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A principios del siglo XX, había un total de seis compañías que explotaban las diferentes líneas

del Metro. Esto ocasionaba multitud de problemas para los pasajeros, como tener que salir a
superficie y andar una cierta distancia para realizar transbordo entre líneas. Además, los costes
de mantenimiento de las líneas era muy grande, por lo que muchas de las compañías buscaban
apoyo financiero para obtener el dinero necesario para expandir sus redes de Metro, así como
electrificar las más antiguas que todavía utilizaban locomotoras de vapor.
El inversor más importante de esta época fue el estadounidense Charles Yerkes. Entre 1900 y
1902 adquirió el Metropolitan District Railway, junto con la aún no finalizada Charing Cross,
Euston & Hampstead Railway (actualmente parte de la línea Northern). Además, también se
hizo con el Great Northern & Strand Railway, el Brompton & Piccadilly Circus Railway (ambas
fusionadas en el Great Northern, Picadilly & Brompton Railway), el núcleo de la línea Picadilly y
el Baker Street & Waterloo Railway (actualmente la línea Bakerloo). Gracias a todas estas
adquisiciones, el 9 de abril de 1902, Yerkes fundó la Underground Electric Railways of London
Company Ltd.
Además de estas líneas de Metro, la empresa poseía tres líneas de tranvía; también adquirió la
London General Omnibus Company. La empresa pasó a conocérsela coloquialmente como
"Combine".
El 1 de enero de 1913, la UERL absorbió otras dos líneas de Metro, la City & South London
Railway y el Central London Railway (esta fue la última línea importante que atravesó la ciudad
de este a oeste, inaugurada el 30 de julio de 1900 y que unía las estaciones Bank y Shepherd's
Bush.

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