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ESCUELA DE PSICOLOGÍA

CARRERA DE: Psicología Educativa

TEMA 2:

Herramientas en la Evaluación de la Inteligencia

PRESENTADO POR:

Berlin E. Arias Mejia

MATRÍCULA:

2018-00482

ASIGNATURA:

Evaluación de la Personalidad

FACILITADOR/A:

Neferty Croussett

Santiago de los Caballeros


República Dominicana
Mayo, 2020.
Actividad:
1. Síntesis sobre las pruebas de Wechsler WAIS y WISC.
La escala de inteligencia de Wechsler para niños-V (WISC-V) es un
instrumento clínico de aplicación individual que evalúa la inteligencia en niños
de 6 años y 0 meses a 16 años y 11 meses. El WISC-V se puede considerar
como una de las herramientas más importantes para la evaluación de este
constructo. La elección de las escalas de inteligencia Weschler, y
concretamente la versión V, se asienta en el amplio respaldo empírico y
teórico.
La inteligencia es uno de los factores psicológicos de mayor relevancia para la
comprensión de la conducta humana. La escala WISC-V ofrece puntuaciones
de los índices primarios de inteligencia que reflejan el funcionamiento
intelectual en diferentes áreas cognitivas: comprensión verbal, visoespacial,
razonamiento fluido, memoria de trabajo y velocidad de procesamiento. Así
mismo ofrece una puntuación general (CI total) y de igual forma puntuaciones
en índices secundarios que reflejan aptitudes cognitivas en diferentes
agrupaciones que atienden a necesidades clínicas (p. ej. No verbal y capacidad
general).
Una de las principales fortalezas del WISC-V es el hecho de que engloba
diferentes manifestaciones de la inteligencia atendiendo a la manifestación
multidimensional de la misma. También resultan útiles en la evaluación de
grupos clínicos en los que hay dificultades atencionales y/o motivacionales, o
en aquellos en los que la fatiga puede aparecer pronto.
Entre otra de las principales fortalezas cabe destacar que se incluyen nuevas
medidas de razonamiento fluido, visoespacial y memoria de trabajo. Así mismo,
se dispone de nuevos y diferenciados Índices de razonamiento fluido y
visoespacial y nuevos índices secundarios que permiten ajustar el diagnóstico
a situaciones clínicas específicas. Por otro lado, la fiabilidad de las
puntuaciones resulta óptima y de igual forma, existen diferentes evidencias
sobre la validez del mismo. Por ejemplo, la validez en relación al constructo ha
sido constatada, así como en relación a otras fuentes externas.
En futuras revisiones se podría analizar, por ejemplo, la invarianza de medición
de las puntuaciones del WISC-V, el DIF en función del género, edad u otra
variable de interés así como la función de información bajo la TRI.
2. Presenta una tabla comparativa sobre el retraso y retardo mental,
definición y grados de cada uno.
Retraso mental Retardo mental

Podemos definir el retraso mental como un Se debe a una lesión cerebral, y por lo tanto la
funcionamiento intelectual general inferior al única manera de solucionar este retardo, es
normal, debido a causas congénitas o precoces. identificando cual es realmente la lesión, en
Se considera que existe un retraso mental que parte del cerebro y que tan lesionado se
cuando el coeficiente intelectual es inferior a 70. encuentra.

El DSM-IV-TR establece cuatro grados de Los grados o niveles de retardo son


retraso mental de acuerdo con su coeficiente clasificados por la CIE-10 de la forma
intelectual: siguiente:

1) Retraso mental leve (coeficiente intelectual F70 Retardo mental leve (50 a 69 de C.I.)
entre 50 y 69).

F71 Retardo mental moderado (del a 49 de


2) Retraso mental moderado (coeficiente C.I.)
intelectual entre 35 y 49). 3

F72 Retardo mental grave (del 20 a 34 de C.I.)


) Retraso mental grave (coeficiente intelectual
entre 20 y 34).
F73 Retardo mental profundo (menos de 20 de
C.I.)
4) Retraso mental profundo (coeficiente
intelectual menos de 20).
F78 otro retardo mental

F79 Retardo mental sin especificación

3-. Realiza un informe con el procedimiento de evaluación, diagnóstico y


tratamiento del retraso y retardo mental.
La función de la evaluación es descubrir los factores causantes en el marco del
triángulo de aparición de problemas de conducta y explicar este fenómeno,
identificando las características de procesamiento central y factores de
continuidad del malestar de la persona en los diferentes niveles biopsico-
sociales de desarrollo cuando se someten a circunstancias específicas del
entorno.
Modelo completo de evaluación.
Evaluación del comportamiento (problema de conducta):
Historial e informes médicos actuales Entrevista personal Información de los
cuidadores Observación directa de la conducta Procedimientos formales y
estandarizados (checklist, notación en escalas, análisis de conductas)
Evaluación de la persona: Aspectos biológicos (anomalías genéticas y
orgánicas del sistema nervioso central) Aspectos psicosociales (niveles de
desarrollo cognitivo, social, emocional y de personalidad) Estado de salud física
Condición psiquiátrica Problemas funcionales
Evaluación del entorno: Entorno físico (hogar, colegio, trabajo, centro de día,
etc.) Relevancia de la persona para el entorno (ej. aceptación) Problemas
sistémicos Problemas pedagógicos Problemas sociales Aspectos culturales
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico de retardo, cualquiera sea su grado, debe hacerse muy
cuidadosamente y por un profesional experimentado. Un diagnóstico
equivocado puede causar daños irreparables para el futuro del niño, así como
prejuicios familiares y sociales. Debe utilizarse los siguientes procedimientos:
1. Historia Clínica
Anamnesis individual y familiar. La historia del embarazo y del parto, la
consanguinidad de los padres y la presencia de trastornos hereditarios en la
familia.
2. Examen Físico
Debe incluir una minuciosa observación del nivel de actividad del niño y de la
cantidad de interacción con los padres, con otras personas y con objetos
inanimados. El examen físico debe ser prolijo y objetivo.
3. Examen Neurológico
La incidencia y gravedad de los trastornos neurológicos, generalmente, se
acrecienta en proporción inversa al grado de retraso; pero, muchos niños con
retraso grave no tienen anomalías neurológicas graves. Inversamente,
alrededor del 25% de todos los niños con parálisis cerebral tienen inteligencia
normal. En el examen debe explorarse áreas motoras, sensoriales y síndromes
neurológicos.
4. Pruebas de Laboratorio
Exámenes bioquímicos, serológicos, citogenéticos, así como radiografías de
cráneo, tomografía axial computarizada y resonancia magnética.
5. Examen Psiquiátrico
Exploración psiquiátrica que abarca la entrevista, la historia psiquiátrica y el
examen del estado mental, pruebas de inteligencia y personalidad.
Es frecuente encontrar alteraciones en la conducta tales como hiperactividad,
irritabilidad, evitación y agresividad.
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
Diversas condiciones médicas pueden simular el retraso mental. Los niños que
proceden de hogares que proporcionan una insuficiente estimulación, pueden
presentar retrasos motores y mentales que son reversibles, si se les
proporciona un entorno enriquecido y estimulante en la primera etapa de la
niñez. Diversas incapacidades, sobre todo la sordera y la ceguera (así por
ejemplo Helen Keller, la ciega y sordomuda famosa por su inteligencia y
voluntad), pueden simular un retraso mental. Sin embargo, es necesario
establecer el diagnóstico diferencial con:
1. Los trastornos específicos del desarrollo
El atraso en éste caso es en un área específica y no global.
2. Los trastornos generalizados del desarrollo
Aparece una alteración cualitativa en el desarrollo de la interacción social, de
las habilidades de comunicación, tanto verbales como no verbales, y de la
imaginación.
3. Capacidad intelectual limítrofe
Generalmente, se establece dentro del rango de C.I. de 71 a 84, que requiere
de una detenida y prolija evaluación de todas las fuentes de información
psicobiosociales.
PROGRAMA DE TRATAMIENTO
La medicina no posee los medios para curar a un retardado, una vez que el
cuadro se ha instalado. El éxito terapéutico reside, en realidad, en el
diagnóstico precoz. Se debe prevenir y diseñar un programa terapéutico
integral que trate de frenar los diversos factores que en cada caso estén en
juego. Sin embargo, se puede programar:
1. Tratamiento biológico: psicofarmacología.
2. Terapia psicológica: técnicas conductuales: individual y grupal.
3. Terapéutica recreativa: ludo terapia, deporte, actividades artísticas.
4. Pedagogía terapéutica: durante el período escolar.
5. Formación técnica: talleres protegidos.
6. Programas educativos a la familia y la sociedad.
7. Organización de servicios especializados.
El abordaje terapéutico debe ser multidimensional.

4. Presenta un informe sobre las informaciones más relevantes que debe


tener la historia clínica de un evaluado
La historia clínica es una herramienta a disposición del psicólogo, cuyo formato
permite la organización del acopio de información que se ha logrado durante la
entrevista, ha sido concebida de diversas maneras:
-. Esquema mental o escrito correspondiente a diferentes modelos teóricos.
-. Entrevista, con objetivos específicos, estructurada previamente.
-. Registro sistemático de los datos organizados por áreas o etapas.
-. Cronología detallada de la historia de desarrollo del niño.
-. Perspectiva de la situación actual del niño.
El formato de la historia clínica presenta en forma estructurada los datos
centrales sobre los antecedentes personales, adecuando el contenido y énfasis
de las áreas indagadas en función de las características de cada caso:
-. Composición familiar, familiograma, dinámica familiar, desarrollo psicomotor,
salud: referencias personales y heredofamiliares, hábitos, conducta y juegos o
intereses, área escolar, laboral, sexual y social, eventos significativos actuales.
El examen mental es un procedimiento que se presenta en un formato
jerárquico, al que recurre el psicólogo para explorar el estado mental de la
persona al valorar las principales áreas de funcionamiento:
-. Orientación (tiempo, espacio y persona), atención, percepción, emociones y
afectos, patrones de pensamiento, conducta volitiva y habilidades
cognoscitivas, entre otras.
La exploración del estado mental permite detectar signos y síntomas para cada
área de funcionamiento. Simultáneamente con la historia clínica brinda las
bases para establecer el diagnóstico nosológico, determinar objetivos del
psicodiagnóstico y diseñar la evaluación.
Resulta especialmente útil en los casos con psicopatología más evidente; no
obstante es importante durante las observaciones y entrevistas determinar
posibles afecciones del funcionamiento global del individuo,
independientemente de su edad.

Bibliografías

Aragón, L; Silva, A (2002). Fundamentos teóricos de la Evaluación Psicológica.


México: Editorial Pax.
Ávila, A.; Jiménez, J., Ortiz, P. y Rodríguez, C. (1992). Evaluación en
Psicología Clínica.
Proceso, Método y Estrategias Psicométricas. Volumen 1, Editorial Amaru,
Ediciones
Salamanca España.
Bernstein, D.A. y Nietzel, M.T. (1988). Introducción a la Psicología Clínica.
México:
Editorial Mc Graw Hill.
Bruce, E. y Ian, H. (2003). Introducción a la Psicología Clínica. Editorial Mc
Graw Hill.
.VALLEJO RUILOBA, J., Introducción a la Psicopatología y Psiquiatría, Tercera
edición. Barcelona, Salvat, 1991.

VIDAL, G., Y ALARCÓN, R., Psiquiatría, Buenos Aires, Editorial Panamerica,


1986.

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