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El presente trabajo parte del interés en la prevención de ese delito, a nivel de la escuela secundaria.
Los enfoques, las distintas miradas serán analizadas a partir de diferentes categorías que incluyen
el concepto de Adolescencias, Sexo, Sexualidad y Género, Educación Sexual, Abuso Sexual y
Educación Sexual Integral, lo que contribuirá a la comprensión de la problemática que conlleva
múltiples consecuencias en los psiquismos del alumnado y todo su entorno, intentaré en el
desarrollo detallar algunas articulaciones sobre acciones que se desarrollan actualmente
destacando sus fortalezas para demostrar que este accionar requiere de una coordinación e
integración en un plan de acción superador de la situación inicial.
Afrontar esta tarea en la práctica, relacionada con la Educación Sexual Integral no es tarea fácil,
puesto que la adolescencia presupone la asunción de diferentes formas, plurales y no universales,
pero pese a esa diversidad de formas, no hay que perder de vista que todos ellos son sujetos de
derecho, con el mismo valor social que cualquier otro ser adulto y que por su particular situación
deben ser protegidos con mayor énfasis .
Marco teórico
A) Adolescencia
Los cambios en las políticas educativas de las últimas décadas han producido numerosas
modificaciones en el nivel secundario promovido por cambios socioculturales y políticos que
trajeron aparejado la conformación de nuevas leyes, como la Ley No 26150 - Programa Nacional
de Educación Sexual Integral – que exigió realizar una nueva propuesta de enseñanza en esta
materia. Esta propuesta considera a los adolescente como “sujetos sociales complejos” (en relación
a su historicidad, a las diversas familias, a sus derechos, a la interculturalidad, al ambiente, al
trabajo, a la sexualidad y género y a la comunicación y la tecnología) y como sujetos complejos se
nos presenta el desafío de idear y abordar esas nuevas prácticas pedagógicas que satisfagan las
nuevas demandas en el marco de la “participación ciudadana y el ejercicio de derechos para todos
y todas”.
La escolarización a este nivel aparece fuertemente alineada con el concepto de adolescencia e
incluso la educación secundaria ha colaborado en la conformación de patrones de normalidad y
naturalización de determinadas prácticas y discursos en relación a los adolescentes.
Bajo esta línea entendemos a la adolescencia como un concepto relativamente moderno; fue
definida como una fase específica en el ciclo de la vida humana a partir de la segunda mitad del
siglo pasado, estando ligado este hecho a los cambios políticos, económicos, culturales, al
desarrollo industrial y educacional, al papel que comienza a jugar la mujer y al enfoque de género,
en correspondencia con la significación que este grupo poblacional tiene para el progreso
económico-social.
C) Abuso Sexual
El abuso sexual infantil es un importante problema de salud pública que afecta a uno de los
colectivos más vulnerables de la sociedad, la infancia. Según Noemi Beltran (2010) considera que
existe abuso sexual cuando se dan las circunstancias de asimetría:
a) de edad entre víctimas y agresor;
b) de poder, cuando el abusador tiene algún tipo de autoridad con respecto a la víctima;
Desarrollo
Las sociedades han creado sistemas de roles y patrones de comportamiento distintos para hombres
y para mujeres, prescripciones sobre lo que deben hacer y sobre cómo deben actuar los individuos
en función de su sexo. Estos patrones de comportamiento son los géneros. Los géneros constituyen
sistemas de identidades y comportamientos que, al prescribir lo que deben hacer los individuos
según cual sea su sexo, introduce una fuerte limitación en sus posibilidades de desarrollo humano
y les fuerzan a adaptarse a patrones que no siempre corresponden a sus capacidades y a sus deseos.
Y, eso, tanto para los hombres como para las mujeres. La existencia del sistema género-sexo, es el
modo esencial en que la realidad social organiza, se divide simbólicamente y se vive
empíricamente (Benhabib, 2006: 171–201). Dicho de otra forma, a lo largo de la historia todas las
sociedades se han construido a partir de las diferencias anatómicas entre los sexos, convirtiendo
esa diferencia en desigualdad social. El incesto se sostiene como una de esa formas de desigualdad
y “actúa simbólicamente como precedente de las violencias contra el género mujer, emblematizado
por la victimización de un Niños, Niñas o Adolescentes (NNA) a la que pone en contacto con la
perversidad que se acopla al ejercicio de la función paterna”. (Giberti.2014)
La teorías de género acuñadas por feministas son múltiples, y coinciden en la necesidad de romper
con el sistema patriarcal que impone la superioridad del hombre por sobre la mujer en especial si
aun son NNA y que por tanto naturaliza conductas violentas en pos de sostener el poder y
soberanía. La doctora y filósofa Diana Maffia, en una conferencia dirigida a alumnas y alumnos en
el año 2018, describió claramente cómo desde la filosofía nuestra sociedad global naturalizó las
relaciones de poder. La autora desarrolló que “el padre” Aristóteles elaboró el método de la
ciencia, en el que el conocimiento racional teórico calificaba para hombres, mientras que el modo
de conocer emocional que tendía a la confusión, era una cualidad de las mujeres. Por otro lado
describió que las relaciones de poder para Aristóteles, las políticas, eran relaciones de poder y que
la sociedad se organizaba de acuerdo a relaciones “naturales” de poder, por tanto explicó que “el
amo es superior al esclavo, el adulto superior al niño, el hombre superior a la mujer” Cabe
mencionar que este conocimiento luego se tomó y aplicó por el cristianismo y de ahí a los
colegios. Maffia (2018) argumentó que al naturalizar las relaciones de poder, cuando se transforma
un valor en una jerarquía natural, la cual obedece a un cuerpo que se supone mayor, esa cultura
avala esa relación de poder.
Las prácticas sexuales, el conocimiento del sexo, fantasear sobre sexo, la concepción, etc son parte
de un sistema de orden patriarcal que permitió al hombre el lugar del placer, de orden activo, y al
resto de los seres el lugar de ser su patrimonio sexual, sus objetos de placer: las mujeres que
deberian encontrar el placer doblegandose como esclavas y sumisas del placer masculino,
comprendiendo que ese es su lugar y por otro lados las niñas y niños, patrimonio del hombre,
adiestrados también para obedecer y obligados a ser silenciados frente al temor del adulto, la
mayor de las veces, el padre/padrastro, tío, primo, etc.
King (2011) quien dedicó su tesis doctoral al análisis de los desafíos del sistema educativo para dar
apoyo a menores en situación de vulnerabilidad, plantea una serie de sugerencias a considerar en
dicho ámbito:
•La necesidad de capacitarlos brindándoles las herramientas necesarias para identificar y hacer
frente a esta problemática y plantea que para abordar el ASI en el ámbito educativo, es muy
importante partir de tener en cuenta ciertos conflictos y barreras con las que se encuentran los
profesores.
A.Falta de conocimiento acerca de los signos y síntomas del maltrato infantil y de cómo
proceder ante la presencia de esta problemática: los docentes consideran que en su
formación académica no se les ha preparado para reconocer manifestaciones de abuso ni
qué hacer si se detecta un caso.
B.Miedos de los educadores que llevan a no informan acerca de una sospecha de abuso se
refieren como por ejemplo a no recibir apoyo por la institución, creencia de que los
servicios de protección no ayudan a la familia, ausencia de signos físicos de abuso y la
creencia de que denunciar les traerá consecuencias que dañarían la relación entre escuela y
los padres.
Estar atento a los cambios que ocurran en el alumnado y toda señal que lleve a sospechar de un
abuso sexual.
Escuchar con dedicación y respeto el relato de la víctima si acude a alguien del equipo educativo,
brindando contención y orientación a éste y/o su familia.
•Ante la sospecha o la existencia de un abuso sexual no debe ignorar, negar o crear un juicio de
valor acerca de su veracidad.
•No realizar un interrogatorio. Éste debe ser llevado a cabo por un especialista.
En lo que respecta a la prevención del abuso sexual infantil, según la Organización Mundial de la
Salud (2016), ésta debe abordarse desde un enfoque multisectorial y cuanto antes se produzca,
mayores van a ser los beneficios individuales y sociales. Desde España, Horno Goicoechea et al.
(2001) han elaborado una guía para la ONG Save the Children en la cual partiendo de la idea de
que la prevención implica tanto a los profesionales como a la comunidad toda y que debe hacerse
de manera interinstitucional, proponen una amplia gama de posibilidades de intervención. Nos
centraremos en aquellas que se pueden realizar en el ámbito educativo, dentro de las tres líneas de
prevención que estas autoras señalan:
A.Prevención primaria: En este primer nivel implica intervenciones con toda la población
educativa, antes de que el abuso ocurra, bajo la finalidad de incrementar los conocimientos
de ésta en relación al ASI, los derechos del niño y la educación afectivo-sexual.
B.Prevención secundaria: Las autoras señaladas proponen la construcción de redes
interinstitucionales de intercambio de información y formación para que el abordaje del
abuso sea más eficaz, dando a conocer a las familias y al alumnado los recursos con los que
pueden contar frente a un caso de esta índole, centrándose en los grupos de riesgo.
C.Prevención Terciaria: Este último nivel de prevención tiene lugar cuando ya ha ocurrido el
abuso. Desde la escuela, implica un compromiso en el acompañamiento del NNoA durante
el tratamiento y proceso de elaboración y de reparación psíquica y física, con la finalidad
tanto de reducir las consecuencias del traumatismo sufrido como de evitar su
revictimización.
Según Finkelhor (2009), afirma que aquellos menores que participan de programas de
prevención de ASI, desarrollan habilidades de protección, así como también la capacidad de
reconocer situaciones de abuso. A su vez, indican que los programas sistemáticos organizados e
implementados de manera óptima, pueden influir en los niños para el uso de las habilidades de
prevención de abuso enseñadas.
• El conocimiento de los marcos legales y la información oportuna para el acceso a los servicios
de salud que garanticen el efectivo ejercicio de los derechos de las y los adolescentes.
- Posibilidad de identificar conductas que denoten abuso de poder en general y abuso sexual en
particular de los adultos en las distintas instituciones en las cuales los NNyA transitan sus
experiencias vitales.
No detallare en el trabajo todos los contenidos a tal fin se complementa el trabajo con el
cuadernillo, sólo se destacan los puntos fundamentales a considerar por docentes y directivos. Pero
si diré, que es fundamental tener en cuenta que, así como se les exige a los docentes su
intervención en el terreno del ASI, esta demanda debe ser acompañada por la proporción de
recursos y herramientas suficientes que les permita paliar temores y les otorgue mayor confianza
de cara a un abordaje más eficaz en este campo. Abordaje que, como hemos señalado, es imposible
pensarlo en solitario y dadas las implicancias de los conceptos también se debe hacer el abordaje a
nivel familiar.
Conclusiones
La complejidad de la problemática del Abuso Sexual plantea la plena formación del docente como
agente de prevención, ya que se trata de quienes pueden llegar a observar en el escenario educativo
indicios de ASI. Por ello es fundamental brindar las instancias de información y las herramientas
necesaria para lidiar con estas situaciones posibles de vivenciar. Ante la problemática del ASI es
vital que la escuela se constituya como un entorno protector para NNyA, en tanto que, no sólo
funciona como un referente para éstos y sus familias, sino que además tiene la responsabilidad de
acompañar y anoticiar respecto a la violación de los derechos que estas situaciones de violencia
provocan. La escuela es uno de los puntos de partida, como hemos señalado, junto a la necesidad
de capacitación de los equipos educativos y de todos los agentes intervinientes en la protección de
la adolescencia con el fin de otorgarles las herramientas para llevar adelante esta compleja tarea.
No se debe dejar de lado el trabajo con las familias en la medida que también son medio
socializador y de transmisión de valores culturales perimidos.
Una de las funciones a las que es llamada la escuela actualmente es justamente dirigida a la
posibilidad de intervención desde el desarrollo de estrategias preventivas, que van desde la
apertura de espacios en dónde se cuestionen tratos, acercamientos e interacciones no deseadas,
violaciones de límites y otros tópicos que deben ser abordados en los diferentes programas de
educación afectivo-sexual nombrados anteriormente para construir en los adolescentes la
concientizacion de esta problemática.
Se reconoce que en Argentina en los últimos tiempos ha habido un enorme avance en materia de
diferenciación de conceptos centrales como lo son el de sexo, sexualidad, género junto con la
divulgación de los derechos de los NNyA, no obstante este trabajo pretende ser un recordatorio de
nuestra función como futuros docentes. Para que las estrategias de prevención, detección e
intervención en el campo del ASI, sea efectiva debemos conocer y contar con las políticas sociales
y los diferentes canales de comunicación entre el sistema educativo y otros organismos estatales
que se ocupen de la protección de los NNyA. En este campo es necesario que se trabaje en red
interinstitucional y de manera interdisciplinaria generando la articulación con organismos de
defensa de los derechos de niños, niñas y adolescentes, y los servicios que trabajen en relación a la
problemática.
El abordaje del ASI realizado desde una perspectiva integral entre los profesionales de la
educación junto a los de otras instituciones involucradas, permitirá que, bajo el aporte de los
conocimientos y competencias propias de cada especificidad, se garantice un trabajo más eficaz,
articulado y co-rresponsable en la atención a la infancia.
Bibliografía
Benhabib, S. (2005) Feminismo y postmodernidad: una difícil alianza. En: Amorós, C. y de
Miguel, A. (eds.). Teoría feminista: de la Ilustración a la globalización. Vol. 2, Madrid, Minerva,
pp. 319–342
Giberti, E. (2014), “Incesto paterno/filial: una visión desde el género” , Buenos Aires.Novedades
Educativas,
Ley 26.150. (2006) PROGRAMA NACIONAL DE EDUCACIÓN SEXUAL INTEGRAL.
Promulgada: Octubre 23 de 2006