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Winnie The Pooh, Juego y Sublimacion
Winnie The Pooh, Juego y Sublimacion
Año: 5to
Mariano Obligado
Patricio Nicolai
1. Contexto familiar
El libro de Winnie the Pooh fue escrito por Alan Alexander Milne, y su
inspiración para crearlo fue ver el juego de su propio hijo Christopher Robin
quien jugaba con el oso y demás animales en el bosque detrás de su casa, bosque
que en los cuentos es nombrado “Bosque de los cien Acres”, comenzamos así a
ver como realidad externa y realidad psíquica se conjugan de manera que lo
conocido y vivenciado por el niño es trabajado por él a partir del juego.
Las primeras publicaciones acerca de Winnie the Pooh y sus amigos datan entre las
fechas 1924,1925 y 1928; Christopher Robin nació en 1920, por lo tanto, los personajes
creados a través de la observación del pequeño serian entre los cuatro y ocho años de
este.
Si bien no hay una correspondencia directa entre el desarrollo libidinal de las etapas
psicosexuales y la edad cronológica, la edad antes mencionada de Christopher Robin
pertenecería a las correspondientes con la etapa fálica y la latencia.
Sabemos acerca del juego que es considerado una actividad destacada de la vida
anímica infantil.
A los comienzos para Freud el juego del niño está al servicio de la realización de los
deseos y la repetición de estos se vincula directamente con el principio de placer.
También postula que los niños repiten en sus juegos todo lo que en la vida les ha
causado una fuerte impresión, descargando la energía insumida en la misma, y agrega
que un deseo dominante influye en todo juego infantil: el deseo de ser grande y de poder
hacer lo que hace la gente grande. Pon ende además de hacer activo lo sufrido
pasivamente, en todo juego se expresaría también el deseo de ser grande.
En el texto de Freud “La pérdida de realidad en las neurosis y psicosis" plantea que el
neurótico intenta sustituir la realidad por otra más acorde al deseo y para construir ese
fragmento, recurre al mundo de fantasía.
Winnicot respecto al juego plantea que el niño obtiene placer, permite expresar la
agresión, controlar la ansiedad, adquirir experiencia y establecer relaciones sociales.
Asimismo, enfatiza los fines comunicativos del juego en tanto permite la expresión del
mundo interno y la interacción con el mundo externo. Al igual que Klein sostiene que el
juego, como el sueño, cumple una función de autorrevelación y comunicación en el
nivel profundo.
Para dicho análisis vamos a tomar en cuenta a estos dos autores, sosteniendo que
cuando Christopher juega en parte está expresando la agresión y ansiedad que el medio
puede haber provocado en los primeros años y también en ese momento, formando así a
través de la fantasía a su vez un mundo más grato. También por ejemplo como a través
del conejo se ponen en juego pulsiones parciales anales, y a la vez ver como comienza a
establecerse las pautas para las relaciones humanas, ya que a pesar de la personalidad
del conejo (ser tacaño, malhumorado) y que no quiere cruzarse con Winnie Pooh para
que no le robe la miel, una vez que esta frente a él solo le sale ser servicial, y hasta
ofrecerle mas comida una vez que se ha comido unos cuantos tarros de miel.
Proceso postulado por Freud para explicar ciertas actividades humanas que
aparentemente no guardan relación con la sexualidad, pero que hallarían su
energía en la fuerza de la pulsión sexual. Freud describió como actividades de
resorte principalmente la actividad artística y la investigación intelectual. Se dice
que la pulsión se sublima, en la medida en que es derivada hacia un nuevo fin,
no sexual, y apunta hacia objetos socialmente valorados… A lo largo de toda su
obra, Freud recurre al concepto de sublimación con el fin de explicar, desde un
punto de vista económico y dinámico, ciertos tipos de actividades sostenidas por
un deseo que no apunta, en forma manifiesta, hacia un fin sexual.
Freud busca el resorte último de estos comportamientos en una transformación
de las pulsiones sexuales: «La pulsión sexual pone a disposición del trabajo
cultural cantidades de fuerza extraordinariamente grandes, en virtud de la
particularidad, singularmente marcada en dicha pulsión, de poder desplazar su
fin sin perder en esencia intensidad. Esta capacidad de reemplazar el fin sexual
originario por otro fin, que ya no es sexual, pero se le haya psíquicamente
emparentada, la denominamos capacidad de sublimación»
Christopher Robin: vivía en otra parte del bosque donde podía estar cerca
de sus amigos para ayudarlos. Se ve en el pequeño personaje una
identificación con el padre, donde él es quien arregla cada lio en lo que
los amigos se meten, y es quien mantiene de alguna forma el orden en el
bosque de los cien acres, se lo ve muy atento, representándose a si
mismo dentro del juego como quien resuelve dichos conflictos, como “el
padre” de este grupo de niños. Por otra parte, el descubrimiento de la
madre no fálica, se supera llenando esa ausencia con la madre como
productora de hijos, y aparece esto en la función del canguro rito y su
madre, mostrando entre ellos un vínculo tierno, y en escenas momentos
donde el canguro quiere “despegarse” de la madre.