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Informe de película Tiempos modernos – Comercio Mundial 2021 – l

Nombre: Danilo Rojas Londoño - C.C. 1036685939

En un contexto social y económico difícil producto de las guerras y el crack del 29,
en Estados Unidos ocurría una gran depresión y caída del mercado de valores que
repercutiría a nivel mundial. Las fábricas se verían sumamente afectadas lo que
implicó una necesidad en sus dueños de implementar nuevas teorías o corrientes
novedosas en la época que por más contradictorias que fueran entre sí, estaban
orientadas al mismo objetivo: maximizar la productividad.

En la primera parte de la película Tiempos modernos, se puede evidenciar como la


necesidad de aprovechar el tiempo-obrero al máximo era primordial. En varias
escenas se enfoca por varios segundos el reloj y al jefe supervisando la forma en
que sus trabajadores empleaban el tiempo según su respectiva función lo que
muestra el poco control que tenían los mismos del proceso y el ritmo productivo.

En ese orden de ideas se puede decir que la compañía en la que desempeña


como operario el protagonista, sigue un modelo Taylorista ya que busca reducir
por completo los movimientos innecesarios de los trabajadores bajo la premisa de
ser la única forma posible de aprovechar el potencial productivo. En escenas como
cuando el actor principal se va a fumar un cigarro en el baño para despejar la
mente de su trabajo (sumamente monótono y operativo) y el jefe lo observa desde
las cámaras obligándolo a retomar de inmediato o cuando llega el vendedor de
máquinas dispensadoras de sopa para hacer su demostración, se evidencia el
afán de la época por estandarizar cada labor, cronometrar sus tiempos y sobre
todo deshumanizar el trabajador.

Con respecto a dicha deshumanización, los obreros son como entes controlados
por las máquinas y no al revés. Cuando el jefe considera que se está trabajando a
medias y no se produce lo suficiente basta con dar la orden de acelerar la marcha
de producción por medio de una palanca y listo. Todos los trabajadores en la línea
de producción quedan supeditados al ritmo de la banda y si a esto se le suma que
son tareas que no requieren ningún esfuerzo intelectual sino meramente mecánico
y repetitivo dejan a los mismos en un bucle gris, cansino y sin ningún tipo de
aspiración.

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