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El instrumentador quirúrgico una profesión invisible

“Historia y relevancia del instrumentador quirúrgico”

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El presente escrito centra su atención en poner de manifiesto Historia y relevancia del


instrumentador quirúrgico, no solo en el quirófano o en el plano de la salud también pretende
poner al descubierto la importancia social de esta profesión. Es por tal razón que el presente
trabajo se realiza desde una perspectiva argumentativa apoyada en una exhaustiva revisión
bibliográfica de diferentes artículos científicos e investigaciones, que aportan significativamente
al trabajo en cuestión, al igual que las apreciaciones sociales acerca del instrumentador
quirúrgico, en este sentido a juicio del autor pero apoyado en teorías refrendadas expone la tesis
en la que afirma que “El instrumentador quirúrgico, es una profesión cada vez más compleja
y que no logra obtener el reconocimiento social que merece”. En este sentido el presente
trabajo tiene el firme objetivo de constituirse en un aporte teórico conceptual argumentativo de
fácil comprensión para el lector, para efectos del desarrollo y fácil comprensión el trabajo en
cuestión abordará o develará los aspectos más relevantes como la historia y relevancia del
instrumentador quirúrgico.

La instrumentación quirúrgica en la actualidad como profesión tiene una fuerte demanda


en el plano internacional y nacional, así lo ratifica el Ministerio De Salud De Colombia
(MinSalud. 2014) El desarrollo profesional de la Instrumentación Quirúrgica en Colombia ha
sido referente para América Latina. De igual forma a través de la Federación Latinoamericana de
Instrumentadores Quirúrgicos (FLIQ) a la que pertenecen Chile, Argentina, Colombia, Bolivia,
Uruguay y Brasil ha contribuido a la integración comunitaria de intereses profesionales, para
construir un medio que posibilite afianzar la Instrumentación Quirúrgica en una profesión
poderosa de gran proyección.

Si bien es cierto que en la actualidad la demanda por instrumentadores quirúrgico ha


aumentado, se debe establecer que no siempre fue así, según la Asociación Colombiana De
Instrumentadores Quirúrgicos (ACITEQ. 2017). La instrumentación quirúrgica nace en 1855
durante la guerra de Crimea, con la enfermera Florence Nightingale, cuando atendió a centenares
de heridos, dando origen a la Enfermería Pre-operatoria. Como aún no existía la Anestesia
propiamente dicha, Florence, sostenía a los enfermos que iban a ser intervenidos
Quirúrgicamente, posteriormente controlaba la infección que se pudiera presentar en el post-
operatorio. La experiencia de esta enfermera da lugar a las Escuelas de Enfermería hacia el año
de 1.873, que enseñaban técnicas de Higiene, Organización y disciplina Educacional dentro de la
Institución Hospitalaria. Hacia el 1920 se empieza a utilizar el Autoclave para la esterilización y
se mejora las normas de higiene en el quirófano, se mejoran las condiciones de asepsia y se abren
nuevos sitios de formación hasta la profesionalización.

En el plano nacional para la década de los 40, en Colombia no existía personal calificado
para asistir al cirujano, por tal razón en 1943, nace la idea del doctor Pedro Nel Cardona, de
formar en la Universidad Femenina de Medellín, auxiliares de Cirujano, a quienes se les exigía
sexto de Bachillerato y un año de capacitación Universitaria, pero se puede afirmar que la
Enfermera Instrumentadora existe en Colombia desde 1.938, cuando el Dr. Enrique Torres
Herrera, comenzó la Instrucción de las enfermeras de la Universidad Nacional en el Hospital San
José de Bogotá,  donde las enfermeras instrumentadoras practicaban y aprendían en las salas de
Cirugía, durante sus tres (3) años de entrenamiento. A partir de la década de los 50 se puede
afirmar que se da vía libre a la formación y profesionalización de la instrumentación quirúrgica
en Colombia gracias a las propuestas de los Doctores Jorge Suarez, presidente de la Sociedad de
Cirugía del Hospital San José de Bogotá y Belisario Calderón Meléndez, Director del Hospital
San José de Bogotá, siendo aprobada la Escuela de Instrumentación del Hospital de San José, y
posteriormente surgir otras instituciones de formación.

Según la Organización Mundial De La Salud (OMS. 2009) El Instrumentador Quirúrgico


debe ser un profesional de la salud idóneo y capacitado para desempeñar los procedimientos
quirúrgicos, dado que las cirugías buscan preservar la vida de los pacientes, los personales
implicados en las cirugías deben estar en constante formación y monitoreo.

En concordancia con lo anterior se debe establecer que en su origen la instrumentación


quirúrgica era una labor en la cual bastaba tener poco conocimiento ya que solo se trataba de
sostener al paciente mientras el cirujano realizaba su labor, y posteriormente tratar las heridas de
los pacientes. Sin embargo con el pasar del tiempo fue indispensable capacitar de mejor forma al
personal que asistía al cirujano para evitar complicaciones, se mejoraron las normas de asepsia e
instrumentos para llevar a cabo la cirugía, de esta forma la capacitación del instrumentados fue
cada vez más compleja, no solo implicaba conocer nombre y función de muchos instrumentos
que el cirujano necesitaría, también debía manejar normas y protocolos de bioseguridad y
asepsia, al igual que fundamentos normativos y éticos que rigen su profesión, de esta forma los
instrumentadores quirúrgicos se convirtieron en personas importantes dentro del quirófano y
piedra angular para la ejecución de las cirugías, pero ante la sociedad los Instrumentadores
quirúrgicos pasan a un plano en el cual no reflejan su verdadera transcendencia.

Así las cosas, el instrumentador quirúrgico ante la percepción social es una profesión
“invisible”, ya que no logra el reconocimiento de tan importante labor. En la actualidad la
demanda de procedimientos quirúrgico ha crecido exponencialmente debido entre otras cosas a
las enfermedades, los malos hábitos de las personas que contribuye al detrimento de su estado de
salud, los constantes accidentes laborales y automovilísticos, pero sin lugar a duda las cirugías
estéticas son las que han acrecentado la demanda quirúrgica en las últimas décadas. Pero sin
importar del tipo de cirugía ya sea médica o estética, el paciente post-operatorio agradece común
mente al cirujano y en segundo plano al hospital, centro especializado obviando el papel del
instrumentador quirúrgico y su vital importancia en cualquier cirugía. Muy probablemente se
podría realizar una encuesta a las personas que por cualquier circunstancia fue intervenida
quirúrgicamente, y seguramente la mayoría recordaran el nombre del cirujano, el centro donde
fue atendido y dará reconocimiento y gracias por su labor, pero escasos por no decir ninguno
recordara a aquella persona que aseguro la calidad del proceso antes durante y después de la
cirugía cumpliendo con los procesos de esterilización entre otras funciones de vital importancia.

En este sentido, se puede afirmar que el poco reconocimiento que se le da al profesional


de la instrumentación quirúrgica no es aquel que está ligado a los procesos hospitalarios, “ya que
gracias a sus conocimientos teóricos y prácticos el instrumentador quirúrgico puede
desempeñarse en los campos de la administración, docencia, investigación, mercadeo, centrales
de esterilización, salas de cirugía, suministro de materiales, hemodinamia y perfusión cardíaca”.
(Gonzales N.2000), siendo el profesional quirúrgico que funge como docente el que logra
reconocimiento por parte de la sociedad, siendo principalmente sus estudiantes, familiares y
compañeros de trabajo o pares quienes exaltan su importante labor.
En síntesis, si bien la instrumentación quirúrgica existe desde hace más de siglo y medio,
la profesionalización de esta parece no tener el reconocimiento que merece, a pesar de la gran
demanda de esta profesión y el crecimiento exponencial de procedimientos quirúrgicos este
profesional es invisible para una gran parte de la sociedad. Si bien los profesionales quirúrgicos
pueden desempeñar o tener varios perfiles ocupacionales parece ser que esta profesión esta
sentenciada a estar realizando un papel trascendental en la formación, educación, en procesos
quirúrgicos y administrativos en el anonimato social, siendo invisible para lograr el
reconocimiento que esta compleja profesión merece.

Bibliografía.

Gonzales N. (2000) HISTORIA Y PERFIL PROFESIONAL DE LA INSTRUMENTACIÓN


QUIRÚRGICA. Disponible en https://www.fucsalud.edu.co/volumenes/articulos/historia-y-
perfil-profesional-de-la-instrumentacion-quirurgica#:~:text=El%20perfil%20del
%20instrumentador%20quir%C3%BArgico,las%20%C3%A1reas%20de%20administraci
%C3%B3n%2C%20docencia%2C

Organización Mundial De La Salud (OMS. 2009) MANUAL DE APLICACIÓN DE LA LISTA


OMS DE VERIFICACIÓN DE LA SEGURIDAD DE LA CIRUGÍA 2009. Disponible en:
https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/44233/9789243598598_spa.pdf;jsessionid=D45
47D19167E891106333DB408B2ACA3?sequence=1

Asociación Colombiana De Instrumentadores Quirúrgicos (ACITEQ. 2017) HISTORIA DE LA


INSTRUMENTACIÓN QUIRÚRGICA. Disponible en: http://aciteq.org/historia-instrumentacion

Ministerio De Salud De Colombia (MinSalud. 2014) PERFIL Y COMPETENCIA DEL


PROFESIONAL EN INSTRUMENTACIÓN QUIRÚRGICA EN COLOMBIA. Disponible en:
https://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/RIDE/VS/TH/Instrumentaci
%C3%B3n_Quir%C3%BArgica_Octubre2014.pdf

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