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BLOQUE 5: LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833):

LIBERALISMO FRENTE A ABSOLUTISMO


Independencia de las Colonias Americanas

´En el primer tercio del siglo XIX, con la independencia de casi todas sus colonias americanas, el Imperio
español conoció su fin, y España dejó de ser definitivamente una potencia mundial.

Causas:

Las causas que movieron a las colonias americanas a independizarse fueron muy complejas, pero podrían
resumirse en tres:

1. La influencia de la revolución americana (1776) y de la revolución francesa (1789), así como las ideas
ilustradas, influyeron en el deseo de independencia de las clases criollas de las colonias americanas que
aspiraban a controlar el poder político en su provecho.

2. El malestar de los criollos (descendientes de españoles, nacidos en América), prósperos e ilustrados,que


se sentían apartados de la administración política de las colonias y se veían perjudicados por una política
comercial restrictiva que no favorecía los intereses de las élites criollas y les hacía pagarmuchos impuestos
que sólo beneficiaban a la metrópoli (España). La emancipación de las colonias americanas fue
protagonizada por la clase criolla, enriquecida con el comercio y las propiedades territoriales, que pretendía
liberarse de las restricciones y del monopolio comercial impuestos desde España, que les impedía, por
ejemplo, el libre comercio con Inglaterra, mucho más ventajoso para ellos. En consecuencia, la lucha por la
emancipación de las colonias se tradujo en un enfrentamiento en la cúspide entre criollos (partidarios de la
independencia) y españoles peninsulares fieles a la metrópoli.

3. La situación de vacío de poder en España provocada por la invasión napoleónica y la deslegitimación de


las autoridades representantes de José I que motivó la creación de juntas en América que poco a poco se
fueron desvinculando de las peninsulares. Desde la derrota de Trafalgar contra Inglaterra en 1805, la flota
española había quedado prácticamente aniquilada, lo que suponía dejar a América desprotegida. La Guerra
de la Independencia permitió la puesta en marcha del proceso de emancipación. En un principio, América
reaccionó ante la invasión francesa proclamando su lealtad a Fernando VII y creando juntas, como en la
Península. Sin embargo, en el seno de las juntas americanas se gestó el movimiento insurreccional.

Desarrollo del proceso

En el proceso de independencia fue similar en las distintas regiones, ya que prácticamente en todas
surgieron movimientos revolucionarios que crearon nuevos Gobiernos americanos. En primer lugar, se
formaban juntas que actuaban como gobierno. Las juntas organizaban un ejército y establecían relaciones
con Inglaterra y Estados Unidos, para obtener su apoyo (Inglaterra mantuvo un doble juego, ya que ayudaba
a los españoles a luchar contra el ejército napoleónico, pero al mismo tiempo observaba con agrado los
desórdenes de las colonias americanas que permitirían abrir nuevos mercados al comercio británico).
Después, se convocaba un Congreso con el fin de elaborar una Constitución de inspiración liberal, que
proclamara la independencia en un régimen republicano.

Las fases del proceso de independencia de las colonias son las siguientes:
a. El periodo de Regencia (1810-1814), coincide con la Guerra de Independencia en la Península. En América
se crea un vacío legal semejante al de la España peninsular y se reproduce el fenómeno juntista. Se genera
un malestar en las colonias por la escasa representación concedida en las Cortes de Cádiz. En esta fase se
independizan Paraguay y las Provincias Unidas del Río de la Plata (parte de Argentina).

b. Sexenio Absolutista (1814-1820). En esta fase del retorno al absolutismo por parte de Fernando VII, se
acaba con muchos conatos independentistas. El rey Fernando, en un esfuerzo desmesurado, envió un
ejército de 10.000 hombres que en 1815 había restablecido la situación prácticamente en todas partes.
Pero entre 1816 y 1820 se consumó el proceso de independencia de Colombia y Chile, en el que
sobresalieron dos grandes libertadores: José de San Martín y Simón Bolívar

c. Trienio Liberal (1820-1823). En esta fase, los refuerzos para luchar contra el independentismo no llegan a
América (Pronunciamiento deRiego). Se produce un auge del proceso libertador. Se independizan México
con el Gral. Iturbide, las Provincias Unidas de Centroamérica, la parte venezolana de la Gran Colombia
liderada por Simón Bolívar, y el Perú (Perú y Ecuador, hoy) liderado por el Gral. José de San Martín, quien
también había guiado la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata y Chile.

d. Durante la Década Ominosa (1823-1833) finaliza el proceso y comienza la formación de los estados
nacionales a partir de la división de las grandes áreas formadas por los libertadores. Se independizan Bolivia
(con salida al mar, lo que supondrá un largo contencioso con Chile aún a día de hoy) y la República Oriental
del Uruguay. España pierde todas sus colonias excepto Cuba, Puerto Rico y Filipinas.

Por la intensa relación entre Canarias y América desde el mismo momento de la conquista de ambos
territorios, la aportación canaria al proceso independentista latinoamericano no es nada desdeñable.
Muchos descendientes de canarios participaron en el proceso: José de Artigas (Uruguay), Francisco de
Miranda (Venezuela), Teresa del Toro, esposa de Bolívar (Venezuela), y más tardíamente, ya en 1898, José
Martí (Cuba).

Cuando acabó el reinado de Fernando VII, el inmenso imperio colonial había quedado reducido a Cuba,
Puerto Rico y Filipinas. El desastre no sólo fue militar, sino fundamentalmente económico ya que Inglaterra

y Estados Unidos suplantaron a España en el control del mercado americano, con lo que el comercio con
América, una de las principales actividades de la economía española, se redujo en gran medida y afectó
especialmente a zonas como Cataluña, que orientaba gran parte de su producción a la exportación a las
colonias. Desaparecieron también los caudales de Indias, importante fuente de ingresos para la Hacienda
Real que quedó al borde de la quiebra. Los países que surgieron tras la emancipación adquirieron la
independencia política, pero no organizaron unas instituciones políticas, económicas y sociales estables.

Muchos de ellos se han debatido entre contradicciones internas y presiones externas que todavía
configuran su situación actual. La vida cultural de Hispanoamérica tras la independencia se caracterizó por
el mantenimiento del origen cultural hispánico. Pero a lo largo del tiempo se fueron acumulando influencias
de otras culturas, provenientes de EE.UU.

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