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UNIVERSIDAD SIMON BOLIVAR

PRINCIPIOS DEL DESARROLLO A ESCALA HUMANA.


(MANFRED MAX NEEF)

SOCIOHUMANIDADES I

LIC: ALFREDO MARÚN SUAREZ

ESTUDIANTES:
CÉSAR OBREEGÓN MENCO
LANDIS ALANDETE ORTIZ
DALIANA VASQUEZ HERNANDEZ
MARIA CUESTA BOLÍVAR
DILIA CERVANTES RICO
Principio N° 5. Ningún desarrollo económico puede estar por encima de la vida.

Uno de los problemas más graves de la enseñanza de economía hoy en día es que no incorpora
valores, porque éstos (supuestamente) arruinan los modelos econométricos. No se debe olvidar
que las relaciones e interacciones entre las partes son más importantes que las partes en sí.
Desafortunadamente el mundo material está determinando la forma en que miramos las cosas,
nuestros patrones mentales. La economía se ha deshumanizado, carece de respeto por el milagro
de la vida. Es crucial que cada persona se sienta que es parte de todos. La economía debe servir
a las personas, y no al revés, como sucede en la actualidad: las personas le sirven a la economía.
El desarrollo económico debería referirse a la gente, no a los objetos. Crecimiento y desarrollo
no son lo mismo; puede haber crecimiento de la producción que no se traduce en desarrollo
social. Ningún interés ni ningún proceso económico pueden estar, bajo ninguna circunstancia,
por encima de la reverencia por la vida. Este principio tan elemental y obvio sin embargo se
viola con frecuencia. El desarrollo debe hacerse a escala humana. Es decir, tiene que traducirse
en beneficios palpables para cada una de las personas, y debe comenzar por satisfacer las
necesidades fundamentales de todos los miembros de la comunidad.
Lo ideal es generar niveles crecientes de auto dependencia, para que de esta manera nadie pueda
explotar a nadie. Un proceso de desarrollo económico es mejor cuanto mayor sea la mejoría de la
calidad de vida de todos los miembros de la sociedad. Las necesidades axiológicas y las
necesidades ontológicas conforman una matriz en la que se debe analizar cómo cada decisión
impacta el bienestar de las personas. Es clave reconocer que puede haber pobreza en todas y cada
una de las necesidades axiológicas, no solo en la de la subsistencia. Para cubrir toda clase de
necesidades, existen cinco tipos de satisfactores: los destructores, los seudosatisfactores, los
inhibidores los singulares y los claves -los genéricos, satisfacen una y todas las necesidades.
Estos últimos son los que hay que tratar de crear y aplicar.
Más allá de los principios planteados por Manfred Max Neef, existe también la Hipótesis del
Umbral; plantea que más allá de cierto punto el crecimiento económico no mejora la calidad de
vida, sino que incluso la deteriora. No sólo se deben medir las variables tradicionales como el
PIB y la inflación; hay que evaluar en detalle y a fondo qué está sucediendo en materia de
desempleo, subempleo, exceso de horas de trabajo, efecto nocivo de la publicidad, accidentes,
crímenes, daño al medio ambiente, etc… Todos fenómenos que afectan significativamente la
calidad de vida de la gente, incluso en mayor grado que tres o cuatro indicadores
macroeconómicos.

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