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E Book Los Frutos
E Book Los Frutos
ISBN 978-9968-49-457- I
Dedicatoria
A mi amado nietito Adrián Tello Rivera,
el tan esperado y anhelado por todos nosotros ,
especialmente por sus queridos padres Hugo L.
Tello yJéssica Rivera, preciosos y esforzados
Médicos . Estas páginas fueron escritas en el
tiempo que duró su feliz llegada a este planeta
Tierra…
Querido nietito : Cuando puedas leer esta
dedicatoria, habrán pasado varios años, muchas
cosas habrán cambiado en el mundo, pero ¿sabes?:
Quien nunca cambia es Nuestro Dios, cuyo
Amor estará contigo todos los días de tu vida,
si así tú lo decides, como lo estuvo con todos
nosotros, porque su
suFidelidad es eterna…
Tu abuelito Hugo
30 de Noviembre del 2013
El fruto 4 Hugo Tello P.
ÍNDICE
El fruto 5 Hugo Tello P.
PRÓLOGO
Capítulo I
Conceptos básicos
¿Qué es el fruto del Espíritu?
Capítulo II
El amor
¿Qué es el amor ?
Para el entendimiento natural (1 Cor.2 : 14) el amor es
básicamente un sentimiento. A continuación, a mod0 de
introducir este tema fundamental para nuestra vida cristiana,
vamos a hacer una breve descripción de lo que el mundo,
Ciencias Sociales, Medicina , así como las religiones más
grandes del mundo entienden sobre el amor…
El diccionario de la Lengua Española define el amor
como la afinidad entre seres, un sentimiento relacionado con el
afecto y el apego que produce emociones, experiencias y
actitudes. La Filosofía añade que el amor es una virtud que
conlleva compasión, bondad y afecto. Mientras que la Ciencia
entiende que el amor es un estado evolutivo del primitivo
instinto de supervivencia.
Para la Psicología, de acuerdo a las Escuelas de
tratamiento,como la cognitiva-conductual, define al amor
como un estado mental orgánico que crece o decrece depen-
diendo de cómo se retroalimenta. La Psicología cognitiva y
social, con uno de sus representantes que es Robert J.Stember
elabora lo que llama “la teoría triangular del amor” compuesta
de : . La intimidad . La pasión . La decisión y compromiso. Para
el conocido autor Erick Fromm el amor es un arte que hay que
aprender y requiere esfuerzo y conocimiento, por lo que tiene
El amor 15 Hugo Tello P.
El Budismo
Tiene conceptos indudablemente contrapuestos al cristia-
nismo. Esta doctrina que lamentablemente está ganando
demasiados adeptos en el mundo teniendo como su correlato a
El amor 16 Hugo Tello P.
El Islamismo
El Hinduismo
Kama, es el amor sexual, placentero, personificado por el
dios Kamadeva, cuya consorte es Rati. Karma, es el amor de
compasión y misericordia. Bhakti, devoción amorosa al
supremo dios. Ellos profesan 8 niveles de amor. El autor hindú
Osho en “El libro de la nada” dice : “El amor es inspirar y el odio
espirar”, así como cuando se inspira y espira el aire.
El amor cristiano
Queda claro, a diferencia de lo que conciben las religiones
y las ciencias, que el amor cristiano, no proviene del hombre ,
no es un gran esfuerzo o un gran heroísmo del ser humano,
sino, que el amor es Dios mismo, así se define Él (1 Juan 4:8),
por lo cual ningún esfuerzo nacido del hombre, ninguna virtud
de algún “altruísmo puro” del budismo o un karma del
hinduísmo puede compararse con el amor cristiano, hay
simplemente la diferencia de la tierra al cielo, de Dios al
hombre. Por ello, vamos a ingresar a un somero estudio de este
amor divino, superior, completo y total y además, cómo
podemos desarrollarlo en nuestras vidas
El amor 18 Hugo Tello P.
Dios es amor
El amor es sufrido
respalda la obra.
Capítulo III
Los lenguajes y los adornos
del amor cristiano
Para los cristianos, el amor es integral y como vimos en
todos los casos incluye el ágape, el storge . El phileo y el ágape
prohíben el eros. El storge al comienzo de la creación se
vinculaba al eros, pero como vimos , después Dios lo prohibió .
En todos estos casos, hay lenguajes y hay adornos que bien
haremos en tomarlos muy en cuenta para dar el fruto cristiano
que Dios espera de nosotros :
La ternura
Vemos en la Biblia el accionar amoroso de Jesús donde
destaca su ternura, por ejemplo en Marc. 1:40-41 el Señor toca a
un leproso y luego lo sana; en Luc. 7 : 11-17, nos relata el texto
sagrado sobre la resurrección del hijo de la viuda de Naín, de
cómo Jesús actuó compasiva y tiernamente con aquella madre.
Hech. 20:29 nos advierte de lo contrario a la ternura, que es la
actitud no solamente grosera sino criminal de los lobos que no
perdonan al rebaño ; 1 Tes. 2 :7 dice
“Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la
nodriza que cuida con ternura a sus propios
hijos”
La persona tierna muestra una sensibilidad especial en el
trato con su prójimo, especialmente al interior del hogar. Este
valor cristiano ha venido desapareciendo dando paso a la
grosería, la insensiblidad de la que habla Rom. 1 : 31 que
describe a las personas “sin afecto natural, implacables, sin
misericordia”
La delicadeza
Hay un llamado especial en la Biblia sobre el trato delica-
El amor 41 Hugo Tello P.
La suavidad
El tono de voz es muy importante en el trato con los demás,
especialmente con nuestr0s hijos. Dice Prov. 15 : 1
Capítulo IV
¡Cuidado con el amor!
El trabajo diario del “mentiroso” que es el Diablo, es que los
cristianos confundamos las cosas, de tal manera que practique-
mos ciertas cosas en la creencia de que es lo verdadero y
auténtico, pero que no lo es. En el caso del amor, el primer
cuidado que debemos de tener es no llamar amor a lo que no
es. Veamos a continuación a la luz de la Palabra, esta impres-
cindible distinción :
La idolatría no es amor
Dios es fuerte, todopoderoso, pero también celoso y no
comparte su gloria con nadie (Is. 42 :8). Él visita por generacio-
nes a quienes se hacen ídolos y dioses falsos (Ex. 20 : 1-5). Este
amor idolátrico pretende poner a la criatura por encima de
Dios (Rom. 1 : 25-26) por lo cual cae en “pasiones vergonzosas”
como son la ambivalencia en el carácter, de tal manera que la
persona que ama con ese tipo de amor es terca y rebelde para
con Dios, pero manipulable, manejable por el ser humano.
Este tipo de personas también son obsesivas, permitiendo que
sus mentes queden cautivas de sus propios pensamientos,
ideas, conceptos , fantasías, etc. , a cerca del amor , dejando los
principios divinos relegados a un plano inferior, ignorando
que Dios ha establecido en su Palabra que debemos llevar
cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo (2 Cor. 10: 4-
5), lo que significa que toda filosofía, toda creencia sobre el
amor debe pasar antes por el filtro de la Palabra
El amor 50 Hugo Tello P.
El “sometimiento” no es amor
La persona “sometida” es aquella que por un supuesto amor
deja que el amado o a la amada hagan con ella cualquier cosa,
desde la violencia verbal hasta la física y sexual. Grandes
abusos se gestan en esas relaciones anormales, como el caso de
mujeres “dominadas” por alcóholicos, drogadictos, proxenetas,
etc. que las llenan de hijos y las explotan de las maneras más
terribles e inmisericordes. La persona “sometida” cree que está
demostrando el más noble y sacrificado amor, al permitir tales
abusos. El machismo en su tiempo, usó de este recurso, para
saciarse del dolor y las lágrimas de sus parejas femeninas. Hoy
en día, el panorama se va abriendo en el sentido contrario a
través del feminismo, que tampoco es la solución. La Biblia, en
Hechos 5 : 29 nos da la receta que podría curar este tipo de
amor infame ; dijo el Apóstol Pedro : “Es necesario obedecer a
Dios, antes que a los hombres”
El sentimentalismo no es amor
Ese amor dañino, dominado por los sentimientos de tal
manera que la persona lejos de toda inteligencia emocional, se
deja “manejar por sus sentimientos”, no corresponde a lo
correcto. Grandes tragedias se han escrito en la literatura
universal sobre este tipo de sentimiento que reduce al amante a
condición de “pobrecito” y de víctima . En la Biblia tenemos el
notable caso de un siervo de Dios, poderosamente usado por la
mano divina contra los filisteos, llamado Sansón, quien luego
de enamorarse de Dalila, fue reducido a mortal angustia ( Juec.
16:16) . El se dejó usar por el enemigo para su propia
destrucción y la de su pueblo. El llamado “Romanticismo” se
nutre mucho del sentimentalismo para conducir a las personas
a la fatalidad. La Psicología a hecho un importante aporte para
desenmascarar este tipo de amor como la causa principal de la
El amor 51 Hugo Tello P.
El egoísmo
El egoísmo en términos sencillos es el excesivo amor por
uno mismo, luego, la persona que se ama tanto a si misma es
imposible que ame a otros, empezando por Dios, porque la
fuente primera del amor es el darse a otros, así lo dice el ABC
de la Biblia : “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha
dado a su hijo unigénito…”(Juan 3 :16) . Este es el ejemplo
supremo del amor : la entrega, no al estilo de lo que hablamos
arriba que consiste en el idolatría y el culto al hombre, sino en
la verdadera adoración al Señor.
Hay tres manifestaciones del EGO desbocado : el egoísmo,
el egocentrismo y la egolatría. Unas palabras sencillas explican
estas conductas : YO-ME-MI-MIO, las cuales al aplicarlas a la
conducta humana describen las tres, por ejemplo “yo me
preocupo de mi bienestar, de sólo el mío” . Esta persona supone
que todos deben rendirle un lugar de honor, para eso impone
“su personalidad” a través de hablar exageradamente de sí
misma, de sus logros, de sus pensamientos y de sus cualidades.
Se cree el más importante, el centro de todo, el de mayores
merecimientos.etc. Denigra a los demás, los considera inferio-
res. Por ejemplo, aquel Fariseo que oraba consigo mismo y se
auto-justificaba y alababa, menospreciando al publicano que se
golpeaba el pecho humillado y arrepentido ( Luc. 18 : 10-14).
Dios obviamente justificó a éste último
La amargura
Como dice Heb. 12 : 15, la amargura tiene raíces que al
brotar estorban y contaminan las buenas relaciones con los
demás y el derramamiento de la gracia de Dios. Algunas raíces
El amor 53 Hugo Tello P.
La lascivia
La imundicia sexual, (fornicación ) especialmente en las
relaciones de pareja, trae contaminación a las prácticas que
debieran ser santas, preciosas y gratificantes. En Hebreos 13 : 4
Dios nos advierte que en el matrimonio nuestras relaciones
deben ser honrosas, es decir sanas, puras, porque quienes
practican vicios y pecados sexuales serán juzgados por el Señor.
Además, la falta de pureza estorba el desarrollo de una relación
edificante y puede llevar fácilmente a la ruptura de las relacio-
nes afectivas .
Factores externos que atentan
contra el amor
Hay situaciones externas, es decir circunstanciales, que
pueden traer no sólamente graves dificultades , sino presionar
de tal manera las relaciones amorosas en la pareja, en la familia,
en el vecindario, que en vez de amor fácilmente podemos cose-
char amargura, violencia, maldad. Veamos a continuación algu-
nas de ellas :
La pobreza extrema
En los barrios marginales donde nos ha tocado laborar por
muchos años, gracias al llamado del Señor, hemos observado
por lo menos 4 realidades en torno a la influencia de este
problema en la vida de las familias:
1.El hacinamiento : En una casa de seis metros cuadrados o
hasta menos, donde viven 8 o 10 personas es muy difícil por no
decir imposible que las relaciones matrimoniales se efectúen
con las comodidades imprescindibles para su expresión positiva
2.La incomodidad : Hemos visto hogares donde para las 8 ó 10
personas mencionadas hay una sola cama gigantesca. Allí duer-
men desde los más pequeños hasta los padres . Esta situación
presiona del ánimo de todos que los vuelve sumamente agresi-
vos en defensa de sus mínimos espacios
El amor 56 Hugo Tello P.
Capítulo V
El gozo en el cristiano
Esta es otra manifestación del Fruto del Espíritu Santo.
Según el Diccionario de la Lengua Española la palabra gozo es
el placer, alegría, regocijo que siente una persona. A partir de
esta definición, queremos entrar en primer lugar en el terreno
de la explicación científico-social del tema, para luego penetrar
en la óptica netamente bíblica .
Resulta sumamente interesante el asunto de las “Endorfi-
finas” hormonas que secretan la Glándula Pituitaria , cuando
estamos gozosos. Es más, los especialistas como el Dr. John
Eaton de “Reverse Therapy” le llaman “Las Hormonas de la
Felicidad”. Son Neuro-péptidos (pequeñas cadenas proteicas)
que se liberan a través de la Médula Espinal. Se consideran
“opiáceos naturales” del cuerpo que aumentan en condiciones
de bienestar y se almacenan en el Hipotálamo.
Las Endorfinas promueven estados de bienestar, calma,
mejoran el humor, reducen el dolor, retrasan el envejeci-
miento, potencian al sistema inmunitario, reducen la presión
sanguínea, contrarrestan los niveles elevados de Adrenalina,
etc. Es decir, todo un maravilloso recurso de nuestro cerebro
para hacernos vivir esa “vida abundante” de la que nos habló
Jesús (Jn.10:10)
Ahora bien, las Endorfinas aumentan al sonreir, reir, jugar,
hacer ejercicio, relaciones sexuales sin estrés , contacto con la
naturaleza, relajación, disfrutar las comidas, las compañías
agradables. Dicen estos científicos que las Endorfinas aumen-
tan asímismo con el positivismo, con las caricias, las palabras
El gozo 59 Hugo Tello P.
este proceso.
El gozo del Padre se muestra en la elección de otros siervos
como Samuel, David, Salomón, los profetas mayores y menores
(Heb.11) muchos de los cuales no vieron la promesa de
redención cumplida en su tiempo, aunque lo esperaron con
todo su corazón, hasta que llegamos a Jesús, el siervo perfecto
de Dios que nos trajo la culminación de la obra redentora del
Padre.
El gozo del Hijo
El accionar de Jesús en el mundo, nos muestra lo que
generalmente se conoce como la “paradoja del gozo”, porque
para la visión mundana, nada de gozo podríamos encontrar en
nacer en un pesebre y morir en una cruz, pero precisamente
por eso, el tema es profundamente paradójico. Veamos algunos
de esos casos en la vida de nuestro amado Redentor:
Él vino a salvarnos
En Lucas 2 : 10-11, leemos :
“No temáis; porque he aquí os doy nuevas de
gran gozo, que será para todo el pueblo:
porque ha nacido hoy, en la ciudad de David,
un Salvador, que es Cristo el Señor. Esto os
servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto
en pañales, acostado en un pesebre”
Lógicamente, para la mentalidad judía de ese tiempo y así
lo esperaban , que el Cristo sería el gran libertador cuyo
nacimiento de ninguna manera podría ser en un pesebre, sino
en alguno de los palacios. Acorde a ese pensamiento, un
miembro de la familia real más preclara, de la casa de David y
de Salomón, ¿cómo y porqué habría de nacer en un pesebre?.
Pero el gozo de nuestro Salvador fue el de entregarse con un
amor incomparable desde su nacimiento en condiciones nada
acordes con su Grandeza
El gozo 65 Hugo Tello P.
El gozo en el cristiano
La opresión satánica
Es la segunda causa de la pérdida del gozo, por lo menos de
manera aparente ( pues si el cristiano lo está sufriendo, no es
que haya perdido el gozo como en el caso del pecado) , sino
que hay una lucha espiritual tremenda en su interior como lo
señala Sal. 42 : 5
“¿Por qué te abates , oh alma mía, y te turbas
dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he
de alabarle, salvación mía y Dios mío”
Salmos 102 : 8-9, añade:
“Cada día me afrentan mis enemigos; los que
contra mí se enfurecen, se han conjurado con-
tra mí. Por lo cual yo como ceniza a manera
de pan, y mi bebida mezclo con lágrimas”
La contaminación
¿Es posible contaminarse?... Así lo reconoce la Escritura,
por ejemplo por causa de la amargura (Heb. 12:15) y por causa
del yugo con personas incrédulas (2 Cor. 7 : 1) . En el primer
caso, el tratar constantemente con personas llenas del veneno
de la amargura, nos va hacer decaer el ánimo y nuestro gozo
será eclipsado y si nos toca convivir con personas que no han
aceptado a Cristo en sus corazones (inconversos) , el trato con
ellos podría c0ntaminarnos (Lev. 18 : 30) . Por eso, 2 Cor. 7 : 1
termina diciendo :
“Asi que, amados, puesto que tenemos tales
promesas, limpiémonos de toda contamina-
ción de carne y de espíritu, perfeccionando
la santidad en el temor de Dios”
Esta contaminación de la que habla el versículo, se da
fundamentalmente a través de la boca, de lo que uno expresa.
Por ejemplo, si alguien habla un chisme contra X persona, y yo
participo de ello, me divierto, me sumo a la murmuración, pero
me contamino con sus palabras y con las mías (c0ntaminación
espiritual). Si por otro lado, mediante mis ojos veo escenas las-
El gozo 79 Hugo Tello P.
La lascivia
Lo que la Biblia llama “Las Artimañas de la Ramera” en Prov.
7 hay que tomarlo a efectos de entender que hay un falso gozo
de quien usa del arte de la “coquetería” para atraer al “simple” y
le dice en el verso 18 usando de esa falsa alegría :
“Ven, embriaguémos de amores hasta la maña-
na. Alegrémonos de amores”
El gozo 88 Hugo Tello P.
Capítulo VI
La paz en el cristiano
El Diccionario de la Lengua Española, define la paz
como la ausencia de guerra, estado de sosiego , de calma y
silencio. Persona no agitada. Toda esta óptica nos sugiere
aspectos externos e internos, la relación del hombre con su
mundo circundante, etc.
La primera pregunta que es necesario hacer para
comprender el tema de la paz, es :
¿La paz se recibe, se conquista al final de un
conflicto, o se logra con acciones concretas?
La Psicología, en boca de uno de sus buenos repre-
sentantes como es el Dr. Jorge Garzarelli de la Universidad de
El Salvador, quien ha venido promoviendo la llamada
“Educación para la paz”, propone cinco condiciones para que la
paz se logre totalmente : 1. La ausencia de conflicto armado 2.
El respeto mutuo 3. La responsabilidad ante el derecho
individual y grupal 4. La actitud tolerante y comprensiva 5. La
eliminación del racismo, la intolerancia religiosa, etc.
Las religiones más conocidas en el mundo como son el
Islamismo, enuncian que su nombre deriva de las expresiones
“Salam aleikum” (paz para vosotros) y su saludo habitual es
“Assalamu aleikum” (la paz sea sobre Ud.). Sin embargo el
terrorismo y la “Guerra Santa” son parte de sus prácticas más
conocidas . Ellos dicen que luchan para conseguir la paz. El
Budismo enuncia que “para conseguir la paz exterior, es
necesario conseguir primero la paz interior” y que se deben
practicar las virtudes como el “altruismo” para que esa paz sea
real .
La paz 90 Hugo Tello P.
La paz se recibe
3. Él nos ha restaurado
La posición de victoria que Dios había puesto sobre Adán y
La paz 94 Hugo Tello P.
5. La rebeldía escondida
Muchos cristianos no sienten ni viven con paz interior
debido a que sucede una especie de lucha entre lo que quiere
Dios de ellos y lo que ellos desean en su corazón que muchas
veces es diametralmente opuesto a la Santa voluntad del Señor.
Hay como un “tira y hale”, lo que obviamente producirá ese
malestar incomprensible del que se quejan muchos. Por
ejemplo, ¿qué hubiera pasado en el interior de Pablo, si persiste
en marchar hacia Asia y no a Macedonia, como quería el
Espíritu Santo? ( Hech. 16 : 6-10), pero él renunciando a sus
planes personales para la obra misionera, aceptó con humildad
lo que ordenaba el Señor . En el caso de Jonás, el malestar
interior ( léase falta de paz) lo llevó a huir hacia Tarsis, cuando
Dios le había ordenado ir a Nínive a predicar el arrepentimien-
to. Muchos incluso dudan que Jonás se salvó, porque pese a
terminar obedeciendo al Señor, después de la experiencia
terrible en el vientre del gran pez, manifestó su enojo y
malestar al ser probado por Dios. Dice en Jon. 4 : 9 :
“Entonces dijo Dios a Jonás: ¿Tanto te enojas
por la calabacera? Y él respondió : Mucho me
enojo, hasta la muerte”
El famoso rey Saúl, debido a su rebeldía, “creía” estar
haciendo bien al ofrecer el sacrificio a Dios en Gilgal, en vez de
esperar que lo hiciera el profeta Samuel, como estaba ordena-
do ; por lo cual, el hombre de Dios le dijo “locamente has
hecho” y le anunció el fin de su reynado sobre Israel.
La paz 112 Hugo Tello P.
Lo que no es la paz
Capítulo VII
La paciencia en el cristiano
El diccionario de la Lengua Española define la paciencia
como la capacidad de soportar molestias, trabajos y adversida-
des con fortaleza y resignación. Obviamente el modelo
supremo de paciencia para los cristianos es Jesucristo y vamos a
ver en este capítulo, cómo nuestro Maestro mostró ese fruto en
todo instante de su existencia terrenal y como hombre nos
modeló perfectamente aquella perseverancia, persistencia,
tolerancia, misericordia, y demás atributos de la paciencia; pero
veremos en la primera parte que Dios mismo mostró a través
de Jesús esas y otras cualidades, de las cuales debemos
inspirarnos pues el Espíritu Santo ha venido a nuestros
corazones con su fruto pleno cuando lo recibimos por fe
La paciencia de Dios
Su perdón y consuelo
Como alguien explicaba, misericordia es no darnos lo que
merecemos como pecadores, y gracia es darnos lo que no
merecemos . Leamos Luc. 15 : 20
“Y levantándose vino a su padre. Y cuando aún
estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a mise-
ricordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó”
Este pasaje de la historia del “hijo pródigo” conlleva con
toda claridad el sentido del perdón de Dios y su paciencia. El
muchacho de la historia, había desperdiciado no sólo los bienes
del padre, sino su vida, su salud, pero su paciente progenitor,
no solamente tuvo miseridordia, sino que estuvo dispuesto a
La paciencia 118 Hugo Tello P.
La paciencia en el cristiano
Lo que no es la paciencia
Capítulo VIII
La amabilidad en el
cristiano
Según definición del Diccionario de la Lengua Castellana
Larousse , se considera a la amabilidad como “Digno de ser
amado. Afectuoso, cariñoso, agradable, servicial, gentil,
gracioso, apacible, afable”. Es decir, son rasgos de un carácter
determinado por el propio temperamento y por la formación de
la personalidad. Para el cristiano, la amabilidad es una
manifestación del carácter de Dios en nuestras vidas. El
Espíritu Santo, desde que aceptamos a Jesús como Señor y
Salvador, siembra en nosotros ese fruto, el cual se va desarro-
llando si nos disponemos , esforzamos y lo vivimos. 1 Pedro 3 : 4
hace una sencilla descripción sobre este fruto, refiriéndose a las
mujeres
“Vuestro atavío no sea el externo de peinados os-
tentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos,
sino el interno, el del corazón, en el incorrupti-
ble ornato de un espíritu afable y apacible, que
es de gran estima delante de Dios”
1. Su entrega total
En primer lugar, creemos que la máxima manifestación de
su bondad como atributo y su amabilidad como su manera de
ser o caracter, es haber dado a su hijo unigénito, a quien lo en-
La amabilidad 129 Hugo Tello P.
3. Se humilló
No hay verdadera entrega ni servicio sin humildad. La
escena bíblica de Jesús lavando los pies a sus discípulos es el
claro ajemplo, tal como él mismo lo estableció, del humilde y
sacrificial servicio a los demás. En el contexto histórico de ese
pasaje, los judíos andaban con sandalias, que no protegían los
pies de la suciedad ni del daño de esos caminos polvorientos y
pedregosos de Israel, por eso para ellos era un servicio muy
grato y necesario que les lavaran los pies. Este trabajo estaba
reservado para los esclavos. Jesús tomó el papel de uno de ellos,
para mostrar su amabilidad con sus discíplos. Por eso terminó
diciendo en Jn. 13 : 14
“Pues si yo, el Señor y Maestro, he lavado vues-
tros piés, vosotros también debeis lavaros los
pies los unos a los otros”
Algo más : aquí el énfasis no es “sanidad interior” o per-
donarse unos a otros, sino el hecho real de ayudarse y servirse
aún en las cosas más incómodas, como por ejemplo atender a
un familiar anciano en sus necesidades físicas ( cuando éste ya
no pueda hacerlo…)
4. Su cobertura y cuidado
Otra muestra de la benevolencia de Dios, es su tierno
cuidado de nosotros. Dos versículos preciosos de la Biblia
muestran ese carácter del Señor . Veamos Sal. 91 : 4
9. Su gloria eterna
La máxima manifestación de la benovolencia divina para con
nosotros, es que nos recogió del lodo cenagoso, nos limpió, nos
sanó y finalmente nos llevará con él a la gloria eterna, donde ya
no habrá llanto ni enfermedad, no más tristeza y dolor. Todo
eso lo conquistó nuestro Mesías, muriendo por nosotros en la
cruz del calvario y librándonos del imperio del pecado y de la
muerte ( Rom. 6 : 23)
La amabilidad en el cristiano
6. La afabilidad :
Este término nos habla de la sana emotividad , la simpatía,
la sencillez, la suavidad y la franqueza en el trato con los de-
más . En estos tiempos de tanta violencia verbal y aún física en
los pueblos, el consejo bíblico de Prov. 15: 1, cobra gran vigencia
“La blanda respuesta quita la ira, mas la pala-
bra áspera, hace subir el furor”
Evidentemente, la afabilidad es sinónimo de amabilidad,
pero hay un énfasis en la ternura, como dice 1 Tes. 2 : 7
“Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la no-
driza que cuida con ternura a sus propios hijos”
La afectividad, es asimismo propio de la afabilidad. Tal
como estudiamos en el capítulo del Amor (Los adornos del
amor), la afectividad tiene que ver con un conjunto de
manifestaciones tanto verbales, gestuales y físicas con las otras
personas, de tal manera que las hagamos sentir bien. En ese
capítulo explicamos que por ejemplo para los niños y los
ancianos, las caricias tienen un valor tan grande, que muchos
mueren por falta de ellas. Palabras como “bebé lindo”, “viejito
precioso” , palmaditas en los hombros, caricias en la cabeza,
son muestras de esa sana afectividad.
Lo que no es amabilidad
del carro a la esposa, etc. Como alguien que era “muy cortés”,
pero según él mismo confesó que cada vez que lo hacía, le
mentaba la madre en su mente, a quien era favorecido con su
“cortesía”. Es decir, estas cosas sin amor son como el címbalo
que resuena o de manera más sencilla, como una lata vieja que
se repiquetea.
4.La hipocresía
Es decir una cosa, pensando o sintiendo otra. Es muy usual
en los matrimonios de muchos años. Un marido le decía a su
mujer : “¡Qué bonito te ves con ese pantalón!”, pero en su
corazón pensaba “¡qué horrible se ve, con esas piernas tan
flacas!”.
5.La familiaridad artificial
Conocido también como exceso de confianza con personas
poco conocidas, a las que podemos hacerles sentir “en casa” ,
“entre amigos, entre hermanos de la fe” , pero es solamente una
estrategia muchas veces proselitista, para “ganarlos” hacia
“nuestra iglesia” . ¡Cuántas frustraciones podríamos evitar entre
los nuevos convertidos si fuéramos sinceros desde el comien-
zo! . El Señor dice : “Hablad la verdad cada uno con su prójimo”
(Ef. 4 : 25)
6.Complacencia dañina o permisividad
Muchos padres de familia, por supuesto amor a sus hijos les
permiten hacer cosas incovenientes , es decir, los alcahuetean .
Eso no es amabilidad, todo lo contrario . Prov. 13 : 24 dice :
“ El que detiene el castigo , a su hijo aborrece;
mas el que lo ama, desde temprano lo corrige”
7.Asumir compromisos que no se pueden cumplir
¡Cuántas promesas se hacen en este tiempo, pero “¡por
simple amabilidad!”… La gentes luego, no las cumplen aún al
interior de la Iglesia; hay también muchos casos de personas
que no respetando incluso las jerarquías congregacionales ofre-
La amabilidad 149 Hugo Tello P.
Capítulo IX
La bondad en el cristiano
El diccionario de la Lengua Española define la bondad
como la natural inclinación a hacer el bien. En esto, diferimos
los cristianos, pues sabemos que el hombre no es bueno “per
sé”, porque nuestra naturaleza ha sido dañada por el pecado.
Veamos lo que Jesús respondió cuando aquel joven le llamó
bueno, Marc. 10 : 18 dice
“¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno
sino solo Dios”
Obviamente, el Señor se está refiriendo a la naturaleza
humana dañada por el pecado, la misma que él tomó para
poder salvarnos (Fil. 2 : 5-8) . Otro texto revelador de la calidad
de nuestra bondad humana, es Is. 64 : 6
“Si bien todos nosotros somos como suciedad,
y todas nuestras justicias como trapo de inmun-
dicia; y caímos todos nosotros como la hoja y
nuestras maldades nos llevaron como viento”
Por eso, que cualquier justicia, misericordia o fidelidad que
son algunos componentes de la bondad, tienen que darse en
Cristo y por Cristo, pues somos su justicia (Ef. 6 : 14) . No
podemos tener bondad alguna lejos de Dios. Veamos Sal. 6 : 2 y
Jn. 15 : 5
“Oh alma mía, dijiste a Jehová : Tú eres mi Señor;
no hay para mí bien fuera de ti”
“Yo soy la vid, vosotros los pámpanos ; el que per-
nece en mí y yo en él, este lleva mucho fruto;
porque separados de mí, nada podéis hacer”
El pretender “ser bueno o hacer bondades” lejos de Dios, re-
La bondad 152 Hugo Tello P.
“ ¿Á quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra.
Mi carne y mi corazón desfallecen; mas la roca de mi corazón y mi porción es
Dios para siempre. Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán; tú
destruirás a todo aquel que de ti se aparta. Pero en cuanto a mí, el acercarme a
Dios es el bien; he puesto en Jehová el Señor mi esperanza, para contar todas
sus obras”
Dios es bueno, y si él permite aflicciones en nuestra vida
bendito sea su nombre, pues todas las cosas obran para bien a
quienes le amamos y hemos sido llamados conforme a su
propósito (Rom. 8 :28) , lo que no niega que a Dios no le agrada
la injusticia social en ninguna de sus formas.
La bondad 157 Hugo Tello P.
personales.
6.Enfermedades como consecuencia de la rebelión :
En el capítulo 28 de Deuteronomio , hay varios versículos
que señalan claramente la consecuencia de la rebeldía del
pueblo de Dios . Claro que muchos dicen, que esos fueron
castigos para los israelitas y que no aplican para nosotros …
Para no enfrascarnos en dicha discusión, solamente señalare-
mos lo que dicen esos versículos del mencionado capítulo
-15 “Pero acontecerá, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para procurar
cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy; que
vendrán sobre ti todas estas maldiciones , y te alcanzarán”
-22 “Jehová te herirá de tisis, de fiebre, de inflamación y de ardor, con sequía,
con calamidad repentina y con añublo; y te perseguirán hasta que perezcas”
-27-28 “Jehová te herirá con úlcera de Egipto, con tumores, con sarna, y con
comezón que no puedas ser curado. Jehová te herirá con locura, ceguera y
turbación de espíritu…”
¿Son aplicables estas sentencias en estos días, de acuerdo a
la bondad de Dios? . Veamos el ejemplo de lo que comentamos
sobre 1 Cor. 11 : 29-32 . La orden del Señor de no comer la Cena
del Señor sin discernir su Cuerpo, es un mandamiento divino,
su transgresión como vimos trae juicio y castigo. La consecuen-
cia son enfermedades, debilidades y hasta la muerte… Luego,
¿hay consecuencias en la salud por causa de la rebeldía?, ¿ sí o
no?... ¡La respuesta es obvia!
7. Enfermedades por operaciones diabólicas :
Jesús nos enseña la existencia de un espíritu maligno
llamado “espíritu de enfermedad” y cómo hay que liberar a la
persona enferma por ese tipo de opresión. Veamos al respecto
Luc. 13 : 11-13, 16 :
“Enseñaba Jesús en una sinagoga en el día de
reposo; y había allí una mujer que desde ha-
cía dieciocho años tenía espíritu de enferme-
dad, y andaba encorvada, y en ninguna ma-
La bondad 163 Hugo Tello P.
La bondad en el cristiano
propio de los fariseos, que hacían tocar trompeta cada vez que
daban una limosna o ayudaban a un pobre (Mat. 6: 1-4) . En
nuestros tiempos hay muchos líderes mundiales, artistas,
religiosos, etc. que hacen exactamente lo mismo : Dan grandes
donativos, hacen tremendos “sacrificios” de abrazar a los
indigentes, tocan las llagas sangrantes, etc., pero teniendo
mucho cuidado de tener las cámaras de la TV enfocando sus
“grandes actos de bondad”. Y no es extraño, que después, los
canonicen, los pongan en los altares para ser venerados como
“santos”. El Señor lo advirtió muy claramente en Mat. 6 : 3
“Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo
que hace tu derecha, para que sea tu limosna en
secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompen-
sará en público”
La fe 181 Hugo Tello P.
Capítulo X
La fe en el cristiano
La fe, como sabemos es la llave maestra de toda la vida
cristiana. Por la fe, ingresamos en el reino de Dios, por la fe
crecemos, permanecemos y llegamos a la meta. Para entender
la fe, empecemos haciendo distinción entre lo que es la fe
natural y la fe espiritual:
LA FE NATURAL : Es producto de nuestras experiencias en el
campo Psico-físico. Por ejemplo, tengo fe de que el agua es
necesaria para calmar mi sed, que una comida es buena para
mantener mi vida. Desde niños hemos aprendido, que las cosas
naturales o elaboradas son para nuestro beneficio y otras
también pueden dañarnos. No hay nadie que pueda vivir sin
estas experiencias.
Las experiencias son incluso aprendizajes animales, pues
aún las especies más diminutas, aprenden que ciertas cosas son
benéficas y otras dañinas : algunos le llamarán a esto instinto de
conservación. ¿Tienen fe los animales? . Sí podrían tenerlo en
cierto grado en cuanto confianza o de desconfianza en las cosas
y en el funcionamiento de los fenómenos. La fe natural
entonces, está profundamente ligada con las experiencias y los
aprendizajes
La fe natural llega también , no solamente al nivel de
experiencias aprendidas, sino también al de las convicciones.
Por ejemplo, yo creo que el conductor del bus no me abando-
nará a mitad de camino. Yo sé, estoy seguro, que pagué el
pasaje, para recibir el servicio respectivo. Y así por el estilo; el
La fe 182 Hugo Tello P.
La convicción de lo que no se ve
Aprender a hablar
Muchos hermanos de la fe critican las “proclamas”, el
“lanzar palabra”, el “hablar positivo”, etc. los tildan gene-
ralmente de magia religiosa, hechicería o cosas semejantes. Por
eso caben algunas aclaraciones sobre este particular, porque
Dios mismo habla de manera sorprendente como lo dicho en
Rom. 4 : 17
“(como está escrito: Te he puesto por padre de
muchas gentes) delante de Dios, a quien creyó,
el cual da vida a los muertos, y llama a las co-
sas que no son, como si fuesen”
En la versión Biblia de las Américas, se usa los términos “las
cosas que no existen, como si existieran”. Esto nos muestra la
interdependencia del mundo invisible con lo visible, pues las
cosas que se ven fueron creadas de las que no se veían, y la fe es
la convicción de lo que no se ve (Heb. 11 : 1 , 3) . Luego, en el
hablar la palabra hay poder, no del nuestro, sino de Dios. Si la
proclama es de lo que él dice, si el lanzar palabra es la suya o el
hablar positivo está basado en lo que Dios piensa, estamos
bien. Así se cumplirá, porque la Palabra de Dios no vuelve vacía
(Is.55 : 10) . Otra cosa es hablar “cosas” sin el resplado de la
Biblia, usando nada más que nuestro YO de ministros, nuestra
condición de Apóstoles, Profetas, etc. para hacer asevera-
ciones sin sustento bíblico.Las palabras se cumplen dependien-
do de quién las dice, si es Dios, así será, si es del hombre, mejor
será que no se cumpla...
Aprender a ejercer autoridad
Como dijimos hay autoridad en la palabra de Dios. Po-
demos pues proclamarla, decirla para que se cumpla, pero ¿qué
pasa por ejemplo con quienes ordenan a un enfermo : “¡en el
La fe 191 Hugo Tello P.
“Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley
también perecerán; y todos los que bajo la ley
han pecado, por la ley serán juzgados; porque
no son los oidores de la ley los justos ante Dios,
sino los hacedores de la ley serán justificados”
El Apóstol Santiago complementa estos enunciados en Sant.
2 : 17
“Así también la fe, sino tiene obras, es muerta
en sí misma”
De manera sencilla y para efectos de este libro, las obras de
la fe son : amor, gozo, paz, paciencia, bondad, amabilidad, fe,
humildad y dominio propio , como prácticas permanentes en
nuestra vida cristiana.
Lo que no es la fe
El creyencerismo
Podemos definirlo como la actitud de una persona a creer
fácilmente lo que le dicen, sin mayor descernimiento de la
verdad. La primera causa de esto, es la ignorancia. Cuando el
cristiano no se instruye en la Palabra podría llegar a ser fácil
presa de falsas enseñanzas y falsas doctrinas. Veamos algunas
que están de “moda” en estos principios del sigloXXI :
La falsa doctrina de la prosperidad
Que Dios quiere prosperarnos integralmente, es una verdad
insoslayable, pero hacer énfasis en el bienestar material como
propósito y objetivo de la Iglesia ha hecho caer a muchas
organizaciones humanas en lo que no solamente el mundo
secular, sino dentro de las congregaciones se está criticando
como la doctrina de la falsa prosperidad. Ahora bien, ¿cómo
cae un cristiano en este creyencerismo? . Veamos :
1.En los años 70 en los Estados Unidos nació un “movimiento
de la prosperidad” que enseñó a los creyentes a “confesarlo y
recibirlo”. El movimiento, obviamente usó de la gran cantidad
de enseñanzas bíblicas sobre la prosperidad, que son realiza-
bles por medio de la fe y de la obediencia, pero para conducir-
los a una especie de “mecanicismo” enunciado mas o menos
así : “Siembra, cree y recibe la cosecha sobre abundante”, esto,
soslayando el tema de la santidad. Aclaremos a la luz de Mat.
6: 33 donde el primer énfasis no es en “sembrar”, sino en
“buscar el reino de Dios y su justicia”, es decir, vivir en
santidad. La primera búsqueda del cristiano no es suplir sus
necesidades materiales, sino su recta relación con Dios. Ejem-
plo: Yo necesito una refrigeradora en mi hogar, entonces sé por
por fe que Dios me lo suplirá, conforme a sus riquezas en gloria
La fe 210 Hugo Tello P.
La fe y el Ecumenismo
Numerosas denominaciones eclesiales han dado pasos
tratando de unificar religiones, como es el caso del Consejo
Mundial de Iglesias (CMI) que dicen tener unas 350 congrega-
ciones en el mundo. Sus reuniones con la Iglesia Católica, dan-
La fe 217 Hugo Tello P.
La fe mercantilista
Ponerle precio a las cosas sagradas es evidentemente
apostatar de la fe verdadera . La Iglesia Católica ha convertido
en práctica “normal” ponerle precio a los Bautizos, las Misas,
los Responsos, etc. , pero en la Iglesia Cristiana en los últimos
La fe 219 Hugo Tello P.
Capítulo XI
La humildad en el
cristiano
Qué es humildad
Hasta la muerte
El amor sacrificial de Jesús fue hasta lo máximo . Su hu-
mildad lo hizo obediente hasta la muerte en cruz. Esta es la
característica máxima de esta virtud cristiana que estamos
estudiando. En la obra del Señor hay muchas oportunidades en
las que nos veremos en esa encrucijada. Quienes han partido a
lejanas tierras donde está prohibido bajo pena de muerte el
predicar a Cristo o difundir las Escrituras, toman esa decisión
trascendental. Los que trabajamos en áreas de alto riesgo social,
tenemos también cierto nivel de riesgo y en general, el
crecimiento del Reino los conlleva . Para seguir los pasos del
Señor, nuestra disposición de ánimo debe ser siempre : hasta
la muerte… Poner nuestras vidas por delante para cualquier
labor que emprendamos como siervos del Señor, es el camino
correcto, porque lo contrario : el limitarnos sólo a lo cómodo o
lo “seguro” estaría poniendo freno a la obra de Dios. Somos de
Él , le pertenecemos totalmente, así lo dice 1 Cor.6 :20
“Porque habéis sido comprados por precio; glorificad,
pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu,
los cuales son de Dios”
Ese precio con el cual fuimos comprados, es la preciosa
Sangre de Cristo. Muchos dicen que la nuestra salvación es
totalmente gratuita, no nos costó nada. Sí, a nosotros no nos
costó nada, pero a Cristo le costó su propia vida y su sangre
bendita derramada hasta la última gota. Pero, después de
salvos, ¿qué privilegio más grande que dar nuestras vidas por
Aquél que nos amó hasta la muerte?...
4. El orgullo espiritual
Este terrible enemigo del fruto Humildad, es uno de los más
peligrosos en la vida cristiana pues le gusta esconderse en los
círculos más altos del liderazgo y suele disfrazarse como una
gran modestia y piedad. Algunas de sus manifestaciones muy
conocidas son las siguientes y las exponemos para que
tengamos cuidado de ellas :
a.Predico a los demás, pero no a mí mismo : El caso del
profeta Isaías es típico para entenderlo. Durante los cinco
primeros capítulos de su libro, él le habla a los demás, con los
términos más duros sobre la santidad y de la relación con Dios.
Pero cuando vemos la experiencia personal que tuvo con el
Señor, lo que se detalla en el Cap. VI, él concluye diciendo en el
verso 5
“Entonces dije : ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo
hombre inmundo de labios, y habitando en medio de
pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al
Rey, Jehová de los ejércitos”
Esta actitud humilde del Profeta le permitió recibir el
tratamiento del Señor para ser purificado y luego recibir el gran
llamado que tuvo este hombre de Dios.
Otro tanto sucedió con Job. Los 41 primeros capítulos del
libro, hablan de la lucha de este personaje por afirmarse en su
auténtica posición con Dios, en medio de los tremendos sufri-
mientos que tuvo que pasar . En el Cap. 42, versos 5-6 dice:
“De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven. Por
tanto me aborrezco en polvo y ceniza”
La enseñanza bíblica es clara y meridiana, que la mirada al
pecado primero debe darse en nosotros antes que en los demás.
Antes de juzgar a otro, debemos hacerlo prioritariamente con
nosotros mismos. Jesús lo puntualiza así en Mat. 7:5
La humildad 251 Hugo Tello P.
Lo que no es humildad
El “pobrecito o pobrecita”
Hay personas que hacen ese papel, mostrando una especie
de miseria lamentable, que nos llama a tenerles lástima. La
Biblia, saca a la luz este comportamiento en la persona de
Judas, quien después de cometer el terrible pecado de vender a
Jesús, muestra una imagen de “arrepentido” ante las autorida-
des judías, pero sin ninguna sinceridad. Leamos Mateo 27: 3-5
“Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que
era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas
de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos,
diciendo:
La humildad 256 Hugo Tello P.
Capítulo XII
La templanza o dominio
propio en el cristiano
Esta parte del fruto del Espíritu Santo como lo es la
Humildad y las otras manifestaciones que hemos visto, son
interdependientes . En este último caso, es la que permite dar
medida exacta a las demás. Por ejemplo, el amor , si se excede
se vuelve inauténtico y si falta , igual. Veamos para ello, algunas
definiciones de la templanza o dominio propio como se
anuncia tradicionalmente.
La llamada Psicología Positiva la conoce mayormente como
Templanza y Trascendencia y algunos de sus conceptos son
muy importantes para que podamos comprender luego el
pensamiento bíblico sobre este tema tan crucial dentro del
carácter del cristiano :
-La templanza es la virtud de la sobriedad que permite conocer las
verdaderas necesidades de cada persona en contraposición de los
excesos del ego
-La sobriedad nos hace manejar de manera adecuada nuestros
recursos físicos, intelectuales, económicos, etc. para nuestro
propio bienestar
-La templanza nos da moderación, medida y castidad
-Nos da el órden propio interior, que controla los posibles excesos
de nuestro instinto de autoafirmación
-Ordena nuestras necesidades primarias, contra la tendencia al
placer (lujuria, gula, deseos desordenados)
-La verdadera valentía se encuentra en la templanza
-Toda destemplanza, que es la búsqueda descontrolada del ego,
La templanza 262 Hugo Tello P.
siempre fracasa
-La templanza lucha contra los apegos impuros
-La templanza es también prudencia, equilibrio, y domina la
impulsividad.
muerta en sí misma”
Aquí vemos el dominio propio en su dimensión activa y no
solamente de control pasivo del carácter. ¡Hay que actuar,
cuando es necesario hacerlo!
En la paciencia
La templanza es la necesaria compañera de la paciencia a
fin de que esta no se vuelva alcahuetería, especialmente en la
disciplina de nuestros hijos. Porque muchos padres “dejan
hacer y dejan pasar” situaciones de mal comportamiento en sus
hijos. Pero ¡ojo!, no les estamos diciendo que lo maltraten. Tal
como explicamos ampliamente en nuestro libro “Cómo disci-
plinar sin maltratar”, es necesaria una buena interpretación de
los textos bíblicos sobre la corrección y el castigo para no
desviarse de la sana doctrina de la disciplina bíblica. Veamos
por ejemplo Prov. 13 : 24
zón estaba muy pegado a los bienes de este mundo, pues hacía
negocios muy lucrativos a su favor (engañando en el precio a
los clientes) y le llamaba “grandes bendiciones de Dios” a
dichas ganancias . Una predicación por la Radio le hizo abrir
los ojos a la verdad. Se arrepintió, cambió de conducta y desde
entonces sí tuvo realmente una comunión íntima con el Señor.
Control del temperamento
Todos nacemos con temperamentos definidos. Según la
escuela Psicológica más popular son : Colérico-Sanguíneo-
Melancólico-Flemático. Cada uno de esos temperamentos
tiene fortalezas y debilidades. Por ejemplo, el Sanguíneo tiene la
fortaleza de comunicarse y socializar fácilmente, pero por otro
lado “la adornan” debilidades como el desórden y la irrespon-
sabilidad. Ahora bien, el Espíritu Santo trabajará diariamente
en nosotros, si se lo permitimos a través del dominio propio,
hasta conseguir el carácter de Cristo, así lo dice Pablo en Fil. 3:
13-14
“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado;
pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda
atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a
la meta, al supremo llamamiento de Dios en Cristo
Jesús”
La buena obra que ha comenzado el Señor en cada uno de
nosotros, con toda seguridad él la perfeccionará hasta el día de
Jesucristo ( Fil. 1 : 6) . Nuestros temperamentos manejados por
el Espíritu Santo, son la mejor garantía para nuestro futuro
glorioso en el cielo y nuestra prosperidad integral en este
mundo.
Cambio de la manera de pensar
La mente humana, sin control o dominio propio , se
desborda hacia lo negativo. Por ejemplo, la llamada “mente
carnal” al recibir una información a través de la vista (una esce-
La templanza 271 Hugo Tello P.
No es dureza de carácter
Hay cristianos insensibles al dolor de los demás, de tal
manera que critican a quienes lloran o se lamentan por sus
problemas, sean de salud u otros. Se oponen a todo luto y
pretenden ser “fuertes” disfrazando así su falta de amor. La
Biblia dice claramente en Rom. 12 : 15
“Gozaos con lo que se gozan; llorad con los que lloran”
Jesús mismo lloró frente a la tumba de Lázaro y aunque han
habido muchas interpretaciones sobre ese llanto, la verdad es
que el Señor mostró su sensibilidad . Y no porque estuviera
lleno de dominio propio, dejó de sentir . De igual manera los
cristianos somos sensibles aunque no emocionales. Estamos en
la carne, aunque no militamos conforme a la carne (2 Cor.10:3)
No es indolencia
El Señor claramente lo manifiesta en Jer. 48 : 10
“Maldito el que hiciere indolentemente la obra de Jehová,
y maldito el que detuviere de la sangre su espada”
La indolencia tiene mucho que ver con el descuido, la
mediocridad o el desinterés en hacer la obra del Señor. Lo que
debe ser correcto en este caso es la excelencia para lo que se
requiere del dominio de la apatía, o incluso de aquel grave
pecado de Esaú que es profanar las cosas santas a través del
desinterés, pues él, vendió su primogenitura por un plato de
lentejas y no porque tuviera mucha hambre, sino por lo que
dijo. Veamos Gén. 25 : 32
“He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá
mi primogenitura?”
Si él hubiera sabido dominar ese “mal genio” propio de la
amargura, no hubiera profanado la santidad de su llamado
declarando tan terrible sentencia contra sí mismo. Esta actitud
de Esaú hizo cambiar la historia, pues Dios debiera presentarse
a sí mismo como : “Dios de Abraham, de Isaac y de Esaú, pero
La templanza 284 Hugo Tello P.
No es terquedad
Muchas gentes se endurecen en sus posiciones mentales, su
educación o su cultura que llegan al nivel de la necedad.
Dentro de la Iglesia, muchos líderes, que se ufanan de tener
dominio propio, en realidad son unos grandes necios y tercos
que no quieren cambiar posiciones doctrinales que claramente
son incorrectos, siendo llevados a prácticas adictivas, “cultos”
sospechosamente ocultistas, etc. De ahí surgen las sectas . La
Biblia habla de ese tipo de gentes en el libro de Apocalipsis
Cap. 9, verso 21 . Y aunque podríamos decir que de ninguna
La templanza 285 Hugo Tello P.
PALABRAS FINALES
Después de la lectura de este libro debieran quedarnos
claras algunas conclusiones :
1.Nuestra identificación como discípulos del Señor es a través
del Fruto de Espíritu Santo en nuestras vidas, no es por
cuánto nos congregamos, cuánto sabemos de la Biblia, o si
ayunamos, oramos mucho, etc. Siendo esas prácticas de
piedad correctas y hermosas, sin embargo nada puede
substituir al mandato divino : “Por sus frutos los
conoceréis”.
2.Hay una diferencia marcada entre el ejercicio de los Dones
Espirituales y el Fruto del Espíritu Santo. El Señor nos aclara
que muchos se presentarán en el juicio final exhibiendo como
galardón personal el haber hecho muchos milagros, pero se-
rán desechados, pues no dieron el fruto requerido.
3.La principal crisis de la Iglesia en nuestros tiempos es la
falta de buen testimonio, esto, porque se ha descuidado
ostensiblemente la prédica, la enseñanza y el ejercicio del
Fruto del Espíritu Santo.
4.En todas las manifestaciones : Amor, gozo, paz, paciencia,
amabilidad, bondad, fe, humildad y dominio propio, no se
trata simplemente de conocerlos teóricamente, sino ponerlos
por obra en todo nuestro quehacer diario, no solamente en el
Templo como parece estar sucediendo lamentablemente
5.Todo el Fruto ha sido implantado en nuestros corazones,
desde cuando recibimos al Jesucristo como Señor de nues-
tras vidas. Lo siguiente es desarrollarlos y vivirlos. En este
libro hemos tratado de presentar las pautas que están
escritas en la Biblia con ese propósito
6.¿Cómo espera el mundo de los cristianos en estos días de
tanta violencia y conflicto social? : Que seamos lo que
predicamos : En primer lugar, llenos de amor por todos. Que
la paz, la alegría en nuestro vivir los sorprendan favorable-
Palabras finales 287 Hugo Tello P.
BIBLIOGRAFIA