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LA METAFISICA COMO MECANISMO DE TRANSFORMACIÓN

PEDAGOGICA EN EL SISTEMA EDUCATIVO VENEZOLANO.

A manera de ensayo y reflexión. Por Lic. Rosa Milena Parra. Noviembre, 2019.

Los tópicos acerca de los cuales versa este ensayo: Metafísica y Educación, han
constituido temas de debate en todos los tiempos persiguiendo una interpretación,
acomodo y/o en búsqueda de explicaciones por una parte y mejoras por la otra. Así,
tratar de establecer la relación entre estos es quizá, en palabras de Foucault, citado por
Téllez (2009) en su artículo Educación, comunidad y libertad:

“descubrir los estratos sobre los que se asienta una época, levantar las máscaras, y
develar la trama de poderes, dar cuenta de la constitución de los saberes y de los
sistemas de sumisión, para abrir la posibilidad de convertir nuestra actualidad en
problema, para ponerla radicalmente en cuestión” (P:15)

Es decir, problematizar las categorías en estudio y atreverse a dar pasos para entender,
para aportar, para contribuir a transformar pero sobre todo, para pasar del dicho al
hecho, de lo abstracto a lo concreto, de la teoría a la práctica y en el caso de la
educación, para pasar de la transmisión a la construcción de saberes, de lo individual a
lo colectivo, de lo superficial a la profundidad del conocimiento y abrir las ventanas del
entendimiento para dar cabida a otras explicaciones más allá de la “verdad” de la
ciencia, para ir de nuevo a nuestras raíces, a la sabiduría popular y complementar así las
teorías pedagógicas ajustándolas a nuestra realidad.

En este orden de ideas, es oportuno definir las conceptos en estudio para luego
establecer la relación entre ellas, entendiendo que ambos términos están estrechamente
vinculados puesto que su esencia es el ser humano. La metafísica estudia el ser y la
ciencia del conocimiento y la educación es el proceso de formación que pretende
desarrollar el intelecto, el conocimiento en el ser humano. La metafísica estudia el
alma del ser, su esencia, su existir y la educación lo prepara en conocimientos para la
existencia social. Esto es la filosofía de la educación.

El Profesor de Filosofía de Rugerts University, Jhon Hawthorne, define la metafísica


como la rama que se “ocupa de una gran variedad de preguntas muy generales acerca de
la estructura del mundo”. Por su parte, otro Profesor del área de la misma casa de
estudios, Theodore Sider sostiene que una definición rápida de metafísica es “el estudio
de aquello que existe en el mundo y de cómo es a nivel general muy amplio y abstracto
y en particular se ocupa de aquellas preguntas que quedaron después de haber
respondido científicamente preguntas similares”.

De acuerdo a estas posturas, se puede afirmar que la metafísica va más allá de una
simple explicación de la esencia del ser, que busca, como una rama de la filosofía, la
explicación de hechos que la ciencia explica únicamente desde la óptica de lo
comprobable, de lo observable pero que el ser humano entiende que han quedado vacíos
conceptuales que ameritan una explicación más profunda. Esto se debe a que, como
afirma Martínez M. (2007) en su obra El paradigma emergente, “En el fondo de sí
mismo, el hombre es un ser metafísico y nace como tal, y no puede negar esta esencia
propia sino haciendo metafísica, es decir confirmándola” (P: 119).

Entonces, buscar explicaciones a este tema, amerita un profundo estudio y un


pensamiento amplio, dado que es sumamente complejo y hay múltiples conexiones
semejantes a las uniones de un átomo que uno termina entendiendo y confundiéndose a
la vez. De allí que Inmanuel Kan, citado en el programa Grandes Ideas de Filosofía,
Metafísica, afirma que la Metafísica “es un oscuro océano sin costa ni faros en el que
abundan los naufragios filosóficos” asimismo, la definía como “aquello a lo que se
tiende pero que, apenas se cree alcanzado, nos abandona en la contradicción y en la
paradoja”.

Esto me lleva a pensar que el ser humano, fundamentalmente quien está inmerso en el
campo del conocimiento, siempre va a estar en búsqueda de algo más avanzado o quizá
algo más simple que le permita comprender su realidad y proponer soluciones simples
pero efectivas a la hora de explicar lo que nos ocupa en el día a día o aquello que
requiere cambios para ajustarlo a la dinámica social de la contemporaneidad y para
decirlo con palabras de Martínez M (ob.cit.) el hombre adquiere el conocimiento de su
mundo y de sí mismo a través de varias vías, cada una de las cuales se ha ido
configurando a lo largo de la historia de acuerdo con las exigencias de la naturaleza y
complejidad de su propio objeto. Es esto lo que permite que las distintas ramas de la
ciencia o del conocimiento, a saber, la filosofía, la ciencia, la historia, el arte, la
teología, y sobre todo el sentido común, constituyan las principales expresiones del
pensamiento humano y se perfilen como el camino para aproximarse al conocimiento de
la realidad.
En este basto y complejo entramado de ideas, la educación constituye la principal
herramienta para apropiarse del conocimiento, pero también puede representar un gran
peligro, si este proceso educativo no va acompañado de la ética, de la moral de quién
educa o si quién educa no ha alcanzado un alto nivel de pensamiento crítico y reflexivo
que le permita descubrir el currículo oculto que las grandes economías han impuesto en
los sistemas educativos para dominar y subyugar a los pueblos. Es por esto que es
menester conocer la profundidad de la filosofía de la educación y entender que educar
es un arte, no un oficio. Es preciso trascender la figura del maestro que se erige como
“sujeto omnisciente en ejercicio de una autoridad y depositario de un saber que la
institución impone y que debe ser transmitido a un sujeto ignorado o denegado como ser
de deseo” (Tellez, ob cit, p.17).

Visto así, educar como arte implica resistirse a modelos educativos impuestos que
persiguen la dominación, es pensar, decir, hacer, sentir y crear para liberar, para
transformar, para emancipar y para formar en la conciencia, en la pertinencia, en la
identidad cultural, en la pluriculturalidad, en la solidaridad, en la preservación del
planeta porque ello significa preservar la vida, ello significa vivir bien y en comunidad.

Si un sistema educativo logra esos objetivos, independientemente de que sus ciudadanos


obtengan o no un título universitario o una profesión, será un sistema educativo exitoso
y habrá respondido a la esencia de la educación. Siendo así, vale decir, el ser consigue
el valor de la libertad a través de la educación, pero no una libertad entendida como
autonomía, sino la experiencia, la del ser común, el estado abierto de pensamiento para
la toma de decisiones y en esas decisiones, si se formó con arraigo e identidad nacional,
va a prevalecer lo humano, lo colectivo y el emprendimiento social.

En este contexto, transitar hacia un sistema educativo que centre su atención en el ser
humano no ha sido tarea fácil, pues nuestra educación ha pasado por cambios de
paradigmas constantemente en procura de elevar la calidad, pero esa calidad pensada en
egresar profesionales exitosos, abogados elocuentes, médicos reconocidos por su praxis
de grandes resultados, ingenieros capaces transformar hectáreas verdes en grandes
centros comerciales, entre otros, pero esa calidad no ha tributado a la formación de los
ciudadanos y ciudadanas que el país requiere para desarrollarse.

Es allí donde se impone la urgente necesidad de trabajar por una calidad de educación
distinta, que en palabras de Antonio Pérez Clarin del Centro de Formación e
Investigación de Fe y Alegría, “una educación de calidad que prepare personas de
calidad, gente que puede vivir honestamente, que tiene preocupación por lo público”; es
decir, capaces de vivir en comunidad, que no solamente sea el ingeniero que construya
grandes complejos urbanísticos antisísmicos, sino que sea capaz de vivir en pareja,
formar una familia donde lo afectivo, los principios de rectitud , de solidaridad sean las
bases de fundación de ese gran edificio.

Para combatir las debilidades que han permeado a nuestro sistema educativo, producto
de muchos factores como la enajenación y descontextualización, que no serán
analizados en este ensayo, pero son parte de las preocupaciones a nivel pedagógico, por
las que el estado venezolano ha puesto grandes esfuerzos en la últimas dos décadas
para transitar hacia un cambio profundo que permita lograr a través de la educación los
valores necesarios para alcanzar tanto la calidad educativa como la nueva república que
se aspira en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) de la
cual se desprende el Plan de la Patria (PP), la Ley Orgánica de Educación (LOE) y la
Ley Orgánica de Protección del Niño, Niña y Adolescente (LOPNNA).

Cuando revisamos este sustento legal podemos encontrar implícitos en sus postulados
un pensamiento sistemático acerca de la realidad venezolana en el empeño de fundar
principios firmes que permitan el logro de una transformación para la formación de un
nuevo ser y esto responde a una de las bases que sustentan la metafísica, pudiera
decirse que es un idealismo y para ello citare un fragmento del preámbulo de la CRBV
que expresa la esencia de la patria nueva que se aspira formar:

“una patria libre y soberana; con el fin supremo de refundar la República para establecer
una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural en un
Estado de justicia,(…) que consolide los valores de la libertad, la independencia, la paz,
la solidaridad, el bien común, (…), la convivencia (…) para esta y las futuras
generaciones; asegure el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la
justicia social y a la igualdad sin discriminación ni subordinación alguna; promueva la
cooperación pacífica entre las naciones e impulse y consolide la integración (…) “
(P:1).

Como ya se había expresado, el fin de la educación debe ser formar ciudadanos libres
pero no en el sentido del libre albedrío sino en la libertad de las ideas, del pensamiento
emancipador y cuando se expresa “el bien común” nos remontamos al esquema
antropológico de Platón quién dividía al hombre en tres partes: cabeza, tórax y abdomen
que representaba el sentimiento, la voluntad y el intelecto.
Independientemente de que se comparta o no este pensamiento, no es discutible que,
para el fin del estado de formar ciudadanos probos, es válido este esquema teniendo su
justificación en lo que se planteaba en párrafos anteriores en relación a la calidad de la
educación donde ésta no tribute al individualismo sino a procurar el bienestar colectivo
en concordancia con los fines de la educación plasmados en artículo 15 de la LOE:

“(…) Desarrollar el potencial creativo de cada ser humano para el pleno ejercicio de su
personalidad y ciudadanía, en una sociedad democrática basada en la valoración ética y
social del trabajo liberador y en la participación activa, consciente, protagónica,
responsable y solidaria, comprometida con los procesos de transformación social (…)”

Estos fines claramente expresan principios filosóficos que no pueden ser comprobados
en un laboratorio mediante análisis científico pero que, si se logran, pueden ser
apreciados en los cambios de comportamiento, en las normas sociales que favorecen la
calidad de vida en comunidad.
Ahora bien, no se quiere expresar con esto la aprobación sine qua non de estos
planteamientos puesto que la pedagogía del sentimentalismo o “pedagogía del amor”
que se está desarrollando actualmente en nuestro sistema educativo puede traer como
consecuencia el facilismo, la permisibilidad excesiva que se puede interpretar como que
no es necesario esforzarse para lograr las metas porque la “pedagogía del amor” da para
todo. Necesario es el equilibrio, el compromiso, la corresponsabilidad, la exigencia y
tener presente el contexto en el cual se desarrolla la educación. De allí la necesidad de
un urgente equilibrio entre las bondades de las leyes, decretos, resoluciones y
orientaciones pedagógicas emanadas por el ente rector y las situaciones cotidianas que
se suceden en nuestros planteles, comunidades, familias y la realidad del país.

Es prioridad hacer materia viva lo planteado en los artículos 17 de la LOE, 54 y 93 de


la LOPNNA, de manera que todos entendamos que la fuerza de voluntad, la continuidad
en la planificación, el esfuerzo para lograr las metas, la constancia en lo emprendido, el
respeto a la norma y la exigencia académica, son pilares fundamentales para el pleno
desarrollo a través de la educación, es decir, formar para garantizar un desarrollo
sostenible donde se equilibre la flexibilidad con la exigencia para hacer de nuestro
sistema educativo el verdadero instrumento de transformación social y económico que
necesitamos y merecemos, donde se ponga de manifiesto la corresponsabilidad entre
cada uno de los sectores que conforman la sociedad, familia, escuela, sociedad, empresa
privada, organizaciones con fines y sin fines de lucro, iglesia, organizaciones
partidistas, campesinos, en fin, todo el país, toda la suma de voluntades como la vía
para alcanzar la felicidad postulada en el PP en su objetivo segundo objetivo histórico:
“ Continuar construyendo el socialismo bolivariano del siglo XXI, en Venezuela, como
alternativa al sistema destructivo y salvaje del capitalismo y con ello asegurar la “mayor suma
de seguridad social, mayor suma de estabilidad política y la mayor suma de felicidad”.

Es menester entender que ninguna corriente, llámese metafísica, ciencia, pedagogía, paradigma,
ideología o de cualquier otra índole, tendrá éxito en el fin de lograr un individuo sano, probo,
honesto, un país con el desarrollo pleno de su economía y bienestar social, sino entendemos que
la educación tiene que ser un proceso de reflexión donde el respeto por mis semejantes y por el
mundo que nos rodea esté presente en cada actuación, en cada familia, en cada aula y
fundamentalmente en cada político que dirija el país, donde sea la ética lo normal en nuestras
actuaciones y no algo que nos deje sorprendidos cuando por casualidad nos encontramos con
alguien que la práctica. Y que para alcanzar los fines del Estado en cuanto al desarrollo pleno
del potencial del ser humano a través de la educación y la valoración del trabajo liberador, es
preciso e impostergable elevar los niveles de exigencia para que desde la educación inicial el
niño y la niña entiendan que tienen derechos pero que cada derecho trae inmerso un deber para
consigo mismo, con la familia, con su país, porque sólo así podemos lograr la formación de
ciudadanos y ciudadanas aptos para practicar los principios y valores constitucionales que se
aspiran en los artículos 3, 102 y 103 pero sin dejar de resaltar que aunque se promueven los
principios de igualdad, también se contemplan las capacidades individuales, las aptitudes y la
vocación, de manera que es inevitable considerar las limitaciones en cada uno y esto es muy
importante que se tome en cuenta al momento de emitir resoluciones que tengan como objetivo
normar ciertos aspectos académicos. Finalmente, considero que es importante la igualdad, pero
también la calidad y valorar la constancia, la perseverancia en su justa medida y a tiempo para
evaluar y retroalimentar el proceso educativo.
Concluyo citando a la Profesora Magaldy Téllez, catedrática y filósofa de la Universidad
Central de Venezuela, quién expresa respecto a la ética:

“En lo indecidible algo diferente se desencadena, a saber: la creación instituyente de


una ética y una estética de la existencia. No hay una ley o un valor último, sino aquello
por lo que puede haber relación con la ley o con el valor: la libertad” ( P: 29).

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Referencias Bibliográficas

1. República Bolivariana de Venezuela: Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,


1999
2.-___ Plan de Patria 2013-2019
4.-___ Ley Orgánica de Protección al Niño, Niña y Adolescente
5.-.-Ministerio del Poder Popular para la Educación: Ley Orgánica de Educación ,2009.
6. Martínez Miguel (2007): El Paradigma Emergente. Editorial Trillas, 2da edición,
México.
7. Téllez Magaldy (2009): Educación, Comunidad y libertad. Notas sobre el educar.
Artículo de la Revista Cuadernos de Educación N° 171 El Reto de la Formación Docente,
Editorial Laboratorio Educativo.
8.- Canal de Filosofía: Grandes Ideas de la Filosofía, Metafísica. Video disponible en:
https://www.youtube.com/watch?v=G17LiKVpoyQ Consultado 11/10/2018.
- 9.- Negrete Juan Antonio. Qué somos y qué queremos llegar a ser. Video
disponible en
https://www.youtube.com/watch?v=WD0qi2CebPA consultado 12/10/2018.

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