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Decision Sala de Casacion Social. v. Laya
Decision Sala de Casacion Social. v. Laya
RECURSO DE CASACIÓN
-I-
La Sala observa:
(…)
Es así como en el ámbito del Derecho del Trabajo, las normas jurídicas son de
estricto orden público y por tanto, no pueden ser relajadas en virtud del
principio de la autonomía de la voluntad de las partes, pues se desvirtuaría su
finalidad protectora. Una de esas normas es la contenida en el artículo 65 de la
Ley Orgánica del Trabajo, referida a la presunción de laboralidad en toda
relación que se da entre quien presta un servicio personal y quien lo reciba, en
virtud de la cual, constatada la prestación de un servicio personal, corresponde a
la parte que niega el carácter laboral de la misma demostrar que las condiciones
de hecho en las que se desarrollaba dicha prestación excluyen la posibilidad de
que sea calificada como una relación de trabajo, lo que en el presente asunto no
fue demostrado, por cuanto se desprende además de lo ya citado por esta
juzgadora, que de la declaración de los testigos que quedaron contestes, los
cuales bajo la valoración de la sana critica, aportaron hechos importantes que
determinan, la subordinación, la dependencia, el horario de trabajo sometido a
las necesidades del servicio, por cuanto el actor Víctor Laya, supervisaba el
cumplimiento de las tareas encomendadas, tal y como quedó demostrado con
las deposiciones realizadas.
Se concluye así en este aspecto en particular, luego del estudio y revisión, que
conforme a lo preceptuado en el artículo 122 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, que autoriza al juez a extraer conclusiones en relación con las partes
atendiendo a su conducta, esta Alzada concluye, en aplicación de la sana crítica,
del principio de la primacía de la realidad sobre las formas y apariencias
establecido tanto en el artículo 89 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela como en la ley adjetiva laboral, que la presunción de
laboralidad que surgió a favor del reclamante no fue desvirtuada por la
demandada a través del cúmulo probatorio aportadas al proceso; la parte
demandada no aporto ningún elemento probatorio que pudiera indicar a esta
Juzgadora que efectivamente la prestación de servicios se realizó bajo la
modalidad de una Relación Profesional y por ello se cancelaban Honorarios
Profesionales, ya que se configuraron los elementos, dependencia, ajenidad y
salario propios de una relación laboral y que la parte accionada no logró
desvirtuar la presunción de Laboralidad establecida en el artículo 53 de la Ley
Orgánica del Trabajo los Trabajadores y las Trabajadoras.
-II-
Respecto del último argumento, señala que el juez se contradice en sus dichos al
punto de no ofrecer argumentos que permitan ejercer control sobre lo decidido,
configurándose el vicio de inmotivación, aunado a la tergiversación de los hechos alegados,
pues señala que las demandadas alegaron que contrataron al ciudadano Víctor Laya como
encargado de la obra, cuando lo alegado por las demandadas fue la existencia de una
relación profesional como ingeniero electricista; y de ningún análisis se entiende como una
prueba que demuestra que el actor no era gerente de obras constituye un medio probatorio
para determinar que la prestación de servicio era laboral.
(…)
Se concluye así en este aspecto en particular, luego del estudio y revisión, que
conforme a lo preceptuado en el artículo 122 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, que autoriza al juez a extraer conclusiones en relación con las partes
atendiendo a su conducta, esta Alzada concluye, en aplicación de la sana crítica,
del principio de la primacía de la realidad sobre las formas y apariencias
establecido tanto en el artículo 89 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela como en la ley adjetiva laboral, que la presunción de
laboralidad que surgió a favor del reclamante no fue desvirtuada por la
demandada a través del cúmulo probatorio aportadas al proceso; la parte
demandada no aporto ningún elemento probatorio que pudiera indicar a esta
Juzgadora que efectivamente la prestación de servicios se realizó bajo la
modalidad de una Relación Profesional y por ello se cancelaban Honorarios
Profesionales, ya que se configuraron los elementos, dependencia, ajenidad y
salario propios de una relación laboral y que la parte accionada no logró
desvirtuar la presunción de Laboralidad establecida en el artículo 53 de la Ley
Orgánica del Trabajo los Trabajadores y las Trabajadoras.(Subrayado de la
Sala)
Por último, la recurrida solo menciona que el ciudadano Víctor Laya no fue
contratado como Gerente de Obra, al analizar la ajenidad, de la siguiente forma:
-III-
Observa la Sala:
Ahora bien, todas las conclusiones expuestas por esta Sala con relación a los
hechos contrastados, resultaron encauzadas acorde con un sistema que la
doctrina a denominado indistintamente “test de dependencia o examen de
indicios”
“Sin ser exhaustiva, una lista de los criterios, o indicios, que pueden determinar
el carácter laboral o no de una relación entre quien ejecuta un trabajo o presta
un servicio y quien lo recibe fue propuesta en el proyecto de recomendación
sobre el trabajo en régimen de subcontratación que la Conferencia de la OIT
examinó en 1997 y 1998:
a) Forma de determinar el trabajo (...)
b) Tiempo de trabajo y otras condiciones de trabajo (...)
c) Forma de efectuarse el pago (...)
d) Trabajo personal, supervisión y control disciplinario (...)
e) Inversiones, suministro de herramientas, materiales y maquinaria (...);
f) Otros: (...) asunción de ganancias o pérdidas por la persona que ejecuta el
trabajo o presta el servicio, la regularidad del trabajo (...) la exclusividad o no
para la usuaria (...).”. (Arturo S. Bronstein, Ámbito de Aplicación del Derecho
del Trabajo, Ponencia del Congreso Internacional de Derecho del Trabajo y de
la Seguridad Social, Caracas-Venezuela 6-8 de mayo de 2002. Pág. 22).
Ahora, abundando en los arriba presentados, esta Sala incorpora los criterios que a
continuación se exponen:
-IV-
Omissis
(…) constan en autos a los folios del 136 al 273 de la pieza 4 las resultas
recibidas de la FUNDACIÓN DE EDIFICACIONES Y DOTACIONES
EDUCATIVAS (F.E.D.E.), se valoran las mismas conforme al artículo 81 de la
L.O.P.T.R.A., constatándose de las mismas que en fecha 31 de enero de 2012,
para la ejecución de la obra ETI Generalísimo Francisco de Miranda, se celebró
contrato con la empresa GRUPO GAIGA 777, C.A., manifestando la empresa
la ingeniero residente sería la ciudadana PATRICIA MOSCARITOLO; quien
firmó dos valuaciones con informes fotográficos e informe de memoria
descriptiva de obras extras. Que no reposaba en sus archivos que el ciudadano
VICTOR LAYA, hubiere sido contratado como gerente de obra. Que en fecha
06 de marzo de 2012, para la ejecución de la obra Rehabilitación en la U.E.N.
Zoe Xiques Silva, se celebró contrato con la empresa CONSTRUCTORA
VENESOL, C.A., manifestando F.E.D.E., que la ingeniero residente sería la
ciudadana PATRICIA MOSCARITOLO; quien firmó tres valuaciones con
informes fotográficos. Que no reposaba en sus archivos que el ciudadano
VICTOR LAYA, hubiere sido contratado como gerente de obra. Que en fecha
13 de enero de 2012, para la rehabilitación de la obra P.E.N. Villa Castín, se
celebró contrato con la empresa INVERSIONES OSAVAFER 51, C.A.,
manifestando F.E.D.E., que no reposaba en sus archivos documento alguno
demostrativo de que el ciudadano VICTOR LAYA, hubiere sido contratado
como gerente de obra. Que en fecha 12 de enero de 2012, para la ejecución de
la obra Rehabilitación del L.B.N. Luís Beltrán Prieto Figueroa, se celebró
contrato con la empresa CONSTRUCTORA OSDAVA, C.A., manifestando
F.E.D.E., que el ingeniero residente sería el ciudadano VICTOR LAYA; quien
firmó dos valuaciones con sus informes fotográficos. Que no reposaba en sus
archivos que la ciudadana PATRICIA MOSCARITOLO, hubiere sido
contratada para la administración de la obra. Que en fecha 09 de febrero de
2012, para la ejecución de la ampliación de la obra U.E.N. Hermanas Jiménez,
se celebró contrato con la empresa OFICINA TECNICA SANTA ELENA,
C.A., manifestando F.E.D.E., que no reposaba en sus archivos que el ciudadano
VICTOR LAYA, hubiere sido contratado como gerente de obra ni que hubiere
firmado en su representación. Que en fecha 09 de febrero de 2012, para la
ejecución de la obra E.B. Barrialito, se celebró contrato con la empresa
CONSTRUCIONES Y PROYECTOS J.M., C.A., manifestando F.E.D.E., que
la ingeniero residente sería la ciudadana PATRICIA MOSCARITOLO; quien
firmó tres valuaciones de obra con sus informes fotográficos. Que no reposaba
en sus archivos que el ciudadano VICTOR LAYA, hubiere sido contratado
como gerente de obra. Que en fecha 20 de enero de 2012, para la ejecución de
la obra E.B.B. Las Campanas, se celebró contrato con la empresa
REPRESENTACIONES J.J. FERNANDEZ, C.A., manifestando F.E.D.E., que
el ingeniero residente sería el ciudadano VICTOR LAYA; quien firmó una
valuación con informe fotográfico. Esta Alzada, verifica que constan sus
resultas y valora su contenido de conformidad con el artículo 81 de la LOPT,
como demostrativa de que lo allí se indica. Así se establece. (Subrayado de la
Sala)
Por el contrario, en dicha prueba consta que el ciudadano Víctor Laya fue ingeniero
residente en las obras Rehabilitación del L.B.N. Luís Beltrán Prieto Figueroa; y E.B.B. Las
Campanas.
DECISIÓN
Por las razones antes expuestas, este Tribunal Supremo de Justicia, en Sala de
Casación Social, administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de
Venezuela por autoridad de la ley, declara: PRIMERO: SIN LUGAR el recurso de
casación anunciado y formalizado por la parte demandada contra la sentencia dictada en
fecha 27 de noviembre de 2017 por el Juzgado Superior Segundo del Trabajo de la
Circunscripción Judicial del estado Aragua; y, SEGUNDO: Se CONFIRMA el fallo
recurrido.