EN LOS CAMPOS DE CONCENTRACION DONDE ESTABA CON PERSONAS
AISLADAS era un espacio anti higiénico nos tenían retenidos tratándonos como animales y no como seres humanos. Los alemanes nos llevaron en unos trenes sin comida y sin agua era una vida horrible un amigo mío hablaba alemán y nos dijo a todos que nos llevarían a un campo de concentración en Polonia en chelmno eso fue en diciembre en 1941. Cuando llegue era un lugar trágico veía como se escuchaba gritos de niños y personas torturándolos, personas muertas en todos lados. En el mes de junio de 1942 todavía sobreviviendo a este trágico acontecimiento. En el campo de concentración nos sometieron a trabajos forzados con muchas torturas nos pegaban con látigos y bastones de metal. Mi trabajo era enterrar a mis familiares judíos, era triste ver como yo enterraba a mis seres queridos todos desnutridos se veían claramente como estaban en los huesos. En un tiempo cuando bajaron los números de muertes llagaban trenes llenos de prisioneros judíos llegaban más muertos que vivos y mi trabajo era muy claro tenía que enterrarlos. El olor era asqueroso algunos cuerpos llegaban ya descomponiéndose su olor llegaba hasta los dormitorios de mis colegas judíos. En el campo de concentración conocí a una mujer hermosa me contaba su trabajo que era recoger la ropa de todas las personas muertas en los campos de gas ella nada mas escuchaba como se ahogaban las personas y niños. Un día mis amigos estábamos artos de esta tortura nos armamos de valor para se diera fin a esta tortura. Planeamos nuestro escape para salir del campo de concentración a la madrugada como a las 4 de la mañana, pero un alemán nos vio nada más vi como mis amigos fueron disparados en el pecho cayendo uno por uno, yo tuve que regresar para no morir, todos los presos que fueron rebeldes nos llevaron a otro campo de concentración ahí fue donde vi por última vez a la persona que ame. Cuando llegue al campo de concentración me marcaron con una lanza caliente en el pecho para tener mi otro trabajo forzado. Mi trabajo era quitar todo el oro que tenían, lo tenía que quitar de sus dientes y en otras partes del cuerpo que no quiero mencionar. Un alemán nos mencionó que avía un hospital que hacia la eutanancia muchos de mis compañeros presos querían hacerse la autanancia para que se acabara este infierno, pero yo nunca me di por vencido quería sobrevivir. El 27 de enero de 1945 esa fecha fue la más recordada de mi vida porque ese día fue cuando fui libre del tormento de los nazis. Era una tarde tranquila nada mas escuchaba como los alemanes abrían las puertas una por una con armas de fuego matando a mis compañeros judíos yo tuve que esconderme debajo de mi cama no tuve otro lugar para esconderme. Afuera del lugar donde me tocaba dormir a veces en el suelo con agonía del frio. Pasaron las horas y unos cuantos de mis amigos no queríamos salir, pero cuando todo se tranquilizó vimos un ejército de soldados no sabíamos si eran alemanes nada más entraron y no les entendíamos por qué eran de otra nación. Entraron con tanques de guerra y alimentos para nosotros ese día salieron lágrimas de mi cara por la felicidad que ya era libre de este tormento. Nos agruparon en 3 secciones unos que casi estaban a punto de morir los inválidos o torturados y otros los que todavía tenían fuerza para caminar. Nos subieron a sus carros de guerra ya alimentados y con lágrimas le dije gracias por mi libertad.