Está en la página 1de 6

OBSTETRICIA

La obstetricia es importante porque el profesional de esta área es el principal


responsable de la salud de la mujer durante las etapas preconcepcional, concepcional
(prenatal, intranatal y posnatal) y posconcepcional, así como la del recién nacido. Los
avances médicos que esta especialidad ha tenido alrededor de la historia demuestra el
interés y la importancia que tiene para el sector de la salud.

Es importante aclarar que el obstetra y ginecólogo tienen funciones distintas. Debido a


que la ginecología es una subespecialidad médica y quirúrgica que trata las
enfermedades que se presentan en el sistema reproductor femenino (útero, vagina y
ovarios). Expertos coinciden que todos los obstetras son ginecólogo, pero no todos los
ginecólogos son obstetras.

 Inicios de la Obstetricia (Pre-obstetricia)


El parto en la época prehistórica fue una de las etapas más duras que tuvo que afrontar
la mujer, pues este ocurría de manera solitaria y en silencio. Lo más común era que la
fémina se alejara a las orillas de los ríos o de las lagunas para dar a luz, con la finalidad
de limpiar a su bebé y a ella misma.

De igual forma durante el proceso sufría de fuertes dolores, pero estos no los podía
expresar por temor a los depredadores que se encontraban en el bosque. La posición
instintiva era ponerse de cuclillas al momento de pujar.

Partos en las civilizaciones antiguas


El papiro Ebers, uno de los documentos médicos más antiguos de los que se tiene
registro, revela que en Egipto los partos estaban a cargo de mujeres que ya habían
vivido esa experiencia. Además, los escritos incluían observaciones médicas y remedios
que fueron utilizados para tratar enfermedades vaginales y del útero.

Mientras que la antigua Grecia, época de Hipócrates, las mujeres ejercían la obstetricia
y, ocultamente, la ginecología.

Aparición de la Obstetricia moderna


En el siglo XVI, Francia se convirtió en la primera, y más fructífera, escuela obstétrica
del mundo. Para ese momento las mujeres seguían como responsables de la atención
durante el parto, pero los cirujanos (hombres) eran los encargados de subsanar las
equivocaciones que estas pudieran tener.

De igual forma se implantaron las bases de la obstetricia como ciencia, con el mismo
rango que tenía la medicina interna y la cirugía.

Siglo XIX y el desarrollo de la Obstetricia


Este siglo se considera como el periodo más importante en el terreno ginecobstétrico,
los aportes fueron muchos en comparación con épocas pasadas. Aquí puedes ver
cronológicamente los avances más relevantes:

  1809 – El cirujano Ephraim McDowell practicó una ovariectomía, que fue la


operación que despejó el camino de acceso a la cirugía abdominal.
 1834 – Comienza a darse explicación fisiológica al fenómeno de la
menstruación. Robert Lee lo relaciona con la presencia del folículo de De Graaf.
Así se inicia la ginecología médica o endocrina.
 1847 – James Young Simpson utilizó por primera vez el éter en obstetricia y
luego el cloroformo. Pero fue cuando la reina victoria de Inglaterra dio a luz en
1853 al príncipe Leopoldo bajo los efectos de dicho agente anestésico que se
consolidó su empleo.
 1847 – El húngaro Ignaz Philipp Semmelweis destaca los beneficios que deriva
el lavado de las manos con una solución de cloruro de calcio, antes de atender
los partos. Como consecuencia, decrece asombrosamente la mortalidad por
fiebre puerperal.
 1860 – James Marion Sims establece en Nueva York el primer hospital dedicado
exclusivamente al cuidado de la mujer. La ginecología adquiere entonces
personalidad e importancia.
 1875 – Gracias al estudio de la célula por Virchow, Oscar Hertwig descubre que
la fecundación consiste en la unión del núcleo del espermatozoide con el óvulo.
 1882 – Fernand Kehrer y Max Saenger ingenian nuevas técnicas para suturar
mejor el útero en la operación cesárea.
 1885 – El farmacéutico Walter Rendell comercializa el primer anticonceptivo
vaginal; era un óvulo compuesto de manteca de cacao y sulfato de quinina.
 1891 – Hermann Henking descubre el corpúsculo “X” es decir el cromosoma o
corpúsculo accesorio que identifica el sexo.

En la actualidad se reconoce la importancia de esta especialidad, ya que el obstetra se


vuelve dueño de un papel importante en el seguimiento del embarazo. El profesional
tiene que considerar las precauciones que deben tomar la paciente y su bebé antes de
nacer, durante y después.
HISTORIA DE LA OBSTETRICIA
En aquellas épocas prehistóricas el parto ocurría de manera solitaria, en sus propias
casas, sin acompañamiento, es por ello que es considerada la época pre obstétrica. En
ciertas culturas, esta forma de parto aún persiste, convirtiéndose en la forma de parto de
muchas nativas que siguen las prácticas de sus antepasados.

En la tesis de Daniel Lavoreira “El Arte de Curar entre los Antiguos Peruanos” señala:
“Es conocida la facilidad con que nuestras indias realizan sus partos; muchas veces, en
medio de una jornada, se detienen, apuradas por los dolores y en breves instantes, en un
cuarto de hora, o algo más dan a luz. Luego se lavan y lavan a su hijo si hay agua a la
mano; y echándoselo a la espalda envuelto en cualquier trapo, siguen su camino como si
nada hubiera pasado.”

La mujer primitiva para dar a luz, en su trance de parto, se alejaba de los suyos para
aislarse y no tener a nadie en frente, estando sola, en las orillas de los ríos o también de
las lagunas, o según la circunstancia y lugar donde se encuentre, en la soledad del
bosque, en la oscuridad de la caverna, padeciendo de fuertes dolores sin gritos ya que
las fieras merodeaban muchas veces a su alrededor.

La posición que adoptaban era de manera instintiva (cuclillas), pues así le era más fácil
y productivo pujar. La mujer primitiva igualmente de manera instintiva sabía que tenía
que separar la placenta de su hijo, eso  lo hacía trozando el Cordón umbilical con el filo
de una piedra o también por machucamiento. El agua, que en muchas tribus era
denominado como elemento purificador o una deidad, se encargaba de limpiar la sangre
del cuerpo del recién nacido y también de la exploración ginecológica de la recién
parida.

En la antigua Grecia, época de Hipócrates, las mujeres ejercían la obstetricia y


ocultamente la ginecología; en el papiro de Ebers se menciona que la atención de los
partos estaba a cargo de las mujeres expertas, así mismo, según lo relata Tora también
ocurría entre los hebreos.

En el año 700 A. C (Roma), se promulgó una ley “Ley cesárea – decreto romano” que
concedía al feto el derecho a la vida, después de la muerte de la madre.

Donde esta ley especificaba, con la esperanza de preservar a ciudadanos al estado, y la


falta de cumplimiento de esta ley suponía una suspicacia legal para así considerar que se
había matado a un niño vivo.

Se les llamaba cesones o césares a los niños extraídos postmortem, donde la palabra
“cesárea” es una derivación de “caesus” (corte), es decir, “extraído por un corte”.

Obstetricia en la edad media


En la Edad Media el parto era un momento extremadamente peligroso para las mujeres,
la muerte acechaba y en muchas ocasiones el fallecimiento de la madre coincidía con el
nacimiento del hijo. Ésta se trataba de una muerte aceptada para la sociedad de la época,
cuya amenaza estaba indisolublemente unida al parto.

Para que la mujer no muriera se rezaban oraciones donde se colocaban reliquias sobre el
vientre para que la protegiera y se apelaba a la intercesión de los santos para así poder
salir con bien del trance. El alumbramiento se llevaba a cabo en un entorno femenino.

La Ginecología y Obstetricia en la edad media eran dos campos del saber


eminentemente femenino, incluso profesionalizado en muchos casos.

Durante la Edad Media, con la desintegración del Imperio Romano, fueron olvidados lo
fórceps y otras prácticas obstétricas, es hasta el Renacimiento donde no se informa
sobre cesáreas practicadas en mujeres vivas. El primer registro de cesárea es en el año
1500, en Suiza. La embarazada tras varios días de parto, fue intervenida por su esposo,
de oficio de carnicero.

La mujer y el bebé sobrevivieron, sin embargo, algunos historiadores consideran que la


primera cesárea médica fue en 1600.

Según François Russet, quien publicó el primer manual escrito sobre la cesárea en 1581
(Paris), recomendaba realizar la cesárea con bebés demasiado corpulentos, gemelos,
muerte del bebé en el útero y cuando había presencia de estrechez en las vías de parto.

Las mujeres que se dedicaban a ayudar a dar a luz estaban bien preparadas, pero no
recibían una formación oficial. El oficio era aprendido como otros trabajos artesanales,
por medio de la repetición, la observación y la adquisición de responsabilidades cada
vez mayores.

Una característica que debía de poseer una comadrona  era el ingenio, para poder
resolver situaciones complicadas, y por último ser moderada y tener buenas costumbres.

Renacimiento de la Obstetricia

El siglo XVI es testigo del renacimiento de la obstetricia, o también llamado


advenimiento de la obstetricia moderna, donde Francia es la cuna. Aquí las mujeres
seguían a cargo del oficio, pero los hombres (cirujanos) eran los encargados de subsanar
sus fracasos. Ambos, parteras y cirujanos pertenecían a la Cofradía de San Cosme. El
padre de la cirugía, Ambrosio Paré tuvo un papel destacado en el desarrollo de la
Obstetricia, mostrando que era posible dar la vuelta al niño antes del parto cuando se
presentaban complicaciones debidas a su posición.

El médico francés, Francois Mouriceau propuso la idea de que la mujer diera a luz en
una cama ginecológica, publicando en 1668 su tratado “Las enfermedades de las
mujeres en el embarazo y el parto” siendo considerada como la obra obstétrica más
sobresaliente del siglo XVII.

En 1701, Deventer publicó su famoso libro titulado “Nueva luz para las parteras”, en lo
cual, se convirtió en el primer estudio completo de la anatomía de la pelvis y sus
deformaciones, así como la relación entre éstas y el desarrollo del parto. Su publicación
tuvo una inmensa influencia en el ejercicio obstétrico durante 150 años.

La primera cesárea vaginal (episiotomía) fue hecha por Alfred Dúhrssen en 1896, que
viene a ser para la época un valioso recurso para sortear con éxito las dificultades del
parto.

En 1897 W. Zoege von Manteuffel (Dorpat, Livonia), aporta a la cirugía los guantes de
goma. Siendo éste un objeto más que significativo en el ejercicio obstétrico y
ginecológico.
DESARROLLO DE LA OBSTETRICIA

HITOS HISTORICOS DE LA OBSTETRICIA

SUCESOS Y DESCUBRIMIENTOS IMPORTANTES

INVENCIÓN DEL HOMBRE EN LA OBSTETRICIA

También podría gustarte