IV -VERDAD DEL

AMOR
Elogio del Amor
Alain Badiou
¿En qué es el amor un “procedimiento
de verdad”?
Es una experiencia en la que un cierto
tipo de verdad se construye.
Todo amor que acepta la prueba, que
acepta la duración, que acepta justamente
esa experiencia del mundo desde el punto
de la diferencia produce a su manera una
verdad nueva sobre la diferencia
Todo amor propone una nueva
experiencia de verdad sobre lo
que es ser dos y no uno
La gente ama las verdades,
incluso cuando no saben que
las aman.
¿Por qué es tan importante el hecho
de tener que decir el amor?
La declaración de amor de amor se convierte en
la base fundamental para construir un amor real
y verdadero. El mismo presenta distintas formas
de ser expresado, muchas de ellas podrán ser
insignificantes, pero en el amor lo más mínimo
se convierte en significativo e importante para el
ser amado.

.
El amor y azar son dos aspectos que no se juntan, pero son
primordiales para construir algo verdadero entre dos personas que
se aman apasionadamente. Por ello se dice que el amor es como un
juego de azar, nunca se sabe lo que puede suceder
Son simplemente cosas de azar, en el amor existen
varias posibilidades tanto de ganar como de perder,
debido a que luchamos constantemente contra
distintas dificultades y angustias.

En temas del amor aquellos sucesos son totalmente

impredecibles y en muchas ocasiones nos llegan a
sorprender. Todo este esfuerzo en una declaración de
amor es vital para conformar algo verdadero.
Se trata de pronunciar una palabra cuyos
efectos, en la existencia, pueden ser
prácticamente infinitos.

Las palabras más simples se cargan

entonces de una intensidad casi
insostenible.
Declarar el amor es pasar del acontecimiento
encuentro al comienzo de una construcción de
verdad.

La declaración de amor es el paso del azar al

destino, y es esa la razón por la que es tan
peligrosa, tan cargada de una especie de
angustia espantosa.
La declaración de amor, no se da una única
vez, puede ser larga, difusa, confusa
complicada, declarada y re-declarada y
abocada a ser re-declarada una vez más.

No es fácil decir “te amo”. A veces, para

decir “te amo” se prefieren emplear otras
palabras menos usadas o más poéticas.
Pero siempre es para decir: de lo que era
un azar yo voy a sacar otra cosa; una
duración, una obstinación, un
compromiso, una fidelidad.

Entonces, fidelidad significa el paso de

un encuentro azaroso a una construcción
tan sólida como si hubiese sido necesaria.
¿Qué sentido da a la fidelidad?
¿No tiene la fidelidad un sentido mucho más
considerable que la sola promesa de no
acostarse con algún otro?

El abandonar un amor sólo llegó una vez en

mi existencia.

Ha habido dramas, desgarramientos e

incertidumbres, pero jamás he abandonado
un amor.
 ● El tiempo, frente al tema del amor, sostiene
una perspectiva de eternidad, pues
normalmente se dice “te amo para siempre”.
Ese “siempre” denota eternidad, y por ello es
un sentimiento intenso; puesto que el amor
demuestra tiempo.

● La vida sería descolorida sin el

amor, terminando este último en
volverse una potencia subjetiva.
● El amor tiene la cualidad de
otorgarnos una felicidad que inclusive
permite apreciar otros aspectos de la
vida, es decir, no se sume solo en estar
con personas, sino que también se
centra en otros actos como el
comprobar la veracidad de una teoría
científica, o pintar una obra de arte.
Pongamos que el amor es el acontecimiento de lo Dos como
tal, la “escena del Dos”. ¿Y el niño? ¿No viene el niño a
alterar o romper esta “escena de lo Dos”? ¿No es el Uno
que conjunta al Dos de los amantes, pero igualmente un
Tres que puede prolongarlos pero también separarlos?
El amor es la prueba de lo Dos, es su
declaración, su eternidad, pero hay un
momento en que debe probarse en el
orden de lo Uno. Es decir, que debe
volver a lo uno. Y la figura a la vez
simbólica y real de este Uno es el niño.
 Niño = Punto

Momento particular sobre el cual un acontecimiento se estrecha, donde, de

alguna manera, debe volver a reinterpretarse el acontecimiento, como si volviera
bajo una forma desplazada, modificada, pero obligándonos a “redeclararlo”.
Toda pareja hay una prueba alrededor del
nacimiento, que es a la vez un milagro y
una dificultad. Alrededor del niño, y
precisamente porque ves uno, va a
desplegarse lo Dos.
Hay puntos, pruebas, tentaciones,
apariciones nuevas y, cada vez, es
necesario reinterpretar la “escena de lo
Dos”, encontrar los términos de una nueva
declaración. Inauguralmente declarado, el
amor también debe ser “redeclarado”.