Está en la página 1de 60

Historia, territorio e identidad:

Dos visiones, dos ciudades


en los extremos fronterizos de México

Miguel Angel Díaz Perera


Jorge Luis Capdepont Ballina
Coordinadores
Historia, territorio e identidad:
Dos visiones, dos ciudades
en los extremos fronterizos de México
Miguel Angel Díaz Perera
Jorge Luis Capdepont Ballina
Coordinadores

Historia, territorio e identidad: dos visiones,


dos ciudades en los extremos fronterizos de México
Primera edición: Tabasco, México, 2016

© El Colegio de la Frontera Sur,


Unidad San Cristóbal de las Casas
Carretera Panamericana y Periférico Sur s / n
Barrio María Auxiliadora, C. P. 29290
San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México
Teléfono (967) 674 9000

Departamento de Sociedad y Cultura


Grupo Académico de Procesos Culturales
y Construcción Social de Alternativas
Unidad Villahermosa
Carretera a Reforma km 15.5 s / n,
Ranchería Guineo 2ª Sección, C. P. 86280
Centro, Tabasco, México
Teléfono (993) 313 61 10

Se autoriza la reproducción del contenido de esta obra,


siempre y cuando se cite la fuente.

Los trabajos incluidos en esta obra fueron arbitrados y aceptados


a través de dictámenes por pares ciegos, de acuerdo a las normas y
lineamientos del Comité Editorial de ECOSUR

Diseño:
Miguel Angel Díaz Perera

Fotografía de portada:
Francisco Cubas Jiménez
Huehuetenango, carretera a La Mesilla, km. 268.
Guatemala. Trabajo de campo con Miguel Angel Díaz Perera.

Impreso en México / Printed in Mexico

ISBN: 978-607-8221-00-4
Índice

Introducción.................................................................................................. 11

¿Dónde está Santa María de la Victoria? Una propuesta


interdisciplinaria para su localización arqueológica....................... 27
Ulises Chávez Jiménez

Consideraciones en torno a las representaciones sobre Tijuana


Rogelio E. Ruiz Ríos................................................................................... 71

Los autores..................................................................................................... 111

{9}
Introducción

Miguel Angel Díaz Perera


Jorge Luis Capdepont Ballina
Coordinadores

E l contexto
La presente obra es el resultado de discusiones en el marco de un con-
greso nacional realizado en la ciudad de Villahermosa, Tabasco, para
reflexionar sobre identidad en el marco del Bicentenario de la Inde-
pendencia y el Centenario de la Revolución Mexicana. El evento fue
posible gracias al proyecto “Construcción y perspectivas de la identidad
tabasqueña y su vinculación con la identidad nacional” que tuvo finan-
ciamiento del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT),
el Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología (CCyTET) y el Gobierno del
Estado de Tabasco a través del Fondo Mixto y un complemento del Pro-
grama Integral de Fortalecimiento Institucional (PIFI), que se logró por
mediación de la entonces rectora de la Universidad Juárez Autónoma
de Tabasco (UJAT), M.A.P. Candita V. Gil Jiménez y la directora Dra.

{ 11 }
Enma Estela Hernández Domínguez. Por estas circunstancias, se puede
presumir esta obra como resultado del esfuerzo, trabajo y afectos entre Como resultados agregados, también se entregó al CCyTET y
varias instituciones.
CONACyT:
El objetivo general del pro-
1) Una base de datos en CD sobre el fondo histórico reservado “Tabas-
yecto fue generar conocimiento
co” de la Biblioteca Histórica “José Martí” de la UJAT, producto
que posibilitara la comprensión
del trabajo de revisión, catalogación y sistematización de varios
y los mecanismos sociales de
años de la entusiasta historiadora, Leticia Rodríguez Rodríguez.
construcción de la identidad. Las
actividades que se proyectaron 2) Digitalización del archivo particular de la Hacienda Chablé (con es-
plendor en la segunda mitad
fueron:
del siglo XIX y la primera
1) El congreso nacional antes mitad del XX, en los límites
mencionado, con título “His- actuales entre Tabasco y
toria, territorio e identidad” Campeche), cuyos originales
con la participación de espe- se encuentran en posesión
cialistas locales, nacionales, del señor Raúl Abreu Ma-
artistas y líderes ciudadanos, rín. La versión digital sin
realizado en la División Aca- catalogar, actualmente está
démica de Ciencias Sociales en resguardo del Centro Do-
y Humanidades (DACSyH) cumental de Estudios sobre
de la UJAT. el Agua (CDEA).
2) Una exposición fotográfica-
documental, en el ánimo de
El congreso se realizó del 8
resaltar las características
al 11 de noviembre de 2011 donde
históricas y geográficas de la Exposición fotográfica
Actividades del congreso nacional el capital humano que cobijó al
planicie central de Tabasco.
evento fue fundamental, en primer lugar la gestión del presidente del
3) Beca y asesoría de una tesis de licenciatura con título “Los límites
comité organizador, el Dr. Jorge Luis Capdepont Ballina y en el área
territoriales como forjadores de identidad. El caso de Huimangui-
de evaluación de las ponencias y artículos el Dr. Pablo Marín Olán y la
llo, Tabasco.”
Lic. Leticia Rodríguez Rodríguez. En el caso de la exposición fotográfica,

{ 12 } { 13 }
incluyó 42 imágenes actuales y antiguas (la más remota de 1880) de debatir con cuatro ponentes magistrales, el Dr. Hira de Gortari Rabiela
municipios del estado de Tabasco (en especial Tacotalpa, Centro, Naca- (UNAM), el Dr. Eduardo Zarate Hernández (EL COLMICH), la Dra.
juca y Tenosique), que tuvo sede en la UJAT y después en un salón del Frida Gorbach Rudoy (UAM) y el Dr. Antonino García García (Universi-
municipio de Tenosique. Es importante mencionar que los organizado- dad de Chapingo), además de la diversidad de ponencias en tres mesas:
res principales compartimos una alegre deferencia: todos egresamos de 1) Agua e identidad; 2) Espacio, territorio y sentido de pertenencia; y
la Licenciatura en Historia de la UJAT, por lo cual además de los lazos 3) Fiestas y tradiciones tabasqueñas cuyos expositores provenían de
de colaboración históricos entre la UJAT y ECOSUR, existieron fuertes instituciones como la Universidad Intercultural de Tabasco, la Univer-
vínculos afectivos que permitieron la realización del evento. sidad Iberoamericana, Universidad Autónoma de Baja California, la
Como parte de estos afectos, agradecemos a la entonces recto- Universidad Nacional Autónoma de México, Universidad Autónoma
ra de la UJAT, la M.A.P. Candita V. Gil Jiménez, a la directora de la Metropolitana, la misma UJAT y ECOSUR, entre otras.
DACSyH, Dra. Enma Estela Hernández Domínguez, a la coordinadora Desde luego, se abordaron también problemáticas diversas como
de docencia, la Mtra. Gabriela Gallegos Sánchez y al líder del cuerpo fiestas populares, inundaciones vistas a través de fotografías, usos socia-
académico “Historia, cultura y vida cotidiana”, el Dr. Ramón Castella- les del agua, debates limítrofes de la frontera sur en México, identidades
nos Coll, además de los profesores de la Licenciatura en Historia que se urbanas y juveniles, prácticas culturales en el contexto de intrusión
acercaron y apoyaron en la organización, mismo que tuvo sede en unas salina en la costa del Golfo de México, en contextos diferentes como
nuevas y modernas instalaciones en el marco de la acreditación de las el sureste de México hasta la frontera norte con los Estados Unidos de
licenciaturas de Historia y Sociología, y las fiestas del Bicentenario de Norteamérica. Fue patente la riqueza de los trabajos desde un punto de
la Independencia de México y el Centenario de la Revolución Mexicana. vista territorial, temático, teórico, epistemológico e interdisciplinario.
El congreso tuvo una importante afluencia de estudiantes de licen- Se colocó especial atención en Tabasco pero inserto dentro del mosaico
ciatura además de público en general que pudo escuchar, comentar y nacional sobretodo, a partir de los proyectos de integración nacional
del México posrevolucionario que se expresaron con el establecimiento
en 1951 de la Comisión del Río Grijalva, el Plan Chontalpa en 1965, el
Plan Balancán-Tenosique en 1972 y la aparición del petróleo con fines
industriales, que lograron romper el aparente aislamiento de la entidad
través de una extraordinaria y creciente infraestructura rural y urbana
que turbaron al Tabasco tradicional y dieron lugar al Tabasco moderno.
En el plano cultural, bajo el contexto de los acontecimientos antes
referidos, también se arguyó la conformación y variaciones históricas
de las fiestas y carnavales tradicionales; la música, folclor y bailes po-
Dr. Eduardo Zárate Hernández Dr. Hira de Gortari Rabiela

{ 14 } { 15 }
ciones separadas por la distancia pero cercanos por encuentros como
el nuestro. Fue así como hubo diversas publicaciones en el transcurrir
de los años venideros:
1) La base de datos en CD sobre el fondo histórico reservado “Tabas-
co” de la Biblioteca Histórica “José Martí” de la UJAT, apareció con
sello de ECOSUR y UJAT y actualmente se utiliza para consultas
Tenosique, 1962 Danza de Pochó, fecha desconocida, especializadas y es parte del acervo universitario.
AHA, CF,Caja 571, Exp. 16092. Archivo Municipal de Tenosique
2) La conferencia del Dr. José Eduardo Zárate Hernández titulada
“El fin de la comunidad política y los límites de la acción social”
pulares; artesanías, pintura y artes plásticas; el impacto de las costum-
convertida en artículo, fue publicada en Espiral, 2013, vol. 20, no.
bres de los grupos indígenas en la identidad tabasqueña; el lenguaje y
58 y está disponible por Scielo, Redalyc y otras plataformas en
tradiciones religiosas que se exhibieron igualmente en la exposición
internet.
fotográfica. Asimismo, se habló de la Memoria a favor de la provincia
3) Una versión facsimilar de Memoria a favor de la Provincia de
de Tabasco de José Eduardo de Cárdenas ante las Cortes de Cádiz como
Tabasco en la Nueva España de José Eduardo de Cárdenas y Ro-
fundación simbólica de lo que sería Tabasco como entidad política,
mero, con un estudio introductorio de Miguel Angel Díaz Perera,
documento que se vio expuesto en una versión facsimilar que vio luz
con sello de ECOSUR y Grupo DG.
como libro; la incorporación de la región de los Ahualulcos a Tabasco
(que comprende el actual municipio de Huimanguillo); las invasiones 4) La entonces ponencia y después capítulo de libro “Entre ríos y
norteamericana y francesa en el siglo XIX como impacto de fenómenos selvas. La conformación histórica de la región Usumacinta” del
internacionales en la región; la política garridista como “laboratorio de Dr. Jorge Luis Capdepont Ballina, está próximo a aparecer en una
la revolución mexicana” y parte también de los vaivenes entre la región edición electrónica titulada Chiapas durante los primeros años de
y la nación; la modernización de Tabasco posterior a 1951 que contrajo la primera globalización contemporánea, 1870-1929, coordinado
inéditos desafíos y su efecto en movimientos migratorios; la abrupta por la Dra. Rocío Ortíz Herrera y con sello del Consejo Estatal para
renuncia a los ríos como medios de comunicación; la desaparición de la Cultura y las Artes de Chiapas (CONECULTA) y la Universidad
las inundaciones anuales (pero no extraordinarias) y su marca en una de Ciencias y Artes de Chiapas.
dinámica demográfica particular.
Para finalizar, se hicieron reflexiones sobre el capital natural-cul- Asimismo, se coadyuvó a la conformación del fondo documental
tural de Tabasco a través de los saberes locales. Sin embargo, aunque la “Hacienda Chablé” con resguardo en el Centro Documental de Estudios
riqueza temática fue evidente, fundamental también fue la convivencia, sobre el Agua (CDEA). Los resultados así han aparecido por diversos
la posibilidad de colaboraciones futuras entre académicos de institu-
{ 16 } { 17 }
medios, formatos y circunstancias patente de aquella riqueza vista en y el frío seco del altiplano en la Ciudad de México; si nos animamos,
el congreso. Como último fruto de un árbol que ha seguido floreciendo, podemos conocer también en el occidente la feroz Tierra Caliente de
en una notable aportación, se presentan aquí también dos documentos Michoacán, subir en un par de horas hacia los pinos y encinos de Jalisco
emanados en aquellos años y que se convirtieron en profusos y ricos y el Lago de Chapala, más al norte, la sierra y desierto en Nuevo León,
capítulos. Comparten en términos teóricos la noción de identidad y én- y con algo de ambición acabar en las largas vistas vacías de Durango y
fasis en el territorio. Es importante recordar que este concepto aunque la costa encantada de la Península de Baja California. Esta diversidad
podría rascarse en tiempos más remotos (Pollini; 1987. Giménez; 2004), de suelos, ríos, elevaciones, climas, sumado a la diversidad étnica, lin-
apareció como protagonista en el escenario de las ciencias sociales, pos- güística, social, económica, hacen de México una tierra igual de diversa
terior al año de 1968, ligado a revindicar autonomía y reconocimiento en identidades que están ocultas detrás de la historia nacional, pero
de comunidades antes ignoradas, como las pacifistas, ecologistas, juve- que después de 1968, han brotado a través de contrahistorias como la
niles, feministas, lésbico-gays, así como movimientos locales en contra- regional, local, microhistorias, biografías y monografías.
posición a los patriotismos exacerbados de la Guerra Fría. Posterior a Precisamente, México es el escenario perfecto para observar estas
1968, el mundo fue otro, al grado que este año se convirtió en símbolo narrativas sobre el origen y la memoria ocultas detrás de un naciona-
de una ruptura cultural de larga duración (Braudel; 1993. Wallerstein; lismo que exitosamente ha mantenido unificado a México desde 1821
1989. Aguirre; 1999. Cisneros; 1998). En el caso mexicano, los alcances cuando se independizó del imperio español. Estos lazos, con raíces en
de esta revolución, tuvieron resonancia en el éxito de la microhistoria aquella unidad llamada Mesoamérica, explican la permanencia de una
gonzaliana y la historia regional (González y González; 1993 y 1997), comunidad como la mexicana (Anderson; 1993), pero en el seno de
la reivindicación de las regiones nominales y vividas (Viqueira; 1997), múltiples identidades necesitadas de historiarse. En este sentido, el
así como la recuperación de saberes locales en contraposición con el caso de Villahermosa y Tijuana, dos ciudades en contextos diferencia-
nacionalismo y globalización (Giménez; 2010). dos, uno en la frontera sur, y otro en el norte; una con la mirada hacia
Heredero de esta tradición, este libro tiene como característica el Golfo de México y Centroamérica, y la otra hacia el océano Pacífico
esencial, asumir como identidad aquellos procesos históricos en los que y Estados Unidos, son expresiones sobre estas maneras de memoria y
individuos van conformando narrativas sobre la memoria y arraigo al olvido selectivo, que ayudan a entendernos como seres pensantes, con
territorio. En el contexto mexicano, éstas resaltan como consecuencia afectos y enconos sobre el territorio vivido.
de la diversidad étnica y social asociada con la pluralidad del espacio
que evidente salta a los ojos. Si viajamos en vehículo, en un par de días 2. Dos visiones, dos extremos
podemos ser testigos de la exuberancia de la selva chiapaneca, las lla- Es así, en el extremo sur del país se concentró el interés del profesor
nuras costeras de Tabasco, el suelo calcáreo de la península de Yucatán, Ulises Chávez Jiménez, entonces adscrito a la Universidad Intercul-
cruzar caudalosos ríos como el Grijalva, Usumacinta, Papaloapan, Coat- tural del Estado de Tabasco (UIET), que propone resolver el enigma
zacoalcos para después sentir el cobijo de las montañas en los Tuxtlas
{ 18 } { 19 }
sobre el origen del primer asentamiento español en tierra firme (actual El autor complementa su estudio con el análisis de cerámica y
Tabasco) que dio lugar a Santa María de la Victoria, antecedente de la evidencias arqueológicas, y en el sobrentendido de la superposición
capital Villahermosa, medular en la narrativa tabasqueña sobre arrai- arqueológica de materiales del periodo Colonial Temprano sobre una
go al territorio. El objetivo de su trabajo fue descifrar la ubicación de ocupación prehispánica del Postclásico Tardío a partir de que Santa
este asiento primigenio referido por Hernán Cortés y Bernal Díaz del María de la Victoria tuvo sede en el mismo sitio que Potonchán, con-
Castillo encima del pueblo prehispánico de Potonchán. El autor exhi- cluye que San Román, localizado sobre el cauce del arroyo El Trapiche
biendo fuerte evidencia arqueológica, cartografía histórica y moderna, o El Coco, antes de entrar a la laguna El Coco, donde de acuerdo con
además de análisis hidrológico en la desembocadura del río Grijalva, los habitantes se encuentra la “Isla de los Tepalcates”, debió estar este
argumenta la posible localización del primer asentamiento fundado por enigmático sitio que sufrió las alteraciones de sedimentación y cambio
los conquistadores en tierra firme y antecedente directo de Villahermosa, de paisaje producto de los últimos siglos. Trabajo de enorme valía para
actual capital de Tabasco, posterior a una mudanza y traslado entre 1604 inspirar el debate sobre el origen de la identidad tabasqueña y provocar
y 1641 que generó la posterior desaparición de la última gran capital investigaciones futuras.
Yokot’an, sabida cercana a las costas del Golfo de México. Si el profesor Chávez Jiménez se enfoca en el origen, el segundo
El profesor Chávez Jiménez asumió un grande y ambicioso reto, trabajo, lo hace en la memoria sobre una ciudad en el extremo norte
ante la profunda dinámica geomorfológica de las llanuras costeras y del país. El Dr. Rogelio Everth Ruiz Ríos, investigador de Instituto de
márgenes de los ríos en Tabasco ante la erosión y sedimentación, pro- Investigaciones Históricas de la Universidad Autónoma de Baja Cali-
ducto del delta terminante de la cuenca Grijalva y Usumacinta, que ha fornia, presentó un texto que buscó contribuir a la comprensión de las
modificado la línea de costa y el tránsito de los ríos, arroyos y humeda- premisas ideológicas y políticas que animan y respaldan las represen-
les. Posterior a una detallada revisión historiográfica de las Relaciones taciones sociales con los que suele explicarse el pasado y presente de
geográficas escritas por Melchor Alfaro de Santacruz con el aval del Tijuana a partir de dos posturas antagónicas: las de tipo peyorativo; y
alcalde mayor Vasco Rodríguez en 1579 –incluido el croquis cartográfico las positivas que apelan al carácter cosmopolita, industrioso y nacio-
contenido en el informe–, las excavaciones de Richard Berendt en 1876, nalista de sus habitantes. Ambas, proyectan representaciones sobre el
la opinión de Eduard Seler en 1911, Franz Blom en 1925, Heinrich Ber- futuro a partir de las tensiones entre la historia y la memoria, pretenden
lin en 1956 y los testimonios de los conquistadores, el profesor Chávez definir e imponer ciertos perfiles identitarios construidos en torno a la
Jiménez identificó poblados y actividades a partir de estudios como los frontera norte de México.
de Ana Luis Izquierdo y recala con atención en el “Plano topográfico Con extraordinaria pluma, rico en anécdota y erudición, el Dr. Ruiz
de la descripción de la barra principal de la provincia de Tabasco, con Ríos pasa revisión a las narrativas sobre Tijuana; recuerda al maestro
su pueblo nuevo de San Fernando de la Victoria”, presumiblemente Mario Vázquez en el año 2000 o 2001 cuando bajo el encargo de la
de 1805, realizado por orden de don Francisco de Heredia y Vergara y museografía del proyecto para construir el Museo de las Californias en
trabajado por don Tomás Avedaño, primer piloto del comercio.
{ 20 } { 21 }
el interior de la nave principal del Centro Cultural Tijuana (CECUT), agrado del lector, incentiven nuevas pesquisas en las nuevas generacio-
se sorprendía ante la manera en que la gente se había apropiado de la nes, quedaremos entonces satisfechos de haber propiciado condiciones
explanada para darle un sentido de plaza pública. La anécdota sirve de para nuevas reflexiones de carácter histórico en torno a los procesos
pretexto para hacer recuento, en especial desde 1930 sobre las repre- históricos en los que individuos van conformando narrativas sobre la
sentaciones sobre la ciudad. Retoma al historiador Paul Vanderwood, memoria y arraigo al territorio.
al periodista Fernando Jordán, al antropólogo Stavenhagen, al profesor
Rubén Vizcaíno y el debate alrededor de la exhibición titulada Obra ne-
Villahermosa, Tabasco; octubre de 2016.
gra. Una aproximación a la construcción de la cultura visual de Tijuana
presentada en el CECUT en el 2011 como esfuerzo de retrospectiva sobre
150 años de historia local al conjuntar más de 300 artistas; como bien
se indica en el texto:
Las disputas por las representaciones que pueblan el imaginario
sociohistórico que gravita sobre Tijuana se trasmina a los campos de
la creación artística, intelectual, académica y política. Esta es la base
para que autores de ámbitos políticos, sociales y culturales, así como los
cultivadores de las disciplinas artísticas y académicas se hayan dado a
la tarea de explorar el carácter identitario de los habitantes de Tijuana
(Ruiz, 2016).
Con un profundo conocimiento teórico sobre la memoria, se hace
revisión y análisis de autores como Fancois Hartog, Miguel Olmos,
Lourdes Mondragón, Pierre Nora, Stuart Hall, Néstor García Canclini y
Dominick LaCapra, así el Dr. Ruiz Ríos abre una ventana para compren-
der cómo se estructura la memoria y cómo se expresa en las acciones
de los individuos a partir de caracteres identitarios.
Ambos trabajos son expresiones de ambición teórica, pretencio-
sas búsquedas de respuestas sobre la identidad y la memoria; claros
ejemplos de la curiosidad que mueve al historiador para adentrarse en
los entresijos del tiempo a partir de preguntas del presente. Los coor-
dinadores de esta obra estamos en espera que ambos trabajos sean del

{ 22 } { 23 }
Referencias dei modelli di appartenenza sociale. Franco Angeli editor, Milán,
Italia. (Volumen 110: Collana di sociologia).
Aguirre Rojas, Carlos Antonio. (1999). “Repensando los movimientos Wallerstein, Immanuel. (1989). “1968: revolución en el sistema-mundo.
de 1968”, en 1968: raíces y Razones, Universidad Autónoma de Tesis e Interrogantes”, en Estudios Sociológicos, volumen 7,
Ciudad Juárez, Ciudad Juárez, México. número 20, mayo-agosto, pp. 229-249.
Anderson, Benedict. (1993). Comunidades imaginadas: Reflexiones
sobre el origen y la difusión del nacionalismo, Fondo de Cultura
Económica, México.
Braudel, Fernand. (1993). “Renacimiento, Reforma, 1968: revoluciones
culturales de larga duración”, en el diario La Jornada, Suplemen-
to La Jornada Semanal, num. 226, 10 de octubre.
Cisneros Sosa, Armando. (1998). “1968: Entrevista con Immanuel Wa-
llerstein”, Sociológica, año 13, número 38. 1968. (Significados y
efectos sociales Septiembre-diciembre).
Giménez, Gilberto. (2004). “Materiales para una teoría de las identi-
dades sociales”, en Valenzuela Arce, José Manuel (coord..), De-
cadencia y auge de las identidades: cultura nacional, identidad
cultural y modernización, El Colegio de la Frontera Norte: Plaza
y Valdés, Tijuana, México, pp. 45-78.
----------. (2010). Cultura, identidad y procesos de individualización,
Universidad Nacional Autónoma de México: Instituto de In-
vestigaciones Sociales, México. (Fenómenos fundamentales de
nuestro tiempo). Disponible en: http://conceptos.sociales.unam.
mx/conceptos_final/625trabajo.pdf. Fecha de consulta: 26 de
marzo de 2015.
González, González Luis, et. al. (1993). Historia regional, El Colegio de
Jalisco/ Instituto Nacional de Antropología e Historia, México.
----------. (1997). Invitación a la microhistoria, editorial Clío, Obras
completas de Luis González y González (col.), Tomo IX, México.
Pollini, Gabriele. (1987). Appartenenza e identitá: analisi sociologica
{ 24 } { 25 }
¿Dónde está Santa María de la Victoria?
Una propuesta interdisciplinaria
para su localización arqueológica

Ulises Chávez Jiménez

I ntroducción
La sola pregunta de dónde pueda estar Santa María de la Victoria ya
plantea una larga discusión histórica; ahora añeja, desde que Daniel
Brinton juzgó oportuno publicar los apuntes de Richard Berendt en
1886, quien 20 años atrás había escavado cerca del delta del Grijalva,
localizando e identificando, a su juicio, la última capital Yokot´an de
Tabasco: Potonchán. De acuerdo a Cortés y Díaz del Castillo, fue enci-
ma de la ciudad de Potonchán en que se comenzó a construir la prime-
ra capital de Tabasco: Santa María de la Victoria.
Si bien hay quienes creen que una no necesariamente se constru-
yó sobre la otra, es importante fijarnos en el que sin duda es un mar-
cador temporal definitivo en la región: el periodo colonial temprano.
Con evidencia arqueológica de este periodo en las costas de Tabasco,
más el estudio de la hidrología en la desembocadura del río Grijalva,
fuentes cartográficas históricas y modernas, es posible argumentar la
{ 27 }
localización de esta capital colonial. Este trabajo confronta de forma
interdisciplinar fuentes históricas coloniales, cartografía de principios
del siglo XIX y restos arqueológicos concretos proponiendo la loca-
lización de la primera capital de Tabasco: la villa de Santa María de
la Victoria. Movida de sitio, abandonada por decreto. Sin ella es que
Villahermosa existe.

El agua y el tiempo: el delta del Grijalva


El sistema fluvial Mezcalapa-Grijalva nace en la provincia de Huehue-
tenango en Guatemala y cambia varias veces de nombre en el amplio
circuito de su corriente (fig. 1). Baja por la sierra de los Cuchumatanes
atravesando los estados de Chiapas y Tabasco, y pasa por las poblacio- Fig 1. Cuenca Media y baja del río Grijalva. Tomado de tomado
nes de Chiapa, Chicoasen, Huimanguillo y Villahermosa, cubriendo un de García y Kauffer, 2009.
área total de 36,566 Km2. Su cauce principal y el de sus tributarios se
suficiente para producir un delta fluvial; el delta del Grijalva se compo-
han modificado a lo largo del tiempo por la formación de diques natu-
ne por completo de características costeras de barra (West et. al., 1969,
rales debido al azolvamiento y la sedimentación de arrastre a lo largo
p. 100). En su desembocadura, los procesos de formación de barra son
del cauce del río (West et. al., 1969, p. 99), y por obras de infraestruc-
los que hacen que ésta se desarrolle conforme a la acumulación de se-
tura humana temprana (primer tercio del siglo XVII) como la forma-
dimento (West et. al., 1969, p. 102). La línea de costa baja arenosa se
ción deliberada de canales y el desvío intencional de su cauce en direc-
distingue por la formación de islas barrera y por la sucesión continua
ción oriente, a la altura del ingenio Nueva Zelandia (Rovirosa, 1946).
de cordones de playa favorecidos por una fuente constante de sedi-
A 84 kilómetros al norte de Villahermosa está la gran confluencia de
mentos de las corrientes de deriva costera, modificándose la desem-
“Tres Brazos”, donde se juntan los dos brazos más grandes del Usu-
bocadura del Grijalva a lo largo del tiempo; lo que se observa a través
macinta al Grijalva (provenientes de las lagunas que se comunican con
de la cartografía histórica de la región (fig. 2 y 3). Tal arreglo facilitó la
el gran brazo occidental del río Usumacinta e integrando la corriente
presencia de amplios ambientes lacustres formados por las marismas
Grijalva-Usumacinta), que a 12 kilómetros antes de su cauce pasa por
y lagunas costeras de barrera.
el puerto de Frontera, y sale 7 kilómetros más adelante al golfo de Mé-
xico, por la barra principal de Frontera (González, 1981, p. 73). De esta manera la zona presenta una cobertura de manglares de
1,890 km2 mientras que las superficies de marisma con halófitas cu-
A pesar que en algunas épocas el río Grijalva ha sido el tributario
bren 3,000 km2, y la superficie potencial de los pantanos (aquella don-
principal en los llanos de Tabasco, éste no ha depositado sedimento
{ 28 } { 29 }
de la costa le gana tierra al mar) cubre una extensión de 2,580 km2.
Debido a estas características, el sistema de barra en Frontera se ha
modificado principalmente por el impacto en el ascenso del nivel del
mar y el acarreo constante de sedimentos (Ortiz, 1999, pp. 44-52); lo
que tiene enormes implicaciones geomorfológicas para la arqueología
A
de la región, ya que la barra del río Grijalva ha sido muy dinámica, lo
que dificulta la localización de la villa de Santa María de la Victoria al
no corresponder la geomorfología del lugar, con aquella de hace 500
años, debido al crecimiento de la barra producto del azolvamiento de
los sedimentos dispersados por las corrientes del golfo de México.
Son pues estas condiciones fisiográficas las que incidieron direc-
tamente entre los grupos humanos asentados en delta del Grijalva. Este

B C

Fig. 3. A) Detalle de un mapa que comprende desde Villahermosa hasta la Barra


Principal de Tabasco. B) Plano de la Barra de Tabasco, por José Dolores Payan.
Marzo de 1861. Donde se muestra la dirección y la dinámica de la corriente marina
en la Barra y el interior del río Grijalva. También se pueden apreciar las áreas de
arenales y las costas bajas. Se cuenta además con la numeración de sondeo en pies
ingleses, donde A significa fondo de Arena, y F fondo de Fango. C) Plano levanta-
Fig. 2. Plano de la Isla de Tris y Laguna de Términos, donde se aprecia en detalle la do por el Ingeniero Cayetano Camiña y dibujado por F. Navarro, 1879. El mapa
Barra Principal de Frontera. Anónimo. Dibujado probablemente hacia 1750. Esca- tiene marcado el rompiente de la corriente cuando se cruza la Barra. Tomados de
la Gráfica en leguas castellanas. Tomado de Guzmán, 1982. Guzmán, 1982)

{ 30 } { 31 }
sistema fluvial cuyo volumen cubre durante más de la mitad del año caron en la península de Yucatán a la altura del cabo de Cotoche y fue-
las llanuras de Tabasco donde confluyen los ríos Grijalva, Usumacinta ron combatidos por los nativos, por lo que siguieron navegando hasta
y Chilapa; aunado esto a las precipitaciones pluviales de 1,500 mm en Campeche y Champotón donde nuevamente fueron atacados padeciendo
la costa, una humedad entre 80% y 86% durante todo el verano, los cerca de 50 muertes y varios heridos entre los que se encontraba el
Nortes1 con vientos a más de 40 km/h y temperaturas medias anuales mismo Hernández de Córdoba. Debido a esto y a la falta de medios, la
entre 30 C° y 35 C°, han contribuido a lo largo de los siglos a alterar o expedición regresó a Cuba siendo ésta la primera exploración de costas
destruir el registro arqueológico frente a las llanuras costeras y már- mexicanas. Un año después Juan de Grijalva, pariente de Diego Velás-
genes de los ríos en Tabasco, imposibilitando la localización y registro quez, gobernador de Cuba, preparó cuatro navíos zarpando de Cuba el
de los sitios arqueológicos en el área; hecho de suma importancia en 1 de mayo de 1518 y llegando cuatro días después a la isla de Cozumel.
cuanto que la región alberga no sólo los restos de la última gran capital Recorrieron las costas de la península de Yucatán hasta Campeche,
Yokot´an2 en el área, también alberga los restos de la primera capital llegando a “Puerto Deseado”, en Laguna de Términos. El 8 de junio de
colonial de Tabasco. 1518 llegó a Tabasco y a su paso visitó Potonchán bautizando además al
río de Tabasco como río de Grijalva. Gracias a sus intérpretes Juanillo y
Melchorejo (mayas levantados por Francisco Hernández de Córdoba en
Tabasco en época histórica: Los primeros europeos
Cabo Catoche) entabló trato con los naturales e intercambiaron objetos
La primera vez que los españoles tuvieron cuenta de Tabasco fue durante de oro y honores (Cabrera, 1987).
la expedición de Francisco Hernández de Córdoba, quien zarpó de La ...Otro día en la mañana vino el cacique o señor en una canoa, y le dijo
Habana el 8 de febrero de 1517. Como dice Bernal Díaz, la componían al capitán que entrase en la embarcación, luego le dijo a unos indios que
algo más de un centenar de hombres que viajaban en tres navíos, cuyo vistiesen al capitán con un coselete y unos brazaletes de oro, borceguíes
piloto principal era Antón de Alaminos (Díaz, 1970, p. 21). Desembar- hasta media pierna con adornos de oro, y en la cabeza le puso una co-
rona de oro. El capitán mandó a los suyos que vistiesen al cacique con
1 Los Nortes son fuertes vientos con dirección norte o noreste que soplan a lo largo un jubón de terciopelo verde, calzas rosadas, un sayo, unos alpargates
de la costa mexicana del golfo de México, durante el invierno. Es el resultado de una
y una gorra de terciopelo (Díaz, 1972, p. 66).
masa de aire frío que se desplaza desde Texas en Estados Unidos.
2 Yokot´an, es un grupo étnico de filiación maya, cuya lengua se habla todavía hoy
en algunas partes del sureste mexicano. En el pasado, este grupo lingüístico ocupaba
las regiones que actualmente forman parte toda la línea costera desde Tabasco hasta Diez meses después apareció bordeando la costa Hernán Cortés
Champotón en Campeche; hacia el sur, ocupaban casi toda la cuenca del río Candela-
ria hasta la sierra de los Cimatanes. Actualmente, en Tabasco este lenguaje se habla rumbo a “Potonchán”, donde atracaría intentando internarse después
en los municipios de Nacajuca, Cunduacan, Huimanguillo y Centla. Antiguamente en la provincia de Tabasco el 12 de marzo de 1519. Al no poder entrar
en las fuentes históricas, y aún hoy en día entre muchos académicos, e incluso entre
algunos indígenas modernos se usa el término de chontales. Chontal fue un término por la boca del río con sus grandes y pesadas embarcaciones, soltó ba-
peyorativo acuñado por los aztecas y perpetuado por los españoles que significa ex- teles y bergantines para conocer el pueblo que casi un año antes había
tranjero. De ahora en adelante en este texto cualquier referencia a los grupos chon-
tales, sería con el nombre propio que ellos mismos usan para designarse: Yokot´an. visitado Grijalva y su gente:
{ 32 } { 33 }
En aquel puerto y río no podían entrar los navíos de mucho porte, Había en el centro de la villa una gran plaza, donde los indios hicieron el
surgieron en la mar los mayores, y con los más pequeños y los bateles último esfuerzo; pero a breve resistencia volvieron las espaldas, desam-
fuimos todos los soldados a desembarcar a la punta de los Palmares, parando el lugar, y corriendo atropelladamente a los bosques. No quiso
como cuando con Grijalva, que estaba del pueblo de Tabasco obra de Hernán Cortes seguir el alcance, por dar tiempo a sus soldados para que
media legua. descansasen, y a los fugitivos para que se inclinen a la paz, dejándose
aconsejar de su escarmiento (Solís, 1999, p. 189).
Andaban por el río y en la ribera y entre unos mimbrales todo
lleno de indios guerreros... Acordó el capitán que nos fuésemos a unos
arenales que estaban enfrente de aquel pueblo, y ahí saltamos en tierra
En la mañana del 14 de marzo Cortés mandó a Pedro de Alvarado
y dormimos aquella noche (Díaz, 1970, p. 50).
con 100 hombres y 15 ballesteros, y a Francisco de Lugo con otros 100
hombres a reconocer el terreno por diferentes direcciones a no más de 2
El 13 de marzo Cortés comienza el avance tierra adentro, orde- leguas del real. Ya encaminado, Lugo encontraría resistencia indígena a
nando a Alonso de Ávila que siga por tierra con 100 soldados para una legua del real español. Alvarado, al escuchar los tambores indígenas
atacar Potonchán en caso de que la paz no se consiguiera, mientras y disparos de la artillería española corrió a su auxilio. De la batalla, salió
que el resto de la fuerza se embarcaría en los navíos y bateles río arriba un esclavo cubano a dar el mensaje de la situación de Lugo y Alvarado
para atacarlos de frente en un desembarco. Para entrar a Potonchán... a Cortés, acudiendo en su apoyo. Cuando el capitán los alcanza Lugo y
“se iba por un camino angosto desde los palmares al pueblo, por unos Alvarado se encuentran ya de retirada, sin embargo al verlos crecer en
arroyos y unas ciénagas” (Díaz, 1970, p. 50). Cortés, mandó entonces a fuerzas los guerreros yokot´an a se repliegan y abandonan la pelea. Tras
Jerónimo de Aguilar y al escribano del rey Diego de Godoy para hacer estas escaramuzas Cortés vio comprometida su capacidad militar, por
un requerimiento a los indígenas de permitirles desembarcar en el pue- lo que toma la decisión de iniciar una gran batalla desembarcando los
blo, aprovisionarse de agua y alimentos y sujetarse al rey de España. En caballos y toda la artillería disponible para tal efecto. La organización
respuestas los españoles recibieron una lluvia de flechas, iniciándose de la campaña que después se conoció como la batalla de Cintla, operó
el combate y el intento de desembarcar de las tropas españolas para del modo siguiente: Diego de Ordáz estaba al mando de la infantería,
una mejor pelea en tierra. El desembarco se torna difícil pero exitoso, frente a la artillería estaba Mesa y Cortés al frente de la caballería.
obligando a los indios a replegarse tierra adentro donde Ávila les cor- Luego que amaneció... montaron a caballo el y los demás capitanes...
taría la retaguardia. Comenzó entonces el sitio de Potonchán utilizando fueronse acercándose al paraje donde según noticias de los prisioneros,
artillería, los indígenas entonces se vieron obligados huir y abandonar se había de juntar la gente del enemigo, y no hallaron persona de quien
el poblado dejando a los españoles un lugar donde fortificarse. Con los poder informarse, hasta que llegando cerca de un lugar llamado Cinthla,
años la historia habría de tornarse tan famosa que Antonio de Solís poco menos de una legua del cuartel descubrieron un ejército de indios
(Solís, 1999, p. 194).
escribiría:

{ 34 } { 35 }
La infantería y la artillería marcharon por una dirección diferente a procesión de las palmas y de la adoración de la cruz, y con las ramas
la de la caballería pues esta hubo de ubicarse justo detrás de las fuerzas en las manos se embarcaron hacia lo que sería conocido después como
indígenas para cortarles la retirada. Cuando españoles e indígenas se San Juan de Ulúa. Sin haber dejado una guarnición en Santa María de
encontraron, se desarrolló la primera batalla a gran escala en territorio la Victoria, hubieron de pasar 5 años antes que españoles tocaran esta
mexicano, con cifras de 12,000 guerreros (Díaz, 1970, p. 54), 13,000 provincia otra vez. Antes de partir con dirección hacia México, los con-
(Izquierdo, 1997, p. 178), hasta la muy exagerada cantidad de 40,000 quistadores dejaron como único recuerdo una cruz tallada sobre una
(López, 1979, p. 19). La batalla comenzó con una lluvia de flechas y con ceiba en medio de la plaza principal de Potonchán.
los yokot’añob buscando embestir a los españoles para ser recibidos a Y después de apeados y debajo de unos árboles y unas casas que ahí es-
tiros. Todos los españoles pelearon, incluso los heridos y aquellos en- taban, dimos muchas gracias a Dios por habernos dado aquella victoria
fermos por las infecciones producidas por vivir con la armadura puesta tan cumplida; y como era una día de Nuestra Señora de Marzo llamóse
día y noche. A pesar de tener los españoles mayor capacidad de fuego, una villa que se pobló, el tiempo andado, Santa María de la Victoria
los yokot’añob les superaban en número, llevando a comenzar una re- (Díaz, 1970, p. 55).
tirada cuando la caballería apareció y con espadas en mano penetraron
las filas yokot’añob destrozando su ejército en todas las direcciones, las
El repoblamiento de la villa en 1524
fuerzas españolas comenzaron a darles cerco obligando a los yokot’añob
y la fundación de San Juan Bautista
a retirarse temerosos y confundidos (Díaz, 1970, p. 55). Una vez ganada
la batalla de Cintla los españoles recogieron a sus heridos y muertos, En enero de 1524 llega a Tabasco Juan de Vallecillo como capitán general
dirigiéndose a sus cuarteles; no sin liberar a todos los cautivos dándo- de la provincia de Tabasco con 60 soldados españoles y 200 indígenas
les la orden de mandar traer a sus principales, pues querían entrar en aztecas y tlaxcaltecas. La villa cambia de lugar hacia la costa o hacia
pláticas con los caciques para que se hiciera la paz en la región. un lugar cercano a ella, donde al parecer los intereses se centran en la
formación de un comercio marítimo proveniente de Veracruz con direc-
El 15 de marzo llegaron representantes de Potonchán y otras
ción el Caribe, Cuba, las costas del actual Brasil y España (Rodríguez
entidades para entrar en pláticas y dar presentes, Cortés acepta los
y Alfaro de Santacruz, 1981).
presentes en especie así como 20 mujeres entre las que iba a quien
luego llamarían doña Marina. Luego, Cortés mandó a ofrendar misa y Pese a las nuevas necesidades comerciales, el mantenimiento de un
levantar un altar donde se habría de fundar una población española. puesto en Tabasco fue en extremo difícil en su primera etapa. Cuando
Ante la presencia de notario real y la designación de un cabildo para Vallecillo arribó a la provincia de Tabasco encontró una completa resis-
efecto notarial, se hizo la traza que la villa habría de tener y declaró esas tencia por parte de todos los caciques de la zona. La presión enfermó a
tierras propiedad de los reyes de España, luego ordenó a los caciques a Vallecillo y quedó incapacitado para toda función gubernamental, siendo
que volvieran a los territorios abandonados retomando su vida normal remplazado como gobernador de Tabasco por Baltasar de Osorio. Era
si es que querían una paz real. Los españoles hicieron entonces una tal el temor a los grupos indígenas de la zona que en la Victoria nadie
{ 36 } { 37 }
se atrevía a alejarse a más de dos leguas por temor a ser capturado dad de alcalde mayor de Yucatán, Cozumel y Tabasco, decide fundar un
para sacrificio, llevando a los españoles a incursionarse en saqueos de poblado en un lugar a 20 leguas de la Victoria, donde trazaría calles y
rapiña para conseguir provisiones. La Victoria se mantuvo durante sus repartiría solares a españoles pobres quienes ya tenían familias criollas
primeros meses como una capital que no tenía control alguno sobre y no poseían propiedades ni valor alguno para su sustento. Este asen-
los cacicazgos indígenas de la provincia que se suponía se debían de tamiento los habitantes lo llamaban San Juan Bautista, Tres Lomas o
administrar. Cuando en 1526 Montejo llegó a Tabasco, tenía en mente villa Carmona (Torruco, 1987, p. 29), pueblo de pescadores que con el
la pacificación de Yucatán pero no podía hacerlo si Tabasco no estaba paso de los años atraerían los intereses económicos de la Victoria en el
pacificado, por lo que declaró la guerra a los indígenas. La campaña se comercio y la ganadería hacia San Juan Bautista, asentamiento mejor
prolongó por años pero auxiliado por Alonso Dávila y Gonzalo Nieto resguardado y seguro de los ataques piratas.
quienes proveían de pertrechos y víveres a Montejo desde Veracruz,
logró someter a toda la provincia en 1537, a pesar de las deserciones
Los ataques piratas y el abandono
militares motivadas por los viajes a la campaña de conquista del Perú
de Santa María de la Victoria
y de las constantes rebeliones indígenas (López, 1979, p. 58).
Para 1570 los piratas y filibusteros estaban tan seguros de su poder
Con la presencia del adelantado Francisco Montejo y de su hijo
militar en las costas del golfo de México que sondeaban incluso los
Francisco Montejo “el Mozo”, la villa de la Victoria también conocida
puertos entre la isla de Tris (Isla del Carmen) hasta las costas frente a
como la villa Tabasco, encontró relativamente paz y orden; a pesar de
la Victoria, donde sin preocupación alguna descendían a tomar leña y
no haber desarrollado un comercio a gran escala a excepción de ciertos
provisiones así como para asegurarse del nivel de defensa que dichas
productos como el cacao. Por el clima no se producía más que ganado, el
costas presentaban, problema persistente, ya que
cual se aclimataba muy bien por las enormes pasturas producidas entre
pantanos y zonas anegadas. Fuera de esas actividades económicas, la Esta villa tuvo por mucho, así por el trabajo que se tenían en la guarda
villa de Santa María estaba en condiciones precarias que hicieron de su y custodia de esta villa en la ordinaria de la costa y playa, de mas de
verse sin ninguna fuerza para poder resistir, por no tener como no tiene
mantenimiento como la capital de la provincia de Tabasco, algo difícil
siquiera una pieza para hacer alguna apariencia de guerra a los enemigos
de proteger. Esto se puede constatar al ver los cambios en los cuales
(Rodríguez y Alfaro de Santacruz, 1983, p. 41).
la jurisdicción de la Victoria se la disputarían la Audiencia de México
con sede en la Nueva España y la audiencia de los Confines con sede en
Guatemala (López, 1979, pp. 58-63). Por esta época los pueblos de Atasta y Tamulte de la Barranca se
En 1564 y debido a las primeras incursiones piratas a la villa de la trasladaron cerca de San Juan Bautista huyendo de los piratas; cuyos
Victoria quienes asaltaban y quemaban la región desde 1557; comienza ataques fueron constantes desde la segunda mitad del siglo XVI, con un
la movilización de la gente tierra adentro. Don Diego de Quijada en cali- clímax en 1596. Piratas holandeses desde la isla del Carmen atacaban
sin cesar a la villa de la Victoria aprovechando la guerra entre Inglaterra
{ 38 } { 39 }
y España, tomando en 1597 la villa de la Victoria, reduciendo a cenizas ¿Dónde está Santa María de la Victoria?
su iglesia y algunas casas, robando el ganado y las cosechas de maíz y Las fuentes históricas
de cacao. Tras la huida de los piratas, los pobladores reconstruyeron su El uso de fuentes escritas ha permitido en diversos lugares del mundo,
iglesia y nombraron un nuevo cabildo y oficiales reales, pero no pasó contribuir con la localización arqueológica de lugares históricos. Este
mucho tiempo para juntar a toda la población de la villa para votar la trabajo propone que la geografía y la cartografía histórica de la costa de
petición del traslado de los poderes a otro punto y abandonar de una Tabasco dan pie a suponer que la conformación del delta del río Grijalva
vez por todas el asentamiento costero ha cambiado a lo largo de los siglos, modificando el terreno e impidiendo
y por faltarles las comodidades de vivir hicieron una casa en el campo, la localización geográfica de la capital Yokot´añob de Potonchán, y por
muy lejos de la dicha villa (la Victoria) el río arriba, donde se registran tanto, si seguimos la idea de que la fundación novohispana de la villa de
las mercaderías a voluntad de los dueños... Sería bien mudar y pasar la Santa María de la Victoria sucedió sobre un asentamiento prehispánico,3
dicha villa junto a la dicha casa, por ser parte acomodada para la vivienda entonces debajo de restos coloniales deberían existir restos prehispá-
y contratación de los dichos vecinos, entrando y saliendo por tierra y nicos. Sin embargo, respecto a la localización de la villa de Santa María
con esto vendrianse a excusar el peligro en que siempre habían estado, de la Victoria, la mejor fuente siguen siendo por mucho las relaciones
de ser robados y saqueados de corsarios enemigos que allá suelen llegar geográficas escritas por Melchor Alfaro de Santacruz, quien como vecino
(Izquierdo, 1995, p. 35).
y encomendero de la Victoria, bien conocía el territorio que ocupaba
toda la provincia; dejando de ello testimonio escrito,4 y pictórico.
Por otro lado, entre 1570 y 1619 habría de experimentarse una El río sobre que está fundada esta villa se dice río de Grijalva... Esta
baja demográfica significativa en los alrededores del río Grijalva, cuan- este río y puerto en diecisiete grados y medio, obra de una legua de la
do se abandonaron 3 pueblos cercanos a la Victoria, para comenzar el boca del río sobre un placel de agua que se hace de la parte del norte, y
poblamiento de otras áreas más seguras (Izquierdo, 1995, p. 35). En sobre un brazo del río... Los barcos y barcas y fragatas que a esta villa
1603 el alcalde mayor de Tabasco pide al virrey el traslado de la capital vienen por carga o a descargar al pie de una cruz que es el remate de la
calle de esta villa y loma en que está; surgen alli a causa de estar con el
de los poderes en Tabasco de la Victoria a San Juan Bautista, siendo
denegado hasta 1641, cuando esta petición es concedida y se celebra el 3 Parto de tomar como cierto el comentario de Bernal Díaz del Castillo, con relación al futuro
de Potonchán una vez llevada a cabo la rendición y sumisión de los tabasqueños a la corona
cambio de poderes y capitales. Los pocos habitantes de la Victoria se española en nombre de Hernán Cortes… y como era una día de Nuestra Señora de Marzo lla-
vieron forzados a trasladar su hogar definitivamente, quedando de su móse una villa que se pobló, el tiempo andado, Santa María de la Victoria (Díaz, 1970, p. 55).
4 La relación de la provincia de Tabasco es un cuestionario de 50 preguntas enviado por Felipe
recuerdo sólo la historia y los restos abandonados de una villa española II a partir de una Real Cédula fechada el 25 de marzo de 1577. Llegó a Mérida (Yucatán) el 6
de febrero de 1579, de donde el gobernador y capitán general de Mérida, Don Guillén de las
ahora desaparecida entre los pantanos. Casas remitió una copia al alcalde mayor de la provincia de Tabasco, Vasco Rodríguez un mes
después, el 6 de marzo del mismo año en Tamulté de las Sabanas. Desde aquí, Vasco Rodrí-
guez la remitió a Melchor Alfaro de Santa Cruz, vecino y encomendero de la villa de Tabasco,
quien comenzó a redactar las respuestas hacia el día 2 de Mayo de 1579, en el pueblo de Hui-
mango municipio de Cunduacan en la Chontalpa. De esa fecha es la pintura que acompaña al
cuestionario.
{ 40 } { 41 }
reparo de las casas abrigados del norte y vientos de la mar, que son los res y corrales, ni salir de las dichas casas si no es por la calle principal,
mas dañosos y recios de esta costa (Rodríguez y Alfaro de Santacruz, que no hay mas calle de una en esta villa y es torcida conforme a lo que
1983, pp. 416-417). corre la dicha loma... Esta ciénaga viene ciñendo toda esta villa por las
espaldas de ella y entra en un placel que hace sobre la iglesia de ella, y
en todo es circuito de esta villa; no se ha hallado ni halla lugar cómodo
¿Era entonces la villa un asentamiento portuario-costero ubicado para poder poblarse esta villa, por que cuando hay crecientes de los ríos
cerca de la desembocadura del río en aquella época? Sabemos que la todo se hinche y anega salvo el circuito; aunque está esta loma baja, a
Victoria se fundó causa de que como es grande el río y la boca de él, esparcese el agua y sale
sin dañar a esta villa, aunque con las dichas crecientes y pocos reparos
sobre una loma pequeña, menos de un cuarto de legua, de suerte que
que tiene por carecer de servicio va comiéndose y disminuyéndose esta
si no es la misma loma donde está dicho pueblo, todo lo demás es bajo
loma (Rodríguez y Alfaro de Santacruz, 1983, p. 426).
y anegadizo, y por un lado sobre un brazo del dicho río que va hacia el
pueblo de Taxagual, y por las espaldas esta una ciénaga que cuando es
tiempo de aguas se hinche y entra en los más de los solares que caen
Estas descripciones del terreno en que se encontraba Santa María
sobre la ciénega, y en este tiempo casi no se pueden servir de los sola-
de la Victoria es muy importante cuando se contrasta con el “Plano
topográfico de la descripción de la barra principal de la provincia de
Tabasco, y parte de su río hasta el pueblo nuevo de San Fernando de
la Victoria”, probablemente hacia 1805, donde se advierte claramente
la existencia de las ruinas de Santa María de la Victoria a principios de
siglo XIX (fig. 5). Este mapa es muy importante porque con él se pue-
den afirmar tres cosas: 1. Que aparece San Fernando de la Victoria (hoy
la ciudad y puerto de Frontera); 2. Que frente a él se puede identificar
claramente el arroyo de El Coco con el nombre de boca del trapiche;
y 3. Que la nota inscrita justo encima del arroyo se lee: vestigios de la
antigua población de la Victoria. Esto es importante porque el mapa
ocupa el área que va desde la desembocadura del río Grijalva al norte, y
hasta por debajo del arroyo El Coco al sur, el cual proviene de un placel
de agua conocido como la laguna del Coco. En la costa oriental del río
enfrente de unos playones y del arroyo aparece San Fernando de la
Fig. 4. Primer mapa de Tabasco dibujado en Huimango, actual municipio de Cun- Victoria, en ese entonces un pueblo de reciente fundación y que es en
duacan, hacia el 26 de abril de 1579, por Melchor Alfaro de Santacruz. El original la actualidad es la ciudad y puerto de Frontera, capital del municipio de
se encuentra en el AGI, Sevilla.
{ 42 } { 43 }
interesados en estudiar la arqueología de la región costera de Tabasco.
Brinton publicó buena parte del trabajo de Berendt tras su muerte, co-
menzando por analizar las fuentes históricas disponibles para plantear
la posible localización de Potonchán. Describió Cintla como una gran
planicie cubierta por amplios maizales, templos y casas (Brinton, 1896,
p. 4). Creía que la palabra “Cintla” también pudo provenir del maya
“Tzent-Tah”, que tradujo como “lugar fortificado” o “lugar lleno de pro-
visiones” (Brinton, 1896, p. 5). Finalmente afirmó que Santa María de la
Victoria fue fundada sobre la Potonchán de Cortés (Brinton, 1986, p. 7).
Visitó la localidad de “Pedrito”, a 15 millas de la boca de río
Tabasco, describiendo “grandes montículos con mucha cerámica en
superficie”, como evidencia de “un pueblo antiguo”. Reportó además
la línea costera entre la barra de Chiltepec y el río Grijalva, cubierta
con una selva tropical densamente poblada de sitios arqueológicos con
vestigios en superficie. Habla del sitio de La Bellota, llamado también
Fig. 5. Plano topográfico de la descripción de la barra principal de la Provincia de “del cajete”, reportando cerámica anaranjado fino perteneciente al ac-
Tabasco, con su pueblo nuevo de San Fernando de la Victoria. Probablemente de
tual grupo Cunduacán, y soportes pertenecientes a cerámica del grupo
1805, principios del siglo XIX. Levantado por orden de Don Francisco de Heredia y
Vergara, y trabajado por Don Tomás Avedaño, primer piloto del comercio. Escala Matillas, lo que significa que el periodo de mayor ocupación visible en
métrica en varas castellanas (Guzmán, 1982).
superficie fue el Postclásico Tardío (Fig. 6).
Centla. En el lado poniente del río y justo en el interior del arroyo de El
Coco, aparece un manchón, como las ruinas de la Victoria, abandonadas
hacía ya poco más de 150 años de la fecha del mapa elaborado por don
Tomás Avedaño, primer piloto del comercio en la provincia (Guzmán,
1982, p. 29).

Evidencia arqueológica de Santa María de la Victoria


En 1876 Richard Berendt realizó una serie de excavaciones (su trabajo
fue citado por Brinton en 1896), cerca de la desembocadura del río
Fig. 6. Mapa de Cintla, de acuerdo a Brinton (1896).
Grijalva. Su trabajo ha sido una referencia obligada por todos aquellos
{ 44 } { 45 }
la selva y mantenidos en su forma por una capa de mezcla que cubría la
superficie, los muros y las escaleras. Esta forma de construir los edifi-
cios era una necesidad ya que en esa tierra no se encuentran piedras. Y
fue posible por la calidad de la mezcla que se hacía con arena de cuarzo
y caracoles quemados. A las escaleras se les daba una rigidez especial
poniendo de manera alternante mezcla, ladrillos y tierra y cubiertas
todas con mezcla... también encontró “piezas de figuras y de vasijas
que se parecen a las que se encontraron en las zonas arqueológicas
bien conocidas de Jonuta en el Usumacinta, de El Carmen, Campeche
y de la Isla de Jaina, lo cual es prueba de que los habitantes de la Cintla
antigua tenían relaciones con los maya de los lugares mencionados.”
Fig. 7. Mapa de Seler (1915), en que advierte las ruinas de Cintla. (Seler, 1915, pp. 149-151).

En 1911 Eduard Seler visitó el sitio de La Bellota y no dudó en


identificarlo con las ruinas de Cintla. De su viaje hizo una excelente En 1925 Franz Blom visitó Tabasco a su paso por la América Media
descripción que vale la pena citar, pues describe la misma zona dibujada (fig. 8). Aunque no hizo trabajo de campo, mencionó los trabajos hechos
en el mapa de Avedaño casi 100 años antes: por Charnay, quien visitó varios sitios cerca de La Bellota, al sur del
Por causa de buena suerte tuve la posibilidad de ver y estudiar la Sábana
de Cintla, el otro lugar en que Cortés obtuvo su primera gran victoria: la
toma de Potonchan... Las aguas del Río de la Bellota van a una laguna
grande, de la cual sale un canal que lo conecta con el Río de Grijalva en-
frente de Frontera. La ciudad de Frontera es una fundación reciente. La
antigua ciudad de Santa María de la Victoria se encontraba en la misma
orilla como el antiguo Rancho La Bellota, que le dio al río su nombre,
un poco abajo del canal que conecta la laguna con el Rió Grijalva. Pero
la antigua ciudad fue abandonada por sus habitantes debido a asaltos y
cazas de esclavos, y nunca fue reconstruida. El terreno en el cual se en-
cuentran hoy las ruinas del Cintla antiguo forman parte de la Hacienda
del Coco, cuyo propietario es la sociedad de plantajes Graves & Graves
de Boston (Fig. 7).

Una particularidad de los edificios de Cintla, que ya fue mencionada por Fig. 8. Ruta seguida por Blom en su viaje desde Veracruz, por Frontera Tabasco
Berendt, es que fueron construidos completamente con tierra ligera de y hasta Chiapas, en 1925.

{ 46 } { 47 }
rancho El Coco, y describió pirámides con acabados en mampostería
a base de ladrillo cocido, a la manera de Comalcalco. Visitó a quien en
ese momento fue el guardabosques del área, quien le mostró una gran
cantidad de objetos recolectados, entre los que destacaron cascabeles
de cobre, los cuales dada su abundancia, hicieron suponer a Blom, que
pudieron venir por comercio con grupos nahuas o toltecas (Blom, 1926,
pp. 97-98).
En 1956 Heinrich Berlin excavó en diversos lugares en Tabasco.
Uno de ellos es el sitio que llamó Juárez (Fig. 7) que identificó con el
sitio de El Cuyo Grande, excavado por Berendt en 1869. Describe ade-
más arquitectura de ladrillo en superficie cerca del montículo principal
y nombra el horizonte cerámico “Cintla” definido por cerámica prove-
niente de Tamulté, Juárez y Atasta. El horizonte cerámico “Cintla” es un
periodo protohistórico, que cubrió desde 200 años previos a la llegada
de los españoles. Reportó también cerámica del horizonte Cintla, en
su mayoría anaranjado fino de los tipo V (Matillas) y U (Cunduacán). Fig. 9. Sitios Arqueológicos en el área de Frontera, tomado y
modificado de Berlin, 1956.
Cita las excavaciones realizadas por Edward Seler en un basurero
cercano al sitio de Juárez en Tabasco, localizado materiales del hori-
de la región, como proveniente de Centla, como región fisiográfica y
zonte denominado Jonuta, que abarca el Preclásico y parte de Clásico
no como sitio arqueológico específico, por lo que la cerámica obtenida
Temprano. Estudia el caso de la Cintla donde Cortés entabla su primera
durante su intervención no puede ser tomada como proveniente de un
batalla en territorio tabasqueño, y de la identificación arqueológica del
sitio arqueológico, sino de muchos sitios cercanos (Fig. 9).
sitio histórico que realiza Berendt. Difiere de la opinión de Berendt, a
Esto permitió a Berlin abrir la polémica en torno a la localización
partir del supuesto de que cualquier sitio con arquitectura localizado
de Cintla y Potonchán al no coincidir en la identificación hecha por
sobre el margen oeste, cercano a la desembocadura del Grijalva, es po-
Berendt. Su estudio lo concluye argumentando que incluso la villa de
tencialmente la Cintla e incluso el Potonchán que mencionan las fuentes
Tabasco (Santa María de la Victoria), que tuvo materiales aún más
históricas. Berlin critica que después del trabajo de Berendt, toda la
diagnósticos en términos de etnicidad y temporalidad (los cuales pue-
comunidad académica de la época estuvo de acuerdo en las conclusiones
den ayudar más fácilmente a su identificación), no había podido ser
a las que llegó. Sin embargo, enfatiza que pocos estudiosos pusieron
localizada hasta ese entonces.
atención al hecho de que Berendt nombra a toda la cerámica obtenida

{ 48 } { 49 }
Fig. 10: Sitio de Allende, tomado de Vargas (2001) Fig. 11. Área general del rescate arqueológico con otros sitios
alrededor en el delta del río Grijalva.
Ernesto Vargas (2001, pp. 44-45) sugirió que uno de dos sitios
cercanos al Grijalva por su margen oeste podrían corresponder con el que el área de San Román;5 junto con el sitio arqueológico de Frontera,
Potonchán histórico, estos son los sitios de El Pájaro y Allende, ubicados fueron una misma unidad socio-política que bien puede corresponder
bastante tierra adentro. Su argumento principal descansa en los trabajos con el Potonchán histórico, y que justo su localización está ligada a la
de reconocimiento por él hechos, donde ningún otro sitio cercano a la de Santa María de la Victoria.
desembocadura del Grijalva, cree él, corresponde en tamaño e impor-
tancia con el sitio descrito por las fuentes (fig. 10). 5 En 2002, el arqueólogo José Luis Romero del INAH Tabasco realizó el “Rescate Arqueológi-
co Carretera Villahermosa-Ciudad del Carmen”. Del análisis cerámico se desprendió una tesis
Otros autores (Salazar y Chávez, 2005; Chávez, 2007), hemos su- de licenciatura de la ENAH sobre la secuencia cerámica de la región con base al análisis de los
materiales cerámicos recuperados. Se analizaron un total de 18,014 tepalcates excavados de
gerido que la arqueología del delta de Grijalva no podrá ser entendida 23 pozos de sondeo. Los 8 pozos con la mayor concentración de materiales se excavaron en
el sitio de San Román; pero se incluyeron aquellos provenientes de las secciones de Carrillo
si esta no se explica en el contexto de la transformación gradual y cons- Puerto Centro, 4; Carrillo Puerto Sur, 7; y Carrillo Galileo, 4. Del total de estos 23 pozos exca-
tante del terreno debido a un proceso en que la tierra le gana terreno al vados, se lograron identificar 59 tipos cerámicos en la bibliografía existente para la región. De
estos 59 tipos, 49 son de filiación maya y pertenecen a 11 Vajillas Cerámicas. 10 tipos fueron
mar, alterando la geografía del área e imposibilitando poder identificar identificados como material histórico, del Periodo Colonial Temprano y de filiación hispana.
12 tipos cerámicos no lograron ser identificados en la bibliografía arqueológica, o cualquier re-
ningún sitio histórico referido. Esto se traduce en la no correspondencia ferencia a ellos fue indirecta y por lo tanto muy ambigua, por lo que se decidió incluirlos como
entre fuentes históricas con la geografía moderna en el área. Un análisis material misceláneo. Este material procede en su conjunto de la zona de pastizales desde el
ejido y sitio arqueológico de San Román sobre la margen izquierda del río Grijalva, próximo al
de las fuentes históricas tomando en cuenta el fenómeno geomorfológico arroyo el Trapiche; extendiéndose hacia el área del ejido Felipe Carrillo Puerto y Felipe Carri-
llo Puerto Sur a menos de 5 km. aproximadamente hacia el Oeste. Las coordenadas UTM de
de transformación del terreno en el delta del Grijalva, me llevó a sugerir San Román son: 20 47 035 N, 5 35 480.
{ 50 } { 51 }
Discusión y comentarios finales: Aunque toda esta área contenía un gran número de pequeños Estados
Tabasco en medio de muchos rumbos independientes, estos se unían en su totalidad por medio de relaciones
En el caso de la primera capital provincial de Tabasco, hay por lo menos comerciales que constituían el vínculo de interés común. La economía
tres fuentes afirmando que la villa de Santa María de la Victoria se fundó comercial durante el Posclásico incluía una vasta red de transporte,
en el mismo lugar donde el capitán Cortés obtuvo la victoria en Tabasco, mercados, comerciantes y mercaderes, los cuales en su conjunto man-
o sea en Potonchán.6 Entonces un buen indicador arqueológico prueba tenían relaciones económicas vigorosas, vinculadas por medio de las
de que esto fuera cierto sería la superposición arqueológica de materiales relaciones políticas con diversas regiones dentro y fuera del territorio
del periodo Colonial Temprano, sobre una ocupación prehispánica del mesoamericano (Berdan et. al., 2003, pp. 100-101).
Postclásico Tardío. El área del rescate en San Román se localiza sobre Tabasco exportaba por todo Mesoamérica pieles de jaguar y otros
el cauce del arroyo El Trapiche o El Coco, antes de entrar a la laguna felinos, así como plumas de aves exóticas de la región. Junto con Hon-
El Coco (fig. 11), donde de acuerdo con los habitantes se encuentra la duras, Tabasco mantenía el control en la producción de cacao en el
“Isla de los Tepalcates”,7 uno de los muchos rasgos arqueológicos que área maya (Scholes y Roys, 1996, p. 15); su producción para el tributo
pueden ser encontrados en toda la zona. aún seguía siendo importante durante la colonia como parte del pago
La excavación arqueológica realizada por el INAH arrojó ma- en encomienda. La prosperidad de algunas provincias yokot´añob en
terial cerámico cuyo análisis ha permitido conocer su temporalidad Tabasco se debió a su gran capacidad de controlar y distribuir una
y procedencia. Esto es relevante pues para los periodos cerámicos amplia gama de bienes comerciales sobre un vasto territorio geográfico,
correspondientes al Posclásico Tardío se identificó cerámica prove- incluida la gran producción anual de cacao cuyo fruto se cosecha
niente de otras regiones del área maya; la presencia de obsidiana verde ininterrumpidamente (Scholes y Roys, 1996, p. 32), así capitales
puede considerarse prueba de algún tipo de vínculo económico a larga provinciales como Potonchán importaban a su vez productos en oro,
distancia con el Altiplano Central mexicano. Esto aporta datos a los cobre8 y chalchihuites (Díaz, 1970, p. 59). El comercio yokot`añob9 era
argumentos que han supuesto a las costas del golfo de México, la costa tal, que la isla de Cozumel, siendo famosa en la época de la conquista
de la península de Yucatán y del mar Caribe como parte de una misma por el adoratorio de Ix Chel, la diosa de la luna, era visitado por pere-
unidad económica hacia la época de la conquista (Smith y Berdan, 2003). grinos que venían desde Potonchán y Xicalango (Scholes y Roys, 1996,
p. 71). Fue descrita por Hernán Cortés (1963, p. 12) y Bernal Díaz del
6 La Historia de la Conquista de México, de Francisco López de Gómara dice “Al pueblo lla- Castillo (1970, p. 50) como un gran puerto marítimo que comerciaba
man los vecinos Potonchán, que quiere decir lugar que hiede, y los nuestros la Victoria” (López con productos provenientes de muchísimos lados de todo Mesoamérica.
de Gómara, 2007, p. 49). Si bien López de Gómara como capellán de Cortés nunca visito el
Nuevo Mundo, contó reiteradamente con la aprobación de Cortés sobre el desarrollo de la
campaña de conquista, con datos de primera mano.
7 En 2003 la antropóloga Flora Salazar Ledezma y el autor, realizamos un reconocimiento del 8 Berlin en su trabajo The Late Pottery of Tabasco, 1956, excavo grandes cantidades de casca-
área del arroyo El Trapiche hasta la laguna El Coco. Este reconocimiento trajo como resulta- beles de cobre de bella manufactura.
do la identificación de lo que fue un muro de ladrillos, ahora colapsado, sobre la margen del 9 Thompson les llamaba Mayas Putunes, y durante años su nombre apareció en la literatura
arroyo, que pudo ser a mi criterio de manufactura temprana en el área, en tiempos históricos. arqueológica.
{ 52 } { 53 }
Comerciantes de Xicalango y Potonchán en Tabasco, y de Cham-
potón y Campeche tenían depósitos y factorías en Honduras, en las
márgenes del río Ulúa (Scholes y Roys, 1996, p. 16). Al parecer los
yokot´añob de Tabasco habían sido “afectados por la cultura mexicana”
(Scholes y Roys, 1996, p. 28), en un área con por lo menos ocho o quizá
más pueblos de habla nahua.10 San Román pudo así funcionar como
un punto de control entre las rutas fluviales tierra adentro, y la ruta Fig. 12. Secuencia cerámica de San Román, Centla (Chávez, 2013)

marítima que conectaba a todo el golfo de México con la península de que hace suponer que en dichos periodos (Complejos Cerámicos), las
Yucatán, permitiéndole a los Yokot´añob desde San Román, controlar el ocupaciones fueron desiguales en términos demográficos a través de la
comercio con las sierra de los Cimatanes, en lo que se piensa fue todo un concentración de las cantidades del material, así como en la diversidad
corredor comercial desde tierras zoques en Tecominoacán, Mecatepec, de los tipos cerámicos identificados.
Ocuapan, Huimanguillo y Pichucalco (Jiménez, 1987, p. 40).
Aunque las relaciones interregionales no podrían precisarse en
Entonces si Potonchán se localizó cerca de la desembocadura del términos de su exacta procedencia, si es posible establecer vínculos
río Grijalva, a su paso por la vía fluvial debieron transitar materias y económicos con otras regiones a través de la presencia de materiales
comerciantes desde otras regiones de Mesoamérica. De ser esto así, ¿Po- alógenos en San Román (Chávez, 2013, p. 132); por lo que hablar de
dría haber evidencia de ello? La secuencia de San Román (Chávez, 2013, los mayas en las tierras bajas en las costas de Tabasco es hablar de la
p. 129; fig. 12) arrojó una ocupación que va desde el Preclásico Tardío, necesidad por conectar el Clásico y Posclásico a través de dos fenómenos
hasta el Colonial Temprano, con un hiato durante el Clásico Temprano. fácilmente perceptibles en el contexto arqueológico: la relativamente
Para efectos de este trabajo me detendré sólo en algunos aspectos de la brusca interrupción del desarrollo de las ciudades meridionales, y la
cerámica del periodo Posclásico Tardío y Colonial Temprano. El análisis aparición de nuevos rasgos, atribuidos a la llegada de gente procedente
estadístico de la secuencia cerámica y los tipos cerámicos identificados de la costa del golfo y del altiplano central mexicano (Rivera, 2001, p.
en San Román, sirvió para definir los periodos de ocupación en el sitio. 129).
Dichas ocupaciones estuvieron determinadas tanto por relaciones inter-
Respecto al segundo punto, el mecanismo para explicar la llega-
culturales locales, regionales e interregionales entre los diversos grupos
da de estos rasgos “no mayas” ha sido el desarrollo de un intercambio
procedentes de sitios tanto del área maya como de Mesoamérica. Éstas
extensivo cuyas rutas de comercio a gran escala por toda el área maya
no sucedieron con la misma magnitud lo que se refleja en la cantidad
se conectaba con otros sitios de Mesoamérica. Según Berdan y Smith
y variedad de material cerámico identificado en las excavaciones. Lo
(2003, p. 3), toda Mesoamérica era una sola unidad económica y cultural
10 La Chontalpa es una de las cinco regiones que integran Tabasco. En época postclásica tenía integrada por el intercambio comercial. Los Yokot´añob fueron grupos
una fuerte presencia nahua probablemente por el cultivo de cacao, del cual la Chontalpa ha de mayas putunes establecidos en las afluentes de las zonas productoras
sido siempre productor.
{ 54 } { 55 }
Fig. 13. Cerámica proveniente de la Península de Yucatán.

de cacao, plumas y hule en Tabasco, así como de su bien de consumo


más estudiado por la arqueología; la cerámica Anaranjado Fino.
De acuerdo a algunos cronistas, estos mayas comerciantes tuvie-
ron sus capitales en Potonchán, Xicalango, Itzamkanak y Champoton; Fig. 14. Tipo cerámico Torres Policromo identificado en la región de la Chontalpa
lugares estratégicos para el comercio fluvial. San Román se localiza muy por Sisson (1976). a y c provienen de San Román, b es una cerámica de similar ma-
nufactura y presenta los mismos atributos formales y decorativos, fue identificada
cerca del área donde diversas fuentes primarias ubican al Potonchán como cerámica de pasta blanca policroma, y proviene de Tehuantepec, Oaxaca.
histórico, cerca de la desembocadura del río Grijalva. Este tipo de sitios
localizados entre zonas fluviales y marítimas fueron denominados por Román puede corresponder como la de un lugar de tránsito entre rutas
Gasco y Berdan (2003, p. 111) como centros de comercio internacional. comerciales donde se intercambiaron variadas y numerosas mercancías
Los elementos usados por estos autores (Gasco y Berdan, 2003, p. 110) procedentes de puntos muy lejanos. La presencia de cerámica alócto-
para la definición de puertos de comercio internacional son tres: 1) El na no sólo es un indicador de relaciones comerciales a distancia entre
ser un asentamiento de comercio entre mercaderes de muy diversas y diferentes centros productores, sino además un indicador económico
lejanas áreas, 2) El tener una gran variedad de bienes de consumo, y 3) importante para diferenciar diversos estratos sociales en una misma so-
el tener un alto volumen de bienes de consumo. ciedad. La presencia de cerámica Anaranjada Fino en Yucatán, así como
la presencia de cerámicas como Mama Rojo y Tancachacal Pizarra11 en
De acuerdo con la información contenida en las fuentes históricas
San Román (fig. 13), podrían ser un indicador económico de una mutua
(G. E. T., 1972, p. 14; Santa Cruz y Rodríguez, 1983, p. 371; Scholes y
necesidad por mantener un prestigio económico y comercial a distancia
Roys, 1996, p. 16-17; Díaz, 1970, p. 59 y Cortés, 1988, p. 224) y la evi-
en San Román, ya que sitios como Cobá y Mayapan controlaban tanto
dencia arqueológica analizada, el sitio de San Román; por su ubicación
su producción como su distribución.
geográfica y la naturaleza de los materiales excavados cumple con estos
tres puntos, por lo que hasta el momento, la naturaleza comercial de San 11 Tipos cerámicos de la península de Yucatán (Chávez, 2013, p. 147)

{ 56 } { 57 }
Fig. 15. Cerámica proveniente de Veracruz, en la Costa del Golfo.

Durante el Posclásico Tardío los sitios costeros entre la Chontal-


pa y Laguna de Términos (Berdan y Gasco, 2003, p. 30), pertenecían
a un amplio circuito comercial que abarcaba toda el área maya, y que
Fig. 16. Cerámica del tipo Cunduacan Anaranjado fino. Excavada en San Román,
se vinculaban por diversas regiones con las áreas de mayor influencia e identificada en sitios como Champoton y Mayapan.
comercial en Mesoamérica. De este comercio se esperaría tener indi-
cadores arqueológicos, presentes con las cerámicas Torres Policromo, dos como “foráneos”, y presentes en productos locales, como ciertos
cerámica proveniente de Altiplano Central, en un área próxima a Puebla elementos estéticos “no mayas” en cerámicas locales. Para el Posclásico
y Veracruz (Fig. 14). La cerámica Luna Natural, proveniente tal vez de Tardío se han identificado elementos estéticos más que iconográficos, en
las áreas donde se explotaban las arcillas caoliníticas, en la Huasteca; la cerámica de San Román, como los soportes almenados de la cerámica
Quiahuiztlan II, proveniente tal vez de la región del Totonacapan o Cunduacán: Cunduacán, que de acuerdo a Berlin, y citando a Ignacio
desde Zempoala también en Veracruz. Interesante es que la tradición Bernal (Berlin, 1956, p. 140), afirma que estos están influenciados por
de pastas finas caoliníticas, a pesar de haber tenido su auge temporal la cerámica Azteca III y IV de Altiplano Central (Fig. 16).
durante el Posclásico Temprano; su producción es continua en el Pos-
Dadas las cantidades de cerámica Anaranjado Fino en San Román,
clásico Tardío (Fig. 15).
y en general de toda la región costera de Tabasco, ya Berlin creía que el
De acuerdo con algunos autores (Lorenzo, 2001, p. 79), la región área era productora de Anaranjado Fino para el Posclásico Tardío. Esta
Norte-Centro-Sur de Veracruz se vuelve un centro económico impor- cerámica ha sido localizada en la península de Yucatán en sitios como
tante durante el Posclásico, lo cual explicaría la presencia cerámica de Mayapán. Thompson (2004) creía que algunos tipos cerámicos de la
pastas finas caoliníticas en casi toda la región costera del golfo de México, vajilla anaranjado fino eran producidos por Yokot´añob bajo ciertos
y hasta la península de Yucatán. Otra manera de observar la “influencia patrones estéticos y simbólicos propios del Altiplano Central. Hecho
comercial” de otras áreas en San Román, es a través de rasgos atribui- que podría entenderse estudiando su iconografía (Fig. 17).
{ 58 } { 59 }
cerámico Santa María del periodo Colonial Temprano, han sido obte-
nidos por medio del análisis de aquellos materiales generados durante
el periodo histórico, entendido como el periodo posterior a la llegada
de los españoles a México. “La arqueología Histórica”, como su nombre
lo indica, utiliza ambos estudios, los arqueológicos y los históricos. El
uso de este término se refiere sólo a la base de los datos, y no a una cla-
se diferente de arqueología (Besso-Oberto, 1977, p. 4). El proceso que
envuelve la formulación de este Complejo Cerámico está relacionado
con los métodos arqueológicos que se han utilizado en la recuperación
de evidencia cerámica perteneciente al periodo histórico. El sitio de San
Román presenta ocupación del periodo Colonial Temprano en los mis-
mos niveles métricos donde se localizó además material prehispánico
tardío, lo que apunta a la existencia de una ocupación hispana sobre un
asentamiento prehispánico.
Durante años se pensó que muchas de las vajillas de mayólica en
Fig. 17. Pieza cerámica del tipo Chilapa gubiado inciso (Smith, 1971:82). Thomp-
son (2004: 47) señala que ésta cerámica es pertinente atribuirle su fabricación y
México fueron producidas en España y transportadas durante la época
distribución a grupos yoñot´añob con fuerte influencia de grupos “mexicanos”. temprana de colonización en América (Goggin, 1968, p. 139). Ahora se
Sus argumentos se basan en la gran cantidad de cerámica anaranjada fina recu-
perada en muchos de los sitios costeros de Campeche, los cuales presentaban mo-
sabe que muchas de ellas pudieron de hecho, contar con sus centros
tivos decorativos incisos con “fuerte influencia mexicana”. En San Román, el tipo productores en ciudades como Puebla o Oaxaca (Ball, 1978, p. 109).
Chilapa gubiado inciso variedad Chilapa, presenta motivos decorativos con estas
características, como se evidencia en la presencia del de glifos que tienen una vasta
Algunos indicadores arqueológicos de una clara ocupación española
expresión en el arte posclásico mesoamericano. Este tipo cerámico es del periodo temprana en San Román, podrían ser cerámica mayólica del tipo Co-
Posclásico Tardío, y protohistórico junto con la cerámica Cunduacan anaranjado
fino. Esta cerámica fue localizada en la misma unidad estratigráfica que la cerámi-
lumbia Liso, Yayal Azul sobre blanco, Santo Domingo Azul sobre blanco,
ca identificada como colonial. quizá Caparra Azul, Ichtucknee Azul sobre blanco, San Luís Azul sobre
blanco, Aucilla polícromo, San Luís Polícromo y Abó Polícromo; todos
Periodo Colonial Temprano: según la clasificación de John Goggin (1968).
Santa María de la Victoria De este complejo, se pudo identificar claramente material proce-
En San Román, la excavación de pozos estratigráficos trajo la recupe- dente de diez vajillas cerámicas hispanas, varias dejan claro el nivel de
ración conjunta de materiales coloniales con cerámica del postclásico ocupación española. Estas vajillas cerámicas son Vidriada Café, Vidriada
tardío. Los datos producto del análisis cerámico para definir el complejo Verde, Botijuela Olivera, Porcelana China, Yayal Azul/Blanco, Columbia

{ 60 } { 61 }
América; esto evidencia además una ausencia en la producción (pero
no en el consumo) de artículos hispanos en el área, y una necesidad
por consumir lo propio. De todos los bienes hispanos o de consumo
hispano en América, probablemente fue la cerámica la que inicialmente
comenzó a producirse en sus colonias. Sin embargo en San Román, la
presencia de cerámica prehispánica en los mismos niveles donde se
detectó la cerámica hispana, refleja en un primer momento -como ya se
dijo- la necesidad española por consumir lo local (más que por gusto,
por una necesidad).
Como ya se ha mencionado, obras de infraestructura hidráulica en
la región de la Chontalpa en Tabasco, trajeron como consecuencia una
reconformación del desarrollo social en toda la provincia, provocando
como secuela el abandono de grandes porciones de terreno, y el
poblamiento de otras tantas. San Román sufrió los efectos de este
Fig. 18. Cerámica colonial identificada en San Román: a) Yayal Azul/Blanco; b)
Sevilla Azul/Azul; c) Columbia Plane; y d) Porcelana China. proceso, y aunque una ocupación hispana se impuso sobre una larga
ocupación prehispánica, el abandono del sitio no significó la falta de una
Liso, Santo Domingo Azul/Blanco, Ciudad de México Verde sobre Cre- importancia estratégica comercial de la barra principal de Frontera. Al
ma, Caparra Azul y Sevilla Azul sobre Azul (Fig. 18). Además de estos contrario, la presencia en la actualidad de un puerto marítimo como lo
materiales, se lograron identificar fragmentos de metal, pertenecientes es Frontera, pone en sobredicho la importancia del área, y la necesidad
posiblemente a objetos de uso cotidiano en la época. de diversos grupos étnicos a lo largo de cientos de años, por controlar
el acceso y el paso de bienes, personas e ideas desde este punto y hacia
El comercio entre Europa y las Colonias españolas en América
muchos otros lugares, más allá de los linderos del agua y los lenguajes.
significaba un flujo muy diverso de productos y materiales del Viejo, al
Nuevo Mundo y viceversa. Cerámicas como Botijuela Olivera era utiliza-
da para transportar conservas, vino o aceite de oliva desde España hacia
toda la Nueva España. La ausencia en los primeros años de la Colonia
de productos hispanos en México hizo necesaria la transportación de
bienes desde Europa. La presencia en San Román de cerámica del tipo
Botijuela Olivera, es un reflejo de las necesidades hispanas no sólo en
la región costera de Tabasco, sino en todas las colonias españolas en

{ 62 } { 63 }
Referencias Estudios de Cultura Maya. Volumen XXIX. México: UNAM-
IIFL-CEM.
Ball, Joseph W. (1978). Archaeological Pottery of the Yucatan-Campeche Cortés, Hernán. (1993). 1ra y 5ta Cartas de Relación. México: Editorial
Coast. Studies in the Archaeology of the Coastal Yucatan Porrúa.
and Campeche Mexico. Publication 46. New Orleans: Middle ----------. (1963). Cartas de Relación. 7ª. Ed. México: Porrúa.
American Research Institute, Tulane University. Díaz del Castillo, Bernal. (1970). Historia Verdadera de la Conquista
Berdan Frances et al. (2003). An International Economy. The Posclassic de la Nueva España. México: Porrúa.
Mesoamerican World. Editores: Michael Smith y Frances Díaz, Juan. (1972). Itinerario de la Armada de el rey católico a la isla
Berdan. Salt Lake City: The University of UTAH PRESS, pp. de Yucatán en las Indias, en el año 1518 en la que fue por co-
96-109. mandante y capitán general Juan de Grijalva Escrito, para su
Berlin, Heinrich. (1956). Late Pottery Horizons of Tabasco, Alteza por el Capellán de la dicha Armada, comentarios Jorge
México. Publication 606. Washington: Carnegie Institution of Gurría Lacroix. México: Juan Pablos.
Washington. García García Antonio, y Edith Kauffer Michel. (2011). Las cuencas
Besso-Oberto, Humberto. (1977). Arqueología Histórica. Un Paradigma compartidas entre México, Guatemala y Belice: Un acercamiento
de Investigación. Tesis de licenciatura para obtener el grado de a su delimitación y problemática general. En: Frontera norte
licenciado en Arqueología. México: ENAH. vol.23 no.45 México ene/jun.
Brinton, Daniel. (1896). The Battle and the Ruins of Cintla. American Gasco, Janine y Berdan, Frances. (2003). International Trade Centers.
Archaeology and Linguistics in the University of Pensilvania. En Michael Smith y Frances Berdan (eds.). The Posclassic
Chicago: Reprinted from: Latinamerican Antiquarian. Mesoamerican World. Salt Lake City: The University of Utah
Blom, Franz. (1926). Tribes and Temples: A Record of the Expedition Press, pp. 110-116.
to Middle America conducted by The Tulane University of Gobierno del Estado de Tabasco. (1972). Relación de la villa de Santa
Louisiana in 1925. New Orleans: Published by the Tulane María de la Victoria. Boletín Bibliográfico, Rubín de la Borbolla.
University of Louisiana. Análisis y comentarios por Miguel Civeira Taboada. México:
Cabrera, Bernat, Ciprián Aurelio. (1987). Viajeros en Tabasco: Textos. Gobierno del Estado de Tabasco, pp. 10-16.
México: Gobierno del Estado de Tabasco. Goggin, John. M. (1968). Spanish Majolica in the New World: Types
Chavez, Jimenez, Ulises. (2013). De mayas Yokot´an, españoles y of the Sixteenth to the Eighteenth Centuries. Number 72. New
pantanos: La secuencia cerámica de San Román, Tabasco. Haven: Yale University Publications in Anthropology.
Akademikerverlag. Deutchland: Editorial Académica Española. González, Pedro. (1981). Los Ríos de Tabasco. México: Consejo Editorial
----------. (2007). Potonchán y Santa Maria de la Victoria: Una propuesta del Estado de Tabasco.
Geomorfológico-Arqueológica a un problema Histórico. Revista Guzmán V. Raquel. (1982). Atlas histórico de Tabasco. 1570-1981.
{ 64 } { 65 }
México: Consejo editorial del gobierno del estado de Tabasco. México: Instituto de Investigaciones Filológicas. Centro de
Izquierdo, Ana Luisa. (1995). El abandono de Santa María de la Victoria Estudios Mayas - UNAM.
y la fundación de San Juan Bautista de la Villahermosa. México: Rovirosa, José. (1946). Ensayo histórico sobre el río Grijalva. México:
UNAM. Gobierno Constitucional de Tabasco.
----------. (1997). Acalán y la Chontalpa en el siglo XVI, su Geografía Seler, Eduard. (1915). Archäologische Reise in Süd-und Mittelamerica
Política. Instituto de Investigaciones Filológicas, Centro de 1910/1911. In Gesammelte Abhandlungen zur amerikanischen
Estudios Mayas. México: UNAM. Sprach- und Alterthumskunde. Berlin.
Jiménez Valdez, Gloria Matha. (1987). Informe de los pueblos de la Sissons, Robert. (1976). Survey and Excavation in the Northwestern
Chontalpa Central. Un reconocimiento preliminar. Carpeta 3, Chontalpa, Tabasco, Mexico. Cambridge Massachusetts:
Vol. 26-13. México: Consejo de Arqueología-INAH. Harvard University.
Lorenzo, Carmen. (2001). La Circulación. En Linda Manzanilla y Scholes, Frances V. y Roys, Ralph. (1996). Los Chontales de Acalán-
Leonardo López Lujan (coords.). Historia Antigua de México. Tichel. Traducción de Mario Humberto Ruz y Rosario Vega.
Vol. IV: Aspectos Fundamentales de la Tradición Cultural México: IIF-CEM-UNAM / CIESAS.
Mesoamericana. México: INAH-IIA UNAM- Porrúa, pp. 69-95. Smith, Michael H. y Berdan, Frances. (2003). Posclassic Mesoamerica.
López de Gomára, Francisco. (2007). Historia de la Conquista de México. In Michael Smith y Frances Berdan (eds.). The Posclassic
República Bolivariana de Venezuela: Biblioteca Ayacucho. Mesoamerican World. Salt Lake City: The University of Utah
López Reyes, Diógenes. (1979). Historia de Tabasco. México: Consejo Press, pp. 3-13.
Editorial del Estado de Tabasco. Solís, Antonio de. (1999). De como inicia Cortés la conquista de México.
Ortiz Pérez, Mario Arturo y Méndez Linares, Ana Patricia. (1999). Historiadores de las Indias. Estudio Preliminar de Germán
Componentes naturales y de uso del suelo vulnerables a las Arciniegas. México: CONACULTA, pp. 159-161.
variaciones del nivel del mar en la costa Atlántica de México. Thompson, J. Eric S. (2004). Historia y Religión de los Mayas. México:
Investigaciones Geográficas 41. México: Instituto de Geografía Siglo XIX Editores.
de la UNAM. Torruco Saravia, Geney. (1987). Villahermosa nuestra ciudad. Villa-
Rivera Dorado Miguel. (2001). Las Tierras Bajas de la Zona Maya en hermosa: H. Ayuntamiento de Centro.
el Posclásico. En Linda Manzanilla y Leonardo López Lujan Psuty, Norbert. (1967). The Geomorphology of Beach Ridges in
(coords.). Historia Antigua de México. Vol. III. El Horizonte Tabasco, México. Baton-Rouge: Louisiana State University Press.
Posclásico. México: INAH-IIA UNAM- Porrúa, pp. 127-159. Salazar Ledesma, Flora Leticia y Chávez Jiménez, Ulises. (2005). Santa
Rodríguez, Vasco y Alfaro de Santa Cruz, Melchor. (1981). Relación de María de la Victoria: Primer Asentamiento Español del Siglo XVI.
la provincia de Tabasco. En Mercedes de la Garza et al. (eds.), En Mario Humberto Ruz (ed.). Tabasco: Antiguas letras, nuevas
Relaciones Histórico Geográficas de la Gobernación de Yucatán. voces. México: UNAM-IIFL-CEM, pp. 61-90.
{ 66 } { 67 }
Smith, Robert Eliot. (1971). The Pottery of Mayapán. Including Studies
of Ceramic Material from Uxmal, Kabah, and Chichen Itza.
Papers of the Peabody Museum of Archaeology and Ethnology
66. Cambridge: Harvard University.
Vargas, Ernesto. (2001). Itzamkanac y Acalan. Tiempo de Crisis
Anticipando el Futuro. México: UNAM-IIA.
West, Robert. Psuty, N., P. y Thom, B. G. (1969). The Tabasco Lowlands
of Southeastern Mexico. Baton Rouge: Louisiana State University
Press.

{ 68 }
Consideraciones en torno a las
representaciones sobre Tijuana
Rogelio E. Ruiz Ríos

R esumen
Con el presente texto se busca contribuir a la reflexión y comprensión
de las premisas ideológicas y políticas que animan y respaldan las re-
presentaciones sociales con los que suele explicarse el pasado y presente
de Tijuana, a partir de ejemplos y casos concretos incorporados a las
miradas académicas y del ámbito del arte y el periodismo. En los dis-
cursos con los que se es representada Tijuana sobresalen dos posturas
antagónicas: por un lado, las de tipo peyorativo; por otro, aquellas que
responden a estas imágenes negativas haciendo reivindicaciones que
acentúan el carácter cosmopolita, industrioso y nacionalista de sus
habitantes. Se parte de la premisa de que estas manifestaciones dis-
cursivas contribuyen a proyectar las representaciones sobre el futuro
de dicha localidad; se abre una disputa por definir e imponer ciertos
perfiles identitarios en el más amplio contexto de los imaginarios socia-
les históricamente construidos en torno a la frontera norte de México.
{ 71 }
Las representaciones sociales analizadas se plantean en el ámbito de en Baja California, destinado a una sociedad que ha sido resultado de
las tensiones entre la historia y la memoria. más de un siglo de inmigración procedente de todo México.
Edificar un museo de historia regional en Tijuana a cargo de la
Introducción: un museo, una historia máxima institución cultural en el país indica el interés primordial que
para autoridades, asociaciones civiles y académicos en el centro del país
En alguna tarde de verano del año 2000 o 2001, el maestro Mario Váz-
y a escala local y regional tiene la difusión y representación del pasado,
quez observaba con detenimiento el trajín de paseantes en la explanada
presente y futuro de Tijuana, de Baja California y en general de la fron-
del Centro Cultural Tijuana (CECUT). Llamaba su atención la manera en
tera norte de México. El despliegue museográfico convocó en su recinto
que la gente se había apropiado de la explanada para darle un sentido
a una triada bastante conflictiva: historia, memoria e identidad y fue
de plaza pública. El maestro estaba convencido de que lo acontecido
bautizado como Museo de las Californias. En los días en que apenas
ahí afuera, extramuros, era tan importante como lo sucedido adentro
cobraba forma, el funcionario que por entonces dirigía el CECUT eligió
del recinto. Tras unos minutos, escuché decir al maestro Vázquez: ─¡Ah
como lema distintivo: “Para ser y hacer historia”. En el plan institucional
cómo son tontos!, no se dan cuenta que el auge de Tijuana es ahora─.
del museo se plasmó la postura y propósitos socioculturales que anima-
La frase me sonó a una afirmación de que el futuro imaginado para
ron el proyecto: servir de “puente entre la sociedad bajacaliforniana que
Tijuana transcurría en ese preciso momento, lejos de las formas idea-
se encuentra en un momento clave de la definición de su identidad, y el
lizadas, distante de las eternas expectativas con las que los discursos
pasado de esta región” (CECUT, 2011). La inquietud de establecer un
modernizadores de políticos, empresarios y líderes sociales gustaban
museo de historia regional generó propuestas diversas sobre su conte-
presagiarlo desde los orígenes de la localidad.
nido, es decir, sobre la índole discursiva que debía promover y reflejar.
Mario Vázquez era uno de los museólogos favoritos de Rafael Tovar
El eslogan del museo encarnaba la visión e intenciones de la obra
y de Teresa durante su primera gestión a cargo del Consejo Nacional
derivada de una noción arraigada en la localidad: suponer que la iden-
de la Cultura y las Artes (CONACULTA). Procedente de la ciudad de
tidad en Tijuana se halla siempre en vertiginosa transición o que está en
México, Vázquez vino a Tijuana a encargarse de la museografía del pro-
vías de configurarse. Con ello se asume que llegara el momento en que
yecto para construir el Museo de las Californias en el interior de la nave
la identidad se constituirá en algo fijo, sólido, con un núcleo y densidad
principal del CECUT. Durante tres años Vázquez tuvo que lidiar con el
apenas variable en el tiempo.
desconocimiento propio y ajeno en torno a la historia e idiosincrasia
local, y quedó al frente de un equipo de trabajo integrado por personal La anécdota inicial alusiva al maestro Vázquez tiene como propó-
sin experiencia museográfica previa (entre quienes por supuesto se sito ejemplificar la problemática académica, cultural y social presente
hallaba el de la voz). El improvisado colectivo dirigido por Vázquez con mayor intensidad desde el decenio de 1950 en torno a la disputa
venció su inicial desconcierto ante el reto administrativo, académico y por definir y sustentar el carácter identitario de quienes habitamos Ti-
arquitectónico que supuso edificar el primer museo de historia regional juana. Cuando el maestro Vázquez aludía al “auge” que vivía la ciudad

{ 72 } { 73 }
en ese momento, es decir, en el presente, lo que hacía era contravenir menores que la de la República: 6.7 Sinaloa, 6.1 Nayarit, y Sonora 1.7
una narrativa constante que da cuenta de un mítico y glamuroso “ayer”, Baja California Norte y Sur tienen la ínfima densidad de 0.6.” (Loyo,
reproducida con extático romanticismo. El epítome de ese pasado idea- 1934, p. 169)12 El noroeste mexicano, al igual que el resto del país, le
lizado lo constituye el “Casino Agua Caliente”, el complejo turístico de merecía una pobre valoración: “el hecho de ser México un país casi
entretenimiento que operó entre 1928 y 1937, pero cuyo periodo de despoblado, y el hecho de que la escasa población pertenezca en su
mayor holgura comprendió sólo un lustro, ya que a partir de 1933 la mayoría a un tipo de cultura atrasada” (Loyo, 1934, p. 373).
derogación de la “Ley seca” en Estados Unidos menguó su importancia
económica. Esta retórica tiende a exaltar lo que se ha tomado como la La apuesta por definir Tijuana
edad dorada de Tijuana (Padilla, 2006).
La prohibición de la elaboración, venta y consumo de bebidas alco-
La romantización de ciertos aspectos del pasado (que desde luego hólicas fue el clímax de una serie de proscripciones a escala condal y
no es una tendencia única ni exclusiva de Tijuana) se integra dentro estatal, adoptadas en Estados Unidos en diversos periodos entre fines
del discurso defensivo, reactivo, labrado desde sectores oficiales, aca- del siglo XIX e inicios del XX. Las prohibiciones se extendieron a ac-
démicos, intelectuales, mediáticos y empresariales locales y regionales tividades consideradas nocivas para la higiene pública, el progreso y
que así han tratado de responder a un discurso centralista que durante la moral como las carreras de caballos, las apuestas y la prostitución
décadas ha puesto en entredicho la lealtad o incluso pertenencia a la (Vanderwood, 2008). En las localidades de la frontera norte mexicana
nación de los habitantes de la frontera norte mexicana, y en especial se concentraron establecimientos dedicados a satisfacer las pulsiones
de Tijuana, que llevado a sus extremos incluso pone en duda que sus y necesidades recreativas de muchos estadounidenses. A este tipo de
habitantes posean una “identidad”. Esto último se liga a los constantes atracción ejercida entre los visitantes llegados a Tijuana en diferentes
señalamientos de concebir a la frontera como un páramo cultural ex-
12 El capítulo 2 de esta obra titulado “Evolución demográfica de México desde la independen-
puesto a las ambiciones imperialistas del vecino del norte, una visión
cia hasta la revolución” se apoya en la compilación de tres tomos Informes y manifiestos de
cristalizada en el célebre dicho de que Sonora es donde termina la cul- los poderes Ejecutivo y Legislativo de 1821 a 1904, México, 1905, 65-126, cuyo volumen II
abunda en ejemplos de la segunda mitad del siglo XIX con sugerencias y propuestas que dan
tura y empieza la carne asada. Además, está la constante inclinación de cuenta de la preocupación de los legisladores y miembros del Ejecutivo para poblar el norte de
ligar a los pobladores de Tijuana y de la frontera norte con actividades México, en especial las zonas fronterizas con Estados Unidos ante lo que consideraban era un
amplio territorio despoblado: “Se procura la defensa de las poblaciones de la frontera contra
ilícitas o proscritas moralmente. El hecho mismo de la baja densidad las incursiones del salvaje, y se procura también la fundación de nuevas poblaciones, para que
con el tiempo, lo que ahora es desierto, se convierta en país de prosperidad y de civilización”
demográfica de Baja California comparado con otras entidades del país, (Francisco Zarco, presidente de la Cámara de diputados, 1868); “la iniciativa pendiente sobre
alimenta este imaginario de tierra desolada, yerma culturalmente, sus- colonización en toda la República, y la que con carácter muy especial debe dictarse para faci-
litar el deslinde, división y adjudicación de los terrenos baldíos en nuestro rico y despoblado
traída a la observación puntual de las leyes. Gilberto Loyo, pionero de territorio de Baja California” (Ramón Guzmán, Presidente del Congreso, 1874); en 1877 el
presidente Porfirio Díaz planteó al congreso mexicano que colonizar la Baja California era una
la demografía en México sostenía en 1936 que el: “Pacífico Norte es una necesidad vital. Loyo explicó que la revolución mexicana surgió en el norte “sobre todo por la
zona de gran debilidad demográfica, que reclama que se la puebla (sic). vecindad con los Estados Unidos, y por el vigor psicológico no sin primitivismo instintivo de
los hombres del norte, predominantemente blancos o mestizos equilibrados.” (123-124) [Las
Todas las Entidades (sic) de la zona Pacífico-Norte tienen densidades cursivas son mías].
{ 74 } { 75 }
épocas la he designado el imán concupiscente (Ruiz, 2009, pp. 131-151). tigmatizar13 Tijuana, al indicar que entre 1937 y 1938 el diario The San
La tradición narrativa que contribuyó a edificar la memoria en la Diego Herald, “cuestionador y sensacionalista”, tenía varios meses “cri-
que se finca el imaginario social que romantiza el pasado de Tijuana ticando sin piedad a Tijuana como ‘ciudad del pecado’” (Vanderwood,
se apoya sobre todo en acontecimientos o hechos como la operación 2008, pp. 33 y 72).
del casino Agua Caliente. La presentación de un libro editado por el Los anatemas de este tipo son abundantes desde fines del siglo
Instituto Municipal de Arte y Cultura (IMAC) es una muestra de ello: XIX. Por eso durante buena parte del siglo XX se elaboró en respuesta a
Agua Caliente operó entre 1928 y 1937 y motivó que Tijuana pasara de ello un discurso que trata de conferir calidad moral y legitimidad social
ser una pequeña población fronteriza, poco visitada, a convertirse en a los habitantes de Tijuana; con ello se aspira a defender “la imagen de
el destino turístico-recreativo favorito de una multitud de adinerados la ciudad”. Ante el avasallante espectro negativo con que se identifica
estadounidenses y europeos. Esto se tradujo en prosperidad y pronto a Tijuana, los defensores cavan trincheras en defensa de su “honor”.
una atmósfera de glamour [sic] envolvió a nuestra ciudad, haciéndose
A la idea de Tijuana como un espacio abierto a la transgresión,
común la visita de grandes luminarias de Hollywood (Rodríguez Ruiz-
a la disipación y a toda actividad que amerite una condena moral, se
Velazco en Padilla, 2006, p. 7).
agregan las sospechas mantenidas por las autoridades políticas en el
centro de México que ponen en duda la lealtad al Estado nacional de
Esta forma discursiva busca contrarrestar las representaciones sus ciudadanos fronterizos. Durante una breve estadía realizada en
peyorativas con las que se identifica a Tijuana. Esto explica la hipér- 1957, el por entonces bisoño sociólogo Rodolfo Stavenhagen registró la
bole en que se ha constituido el Casino Agua Caliente. El historiador existencia de dos posturas encontradas en torno a la imagen de Tijuana.
Paul Vanderwood consignó que entre los moralistas estadounidenses Por un lado, se afirmaba que Tijuana vivía de la prostitución, en cuya
se designaba a Tijuana como Satan’s Playground o el “patio de recreo oferta descansaba la mayor parte del turismo que atraía el poblado, lo
de Satán” (Vanderwood, 2010). A propósito de ciertos acontecimientos que generaba una derrama económica que beneficiaba a casi todos sus
violentos ocurridos a fines del decenio de 1930 (que darían pie al surgi- habitantes. En el polo opuesto, nos dice Stavenhagen, se situaban aque-
miento de la devoción religiosa popular a “Juan Soldado”), Vanderwood llos que “en su afán de ‘dignificar’ a Tijuana ante los ojos de la nación,
comentó: “la ciudad nunca había sido una comunidad tranquila y bien niegan por completo la existencia del problema de la prostitución o se
organizada de personas que llevaran una vida sencilla. Todo lo contra- refieren a él en forma casual, sin atribuirle ninguna importancia”; lo
rio: por lo menos desde los años veinte y el inicio de la prohibición en que para Stavenhagen era una “posición de ceguera que ningún bien le
Estados Unidos, había tenido la reputación de ser una meca turística hace a Tijuana” (2014, pp. 34-35).
libre y disoluta en la que todo se valía y era posible pasársela muy bien”.
Vanderwood recupera uno de tantos pasajes que han contribuido a es- 13 Una definición bastante general del término estigma refiere al individuo colocado en una
situación que lo inhabilita para una plena aceptación social. Se trata de un atributo “profun-
damente desacreditador”. Véase Goffman, 2006, pp. 7 y 13.
{ 76 } { 77 }
Ambas representaciones se vinculan con la noción decimonónica sultados son buenos. Pero desgraciadamente el hombre por lo general
del término frontera, que impactó sobre todo en Norteamérica, que es apático y después de sus labores del campo, no tiene más distracción
tendía a concebir ese tipo de región como una zona remota, bárbara y que la embriaguez. Las familias son numerosas. La vida es dura y triste,
despoblada, y por lo tanto, también frágil en cuanto a la presencia de pero la escuela fácilmente la transforma, cuando los pobladores no son
excesivamente alcohólicos o fanáticos. Hay comunidades pequeñas
las instituciones y la aplicación de sus leyes.14 El aforismo: “poblar es
donde los habitantes pasan la mayor parte del año una vida miserable,
gobernar” entraña la idea de civilizar dentro de una matriz eurocéntrica
porque no obtienen de ningún modo, ni trabajo, ni manera de vender o
modernizadora, logocéntrica y racionalista que busca afianzar el control
hacer algo. Naturalmente que abundan todavía las maestras que ense-
administrativo del Estado. Esta es la óptica desde la que históricamente ñan con el silabario de San Miguel. Todos estos pequeños pueblos son
ha sido evaluado el septentrión mexicano, en específico, su franja fronte- grupos de casas distantes unas de otras, diseminadas en terrenos donde
riza. En buena medida las percepciones sobre Tijuana deben enmarcarse parece que el hombre no puede hacer sentir su presencia.
en visiones más generales sobre el norte mexicano como la expresada
La mujer campesina de México carece de libertad, en casi todo el
por Gilberto Loyo en 1936, cuando retomó las observaciones acerca
país; depende en absoluto del hombre; tiene facilidad para los trabaja-
de esta zona por parte de algunos misioneros culturales, partícipes del
dores manuales. Se tiene el prejuicio de que la mujer de Baja California
programa ideado por José Vasconcelos:
no posee aptitudes para los trabajos manuales delicados y complejos;
las mujeres tienen aspiraciones de lucha, la idea fija de hallar un mari- pero esto es inexacto. (Loyo, 1934, p. 383).
do con dinero, y que la embriaguez es frecuente en ellas. Se preocupan
poco por su hogar, por su aseo personal y tienen muy escasos deseos de
Vanderwood apuntó que en el decenio de 1930 desde la ciudad de
trabajar en aquello que no sean las ocupaciones de la casa. Los hijos de
estas mujeres casi siempre son desaseados y ociosos. En la misma zona
México “se veía a Tijuana como una manchita miserable en la fronte-
Pacífico-Norte, existe otro tipo de poblado, donde la mujer presenta las ra, que podía tolerarse, aunque a regañadientes, sólo como un puerto
características de un espíritu enérgico, y allí no existe el alcoholismo en aduanero rentable que conectaba con Estados Unidos.” Y no perdió
el sexo femenino, y la obra de la escuela se realiza con facilidad. Poco oportunidad para matizar que: “Incluso hoy se la sigue considerando
a poco se va sintiendo en los poblados de este tipo, la necesidad de que como un necesario generador de ingresos en el país pero ‘no realmente
los campesinos se organicen, y cuando se fundan cooperativas sus re- México’” (Vanderwood, 2008, pp. 96-97).

14 Conviene recordar el legado modernista de larga duración que concibió los márgenes de
Insisto en que esta apreciación de soledad, anomia social, sub-
los Estados como territorios de barbarie o modernización incipiente o inconclusa. Dentro de sistencia, precariedad con la que se distinguía la situación en Tijuana
tal perspectiva, un ejemplo magistral es el de Fernand Braudel, quien sostuvo en El Medite-
rráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe II, que en los lugares donde hubiese estaba generalizada sobre el noroeste mexicano. De nuevo las palabras
“escasez del material humano, su débil espesor y su dispersión”, están impedidos de “la ins- de Loyo nos brindan una muestra de ello, sin dejar de resaltar su aso-
tauración de las instituciones del Estado, de una lengua dominante y de grandes civilizacio-
nes” (1997, p. 46). Para una visión contemporánea que inscribe a las zonas de frontera dentro ciación de lo indígena con el analfabetismo:
de los procesos configurativos de los estados nacionales y las cubre de significación véase Das
y Poole (eds.), 2004.
{ 78 } { 79 }
En la Baja California hay un poblado llamado ‘Las Gallinas’, donde no y canadienses lo hacen sobre Alaska y los territorios del norte (Price,
hay más de ocho casas. Sus miserables habitantes son gambusinos, 1973, p. 2).
pues la región es rica en arenas auríferas. Se conforman con lavar unos
Hay una persistencia y arraigo en el imaginario social para re-
cuantos granos de oro a la semana, que les son pagados a muy bajo
precio, con lo que obtienen lo indispensable para su subsistencia, y a
presentar a Tijuana como el patio de recreo de Satán o el santuario de
pesar de vivir en una zona de arenas auríferas, su situación es pésima. Baco, esto ha persistido a lo largo de varias décadas. Así se aprecia en
Hay lugares donde no hay en realidad indios; sobre todo en el Norte es el caso del periodista Fernando Jordán quien en 1949 viajó de la ciudad
donde abundan los centros de mestizos, muchos predominantemente de México a Baja California para elaborar un amplio reportaje titulado
blancos. A pesar de esto, el analfabetismo impera. El 85% de la pobla- “Tierra incógnita”, originalmente publicado en la revista de circulación
ción de estas comunidades del Pacífico-Norte; está formada por gente nacional Impacto, y que más tarde incluyó en uno de sus libros, en el
miserable, agricultores, vaqueros, gambusinos y mineros, con salario en que desde el mismo título resalta la alteridad del objeto de su mirada: El
torno a 75 centavos. Sus habitaciones son chozas de carrizo. Los calores otro México. Biografía de Baja California (2005), en la que da cuenta
intensos y las sequías acaban con sus animales. Carecen de espíritu
de Baja California como un territorio lejano, agreste, enigmático, no
progresista, y el viajero se asombra de que la mortalidad infantil no sea
sólo en la naturaleza de su suelo y medio ambiente, también por su
excesiva. (Loyo, 1934, p. 383).
“aislamiento” cultural. Este tipo de ideologías alimentaron el aforismo
ya referido que ubica en Sonora los límites de la carne asada.16
Por otra parte, con tufo turneriano,15 el geógrafo John Price escribió La lejanía geográfica respecto al centro del país ha provocado
en el mismo sentido en 1966, al señalar que los antecedentes históricos cuestionamientos sobre la lealtad nacional de los fronterizos. La recu-
del norte mexicano estaban marcados por la larga sobrevivencia de las rrencia de esta idea ha hecho que algunos autores tengan que esmerarse
culturas indias adaptadas al desierto, el relativo aislamiento respecto en dar constancia de lo contrario. Price señala desde el comienzo de su
a los centros de civilización en el centro de México y el este de Estados estudio sobre Tijuana que: “El norte de México es una región distinta
Unidos, y por un clásico tipo de frontera con mucha tierra libre en un
área donde hay baja densidad demográfica. Apuntó que las culturas 16 Hermann Von Keyserling fue un filósofo bien conocido por los intelectuales y académicos
fronterizas destacaban por su individualismo y autosuficiencia, un logro mexicanos en la primera mitad del siglo XX. Este autor de lengua alemana expresó que “el
habitante de los desiertos tiene conciencia en primer término de lo trágico de la vida”. La idea
sobre su adscripción, sus oportunidades tanto como las dificultades, la fue retomada por Gilberto Loyo para plantear que el pueblo mexicano, al igual que el español,
eran: “Pueblos trágicos del desierto geográfico y del desierto demográfico”; pero estos pueblos
libertad sobre los constreñimientos legales, y la crudeza de las bellas del desierto “pueden transformar fundamentalmente su sentido de lo trágico en un sentido
artes, la literatura y las sutilezas sociales. Añadió que los mexicanos heroico. Cuando los pueblos del desierto tienen este sentido heroico, lo mismo en la Arabia de
Mahoma que en la Tenochtitlán de Motecuhzoma Ilhuicamina, que en la Rusia de Stalin, se
hablaban de Baja California en la misma forma que los estadounidenses pueden superar las propias fuerzas y llegar a supremas realizaciones.” Para Loyo estaba claro
que sólo los pueblos que vencieran estos retos podrían ingresar “al número de los constructo-
res de la historia.” (Loyo, 1934, pp. XIV y XVI). El hecho de atribuir el aforismo de la “carne
15 Refiero a Frederik Jackson Turner y su famoso texto de 1893 sobre la conquista del medio asada” a José Vasconcelos tiene sustento tal vez en alusiones de este tipo expresadas por el
oeste estadounidense. pensador oaxaqueño conocidas por sus discípulos como Jaime Torres Bodet y el grupo de “Los
contemporáneos” familiarizados con la obra de Keyserling. Véase Kurz, 2008.
{ 80 } { 81 }
de México que ha sido influenciada por los Estados Unidos, pero que delante. Anoche a las doce un puñado de hombres ebrios vitoreaba a los
culturalmente continúa siendo básicamente mexicana” (Price, 1973, Estados Unidos y proferían mueras a México [...] en vista de las indife-
p. XII). Más adelante, expresa una idea muy arraigada en la frontera: rencia de las autoridades; qué se puede esperar, cuando con su silencio
que la separación de la gente del norte de México con relación al “co- se les tolera para que cometan unas tropelías de las que se han estado
cometiendo hasta hoy (IIH-UABC, 1886).
razón” histórico de la cultura mexicana y la constante convivencia con
la cultura estadounidense hacen a los norteños más conscientes de su
herencia mexicana y más patriotas que la generalidad de sus connacio- Varias décadas después, en 1950 el reportero Jordán reseñó un
nales (Price, 1973, p. 2). Una idea que dos décadas después El Colegio panorama aún más disoluto, aunque encomió el “patriotismo” sui ge-
de la Frontera Norte (EL COLEF) hizo suya amparado en un estudio de neris de los fronterizos:
industrias culturales sustentado en métodos sociológicos cuantitativos
Todavía hace muy pocos años las llamaban Sodoma y Gomorra. Eran
(Bustamante, 2004, pp. 151-190 y s.f.). sitios de pecado donde el vicio se nutría de opio, las inquietudes se aho-
Price apuntó lo impreciso que resultaban los estereotipos con gaban en alcohol y las ambiciones se decidían sobre el tapete verde de las
los que los turistas estadounidenses solían concebir a las ciudades mesas de juego. Se traficaba con la salud y con las leyes. El contrabando
fronterizas mexicanas, que veían como centros de vicio y pobreza en era oficio de todos. La prostitución creció como planta en invernadero.
El “estado seco” implantado en Estados Unidos se ahogó con el aguar-
contraste con la auto percepción que los tijuanenses guardaban de su
diente que vertieron Sodoma y Gomorra al otro lado de la frontera. Los
ciudad (Price, 1973, p. XIII). En años recientes, el sociólogo Jorge Bus-
norteamericanos fueron los clientes, chinos los empresarios y mexicanos
tamante fundador de El COLEF rememoraba que entre las objeciones
los organizadores. Así se hicieron Tijuana y Mexicali.
presentadas por algunos académicos en la ciudad de México a la aper-
[...] me parece que la mexicanidad de esas ciudades fronterizas em-
tura de ese centro de investigación, arguyeron su falta de confianza en
pezó a cimentarse precisamente cuando se entregaron al vicio. Cada
los “fronterizos” porque “estaban tan agringados” y “menos mexicanos”
dólar arrebatado a los opiómanos, a los jugadores o a los dipsómanos
que el resto de los nacionales (Bustamante, s. f.).
sirvió para colocar una piedra más en la muralla de la patria (Jordán,
Las preocupaciones por la imagen de Tijuana son constantes en 2005, p. 143).
la historia e involucran polémicas entre diversos grupos y sectores de
la población. En una época tan temprana como mayo de 1886, el admi-
La peor parte del juicio de Jordán se sustenta no sólo en sus propias
nistrador de la aduana local se quejaba ante el subprefecto del Partido
impresiones sino en la memoria trazada al respecto por autores que lo
Norte, máxima autoridad administrativa y militar de la región:
precedieron, sobre todo estadounidenses. De esta manera, en un fugaz
muchos se abstienen de hacer el tráfico por esta frontera por temor de
capítulo titulado: “En el que algunos tijuanenses se van a molestar”,
encontrarse con la chusma de ebrios escandalosos que constantemente
incluido en su libro El otro México, Jordán inicia con una larga cita a
pululan en esta población, insultando a todo el que se les presenta por
un texto publicado en 1932 por un estadounidense en el que refiere a la
{ 82 } { 83 }
experiencia sesgada de sus connacionales en Tijuana, un aspecto que a Particularmente en la época de verano, que es cuando más se moviliza el
juicio de Jordán continuaba vigente en 1950: turismo en Estados Unidos, acuden a Tijuana miles de visitantes de todos
los estados de la unión, que no tienen otra forma de “conocer” México.
Un millón de estadounidenses han hablado de México, han asegurado
Pero en todas las épocas del año afluyen los visitantes, principalmente
que estuvieron en México sin que, en la práctica o la teoría, hayan ido
del estado de California y particularmente los viernes, sábados y do-
más allá del cuadro de carnaval que ha sido construido y dedicado, no
mingos, atraídos por las apuestas y los espectáculos del hipódromo, el
a la expresión de un país extranjero, sino a la satisfacción de los deseos
galgódromo, el jai alai, las corridas de toros y las variedades desnudistas y
anglosajones. Los visitantes han comprado souvenirs, enviado desde
obscenas de los cabarets, además de ciertos servicios y productos –como
allí tarjetas postales y, después de todo, han escapado al paternalismo
la gasolina- que es más barata en Tijuana que en Estados Unidos. Los
nacional. Quedan satisfechos porque son buscadores de diversiones en
marinos de la base naval de San Diego que escogen a Tijuana como lugar
un día de fiesta y no observadores estudiando un nuevo país. Llenos
preferido para sus parrandas representan un porcentaje muy elevado
de trivialidades, no han dedicado siquiera un pensamiento a lo que
del turismo estadounidense (Stavenhagen, 2014, p. 32).
está más allá del horizonte inmediato; pero cuando regresan al hogar y
relatan al estrecho círculo de amigos la historia de su viaje... es México
lo que han visto, no una caja de juguetería (Bancroft citado por Jordán, El ánimo por emancipar a Tijuana del lastre vicioso con el que
2005, p. 161).
históricamente se le ha definido también ha generado prácticas defensi-
vas y profilácticas promovidas por personajes y asociaciones de diversa
Para Jordán, Tijuana parecía un “play-box”, o al menos lo era “por índole. Un caso sintomático lo encontramos en 1967 cuando el profesor
su escaparate”, por lo único conocido por el visitante, aunque concedió Rubén Vizcaíno, un intelectual local con amplia influencia y reconoci-
que en lo “íntimo, bien puede que sea otra cosa”, ya que “pocos tienen miento en la comunidad y ex funcionario del Partido Revolucionario
la paciencia de ponerse a hurgar en el fondo de su espíritu en busca de Institucional (PRI), que forjó una larga trayectoria sustentada en la
otros sentimientos” (Jordán, 2005, p. 161). Pese a lo observado, Jordán paradoja de demonizar Tijuana a la vez que la sometía a un exorcismo
precisó que no se escandalizaba y aventuró que en un día muy lejano constante, se involucró en la organización del “Primer congreso contra
Tijuana buscaría poner fin a “toda esa farsa” para dejar de “vivir prin- el vicio”, en el puerto de Ensenada, Baja California. El encuentro no se
cipalmente de la explotación del vicio” (Jordán, 2005, p. 166). realizó finalmente pero recibió las propuestas de un grupo de escritores
afines a Vizcaíno quienes propusieron discutir los siguientes temas: “El
El juicio del antropólogo Stavenhagen fue menos severo pero igual
escritor bajacaliforniano contra el vicio”, “La Universidad y el vicio”,
de suspicaz a la hora de evaluar el carácter turístico local, en el que
“La conducta antisocial y las fiestas patrias”, “El vicio y los trabajado-
también se pone en relieve su condición de ser la “ventana” de México
res tijuanenses”, “El juego como producto de conductas antisociales”
para multitud de estadounidenses que no se adentran al país más allá
(IIH-UABC, s. f. b). Más tarde, en 1970, el profesor Vizcaíno promovió
de unos kilómetros al sur de la frontera:
el “Primer congreso por la superación social, económico y cultural de la
En la actualidad, el turismo estadounidense alcanza cifras muy altas.
{ 84 } { 85 }
ciudad de Tijuana” (IIH-UABC, s. f. a), y hasta bien entrada la década para solicitarle que cuando dirija un mensaje promoviendo a nuestra
de 1980 continuó involucrado en su propósito de organizar encuentros Ciudad, no olvide que desde su formación hasta la fecha, Tijuana se de-
para hallar soluciones a los problemas sociales y morales de la ciudad, sarrollo gracias al trabajo, esfuerzo y honestidad de la gran mayoría de
sus hombres y mujeres que lucharon y continúan luchando para formar
y de Baja California en general.17
a sus familias con valores y buena moral (González Cruz, 2012, p. 21-A).
Un caso reciente de pugna por la “buena imagen” de Tijuana se
dio cuando el presidente del Club Social y Deportivo Campestre, A.C.,
que es el centro social más importante de la localidad donde se reúnen Las disputas por las representaciones que pueblan el imaginario
las personas de mayor peso económico y político, reaccionó irritado sociohistórico18 que gravita sobre Tijuana se trasmina a los campos de
contra las declaraciones públicas del empresario José Galicot, también la creación artística, intelectual, académica y política. Esta es la base
activo promotor de la “buena imagen” de Tijuana, entre cuyas activida- para que autores de ámbitos políticos, sociales y culturales, así como los
des se haya la organización de un festival que atrae bastante publicidad cultivadores de las disciplinas artísticas y académicas se hayan dado a
y patrocinios de instituciones de gobierno y privadas llamado “Tijuana la tarea de explorar el carácter identitario de los habitantes de Tijuana.
innovadora”. La causa del disgusto entre conspicuos personajes de la
burguesía local se debió a que durante una de las presentaciones de la
La preocupación identitaria
edición 2012 de “Tijuana innovadora” efectuado en las instalaciones
del Club Campestre con la asistencia del entonces presidente de la Para referir a la cuestión identitaria partiré de lo señalado por Domi-
república y de otros invitados de renombre, Galicot argumentó que nick LaCapra:
“Tijuana innovadora” era un instrumento para dejar atrás “el papel No se debe idealizar la identidad como algo benéfico per se, pero
que la prostitución, el aborto, el negocio de los divorcios exprés y las tampoco demonizarla o considerarla [...] fuente de todos los males
cantinas” han tenido en el desarrollo de Tijuana, “además de calificar políticos del mundo moderno. Tampoco se la debe fundir ni con-
a la industria maquiladora como ‘fábricas de esclavitud’”. El líder del fundir con la identificación, en el sentido de fusión total con los
otros, en la que toda diferencia es obliterada y cualquier crítica es
club social se declaró ofendido y a través de un desplegado en la prensa
sinónimo de traición. Pero la identidad implica modos de ser con
local que firmó como “Orgulloso Tijuanense”, manifestó:
otros que van de lo real a lo imaginario, virtual, buscado, norma-
Ante ese discurso, como Tijuanense e hijo de fundadores y forjadores de tivamente afirmado o utópico (LaCapra, 2006, p. 60).
esta Ciudad, me es imposible guardar silencio, por ello me dirijo a usted
17 Por ejemplo, la celebración en las instalaciones del CECUT del “Foro de análisis de ideolo-
gía política y estructura social del baja californiano [sic]”, convocado a través de la “Platafor- LaCapra liga de modo sugerente el tema de la experiencia con la
ma de profesionales mexicanos A.C. afiliados a la Confederación Nacional Obrera y Popular
(CNOP) y al PRI, efectuado los días 23 y 24 de septiembre de 1988. El evento se organizó bajo 18 Por sociohistórico aludo a la interacción entre presente y pasado enfocado desde la histo-
el siguiente temario: “Por una definición de identidad del bajacaliforniano”, “La educación en riografía y la teoría social. Es un término operativo que permite desplazarse diacrónicamente
Baja California”, “Problemas comunitarios, alternativas de solución”, “Democracia e ideología entre fuentes diversas en origen, tiempo e intenciones, útil para atender cuestiones como las
política”, en IIH-UABC (s. f. c). identidades y las representaciones sociales.
{ 86 } { 87 }
memoria y la relación intrínseca de éstas con la identidad. Es importante Pese a su declarado intento de cubrir 150 años de producción en
tomar en cuenta tales nexos, porque considero que las observaciones artes visuales, el despliegue museográfico se concentró en las décadas
forjadas sobre Tijuana han generado una memoria que atraviesa las más recientes. El periodo de larga duración que aspiraban a representar
disciplinas académicas y artísticas, que son campos de acción donde se en la muestra adoleció de contexto histórico, no dio cuenta de los pro-
realizan prácticas productoras de significados (como la gestión cultural, cesos de producción, de los circuitos de mercado, de la conformación de
las políticas culturales institucionales y las reivindicadas como autoges- públicos, del desarrollo de las instituciones a las que la vida artística ha
tivas o autónomas). En estos ámbitos predomina la búsqueda de una sido vinculada, además de haber poca idea de lo que supone un discurso
“esencia” o “espíritu” definitorios del carácter de los habitantes de la historiográfico. Según las palabras de presentación del catálogo oficial
localidad, se aspira a develar qué elementos o materiales la constituyen a cargo del entonces director del CECUT, con la exposición se preten-
y sedimentan. De estos esfuerzos resultan conclusiones la mayoría de día lograr una mímesis de la historia en el arte: “realizar ese recuento
las veces sin mucho fundamento histórico, pero que a fuerza de ser re- en el que la expresión artística dialoga con la historia y ésta aparece
petidas se endurecen como datos y se convierten en la base para asumir traducida en aquella” (Ashida y Dávila, 2011, p. 6). Líneas adelante en
verdades históricas. el catálogo se señala que la retrospectiva fue resultado de “un arduo
En Tijuana se puede observar cómo prevalece la idea de que los trabajo de investigación sobre el arte y la historia de Tijuana”, en el que
artefactos culturales e ideológicos reflejan de modo directo el carácter los encargados de la curaduría “aceptaron el desafío de establecer el
de la ciudad. La asunción de este criterio por parte de quienes realizan diálogo necesario entre la producción artística y el acontecer histórico”
o se hayan involucrados en los procesos creativos señala el peso ideo- (Ashida y Dávila, 2011, p. 6).
lógico19 de los supuestos históricos que animan la producción artística Los grandes vacíos cronológicos se trataron de subsanar mediante
por ejemplo. La exhibición Obra negra. Una aproximación a la cons- la incorporación de atisbos del discurso historiográfico local aceptado
trucción de la cultura visual de Tijuana (CECUT, s. f. b) presentada en oficialmente. Con la elaboración de una especie de diorama, se buscó
el CECUT en el 2011, se planteó ser una retrospectiva de 150 años de dar trasfondo histórico al acento presentista que animó la exhibición.
historia al conjuntar a más de 300 artistas en una exposición. Por sus La curaduría de Obra negra dispuso la colocación en la parte de acceso
propósitos y la cantidad de artistas y obras que aglutinó, la importancia a la exposición de una especie de periódico mural escolar compuesto
del recinto que albergó la muestra y el impacto causado en una parte de por una colorida serie de reproducciones de tarjetas postales, casi todas
la comunidad artística y periodística local, considero oportuno tomarla bastante conocidas entre los devotos de la historia local, en su mayoría
como referencia para reflexionar sobre algunas de las cuestiones aquí alusivas al complejo Agua Caliente y a la céntrica “Avenida Revolución”,
planteadas. la más importante de Tijuana en materia turística. Cabe mencionar
19 Considero que estos discursos adquieren un matiz ideológico del tipo enunciado por Terry que ambos espacios representados de manera sumaria en las tarjetas
Eagleton cuando plantea que la ideología en su forma literaria no sólo “oscurece o proyecta postales son un tropo recurrente en el imaginario social sobre Tijuana.
la historia” sino que se vuelve productora de lo ideológico y hace parecer “natural” lo que es
tomado como historia (Zorin, 2005, p. 327).
{ 88 } { 89 }
Al igual que sucede cuando se aborda la cuestión de las identi- compartirlas con nosotros. Bien hubiera hecho en olvidarse de nodos y
dades en la localidad, los curadores de Obra negra trasplantaron a su nudos para darnos una exposición objetiva, balanceada y útil sobre la
campo la noción de una identidad en tránsito, inacabada, pues a juicio historia del arte de Tijuana, en vez de simplemente perpetuar la leyenda
negra de Tijuana, presentándonos a todos como esos provincianos incul-
de ellos: “la identidad visual de Tijuana no está acabada, sino aún en
tos, folclóricos, violentos viviendo entre basura, narcos y mojados, que
vías de construcción” (Soto, s. f., p. 21). Hay también una pretensión
tanto insisten en convencernos que somos a pesar de lo que muchos de
de totalidad que hace recordar las aspiraciones de los historiadores a
nuestros artistas dicen en sus obras […] En fin, es triste que esta expo-
fines del siglo XIX. La expresión de una de las curadoras lo evidencia sición en obra negra, mal acabada y que tan mal nos pinta, vaya ahora
cuando señala que por ser Tijuana una ciudad “joven”, se “podía asir a ser la imagen oficial que nuestro gobierno federal va a promover de
su historia, en materia de arte, «de cabo a rabo»”, puesto que tal vez nosotros” (Soto, s.f., p. 24).
“en ninguna otra ciudad de México sea posible incluir en una sola ex-
posición toda la historia de sus artes visuales” (Olga Margarita Dávila
en CONACULTA-CECUT, 2012, p. 16). El diletantismo en materia his- En este texto se acentúa el rol profiláctico que los detractores
toriográfica se aprecia en declaraciones poco claras como la siguiente: le encomiendan o asignan a las exposiciones artísticas, así como del
“porque es hasta finales de la década de 1970 y durante la década de papel fiscalizador y labor de rescatistas que se le confiere a las depen-
1980 que se recrudece la línea fronteriza como herida social” (Olga dencias de la administración pública para vigilar el discurso empleado
Margarita Dávila en CONACULTA-CECUT, 2012, p. 19). en la muestra: “Las secretarías de Economía y Turismo harían bien en
analizar la situación que esta exposición plantea, ya que va en contra
La exposición suscitó una polémica que involucró a un puñado
de todo el trabajo que han hecho para salvar la dignidad de la imagen
de artistas locales, críticos de arte y reporteros de la fuente cultural. Ya
de nuestra ciudad y convencer al turista de que, en Tijuana, tenemos
fuera a favor o en contra de la exhibición, todos los involucrados com-
una riqueza cultural digna de visitar” (Soto, s.f., p. 24). Una exigencia
partían ciertas premisas: concebir a Tijuana como un lugar nodal y pa-
similar para cuidar “la imagen” de la ciudad se repite en otra crítica: “si
radigmático para la producción artística en México, sino es que en toda
pensamos que esta exposición muy probablemente llevará por el país
Latinoamérica. En la discusión se dieron descalificaciones técnicas, se
y quizás por el mundo, la representación de lo que en Tijuana somos;
desacreditó a los contrarios, se puso en duda puesta la representatividad
cuando ya Tijuana tiene suficiente mala publicidad por otros motivos,
de la muestra y se señalaron las filias institucionales de los adversarios,
era de esperarse una primera gran exposición de nuestra cultura visual
así como su calidad moral, a la vez que asomaron preocupaciones por
que ennobleciera y esclareciera nuestra historia, con una muestra de
la imagen de Tijuana que se proyectaba ante el mundo. En una crítica
lo mejor o por lo menos una muestra equilibrada de lo más diverso”
museográfica a la curaduría de Obra negra se apuntó:
(Cuanalo, s.f., p. 8).
Que [sic] triste que, mientras el curador pudo distinguir con claridad
Tirios y troyanos aprobaron tácitamente el discurso historiográfico
las líneas de conexión de la historia, no se le halla [sic] dado la gana
y la noción de Tijuana como meca de las artes en el que se enmarcó la
{ 90 } { 91 }
muestra. Así se aprecia en una crítica contra la curaduría de la exposi- anfitriona (Navarro, 2011; González, 2011; Brown, 2011 y Waller, 2011).
ción: “Es el caso de una exposición como esta, que presenta por primera Tocante a las premisas discursivas y las representaciones sociales
vez un panorama histórico de las artes visuales de una de las ciudades proyectadas en la muestra tampoco se escribió gran cosa. Es notorio
con una de las producciones más abundantes, diversas y originales en que en el momento de interpretar el pasado y el presente de Tijuana
este género” (Soto, s.f., p. 19). todo parece ser tan natural y obvio. Urge revisar los supuestos sobre
El único cuestionamiento que aludió a criterios historiográficos los que descansa la narrativa histórica que explica las dinámicas dentro
pareciera centrarse más en descalificar la pertinencia epistémica de los de las que se ha construido socialmente Tijuana, en específico los que
curadores de la muestra que por animar un debate sobre la idea, usos alimentan las afirmaciones respecto a la ausencia, presencia o esencia
e interpretaciones de la historia local: de la identidad local o de las identidades que ayudan a definirla.
Si esta exposición hubiera sido una exposición histórica, no queremos Existe un celo por las interpretaciones de la historia local y re-
ni decir el fiasco que sería, pues no cubre ningún criterio formal de gional que tiene repercusiones a nivel institucional y social. Un caso
investigación, documentación y difusión históricas y, por supuesto, no paradigmático se sitúa en el proyecto del Museo de las Californias al que
aprobaría el curso básico en la Escuela Nacional de Antropología e His- refería al inicio de este trabajo. Este recinto no escapa a la visión heroi-
toria. La falta de información cronológica, de información histórica que
ca, maniquea de la historia en la que se resaltan los eventos políticos y
permitiera ubicar a los personajes y obras presentados, el aglutinamiento
se construye un panteón de personajes “emprendedores” ligados a la
arbitrario de elementos de diversos tipos en el que, o eran artesanía
administración pública y a la iniciativa privada, de quienes se destaca
e historia de más, o era arte de más, pues para ser una exposición de
historia estaba muy mal equilibrada y buena parte del material estaba
su participación en procesos y acontecimientos a los que se les clasifica
presentado en forma decorativa, como grandes collages de postales y como relevantes en el desarrollo local y regional.21
otras cosas, a veces de piso a techo, o en mamparas mal organizadas e
incómodas de examinar ” (Cuanalo, s.f., p. 11).20
Memorias disciplinarias: representando Tijuana
Hay una marcada tendencia entre académicos, artistas, creadores y
En resumen, la polémica generada por Obra negra dejó de lado periodistas a percibir que en Tijuana sus habitantes están inmersos en
los criterios historiográficos y se enfocó en reclamos y señalamientos una corriente cultural fluida y vertiginosa. En conjunto, estas represen-
acerca de la representatividad de las obras y de los autores incluidos, taciones han configurado una memoria que alimenta y a la vez también
puso en duda la pertinencia ética y moral de los curadores y de los ar- se nutre del imaginario social transmitido a través de los diferentes
tistas participantes, y desacreditó a los funcionarios de la institución
21 Un análisis crítico aunque bastante general del contenido y discursos prevalecientes en los
20 Llama la atención que el autor apele a la pertinencia epistémica de una escuela de historia discursos desplegados en el Museo, e insuficiente en el conocimiento del contexto histórico de
que forma parte de la institución epítome de la aplicación de criterios y políticas culturales los periodos representados museográficamente y del proceso de construcción del Museo, se
centralistas en México como es el INAH. encuentra en Torres Ruiz (2016).
{ 92 } { 93 }
formatos discursivos con los que comunican su contenido disciplinario tidad atañen directamente a las disciplinas académicas y artísticas que
quienes investigan e interpretan procesos y fenómenos sociales. Detrás hemos venido mencionando. LaCapra indica que la experiencia adquiere
de las imágenes que componen este imaginario asoman las nociones de la faceta de memoria colectiva, lo cual permite “hablar con ciertas voces”
patria, nación, frontera, norte mexicano, globalización, región binacio- y puede dar al historiador acceso de primera mano “al conocimiento y
nal y multiculturalismo, terminología muy usual a la hora de aludir al la comprensión, incluyendo su rol en la academia ─algo que abarca y
pasado, presente y futuro de Tijuana. supera la cognición acotada en los términos de los hechos, las fechas y
Cuando desde el interior de disciplinas académicas y artísticas se su análisis─” (LaCapra, 2006, p. 98). Este acceso de primera mano del
realizan operaciones para describir y definir cualquier categoría ontoló- historiador debe descifrarse y argumentarse en un contexto discursivo
gica sobre Tijuana se hace evidente la cristalización de ciertas memorias. más amplio (LaCapra, 2006, p. 98). Debe tenerse en cuenta esta obser-
Esto implica que los discursos académicos, intelectuales y artísticos se vación porque ayuda a prevenir la ingenuidad subyacente en aquellas
basen en cierta espesura e inmanencia ideológica que afecta, e incluso corrientes reificadoras del testimonio de “viva voz”, que en ocasiones,
obnubila, las reflexiones y críticas que de ahí se desprenden. Conviene arrogándose etiquetas de subalternidad, poscolonialidad o en nombre
plantearse si cuando se estudia, investiga, analiza, exhibe y representa del empirismo, sacralizan toda forma de memoria y experiencia sin
Tijuana desde formaciones disciplinarias como la historia, la sociología, ocuparse de contextualizarlas y de someterlas a una reflexión crítica.
la antropología, los estudios urbanos, los estudios culturales, la crítica Parejo a la indiscriminada valoración que en ocasiones se le da al
literaria y la crítica de arte y el periodismo, se hace desde una especie testimonio y a la posición omnisciente del informante, tiene lugar un
de “lugares de memoria”.22 Cabe al respecto destacar el vínculo entre proceso de “patrimonialización”. Tal como señala Fancois Hartog, la
memoria y experiencia entre las que LaCapra ha observado que a veces memoria ha sustituido a la historia como forma privilegiada de auscultar
se da una metonimia (LaCapra, 2006, pp. 97-98). el pasado. Esto ha provocado un “presentismo” (que Hartog designa
Los barruntos formulados por LaCapra en torno a las problemá- como el “régimen de historicidad” imperante) que ha desplazado a la
ticas y confusas relaciones entre historia, memoria, experiencia e iden- temporalidad que privilegiaba la mirada hacia el futuro (Hartog, 2007).
La penetración en la academia de estos giros epistémicos marcha parale-
22 En primer término, por memoria aludo a lo que Jacques Le Goff definiera como “una pro-
lo a la demanda social cada vez más enérgica para que los profesionales
piedad de conservación de ciertas informaciones: un conjunto de funciones psíquicas gracias de las humanidades y las ciencias sociales se vinculen con perspectivas
a las cuales el ser humano puede actualizar impresiones o informaciones pasadas que se re-
presenta como pasadas”, citado en Allier, 2009, p. 16. En cuanto a los “lugares de memoria”,
más vernáculas y menos rigurosas que las producidas al interior de los
acorde a Pierre Nora, se trata de “los lugares donde «se cristaliza y se refugia la memoria»; los campos disciplinarios.
lugares donde se ancla, se condensa y se expresa el capital agotado de la memoria colectiva”.
Para ser considerados como tales debe poder caracterizárseles desde los tres sentidos de la El empuje que ha tenido la memoria está ligado al auge de las
palabra: material, simbólico y funcional; todos ellos con grados diferentes, aunque siempre
presentes. Por otra parte, aquello que los convierte en lugares de memoria es un juego de la identidades que se vive a escala mundial sobre todo a partir del dece-
memoria y la historia, una interacción de ambos factores que permite su sobredeterminación
recíproca. En un principio, se necesita que exista la voluntad de memoria. Si ella falta, los nio de 1960, cuando se suscitó la emergencia política de identidades
lugares de memoria serán lugares de historia”. Véase Allier, 2008, p. 88.
{ 94 } { 95 }
marginales o no hegemónicas. Aunque historia y memoria se ocupan de memoria”, sin esa “voluntad” lo que se tendría serían “lugares de
de la elaboración o reelaboración del pasado, cada una tiene su propia historia” y no “lugares de memoria” (Nora, 2008, pp. 33-34). Si lo ajus-
temporalidad (Traverso, 2007, p. 80) y formas de conectar sus distintos tamos a nuestra analogía que propuso la existencia de una “memoria”
regímenes. La memoria es eminentemente subjetiva porque se apoya inscrita y animada dentro de las disciplinas desde las que se ha repre-
en la experiencia vivida (Erlebniz como lo tradujera del alemán Ortega sentado e interpretado Tijuana, entonces podemos plantear que entre
y Gasset diferente a la Erfahrung que sería la experiencia transmitida, los intelectuales, académicos, artistas y líderes de opinión interesados
conceptos abordados en la obra de Walter Benjamin). Por lo tanto, la en indagar y encontrar la esencia y rasgos de la historia e identidad
memoria es cualitativa, singular, poco cuidadosa de las comparaciones, tijuanense sí hay “voluntad de memoria”. Esta “voluntad” orienta sus
de la contextualización, de las generalizaciones, sin necesidad de pruebas indagaciones y los resultados de las mismas, de ahí que en su producción
(Traverso, 2007, p. 73). que retoma o alude al pasado de la localidad, los enfoques privilegien
Un ejemplo local sobre la prioridad que la memoria y la concepción más a la memoria que a la historia.
patrimonial han alcanzado en la interpretación del pasado y presente, En buena medida por la naturaleza de sus objetivos y propósitos
y de cómo esto ha influido en las interpretaciones asumidas al indagar epistemológicos, conviene preguntarse si los estudios culturales son un
en materia de tópicos identitarios y de las representaciones sociales campo de investigación más apegado a la memoria que a la historia, por
sobre Tijuana y la frontera norte se halla en un texto de reciente publi- encontrarse más cercanos afectivamente a su temporalidad y formas
cación: Memoria vulnerable. El patrimonio cultural en contextos de de registrar el pasado. Stuart Hall, ideólogo y creador de los estudios
frontera (Olmos y Mondragón, 2011). En la introducción de esta obra culturales precisa que éstos surgieron a partir de “una crisis en las
el antropólogo Miguel Olmos sostiene que en las sociedades fronterizas humanidades” en medio de un debate sobre el cambio social y cultural
de México y Estados Unidos, “la memoria de larga duración es efímera en Gran Bretaña una vez concluida la Segunda Guerra Mundial (Hall,
y volátil”, lo que ha hecho “vulnerables” sus “referencias culturales” en 1990, p. 12). La propuesta se sustentaba en una crítica ideológica a la
“apariencia y contenido”. Por tratarse de “ciudades jóvenes que junto forma en que las artes y la humanidades se presentaban a sí mismas
con sus zonas aledañas poseen valores patrimoniales que todavía están como parte de un conocimiento desinteresado, por ello emprendieron
por definirse, y cuya memoria histórica y colectiva reivindica un patri- un trabajo de desmitificación que mostrara la naturaleza reguladora y
monio cuyas características inmediatas ─lo mismo que sus sociedades─ el rol jugado por las humanidades respecto a la cultura nacional (Hall,
pueden ser pasajeras o transitorias”. Lo anterior lo lleva a concluir que 1990, p. 15). Desde un inicio, los estudios culturales asumieron un com-
en sociedades como la de Tijuana no hay “lugares de memoria” (Olmos promiso político y trataron de desarrollar lo que Hall llamó “proyecto
y Mondragón, 2011, pp. 10-11). gramsciano”, al retomar del teórico italiano la cuestión de lo “popular
Habría que matizar que Nora planteó la existencia de una “volun- nacional”: ¿cómo fue constituido?, ¿cómo se había transformado?, y
tad de memoria” como requisito previo para que se crearan los “lugares ¿por qué era importante en el juego y negociación de las prácticas hege-
mónicas? (Hall, 1990, p. 17) A partir de la década de 1990, los estudios
{ 96 } { 97 }
culturales han sido la plataforma institucional de investigación de los “de la desintegración social y política de México como consecuencia de
procesos y fenómenos sociales y culturales en Tijuana (y en la Baja una ingobernabilidad cultivada” (Montezemolo, 2009, p. 143). Pese al
California en su conjunto) con mayor aceptación.23 giro en su apreciación, García mantiene su percepción de Tijuana como
una zona de ensayo a la vez que un prisma que anuncia o permite vis-
Los adeptos a los estudios culturales al momento de trabajar
lumbrar, o ser un preludio de lo que sucede o se avecina al interior del
cuestiones identitarias, representaciones sociales e imaginarios sobre
país. Al igual que en la referida Obra negra, García sostiene la noción
Tijuana han estado trabajando desde las memorias. El asunto de la iden-
de que en Tijuana se presentan fenómenos sociales similares a los del
tidad en Tijuana ha sido un tópico recurrente aun antes de que existieran
resto de México pero en forma más exagerada y burda.
iniciativas académicas formales interesadas en la temática. Casi toda
obra o proyecto que involucra la modificación de espacios públicos o Esta sensación no es exclusiva de García. El texto de presentación
privados financiados con fondos gubernamentales es justificado con el de la retrospectiva artística Obra negra es abundante en adjetivos que
argumento de que contribuirá a dotar de “identidad”, o en el mejor de describen un sentido de transformación apresurada, de un dejo de in-
los casos a reforzarla, entre los pobladores fronterizos. Algunos casos certidumbre sobre el presente y el futuro inmediato de los habitantes
recientes que involucran este contenido retórico son la edificación del de Tijuana. Los curadores de dicha muestra sostuvieron que los artis-
“Reloj monumental” y su enorme arco construido durante el decenio de tas respondían y daban cuenta de las estrategias de la población para
1990 en el extremo norte de la calle turística más popular de la ciudad responder a esta dinámica cotidiana, apoyados en la improvisación
(Avenida Revolución); la promoción que ha acompañado desde sus imaginativa, pues sólo así era posible enfrentar la vida en la frontera,
orígenes al equipo profesional de fútbol “Xoloitzcuintles”, propiedad del sujeta a una identidad en vilo, difusa, borrosa, en constante redefini-
influyente político y empresario Jorge Hank Rhon; además del proyecto ción debido a la asimetría con el país vecino y a la violencia padecida
de edificación de un Zócalo frente a la que será la nueva catedral del en México (Ashida y Dávila, 2011, pp. 11-12).
arzobispado católico de la ciudad, situado entre el edificio de la repre- A partir de los ejemplos recabados vemos cómo las memorias
sentación del gobierno estatal y la sede del ayuntamiento. donde moran las representaciones sobre Tijuana continúan inspirando
Durante su primera visita a Tijuana Néstor García Canclini con- innumerables actos performativos y opiniones hiperbólicas entre los
sideró que junto a Nueva York, ambas ciudades eran los mayores “la- académicos, artistas y periodistas interesados en deshilvanar su madeja.
boratorios de la posmodernidad” en el mundo (García, 2004, p. 199). Esto la ha constituido en la sede favorita de los estudios culturales, en
Aunque en los últimos años el notable académico mostró más mesura un polo de atracción para el arte de vanguardia24 y tintero de periodistas
respecto a Tijuana, siguió considerándola “un laboratorio” pero esta vez y escritores en busca de historias exotizadas.
23 Es de destacarse que actualmente dos instituciones públicas de educación superior e inves-
tigación ofrecen maestrías y doctorados en la materia. Es un dato sobresaliente si tomamos en
cuenta lo señalado por Hall acerca de que en Gran Bretaña, cuna de los estudios culturales, a
comienzos del decenio de 1990 apenas existían tres o cuatro instituciones que incluían cursos 24 Muestra de ello son las distintas emisiones del festival de arte InSite que tuvieron lugar
de ese tipo en sus programas académicos (véase Hall, 1990, p. 11). entre Tijuana y San Diego, California de 1992 al 2005.
{ 98 } { 99 }
Consideraciones finales tudes, a los habitantes de Tijuana y de la franja fronteriza con Estados
Las figuras retóricas sobre las que se sostienen las representaciones so- Unidos les corresponde una tarea defensiva de la soberanía nacional y
bre Tijuana que dan cuenta de un cúmulo de experiencias sedimentadas de los “valores” culturales de los mexicanos, se les adjudica también la
como memoria afectan el ejercicio de las disciplinas académicas, artís- encomienda de preservar la buena imagen del país por ser la primera
ticas y de la práctica periodística. Un paso inicial que ayude a explicar impresión que se llevan un buen número de visitantes extranjeros cuan-
la persistencia de estas representaciones en el imaginario social sobre do se introducen a México. Algunas respuestas locales se han articulado
Tijuana precisa identificar, describir y analizar cómo se han configura- sobre la idea de que los tijuanenses forman la trinchera inicial o el pri-
do y arraigado tales imágenes. Al mismo tiempo, es oportuno tener en mer dique defensivo del nacionalismo mexicano ante los permanentes
cuenta la concepción existente sobre la frontera norte de México, que embates del expansionismo estadounidense.
históricamente ha sido concebido como un lugar en el que las institu- Las actitudes y visiones locales recabadas por Stavenhagen durante
ciones estatales, sociales, culturales exhiben o prueban su fragilidad, lo el trabajo de campo que hizo en Tijuana en 1957, continúan presentes y
que en buena medida persistió como una concepción tradicional dentro alimentan las referencias identitarias de los habitantes fronterizos, no
de la Modernidad respecto a cualquier zona situada en los márgenes de obstante que a casi seis décadas de su visita, la integración institucional
los Estados nacionales. Estas nociones comenzaron a transformarse a y cultural con los poderes fácticos y oficiales radicados en el centro del
partir de decenio de 1950 dando lugar a proposiciones teóricas dentro país se han intensificado:
de las mismas teorías modernizadoras a la diferencia, el disenso y la Tijuana presenta un interesantísimo problema de transculturación.
descentralización en materia ideológica, administrativa, económica y A nadie que venga del centro de la república puede escapar la fuerte
cultural.25 presión e influencia cultural que la vecindad con Estados Unidos y la
cultura anglosajona ejerce sobre nuestras ciudades fronterizas. Ello se
En el escudo oficial de Tijuana se lee: “Aquí empieza la patria”. En
advierte en la incorporación al lenguaje de los fronterizos de anglicismos
el imaginario de muchos fronterizos y de los mexicanos de otras lati-
incomprensibles, generalmente para el visitante del interior, en el uso
casi exclusivo de signos monetarios estadounidenses, en el consumo, casi
25 S.N. Eisenstadt sintetizó la apertura generada dentro de las teorías modernizadoras des-
pués de la Segunda Guerra Mundial, en las que gradualmente se empezó a valorar y otorgar exclusivo, de productos de estadounidenses, en la adopción de modos
espacios a la diversidad y multiplicidad de enfoques y concepciones que tenían lugar dentro de vestir y de formas de actuar y pensar comunes en el vecino país.
del pensamiento racional, es decir, se abrió paso a pensar la racionalidad moderna desde dis-
tintas experiencias, lo que después dio lugar a perspectivas planteadas desde racionalidades El mexicano común y corriente habla, un poco despectivamente, de
distintas. Del mismo modo, fueron incorporándose en el centro del poder y en la toma de
decisiones un cúmulo de consideraciones procedentes de los temas de protesta gestados desde “pochismo”, y no pocos advierten en la sola cercanía a Estados Unidos,
la periferia. A largo plazo, esto reestructuró las relaciones centro-periferia como foco princi- un peligro para la nacionalidad. Pero esto es solamente la superficie,
pal de las dinámicas políticas en las sociedades modernas (2000, pp. 6-7). La importancia
de este desplazamiento descentralizador, que ha sido uno de los factores que condujeron a la los tijuanenses son los primeros en señalar que los “pochos” no son
adopción de las políticas culturales de la diferencia, queda de manifiesto en el señalamiento realmente ellos, sino los estadounidenses de origen mexicano que viven
hecho por Edna Suárez-Díaz respecto a los aportes de la historia cultural de la ciencia, al haber
demostrado con sus estudios que incluso “la razón” está histórica y geográficamente situada allende la frontera. Debajo de la capa de aparente desnacionalización
(2016, 334-335).
{ 100 } { 101 }
existe una fuerte reacción nacionalista que se traduce en una actitud de lidades de emigrar a suelo estadounidense, decide permanecer de lado
que los tijuanenses son realmente más mexicanos que los demás, porque mexicano. Esta serie de axiomas, registrados desde 1958 por Staven-
precisamente su nacionalidad se ve más amenazada y sus esfuerzos por hagen, han sido el sustento ideológico de El COLEF desde su apertura
conservarla son mayores que la de aquellos cuya mexicanidad jamás se (para ampliar sobre el tema véase Ruiz, 2014, pp. 142-146).
ha encontrado en entredicho. De ahí que Tijuana se considere el “Cen-
tinela de México”, caracterización que constantemente se imprime en Considero pertinente iniciar una reflexión acerca de las maneras
la conciencia de los tijuanenses, aun, no sin cierta ironía, debajo de un en que el imaginario social y el de las representaciones que la integran,
flamante anuncio, en las calles de Tijuana, de la Pepsi-Cola, una de tantas son acentuadas desde distintas disciplinas académicas y artísticas al
exportaciones de la cultura estadounidense. Pero, en nuestra opinión, momento de plantearse interrogantes sociales y culturales sobre Tijua-
Tijuana constituye una de las ciudades más mexicanas de la república. na categorizada como un lugar. Para ello se precisa hacer inteligible el
A ella han afluido gentes de todo México; por cada habitante de Tijuana contexto de producción y circulación de tales representaciones, así como
que ha nacido en el estado de Baja California, 2.3 han nacido en otras identificar los posicionamientos ideológicos, políticos y sociológicos de
entidades de la república. Y todas ellas han traído a Tijuana sus propias
quienes los estudian o retoman para construir propuestas artísticas,
tradiciones de cultura local y regional que tanto difiere de un lugar a otro
académicas, intelectuales e incluso empresariales. Ayuda mucho a las
de la república. Y más que nada, todas ellas han venido con ideales de
ciencias sociales y humanidades dilucidar los criterios de investigación,
superación y de mejoramiento, y de forjarse una nueva vida y un nuevo
posiciones y compromisos de quienes estamos interesados en la consti-
futuro. Si bien los problemas de tipo intercultural que implica la vida
en la frontera no pueden negarse, ni deben ignorarse, tampoco puede tución del conjunto de tópicos que atraviesan el núcleo de experiencias
negarse el carácter esencialmente nacional de la comunidad tijuanense designado Tijuana.
(Stavenhagen, 2014, pp. 37-38).

De lo anterior se aprecia que la noción de Tijuana como caseta de


peaje franqueando la entrada a la autopista nacional ha persistido a lo
largo de décadas, junto a la proyección de que en su espacio se sintetiza
la variedad cultural del país, ya que históricamente ha sido el punto de
destino de vastos flujos migratorios provenientes de todo México. En
respuesta a las perennes dudas emitidas ante la “insuficiente mexicani-
dad” del fronterizo, se aduce como respuesta que éste es más mexicano
que la gente de otras entidades del país porque a diario confronta, en
situación desventajosa la mayoría de las veces, al Otro, al “gringo”, al
“americano”. Se argumenta que aun y cuando el fronterizo tiene posibi-
{ 102 } { 103 }
Referencias ----------. (s. f.). Conferencia en https://www.youtube.com/
watch?v=FLcGDG6fERU

Allier, Eugenia. (2008). Lugar de memoria: ¿un concepto para el aná- CECUT. (s. f.). “Misión y visión del Museo de las Californias”. En http://
lisis de las luchas memoriales? El caso de Uruguay y su pasado www.cecut.gob.mx/micrositio/museo/museo.html
reciente. Cuadernos del CLAEH, núms. 96-97, 2.ª serie, año 31, CECUT. (s. f.). http://cecut.gob.mx/exposiciones/publicaciones/obra-
núms. 1-2, pp. 87-109. negra/
----------. (2009). El auge contemporáneo de la memoria. Mensual de CONACULTA-CECUT. (2012). Obra negra. Una aproximación a la
humanidades y ciencias sociales, núm. 43, septiembre, pp. 16-17. construcción de la cultura visual de Tijuana. México: CONA-
Ashida, Carlos y Dávila, Olga Margarita. (2011). “Presentación de Obra CULTA/CECUT. En http://cecut.gob.mx/exposiciones/publi-
negra. Una aproximación a la construcción de la cultura visual caciones/obra-negra/
de Tijuana. 150 años de historia y más de 300 artistas reunidos Cuanalo, Jaime. (s. f.). “La curaduría en Obra negra”, p. 8. En http://
por primera vez en una exposición”. Tijuana: Centro Cultural www.academia.edu/10006994/La_curadur%C3%ADa_en_
Tijuana, marzo-junio. Obra_Negra
Bancroft, Griffing. (1932). The Flight of the least Petrel. Nueva York/ Das, Veena y Poole, Deborah (eds.). (2004). Anthropology in the Mar-
Londres: G.P. Putnam, Sons. gins of the State. Santa Fe: School of American Research Press.
Braudel, Fernand. (1997). El Mediterráneo y el mundo mediterráneo Eisenstadt, S. N. (2000). Multiple Modernities. Daedalus, v. 1, núm.
en la época de Felipe II, t. I, (2a ed.). Mario Monteforte et al. 129, pp. 1-29.
(trads.). México: Fondo de Cultura Económica. García, Néstor. (2004). Escenas sin territorio. En J. M. Valenzuela
Brown Figueredo, Sergio Humberto. (2011). Cartas a una Obra Ne- Arce (coord.). Decadencia y auge de las identidades. Cultura
gra. Bitácora cultural. En http://bitacoracultural.com/index. nacional, identidad cultural y modernización. (2a ed.). México:
php?option=com_content&view=article&id=5006:cartas-a- COLEF/Plaza y Valdés Eds., pp. 191-208.
una-obra-negra Goffman, Erwin. (2006). Estigma: la identidad deteriorada. Leonor
Bustamante, Jorge A. (2004). Frontera México-Estados Unidos. Guinsberg (trad.). Buenos Aires: Amorrortu.
Reflexiones para un marco teórico. En J. M. Valenzuela Arce González Reynoso, Alfonso. (2011). Obra Negra o cómo legitimarse con
(coord.). Decadencia y auge de las identidades. Cultura na- nombres ajenos. Bitácora cultural. En http://www.bitacoracul-
cional, identidad cultural y modernización, (2a ed.). Tijuana: tural.com/index.php?option=com_content&view=article&id=5
COLEF/Plaza y Valdés, pp. 151-190. 009:obra-negra-o-como-legitimarse-con-nombres-ajenos

{ 104 } { 105 }
González Cruz, Arturo. (2012). Desplegado: Orgulloso Tijuanense, dad, teoría crítica. T. Arijón (trad.). México-Buenos Aires: Fondo
Presidente del Consejo Directivo del Club Social y Deportivo de Cultura Económica.
Campestre, A.C., dirigido al Sr. José Galicot Behar. Frontera. Loyo, Gilberto. (1934). La política demográfica de México. México:
Tijuana, 15 de octubre, p. 21-A. Secretaría de Prensa y Propaganda del PNR.
Hall, Stuart. (1990). The Emergence of Cultural Studies and the Crisis of Montezemolo, Fiamma. (2009). Cómo dejó de ser Tijuana laboratorio
the Humanities. October. The Humanities as Social Technology, de la posmodernidad. Diálogo con Néstor García Canclini. Alte-
v. 53, pp. 11-23. En http://faculty.georgetown.edu/irvinem/ ridades, v. 19, núm. 38, pp. 143-154.
theory/Hall-CS-and-the-Crisis-of-the-Hum-Oct-1990.pdf
Navarro, Gerardo. (2011). Obra Negra: La curaduría como objeto de
Hartog, Francois. (2007). Regímenes de historicidad: presentismo y análisis. Bitácora cultural. En http://www.bitacoracultural.
experiencias del tiempo. N. Durán y P. Avilés (trads.). México: com/index.php?option=com_content&view=article&id=5008:
UIA. obra-negra-la-curaduria-como-objeto-de-analisis
IIH-UABC. (1886). Denuncia del administrador de la aduana de Tijuana Nora, Pierre. (2008). Les Lieux de Mémoire. Montevideo: Trilce.
al subprefecto del Partido Norte sobre intentos de una invasión
Olmos, Miguel y Mondragón, Lourdes. (2011). Memoria vulnerable. El
filibustera. Aduana de Tijuana. En proceso de recatalogación.
patrimonio cultural en contextos de frontera. México: COLEF/
IIH-UABC. (s. f.). “Documentos relativos al ‘Primer congreso por la INAH.
superación social, económico y cultural de la ciudad de Tijuana’”,
Padilla Corona, Antonio. (2006). Agua Caliente. Oasis en el tiempo.
IIH-UABC, Col. Rubén Vizcaíno Valencia, caja 7, exp. 2.
Entrevista a Wayne D. McAllister diseñador del Centro Turístico
IIH-UABC. (s. f.). “Ponencias”, Col. Rubén Vizcaíno Valencia, caja 2, Agua de Caliente. Tijuana: IMAC.
exp. 1.
Price, John A. (1973). Tijuana: Urbanization in a border culture. In-
IIH-UABC. (s. f.). Col. Rubén Vizcaíno Valencia, Caja 51, exp. 9. diana: University of Notre Dame Press, p. XII.
Jordán, Fernando. (2005). El otro México. Biografía de Baja Califor- Ruiz, Rogelio E. (2009). Tijuana. La frontera concupiscente y el comien-
nia. México: UABC. zo de la patria. Liminar, v. 7, núm. 2, pp. 131-151.
Kurz, Andreas. (2008). “El pensamiento de Hermann Keyserling”. La ----------, (2014). Experiencia, memoria y discursos disciplinarios en
jornada semanal, suplemento de La Jornada. México, núm. 716, las representaciones sobre Tijuana. En M. Magaña y J. Cerda
http://www.jornada.unam.mx/2008/11/23/sem-andreas.html (coords.). Historia, memoria y sus lugares: lecturas sobre la
LaCapra, Dominick. (2006). Historia en tránsito. Experiencia, identi- construcción del pasado y la nación en México. Mexicali: UABC,
pp. 119-149.

{ 106 } { 107 }
Soto, Martha (s.f.). “Análisis museográfico. Obra negra”, en riografía contemporánea (de 1968 a nuestros días). México:
http://www.academia.edu/10006289/An%C3%A1lisis_ Instituto Mora.
Museogr%C3%A1fico._Obra_Negra
Stavenhagen, Rodolfo. (2014). Tijuana 58. Las condiciones socioeconó-
micas de la población trabajadora de Tijuana. Tijuana: COLEF.
Suárez-Díaz, Edna. (2016). The History Manifesto as Read from Latin
America. Isis 107, no. 2, pp. 334-335 [DOI: 10.1086/687220]
Torres Ruiz, Tania Olinca. (2016). ¿Quién narra en los museos?: el
Museo de las Californias y su enunciación de los sujetos de la
historia. Una lectura alternativa de su narrativa museográfica.
Tesis. Mexicali: Instituto de Investigaciones Culturales-Museo.
Traverso, Enzo. (2007). Historia y memoria. Notas sobre un debate. En
M. Franco y F. Levín (comps.). Historia reciente. Perspectivas
y desafíos para un campo en construcción. Buenos Aires/Bar-
celona/México: Paidós, pp. 67-96.
Vanderwood, Paul J. (2008). Juan Soldado. Violador, asesino, mártir
y santo. San Luis Potosí/Zamora/Tijuana: COLSAN/COLMICH/
COLEF.
----------. (2010). Satan’s Playground. Mobsters and Movie Stars at
America’s Greatest Gaming Resort. Durham/Londres: Duke
University Press.
Waller Proctor, Bryan. (2011). El mapa no será el territorio, pero es
evidencia. Bitácora cultural. En http://www.bitacoracultural.
com/index.php?option=com_content&view=article&id=4973:
pide-que-reconozcan-plagio-en-obra-negra
Zorin, Andrey. (2005). Ideología, semiótica y Clifford Geertz: algunas
reflexiones rusas. L. G. Morales (comp.). Historia de la histo-

{ 108 } { 109 }
Los autores

{ 111 }
Ulises Chávez Jiménez

Arqueólogo por la Escuela Nacional de Antrpología e Historia (ENAH),


cursó la maestría en estudios mesoamericanos de la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM). Sus temas de investigación
académica (publicaciones indexadas) son sobre la cerámica arqueo-
lógica en la cuenca del río Grijalva de Tabasco; el estudio de sistemas
agroecológicos de época prehispánica en la cuenca del río Candelaria,
Campeche; y las tradiciones gastronómicas mesoamericanas a través de
la obra de Fray Bernardino de Sahagun. Ha dado clases de arqueología
en la ENAH, en la licenciatura de Lengua y Cultura en la Universidad
Intercultural de Tabasco (UIET), y como asistente de profesor en la
Universidad de Granada para el departamento de Botánica. Ahora tra-
baja como investigador culinario para una empresa privada, libre de
tecnicismos y sistemas de evaluación de productividad académica-, y
escribe una sección sobre comida histórica mesoamericana a través de
fuentes escritas para la revista El Gourmet. Corrige hablar de rescate
gastronómico, y habla mejor de revitalización culinaria.

{ 113 }
Rogelio E. Ruiz Ríos

(Tijuana, B.C., 1972). Doctorado y Maestría en Historia por El Colegio de


Michoacán, A.C., Licenciado en Historia por la Escuela de Humanidades
de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC). En la actualidad
es director del Instituto de Investigaciones Históricas de la UABC. En la
perspectiva de la historia intelectual, la historia cultural y la interdisci-
plinariedad en la historia actualmente investiga procesos de colonización
extranjera en Baja California; las representaciones sociohistóricas sobre
Tijuana y la frontera norte de México; y las relaciones entre historia,
memoria y tiempo. Sus tres publicaciones más recientes son: (2014)
“Colonización y agricultura. Rusos molokanes en Baja California”, en
El otro rostro de la inversión extranjera. Redes migratorias, empresas
y crecimiento económico de México y América Latina, siglos XVI-XX,
UNAM; (2014) “Experiencia, memoria y discursos disciplinarios en las
representaciones sobre Tijuana”, en Magistrales: Historia, memoria y
sus lugares, UABC; y (2014) “Dilemas de las izquierdas en México: de
la búsqueda del alma nacional a la crisis del régimen revolucionario y
el giro al multiculturalismo”, en Legajos, Boletín del Archivo General
de la Nación.
{ 115 }
Historia, territorio e identidad: dos visiones, dos
ciudades en los extremos fronterizos de México,
se terminó de imprimir en los talleres de Imagen
Gráfica, calle Morelos no. 211, sector Morelos,
Col. Miguel Hidalgo, Villahermosa, Tabasco, en
diciembre de 2016. Se tiraron 1,000 ejemplares.

También podría gustarte