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DE LA EXISTENCIA
DEL DERECHO NATURAL
EN EL REALISMO
JURÍDICO DE
JAVIER HERVADA
INTRODUCCIÓN
L
OS TO TALITARISMOS , LOS HORRORES DE DOS GUERRAS
MUNDIALES Y EL AUGE DE ATENTADOS JURÍDICOS CONTRA EL
SER HUMANO Y LA FAMILIA, COMO LA LEGALIZACIÓN DEL
ABORTO, DE LA EUTANASIA O DEL LLAMADO “MATRIMONIO”
HOMOSEXUAL, ENTRE OTRAS SEÑALES SIGNIFICATIVAS, NOS
muestran la urgencia de que el derecho vuelva la mirada sobre sus
fundamentos, sobre la dignidad humana. Allí ha de encontrar el
parámetro objetivo que le permita capear el temporal relativista que
lo arrastra convirtiéndolo no pocas veces en cómplice de la injusticia,
y que le permita a la vez, hacer frente a las grandes transformaciones
de nuestro tiempo.
PERSPECTIVA 35
admiten, como Villey, Cathrein, Leclercq,
Mendizábal y Martín, Elías de Tejada, Vallet
de Goytisolo, Cotta y aun Finnis. Entre los
iusnaturalistas de mayor influencia en el
pensamiento jurídico actual encontramos al
doctor Javier Hervada Xiberta. El profesor
español, en un marco filosófico-jurídico que
llama, en sintonía con la tradición iusnatu-
ralista, “realismo jurídico clásico”, se lanza a
la tarea de sustentar un derecho natural
dinámico y vigente, sustrato de todo orde-
namiento jurídico, que brinde a la ciencia
del derecho y al jurista, más allá de ese
parámetro objetivo, los fundamentos y las
herramientas prácticas indispensables para
que discierna, en cada caso concreto, lo
justo, el derecho de cada uno.
Javier Hervada Xiberta
1. Ver Javier Hervada, Lecciones propedéuticas de filosofía del dere c h o, EUNSA, Pamplona 1982, pp.
71-87. En adelante: L e c c i o n e s... Sobre el derecho como arte de lo justo y de lo equitativo, se
puede ver del mismo autor: I n t roducción crítica al derecho natural, 10ma. Ed ., EUNSA, Pamplona
2001, pp. 69-72. En adelante: I n t roducción crítica...
PERSPECTIVA 37
entenderse restrictivamente. “Dar” El jurista tiene una tarea humilde
es también: entregar, devolver, aunque exigente: esclarecer lo que
re s p e t a r, sancionar. “A cada uno” en virtud de un título es lo suyo
hace alusión a una persona en
de cada uno, para que así el
particular, concreta y no a una
abstracción: se da, se entrega, se deudor lo pueda dar, respetar,
devuelve, se respeta el dere c h o devolver, es decir,
(la cosa suya) de un titular con- pueda hacer justicia.
c reto, no de abstracciones. “Lo
suyo”, ius suum, será el derecho de alguien, la cosa que le ha sido
atribuida por un título y que la hace derecho exclusivo suyo de
algún modo: propiedad, posesión, etc.6. No dar (en la misma
amplitud de sentido) a alguien lo suyo es cometer un acto de injus-
ticia, es decir: lesionar un ius 7. El derecho, lo justo o lo suyo, es el
objeto de la virtud de la justicia y asimismo, el objeto del arte del
jurista.
Por otro lado, para el iusnaturalista español, solo hay acto de jus-
ticia cuando hay relación jurídica y para que esta se dé formalmente
las cosas repartidas deben ser susceptibles de no estar en poder del
titular: «es el hecho del comercio (no en sentido actual, sino en el sen-
tido primigenio: relaciones sociales de comunicación) entre los hom-
bres...»13. Y añade: «Dar a cada uno lo suyo, presupone que lo suyo
está en poder de otro, o puede ser atacado y dañado por él (...) la jus-
ticia es virtud de las relaciones sociales, esto es, exige siempre la
alteridad o intersubjetividad; siempre reclama dos sujetos: aquel de
quien es la cosa y aquel que, por tenerla (o por poder dañarla) se la
devuelve, se la da (o se la respeta)»14.
PERSPECTIVA 39
sus dos extremos al sujeto jurídico en sentido ontológico, a la per-
sona humana en relación. a) Por un lado, solo es posible la reparti-
ción de las cosas no previamente atribuidas por naturaleza humana
en tanto que el hombre, libre y dueño de sí en orden a su plenitud,
puede atribuir cosas. b) Por otro lado, las cosas repartidas se consti-
tuyen formalmente en derecho precisamente porque, al ser interferi-
bles, el hombre, responsable por naturaleza, es capaz de deberlas.
Esto nos interesa de cara a mostrar cómo desde el realismo jurídico
clásico hervadiano, la relación de justicia entre un deudor y un acree-
dor en virtud de un título, supone la natural condición humana,
piedra angular de los argumentos del profesor español a favor de la
existencia del derecho natural.
Por ello el derecho puede ser definido como “lo justo”21: si algo es
justo, deuda de justicia, es porque es derecho de alguien. Pero tam-
bién se le llama “lo igual”22, pues es lo igual entre lo adeudado y lo
dado. Esta igualdad entre cosas propia de la justicia, se sustenta en
la igualdad ontológica entre personas humanas. Por la igualdad de
dignidad todo deudor debe a su titular su ius con igual fuerza, con
lo que volvemos a la condición de persona como fundamento del
derecho. El derecho es, pues, una cosa, pero “en relación”. Por la
relación que Hervada llama de “suidad”, la cosa es del titular (he ahí
la relación fundante del derecho o elemento material). Por otro lado,
por la relación de deuda, la cosa atribuida a alguien le es debida
(relación constitutiva del derecho o de juridicidad o elemento for-
mal). La relación de deuda vincula al deudor con la cosa de otro. Por
ello la relación jurídica o de justicia vincula siempre a un deudor con
un titular sobre la base de un ius específico23.
19. Ver Javier Hervada, ¿Qué es el Derecho?..., ob. cit., pp. 117-120.
20. Ver allí mismo, pp. 59-64.
21. Ver Javier Hervada, Introducción crítica..., ob. cit., pp. 41-45.
22. Ver allí mismo, pp. 46-48.
23. Ver Javier Hervada, Lecciones..., ob. cit., pp. 230-232.
24. Ver allí mismo, pp. 201-204.
25. Ver Javier Hervada, ¿Qué es el Derecho?..., ob. cit., pp. 64-65.
PERSPECTIVA 41
externidad de una cosa no significa su materialidad, sino su capaci-
dad de manifestarse exteriormente de manera que pueda ser suscep-
tible de trato social, la vida, la salud, la libertad son, para el profesor
español, “externizables”.26 La esencia de lo jurídico es la deuda de
justicia: derecho es deuda, aquello que obliga en conciencia al hom-
bre27. Así porque el derecho es obligación del deudor es, en esa
misma medida, exigible por el titular.
PERSPECTIVA 43
sa en una dignidad38, una eminencia de ser no meramente compara-
tiva que es fruto de su rica participación metafísica en el ser de Dios.
Así el hombre es portador de una finalidad39 que lo impulsa a la con-
secución de su realización ontológica personal y social y que en
dicha medida lo hace un ser deudor de bienes y conductas.
43. Ver para ello Jorge Guillermo Portela, La obediencia al derecho y otros ensayos, EDUCA, Buenos Aires
1997, pp. 41-48, donde se hace un interesante análisis comparativo de la estructura de la norma.
44. Ver Javier Hervada, Lecciones..., ob. cit., p. 319.
45. Allí mismo, p. 329.
46. Ver Javier Hervada, Introducción crítica..., ob. cit., pp. 133-137.
47. Javier Hervada, Lecciones..., ob. cit., pp. 327-328.
48. Allí mismo, p. 328.
PERSPECTIVA 45
Una persona “debe” Para el iusnaturalista español, toda
cumplir una norma norma jurídica auténtica obliga, pero no
necesariamente es imperativa. Imperar es
no solo porque provenga de
propio del gobierno. Obliga, “jurídica-
una autoridad exterior mente” hablando, solo lo que es deuda de
legítima, sino justicia. Una persona “debe” cumplir una
porque la misma responde a norma no solo porque provenga de una
la finalidad propia de autoridad exterior legítima, sino porque la
su naturaleza racional misma responde a la finalidad propia de
orientada a su plenitud su naturaleza racional orientada a su
p l e nitud personal y social49. Esta obligato-
personal y social.
riedad expresa la profunda relación entre
el deber-ser y el ser50. El deber-ser es la exigencia del despliegue ord e-
nado del ser que lo lleva a su fin. Justamente porque lo perfecciona,
“debe ser”. Así el “deber ser”, en un sentido, ya “es” en la naturaleza
humana como exigencia de realización. El orden moral es el orden del
“deber ser”. Para que algo “deba ser” ha de ser algo bueno, compati-
ble con el fin del hombre. Para que sea “deber-ser jurídico” ha de ser
algo justo, según la realidad humana y la realidad de las cosas. La
coacción es un elemento presente en algunas normas jurídicas en la
negación de la hipótesis de su cumplimiento, es un elemento coadyu-
vante de algunas normas jurídicas, pero no es su rasgo esencial51.
Por ello, no basta que una norma tenga la formalidad de ley para
que sea una norma jurídica: si la norma positiva no es racional, es
decir, si no ordena una conducta moralmente buena o indiferente,
sencillamente no impone orden sino desorden. La “racionalidad”52
normativa se da cuando es pauta objetiva de rectitud para el hombre
en una situación determinada. La norma jurídica es voluntad, pero
voluntad racional, porque es obra, en primer lugar, del entendimien-
to, único capaz de ordenar algo a su fin. Si es voluntad arbitraria,
irracional, no ordena nada, no es regla del derecho, o sea: no es
PERSPECTIVA 47
Con Aristóteles llega el más depurado
desarrollo de una filosofía del derecho
natural en la antigüedad58, el Estagirita
lo llamó: physikón díkaion59. Con los
juristas romanos el ius naturale se hará
parte integrante de la ciencia jurídica
práctica: «Para los romanos no hay más
que un derecho —la solución justa de
los casos reales—, dentro del cual juegan
factores naturales (naturalis ratio) y fac-
t o res positivos (civilis ratio)...»60. Con
Santo Tomás de Aquino, tras el aporte
de la Revelación, se termina de perfilar
“Declaración Universal de los el núcleo de una filosofía sobre el dere-
Derechos del Hombre y del ciudadano“
cho entendiéndolo como una armónica
relación entre lo natural y lo positivo61. Para el Aquinate: «el derecho
o lo justo es algo adecuado a otro, conforme a cierto modo de igual-
dad. Pero una cosa puede ser adecuada a un hombre de dos
m a neras. Primera, atendida la naturaleza misma de la cosa; por
ejemplo, cuando uno da tanto para recibir otro tanto; y esto es dere-
cho natural. Segunda, por convención o común acuerdo, es decir,
cuando alguno se manifiesta satisfecho con recibir tanto (...). Y esto
es derecho positivo»62.
58. Ver Javier Hervada, Historia de la ciencia del derecho natural, 3ra. Ed., EUNSA, Pamplona 1996, pp.
52-62. En adelante: Historia...
59. Ver Ética a Nicómaco, Lib. V, c. 7.
60. Javier Hervada, Historia..., ob. cit., p. 81.
61. Ver allí mismo, pp. 153-174.
62. Suma Teológica, II-II q. 57 a. 2.
63. Ver Javier Hervada, Introducción crítica..., ob. cit., pp. 79-80.
2. L O S D E R E C H O S M I X T O S : E N PA RT E , P O S I T I V O S Y E N PA RT E ,
N AT U R A L E S
64. Ver Norberto Bobbio, Teoría general del dere c h o, 2da Ed., Temis, Bogotá 1994, pp. 28-29.
65. Javier Hervada, Los derechos inherentes a la dignidad de la persona humana, en Escritos de dere c h o
n a t u r a l, ob. cit., p. 652. En adelante: Los derechos inhere n t e s . . .
66. Ver Sergio Cotta, Para una revisión de las nociones de iusnaturalismo y de derecho natural, en Carlos
Massini-Correas, El iusnaturalismo actual, Abeledo Perrot, Buenos A i res 1996, pp. 31ss.
67. Javier Hervada, I n t roducción crítica..., ob. cit., p. 80.
68. Ver Constitución Política del Perú, Art. 2, inc. 4.
69. Ver allí mismo, Art. 31.
70. Ver Javier Hervada, ¿Qué es el Dere c h o ?..., ob. cit., pp. 90-93.
PERSPECTIVA 49
3. EXISTENCIA DE TÍTULOS NATURALES
PERSPECTIVA 51
noción difusa de justicia con contenido acomodaticio79, sino el dere-
cho natural como ya lo entendían los antiguos.
79. Ver, por ejemplo John Rawls, Teoría de la Justicia, 2da. Ed., FCE, México DF 1997, pp. 20, 67ss.
O también Richard A. Posner, El análisis económico del dere c h o, FCE, México DF. 1998, pp.
3 2 -33. O aun Hart con su noción de “Derecho Natural mínimo”, ver H. L. A. Hart, El concep -
to de Dere c h o, Abeledo-Perrot, Buenos A i res 2da. Ed. 2004, pp. 196ss. y 229ss.
80. Para la opinión del profesor español sobre el matrimonio, ver Javier Hervada, C u a t ro lecciones
de derecho natural. Parte especial, EUNSA, Pamplona 1989, pp. 120-159. En adelante: C u a t ro lec -
ciones...
81. En el mismo sentido, ver Javier Hervada, El comienzo del derecho a vida en la Declaración
Universal de Derechos Humanos, en: Lecciones de derecho natural, ob. cit., pp. 717-724.
82. S o b re la democracia y la libertad de enseñanza, ver Javier Hervada, D e recho natural,
d e m o cracia y cultura, en Lecciones de derecho natural, ob. cit., pp. 362-371. En adelante: D e re c h o
natural...
83. Ver Javier Hervada, Lecciones..., ob. cit., p. 121.
84. Ver Javier Hervada, ¿Qué es el Dere c h o ?..., ob. cit., pp. 80-82.
3.2 L A A P O R Í A P O S I T I V I S TA : S I L O S D E R E C H O S P O S I T I V O S S O N
A U T É NTICOS DERECHOS, EL DERECHO ES UNA REALIDAD NATURAL
PERSPECTIVA 53
naturales. Por eso se dice que el hombre inventa (palabra que signifi-
ca hallazgo, encontrar algo que ya estaba al menos en potencia) y no
que crea (sacar algo de la nada)...»89. Continúa el profesor español:
«el axioma no significa que un hecho cultural es posible dada
cualquier potencia o capacidad, sino que el hombre tiene precisa-
mente una potencia del mismo orden del hecho cultural...»90.
92. Javier Hervada, Introducción crítica..., ob. cit., Nota a pie, p. 87.
93. Javier Hervada, ¿Qué es el Derecho?..., ob. cit., p. 94.
94. Luis Mendizábal y Martín, Tratado de Derecho Natural, Madrid 1928, t. 1, p. 427.
95. Javier Hervada, Introducción crítica..., ob. cit., p. 87.
PERSPECTIVA 55
3.3 SI LOS DERECHOS FUNDAMENTALES, DERECHOS HUMANOS, SON
AUTÉNTICOS DERECHOS, EXISTEN LOS DERECHOS NATURALES
96. Javier Hervada, Problemas que una nota esencial de los derechos humanos plantea a la filosofía del dere -
cho, en: Escritos de Derecho Natural, ob. cit., pp. 451-452. En adelante: Problemas...
97. Ver Javier Hervada, Los derechos inherentes a la dignidad de la persona humana, en: Escritos de dere -
cho natural, ob. cit., p. 651. En adelante: Los derechos inherentes...
98. Javier Hervada, Los derechos inherentes..., ob. cit., p. 653.
99. Javier Hervada, Problemas..., ob. cit., p. 452.
100. Allí mismo, p. 455.
101. Javier Hervada, Los derechos inherentes..., ob. cit., pp. 656-657.
102. Virginia Bill of Rights, citada por Alfred Dufour, El discurso y el acontecimiento, en: Carlos Massini-
Correas, ob. cit., p. 68.
103. Declaración de Independencia de los EE.UU., citada allí mismo, p. 69.
104. Ver Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales.
Preámbulo, en José Zumaquero, Textos de derechos humanos, EUNSA, Pamplona 1998, p. 34.
105. Declaración americana de los derechos y deberes del hombre. Parte considerativa, allí mismo, p. 17.
106. Ver Pacto de San José de Costa Rica, Preámbulo, allí mismo, p. 194.
PERSPECTIVA 57
inalienables de todos los miembros de la familia humana»107. Ello es
reafirmado por los preámbulos del Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales108 y del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos109, ambos de 1966. Para Hervada, la fraseología de
los documentos es clara: «Se está hablando de: a) verdaderos dere-
chos; b) derivados de la dignidad de la persona humana; c)
inalienables; d) que son criterio de justicia; y e) cuya contravención
representa tiranía, opresión y barbarie...»110.
PERSPECTIVA 59
va y que son medida de la justicia o injusticia de la ley positiva»118. Se
trata de una cuestión ineludible: ¿existen bienes jurídicos (derechos) que
el hombre tiene por naturaleza, inherentes a su ser? Si se contesta afir-
mativamente, se niega todo tipo de positivismo jurídico, de lo contrario,
se niega que existan auténticos derechos fundamentales como lo
sostienen los documentos internacionales119, y (tendríamos que añadir
aquí) nuestra propia Constitución Política.
PERSPECTIVA 61
de ser la forma menos mala de tiranía, de suyo es —o al menos puede
ser— una excelente forma de gobierno»127. Sostener que existe el derecho
natural como fundamento y límite de la democracia no es ponerla en
riesgo, por el contrario, significa sentar las bases para fortalecerla y
preservarla a favor del hombre y del bien común.
CONCLUSIÓN
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