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1.

-Realizar un dibujo o una composición artística en el cual se observen tres


cambios químicos y tres cambios físicos.

2.-Ejemplifica a través de dibujos o imágenes los tipos de reacciones presentes en


la vida diaria y explica cada una de ellas.

Llorar por la cebolla:

Las cebollas nos provocan esa reacción porque liberan un químico llamado
factor lacrimatorio, o FL, que irrita nuestros ojos. Pelarlas no nos produce mayor cosa,
pero si las picamos o cortamos, de inmediato, surgen las lágrimas. Las células de la
cebolla se abren, lo que permite que dos sustancias que suelen estar separadas se unan.
En combinación, como las piezas de un rompecabezas, se convierten en una poderosa
arma química.

Combustión de hidrocarburos:

Experimentamos este proceso químico cada que encendemos la cocina de gas. Si


este proceso se realiza con poco oxígeno, entonces de genera monóxido de carbono, el
cual es venenoso.

Coloración en libros viejos

Cada página de un libro viejo, se torna color amarillo, esto es porque la celulosa
del papel se descompone, esto le da el tono amarillento y un olor muy peculiar, parecido
al de la vainilla. Las moléculas encargadas de este proceso se llaman lignina o
vainillina.
3.-Observa a tu alrededor o en tu hogar al menos 3 reacciones químicas que se
producen, identifícalas, descríbelas y explica cuáles son los factores que afectan
estas reacciones.

Corrosión de los metales

La corrosión es la oxidación de los metales en presencia de aire y humedad. Es


muy probable que en más de una ocasión hayas visto esta reacción química, en el
deterioro de maquinarias, herramientas, automóviles entre otros.

Putrefacción de materia orgánica

La putrefacción es una reacción química de degradación de la materia orgánica


producida por microorganismos como hongos y bacterias, llamados descomponedores.

Como ya se mencionó, aquí participan microbios que provocan las reacciones


químicas, para que los compuestos orgánicos se transformen lentamente en dióxido de
carbono, agua, compuesto de nitrógeno y azufre y sales minerales. Aquí también
participa el oxígeno.
Quema de cerillas (fósforos)

Cuando se enciende un fósforo se causa una reacción entre los químicos de la


cabeza del fósforo y el oxígeno del aire. Pero el fósforo no se encenderá
espontáneamente, pero hay una energía que la ayuda.

4.-Describa detalladamente una receta de comida típica de tu región o


localidad en la que identifiques y expliques los tipos de mezclas presentes y las
reacciones de las mismas.

Bizcocho de yogur

Como veremos a continuación, con una receta de bizcocho se pueden describir,


entre otros procesos, la transferencia de calor durante el horneado y la reacción de
fermentación.

Mezclar los ingredientes en un bol. Primero los huevos con el azúcar y


posteriormente añadir el yogur y el aceite y seguir batiendo. Es interesante destacar que
el bizcocho es una emulsión sólida, una mezcla de dos fases inmiscibles entre sí, una
fase dispersa y una fase dispersante. La fase dispersante se compone de una mezcla de
grasas, hidratos de carbono y proteínas.

Por esta razón, se baten primero los huevos, ya que de esta manera se separa el
emulsionante que se encuentra en la yema del huevo, la lecitina, y se evita que las gotas
de aceite se vuelvan a unir entre ellas, con lo que se consigue su emulsión con el agua
que contiene la clara del huevo.

Añadir ralladura de limón.

A partir de la piel del limón, se obtiene su aroma característico, ya que éste se


encuentra en su cáscara. De este modo, se incorpora a la mezcla el aceite esencial del
limón, y además se aporta cierta acidez a la mezcla. Un medio ácido estabiliza la
emulsión, ya que las gotas de aceite rodeadas del emulsionante dispersas en agua son
más estables cuando están en este medio. Además, el medio ácido garantiza más
esponjosidad al bizcocho, pues favorece la emisión de burbujas de dióxido de carbono
(en el siguiente paso se indicará la reacción con más detalle).

Se añade la ralladura de limón en vez de una pieza entera ya que de esta forma
se aumenta la superficie de contacto y se favorece que el sabor se incorpore al resto de
la mezcla. Al rayar se rompen las paredes celulares de la piel del limón y se liberan las
sustancias que contienen dichas células.

Posteriormente, añadir a la mezcla la harina y la levadura química y mezclar


bien. Verter la mezcla en un molde untado con mantequilla y harina para que no se
pegue. Introducir en el horno, previamente calentado, a 180ºC durante 40 minutos.

En esta ocasión se describen los pasos que ocurren durante el horneado. A este
respecto, se puede indicar que en un horno el calor se transfiere por radiación y
convección del aire (sobre todo los que tienen ventilador). Mediante la radiación
infrarroja característica del horno, se emite energía térmica al bizcocho en su totalidad,
no por contacto, lo que hace que las moléculas del alimento se exciten y aumenten su
temperatura. De este modo, se cocinan piezas de tamaño más grande y se necesita un
tiempo prolongado para que el calor llegue al centro. Por otro lado, la lentitud del
proceso hace que haya tiempo suficiente para que el bizcocho se cocine por dentro por
conducción interna sin que la superficie se queme.

Durante el tiempo de horneado, además, se produce una reacción de


neutralización entre los componentes de la levadura química y la mezcla del bizcocho.
La levadura química está formada por bicarbonato de sodio y acidulantes (Enrique
2010), a diferencia de la levadura fresca usada en la elaboración del pan que se
compone de organismos vivos, hongos, que producen enzimas que llevan a cabo la
fermentación. Por tanto, la levadura fresca necesita un tiempo de reposo para producir
este proceso químico en el que los azúcares presentes en la mezcla se transforman en
alcohol etílico y dióxido de carbono.

Las levaduras químicas, en cambio, no son en realidad levaduras propiamente


dichas, pero se les da este nombre ya que con ellas se consigue un efecto semejante, a
pesar de que el proceso químico que lo produce es muy diferente. En este caso, no hace
falta esperar a que la masa fermente, por lo que se puede hornear directamente. La
reacción de neutralización entre el bicarbonato y las sustancias ácidas presentes en la
levadura química y la masa del bizcocho produce un desprendimiento de dióxido de
carbono en forma de burbujas que genera un aumento del volumen del bizcocho. Esto se
debe a que, como la masa es muy viscosa, las burbujas de este gas no escapan del
interior de la masa y provocan que “suba” (aumente su volumen). La temperatura del
horno favorece la velocidad de esta reacción.

Cuando el bizcocho termina de hornearse, adquiere un color tostado debido a


que se produce la reacción de Maillard, evitando que se llegue a quemar en la
superficie. Como se ha comentado en el primer plato, es una reacción entre azúcares
reductores y proteínas, cuya característica principal es la formación de compuestos
volátiles (aromas) y sabores de agrado. Si durante el horneado creemos que la superficie
se va a quemar y el bizcocho aún no está cocinado en su interior, se puede cubrir su
superficie con papel de aluminio, ya que este bloquea la radiación infrarroja.

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