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LA PASIÓN SEGÚN SAN JUAN

TEXTO: Jn 18,1-19,42: La marcha triunfal de Jesús hacia el Padre.

El texto es de suma importancia: es el núcleo del Evangelio. La pasión y


resurrección de Cristo fueron, cronológicamente, el primer gran relato escrito sobre
la persona y obra de Jesús de Nazaret, como historia larga. Este relato nos ha llegado,
no como un reportaje periodístico, ni una crónica histórica —como hoy la
entendemos—, sino como un relato histórico, ciertamente, de esos acontecimientos
únicos en la historia, pero leídos e interpretados a la luz de la fe. No olvidemos que la
pasión y muerte de Jesús representó en la primitiva comunidad un escándalo tal, que
se vieron abocados a leerlos a la luz de la Revelación divina, es decir, el Antiguo
Testamento: “Todo esto sucedió para que se cumpliera la Escritura” (Jn
19,24.28.36-37). Así pues, los relatos contados no están vistos con los ojos
indiferentes de un historiador moderno, indiferente, sino con los ojos de un creyente,
testigo de lo acontecido, que se siente profundamente implicado en lo que narra,
porque de ello depende su salvación, así como la de los destinatarios de dicha
narración: "y el que lo ha visto lo ha testificado, y su testimonio es verídico, y él sabe
que dice la verdad, para que también vosotros creáis" (Jn 19,35). Esta es la finalidad
de este relato de pasión de Jesús de Nazaret, el Cristo.
Como el relato es muy largo, no vamos a hacer un comentario detallado, pues
nos faltaría tiempo. Por lo tanto nos vamos a limitar a presentar las diversas partes
que lo componen, es decir, su estructura para que nos sirva de ayuda para la lectura.
En la medida de lo posible daremos algunas claves de lectura. Lo importante es leer
el texto personal, detenidamente y cuantas veces sea necesario para dejarnos
impregnar, interpelar personalmente por él, acogiéndolo como lo que es: Palabra de
Dios, mensaje de salvación, alimento de nuestra fe. La meta de esta lectura es, pues,
dejarnos interpelar por la persona de Jesús, por su misterio, por el drama de este amor
vivido hasta las últimas consecuencias. Amor personal por cada uno de nosotros.
Amor interpelante que no debe de dejarnos indiferentes, sino que exige de nosotros
una respuesta: para mi, para nosotros, ¿quién es este hombre, este Jesús, cuya pasión
y muerte nos narra el evangelista Juan? ¿Es verdaderamente el Mesías, el Hijo de
Dios? ¿Qué supone esto en mi vida? ¿Qué cambia en ella, a qué me compromete,
personal y comunitariamente? Las respuestas no pueden ser pura y fríamente
intelectuales, teóricas. Nuestra reacción podrá ser objeto de nuestro compartir luego
con los demás, en comunidad creyente.
El método será, consecuentemente, más que reflexivo, contemplativo: todo
esto sucedió para que se cumpliese lo dicho por la Escritura: "Verán al que
traspasaron" (Jn 19,37). Lo mejor será, pues, meterse en el texto, en el relato, no
como simple espectador, sino como un personaje más de este drama, sintiéndose, en
la medida de lo posible, implicado en el mismo, participando activamente en él, tal y
como pudieron vivirlos los testigos oculares: María, el discípulo amado, la
Magdalena y las otras mujeres, etc...
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ESTRUCTURA Y BREVE EXPLICACIÓN:
El relato se divide en tres grandes secciones:
I) 18,1-27: Primera sección: Prendimiento e interrogatorio de Jesús.
 Primera unidad (vv. 1-13): El prendimiento de Jesús.
- vv. 1-3 : Escenario de la escena: el huerto.
- vv. 4-8 : Jesús sale al encuentro del grupo que viene a prenderle y
demuestra su poder.
- v. 9 : Adición en forma de paréntesis explicativo.
- vv. 10-11 : Pedro reacciona hiriendo al criado del sumo sacerdote.
* Es interesante tener en cuenta que Juan no cuenta la agonía de Jesús, como
hacen los sinópticos. El lo traslada al contexto de la entrada triunfal en Jerusalén
(12,23.27-28). Tampoco cuenta la huida de los discípulos. Muestra sólo la majestad,
la soberanía de Jesús: "yo soy" (vv.5.8) es el nombre de Dios en el AT (cf. Ex 3,14).
Jesús aparece dominando siempre la situación: si lo arrestan es porque él consiente
libremente, por fidelidad a su misión, pues nadie le arrebata su vida, la da él
libremente (cfr. Jn 10,15.17-18).
- vv. 12-13: Tránsito de la primera unidad a la segunda con un cambio
de escenario: del huerto se pasa a casa de Anás.
 Segunda unidad (vv. 14-27): Interrogatorio de Jesús en casa de Anás.
- v. 14 : Adición en forma de paréntesis. Hace referencia a la reunión
del Sanedrín en Jn 11,47-53 y a la frase pronunciada por
Caifás (v.50) que supone una sentencia de muerte contra
Jesús.
- vv. 15-18: Entrada de Pedro en el palacio del sumo sacerdote y
primera negación.
- vv. 19-23: Anás interroga a Jesús, quien alega su inocencia.
- v. 24 : Inserción preparatoria del juicio político ante la autoridad
romana: Jesús enviado a Caifás.
- vv. 25-27: Segunda y tercera negación de Pedro (cf. Jn 13,36-38).
* Juan no cuenta la comparecencia de Jesús ante el Sanedrín, pero es el único
que narra el interrogatorio ante Anás. Jesús se presenta como quien ha revelado a
Dios a la luz del día: "hablar" (5x); "enseñar" (1x). Hay un contraste trágico: mientras
él da su último testimonio, Pedro niega a Jesús. El sentido de la muerte de Jesús lo
había dado ya el mismo Caifás: “convenía que muriera un solo hombre por el
pueblo” (18,14), cuando, tras la resurrección de Lázaro, había dictado la sentencia a
muerte de Jesús en el Sanedrín: “Vosotros no sabéis nada, ni caéis en la cuenta que
os conviene que muera uno solo por el pueblo y no perezca toda la nación” (Jn
11,49-50) y el evangelista añade: “Esto no lo dijo por su propia cuenta, sino que,
como era Sumo Sacerdote aquel año, profetizó que Jesús iba a morir por la nación
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y no sólo por la nación, sino también para reunir en uno a los hijos de Dios que
estaban dispersos” (Jn 11,51-52).

II) 18,28-19,16a: Segunda sección: El juicio de Jesús ante Pilato.

 18,28-32 : Primer episodio (al exterior del pretorio): las autoridades judías
piden a Pilato que condene a Jesús.
 18,33-38a: Segundo episodio (al interior del pretorio): interrogatorio de
Jesús sobre su realeza.
 18,38b-40: Tercer episodio (al exterior del pretorio): Pilato intenta soltar a
Jesús. Los judíos piden la liberación de Barrabás.
 19,1-3: Cuarto episodio (al interior del pretorio). Episodio central: los
soldados romanos azotan y escarnecen a Jesús-Rey.
 19,4-8 : Quinto episodio (al exterior del pretorio): Pilato presenta a Jesús
ante el pueblo: "he aquí el hombre" (v.5); los "judíos" piden su crucifixión.
 19,9-11 : Sexto episodio (al interior del pretorio): Pilato interroga a Jesús
sobre su poder.
 19,12-16a: Séptimo episodio (al exterior del pretorio): Pilato sienta a Jesús
en el tribunal para proclamarlo Rey. Termina cediendo a las exigencias de
los judíos y les entrega a Jesús para que lo crucifiquen.
* Es la escena principal de la pasión, compuesta por siete episodios en los que
se va alternando el escenario: exterior-interior del pretorio. Es el gran proceso entre
Jesús y los judíos por el intermedio de la autoridad romana. Jesús es Rey ("rey": de
las 12 veces que aparece este término, 9 veces lo hace en este proceso (18,33.
37.37.39; 19,3.12.14.15.15); "reino" aparece 3 veces (18,36.36.36), pero es un
soberano absolutamente distinto de todo lo conocido: reina sobre quienes escuchan
su palabra. En el centro está la escena de los ultrajes de Jesús-Rey, coronado de
espinas, cuyo título de rey se pone de relieve. El proceso se termina en forma
apoteósica: Jesús se sienta en el tribunal, en el lugar de Pilato, donde éste le proclama
Rey. La escena es, en todo su dramatismo, realmente irónica: el acusado termina
sentado en el tribunal, en el puesto de Juez.

III) 19,16b-42: Tercera sección: Ejecución en la cruz y sepultura de Jesús.

 19,16b-18: Introducción: la Vía Dolorosa y la crucifixión.


 19,19-22: Primer episodio: Pilato y la inscripción sobre la cruz: Jesús el
Nazareno, el REY de los judíos.
 19,23-24: Segundo episodio: los soldados se reparten los vestidos de Jesús,
menos la túnica que echan a suertes.
 19,25-27 : Tercer episodio: Jesús confía su madre al discípulo amado.

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 19,28-30 : Cuarto episodio: la sed de Jesús: los verdugos le dan a beber
vinagre. Jesús entrega su espíritu.
 19,31-37 : Quinto episodio: Pilato ordena comprobar la muerte de Jesús.
No le rompen las piernas y le atraviesan el costado, saliendo sangre y agua.
* Estos episodios se centran en el Calvario. Es en cuanto Rey que Jesús es
crucificado: ahí está la inscripción sobre la cruz que lo atesta. Los judíos lo rechazan
una vez más. El hecho de no rasgar la túnica indivisa de Jesús es símbolo de la
unidad de la Iglesia: Jesús muere "para reunir en la unidad a los hijos de Dios
dispersos" (Jn 11,52). Juan es el único que da importancia a la estancia de María al
pie de la cruz y con la escena en la que Jesús llama a su madre "Mujer", confiándole
el discípulo amado como hijo, parece quererse evocar el papel particular de María en
la Iglesia.Jesús "entregó su espíritu" (19,30). Esta fórmula, para describir la muerte
de Jesús, sugiere la comunicación, el don del Espíritu al mundo. Finalmente, se
explica el sentido de la muerte de Jesús para nosotros. Él es el cordero pascual de la
nueva alianza, como insinúa el narrador, haciendo referencia a la hora en que eran
sacrificados los corderos para la celebración de la Pascua: “Era el día de la
Preparación de la Pascua, hacia la hora sexta” (Jn 19,14). Es el Dios traspasado
(cf. Zac 12,10s.). Jesús es el verdadero Templo donde reside la divinidad (cf. Jn 2,19-
22) de donde Ezequiel vio brotar del lado derecho (el Este) el agua purificadora y
vivificadora (Ez 47,1-12), símbolo del Espíritu , como una vez más interpreta el
narrador el simbolismo del agua: “El último día de la fiesta, el más solemne, Jesús
puesto en pie, gritó: «Si alguno tiene sed, venga a mí, y beba el que crea en mí»,
como dice la Escritura: De su seno correrán ríos de agua viva. Esto lo decía
refiriéndose al Espíritu que iban a recibir los que creyeran en él. Porque aún no
había Espíritu, pues todavía Jesús no había sido glorificado” (Jn 7,37-39). La
Iglesia verá en el "agua y la sangre" (Jn 19,34) que brota del costado de Jesús
muerto en la cruz, el símbolo del bautismo y de la eucaristía.
 19,38-42: Conclusión: Jesús es sepultado por José y por Nicodemo.
* Jesús es sepultado por dos notables: José, discípulo miedoso (v.38) y
Nicodemo, que había ido a verle por la noche (Jn 3,1-2). Lo depositaron en un
sepulcro que se hallaba en un “jardín”, lugar donde germina la vida. ¿Alusión al
jardín del Edén? Es posible.

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