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DEDICATORIA
INTRODUCCIÓN
El fenómeno de la videovigilancia
Consideraciones preliminares
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFIA
ANEXOS
DEDICATORIA
Este trabajo de investigación monográfico lo
dedico a Dios por ser quien me brinda la
sabiduría para comprender todo aquello que
tiene la vida.
También se lo dedico a mis padres quienes
me brindan el apoyo suficiente para poder
realizar mis metas.
INTRODUCCIÓN
De este modo, el velar por el cumplimiento de las leyes forma parte del núcleo esencial de
la función ejecutiva, lo que obliga a la vigilancia y control de las conductas de los sujetos
privados para adaptarlas a lo ordenado por el Estado. Así, ya a principios del siglo XIX,
los planificadores urbanos comenzaron a tomar nota de las funciones de control social
interno que podían desarrollar en las ciudades, al advertir que el trabajo policial tenía
lugar en sus calles, de modo que la ley y el orden se persiguieron arquitectónicamente
mediante la planificación de las urbes, surgiendo así estratégicamente formas
embrionarias de vigilancia dentro de la “fortaleza urbana” antes de la época de las
cámaras de video.
Concepto y elementos de la videovigilancia por las Fuerzas de Orden y Seguridad
Pública
Para ello, nos ocuparemos únicamente de la vigilancia que realizan las Fuerzas de Orden
y Seguridad Pública mediante videocámaras, excluyendo otras actividades que digan
relación con el empleo de estos aparatos de registro y reproducción de imágenes y
sonidos, como son por ejemplo el fenómeno de los video vigilantes: ciudadanos que
registran con sus cámaras de video desde el tratamiento policial de los infractores de
tráfico hasta la actuación de otros “ciudadanos ordinarios”6 , los circuitos cerrados de
televisión en lugares de trabajo, o el uso de los medios de comunicación social de
imágenes y sonidos que registran en el ejercicio de la libertad de expresión.
- Elemento objetivo: consiste en el uso material de cámaras de video, las que pueden ser
fijas o móviles. La voz “videocámaras” se emplea en un sentido amplio y extensivo a todo
tipo de instrumento de grabación de imágenes y sonidos, razón por la cual comprende
cualquier otro medio análogo; Así, por ejemplo, habrá que admitir como instrumento de
grabación no sólo a la cámara tradicional de filmación, sino cualquier medio técnico que
cumpla dicha función.
En este sentido, cabe adelantar que la normativa aplicable a dicha actividad, salvo en el
caso de ciertos equipos de control de tránsito, no presenta limitaciones o restricciones
técnicas por las cuales se restrinjan los mecanismos que permiten captar y registrar
imágenes y sonidos, definiéndose la expresión cámaras de video o televisión, en
exclusiva atención a su función
- Elemento teleológico: dice relación con el fin que se pretende alcanzar mediante dicha
actividad de policía, el que en términos genéricos consiste en dar eficacia al derecho,
garantizar el orden público y la seguridad pública interior, aspectos que adquieren
diversas funciones específicas.
Lla normativa aplicable al uso videovigilancia por las Fuerzas de Orden y Seguridad, es
necesario precisar su contenido respecto de éstas, toda vez que su invocación por la
Administración, muchas de las veces se utilizará como un título general de intervención
del Estado, al que se recurre ante la ausencia de texto legal específico que permita una
actividad determinada, necesaria para el cumplimiento y ejercicio de sus funciones, como
ocurre, precisamente, en ciertos casos de videovigilancia por las Fuerzas de Orden y
Seguridad Pública.
Al respecto, es útil señalar que el término Policía deja de ser un simple verbo cultural a
partir del Estado Moderno19, época en la que se le atribuye una carga política formidable,
aunque con un significado simplemente cultista, ideológico y meta jurídico, por el cual
“pasa a significar el bienestar de la comunidad, equiparándose a toda la actividad del
Estado
En resumen, una visión clásica del concepto de Policía comprende en dicha expresión a
toda técnica del Estado, que opere controlando las actividades particulares para que su
libre desarrollo se acomode al bien público.
Naturaleza jurídica
El uso de cámaras de video por las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública con fines
preventivos, constituye una intervención administrativa que puede ser analizada en cuanto
a su naturaleza jurídica, desde tres perspectivas:
a. La primera de ellas, consiste en considerarla como una de las formas mediante la cual
la Fuerza Pública cumple con el mandato que le formula el artículo 101, inciso segundo,
de la Constitución Política de la República, en otras palabras, un procedimiento policial
destinado a garantizar el orden público y la seguridad pública interior.
En este sentido, cabe señalar que el carácter de dato de las grabaciones obtenidas
mediante videovigilancia ha sido adoptado por la legislación comparada. Así, por ejemplo,
en el “Documento de Trabajo relativo al Tratamiento de Datos Personales mediante
Vigilancia por Videocámaras”, de 25 de noviembre de 2002, el Grupo del Artículo 29 sobre
Protección de Datos, de la Unión Europea, concluye que las imágenes y sonidos relativos
a personas físicas identificadas o identificables, son datos personales
Videovigilancia policial para la investigación de delitos
Para estos efectos, los Gobiernos Provinciales o Regionales invocan como título para la
celebración de dichos convenios, los artículos 2, letra b) y 4, letra a), de la Ley N° 19.175,
Orgánica Constitucional sobre Gobierno y Administración Regional, de 2005, que
disponen que dentro de las atribuciones que les corresponde a los intendentes y
gobernadores, se encuentran las de ejercer las tareas de gobierno interior, especialmente
aquellas destinadas a mantener el orden público y la seguridad de sus habitantes y
bienes. Por su parte, las Municipalidades citan el artículo 4º, letra j), de la Ley Orgánica
Constitucional Nº 19.704, publicada en el Diario Oficial, el 03 de mayo de 2002, que
señala que para el cumplimiento de sus funciones las Municipalidades tendrán entre otras
atribuciones esenciales, el apoyo y el fomento de medidas de prevención en materia de
seguridad ciudadana y para colaborar en su implementación, sin perjuicio de las funciones
que les competen a la fuerza pública para dar eficacia al derecho, garantizar el orden
público y la seguridad pública interior.
Consideraciones preliminares
No obstante ello, no se persigue en ésta tesis de grado proponer una solución genérica a
la definición del ámbito adecuado de la actuación de la potestad reglamentaria en relación
con los derechos fundamentales de las personas, y simultáneamente determinar cuál es
una debida intromisión de la misma en terrenos legislativos -matera que ha llegado a ser
considerada como “el gran desafío del momento para la doctrina y jurisprudencia
constitucionales en Chile”168-, sino que aplicar los efectos de dicho principio a la
regulación sobre videovigilancia por las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública, para lo
cual adelantamos que nuestro análisis se efectúa sobre a base que la reserva legal que
estableció el Constituyente no excluye la colaboración reglamentaria en dicha materia.
Para Fermandois Vöhringer la reserva de ley es “un principio, en cuanto constituye una
base, origen o razón fundamental… que permite al interprete iluminar la solución de
problemas concretos en materia de distribución de competencias constitucionales… Es
una garantía sustantiva para la vigencia de los derechos fundamentales… tiene entonces,
una vocación de garantía, de participación democrática
No obstante a lo señalado precedentemente, consideramos que no existe un concepto
univoco del principio de reserva legal. Lo que se debería básicamente a dos razones. La
primera, por que este principio no sólo se refiere a una distinción jurídica, sino que
también política, dado que trata de definir las fronteras entre la ley y el reglamento, es
decir, delimitar el poder entre el Congreso Nacional y el Ejecutivo, por lo que la idea de
reserva legal que se adopte puede incluir o excluir el Ejecutivo de la actividad normativa,
afectando el rol constitucional del Estado y su régimen político
La segunda, por que claramente hay varias reservas legales reconocidas por el
constituyente, cada una de ellas con su régimen jurídico propio, motivo por el cual, cabe
concluir, al igual como señala Nieto García respecto de la Ley Fundamental española, que
“la configuración dogmática de una reserva legal única resulta luego difícilmente aplicable
a sus diferentes manifestaciones dado que lo que es válido para el género
(intelectualmente construido) o para una parte de ellas no puede serlo para las demás
El origen del principio de reserva de ley se atribuye a la doctrina clásica alemana del
Derecho Público, en que surge condicionada por el principio monárquico, como una
función de garantía en los ámbitos que más importan a los particulares, que suple la
ausencia de una declaración de derechos, dado que para que el poder público pueda
intervenir en la vida o en la hacienda de los particulares necesita de los instrumentos de la
ley. Es la famosa cláusula de libertad y propiedad (Freiheit und Eigentum), piedra angular
de la construcción dogmática del Derecho Público alemán, cuyas manifestaciones llegan
incluso a la Ley Fundamental de Bonn de 1947
Junto con esa función de garantía, la reserva de ley tiene una repercusión política
organizativa manifiesta, dado que “sirve a la distribución de competencia entre el poder
ejecutivo (la Monarquía) y el poder legislativo (los representantes del pueblo, o al menos
de un sector del mismo)”. En consecuencia, “las Cámaras no tienen una competencia
universal, sino limitada a las materias que la Ley Fundamental les reserva. El resto
corresponde originariamente al Monarca: un poder residual pero no, desde luego,
derivado”
No obstante ello, como consecuencia de la Constitución de Weimar de 1919, se produce
una transformación radical de la reserva de ley, al agotarse la función de división de
competencias entre el Monarca y las Cámaras parlamentarias, al dotarse a Alemania de
una Constitución democrática representativa, en la que la ley puede intervenir en
cualquier clase de materias y el poder ejecutivo necesita la confianza de la Cámara. En
dicho contexto, surgen las primeras preocupaciones por los límites de la delegación del
legislativo al ejecutivo, es decir, si la Constitución impone algún límite al legislador al
atribuirle la competencia legislativa, respecto de lo cual “la mayoría de los autores en
Weimar, al no reconocer la superioridad efectiva de la Constitución sobre la ley, se limitan
a indicar que una delegación sin límites sería un abuso anticonstitucional”
La historia de dicha época termina con la ley de plenos poderes, mediante la cual se
confirió a Adolfo Hitler la autoridad para dictar normas con valor de ley sin limitación
alguna, ofreciendo el mejor expediente teórico para que la dictadura accediera al poder.
Por tal motivo, la Ley Fundamental de Bonn de 1947, realiza una rigurosa formulación de
las habilitaciones legislativas, disponiendo en su artículo 80.1, que “mediante ley pueden
ser autorizados a dictar reglamentos jurídicos el Gobierno federal, un ministro federal o los
Gobiernos de los Länder. Además en las leyes tienen que ser determinados el contenido,
la finalidad y la extensión de los reglamentos ordenados”
Videovigilancia en actividades de inteligencia policial
En primer lugar, que durante la discusión general del Proyecto de Ley sobre el Sistema de
Inteligencia del Estado, se hizo presente que se estaba regulando una materia que ya
está siendo realizada por ciertos órganos del Ejecutivo, de modo que lo que se perseguía
con dicho cuerpo legal era sistematizar una actividad material que era objetada en
relación a los derechos fundamentales de las personas. Para lo cual, había que
considerar los avances tecnológicos, los problemas de seguridad, privacidad y
anticipación, pues en caso contrario, dicho sistema quedaría obsoleto por no haberse
abordado el tema tomando en cuenta la realidad de los tiempos modernos
No obstante ello, dicho cuerpo legal se debe enmarcar en el contexto de la reserva legal
relativa, dado que la Ley Nº 19.974, de 2004, sólo establece las directrices básicas y
principios de dicho sistema, con el fin de evitar anquilosar dicha normativa.
Aunque enumera taxativamente la forma en que deben actuar los órganos, no detalla
como deben realizarse dichas actuaciones, de modo que será necesario que dicha
materia se complemente mediante la reglamentación administrativa, como ocurre por
ejemplo, respecto de la interceptación y grabación de comunicaciones telefónicas y de
otras formas de telecomunicación, en que mediante el Decreto Nº 142, de 11 de abril de
2005, del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, se complemento el
procedimiento para dicho procedimiento especial.
Videovigilancia y seguridad privada
j) con fines periodísticos y publicitarios, en los que se graba a los clientes y visitantes a
intervalos regulares sin advertirles.
Dicha masificación en el uso de sistemas de videovigilancia, ha sido objeto de criticas y
reparos, especialmente en aquellos casos en que no se han considerado adecuadamente
los requisitos y medidas pertinentes, básicamente debido a las ventajas económicas que
conceden esos dispositivos y el efecto psicológico asociado con dicha forma de vigilancia,
al ser considerada, con o sin razón, como necesaria para la prevención y detección de los
delitos
Las críticas en contra del uso de dichos sistemas apuntan principalmente a que dicha
actividad puede llegar a afectar múltiples derechos fundamentales. Así, por ejemplo,
Arzoz Santisteban, elabora un catalogo de derechos en los que puede existir algún
conflicto debido al uso de videovigilancia, en el que incluye el derecho a la libertad, el
derecho a la intimidad personal, el derecho a la propia imagen, la inviolabilidad del
domicilio, el secreto de las comunicaciones, la protección frente al tratamiento
automatizados de datos de carácter personal, la libertad de circulación, el derecho de
reunión y de manifestación, el derecho a la tutela judicial efectiva, la libertad sindical, y el
derecho a huelga
A consecuencia de ello, concluye que aunque los derechos fundamentales pueden ceder
ante bienes o intereses relevantes, debe primero revisarse las restricciones que se les
impone con el uso de videovigilancia, con el objeto de verificar si el descenso en las
barreras de protección que otorgan a las personas afectadas, se justifica en atención a la
propia y previa conducta del sujeto vigilado o a las circunstancias en que se encuentra
inmerso.
Por otra parte, como resultado de los atentados explosivos de Madrid y Londres, ocurridos
los días 11 de marzo de 2004 y 08 de julio de 2005, el uso de sistemas de videovigilancia
adquiere nuevas dimensiones, considerándose por algunos, que la seguridad en Europa
se encamina a una motivación antiterrorista, orientada a la instalación de sistemas
electrónicos de vigilancia para prevenir dichas conductas, dentro de los cuales quedan
comprendidas las cámaras de video, como un medio para controlar de modo continuado a
toda la población civil
2. En el caso de las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública, puede ser definida como
aquella actividad policial, consistente en la captación de imágenes y sonidos mediante
cámaras de video en espacios públicos o privados, con el fin de dar eficacia al derecho,
garantizar el orden público y la seguridad pública interior, con pleno respeto a los
derechos y garantías que el Código Político y las leyes establecen.
5. De este modo es posible distinguir cuatro finalidades en el uso de estos sistemas por la
Fuerza Pública: un uso policial preventivo, para la investigación de los delitos, para el
control del cumplimiento de las normas del tránsito, y en actividades de inteligencia
policial.
http://repositorio.uchile.cl/bitstream/handle/2250/114682/de-palacios_p.pdf?sequence=4
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ANEXOS