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LA PARTICIPACIÓN POLÍTICA DE LA
MUJER EN TIEMPOS MODERNOS LA CIUDAD DE PUNO
DOCENTE:
M.Sc. : LEÓN ISAAC QUISPE HUARANCA
DISCENTES:
CONDORI MAMANI CONCEPCION EMILY
SEMESTRE: V GRUPO: B
PUNO-PERU
INTRODUCCIÓN
Las mujeres constituyen la mitad de la població n mundial. Histó ricamente han estado
confinadas al mundo privado y su aporte al desarrollo de la sociedad ha sido
visibilizado a través de la naturalizació n del trabajo de reproducció n bioló gica y social.
Desvalorizadas y subordinadas al poder masculino han vivido discriminadas y
desprovistas de derechos. Durante el siglo XX las mujeres se han ido incorporando
masivamente al mundo pú blico insertá ndose aceleradamente en el trabajo productivo
y en la acció n comunitaria y social y, má s lentamente, en el á mbito político. A pesar de
ello, la situació n de discriminació n y subordinació n en que viven persiste y se
reproduce constituyendo un freno al desarrollo individual y de la sociedad en su
conjunto.
Las formas histó ricas en que se vive la ciudadanía son distintas y diferenciadas para
hombres y para mujeres y los derechos aunque aparentemente iguales no valen lo
mismo. Las razones para sostener tal afirmació n son de cará cter socio genérico, es
decir, que se refieren directamente a las formas de construcció n social de las
identidades masculina y femenina fundadas en condiciones de discriminació n,
desigualdad y exclusió n hacia las mujeres.
Cuando nos referimos a la participació n política de las mujeres surgen dos preguntas
recurrentes: qué cambios implica en el modo de hacer política y qué impacto tiene en
la vida de las otras mujeres.
En tiempos en que el mercado se impone sobre la ciudadanía impulsar la participació n
de las mujeres en los espacios de decisió n formales es fundamental, pero mujeres
comprometidas con la democracia y con la tarea de transformar la situació n femenina
en nuestras sociedades.
Son importantes los mecanismos existentes para promover esta participació n, pero
ello no garantiza el compromiso de género ni la vocació n democrá tica de las mujeres
que optan por la política.
La participació n política de las mujeres es esencial para la construcció n de la
democracia de nuestro país, pero debe ser una participació n autó noma, eficiente y
comprometida, que permita a las mujeres desarrollar todas sus capacidades.
Precisamente esta trabajo apunta a propiciar una espacio de reflexió n y de debate
sobre este tema y animar a las mujeres que tengan vocació n para actuar en política a
que lo hagan, pero marcando la diferencia frente al modo lamentable en que opera
hoy el ejercicio del cargo político en nuestro país, salvo excepciones.
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Las mujeres constituyen la mitad de la població n mundial. Histó ricamente han estado
confinadas al mundo privado, y su aporte al desarrollo de la sociedad ha sido
visibilizado a través de la naturalizació n del trabajo de reproducció n bioló gica y social.
Desvalorizadas y subordinadas al poder masculino, han vivido discriminadas y
desprovistas de derechos. Durante el siglo XX, las mujeres se fueron incorporando
masivamente al mundo pú blico, insertá ndose aceleradamente en el trabajo
productivo y la acció n comunitaria y social y, má s lentamente, en el á mbito político.
Massolo, Alejandra (2007) nos dice que. Durante las ú ltimas tres décadas, en América
Latina y el Caribe se ha instaurado o reinstaurado la democracia y así se han obtenido
logros significativos relacionados con la política y la legislació n con la política y
legislació n de los derechos de la mujer, la discriminació n, violencia familiar, derechos
reproductivos y acciones afirmativas. En la medida en que las mujeres lleguen a
constituir una “masa crítica” el poder ejecutivo, legislativo y municipal, podrá n tener
mayor capacidad para influir en los debates y en la agenda política de sus países,
Una de las marcas má s distintivas de América Latina en las décadas que enlazan el
siglo XX con el XXI, es la creciente presencia de las mujeres como actoras colectivas – e
individuales – de los escenarios pú blicos y políticos, para contribuir en la construcció n
de una cultura latinoamericana de derechos. Sin embargo, es necesario reconocer las
diferentes prá cticas que contiene el movimiento social de mujeres latinoamericanas
de manera de evitar, caer en una simplificació n empírica y un reduccionismo político,
que llevan a enfocar la atenció n en las prá cticas má s visibles de la protesta, tales como
la confrontació n con el Estado, o a sobredimensionar el impacto en las políticas del
Estado, y dejar de lado o en el anonimato prá cticas menos visibles que se dan a nivel
de la vida cotidiana. Tanto la discriminació n, descalificació n, agresiones verbales y
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físicas, así como el acoso político, son problemas que afectan e inhiben el derecho a la
participació n y el desempeñ o eficaz de las mujeres en los cargos de elecció n
municipal, en prá cticamente todos los países latinoamericanos reportados en
testimonios, noticias periodísticas, denuncias y comentarios, pero aú n no se han
colocado como problemas prioritarios de investigació n en la agenda de los estudios de
género, ni en la agenda de los estudios municipales.
1.3.- PERU
En la época del gobierno de Fujimori, se dio una gran persecució n a las lideresas de
diferentes organizaciones. Desde entonces no les quedó otra alternativa que volver a
trabajar desde sus bases, para no perder de vista las estrategias que les ha permitido
avanzar a las mujeres peruanas. Este es el punto de vista de Melania, mujer indígena,
quien inició sus actividades como lideresa de una federació n provincial de mujeres, y
que luego pasó a ser Coordinadora Nacional de Organizaciones de Mujeres del Perú .
Desde estos espacios que se trabajaron propuestas y se fortaleció el tejido social. Esta
situació n fue observada por el gobierno de Fujimori, el cual adoptó medidas para no
permitir el desarrollo de las organizaciones, pues advirtió como un peligro el hecho de
que organizaciones autó nomas se vayan consolidando. Las lideresas fueron
perseguidas. Algunas murieron en el proceso organizativo. Esto obligó a replegarse al
movimiento de mujeres y volver a sus roles productivos y reproductivos en el campo.
Solas, sin ningú n tipo de apoyo, pero con toda decisió n, se pusieron a trabajar por la
defensa de sus derechos, como la participació n de las mujeres de los Andes. Siempre
lo han hecho así, de la misma manera como crían los animales o siembran quinua o
mashua.
Para enfrentar la grave crisis decidieron conformar clubes de madres, cuya misió n era
trabajar solidariamente en beneficio de la comunidad, en la bú squeda de los servicios
má s elementales para vivir: la salud, la alimentació n, el agua. De esta manera
reactivaron su participació n en la comunidad para plantear alternativas que permitan
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Los partidos políticos de alguna manera han asumido el compromiso de contar con el
30 por ciento de mujeres, pero el problema está en que no aceptan que esta
participació n sea de manera alternada. Melania reconoce que a raíz de la
implementació n de esta Ley se cuenta con má s mujeres en el Congreso y han logrado
22 regidoras (concejalas).
Las mujeres queremos una vida má s equitativa. Los talleres han sido importantes para
sensibilizarnos’, pero ahora buscan nuevos á mbitos de expresió n, donde se pueda
valorar má s la capacidad de las mujeres. Melania afirma que ’por estas razones
consideramos que la participació n de las mujeres en los niveles de decisió n son de
vital importancia para el desarrollo de los pueblos ya que damos una nueva
perspectiva a las grandes decisiones y que son de interés comunitario, no individual’.
retos y generar el cambio mientras que las mujeres celebran en todo el mundo el Día
Internacional de la Mujer, el examen de la participació n femenina en la toma de
decisiones ofrece una oportunidad para evaluar en qué forma se está n escuchando sus
voces en los directorios, los parlamentos y los tribunales.
Programa Rural Costa “á rea de apoyo a los gobiernos locales, “participació n política
de la mujer en la cuenca del Chilló n”Pgs, 124, Lima Perú .2008).Desde mi punto
de vista, la mujer hoy en día está entrando en espacios políticos se nota má s su
presencia en distintos espacios de la sociedad, por otro lado, Fuller dice que “la mujer
fue tomada en cuenta y ganado importancia a lo largo de estas ultima décadas, que
han partido de los movimientos feministas para promover la igualdad de oportunidad.
(Norma Fuller, 1993; Dilemas de la femineidad, mujeres de clase media en el Perú . 3
ed. lima pontificia universidad cató lica del Perú . Fondo editorial, agosto.1998).
(Manual de formació n política y gestió n local y gestió n local con equidad de género
(flora Tristá n y escuela mayor de gestió n municipal,2007, pg, 62, lima Perú ).
políticos no tiene una profesió n, son pocas las que sí tuvieron y tienen un estudio
profesional.
Dentro de la sociedad actual en la que se vive las decisiones políticas han venido
siendo tomadas en la mayoría de los casos por un solo(varó n), y por lo tanto viene a
ser justa el reclamo por parte de sus pares (mujer) en cuanto a participació n
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Por otra parte, la poca valoració n de las capacidades de gestió n de las mujeres, su
menor nivel educativo formal y el menor manejo del castellano, determina que en los
gobiernos locales se las asigne comisiones y tareas ligadas al rol reproductivo. Los
procesos descentralizados, regionalizació n y modernizació n del Estado, en curso
actualmente, son oportunidades para mejorar la participació n política de las mujeres
y generar mecanismos de avance en su situació n. Cabe señ alar que las regidoras son
un grupo sumamente heterogéneo desde diferentes perspectivas: ocupació n, nivel
educativo, manejo del idioma, edades, experiencia organizativa, perspectivas políticas.
Lo comú n en estas mujeres es su interés en mejorar su desempeñ o como autoridades.
”De igual manera la. Revista de la Red Nacional de la Mujer Rural (2008)Cuando se
trata el tema de la participació n política de las mujeres en los espacios de decisió n
formales es fundamental, pero mujeres comprometidas con la democracia y con la
tarea de transformar la situació n femenina en nuestras sociedades. Son importantes
los mecanismos existentes para promover esta participació n, como la Ley de Cuotas,
pero ello no garantiza el compromiso de género ni la vocació n democrá tica de las
mujeres que optan por la política. En este sentido, es un reto para las organizaciones,
especialmente para las feministas, promover un quehacer político diferente entre las
mujeres. De allí la importancia de propiciar espacios que se orienten a ese objetivo,
como el Programa de Formació n de Mujeres Líderes Locales y Regionales, que
impulsa el Centro Flora Tristá n en alianza con instituciones de las regiones. Trabajar
desde los espacios democrá ticos má s cercanos a las mujeres y de mayores
posibilidades de acció n y de alianza con la població n, de manera que vayan
construyendo una trayectoria política sensible a los intereses de la ciudadanía, sobre
todo de las mujeres. Especial énfasis se está dando a las mujeres rurales, quechuas y
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aimaras, histó ricamente excluidas del ejercicio de la política. Con las líderes se trabaja
acceso a recursos productivos, mecanismos de participació n ciudadana, planificació n
y gestió n del desarrollo, políticas pú blicas, ciudadanía, violencia, entre otros. Son
transversales los derechos humanos, género, interculturalidad y los derechos sexuales
y derechos reproductivos. La participació n política de las mujeres es esencial para la
construcció n de la democracia de nuestro país, pero debe ser una participació n
autó noma, eficiente y comprometida, que permita a las mujeres desarrollar todas sus
capacidades. Precisamente esta edició n de la revista Chacarera apunta a propiciar una
espacio de reflexió n y de debate sobre este tema y animar a las mujeres que tengan
vocació n para actuar en política a que lo hagan, pero marcando la diferencia frente al
modo lamentable en que opera hoy el ejercicio del cargo político en nuestro país, salvo
excepciones. Violeta Bermú dez (2003).
XI.- CONCLUSION
Debido a que a un estamos viviendo en una sociedad machista que relega a la mujer
tareas domésticas o actividades que tienen una grado menor de responsabilidad
dentro dela sociedad, no existiendo el respeto o valor que se debe dar hacia el sector
femenino de tal manera que la mujer tenga un debido reconocimiento en la sociedad y
su Participació n política propicie su rol en la democratizació n de las relaciones
sociales. No casualmente este proceso se puede mesurar desde los índices de equidad
de género e inclusió n de minorías y diversidad cultural a la construcció n de
ciudadanía con todas las discusiones que este concepto implica. La investigació n será
importante para conocer el nivel de participació n política de las mujeres de la ciudad
de Puno y siendo incorporadas en un porcentaje respectivo en las organizaciones
políticas y sociales logrando que las mujeres sean dueñ as de su propio destino y se
construya una equidad de género y la profundizació n de la democracia teniendo como
propó sito la libertad de la mujer en los espacios políticos y expresiones ciudadanas
para separar de las mujeres que actú an de las que sueñ an.
BIBLIOGRAFIA
•FASSLER, Clara. (Enero 2007).
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•GALLARDO PAZ, Eliana (Liderazgo Político de las mujeres en el á mbito local, Direcció n
General de Planeació n Primera edició n: pg., 185, diciembre de 2006, México).
•MAXWEL John C
•Manual de formació n política y gestió n local y gestió n local con equidad de género; flora
Tristá n y escuela mayor de gestió n municipal, 2007, pg., 60, lima Perú ).
•Programa Rural Costa “á rea de apoyo a los gobiernos locales, “participació n política de la
mujer en la cuenca del Chilló n” Pá gs., 124, Lima Perú . 2008).