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Planes de desarrollo y política pública de inclusión educativa

 Artículo 67 de la constitución política de 1991 se refiere a la educación de la siguiente


manera: “La educación es un derecho de la persona y un servicio público que tiene una
función social: con ella se busca el acceso al conocimiento, a la ciencia, a la técnica, y a los
demás bienes y valores de la cultura. La educación formara al colombiano en el respeto a
los derechos humanos, a la paz y a la democracia; y en la práctica del trabajo y la
recreación, para el mejoramiento cultural, científico, tecnológico y para la protección del
ambiente”.

 Artículo 13 de la Ley 361 de 1997, se estipula que: Establecerá el diseño, producción y


difusión de materiales educativos especializados, así como de estrategias de capacitación
y actualización para docentes en servicio. Así mismo, deberá impulsar la realización de
convenios entre las administraciones territoriales, las universidades y organizaciones no
gubernamentales que ofrezcan programas de educación especial, psicología, trabajo
social, terapia ocupacional, fisioterapia, terapia del lenguaje y fonoaudiología entre otras,
para que apoyen los procesos terapéuticos y educativos dirigidos a esta población.

 Decreto 2082 de 1996 “Por el cual se reglamenta la atención educativa para personas con
limitaciones o con capacidades o talentos excepcionales”

 La Resolución 2565 de 2003, se delega a las entidades territoriales la organización de la


oferta educativa de acuerdo con la condición de discapacidad para las poblaciones con
necesidades educativas especiales; las instituciones educativas deben ajustar el Proyecto
Educativo Institucional, realizando las orientaciones pertinentes para la población que
abarquen.

 la Ley 115 de 1994, en el capítulo primero, es el Gobierno nacional el que brinda “ayuda
especial a las entidades territoriales, para establecer aulas de apoyo especializadas en los
establecimientos educativos estatales de su jurisdicción que sean necesarios para el
adecuado cubrimiento con el fin de atender en forma integral, a las personas con
limitaciones”,

 La Ley 60 de 1993, la financiación de los programas de necesidades educativas especiales


se realiza a través de los recursos asignados a los departamentos, distritos o municipios, al
igual que mediante las transferencias que realiza la nación a las entidades territoriales
bajo el sistema de cofinanciación, definiendo mecanismos que permiten la planificación y
gestión de programas y proyectos para la adecuada atención, dicha financiación debe
estar sustentada en el plan territorial educativo.

 El Decreto 366 de 2009, define lo que es un o una estudiante en situación de discapacidad,


reconocido como aquel que tiene algún déficit que se refleja en alguna limitación en su
desempeño escolar, lo cual “representa una clara desventaja frente a los demás, debido a
las barreras físicas, ambientales, culturales, comunicativas, lingüísticas y sociales que se
encuentran en dicho entorno”.

Referencias:

Artículo 67, Constitución Política De Colombia 1991. Recuperado de:


https://minciencias.gov.co/sites/default/files/upload/reglamentacion/ConstitucionPoliticaColombi
a-1991.pdf

Ley 361/1997 de 7 de febrero, Congreso de Colombia. Recuperado de:


https://www.minambiente.gov.co/images/normativa/leyes/1997/ley_0361_1997.pdf

Revista de Derecho Principia Iuris N. 17. (2012). Universidad Santo Tomas. Recuperado
de: https://www.minjusticia.gov.co/Portals/0/Ministerio/red%20discapacitados/Derecho%20a
%20la%20educacion%20inclusiva%20en%20el%20marco%20de%20las%20politicas
%20publicas.pdf

Resolución 2565/2003 de 4 de octubre, Ministerio de Educación. Recuperado de:


https://www.mineducacion.gov.co/1759/articles-85960_archivo_pdf.pdf

Ley 115/1994 de 8 de febrero, Congreso de Colombia. Recuperado de:


https://www.mineducacion.gov.co/1621/articles-85906_archivo_pdf.pdf

Ley 60/1993 de 12 de agosto, Congreso de Colombia. Recuperado de:


https://www.minsalud.gov.co/Normatividad_Nuevo/LEY%200060%20DE%201993.pdf

Decreto 366/2009 de 9 de febrero, Ministerio de Educación Nacional. Recuperado de:


https://www.mineducacion.gov.co/1621/articles182816_archivo_pdf_decreto_366_febrero_9_20
09.pdf
Análisis

En las sociedades contemporáneas existen múltiples disputas culturales y políticas generadas por
los desencuentros permanentes entre los diversos modelos económicos, que permean las
condiciones sociales sobre las cuales se establecen patrones de comportamiento individual y
colectivo que actualmente son cuestionados por las implicaciones directas que estos tienen en el
desarrollo de fenómenos como la desigualdad social. En Latinoamérica, estas asimetrías políticas,
sociales, económicas y ambientales son objeto un estudio constante de las ciencias sociales, ya
que a través de estos procesos se filtran los mayores, si no todos, los problemas que aquejan a
nuestras sociedades en todas las escalas, bien sean nacionales, regionales o locales.

Las políticas públicas son hoy uno de los lenguajes predominantes a través de los cuales se expresa
la acción del Estado, intentando justamente reconciliar la relación rota y fragmentada que
sostiene con el individuo, prestando atención y gestionando las necesidades de los ciudadanos.

La participación es activa y crítica, es, por lo tanto, el rompimiento de la relación tradicional de


dependencia, explotación, opresión o sumisión a todo nivel, individual y colectivamente: de
sujeto/objeto a una relación simétrica o de equivalencia”. La participación se convierte entonces
en un criterio metodológico coherente con la pretensión política de impactar socialmente desde
la investigación con la transformación social. La participación acá dispone de unas relaciones de
poder mediadas por el compromiso ético de enfrentar desde la ciencia nuevos dilemas morales
producto de los conflictos y crisis generadas por la modernidad, el capitalismo, el desarrollo y la
globalización

Los eventos como las marchas y las movilizaciones estudiantiles, son entendidos hoy como
fenómenos sociales de reivindicación de las juventudes, aunque no fueron en consecuencia
la solución a las problemáticas sobre las cuales se demandaban cambios sociales, sí
funcionó como vehículo de unas inconformidades sociales, económicas y políticas que
posibilitaron el cultivo y la emergencia posterior de debates académicos que cuestionaban y
criticaban las formas tradicionales de producción científica de conocimiento. Por tanto, estos
ejercicios académicos produjeron unas rupturas en los paradigmas clásicos que generaron
nuevas propuestas metodológicas que no solo fracturaban las diversas formas de objetivación
del conocimiento, sino que además producían nuevas reflexiones en torno a los lugares de
enunciación de los investigadores. Esto en el marco de la construcción de las ciencias sociales
posibilitó para los procesos latinoamericanos una fuerte articulación entre la ciencia y la política,
lo cual a su vez genera una reinterpretación sobre la relación teoría-práctica que en gran medida
es afín a las postulaciones sobre la “filosofía de la praxis”

La ciencia posnormal es entendida como una estrategia de solución de los problemas en las
sociedades de la incertidumbre, como las contemporáneas, es un campo de producción que
tiene amplias implicancias “fundamentalmente para el accionar colectivo, responsable ante los
problemas planteados por el riesgo ambiental global y la equidad entre pueblos, especies y
generaciones”
La ciencia posnormal implica investigación en la intersección entre ciencia y política donde las
incertidumbres y la carga valorativa son cruciales. Puede ser interpretado como el proceso de
elaboración de una política pública en el que se incorporan prioridades, personas,
procedimientos, productos y análisis postnormal, extendiéndose también a las fases de
implementación y seguimiento. Consecuentemente, dependiendo del contexto en particular, la
tarea tendrá más componentes de investigación o de creatividad innovadora de carácter técnico-
social. Todo el proceso es en sí un sistema complejo donde se interrelacionan elementos naturales
con otros técnicos y sociales. Efectivamente, en nuestra sociedad moderna los científicos y otros
profesionales asumen determinados liderazgos en aspectos técnicos que sirven de apoyo a la
toma de decisiones políticas. Sin embargo, se viene comprobando en las últimas décadas que
únicamente su pericia no resulta suficiente para resolver grandes dilemas que afectan a la ciencia
en el mundo actual.

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