Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La vida nos presenta desafíos, muchas veces sin darnos una tregua y sin tener en
cuenta los recursos con los que contamos. Tener pensamientos negativos o derrotistas
ante este panorama es normal. Sin embargo, alimentarlos, retenerlos o incluso
perseguirlos disminuye la calidad de vida y envenena la imagen que tenemos de
nosotros mismos. ¿Qué necesidad tenemos de atacar de esa manera
nuestra autoestima?
Los pensamientos negativos son fugaces y temporales, salvo que nosotros hagamos
por lo contrario.
Cada uno es responsable de la manera que tiene de gestionar sus propios
pensamientos.
“Una persona feliz no tiene un determinado conjunto de circunstancias, sino un
conjunto de actitudes”
-Hugh Downs-
“El gran descubrimiento de mi generación es que un ser humano puede alterar su vida
al alterar sus actitudes”
-William James-
Te haces daño si no te das caprichos
Si no te haces regalos de vez en cuando, no te permites descansos o vacaciones o no te
perdonas si no has actuado como “deberías” te estás descuidando claramente. Está
muy bien ser responsable e intentar cumplir con nuestros objetivos o metas, pero es
sumamente importante premiarse de vez en cuando por ello.
Decirse a uno mismo “porque me lo merezco” es beneficioso para nuestra salud
emocional y nos mantiene motivados.
Cada persona construye su realidad en función de lo que ha oído por ahí o como se ha
educado, eso no quiere decir que sea real todo lo que piensa. Por lo tanto, lo
saludable es escuchar las opiniones de la gente, pero sin que ello penetre en
nosotros de forma absoluta y dominante.
Formaremos nuestra propia opinión que será igual de válida que la de los demás si es
que nos sentimos bien con ella.
Haz un esfuerzo por devolver tu mente al presente cuando notes que se ha ido. Para
ello, fíjate en tu alrededor, describe lo que ves, lo que oyes o lo que sientes. Disfruta lo
que estás viviendo y piensa que lo que sucedió ya no se puede solucionar y lo que
vendrá, ya veremos.
las relaciones personales afectivas funcionan como una barrera protectora, ya
que activan el sistema inmunológico y reducen el riesgo de sufrir enfermedades,
tanto psicológicas como físicas