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Tipología de falacias presentes en la oratoria jurídica

Falacia del «obscurum per obscuris» (Falacia que apela a la confusión en vez de la
claridad)
Cuando el desarrollo de un argumento consiste en explicaciones poco o nada iluminadoras
que generan convicción, a pesar de ser tanto o más oscuras que aquello que se pretende
explicar, algunos han creído que se puede diagnosticar una falacia denominada falacia del
obscurum per obscuris. Realmente no se trata de un error argumentativo, sino de un simple
non-sequitur, de modo que más bien cabe hablar de truco retórico.
Ejemplo:
 La "injuria grave", contemplada en el artículo 279, fracción XI, del Código Civil
para el Estado de Oaxaca, como causal de disolución del vínculo matrimonial, se
constituye no sólo por la expresión injuriosa, sino también por el acto o
conducta, productor de vejación, menosprecio, ultraje u ofensa contra la mutua
consideración, respeto y afecto que ambos cónyuges se deben proporcionar y
que hagan imposible la vida conyugal, debido a la intención de humillar y
despreciar con la que profirieron las palabras o se ejecutaron los hechos. En ese
orden de ideas, la negativa del débito carnal, aun cuando no está considerada
específicamente como causa de divorcio, constituye, una conducta ofensiva
hacia el otro cónyuge, de tal manera injuriosa, que por su gravedad puede llegar
a actualizar la causa de divorcio apuntada. Tesis Aislada (Civil): 176554.

Falacias por ambigüedad


Algunos términos lingüísticos expresan distintos significados: 'banco', 'ley' o 'capitalismo'
son algunos de ellos. (…) Su ambigüedad puede ser inocua a la hora de entender el
argumento que los contiene. [En el discurso jurídico, existen los siguientes términos
ambiguos: 'sanción', 'convenio', 'derecho', etc. La falacia se da cuando se usa esta
ambigüedad para aprovechar incorrectamente los dos significados al momento de
argumentar]
Ejemplo:
 Las leyes no se redactan o se conciben solas: debe haber un legislador para ello.
Sabemos que el universo está gobernado por leyes, así que debe haber un
legislador universal.

Falacia del espantapájaros


La denominación de esta falacia revela claramente en qué consiste: en convertir al
partidario de la tesis que se critica o la tesis misma en un mero testaferro o en una figura o
versión caricaturizada, débil y simplista. Hay varios modos de caricaturizar una tesis: por
simplificación (olvidando precisiones sutiles relevantes), por reconstrucción distorsionada
y por extrapolación ilícita (realizando inferencias no implicadas por su contenido).
Ejemplo:
 A: Algunos animales, por ejemplo, los grandes simios, en la medida en que
sienten dolor y tienen expectativas de futuro, forman parte de la comunidad
moral, así que tienen derecho a no ser torturados ni usados instrumentalmente
para fines humanos caprichosos.
R: ¡Tanto hablar de los animales y sus derechos! Cuando vayas caminando por
un parque, ¡ten cuidado con no pisar una hormiga!

Falacia de la bifurcación o falso dilema


La falacia del falso dilema consiste en reducir el espectro de las opciones a dos cuando
existen más de dos posibles.
Ejemplos:
 Profesor: Si se admite una perspectiva iuspositivista de la ley entonces se
observa una separación entre derecho y moral, de lo contrario, tu enfoque es
iusnaturalista.
 La mujer y el hombre son iguales ante la ley. (Artículo 4 de la CPEUM). Esto,
desde la teoría de género aplicada al derecho, es reduccionista.

Falacias «ad hominem» (Falacia hacia la persona y no al argumento)


La falacia ad hominem es una de las formas más habituales de intento vano por refutar los
argumentos del adversario en una discusión crítica. Consiste en atacar a la persona que
formula el argumento (ad personam) en lugar de atacar el argumento mismo (ad rem) y
pasarle así la carga de la prueba, es decir, la obligación de justificarse, cuando realmente le
corresponde al otro hacerlo.
Ejemplos:
 Testigo experto de la acusación: Como psiquiatra en activo y tras el análisis del
caso que presento, creo que el acusado está tan sano como cualquier miembro
del jurado.
Abogado defensor: Ya. ¿En cuántos casos penales ha participado usted?
¿Cuánto le pagan por cada caso? ¿Cuánto tiempo pasa usted en la carretera
yendo de uno a otro de estos juicios? ¿Cuándo tiene tiempo de practicar su
profesión en la consulta? ¿No habrá perdido usted la pericia profesional, con
tanto juicio? No hay más preguntas, gracias.
 No eres abogado, por eso no entiendes de derecho. Tu opinión sobre la
viabilidad de esta nueva ley no es válida. («envenenando el pozo»)

Falacia «ad verecundiam» (Falacia de autoridad)


Consiste en creer suficiente con apelar a una autoridad que defiende una postura para creer
que esa postura es correcta o verdadera.
Ejemplos:
 La SCJN, el más alto tribunal del país e intérprete de la Constitución, estableció
una mejor pregunta para el caso de la consulta popular contra los ex presidentes.
 El brocardo Dura lex, sed lex justificó la famosa “ley bala”.

Falacia «ad baculum» (Falacia de apelación a la fuerza)


En los casos de falacias ad baculum hay una referencia implícita al potencial temor del
interlocutor a sufrir el daño con el que se le amenaza.
Ejemplos:
 Las medidas excepcionales en las prisiones de Guantánamo, contrarias al
derecho de habeas corpus, son necesarias contra los terroristas, de lo contrario
ellos destruirán nuestro modo de vida norteamericana y el de los países
demócratas.
 No tiene sentido ir a la marcha y ejercer lo que llamas “derecho a la protesta”,
pues la autoridad no lo reconoce y envía a policías a reprimir la manifestación.

Falacia de la pregunta compleja


Esta falacia sólo es tal cuando la presuposición es falsa o no justificada y la pregunta aspira
a establecerla como verdadera o justificada sin más.(…) Se formula una pregunta
presuponiendo otra. Se formula una pregunta con falsa suposición. Se formula una pregunta
compleja exigiendo una respuesta simple (p. ej., «sí» o «no» en las preguntas decisivas).
Ejemplos:
 ¿Por qué la esclavitud en los Estados Unidos fue la peor que el mundo ha
conocido?
 ¿Está usted de acuerdo que cuando alguien mata a una persona se convierte en
un asesino? Dígame sí o no.

Fuente: Bordes Solanas, Monserrat, Las trampas de Circe: falacias lógicas y argumentación informal,
Madrid, Cátedra, 2011.

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