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18,28-32 : Primer episodio (al exterior del pretorio): las autoridades judías
piden a Pilato que condene a Jesús.
18,33-38a: Segundo episodio (al interior del pretorio): interrogatorio de
Jesús sobre su realeza.
18,38b-40: Tercer episodio (al exterior del pretorio): Pilato intenta soltar a
Jesús. Los judíos piden la liberación de Barrabás.
19,1-3: Cuarto episodio (al interior del pretorio). Episodio central: los
soldados romanos azotan y escarnecen a Jesús-Rey.
19,4-8 : Quinto episodio (al exterior del pretorio): Pilato presenta a Jesús
ante el pueblo: "he aquí el hombre" (v.5); los "judíos" piden su crucifixión.
19,9-11 : Sexto episodio (al interior del pretorio): Pilato interroga a Jesús
sobre su poder.
19,12-16a: Séptimo episodio (al exterior del pretorio): Pilato sienta a Jesús
en el tribunal para proclamarlo Rey. Termina cediendo a las exigencias de
los judíos y les entrega a Jesús para que lo crucifiquen.
* Es la escena principal de la pasión, compuesta por siete episodios en los que
se va alternando el escenario: exterior-interior del pretorio. Es el gran proceso entre
Jesús y los judíos por el intermedio de la autoridad romana. Jesús es Rey ("rey": de
las 12 veces que aparece este término, 9 veces lo hace en este proceso (18,33.
37.37.39; 19,3.12.14.15.15); "reino" aparece 3 veces (18,36.36.36), pero es un
soberano absolutamente distinto de todo lo conocido: reina sobre quienes escuchan
su palabra. En el centro está la escena de los ultrajes de Jesús-Rey, coronado de
espinas, cuyo título de rey se pone de relieve. El proceso se termina en forma
apoteósica: Jesús se sienta en el tribunal, en el lugar de Pilato, donde éste le proclama
Rey. La escena es, en todo su dramatismo, realmente irónica: el acusado termina
sentado en el tribunal, en el puesto de Juez.
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19,28-30 : Cuarto episodio: la sed de Jesús: los verdugos le dan a beber
vinagre. Jesús entrega su espíritu.
19,31-37 : Quinto episodio: Pilato ordena comprobar la muerte de Jesús.
No le rompen las piernas y le atraviesan el costado, saliendo sangre y agua.
* Estos episodios se centran en el Calvario. Es en cuanto Rey que Jesús es
crucificado: ahí está la inscripción sobre la cruz que lo atesta. Los judíos lo rechazan
una vez más. El hecho de no rasgar la túnica indivisa de Jesús es símbolo de la
unidad de la Iglesia: Jesús muere "para reunir en la unidad a los hijos de Dios
dispersos" (Jn 11,52). Juan es el único que da importancia a la estancia de María al
pie de la cruz y con la escena en la que Jesús llama a su madre "Mujer", confiándole
el discípulo amado como hijo, parece quererse evocar el papel particular de María en
la Iglesia.Jesús "entregó su espíritu" (19,30). Esta fórmula, para describir la muerte
de Jesús, sugiere la comunicación, el don del Espíritu al mundo. Finalmente, se
explica el sentido de la muerte de Jesús para nosotros. Él es el cordero pascual de la
nueva alianza, como insinúa el narrador, haciendo referencia a la hora en que eran
sacrificados los corderos para la celebración de la Pascua: “Era el día de la
Preparación de la Pascua, hacia la hora sexta” (Jn 19,14). Es el Dios traspasado
(cf. Zac 12,10s.). Jesús es el verdadero Templo donde reside la divinidad (cf. Jn 2,19-
22) de donde Ezequiel vio brotar del lado derecho (el Este) el agua purificadora y
vivificadora (Ez 47,1-12), símbolo del Espíritu , como una vez más interpreta el
narrador el simbolismo del agua: “El último día de la fiesta, el más solemne, Jesús
puesto en pie, gritó: «Si alguno tiene sed, venga a mí, y beba el que crea en mí»,
como dice la Escritura: De su seno correrán ríos de agua viva. Esto lo decía
refiriéndose al Espíritu que iban a recibir los que creyeran en él. Porque aún no
había Espíritu, pues todavía Jesús no había sido glorificado” (Jn 7,37-39). La
Iglesia verá en el "agua y la sangre" (Jn 19,34) que brota del costado de Jesús
muerto en la cruz, el símbolo del bautismo y de la eucaristía.
19,38-42: Conclusión: Jesús es sepultado por José y por Nicodemo.
* Jesús es sepultado por dos notables: José, discípulo miedoso (v.38) y
Nicodemo, que había ido a verle por la noche (Jn 3,1-2). Lo depositaron en un
sepulcro que se hallaba en un “jardín”, lugar donde germina la vida. ¿Alusión al
jardín del Edén? Es posible.