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12 de enero 2021

Señora
Lcda. Martha Toribio
Directora Escuela de Ciencias Jurídicas y Políticas
UAPA, Santiago R.D.

Atención. Lcda. Cristina Suero


Encargada Escuela de Derecho UAPA en el Recinto Santo Domingo Oriental

Distinguidas Profesoras:

El sistema de Justicia dominicano adolece de desatinos que de mantenerse, en poco tiempo


podrían derretirlo, quedando el país sin el principal contrapeso para mantener la paz social y
seguridad jurídica de sus ciudadanos, un país a la deriva.

Sin ánimo de lastimarle, los responsables de ese mal son los operadores jurídicos, de manera
especial, los abogados, ya, que de ellos salen los fiscales, jueces, entre otros. Resultante de la
ausencia de supervisión de una parte de las universidades que lo forman, y por otra, de las
instituciones que administran justicia que muchas veces, en vez de reclutar abogados, fiscales o
jueces, reclutan sujetos de conductas antijurídicas, con la gravedad de que a esos corruptores del
sistema nunca se le da seguimiento, ni se les aplica una sanción por sus inconductas. No
significando que existan otras causales.

En el caso de las universidades, dotan de un título de abogado a cualquier sujeto. Solo basta con
que cumpla con las calificaciones de unas materias, desconociendo los plagios y diabluras que hizo
para lograr aprobarlas, en tanto que esos centros de enseñanzas no tienen idea de las conductas
muchas veces delictivas de los monstruos que solo saben delinquir.

Dado ese introito, presento el caso de un estudiante de derecho matriculado en esa alta casa de
estudios en el recinto Santo Domingo Oriental, con el único interés de que le den el debido
seguimiento y eviten que la sociedad dote de un exequátur y una toga, otro destructor y
corrompedor del Sistema de Justicia dominicano.

Caso
Víctor Porfirio Hernández Aquino, con cédula No.001-0422154-4, quien se hace pasar por
abogado, no obstante, estudiar derecho en la UAPA, reside en la calle B, No. 1. Residencial
Don Mario de la ciudad de Bonao, R.D; con teléfonos 829-706-7877 y 809-296-5486; email
victor.hernandez06@gmail.com.

Suficiencia jurídica
Ese sujeto hasta hace dos años vivía del buconato, esto es, de buscarles casos a los
abogados. Desde el año 2018, busca y rastrea dichos casos mediante una red personal de
informantes públicos y privados, por lo que se ha constituido en un buscón corporativo,
en tanto que negocia los casos con sus informantes públicos, privados y clientes, y
contrata abogados generalmente noveles para que litiguen en los tribunales.

1
En el año 2019, formo el Bufete de Abogado Hernández y Asociados, que en principio
operaba desde su domicilio y residencia en el residencial Don Mario en Bonao, y, ahora en
las direcciones de los abogados que utiliza como testaferros, como es, en la Autopista
Duarte KM 89, Los Arroces en Bonao., aunque no se tiene certeza que dicho bufete este
debidamente registrado,

Dicho estudiante de profesión buscón maneja una red delictiva que opera en casi toda la
geografía nacional en la que participan: agentes de la DIGESSET, médicos legistas,
enfermeras, celadores y camilleros de centros hospitalarios, miembros del ministerio
público, sobre todo secretarias, y testigos que construye a su manera entre otros
operadores. Esos participantes accionan como sus informantes, relatores de expedientes
amañados indicando lesiones que no existen. Todos los involucrados en la red accionan
como sus empleados y reciben su paga por cada caso, a otros les tiene salarios fijos. Por lo
que no cabe duda que ese estudiante sea un corruptor consuetudinario del sistema de
justicia

Dicho buscón evita dejar huellas de sus negociaciones dudosas, y quienes aparecen en los
documentos de los procesos judiciales de sus casos, son sus abogados testaferros que
siguen sus orientaciones, para dar la apariencia de que las operaciones que realiza están al
margen de su conocimiento. En cambio, ejecuta las negociaciones con los involucrados en
los accidentes de tránsitos y de otra naturaleza. De igual manera, da seguimiento a los
buscadores de casos o contactos, y paga los sobornos pertinentes. Las operaciones y
actuaciones de este buscón son lo suficientemente raras, dudosas y salen del marco de lo
licito, pues además de las indicadas, realiza otras diabluras ilícitas. Resultando
sorprendente que las autoridades responsables de la política criminal desconozcan que le
están destruyendo el sistema desde sus propias entrañas al corromperle sus operadores.

El referido buscón se hace pasar por abogado, aunque es un estudiante de la UAPA,


incapaz de redactar una práctica, pues las que ha presentado se las hace un amigo.
Resultando incomprensible que solo un profesor de esa universidad le haya reprobado
una materia, quizás consciente de que plagio el trabajo que presentó, pero sin la sanción
debida, los demás docentes no han advertido que ese ‘’estudiante’’ es un constructor
de ilícitos, peor que un plagiador, por cuanto presenta las prácticas en las que no escribe
una palabra ni participa, como de su autoría, hecho singular y a lo mejor con escasos
precedentes.

Mañana la UAPA dotara ese sujeto de un título de licenciado en derecho, a lo mejor con
una mención honorifica, y la sociedad inocente aplaudirá, por desconocer que quien
recibió ese título, es un violador nato de la ley, que, si antes de investirse realizaba sus
fechorías sin el menor rubor, mañana las realizará con más vigor por creerse estar
revestido de la autoridad y legitimidad que le confiere ese pergamino timbrado, firmado
y sellado, dado por una universidad y refrendado por un exequátur, un título nacido de
la ilicitud.

2
Peor aún, ese sujeto que no sabe hacer otra cosa que violentar el ordenamiento jurídico,
pasado mañana puede llegar a ser Juez o fiscal, y quién sabe, si Procurador General de la
República, Presidente de la Suprema Corte de Justicia o del Tribunal Constitucional,
porque las instituciones responsables de formarlos y reclutarlos no establecieron los
controles mínimos para evitarlo.

Profesoras, su institución UAPA en modo alguno puede darle seguimiento a actos o


hechos delictivos supuestos de sus estudiantes, no obstante, tiene la responsabilidad de
evitar, enviar a la sociedad profesionales que no merezcan una titulación. Pues, si
aspiramos a tener un Sistema de Justicia con un poquito de pudor para bien de la
sociedad, esa es una tarea de todos los dominicanos, y, nunca se podrá lograr ‘’ni con el
olvido ni con el silencio;’’ Y muchos menos con la permisibilidad. Con la narrativa
presentada, he cumplido lo que considero mi deber de garante, ojalas su institución con el
debido cuidado, sabiduría y confidencialidad haga la suya.

Atentamente,

Claudia Vargas
Ced. 048-0011321-3

Nota: Reenviar esta alerta a la Lcda. Cristina Suero en el recinto Santo Domingo Oriental.

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