Contratación, Planeación y Gestión del Desarrollo - 109006
Programa de alimentación escolar para los niños, niñas y adolescentes
más vulnerables: En el Municipio de Palo Grande, municipio de categoría especial, el cual cuenta con un presupuesto de ingresos y gastos anual de $370 MIL MILLONES DE PESOS, con una población de 581.000 habitantes, se destinaron dentro del Presupuesto para la vigencia fiscal, la suma de $4.560 MILLONES DE PESOS para la atención urgente de 1500 niños, niñas y adolescentes más vulnerables de las 50 sedes escolares existentes en el municipio con riesgo de desnutrición.
El servicio de alimentación consiste en el suministro de un refrigerio en
la mañana y un almuerzo al medio día, acordes a las minutas nutricionales, servidos en las sedes escolares, siendo estos prácticamente los únicos alimentos que ingieren en el día.
Una vez adelantado el respectivo proceso de selección por parte de la
Secretaría de Educación del Municipio de Palo Grande, el proponente al cual le fue adjudicado el contrato, fue la “ONG” LA FELICIDAD DE LOS NIÑOS, quien resultó ser la mejor propuesta de 5 ofertas presentadas, contrato por valor de $4.275 MILLONES DE PESOS, para todo el año escolar ciento noventa (190) días.
Al mismo tiempo la Secretaría de Educación del Municipio de Palo grande
adelantó el proceso de contratación de la interventoría, encargada de realizar el seguimiento, vigilancia y control de la ejecución del contrato de alimentación escolar por el tiempo que este dure, resultando adjudicatario de este proceso la empresa AUDITORES DE SERVICIOS SAS. Al tercer mes de ejecución del contrato la Secretaría de Salud Departamental, dio a conocer un informe con los resultados microbiológicos 100 muestras tomadas a los alimentos en 50 instituciones educativas, encontrando contaminación en más del 76% por ciento de las muestras, que evidenciaron presencia de coliformes totales y fecales, muestras suministrada por la empresa contratista. Así mismo, se encontró que las fechas en las que se debían comenzar a entregar las raciones no fueron respetadas y en algunos casos pasaron hasta dos meses sin que los niños recibieran comida. La falta de infraestructura de las sedes educativas también es un común denominador, en algunas sedes no se dispone de cocinas adecuadas, ni se cuenta con los elementos necesarios para la preparación y para servir de las raciones alimentarias y el personal de la cocina no cuenta con uniformes, tapabocas y los elementos mínimos de salubridad requeridos. Aunque estas irregularidades se dieron a conocer a la Secretaría de Educación y la interventoría, no se puso en marcha ningún plan de mejoramiento, no hizo requerimiento alguno al contrista, ni se impusieron las sanciones respectivas, razón por la cual la Procuraduría dio inicio a una acción preventiva.