Las placas de osteosíntesis son dispositivos empleados en la
estabilización ósea las cuales se basan en placas dotadas de orificios a través de los cuales se colocan tornillos que se fijan al hueso. Las placas han ido evolucionando en su diseño y actualmente están fabricadas con formatos específicos para adaptarse a las distintas localizaciones anatómicas. También los agujeros de las placas han evolucionado junto con los tornillos. Existen diferentes placas en el mercado dependiendo su función, entre ellas hay placas de neutralización, placas de compresión dinámica (DCP), placas puente o de sostén, placas de reconstrucción y placas de bloqueo. Es importante tener en cuenta que las placas de reconstrucción no son aptas para huesos largos, pues no soportan las cargas axiales y es fácil que se rompan, estas placas se utilizan para fracturas de ilion y de mandíbula principalmente. Las placas puentes al tener los agujeros en los extremos de la placa y el centro no poseer agujeros hace que sea una placa muy fuerte, ideal para fracturas conminutas donde todas las cargas axiales las soportará la placa ya que no hay soporte óseo. Las placas de compresión dinámica fueron creadas para favorecer la osteosíntesis primaria. Favorecen las leyes de Roux las cuales describen el efecto de las fuerzas sobre la línea de fractura. Aquellas fracturas que estén sometidas a fuerzas de compresión promueven la reparación ósea primaria con mínima formación de callo óseo. Estas placas pueden ser utilizadas en función de neutralización o de compresión dinámica, sin embargo la compresión dinámica solo se podrá utilizar en fracturas transversas y oblicuas cortas. Las metas de la compresión en la osteosíntesis son las siguientes: • Conseguir la reducción de la fractura lo más anatómica posible. • Que los fragmentos queden íntimamente unidos bajo compresión. • Lograr una osificación primaria. Existen dos tipos de compresión, la compresión interfragmentaria y la compresión axial. Compresión interfragmentaria Se ejerce entre dos fragmentos y puede seguir cualquier dirección, no obligatoriamente la dirección del eje del hueso. Se lleva a cabo mediante tornillos en función de compresión. Compresión axial Se ejerce en dirección del eje longitudinal del hueso, como anteriormente se dijo se utiliza solo para fracturas transversas y oblicuas cortas. La compresión axial se realizará con placas DCP. En general cuando se usan placas convencionales, es decir, no de bloqueo, será muy importante moldear la placa perfectamente, lo ideal es hacer una placa radiográfica de la extremidad sana y en base a esta radiografía hacer el moldeado de la placa. Si la placa no se moldea a la perfección tendremos una pérdida de reducción primaria, esto se debe a que el hueso tomará la forma de la placa y si no la hemos contorneado bien al apretar los tornillos perderemos la reducción que teníamos. Otro aspecto importante al colocar placas es que éstas deberán colocarse en la cara de tensión, de lo contrario si las colocamos en la cara de compresión las placas podrán doblarse y por lo tanto tendremos un fracaso del implante. Por lo tanto la posición donde deberán ir las placas en los diferentes huesos es la siguiente: • Escápula – lateral • Húmero proximal – craneal o lateral • Húmero distal – medial • Radio – craneal • Tibia – medial • Fémur – lateral o craneal • Ilion – lateral o ventral Es muy importante tener en cuenta el “Defecto transcortical”, esto es cuando en la cara transcortical (la opuesta donde está colocada nuestra placa) hay un defecto, es decir no contacta hueso con hueso. En estos casos es fácil que la placa se doble. Lo que debemos hacer cuando tengamos un defecto transcortical es poner una aguja intramedular + placa (plate rod) o poner dos placas ortogonales. Reglas para colocar un Plate rod (placa + aguja intramedular) ✓ Clavo 33%-50% del canal medular ✓ Gato clavo de 2 mm en fémur- perro 35 kg calvo de 4 mm ✓ Primero colocar el clavo y luego la placa Reglas para colocar placa ortogonal ✓ Placa complementaria de menor tamaño. (Si la placa principal es de 3.5 mm la ortogonal será de 2.7, si la principal es de 2.7 la ortogonal de 2 mm y así sucesivamente) ✓ Intercalar los tornillos con la otra placa. ✓ La segunda placa deberá ser más corta que la primera. En cuanto a la longitud de los tornillos si estos son autorroscantes deberán salir de la transcortical 4 roscas, si no son autorroscantes deberán salir 2 roscas. En placas convencionales (no de bloqueo) el número mínimo de tornillos por fragmento son 3 tronillos, es decir 6 corticales por fragmento. Cuando las fracturas son muy distales o muy proximales podrá haber en el fragmento corto solo dos tornillos. En ningún momento está indicado un tronillo por fragmento. Es muy importante nunca dejar un único orificio sin tornillo en el foco de fractura, de lo contrario la placa se romperá. Esto es debido a que se concentran todas las fuerzas en ese orificio, cuando suceda esto dejar como mínimo 2 orificios libres en el foco de fractura si es una placa de acero quirúrgico y si fuera de titanio como mínimo se dejan 3 orificios libres. Las placas deberán ser lo más largas posibles para evitar que el brazo de palanca pueda crear una segunda fractura por encima de la placa o que el implante fracase. El rechazo a los implantes no existe, siempre se trata de infecciones que bien pueden ser quirúrgicas o crípticas. Las infecciones crípticas pueden aparecer meses o años después de haber colocado un implante. Se produce dolor e inflamación de los tejidos blandos y el paciente presenta cojera. Las bacterias entran al torrente sanguíneo y quedan adheridas al metal, producen un film mucoide polisacárido (glicocalix) que las aisla de las defensas del organismo y de los antibióticos, hasta que un día producen una osteomielitis localizada la cual se resuelve con la extracción de los implantes. Placas bloqueadas MVZ Rodrigo Zúñiga Alarcón
Las placas de bloqueo han sido una gran innovación en el campo
de la osteosíntesis ofreciendo importantes ventajas biomecánicas en los implantes tradicionales. Las placas de bloqueo son placas en las que los tornillos se enroscan y bloquean sobre la propia placa en distintos ángulos para lograr una fijación estable. La mayoría de estas placas están fabricadas en titanio pero también hoy en día las encontramos en acero quirúrgico. La principal diferencia biomecánica con respecto a las placas convencionales es el hecho de que estas últimas requieren de la compresión de la placa sobre el hueso y se basan en la fricción de la interfase hueso-placa. Esto hace que la posibilidad de aflojamiento de los tornillos sea más fácil y por lo tanto el fracaso del implante. Las placas de bloqueo fueron diseñadas principalmente para respetar el periostio que queda por debajo de la placa y fomentar una adecuada vascularización. Las placas convencionales necrosan el periostio y no permiten que exista una vascularización adecuada por debajo de la placa, evitando una adecuada osificación, existe una mayor probabilidad de infección por el glicocalix que producen las bacterias bajo el implante y no permite la llegada de células de defensa y de antibióticos a esta zona. Las placas de bloqueo siguen el principio de los fijadores externos y no requieren la fricción entre la placa y el hueso. En esencia, las placas de bloqueo pueden ser consideradas como fijadores externos colocados debajo de la piel, aunque son mucho más estables como resultado de la distancia que es más corta entre la placa y el hueso. Una ventaja más de estas placas es que no requiere ser doblada a la perfección del hueso y no hay una pérdida de reducción primaria. Esta ventaja es de gran importancia para fracturas acetabulares y fracturas complejas de codo. Los tornillos bloqueados pueden ponerse en unicortical o bicortical y son todos autorroscantes. Un tornillo unicortical dará la estabilidad de uno bicortical convencional. En resumen podemos decir que las principales características y ventajas de las placas bloqueadas son: • Mayor resistencia al aflojamiento de los tornillos • Mayor estabilidad a las placas convencionales • Preservan la vascularización del periostio disminuyendo las infecciones y el intervalo de osificación. • No hay pérdida de reducción primaria aun cuando no se encuentren perfectamente contorneadas al hueso. • No hay pérdida de reducción secundaria que es aquella en la que con las fuerzas axiales pueden aflojarse los tornillos en las placas convencionales con el paso de las semanas o meses. • Se pueden aplicar tornillos monocorticales