parte de nuestra vida, de nosotros
mismos.
16
LECCIÓN 5ª
LA BÚSQUEDA DE JESUCRISTO
REGLA
R5
Por tanto, los Franciscanos y franciscanas seglares, BUSQUEN la persona de Cristo viviente y operante en
los hermanos, en la Sagrada Escritura, en la Iglesia y en las acciones litúrgicas. La fe de San Francisco al dictar
estas palabras: "Nada veo corporalmente en este mundo respecto del Altísimo Hijo de Dios, sino su santísimo
cuerpo y sangre", sea para ellos la inspiración y camino de su vida eucarística.
CONSTITUCIONES
CC.GG. Art. 9
1. La espiritualidad del franciscano seglar es un PROYECTO DE VIDA centrado en la persona de Cristo y
en su seguimiento (Regla 5) (Cfr. RNB, 22,41), (Carta a todos los Fieles, 51, 2), más que un programa
pormenorizado para llevarlo a la práctica.
2. (Regla 2). El franciscano seglar, comprometido a seguir el ejemplo y las enseñanzas de Cristo, dedíquese
a un estudio personal y frecuente del Evangelio y de las Sagradas Escrituras. La Fraternidad y sus
responsables promuevan el amor a la Palabra evangélica y ayuden a los hermanos a conocerla y a
comprenderla, tal como la proclama la Iglesia, con la ayuda del Espíritu Santo (Cfr. Dei Verbum, 10) .
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA
La Sagrada Tradición, pues, y la Sagrada Escritura constituyen un solo depósito sagrado de la palabra de
Dios, confiado a la Iglesia; fiel a este depósito todo el pueblo santo, unido con sus pastores en la doctrina de los
Apóstoles y en la comunión, persevera constantemente en la fracción del pan y en la oración (cf. Act., 8,42), de
suerte que prelados y fieles colaboran estrechamente en la conservación, en el ejercicio y en la profesión de la fe
recibida.
Pero el oficio de interpretar auténticamente la palabra de Dios escrita o transmitida ha sido confiado
únicamente al Magisterio vivo de la Iglesia, cuya autoridad se ejerce en el nombre de Jesucristo. Este Magisterio,
evidentemente, no está sobre la palabra de Dios, sino que la sirve, enseñando solamente lo que le ha sido confiado,
por mandato divino y con la asistencia del Espíritu Santo la oye con piedad, la guarda con exactitud y la expone
con fidelidad, y de este único depósito de la fe saca todo lo que propone como verdad revelada por Dios que se ha
de creer.
Es evidente, por tanto, que la Sagrada Tradición, la Sagrada Escritura y el Magisterio de la Iglesia,
según el designio sapientísimo de Dios, están entrelazados y unidos de tal forma que no tiene consistencia el uno
sin el otro, y que, juntos, cada uno a su modo, bajo la acción del Espíritu Santo, contribuyen eficazmente a la
salvación de las almas. (Dei Verbum 10)
17
DOCUMENTOS Y TEXTOS FRANCISCANOS
Atengámonos, pues, a las palabras, vida y doctrina y al santo Evangelio de quien se dignó rogar por
nosotros a su Padre y manifestarnos su nombre, diciendo: Padre, esclarece tu nombre (Jn 12,28) y esclarece a tu
Hijo, para que tu Hijo te esclarezca. Padre, he manifestado tu nombre a los hombres que me diste; porque les he
dado las palabras que tú me diste, y ellos las han aceptado y han conocido que salí de ti y han creído que tú me
enviaste. Yo ruego por ellos; no por el mundo, sino por los que me diste, porque son tuyos y todas mis cosa son
tuyas. Padre santo, guarda en tu nombre a los que me diste, para que ellos sean uno, como también lo somos
nosotros. 1R 22.
Y sobre todos aquellos y aquellas que cumplan estas cosas y perseveren hasta el fin, se posará el Espíritu
del Señor (Is 11,2) y hará en ellos habitación y morada (cf. Jn 14,23). Y serán hijos del Padre celestial (Cf. Mt
5,45), cuyas obras realizan. Y son esposos, hermanos y madres de nuestro Señor Jesucristo(Mt 12,50). Somos
esposos cuando el alma fiel se une, por el Espíritu Santo, a Jesucristo. Y hermanos somos cuando cumplimos la
voluntad del Padre, que está en el cielo (cf. Mt 12,50); madres, cuando lo llevamos en el corazón y en nuestro
cuerpo (cf. ICor 6,20) por el amor y por una conciencia pura y sincera; lo damos a luz por las obras santas, que
deben ser luz para ejemplo de otros (cf. Mt 5,16). 2CtaF 2.
SANTA CLARA
¿Quién me diría que yo no me gozo de tan grandes alegrías y tan admirables? 10Pues alégrate también tú
siempre en el Señor (Flp 4,4), carísima, 11y no te dejes envolver por ninguna tiniebla ni amargura, oh señora
amadísima en Cristo, alegría de los ángeles y corona (Flp 4,1) de las hermanas.12 Fija tu mente en el espejo de la
eternidad, fija tu alma en el esplendor de la gloria (Heb 1,3), 13 fija tu corazón en la figura de la divina sustancia
(Heb 1,3), y transfórmate toda entera, por la contemplación, en imagen de su divinidad (2Cor 3,18). 14 Así
experimentarás también tú lo que experimentan los amigos al saborear la dulzura escondida (Sal 30,20) que el
mismo Dios ha reservado desde el principio para sus amadores. (1Cor 2,9) IIICarta Inés 9.
Tú, oh reina, esposa de Jesucristo, mira diariamente este espejo, y observa constantemente en él tu rostro:
así podrás vestirte hermosamente y del todo, interior y exteriormente, y ceñirte de preciosidades (Sal 44,10), y
adornarte juntamente con las flores y las prendas de todas las virtudes como corresponde a quien es hija y esposa
castísima del Rey supremo. IV Carta Inés15-17.
Y en lo más alto del mismo espejo contempla la inefable caridad: con ella escogió padecer en el leño de la
cruz y morir en él con la muerte más infamante. Por eso el mismo espejo, colocado en el árbol de la cruz, se
dirigía a los transeúntes para que se pararan a meditar: íOh vosotros todos, que pasáis por el camino, mirad y ved si
hay dolor semejante a mi dolor!" (Lam 1,12). . IV Carta Inés23-25
DESARROLLO
La actitud de búsqueda. Salir de nosotros mismos, escudriñar la Palabra, la Buena Noticia, el Evangelio. Y
buscar con todos los sentidos
18
servicio, no de otra cosa, sino del amor a ti; y para que amemos a nuestros prójimos como a
nosotros mismos, atrayendo a todos, según podamos, a tu amor, alegrándonos de los bienes ajenos
como de los nuestros y compadeciéndolos en los males y no ofendiendo a nadie (cf. 2 Cor 6,3).
(Par)
El Cristo VIVIENTE. Es decir nada que este “muerto” –como los ídolos-puede conducirnos a Cristo, ni
Cristo se encuentra en ellos. Y hoy tenemos muchos ídolos: El dinero, el poder, la buena imagen, la
juventud, la salud, el prestigio, la cosas… ¡tantas cosas por las que nos afanamos! Y no tenemos que ir muy
lejos, ni fuera de nuestra iglesia para verlo.
Sorprendentemente la Regla no nos dice que está en el sagrario en la iglesia, ni… sino, primeramente:
o en los hermanos y hermanas,
o en la Sagrada Escritura,
o en la Iglesia
o y en las acciones litúrgicas.(LOS SACRAMENTOS)
La imitación fue una de las formas de entender la espiritualidad en el pasado. Ha producido una serie de
dificultades y, en las constituciones ya no se habla de imitar sino de SEGUIR A CRISTO. Que es una
mejor manera de decir y entender lo que significa nuestro compromiso (R 9,2). Por eso es tan importante la
cita de Jn 14, 6: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”. Algo así como que caminando con Cristo,
encontramos nuestra verdad y nuestra vida en Él1.
Jesús se volvió, y al ver que le seguían les dice: « ¿Qué buscáis? » Ellos le respondieron: « Rabbí -
que quiere decir, "Maestro" - ¿dónde vives? »
Les respondió: « Venid y lo veréis. » Fueron, pues, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel
día. (Jn 1,38-39)
La palabra nos recuerda en este tiempo de pascua que, nosotros, los hombres “preferimos las tinieblas a la
luz” (Jn 3,19)
¡Cuantas veces escogemos no saber y quedarnos en nuestra casita, con lo que conocemos tan bien- o creemos
que lo conocemos-!
En la época en la que vivieron san Francisco y santa Clara, era una manera clara de referirse a la
contemplación. Puede entender lo que Clara le indica a Inés: “si es capaz de, al mirar el rostro de Cristo,
verse a sí misma reflejada en él”.
Cuando Clara habla del espejo en su Testamento lo hace uniéndolo a la palabra ejemplo: para ser ejemplo y
espejo. Donde aprender y donde verse. (discernimiento)
¿Hacemos de la Regla un método para discernir lo que hacemos con nuestra vida?
1
Cuando hoy hablamos de imitar a alguien famoso es para fijarnos en sus ropas, en sus joyas, en lo que consume (¿cómo consigue
estar tan lindo/linda?), su voz, la forma de su peinado…
19
6. ¿Cómo se consigue esa actitud tan valiosa para Francisco y Clara?
Con mucha humildad, reconociendo, como Cristo nos conoce, lo que somos y lo que vivimos.
Con verdad, saliendo de nuestras apariencias y fingimientos.
Desde la obediencia del Cristo pobre y entregado, por amor (¿se han dado cuenta la de veces que
obedecemos solo para nos vean (los demás, el párroco, la ministra…) como buenos o para que no
nos den un boche?
Entregándonos totalmente. No sólo a chines (Ay!, es que yo tengo tan poco que dar!) No se olviden
de la parábola de los talentos…
Amemos TODOS con todo el corazón, con toda el alma, con toda la mente, con toda
la fuerza (cf. Mc 12,30) y poder, con todo el entendimiento, con todas las energías, con todo
el empeño, con todo el afecto, con todas las entrañas, con todos los deseos y quereres, al
Señor Dios (Mc 12,30- 33; Lc 10,27), que nos dio y nos da a todos nosotros todo el cuerpo,
toda el alma y toda la vida, que nos creó, nos redimió y por sola su misericordia nos salvará
(Tob 13,5); que nos ha hecho y hace todo bien a nosotros, miserables y míseros, pútridos y
hediondos, ingratos y malos. 1R 23.
NOTA: No hay que explicar que esto no se consigue de una vez sino que a través de toda la vida, algunos –
solamente algunos y algunas- alcanzan a ello, pero debe ser nuestra referencia (la de todos y todas) más importante.
20
LECCIÓN 6ª
REGLA
R6
Sepultados y resucitados con Cristo en el Bautismo, que los hace miembros vivos de la Iglesia, y a ella
más estrechamente vinculados por la Profesión, háganse testigos e instrumentos de su misión entre los
hombres, anunciando a Cristo con la vida y con la palabra.
Inspirados en San Francisco y con él llamados a reconstruir la Iglesia, empéñense en vivir en plena
comunión con el Papa, los obispos y los sacerdotes, en abierto y confiado diálogo de creatividad apostólica
(Pablo VI: Discurso a los Terciarios, III, 19.5.1971).
CONSTITUCIONES
CC.GG. Art. 17
1. Llamados a colaborar en la construcción de la Iglesia como sacramento de salvación para todos los
hombres y constituidos por el bautismo y la profesión "testigos e instrumentos de su misión", los
franciscanos seglares anuncian a Cristo con la vida y la palabra. Su apostolado preferente es el testimonio
personal (Cfr. RNB, 17,3; Tres Compañeros, 36; 2 Carta a todos los Fieles, 53) en el ambiente en que viven y el
servicio para la edificación del Reino de Dios en las realidades terrenas.
2. En las Fraternidades promuévase la preparación de los hermanos para la difusión del mensaje evangélico
"en las condiciones comunes del mundo" (Lumen Gentium, 35) y para que colaboren en las catequesis de
las comunidades eclesiales.
3. Los que son llamados a ejercer la misión de catequistas, de presidentes de comunidades eclesiales o de
otros ministerios, así como los ministros sagrados, vivan el amor de San Francisco a la Palabra de Dios, su
fe en los que la anuncian y el gran fervor con que recibió del Papa la misión de predicar la penitencia.
4. La participación en la función de santificar, que la Iglesia ejerce mediante la liturgia, la oración y las
obras de penitencia y de caridad, llévenla los hermanos a la práctica primero en la propia familia, después
en la Fraternidad y, finalmente, con su presencia activa en la Iglesia local y en la sociedad.
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA
El testimonio de su vida (LUMEN GENTIUM=Luz de las gentes)
35. Cristo, el gran Profeta, que por el testimonio de su vida y por la virtud de su palabra proclamó el Reino
del Padre, cumple su misión profética hasta la plena manifestación de la gloria, no sólo a través de la jerarquía, que
enseña en su nombre y con su potestad, sino también por medio de los laicos, a quienes por ello, constituye en
testigos y les ilumina con el sentido de la fe y la gracia de la palabra (cf. Act., 2,17-18; Ap., 19,10) para que la
virtud del Evangelio brille en la vida cotidiana familiar y social.
Ellos se muestran como hijos de la promesa cuando fuertes en la fe y la esperanza aprovechan el tiempo
presente (cf. Ef., 5,16; Col., 4,5) y esperan con paciencia la gloria futura (cf. Rom., 8,25).
Pero que no escondan esta esperanza en la interioridad del alma, sino manifiéstenla en diálogo continuo y
en el forcejeo "con los espíritus malignos" (Ef., 6,12), incluso a través de las estructuras de la vida secular.
21
Así como los sacramentos de la Nueva Ley, con los que se nutre la vida y el apostolado de los fieles,
prefiguran el cielo nuevo y la tierra nueva (cf. Ap., 21,1), así los laicos, se hacen valiosos pregoneros de la fe y de
las cosas que esperamos (cf. Hebr., 11,1), así asocian, sin desmayo, la profesión de fe con la vida de fe.
Esta evangelización, es decir, el mensaje de Cristo, pregonado con el testimonio de la vida y de la palabra,
adquiere una nota específica y una peculiar eficacia por el hecho de que se realiza dentro de las comunes
condiciones de la vida en el mundo.
En este quehacer es de gran valor aquel estado de vida que está santificado por un especial sacramento, es
decir, la vida matrimonial y familiar.
Aquí se encuentra un ejercicio y una hermosa escuela para el apostolado de los laicos cuando la religión
cristiana penetra toda institución de la vida y la transforma más cada día. Aquí los cónyuges tienen su propia
vocación para que ellos, entre sí, y sus hijos, sean testigos de la fe y del amor de Cristo.
La familia cristiana proclama muy alto tanto las presentes virtudes del Reino de Dios como la esperanza de
la vida bienaventurada. Y así, con su ejemplo y testimonio, arguye al mundo el pecado e ilumina a los que buscan
la verdad.
Por tanto, los laicos, también cuando se ocupan de las cosas temporales, pueden y deben realizar una acción
preciosa en orden a la evangelización del mundo. Porque si bien algunos de entre ellos, al faltar los sagrados
ministros o estar impedidos éstos en caso de persecución, les suplen en determinados oficios sagrados en la medida
de sus facultades, y aunque muchos de ellos consumen todas sus energías en el trabajo apostólico, conviene, sin
embargo, que todos cooperen a la dilatación e incremento del Reino de Cristo en el mundo.
Por ello, trabajen los laicos celosamente por conocer más profundamente la verdad revelada e impetren
insistentemente de Dios el don de la sabiduría.
Además, el mismo Espíritu Santo no solamente santifica y dirige al Pueblo de Dios por los Sacramentos y los
ministerios y lo enriquece con las virtudes, sino que "distribuye sus dones a cada uno según quiere" (1 Cor., 12,11),
reparte entre los fieles de cualquier condición incluso gracias especiales, con que los dispone y prepara para
realizar variedad de obras y de oficios provechosos para la renovación y una más amplia edificación de la Iglesia
según aquellas palabras: "A cada uno se le otorga la manifestación del Espíritu para común utilidad" (1 Cor.,
12,7). Estos carismas, tanto los extraordinarios como los más sencillos y comunes, por el hecho de que son muy
conformes y útiles a las necesidades de la Iglesia, hay que recibirlos con agradecimiento y consuelo.
Los dones extraordinarios no hay que pedirlos temerariamente, ni hay que esperar de ellos con presunción
los frutos de los trabajos apostólicos, sino que el juicio sobre su autenticidad y sobre su aplicación pertenece a los
que presiden la Iglesia, a quienes compete sobre todo no apagar el Espíritu, sino probarlo todo y quedarse con lo
bueno (cf. 1 Tes., 5,19-21). LUMEN GENTIUM 12.
22
Se merecen esta audiencia extraordinaria de los suyos.
Les damos una cordial bienvenida queridos Terciarios, porque sabemos que vienen en gran parte de Italia,
como para demostrar que este país, atravesado por muchas corrientes diferentes y que están sujetos a
muchas transformaciones modernas, no quieren olvidar las glorias del pasado entre los humildes, con su
exquisita tradición franciscana, todavía quieren atraer las energías espirituales para el pueblo bueno y fiel de
nuestros días.
Se extiende nuestro saludo, con no menos simpatía y afecto a los terciarios de otras naciones, donde
muchos fieles católicos, deseosos de autenticidad evangélica, que encuentran en la espiritualidad
franciscana, alimento y guía para la imitación de Cristo.
Saludos para todos ustedes, queridos discípulos e hijos del seguimiento incomparable de nuestro Señor
Jesucristo.
Nosotros reservamos para ustedes nuestra complacencia, nuestro aliento y nuestra bendición.
.
1. LA PRIMERA CONVICCIÓN
La primera es la confianza de que ustedes sepan ser un ejemplo de la pobreza, predicada por Cristo,
profesada por San Francisco, elegida por ustedes, como una virtud especial de su pertenencia a la Orden
Tercera.
La pobreza es un nombre polémico, incluso en las páginas del Evangelio, en el sentido de que se les llama
bienaventurados a los pobres, y luego todos los oyentes del Evangelio son empujados a socorrer y liberar de
las angustias del sufrimiento de la pobreza.
Por lo tanto: ¿la pobreza es buena o mala?
Entonces, ¿quién puede olvidar la polémica que incluso en la familia franciscana tiene dividida hombres y
opiniones acerca de la interpretación de la pobreza y acerca del modo y del grado de cumplimiento?
En nuestros días podemos ver el mundo dividido de nuevo en la pobreza, y su enemigo, la riqueza.
Parece que la corriente ideológica más grande, fuerte y social está a favor de la pobreza, o más bien los
pobres, los proletarios; los pobres, contra los terratenientes, los ricos, los capitalistas, propiamente, todo el
progreso moderno, toda la organización de la sociedad moderna se enfrentan al aumento indefinido de la
riqueza, la transformación de las cosas en bienes útiles, a la conquista y la distribución de los nuevos
recursos económicos.
Economía y la sociología se han convertido en los dos principales objetivos, casi obsesivos, de nuestra vida
moderna.
¿Dónde colocar la pobreza, nuestra pobreza evangélica?
La lección sería larga y delicada, pero ustedes ya la conocen.
Ustedes saben que la pobreza evangélica significa, en primer lugar, la colocación de nuestra concepción de
la vida no en esta tierra, no su riqueza, no en sus satisfacciones, no en sus placeres, no en lo que es y que
nos puede dar, no en su reino en la tierra, sino en el "reino de los cielos", en la investigación y en la
posesión de Dios, en la libertad de las limitaciones del espíritu que es el encanto de esta riqueza perpetua,
23
la capacidad de limitar los bienes materiales a su propia esfera, que es la utilidad, que es el pan necesario
para la existencia temporal, que es el comercio, es decir, el trabajo y la asignación de sus resultados
financieros para el beneficio de la vida, entendida en su sentido más amplio, que es nuestra vida y la de los
demás,del bien común de la caridad.
La pobreza es la filosofía del Evangelio: "Buscad primeramente el reino de Dios" (Mt. 6, 33).
"El espíritu de la pobreza y del amor, por lo tanto, como dice el Concilio, es la gloria y el signo de la Iglesia
de Cristo" ( Gaudium et Spes , 88).
Afortunadamente, esta idea evangélica hoy se abre camino en la Iglesia, y, ustedes alumnos e hijos del
Poverello de Asís, deben no solo honrar, sino profesarla, como ejemplo, y en apoyo de la Iglesia, y como
una advertencia para el mundo al que vemos a menudo inmerso en exclusiva, o principalmente, en la
búsqueda de la riqueza, en el conflicto social en torno a la riqueza, en el abuso de hedonista, egoísta y
vicioso de la riqueza.
E incluso en el mundo, en cierta forma extraña y cuestionable, por desgracia, no siempre inmune a la
amoralidad licenciosa, y tal vez sólo fugaz y caprichosa, se abre paso un repudio a este ídolo fascinante y
opresor, que es precisamente la riqueza arropada de lujo y comodidad.
Corresponde a los cristianos, les toca a ustedes, terciarios, hacer el verdadero elogio de la pobreza
evangélica que es la afirmación de la primacía del amor de Dios y al prójimo, que es una expresión de la
libertad y un gentil estilo de simplicidad de vida. apología
Se trata de un ideal, es un programa de exención y requiere una vigilancia, su adaptación al medio ambiente
y el deber de todos, pero luego, después de todo, una fuente de alegría, el gozo de la Natividad, la "perfecta
alegría" franciscana.
2. AMAR LA CRUZ
Tenemos en ustedes, queridos hijos, otra convicción.Saber lo que te gusta, como San Francisco: la Cruz.
Su espiritualidad no puede ignorar la "pasión" que San Francisco tenía por la pasión de Cristo. Sus
estigmas son un sermón constante.
Su elección de ser sus seguidores les invita, obliga a entender este otro aspecto esencial del cristianismo.
El cristianismo no puede apartarse de la cruz de Cristo?. Aquí está el punto central de su mensaje y su
misión, y aquí está la fuente de nuestra redención, de nuestra salvación.
No queremos decir más, les sabemos devotos del "Vía Crucis".
Sólo queremos recordar, que, después de la riqueza, el capital, es una tentación de nuestro tiempo, y
muchas veces, en nuestra vida cristiana: la tentación de eliminar la página del Evangelio de la Cruz.
Es querer un cristianismo fácil, un cristianismo sin sacrificio.
Un cristianismo sin deberes, sin sacrificios, sin más, sin dolor, en una palabra, sin la cruz.
Pero ustedes saben y tratan de vivir en el mundo real de Jesús, que era entonces el de San Francisco:
"En verdad, en verdad os digo que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda estéril, pero si se
muere (que se disuelve en el suelo), éste dará mucho fruto" (Jn. 12, 24).
24
¡Cuánta necesidad tenemos, los hombres modernos, amantes celosos de nuestra personalidad, nuestro
consuelo, nuestra seguridad, a repensar estas palabras magistrales de Cristo, que predican la ley del morir
para vivir, la ley del amor que se da y se inmola, la ley de sacrificio!
San Francisco, espejo de Cristo, lo repetimos!
3. SERVICIO GENEROSO
Y, finalmente, nuestra tercera convicción: ¡la fidelidad a la Iglesia!
Estamos seguros de que incluso el hombre fuerte y paciente San Francisco, como en el fresco famoso y
típico, sostiene a la Iglesia visible y humana, sujeta por la crisis de este mundo, en su amenazado edificio;
sostendrá, sí, a la Iglesia, en la que Cristo ha querido establecer y construir su gloria, su humilde pescador
Simón hijo de Juan; la sostendrá cual es y cual Cristo quería, aunque necesitada de perdón y comprensión,
la sostendrá en este momento histórico, después del Concilio, en el que, a veces parece, presionar e
intentar demoler el místico y puro edificio temporal, ¡Seamos los hijos que se acogen, o más bien que son o
deberían ser, piedras vivas, no menos que algunos adversarios exteriores menos conscientes de las injustas
obras!.
Bueno, esperamos que ustedes, hijos de San Francisco, asumirán este hombro poderoso sustentador, y que
en su servicio tranquilo y generoso del que estaremos cercanos y pacientes; estamos seguros de que no
hay pronóstico adverso que prevalezca sobre la perenne estabilidad del edificio de Cristo, la Iglesia una,
santa, católica y apostólica.
Es con esta confianza, que yo les bendigo de corazón.
4. SALUDOS ESPECIALES
Con alegría saludamos a los Terciarios Franciscanos de lengua francesa y les decimos la confianza total
que ponemos en ellos.
Queridos Hijos, en seguimiento del Poverello ustedes quieren dar un testimonio de pobreza evangélica,
mostrando a nuestro mundo moderno, sediento del bienestar material y de disfrutar, que la verdadera
riqueza esta en la búsqueda y posesión de Dios, y en el amor desinteresado por nuestros hermanos los
humanos.
De la misma forma como san Francisco, ustedes recuerdan a nuestros contemporáneos que no se puede
seguir a Cristo en su gloria, si antes no lo hemos acompañado en la Cruz. Si el grano arrojado en tierra no
muere, se queda estéril. Un cristianismo sin sacrificio no es un cristianismo auténtico. Hay que saber morir a
sí mismo y al pecado para encontrar la verdadera vida.
En fin, Ustedes quieren ser fieles servidores de la Iglesia. Y repensamos aquí el célebre fresco que
representa a san Francisco sosteniendo en sus espaldas el edificio de la Iglesia amenazando derrumbe.
Queridos Terciarios Franciscanos de todo corazón os animamos en vuestras buenas determinaciones y Os
bendecimos queridos Terciarios Franciscanos.
Les damos una cordial saludo a todos los miembros de la mayoría de la Orden Tercera de San Francisco,
que conforman la gran asamblea de esta audiencia en particular.
25
Nuestro saludo va para todos ustedes que están buscando la autenticidad del Evangelio, sabemos que
usted tiene la espiritualidad franciscana se encuentra en una guía para la imitación de Cristo. Les
expresamos nuestro placer y nuestro aliento.
Al mismo tiempo, quiero decirles la triple confianza que tenemos en ustedes.
Tenemos confianza en ustedes porque sabemos que ustedes son un ejemplo de la pobreza Su papel es dar
el ejemplo real de la pobreza evangélica y de afirmar la primacía del amor de Dios y al prójimo. Este es su
programa, su ideal, su fuente de alegría.
Tenemos confianza en usted porque el amor la cruz de Cristo. Nunca será posible tener un cristianismo sin
la cruz, sin esfuerzo y sin sacrificio. El ejemplo de San Francisco es su guía.
Tenemos confianza en su fidelidad. Esperamos que ustedes siempre estarán cerca de nosotros y, con San
Francisco, dando apoyo desinteresado a la Iglesia de Cristo.
Nuestra cariñosa bendición apostólica.
DESARROLLO
Que la preocupación principal es la propia salvación, unidos a Cristo y a la de todos los creyentes.
Por lo que primero tenemos que vivir la vida de fe, esperanza y caridad (ser testigos)y, además, tenemos
que convertirnos en instrumentos (que Dios utiliza) para que otros puedan salvarse.
Los franciscanos y franciscanas son miembros vivos en la Iglesia, siendo testigos, y haciendo
presente el Reino de Dios entre los hombres. Primero en su familia, luego en la Fraternidad, luego en la
Iglesia y finalmente en el medio social en el que viven (barrio, pueblo, nación…)
4. ¿Cúales son las imágenes que utiliza san Francisco para nuestro apostolado?
Todos aquellos que aman al Señor con todo el corazón con toda el alma y la mente y con todas sus fuerzas, y a sus
prójimos como a sí mismos; y aborrecen sus cuerpos con sus vicios y pecados; y reciben el cuerpo y la sangre de nuestro Señor
26
Jesucristo; y hacen frutos dignos de penitencia; ¡oh, cuán dichosos y benditos son los hombres y mujeres que practican estas cosas
y perseveran en ellas! Porque se posará sobre ellos el espíritu del Señor y hará en ellos habitación y morada (cf. Jn 14,23); y son
hijos del Padre celestial, cuyas obras realizan; y son esposos, hermanos y madres de nuestro Señor Jesucristo. Somos esposos
cuando el alma fiel se une, por el Espíritu Santo, a nuestro Señor Jesucristo. Le somos hermanos cuando cumplimos la voluntad del
Padre, que está en los cielos. Madres, cuando lo llevamos en el corazón y en nuestro cuerpo por el amor divino y por una conciencia
pura y sincera, y lo damos a luz por las obras santas, que deben ser luz para el ejemplo de otros. 1CtaF 1.
5. ¿Qué fue lo que pidió el Papa Pablo VI a toda la Orden, poco antes de aprobar la Regla?= MISIÓN
DE LOS FRANCISCANOS SEGLARES EN LA IGLESIA
Un amor con “apasionamiento”(como san Francisco con sus llagas) por el Cristo sufriente.
Un testimonio de pobreza y de opción por los que son marginados por el sistema social de los
poderosos.
Poner nuestras espaldas – con servicio tranquilo y generoso- allí donde la Iglesia se derrumba.
7. ¿Cuál es la misión querida por la Iglesia para los Franciscanos y Franciscanas seglares?
La misión de los franciscanos y franciscanas seglares es ser testigos e instrumentos de la misión de la Iglesia
entre los hombres en unión con Cristo y con la Iglesia entera. El papa como representante máximo nos hace
conocer lo que la Iglesia espera de los franciscanos (Cartas de Pio XII y de Pablo VI, dirigidas a toda la Orden)
Es preciso que los seglares avancen en la santidad decididos y animosos por este camino, esforzándose en
superar las dificultades con prudencia y paciencia. Nada en su vida debe ser ajeno a la orientación espiritual,
ni las preocupaciones familiares, ni otros negocios temporales, según las palabras del Apóstol: "Todo cuanto
hacéis de palabra o de obra, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por El"
(Col., 3,17).
Pero una vida así exige un ejercicio continuo de fe, esperanza y caridad. A.A 4
10. ¿Qué necesitamos para poder llevar a buen término semejante misión?
Ser sepultados y resucitar con Cristo. Lo que el Evangelio llama “Volver a nacer”: (« En verdad, en verdad
te digo: el que no nazca de lo alto no puede ver el Reino de Dios. ») Jn 3,3
27
LECCIÓN 7
REGLA
R7
Como "hermanos y hermanas de penitencia" (1Reg. TOF ), en fuerza de su vocación, impulsados por la
dinámica del Evangelio, conformen su modo de pensar y de obrar al de Cristo, mediante un radical cambio interior,
que el mismo Evangelio denomina con el nombre de "conversión"; la cual debido a la fragilidad humana, debe
actualizarse cada día
CONSTITUCIONES
CC.GG. Art. 8
1. Los franciscanos seglares se comprometen con la Profesión a vivir el Evangelio según la espiritualidad
franciscana, en su condición seglar.
2. Intentan profundizar, a la luz de la fe, los valores y las opciones de la vida evangélica según la Regla de
la OFS: (Regla 7)
- en un camino continuamente renovado de conversión y de formación; (Regla 4)
- atentos a las interpelaciones que llegan de la sociedad y de la realidad eclesial, "pasando del Evangelio a
la vida y de la vida al Evangelio";
- en la dimensión personal y comunitaria de este itinerario.
CC.GG. Art. 13
1.(Regla 7) Los franciscanos seglares, antiguamente llamados "hermanos y hermanas de penitencia", se
proponen vivir en espíritu de conversión permanente. Los medios para cultivar esta característica de la
vocación franciscana, individualmente y en Fraternidad, son: la escucha y las celebraciones de la Palabra de
Dios, la revisión de vida, los retiros espirituales, la ayuda de un consejero espiritual y las celebraciones
penitenciales. Frecuenten el sacramento de la Reconciliación y cuiden su celebración comunitaria, tanto en
la Fraternidad como con todo el Pueblo de Dios (Ordo Paenitentiae. Praenotanda 22 y ss.) .
2. En este espíritu de conversión se debe vivir el amor para la renovación de la Iglesia, acompañado de la
renovación personal y comunitaria. Fruto de la conversión, que es respuesta al amor de Dios, son las obras
de caridad en favor de los hermanos (Cfr. 2 Carta a todos los Fieles, 25 y ss.) .
4. Los hermanos deben tratar de conocer, valorar y vivir las prácticas penitenciales tradicionales entre los
penitentes franciscanos, como el ayuno y la abstinencia, ateniéndose a las normas generales de la Iglesia.
Art. 14
3. Participen en los sacramentos de la Iglesia, con el deseo de alcanzar no sólo la perfección personal sino,
al mismo tiempo, de contribuir al crecimiento de la Iglesia y a la expansión del Reino. Colaboren en la
celebración viva y consciente de los sacramentos en las parroquias propias, particularmente en la
celebración del bautismo, de la confirmación, del matrimonio y de la unción de enfermos.
28
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA
Los ministros de la gracia sacramental se unen íntimamente a Cristo Salvador y Pastor por la fructuosa
recepción de los sacramentos, sobre todo con la frecuente acción sacramental de la Penitencia, puesto que,
preparado con el examen diario de conciencia, favorece sobremanera la necesaria conversión del corazón al amor
del Padre de las misericordias. A la luz de la fe, nutrida con la Sagrada Escritura, pueden buscar cuidadosamente
las señales de la voluntad divina y los impulsos de la gracia en los varios acontecimientos de la vida, y hacerse, con
ello, más dóciles cada día para su misión recibida del Espíritu Santo. En la Santísima Virgen María encuentran
siempre un ejemplo admirable de esta docilidad; ella, guiada por el Espíritu Santo, se entregó totalmente al
misterio de la redención de los hombres; veneren y amen los presbíteros con filial devoción y veneración a esta
Madre del Sumo y Eterno Sacerdote, Reina de los Apóstoles y auxilio de su ministerio. Presb. Ord. 18,b
SC 52. Entonces me habló el Señor, diciendo: Vuélvete, vuélvete, Sunamitis; vuélvete, vuélvete para que te
veamos. Tus propios hijos son rebeldes y no quieren hacerte caso, porque no quieren hacerme caso a mi. Tienen un
corazón traidor y rebelde y se han marcado lejos; no es que te hayan rechazado a ti, sino a mi. En efecto, tú los
amaestraste contra ti y los instruiste para su perdición, porque, si no te hubieran escogido a ti, jamás se habrían
enriquecido de semejante manera. Fingían amarte con intención de escaparse después de verse así colmados de tus
beneficios. Por eso se han apartado con una actitud hostil y traidora, y, aferrándose a la mentira, rehusar
convertirse. No vayas a creerles otra vez, aunque te vengan con buenas palabras, porque te han rechazado y
buscarán tu muerte.
1Cel. 103. Alejaba de sí con la mayor decisión los estorbos de todos los afanes y ahogaba totalmente el estrépito
de todas las preocupaciones. Y cuando por la enfermedad se veía precisado a mitigar el primitivo rigor, solía decir:
"Comencemos, hermanos, a servir al Señor Dios, pues escaso es o poco lo que hemos adelantado". No pensaba
haber llegado aún a la meta, y, permaneciendo firme en el propósito de santa renovación, estaba siempre dispuesto
a comenzar nuevamente. Le hubiera gustado volver a servir a los leprosos y padecer desprecios, como en tiempos
pasados. Le apetecía apartarse de las relaciones con los hombres y marchar a lugares muy retirados, para que, libre
de todo cuidado y abandonada toda preocupación por los demás, no hubiera otro muro que le separara de Dios sino
el de su propia carne.
CtaO Además, yo confieso todos los pecados al Señor Dios, Padre, e Hijo, y Espíritu Santo; a la bienaventurada
María, perpetua virgen, y a todos los santos del cielo y de la tierra; al hermano H., ministro de nuestra Religión,
como a mi venerable señor, y a los sacerdotes de nuestra Orden y a todos los otros mis hermanos benditos. En
muchas cosas he caído por mi grave culpa, especialmente porque no guardé la Regla que prometí al Señor, ni dije
el oficio según manda la Regla o por negligencia, o por mi enfermedad, o porque soy ignorante e indocto.
1Cel. 46. Confesaban con frecuencia sus pecados a un sacerdote secular de muy mala fama, y bien ganada, y digno
del desprecio de todos por la enormidad de sus culpas; habiendo llegado a conocer su maldad por el testimonio de
muchos, no quisieron dar crédito a lo que oían, ni dejar por ello de confesarle sus pecados como solían, ni de
prestarle la debida reverencia.
29
DESARROLLO
Que tiene que llegar a los más profundo de nuestro ser (raíz). No es cambiar unas formas exteriores, ni
siquiera los comportamientos: es cambiar nuestro corazón hasta poder decir que deseamos y gustamos
(y rechazamos) las mismas cosas que Cristo y que Francisco que le seguía.
El que me rechaza y no recibe mis palabras, ya tiene quien le juzgue: la Palabra que yo he hablado, ésa
le juzgará el último día Jn 12,48
« Quien a vosotros os escucha, a mí me escucha; y quien a vosotros os rechaza, a mí me rechaza; y
quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado. »Lc 10,16
"Comencemos, hermanos, a servir al Señor Dios, pues escaso es o poco lo que hemos adelantado".
1Cel 103
Los que de palabra y con su vida se proponen buscar su conversión y la de los hermanos y
hermanas, como primer objetivo de sus vidas en un camino común de fraternidad. Buscan lo que favorece
su conversión y rechazan todo lo que la impide o demora, a la escucha del Evangelio.
LECCIÓN 8ª
30
LA ORACIÓN. CAMINO DE ADORACIÓN
REGLA
REGLA 8
Como Jesucristo fue el verdadero adorador del Padre, del mismo modo los Franciscanos seglares hagan de
la oración y de la contemplación el alma del propio ser y del propio obrar (AA, 4, a b c.)
CONSTITUCIONES
CC.GG. Art. 12
1. Inspirándose en el ejemplo y en los escritos de San Francisco, y sobre todo con la gracia del Espíritu, los
hermanos vivan día a día con fe el gran don que nos ha otorgado Cristo: la revelación del Padre. Den
testimonio de esta fe delante de los hombres:
en la vida de familia;
en el trabajo;
en la alegría y en el sufrimiento;
en el encuentro con los hombres, hermanos todos en el mismo Padre;
en la presencia y en la participación en la vida social;
en la relación fraterna con todas las criaturas.
2. (Regla 10) Con Jesús, obediente hasta la muerte, procuren conocer y cumplir la voluntad del Padre. Den
gracias a Dios por el don de la libertad y la revelación de la ley del amor. Acepten la ayuda que, en la
Iglesia, se les ofrece para cumplir la voluntad del Padre por quienes están constituidos en autoridad y
también por los hermanos. Asuman, con serena firmeza, el riesgo de opciones valientes en la vida social.
3. (Regla 8) Los hermanos cultiven el trato filial con Dios y "hagan de la oración y de la contemplación el
alma de su vida y de su obrar". Traten de descubrir la presencia del Padre
en su corazón,
en la naturaleza y
en la historia de los hombres, en la que se cumple su plan salvífico.
La contemplación de tal misterio les moverá a colaborar en este designio de amor.
CC.GG. Art. 14
1. Conscientes de que Dios ha hecho de todos nosotros un pueblo y ha constituido a su Iglesia sacramento
universal de salvación, los hermanos comprométanse en una reflexión de fe sobre la Iglesia, sobre su misión
en el mundo de hoy y sobre el rol de los franciscanos seglares en la Iglesia, afrontando los desafíos y
asumiendo las responsabilidades que esta reflexión les ayudará a descubrir.
2. (Regla 8)La Eucaristía es el centro de la vida de la Iglesia. En ella Cristo nos une a El y entre nosotros
como un único cuerpo. Por lo tanto, la Eucaristía sea el centro de la vida de la Fraternidad; los hermanos
participen en la Eucaristía con la mayor frecuencia posible, a imitación del respeto y amor de San
Francisco, que en la Eucaristía vivió todos los misterios de la vida de Cristo.
3. Participen en los sacramentos de la Iglesia, con el deseo de alcanzar no sólo la perfección personal sino,
al mismo tiempo, de contribuir al crecimiento de la Iglesia y a la expansión del Reino. Colaboren en la
celebración viva y consciente de los sacramentos en las parroquias propias, particularmente en la
31
celebración del bautismo, de la confirmación, del matrimonio y de la unción de enfermos.
5. En todos los lugares y tiempos es posible a los verdaderos adoradores dar culto y orar al Padre; sin
embargo, los hermanos busquen tiempos de silencio y de recogimiento para dedicarlos exclusivamente a la
oración.
Art. 53
1. (Regla 24) La Fraternidad debe ofrecer a sus miembros ocasiones de encuentro y de colaboración a través
de reuniones, que se han de tener con la mayor frecuencia que permitan las situaciones ambientales, y con
la participación de todos.
2. (Regla 8) La Fraternidad se reúna periódicamente, como comunidad eclesial, para celebrar la Eucaristía
en un clima que consolide el vínculo fraterno y exprese la identidad de la Familia Franciscana. Donde no
sea posible la celebración particular, particípese en la de una más amplia comunidad eclesial.
4. La Fraternidad recuerda con gratitud a los hermanos difuntos y continúa la comunión con ellos en la
oración y en la Eucaristía.
5. Los Estatutos nacionales pueden prever formas particulares de adhesión a la Fraternidad para quienes, sin
pertenecer a la OFS, deseen compartir su vida y actividades.
Art. 103
1. Siempre fieles a la propia identidad, las Fraternidades procuren aprovechar todas las ocasiones de
oración, de formación y de colaboración activa con otros grupos eclesiales. Acojan de buena gana a los que,
sin pertenecer a la OFS, quieran compartir experiencias y actividades.
2. Las fraternidades, donde sea posible, promuevan relaciones fraternas con asociaciones no católicas, que
se inspiren en S. Francisco.
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA
La espiritualidad seglar en orden al apostolado
4. Siendo Cristo, enviado por el Padre, fuente y origen de todo el apostolado de la Iglesia, es evidente que la
fecundidad del apostolado seglar depende de su unión vital con Cristo, porque dice el Señor: "El que permanece en
mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque sin mí nada podéis hacer" (Jn. 15,4-5). Esta vida de unión íntima con
Cristo en la Iglesia se nutre de auxilios espirituales, que son comunes a todos los fieles, sobre todo por la
participación activa en la Sagrada Liturgia, de tal forma los han de utilizar los fieles que, mientras cumplen
debidamente las obligaciones del mundo en las circunstancias ordinarias de la vida, no separen la unión con Cristo
de las actividades de su vida, sino que han de crecer en ella cumpliendo su deber según la voluntad de Dios.
Es preciso que los seglares avancen en la santidad decididos y animosos por este camino, esforzándose en
superar las dificultades con prudencia y paciencia. Nada en su vida debe ser ajeno a la orientación espiritual, ni las
preocupaciones familiares, ni otros negocios temporales, según las palabras del Apóstol: "Todo cuanto hacéis de
palabra o de obra, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por El" (Col., 3,17).
Pero una vida así exige un ejercicio continuo de fe, esperanza y caridad.
32
Solamente con la luz de la fe y la meditación de su palabra divina puede uno conocer siempre y en todo
lugar a Dios, "en quien vivimos, nos movemos y existimos" (Act., 17,28), buscar su voluntad en todos los
acontecimientos, contemplar a Cristo en todos los hombres, sean deudos o extraños, y juzgar rectamente sobre el
sentido y el valor de las cosas materiales en sí mismas y en consideración al fin del hombre.
Los que poseen esta fe viven en la esperanza de la revelación de los hijos de Dios, acordándose de la cruz y
de la resurrección del Señor.
Escondidos con Cristo en Dios, durante la peregrinación de esta vida, y libres de la servidumbre de las
riquezas, mientras se dirigen a los bienes imperecederos, se entregan gustosamente y por entero a la expansión del
reino de Dios y a informar y perfeccionar el orden de las cosas temporales con el espíritu cristiano. En medio de las
adversidades de este vida hallan la fortaleza de la esperanza, pensando que "los padecimientos del tiempo presente
no son nada en comparación con la gloria que ha de manifestarse en nosotros" (Rom., 8,18).
Impulsados por la caridad que procede de Dios hacen el bien a todos, pero especialmente a los hermanos en
la fe (Cf. Gál., 6,10), despojándose "de toda maldad y de todo engaño, de hipocresías, envidias y maledicencias" (1
Pe., 2,1), atrayendo de esta forma los hombres a Cristo. Mas la caridad de Dios que "se ha derramado en nuestros
corazones por virtud del Espíritu Santo, que nos ha sido dado" (Rom., 5,5) hace a los seglares capaces de expresar
realmente en su vida el espíritu de las Bienaventuranzas. Siguiendo a Cristo pobre, ni se abaten por la escasez ni se
ensoberbece por la abundancia de los bienes temporales; imitando a Cristo humilde, no ambicionan la gloria vana
(Cf. Gál., 5,26) sino que procuran agradar a Dios antes que a los hombres, preparados siempre a dejarlo todo por
cristo (Cf. Lc., 14,26), a padecer persecución por la justicia (Cf. M., 5,10), recordando las palabras del Señor: "Si
alguien quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame" (Mt., 16,24). Cultivando entre sí la
amistad cristiana, se ayudan mutuamente en cualquier necesidad.
La espiritualidad de los laicos debe tomar su nota característica del estado de matrimonio y de familia, de
soltería o de viudez, de la condición de enfermedad, de la actividad profesional y social. No descuiden, pues, el
cultivo asiduo de las cualidades y dotes convenientes para ello que se les ha dado y el uso de los propios dones
recibidos del Espíritu Santo.
Además, los laicos que, siguiendo su vocación, se han inscrito en alguna de las asociaciones o institutos
aprobados por la Iglesia, han de esforzarse al mismo tiempo en asimilar fielmente la característica peculiar de la
vida espiritual que les es propia. Aprecien también como es debido la pericia profesional, el sentimiento familiar y
cívico y esas virtudes que exigen las costumbres sociales, como la honradez, el espíritu de justicia, la sinceridad, la
delicadeza, la fortaleza de alma, sin las que no puede darse verdadera vida cristiana.
El modelo perfecto de esa vida espiritual y apostólica es la Santísima Virgen María, Reina de los Apóstoles,
la cual, mientras llevaba en este mundo una vida igual que la de los demás, llena de preocupaciones familiares y de
trabajos, estaba constantemente unida con su Hijo, cooperó de un modo singularísimo a la obra del Salvador; más
ahora, asunta el cielo, "cuida con amor maternal de los hermanos de su Hijo, que peregrinan todavía y se debaten
entre peligros y angustias, hasta que sean conducidos a la patria feliz". Hónrenla todos devotísimamente y
encomienden su vida y apostolado a su solicitud de Madre. (APOSTOLICAM ACTUOSITATEM AA 4)
LM 10.1 Afirmaba rotundamente que el franciscano debe desear, por encima de todas las cosas, la gracia de la
oración; y, convencido de que sin la oración nadie puede progresar en el servicio al Reino (fórmula de profesión de
la OFS), exhortaba a los hermanos, con todos los medios posibles, a que se dedicaran a su ejercicio. Y en cuanto a
él se refiere, cabe decir que ora caminase o estuviese sentado, lo mismo en casa que afuera, ya trabajase o
descansase, de tal modo estaba entregado a la oración, que parecía consagrar a la misma no sólo su corazón y su
cuerpo, sino hasta toda su actividad y todo su tiempo.
Adm 14. Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos (Mt 5,3). Hay muchos que
permanecen constantes en la oración y en los divinos oficios y hacen muchas abstinencias y mortificaciones
corporales, pero por sola una palabra que parece ser injuriosa para sus cuerpos o por cualquier cosa que se les
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quite, se escandalizan y en seguida se alteran. Estos tales no son pobres de espíritu; porque quien es de verdad
pobre de espíritu, se odia a sí mismo y ama a los que le golpeen en la mejilla (cf. Mt 5,39).
1R 7. Todos los hermanos procuren ejercitarse en obras buenas, porque escrito está: Haz siempre algo bueno, para
que el diablo te encuentre ocupado y además: «La ociosidad es enemiga del alma.» Por eso, los siervos de Dios
deben entregarse constantemente a la oración o a alguna obra buena.
1Cel. 40. Rarísima vez, por no decir nunca, cesaban en las alabanzas a Dios y en la oración. Se examinaban
constantemente, repasando cuánto habían hecho, y daban gracias a Dios por el bien obrado, y reparaban con
gemidos y lágrimas las negligencias y ligerezas. Se creían abandonados de Dios si no gustaban de continuo las
acostumbrada piedad en el espíritu de devoción. Cuando querían darse a la oración, recurrían a ciertos medios que
se habían ingeniado: unos se apoyaban en cuerdas suspendidas, para que el sueño no turbara la oración; otros se
ceñían con instrumentos de hierro; algunos, en fin, se ponían piezas mortificantes de madera.
DESARROLLO
4. ¿Qué quiere decir la Regla con que hagamos de la oración “el alma de nuestro ser y nuestro obrar”?
Pues que tiene que ser el centro de nuestra vida, de nuestro obrar, de nuestro pensamiento, de nuestros
deseos, de nuestras iniciativas. San Francisco insistía sin cesar:
“Afirmaba con fuerza que el franciscano debe desear, por encima de todas las cosas, la gracia de la
oración; y, convencido de que sin la oración nadie puede progresar en el servicio al Reino”. LM 10.1
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LECCIÓN 9ª
REGLA
REGLA 9
La Virgen María, humilde sierva del Señor, siempre atenta a su palabra y a todas sus mociones, fue para San
Francisco centro de indecible amor, y por él declarada Protectora y Abogada de su familia (2Cel. 198).
Los Franciscanos seglares den testimonio de su ardiente amor hacia Ella, por la imitación de su disponibilidad
incondicional, y en la efusión de una confiada y consciente oración (LG., 67; AA., 4.)
CONSTITUCIONES
CC.GG. Art. 16
1. Regla 9 María, Madre de Jesús, es el modelo para escuchar la Palabra y ser fieles a la vocación: en ella,
como Francisco, vemos realizadas todas las virtudes evangélicas (Saludo a la Virgen María) . Los hermanos
cultiven el amor intenso a la Santísima Virgen, mediante la imitación, la oración y la entrega filial.
Manifiesten su devoción personal con expresiones de una auténtica fe, en las formas aceptadas por la
Iglesia.
2. María es modelo de amor fecundo y fiel para toda la comunidad eclesial. Los franciscanos seglares y las
Fraternidades busquen vivir la experiencia de Francisco, que hizo de la Virgen la guía de su vida y de su
obra; con ella, como los discípulos en Pentecostés, acojan el Espíritu para realizarse en comunidad de amor
(Cfr. 2 Celano, 198) .
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA
2Cel 198. Rodeaba de amor indecible a la Madre de Jesús, por haber hecho hermano nuestro al Señor
de la majestad. Le tributaba peculiares alabanzas, le multiplicaba oraciones, le ofrecía afectos, tantos y
tales como no puede expresar lengua humana. Pero lo que más alegra es que la constituyó abogada de la
Orden y puso bajo sus alas, para que los nutriese y protegiese hasta el fin, los hijos que estaba a punto
de abandonar. ¡Ea, Abogada de los pobres!, cumple con nosotros tu misión de tutora hasta el día
señalado por el Padre.
Antífona: Santa Virgen María, no ha nacido en el mundo entre las mujeres ninguna semejante a ti, / hija y esclava
del altísimo Rey sumo y Padre celestial, madre de nuestro santísimo Señor Jesucristo, esposa del Espíritu Santo:
ruega por nosotros, junto con el arcángel San Miguel y todas las virtudes del cielo y con todos los santos, ante tu
santísimo Hijo amado, Señor y maestro. -Gloria al Padre. Como era… (se entonaba antes de todos los rezos
litúgicos)
Este Verbo del Padre, tan digno, tan santo y glorioso, anunciándolo el santo ángel Gabriel, fue enviado por
el mismo altísimo Padre desde el cielo al seno de la santa y gloriosa Virgen María, y en él recibió la carne
verdadera de nuestra humanidad y fragilidad. 2CtaF 1.
Y con toda razón. Porque, según atestiguan antiguos moradores, el lugar se llamaba también Santa María de
los Ángeles. El dichoso Padre solía decir que por revelación de Dios sabía que la Virgen Santísima amaba con
especial ardor aquella iglesia entre todas las construidas en su honor a lo ancho del mundo, y por eso el Santo la
amaba más que a todas. 2Cel 19.
Flor. 42. El hermano Conrado fue un día al bosque para contemplar a Dios y el hermano Pedro le fue
siguiendo a escondidas para ver qué le sucedía. El hermano Conrado se puso en oración y comenzó a
suplicar a la Virgen María con gran devoción y muchas lágrimas que le obtuviera de su Hijo bendito la
gracia de experimentar un poco de aquella dulzura que sintió San Simeón el día de la Purificación,
cuanto tuvo en sus brazos a Jesús, el Salvador bendito. Hecha esta oración, fue escuchado por la
misericordiosa Virgen María. En aquel momento apareció la Reina del cielo con su Hijo bendito en los
brazos en medio de una luz esplendorosa; se acercó al hermano Conrado y le puso en los brazos a su
bendito Hijo; él lo recibió Con gran devoción, lo abrazó y lo besó apretándolo contra el pecho,
consumiéndose y derritiéndose en amor divino y en un consuelo inexplicable. Y también el hermano
Pedro, que estaba viendo todo desde su escondrijo, sintió en su alma una grandísima dulcedumbre y
consolación.
DESARROLLO
La Virgen María es un modelo a seguir, un ejemplo de vida, una madre comprensiva, fiel y atenta a
nuestras necesidades y una mediadora permanente, con su Hijo, delante del Padre.
3. ¿Qué dicen las CC.GG. de cómo es MODELO (en qué cosas nos fijaremos)?
Es el modelo para escuchar la Palabra y ser fieles a la vocación.
5. ¿En qué más cosas nos dice la Regla que es modelo la Virgen María?
En su disponibilidad incondicional, y en la efusión3 de una confiada y consciente oración.
2
Moción es una inspiración interior, que viene de Dios y que mueve nuestro espíritu en su búsqueda
3
efusión. (Del lat. effusĭo, -ōnis). f. Derramamiento de un líquido, y más comúnmente de la sangre. || 2. Expansión e intensidad en
los afectos generosos o alegres del ánimo.
38
LECCIÓN 10ª
REGLA
R10.
ASOCIÁNDOSE a la obediencia redentora de Jesús, que SOMETIÓ su voluntad a la del Padre,
CUMPLAN fielmente las obligaciones propias de la condición de cada uno, en las diversas circunstancias
de la vida (LG 41), y SIGAN a Cristo, pobre y crucificado, CONFESÁNDOLO aun en las dificultades y
persecuciones.
CONSTITUCIONES
CC.GG. Art. 10
(Regla 10) "Cristo pobre y crucificado", vencedor de la muerte y resucitado, máxima manifestación del
amor de Dios al hombre, es el "libro" en el que los hermanos, a imitación de Francisco, aprenden el porqué
y el cómo vivir, amar y sufrir. En El descubren el valor de las contradicciones por causa de la justicia y el
sentido de las dificultades y de las cruces de la vida de cada día. Con El pueden aceptar la voluntad del
Padre en las circunstancias más difíciles y vivir el espíritu franciscano de paz, rechazando toda doctrina
contraria a la dignidad del hombre.
Art. 12
2. (Regla 10) Con Jesús, obediente hasta la muerte, procuren conocer y cumplir la voluntad del Padre. Den
gracias a Dios por el don de la libertad y la revelación de la ley del amor. Acepten la ayuda que, en la
Iglesia, se les ofrece para cumplir la voluntad del Padre por quienes están constituidos en autoridad y
también por los hermanos. Asuman, con serena firmeza, el riesgo de opciones valientes en la vida social.
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA
L.G. 41. Una misma es la santidad que cultivan en cualquier clase de vida y de profesión los que son
guiados por el espíritu de Dios y, OBEDECIENDO a la voz del Padre, ADORANDO a Dios y al Padre en
espíritu y verdad, SIGUEN a Cristo pobre, humilde y cargado con la cruz, para merecer la participación de
su gloria.
Según eso, cada uno según los propios dones y las gracias recibidas, debe caminar sin vacilación por el
camino de la fe viva, que excita la esperanza y obra por la caridad. Es menester, en primer lugar, que los
pastores del rebaño de Cristo cumplan con su deber ministerial, santamente y con entusiasmo, con humildad
y fortaleza, según la imagen del Sumo y Eterno sacerdote, pastor y obispo de nuestras almas; cumplido así
su ministerio, será para ellos un magnífico medio de santificación.
3. ¿Por qué nos recuerda la Regla que tenemos que asociarnos a la obediencia de Cristo?
Porque solo la obediencia al Padre nos hace ser hermanos de Cristo y permite que lo que nosotros
hagamos, unidos a Cristo, sea, de verdad, tarea liberadora.
4. ¿Cuáles son las tareas más importantes que nos recuerda la Regla?
ASOCIARNOS (unirnos y mantenernos unidos) a Cristo, SOMETERNOS a la Voluntad de Dios,
CUMPLIR (llenar, completar) todas nuestras obligaciones, SEGUIR a Cristo, pobre y crucificado y
CONFESARLO en toda ocasión (también en las dificultades, como enfermedad o persecución)
5. ¿Cuáles son las respuestas que descubrimos siguiendo a Cristo pobre y crucificado y resucitado?
Porqué vivo y cómo vivo
Porqué muero y cómo muero
Porqué amo y cómo amo
Porqué sufro y cómo sufro
Porqué gozo y cómo gozo
6. ¿Cómo nos dice las Constituciones que tenemos que conocer y cumplir (no sirve de nada conocer sino
vivimos lo que sabemos) la Voluntad de Dios?
Con Cristo
Siendo agradecidos por los dones recibidos de parte de Dios
Con la ayuda de la Iglesia
Con la ayuda de los hermanos
7. ¿Cuáles son las herramientas que tenemos para conocer la Voluntad de Dios?
La oración
La lectura de la Palabra de Dios
Los exámenes frecuentes y las revisiones (personales y en fraternidad)
Viviendo en actitud de búsqueda, como Francisco.
El discernimiento personal y también el compartido
8. ¿Por qué es muy importante que la Regla nos recuerde que la acción de Cristo es liberadora?
Porque tiene que ser también el criterio que nos guie en nuestra acción pastoral y también cívica. Si lo que
hacemos no es liberador para la persona no es cristiano. También para recordarnos que nuestra tarea no
termina hasta que no hayamos conseguido las “condiciones de una persona liberada por Cristo” R13
40
9. ¿Qué significa asociarse a la obra redentora de Jesús?
Juan, que en la cárcel había oído hablar de las obras de Cristo, envió a sus discípulos a decirle:
« ¿Eres tú el que ha de venir, o debemos esperar a otro? » Jesús les respondió: « Id y contad a
Juan lo que oís y veis: los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos
oyen, los muertos resucitan y se anuncia a los pobres la Buena Nueva;
¡y dichoso aquel que no halle escándalo en mí! » Mt 11,4
Y no olvidemos que si no lo hacemos con El, con Cristo, no estamos en nada. (¡Discernimiento!)
Jesús, pues, tomando la palabra, les decía: « En verdad, en verdad os digo: el Hijo no puede hacer
nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre: lo que hace él, eso también lo hace igualmente el
Hijo. Jn 5,19
- Porque la obediencia de amor es ENTREGA VOLUNTARIA. Y solo hay dos maneras de entregarse
totalmente: como esclavos o como amantes. El esclavo no puede asociarse, no tiene derechos, ni quien se
los reconozca.
41
LECCIÓN 11ª
REGLA
R11. Cristo, confiado en el Padre, aún apreciando atenta y amorosamente las realidades creadas, eligió para Sí y
para su Madre una vida pobre y humilde (1Carta San Francisco, 5.); del mismo modo, los Franciscanos seglares
han de buscar en el desapego y en el uso, una justa relación con los bienes terrenos, simplificando las propias
exigencias materiales; sean consientes, en conformidad con el Evangelio, de ser administradores de los bienes
recibidos, en favor de los hijos de Dios.
Así, en el espíritu de las "Bienaventuranzas", esfuércense en purificar el corazón de toda tendencia y deseo de
posesión y de dominio, como "peregrinos y forasteros" en el camino hacia la casa del Padre (Rom 8, 17; LG., 7,4).
CONSTITUCIONES
Art. 15
1. Los franciscanos seglares intenten vivir el espíritu de las Bienaventuranzas, y especialmente el espíritu de
pobreza. La pobreza evangélica manifiesta la confianza en el Padre, activa la libertad interior y dispone para
promover una más justa distribución de las riquezas
2. Los franciscanos seglares, que mediante el trabajo y los bienes materiales deben proveer a la propia
familia y servir a la sociedad, tienen un modo propio de vivir la pobreza evangélica. Para comprenderlo y
vivirlo se requiere un fuerte compromiso personal y el estímulo de la Fraternidad mediante la oración y el
diálogo, la revisión comunitaria de vida, la escucha de las normas de la Iglesia y de las interpelaciones de la
sociedad.
3. Los franciscanos seglares comprométanse en reducir las exigencias personales para poder compartir
mejor los bienes espirituales y materiales con los hermanos, particularmente con los últimos. Den gracias a
Dios por los bienes recibidos, USÁNDOLOS COMO BUENOS ADMINISTRADORES Y NO COMO
DUEÑOS. Adopten una posición firme contra el consumismo y contra las ideologías y las posturas que
anteponen la riqueza a los valores humanos y religiosos y que permiten la explotación del hombre.
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA
L.G. 7, 4. Peregrinos todavía sobre la tierra siguiendo sus huellas en el sufrimiento y en la persecución, nos
unimos a sus dolores como el cuerpo a la Cabeza, padeciendo con El, para ser con el glorificados (cf. Rom.,
8,17). Por El "el cuerpo entero, alimentado y trabado por las coyunturas y ligamentos, crece con
crecimiento divino" (Col., 2,19). El dispone constantemente en su cuerpo, es decir, en la Iglesia, los dones
de los servicios por los que en su virtud nos ayudamos mutuamente en orden a la salvación, para que
siguiendo la verdad en la caridad, CREZCAMOS por todos los medios en El, que es nuestra Cabeza (cf.
Ef., 4,11-16).
42
En realidad, ejercen el apostolado con su trabajo para la evangelización y santificación de los hombres, y
para la función y el desempeño de los negocios temporales, llevado a cabo con espíritu evangélico de forma
que su laboriosidad en este aspecto sea un claro testimonio de Cristo y sirva para la salvación de los
hombres. Pero siendo propio del estado de los laicos el vivir en medio del mundo y de los negocios
temporales, ellos son llamados por Dios para que, fervientes en el espíritu cristiano, ejerzan su apostolado
en el mundo a manera de fermento. AA 2
************
La mujer, allí donde todavía no lo ha logrado, reclama la igualdad de derecho y de hecho con el
hombre. Los trabajadores y los agricultores no sólo quieren ganarse lo necesario para la vida, sino que
quieren también desarrollar por medio del trabajo sus dotes personales y participar activamente en la
ordenación de la vida económica, social, política y cultural. Por primera vez en la historia, todos los pueblos
están convencidos de que los beneficios de la cultura pueden y deben extenderse realmente a todas las
naciones.
Pero bajo todas estas reivindicaciones se oculta una aspiración más profunda y más universal: las
personas y los grupos sociales están sedientos de una vida plena y de una vida libre, digna del hombre,
poniendo a su servicio las inmensas posibilidades que les ofrece el mundo actual. Las naciones, por otra
parte, se esfuerzan cada vez más por formar una comunidad universal.
De esta forma, el mundo moderno aparece a la vez poderoso y débil, capaz de lo mejor y de lo peor,
pues tiene abierto el camino para optar entre la libertad o la esclavitud, entre el progreso o el retroceso,
entre la fraternidad o el odio. El hombre sabe muy bien que está en su mano el dirigir correctamente las
fuerzas que él ha desencadenado, y que pueden aplastarle o servirle. Por ello se interroga a sí mismo. GS 9
R 7. Y los hermanos que saben trabajar, trabajen y ejerzan el oficio que conozcan, siempre que no sea
contra la salud del alma y pueda realizarse decorosamente. Pues dice el profeta: Comerás los frutos de tus
trabajos, dichoso eres y te irá bien (Sal 127,2); y el Apóstol: El que no quiere trabajar, no coma (cf. 2Tes
3,10); Y yo trabajaba con mis manos, y quiero trabajar; y quiero firmemente que todos los otros hermanos
trabajen en algún oficio compatible con la decencia. Los que no lo saben, que lo aprendan, no por la codicia
de recibir la paga del trabajo, sino por el ejemplo y para combatir la ociosidad. Y cuando no nos den la paga
del trabajo, recurramos a la mesa del Señor, pidiendo limosna de puerta en puerta. El Señor me reveló que
dijésemos este saludo: El Señor te dé la paz. Testamento
DESARROLLO
43
trabajar. Porque estamos llamados a hacer fructificar los dones que Dios nos da. No ver las cosas desde este
modo significa que no vemos o no creemos en los dones que Dios nos ha dado..
Para San Francisco, el trabajo es un don y el trabajar es una gracia. El trabajo de cada día es no
sólo medio de sustento, sino también una ocasión de servicio a Dios y al prójimo, y un camino para
desarrollar la propia personalidad. CC.GG.21
Primero que es una posibilidad de unirnos a la labor creadora de Dios. La Creación, puesta en las manos del
ser humano, tiene la posibilidad de seguir desarrollándose y multiplicándose. Pero también puede ser una
ocasión de lo contrario: Desbaratar todo lo bueno, con un mal uso y aprovechamiento: contaminación,
cambio climático, desertización, desaparición de especies animales…
Pues la ansiosa espera de la creación desea vivamente la revelación de los hijos de Dios.
La creación, en efecto, fue sometida a la vanidad, no espontáneamente, sino por aquel que la
sometió, en la esperanza de ser liberada de la servidumbre de la corrupción para participar en la
gloriosa libertad de los hijos de Dios. Pues sabemos que la creación entera gime hasta el presente y
sufre dolores de parto. Y no sólo ella; también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu,
nosotros mismos gemimos en nuestro interior anhelando el rescate de nuestro cuerpo. Rm 8, 19-23
En tercer lugar nos recuerda la labor servicial del creyente. Estamos llamados a servir al resto de los seres
humanos con nuestro trabajo. Esto tiene una doble dirección. Una, que con nuestro trabajo hacemos un
servicio y otra, que servir nos cuesta trabajo.
Hoy estamos olvidando esta dimensión de la gratuidad, de la autodonación, del servicio como desgaste de
amor. Una sociedad tan materialista nos lleva a no valorar estos esfuerzos gratuitos. Incluso hace que haya
gente –cada día más- que se siente mal si no consigue lo suyo.
Piensen que es lo que pasa con nuestros pensamientos e ideas de los dirigentes que no se enriquecen con su
puesto (Vean si no lo que le ocurrió a uno de los padres de la Patria: Juan Bosch, que ha necesitado muchos
años para que le reconozcan y le hagan homenajes).
4. ¿Qué nos enseña la Doctrina Social de la Iglesia sobre las relaciones de trabajo?
Primero nos llama la atención sobre la justicia que tiene que haber en la repartición de los beneficios de
todas las fuerzas productivas.
Que tanto el trabajador/ra como el empleador/ra (directo o indirecto) esta obligada a velar por la justicia
con las necesidades de la persona. (en uno y en otro sentido)
Que en el trabajo se juntan el deber con el derecho. Es intentando hacer posible esta unión donde se
puede hacer realidad el canto de los profetas sobre la doble unión de misericordia y fidelidad y de la
justicia y la paz.
Que tenemos que velar por que el destino de los bienes sea para todos los hombres y mujeres de la
Tierra. Y no solo de unos pocos, o los de mi religión, cultura, raza o País.
Que debemos afrontar y luchar contra toda forma de actividad que lleve a la esclavitud de las personas.
O que dañe y disminuya su dignidad.
44
LECCIÓN 12ª
R 12
Testigos de los bienes futuros y comprometidos a adquirir, según la vocación que han abrazado, la pureza de
corazón, se harán libres, de este modo para el amor de Dios y de los hermanos (Adm. XVI; Carta, 70).
CONSTITUCIONES
CC.GG 12
1. Inspirándose en el ejemplo y en los escritos de San Francisco, y sobre todo con la gracia del Espíritu, los
hermanos vivan día a día con fe el gran don que nos ha otorgado Cristo: la Revelación del Padre. Den
testimonio de esta fe delante de los hombres:
-- en la vida de familia;
-- en el trabajo;
-- en la alegría y en el sufrimiento;
-- en el encuentro con los hombres, hermanos todos en el mismo Padre;
-- en la presencia y en la participación en la vida social;
-- en la relación fraterna con todas las criaturas.
2. (Regla 10) Con Jesús, obediente hasta la muerte, procuren conocer y cumplir la voluntad del Padre. Den
gracias a Dios por el don de la libertad y la revelación de la ley del amor. Acepten la ayuda que, en la
Iglesia, se les ofrece para cumplir la voluntad del Padre por quienes están constituidos en autoridad y
también por los hermanos. Asuman, con serena firmeza, el riesgo de opciones valientes en la vida social.
3. (Regla 8) Los hermanos cultiven el trato filial con Dios y "hagan de la oración y de la contemplación el
alma de su vida y de su obrar". Traten de descubrir la presencia del Padre
o en su corazón,
o en la naturaleza y
o en la historia de los hombres, en la que se cumple su plan salvífico.
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA
(Ver AA 4, en la lección 8ª)
45
Dichosos los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios (Mt 5,8) Son verdaderamente de corazón
limpio los que desprecian lo terreno, buscan lo celestial y nunca dejan de adorar y contemplar al Señor Dios
vivo y verdadero con corazón y ánimo limpio.
Mirad, ciegos, engañados por nuestros enemigos, la carne, el mundo, el diablo, que al cuerpo le es
dulce cometer pecado y amargo servir a Dios, pues todos los males, vicios y pecados, del corazón del
hombre salen y proceden (cf. Mc 7,21.23), Como dice el Señor en el Evangelio. Y nada tenéis en este siglo
ni en el futuro. Pensáis poseer por mucho tiempo las vanidades de este siglo, pero estáis engañados, porque
VENDRÁN el día y la hora que no recordáis, desconocéis e ignoráis.
DESARROLLO
El artículo 12 de la Regla esta muy unido a los dos anteriores: La obediencia al Padre, renunciando a la propia voluntad, para
comprometernos en el servicio del Reino. Pues bien, este artículo lo que nos dice es que, quien sigue este camino se hace libre: LA
VERDADERA LIBERTAD. Y esta libertad nos lleva a ser testigos del amor de Dios para con todos los seres humanos. Testigos son los
que cuentan lo que han visto y oído, pero también son los que se comprometen personalmente con su vida, apoyando con sus actos lo que
están diciendo sus labios. Los mártires son los que llevan hasta la muerte su testimonio por Cristo y el amor de Dios.
No tenemos que olvidar que la Regla es el LIBRO DE LA VIDA, donde aprendemos a vivir el Evangelio.
1. ¿Qué entiende la Regla por ser libres?
La libertad es el don final que Dios da a los/las que siendo obedientes a su Amor, buscando purificar los
deseos del corazon, salvados por la Cruz de Cristo, se entregan fieles y confiadas al servicio de los
hermanos y hermanas.
Jesucristo, el Testigo fiel, el Primogénito de entre los muertos, el Príncipe de los reyes de la tierra.
El que nos ama y nos ha lavado con su sangre de nuestros pecados. Ap. 1,5
- El martirio es el grado máximo con la entrega de la propia sangre y la propia vida. Pero no tenemos que
olvidar que hay otros “martirios” que no llevan al derramamiento de sangre pero que no son ni más fáciles
ni menos valiosos a los ojos de Dios. Poner ejemplo que conocemos.
…por mi causa seréis llevados ante gobernadores y reyes, para que deis testimonio ante ellos y ante
los gentiles. Mas cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o qué vais a hablar. Lo que
tengáis que hablar se os comunicará en aquel momento. Porque no seréis vosotros los que
hablaréis, sino el Espíritu de vuestro Padre el que hablará en vosotros .Mt 10, 18-20
Asuman, con serena firmeza, EL RIESGO de opciones valientes en la vida social. CC.GG 12,2
- Inspirándose en el ejemplo y en los escritos de San Francisco, y sobre todo con la gracia del Espíritu, los
hermanos vivan día a día con fe el gran don que nos ha otorgado Cristo: la revelación del Padre. Den
testimonio de esta fe delante de los hombres. CC.GG 12,1
4. ¿En qué lugares pide la Regla que tenemos que ser testigos= dar testimonio?
-- en la vida de familia;
-- en el trabajo;
-- en la alegría y en el sufrimiento;
46
-- en el encuentro con los hombres, hermanos todos en el mismo Padre;
-- en la presencia y en la participación en la vida social;
-- en la relación fraterna con todas las criaturas (CC.GG 12)
47
LECCIÓN 13ª
REGLA
R 13
De la misma manera que el Padre ve en cada uno de los hombres los rasgos de su Hijo, Primogénito de muchos
hermanos (Rom 8,29), los Franciscanos seglares acojan a todos los hombres con ánimo humilde y cortés, como
don del Señor e imagen de Cristo.
El sentido de la fraternidad los hará felices y dispuestos a identificarse con todos los hombres y mujeres,
especialmente con los más humildes, para los cuales se esforzarán en crear condiciones de vida dignas de criaturas
redimidas por Cristo (1Reg., 9,3; Mt 25,40).
CONSTITUCIONES
CC.GG Art.18
1. Los franciscanos seglares son llamados a ofrecer su contribución personal, inspirada en la persona y en el
mensaje de San Francisco de Asís, en vistas a establecer una civilización en la que la dignidad de la persona
humana, la corresponsabilidad y el amor sean realidades vivas (Cfr. Gaudium et Spes, 31 ss) .
2. (Regla 13) Profundicen en los verdaderos fundamentos de la fraternidad universal y creen en todas partes
espíritu de acogida y una atmósfera de hermandad. RECHACEN con firmeza toda forma de explotación, de
discriminación, de marginación y toda actitud de indiferencia hacia los demás.
3. Colaboren con los movimientos que promueven la hermandad entre los pueblos: comprométanse a "crear
condiciones dignas de vida" para todos y a trabajar por la libertad de todos los pueblos.
4. Siguiendo el ejemplo de San Francisco, Patrón de los ecologistas, promuevan activamente iniciativas
para la salvaguarda de la creación, esforzándose para evitar la contaminación y la degradación de la
naturaleza, y crear condiciones de vida y ambiente, que no sean una amenaza para el hombre.
CC.GG Art. 22
1. Los franciscanos seglares "estén presentes... en el campo de la vida pública"; colaboren, según sus
posibilidades, en la promulgación de leyes y normas justas.
2. Aun reconociendo el derecho, tanto de las personas como de las naciones, a la legítima defensa,
valoren la opción de quienes, por objeción de conciencia, rechazan "llevar armas".
3. Para salvaguardar la paz en la familia, los hermanos hagan, a su debido tiempo, el testamento de
sus bienes.
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA
32. Dios creó al hombre no para vivir aisladamente, sino para formar sociedad. De la misma manera, Dios
"ha querido santificar y salvar a los hombres no aisladamente, sin conexión alguna de unos con otros, sino
constituyendo un pueblo que le confesara en verdad y le sirviera santamente".
Desde el comienzo de la historia de la salvación, Dios ha elegido a los hombres no solamente en
cuanto individuos, sino también a cuanto miembros de una determinada comunidad. A los que eligió Dios
manifestando su propósito, denominó pueblo suyo (Ex 3,7-12), con el que además estableció un pacto en el
monte Sinaí.
49
Sometiéndose voluntariamente a las leyes de su patria, santificó los vínculos humanos, sobre todo
los de la familia, fuente de la vida social. Eligió la vida propia de un trabajador de su tiempo y de su tierra.
En su predicación mandó claramente a los hijos de Dios que se trataran como hermanos. Pidió en su
oración que todos sus discípulos fuesen uno.
Más todavía, se ofreció hasta la muerte por todos, como Redentor de todos. Nadie tiene mayor amor
que este de dar uno la vida por sus amigos (Jn 15,13). Y ordenó a los Apóstoles predicar a todas las gentes
la nueva angélica, para que la humanidad se hiciera familia de Dios, en la que la plenitud de la ley sea el
amor.
Primogénito entre muchos hermanos, constituye, con el don de su Espíritu, una nueva comunidad
fraterna entre todos los que con fe y caridad le reciben después de su muerte y resurrección, esto es, en su
Cuerpo, que es la Iglesia, en la que todos, miembros los unos de los otros, deben ayudarse mutuamente
según la variedad de dones que se les hayan conferido.
Esta solidaridad debe aumentarse siempre hasta aquel día en que llegue su consumación y en que los
hombres, salvador por la gracia, como familia amada de Dios y de Cristo hermano, darán a Dios gloria
perfecta.
Y manifieste confiadamente el uno al otro su propia necesidad, para que le encuentre lo necesario y
se lo proporcione. Y cada uno ame y nutra a su hermano, como la madre ama y nutre a su hijo (cf. 1Tes
2,7), en las cosas para las que Dios le diere gracia. Y el que no come, no juzgue al que come. Y, en caso de
necesidad, séales lícito a todos los hermanos, dondequiera que estén, servirse de todos los manjares que
pueden comer los hombres, como dice el Señor de David, el cual comió los panes de la ofrenda, que no
estaba permitido comer sino a los sacerdotes (cf. Mt 12,4; Mc 2,26). Y recuerden lo que dice el Señor: Pero
estad precavidos, no sea que vuestros corazones se emboten con la crápula y embriaguez y en las
preocupaciones de esta vida, y os sobrevenga aquel repentino día; pues como un lazo caerá encima de
todos los que habitan sobre la faz del orbe de la tierra (cf. Lc 21,34-35). 1R 9.
Se posará sobre ellos el espíritu del Señor (cf. Is 11,2) y hará en ellos habitación y morada (cf. Jn 14,23); y
son hijos del Padre celestial (cf. Mt 5,45), cuyas obras realizan; y son esposos, hermanos y madres de
nuestro Señor Jesucristo (cf. Mt 12,50).
Somos esposos cuando el alma fiel se une, por el Espíritu Santo, a nuestro Señor Jesucristo. Le somos
hermanos cuando cumplimos la voluntad del Padre, que está en los cielos (Mt 12,50). Madres, cuando lo
llevamos en el corazón y en nuestro cuerpo (cf. lCor 6,20) por el amor divino y por una conciencia pura y
sincera, y lo damos a luz por las obras santas, que deben ser luz para el ejemplo de otros (cf. Mt 5,16).
1CtaF 1.
DESARROLLO
Somos hermanos porque Dios ve en cada ser humano la imagen de su Hijo. Regla 13
Pues a los que de antemano conoció, también los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo,
para que fuera él el primogénito entre muchos hermanos. Rm 8,29
Pues todo el que cumpla la voluntad de mi Padre celestial, ése es mi hermano, mi hermana y mi
madre. Mt 12,50
50
« Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar "Rabbi=maestro", porque uno solo es vuestro Maestro; y
vosotros sois todos hermanos». Mt 23, 8
2. ¿Es posible creer en Dios y no ser hermano y hermana?
No. Creer es hacer la Voluntad de Dios y, quien hace la voluntad de Dios es hermano de Jesucristo y
hermano y hermana de todos los seres humanos.
Porque pensamos que tiene que ser una cosa natural. LA FRATERNIDAD TIENE QUE SER
CONSTRUIDA, con amor, con empeño, con dedicación… perdonando y, a veces, con sufrimiento.
La dificultad mas importante es nuestro egoísmo y nuestro pecado. Por eso LA FRATERNIDAD
PUEDE LIBERARNOS de nuestro egoísmo, por ser SACRAMENTO DEL AMOR DE DIOS.
Por nuestra propia psicología que nos hacer ver los defectos de los otros antes que sus virtudes y
porque usamos a los demás echándoles la culpa de nuestros fallos.
En la escucha de la Palabra, que nos revela que Dios es Padre y que todos nosotros somos hermanos
y hermanas. (El hombre es un lobo para el hombre, dicen los que no creen)
En la presencia de Cristo entre nosotros (“donde dos o más estáis reunidos en mi nombre, allí estoy
yo”) Y Cristo se consideraba hermano de nosotros y de nosotras.
En la acción del Espíritu Santo. Solos no lo podremos conseguir.
Buscando ser humildes en nuestro trato, considerando a los demás como superiores.
Con el perdón y la RECONCILIACIÓN con uno mismo, con Dios y con las demás criaturas.
Así puede conocerse si el siervo de Dios tiene el espíritu del Señor: si, cuando el Señor obra
por medio de el algo bueno, no por ello se enaltece su carne, pues siempre es opuesta a todo lo
bueno, sino, más bien, se considera a sus ojos más vil y se estima menor que todos los otros
hombres. Adm 12.
Acogiendo a los demás seres humanos, con humildad y con total respeto (a sus personas, sus
pensamientos, su condición social, su raza, su sexo, sus aspiraciones y sus bienes).
Identificándonos con los más humildes. (siempre nos gusta juntarnos con los que son más –grandes
ricos, poderosos, elegantes…- y nos cuesta vernos y juntarnos con los más pequeños y necesitados)
Creando condiciones de vida dignas para todos los hombres y mujeres.
Profundizando en el conocimiento propio y de los demás. (No se ama lo que no se conoce).
Con iniciativas para salvaguardar la Creación (La Naturaleza junto con los que la habitan: criaturas,
plantas, ríos, montañas, lagos y los bienes que encierra). Por ejemplo: pidiendo que se recojan los
derechos de la Naturaleza en las leyes fundamentales.
51
6. ¿Qué significa “crear condiciones de vida dignas”?
Que exista la Justicia y la Libertad. Y exigir a las autoridades que se cumplan las leyes que las
amparan (Derechos Humanos, Constitución…). La Igualdad de oportunidades y derechos.
Que a nadie le falte lo necesario para vivir.
Que no exista la discriminación, la explotación, el abuso y la marginación.
Que no seamos indiferentes ante ningún ser humano y sus situaciones.
La contaminación (del aire, del ruido, de las aguas, las basuras), la degradación y destrucción de la
Naturaleza destruyen las condiciones de vida dignas, por destruir el lugar en el que vivimos.
Ayudar a descubrir a los demás (empezando por uno mismo y por su familia) las razones para vivir,
para amar y para sufrir (CC.GG 10)
Sabiendo y luchando por el DESTINO UNIVERSAL DE LOS BIENES (lo que hay en la Tierra
tiene que usarse pensando en el bien de todos los seres humanos), solo somos administradores. Todo
lo hemos recibido, todo lo tendremos que dejar y los que vengan atrás de nosotros no pueden
encontrar todo destrozado y escaso por nuestro mal uso y abuso.
52
LECCIÓN 14ª
EL REINO DE DIOS
REGLA
R 14
Llamados, juntamente con todos los hombres de buena voluntad, a construir un mundo más fraterno y
evangélico para edificar el Reino de Dios, conscientes de que "quien sigue a Cristo, Hombre perfecto, se hace a
sí mismo más hombre", cumplan de modo competente sus propios deberes con espíritu cristiano de servicio
(LG. 31; GS., 93).
CONSTITUCIONES
CC.GG. Art. 19
1. (Regla 14) Los franciscanos seglares actúen como levadura en el ambiente en el que viven, mediante el
testimonio del amor fraterno y de bien definidas motivaciones cristianas.
2. Con espíritu de minoridad, elijan en primer lugar el trato con los pobres y los marginados, ya sean
individuos, grupos de personas o todo un pueblo; colaboren en la erradicación de la marginación y de toda
forma de pobreza, que son consecuencia de la ineficacia y de la injusticia.
CC.GG.Art. 20
1. (Regla 14) Empeñados en la construcción del Reino de Dios dentro de las realidades y actividades
temporales, los franciscanos seglares, por vocación, deben vivir como una realidad indivisible su
pertenencia a la Iglesia y a la sociedad.
2. Como primera y fundamental contribución para la edificación de un mundo más justo y fraterno,
comprométanse en el cumplimiento de los deberes propios de su trabajo y en una adecuada preparación
profesional. Con el mismo espíritu de servicio asuman sus responsabilidades sociales y civiles.
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA
LUMEN GENTIUM (Sobre la Iglesia)
31. A los laicos pertenece por propia vocación BUSCAR EL REINO DE DIOS tratando y ordenando, según
Dios, los asuntos temporales. Viven en el siglo, es decir, en todas y a cada una de las actividades y profesiones, así
como en las condiciones ordinarias de la vida familiar y social con las que su existencia está como entretejida.
Allí están llamados por Dios a cumplir su propio cometido, guiándose por el espíritu evangélico, de modo
que, igual que la levadura, contribuyan desde dentro a la santificación del mundo y de este modo descubran a
Cristo a los demás, brillando, ante todo, con el testimonio de su vida, fe, esperanza y caridad.
A ellos, muy en especial, corresponde iluminar y organizar todos los asuntos temporales a los que están
estrechamente vinculados, de tal manera que se realicen continuamente según el espíritu de Jesucristo y se
desarrollen y sean para la gloria del Creador y del Redentor.
1Cel. 36. El muy valeroso caballero de Cristo Francisco recorría ciudades y castillos anunciando el reino de Dios,
predicando la Paz y enseñando la salvación y la penitencia para la remisión de los pecados; no con persuasivos
discursos de humana sabiduría, sino con la doctrina y poder del espíritu. En todo actuaba con gran seguridad por la
autoridad apostólica que había recibido, evitando “adulaciones y vanas lisonjas”(el figureo). No sabía halagar las
faltas de algunos y las fustigaba; lejos de alentar la vida de los que vivían en pecado, la castigaba con ásperas
reprensiones, ya que antes se había convencido a sí mismo viviendo lo que recomendaba con las palabras; no
temiendo que le corrigieran, proclamaba la verdad con tal aplomo que hasta hombres doctísimos, ilustres por su
fama y dignidad, quedaban admirados de sus sermones, y en su presencia se sentían sobrecogidos de un saludable
temor.
DESARROLLO
54
Llegar a ser hombres y mujeres llenos(que han llegado a completar -desarrollar, madurar…- lo
que faltaba a su humanidad), viviendo una vida plena. Cristo el hombre perfecto…(Regla 14)
Por nuestra profesión, por la que nos comprometimos a su servicio. (Ver la fórmula de
profesión)
Haber experimentado el amor de Dios. Dios “se merece” que vivamos para él.
Predicar el Evangelio no es para mí ningún motivo de gloria; es más bien un deber que me
incumbe. Y ¡ay de mí si no predicara el Evangelio! 1Cor 9,16
Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura. Mt 6,33
Den culto al Señor, Cristo, en sus corazones, estén siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que les
pida razón de su esperanza. Pero háganlo con dulzura y respeto. Mantengan una buena conciencia, para que
aquello mismo que les echen en cara, sirva de confusión a quienes critiquen su buena conducta en Cristo. Pues
más vale padecer por obrar el bien, si esa es la voluntad de Dios, que por obrar el mal. 1Pe 3, 15-17
6. ¿Qué quiere decir la Regla con que “siguiendo a Cristo nos hacemos más hombres”?
Significa que en el seguimiento de Cristo, “el hombre perfecto” nos estamos haciendo unos hombres
y mujeres mejores y en su seguimiento podemos alcanzar la máxima madurez como personas. No
solamente en lo espiritual, sino también en lo humano.
55
LECCIÓN 15ª
LA FE Y LA JUSTICIA
REGLA
R 15
Estén presentes con el testimonio de su vida humana y también con iniciativas eficaces, tanto individuales
como comunitarias, en la promoción de la justicia, particularmente en el ámbito de la vida pública; empéñense
en opciones concretas y coherentes con su fe (AA. 14).
CONSTITUCIONES
CC.GG. Art. 22
1. (Regla 15) Los franciscanos seglares "estén presentes... en el campo de la vida pública"; colaboren,
según sus posibilidades, en la promulgación de leyes y normas justas.
2. (Regla 13) Profundicen en los verdaderos fundamentos de la fraternidad universal y creen en todas partes
espíritu de acogida y una atmósfera de hermandad. Rechacen con firmeza toda forma de explotación, de
discriminación, de marginación y toda actitud de indiferencia hacia los demás.
3. Colaboren con los movimientos que promueven la hermandad entre los pueblos: comprométanse a "crear
condiciones dignas de vida" para todos y a trabajar por la libertad de todos los pueblos.
4. Siguiendo el ejemplo de San Francisco, Patrón de los ecologistas, promuevan activamente iniciativas
para la salvaguarda de la creación, esforzándose para evitar la contaminación y la degradación de la
naturaleza, y crear condiciones de vida y ambiente, que no sean una amenaza para el hombre.
Art. 19
1. (Regla 14) Los franciscanos seglares actúen como levadura en el ambiente en el que viven, mediante el
testimonio del amor fraterno y de bien definidas motivaciones cristianas.
2. Con espíritu de minoridad, elijan en primer lugar el trato con los pobres y los marginados, ya sean
individuos, grupos de personas o todo un pueblo; colaboren en la erradicación de la marginación y de toda
forma de pobreza, que son consecuencia de la ineficacia y de la injusticia.
56
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA
14. Los laicos, sobre todo, son los dispensadores de la sabiduría cristiana en el campo del apostolado. En el amor a
la patria y en el fiel cumplimiento de los deberes civiles, siéntanse obligados los católicos a promover el
VERDADERO BIEN COMÚN, (estamos obligados a contrastar los programas de los partidos y sus actuaciones
para ver si lo estan buscando) y hagan pesar de esta forma su opinión para que el poder civil se ejerza justamente y
las leyes respondan a los principios morales y al bien común. Los católicos peritos en los asuntos públicos, y
firmes como es debido en la fe y en la doctrina católica, no rehúsen desempeñar cargos públicos, ya que por ellos,
bien administrados, pueden procurar el bien común y preparar a un tiempo el camino al Evangelio.
Procuren los católicos cooperar con todos los hombres de buena voluntad en promover cuanto hay de
verdadero, de justo, de santo, de amable (Cf. Fil., 4,8). Dialoguen con ellos, superándolos en prudencia y
humanidad, e investiguen acerca de las instituciones sociales y públicas, para perfeccionarlas según el espíritu del
Evangelio.
Entre las características de nuestro tiempo hay que contar, especialmente, con el creciente e inevitable
sentimiento de solidaridad de todos los pueblos: el promoverlo solícitamente y convertirlo en sincero y verdadero
afecto de fraternidad es deber del apostolado de los laicos. Los laicos, además, deben conocer el nuevo campo
internacional y los problemas y soluciones ya doctrinales, ya prácticas que en él se originan, sobre todo respecto a
los pueblos en vías de desarrollo. AA. 14
Os ruego, pues, con la reverencia que puedo que no echéis en olvido al Señor ni os apartéis de sus
mandamientos a causa de los cuidados y preocupaciones de este siglo, porque todos aquellos que lo echan en
olvido y se apartan de sus mandamientos, son malditos, y serán echados por El al olvido (cf. Ez 33,13). Y, cuando
llegue el día de la muerte, todo lo que creían tener les será arrebatado (cf. Lc 8,18). Y cuanto más sabios y
poderosos hayan sido en este siglo, tanto mayores tormentos padecerán en el infierno. (Carta a las Autoridades)
Y la limosna es la herencia y justicia que se debe a los pobres adquirida para nosotros por nuestro Señor
Jesucristo. 1R9
…porque dice el Señor: Quien pierda su alma por mi causa, la salvará (cf. Lc 9,24) para la vida eterna (Mt
25,46). Dichosos los que padecen persecución por la justicia porque de ellos es el reino de los cielos (Mt 5,10). Si
a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán (Jn 15,20). Y: Si os persiguen en una ciudad, huid a
otra (cf. Mt 10,23). Dichosos sois cuando os odien los hombres, y os maldigan, y os persigan, y os excomulguen y
reprueben, y rechacen vuestro nombre como malo, y cuando os achaquen todo mal calumniándoos por mi causa.
Alegraós en aquel día y regocijaos (Mt 5,11; Lc 6,22-23), porque vuestra recompensa es mucha en los cielos. Y yo
os digo a vosotros mis amigos: no les cojáis miedo (cf: Lc 12,4), y no tengáis miedo a los que matan el cuerpo
(Mt 10,28) y ,después de esto no tienen más que hacer (Lc 12,4). Mirad, no os turbéis (Mt 24,6). Pues en vuestra
paciencia poseeréis vuestras almas (Lc 21,19), y el que perseverare hasta el fin, éste se salvará (Mt 10,22; 24,13).
1R 16.
DESARROLLO
1. ¿Qué significa ser coherente?
Significa, ante todo, asumir las consecuencias de creer. Coherencia es responsabilidad; y coherencia es
valorar (darle valor, precio..) las creencias propias. Es tomar en serio a Dios y la fe en él.
… Lo que importa es que vosotros llevéis una vida digna del Evangelio de Cristo,Fil 1, 27
57
2. ¿Puedo vivir mi fe sin acordarme de la Justicia?
No. No sería una fe verdadera.
Porque os digo que, si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en
el Reino de los Cielos. Mt5,20
Buscad primero su Reino y su justicia... Mt6,33
3. ¿Qué podemos hacer si los que tienen que velar por la Justicia no lo hacen?
La primera cosa es que no podemos hacer como ellos. La segunda es que podemos hacer mucho
mas de lo que pensamos, si estamos convencidos. Si valoramos la Justicia en su medida verdadera y si
hacemos de la Justicia el centro de nuestra oración.
Podemos hacernos conscientes, reflexionar juntos y proponer soluciones. Aunque sean sordos y no
hagan caso. Algo siempre queda.
Conocer las leyes y utilizar todos los recursos que la ley nos brinda. Agotar los caminos legales.
58
LECCIÓN 16ª
REGLA
R16
Consideren el trabajo como don de Dios y como participación en la creación, redención y servicio de la comunidad
humana (GS., 67,2; 1Reg., 7,4; 2Reg., 5,1).
CONSTITUCIONES
CC.GG. Art. 21
1. (Regla 16) Para San Francisco, el trabajo es un don y el trabajar es una gracia. El trabajo de cada día es
no sólo medio de sustento, sino también una ocasión de servicio a Dios y al prójimo, y un camino para
desarrollar la propia personalidad. En la convicción de que el trabajo es un derecho y un deber y que toda
forma de trabajo merece respeto, los hermanos comprométanse a colaborar para que todos tengan la
posibilidad de trabajar y para que los medios de trabajo sean cada vez más humanos.
2. El tiempo libre y el esparcimiento tienen su propio valor y son necesarios para el desarrollo de la
persona. Los franciscanos seglares mantengan una equilibrada relación entre trabajo y reposo e interésense
en la práctica de formas cualificadas de ocupación del tiempo libre (Cfr. Gaudium et Spes, 67; Laborem
Exercens, 16 ss.20).
CC.GG. Art. 15
1. Los franciscanos seglares intenten vivir el espíritu de las Bienaventuranzas, y especialmente el espíritu de
pobreza. La pobreza evangélica manifiesta la confianza en el Padre, activa la libertad interior y dispone para
promover una más justa distribución de las riquezas
2. Los franciscanos seglares, que mediante el trabajo y los bienes materiales deben proveer a la propia
familia y servir a la sociedad, tienen un modo propio de vivir la pobreza evangélica. Para comprenderlo y
vivirlo se requiere un fuerte compromiso personal y el estímulo de la Fraternidad mediante la oración y el
diálogo, la revisión comunitaria de vida, la escucha de las normas de la Iglesia y de las interpelaciones de la
sociedad.
3. Los franciscanos seglares comprométanse en reducir las exigencias personales para poder compartir
mejor los bienes espirituales y materiales con los hermanos, particularmente con los últimos. Den gracias a
Dios por los bienes recibidos, USÁNDOLOS COMO BUENOS ADMINISTRADORES Y NO COMO
DUEÑOS. Adopten una posición firme contra el consumismo y contra las ideologías y las posturas que
anteponen la riqueza a los valores humanos y religiosos y que permiten la explotación del hombre.
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CC.GG. Art. 20
1. (Regla 14) Empeñados en la construcción del Reino de Dios dentro de las realidades y actividades
temporales, los franciscanos seglares, por vocación, deben vivir como una realidad indivisible su
pertenencia a la Iglesia y a la sociedad.
2. 2. Como primera y fundamental contribución para la edificación de un mundo más justo y fraterno,
comprométanse en el cumplimiento de los deberes propios de su trabajo y en una adecuada preparación
profesional. Con el mismo espíritu de servicio asuman sus responsabilidades sociales y civiles.
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA
60
1R 7. Y los hermanos que saben trabajar, trabajen y ejerzan el oficio que conozcan, siempre que no sea contra la salud del
alma y pueda realizarse decorosamente. Pues dice el profeta: Comerás los frutos de tus trabajos, dichoso eres y te irá bien
(Sal 127,2); y el Apóstol: El que no quiere trabajar, no coma (cf. 2Tes 3,10); y también: Cada uno permanezca en el arte y
oficio en el que ha sido llamado (cf. 1Cor 7,24).
DESARROLLO
El trabajo es una actividad (productiva, servicios, creativa…) que modifica las condiciones en las que
vivimos y las transforma. Una conclusión es que podemos cambiar las condiciones, las circunstancias en las
que vivimos, con nuestra actividad y nuestro esfuerzo y nuestra oración. Pero otra no menos importante es
que no podemos trabajar y pretender que no pasa nada. Si yo, porque lo necesitan los campos, cambio el
curso del río, no puedo cerrar los ojos a lo que pasa río abajo. O el caso de la cementera de los Haitises…
Llevados de una mala interpretación de la Biblia (Gn 3) hay mucha gente que todavía sigue pensando eso.
Y con eso prenden justificar su haraganería.
Si alguien ha descubierto que ha recibido de Dios un don –aunque solo sea uno- tiene que ponerlo a
trabajar. Porque estamos llamados a hacer fructificar los dones que Dios nos da. No ver las cosas desde este
modo significa que no vemos o no creemos en los dones que Dios nos ha dado..
Para San Francisco, el trabajo es un don y el trabajar es una gracia. El trabajo de cada día es no
sólo medio de sustento, sino también una ocasión de servicio a Dios y al prójimo, y un camino para
desarrollar la propia personalidad. CC.GG.21
Primero que es una posibilidad de unirnos a la labor creadora de Dios. La Creación, puesta en las manos del
ser humano, tiene la posibilidad de seguir desarrollándose y multiplicándose. Pero también puede ser una
ocasión de lo contrario: Desbaratar todo lo bueno, con un mal uso y aprovechamiento: contaminación,
cambio climático, desertización, desaparición de especies animales…
Pues la ansiosa espera de la creación desea vivamente la revelación de los hijos de Dios.
La creación, en efecto, fue sometida a la vanidad, no espontáneamente, sino por aquel que la
sometió, en la esperanza de ser liberada de la servidumbre de la corrupción para participar en la
gloriosa libertad de los hijos de Dios. Pues sabemos que la creación entera gime hasta el presente y
sufre dolores de parto. Y no sólo ella; también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu,
nosotros mismos gemimos en nuestro interior anhelando el rescate de nuestro cuerpo. Rm 8, 19-23
En tercer lugar nos recuerda la labor servicial del creyente. Estamos llamados a servir al resto de los seres
humanos con nuestro trabajo. Esto tiene una doble dirección. Una, que con nuestro trabajo hacemos un
servicio y otra, que servir nos cuesta trabajo.
Hoy estamos olvidando esta dimensión de la gratuidad, de la autodonación, del servicio como desgaste de
amor. Una sociedad tan materialista nos lleva a no valorar estos esfuerzos gratuitos. Incluso hace que haya
gente –cada día más- que se siente mal si no consigue lo suyo.
61
Piensen que es lo que pasa con nuestros pensamientos e ideas de los dirigentes que no se enriquecen con su
puesto (Vean si no lo que le ocurrió a uno de los padres de la Patria: Juan Bosch, que ha necesitado muchos
años para que le reconozcan y le hagan homenajes).
4. ¿Qué nos enseña la Doctrina Social de la Iglesia sobre las relaciones de trabajo?
Primero nos llama la atención sobre la justicia que tiene que haber en la repartición de los beneficios de
todas las fuerzas productivas.
Que tanto el trabajador/ra como el empleador/ra (directo o indirecto) esta obligada a velar por la justicia
con las necesidades de la persona. (en uno y en otro sentido)
Que en el trabajo se juntan el deber con el derecho. Es intentando hacer posible esta unión donde se
puede hacer realidad el canto de los profetas sobre la doble unión de misericordia y fidelidad y de la
justicia y la paz.
Que tenemos que velar por que el destino de los bienes sea para todos los hombres y mujeres de la
Tierra. Y no solo de unos pocos, o los de mi religión, cultura, raza o País.
Que debemos afrontar y luchar contra toda forma de actividad que lleve a la esclavitud de las personas.
O que dañe y disminuya su dignidad.
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LECCIÓN 17ª
LA VIDA EN FAMILIA
REGLA
R17. Vivan en la propia familia el espíritu franciscano de paz, fidelidad y respeto a la vida, y esfuércense en
convertirlo en el signo de un mundo ya renovado en Cristo (Reg. de León XIII, II, 9; 3Comp., 14,58).
Los casados particularmente, al vivir la gracia del matrimonio, den testimonio en el mundo del amor de
Cristo a su Iglesia. Con educación cristiana, sencilla, abierta, atentos a la vocación de cada uno, recorran
gozosamente con sus hijos su itinerario espiritual y humano (LG., 41, e; AA., 30, b c).
CONSTITUCIONES
CC.GG. Art. 24
1. (Regla 17) Los franciscanos seglares consideren a su familia como el ámbito prioritario en el que viven
su compromiso cristiano y la vocación franciscana; en ella concédanle tiempo a la oración, a la Palabra de
Dios y a la catequesis cristiana, y defiendan el respeto a la vida desde su concepción y en toda
circunstancia, hasta la muerte. Los casados encuentren en la Regla de la OFS una valiosa ayuda para
recorrer el camino de la vida cristiana, conscientes de que, en el sacramento del Matrimonio, SU AMOR (el
amor real entre los dos) participa del amor que Cristo tiene a su Iglesia. El amor de los esposos y la
afirmación del valor de la fidelidad son un profundo testimonio para la propia familia, la Iglesia y el mundo.
2. En la Fraternidad:
-- sea tema de diálogo y de comunicación de experiencias la espiritualidad familiar y conyugal y el
planteamiento cristiano de los problemas familiares;
-- compártanse los momentos importantes de la vida familiar de los hermanos y téngase una
atención fraterna hacia los que -célibes o solteros, viudos, padres solos, separados, divorciados-
viven en situaciones y condiciones difíciles;
--(Regla 19) créense condiciones para el diálogo intergeneracional;
-- favorézcase la formación de grupos de matrimonios y de grupos de familias.
3. Los hermanos colaboren en los esfuerzos que se hacen en la Iglesia y en la sociedad para afirmar el valor
de la fidelidad y el respeto a la vida y para dar respuesta a los problemas sociales de la familia.
CC.GG. Art. 15
2. Los franciscanos seglares, que mediante el trabajo y los bienes materiales deben proveer a la propia
familia y servir a la sociedad, tienen un modo propio de vivir la pobreza evangélica. Para comprenderlo y
vivirlo se requiere un fuerte compromiso personal y el estímulo de la Fraternidad mediante la oración y el
diálogo, la revisión comunitaria de vida, la escucha de las normas de la Iglesia y de las interpelaciones de la
sociedad.
CC.GG. Art. 17
4. La participación en la función de santificar, que la Iglesia ejerce mediante la liturgia, la oración y las
obras de penitencia y de caridad, llévenla los hermanos (y hermanas) a la práctica primero en la propia
familia, después en la Fraternidad y, finalmente, con su presencia activa en la Iglesia local y en la sociedad.
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CC.GG. Art. 23
(Regla 19) La paz es obra de la justicia y fruto de la reconciliación y del amor fraterno (Cfr. Gaudium et
Spes, 78). Los franciscanos seglares están llamados a ser portadores de paz en sus familias y en la
sociedad:
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA
Lumen Gentium 41. Una misma es la santidad que cultivan en cualquier clase de vida y de profesión los
que son guiados por el espíritu de Dios y, obedeciendo a la voz del Padre, adorando a Dios y al Padre en espíritu y
verdad, siguen a Cristo pobre, humilde y cargado con la cruz, para merecer la participación de su gloria.
Conviene que los cónyuges y padres cristianos, siguiendo su propio camino, se ayuden el uno al otro en la
gracia, con la fidelidad en su amor a lo largo de toda la vida, y eduquen en la doctrina cristiana y en las virtudes
evangélicas a la prole que el Señor les haya dado. De esta manera ofrecen al mundo el ejemplo de una incansable y
generoso amor, construyen la fraternidad de la caridad y se presentan como testigos y cooperadores de la
fecundidad de la Madre Iglesia, como símbolo y al mismo tiempo participación de aquel amor con que Cristo amó
a su Esposa y se entregó a sí mismo por ella.
Un ejemplo análogo lo dan los que, en estado de viudez o de celibato, pueden contribuir no poco a la
santidad y actividad de la Iglesia. Y por su lado, los que viven entregados al duro trabajo conviene que en ese
mismo trabajo humano busquen su perfección, ayuden a sus conciudadanos, traten de mejorar la sociedad entera y
la creación, pero traten también de imitar, en su laboriosa caridad, a Cristo, cuyas manos se ejercitaron en el trabajo
manual, y que continúa trabajando por la salvación de todos en unión con el Padre; gozosos en la esperanza,
ayudándose unos a otros en llevar sus cargas, y sirviéndose incluso del trabajo cotidiano para subir a una mayor
santidad, incluso apostólica.
Sepan también que están unidos de una manera especial con Cristo en sus dolores por la salvación del
mundo todos los que se ven oprimidos por la pobreza, la enfermedad, los achaques y otros muchos sufrimientos o
padecen persecución por la justicia: todos aquellos a quienes el Señor en su Evangelio llamó Bienaventurados, y a
quienes: "El Señor... de toda gracia, que nos llamó a su eterna gloria en Cristo Jesús, después de un poco de
sufrimiento, nos perfeccionará El mismo, nos confirmará, nos solidificará" (1 Pe., 5,10).
Por consiguiente, todos los fieles cristianos, en cualquier condición de vida, de oficio o de circunstancias, y
precisamente por medio de todo eso, se podrán santificar de día en día, con tal de recibirlo todo con fe de la mano
del Padre Celestial, con tal de cooperar con la voluntad divina, manifestando a todos, incluso en el servicio
temporal, la caridad con que Dios amó al mundo.
Amonestaba también a los hermanos que no juzgaran a nadie, ni despreciaran a los que viven con regalo y
se visten con lujo y vanidad, porque Dios es Señor nuestro y de ellos, y los puede llamar hacia sí, y, una vez
llamados, justificados. Decía también que quería que los hermanos respetaran a estos hombres como a hermanos y
señores suyos, pues son hermanos, en cuanto han sido creados por el mismo Creador, y son señores, en cuanto que,
proveyéndoles de lo necesario para el cuerpo, ayudan a los buenos a hacer penitencia Y seguía diciendo: "Tal
debería de ser el comportamiento de los hermanos entre los hombres, que cualquiera que los oyera o viera, diera
gloria al Padre celestial y le alabara devotamente".
Todo su afán era que así él como los hermanos estuvieran tan enriquecidos de buenas obras, que el Señor
fuera alabado por ellas Y les decía: "Que la paz que anunciáis de palabra, la tengáis, y en mayor medida, en
vuestros corazones Que ninguno se vea provocado por vosotros a ira o escándalo, sino que por vuestra
mansedumbre todos sean inducidos a la paz, a la benignidad y a la concordia Pues para esto hemos sido llamados:
para curar a los heridos, para vendar a los quebrados y para corregir a los equivocados. Pues muchos que parecen
ser miembros del diablo, llegarán todavía a ser discípulos de Cristo". TC. 58.
DESARROLLO
Porque tenemos que ser coherentes y responsables. Lo que no vivamos en la familia no vamos a
vivirlo lejos. Si lo separamos, es una forma de ser falsos. “Quien no es fiel en lo poco no lo será en lo
mucho”Mt 25,21
¿Qué nos dice san Francisco de Asís que tiene que ser nuestra vida? R 17: 3C 58
65
Que nadie sea provocado por nosotros a la ira o al escándalo.
Que por nuestra humildad y bondad hagamos que se devuelvan los corazones en violencia.
- Que, al ver nuestro comportamiento den gloria y alaben al Padre que está en los Cielos.
Que la paz que anunciamos la tengamos –en mayor medida- en nuestro corazón.
Hemos sido llamados para curar a los heridos, vendar a los quebrados y corregir a los equivocados.
Porque los que parecen ser miembros del diablo, puedan ser también discípulos de Cristo.
¿Qué tiene que ver la familia con la Orden? ¿No son dos cosas diferentes?
La Regla es el “Libro de la vida”, decía san Francisco. Y nuestra vida comienza con nosotros
mismos, sigue con la familia, los vecinos, la gente de la iglesia, el pueblo, la nación… La Orden es una
FORMA DE VIVIR el EVANGELIO, por eso también tenemos que aprender a vivirlo en familia.
Es el primer lugar donde tenemos que vivir el espíritu franciscano (paz, fidelidad, humildad, respeto
a la vida…), donde lo tenemos que practicar –la práctica nos exige un esfuerzo y un conocimiento- con
todo lo que significa. Es una oportunidad de hacer un ejemplo viviente de lo que creemos. Cuando le
preguntan a Cristo por su vida, responde:
« Venid y lo veréis. » Jn 1, 39
Lo mismo le responde a Juan el Bautista cuando le manda a preguntar si es el que habría de venir:
vean lo que hago, vean mis obras…
¿Y La Sección de Matrimonios?
Se trata de poder compartir y orar las dificultades vividas en la familia, los problemas de los hijos, la
educación, las relaciones… para poder enriquecernos y ayudarnos. La propia vida de pareja también tiene
que ser compartida en aspectos muy particulares. Por ejemplo: el aspecto sexual ha dado no pocas
dificultades en las parejas por malos entendimientos y manejos inadecuados.
66
LECCIÓN 18ª
LA FRATERNIDAD UNIVERSAL
REGLA
R18
Sientan, además, respeto por las otras criaturas, animadas e inanimadas, que "son portadores de la
significación del Altísimo" (1Cel., 80) y procuren con ahínco superar la tentación de explotación, con el concepto
franciscano de la fraternidad universal.
CONSTITUCIONES
Art. 18
1. Los franciscanos seglares son llamados a ofrecer su contribución personal, inspirada en la persona y en el
mensaje de San Francisco de Asís, en vistas a establecer una civilización en la que la dignidad de la persona
humana, la corresponsabilidad y el amor sean realidades vivas (Cfr. Gaudium et Spes, 31 ss) .
2. (Regla 13) Profundicen en los verdaderos fundamentos de la fraternidad universal y creen en todas partes
espíritu de acogida y una atmósfera de hermandad. Rechacen con firmeza toda forma de explotación, de
discriminación, de marginación y toda actitud de indiferencia hacia los demás.
3. Colaboren con los movimientos que promueven la hermandad entre los pueblos: comprométanse a "crear
condiciones dignas de vida" para todos y a trabajar por la libertad de todos los pueblos.
4. Siguiendo el ejemplo de San Francisco, Patrón de los ecologistas, promuevan activamente iniciativas
para la salvaguarda de la creación, esforzándose para evitar la contaminación y la degradación de la
naturaleza, y crear condiciones de vida y ambiente, que no sean una amenaza para el hombre.
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA
67
dorada soledad.
Por el contrario, la libertad se vigoriza cuando el hombre acepta las inevitables obligaciones de la
vida social, toma sobre sí las multiformes exigencias de la convivencia humana y se obliga al servicio de la
comunidad en que vive.
Debe tenerse en cuenta, sin embargo, la situación real de cada país y el necesario vigor de la
autoridad pública. Para que todos los ciudadanos se sientan impulsados a participar en la vida de los diferentes
grupos de integran el cuerpo social, es necesario que encuentren en dichos grupos valores que los atraigan y los
dispongan a ponerse al servicio de los demás. Se puede pensar con toda razón que el porvenir de la humanidad
está en manos de quienes sepan dar a las generaciones venideras razones para vivir y razones para esperar.
34. Una cosa hay cierta para los creyentes: la actividad humana individual y colectiva o el conjunto
ingente de esfuerzos realizados por el hombre a lo largo de los siglos para lograr mejores condiciones de vida,
considerado en sí mismo, responde a la voluntad de Dios.
Creado el hombre a imagen de Dios, recibió el mandato de gobernar el mundo en justicia y santidad,
sometiendo a sí la tierra y cuanto en ella se contiene, y de orientar a Dios la propia persona y el universo entero,
reconociendo a Dios como Creador de todo, de modo que con el sometimiento de todas las cosas al hombre sea
admirable el nombre de Dios en el mundo.
35. La actividad humana, así como procede del hombre, así también se ordena al hombre. Pues éste
con su acción no sólo transforma las cosas y la sociedad, sino que se perfecciona a sí mismo.
Aprende mucho, cultiva sus facultades, se supera y se trasciende. Tal superación, rectamente
entendida, es más importante que las riquezas exteriores que puedan acumularse. El hombre vale más por lo que es
que por lo que tiene.
Sería excesivamente prolijo, y hasta imposible, reunir y narrar todo cuanto el glorioso padre Francisco hizo
y enseñó mientras vivió entre nosotros. ¿Quién podrá expresar aquel extraordinario afecto que le arrastraba en todo
lo que es de Dios? ¿Quién será capaz de narrar de cuánta dulzura gozaba al contemplar en las criaturas la sabiduría
del Creador, su poder y su bondad? En verdad, esta consideración le llenaba muchísimas veces de admirable e
inefable gozo viendo el sol, mirando la luna v contemplando las estrellas y el firmamento. ¡Oh piedad simple! ¡ Oh
simplicísima piedad ! También ardía en vehemente amor por los gusanillos, porque había leído que se dijo del
Salvador: Yo soy gusano y no hombre. y por esto los recogía del camino y los colocaba en lugar seguro par a que
no los escrachasen con sus pies los transeúntes. ¿Y qué decir de las otras criaturas inferiores, cuando hacía que a
las abejas les sirvieran miel o el mejor vino en el invierno par a que no perecieran por la inclemencia del frío?
Deshacíase en alabanzas, a gloria del Señor, ponderando su laboriosidad, y la excelencia de su ingenio; tanto que a
68
veces se pasaba todo un día en la alabanza de estas y de las demás criaturas. Como en otro tiempo los tres jóvenes
en la hoguera invitaban a todos los elementos a loar y glorificar al Creador del universo, así este hombre, lleno del
espíritu de Dios, no cesaba de glorificar, alabar y bendecir en todos los elementos y criaturas al Creador y
Gobernador de todas las cosas. 1Cel. 80.
DESARROLLO
2. ¿Qué nos dice la Regla de la razón para respetar a todas las criaturas?
Porque todas las criaturas son “portadoras de la significación del Altísimo ”. Como decia Francisco nos
hablan de El,
Loado seas, mi Señor, con todas tus creaturas, especialmente por el señor hermano sol
el cual nos trae el día y por el cual nos iluminas, y es bello y radiante con grande esplendor:
de ti, Altísimo, lleva significación:
Francisco cuando ve a Dios lo ve “con todas sus criaturas” y cuando ve a la criatura, la ve junto a Dios
mismo.
5. ¿Qué quiere decir la Regla con que tenemos que “identificarnos con todos los seres humanos”?
Que no podemos quedarnos en la simpatía. Ser simpáticos y que sean simpáticos con nosotras, sino que
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tenemos que vivir la empatía: ser capaces de ponernos en sus zapatos y sentir como ellos sienten, comprender a
cada persona y en su situación
No debemos ser sabios y prudentes según la carne, sino, más bien, sencillos, humildes y puros. Y hagamos
de nuestros cuerpos objeto de oprobio y desprecio, porque todos por nuestra culpa somos miserables y
podridos, hediondos y gusanos, como dice el Señor por el profeta: Soy gusano y no hombre, oprobio de los
hombres y abyección de la plebe (Sal 21,7). Nunca debemos desear estar sobre otros, sino, más bien,
debemos ser siervos y estar sujetos a toda humana criatura por Dios (1Pe 2,13). 2CtaF 2
7. ¿Qué es lo que nos dice la Iglesia de cómo podemos mejorar en nuestra responsabilidad?
“mejorando nuestra cultura espiritual”: haciendo que el corazón se vuelva generoso, respondiendo a la
vocación a la que cada una esta llamada y entregándose a Dios y a los demás.
Porque nada de todo esto, ninguna fraternidad se puede construir si no es con la libertad de todos y cada uno.
Y la libertad se enferma cuando se tiene demasiado poco y se envilece (se hace despreciable) cuando se tiene
demasiadas cosas
Aceptando las obligaciones de la vida social y entregándose al servicio de la comunidad en la que vive.
10. ¿Cuáles son las razones para la solidaridad?
Porque Dios creó al hombre no para vivir aisladamente, sino para formar sociedad. De la misma manera, Dios
"ha querido santificar y salvar a los hombres no aisladamente, sin conexión alguna de unos con otros, sino
constituyendo un pueblo que le confesara en verdad y le sirviera santamente"(ver la cita de los materiales).
Primeramente transformar la sociedad (mi familia, mi barrio, mi pueblo…) pero también transformarnos
nosotros mismos, creciendo y madurando como hombres y mujeres, a ejemplo de Cristo, llegando a ser lo que
Dios quiere de cada uno y cada una.
Jesús progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres.Lc 2,52
70
LECCIÓN 19ª
PORTADORES DE PAZ
REGLA
R19. Como portadores de paz y conscientes de que la paz ha de construirse incesantemente, indaguen los
caminos de la unidad y del entendimiento fraterno mediante el diálogo, CONFIANDO en la Presencia del germen
divino, que hay en el hombre (y la mujer) y en la fuerza transformadora del amor y del perdón (Reg. de León XIII,
II, 9; 3Comp., 14,58).
CONSTITUCIONES
CC.GG.Art. 19
1. (Regla 14) Los franciscanos seglares actúen como levadura en el ambiente en el que viven, mediante el
TESTIMONIO del amor fraterno y de bien definidas motivaciones cristianas.
2. Con espíritu de minoridad, elijan en primer lugar el trato con los pobres y los marginados, ya sean individuos,
grupos de personas o todo un pueblo; colaboren en la erradicación de la marginación y de toda forma de pobreza,
que son consecuencia de la INEFICACIA y de la INJUSTICIA.
CC.GG.Art. 23
1. (Regla 19) La paz es obra de la justicia y fruto de la reconciliación y del amor fraterno (Cfr. Gaudium et Spes,
78). Los franciscanos seglares están llamados a ser portadores de paz en sus familias y en la sociedad:
2. Aun reconociendo el derecho, tanto de las personas como de las naciones, a la legítima defensa, valoren la
opción de quienes, por objeción de conciencia, rechazan "llevar armas".
3. Para salvaguardar la paz en la familia, los hermanos hagan, a su debido tiempo, el testamento de sus bienes.
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA
La paz no es la mera ausencia de la guerra, ni se reduce al solo equilibrio de las fuerzas adversarias, ni
surge de una hegemonía despótica, sino que con toda exactitud y propiedad se llama obra de la justicia (Is 32, 17).
Dada la fragilidad de la voluntad humana, herida por el pecado, el cuidado por la paz reclama de cada uno
constante dominio de sí mismo y vigilancia por parte de la autoridad legítima.
Esto, sin embargo, no basta. Esta paz en la tierra no se puede lograr si no se asegura el bien de las
personas y la comunicación espontánea entre los hombres de sus riquezas de orden intelectual y espiritual.
Es absolutamente necesario el firme propósito de respetar a los demás hombres y pueblos, así
como su dignidad, y el apasionado ejercicio de la fraternidad en orden a construir la paz. Así, la paz es también
fruto del amor, el cual sobrepasa todo lo que la justicia puede realizar.
La paz sobre la tierra, nacida del amor al prójimo, es imagen y efecto de la paz de Cristo, que
71
procede de Dios Padre. En efecto, el propio Hijo encarnado, Príncipe de la paz, ha reconciliado con Dios a todos
los hombres por medio de su cruz, y, reconstituyendo en un solo pueblo y en un solo cuerpo la unidad del género
humano, ha dado muerte al odio en su propia carne y, después del triunfo de su resurrección, ha infundido el
Espíritu de amor en el corazón de los hombres.
Por lo cual, se llama insistentemente la atención de todos los cristianos para que, viviendo con
sinceridad en la caridad (Ef 4,15), se unan con los hombres realmente pacíficos para implorar y establecer la paz.
Movidos por el mismo Espíritu, no podemos dejar de alabar a aquellos que, renunciando a la
violencia en la exigencia de sus derechos, recurren a los medios de defensa, que, por otra parte, están al alcance
incluso de los más débiles, con tal que esto sea posible sin lesión de los derechos y obligaciones de otros o de la
sociedad.
En la medida en que el hombre es pecador, amenaza y amenazará el peligro de guerra hasta el
retorno de Cristo; pero en la medida en que los hombres, unidos por la caridad, triunfen del pecado, pueden
también reportar la victoria sobre la violencia hasta la realización de aquella palabra: Forjarán de sus espadas
azadones, y de sus lanzas podaderas. No levantará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más en la
guerra. (Is 2,4). Gaudium et spes78.
Cuando se vio que los hermanos se alegraban en sus tribulaciones; que se dedicaban diligente y devotamente a la
oración; que no recibían dinero ni lo llevaban; que se querían mutuamente con inmenso amor - señal por la que se daban a
conocer como verdaderos discípulos del Señor -, muchos venían a ellos cordialmente compungidos por las ofensas que les
habían inferido y les pedían perdón Ellos los perdonaban de corazón, diciéndoles: "El Señor os perdone"; y les daban
oportunos consejos en orden a la salvación. Algunos pedían que los admitieran en su compañía; como, por la escasez de
hermanos, tenían facultad del bienaventurado Francisco para recibir en la Orden, recibieron a algunos, y en el término
establecido regresaron con ellos a Santa María de la Porciúncula Cuando se volvían a ver juntos, disfrutaban de tanta alegría y
regocijo cual si no recordaran nada de cuanto habían sufrido de los malvados. TC. 41.
El Señor te bendiga y te guarde; te muestre su rostro y tenga piedad de ti. Vuelva a ti su rostro y
te conceda la paz. El Señor te bendiga, hermano León (cf. Núm 6,24 - 27). Bendición al hno. León.
Dichosos los pacíficos, porque serán llamados hijos de Dios (Mt 5,9). Son verdaderamente
pacíficos aquellos que, en medio de todas las cosas que padecen en este siglo, conservan, por el
amor de nuestro Señor Jesucristo, la paz de alma y cuerpo. Adm 15.
DESARROLLO
2. ¿Porqué la Regla nos dice que además tenemos que ser conscientes? ¿Qué es ser consciente?
Es consciente el que siente, piensa, quiere y obra con conocimiento de lo que hace. || Con pleno uso de
los sentidos y facultades. No es consciente un niño, ni alguien necio (necio=el que pudiendo y debiendo
saber, no sabe.) ¿Cómo podemos ser plenamente conscientes?
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3. “conscientes de que ha de construirse”
Es decir que la paz no llega con buenos deseos, ni alejándonos del problema, cerrando los ojos, ni
siquiera con solo la oración, sino que nos pide nuestro esfuerzo, entrega y dedicación. Construirse como
una casa: block a block, chin a chin…Como la levadura… (CC.GG 19)
4. ¿Cuáles son los materiales para construir la paz? ¿Qué nos dice la Regla?
Con unidad y entendimiento (con el resto de los hombres y mujeres que desean y buscan la paz)
Con diálogo (empezando por la propia familia y por la Fraternidad)
Con fe, es decir que creemos en la Presencia de Dios en cada ser humano y en el poder de su
Amor.
Con amor. Sobre todo el amor a los enemigos.
Con perdón y reconciliación. Perdonándonos mutuamente y reconciliándonos.
pero…¡no haciendo coro con los culpables! (Aborrezcan el mal y amen el bien. Am 5,15)
5. ¿Qué nos dice la Biblia y los documentos de la Iglesia sobre la ausencia de la paz? Razones
En la Encíclica Gaudium et Spes (=alegria y esperanza) nos recuerda que es el PECADO (personal
(egoísmos) y estructural (injusticias, abusos…)) el que rompe la paz y la impide.
La Misericordia y la Fidelidad se han encontrado, la Justicia y la Paz se han abrazado; de la tierra está brotando la verdad,
y del cielo se asoma la justicia. Salmo 85
73
LECCIÓN 20ª
ORGANIZACIÓN Y LEYES
REGLA
R20. La Orden Franciscana Seglar se divide en Fraternidades, de diversos niveles o grados: local, regional,
nacional e internacional. Cada una de estas Fraternidades tiene su propia personalidad moral en la Iglesia (Can.
687). Las Fraternidades se coordinan y unen entre sí, de acuerdo con lo que se establece en esta Regla y en las
Constituciones.
CONSTITUCIONES
CC.GG.Art. 3
3. La vocación a la OFS es una llamada a vivir el Evangelio en comunión fraterna. Con este fin, los
miembros de la OFS se reúnen en comunidades eclesiales, que se llaman Fraternidades.
Art. 28
1. La Fraternidad de la OFS tiene su origen en la inspiración de San Francisco de Asís, a quien el Altísmo le
reveló la esencia evangélica de la vida en comunión fraterna (Cfr. Constituciones, 3,3; Testamento, 14) .
2. (Regla 20) "La OFS se divide en Fraternidades, de diversos niveles", con el fin de promover de forma
ordenada la unión y la colaboración mutua entre los hermanos y su presencia activa y comunitaria, tanto en
la Iglesia particular como en la Iglesia universal. La OFS favorecerá, además, el compromiso de las
Fraternidades al servicio en el mundo y de modo particular en la vida de la sociedad.
3. Los hermanos se unen, ya sea en Fraternidades locales, erigidas en una Iglesia o una casa religiosa, ya
sea en Fraternidades personales, constituidas por motivaciones concretas, válidas y reconocidas en el
decreto de erección (Cfr. c. 518) .
Art. 29
1. Las Fraternidades locales se agrupan en Fraternidades, de diversos niveles: regional, nacional,
internacional, según criterios eclesiales, territoriales, o de otra naturaleza. Se coordinan y unen entre sí
conforme a la Regla y las Constituciones. Ésta es una exigencia de la comunión entre las Fraternidades, la
ordenada colaboración entre ellas y la unidad de la OFS.
2. (Regla 20) Estas Fraternidades, que cada una tiene personalidad jurídica en la Iglesia, adquieran, si es
posible, la personalidad jurídica civil para el mejor cumplimiento de su misión. Corresponde a los Consejos
nacionales dar orientaciones sobre las motivaciones y procedimientos que hay que seguir.
3. Los Estatutos nacionales deben indicar los criterios de organización de la OFS en la nación. La
aplicación de estos criterios se deja al prudente juicio de los responsables de las Fraternidades interesadas y
del Consejo Nacional.
Art. 34
Allí donde la situación ambiental y las necesidades de sus miembros lo requieran, dentro del ámbito de la
Fraternidad pueden constituirse, bajo la guía de un único Consejo, secciones o grupos que reúnan a los
miembros unidos por particulares exigencias, por afinidad de intereses o por identidad de opciones de
trabajo. Tales grupos podrán darse normas específicas relativas a encuentros y actividades, permaneciendo
firme la fidelidad a las exigencias que nacen de la pertenencia a una Fraternidad. Los Estatutos nacionales
establecerán los criterios idóneos para la formación y el funcionamiento de las secciones o grupos.
74
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA
El Canon 687 del antiguo Código de Derecho Canónico, hace referencia a que, para adquirir la personalidad
jurídica en la Iglesia, es necesario la aprobación canónica por el Superior correspondiente. Se correponde con los
artículos que siguen:
312. § 2. Para la elección válida de una asociación o de una sección de la misma en una diócesis, se requiere
el consentimiento del Obispo diocesano, dado por escrito aun en el caso de que esa erección se haga por privilegio
apostólico; SIN EMBARGO, el consentimiento escrito del Obispo diocesano para erigir una casa de un instituto
religioso vale también para erigir, en la misma casa o en la iglesia aneja, una asociación que sea propia de ese
instituto.
323 § 1. Aunque las asociaciones privadas de fieles tengan autonomía conforme a la norma del c. 321, están
sometidas a la vigilancia de la autoridad eclesiástica según el c. 305, y asimismo al régimen de dicha autoridad. §
2. Corresponde también a esa autoridad eclesiástica, respetando la autonomía propia de las asociaciones
privadas, vigilar y procurar que se evite la dispersión de fuerzas, y que el ejercicio del apostolado se ordene al bien
común.
DESARROLLO
Comienza el Capítulo III de la Regla
1. Posicionamiento de la Fraternidad dentro de la Organización de la OFS
La Fraternidad Local es la célula primera -y más importante- dentro de la Orden y de la Iglesia. Por
eso tiene que estar perfectamente organizada: para que cada hermano y hermana tenga su lugar dentro de
toda la Orden.
3. ¿Solamente por eso? ¿Qué debemos pedir de unas leyes y una organización?
No solamente tenemos que convivir –aprender a tolerarnos, como primer paso para respetarnos y
luego después, amarnos- sino que tenemos que ser eficientes. Es decir que tenemos que velar,
preocuparnos por conseguir nuestros fines y propósitos. Y eso, de la mejor manera en cada fraternidad y
circunstancia (en cada momento histórico).
5. ¿Para qué sirven las Regionales, la Nacional, el CIOFS? ¿Qué nos dice la Regla?
En el artículo 2 de la Regla veíamos que la OFS es una “unión orgánica” de todas las Fraternidades
que existen en el mundo y que, por lo tanto, necesitan estar sometidas a una organización para lograr su
funcionamiento. De aquí sale la obligación de cada hermano y hermana al sostenimiento de toda esa
organización.
75
Como nos dice el Art. 29 de las CC.GG.:“Ésta es una exigencia de la comunión entre las
Fraternidades, la ordenada colaboración entre ellas y la unidad de la OFS”. Serían dos por lo tanto:
Una ordenada y eficaz colaboración entre todas las fraternidades
La unidad, no solo espiritual, sino de comunión de vida.
76
LECCIÓN 21ª
EL CONSEJO Y EL MINISTRO/A
REGLA
R21.
En los diferentes niveles, cada Fraternidad es animada y guiada por un Consejo y un Ministro (o Presidente),
elegido por los profesos en conformidad con las Constituciones (Can. 697).
CONSTITUCIONES
CC.GG. Art. 31
1. (Regla 21) "En los diferentes niveles, cada Fraternidad es animada y guiada por un Consejo y un Ministro (o
Presidente)". Tales oficios se confieren mediante elecciones, de acuerdo con la Regla, las Constituciones y los
Estatutos propios. Sólo en casos excepcionales o en la primera fase de su institución, pueden existir Fraternidades
sin un Consejo regular. Ante esta carencia suple el Consejo de nivel superior durante el tiempo estrictamente
necesario para asegurar la continuidad o la normalización de la Fraternidad, la formación de sus animadores y el
trámite de las elecciones.
4. Los responsables cuiden la preparación y la animación espiritual y metodológica de las reuniones, tanto de las
Fraternidades, como de los Consejos. Infundan ánimo y vida a la Fraternidad con su testimonio sugiriendo los
medios idóneos para el desarrollo de la vida de fraternidad y de las actividades apostólicas, a la luz de las opciones
fundamentales franciscanas. Hagan que las decisiones tomadas se cumplan y promuevan la colaboración de los
hermanos.
CC.GG. Art. 32
1. Los Ministros y Consejeros VIVAN Y PROMUEVAN el espíritu y la comunión entre los hermanos, entre las
diversas Fraternidades y entre éstas y la Familia Franciscana. Procuren, por encima de todo, la paz y la
reconciliación en el ámbito de la Fraternidad.
2. (Regla 21) El oficio de guía de los Ministros y Consejeros es temporal. Los hermanos, huyendo de toda
ambición, deben mostrar su amor a la Fraternidad con su espíritu de servicio y con su disponibilidad tanto para
aceptar, como para dejar el cargo.
77
EE.GG. Art. 6 -Erección y Organización:
1. La Erección de la Fraternidad Local corresponde al Superior Mayor religioso competente del lugar,
a petición de los hermanos interesados, según el art.46.1 de las CC.GG.
2. La Fraternidad se crea para hacer presente el carisma de San Francisco de Asís en la Iglesia y estará
bajo el cuidado pastoral de la Orden Religiosa Franciscana que la ha erigido canónicamente, según el art.
47.1 de las CC.GG
3. Estará animada y guiada por un Consejo Ejecutivo y su Ministro, el cual es su primer responsable,
electos por los hermanos profesos de la Fraternidad según el art. 31.1 de las CC.GG.
Su función es animar, guiar y coordinar la vida de esa fraternidad.
CC.GG. Art. 33
1. En la guía y coordinación de las Fraternidades y de la Orden se ha de promover la personalidad y
capacidad de cada hermano y de cada Fraternidad, y respetar también la pluralidad de expresiones
del ideal franciscano y la diversidad de culturas.
2. Los Consejos de nivel superior no hagan lo que pueden hacer adecuadamente las Fraternidades locales o
los Consejos de nivel inferior; respeten y promuevan su vitalidad para que cumplan adecuadamente sus
deberes. Las Fraternidades locales y los Consejos interesados, esfuércense en poner en práctica las
decisiones del Consejo internacional y de los otros Consejos de nivel superior y lleven a cabo los
programas, adaptándolos, según los casos, a la propia realidad. (Principio de Subsidiariedad)
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA
CIC 308 Nadie que haya sido admitido legítimamente en una asociación puede ser expulsado de ella, si no es por
causa justa, de acuerdo con la norma del derecho y de los estatutos.
CIC 309 Las asociaciones legítimamente establecidas tienen potestad conforme a la norma del derecho y de los
estatutos, de dar normas peculiares que se refieran a la asociación, de celebrar reuniones y de designar a los
presidentes, oficiales, dependientes, y a los administradores de los bienes.
Así, pues, apoyado Francisco en la gracia divina y en la autoridad pontificia, emprendió con gran confianza
el viaje de retorno hacia el valle de Espoleto, dispuesto ya a practicar y enseñar el Evangelio de Cristo. Durante el
camino iba conversando con sus compañeros sobre el modo de observar fielmente la Regla recibida, sobre la
78
manera de proceder ante Dios en toda santidad y justicia y cómo podrían ser de provecho para sí mismos y servir
de ejemplo a los demás. LM 04.1
Igualmente, a este propósito, ninguno de los hermanos tenga potestad o dominio, y menos entre ellos. Pues,
como dice el Señor en el Evangelio, los príncipes de los pueblos se enseñorean de ellos y los que son mayores
ejercen el poder en ellos; no será así entre los hermanos (cf. Mt 20,25-26); y todo el que quiera hacerse mayor
entre ellos, sea su ministro y siervo, y el que es mayor entre ellos, hágase como el menor (cf. Lc 22,26).
Y ningún hermano haga mal o hable mal a otro; sino, más bien, por la caridad del espíritu, sírvanse y
obedézcanse unos a otros de buen grado (cf. Gál 5,3). Y ésta es la verdadera y santa obediencia de nuestro Señor
Jesucristo. 1R 5.
Los hermanos, dondequiera que estén, si no pueden guardar nuestra vida, recurran, lo antes posible, a su
ministro, poniéndolo en su conocimiento. Y el ministro procure proveer tal como querría que se hiciese con él si se
encontrase en caso semejante.
Y nadie sea llamado prior, mas todos sin excepción llámense hermanos menores. Y lávense los pies el uno
al otro (cf Jn 13,14). 1R 6.
DESARROLLO
3. ¿Cuáles son los requisitos para cumplir (y ser elegido/a) el oficio de Ministro/a?
Nos dice la Regla que los requisitos son “disponibilidad y responsabilidad para con cada uno de los
hermanos y hermanas y con la Fraternidad”. Y deben continuar durante todo el tiempo de servicio del
cargo. Ademas tiene que estar convencido/a de su vocación. Las Constituciones añaden que deben
mostrar su amor a la Fraternidad (y a cada uno de los hermanos y hermanas)(=estar enamorado/a).
79
6. ¿Cuáles son las otras tareas importantes del Consejo y un ministro/a?
Son varias. Tienen que hacer cumplir las decisiones que se tomen en el Consejo, estando atentos –
para cumplir– las disposiciones de los Consejos de los niveles superiores (Regional, Nacional, CIOFS).
Preocupación por conocer a todos los hermanos y hermanas para amarlos, animarlos, fortalecerlos y
acompañarlos en sus vidas y afanes.
Para lo cual es necesario un trabajo coordinado de todos los hermanos y hermanas (y especialmente
los del Consejo), una formación para poder ser competentes (Muchas veces bastaría con una preocupación
que le llevara a pedir ayuda), sentido de la Responsabilidad con Dios y los hermanos/as y un diálogo
fraterno, apoyado en la Regla y la reconciliación de todos/as y cada uno/a .
80
LECCIÓN 22ª
LA ERECCIÓN DE LA FRATERNIDAD
REGLA
R22. La Fraternidad local necesita ser canónicamente erigida, y se convierte así en la primera célula de toda la
Orden y en signo visible de la Iglesia, que es una comunidad de amor. La Fraternidad deberá ser el lugar
privilegiado para desarrollar el sentido eclesial y la vocación Franciscana, y, además, para animar la vida
apostólica de sus miembros (Pío XII: Disc. a los Terc., 3, 1.7. 1956).
CONSTITUCIONES
CC.GG. Art. 46
1. (Regla 22) La erección canónica de la Fraternidad local corresponde al Superior mayor religioso
competente, a petición de los hermanos interesados, previa consulta y con la colaboración del Consejo del
nivel superior, con el que la nueva Fraternidad estará en relación según los Estatutos nacionales. Es
necesario el consentimiento escrito del Ordinario del lugar para la erección canónica de una Fraternidad,
fuera de las casas o iglesias de los religiosos franciscanos de la Primera Orden o de la TOR (Cfr. c. 312) .
2. Para la erección válida de una Fraternidad local se requieren, al menos, cinco miembros profesos
perpetuos. La admisión y la profesión de estos primeros hermanos serán recibidas por el Consejo de otra
Fraternidad local o por el Consejo del nivel superior, que de manera idónea habrá atendido la formación.
Los actos de admisión y de profesión y el decreto de erección se conservarán en el archivo de la
Fraternidad, enviándose copia al Consejo de nivel superior.
3. Si en una nación todavía no existen Fraternidades de la OFS, corresponde a la Presidencia del CIOFS
proveer al respecto.
CC.GG. Art. 47
1. (Regla 22) Cada Fraternidad local, primera célula de la única OFS, se confía al cuidado pastoral de la
Orden religiosa franciscana que la ha erigido canónicamente.
2. Una Fraternidad local puede pasar al cuidado pastoral de otra Orden religiosa franciscana, según las
disposiciones previstas en los Estatutos nacionales.
CC.GG.Art. 48
1. En caso de interrupción de una Fraternidad, los bienes patrimoniales de la misma, la biblioteca y el
archivo pasan a la Fraternidad del nivel inmediatamente superior.
2. En caso de restauración, según las leyes canónicas, la Fraternidad recobrará los bienes que queden, la
propia biblioteca y el archivo.
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA
C312
P1 Es autoridad competente para erigir asociaciones públicas:
1º. la Santa Sede para las asociaciones universales e internacionales;
2º. la Conferencia Episcopal, dentro de su territorio, para las asociaciones nacionales, es decir, que por la
misma erección miran a ejercer su actividad en toda la nación;
3º. el Obispo diocesano, dentro de su propio territorio, pero no el Administrador diocesano, para las
asociaciones diocesanas; se exceptúan, sin embargo, aquellas asociaciones cuyo derecho de erección está
reservado, por privilegio apostólico, a otras personas.
P2 Para la erección válida de una asociación o de una sección de la misma en una diócesis, se requiere el
consentimiento del Obispo diocesano, dado por escrito, aun en el caso de que esa erección se haga por privilegio
apostólico; sin embargo, el consentimiento escrito del Obispo diocesano para erigir una casa de un instituto
religioso vale también para erigir, en la misma casa o en la iglesia aneja, una asociación que sea propia de ese
instituto.
(Los textos de los papas a la Orden tienen el valor de señalarnos cuál es la Misión de la Orden dentro de la
Iglesia, qué es lo que la Iglesia espera de los hermanos y hermanas franciscanas)
Les brindamos nuestra cálida bienvenida, queridos hijos, responsables, hermanos y hermanas de la Tercera Orden
Franciscana en Italia. Queremos expresales primeramente la alegría por el éxito de la recuperación de su vida y su
acción individual y colectiva, así como por el espíritu de armonía que existe entre ustedes. La lectura de su historia,
es casi una sacudida eléctrica para ver cuántas y cuáles son las flores de la santidad, y cuántos los frutos de las
obras de apostolado que han surgido y madurado en las tres ramas del próspero y sólido tronco franciscano. Del
beato Lucchesi hasta los innumerables laicos de toda condición, a los sacerdotes, obispos, papas, son una verdadera
multitud de almas que contribuyó en gran parte por espíritu de la Tercera Orden que los animaba a moverse en el
camino de la perfección. No menos sorprendente es la historia de su trabajo, dirigido al reordenamiento religioso,
moral, social y político.
Después de la providencial institución de vuestra Tercera Orden, todos imbuidos del espíritu y la doctrina del
Seráfico fundador y que se convirtió inmediatamente en promesa de santificación para muchos corazones, si bien
no faltaron los años de crisis y períodos de menos fervor, su acción siguió siendo significativa y eficaz. En tiempos
de lucha y venganzas el Terciario se convirtió en promotor de la armonía y la paz contra los abusos de los señores
feudales trabajando con prudente audacia, para el beneficio y protección de las clases bajas, y para disminuir, en lo
posible los efectos destructores de las herejías y cismas, practicó y predicó la absoluta fidelidad a la Iglesia y su
cabeza visible, para poner fin a la injusticia generalizada, la opresión, el robo, dando un ejemplo de
desprendimiento de las riquezas, de la vanidad y de los honores. Se podría decir que cada vez que la Iglesia
convocó a sus hijos a trabajar para la renovación orgánica y profunda, los encontró dispuestos a cooperar, de
manera que los esfuerzos conjuntos no fueron en vano.
Para ello no os ha faltado el apoyo y la bendición de los Romanos Pontífices – desde Honorio III, quien, se dice,
aprobó de viva voz la Regla, a Gregorio IX, gran amigo de su Santo Patriarca, a León XIII, que con la Constitución
Apostólica Dei Filius misericors de 30 de mayo 1883 reformó la Regla, con cuidado de no tocar la naturaleza
82
íntima de la Orden, hasta San Pío X, que citó la eficaz contribución de los Terciarios en la restauración de todas las
cosas en Cristo (Carta apostólica. 05 de mayo 1909), Benedicto XV y Pío XI, reafirmaron la perenne modernidad
de la Tercera Orden. También Nos, en varias ocasiones, hemos querido felicitar su espíritu y animar su trabajo y
hoy tenemos el placer de conocerles a todos para renovar nuestra felicitación, nuestra esperanza y nuestra
exhortación paternal. Pero Nos, como Ustedes, pedimos a Dios que el esplendor de tanta gloria suya no sea de
ninguna manera deslucida, que la confianza de la Iglesia en ustedes nunca sea en vano. Aunque la reciente guerra
para ustedes - como otras instituciones - puede haber causado un período de estancamiento orgánico y quizás un
enfriamiento espiritual, pero ahora, como atestigua este encuentro maravilloso, se han reencontrado con el fervor
primitivo para hacer de vuestra Tercera Orden una escuela de perfección cristiana, con un genuíno espíritu
franciscano, de una acción audaz y lista para la edificación del Cuerpo de Cristo.
La Tercera Orden Franciscana fue fundada para responder a esta sed de heroísmo en los que tienen que permanecer
en el mundo, pero no quieren ser del mundo. La Tercera Orden, por lo tanto, tiene como objetivo a las almas que
anhelan, en su estado, la perfección.
Ustedes son una Orden: Orden laica, pero verdadera Orden, verdadero nombre de Orden, como la llama nuestro
predecesor Benedicto XV (Ep. Encycl. Propediem Ian Sagrado 6. 1921). No, por supuesto, una asamblea de
perfectos, pero debe ser una escuela de perfección cristiana. Sin esta resuelta voluntad no es posible formar parte
convenientemente de una elegida y gloriosa milicia.
Las razones de este fenómeno parecen influir - entre otras - en una menor eficiencia del espíritu franciscano de no
pocos terciarios e incluso de algunos Responsables. Lamentamos que en muchos casos, se queda demasiado
frecuentemente en la superficie, mientras que no basta con conocer la vida de San Francisco y narrarla, para estar
seguros de formar parte del método y la mentalidad franciscana. Si esto fuera cierto, debería abordarse con
prontitud; recuerden que su Tercera Orden no puede florecer y dar fruto, como en los tiempos gloriosos, si no está
completamente impregnada de la espiritualidad franciscana verdadera y genuina.
Ustedes saben que la espiritualidad de un santo es su particular manera de representar a Dios de hablar con él, de ir
a él, de tratar con él. Cada santo ve los atributos de Dios a través de lo que más medita, lo que más profundiza, lo
que más lo atrae y lo conquista. Una virtud especial de Cristo y de cada santo es que tenemos que luchar para
extender el ideal, como Todos los Santos - de hecho toda la Iglesia - tratando de imitar al Cristo Total. Aún así la
Iglesia es, por así decirlo, el Cristo Total y los cristianos – cada santo - son miembros de él más o menos perfectos.
Así que hay una doctrina franciscana, según la cual Dios es Santo, es grande, pero es, sobre todo, el Bien, de hecho
83
el Sumo Bien. Para la que Dios es amor, que vive de amor, que crea por amor, y por amor se encarna y redime, es
decir, salva y santifica.
También hay un modo franciscano de contemplar a Jesús: el encuentro del Amor increado con el amor creado. Y
hay también una manera de amarle e imitarle: si viendo al Dios-hombre, prefiere considerarlo en su humanidad
santísima, porque lo muestra mejor y casi lo llega a tocar. En consecuencia, una ferviente devoción a la
Encarnación y la Pasión de Jesús, porque lo hacen ver, no en la gloria o el triunfo, en la grandeza eterna
todopoderosa, sino en su amor humano, tan dulce en la cuna y tan doloroso en la cruz.
Hay finalmente una manera franciscana de imitar a Jesús. Vuestro seráfico Padre buscó y encontró en el Evangelio,
abierto al azar, tres palabras del divino Maestro. La primera decía: "Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que
tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos" (Mt 19, 21), la segunda advertía: "El que quiera venir
detrás de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame "(Mt 16, 24) y la tercera, finalmente:" No lleves ni bolsa,
ni alforja, ni sandalias "(Lc. 10, 4). Bien, exclamó el Santo Patriarca: "Esta será nuestra Regla" (Anonim. Perus. C.
10 y 11).
De ahí que la pobreza franciscana, evita el lujo y ama especialmente lo que menos agrada a la vista y la vanidad, de
ahí la sencillez franciscana, que lleva al alma a buscar a Dios directamente, siguiendo la vía corta y sencilla,
considerando menos su propia deformidad y mucho más la belleza infinita de Dios, por lo tanto, la renuncia
franciscana, total, perenne, pero sin sacudidas, sin baches, sin pesar; renuncia suave, hecha por amor a Jesús. De
ahí la sincera alegría franciscana, que no es la alegría ruidosa, ni de risa floja, sino más bien una sonrisa tranquila,
llena de dulce serenidad.
De ahí, sobre todo, la caridad universal, a todos y a todo; viendo a Dios ama a todos y a todo el mundo en Él y por
Él, de todos y de todo goza, gozando de Dios. Deus meus et omnia!
Este espíritu franciscano, esta visión franciscana de la vida, tiene necesidad del mundo. A vosotros, queridos hijos,
os corresponde conocerla a fondo, amarla y vivirla especialmente con la perfección que os permite vuestro estado.
En la iglesia de san Damian el Seráfico Padre escuchó la voz del Crucificado, que le exhortó a restaurar su casa,
que amenazaba ruina. Defender la Iglesia, apoyar a la Iglesia: he aquí la ansiedad de Francisco de Asís. ¿Podrían
ustedes, queridos hijos, ser dignos de su Padre y Maestro?
Observen el momento actual. No es diferente, en algunos aspectos, de los que vieron el surgimiento de la Orden
Franciscana. Hemos advertido en repetidas ocasiones al mundo, con el propósito de parar a tiempo al borde del
precipicio, invitamos a la gente a pensar que no hay salvación verdadera y duradera, sino sólo en Jesús,
repetidamente hemos hecho llamadas a todos los verdaderos cristianos, a actuar con valentía y conjuntamente por
revitalizar y ampliar la Iglesia. Muchos han respondido, muchos - tenemos la firme confianza – responderán
todavía: si se dan cuenta los hombres que, lejos de Cristo, no hay más que la desesperación y la pérdida. En
muchas partes del mundo se trabaja afanosamente bajo la dirección de sus Pastores.
A trabajar también ustedes, queridos hijos. Se lo dice Jesús por boca de su, aunque indigno, Vicario. Apresuraos
todos a llevar ayuda al mundo. Apoyo a la Iglesia, donde, aunque por desgracia, en algunos de sus miembros haya
el error y el mal, pero hay tanto heroísmo, ¡tanta santidad!
Con estos sentimientos, y mientras les damos las gracias por los muchos y devotos regalos que acompañan a su
venida, os imparto de corazón a todos vosotros, vuestras familias y a todos vuestros trabajos, una prenda de
abundantes favores celestiales, nuestra bendición apostólica. Sua Santità Pio XII.
84
DOCUMENTOS y TEXTOS FRANCISCANOS
El hermano Elías les respondió que no quería ir, porque temía la reprensión del hermano Francisco. Como
ellos insistían en que fuese, les contestó que en todo caso iría, si ellos le acompañaban. Partieron, pues, todos
juntos. Cuando el hermano Elías, acompañado de los mencionados ministros, llegó al lugar en que se encontraba el
bienaventurado Francisco, le llamó. Este respondió al ver a los ministros: "¿Qué desean estos hermanos?" Replicó
el hermano Elías: "Son ministros que, habiendo oído que estás componiendo una nueva Regla, y, temerosos de que
la hagas demasiado estrecha, dicen y reafirman que no quieren obligarse a ella; que la hagas para ti, no para ellos".
Entonces, el bienaventurado Francisco levantó su rostro hacia el cielo y le habló así a Cristo: "Señor, ¿no
dije bien que no te creerían?" Y se escuchó en lo alto la voz de Cristo, que respondía: "Francisco, nada hay en la
Regla que proceda de ti; todo lo que ella contiene viene de mí. Quiero que esta Regla sea observada a la letra, a la
letra, a la letra; sin glosa, sin glosa, sin glosa". Y añadió la voz: "Sé lo que puede la debilidad humana y lo que yo
quiero ayudarles. Los que no quieren observarla, que se salgan de la Orden". El bienaventurado Francisco se volvió
a aquellos hermanos y les dijo. "¿Habéis oído? ¿Habéis oído? ¿Queréis que consiga que se os repita?" Los
ministros se retiraron confusos y reconociendo su culpa. LP 17.
DESARROLLO
85
5. ¿Cuáles son las otras tareas importantes de la Fraternidad?
Hacer posible que cada hermano y hermana puedan vivir su vocación. La preocupación por servir al
Reino en medio de la sociedad (su estado seglar) y procurar que pueda extenderse a otros hermanos y
hermanas. (Venga tu Reino y hágase tu Voluntad). Que los pobres y necesitados reciban de ustedes la
Buena Noticia, su cercanía, (prójimo=próximo) la mano que los ayuda y sostiene. Que todos los
perseguidos y oprimidos reciban su apoyo y su mensaje de Paz y Bien. Y que la paz que predican la lleven,
primeramente en sus corazones y en sus vidas, siendo instrumentos de reconciliación. Vivan alegres y
contentos porque han recibido su alegría del mismo Cristo (la alegría de su propia salvación).
86
LECCIÓN 23ª
LA PERTENENCIA A LA OFS
REGLA
R23. Las peticiones de admisión en la Orden Franciscana Seglar se presentan a una Fraternidad local, cuyo
Consejo decide la aceptación de los nuevos hermanos (Can. 694)[308].
El proceso de incorporación a la Fraternidad comprende el tiempo de iniciación, el período de formación de la
Regla (1Reg. TOF, 29-30). En este itinerario gradual está comprometida toda la Fraternidad, aún con su estilo de
vida. Por lo que se refiere a la edad para la Profesión, y a los signos distintivos franciscanos, procédase según los
Estatutos.
La Profesión es, de por sí, un compromiso perpetuo (1Reg. TOF, 31).
Los hermanos que se encuentren en dificultades particulares, procurarán tratar sus problemas en fraterno diálogo
con el Consejo. La separación o definitiva dimisión de la Orden, si fuere necesaria, es un acto que compete al
Consejo de la Fraternidad, en conformidad con las Constituciones (Can. 696)[309].
CONSTITUCIONES
CC.GG. Art. 37
1. (Regla 23) La inserción en la Orden se realiza mediante un tiempo de iniciación, un tiempo de formación y la
Profesión de la Regla.
2. Desde el ingreso en la Fraternidad se inicia el camino de formación, que debe desarrollarse durante toda la vida.
Teniendo presente que el Espíritu Santo es el principal agente de la formación, y atentos siempre a colaborar
con Él, los responsables de la formación son: el propio candidato, la Fraternidad entera, el Consejo con el
Ministro, el Maestro de formación y el Asistente.
3. Los hermanos son responsables de su formación para acrecentar cada vez más la vocación recibida del Señor. La
Fraternidad está llamada a ayudar a los hermanos en este camino con la acogida, la oración y el ejemplo.
4. Corresponde a los Consejos nacionales y regionales, de común acuerdo, la elaboración y adopción de medios de
formación adecuados a las situaciones locales, como ayuda a los responsables de la formación de cada Fraternidad.
CC.GG. Art. 38
1. (Regla 23) El período de iniciación es una fase preparatoria del tiempo de formación propiamente dicho, y se
destina al discernimiento de la vocación y al mutuo conocimiento entre la Fraternidad y el aspirante. Ha de
garantizar la libertad y la seriedad del ingreso en la OFS.
2. La duración y los modos de desarrollar el período de iniciación los establecen los Estatutos nacionales.
3. Corresponde al Consejo de la Fraternidad la decisión de eventuales exenciones de este período de iniciación,
teniendo presentes las orientaciones del Consejo nacional.
CC.GG. Art. 40
1. (Regla 23) El tiempo de la formación inicial tiene una duración de un año al menos. Los Estatutos nacionales
pueden fijar una duración mayor. La finalidad de este período es la maduración de la vocación, la experiencia de
vida evangélica en Fraternidad, y un mejor conocimiento de la Orden. Esta formación debe vivirse frecuentando
reuniones de estudio y de oración y con experiencias concretas de servicio y de apostolado. Tales reuniones, en
cuanto sea posible y oportuno, ténganse en común con los candidatos de otras Fraternidades.
87
Se les enseñará a amar a la Iglesia y a acoger su magisterio. Los laicos ejercítense en vivir con estilo evangélico el
compromiso temporal en el mundo.
3. La participación en las reuniones de la Fraternidad local es una exigencia irrenunciable para iniciarse en
la oración comunitaria y en la vida de fraternidad.
4. Adóptese una pedagogía de estilo franciscano y que responda a la mentalidad del ambiente.
CC.GG.Art. 41
1. (Regla 23) El candidato, terminado el tiempo de formación inicial, pedirá emitir la Profesión al Ministro de la
Fraternidad local. El Consejo de la Fraternidad, oído el Responsable de la formación y el Asistente, decide,
mediante votación secreta, la admisión a la Profesión, y da respuesta al candidato y lo anuncia a la Fraternidad.
2. Las condiciones para la Profesión o Compromiso de vida evangélica son:
-- tener la edad establecida por los Estatutos nacionales;
-- la participación activa en la formación inicial, al menos, durante un año;
-- el consentimiento del Consejo de la Fraternidad local.
3. Cuando parezca oportuno prolongar el tiempo de formación inicial, éste no se alargará más de un año sobre el
tiempo establecido por los Estatutos nacionales.
CC.GG. Art. 42
1. La Profesión es el solemne acto eclesial con el que el candidato, recordando la llamada recibida de Cristo,
renueva las promesas bautismales y afirma públicamente el compromiso de vivir el Evangelio en el mundo
siguiendo el ejemplo de Francisco y según la Regla de la OFS.
4. La Profesión no compromete únicamente a los profesos con la Fraternidad, sino que del mismo modo
compromete a la Fraternidad a procurar su bienestar humano y religioso.
5. El acto de la Profesión es registrado y conservado en el archivo de la Fraternidad.
CC.GG. Art. 43
Los Estatutos nacionales establecen:
-- (Regla 23) la edad mínima para la Profesión, que no será, de todas formas, inferior a los dieciocho años
cumplidos;
-- el signo distintivo de pertenencia a la Orden (el "TAU" u otro símbolo franciscano).
EE.NN. Art. 3
El signo de pertenencia a la Orden Franciscana Seglar es el “TAU” u otro símbolo franciscano, según el art.43
de las CC.GG.
88
e- Ser admitido por el Consejo Ejecutivo de la Fraternidad local.
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA
C.308 Nadie que haya sido admitido legítimamente en una asociación puede ser expulsado de ella, si no es por
causa justa, de acuerdo con la norma del derecho y de los estatutos.
C.309 Las asociaciones legítimamente establecidas tienen potestad conforme a la norma del derecho y de los
estatutos, de dar normas peculiares que se refieran a la asociación, de celebrar reuniones y de designar a los
presidentes, oficiales, dependientes, y a los administradores de los bienes.
Todos los hermanos sean católicos, vivan y hablen católicamente. Pero, si alguno se aparta de la fe y vida
católica en dichos o en obras y no se enmienda, sea expulsado absolutamente de nuestra fraternidad. Y a todos los
clérigos y a todos los religiosos tengámoslos por señores en las cosas que miran a la salud del alma y que no se
desvían de nuestra Religión, y veneremos en el Señor su orden y oficio y su ministerio. 1R 19.
¿Qué decís vosotros, hijos de santos? Los celos y las envidias os delatan como degenerados; y no menos
como bastardos la ambición de bienes. Os mordéis y devoráis mutuamente, pues las guerras y las contiendas no
tienen otro origen que las ambiciones. Es incumbencia vuestra luchar contra los escuadrones de las tinieblas, en
rudo combate contra los ejércitos de los demonios, pero volvéis vuestras espadas los unos contra los otros. Los
padres, llenos de sabiduría, se miran con familiaridad de cara, pero los hijos, llenos de envidia, no pueden ni
soportar el verse los unos a los otros. ¿Qué hará el cuerpo si tiene dividido el corazón? Seguramente, la doctrina de
la santidad daría más fruto en el mundo entero si el vínculo de la caridad uniese más estrechamente entre sí a los
ministros de la palabra de Dios. De hecho, lo que hablamos o enseñamos se vuelve sumamente sospechoso desde el
momento en que hay señales claras que evidencian que existe entre nosotros cierto fermento de odio. Yo bien sé de
una y otra parte que no son responsables los buenos, sino los malos, quienes - para evitar el contagio de los santos -
creería justo que fuesen expulsados. 2Cel 149.
DESARROLLO
89
vocación, que una vez discernida por la Maestra y el Consejo, admiten a la Profesión.
La vocación a la OFS es una vocación específica, que informa (=formar por dentro,
interiormente) la vida y la acción apostólica de sus miembros. Por consiguiente, no pueden
formar parte de la OFS-quienes ya están vinculados, mediante compromiso perpetuo, a otra
familia religiosa o Instituto de vida consagrada.CC.GG 2,1
El proceso continua después de la profesión –como nos recuerdan los art. 37 y 44- porque estamos
llamados a acrecentar (hacer crecer) nuestra vocación hasta la propia muerte.
90
LECCIÓN 24ª
REGLA
R24. Para estimular la comunión entre los miembros, el Consejo organice reuniones periódicas y encuentros
frecuentes, incluso con otros grupos franciscanos, especialmente de jóvenes, adoptando los medios más
adecuados para el crecimiento en la vida franciscana y eclesial, estimulando a todos a la vida de Fraternidad (Can.
697). [c.215]
CONSTITUCIONES
CC.GG. Art. 53
1. (Regla 24) La Fraternidad debe ofrecer a sus miembros ocasiones de encuentro y de colaboración a
través de reuniones, que se han de tener con la mayor frecuencia que permitan las situaciones
ambientales, y con la participación de todos.
4. La Fraternidad recuerda con gratitud a los hermanos difuntos y continúa la comunión con ellos en la
oración y en la Eucaristía.
5. Los Estatutos nacionales pueden prever formas particulares de adhesión a la Fraternidad para quienes, sin
pertenecer a la OFS, deseen compartir su vida y actividades.
CC.GG. Art. 96
1. La OFS, en virtud de su propia vocación, debe estar dispuesta a compartir su experiencia de vida
evangélica con los jóvenes que se sienten atraídos por San Francisco de Asís, y a buscar los medios para
presentársela adecuadamente.
91
CC.GG. Art. 97
1. Las Fraternidades de la OFS, por medio de iniciativas y dinámicas apropiadas, promuevan la vocación
juvenil franciscana. Cuiden la vitalidad y la expansión de las Fraternidades de la JUFRA, y acompañen a
los jóvenes en su camino de crecimiento humano y espiritual con propuestas de actividad y contenidos
temáticos.
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA
Los fieles tienen la facultad de fundar y dirigir libremente asociaciones para fines de caridad
o piedad o para fomentar la vocación cristiana en el mundo; y también a reunirse para
conseguir en común esos mismos fines. C215
Al despreciar todo lo terreno y al no amarse a sí mismos con amor egoísta, centraban todo el afecto en la
comunidad y se esforzaban en darse a sí mismos para subvenir a las necesidades de los hermanos. Deseaban
reunirse, y reunidos se sentían felices; en cambio, era penosa la ausencia; la separación, amarga, y dolorosa la
partida. 1Cel. 39.
DESARROLLO
4. ¿Por qué nos dice la Regla que tenemos que estimular la comunión?
Porque la comunión no es algo que sale lo primero, espontáneamente. Por eso la gente que solo
busca el placer, cuando éste desaparece no quiere saber nada de comunión y huye. Tenemos que estimular
porque es una manera de avivar, de impulsar la vida, de incitar-animar a la vida de comunión.
92
Muchas veces cuando hablamos de “avivamiento” solo pensamos en el “caliente”, en el sentimiento
y nos olvidamos de la vida, de la vida en comunión. Y una vida que, a veces, nos cuesta porque es como
subir lomas.
93
LECCIÓN 25ª
REGLA
R25. Todos los hermanos y hermanas ofrezcan una contribución en proporción a las posibilidades de cada uno,
para sufragar los gastos necesarios de la vida de la Fraternidad o para obras de culto, de apostolado y de caridad.
Las fraternidades locales procuren contribuir al pago de los gastos del Consejo de la Fraternidad de nivel superior
(1Reg. TOF, 30).
CONSTITUCIONES
CC.GG. Art. 30
1. Los hermanos son corresponsables de la vida de la Fraternidad a la que pertenecen y de la OFS como
unión orgánica de todas las Fraternidades extendidas por el mundo.
3. (Regla 25) Con espíritu de familia, cada hermano deposite en la caja de la Fraternidad una aportación,
según sus posibilidades, con el fin de facilitar los recursos financieros necesarios para la vida de la
Fraternidad y para sus obras de culto, apostolado y caridad. Los hermanos, además, proveerán al
sostenimiento de las actividades y de las obras de las Fraternidades de nivel superior con otras aportaciones
económicas.
EE.GG.Art.17
Sostenimiento económico de las Fraternidades de la O.F.S.
a- Todos los hermanos y hermanas ofrezcan una contribución económica proporcional a las posibilidades de
cada uno, para sufragar los gastos necesarios de la vida de la Fraternidad y para obras de culto, apostolado y
caridad, según el número 25 de la Regla y el art. 30.3 de las CC.GG.
b- Las Fraternidades locales procuren contribuir al pago de los gastos del los Consejos de la fraternidad de
nivel superior (R 25).
c- De los aportes de las Fraternidades locales vía las Regionales, se cubrirán las necesidades de las
Fraternidades Regionales, Nacional e Internacional de la O.F.S.
d- Los Consejos Ejecutivos locales y el Tesorero, deben velar porque todos los hermanos contribuyan
mensualmente con su Fraternidad, según lo dispuesto por Consejo Ejecutivo Nacional y el Local, a fin de
que en el primer trimestre de cada año puedan enviar su cuota de aportación a la Fraternidad Nacional.
e- Todas las Fraternidades podrán realizar actividades, a fin de incrementar el fondo de las mismas, siempre
y cuando no estén reñidas con la Regla y las Constituciones de la O.F.S. y las Leyes Dominicanas, y no
afecten a los hermanos.
f- Las Fraternidades podrán recibir donaciones de personas físicas o Instituciones, Nacionales e
Internacionales, las cuales serán utilizadas en el desarrollo de programas de bien social y comunitario.
94
DESARROLLO
95
LECCIÓN 26ª
LA ASISTENCIA ESPIRITUAL
REGLA
R26. Como signo concreto de comunión y de corresponsabilidad, los Consejos de los diferentes niveles,
según las Constituciones, pedirán religiosos idóneos y preparados para la asistencia espiritual, a los superiores de
las cuatro Familias religiosas franciscanas, a los cuales, desde siglos, está unida la Fraternidad Seglar.
Para fomentar la fidelidad al carisma y la observancia de la Regla, y para recibir mayor ayuda en la vida de
fraternidad, el Ministro o Presidente de acuerdo con su Consejo, sea solícito en pedir periódicamente a los
superiores religiosos competentes (2Reg. TOF, cap XVI ) la visita pastoral y a los responsables del nivel superior,
la visita fraterna, según las Constituciones.
CONSTITUCIONES
CC.GG .Art. 85
1. Como parte integrante de la Familia Franciscana y llamada a vivir el carisma de Francisco en su
dimensión seglar, la OFS tiene particulares y estrechas relaciones con la Primera Orden y con la TOR (En
la historia franciscana, y en las Constituciones de la Primera Orden Franciscana y de la TOR, aparece de
forma manifiesta que estas Ordenes reconocen su compromiso en virtud del origen y carisma comunes y
por voluntad de la Iglesia, a la asistencia espiritual y pastoral de la OFS: Cfr. Constituciones OFM, 60;
Constituciones OFM Conv., 116; Constituciones OFM Cap., 95; Constituciones TOR, 157; Regla de la
Tercera Orden del Papa León XIII, 3,3; Regla aprobada por Pablo VI, 26).
2. El cuidado espiritual y pastoral de la OFS, confiado por la Iglesia a la Primera Orden Franciscana y a la
TOR, es deber sobre todo de sus Ministros generales y provinciales. A ellos corresponde el "Altius
moderamen" del que habla el canon 303. El "altius moderamen" tiene como finalidad el garantizar la
fidelidad de la OFS al carisma franciscano, la comunión con la Iglesia y la unión con la Familia
Franciscana, valores que representan para los franciscanos seglares un compromiso de vida.
CC.GG. Art. 92
1. (Regla 26) La finalidad de la visita, fraterna o pastoral, es reavivar el espíritu evangélico franciscano,
asegurar la fidelidad al carisma y a la Regla, ofrecer ayuda a la vida de fraternidad, consolidar el vínculo de
unidad de la Orden y promover su más eficaz inserción en la Familia Franciscana y en la Iglesia.
2. Las visitas, fraterna o pastoral, se solicitan, con el consentimiento del Consejo respectivo:
a. por el Ministro de la Fraternidad local o regional, al menos cada tres años, al Consejo del nivel
inmediatamente superior y a la respectiva Conferencia de los Asistentes espirituales;
b. por el Ministro nacional, al menos cada seis años, a la Presidencia del CIOFS y a la Conferencia
de los Asistentes generales;
c. por el Ministro general, al menos cada seis años, a la Conferencia de los Ministros generales.
3. Por causas urgentes y graves, o bien en caso de incumplimiento del Ministro y del Consejo en solicitarla,
la visita fraterna y pastoral pueden ser efectuadas por iniciativa del Consejo y de la Conferencia de los
Asistentes espirituales, respectivamente competentes.
96
CC.GG. Art. 95
La visita pastoral
l. La visita pastoral es un momento privilegiado de comunión con la Primera Orden y la TOR. Ésta se
efectúa también en nombre de la Iglesia (Cfr. c. 305,1) y sirve para garantizar y promover la observancia de
la Regla y de las Constituciones y la fidelidad al carisma franciscano. Se desarrollará respetando la
organización y el derecho propio de la OFS.
2. El Visitador, comprobada la erección canónica de la Fraternidad, se interesará por las relaciones entre la
Fraternidad y su Asistente espiritual y la Iglesia particular, y se reunirá con los pastores (Obispo, Párroco),
cuando sea oportuno, para favorecer la comunión y el servicio para la edificación de la Iglesia.
4. Dedicará particular atención a los programas, métodos y experiencias formativas, a la vida litúrgica y de
oración y a las actividades apostólicas de la Fraternidad.
EE.GG. Art.45
La visita pastoral.
1- La Visita Pastoral es un momento privilegiado de comunión con la Primera Orden y la TOR. Ésta se
efectúa también en nombre de la Iglesia y sirve para garantizar y promover la observancia de la Regla
y de las Constituciones y de fidelidad al carisma franciscano. Se desarrollará respetando la
organización y el derecho propio de la OFS.
2- El Visitador, comprobada la erección canónica de la Fraternidad, se interesará por las relaciones entre
la Fraternidad y su Asistente Espiritual y la iglesia particular, y se reunirá con los pastores (Obispo,
párroco), cuando sea oportuno, para favorecer la comunión y el servicio para la edificación de la
Iglesia.
3- Promoverá la colaboración y el sentido de corresponsabilidad entre los responsables seglares y los
Asistentes Espirituales. Comprobará la calidad de la asistencia espiritual que se da a la fraternidad
visitada, animando a los asistentes en su servicio, y promoverá su formación permanente espiritual y
pastoral.
4- Dedicará particular atención a los programas, métodos y experiencias formativas, a la vida litúrgica y
de oración y a las actividades apostólicas de la fraternidad, según el art. 95 de las CC.GG.
.
PÁRRAFO ÚNICO: La Visita Pastoral será realizada por lo menos cada dos años a las Fraternidades por el
Asistente o uno de los Asistentes de la Conferencia Regional de los mismos (Estatuto para la Asistencia Espiritual
y Pastoral de la OFS, Arts. 16 y 21.2).
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA
C.303 Se llaman órdenes terceras, o con otro nombre adecuado, aquellas asociaciones cuyos
miembros, viviendo en el mundo y participando del espíritu de un instituto religioso, se dedican al
apostolado y buscan la perfección cristiana bajo la alta dirección de ese instituto.
C.305 § 1. Todas las asociaciones de fieles están bajo la vigilancia de la autoridad eclesiástica
competente, a la que corresponde cuidar de que en ellas se conserve la integridad de la fe y de las
costumbres, y evitar que se introduzcan abusos en la disciplina eclesiástica; por tanto, a ella
compete el deber y el derecho de visitarlas a tenor del derecho y de los estatutos; y están también
97
bajo el régimen de esa autoridad, de acuerdo con las prescripciones de los cánones que siguen.
DESARROLLO
1. ¿Cuál es el fin de la asistencia espiritual?
Nos dicen las Constituciones: “La finalidad de la visita, fraterna o pastoral, es reavivar el espíritu
evangélico franciscano, asegurar la fidelidad al carisma y a la Regla, ofrecer ayuda a la vida de
fraternidad, consolidar el vínculo de unidad de la Orden y promover su más eficaz inserción en la
Familia Franciscana y en la Iglesia”.( CC.GG. Art. 92)
98
ABREVIATURAS
Adm. Admoniciones
1CtaF primera Carta a los Fieles
2CtaF segunda Carta a los Fieles
1Cel primera de Celano
2Cel segunda de Celano
LM Leyenda Mayor
TC Leyenda de los Tres Compañeros
CtaCl Carta de santa Clara
1R Primera Regla no Bulada
2R Regla Bulada
CC.GG Constituciones Generales
EE. GG. Estatutos Generales
EE. NN. Estatutos Nacionales
LG Lumen Gentium (Concilio Vaticano II)
GS Gaudium et spes (id)
AA Apostolicam Actuositatem (id)
CIC Código de Derecho Canónico
C. Cánon. Artículo del Derecho Canónico
99
EPÍLOGO
Las palabras que están escritas en este material a veces pueden parecer complicadas de entender. Lo que
tratamos es de vivir dentro de la sabiduría de la gente sencilla; por eso los puntos que siguen son el resumen que
nos interesa comprender.
Las maestras de formación deben encontrar la mejor manera de poder enseñarlas y practicarlas en la vida de
apostolado. El mejor método para enseñar en la fe es el EJEMPLO, como nos mostró san Francisco de Asís.
Son misericordiosas, perdonan y piden perdón, porque se saben perdonadas por Dios.
Son humildes, sencillas, dan gracias al Padre y buscan su Gloria, como Jesús que dejó
de lado su categoría de Dios, obedeciendo hasta su muerte en la cruz. Flp 2
Son maduras, responsables y auténticas, como Cristo nos enseñó a ser personas.R14
Se sienten llamadas personalmente por Dios a seguir a Cristo, R1
Viven el Evangelio según la forma que Dios inspiró a san Francisco de Asís, y la Iglesia
lo confirmó. ( Honorio III, Nicolás IV, León XIII, Pablo VI). R4; CC.GG nº1
Leen y estudian el Evangelio-y la Regla- para hacer su Proyecto de vida, R5; CC.GG.9
Son testigos e instrumentos de la Misión de Cristo(El Reinado de Dios) y de la Iglesia, R6
Se comprometen en un camino de conversión que transforma toda su persona, para
asemejar su forma de pensar y obrar a la de Cristo(Bienaventuranzas) R7
Se unen a todos los demás creyentes en la oración al Padre, R8
Hacen oración de forma confiada y consciente . Actualizan y re-viven los misterios de
Cristo en la Eucaristía, haciendo de ellos la fuente de sus vidas. R 8 CC.GG 14
Están disponibles incondicionalmente -como María de Nazareth- a Dios, a la Iglesia, a
los ministros y a los hermanos. SON OBEDIENTES. R10
Aceptan la voluntad de Dios aunque las cosas vayan mal. Han aprendido a vivir, a amar
y a sufrir según el Evangelio. CC.GG.10
Tienen el corazón purificado de todo deseo de posesión de riquezas y dominio, R 11
Por la esperanza, se hacen testigos del Reino futuro y, amando a todos los seres
humanos, lo hacen presente en el día de hoy, R12
Son fraternas, acogiendo a todos los hombres y mujeres de forma humilde y cortés, R 13
Viven construyendo un mundo más fraterno y humano, la fraternidad universal. R 14
Promueven la justicia, con iniciativas valientes y arriesgadas, contra toda forma de
explotación, discriminación, marginación o indiferencia R 13 y 15; CC.GG 22
Consideran el trabajo como don de Dios y como participación activa en su Creación, R16
Viven en familia el espíritu franciscano en paz, fidelidad y respeto a la vida, R 17
Respetan a todas las criaturas y el medio en el que viven: la Naturaleza global. R18
Construyen la paz con diálogo, amor y perdón. R 19
10
ÍNDICE
pág
PRÓLOGO .........................................................................................................................................................2
LECCIÓN 1ª .......................................................................................................................................................3
LA FAMILIA FRANCISCANA .........................................................................................................................3
REGLA...........................................................................................................................................................3
CONSTITUCIONES.......................................................................................................................................3
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA.................................................................................................................3
DOCUMENTOS Y TEXTOS FRANCISCANOS ...........................................................................................5
DESARROLLO ..............................................................................................................................................6
LECCIÓN 2ª .......................................................................................................................................................7
LA ORDEN FRANCISCANA SEGLAR ............................................................................................................7
REGLA...........................................................................................................................................................7
CONSTITUCIONES.......................................................................................................................................7
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA.................................................................................................................7
DOCUMENTOS Y TEXTOS FRANCISCANOS ...........................................................................................8
DESARROLLO ..............................................................................................................................................8
LECCIÓN 3ª .....................................................................................................................................................10
LA REGLA DE LA ORDEN FRANCISCANA SEGLAR ...............................................................................10
REGLA.........................................................................................................................................................10
CONSTITUCIONES.....................................................................................................................................10
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA...............................................................................................................10
DOCUMENTOS Y TEXTOS FRANCISCANOS .........................................................................................11
DESARROLLO ............................................................................................................................................12
LECCIÓN 4ª .....................................................................................................................................................14
LA REGLA Y VIDA ES VIVIR EL EVANGELIO ..........................................................................................14
REGLA.........................................................................................................................................................14
CONSTITUCIONES.....................................................................................................................................14
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA...............................................................................................................15
DOCUMENTOS Y TEXTOS FRANCISCANOS .........................................................................................15
DESARROLLO ............................................................................................................................................15
LECCIÓN 5ª .....................................................................................................................................................17
LA BÚSQUEDA DE JESUCRISTO .................................................................................................................17
REGLA.........................................................................................................................................................17
CONSTITUCIONES.....................................................................................................................................17
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA...............................................................................................................17
DOCUMENTOS Y TEXTOS FRANCISCANOS .........................................................................................18
DESARROLLO ............................................................................................................................................18
LECCIÓN 6ª .....................................................................................................................................................21
MIEMBROS VIVOS DE LA IGLESIA: TESTIGOS E INSTRUMENTOS......................................................21
REGLA.........................................................................................................................................................21
CONSTITUCIONES.....................................................................................................................................21
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA...............................................................................................................21
DOCUMENTOS Y TEXTOS FRANCISCANOS .........................................................................................26
DESARROLLO ............................................................................................................................................26
LECCIÓN 7 ......................................................................................................................................................28
PENITENCIA = PROCESO DE CONVERSIÓN..............................................................................................28
REGLA.........................................................................................................................................................28
CONSTITUCIONES.....................................................................................................................................28
10
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA...............................................................................................................29
DOCUMENTOS Y TEXTOS FRANCISCANOS .........................................................................................29
DESARROLLO ............................................................................................................................................30
LECCIÓN 8ª .....................................................................................................................................................30
LA ORACIÓN. CAMINO DE ADORACIÓN ..................................................................................................31
REGLA.........................................................................................................................................................31
CONSTITUCIONES.....................................................................................................................................31
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA...............................................................................................................32
DOCUMENTOS y TEXTOS FRANCISCANOS ..........................................................................................33
DESARROLLO ............................................................................................................................................34
LECCIÓN 9ª .....................................................................................................................................................36
MARIA: MODELO, MADRE Y MEDIADORA ..............................................................................................36
REGLA.........................................................................................................................................................36
CONSTITUCIONES.....................................................................................................................................36
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA...............................................................................................................36
DOCUMENTOS y TEXTOS FRANCISCANOS ..........................................................................................36
DESARROLLO ............................................................................................................................................37
LECCIÓN 10ª ...................................................................................................................................................39
ASOCIADOS A LA OBEDIENCIA LIBERADORA DE CRISTO...................................................................39
REGLA.........................................................................................................................................................39
CONSTITUCIONES.....................................................................................................................................39
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA...............................................................................................................39
DOCUMENTOS y TEXTOS FRANCISCANOS ..........................................................................................39
DESARROLLO ............................................................................................................................................40
LECCIÓN 11ª ...................................................................................................................................................42
LA JUSTA RELACIÓN CON LOS BIENES....................................................................................................42
REGLA.........................................................................................................................................................42
CONSTITUCIONES.....................................................................................................................................42
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA...............................................................................................................42
DOCUMENTOS y TEXTOS FRANCISCANOS ..........................................................................................43
DESARROLLO ............................................................................................................................................43
LECCIÓN 12ª ...................................................................................................................................................45
TESTIGOS DE LA ESPERANZA Y CON PURO CORAZÓN = .....................................................................45
LIBRES PARA EL REINO...............................................................................................................................45
REGLA.........................................................................................................................................................45
CONSTITUCIONES.....................................................................................................................................45
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA...............................................................................................................45
DOCUMENTOS y TEXTOS FRANCISCANOS ..........................................................................................45
DESARROLLO ............................................................................................................................................46
LECCIÓN 13ª ...................................................................................................................................................48
SER HERMANOS Y HERMANAS..................................................................................................................48
REGLA.........................................................................................................................................................48
CONSTITUCIONES.....................................................................................................................................48
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA...............................................................................................................49
DOCUMENTOS y TEXTOS FRANCISCANOS ..........................................................................................50
DESARROLLO ............................................................................................................................................50
Declaración Universal de los Derechos Humanos (versión popular de Fray Betto)52
LECCIÓN 14ª ...................................................................................................................................................53
EL REINO DE DIOS ........................................................................................................................................53
REGLA.........................................................................................................................................................53
10
CONSTITUCIONES.....................................................................................................................................53
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA...............................................................................................................53
DOCUMENTOS y TEXTOS FRANCISCANOS ..........................................................................................54
DESARROLLO ............................................................................................................................................54
LECCIÓN 15ª ...................................................................................................................................................56
LA FE Y LA JUSTICIA....................................................................................................................................56
REGLA.........................................................................................................................................................56
CONSTITUCIONES.....................................................................................................................................56
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA...............................................................................................................57
DOCUMENTOS y TEXTOS FRANCISCANOS ..........................................................................................57
DESARROLLO ............................................................................................................................................57
LECCIÓN 16ª ...................................................................................................................................................59
TRABAJO: COLABORANDO CON DIOS EN LA CREACIÓN.....................................................................59
REGLA.........................................................................................................................................................59
CONSTITUCIONES.....................................................................................................................................59
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA...............................................................................................................60
DOCUMENTOS y TEXTOS FRANCISCANOS ..........................................................................................60
DESARROLLO ............................................................................................................................................61
LECCIÓN 17ª ...................................................................................................................................................63
LA VIDA EN FAMILIA...................................................................................................................................63
REGLA.........................................................................................................................................................63
CONSTITUCIONES.....................................................................................................................................63
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA...............................................................................................................64
DOCUMENTOS y TEXTOS FRANCISCANOS ..........................................................................................65
DESARROLLO ............................................................................................................................................65
LECCIÓN 18ª ...................................................................................................................................................67
LA FRATERNIDAD UNIVERSAL..................................................................................................................67
REGLA.........................................................................................................................................................67
CONSTITUCIONES.....................................................................................................................................67
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA...............................................................................................................67
DOCUMENTOS y TEXTOS FRANCISCANOS ..........................................................................................68
DESARROLLO ............................................................................................................................................69
LECCIÓN 19ª ...................................................................................................................................................71
PORTADORES DE PAZ ..................................................................................................................................71
REGLA.........................................................................................................................................................71
CONSTITUCIONES.....................................................................................................................................71
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA...............................................................................................................71
DOCUMENTOS y TEXTOS FRANCISCANOS ..........................................................................................72
DESARROLLO ............................................................................................................................................72
LECCIÓN 20ª ...................................................................................................................................................74
ORGANIZACIÓN Y LEYES ...........................................................................................................................74
REGLA.........................................................................................................................................................74
CONSTITUCIONES.....................................................................................................................................74
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA...............................................................................................................75
DESARROLLO ............................................................................................................................................75
LECCIÓN 21ª ...................................................................................................................................................77
EL CONSEJO Y EL MINISTRO/A ..................................................................................................................77
REGLA.........................................................................................................................................................77
CONSTITUCIONES.....................................................................................................................................77
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA...............................................................................................................78
10
DOCUMENTOS y TEXTOS FRANCISCANOS ..........................................................................................78
DESARROLLO ............................................................................................................................................79
LECCIÓN 22ª ...................................................................................................................................................81
LA ERECCIÓN DE LA FRATERNIDAD ........................................................................................................81
REGLA.........................................................................................................................................................81
CONSTITUCIONES.....................................................................................................................................81
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA...............................................................................................................82
DOCUMENTOS y TEXTOS FRANCISCANOS ..........................................................................................85
DESARROLLO ............................................................................................................................................85
LECCIÓN 23ª ...................................................................................................................................................87
LA PERTENENCIA A LA OFS .......................................................................................................................87
REGLA.........................................................................................................................................................87
CONSTITUCIONES.....................................................................................................................................87
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA...............................................................................................................89
DOCUMENTOS y TEXTOS FRANCISCANOS ..........................................................................................89
DESARROLLO ............................................................................................................................................89
LECCIÓN 24ª ...................................................................................................................................................91
REUNIONES Y COMUNIÓN FRATERNA.....................................................................................................91
REGLA.........................................................................................................................................................91
CONSTITUCIONES.....................................................................................................................................91
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA...............................................................................................................92
DOCUMENTOS y TEXTOS FRANCISCANOS ..........................................................................................92
DESARROLLO ............................................................................................................................................92
LECCIÓN 25ª ...................................................................................................................................................94
CORRESPONSABILIDAD Y PERTENENCIA FRATERNA..........................................................................94
REGLA.........................................................................................................................................................94
CONSTITUCIONES.....................................................................................................................................94
DESARROLLO ............................................................................................................................................95
LECCIÓN 26ª ...................................................................................................................................................96
LA ASISTENCIA ESPIRITUAL ......................................................................................................................96
REGLA.........................................................................................................................................................96
CONSTITUCIONES.....................................................................................................................................96
DOCUMENTOS DE LA IGLESIA...............................................................................................................97
DESARROLLO ............................................................................................................................................98
EPÍLOGO .......................................................................................................................................................100
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