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EL VERDADERO ROSTRO DE JESÚS NO ES NI PARECIDO AL DE LA

ICONOGRAFÍA CLÁSICA EUROPEA, NI AL DE LA ‘SÁBANA SANTA’

RECOPILACIONES HECHAS POR EL ING.


JORGE E. ZAMBRANA JIMENEZ

PROBABLE VERDADERO ROSTRO DE JESUCRISTO

EL ROSTRO FALSO vs. EL VERDADERO


PREDICACIÓN

SANTA CENA
Los evangelios no hacen ninguna descripción física
de Jesús. Pero lo que es seguro es que no se pareció en nada
al de la iconografía clásica europea, exaltada en el cine con la
figura de un treintañero alto, de rizos rubios y ojos celestes.
Richard Neave, ex profesor de la Universidad de
Manchester, construyó el retrato más probable de Jesús. Se
basó en estudios de esqueletos de judíos de esa época,
cuya altura media era de 1,60 metros y poco más de 50 kilos
de peso. Y examinó tres tipos de cráneos semitas hallados en
toda Galilea. Neave utilizó la tomografía computarizada
para tomar imágenes con rayos-x de los cráneos, con las que
evaluó el espesor del hueso y recreó la piel y los músculos de
ciertas áreas de la cara.

OTRO ROSTRO PROBABLE DE JESUS


Rostro de Cristo según la supuesta ‘Sábana Santa’ de Turín,
con marcas de espinas en la frente.
Muchos expertos creen advertir en la figura de la ‘Sábana
Santa’ una especie de casquete que cubría, además de la
frente y temporales, la parte superior de la cabeza y la nuca.
Según indica Juán Eslava Galán, en su libro “El fraude de la
Sábana Santa”, existen más de ochocientas espinas en
distintos relicarios de la cristiandad. Las más veneradas
espinas están en Roma, Pisa, París, Alemania, España.
Elena de White, en su libro ‘Seguridad y Paz en el Conflicto de
los Siglos’, expresa que <<Jesucristo llevará siempre
las señales de su crucifixión. En su cabeza
herida, en su costado, en sus manos y en sus
pies se ven las huellas de la obra cruel
efectuada por el pecado. Vemos la imagen de
Dios reflejada como en un espejo en las obras
de la naturaleza y en su modo de obrar para
con los hombres; pero en la futura ciudad de
Dios veremos a Cristo cara a cara sin ningún
velo que nos lo oculte. Estaremos en su
presencia y contemplaremos la gloria de su
rostro>>.— Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos,
págs.732, 735 (primera edición en castellano 1955).

Jorge E. Zambrana Jiménez

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