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SAN MARCOS
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS
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Medicamentos utilizados en los trastornos
bipolares
CONTENIDO
1. MEDICAMENTOS UTILIZADOS EN LOS TRASTORNOS BIPOLARES
2
1.1. Consideraciones generales
1.2. Líneas generales del manejo del trastorno bipolar
1.3. Tipos y ámbitos de intervención
ANEXO:
- Bibliografía
- Examen
Definición
Los episodios mixtos son aquellos que combinan simultáneamente síntomas maníacos
y depresivos, pudiendo presentar la paciente hiperactividad, irritabilidad, inquietud,
insomnio, taquipsiquia, bajo ánimo, tendencia al llanto e ideas de culpa. Su aparición
complica el manejo clínico del trastorno, dada la dificultad de diagnóstico y la
frecuencia de riesgo suicida. El TB I incluye la aparición de cuadros depresivos y
maníacos, mientras que el TB II incluye cuadros depresivos e hipomaniacos.
Esta variante del TB (tipo II), lejos de representar una forma leve o abortiva, asocia una
gran limitación funcional, dificultades de manejo y mayor comorbilidad. La ciclotimia se
caracteriza por un curso crónico y mantenido en el tiempo, con presencia durante al
menos dos años de numerosos períodos de síntomas hipomaniacos y numerosos
periodos de síntomas depresivos que no cumplen los criterios para un episodio
depresivo mayor. Previamente considerado dentro de los trastornos de personalidad,
hoy se considera un trastorno anímico independiente del TB, por lo que no se
considerará en esta guía.
En cuanto a los antecedentes históricos del TB, es preciso señalar que Jules Baillarger
Pero de nuevo fue Kraepelin, en 1896, quien introdujo el concepto de psicosis maníaco
depresiva como entidad nosológica independiente, tras observar que algunos pacientes
bajo su observación tenían unos intervalos de enfermedad, maníaca o depresiva, y
generalmente después periodos libres de síntomas en los que el paciente podía
funcionar normalmente. Delimitó así su naturaleza respecto de la esquizofrenia, en una
dicotomía nosológica que décadas después sería parcialmente cuestionada.
El TB es una enfermedad crónica con un curso fásico y recurrente. Tras los episodios
francos puede aparecer un intervalo libre de síntomas, aunque es muy frecuente la
sintomatología su sindrómica entre los episodios, fuente de grandes limitaciones
funcionales para el paciente.
Entre dos tercios y tres cuartas partes de los pacientes ingresados por manía vuelven a
ingresar por el mismo motivo en el futuro. El porcentaje de pacientes con un episodio
único no superan el 15%, siendo el número más frecuente de recaídas a lo largo de la
vida entre 7 y 22. El primer episodio puede ser maníaco, hipomaniaco o depresivo
(aunque se ha observado una mayor tendencia a primeros episodios maníacos en
hombres y depresivos en mujeres.
Tras el primer episodio pueden transcurrir un largo periodo de eutimia (de hasta 4-5
años), pero a partir de ahí se va reduciendo la duración del intervalo interepisódico,
hasta su estabilización a partir del cuarto o quinto episodio.
Este curso depende decisivamente del tratamiento aplicado y existe una gran
variabilidad. Desde que apareciera el estudio Global Burden of Disease, que colocaba
al TB como la sexta causa médica de discapacidad (actualmente la quinta, tras la
esquizofrenia), han proliferado los estudios que ratifican este negativo impacto sobre la
vida cotidiana del paciente.
Según Tohen, sólo un tercio mostraba recuperación funcional a los dos años del
episodio. Queda atrás la visión optimista del trastorno según la cual el paciente, tras la
recuperación anímica, retornaba a su nivel funcional previo. Este deterioro psicosocial
no puede atribuirse solamente a las fases de descompensación afectiva, dado que se
mantiene en estado de eutimia, y aparece tanto en el TB I como en el II, incluso
también en pacientes adolescentes.
De esta forma, la evolución del paciente bipolar ya no queda sólo determinada por la
evaluación de las características clínicas (tasas de hospitalización, reducción de
síntomas, etc.) sino por medidas de adaptación psicosocial y de calidad de vida.
Existe, pues, un hiato entre la remisión clínica y la evolución funcional4, de forma que
se calcula que sólo el 40% de los pacientes recuperan su funcionalidad premórbida
durante la eutimia. A su vez, la calidad de vida de los pacientes bipolares, incluso en el
Cada vez hay más pruebas de que los acontecimientos ambientales adversos pueden
incidir en la aparición y posterior recaída del TB, siempre dentro de un modelo teórico
de vulnerabilidad genética. Estos acontecimientos vitales (económicos, sociales,
psicológicos o familiares) producen desadaptación social o distress psicológico, y
junto con los cambios del ritmo vigilia-sueño y el abuso de alcohol y otras sustancias
tóxicas, afectan significativamente al curso y prolongan el tiempo de recuperación.
Finalmente, estudios recientes han detectado un riesgo aumentado, entre los pacientes
con TB, de presentar hipertensión arterial, obesidad, tabaquismo, enfermedades
pulmonares, migraña e infección por virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
Datos de nuestro país indican que el 22% de los pacientes con TB presentan síndrome
metabólico (un 58% más que la población general), el 34% está obeso, y que los
riesgos en 10 años de enfermedad coronaria y de mortalidad cardiovascular son
respectivamente 7.6% y 1.8%.
Epidemiología
La prevalencia a lo largo de la vida del TB está entre el 0.5 y 1.6%. Según datos de la
U.S. National Comorbidity Survey Replication (2007), la prevalencia estimada a lo largo
de la vida (y en 1 año) es del 1.0% (0.6%) para el TB I, 1.1% (0.8%) para el TB II, y
del 2.4% (1.4%) para los síntomas subumbrales del TB (por ejemplo, síntomas
hipomaniacos subumbrales junto a depresión recurrente).
Otros autores han elevado la prevalencia a lo largo de la vida del “espectro bipolar”
Los estudios publicados muestran variaciones de la incidencia entre 1.7 y 6.2 por
100.000 por año. Los trabajos basados en registro de casos y primeros contactos con
los Servicios de Salud parecen mostrar una ligera tendencia al alza. En la mayoría de
estudios se ha observado una edad bimodal de inicio, con una frecuencia máxima
entre los 28 y 44 años, y una disminución del riesgo a partir de los 50.
Diagnóstico y Evaluación
Sin embargo, los síntomas hipomaniacos son menos graves, y a menudo no cursan
con disfunción social o laboral significativas, ni motivan un ingreso. El aumento de la
actividad, de la energía y de la productividad puede no ser visto por el paciente como
algo negativo, y no lo refiere al realizar la historia clínica. Suele ser conveniente por ello
completar la anamnesis con la información que aporte un familiar. Puede ser necesario
realizar algún cuestionario de screening o de detección sistemática (ver más adelante).
Criterios diagnósticos
Tanto la CIE-10 como el DSM-IV perfilan criterios diagnósticos para el TB, sin
embargo, ambos criterios no son idénticos. Las diferencias cruciales se centran en el
número de episodios requeridos para el diagnóstico y la distinción entre trastornos
bipolares tipo I y tipo II.
Controversias en diagnóstico
Hipomanía
Diagnóstico incierto
Diagnóstico diferencial
El diagnóstico diferencial del TB se debe realizar tanto con aquellos trastornos en los
que en el curso hay presencia de episodios depresivos, como es el caso de la
depresión mayor recurrente o la ciclotimia, como en aquellos otros estados con
síntomas semejantes a los que aparecen en los episodios maníacos, como es el caso
de la esquizofrenia o de los trastornos esquizoafectivos. También se debe realizar el
diagnostico diferencial con el abuso de sustancias u otros trastornos mentales
orgánicos en el que pueden aparecer síntomas maníacos o depresivos.
Sin embargo, ante cualquier paciente depresivo, el clínico debe interrogar sobre los
siguientes datos sugerentes de bipolaridad: episodios previos de ánimo elevado,
antecedentes familiares de TB, historia previa de síntomas psicóticos, inicio precoz del
trastorno y falta de respuesta (o respuesta rápida y excesiva) a los antidepresivos.
Ciclotimia
Los estados agudos de manía se parecen a la esquizofrenia. Entre 1/10 y una 1/5
parte de los pacientes maníacos presentan signos clásicos de esquizofrenia y en
ambos trastornos pueden tener síntomas psicóticos graves tales como trastorno del
pensamiento, delirios o alucinaciones. Sin embargo, típicamente, los delirios y
alucinaciones en la manía son menos estables que en la esquizofrenia, el contenido de
los mismos es generalmente congruentes o en relación con el estado de ánimo del
paciente y las alucinaciones auditivas suelen ser en segunda más que en tercera
Abuso de sustancias
Síntomas de tipo maníaco pueden ser el resultado de usar drogas estimulantes como
cocaína, khat, éxtasis, o anfetaminas. Es típico que los síntomas desaparezcan en 7
días después de retirar la sustancia, mientras que los síntomas maníacos duran mucho
más. Ya que el abuso de sustancias es una comorbilidad común en el TB, diferenciar
la manía de los efectos del abuso de sustancias puede ser un problema.
El clínico debe prestar mucha atención a la severidad y duración de los síntomas para
diferenciar entre un episodio maníaco y los efectos de la sustancia usada. Un historial
claro de abuso de drogas estimulantes precediendo a cualquier síntoma maníaco sin
una historia previa de episodios maníacos, hipomaniacos o estados mixtos no
precedidos por el uso de drogas estimulantes podría apuntar a que este episodio ha
sido inducido por drogas.
La Psychiatric Research Interview for Substance and Mental Disorders (PRISM) es una
entrevista clínica semiestructurada que proporciona un método fiable para el
diagnóstico de la patología dual, ha quedado establecida su validez predictiva1. Podría
ser de utilidad para los médicos clínicos en el diagnóstico en esta población.
En pacientes con una edad de inicio tardía del trastorno que previamente no han
presentado signos de trastorno afectivo, la posibilidad de patología orgánica se debería
investigar en detalle. Un cuidadoso estudio cognitivo puede señalar alteraciones
cognitivas compatibles con un trastorno orgánico.
En todos estos casos, el problema médico debe preceder al inicio de los síntomas
maníacos lo cual se resolvería en torno a una semana tras un tratamiento efectivo del
trastorno médico subyacente.
Los episodios depresivos también pueden confundirse con otras patologías o incluso
con reacciones adaptativas ante sucesos estresantes o simplemente con la emoción
fisiológica de tristeza.
Causas iatrogénicas
El paciente bipolar puede también sufrir una reacción de duelo por la pérdida de un ser
querido, sin ser confundido ello con una fase depresiva. Las reacciones adaptativas
requieren la presencia de un factor estresor identificable y una relación directa e
indiscutible.
Comorbilidad
Aquellos que presentan comorbilidad tienden a tener una edad de inicio más temprana
y más probabilidad de tener ciclos rápidos y sufrir una forma de enfermedad más
severa y autolesiones que aquellos sin comorbilidad.
Trastornos de ansiedad
Los trastornos de personalidad son diagnosticados muchas veces junto a TB, aunque
las tasas de comorbilidad varían drásticamente dependiendo de qué instrumentos de
medida se usen. Basándose estrictamente en los criterios DSM-IV para trastornos del
eje II, un estudio encontró una comorbilidad del 38% en pacientes eutímicos con TB.
Sin embargo, estudios previos han encontrado tasas tan altas como un 89% usando
otros instrumentos de medida y evaluando pacientes que estaban en un episodio
afectivo agudo.
Pacientes con un TB y comorbilidad con abuso de sustancias tienden a tener una tasa
más alta de trastornos de personalidad comórbidos que aquellos sin problemas de
abuso de sustancias. El tener un trastorno de personalidad comórbido afecta al
pronóstico de los pacientes con TB, por ejemplo, aumentando la severidad de los
síntomas afectivos residuales durante los periodos de remisión.
Métodos de evaluación
Screening o cribado
Ayuda Diagnóstica
Existen 3 instrumentos de ayuda diagnóstica para los trastornos mentales y/o del
comportamiento sobradamente conocidos, que son la Mini Entrevista Neuropsiquiátrica
Internacional (MINI), las Entrevista Clínica Estructurada para los Diagnósticos del Eje I y
II del DSM-IV (SCID I y II), y el Cuestionario para la Evaluación Clínica en
Neuropsiquiatría (SCAN). Se trata de entrevistas estructuradas que ayudan al clínico a
explorar los criterios diagnósticos de los trastornos mentales y/o del comportamiento
de acuerdo a las clasificaciones internacionales, CIE-10 y DSM-IV.
Mientras que la MINI permite realizar diagnósticos según ambas clasificaciones, los
SCID sólo permiten realizar diagnósticos DSM y el SCAN sólo diagnósticos CIE. El
SCID, que es una de las entrevistas estructuradas más utilizadas y tiene una validez en
muestras clínicas alta. La fiabilidad es más baja en pacientes cuyos síntomas son
menos definidos116. Los diagnósticos CIE se deben realizar con una entrevista
semiestructurada, ninguna de las cuales ha sido validada, así que la experiencia clínica
es esencial.
Intensidad sintomatológica
Impacto
Evaluación de riesgos
Los riesgos más frecuentes que se suelen presentar en las personas con TB son el
riesgo de suicidio, o autolesión, y el de heteroagresión.
Manejo Clínico
El manejo clínico del paciente con TB siempre tiene dos dimensiones: el estado
afectivo actual (transversal) y la evolución a largo plazo (longitudinal). Es fundamental
tratar ambos aspectos, evitando incurrir en una excesiva atención al episodio actual
que olvide la importancia del curso crónico de la enfermedad. Se debe evaluar el
número y tipo de los episodios afectivos previos, además de la presencia o no de
síntomas subsindrómicos entre los episodios.
Los tres estadios del tratamiento son: a) fase aguda: administrado al principio o
durante la descompensación afectiva; en general dura entre 6 y 12 semanas; b) fase
de continuación: se inicia a partir de la respuesta clínica y acaba con la remisión total
del episodio; su duración es variable según la historia natural del trastorno, y a menudo
la resolución de un episodio se solapa con la irrupción de otro (p. ej. la depresión post
maníaca); c) fase de mantenimiento o de prevención de recaídas: tiene como objetivo
la profilaxis de nuevos episodios. Los elementos que siempre deben tenerse en cuenta
son:
Por ello, el Centro de Salud Mental o CSM (al que se llega desde Atención Primaria
de Salud) es el eje de la asistencia del TB. El CSM puede contar con un programa
específico de atención al TB, lo que favorece la aplicación de protocolos efectivos y
las intervenciones terapéuticas específicas, además de una mayor especialización y
entrenamiento de los profesionales encargados.
- Monitorización de la salud física del paciente con trastorno bipolar: Los pacientes
con TB presentan una morbilidad física y una mortalidad superiores a la población
general, tal y como se señaló en un apartado anterior. Uno de los elementos del
plan de tratamiento de toda persona con TB debe ser la monitorización de su salud
física, siguiendo las recomendaciones que se recogieron en un apartado anterior.
Recomendaciones
Evaluación y diagnóstico
Comorbilidad
Evaluación de riesgos
Manejo Clínico
Intervención farmacológica
Introducción
Además, debe tener en cuenta que estos tratamientos farmacológicos se ajusten a las
consideraciones que aparecen recogidas en la Guía de Prescripción Terapéutica (GPT)
publicada por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS),
en la versión más actualizada. En aquellos casos en que la situación clínica haga
necesaria la utilización de fármacos fuera de las recomendaciones de la GPT, debe
realizarse una justificación y hacer un seguimiento estrecho tanto de los efectos
clínicos como de los posibles efectos adversos.
Sales de Litio
La acción del litio parece incluir varias dianas en los sistemas de transducción de
señales intracelulares (proteínas G, ciclo de los fosfoinositoles, producción de
adenosin monofosfato cíclico (AMPc) o la fosforilación proteica).
Antes de iniciar el tratamiento con litio se aconseja realizar una exploración física, un
electrocardiograma (ECG), bioquímica de sangre, determinación de creatinina, urea y
aclaramiento de creatinina, función tiroidea (TSH, T3, T4), ionograma, glucemia basal,
hemograma y medición de tensión arterial y peso. En toda mujer fértil es obligado el
test de embarazo.
Otros efectos secundarios más serios que pueden aparecer con el paso del tiempo
son: aumento de peso, poliuria, nefropatía, hipotiroidismo (cuyos síntomas más
frecuentes son: somnolencia, aumento rápido de peso, cansancio, cambios en la
menstruación, pensamiento lento, estreñimiento, sensación de frío, dedos fríos, dolor
de cabeza, dolores musculares, piel seca), alergia al litio (sarpullido o picor).
En concentraciones altas, el litio puede llegar a ser muy tóxico. Los signos de alarma
de intoxicación son: diarrea persistente, debilidad generalizada, vómitos o nauseas
intensas, mareos o vértigos marcados, temblor grosero de manos o piernas, dificultad
para andar, calambres musculares frecuentes, disartria, visión borrosa, arritmia,
confusión mental, edema de miembros y gran malestar. La combinación de un
tratamiento antipsicótico con litio puede producir confusión y desorientación y
aumentar la probabilidad de que se produzca un síndrome neuroléptico maligno.
Anticonvulsivos
- Valproato sódico
Existen efectos adversos relacionados con la dosis como náuseas, vómitos y diarreas.
Puede haber un aumento transitorio de transaminasas que no suele tener repercusión
clínica.
El aumento de peso ocurre en el 30% de los pacientes, sobre todo mujeres; el temblor
aparece sobre todo relacionado con niveles plasmáticos altos; la somnolencia y la
bradipsiquia pueden ocurrir en el 2% de los pacientes; raramente pueden ocurrir
alopecia, temblor, sedación, cambios metabólicos debido a la interferencia del
metabolismo mitocondrial (hipocarnitinemia, hiperglicinemia e hiperamoniemia), ciclos
anovulatorios, amenorrea y síndrome de ovario poliquístico (esta posibilidad incita a la
precaución en la prescripción de valproato en mujeres en edad fértil).
La pancreatitis inducida por valproato es muy poco frecuente, pero puede ser una
complicación grave. La complicación idiosincrásica más grave es la hepatopatía
fulminante. Antes de iniciarse el tratamiento con valproato, debe realizarse una
exploración física, analítica (bioquímica y hemograma), que se repetirá en los primeros
meses de tratamiento. En adelante es aconsejable un control periódico (anual como
mínimo). No debe administrarse a pacientes con enfermedad o disfunción hepática o
Indicaciones FDA:
Carbamacepina
Desde los años 70 se han publicado trabajos que demuestran la eficacia antimaníaca
de la carbamacepina pero se desconoce el mecanismo de esta propiedad
estabilizadora del ánimo.
Se sabe que actúa sobre el receptor benzodiacepínico, actúa sobre los canales de
sodio, reduce la liberación de glutamato y estabiliza las membranas neuronales. Se ha
hipotetizado también su acción sobre el efecto kindling (de actividad propagada) de la
amígdala.
La carbamacepina se absorbe bien por vía oral, pero de forma lenta y errática. Tiene
un pico plasmático máximo a las 4-8 horas de la administración, tiene una
disponibilidad del 75-80%, una semivida de eliminación de 12-17 horas, uniéndose a
proteínas plasmáticas en un 80%. La eliminación del fármaco es renal.
Los efectos secundarios más frecuentes afectan al SNC (visión borrosa, cefalea
continua, somnolencia y debilidad). Puede producir disminución del recuento de células
sanguíneas durante los primeros meses de tratamiento, ocasionando raramente
agranulocitosis o anemia aplásica (1/40.000 pacientes). Deben realizarse controles
periódicos por este motivo. La aparición de fiebre, exantema y petequias obligan a un
recuento hematológico urgente. Se han observado con menor frecuencia efectos
dermatológicos (exantema, prurito, dermatitis exfoliativa o síndrome Steven-Johnson),
hipotiroidismo, hiponatremia, hipocalcemia, linfadenopatía.
Epilepsia:
Indicaciones FDA:
Tratamiento de la epilepsia
Tratamiento del dolor asociado a neuralgia del Trigémino
Oxcarbamacepina
Indicaciones FDA:
Lamotrigina
Los efectos secundarios típicos son cefalea, inestabilidad, ataxia, diplopía, temblor y
un exantema maculo-papuloso (benigno) en un 10% de casos. Se han comunicado
graves rashes que han requerido la hospitalización del paciente y la retirada del
fármaco.
Trastorno bipolar.
o Adultos
o Prevención de episodios depresivos en pacientes con trastorno bipolar tipo I que
experimenten predominantemente episodios depresivos.
o Lamotrigina no está indicada para el tratamiento agudo de episodios maníacos
o depresivos.
Indicaciones FDA:
Antipsicóticos
Risperidona
Se utiliza a dosis de 4-6 mg/día, y es posible por su semivida plasmática (en torno a
20 horas) una administración única diaria, manteniendo su efectividad y tolerancia.
Debe iniciarse con 2 mg una o dos veces al día, e incrementarse a 4 mg el segundo
día en una o dos tomas.
Se utiliza por vía oral en comprimidos y en forma de disolución rápida, solución oral, y
por vía intramuscular en preparado de liberación prolongada. Esta presentación de
liberación retardada permite la administración del fármaco cada 2 semanas, lo que
asegura su acción estable durante ese tiempo en pacientes con baja adherencia. La
FDA recientemente ha concedido la autorización para su uso en monoterapia y terapia
adyuvante en el tratamiento de mantenimiento del TB I.
Indicaciones en España:
Tratamiento de la esquizofrenia.
Tratamiento de los episodios maníacos de moderados a graves asociados a los
trastornos bipolares.
Tratamiento a corto plazo (hasta 6 semanas) de la agresión persistente que puede
aparecer en pacientes con demencia de tipo Alzheimer de moderada a grave que
no responden a otras medidas no farmacológicas y cuando hay un riesgo de daño
para ellos mismos o para los demás.
Tratamiento sintomático a corto plazo (hasta 6 semanas) de la agresión persistente
en los trastornos de la conducta en niños de 5 años de edad en adelante y
adolescentes con un funcionamiento intelectual por debajo de la media o retraso
mental.
Indicaciones FDA:
Olanzapina
Se utiliza a dosis de 5-20 mg/día, con una posología de inicio de 10 mg. En ancianos
mayores de 65 años deben considerarse dosis iniciales de 5 mg/día. Existen
presentaciones en comprimidos recubiertos y bucodispersables, en dosis de 5, 7,5, 10
y 15 mg.
Los efectos adversos más frecuentes y que afectan a más del 2% de pacientes son:
aturdimiento, boca seca, acatisia e insomnio; y, con menos frecuencia, dispepsia,
ansiedad, náuseas, temblor, hipotensión ortostática y diaforesis. Pueden presentarse
efectos antimuscarínicos transitorios (muy raramente, precipitación del glaucoma de
ángulo estrecho); somnolencia, dificultad para hablar, exacerbación de la enfermedad
de Parkinson, marcha anormal, astenia, incremento del apetito, aumento de la
temperatura corporal, elevación de la concentración de triglicéridos, edema,
hiperprolactinemia, eosinofilia.
Indicaciones en España:
Tratamiento de la esquizofrenia.
Mantenimiento de la mejoría clínica durante la terapia de continuación en los
pacientes que muestran una respuesta inicial al tratamiento.
Tratamiento del episodio maníaco de moderado o severo.
Prevención de las recaídas en pacientes que presentan TB que hayan respondido al
tratamiento con olanzapina durante el episodio maníaco
Indicaciones FDA:
Quetiapina
La dosis media se sitúa entre 300-750 mg/día repartidos en dos tomas. Debe iniciarse
con 25 mg, dos veces al día, para alcanzar los 50 mg dos veces al día el segundo,
100 mg el tercero y 150 mg el cuarto, siempre en dos tomas. Es eficaz en el
tratamiento de síntomas positivos y afectivos de la Esquizofrenia, produciendo mejoría
en la función cognitiva, la hostilidad y la agresividad. En el TB destaca la eficacia sobre
la manía (a dosis más altas), sobre la depresión (en torno a 300 mg/día) y en el
mantenimiento, solo o en politerapia.
Los efectos adversos más frecuentes son: somnolencia, sedación, mareo, cefalea,
insomnio, hipotensión ortostática y aumento de peso. La mejor forma de controlar
estos efectos es la escalada progresiva de dosis. Presenta escasa incidencia de
efectos extrapiramidales y no produce elevación de prolactina.
Tratamiento de la Esquizofrenia.
Tratamiento del Trastorno Bipolar:
Indicaciones FDA:
Ziprasidona
Presenta alta afinidad por receptores 5-HT2A y moderado antagonismo por D2, con
antagonismo potente por 5-HT1D y 5-HT2C y agonista del receptor 5-HT1A, con
moderado antagonismo de receptores adrenérgicos e histaminérgicos, y mínima sobre
muscarínicos. Este mecanismo farmacológico se asocia a elevada eficacia sobre
síntomas positivos y negativos, con mínimos efectos extrapiramidales y sobre la
prolactina.
No interacciona con litio, anticonceptivos orales, carbamacepina, benzodiacepinas,
antiácidos o cimetidina. Tiene indicación para el tratamiento de la esquizofrenia y el
tratamiento de episodios maníacos o mixtos de gravedad moderada asociados con TB.
La administración de ziprasidona es por vía oral (cápsulas duras) e intramuscular. La
dosis habitual utilizada es de 80-160 mg/día distribuidos en dos tomas.
Existen presentaciones de 20, 40, 60 y 80 mg. Debe ingerirse con alimentos, dado que
sin ellos su absorción puede reducirse hasta un 40%. En la presentación intramuscular
se administra en 3 tomas hasta tres días consecutivos.
Los efectos adversos más frecuentes son: cefalea, somnolencia, náuseas y dispepsia,
sin producir incremento de peso significativo y con baja incidencia de efectos
extrapiramidales (acatisia). Puede elevar de forma leve y transitoria la prolactina.
Indicaciones en España:
Indicaciones FDA:
Aripiprazol
Es el primer agonista parcial con alta afinidad sobre receptores D2. Es agonista parcial
5HT1A, antagonista 5HT2A y modulador del sistema DA/5HT, y eficaz en síntomas
positivos, negativos y afectivos, reduciendo síntomas extrapiramidales y la excitabilidad
hostilidad. La vida media de eliminación de aripiprazol es alrededor de 75 horas.
Indicaciones FDA:
Paliperidona
Los efectos adversos más frecuentes son cefalea, y con menor frecuencia, otros
trastornos del sistema nervioso, cardiovasculares, gastrointestinales, incremento de
peso y reacciones adversas adicionales notificadas para la risperidona.
Asenapina
Su administración se realiza por vía sublingual y muestra una biodisponibilidad ideal del
35%, siempre que su absorción no interaccione con líquidos ni alimentos,
principalmente grasos, en un rango variable de tiempo (de 10 minutos a 4 horas)
respecto a su administración. Se recomienda no consumir ningún alimento o líquido
durante 10 minutos tras la administración.
Tras culminar las fases iniciales de desarrollo, se han realizado diversos ensayos
clínicos en dos indicaciones, principalmente esquizofrenia y manía.
Ha sido aprobado por la Food and Drug Administration (FDA) en agosto de 2009 para
el tratamiento agudo de la esquizofrenia y de la manía pura o mixta en el TB de tipo 1,
2, y en 2010 el Comité para Productos Farmacéuticos de Uso Humano (CHMP) ha
emitido una opinión favorable para su autorización en Europa en la indicación de
“tratamiento de los episodios de manía aguda moderada o grave asociada al TB I”146.
Indicaciones en España:
Indicaciones FDA:
Tratamiento de la esquizofrenia
Amisulpiride
Presenta gran afinidad selectiva sobre receptores D2 y D3; a dosis bajas (50-300 mg)
es un antagonista D2, D3 presináptico con eficacia sobre síntomas negativos, y a dosis
altas (400-1.200 mg) es un antagonista D2 postsináptico, con eficacia sobre síntomas
positivos. La dosis oscila entre 400800 mg/día, en dos tomas.
Tratamiento de la esquizofrenia.
Clozapina
Presenta actividad antagonista sobre los receptores dopaminérgicos D1 y D2, así como
sobre los receptores 5-HT, adrenérgicos, histaminérgicos y muscarínicos. Destaca su
menor incidencia de efectos adversos extrapiramidales y por la teórica posibilidad de
producir en un 1% de pacientes agranulocitosis que puede llegar a ser mortal.
Las dosis terapéuticas están entre 200-450 mg/día con una posología de inicio de
12,5 mg, una o dos veces al día; se debe aumentar lentamente con incrementos
diarios de 25-50 mg/día inicialmente y posteriormente en 50-100 mg semanales. La
dosis máxima es de 900 mg/día. Se absorbe en el tubo digestivo, con una semivida
plasmática en torno a 10-16 horas.
Los pacientes deben ser advertidos para que informen sobre cualquier síntoma de
fiebre o infección. Un paciente al que se le ha retirado el tratamiento por
agranulocitosis no debe ser tratado de nuevo con clozapina.
Los efectos adversos más frecuentes son sedación, aumento de peso, hipersalivación,
taquicardia, hipotensión y fiebre; los tres primeros son especialmente frecuentes y se
dan en la mayor parte de pacientes, en especial en la primera fase del tratamiento.
Indicaciones FDA:
Poseen un margen terapéutico de seguridad muy elevado por lo que las sobredosis rara
vez son mortales si no se complican con problemas médicos preexistentes o por el
consumo simultáneo de alcohol u otras medicaciones. En caso de sobredosis, la
depresión respiratoria y la hipotensión son las que presentan mayor riesgo.
Clorpromazina
La dosis habitual de mantenimiento por vía oral oscila entre los 75300 mg/día según la
respuesta, con una posología de inicio de 25 mg, tres veces al día, o 75 mg por la
noche. En el tratamiento de la psicosis se precisa hasta 1 g/día.
En inyección intramuscular profunda la dosis oscila entre 25-50 mg cada 6-8 h. Esta
vía de administración se recomienda para el alivio de los síntomas agudos.
Indicaciones en España:
Haloperidol
Tiene efectos extrapiramidales como las reacciones de distonía y acatisia, sobre todo
en pacientes con tirotoxicosis, hipoglucemia y secreción inadecuada de hormona
antidiurética, y en pocas ocasiones pérdida de peso. Presenta menos efectos sedantes
y antimuscarínicos o hipotensores respecto a otros antipsicóticos convencionales.
Se utiliza por vía oral, intramuscular e intravenosa. Por vía oral la posología de inicio
oscila entre 1,5-3 mg, 2-3 veces al día, o 3-5 mg, 2-3 veces al día, si el paciente
tiene un trastorno grave o rebelde.
Indicaciones FDA:
Tratamiento de la esquizofrenia.
Control de los tics del trastorno de Gilles de la Tourette.
Levomepromazina
Se recomienda tener precaución con aquellos pacientes que reciban dosis iniciales
altas. Se aconseja que éstos permanezcan en decúbito supino. Las personas mayores
presentan riesgo de sufrir una hipotensión postural, y no se recomienda en pacientes
ambulatorios mayores de 50 años, salvo que se evalúe el riesgo de reacción
hipotensora.
Como efectos adversos, hay que destacar el posible aumento de la velocidad de
sedimentación.
Se utiliza por vía oral, con una posología de inicio que oscila entre los 25-50 mg/día,
repartidos en varias tomas, y hay que aumentar la dosis según la necesidad del
paciente. En pacientes encamados la posología de inicio oscila entre los 100-200
mg/día, generalmente en tres tomas y se debe incrementar, si procede, hasta 1 g/día.
Indicaciones en España:
Perfenazina
Psicosis.
Esquizofrenia.
Delirio.
Manía.
Ansiedad.
Indicaciones FDA:
Benzodiacepinas
Los benzodiacepinas se pueden administrar por vía oral y algunas de ellas por vía
intramuscular e intravenosa. La semivida de estos fármacos varía de 2 horas, como el
midazolam, hasta 74 horas como el flurazepam. Los benzodiacepinas pueden
acumularse en el cuerpo. La semivida de eliminación varía grandemente entre un
individuo y el otro, especialmente entre pacientes de la tercera edad.
Los compuestos de acción corta tienen mejores resultados como hipnóticos, mientras
que los de larga duración se prefieren por sus efectos ansiolíticos. En el tratamiento
coadyuvante de la manía se usa preferentemente el clonazepam, diazepam o
cloracepato.
Sus efectos adversos incluyen somnolencia, sedación, ataxia, vértigo, visión borrosa,
cefalea, deterioro cognitivo (amnesia anterógrada), pesadillas y en algún paciente
respuesta paradójica con desinhibición conductual. Se debe controlar el riesgo de
abuso y dependencia de estos fármacos, así como el riesgo de mortalidad en caso de
sobre ingesta asociada a otros depresores del SNC.
Antidepresivos
Presentan una reducida solubilidad en agua, por ello precisan de la unión a proteínas
plasmáticas para ser distribuidos. La unión a estas proteínas plasmáticas es
especialmente elevada para tres de ellos: la fluoxetina, la paroxetina y la sertralina, con
valores superiores al 90% en todas ellas, mientras que la fijación de la fluvoxamina y,
especialmente, del citalopram es notoriamente inferior. Se distribuyen rápidamente en
todos los tejidos por lo que las concentraciones plasmáticas resultan reducidas, siendo
su volumen de distribución muy elevado.
BIBLIOGRAFIA
1. Ministerios de sanidad, servicios sociales e igualdad, Guía de práctica clínica sobre
trastorno bipolar. Disponible
http://www.sepsiq.org/file/Enlaces/GPC_510_Trastorno_Bipolar_compl.pdf