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Malcles Louise Noelle - La Bibliografia
Malcles Louise Noelle - La Bibliografia
E D I T O R I A L U N I V E R S I T A R I A DE B U E N O S A I R E S
Título de la obra original: bibliograpbie
Presses Universitaires de France, 1956
Traducida por
R oberto J uarroz
© 1960
EDITORIAL UNIVERSITARIA DE BUENOS AIRES - Florida 656
Fondada por la Universidad de Buenos Aires
HECHO EL DEPÓSITO DE LEY
IM P R E S O EN LA A R G E N T IN A - P R I N T E D IN A R G E N T I N A
"El bibliógrafo está, muy a menudo, habituado
a la ingratitud de aquellos a quienes sirve. Pero
le basta saber que su trabajo es útil y que crea
trabajo: con ello está recompensado.”
L u c ie n F e b v r e .
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO II
Así como los cronistas y los compiladores extiende por todas partes a la vez y modifica
de la Edad Media preceden a los historiado todas las condiciones del trabajo.
res del siglo xvi, los practicantes de alquimia En el dominio de las ciencias humanistas,
y de ciencias mágicas y ocultas, preceden a la Antigüedad, ignorada u olvidada durante
los sabios. Los unos, ante la falta de biblio largo tiempo, es descubierta nuevamente y
tecas, no piensan en examinar el valor de los admirada en virtud de sus monumentos, de
documentos y criticarlos; los otros, sin aceptar sus instituciones, de su historia y sobre todo
la observación y la experiencia, se dedican de su literatura, que el libro impreso pone
a teorizar. Sólo con el Renacimiento comien pronto al alcance de todas las manos. La cul
zan verdaderamente los estudios históricos y tura totalmente eclesiástica de la Edad Media
científicos 1. hace lugar, inclusive entre las gentes de Igle
La invención de la imprenta facilita la sia, a una cultura profana y laica. El estudio
reunión de gran número de libros y la com del pasado, practicado hasta entonces por una
paración de los mismos; el pensamiento se m inoría, se convierte en pasión universal y en
la principal preocupación de casi todo el sec
1 G a b r i e l M o n o d : "Du progrés des études histori-
ques en France depuis le XVIe siécle”, Revue histori-
tor intelectual.
que, 1876, págs. 1-38. Los humanistas franceses se ocupan, du
rante mucho tiempo, casi exclusivamente de la renovación de la anatomía con Yesalio,
filología antigua; hay que aguardar hasta la de la cirugía con Paré y de las ideas de Fernel;
segunda mitad del siglo XVI para que real a los textos griegos y árabes de la Edad Media
mente se despierte la curiosidad por otras suceden, con comentarios de esos textos, los
ciencias. La Reforma trae consigo el acrecen de los autores modernos.
tamiento de la actividad y la investigación Si se comparan ahora los libros en boga en
científicas con criterio liberal, pues las luchas el siglo x v i, con los primeros repertorios bi
religiosas llevan a quienes participan en ellas bliográficos, se comprueba que unos y otros
a buscar argumentos o armas en los hechos evolucionan paralelamente. En efecto, los
controlados. Los estudios jurídicos adquieren primeros investigadores de libros pertenecen
gran impulso y hombres imbuidos por la al mismo medio científico que los autores y
Antigüedad y versados en el conocimiento de los lectores de los mismos. Symphorien Cham-
las leyes heredadas de la Edad Media, examinan pier, médico lionés, publica la primera nó
las instituciones nacionales. Los sabios que mina de escritores médicos (1 5 0 6 ); Giovanni
por sus trabajos ocupan el primer puesto en Nevizzano, jurista piamontés, es el autor del
el siglo xvi son en su m ayoría jurisconsultos. repertorio más antiguo de obras de jurispru
En el sector de las ciencias exactas, los cono dencia (1 5 2 2 ); Conrad Gesner, filólogo y
cimientos positivos atraen a naturalistas y naturalista de Zürich, es el primero que se
médicos. interesa por la bibliografía general (1 5 4 5 );
Además, esa atmósfera general del ambiente inmediatamente después le siguen los teólogos
erudito del siglo xvi se refleja en los libros y los filósofos.
leídos y coleccionados en esa época. Un estu ¿Cómo cumplieron su propósito estos pri
dio reciente sobre las bibliotecas formadas a meros compiladores de impresos, si no gracias
partir de 1530 y cuyos inventarios han sido a las bibliotecas de su tiempo? Nevizzano,
publicados, así lo demuestra. Encontramos en Gesner y sus émulos del siglo x v i nos explican
ellos textos romanos, comentarios y glosas, que recorrieron las grandes ciudades y visita
trabajos de jurisconsultos de la nueva escuela, ron las bibliotecas célebres de humanistas y
colecciones de ordenanzas, decretos de cortes de conventos, así como también a los libreros.
soberanas, fueros regionales, breviarios, tex Los monumentos que han dejado, aunque a
tos y comentarios de derecho canónico. menudo modestos por las dimensiones, gran
En las bibliotecas de estudiantes, predo des por el esfuerzo que representan —ingenti
minan los textos de la Antigüedad y dan labore, exigimm opus, dice Nevizzano— es
prueba del desarrollo de la cultura clásica tán construidos con material recogido direc
favorecido por la creación del Colegio de Fran tamente en las fuentes y dan prueba del nivel
cia en 1 53 0 y el establecimiento de los jesuítas. alcanzado en ese entonces por cada una de las
Por influencia de la Reforma, en las biblio ciencias. Sólo a partir del siglo xvn, en cuyo
tecas eclesiásticas aparecen, al lado de los tra transcurso las bibliotecas adquieren carácter
tados de teología escolástica y de derecho enciclopédico gracias al desarrollo del pensa
canónico, las mejores ediciones de la Sagrada miento y al progreso de la cultura, el trabajo
Escritura y de los Padres, fuentes del pen bibliográfico se enriquece y se extiende; cada
samiento; a ellos se agregan los libros heréticos, nuevo repertorio se nutre en los precedentes,
pues las controversias y discusiones dogmá y así de seguido. Pero tal no es el caso al co
ticas originan gran cantidad de trabajos po mienzo.
líticos y libelos. Evidentemente, los humanistas que im pul
Por fin, la sección de libros de medicina saron la ciencia bibliográfica son bibliógrafos
ocupa vasto espacio en los inventarios de las sin saberlo. Y, comprobación sorprendente, de
postrimerías del siglo, como consecuencia de entrada acuerdan a la disciplina rasgos defini-
torios; en efecto: aún hoy siguen siendo suyos sición. Es innegable, y los documentos lo
los grandes dominios que a partir del siglo confirman, que los catálogos de los impreso
xvi le fueron espontáneamente asignados; a res de los siglos xv y xv i (por ejemplo, los de
saber: bibliografías especializadas por una las ferias de libros efectuadas en Francfort
parte, y por otra, bibliografías generales, del Main y en Leipzig a partir de 1564 y
tanto universales como nacionales. 1594), así como los inventarios de las biblio
Más aún. En los repertorios especializados tecas de los humanistas, constituyen fuentes
—los primeros en el tiempo— están repre inapreciables y , por así decirlo, únicas, donde
sentadas casi todas las ciencias: medicina, de abrevan con celo los colectores de títulos.
recho, botánica, agronomía, cirugía, filosofía, Sea como fuere, aunque los catálogos sirvan
teología; consagradas todas las formas de pre de trampolín a la bibliografía, circunstancia
sentación: descriptiva, analítica, crítica, y que ni siquiera se pone en duda, no por eso
adoptados todos los sistemas de clasificación: deben ser confundidos con ella.
alfabético, cronológico, sistemático. En pocas
palabras: que la bibliografía queda definida,
aunque sea en esbozo, desde el primer mo Bibliografía especializada
mento. Su redacción deja acaso que desear
desde el punto de vista técnico, y sus sistemas Johann Tritheim (1462-1516), abad del
de clasificación son, sin duda, rudimentarios monasterio de Spanheim, diócesis de M agun
y poco prácticos; en cambio, informa admi cia, abre la senda al publicar en 1494, impreso
rablemente sobre los autores y su pensamiento por el célebre Amerbach, de Basilea, un Liber
y también, aunque secundariamente, sobre sus de scriptoribus ecclesiasticis (ver página 1 0 ) ,
libros. trescientas páginas in folio en las cuales se
En verdad, los primeros repertorios se pa reúnen por orden cronológico un m illar de
recen más a diccionarios biográficos que a autores de la Iglesia; la lista de sus escritos
nuestras bibliografías actuales, en las cuales figura después de la noticia bastante breve
se sacrifica a los autores por la descripción acerca de su vida. La obra comprende alre
completa y técnica de los libros. En cambio, dedor de siete mil citas, con índice ordenado
las bibliotheca, scriptores o catalogas scrip- por el nombre y no por el apellido del autor.
torwm nos hacen conocer antes que nada a En 1495, el mismo abad brinda un Cathalogus
los escritores y sus obras, y después, m uy suma illmtrmm vivorum Germaniae. Con esos dos
riamente, los libros. La idea de considerar el repertorios, los primeros en el tiempo, de
libro por él mismo, y de registrarlo debida carácter patrístico el uno, nacional el otro,
mente tras riguroso examen, no acude aún Tritheim puede ser considerado, con justa
a la mente, y tal hecho constituye una prueba razón, el decano de los bibliógrafos.
suplementaria de que la curiosidad, o mejor Symphorien Champier (1472-1533) estu
aún, la pasión científica, anima a los primeros dia humanidades en París y medicina en Mont-
compiladores, quienes se revelan así como pellier; ejerce en Lyon y es primer médico
historiadores del pensamiento y la cultura. del duque de Lorena. Terapeuta y botánico,
Cabe formular una aclaración importante: astrólogo y filósofo, moralista, teólogo, poeta,
la historia de los repertorios no debe con su espíritu se interesa por todo. Derrocha en
fundirse con la de los catálogos de los prime ciclopédica erudición en su Líber de qua-
ros libreros y coleccionistas o con los de las druplici vita (1 5 0 7 ), inspirado en el De
bibliotecas. Éstos pertenecen a la bibliografía triplici vita (1 4 8 9 ), del helenista y filósofo
en lo atinente a la redacción y, sobre todo, a florentino Marsilio Ficino (1433-1499).
la utilización práctica, pero no en lo que se El padre A llu t, biógrafo del médico lionés,
refiere al espíritu y a los métodos de compo escribe que Champier fue el primero que en
Francia se dedicó a la carrera de bibliógrafo. Pantagruel a París, y de los bellos libros de la librería
La primera de sus publicaciones, sin título y Saint-Victor”. Y agrega que Rabelais se muestra como
sin mención del impresor ni del lugar y fecha bibliógrafo fino e ingenioso, a la par que bibliófilo
atento, no sólo en el catálogo en cuestión, sino en toda
de impresión, se compone de diversos tratados
su obra, por las reseñas bibliográficas que allí se en
anunciados en el Index librorum in hoc vohi- cuentran dispersas; en cuanto a su biblioteca personal,
■mine contentorum. El cuarto, De corporum contenía casi todos los libros impresos hasta entonces.
animorum morbis, consigna en el colofón el
lugar de impresión, Lyon, y la fecha, 1506.
En orden cronológico, el segundo reperto
El primer tratado se titula De medicine claris
rio especializado, compuesto por el jurista pia-
scrípíoribus in quinqué partibus tractatus; es
montés Giovanni Nevizzano ( t 1540), se re
tá compuesto por 57 hojas que comprenden:
fiere a libros de derecho y aparece en Lyon
el elogio de los más grandes médicos, con exa
en 1522. Es el Inventarium librorum in utro-
men y refutación de la magia; los soberanos
que jure hactemis impressorum que la Biblio-
que se dedicaron al estudio de la medicina; los
theca bibliographica italica, de G. Ottino y G.
filósofos y eclesiásticos que ejercieron ese arte
Fum agalli (1889-1895), califica de rarísimo.
o que escribieron sobre ese tema; y , por ú lti
En efecto, este libro no figura en los catálogos
mo, los médicos italianos, franceses, ingleses
impresos de las grandes bibliotecas y Baudrier,
y alemanes. Todos ellos son citados en orden
en su Bibliographie lyonnaise du XVIe siecle
cronológico; después de bosquejar sus vidas,
tampoco lo cita; existiría un ejemplar m uti
el autor detalla sus obras principales; pero
lado en la Biblioteca Nacional de Florencia.
de manera m uy sucinta, sin descripción, a
veces sin fecha. El segundo tratado de la colec A juzgar por sus abundantes ediciones, este
repertorio, que abarcaba unas m il obras ju rí
ción, De quadruplici vita, en el que Champier
dicas clasificadas sistemáticamente de manera
trata de medicina, teología, filosofía, astro-
bastante sumaria y desprovisto de índice, pa
logia e historia, contiene una lista bastante
rece haber tenido cierto renombre. La segunda
extensa de los primeros escritores médicos
edición, fechada en Venecia en 1525, corre
franceses, con un catálogo de sus obras.
por cuenta de Ludovico Gomes, obispo de
En 1533, Champier publica en Lyon la
Sarno de 1534 a 1543, con el título de Index
Apologética epístola, dirigida al médico ale Librorum omnium qui in ntroque jure bine
mán Bernard U nger; en el folio XLVIII de inde eduntur compositus; a los libros impresos,
la misma se encuentra un Catalogus illustrium
a los cuales se había limitado Nevizzano, se
medicorum ac novitiorum qui temporibus
agrega gran cantidad de textos manuscritos.
nostris scripserunt, editado por segunda vez
El Index, más o menos corregido y aumen
en París, en 1541, a continuación del de Re-
tado, se imprime un gran número de veces,
macle Fuchs, de Limburgo: Illustrium maedi-
hasta 1596, con diversos títulos que recuerdan
corum qui superiori saeculo floruerunt ac
constantemente, sin embargo, el origen del
scripserunt vitae.
repertorio: Initio a Jo. Nevizzano collectus.
Johann Fichard, jurisconsulto alemán (1512-
Digamos al pasar que Rabelais se burló de Champier 15 8 1 ), J. B. Zilettus y J. W . Freymon aumen
al inscribir el Campi clysterium en el catálogo de la tan cada nueva edición con sus descubri
biblioteca de la abadía de Saint-Victor, en el siglo xvi.
mientos.
En 1872, el bibliófilo Jacob [Paul Lacroix], al investi
gar los verdaderos títulos de cada volumen del catá En la dedicatoria del Inventarium, Ne
logo imaginario, no vacila en decir que aquel ilustre vizzano cuenta todas sus búsquedas en las
autor era esencialmente bibliógrafo durante la época bibliotecas eruditas o en las librerías; ha
(153 3) en que escribió el segundo libro de Pantagruel, estado en Roma, Venecia, Padua, Bolonia,
uno de cuyos capítulos se titula "Acerca de cómo llegó Milán, Pavía, T urín y Lyon, y ha recorrido
la Francia cisalpina; se excusa, sin embargo, de más de m il páginas, y posteriormente es
por sus omisiones y ruega al lector que lo objeto de múltiples ediciones y reimpresiones;
ayude a salvarlas. Ya en esa lejana época, en 1575, en Lyon y en Francfort; en 1576
la bibliografía justificaba el pensamiento de y 1586, en Colonia; en 1593, de nuevo en
Nevizzano transcrito al final del libro y Lyon. También fue editada en París, en 1610,
citado anteriormente: Ingenti labore, exiguum después en Colonia, en 1626 y , por últim a
obús, pensamiento que todo bibliógrafo, des vez, en Nápoles en 1742, corregida y aumen
de entonces, bien puede haber sentido como tada por el padre Milante. Esta erudita expo
propio. sición de los libros santos, de su historia, sus
El alemán Otto Brunfels (1488-1534) es traducciones y comentarios, en la que se
émulo de Champier. Doctor en medicina de examinan y aprecian las opiniones de los auto
la Universidad de Basilea, profesor de botánica res nombrados, no es, si hablamos con pro
y de medicina de Estrasburgo, médico en Ber piedad, repertorio, sino obra de controversia;
na, teólogo atraído por las doctrinas de la sin embargo, por sus fuentes, se la considera
Reforma — después de haber sido novicio en repertorio. Es posible compararla con el Biblio-
tre los cartujos de Maguncia—, publica en thecae theologicae et scripturalis Epitome,
Estrasburgo, en 1530, una gran obra que le publicado en Roma en 1590 por Angelo Rocca
vale el título de padre de la botánica alemana; (1545-1620), filólogo italiano, religioso de
el Herbarum vivae eicones, cuyas bellas ilus los ermitaños de San A gustín y secretario de
traciones, debidas a un artista de talento, Hans la capilla apostólica del Vaticano. En el Epi
W eiditz, contrastan por su novedad y su per tome, que consta de 264 páginas, se mencionan
fección con las figuras convencionales o poco y analizan obras de los mejores teólogos, colec
exactas de ios primeros herbarios. También ciones de concilios y de decretos, y también
en 1530 y en Estrasburgo, Brunfels publica comentarios de las Sagradas Escrituras.
su Cataíogiis illustrmm rnedicomm sive de En 1577, un médico y naturalista de
primis medicinae scriptoribiis, opúsculo de se Nüremberg, discípulo de los más ilustres sa
tenta y ocho páginas, semejante en su aspecto bios de Europa, Joachim Liebhard o Kammer-
y ejecución al De medicine claris scriptoribus meister, llamado Camemarius (1534-1598),
de Champier. Figuran en él, en orden crono publica en su ciudad natal De rustica oplísen
lógico, las noticias biográficas relativas a más la nonnulla, in 4° de 5 5 hojas donde se en
o menos trescientos eminentes médicos griegos cuentra, en el folio cuarenta y dos un Cata-
y latinos. El texto está precedido por un ín logus authorum quorum scrzpta tam extant
dice de nombres, y seguido por un ensayo de quam desiderantur qui aliquid in giorgicis, re
agrupamiento de los médicos según la espe herbari et similibus scripserunt. La segunda
cialidad; es quizás el ejemplo más antiguo edición de la obra aparece en 1956, también
de clasificación en el campo de la medicina. en Nüremberg, m uy aumentada, lo mismo
Después del Liber de scriptoribus ecclesias- que el Catalogas, donde el número de autores
ticis de J. Tritheim, impreso en 1494, ya citados se eleva a unos quinientos: griegos, la
mencionado, y de las ediciones realizadas en tinos, árabes, hebreos, latinos contemporáneos,
el siglo xvi de los textos de autores antiguos alemanes, italianos, franceses, ingleses, españo
y medievales que trataron el mismo tema, los les. Es, éste, el primer ensayo de bibliografía
libros religiosos fueron reunidos, en 1566, en agronómica.
la Bibliotheca sancta ex praecipuis catholicae Paschal Lecoq (Paschalus Gallus) (1567-
ecclesiae autoribus collecta, del dominico Sixto 1632), médico de Poitiers, publicó en Basilea,
de Siena (1520-1569), judío convertido a en 1590, una nómina alfabética de médicos
la fe católica, teólogo y predicador. Su obra con notas sobre sus vidas y sus escritos, sepa
aparece en Venecia, en un volumen in folio rados éstos según se trate de textos latinos o
de textos en lenguas modernas; en total, alre 1565), a quien mucho le deben casi todos
dedor de m il doscientas reseñas, algunas de las los bibliógrafos citados precedentemente: Ca-
cuales son m uy completas. El Nomenclátor merarius, Paschal Lecoq, Israel Spach, J. J.
Scriptorum medicorum de Israel Spach (15 60- Fries, tuvieron m uy en cuenta los de aquél
1610), doctor de la Universidad de Tübingen, al realizar sus propios trabajos.
médico y profesor de hebreo de Estrasburgo, Botánico, zoólogo, médico, filólogo, Ges
es edición m uy aumentada y mejorada de la ner es uno de los espíritus mejor organizados
bibliografía precedente, con clasificación muy de su tiempo. Nacido en Zürich, asiste de 1532
estudiada y ramificada, y dos índices, uno a 1534 a la Universidad de Bourges, y después
por nombre —no por apellido— y otro por a la de París; cursa estudios de medicina en
materia. Aparece en Francfort en 1591. Basilea, ocupa de 1537 a 1540 una cátedra de
A l año siguiente, en 1592, aparece el pri griego en la Academia de Lausana, es doctor
mer repertorio de obras filosóficas, cuyo autor, en Basilea en 1541 y ese mismo año, médico
Hans Jacob Fries (1541-1611), hijo del lexi y profesor de historia natural en Zürich. Su
cógrafo Johannes Fries, es profesor de filoso vocación de bibliógrafo despunta desde tem
fía y de teología en Zürich, y discípulo del prana edad: lee, traduce o coteja todos los
gran Conrad Gesner, de quien nos ocupare libros, mantiene correspondencia con eruditos
mos oportunamente. La Bibliotheca philoso- de todas partes, viaja, y trabaja en las biblio
phormn classicorum authorum chronologica tecas más célebres: La Vaticana, la Biblioteca
enumera los escritos de los filósofos desde el San Salvador de Bolonia, la Laurenciana de
siglo m a. C., hasta el final del siglo x v ; una Florencia, la Marciana de Venecia, la Palatina
segunda parte de la obra se refiere a los Padres de Heidelberg. Tiene veinticinco años cuando
de la Iglesia hasta 1140; una tabla alfabética considera la posibilidad de ordenar todos los
completa cada una de las partes, integradas conocimientos de su época y decide llevar a
por alrededor de mil quinientos y de seis cabo la tarea de acuerdo con un plan previa
cientos títulos, respectivamente. En 1598, mente establecido; su propósito es disponer
Israel Spach, citado anteriormente, publica todos los títulos, hasta entonces más o menos
en Estrasburgo el Nomenclátor scriptorum yuxtapuestos en los inventarios existentes, de
philosophorum atqtie philologicorum, donde, forma tal que integren un conjunto coherente;
agrupadas por temas, se clasifican las obras de y no halla sosiego sino cuando logra consig
aproximadamente cuatro mil autores, sin con nar en un solo repertorio todos los libros
tar las anónimas; los temas no se lim itan, por impresos cuyos rastros ha podido descubrir,
otra parte, a la filosofía y a la filología, sino inclusive gran cantidad de manuscritos. Su
que comprenden muchos otros; después de la obra bibliográfica se sitúa entre sus publica
clasificación por materias figura el índice por ciones filológicas y científicas: traducción de
nombre —y no por apellido— de los autores. Miguel de Efeso (Basilea, 1541), edición y
traducción de Estobeo (Zürich, 1543), tra
ducción de Marcial (Zürich, 1544), edición
Bibliografía universal de Claudio Galeno (Basilea, 1549), etcétera,
por una parte; y por otra, Historia animalmm
Hacia 1533, más o menos en la época en (Zürich, 1551-1587), que contiene en el pre
que desaparecen Symphorien Champier y Otto facio una bibliografía de obras referentes a
Brunfels, un joven de Zürich, de dieciocho los animales y, al final, una lista de obras de
años, comienza su carrera de naturalista y bi ictiología; Reí berbariae scriptorum catalogtts,
bliógrafo, y se labra en ambos dominios una que se agrega al De stirpium nomenclatoris,
reputación que durante dos siglos nadie habrá Estrasburgo, 15 52, del médico Hieronymus
de discutir. Se trata de Conrad Gesner (1516- Tragus, cuyo verdadero nombre es J. Bock
(1498-15 54), y por fin De chirurgis scriptores m il autores, y dan frecuentemente resúmenes
optimi (Zürich, 155 5). y extractos de textos. Gesner leyó o vio casi
todos esos libros, ya que se trasladó hasta los
La Bibliotheca universales sive Catalogus omnium lugares en que se encontraban los mismos.
scriptomm loenpietissimus in tribus linguis, latina, Aparte de las bibliotecas, las fuentes de inves
graeca et hebraica, de Gesner, aparece en 1545, en Zü tigación son más bien escasas en la época. De
rich, impresa por Froschover, en un in folio de 631 ho
clara haber recurrido a Champier, a Neviz-
jas, y registra en las tres lenguas muertas indicadas en
zano-Gomes-Fichard, a Pedro Critinus (De
el título, alrededor de doce mil obras, clasificadas alfa
béticamente por el nombre y no por .el apellido de los poetis latinis libri V, 1505), a Lilio Gregorio
autores, luego de una lista sumaria d.e nombres al co Giraldi (Historiae poetarum tam graecorurn
mienzo. Es seguida, en 1548, por un índice sistemático, quam latinorum dialogi decem, 1545, y Dia-
donde las mismas obras se distribuyen en veinte en logi duo de poetis nostrorum iempormn,
cabezamientos de ciencias: Pandectarum sive partitio- 1551), después de comenzar por Tritheim.
num universalium libri XXI, in folio de 374 hojas. De De cualquier manera, la Bibliotheca, con sus
las veintiuna divisiones anunciadas, la vigésima no llegó quince mil títulos, no es realmente universal,
a publicarse, y la última, referente a teología, apareció pues se lim ita a textos en lenguas muertas;
en volumen separado, en 1549. Este sistema de clasifi
contiene, en realidad, la cuarta o la quinta
cación es, digámoslo al pasar, creación original de
Gesner, que rompe con las siete divisiones de las artes
parte de la producción tipográfica europea
liberales de la Edad Media; .en 1587, Christophe de de 1 5 55. Le confiere universalidad el hecho
Savigny lo utilizará en sus Tableauz accom-plis de tous de abarcar todos los conocimientos sin excep
les arts libéraux, que constituye una adaptación am ción y de registrar libros de toda procedencia.
pliada. Si vale por su riqueza (notable para la época,
En 1555, Gesner publica un Appendix Bibliothecae, pues deben tenerse en cuenta la dispersión
que describe alrededor de tres mil obras suplementarias. de los libros y lo difícil de las comunicaciones),
En vida de Gesner se publican dos compendios de la vale aún más por su espíritu. En su juventud,
Bibliotheca universalis: uno de ellos, el Elenchus scrip- Gesner se había sentido m uy impresionado
turom omnium qui ab exordio mundi usque ad nostra
cuando los turcos incendiaron y saquearon, en
témpora in diversis linguis artibus et facultatibus cla-
ruerunt editado en 1551, en Basilea, por Conrad Ly-
1527, durante el asedio a la ciudad de Buda,
costhéne, 1.096 col.; el otro, por Josias Simler, en la biblioteca de M atías Corvino, rey de H un
Zürich, en 1 5 55, con el título de Epitome Bibliothecae gría. Y cuenta (Epístola nuncupatoria inclui
Conradi Gesneri, y compuesto por 184 hojas. Después da en la Bibliotheca) que tal suceso ejerció
de la muerte de Gesner, su obra, a la cual suelen aña influencia decisiva sobre él y lo indujo más
dírsele suplementos, se publica varias veces en .edicio tarde a trabajar con el propósito de salvaguar
nes corregidas y aumentadas: en 1574, por J. Simler, dar los testimonios del pensamiento, en el
en 691 páginas; en 1 583, por J. J. Fríes, 838 páginas; supuesto caso de que los libros pudieran desa
en 1585, por Antoine Du Verdier, en su Bibliotheque parecer. Ese móvil lo animó constantemente
frsngoise (ver pág. 2 0); en 1676, por J. Hallerword
y su convicción fervorosa acerca de la u tili
(ver pág. 2 5); fin 1730-1731, por G. H. ‘Wlelschius,
Specimen supplementmn ad Bibliothecam Gesnero-Sim-
dad de sus investigaciones, así como su gran
lero; desde 1 555, R. Constantin comienza con un
sabiduría, le permitieron, en poco tiempo,
complemento para las obras en lenguas modernas: No alcanzar su objetivo. Gesner es, en suma, el
menclátor insignium scriptomm quorum libri extant primer bibliógrafo preocupado por los libros
vel mamiscripti vel impressi ex bibliothecis Galliae et en sí, ya que todos sus predecesores, sin excep
Angliae, indexque totius Bibliothecae atque Vandecta- ción, hicieron de sus compilaciones la pro
rum C. Gesneri. longación de sus estudios personales, por es
tim ar secundaria, o de poca importancia, su
La Bibliotheca universalis y su Appendix actividad en tal sentido. Para Gesner, se trata
describen en total quince mil obras de tres de una actividad principal y que se impone
por sí misma; tiene derecho, pues, al título be un beneficio en la iglesia de Canterbury.
de primer bibliógrafo de vocación, y de crea La obra biobibliográfica de Bale parece ser
dor de la bibliografía moderna. una tentativa consciente para salvar del olvido
los tesoros de las bibliotecas monásticas supri
midas o parcialmente destruidas. Emplea, en
Bibliografía nacional la misma época que Gesner, la misma táctica
que el bibliógrafo suizo: correspondencia
Los años 1506 y 1545 representan, respec directa con los sabios, cuando no puede tener
tivamente, la data de las dos primeras biblio acceso a los libros, y visitas a las bibliotecas de
grafías, especializada la una, general la otra; colegios y monasterios. Explora las de Cam
poco tiempo después, en 1548, aparece el pri bridge, Oxford, Dublin, Londres, Francfort
mer repertorio consagrado a escritores de una y París (C arm elitas); visita a libreros y a
nación. El desarrollo de los estudios referentes encuadernadores, y así, entre el material que
a las literaturas nacionales se confunde, al se utiliza en las cubiertas, descubre fragmentos
principio, con el de las bibliografías de autores. de manuscritos o de ejemplares impresos. La
Las innumerables compilaciones que con el obra de su amigo Leland representa para él
título de Bibliotheca se sucederán a lo largo una fuente de valor excepcional. De ese modo
de tres siglos, prefiguran, cuando sólo se ocu logra publicar en 1548 Illustrium majoris
pan de los hombres de letras de determinado Britanniae scriptomm hoc est Angliae, Cam-
país, las actuales bibliografías nacionales. Di briae ac Scotiae summarium (Gippeswici,
gamos, además, que en ellas se reflejan las J. Overton, 225 hojas), donde los escritores
controversias religiosas de la época, y que de ingleses están clasificados por orden cronoló
notan espíritu más o menos partidiario. gico, con índice de nombres —no de apelli
John Leland ( t 15 52 ), capellán de Enrique dos— al comienzo. Esa edición es reimpresa
vin, titular del cargo de anticuario de la Co en 1549. La segunda edición aparece en Basilea,
rona, creado para él, abandona la religión en 1557-1559, en dos volúmenes de más de
católica y visita, por cuenta del rey, las biblio mil páginas in folio con el título de Scriptorum
tecas conventuales; reúne así elementos para Illustrium majoris Brytanniae , . . catalogus;
una importante obra cuya publicación, dicho allí se consignan mil cuatrocientos escritores,
sea de paso, habrá de postergarse hasta 1709: clasificados de la misma manera que en el
los Commentarii de scriptoribus Britannicis, Summarium, con su biografía y mención de
impresos en Oxford por Anthony H all. Otros sus obras; éstas últimas, en conjunto, ascien
dos ensayos, ambos tendenciosos, se deben al den a casi diez mil. Todos los documentos
protestante John Bale y al católico John Pits. reunidos por Bale y no incluidos en el Catalo
John Bale (1495-1565), cronista y el más gus son compilados por él en un voluminoso
antiguo de los autores dramáticos de lengua manuscrito, que había de ser editado por
inglesa, hace sus primeros estudios con los Reginald Poole en 1902: el Index Britanniae
Carmelitas y se convierte más tarde al protes scriptorum quos ex variis bibliothecis non
tantismo. Sus polémicas con los católicos lo parvo labore collegit Johannes Baleus cmn
obligan a trasladarse a los Países Bajos, de aliis (Oxford, X X X V I+ 580 páginas).
donde vuelve durante el reinado de Eduardo El erudito John Pits (1560-1615) estu
v i; obispo de Ossory, en Irlanda, es después dia primero en Oxford y después en Reims,
arzobispo de Dublin, en 1 553. Su celo de en el Colegio de los Ingleses; recibe las órdenes
reformador lo hace impopular en su diócesis, sacerdotales en Roma y enseña retórica y
fuertemente adicta a la Iglesia católica y lo lengua griega en Reims. Después de múltiples
obliga a expatriarse de nuevo. A su retorno a peregrinaciones impuestas por las luchas civi
Inglaterra, con el advenimiento de Isabel, reci les, termina su vida como deán de Liverdun,
a medida que se multipliquen las impresiones nalidad. Pero la transformación exigirá mucho
y las bibliografías. Gesner ya utiliza a T ri tiempo. Por el momento, al genio propio de
theim, Champier y Nevizzano; Paschal Lecoq historiadores y de letrados laboriosos, a sus
se vale de Gesner, e Israel Spach de Lecoq; innumerables lecturas, a su prodigiosa infor
todo nuevo repertorio halla su fuente en los mación personal y, sobre todo, a su obstinada
anteriores, y así sucesivamente. El trabajo convicción, le debemos el conocimiento del
bibliográfico perderá poco a poco su origi tesoro de los libros impresos en su tiempo.
CAPÍTULO III
CAPÍTULO IV
A la estabilidad, que era uno de los funda formas de pensar. El espíritu de no confor
mentos de la era clásica en su plenitud, siguió mismo y de libre albedrío que nace en Francia,
el movimiento x. Desde el primer momento, hostil a la autoridad y a la tradición, crea
el gusto por los viajes y por los libros de via corrientes de opinión, tanto en filosofía como
jes, que remplazan poco a poco a los episto en política, en moral como en religión y, so
larios renuevan las ideas y provocan compara bre todo, en ciencia, la que es exaltada.
ciones entre las costumbres, los hábitos y las Si el siglo xvn comenzó a recontruir pacien
temente la historia por medio de la erudición
—edición de textos, estudio de las inscrip
1 A lbert T roux , Juicio critico sobre la obra de
P a u l H a z a rd : “L a C rise de la conscience euro péen ne’% ciones en las piedras y en las monedas— el
en ínform -ation historique, 19 54. siglo x v i i i se esfuerza todavía más para en-
contrar la relación entre los hechos descu et de correctif au ”Dictionnaire philosophi
biertos y las ideas generales, y comprender el que”, y el padre Paulian, jesuíta (1722-1801),
desarrollo de la civilización y sus leyes; busca en 1770 y 1774, el Dictionnaire philosopho-
en la historia argumentos en favor de las na théologique. Además, se tiene presente el ejem
cientes doctrinas democráticas y la señala como plo de Moréri y el de Bayle y , en tanto que se
el fin de todas las ciencias. Desde 1777, en suceden las ediciones mejoradas de estos dos
virtud de "un fenómeno de difusión sin igual” autores, se m ultiplican los diccionarios biobi-
(Paul H azard ), estos diversos movimientos bliográficos. El abate Pierre Barral ( f 1772),
adquieren amplitud y fuerza considerables. jansenista, publica en 1758-1759 un Dictio
Ello explica, en el plano de lo estrictamente nnaire historique, littéraire et critique, en seis
libresco, la importancia alcanzada por el dic volúmenes; por ese mismo tiempo, en dos volú
cionario, ese género de escasa consideración menes in folio y con el títu lo de Dictionnaire
en la jerarquía literaria, pero destinado a hacer historique ou mémoires critiques et littéraires
accesibles las más recientes especulaciones y concernant la vie et les ouvrages de divers
descubrimientos científicos *. personnages distingues de la République des
El Dictionaire historique et critique, de Lettres, aparece la obra dejada por el librero
Pierre Bayle (Rotterdam, 1697, undécima edi P. Marchand ( t 1756), emigrado a Holanda
ción, y primera en Francia en 1820-1824) y editor, en 1720, de la tercera edición de
inaugura el siglo, y tal vez lo domina, opo Bayle. En su primera edición, impresa en
niéndose al Grand dictionnaire historique de 1766, el Nouveau dictionnaire historique, del
LuisM oreri (Lyon, 1674; vigésima edición en Dom Chaudon, tiene cuatro volúmenes que,
1759); la Encyclopédie ou dictionnaire rai- en 1804, en ocasión de la octava edición, pa
sonné des ciences, des arts et des métiers (1751- san a ser trece, convertidos a su vez en vein
1780), de Dennis Diderot, orienta al siglo a tiuno para la refundición de 1810-1812, y
mitad de camino, y una de las más vastas em en treinta para la de 1821-1823.
presas que haya sido concebida en materia de El barnabita Jean-Pierre Nicéron (1685-
libros, lo cierra: la Encyclopédie méthodique 1738) domina este grupo de eruditos; sus
(1782-1832), del editor Charles-Joseph Panc- Mémoires pour servir á l’histoire des hommes
kucke. Alustres de la République des Lettres avec un
Todo cuanto se refiere al idioma adquiere catalogue de leurs ouvrages aparecen entre
importancia cada vez m ayor; después de los 1727 y 1743, en cuarenta y tres volúmenes
diccionarios de Richelet (1 6 8 0 ), de Furetiére in 129 los cuatro últimos, con posterioridad a
(1687) y de la Academia Francesa (1694; su muerte. Esa colección se refiere a los hom
quinta edición en 1798), los jesuítas publican bres de letras y de ciencias que adquirieron
el Dictionnaire universal francais et latin lla fama desde el Renacimiento en adelante, cual
mado Dictionnaire de Trévoux (1704; sépti quiera sea la nación a la que pertenezcan. La
ma edición en 1771). parte bibliográfica tiene esta vez tanta im
Por otra parte, el Dictionnaire philosophique portancia como la biográfica: "mi propósito
portatif, de Voltaire, obtuvo gran éxito y fue ha sido principalmente el conocimiento de las
editado diecisiete veces entre 1764 y 1776. obras” dice Nicéron, "he consignado las dife
Los defensores de la tradición replican con rentes ediciones, las traducciones, en suma,
antidiccionarios; el benedictino L. Chaudon todo cuanto puede interesar para ello”, pero
(1737-1817) publica en 1767 el Dictionnaire sin cotejarlas. A l comienzo de cada volumen,
anti-philosophique pour servir de commentaire el autor consigna la nómina de los autores esco
gidos y al final los agrupa por orden de cien
1 R e n e P o m e a u , "Histoire d’une oeuvre de Vol
taire: Le dictionnaire philosophique portatif”, en In cias. En el volumen XLI se encuentra el índice
formation littéraire, 1955, general.
Es posible citar empresas semejantes en otros alrededor de ellos mismos una mentalidad
países; por ejemplo, el Allgemeines Gelehrien nueva. T al influencia es decisiva y orienta a
Lexikon, de C. J. Jocher, Leipzig, 1750-1751 la bibliografía por un camino desusado, don
y 1784-1819, y el Onomasticon litterarum, de de liberada, en gran parte, de la historia, vi
Ch. Saxe, La H aya, 1775-1790-1803. virá en adelante su propia vida.
El público instruido se preocupa más que
nunca por las concepciones enciclopédicas.
Montesquieu ha creado el Esprit des lois, suma Bibliografía especializada
de la legislación universal, y Voltaire ha
acumulado en el Essai sur les moeurs todo El número de “bibliotecas” consagradas a
cuanto un espíritu cultivado debe conocer escritores de congregaciones religiosas y de
sobre la historia del mundo. La avidez de co órdenes monacales, redactadas de conformidad
nocimientos se manifiesta, a partir de enton con la tradición de los dos siglos precedentes,
ces, en el gran número de bibliotecas privadas es digna de consideración; podrían citarse al
de las cuales se conocen, gracias a Daniel rededor de quince aparecidas entre 1716 y
Mornet x, quinientos catálogos, impresos entre 1780, tanto en Alemania como en Austria,
1708 y 1782; los poseedores ya no se confor Países Bajos, Bélgica, Italia, España y Francia,
man, como antaño, con colecciones especiali relativas a los agustinos, benedictinos, capu
zadas, sino que se interesan por todas las dis chinos, carmelitas, dominicos y teatinos. A la
ciplinas sin excepción. par de ellas se sitúa la obra del oratoriano
Las publicaciones periódicas obedecen a esa Jacques Lelong (1665-1721), que desempeña
tendencia general de expansión. Voltaire, en durante veintidós años las funciones de biblio
el prefacio del Ecossaise (1760), dice que por tecario del Oratorio de París; su erudición
entonces aparecían en Europa ciento setenta abarca la historia, la teología, la filosofía y las
y tres. Los que se encuentran más de veinte matemáticas; se refleja en dos obras que cons
veces en los catálogos privados totalizan cin tituyen la base de su reputación: en primer
cuenta m il volúmenes, cuyo contenido, de término la Bibliotheca sacra, Amberes, 1709;
quincena en quincena o de mes en mes, man París, 1723; Halle, 1778-1785, que registra
tiene activo el espíritu. todas las ediciones de la Biblia, así como sus
comentadores antiguos y modernos, católicos
En esta atmósfera estimulante la bibliogra
y protestantes; en segundo lugar, la Bibliothé
fía prosigue su marcha y se afianza. A l prin
que historique de la France contenant le cata
cipio, siguen imperando las biobibliografías;
logue de tous les ouvrages tant imprimés que
después pone manos a la obra una nueva gene
manuscrits qiá traitent de Vhistoire de ce
ración de investigadores para quienes el libro
royanme ou qui y ont rapport avec des notices
es un objeto precioso, tan digno de atención
critiques et historiques, que aparece en 1719,
como el autor. Ambos tipos de compilador
en un volumen in folio de 1 . 1 0 0 páginas y
trabajan simultáneamente, pero en tanto los
que contiene más de diecisiete mil artículos.
eruditos autores de "bibliotecas” ven que sus
La obra está clasificada sistemáticamente se
filas ralean cada vez más. Los recién llegados,
gún las grandes divisiones de la historia: ecle
al organizarse, al crear sistemas de clasifica
siástica, política, civil y literaria. Charles-Ma-
ción, al establecer normas de catalogación, y
rie Fevret de Fontette (1710-1772), consejero
al conceder, finalmente, al libro una impor
del Parlamento de Borgoña, prepara una edi
tancia desconocida hasta entonces, imponen
ción corregida y m uy aumentada de dicha
1 D a n i e l M o r n e t , " L e s e n s e ig n e m e n t s d e s b ib lio -
obra, y publica el primer volumen en 1768;
théques privées*5, en Revue d3hist. litt. de la France, los cuatro siguientes aparecen después de su
m 0 , 449-496. muerte, de 1768 a 1778; integran esta segunda
edición más de cuarenta y ocho mil reseñas y gidas y aumentadas por A. M. Dupin; la
nueve índices. últim a aparece en Bruselas, en 1833. A partir
El capítulo II de la Bibliothéque historique de 1805, la obra se titula: Lettres sur la pro
fue tomado de la Bibliotheca scriptorum his- fession d’avocat et Bibliothéque choisie des
toriae naturali omnium terrae regionum livres de droit; la parte bibliográfica, clasifi
inservientium aparecida en 1716, obra de cada en nueve capítulos y abundantes sub
J. J. Scheuchzer (1 672-1733),d e Zürich, para divisiones con notas razonadas, es considerada
la cual Lelong había redactado De scripto durante mucho tiempo como modelo en su
ribus historiae naturalis Galliae. Scheuchzer, género.
historiador, doctor en medicina, naturalista, Jean-Francois Séguier, de Nimes (1703-
considerado el padre de la paleontología, de 1784), se ocupa de numismática, arqueología
la geología y de la geografía física contribuye y botánica y escribe, en 1740, una Bibliotheca
a propagar, con las ideas de Newton, el gusto botanica sive catalogus auctorum et librorum
por las ciencias naturales. El médico y botá omnium qui de re botanica, de medicamentis
nico Louis-Antoine Hérissant (1745-1769) ex vegetabilibus paratis, de re rustica et de
refunde íntegramente la obra de Scheuchzer horti cultura tractant, m uy buscada durante
en la segunda edición de la Bibliothéque de mucho tiempo y seguida, por otra parte, de
Lelong; la reimpresión de este trabajo se con la Bibliotheca botanica, de O. Montalbani, de
vierte en la Bibliothéque physique de la France 1657 (ver página 2 9 ). En 1760, L.-Th.
(1771, X L+ 496 páginas). Gronovius, regidor de la ciudad de Leyde,
La Histoire générale des auteurs sacrés et edita las dos bibliotecas y agrega un Auc-
ecclésiastiques qui contient leur vie, le catalo Uiarimn a la de Séguier.
gue, la critique, le pigement, la chronologie, Uno de los más célebres eruditos alemanes
l’analyse et le dénombrement de leurs ouvra del siglo xvm es, al mismo tiempo, eminente
ges del Dom Remi Ceillier, benedictino, (1688- bibliógrafo; se trata de Juan Alberto Fabricius
1761), comprende veintitrés volúmenes in 4° (1668-1736), profesor de elocuencia, poética
publicados desde 1729 hasta 1763, y un índice y teología en Hamburgo. Todos los conoci
general aparecido en 1782. Esta obra, que mientos de filología y de historia que posee,
renueva la de L. Ellies Dupin (1686) se ase los ordena y los integra en una obra bibliográ
meja por su espíritu y su forma a las Mémoi- fica durante mucho tiempo tenida por clásica.
res de Nicéron (ver página 3 4 ), más exten Comienza, en 1697, con una Bibliotheca latina
sas en cuanto a su objeto. sive Notitia atictonim vetenim latinorum
Armand-Gaston Camus (1740-1804), di quommctimqzie scripta ad nos pervenerunt,
putado de los Estados Generales y de la Con donde reúne todos los escritos legítimos o con
vención, miembro del Consejo de los Quinien siderados como tales, de los autores latinos.
tos y del Instituto, es abogado del Clero Hasta 1721-1722, sólo en Hamburgo habían
de Francia y redactor de la Constitución Civil aparecido cinco ediciones. En Yenecia, se im
del Clero; después de la Revolución, desem prime una nueva edición en 1728, la últim a,
peña importante papel en la organización de corregida y aumentada por el sabio J. A.
bibliotecas y se convierte en conservador de Ernesti, e integrada por tres volúmenes, en
los archivos nacionales. En 1772,' publica las Leipzig, en 1773-1774.
Lettres sur la profession d’avocat et les études La Bibliotheca graeca, compuesta según el
nécessaires pour se rendre capable de l’exercer. modelo anterior, aparece en Hamburgo en
On y a joint un catalogue raisonné des livres 1705 y en 1708; la tercera edición, de 1718 a
útiles a un avocat. Las ediciones siguientes de 1728, comprende catorce volúmenes in 49; la
esta obra datan de 1777, 1805, 1818, 1830- cuarta, que es la mejor, aparece entre 1790 y
1832; la cuarta y la quinta han sido corre 1812. Finalmente, la Bibliotheca latina mediae
et infimae aetatis, es impresa, también en 480 a. C., con el Tratado de la esfera de Em-
Hamburgo, entre 1734 y 1736, en cinco volú pédocles; clasificada cronológicamente, con
menes; la sexta edición, impresa en 1746, y índice de autores, contiene unos cinco mil
posterior a la muerte de Fabricius, es publi títulos. Lalande recurrió también a la Astro-
cada por Ch. Schoettgen. Después de esa fecha nomische Bibliographie de Johann E. Schei-
hubo aún nuevas ediciones; la mejor de ellas bel (1736-1809), matemático y astrónomo de
es la que publica en Padua el padre Giovanni Breslau, publicada entre 1784 y 1795, y com
Domenico Mansi, en 1754, compuesta por seis puesta por 800 páginas, en las que se registran
volúmenes. las publicaciones sobre astronomía impresas
La actividad bibliográfica de B. Gotthelf desde el siglo XV hasta 1630.
Struve (1671-1738), bibliotecario de la U ni A continuación, se consignan los médicos
versidad de Jena, y después profesor de histo y naturalistas; en 1743 F. E. Bruckmann
ria y de derecho de esa misma universidad, (1697-1753), doctor en W olfenbuttel, con
al mismo tiempo que consejero e historiógrafo la Bibliotheca animalium; en 1782, J. W. Bau-
de la casa de Sajonia, se extiende a lo largo de mer (1719-1788), médico y profesor de la
toda su carrera. Su Bibliotheca piris selecta Universidad de Erfurt, con la Bibliotheca che-
aparece en Jena en 1703 y se edita nueve mica; en 1785, G. F. Fuchs (1760-1813),
veces, la últim a en 1758. De su Bibliotheca profesor de medicina en Jena, con el Yersuch
pbilosophica, publicada en 1704, se imprimen einer Uebersicht der chymischen Litteratur;
nuevas ediciones en 1707, 1728 y 1740. En y por último el médico y profesor de anatomía
1705 aparece una Selecta bibliotheca histórica y botánica en W ittenberg, G. R. Boehmer
secundum monarchias, regna, sécula et mate (1723-1803), con su importantísimo reper
rias distincta, que corregida y aumentada en torio que registra alrededor de sesenta m il títu
1740 por Ch. G. Buder y después por I. G. los, Bibliotheca scriptomm historiae naturalis,
Meusel, de 1782 a 1804, representa con sus oeconomiae aliarumque artium ac scientiarum,
once volúmenes, el repertorio más numeroso aparecido en Leipzig, de 1785 a 1789, en nue
aparecido hasta entonces en materia de historia ve volúmenes.
y de geografía. Por último, su Bibliotheca F in alm en te, W olfgang Panzer (1729-
historiae litterariae selecta logra tanto éxito 1804), ministro luterano de Nüremberg, des
como las precedentes, y a que, aparecida en pués de haber estudiado en Anmalen der alte
1704, es aumentada y mejorada sin cesar hasta ren deutschen Litteratur, Nüremberg, 1788-
1754-1763 y 1785. Entretanto, Struve publica 1805, la antigua literatura alemana impresa
además una Bibliotheca librorum rariorum hasta 1526, recoge todos los impresos del
(1719) y una Bibliotheca Saxonica (1 73 6), siglo xv en sus Annales typographici, 1793-
de 1.178 páginas. 1803, compuestos por once volúmenes, en
Los eruditos alemanes se distinguen también los cuales continúa la obra de su antecesor,
en el dominio de la bibliografía científica. el inglés M aittaire, de quien nos ocuparemos
J. F. W eidler (1691-1755) es astrónomo y oportunamente.
físico y profesor de matemáticas en W itten- El suizo Albert von Haller (1708-1777) es,
berg; después de su Historia astronomiae después de Leibniz, uno de los espíritus más
(1741) publica una Bibliographia astronómica universales. Poeta y erudito, doctor en medi
(1755) que servirá de base, en 1803, a la cina en Leyden, bibliotecario de la ciudad de
Bibliographie astronomiqiie avec Vhistoire de Berna, profesor de anatomía, de cirugía y
la astronomie depuis 1781 jusqu’a 1802, de botánica en la Universidad de Gotingen donde
Jéróme de Lalande (1732-1807), in 4°, 880 enseña durante diecisiete años, Haller, esta
páginas. E n esta o b ra, 660 p áginas están de blecido en Berna, su ciudad natal, desarrolla
dicadas a la bibliografía, que se remonta hasta intensa actividad científica. Su obra princi
pal, Elementa physiologiae corporis humani, pales refugios de la filología clásica, forman
aparece en Lausana entre 1757 y 1766, en ocho muchos helenistas y latinistas, editores y co
volúmenes in 4°; a continuación del último mentaristas de textos (Richard Bentley, Ge-
volumen, figura un Catalogas editionum qui- rard Meerman, Daniel "Wyttenbach) y pocos
bus auctor in hoc opere usus est, de 1 0 0 pá bibliógrafos en comparación, por ejemplo, con
ginas, verdadera bibliografía de las obras de Alemania, que no alcanzará sino hasta el siglo
fisiología publicadas hasta entonces. Haller xrx superioridad decisiva en la elaboración
debe su fama de bibliógrafo a las cuatro "bi crítica de las literaturas de la antigüedad.
bliotecas” a las que consagró los diez últimos Edward Harwood (1729-1794) filólogo in
años de su vida: la Bibliotheca botanica, Zürich, glés, publica en Londres, en 1775, A view of
1771-1772, dos volúmenes, uno de 680 y otro the variotts editions of the Greek and Román
de 785 páginas; la Bibliotheca chirurgica, Ber classics with remarks, editada nuevamente en
na, 1774-177S, dos volúmenes, uno de 593 1778, 1782 y 1790; y posteriormente, en Ve-
y otro de 695 páginas; la Bibliotheca anató necia, en 1793, por dos filólogos italianos, el
mica, Zürich, 1774-1777, dos volúmenes, uno abate Mauro Boni y Bartolomeo Gamba; Char
de 816 y otro de 870 páginas; y la Bibliotheca les Nodier, en 1826, publicará una Biblio
medicinae practicae, Berna, 1776-1788, en théque sacrée grecque-latine, basada en Boni
cuatro volúmenes, de los cuales los dos últimos y Gamba.
aparecen después de la muerte de su autor. U n célebre filólogo inglés, de origen fran
En cada una de estas obras, clasificadas alfa cés, Michel M aittaire (1668-1747) se inte
bética y, después, cronológicamente, figura a resa, después del holandés Beughem y antes
continuación de los esbozos biográficos de los del alemán Panzer, por las producciones im
autores la transcripción exacta de sus escritos, presas del siglo xv. Sus Annales typographici,
seguida en cada caso por el resumen de los La H aya, 1719-1741, en nueve volúmenes,
mismos, con comentarios críticos acerca de las se extienden hasta 1664 y son prueba de lar
conclusiones; tales análisis ocupan a menudo gas investigaciones. Los trabajos de M aittaire
más de una página de apretado texto en latín. y de Panzer permitirán a L. H ain, bibliote
Es posible darse una idea de la m agnitud de las cario de Munich, publicar en 1825 una obra
investigaciones de H aller, con solo observar mejor elaborada.
los índices de sus bibliotecas; el de la Biblio El médico escocés James Douglas (1675-
theca chirurgica tiene cincuenta páginas, cada 1742) escribió la Bibliographiae anatomicae
una de ellas con más de cien nombres, lo que specimen sive catalogus omnium pene auc-
totaliza cinco m il autores analizados; en el torum qui ab Hippocrate ad Harveum rem
índice de la Bibliotheca medicinae, se regis anatomicam scriptis illustrarunt, publicada en
tran más de once m il autores. Londres en 1715, y en Leyden en 1734. El
La obra de J. J. Manget (1652-1742), sabio holandés, de origen alemán, L.-Th. Grono-
médico suizo, decano de la facultad de Gine vius, continuador de Séguier en 1760 (ver
bra, es estimada durante todo el siglo xvm , pág. 3 6 ), publica en ese mismo año una Bi
y la integra la Bibliotheca chemica curiosa bliotheca regni animalis atque lapidei. Leyden,
(Ginebra, 1702) y la Bibliotheca scriptorum in 49 de 326 páginas, con cinco m il títulos.
medicordum veterum et recetiorum (Gine El naturalista sueco Peter Artedi (1705-
bra, 1731), cuatro volúmenes in folio; pero 1735) es amigo de Linneo, quien, después de
esta últim a compilación no puede compararse la prematura muerte de su camarada de es
con las del gran Haller. tudios, se convierte en su biógrafo y editor,
En Gran Bretaña y los Países Bajos, las es y hace imprimir sus manuscritos bajo el título
cuelas universitarias que, desde mediados del de Ichthyologia sive opera omnis de pisdbus,
siglo xvn hasta fines del xvm son los princi Leyden, 1738; la obra comprende cuatro par
tes, la primera de las cuales es una Bibliotheca presa de todos los países hasta 17 57. Está orde
ichthyologica de 6 8 páginas. En 1788-1789, nada alfabéticamente, por autores y por obras
J. J . W albaum publica en Greifswald una anónimas; las partes I a IV comprenden, sobre
edición corregida y aumentada. todo, libros germánicos, en tanto que la parte
El gran sabio Linneo ilustra la bibliografía; V está reservada para los libros franceses.
en su Bibliotheca botanica, Amsterdam, 1738; Pero ha llegado el momento en que, en
Halle, 1747; y Amsterdam, 1751, 2 2 0 pá ciertos países, y sobre todo en Francia, gracias
ginas, los escritores sobre botánica están cla a libreros instruidos para quienes el libro an
sificados en dieciséis grupos cuya enumeración tiguo es tanto un objeto de arte como un
no deja de ser interesante: los antiguos griegos instrumento de conocimiento, la bibliofilia y
y latinos, los comentadores, los iconógrafos o por consiguiente la bibliografía alcanzan un
dibujantes, los descriptores, los curiosos o des auge sin precedentes, que habrá de prolon
cubridores, los adonistas o especialistas en jar garse durante un siglo. Prosper Marchand
dines, los floristas o componedores de flores, ( t 1756), Gabriel M artin (1679-1761), J.-B.
los viajeros, los filósofos, los sistemáticos, los Osmont ( t l 7 7 3 ) , G.-F. De Bure (1731-
clasificadores, los anatomistas, los jardineros, 1782), Ch. Cailleau (1731-1798), y muchos
los médicos, los anomali o varios. En la última más, al mismo tiempo que organizan y cata
edición de la Bibliotheca, hay una tabla biográ logan los más célebres gabinetes de Europa,
fica que menciona en orden cronológico los son los artesanos de ese florecimiento. G.-F. De
nombres de ciento treinta y nueve botánicos, Bure (1731-1782) brinda entre 1763 y 1768,
desde Avicena, en 981, hasta Catesby, en 1749. la primera selección verdaderamente impor
Por último, la segunda bibliografía agronó tante de obras relativas a todas las ciencias,
mica, después de la de Camemarius, en 1577 cualquiera sea el idioma en que estén com
(ver página 1 6 ), se debe al eclesiástico Marco puestas: la Bibliographie instructive ou traite
Lastri (1731-1811). Se trata de la Bibliotheca de la connaissance des livres rares et singuliers,
geórgica ossia catalogo ragionato degli scritto en siete volúmenes, a la que siguió en 1769,
ri di agriculUira, veterinaria, agrimensura, me el Catalogue des livres de L.-G. Caignat, en
teorología, economía pubblica, caccia, pesca, dos volúmenes, y posteriormente, en 1782, por
spettanti all’ltalia, Florencia, 1787. La pri un índice referente a los nueve volúmenes.
mera bibliografía artística es obra del abate El Dictionnaire typographique, historique et
Angelo Comolli, Bibliographia storico-critica critique des livres rares, singuliers, estimes
dell’ architettura civile ed arti subalterne, et recherches en tous genres, 1768, en dos vo
Roma, 1788-1794, en tres volúmenes in 4?. lúmenes, es obra de J.-B. Osmont. En el capí
tulo siguiente podrá apreciarse hasta dónde
llegó la pasión por los libros en el caso de los
Bibliografía universal libreros aficionados.
También en otros países se demuestra idén
En el siglo xvra sólo hay un ensayo de re tico interés por los libros antiguos. Struve
pertorio general de carácter universal y tiene comenzó en 1719, como ya lo hemos visto,
como punto de partida los catálogos de ferias con la Bibliotheca librorum rariorum, (ver
de libros, tal como en el siglo precedente las página 3 7 ). En 1732, J. Y ogt (1695-1764),
compilaciones de Cless y Draud. Se trata de predicador protestante de Bremen, publica un
la Allgemeines europdisches Biicher-Lexikon, Catalogus historico-criticus librorum rario
de Th. Georgi, librero de Leipzig, publicada rum, Hamburgo, quinta edición en Francfort
entre 1742 y 1758, en cinco volúmenes in en 1793, obra de 914 páginas, altamente es
folio con tres suplementos. Esta nómina es timada. La Bibliotheque curieuse, historique
única en lo que respecta a la producción im et critique ou catalogue raisonné des livres
rares et difficiles a trouver, de David Cíément Se inspira en Ch. Sorel, en La Croix du Maine
(1701-1760), pastor y predicador de origen y en Du Verdier, de quienes dice que "se
francés, aparece en Gotingen entre 1750 y detienen más en los autores que en sus escri
1760, en nueve volúmenes in 49, pero queda tos” ; por su parte, aspira a "hacer conocer lo
inconclusa. Por último, la Bibliotheca libro que tenemos en cada ciencia e indicar lo que
rum rariorwm universalis, de J. J. Bauer, debe ser elegido o rechazado”. "No escribo la
Nüremberg, 1770-1791, comprende siete vo historia de los autores, no entro en el detalle
lúmenes. Las selecciones hechas en Gran Bre de sus vidas, hago la historia de los libros,
taña son posteriores. es decir, expongo las causas que los origina
ron, las controversias que provocaron, las crí
Bibliografía nacional ticas que recibieron; me ciño casi siempre al
método de M. Baillet y transcribo más la opi
Los trabajos de erudición consagrados a los nión de los sabios que la m ía.”
hombres de letras de determinado territorio Alrededor de quice años más tarde, aparecen
continúan ocupando gran parte de la produc Les trois siécles de notre littérature ou tableau
ción intelectual nacional; aunque a menudo de l’esprit de nos écrivains depuis Frangois ler,
se concede lugar preponderante a la biografía Amsterdam, 1772, tres volúmenes; quinta
de los escritores, la enumeración de las obras edición en 1788, cuatro volúmenes; por el
y de sus ediciones se halla lo suficientemente abate Antoine Sabatier, llamado de Castres.
desarrollada y cuidada como para que la biblio
grafía pura se afirme. A .estos repertorios de bibliografía literaria se aña
En Francia, los religiosos benedictinos de den en la misma época, algunas biobibliografías regio
la congregación de San Mauro, publican desde nales; la del padre Papillon sobre los autores de Bor-
1733 hasta 1763 la Histoire littéraire de la goña, Dijon, 1742, dos volúmenes in folio; la del Dom
Calmet, acerca de los de Lorena, Nancy, 17J4; la de
France, doce volúmenes in 49. A partir de
J.-F. Dreux du Radier, relativa a los de Poitou, París,
1814, miembros de la Académie des Inscrip- 17Í4, cinco volúmenes in 129; y la de C.-F. Achard,
tions continuarán la tarea. Esa bella obra histó atinente a los de Provenza y a los del Comtat-Venaissin,
rica y bibliográfica comprende actualmente Marsella, 1786-1787, dos volúmenes in 49.
treinta y ocho volúmenes, redactados confor
me a la tradición de alta erudición de la época, Pero mientras los historiadores de las letras
que tratan de los escritores de lengua francesa trabajan con gran éxito, los precursores de
habidos hasta el siglo xiv. la nueva bibliografía se prodigan en laboriosos
Obra también importante, fruto de las in esfuerzos para justipreciar la producción de
vestigaciones de un solo autor, que se limita, su tiempo. Los abates Jacques d’H ébrail y Jo-
por otra parte, a los libros impresos, es la Bi seph de la Porte componen France littéraire,
bliothéque francoise, del oratoriano y janse obra cuyos seis volúmenes, aparecidos desde
nista Cl.-P. Goujet (1697-1767), aparecida 1769 hasta 1784, registran "los autores vivos
de 1740 a 1756, en dieciocho volúmenes in y la nónima de sus obras y los autores falle
12°. Goujet, continuador de Ellies Dupin en cidos desde 1751 en adelante y la nómina de
1736 (ver página 2 3 ); en 1750 editor de sus obras”. Los Anuales typographiques ou
Moréri y en 1759 de Richelet, reúne y anali notice des progrés des connaissances humai-
za, aunque con cierta parcialidad, las obras de nes, publicados de 1758 a 1763 por Morin
los escritores franceses desde la aparición de d’Hérouville, en once volúmenes, están se
la imprenta hasta su época, clasificando en guidos por el Catalogue hebdomadaire ou liste
conjunto a gramáticos, historiadores, oradores des livres, estampes, caries, qui sont mis en
y poetas; su labor que había de abarcar tam vente chaqué semaine tant en France qu’en
bién las artes y las ciencias, quedó inconclusa. pays étrangers, por Bellepierre de Neuve-
Eglise, escritor y agrónomo, nacido en 1727; Valere André, en su Bibliotheca Bélgica sive
y después por el impresor Ph.-D. Pierres virormn in Belgio vitae, scriptisque illustrium
(1741-1808). Esta publicación, que aparece catalogus librorumque nomenclatura usque
de 1763 a 1781 en diecinueve volúmenes, se ad ann. 1680, Bruselas, 1739, dos volúmenes
convierte, de 1782 a 1789, en el Journal de la in 4 9 de 1.233 páginas.
librairie ou catalogue hebdomadaire conte- En la misma época, un librero de Leyden,
nant par ordre alphabétique les Uvres tant Johan Van Abkoude (1726-1761), compone
nationaux qu’étrangers, volúmenes 20 a 37. la primera bibliografía nacional holandesa de
En otros países, también se advierten esas carácter comercial, el Naamregister of ver-
dos tendencias: la una, histórica y literaria; zaameling van Nederduytsche boeken, que
la otra, francamente moderna. En Gran Bre aparece en 1743 y registra los libros del perío
taña, todos los descubrimientos de Leland, do 1641-1741, con suplementos de 1744 a
Bale, Pits y Cave son agrupados y aumenta 1755. Una refu n d ició n del Naamregister
dos en la Bibliotheca Britannico-Hibernica realizada por un colega de Rotterdam, R.
sive de scriptoribus qui in Anglia, Scotia et Arrenberg, abarca los años 1600 a 1772 y
Hibernia ad saeculi XVII initium floruerunt, aparece en 1773, con suplemento hasta 1787;
de Thomas Tanner (1674-173 5 ), canónigo de la empresa habría de continuar hasta nues
Ely y de Oxford y , posteriormente, obispo tros días.
de Saint-Asaph, publicada en 1748, después de El italiano Justo Fontanini (1666-1736),
la muerte de su autor y que no ha sido profesor de elocuencia en la Universidad de
remplazada por ninguna obra posterior. Y en Roma y arzobispo de Ancira, publica en 1706
tanto que los eruditos ingleses continúan edi un pequeño in 4° de 159 páginas que obtiene
tando colecciones de crónicas, y Thomas R y- éxito sorprendente, ya que se edita hasta 1803:
mer (1641-1713), crítico dramático y poeta, Della eloquenza italiana. Aggiuntovi un ca
e historiógrafo real, es encargado oficialmente talogo delle opere piu eccellenti che intorno
de estudiar y valorar los archivos de la corona, alie principali arti e facoltá sonó state scritte
—toda la primera mitad del siglo xvm está in lingua italiana; en el catálogo, los libros
ocupada por las ediciones de Foedera, con- italianos están distribuidos en catorce seccio
ventiones, literae et cujuscunque generis acta nes y las notas son m uy completas; al final
publica—, los libreros consolidan definitiva se incluye un índice de autores. La segunda
mente la bibliografía nacional, ya más que y la tercera edición, impresas respectivamente
esbozada en el siglo anterior. "William y Ro- en 1724 y en 1726 aparecen en Roma, al
bert Bent, y después Thomas Hodgson, co igual que la primera, y están m uy aumen
mienzan la tarea, en 1773, y redactan hasta tadas; la cuarta se publica en Venecia, en
1837 más de cuarenta catálogos de libros 1727, y tiene 320 páginas; las siguientes están
ingleses, que T. Besterman registra minucio fechadas como sigue: la de 1731, en Luca; la
samente por orden cronológico en su World de 1736 en Roma; la de 1737, en Venecia
bibliography. W illiam Bent reúne en un solo (ésta tiene 752 páginas e incluye las obser
repertorio, con el título de London catalogue vaciones de diversos autores, entre ellos L.
of books, los libros publicados de 1700 a A. M u rato ri); y la de 1753, en Venecia (dos
1800: once mil títulos en total. volúmenes, el uno de 494 páginas, y de 515
En los Países Bajos, J . F. Foppens (1689- el otro, con anotaciones de Apostolo Zeno,
1761), canónigo de la catedral de Brujas, que son "un tesoro de historia literaria, de
profesor de teología en el seminario de Lo- crítica y de bibliografía” ) . Esta últim a edi
vaina, y más tarde canónigo en Malinas, sigue ción aumentada aparece finalmente en Par-
el ejemplo de T. Tanner, y reúne y aumenta ma, en 1803-1804 y en 1810 se le agrega un
los trabajos de Aubert Le Mire, F. Sweert y índice.
de las bibliotecas y otorgaría realmente alma y vida en el conocimiento, sino en la ciencia del libro;
a! cuerpo bibliográfico. la bibliografía se abroga, de pronto, junto con
la imprenta y su invención, la historia de los
Camus distingue, por lo tanto, la Bibliofilia primeros impresores y la de los caracteres tipo
de la bibliografía científica, y determina sin gráficos, las marcas de papel, los formatos,
posibilidad de duda la función de ésta últim a. los sistemas de clasificación y las reglas de
Años más tarde, Napoleón I trata este mismo catalogación; sin olvidar las mejores ediciones
asunto con una lucidez sorprendente. En de los textos antiguos y modernos, el estudio
carta fechada el 19 de abril de 1807 x, en la de las bibliotecas, su historia, los cuidados que
que expone la idea de un proyecto para esta exigen, etcétera. La bibliografía surge de esos
blecer una escuela especial de literatura e his tratados desfigurada, confundida con toda
toria en el Colegio de Francia, se leen estas la bibliología. Los autores responsables de tal
líneas que anuncian la École des Chartes y deformación son modestos funcionarios o li
dan a la bibliografía su configuración autén breros, animados por un celo loable, pero ex
tica: cesivo, en favor de la instrucción que debe
impartirse a los bibliotecarios. Entre ellos se
La historia puede ser comparada con las ciencias
para las cuales conviene disponer de una escuela es
encuentran L. Boulard, librero parisiense, que
pecial. La manera de leer la historia es, por sí sola, una publica en 1797 un Traité élémentaire de bi-
v.erdadera ciencia. Todo ha sido dicho y repetido. Los bliographie, y C.-F. Achard, bibliotecario de
historiadores apócrifos se ha multiplicado hasta tal Marsella, cuyo Cours élémentaire de biblio-
punto, y hay una diferencia tan grande entre un libro grapbie ou la Science du bibliothécaire apa
escrito en una época y otro redactado en época pos rece en 1806-1807. En ambas obras, con tono,
terior — a la luz de los trabajos y de las enseñanzas de por lo demás, pleno de convicción, se trata
los historiadores anteriores—, que el hombre que aspira todo cuanto se refiere a los libros, hasta la
a poseer buena instrucción y se encuentra de pronto manera de despegarlos y conservarlos. El error
en una vasta biblioteca histórica, se siente perdido en
se acentúa a partir de 1847 en adelante, sobre
un verdadero laberinto. Conocer lo que queda de los
historiadores antiguos, saber lo que s.e ha perdido, dis
todo desde 1869, con la implantación de la
tinguir los fragmentos originales de los suplementos enseñanza de la bibliografía en la École des
escritos por buenos o malos comentadores es, en sí, Chartes, que abarca no sólo el estudio de los
casi una ciencia o, por lo menos, un importante motivo instrumentos de información y de investi
de .estudio. Así pues, el conocimiento y la elección de gación llamados repertorios, sino también el
buenos historiadores, de buenas memorias y de legítimas de los elementos del libro y de las reglas téc
crónicas de una época es conocimiento útil y verdadero. nicas de la biblioteconomía; y está en el
Si en una gran capital como París hubiese una escuela origen de la definición oficial de bibliografía,
.especial de historia donde se siguiera primero un curso dada en 1885 y adoptada durante cincuenta
de bibliografía, un joven, en vez de extraviarse durante años (ver capítulo I ).
meses en lecturas insuficientes o poco dignas de con
fianza, podría ir hacia las mejores obras y conseguiría
De cualquier forma, la publicación de re
más fácil y más rápidamente, mejor instrucción. pertorios no se altera en lo más mínimo por la
En la misma época en que ciertos espíritus confusión creada en torno del término biblio
superiores señalan la importancia de la biblio grafía, ya que continúa según las normas tra
grafía y la describen tal como siempre ha sido dicionales. Sin embargo, se advierte un cambio
y debe ser, aparecen en Francia y en el extran significativo: las bibliografías especializadas
jero los primeros tratados teóricos sobre dicha pierden terreno, mientras que las nacionales
disciplina, a la que los autores convierten no lo ganan, o emprenden, en algunos países, una
marcha largamente diferida; las bibliografías
1 Correspondance de Napoléon ler, t. XV, 1865, universales alcanzan el punto máximo de su
página 127, nQ12.416., Finkestein, 19 de abril de 1807. desarrollo.
Bibliografía especializada menclatura árida, pues las notas son curiosas y
bien redactadas, con abundantes detalles sobre
Los aficionados a las letras y los bibliófilos la importancia y el contenido de los libros,
comienzan a competir con los eruditos o es agrupados por siglos y en cantidad superior
pecialistas. Charles Nodier (1780-1844), poe a los dos mil.
ta, filólogo, historiador, novelista, "que ha
inventado, o por lo menos llevado a su más Los repertorios alemanes de este período están, casi
alto grado, una pasión nueva: la bibliomanía”, todos, consagrados a las ciencias exactas. E. G. Bal-
dinger (1738-1804) se ocupa de la botánica, Marbur-
se dedica desde m uy joven a la bibliografía que
go, 1804; A. G. Kastner (1719-1800), de las matemá
practica durante toda su vida como bibliófilo.
ticas, Gotíngen (1796-1800); F. A. Murhard (1778-
Bibliotecario, en 1824, de la Biblioteca del A r 1853), de física y de matemáticas, Cassel, 1797, y
senal; fundador, en 1834, del Bulletin du bi- Leipzig, 1797-1805; G. F. C. Fuchs, por último, de
bliophile; relacionado con los bibliógrafos y química, Jena, 1806-1808.
libreros eruditos de su tiempo —Gabriel Pei- En Italia, Filippo Re (1763-1817) profesor de la
gnot, Paul Lacroix, Antoine-Aug. Renouard, Universidad de Bolonia, deja un repertorio digno de
Antoine-Alexandre Barbier—, Nodier es el estima, cuya primera edición, impresa en Venecia, en
más ferviente aficionado a los libros y el más 1802, se titula Saggio di bibliografía geórgica-, la se
ingenioso crítico que se puede imaginar. En gunda, muy aumentada, que aparece en la misma ciu
su juventud, atraído por la historia natural, dad en 1808-1809, en cuatro volúmenes, se titula
Dizionario ragionato di libri d’agricoltura, di veterinaria
compone una Bibliographie entomologique
e di altri rami d’economia campestre.
(1 8 0 1 ), donde tiene m uy en cuenta el valor Finalmente, el erudito español C. A. de la Sema San
de las obras coleccionadas; en 1812 publica tander (1752-1815), conservador de la Biblioteca Reai
los resultados de sus investigaciones sobre las de Bruselas, publica en esa ciudad, en 1805-1807, un
supercherías literarias (segunda edición en Dictionnaire bibliographique choisi du XVe siécle, en
1828); en 1834-1835 publica, en suplemen tres volúmenes.
tos del Bulletin du bibliophile, sus Notices
bibliographiques, philologiques et littéraires,
ya aparecidas parcialmente en Temps; se en Bibliografía universal.
cuentra allí una Bibliographie des fous. De Los precursores de Bruneí
quelques ouvrages excentriques. Por último,
enriquece con notas los catálogos de venta de Los libreros continúan su obra. Después
su biblioteca (1827, 1829 y 1844), como tam de la Bibliographie instructive de G. De Bure,
bién otros catálogos de coleccionistas (el abate de 1763-1768, le toca el turno al Dictionnaire
Pellier, Pixerécourt, Joseph C rozet), pasan bibliographique, historique et critique des li
do por el Dictionnaire bibliographique de Cai- vres rares, précieux, singuliers, estimes et re-
lleau y Duelos, que encuentra de lectura agra cherchés, del librero parisiense Ch. Cailleau y
dable. del abate R. Duelos, 1790, tres volúmenes, y
La obra de Gille Boucher de la Richarderie a continuación al Répertoire de littérature
(1733-1810), que renuncia a la magistratura ancienne, de su colega F. Schoell, 1808.
para dedicarse a las letras, es considerada por Otro bibliófilo francés contribuye a difun
G. Peignot como un monumento de biblio dir la bibliografía, consagrándose a ella en for
grafía especial, es la Bibliothéque universelle ma casi exclusiva durante cerca de cincuenta
des voy ages, 1808, seis volúmenes. En 1810, años. Se trata de Gabriel Peignot (1767-
Victor-Donatien de Musset (1768-1832), li 1849), abogado en Besancon, después biblio
terato, político, y editor, publica una Biblio tecario de la Escuela Central del Alto Saona,
graphie agronomique de cuatrocientas cin in sp ecto r de lib re ría en Dijón y posteriormen
cuenta y nueve páginas, que no es una no te inspector de la Academia de esa ciudad.
CAPÍTULO VI
1822- Tübingen Jahresberichte über die 18 5S-1945 París Képertoire de chimie puré
Fortschrifte der pbysischen et appliquée. Dir. Société
Wissenscbaften. Dir. J. J, chimique de France. Se
Berzelius. transforma, en 1863, en e!
1823- Berlín Kepertor'mm der technis- Bulletin de la société.
chen Jmirnal-Literatur. IS í 9- París "Bulletin bibiiographiquc
1825- Estocolrao Üfversigt af botanhka ar- des ouvrages sur les Beaux-
beten. Arts et la curiosité”, en Ga-
1826-1842 Estocolmo Arsberattelse om nyare zoo- zette des Beaux-Arts.
logiska arbeten. 1859- Leipzig Wissenschaf tlicber Jahresbe-
1830- Berlín Cbemisches C entralblatt. richt über die Morgenlan-
Dir. Deutsche chemische dische Studien. Dir. Deuts
Gesellschaft, desde 1897. che Morgenlandische Ge
1841-1848 Erlangen Jahresberichte über d.ie sellschaft.
Fortschritte der gesammten 1862-1901 Berlín Chemisch-technisches Re-
Medicin. Dir C. Canstatt. pertormm.
1841-1890 Erlangen Jahresberichte über die 1864-1951 Londres Zoological record. Dir. Zoo-
Fortschritte der gesammten logical Record Association.
Pharmacie. Dir. C. Canstatt. 1866- Gotha Geographisches Jahrbiich.
1843-1850 Erlangen Jahresberichte über die Dir. E. B,ehm.
Fortschritte in der Biologie. 1866-1941 Leipzig Polytechnische Bibliothek.
Dir. C. Canstatt. 1866- París Revue critique d’histoire et
1845- Berlín Die Fortschritte der Phy- de littérahtre. Dir. Paul
sik. Dir. Physikalische Ge- Meyer.
sell, en Berlín. 1868- Roma Bolletino di bibliografía e di
1847-1913 Giessen Jahresberichte über die Forts storia delle scienze matema-
chritte der Chemie. Funda tiche e fisiche.
do por J. Liebig. 1868-1914 Berlín Allgemeine Bibliographie der
1848-1897 Gotingen Bibliotheca philologica. Dir. Staats- und Rechtswiss. Dir.
C. J. Ruprecht. O. Mühlbreclit.
1849- Berlín Archaeologischer Anzeiger. 1870-1889 Milán Annuario delle scienze me-
Agregado primeramente a iiche.
Archaeologische Zeitung, se 1868-1944 Berlín Jahrbuch über die Forts
convierte en 1886 en Jahr- chritte der Mathematik. Dir.
bv,ch des k. dtschen archaeol. Preussiche Akademie der
lnst. Wissens (desde 1925).
1853-1861 Gdtingen Bibliotheca historie o-geo- 1871-1919 Munich Jahresbericht über die Forts
graphica. Dir. E. A. Zu- chritte der Thier-chemie.
chold. 1S72- Leipzig Jahresbericht über die Forts
1855-1937 Leipzig Jahresberichte über die Forts chritte der Anatomie.
chritte der chemischen tech- 1873- Leipzig Just’s Botanischer Jahresbe
nologie, richt. Dir. Leopold Just.
1873-1887 Londres London medical record. 1884- Nueva YorkEugineering índex. Ameri
1873-1898 París Revue des sciences medica can Society of Mechanical
les en France et a l’étranger. Engineers.
1S74-1943 Munich Jahresbericht iiber die Forts- 1886-1909 Gctha Geographischer Litteratur-
ebritte der clossisschen Al- bericht. Beilage zum Petter-
iertumswissenschaft. Dir C. manns Mitteilungen.
Bursian. 1886-1939 Nueva York índex fo legal periodical
1876- "Bibliographie”, en Anglia. literature.
Beiblatt zu Anglia, en 1890. 1887- Berlín Jahresbericht iiber sdmmlli-
1876- Leipzig Bibliotheca orientalis. Dir. che Erscheinnngen auf dem
K. Friederici. En 1887, Gebiete der Geschichte der
Orientalische Bibliographie. Philosopbie. Dir. L. Stein.
1876- Stuttgart Repertorium fü r Kunstwis- 1S88- París "Année épígraphique”, en
senschaft. Reine archéologique.
1876- Leipzig Theologísche L iteraturzei- 188 8- Fulda Philosophisches Jahrbuch.
timg. Dir. E. Schürer y A. Dir. Gorres-Gesellschaft.
Harnack, desde 1881. 1890- París Année philosophíque.
1876- París Revue des revues et publi 1890- Leipzig Jahrbuch der Astronomie
ca tions relatives a l’Anti- iind Geophysik.
quité classique 1891-1912 Berlín Bibliotheca geographica.
1878-1892 París Année medícale. Dir. O. Baschin. Gesellschaft
1878-1925 Londres Journal of the Chemical So für Erdkunde.
ciety. Abstraets of chemícal 1891-1895 Bruselas Sommaire périodique des rc-
papers. vues de droit. Se convierte,
1S7S- Berlín J ahresberichte der Ges- en 189 5, en Bibliographia
chichtsivissenschaft. Dir. H. sociológica.
jastrow y Historische Ge- i 891- Zoologiscber Anzeiger. Deu
sellschaf.t. tsche zoologischer Gesell.
1878- Halle 1892- Stuttgart ] ahresberichte fü r nenere
Zeítschrift für romanische
Philologie. Supplementheft. deutsche Líteraturgesch.
1890-1914 Munich Kritischer Jahresbericht
Bibliographie. Dir. G. Gro-
ber. iiber die Fortschritte der
1879-1927 romanischen Philologie. Dir.
Nueva York Index medictis.
1879- Leipzig K. Vollmóller.
Zoologischer Jahresbericht.
1880- Cassel 1893-1914 París Ajínales de Géographie. Bi
Botanischer C entralblatt.
bliografía.
Dir. O. Uhhvorn. Deutsche
1893-1928 París Bibliogn7phie analomique.
botanische Gesselschaft, en
1893- Lovaina Re vite néoscolastiqne.
1922.
1893-1934 Amsterdam Rente scmcstriellc des pu
1880- Leipzig Jahresbericht iiber die Ers-
blica/ions mathéviatiqucs.
cheimuigen auf dem Gebie- 1894- París Année psychologique. Dir.
le der gerrnanische Philolo
H. E. Beaunis, A. Binet.
gie. Geselischaft für deuts- 1894- Psychological índex.
Princeton
che Philologie. 1895- Jena Anatomischer Anzeiger.
1880-1945 Hcilbroun Literatnrblatt für germanis- 189 5-1944 Pili 1S Année biologiqv.e.
chc und romanische Philolo 1897- Boston "Archaeological litera ture”,
gie. Dir. O. Bchaghel, K. en American Journal of ar-
Bartsch. chacology.
1881- Leipzig Theologíscher Jahresbericht. 1898-1902 Londres Sciences abstraets. Physical
Dir. G. Krüger. Society.
1S82- Frciberg im Kritischer V iertel jahresbe 1898-1919 Turin Bolletino di bibliografía e
Sachsen richt iiber die Berg-und storia delle scienze malema-
Hüítenmanmsche Literatur. tichc. Dir. G. Loria.
Bibliografía universal de que la nómina de 1820 es muy considerable, "dista
mucho d.e ser el inventario general de las riquezas lite
rarias de todas las naciones y de todos los siglos”: tota
Un librero parisiense, Charles-Jacques Bru-
liza treinta mil obras o ediciones diferentes, "lo cual
net (1780-1867) se encarga de llevar a su
no es ni la trigésima parte de los libros impresos”.
más alto grado de perfección la bibliografía
La cuarta edición (1842-1844) distribuye la obra en
universal escogida, en virtud de un repertorio cinco volúmenes. Al comienzo del volumen V hay una
clásico en el género que sus colegas de Francia introducción especial relativa al origen e historia de
y del extranjero desarrollaron especialmente en los sistemas de clasificación propuestos d.esde fines del
el último cuarto del siglo xvm . En 1802, siglo xv. Brunet detalla los ensayos realizados en esta
cuando contaba veintidós años, Brunet escri materia, desde los Cent buffets de La Croix du Mainc
bió un suplemento al Dictionnaire bibliogra- (T583) hasta las reformas de R. Merlin a su catálogo
phique des livres rares de Cailleau y Duelos, del sabio orientalista A. Isaac Silvestre de Sacy (1842-
aparecido en 1790, en tres volúmenes (ver 1847), tres volúmenes. Al final del volumen IV de esta
página 4 5 ). En 1810, publica la primera edi edición, Brunet incluye una nota sobre las Heures go-
thiques, impresas en París en el siglo xv y a comienzos
ción de su Manuel du libraire et de Vamateur
del xvi, nota que figura también en la quinta edición.
de livres, en el que continúa trabajando du Esta última fue impresa en 1860 y s.e compone de seis
rante cincuenta años, perfeccionándolo sin volúmenes. Al pie de las columnas de cada página,
cesar hasta la quinta y última edición, en 1860. separados del texto por una raya, se citan los libros
nuevos que no están descritos, pero que se incluyen en
En su primera edición, el Manuel —compuesto en el índice que forma el volumen VI. Con estos agre
tonces de tres volúmenes— es un diccionario, ordenado gados, la última edición se acrecienta en más d.e un
por nombre de autor y, si se trata de obras anónimas, tercio; es decir, totaliza más de cuarenta mil títulos,
por títulos, donde se hallan registrados, descritos y co según Leroux de Lincy en su Notice sur la vie et les
mentados “los libros antiguos qu.e son a la vez raros travaux de J.-Ch. Brunet, escrita como prefacio del
y preciosos, y gran número de obras modernas que por catálogo de su biblioteca (1868).
su reconocido mérito, su singularidad, la belleza de su
ejecución, los grabados que las adornan o algunas otras Brunet es una figura eminente en la historia
particularidades, pueden figurar entre los libros pre
de la bibliografía francesa; erudito, bibliófilo
ciosos”. El último volumen es un índice metódico de
materias, en el que están clasificadas todas las obras
apasionado y , hombre de oficio, no redujo su
del diccionario y además gran número d.e libros útiles gran obra a una nomenclatura árida; por el
que no merecen figurar entre las obras preciosas. La contrario: con sus largas disertaciones, sus
clasificación adoptada por Brunet, que será en adelante rasgos de humor y de carácter, supo darle
el "sistema de los libreros”, se inspira en la que Prosper movimiento y vida; los detalles literarios y téc
Marchand adoptó en 1706, en la Bibliotheca Bigotiana. nicos, junto con notas originales, observaciones
Dicha clasificación, retomada por Gabriel Martin y personales y humoradas, imprevistas a veces,
mejorada continuamente, es utilizada durante todo el le otorgan, según Samuel-Silvestre de Sacy,
siglo XIX por los vendedores expertos. "ese no sé qué de picante que no esperamos
Bruaet cita los repertorios anteriores que consultó: encontrar en este género de obras”.
el de Cailleau (1790), evidentemente redactado según
el de G. De Bure (1763-1768), y los de A.-A. Re-
Pierre-Gustave Brunet (1807-1896), escri
nouard, D. Clément (1750-1760), Lelong (1768), tor y bibliógrafo, miembro de la Academia de
Fontanini (1753), Haym (1771-1773), F. Schoeli Burdeos —no emparentado con Jacques-Char-
(1808), E. Harwood, A. Clarke, T. F. Dibdin, etcétera, les— Pierre Deschamps (1821-1906), escri
así como también los catálogos de bibliotecas privadas, ben en 1878-1880, sendos suplementos para
los periódicos literarios y las primeras bibliografías dicho Manuel.
nacionales en curso de publicación.
En la segunda edición (1814) y en la terc.era (1820) El Nouveau dictionnaire de bibliographie universelle,
el Manuel está integrado por cuatro volúmenes. A pesar publicado en 18 57, por dos bibliotecarios de la Biblia-
théque Saintc-Geneviéve, Ferdinand Denis (1798-1890) in Deutschland und den angrenzenden Latt-
y Fierre Pincon (1802-1872) con ayuda del escritor dern gedrukten Bücher, que registra la pro
Antoine Leroux de Lincy (1806-1869), conservador de ducción en lengua alemana, desde 1700 hasta
la Biblioteca del Arsenal, es una obra seria, de 706 pá
1797. Una edición mejorada de esta biblio
ginas de apretado texto dispuesto en tres columnas,
notas y referencias a las bibliografías especializadas de
grafía aparece a partir de 1812; sus cuatro
cada clasificada por temas y subclasificada por fechas, volúmenes abarcan el período 1700-1810.
con materia; esta obra es forzosamente eclipsada por A la muerte de Heinsius, algunos colegas su
el Manuel de Brunet, del que es, en última instancia, yos prosiguen la obra que concluye siendo un
una selección ordenada por materias. repertorio retrospectivo en diecinueve volú
menes relativos a los años 1700-1892.
En Alemania, Theodor Graesse (1814- El librero y editor de Leipzig, C. G. Kayser
1885), historiador de la literatura medieval, (1782-1857) retoma por su cuenta la inicia
numismático, bibliotecario del rey de Sajonia tiva de Heinsius; su Vollstandiges Bücher -
en 1848, publica en 1859-1860, en ocho volú Lexikon o Deutsches Biicherverzeichnis co
menes, in 49, el Trésor des livres rares et pré- mienza a aparecer en 1834 y toma como fe
cieux, concebido según el mismo plan que cha de partida el año 1750. Fallecido Kayser,
el Manuel de Brunet, pero sin índice. Esta este repertorio continúa publicándose ininte
obra es un complemento del Manuel, en lo rrumpidamente, por períodos quinquenales,
referente a los libros germánicos y orientales. hasta nuestros días. En 1915, se encarga de
H abía sido precedida en 1820-1830 por el publicarla la Cámara del Libro, el Borsenve-
Allgemeines bibliographisches Lexikon, de F. rein der deutschen Buchhandler y la Deutsche
A. Ebert (1791-1834), bibliotecario de la Bi Bücherei, biblioteca central fundada en 1913,
blioteca Real de Dresde. Cabe señalar que en Leipzig (ver pág. 6 5 ).
registra más de veinticinco mil títulos. En Por otra parte, los libreros alemanes publi
Gran Bretaña, las selecciones de R. W att, en can, a partir de 1825, la Bibliographie für
1824, y de W . T. Lowndes, en 1834, a pesar Deutschland, semanario que se convierte, en
de su carácter bibliofílico, están consagradas 1836, en Allgemeine Bibliographie fü r Deut
especialmente a los libros ingleses y pertenecen s c h la n d en 1892, en la Wochentliches Ver
por lo tanto, a las bibliografías nacionales. zeichnis der erschienenen und der vorberei-
El concepto de bibliografía universal basado teten Neuigkeiten des deutschen Buchhandels,
en la calidad de los libros y en su valor in trín y en 1931, en la Deutsche National Biblio
seco y comercial, se desvanece con Brunet y graphie. Desde 1843 hasta 1915, la librería
Graesse. La exuberante producción impresa Hinrichs, de Leipzig, se encarga de esta pu
obligará a los bibliógrafos del siglo xx a reno blicación, y después de esa fecha lo hace la
var totalmente el concepto y a apartarse así, Deutsche Bücherei y el Borsenverein.
de modo definitivo, de una tradición largo Un proceso análogo al que acabamos de
tiempo defendida por los dos más grandes describir se desarrolla en Francia. Josepli-
representantes de la época bibliofílica. Marie Quérard (1796-1865), de Rennes, nos
dice que fueron sus inspiradores y modelos
los libreros ingleses y alemanes: Bent, W att,
Bibliografía nacional Ersch, Ebert, Heinsius y Kayser. Dependien
te de librero a la edad de once años, Quérard
El librero de Leipzig, W ilhelm Heinsius trabaja en París en 1812, en la casa Bossange;
(1768-1817), inicia el gran movimiento de sus aptitudes y gusto por el oficio le valen el
los repertorios retrospectivos nacionales, al pu ser designado para trabajos en las librerías
blicar, entre 1793 y 1798, el Allgemeines extranjeras. En 1819 se traslada a Austria y,
Bücher-Lexikon oder Alphab. Verzeichnis der después, a Alemania, en la época en que los
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bibliografía española, 1862- boeken, 188 3-
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1473- Países Bajos Bibliotheca Bélgica, 1880- bliográfica hrvatska, 1860-
A sí, en el inicio del siglo xx, la bibliografía "conocimiento” de las producciones del espí
profesional alcanza su m ayoría de edad y ritu, conocimiento adquirido por medio de
obtiene su emancipación; ha definido sus fi los repertorios. A decir verdad, estos últimos
nes, descubierto sus reglas y forjado sus me han modificado su aspecto desde el siglo xvi;
dios. Todo el mundo tiene conciencia de su
los autores han sido desalojados en favor de
aspecto "funcional” y de las posibilidades que
ofrece en la actualidad. Si bien los dicciona sus obras, a las que precisamente recurre la
rios idiomáticos conservan el rótulo de "cien bibliografía para poder destacar y valorizar
cia del libro”, los hechos desmienten tal aser tanto la actividad intelectual de las naciones
to. Hoy más que nunca, la bibliografía es como el progreso de las ciencias.
CAPÍTULO VII