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Introducción
R E F L E X I O N E S N O I I H P . M A M II I . I N 11 >
A )
I D E N T I D A D V S E X U A L I D A D
tentativa de
de C
C o m p r e n s i ó n , 1
1< )< 1. 111 < 1 . l< l< - d e m l e | \ e i e | ,
l< l m
Fernando Sellan
Hombres e identidad de pénein .ile.nnn'. eln n. n i " . el,n
.ile.nnn'.
los recursos de poder y vinleni i.i n i , i , i iilni i.
Diseno de portada: Carlos del Castillo Negrete
José Olavarríii
Entre jaulas oro: genoio
jaulas de oro: genoio y m i p i ..nn • un . . unp.
Primera edición: 2006 Gabriela Rodrigue;.
Gabriela
Víctor Seidler
¿Masculinidad(es)?: lo:, r i e s g o ' , ,|<- mu • ii. - . . m •..
Ana Amuchústegui I leneía
LA MASCULINIDAD EN LA GLOBALIZACIÓN
Desarrollo, globalización y y m a s c u l i n i d a d e s ,
R.W. Connell
R.W. 185 INTRODUCCIÓN
La deportivización del cuerpo; la globalización de las identidades
genéricas masculinas,
Fernando Huerta
Fernando Huerta Rojas 211 Gloria Careagci 1
P O L Í T I C A S PÚBLICAS Y MASCULINIDAD
191
aproximaciones e p i s t e m o l ó g i c a s , asi
de disciplinas científicas, tiempos y aproximaciones 3
de los cuerpos biológicos y las individualidades, pero que es referida a un
mismo abordajes ajenos a la producción académica y más cercana a otras colectivo: el de los hombres.
formas de conocimiento y de participación social. Así, el desarrollo de los La visión anquilosada de víctima-victimario no da cuenta de las comí
sobre masculinidad
estudios sobre masculinidad tiene como referente diversas perspectivas, plejas relaciones entre hombres y mujeres, ni entre estructura social y
que van desde las posturas más conservadoras (los (los mitopoéticos)
mitopoéticos) y reac sujeto, que nos permita identificar los factores que reproducen cul t urnl
cionarios {the men's
men's rights) hasta los que se han adherido y apoyado las e ideológicamente una estructura de desigualdad, jerárquica y patriarcal
demandas del feminismo (los profeministas). De ahí la importancia de reconocer las estructuras materiales y si mból i c a
Desde la perspectiva profeminista se han desarrollado los avances más la r e d i s t r i b u c iióó n \
de poder, la redefinición de los espacios donde se ejerce y la
importantes de este campo de estudios. Los aportes más enriquecedores del mismo.
se han logrado gracias a su incursión en el marco de la perspectiva femi Si bien es cierto que las formas en que se configura el poder y I^IN
nista y de género, aunque hay que re conocer que no por ello se ha retomad o variantes en que lo ejercen los hombres no son de carácter universal, sino
y asumido en su totalidad la crítica, aportes y aspectos centrales ya señala determinado, t a mbi én
local, contextual y específico a un tiempo y espacio determinado,
dos y analizados por el pensamiento feminista. El cuestionamiento que menos m a y o r i t a r í a ,
es cierto que existe una constante, si no universal, sí al menos m
hace el feminismo sobre las bases epistemológicas de la construcción del que posiciona a los hombres con mayores privilegios y recursos recursos materiales
conocimiento y que evidencia el androcentrismo en las teorías científicas y simbólicos que les permite ejercer control sobre las mujeres y otros h o m
no ha tenido, al parecer, mucho eco para analizar el lugar que ocupa el bres. Esta constante es la que nos lleva al estudio de la llamada "masculi
hombre como ente genérico en la visión hegemónica del mundo. Sin em nidad hegemónica" o a la denominada "dominación masculina".
bargo, en general, la postura profeminista considera central el aspecto del Ante la insistencia en hablar de "masculinidades" en lugar de " de " ma sc ul i-ul i-
poder y las formas de dominación de los hombres sobre las mujeres. nidad", consideramos que se posibilita un a mayor visibilidad sobre las
posibilita un las dive
dive r- r-
Dentro de algunos problemas conceptuales se encuentra, además de se configuran el
sas formas en que se configuran el ser y hacer masculino, es decir, las m ú l
la definición misma del término masculinidad, la tendencia a reducir la tiples formas en que los hombres viven su masculinidad, sin embargo, el
uso acrítico del
masculinidad al estudio de los hombres, el uso acrítico del concepto patriar cambio del singular al plural no resuelve el problema de fondo. El feminis
cado, la polémica irresuelta de masculinidad versus masculinidades, de mo ya había planteado la imposibilidad de hablar de "la feminidad" o o "la
la masculinidad hegemónica versus modelo dominante de masculinidad, y existen diversidad de
mujer", dado que existen diversidad de condiciones, como la clase, el color de
masculinidad dominante versus masculinidades subordinadas. Además de piel, la edad, la orientación sexual, que configuran diversas identidades,
la no discusión sobre las propuestas de ver la masculinidad más allá del cuerpos y subjetividades femeninas, mas este mismo planteamiento presen
poder, e incluir aspectos subjetivos, para la reflexión individual sobre el tado como revelador para las "masculinidades" no genera un nuevo plan
proceso de construcción de la masculinidad y sus representación en los teamiento.
distintos ámbitos. Por lo anterior, no empleamos el concepto "masculinidades", ya que no
sobreEnmasculinidad,
este sentido, coincidimos
lejos de intentar contar con
con Connell al una definicióncomo
considerarla acabada "un se intenta
lógica quedescribir
mantiene,la produce
pluralidad de formas dichas
y reproduce de ser de los hombres,
asimetrías sino entre
de poder de la
lugar en las relaciones de género, en las prácticas a través de las cuales los hombres y mujeres, es decir, de la llamada masculinidad "hegemónica".
hombres y mujeres ocupan ese espacio en las relaciones de género, y en masculinidad el
Justamente, consideramos que en los estudios sobre masculinidad
la c u l t u r a " y,
los efectos en la experiencia corporal, en la personalidad y en la 4
eje central de análisis es el poder, concepto fundamental en el estudio de
por tanto, entendemos la masculinidad como una posición, que no es fija género y, particularmente, en el campo de la masculinidad. Hablar de las
sino condicionada por otras categorías de distinción social y que trascien- categorías de patriarcado o de dominación masculina es hablar de una
determinada forma en que están estructurados los dispositivos que permi
ten a hombres y mujeres ejercer determinado poder en situaciones, espa
3
psicoanálisis freudiano
Connell (2003) da cuenta de su p resunta presencia desde el psicoanálisis
patriarcado st>
cios y relaciones particulares. Si bien el uso del concepto patriarcado
hasta la sociología más positivista. considera universalista y ahistórico, su utilidad radica en dar cuenta de
4
Ü e m , p . 109. dicha masculinidad hegemónica.
INTRODUCCIÓN 13
12 DEBATESSOBRE MASCULINIDADES
Al parecer, el uso del término dominación masculina, al mismo tiem campo en nuestros proyectos, en México y en América Latina, así como
po que resultaría menos confrontador, se considera más adecuado para contrastarla con las diferentes posiciones en otras regiones. Si bien no se
diferenciar las condiciones sociales y culturales que facilitan a los hom puede hablar de una realidad latinoamericana, dado que cada sociedad
bres realizar
bres realizar un ejercicio de poder superior en relación con las mujeres. tiene su historia y condiciones particulares, sí se puede hablar de proble
Sin embargo, ambos conceptos hablan del poder y de la estrecha relación máticas compartidas, como el subdesarrollo, el atraso tecnológico, así como
entre la lógica de dominación y el colectivo de hombres, en cuyos cuerpos experiencias comunes a algunos países, como la conquista, la religión, las
-reencarnan y se corporeiza el poder social otorgado a este grupo social. el m a c h i s m o , , entre otros. Lo que en conjunto revela realida
dictaduras, el
la masculinidad
Por otra parte, el desarrollo teórico sobre la masculinidad se ha produ des particularmente diferentes de los países desarrollados y, por ende,
cido en mayor medida en algunos países europeos y del norte de América, teorizaciones correspondientes a esas mismas realidades.
así pues, las imprecisiones conceptuales y la discusión teórica misma se Aún así, la influencia del desarrollo alcanzado en Estados Unidos en
han llevado a otras realidades y contextos culturales, históricos y sociales este campo desde los años setenta es evidente, buscando arroparse bajo
ajenos a su lugar de origen, como es el caso de México y, en general, de la perspectiva profeminista, que enfatiza en las condiciones de privilegio
Latinoamérica. limitaciones qu f les
de los hombres, pero reconoce, al mismo tiempo, las limitaciones
i m p o n e . . Esta definición se enmarca también en el afán por analizar a los
hombres mismos y su construcción como seres humanos, desde el proce
LOS ESTUDIOS DE MASCULINIDAD so de socialización y los papeles que la sociedad les impone Esta perspec
EN AMÉRICA LATIN
LATINA
A Y EN MÉXICO sociológico (Kimmel
tiva de análisis sociológico (Kimmel y Messner,
Messner, 1992)
1992) reafirma el plantea
de Simone
miento de Simone de Beauvoir de que no se nace, sino que se hace mujer
Los estudios sobre la masculinidad en en América
América Latina han sido objeto y, en este caso, hombre. Es decir, resultado de una construcción social.
de estudio desde los inicios de los años noventa, cuando en República con Víctor
A pesar del intercambio frecuente con Robert W. Connell y con Víctor
Dominicana el C IPAF impulsó el intercambio con docentes de Estados Seidler, los análisis no han retomado la perspectiva propuesta de contem
Unidos. No obstante, el trabajo que sobre la condición masculina desa plar a los hombres como sujetos políticos que afectan el balance de intere
rrollaban los feministas de varios países, entre ellos Nicaragua, Chile, el cuestionamiento
ses y de la dirección del cambio social, ni involucrarse en el cuestionamiento
México, Perú y Colombia como parte del análisis relacional desde ,el de la estructura misma de la producción y desarrollo del conocimiento que
género, es evidente en las publicaciones aparecidas en esa época. De ahí privilegia la racionalidad. El trabajo desarrollado hasta hoy se ha centrado
surgieron núcleos de investigación y líneas de trabajo que han proliferado
surgieron más en dos aspectos principales: la construcción de la identidad masculi
en los distintos países, principalmente vinculados a los estudios de la mu na y su expresión en campos específicos como la sexualidad, la violencia y
jer y d e gén ero . I g u a l m e n t e , , las organizaciones sociales han impulsado el la reproducción, pero sin mucho cuestionamiento respecto de su objeto
intervención c on
trabajo de intervención c on grupos de hombres que han aportado reflexio de análisis de este campo de estudios.
nes interesantes. Además, los estudios sobre masculinidad no han logrado involucrar a
/ Estos trabajos, como los estudios de género, se desarrollan bajo condi
desarrollan bajo un número importante de profesionales, lo que ha limitado sus oportuni
ciones muy diversas, acordes a las condiciones políticas y económicas de dades y la conjunción multidisciplinaria que favorezca una reflexión co
cada país, así como en respuesta a una amplia gama de necesidades. Por lectiva desde diferentes ángulos, o una mirada crítica permanente que
lo tanto, entendemos que dicha masculinidad no es una posición fija, lleve a la renovación, al avance de sus planteamientos y al cuestionamiento
sino condicionada, además, por la clase, la raza, la edad y la orientación de los logros. Incluso, el diálogo se ha centrado entre los profesionales
sexual;
sexual; no es exclusiva de los hombres, ya que las mujeres también las mismos, y el intercambio critico con las feministas ha resultado bastante
reproducen; no es universal porque en cada contexto existen condiciones limitado. En este último punto, el encuentro o desencuentro con el femi
culturales diversas que suscitan formas específicas de opresión de género; nismo ha resultado de vital relevancia para el avance y, en ocasiones, es
no es una cuestión individual, sino estruc tura] y referida a un colectivo. La tancamiento en que han caído los estudios sobre masculinidad.
experiencia acumulada en el trabajo sobre las masculinidades ha permiti {£
{£ Si bien los estudios sobre masculinidad han buscado insertarse en la
do que podamos tener diferentes miradas sobre lo que acontece en este perspectiva feminista y con ello tender hacia la transformación de las con-
DEBATESSOBRE MASCUUNIDADES INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN 1
1
14
realidad única, acabada, coherente ni iineal para todos los h o m b r e s . T a m - cas públicas y masculinidad; Masculinidad y participación y Acción ciudadana.
DEBATES SOBRE .V.ASCUIINIO^DFS
16
violencia y la sexualidad
violencia sexualidad como
como los factores más expresivos de su ejercicio; t' n análisis
análisis del impacto de la
de la estructura
estructura social no puede estar ajeno a
buscamos abordarlas desde dos vertientes, una alrededor de estos concep la realidad gíobaiízada.
la realidad gíobaiízada. La masculinidad en la globaiización permite reco
tos centrales que estamos planteando y la la otra a
otra a través de nuestra experien nocer cómo los procesos institucionales mundiales tienen un impacto di
cia personal, del cómo lo estamos viviendo en lo cotidiano. recto en las personas y en las definiciones ideológicas. El proceso de
Asimismo, para impulsar la reflexión crítica, en dichos seminarios se globaiización que hoy se enfrenta ha exigido el apego a modelos identita-
buscó reunir a grupos de personas con distintas miradas que enriquezcan rios globales también y, neces ariamente , a la merm a en la propia vvalía alía ante
el campo. Para el desarrollo de esta reflexión, buscamos una articulación su incumplimiento, desarrollando complejos procesos de reivindicación y
entre estudiosos de la masculinidad, académicas feministas, profesionales búsqueda de revaloración. Pero si la globaiización impulsa la conforma
que trabajan en en instituciones
instituciones públicas y en organismos
en organismos de la sociedad ci ción de modelos de de masculinidad
masculinidad y feminidad que rebasan las fronteras
vil. Pensamos que esto permitiría darnos otras luces, identificar las distin geográficas de los países, habrá que identificar las implicaciones y presio
tas aproximaciones prevalecientes en este campo de estudios y enriquecer modelos i m p e r a n t e s , , en cuanto a los costos que hom
nes de esos nuevos modelos
el trabajo que venimos realizando hasta hoy, a través de las distintas visio bres y mujeres tienen que pagar, por ejemplo, a las mujeres se les puede
nes y experiencias diversas, unas desde una aproximación reflexiva de dis colocar en una lucha ardua ardua dentro
dentro de un mundo masculinizado. Contrario
tintas experiencias, otras desde el análisis de corte académico. a las expectativas de de homogeneidad
homogeneidad de la globaiización, ésta también ha
Los textos que aquí se presentan son algunos de los discutidos en mayor diversidad de identidades, debido a la
reafirmado una mayor diversidad la hibridización
estos seminarios. Su selección deja ver aspectos centrales de la discusión y circulan globalmente y
entre identidades que circulan globalmente y resultado de una mayor com
hacen referencia a varios de los aspectos considerados
considerados para la reflexión. plejidad o un rango más amplio de posibilidades por lo menos entre los
Los textos abordan aspectos que van desde ¡a constitución del sujeto mis grupos marginados.
mo y su identidad, aportaciones teórico-metodológicas para el estudio de Analizar las conformaciones de nuevos modelos dominantes en un
la masculinidad, como análisis de la expresión de la masculinidad en la globaiización resulta
proceso de globaiización resulta también un gran reto. Hay irrupciones
estructura social, con lo que se pretende presentar una perspectiva más sociales importantes, pero no se observan direcciones precisas, lo que muy
amplia para el análisis de la masculinidad, sus repercusiones y trascen probablemente ha dado lugar a a refuncionaliz
refuncionalizaciones
aciones que
que complejizan
complejizan su
dencia
dencia en la vida social. comprensión. Habrá que poner atención en las resistencias, las reaccio
El proceso en que hoy están involucrados mujeres y hombres, con una nes y sus propuestas ante la homogenización, la comercialización y el do
participación masiva de las mujeres en los distintos ámbitos de la vida minio. Se han generado, aparentemente, condiciones para una mayor aper
social, ha exigido a los hombres nuevas definiciones. Condición que no tura hacia la equidad de género, pero al mismo tiempo hay condiciones
necesariamente ha llevado a la construcción de formas alternativas de re la d i f i c u l t a n , , que no abren su espacio, que se torna reaccio
sociales que la d
lación, sino, en en alalinas
alalinas ocasiones, a la
la búsqueda
búsqueda de la reafirmación de la la reconfiguración de
naria, más autoritaria, evidencia de la reconfiguración de lo que es propia
p o s i c i ó n . . Así los retos
retos conceptuales
conceptuales en las
las transiciones
transiciones de género buscaban mente el poder.
ofrecer elementos para el análisis de las resignifica resignificaciones
ciones de género, como Así, las políticas públicas no se sustraen de esta c o n d i c i ó n ; ; parten de
de s us
de s us resistencias. Como señalamos al inicio, la sexualidad y la violencia una concepción global de desarrollo impulsada por quienes tienen el po
fueron consideradas como ejes fundamentales en la discusión, por su papel der, de ahí que su análisis desde el género, resulta central, ya que éstas
las definiciones de
en las definiciones de género. Así, las Reflexiones sobre masculinidad, iden no son neutras, sino que parten del ejercicio del poder masculino. Se
tidad y sexualidad dejan ver las restricciones e imposiciones que enfrentan analizar a qui l as
pretende analizar a as políticas sociales puestas en
en práctica,
práctica, asumien
los hombres en el proceso de construcción y afirmación de su identidad. do que parten de una visión androcéntrica, y su influencia en la definición
La necesidad de construir un cuerpo teórico propio, reconociendo instrumentación del bienestar, del mismo modo que señalar cómo han
e instrumentación
los aportes que ofrecen las propuestas feministas con los aportes de otras contribuido a disminuir, acrecentar o mantener la brecha entre las muje
latitudes, no ha sido fácil. En las Consideraciones teórico-metodológicas res y os hombres. La universalización de la masculinidad en la defini
no s a l d a d o s , , como la necesidad
se busca destacar algunos de los escollos no s la vida social es reflejo claro de los programas y políticas que desde
ción de la vida
de revisar las implicaciones de la utilización de conceptos y aproximacio el Estado
Estado organizan
organizan la vida
vida de las personas y distribuyen
distribuyen ios
ios recursos
nes sin tomar en cuenta las especificidades y su su p e r t i n e n c i a . soci, ' e s .
Sus d efiniciones m u e s t r a n u - ^.-> сЬа t t v . . . > > u i t c sus elementos y procesos repre s--nta un reto para identificar en las estru»
públicas y masculinidad, lo que n os т г п . ' е ver с ^ э ¡epri .-n c. a u turas y prácticas cotidianas la íorma en que está operando.
mento definitivo en el mantenimiento ae l orden so aai imperante. Los asun Sin lugar a dudas, los trabajos que integran este libro ponen en Ja
tos vinculados a las políticas sociales revisten importancia en tanto tienen mesa de discusión aspectos fundamentales para dicho análisis. Represen
como objetivo principal la redistribución del bienestar entre las personas tan una visión amplia para la aproximación de un problema social comple
que componen una sociedad, distribución que no sólo implica los aspec jo co mo la domina ción masc ulina, lo cual consti tuye un valioso materi al y
tos económicos y de la distribución de la riqueza, sino también de lo políti una aportación de las y los especialistas que colaboran en este volumen.
co y de lo subjetivo, que permiten conformar personas con una conciencia La riqueza del texto no se reduce a la aportación individua! de cada espe
de ser y sentirse ciudadanos y ciudadanas, con igualdad de oportunidades, cialista, sino a la reflexión colectiva que se logró, y cjue se refleja en los
reconocimiento y acceso a los diversos recursos materiales y simbólicos. trabajoss que se presentan. Con estas vertientes pretende mos contribuir a l
trabajo
Por otra parte, no es suficiente evidenciar la visión androcentrista de las desarrollo de este campo de estudio, formular nuevas preguntas e i nqui e
políticas, ni de las condiciones estructurales que reproducen la lógica de tudes, e identificar nuevas rutas en torno hacia dónde podemos impulsar
las asimetrías, sino-incorporar a los hombres para ta solución de distintos mejor los estudios de las masculinidades y dónde encontramos las mayo
problemas sociales, desde una perspectiva de género. El cambio y la trans res contradicciones en los espacios desarrollados, con el objeto de que,
formación efectiva no podrán darse sin la participación conjunta de hom colectivamente, podamos continuar en el desarrollo de nuevas vías para su
bres y mujeres. abordaje y para una mejor comprensión de las relaciones de género.
Los procesos de construcción de democracia han reconocido la parti Consideramos también que es necesario definir las líneas de reflexión
cipación de distintos actores, en este sentido, hoy el. análisis de la ciudada necesarias, tomando en cuenta cómo las cuestiones que tienen que ver
nía representa una tarea necesaria e impostergable. La popularidad de su con el poder se relacionan con los hombres y sus particularidades. Resulta
uso requiere de una lectura crítica y un riguroso análisis d esee una pers fundamental identificar los ámbitos, sectores, niveles e impacto que t i e
pectiva de género. Para ello, buscamos identificar los actores que partici nen las masculinidades urbanas y rurales, por ejemplo, en la reordenación
pan en la construcción de la ciudadanía, como las diversas colectividades, del medio, en la distribución de la riqueza, en las formas de relación y de
comunidades, individuos, las diferencias que surgen de éstos, el intercambio, entre otros aspectos. Las masculinidades que en su ejercicio
cuestionamiento de la división público-privado, nociones respecto de los han incorporado elementos inherentes al control y al dominio, nos obligan
derechos, lo ¡ocal y lo transnacional y, fundamentalmente, el lugar que a una revisión crítica de Ja manera en que se han entretejido los aspectos
ocupa el poder como eje transversal en estas dimensiones. La ciudadanía de la masculinidad con otros tipos de relaciones complejas del desarrollo
vista como una serie de poderes formales y una cierta gama de derechos, económico, político y social.
que se tienert-erálos que se aspira, nos permite ver lo lejos que estamos de Este volumen presenta los productos de una amplía reflexión colec
ella, principalmente, porque no se puede hablar de derechos y de igualdad tiva. Su organización está definida precisamente a partir de los elementos
si han basado su elaboración en situaciones de grandes asimetrías presen identificados como ejes para el análisis de la masculinidad en los distintos
tes históricamente. ámbitos, partiendo del análisis del poder y sus manifestaciones constantes
La vida social no puede concebirse sin la participación de la pobla y abiertas, particularmente, aunque no sólo a través de la violencia, la
ción. En ese sentido, consideramos que el análisis de distintas experien identidad y la sexualidad. Este libro recopila trabajos que abordan estas
cias de ciudadanización y de entornos político ; dví¡nidos podría aportar
1
perspectivas y análisis, y que son resultado de la reflexión y discusión lle
algo para mirar el lugar que las mujeres y los ^" bres ocupan en este vadas a cabo en los seminarios realizados. Las personas que colaboraron
proceso. El vínculo entre Ciudadanía y masculimd- j, nos deja ver cómo la contribuyeron así con sus distintas miradas y experiencia desde sus áreas
distribución del poder en las relaciones sociales J <*nbuye los recursos y de especialización, a identificar elementos de la masculinidad que son
posibilita o no su apropiación para ;л
;л r r a n s f o n n C u a n d o se o b s e r v a n constitutivos de la estructura ce relación social y revisar no «rotamente las
las formas en que están estructuradas las r el ac« <4 <4 . sociales, vemos que cuestiones cotidianas, sino una mirada desde lo público y más global de
hay un tejido complicado, en el que el sistesn i \ U r i n a c i ó n opera en los ámbitos que consideramos como masculinos. En el presente texto se
distintos niveles y de forma ctiferer-'.V ~n los espacios concretes, analizar desarrollan trabajos tanto tecucos como empíricos y se hacen evidentes
i-rrr . • • 2 1
las distinta? posiciones, reconocidas en este l ¿ . - . . qu e al imcio '.¿•naja pía., -. : ;e los hombres necesitan darse el tiempo v eieroacio para explo
mos,* de los estudiosos de ía masculinidad en t.>ir;«j ai lugar cíe los hom rar iV :,nas heredadas de la masculinidad, que dea cuenta de las dife
;
bres en el proceso de transformación social. rencia; de las distintas masculinidades. Particularmente co n las condicio
Iniciamos esta compilación con el apartado Reíos conceptuales en las nes actuales de la vida moderna y del uso de las tecnologías se requiere
transiciones de género Algunos problemas de la moscuiinidad en donde se anali:.:: las nuevas imágenes con las cuales los hombres jóvenes están
abordan reflexiones teóricas que nos permiten ir analizando algunos deba apreirr, rendo a identificarse.
tes en los estudios sobre masculinidad, así como su visibilización en las Per su parte, Daniel Cazés analiza los diversos pensamientos en que
formas de vida cotidiana. La construcción conceptual y su aplicación en el sistema de género, ante el dominio masculino v la opresión de ¡as muje
los estudios sobre masculinidad hace fundamenta'; partir de una revisión res, ir pone una visión masculina en la vida cotidiana, en el ámbito labo
de los términos de masculinidad, masculinidad hegemónica y domina ral, en les cuerpos, en las concepciones del mundo, en las normas y len
ción masculina, mismos que son presentados por Juan Carlos Ramírez guajes, en ¡os discursos e instituciones, así como en las opciones de vida.
bajo un interesante análisis desde las propuestas que han realizado a la Para Cazés, el tiempo adquiere sentidos, valores y usos diferenciados para
perspectiva de género y al análisis de la masculinidad Joan Scott, Robert hombres y mujeres en nuestra sociedad patriarca!, resultando de mayor
Connell y Pierre Bourdieu, por mencionar algunos. Una discusión entre relevíicia y más preciado el que se confiere a los hombres.
estas aportaciones teóricas lleva a la reflexión
reflexión ú t para pensar, más E Í apartado Reflexiones sobre masculinidad, identidad y sexualidad
que en la masculinidad, en el proceso de constru u i las masculin idades presenta los trabajos teóricos y empíricos que concretfean en recursos y
y de su relación con el poder, y más que en la he t i en la variedad en sujetes específicos las implicaciones de la ideología v estructura de domi
que se configuran las identidades mascuiii is t , t or el género y la nan-' masculina. A través de las experienci as de hombres con prácticas
masculinidad son una Forma de relación s o c i o i •> t i t a social que se bise^: R J: s en Brasil, Fernando Seffner muestra cómo K I Y un ejercicio de
materializa en los espacios sociales. Pero a de m i de propiciar mayor poder vjue se articula por medio del estigma, la discriminación y !a violen
entendimiento, entre otras cosas, para la core c e la violencia que cia e:,v ucuural que rep rimen y limitan la expresión y prácticas de una sexua
los hombres ejercen en espacio doméstico t oi i n •> rej as. lidad • de una identidad bisexual. Cargada de sentimientos de culpa y
En este apartado, y siguiendo con la m i s m t i \ ctor Seidler plan vergü-r: iiza, los hombres "bisexuales" dan cuenta de una diversidad y rique
tea un panorama general de la vigencia y complejidad de la cultura de za de ¡amasias, de relaciones afectivas y sexuales, de modalidades de vi
género en la sociedades contemporáneas. Señala la importancia y la tras vencia, de deseos que se expresan en las valoraciones que otorgan a los
cendencia de que los hombres aprendan por sí mismos a nombrar su pro vínculos que establecen con otros hombres y con mujeres, de forma que
pia experiencia como masculina, a través de la difícil pero no imposible no agota una categoría fija y delimitada, que finalmente no da cuenta de
autoconci encia y reflexión como fundamenta les tarea s para lograr la trans esa diversidad de experiencias. Las relaciones de poder determinadas por
formación en el campo de las relaciones de género. E nt e nde r la masculini otras, influye en la
la clase social, la raza, el género, la franja etaria, entre otras,
dad no exclusivamente como una relación de poder, requiere de indagar generación de la llamada violencia estructural, misma que es ilustrada a
más sobre la experiencia masculina, por ejemplo, sobre los sentimientos trave Je los testimonios de ios hombre s bisexuales.
de confusión e impotencia que cada h om b re puede experimentar. Seidler F i r u parte, José Olavarría explora algunos de los factores que posibi
litan h invisibilización y naturalización del poder que ejercen los hombres
sobre vis mujeres, la reproducción de los m a nda t os de » t i a masculinidad
Los estudios de la masculinidad han reconocido cualro cu¡tnwciones principales des
6
d o m k . w t e que posibilita en gran medida que los h om t re s accedan a re
de ias que se aborda la masculinidad: la profeminista, ios estudios de los hombres, el cursor ds poder y marquen una distancia, no solamente entre hombres y
análisis de na cu' n d d m e po o í> t e pe
1
ba¡ e ' de
1
consideramos que es importante tomarlas en cuenta t«. I .u /,. isis, para im .< mejor Olav. ur considera le permiten a los varones a c c e de rá recursos cualitati
comprensión. va rcn. -eperiores respecto de las mujeres: la auíOi-ion;.V. personal, ci cuer-
po, la sexualidad, las relaciones con otros y otras, y la posición asignada en En el apartado La masculinidad en la globalización se presentan do»
la familia, recursos que están presentes en el proceso de construcción de la trabajos que examinan aspectos teóricos relacionados con el fenómeno d fenómeno d »
masculinidad, en el aprendizaje que los varones tienen de hacerse hom la m u n d i a l i z a c i ó n , , como su impacto en prácticas sociales concretas,
la concretas, como
bres, de las formas en que subjetivamente los hombres pueden construir es el caso del deporte. Primeramente, Robert W. Connell presenta un un irt
su identidad mediante los recursos sociales y culturales disponibles. teresante planteamiento sobre las masculinidades, que él llama globalizadas,
En el trabajo desarrollado por Gabriela Rodríguez, se muestran de producto del fuerte y constante intercambio mundial tanto de informa
manera muy evidente algunas prácticas e implicaciones en la dinámica ción, como de los flujos financieros y comerciales de las t r a n s n a c i o n a l e s ,
social que tiene la migración de campesinos de una comunidad de Puebla que sin lugar a duda han generado un proceso de cambio cultural, ciertn
a diversos destinos del país y del extranjero. Situaciones que van desde el homogeneización y un nuevo orden de género global. Para este autor la»
cortejo hasta el matrimonio, desde la declaración de amor o las prácticas corporaciones transnacionales y multinacionales, el Estado i n t e r n a c i o n a l ,
genitales, representan algunos de los aspectos que la autora analiza para dar los medios internacionales y los mercados globales representan ámbitos
cuenta de los cambios que las condiciones económicas y políticas actuales que también han contribuido a la conformación de estas masculinidades
gestan en las formas de relación social que establecen los Jrombres Jrombres y mu global i
global i z a n t e s .
jer es de la co mu ni da d. El aná lis is se ce ntr a e n l as form as en qu e se eje rce Fernando Huerta, por su parte, estudia un tema que visualiza y cruza
la masculinidad y sus consecuencias en las condiciones de las mujeres. la identidad masculina en nuestro país, el asunto de la la deportivización
Consideraciones teórico-metodológicas
En el apartado Consideraciones teórico-metodológicas se aborda la globalizada. Muestra cómo a través del deporte se estructuran conexiones
problemática inherente a este campo de estudios, dado que la masculini entre la economía, la política y los significados culturales que se asocian al
dad como un área incipiente no escapa a las imprecisiones y contradiccio hecho de ser hombres. El deporte, como una institución social, no es
nes conceptuales y metodológicas. En este apartado, se cuenta nueva ajeno a la reproducción de relaciones de dominación-subordinación, ena
de Victor
mente con otra contribución de Victor Seidler, en la que el autor plantea jen ac ión del cue rpo y d e la sex ual idad , así co mo afia nza dor a de la ide olo
un interesante debate en las implicaciones que en el trabajo teórico sobre gía dominante en nuestra sociedad.
masculinidad, así como en el trabajo de intervención con otios
otios h o m b r e s , En el apartado de Políticas públicas y masculinidad, María Jesús Iz
se tiene con el empleo del concepto de hegemonía. Confusión, mala inter quierdo hace un interesante planteamiento para el combate a las desigual
pretación y alcances son aspectos que hacen necesario retomar y volver a dades entre hombres y mujeres. La autora considera que no vivimos en
nuevos cuestionamientos
analizar el concepto desde Gramsci y los nuevos cuestionamientos que él una sociedad sexista, sino que somos somos sexismo
sexismo c o r p o r e i z a d o , , por lo que
mismo realizó sobre el término.
para combatir esta situación se requiere trabajar en la destrucción de las
An a Amuc hást e gui
gui presenta en su artículo algunas reflexiones en tor categorías "hombre" o "mujer", y la meta es conseguir que sean insignifi
no a los problemas teóricos y metodológicos que, con base en su experien cantes desde el punto de vista social y se logre el logre el estatuto de ciudadano. El
cia
cia de campo, ha observado en esta área de estudio. La masculinidad vista punto nodal en en elel sexismo es la división sexual del trabajo, que con su
como un objeto, como algo que poseen los hombres, puede implicar el enorme peso en la dinámica económica de las sociedades y personas no
riesgo de un nuevo moralismo, e incluso la reproducción de estereotipos. excluye su importancia en el establecimiento de lugares diferenciados para
Amuchástegui considera que estas estas conceptualiza
conceptualizaciones
ciones de la masculinidad los géneros, según el tipo de producción. Aunque en los últimos años ha
llegan a generalizarse, por lo que se tiende a llevar estas categorías analíti existido un desplazamiento del lugar que han dejado algunas mujeres y
cas a la realidad, antes de acercarse a los contextos culturales específicos están siendo
están siendo ocupados por otros
otros grupos
grupos más marginados, como el de los
y sin observar las experiencias concretas de los hombres. La autora propo migrantes, u otros hombres o mujeres en situaciones de mayor desventaja
n e el empleo del concepto "construcción social de la masculinidad" que para la auto
en la escala social, dicha división sigue existiendo, por lo que, para la
dé cuenta de esta diversidad. El análisis de las voces permitiría mayor
ra, sin la división sexual del trabajo desaparecería el soporte económico
posibilidad y flexibilidad para pensar de otra forma la masculinidad, no
para las diferencias "hombre-mujer", y con ello su correlato de los proce
sólo a partir de masculinidades hegemónicas y subordinadas, sino ver la
sos subjetivos que construyen dichas categorías.
masculinidad como un proceso social, no como un conjunto de atributos
Flérida Guzmán Gallangos
Gallangos y Jennifer A
Jennifer A nn
nn Cooper analizan central
entidad d i s c e r n i b l e .
organizados en una entidad
mente el ejercicio del presupuesto en México. Es un análisis crítico y con-
24 SOBRE MASCULINIDADES
DEBATES SOBRE INTRODUCCIÓN
creto de la aplicación de la política pública y su impacto en la situación de dad trasciende al hombre individual, volver irrelevante el sexo y aplicar
los g é n e r o s . . Proporciona
las mujeres y en el combate a las inequi dades entre los g políticas que incorporen a los hombres en prácticas de las que han sido
políticas
un marco conceptual muy interesante, desarrollado a partir de una perspec decisiones, reformular las
excluidos, sensibilizar a los que toman decisiones, reformular las leyes, ser
tiva de género,
género, lo que permite c omprender los alcances y limitaciones de las inclusivo y ver a los hombres como socios y no enemigos, son algunas de
acciones que el Estado lleva a cabo en materia de desarrollo equitativo las acciones que plantea.
para hombres y mujeres. Las acciones se demuestran con.hechos y no con Para complementar la visión de las políticas públicas desde otra e x p e
palabras, señalan las autoras, la aplicación del presupuesto es su principal riencia en Latinoamérica, Carlos Güida nos muestra los logros, dificulta
interés y su análisis es la tarea que desarrollan en el presente artículo. Las des y limitantes en el campo de las políticas públicas en torno al género en
autoras presentan algunos de los resultados de una extensa revisión y aná Uruguay, particularmente centradas en la salud reproductiva y la violencia
lisis de la aplicación de la cuenta pública del año 2000, desde un enfoque doméstica. Problemas comunes pueden observarse entre la experiencia me
de género, que sin duda representa una excelente muestra de las acciones xicana y uruguaya como la ausencia de políticas sociales bien definidas,
que nuestro gobierno ha realizado en torno a la problemática de género. los puntos de vista heterogéneos en torno al género y su aplicación en las
Elsa
Elsa Guevara Ruiseñor parte de la idea de que en el diseño de políti leyes; de los/nombres
leyes; así como la exclusión de los/nombres en los programas y el control
los entretejen en las estructuras simbólicas de la sociedad, la autora iden r r i c e n s e , , así como la inserción y el papel de las mujeres en este espacio
tifica
tifica que la masculinidad estereotípica, como un constructo del imagina masculino. La autora ilustra el paso que dieron los políticos de una filoso
rio social, se relaciona con instituciones como el poder, el el sexismo
sexismo y la fía del "arte de hacer el bien" al "servicio personal", el incremento de 1»
h o m o f o b i a . . Asimismo, se pregunta qué institución elegir para elaborar una corrupción, el clientelismo y el pacto entre caballeros, la descalificación
estrategia de transformación de estas imágenes constitutivas hacia repre de la labor de las mujeres como sentimentalismos e idealismos y el no
sentaciones más equitativas de las relaciones entre lo femenino y lo mascu reconocimiento de su función legislativa. Propone crear una nueva polí
Como r e s p u e s t a , , plantea que la división sexual del trabajo norma la
lino. Como tica que incluya el manejo transparente de todos los asuntos, de cara a la
organización de nuestras vidas diarias y sustenta la red de significaciones gente, el respeto de trato igualitario en el debate político, entre otras
del imaginario de la mayoría de los grupos humanos. Como propuesta de propuestas.
transformación, la autora proporciona una lista de acciones tendientes a Por su parte, Juan Guillermo Figueroa Perea plantea la importancia de
elaborar políticas públicas que impulsen representaciones equitativas de estudiar los derechos reproductivos de los hombres desde los aportes fe
lo masculino en el imaginario social, con miras a destituir un modelo hege- ministas y desde una visión de ciudadanía que atienda los conflictos de la
m ó n i c o . . Así,
Así, incluye^jolíticas
incluye^jolíticas para modificar el significado de las cosas relación público-privado, sexualidad-reproducción, el derecho como ac
(identidad masculina, salud sexual y reproductiva, paternidad, la división ción normativa y reguladora, en oposición con una práctica de las liberta
sexual del trabajo y la violencia, así como las relaciones afectivas entre des, así como la relación entre universalización y fragmentación entre Es
hombres y mujeres) y políticas orientadas hacia interacciones sociales más tado e individuo. Es decir, para el autor, los derechos reproductivos de los
equitativas y políticas para alimentar los procesos de interpretación. varones deben ser comprendidos en una dinámica histórica del feminismo
Finalmente, en el apartado Ciudadanía y masculinidad es en el que que cuestione las ideas de universalización y fragmentación, no al margen
probablemente se evidencian de manera más nítida las distintas perspecti sus p l a n t e a m i e n t o s . . Para lo cual deben considerarse los siguientes prin
de sus
vas utilizadas en el estudio de la masculinidad. A pesar de que todas se cipios: de integridad corporal, de respeto a la diversidad, a la seguridad, a
autodenominan como profeministas, no se ha construido el espacio para la salud en la reproducción y los relacionados con la toma de decisiones
y mejor comprensión. Lo anterior permitiría ver la defini
su delimitación y mejor reproductivas, así como otras propuestas analíticas que nos sugiere en su
ción de algunas acciones y dimensiones, a través de las cuales se podría texto.
pensar en la posibilidad de construcción de de la
la ciudadanía real y los obstá Para concluir, Matthew C. Gutmann expone el sentido que tiene la
culos que se presentan para su ejercicio. Así, Guillermo Núfiez Noriega, a democracia para hombres y mujeres de la colonia Santo Domingo en el
partir de preguntarse cómo puede contribuir el interés por el análisis de Distrito Federal, particularmente tomando como referente los comicios
las masculinidades
masculinidades a una comprensión histórica y antropológica de la cul de las últimas tres décadas. La noción de democracia en hombres y muje
tura política en México, analiza el concepto de cultura política en su vín res resulta significativamente diferente, en razón de los distintos espacio»
culo con la conformación cultural de la masculinidad y del Estado. Particu de ejercicio de ciudadanía, donde se observa una mayor participación de
larmente, ilustra estas relaciones con la realidad observada en el estado de las mujeres en la vida comunitaria. El autor deja ver cómo los intereses
Sonora, en el norte de México. Plantea una interesante visión histórica entre hom
de participación ciudadana se distribuyen organizacionalmente entre
de la forma en que las instituciones masc ulinas; como las militares y policía bres y mujeres, señalando la importancia y relación de cada uno ellos en el
cas, están definidas por ideologías de la masculinidad y son promotoras de proceso de construcción de la ciudadanía, a partir de los distintos espacios
particulares formas de subjetividad e identidad masculina. Así, da cuenta y temas que abordan. No obstante, nos reta a ponderar el papel de unas y
de las maneras en que los grupos y clases significan su relación con los otros en los procesos de ciudadanización familiar.
procesos de formación del Estado, por ejemplo, la poética, y la forma en del proyecto
El desarrollo de los seminarios y del proyecto mismo para desentrañar
que las estructuras sociales viven en las subjetividades y en los cuerpos de algunos nudos e inquietudes que se presentaban en este campo, no hubie
la gente, por lo que la masculinidad puede contribuir a la comprensión ra sido posible sin el apoyo decisivo de Graciela Hi erro, como directora del
otras realidades.
de otras P U EG, quien alentó permanentemente el avance de propuestas novedosas
Campbell Barr
Epsy Campbell Barr presenta un análisis de cómo se ha estructurado y se tomó los riesgos para aventurarnos en la construcción de nuevas pers
el ejercicio de la masculinidad del poder político en el parlamento costa- pectivas, así como el apoyo económico de la Fundación MacArthur. Agrade-
cemos
cemos también
también al
al equipo de trabajo del PUEG que facilitó el proceso de
desarrollo de cada uno de los seminarios, especialmente el trabajo desa
por Cynt hi a
rrollado por Cynt a Lima, además de la colaboración de de Noe mí Campos,
mí Campos,
Gabriela Sánche z y Elizabeth Vargas
Vargas para la sistematización de las relatorías
de las discusiones, así como a Berenise Hernández, jefa de publicaciones
en su momento, por el impulso para que esta sistematización llegara a feliz
término.
BIBLIOGRAFÍA A L G U N O S P R O B LLEE M A S D E L A M A S C U L I N ID
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La sinrazón masculina. Masculinidad y teoría social, Pro-,
SEIDLER, Victor. 2000. La sinrazón
grama Universitario de Estudios de Género-Centro de Investigaciones y Es
tudios Superiores en Antropología Social, México.
¿Y E S O D E L A M A S C U L I N I D A D ? :
APUNTES PARA UN A DISCUSIÓN 1
Carlos Ramírez
Juan Carlos Ramírez Rodríguez
La reflexión que aquí presento forma parte de la investigación "Masculinidad y violen
1
doméstica", l a cual recibió
cia doméstica", l cual recibió financiamiento del PRODIR III de la Fundación Carlos
Chagas. También ha contado con apoyo financiero de la de la U
U niversidad de Guadalajara.
[31]
MASCULINIDAD: ¿Y ESO? tructura que subordina a las mujeres en todos los ámbitos sociales. Estas
teorías de la opresión no llegan a discutir la masculinidad como tal, sino
Cuando se habla de masculinidad, ¿a qué nos referimos? Existen diversas
interpretaciones posibles:
3
El feminismo presenta una diversidad de posturas tanto en el plano teórico como en la
1. Una perspectiva tiene que ver con la condición natural o biológica del acción política. Es importante considerarlo porque se puede pensar, equivocadamente,
hombre, de la cual emanan todas sus posibles expresiones sociales. de feminismo es
que hablar de feminismo es aludir a una perspectiva teórica y política única y homogénea.
política única
2. Otra perspectiva es de carácter positivista, ya que alude a "lo que hace" Al respecto, puede consultarse a Lengermann y y Niebrugge-Brantley
Niebrugge-Brantley ( 1997 ),), quienes
quienes iden
tifican tres grandes vertientes: las teorías de la diferencia, las teorías de la desigualdad y
el hombre . Es una descripción de sus acciones , se observa y verifica un
las teorías de la opresión.
4
3. comportamiento, estoidentificar la
materializa la idea de lo como
que es
"elladeber
masculinidad. A mediados de la década de los setenta, en Estados Unidos, corno parte de la búsqueda
También es posible identificar la masculinidad ser", que los planteamientos
del feminismo por sintetizar los planteamientos del feminismo radical y. el feminismo
nos sitúa en un plano normativo. La expectativa que se tiene de los socialista, Einseinstein (1980) formuló el concepto de patriarcado capitalista, dentro del
hombres en cuanto a sus acciones se deriva de supuestos, más o menos por el feminismo
cual reconocía ia idea aportada por el feminismo radical sobre patriarcado, definido "com o
consensuados, sobre "lo que debe ser un hombre" en una sociedad espe un sistema sexual de poder en el cual el hombre posee un poder superior y un privilegio
económico. El patriarcado es la organización
organización jerárquica masculina de !a sociedad
jerárquica masculina !a sociedad y, aun
cífica. Se espera que los hombres actúen en una dirección y no en otra.
que su base legal institucional aparecía de manera mucho más explícita en el pasado, las
relaciones básicas de poder han permanecido intactas hasta nuestros días. El sistema
del matrimonio y
patriarcal se mantiene, a través del matrimonio y la familia, mediante la división sexual del
trabajo y de la sociedad. El patriarcado tiene sus raíces en ia biología, más que en la econo
2
Me refiero
e ro específicamente a la violencia que los varones varones ejercen
ejercen contra sus parejas
mía y la historia. Manifiestas a través de la fuerza y el control masculinos, las raíces del
quiero señalar
mujeres. Con ello quiero señalar que no desconozco la existencia
existencia de la violencia que
los propiosyoes reproductivos de las mujeres. La posición
patriarcado se encuentran ya en los propios
sus parejas v
varones ejercen contra sus es, en el caso de re'-..;, iones
parejas v ar o n es, iones homosexuales, lo
de la mujer en esta jerarquía de poder no se define en términos de ia estructura
estructura eco n ó -
que requiere también de estudios panjciüare*.
mica^de clase,
mica^de clase, sino en términos de la organización patriarcal de la
de la sociedad" <pp. 28-29).
<pp. 28-29).
\
34 SOBRE MASCUUNIDADES
DEBATES SOBRE MASCUUNIDADES :i ESO
ESO DE LA -CULINIDAD?: APUNTO PARA UNA DISCUSIÓN 35
que problema
problema tizan la vida de las mujeres y la opresión de que son objeto, que adquieren sus actividades a través de la interacción social concreta."
identificando los distintos aspectos (cuerpo, trabajo, educación, familia,
identificando (Rosaldo, Í ? 8 0 ) . El género puede entonces adquirir diversidad de signifi
: D
entre otros) sobre los cuales ven coartada sus posibilidades de realización cados, deja de ser universal y rehuye
rehuye a la tentación esencialista del funda
como seres sociales autónomos. mento binario biológico del sexo. La idea binaria de los géneros, más que
Mientras que el feminismo planteó la necesidad de conocer a las mu desecharse, se transforma. Ahora ya no hay la idea de posiciones contra
jer es y ex pli car se a s í m is mas , los est udi os de gén ero se abr ier on a l a rela puestas, smo
puestas, smo una gradación entre puntos polares, permeados
permeados y construi
ción entre mujeres y hombres como propósito fundamental. El énfasis dos por estructuras de prestigio; esto es, se hace una valoración,
valoración, se signifi
relacional, no obstante, partió de la perspectiva femenina; se podría decir can acciones, objetos, el cuerpo, el movimiento, las actitudes, el habla,
que los estudios de género contribuyeron a construir a los hombres imagi que varían en función de los contextos sociohistóricos,
sociohistóricos, de situaciones re
nados por las mujeres, que fue una una masculinidad
masculinidad imaginada en sus distin gionales (Mead, 1 9 6 1 ; Ortner, 1 9 9 1 ; Lamas, 1997).
tas variantes, sea ésta simbólica o normalizada, pero generalmente desde El análisis de los contextos particulares asume un papel trascendental
una mirada femenina. en el ordenamiento de los géneros, de las atribuciones de los mismos basa
De la teoría feminista a la perspectiva de género hubo una transfor dos en los significados que socialrrvérite
socialrrvérite se les asignan. Llevar la compren
mación fundamental: de una visión universalista de la relación entre los sexos, sión de los géneros a un terren o que supone como parte del mismo la varia
donde lo que se discute es a las mujeres, se pasa a una perspectiva de la bilidad, es situarlos en posiciones de cambio. De hecho, los límites que se
diversidad de la expresión de la feminidad y al planteamiento de la mascu
diversidad establecen entre los géneros no son nítidos, sus fronteras fronteras están en una
linidad como inherente a la discusión relacional de los géneros. En el afán de constante negociación. De ahí que la propuesta de Scott de entender el
mostrar la universalidad de la asimetría entre los géneros (explorada des género con u na
género u na historicidad propia y que tiene com o eje moto
motorr las relaciones
de distintas ópticas: la estructura social, la social, la cultural, socialización [Lamphere,
cultural, la socialización de poder, entendidas no no como
como una fuerza coherente, wnificadora
coherente, wnificadora y y central,
1 9 9 1 ] ) , , de sus significados, se se e ncont ról a variabilidad
a variabilidad de expresión de los relaciones d e s i g u a l e s , , construidas
sino como relaciones construidas discursivame
discursivamente
nte como cam
mismos, la inoperancia del andamiaje teórico y las limitaciones metodoló pos de fuerza sociales, proporciona, desde mi punto de vista, un cambio
gicas para dar cuenta de ellas, por lo que fue necesaria una elaboración cualitativo importante
cualitativo importante respecto de los aportes hechos previamente.
propia y pertinente de nuevas teorías y metodologías. Con ello, no sólo se Scott define el género considerando dos proposiciones que "deben"
cuestionó el el a n d r o c e n t r i s m o , , sino el origen técnico para hacer ciencia ser analíticamente distintas: "el género es un elemento constitutivo de las
(Moore, 1996). La opresión universal se cuestionó y empezó a darse un en las diferencias
relaciones sociales basadas en las diferencias q ue distinguen los sexos, y el
lugar a la perspectiva masculina, asumida como unimodal. género es una forma primaria de relaciones significantes de poder. Los
El sistema sexo-género empujó a pensar, ya no en términos del ámbito cambios en la organización de las relaciones sociales corresponden siem
y s u b j e t i v o . Se supuso que las regulaciones para
biológico, sino cultural y 5
pre a cambios en las representaciones del poder, pero la dirección del cam
las mujeres también indicaban regulaciones para los hombres. Se utiliza bio no es necesariamente en un solo sentido." (Scott, 1997: 289).
ron como consecuencia formas de representación binaria que dividen el La primera proposición del concepto, referida a las relaciones socia
cultura/naturaleza, día/
orden social: público/privado, masculino/femenino, cultura/naturaleza, les, comprende cuatro elementos:
noche, seco/húmedo, hombre/mujer, entre otros.
El uso de la perspectiva teórica del género mostró que la opresión de 1. Los símbolos
símbolos cultural mente di sponibles que evocan representaciones
hecho biológico,
las mujeres no está en el hecho biológico, sino que el hecho mismo es el múltiples. <u identificación implica una búsqueda de las representacio
objeto significante, es la base sobre la que se construye un sistema de ne s simbólicas
simbólicas que se evocan, también implica el
el cómo y
cómo y en qué contextos
significados; tal cual lo menciona Rosaldo, "el lugar de la mujer en la vida se efectúa dicha búsqueda. Una misma acción puede representarse (y de
social humana no es producto de las cosas que hace, sino del significado
5
Esta misma
misma idea fue expuesta por M. Mead Mead (1961)
(1961) en sus estadios entre los
entre los arapesh,
5
Los yoes femeninos pensados desde una una mirada
mirada masculina
masculina adoptada por las mujeres, tal mundugu;.,»r y
mundugu;.,»r tcharnfcuii, habitan
y tcharnfcuii, habitan tes de las islas de los mares del sur, en los años vei nte
cual
cual lo plantea Einseinsíein
plantea Einseinsíein (
( 1 9 8 0 ) , pero sin llegarlo a
llegarlo a desarrollar. y^reinta.
simbólica. Las campañas que tratan el tema de la violencia contra las Se podría decir que el género es ante todo una forma de ejercicio de
mujeres son un claro ejemplo de cómo la violencia se desnaturaliza y se poder, no es algo que venga de fuera, sino que es parte constitutiva del
9
mismo. No sería impropio decir, entonces, que hablar de género sin e n : En busca de la masculinidad: evidenciando privilegios
tender que implica poder, es no hablar de de g é n e r o . Además, hablar de 10
poder en relación con el género es una posibilidad abierta en términos No es posible hablar de masculinidad, sin antes antes acercarse al
acercarse al planteamien
de direccionalidad. Tanto hombres como mujeres no solamente están en to que, desde distintas perspectivas, se ha hecho en tos tos estudios de géne
posibilidad de ejercer el poder, sino que de hecho lo ejercen. También hay ro. Usualmente, los planteamientos teóricos sobre sobre el
el género aluden de
que reconocer que no se puede partir de la existencia de una simetría en el modo explícito a las implicaciones que éstos tienen en tienen en relación con
con las
d el
ejercicio d
ejercicio el poder entre los géneros; de hecho, Scott insiste precisamente mujeres, y si bien se menciona que también son propuestas que involucran
en la historicidad, en el cambio en las representaciones sobre los géneros a los hombres, ellos no son objeto primario de su su análisis
análisis y, por tanto se
que está dado por posicionamientos cambiantes fundados en el ejercicio pierden, se desvanecen o aparecen veladamente. En ocasiones, los hom
del propio poder, en los significados que se atribuyen a las prácticas socia bres son señalados como un conjunto homogéneo; otas veces tienen tienen una
les de hombres y mujeres y entre sí. figura amorfa. En las ciencias sociales existe existe también cierta
también cierta confusión en
De esta forma, el género es un elemento que, junto con otras catego término " h o m b r e " , puesto
el empleo del término " , puesto que se utiliza de forma "genérica"
rías, como la de clase y raza, trata de evidenciar los procesos por los que ha para denominar a la humanidad. Por otra parte, parte, parecería
parecería que no es nece
transcurrido la opresión y la dominación de ciertos grupos de población sario aludir explícitamen te a los hombres, porque se asume que se habla
12
imponerse a su diferente, a su otredad, a ias mujeres, a io a io femenino y a lo a lo La
La hegemonía
de di o se desprende. Este fenómeno se inicia con el proceso de la
que de
concepción (Badiníer, 1 9 9 3 ) , , y hasta en las más complejas formas de ob Las masculinidades
masculinidades nos muestran otra cara de la subordinación, ya no e *
la masculinidad
tener la masculinidad en sociedades con distinto nivel de desarrollo tecno únicamente la subordinación femenina a una masculinidad dominante,
lógico. En algunas sociedades, la diferencia y la subordinación obedecen a sino la existencia de masculinidades dominantes y subordinadas. En En estn
una argumentación que enfatiza la relación más estrecha de los varones "masculimdades h e g e m ó n i c a s "
discusión surge lo que se ha denominado "masculimdades
con los procesos racionales y menos con los emocionales, cosa contraria a (Connell, 1987). El concepto de hegemonía utilizado para hablar de de la
lo que ocurre con las mujeres (Seidler, 2000). Otros basan su diferencia masculinidad se entiende más como un proceso que como algo termina
ción en el uso de las armas, la caza, el conocimiento tecnológico, la pro do. La hegemonía es "la cuestión de cómo grupos particulares de hombres
ducción de saberes, la apropiación por parte de los varones de las habilida encarnan posiciones de poder y bienestar, y cómo legitiman y reproducen
des de las mujeres, entre otras muchas (Godelier, 1986; 1986; G i l m o r e , , 1994). dominación" ( C a r r i g a n , , Connell el
las relaciones sociales que generan su dominación"
Entonces, la masculinidad se se deñne
deñne por su relación, en primera instancia, al., 1987: 179). La hegemonía tiene formas de expresión diferencial en
con las mujeres, lo cual supone, ante todo, subordinación de una parte a la cuanto a clase social, pero es es siempre
siempre subordinando a las mujeres
mujeres (desdó
otra. La segunda instancia de diferenciación es entre varones. Esto re la niñez a la ancianidad) y a los niños de diferente manera, utilizando
quiere desmantelar la imagen homogénea de la masculinidad, lo cual nos desde la persuasión hasta la violencia física. "La construcción de la hege
lleva a pensar que dentro del grupo de varones hay una gradación, una de jalóneos entre grupos ya formados, más bien
monía no es una cuestión de jalóneos
categorización. El parámetro para determinar el "grado", por llamarle de es una cuestión de de la formación de tales grupos" (op. cit., 1 9 8 7 : 1 8 1 ) . . De
alguna forma, de masculinidad, dependerá del concepto de masculinidad acuerdo con estos autores, algunos elementos que permi t en en comprender
sociocultural e s p e c í f i c o . . Cornwal
en un contexto sociocultural Cornwal y Lindisfarne (1,994) la heaernonía
la heaernonía son
muestran cómo el concepto de "macho" tiene significados que llegan a ser
diversas, previniéndonos sobre
totalmente contrarios en sociedades diversas, previniéndonos sobre los ries
1. El uso de la persuasión, más que el uso de la violencia física, aunque
gos de las generalizaciones.
esta última no está descartada.
Hay quien considera que uno de los elementos más importantes para 2. Involucra la división del trabajo entre mujeres y hombres, pero también
identificar la masculinidad es la orientación sexual. De hecho, la política los trabajos que desempeñan los hombres de forma diferencial, esto es,
sexual ampliamente discutida en la literatura gay contribuyó a establecer parecería que hay trabajos más masculinos que otros.
parecería
continuidades y diferencias en términos de la masculinidad e instaurar 3. Implica al Estado, que penaliza y promueve manifestaciones específi
de la
una visión de diversidad m a s c u l i n a . Las formas de expresión de las
la diversidad 13
cas de "masculinidad", por ejemplo, criminaliza la homosexualidad y
masculimdades no son socialmente sancionadas de la misma forma, algu
masculimdades promueve ventajas para quienes viven bajo el orden heterosexual.
nas son más aceptadas que otras, e incluso existen manifestaciones de
masculinidad que son rechazadas. La idea de la hegemonía para entender las masculinidades p r e s e n t í
varios elementos que se deben considerar. Primero, el concepto mismo d mismo d e
hegemonía coloca la discusión en un plano social, de grupos e institucio
Perlongher (1999)
(1999) muestra la diversidad del mundo gay gay en Sao Paulo. La prostitución nes y no de individuos; no supone las relaciones cara a cara. Segundo,
masculina tiene connotaciones muy heterogéneas que para un observador externo es enfatiza la idea de las hegemonías, en plural, ya que el sentido original
distinguir •,, por tanto, no logra identificar las vanantes de las prácticas que en
difícil distinguir •,, gramsciano tiene una orientación singular que representa al grupo hege-
gramsciano
primera instancia se se denominarían
denominarían como "gay". Sólo Sólo en.
en. l l a medida
medida de una inmersión m ó n i c o . . Formular la coexistencia de hegemonías es para Carrigan y cola
en la actividad cotidiana es posible no sólo conocer sino exponer la variedad de
boradores ( 1 9 8 7 ) , , así como para Connell (1987) la posibilidad de expre
boradores
matices y y apreciaciones
apreciaciones sobre la cultura de de la
la expresión homosexual en en Sao
Sao Paulo.
Núflez
Núflez muestra el el proceso
proceso por el que ha pasado la la expresión
expresión erótica entre varones sión de variaciones entre clases sociales. Esto es, en cada clase social habrá
en una sociedad norteña de México. La coptación de de ¡os espacios
espacios socioculturales por expresiones, ideas, prácticas masculinas que se consideran como las que
una visión heterosexual y homófoba que reprueba
reprueba y reprime cualquier opción sexual representan a ' a ' lo
lo masculino" por excelencia, en relación con otras dentro
la h eg emó n ica.
alterna a la una misma
de una misma clase. Esto, sin duda, genera confusión y, posiblemente,
ración, negociable en tanto persuasiva. Sexto, impone una distribución Viveros muestra cómo en contextos socioculturales diferentes en en In
sexuada de tareas sociales (trabajos para hombres, para mujeres y para Colombia moderna, la acepción de masculinidad presenta variaciones ele-
ambos) y y emplea
emplea recursos ideológicos para asegurarse de que sea de una la presencia-ausencia
pendiendo de la clase social, la raza, la escolaridad, la presencia-ausencia
forma y no de otra. otra. / del padre durante el crecimiento de los niños y la participación de las
Desde
cer v.n criterio estasobre
acepción (hegemónica)
lo que es masculino,deyamasculinidad es difícil
que, dependiendo estable
del contex mujeres
res y el (particularmente de la madre),
trato que los hombres sobre También
deben darles. las ideas se
acerca de en
tienen lascuenta
muje
particulares (Cornwall
to, se enfatizarán atributos particulares (Cornwall y L i n d i s f a r n e , , 1994). la demarcación sobre la orientación sexual y la homofobia, como criterios
G o f f m a n , , al discutir el problema social del estigma, plantea como un ejem de aceptación al grupo de pares, entre otros (Viveros Vigoya, 1 998).
idea ele lo que puede ser considerado como un "hombre" en la socie
plo la idea ele
dad estadounidense. La masculinidad como proceso
Según el consenso general, en Estados Unidos, el único hombre que no Badinter ( 1 9 9 3 ) , , mencionaba en un párrafo previo que la
Siguiendo a Badinter
tiene que
que avergonzarse de nada es un joven casado, padre de familia',
de familia', blan masculinidad parece ser producto del logro. S iempre hay que afirmar
co, urbano, norteño, heterosexual, protestante, que recibió educación supe se como varón, como hombre, como niño. Siempre hay que establecer
rior, tiene un buen empleo, aspecto, peso y altura adecuados y un reciente
la diferencia. La diferencia en este caso es exclusión. La definición de lo
triunfo en los deportes. Todo norteamericano tiende a mirar a mirar el mundo des
es "lo
masculino es "lo que no es femenino". La identidad masculina se cons
de esta perspectiva, y este es uno de los sentidos en que puede hablarse de
un sistema de valores comunes en Estados Unidos. Todo hombre que no truye bajo el criterio de lo que no es exclusivo de las mujeres. No se
consiga completar estos requisitos se considerará, probablemente —por lo define por sí mismo, sino sólo en función de la otra. El deslinde se se da
algunos m o m e n t o s — , indigno, incompleto e inferior. (Goffman,
menos en algunos en todos los campos de la práctica s o c i a l . Cuando este este desl i nde
15
nde es
1998: 1 5 0 ) .
1998:
44 DEBATES SOBRE MASCUUNIDADES
SCU iW Otf»?: A PU NT E S PARA U M D 45
contra
contra u c c i ó n . "
La idea de la otredad como como dispositivo
dispositivo de diferenciación involucra
' El
El género
género v,
v, desde luego, la masculinidad son una forma de relación
diversas dimensiones. En la de carácter emotivo y personal, se presentan
social, son una práctica social, se materializan en espacios sociales como
variaciones importantes de acuerdo con el ciclo de vida individual. En los
la
la calle, el
calle, el trabajo, la escuela, el templo, el parque, el cine, el restaurante , la
primeros años de vida, existe una relación estrecha entre el niño y la niña
con su madre. Badinter Badinter (1993)
(1993) señala que las relaciones madre-hijo tie casa habitación, entre otros. otros. También
También se manifiestan en los discursos y
nen implicaciones eróticas, afectivas; incluso, el autor llega a considerar creencias. Adoptan matices, dependiendo de condiciones condiciones relaciónales
relaciónales par
que no existe una madre que no sea pedófila. Esta relación que experi ticulares; esto es, entre pares, con mujeres, con familiares y frente a quien
menta el niño como pasiva, es grata y satisfactoria. Aprende expresiones representa la autoridad. Asumen formas de legitimidad en función de las
de emotividad de su madre. Llegado el momento, otra etapa del ciclo vital, variantes como las mencionadas. Esto torna la aprehensión de la masculi
se ve cuestionado socialmente por l por l a relación con la madre y lo que de otra característica global de la mas
nidad como huidiza, tal parecería ser otra característica
ella aprendió, su expresividad emotiva que tiene que re-aprender, ahora constante m o v i m i e n t o .
culinidad, en constante
reprimiéndola. Aprende nuevos significados acerca de los sentimientos Las
Las variables características de la masculinidad en diferentes contex
que pueden se r expresados por los varones. Ahora, el "trabajo "trabajo de género", que tos socioculturales, hacen difícil, y podría incluso decirse que inútil, ela
para Kaufman (1997)
para (1997) es la forma de socialización a la que se ven constre borar una serie de criterios universales sobre la masculinidad. Sin embar
ñidos los varones (pero también las mujeres), lo impele a rechazar cual go, una característica recurrente, si no es que universal, es el rechazo a lo
quier acción que pudiera asociarlo con lo que significan las mujeres, lo femenino. Rechazar cualquier sospecha de feminización resulta ser mu
femenino o, como comúnmente se dice, "lo que no es de hombres". Si ch o má s evidente entre las culturas con menos desarrollo técnico e indus
la masculinidad
bien la masculinidad parecería ser u ser u n proceso contradictorio permanente, trial; no obstante, se encuentra presente, al parecer, en la mayoría de los
contextos socioculturales. El rechazo a lo femenino femenino se expresa de muy
diversas formas, desde la sutileza áei chiste y el sarcasmo, hasta el castigo
diversas
días siguientes
días siguientes ha continuado haciendo ese juego y otros más. A partir de mi llamada llamada de
de
corporal que se inflige a los varones que manifiestan conductas asociadas
reflexionado sobre mi
atención, he reflexionado sobre mi actitud misógina y y homófoba.
homófoba. Me explico: cuando lo
veía mover sus brazos y correr, sentía que si lo veían otras personas, particularmente sus a lo femenino.
compañeros de juego y de escuela, se iban a burlar de él y finalmente lo tacharían de
afeminado. Esto traía como consecuencia que me cuestionara mi papel de buen padre.
Traté de entender por qué él jugaba y juega así, y qué es lo que lo lleva a mover los Dos perspectivas teóricas sobre la construcción
brazos de esa forma. No sé sí sí es
es el movimiento, el viento, la flexibilidad que experimen de la m asculinidad
ta, no lo sé. De lo que me he percatado es de su extraordinaria sensibilidad y sensuali
dad. Me he dado cuenta de que se da la libertad de usaryjugar con aquello que lo atrae,
por ejemplo, de repente con un juego de té (¿"para (¿"para niñas"?), que se esperaría que no le Debido a la diversidad, resulta poco útil buscar una caracterización de lo
gustara. Auna estufa, a una cocina, les da usos insospechados Vive en un mundo lúdico m a s c u l i n o ; por tanto, es más enriquecedor pensar en el proceso de cons
donde usa lo que considera útil para su actividad recreativa. No obstante, hay otros trucción de las las m a s c u l i n i d a d e s . Ahora
. Ahora me centraré en presentar dos plan
ámbitos donde marca con toda claridad su identidad varonil y establece la diferencia
teamientos teóricos sobre el particular.
con sus compañeras, con sus amigas.
6
que la demarcación
También puede ocurrir que la demarcación impuesta sea cuestionada, entonces puede
o eventualmente
reprimirse la resistencia o eventualmente dar lugar a un replanteamiento del límite en
cuestión. Estos eventos no se presentan como hechos aislados, sino que forman parte
de un conjunto de prácticas que se refuerzan una a la otra en forma muííidireccional.
Pensemos por
Pensemos un momento en
por un momento en las diferencias que
las diferencias que se presentan entre hombres y mujeres 17
¡Ui.:..:.-
¡Ui.:..:.-.is donde estos momentos
.is que existen sociedades donde estos momentos son claramente establecidos, por
respecto a la forma de sentarse y agacharse
agacharse a recoger algo que está en el su elo ;; cómo
cómo se
eje <:>,», ¡a separación
¡a separación del hijo del cuidado m aterno
aterno (Gilmore, 1994; Godelier, 198 6),
6), en
en
da desde la niñez basta alcanzar la madurez. El movimiento y posición de! cuerpo, que
o t i Vi , es un proceso menos claro y quizá
quizá más
más confuso, e incluso quizá debatible, cuestio
elemento p sico mo t r á,
un elemento
es un á, se educa y se conduce bajo ciertos criterios
criterios normados,
consensuados so cü imen t e.
consensuados nado
nado a través de ciertas prácticas, que parecerían
parecerían transformar de fondo las relaciones
sai j ' e s de género y desde luego la ruaseülinidad.
46 DEBATES SOBRE MASCULINIDA
DEBATES SOBRE MASCULINIDA •Y ESO DE LA MA SCU LINIDA D?: AFÍNES PARA UNA DISCUSIÓN 47
Tres
Tres formas
formas relaciónales
relaciónales e s t r u c t u r a n l a s
s mascul i ni dades rencias de ingreso que conllevan a prestaciones diferenciales (guarderías
principios operan de
sólo para madres trabajadoras). Estos principios operan de forma general,
Quizá la propuesta más depurada sea la planteada por Connell ( 1 9 8 7 , sin negar la existencia de procesos de cambio que atenían contra los mis
1993, 1994, 1995, 1997, 1998). La La masculinidad
masculinidad es un proceso de rela mos principios, los transgreden y, finalmente, construyen alternativas para
ción entre estructuras sociales y las prácticas que tales estructuras posi el cambio. Esto quiere decir que las demarcaciones no son absolutas e
bilitan. Las principales estructuras que dan cuentan de casi cualquier inamovibles.
ordenamiento de de los
los géneros son las productivas, las de poder y las de
cathexias, éstas son dimensiones que se intersectan, se influyen y se mo 2. En cuanto a las relaciones de poder se plantea la articulación de aspec
difican constantemente. tos macrosociales y microsociales que configuran la masculinidad. Esta
articulación debe situarse en términos de las relaciones de poder entre los
1. Las relaciones productivas son estructuras que constriñen a los sujetos a géneros, y de modo particular entre los grupos de hombres. Las relaciones
desempeñar determinados trabajos. La segregación laboral es una de las de poder pretenden afirmar la hegemonía de la masculinidad. Si las rela
bases de estas prácticas sexistas, porque el desarrollo de habilidades y poder contribuyen
ciones de poder contribuyen a establecer las demarcaciones entre los gé
destrezas son diferenciales según el sexo, motivo por el por el que los empleadores neros e intragenéricamente, implican también restricciones de los propios
encuentran "racional" una asignación discriminatoria con precedentes cla sujetos que detentan una masculinidad hegemónica, que está caracteriza
ros y precisos. La elección de sujetos para el desarrollo del trabajo está da por una moralidad definida, o sea, un código ético particular. El poder
mediada, entonces, por una estructura que antecede a la elección. Esto supone autoridad y legitimidad, entonces se hace necesario identificar los
manifiesta que un mismo sistema técnico laboral que puede estar es espacios controlados por hombres que representan estas características y
tructurado de diversas formas, se diseña de una manera particular que que refuerzan la idea de dominación, de control masculino y tienen un
responde a una forma forma socialmente
socialmente elegida. Es evidente que la división carácter e s t r u c t u r a l . La idea de un poder global en el que las mujeres
carácter 20
sexual del trabajo forma parte de un sistema estructurado genéricamen están subordinadas a ios hombres debe conjugarse со я otro poder, el local
te y, como sistema, incluye aspectos como la producción, el consumo y la y periférico, donde las mujeres tienen otras posibilidades en el ejercicio
distribución. Esta perspectiva del trabajo no se limita a la asignación arbi del poder, como serla el ámbito doméstico.
traria en el momento de emplear a un sujeto, tampoco está constreñida a
la visión del trabajo desde la perspectiva m a r x i s t a , , en tanto relaciones de 3. Las relaciones de cathexias son la dimensión emocional, la dimensión
clase. No, tiene un sentido más amplio, que da cabida, por ejemplo, al erótica, sexual, no biológica, estructuradas socialmente. La construcción
trabajo sexual, al al sexoservicio
sexoservicio (el turismo sexual es una variante), que obe del deseo, la objetivación del deseo en su más extensa expresión, desde
(Piscitelli, 2 0 0 1 ) .
dece a una lógica de relación intergenérica (Piscitelli, 18
hostiles. En
como hostiles. En las relaciones que podrían catalogarse como más c e r c a
como más ternidades en sectores populares y altos en la ciudad de México, más que
nas, tanto
nas, tanto en las de pareja
pareja como
como en las relaciones dentro de la familia, identificar un patrón homogéneo en en el
el ejercicio de la paternidad, encuen
están presentes estas formas ambiguas de relación. tra procesos particulares de paternaje que se definen no sólo por el hecho
Estas formas estructurales de relación social son, para para C o n n e l l , , ¡as de pasar tiempo con sus hijos/as, sino que también incluye aspectos como
que van configurando las las masculinidades
masculinidades que, desde luego, dan lugar a la el ejercicio de la autoridad, el apoyo en las actividades escolares y el com
las relaciones de producción es todavía un aspec
diversidad. Por ejemplo, las relaciones partir el tiempo libre, con variaciones importantes en el ciclo de vida.
feministas y por los estudios de género; esto no resulta
to debatido por las feministas y Entre los aspectos que resultan coincidentes, tanto para Scott como
uno cielos elementos que caracterizan la identi
extraño, si se piensa que uno cielos para Connell, están las relaciones de poder, profundamente entrelazadas
dad masculina, hablando en términos generales, es la figura de "provee con las relaciones de género. Quizá la diferencia entre ambas visiones
su participación en
dor", derivado de su participación en el trabajo. El proceso q ue ha vivido la radica en la importancia que asigna Connell a las relaciones intragénero.
economía mundial y, en particular, la latinoamericana (con sus efectos en En este sentido, la formulación de una caracterización de la denominada
periodos de auge y de recesión), ha evidenciado la falta de seguridad en el "masculinidad hegemónica" enfatiza, desde su definición, la existencia de
trabajo, la pérdida del empleo o «1 o «1 subempleo
subempleo como elementos que contri- una otredad masculina que no cumple con un patrón exigido del "ser "ser h o m
buj'en
buj'en a cuestionar la la identidad
identidad m a s c u l i n a , especialmente en sectores
22
bre" en un contexto sociocultural determinado. Las relaciones de poder,
(Katzman, 1 9 9 1 ) . . Al parecer, las especulaciones sobre las modi
populares (Katzman, en tal sentido, no sólo implican ver hacia el otro género, sino también
ficaciones en las identidades masculinas en contextos de desempleo y rriar- hacia las relaciones intragenéricas que establecen pautas de relación dife
ginación muestran que los recursos identitarios no dependen en exclusiva rencial. La exigencia de la comprobación permanente de la heterosexua-
del hecho de ser proveedor de de la
la familia, si bien esta característica
característica tiene lidad
lidad sería uno de los ejemplos más claros. Además, otro elemento que
peso significativo i m p o r t a n t e . . Por ejemplo, los hombres jóvenes de San
un peso significativo salta a la vista es el rechazo a la homosexualidad, vinculado a las relaciones
tiago de Chile recurren a sus redes sociales de apoyo, buscan alternativas de cathexias.
de cathexias. El rechazo a las posibilidades de un acercamiento a lo feme
a los empleos fijos y de largo plazo, negocian con la pareja el empleo de nino implica también la restricción emocional, en eiío va el hecho de que
etcétera (Olavarría e i al, Í 9 9 8 ) .
esta última, etcétera las relaciones de poder marcan también prácticas que controlan no
sólo los sentimientos, sino la sensualidad, el cuerpo. El cuerpo masculino
El cuidado infantil que, incluso se especuló, fuera el fundamento de
está bajo un régimen normativo que impone restricciones. Esto coincide
la división sexual del trabajo, tiene relación con los estudios de paterni
con lo
lo que ha formulado Kaufman, quien señala que el precio de "la adqui
Gutmann ( 1 9 9 6 , , 1998)
dad. Gutmann 1998) encuentra que la percepción del cuidado in
sición de de la
la masculinidad hegemónica (y la mayor parte de las subordina
fantil por parte de los hombres en la ciudad de México es muy variable. En
das) es un proceso a través del cual los hombres llegan a suprimir toda una
hombres de sectores populares puede resultar muy normal, parte «le «le la
gama
gama de emociones, necesidades y posibilidades, tales como el placer de
vida cotidiana de un hombre; mientras para otros es resultado de una ne
cuidar de otros, la receptividad, la empatia y la compasión, experimenta
gociación explícita con la pareja, el denominado "Kramer" para los secto
gociación
das como inconsistentes con el poder masculino" (Kaufman, 1997: 70).
res medios. Pero para un sector alto, es impensable, porque de ello no son
responsables ni la madre ni ei padre, sino personal de servicio. Esto mues La idea de poder como un ejercicio impositivo, que es el generalmen
tra una gran variedad en la configuración de las identidades masculinas en teoría s o c i a l , contrasta con la idea de Scott que, aun
te empleado en la teoría 23
cuidado infantil. Alatorre
relación con el cuidado infantil. Alatorre ( 1 9 9 9 ) , , en un estudio sobre pa- que no la explicita, deja entrever que las relaciones de poder basadas en
los significados atribuidos a las distintas prácticas sociales puestas en jue
go en la relación entre hombres y mujeres, tienen una una bidireccionalidad y
bidireccionalidad y ,
El papel del proveedor y de "jefe de familia" son cuestionados y se advierte la aparición
2 2
por tanto, adquieren, para el caso de las mujeres, una connotación positi
de nuevos patrones de autoridad, bajo esquemas de aportación y distribución dei. ingre va, lo que se ha denominado como como " e m p o d e r a m i e n t o " . . De una forma mu
se, distintos de aquel que descansaba en el varón. También se conjuga con cambias e n cho más clara, y en términos desde luego propositivos, Kaufman retoma a
e! nivel de escolaridad de la descendencia, el abandono tardío o temprano del hogar por
parte de los hijos y ¡as hijas. El empico femenino obliga a nuevos arreglos entre ta pareja
y coa la familia en general. También se devela la jefatura de familia compartida y la
fci .K -aina como opciones distintas ala tradicional (González Rocha, 1999).
2 3
Una revisión de algunas posiciones se encuentran en Mineiio (1986).
sí mismo "sobre nuestras indómitas emociones". Esta última caracteriza distintas formas,
más destacables están, primero, que hay distintas formas, tipos o variantes
ción es la que generalmente se reconoce como ejercicio de poder. Ello de dominación, siendo una de éstas la m a s c u l i n a . Segundo, la domina
26
su destino
ciones que social.
llevan aContrariamente
reivindicar o aa ejercer
la ilusión
tal del sentido
o cual formacomún, las d isp
de dominio, o si
como campos ( e c o n ó m i c o , político,
sus habilidades y destrezas en todos los campos ( , político, cien
tífico,
tífico, familiar, sexual y demás), de donde están excitólas las mujeres o
la libido dominandi masculi na en una sociedad falocéntrica, no son algo que donde tienen
donde tienen espacios acotados para participar.
participar. Esta
Esta conlleva
conlleva la edifica
se da por sentado, sino que deben ser construidas mediante un arduo trabajo
de sistemas
ción de sistemas simbólicos, sistemas de prestigio que afirman las asime
trías entre los géneros, los cuales vendrían a a conformir
conformir el quinto y sexto
24
de dominación
El concepto de dominación fue discutido ampliamente por Weber (1992) (1992) como una elementos.
la categoría "poder".
forma acotada de la categoría "poder". La dominación opera con racionalidades; de acuer
do con Weber, un tipo de dominación se estructura de acuerdo con fines y otra con
valores. Estas
arreglo a valores. Estas no son ex
son ex clu y en t es, y
y sería algo muy extraordinario que presen 25
Cuando Bourdieu discute !a "dominación masculina", llama la atención que en ningún
Cuando Bourdieu
taran una expresión pura. El elemento vafcrativo, que
vafcrativo, que es en sí mismo subjetivo, es reco momento invita a. debatir a quienes han hecho la discusió a sobre la "masculinidad"
nocido por Weber, pero no desarrollado. En cambio, Bourdieu toma el elemento el elemento subje desde los años ochenta.
ios elementos centrales
tivo como uno de ios elementos centrales para entender la dominación. 2 6
de clase,
Otras son las de clase, raza,
raza, et n ia, edad.
Una vez realizado este recorrido, todavía primario sobre el tema, iden es
de importante para ycomprender
la masculinidad los procesos de simbolización y cambio
de los géneros.
tifico
tifico algunos aspectos que podría ser útil considerar en el momento de
entender el problema de la V D M CP : 6. Si la masculinidad es un proceso relacional que implica la significación
del cuerpo traspasado temporalmente, el contexto sociocultural es el
1. La masculinidad es, ante todo, un proceso de búsqueda permanente y espacio en que tiene efecto tai dinámica. Dicho espacio no no es
es único,
de asimetrías
reafirmación constante de asimetrías y alternativas de cambio en las sino múltiple. En este este s e n t i d o , , reconocer el proceso de construcción de
e i n t r a g e n é r i c a m e n t e . . Promover y mante
relaciones entre los géneros e la masculinidad es adentrarse en diversos campos de relación social
ner las asimetrías, o romperlas requiere de un trabajo continuo que está que intrínsecamente ordenan su relación teniendo una connot ac i ón ón de
estructurado socialmente. género. Desde luego, la masculinidad incide en el el sujeto transformán
2. La participación de los sujetos en relaciones asimétricas se da de forma dolo y , a su vez, el sujeto posee elementos que eventualmente tienen la
consciente o inconsciente. Más que pensarlos como mundos excluyen- posibilidad de transformar la estructura estructura social.
social. Entonces la masculini
tes, existe una participación mixta; esto es, habrá aspectos reconocidos dad no puede entenderse sino como una relación indisoluble sujeto-
y que se practican para reafirmar tales asimetrías, mientras que otros se estructura, dentro de una dinámica dialéctica de la cual no es posible desli
estructura, dentro
ejercen sin reconocimiento alguno, aparecen como naturales, se ac garse. La masculinidad es, entonces, una red de relaciones complejas
túan de forma inconsciente. de interconexión múltiple y nunca una relación lineal de dependencia
entre la estructura social y el objeto sexuado.
3. Es ante todo una relación de poder. No es un sistema de complementa-
riedad y distribución de papeles para los hombres y las mujeres que
requiera un ordenamiento, en lugar de ello es un un enfrenlamiento
enfrenlamiento de
visiones del mundo y un espacio de prácticas sociales. ¿Y ENTONCES?
4. Es la construcción de un universo simbólico en constante cambio. Los
significados que se construyen sobre el significante, se modifican a lo Estas notas son apenas un atisbo al intrincado mundo de los géneros y
largo del tiempo. El universo de significantes implica al mundo mundo m a t e - particularmente de la masculinidad. Son apenas unas ideas sobre sobre temas
destacados por el feminismo; son algunas implicaciones de la categoría de
género y su utilidad para comprender la masculinidad. También se señala
27
Desde luego que otras perspectivas se contraponen a este p lan t eamien t o , , por ejemplo, las propuestas
ron ciertos matices de las propuestas teóricas sobre la
la m a s c ó l a . , , i Se
perspectiva mitopoética de la masculinidad, se sustenta en otras premisas teóricas,
la perspectiva mitopoética
han observado algunas inconsistencias que requieren de un d eb e am t L
recurren a los arquetipos jungeanos que definirían desde un lugar del inconsciente co
lectivo lo que se considera masculino como un
como un carácter universal. En tai
En tai sentido, puede
pertinente m o s b , - t -
plio. Más que procurar consensos, parecería pertinente - » for
y Thompson (1993).
consultarse a Moorey Gillette (1993) y Thompson Ello reclama
talezas y limitaciones. Ello reclama un decidido trabajo en,[ v • • • que
54 SOBRE MASCULINIDADES
TES SOBRE V bO DE LA .WDAD?:
AWNTB PARA ÜM DISCUSIÓN 55
revise t em át i cas diversas, que permita poner a prueba ios planteamien GlLMORE, David
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58 DEBATES SOBS:
SOBS: MASCUUNBMDB TRANSFORMAR LAS MASOJUNIDADES Sl
de autoestima
sentido de autoestima como jóvenes mujeres. las mujeres.
De alguna forma, es preciso reflexionar sobre el tipo de apoyo que Esta forma de la política masculina, impulsada por el compromiso
necesitan los niños en su transición a la vida adulta y a las incertidumbres que tiene con la terrible violencia que los hombres comúnmente ejercen
relacionadas con lo que significa ser un hombre en el mundo contemporá sobre las mujeres, sabe con claridad a lo que se enfrenta. Insiste en que
En pa i t e
neo. En e se . traer
traer de un elemento
elemento cultural
cultural que se
se relaciona
relaciona con el los hombres se responsabilicen de lo que durante tanto tiempo se ha nega
diálogo continuo entre las generaciones. Sin embargo, junto a la desapari do. Sin embargo, el foco de la aproximación se queda en el sufrimiento
tantas industrias
ción de tantas industrias tradicionales, los padres no pueden ya heredar femenino y dice muy poco sobre la experiencia masculina. Como ya lo
una profesión a sus hijos. Al acabarse las relaciones de aprendizaje de indiqué en Man Enough, debemos ocuparnos de
1
de los
los abusos del poder
el contexto
oficio, el contexto en el cual pudiera darse un diálogo entre hombres jóve masculino y la violencia que se ejerce sobre las mujeres. Debemos romper
con trar;gerencia
nes y viejos con trar;gerencia de habilidades va también desapareciendo;
la consecuencia es es eo e los jóvenes de clase obrera se vuelven más depen
los s i s t e e . ..s
dientes de los . ..s de educación formales, de los cuales sus padres y Víctor Seidler, Man Enovgt: Embodiying
1
Embodiying Masen, inities, Londres, Sage, 1997.
sentía solo y excluido, podía buscar la compañía de otros hombres en el Al reflexionar sobre la experiencia de los hombres, podemos apreciar las
trabajo o involucrarse en relaciones que, al mantenerse en secreto, le pro tensiones que ellos sienten entre su vida íntima y su trabajo. No sólo se
porcionaban la intensidad que su vida no tenía. Es común que los hijos no trata de tener "tiempo cualitativo" con sus hijos/as durante el fin de sema
puedan identificar el contacto que les faltó en las relaciones
relaciones con sus pa na. También se trata de escuchar lo que los niños/as quieren y necesitan y
d r e s , , aunque ahora ya reconocen que quieren mayor contacto emocional de revisar la
de revisar la igualdad de de géneio
géneio para que sean incluidos. Además, es nece
con sus propios hijos/as.
sario reconocer lo importante que es, tanto para ios hombres como para
A menudo, en Gran Bretaña, lo que verdaderamente resultó ser trans los niños y las niñas, que los padres se involucren día con día con sus hijos
formador fue la presencia cada vez mayor de los padres durante el embara e hijas. Para esto debemos aceptar que necesitamos volver a pensar la
zo cíe sus compañeras y, después, en el nacimiento de
nacimiento de los/as hijos/as. Los naturaleza del trabajo posindustrial y el equilibrio, tanto en el caso
naturaleza caso ae
ae los
jóv ene s pad res que ría n inv olu cra rse má s y se se ntí an inc ómo dos cu an do hombres como en el de las mujeres, entre el tiempo de trabajo y el de la
se les
se les obligaba a regresar a trabajar después de limitadas licencias de pa vida iririma.
vida iririma. En parte, esto supone que los hombres reconozcan el "trabajo
ternidad. Esto resultó devastador para las mujeres, quienes se quedaron e m o c i o n a l " necesario para sostener una relación sexual duradera.
; ••'.•vt--malmente,
malmente, .o
.o s hombres -i-•--•den a psr:jar q -s sus relaciones son rras proyectan cierta imagen pública de sí mismos. En algunos casos, cuando
sólo „ i i contexto q,;e se da por sentado. A un c u a n i o suelen decir que temen que si muestran lo que sienten ante otros serán rechazados, desa
"trabajan para sus familias", las identidades masculinas siguen organizán rrollan cierta angustia inter na. El enojo puede volverse contra uno mismo,
dose alrededor del trabajo, por lo que los hombres pecas veces saben el lo cual se refleja en el alto porcentaje de suicidios de hombres jóvenes que
tiempo, la atención y el esfuerzo que se necesitan para mantener una rela se registra casi como un fenómeno mundial. Pudiera parecer mejor suici
ción a largo plazo. Es común suponer que se trata de una labor que las darse que mostrar ante los y las demás que se está desesperado.
mujeres deben realizar en las relaciones heterosexuales; se trata de un
trabajo invisible que las mujeres cada vez se encuentran menos dispuestas
a realizar, ya que ahora esperan emoeionalmente más de una relación que LA S T E C N O L O G Í A S
lo qu e las generaciones anteriores esperaban. Es muy importante no gene
ralizar y considerar que estas cuestiones son propias de contextos cultura Las personas jóvenes sienten que, debido a la globalización y las nuevas
les e históricos específicos. Las viejas leyes vascas permitieron que las tecnologías, viven en un mundo muy diferente que las generaciones ante
mujeres heredaran las tierras y que, por lo tanto, sostuvieran fuentes de riores no pueden comprender; así, el espacio entre las generaciones se
poder femenino dentro de la comunidad. Una vez más, es necesario que amplía. Con la nueva tecnología de las telecomunicaciones y de software,
aprendamos de la experiencia de Ios/as demás y reflexionemos sobre este el tiempo parece comprimirse porque l as personas jóvenes se encuentran
tipo de cuestiones en contextos culturales específicos. sobreestimuladas y ansiosas por estar "en contacto" con toda una red de
Cuando nos referimos al poder y la diferencia, no sólo pensamos en conexiones que siempre está en movimiento. Vivimos en una cultura que
las relaciones que se dan entre hombres y mujeres, sino que también de se mide en milésimas de segundo y que redefine las relaciones entre las
bemos incluir sexualidades diferentes y relaciones complejas que separan culturas urbanas y rurales: el concepto de lugar no tiene ya el mismo peso
a diversas masculinidades. No podemos olvidarnos ce las cuestiones de que antes. En una sociedad de 24 horas por siete días, que no se detiene
clase, cultura, "raza" y etnias, y las formas en las cuales dichas cuestiones nunca y en la cual hemos creado herramientas para aprovechar al máximo
generan relaciones de poder y acreditación entre diferentes masculinidades. el tiempo y el trabajo, es fácil sentir que tenemos menos tiempo para noso
En una reciente discusión entre un grupo de hombres quedó claro que tros/as mismos/as y nuestras relaciones que el que tuvieron los demás se
algunos de los que provenían de clases obreras no podían imaginarse a sí res humanos a lo largo de la historia. El correo electrónico puede ser muy
mismos asistiendo a la universidad. No se trataba de una posibilidad in conveniente, hasta que nos encontramos contestando frenéticamente una
cluida en el mundo social que habitaban, que en cambio sí consideraba cadena de correos interminable. El teléfono celular nos ahorra tiempo,
cuál oficio seguirían. excepto cuando de repente nos encontramos potencialmente al alcance
de cualquiera que exija nuestra atención. Apagamos la computadora y des
De la misma manera en que hemos aprendido a pe ns a rl a s diferencias
c one c t a m os el teléfono para tener un espacio propio; el resultado es que
entre las mujeres, también hemos aprendido a pensar las diferentes mas
culinidades. Así como las mujeres descubrieron la libertad para explorar lo nos preocupamos por todo lo que nos estamos perdiendo.
que quieren y necesitan para ellas mismas, sin importar los juicios y eva Las nuevas tecnologías han puesto a circular masculinidades globales
luaciones de la masculinidad dominante, así también los hombres necesi que exhiben imágenes con las cuales los jóvenes aprenden a identificarse.
tan darse el tiempo y el espacio para explorar las formas heredadas de la Adoptan cierta imagen pero, ai mismo tiempo, puede serles difícil expre
masculinidad. Se trata de que los hombres aprendan a nombrar las mas sar lo que les ocurre, ya que con ello comprometerían la imagen que han
culinidades específicas que, al crecer, siempre dieron por sentadas. Esto decidido seguir. No deberíamos sorprendernos de que las enfermedades
pudiera ser difícil en un periodo de ¡ncertidumbre en eí cual se han fractu relacionadas con el estrés aumenten de manera drástica en todo el mundo
se ve amenazadas. Aprenden a esconder sus ..::sied;,(. es y miedos, mien- tos relacionados con el estrés. Como jeremy Rifkin, autor de The Age oj
2
J.-rerny Rifkin, The Age o}Access: The New of l'. yacapitalism, U «ere All cfLife
cfLife is a Petd
}n< Exp erience, Nueva York, J. E Tarcher
Tarcher & P a t m a n , , 2000.
& P
Í L T I E M P O
O E N M A S C U L I N O
N E S T A D Í S T I C A S )
U N A V I S I Ó N I N T R O D U CT O R I A ( C O N 1
partir del
A partir del informe de 1995, el Programa de Naciones Unidas para el
Desarrollo ( P N U D ) pe rmi t i ó afirmar
2
ó afirmar con certeza que, conforme a los indi
cadores oficiales y la metodología elaborada por el grupo que encabezó
Mahbub ul
Mahbub ul Haq, "no hay actualmente ninguna sociedad donde las muje
res dispongan
res dispongan de las mismas oportunidades que los los h o m b r e s " . 3
diario que los hombres. Si bien en general éstos consagraban entr e ocho y
*Este articula originalmente se publicó en el Vil Congreso Español de Sociología, Socio
logía del T i e m p o - C E J I C H - U N A M .
1
Las propuestas y conclusiones teóricas de esta contribución son un primer desarrollo de
"La dimensión social del género: posibilidades de vida para mujeres y hombres en el pa
triarcado", en el tomo 1, páginas 335-338 de la Antología de la sexualidad humana, C. J.
Pérez Fernández y E. Rubio A. (coords.), ¡.léxico, Conapo, 1994.
México, Haría, 1995.
2
;
? 35.
' informe presentado por Moisés Hernández, 1994, en el Cent ro de Encuentros y Diálo
gos, A.C., Cuemavaca. Sobre la resistencia de Sos hombres al cambio, véase mi trabajo
VrbrkAmong Pilen in Latía America: inrcakations and Practicas, Results and Experiences,
Experiences,
Lieja, Intemaiionui Union for the Scieréeic Srudy of Population, 1998.
labores, ni nguna
diez horas diarias a sus labores, nguna mujer lo hacía menos de doce (¡os trabajos invisibles repesentan los mismos
hombres 49 por ciento (¡os trabajos
horas, y buen númer o de ellas alcanzaba hasta q u i n c e . . Los señores busca
hasta q porcentajes que en ios países en desarrollo).
ban ajustar sus cálculos y formulaban explicaciones y justificaciones. Cuan
do se dieron cuenta de que el mismo problema se había presentado en son diferentes
Los promedios se obtuvieron de datos que son diferentes en cada país
todos los grupos y lo discutieron ante todos y todas, entr e enojos y bromas examinado. Veamos:
acabaron por aceptar que acarrear varias veces al día dos baldes con quin
ce litros de agua cada uno a una distancia de varios kilómetros requiere, al a) En las zonas urbanas de los países en desarrollo,
desarrollo, por cada 100 ho
menos, tanto esfuerzo físico como trabajar con el arado; los más lúcidos ras de trabajo masculino, las mujeres mujeres t ra baj a s: en
en Kenya 103; en
concluyeron que algo tenían que hacer para transformar la situación. Pero, Nepal 105; en Venezuela 106; en Indonesia 109 y en Colombia
no obstante las desavenencias conyugales que la investigación produjo y 112.
los compromisos por el cambio negociados al final del taller, en aquella b) En las zonas rurales, los tiempos de trabajo j o s t r a d o s s por cada
comunidad todo seguía más o menos igual cuando el P N U D publicó su 100 horas de trabajo masculino son en Banglaáesh
en Banglaáesh 1 1 0 ; ; en Guate
i/iforme previo a la Conferencia de Pekín. Nepal 1 1 8 , , en Filipinas
mala y en Nepal Filipinas 121
121 y en Kenya 135.
Para este informe, se examinó una muestra del uso del tiempo en ca c) La distribución del tiempo de trabajo trabajo femenino
femenino se registró así en
torce países industrializados,
industrializados, nueve países en desarrollo y ocho de Europa los países industrializados: en Finlandia 105, ra Estados Unidos
del este, elegidos por la disponibilidad y la la confiabili
confiabilidad
dad de la información. 1 0 6 , , en Noruega
Noruega 1 0 8 , , en los Países Bajos
Bajos 1 0 9 , en Francia 111
, en Francia 111 y en
El tiempo se midió en promedios semanales y mensuales de las horas y Italia 123.
minutos diarios, y se dividió, por un lado, en el dedicado a las llamadas
actividades no económicas y económicas productivas, y por otra, en el Por
Por otra parte, el mismo informe del P N U D ' permite ver que en la
dedicado a las actividades
actividades productivas destinadas al mer cado (que se co m conducción del mundo los hombres ocupan 94 por ciento de los puestos
putan en el Sistema de Cuentas Nac ionales, SCN, de la ONU). m i n i s t e r i a l e s , 90 por
90 por ciento de los escaños parlamentarios y 86 por ciento
los d e t a l l e s , resumo algunas de las conclusiones
Sin entrar en todos los 5
de los
de los puestos administrativos y y ejecutivos.
ejecutivos. Además, 62 por ciento de la
pertinentes para este trabajo: llamada población activa activa la integran los hombres, quienes abarcan 54 por
ciento de la matrícula escolar en sus tres tres n i v e l e s .
8
a) En los países en desarrollo, las mujeres realizan 53 por ciento del Hasta aquí este panorama cuantitativo que sustenta la definición del
tiempo total dedicado a todas las actividades económicas, y los hom tiempo masculino como tiempo patriarcal.
bres 47 por ciento.
b) De ese tiempo económico femenino, sólo 34 por ciento se registra
en el SCN, mientras que del correspondiente masculino se registra 76
por ciento (66 por ciento del trabajo de las mujeres y 24 por ciento 7
P . 55 y 68-70.
P
variaciones en los promedios anuales. En el informe 2000 —con datos de 1998— (Méxi
cj En los países industrializa dos, el tiempo total dedica do por las mu
co, Mundi Preasa), se constata que mientras las tasas brutas Je la matricula masculi
za 51
jer es a las activ idad es eco nó mic as alcan za 51 por ciento, y por los
na tienden a igualarse y en algunos países a disminuir en relación con la femenina, y
que aunque la tasa de alfabetización de adultos tiende a equilibrarse —aunque en
5
Conmutables en las pp. 97 a 1 1 1 . varios países más hombres están alfabetizados y en ningún país sucede lo contrario—,
6
Por memoria: Sobre la invisibilidad del trabajo femenino, vista como crítica de ¡a eco el porcentaje mínimo de escaños parlamentarios ocupados p er hombres es menor de
nomía y que antecede casi en una década a ¡os trabajos del PNUD, he hallado de Ra 65 por ciento, que en la mayoría de los países con fuerte presencia femenina rebasa 75
món Nemesio, "La mujer y la ciencia: economía", en Liberación y utopía, edición de por ciento, en b mayoría se ubica alrededor del 80 por ciento y en un buen número
María Ángeles Duran, Madrid, Akal, 1982, pp. 169-193; de M. A. Duran he revisado está por encima del 90 por ciento. En 2 0 0 1 —con datos de 1999— (México, Mundi
"El trabajo invisible en las cuentas de la pación" (que cita otras contribuciones suyas Prensa) se vuelven a hallar tasas de alfabetización masculina mayores que las femeni
que van de 1988 a 1996) en Las mujeres y la ciudadanía en el umbral del siglo XX!, na;,, y las de matrícula iemenina combinada ligeramente superiores; pero los porcen
editado por Paloma De Vilioka, Madrid, Estudios Complutenses, 1998. tajes de escaños parlamentarios y puestos ejecutivos son prácticamente idénticos.
70 EL TIEMPO EN MASCULINO 71
DEBATES SOSRE MASCUUNIDADES
DEBATES
12
Aunque hay antropólogos y antropólogas que sugieren su surgimiento a partir de la revo desde perspectivas excluyentes, a formas de ser, de pensar y de sentir res
lución neolítica, la aparición de especialistas, ia guerra como empresa ofensiva y defen
tringidas por sistemas intelectuales y efectivos segregados, a la integración
siva y la estratificación social. Es decir, la explotación. Pienso, por ejemplo, en Cordón
Childe y Leakey; algunas investigadoras consideran que la primera opresión fue ia de las
mundos —t i empos y
diferencial en mundos —t empos y e s p a c i o s —
— propios, en círculos obliga
mujeres. Godelier afirma que inició su desarrollo en sociedades preclasistas y preestatales. en ellos.
torios o vedados, para incidir en ellos. Siempre bajo la égida de d e f i n i c i o -
nes políticas de comando y obediencia, de dominio y sujeción, y, en medi migenio tuvo a alguien para imponerle el poder de su dominio viril. La
migenio
das complejas
complejas y muy diversificadas, de acción como actores, pacientes o mujer original debió nacer del cuerpo de aquel varón para que todos los
agentes del principio universal del dominio genérico. hombres pudieran ejercer sus atributos sociales sobre todas las mujeres.
\ ^ Los atributos de cada especialidad se valoran como superiores o infe Ellos ya no podrían parir como lo hizo solo el primero, y sobre la sed feme
riores, dignos de respeto y prestigio, base de privilegios y canonjías, o bien nina de conocimiento instituirían el pecado y su punición. Para ello, el
de invisibilidad, indiferencia, desprecio, desvalorización o degradación. advenimiento de la primera mujer tenía que producir un nuevo tiempo
En cada universo sociocultural, la especialización no es simple distribu caótico, tiempo también eterno, en el que los hombres deben intervenir
ción de tareas o roles, sino, antes que otra cosa, clasificación valorativa de siempre y en todo para restaurar permanentemente el paraíso perdido por
los sujetos, de sus tiempos, así como de su actuar social y cultural. de s a b i d u r í a . '
el indeseable deseo de 4
sente y omnisciente, cedió al hombre, a un hombre, a los hombres hechos dominación, la racionalidad y la v i o l e n c i a , , la conducción de! prójimo y
a su imagen y semejanza, su poder para nombrar y ordenar. Fijó así la
concepción primigenia del tiempo masculino, tiempo de creación y de
apropiación del universo, de clasificación y organización: el tiempo de tal
14
La serpiente se halla en todas las mitologías mediterráneas cono representación de la
sabiduría y en relación con mujeres y deidades femeninas (Kore en sus múltiples ante
especialización es de establecimiento de normas, de sistematización jerár
cedentes, advocaciones y derivaciones mediterráneas). Los mitos micénicos prepatriar-
quica del universo con base en valores de incuestionable fundamento cales son más antiguos que los semíticos patriarcales, posteriores al olvido de la deidad
masculino, tiempo también de vigilar y juzgar el cumplimiento de las reglas femenina que aparentemente acompañó en épocas remotas al creador que luego se
y de sancionar a quienes las infringen. Pero, siguiendo siempre este mito llamaría Jehová, y en cuyo lugar quedó Eva para quien la serpiente fue seducción y
fundacional básico, la creación sólo pudo concluir cuando el hombre pri- embaucamiento. Véase la obra de Gerda Lerner, The Creation qfPatriarchy, Nueva York,
Oxford University Press, 1986, y de Riane Eisier, El cáliz y la espada, Santiago de Chile,
Cuatro Vientos, 1990.
15
Aun la creatividad de las mujeres es considerada un atributo masculino al que ellas
13
/tefe™, p. 193. pueden tener acceso. Recuérdese, como ejemplo, lo que julio Cortázar afirma en
las
las decisiones sobre las vidas propias y a j e n a s , , las instituciones y su mane cil,
cil, si no imposible, cumplir todas las exigencias de los paradigmas patriar
as di idades y
jo, la c om uni ca ció n c on l as idades y la conducción de los rituales
los rituales en
en que cales que definen, en el sentido común y en la propia exigencia (conscien
se crean y recrean comunidades e identidades; la definición de ideales y te o no), al deber ser un hombre íntegro, un hombre de verdad. 17
tos de la historia.
La situación y el tiempo específicos de cada hombre conjugan su asig El pequeño patriarca puede serlo en ciertos espacios y durante ciertos
las determinaciones
nación genérica con las determinaciones de su edad, sus habilidades y sus tiempos, sea por delegación de instituciones o patriarcas de mayor jerar
condiciones de clase, sus posesiones, los poderes que ejerce y padece en plenamente sólo
quía, o plenamente sólo en los espacios de la domesticidad. Ahí ejerce sus
la práctica; sus afiliaciones étnica, nacional, religiosa y política; los mo poderes de dominio y puede sentirse y ser reconocido como hom bre comple
mentos concretos de su época de vida y las relaciones realmente vividas to aunque esté sometido él mismo a patriarcas de mayor poder. Los otros
con otros hombres y con las mujeres. De esta compleja conjugación sur patriarcados sólo se construyen y se consuman en los espacios y los los tiem
las masculinidades
gen las masculinidades y los tiempos vividos en el orden patriarcal. pos públicos. M ientras más amplios sean éstos, más complet o y verdadero es
Obviamente, no todos los hombres son plenamente dueños y señores el hombre que los abarca y los controla.
de su tiempo, de sus vidas, de sus mundos, del mundo. Todo depende de En su análisis pionero de los procesos de la formación de las masculi
cómo les haya rendido el tiempo al ocupar y alcanzar posiciones públicas nidades, Maurice Godelier muestra que la preponderancia de los hom
19
de dominio. Prácticamente todos tienen acceso al dominio en la dimen bres radica en el acceso que tienen a los medios de producción, en el lugar
sión doméstica y privada, aunque aun ahí a la mayoría le resulta muy difí- en l os
que se han asignado en l os procesos productivos y en las formas en que
controlan los privilegios del consumo.
La igualdad básica entre todos los hombres frente a las mujeres, y "los
México, SigloXXI,
en ochenta mandos, México,
su La vuelta al día en ochenta SigloXXI, 197 8 , acerca
, acerca de las caracterís mismos mecanismos que instituyen esa igualdad con la misma intensidad
ticas masculinas de la lectura lectura .que
.que poseen quienes hacen de cada obra literaria un
mundo propio, autónomo de! propuesto por el autoro el autoro la
la autora), y las femeninas (las del
"lector hembra" que sólo reproduce lo postulado en el texto). Me parece pertinente 7
En Manhood
Manhood in
in the Making, David D. D. Gilmore
Gilmore presentó en 1990 (New Haven, Haven, Yale
recordar qu e Andrei Tarkovsk;. d e f i n i ó su
recordar qu arte corno
su arte corno el de Esculpir el
el tiempo (libro de
(libro de Liniversity Press)
Liniversity Press) las características requeridas a estas categorías en 80 culturas de todo
1986, publicado en
publicado en español en 1993 por la U N A M , México). el mundo.
Véase mi contribución "La espera, el tiempo de los oprimidos", presentada en el congre
6
8
en la nota
De mi trabajo citado en la nota 1, página 372.
so 11 temvo
temvo e il sacro, Flo r en cia, 198 6,
e il 6, publicado el
publicado el año
año siguiente en la revista Altes de 9
de grandes
La producción de grandes hombres. Poder y dominación masculina
masculina entre los
los hanya de
hanya de Nue
hay
hay 1: 27-40, México. Madrid, Akal,
va Guinea, Madrid, Akal, 1986 (el original francés se publicó en París, Fayard, 1982).
digma masculino, base del poder más destructivo de las personas que
lo oa decen
lo oa decen y el más enajenante de las que lo asumen y ejercen. El sexismo
La condición masculina y los privilegios asignados a los hombres en el es la forma más amplia de opresión, la que siempre está tras todas las
patriarcado generan su enajenación o alienación. demás. En el mundo y el tiempo patriarcales del dominio, la opresión y la
Esta es una propuesta teórica basada en la tesis de que los/privile enajenación, el sexismo es la herramienta de la autoconstrucción y la auto-
gios de género provienen de la expropiación (enajenación) (enajenación) m o n o p o l i z a d o - afirmación enajenadas de los sujetos y de los géneros.
afirmación
ra de todos los recursos sociales y culturales que no se permite poner al La condición genérica de los hombres es más más vivible
vivible que la de las
alcance de las mujeres (incluyendo, para matizar, aquellos que se les per mujeres porque, aunque enajenada, es una condición de dominio, mien
miten de manera limitada y, por tanto, no como privilegios congénitos), y tras que la de ellas es una condición de opresión. Es así como queda esta
que hacen a todos los hombres portadores y beneficiarios de la opresión blecida la asimetría genérica que se concreta en el hecho de que las posi
genérica. bilidades de vida para hombres y para mujeres para mujeres son desiguales, inequitativas
Todos los hombres pueden gozar de las ventajas que se les ofrecen e i n j u s t a s , , es decir, asimétricas.
como recompensa por la permanente tensión que les ocasiona la obliga enajenación i n v i s i b i l i z aadd a , , todos los hombres, por su condi
En su enajenación
ción de poseerlas si cumplen con los atributos suficientes de la masculini- ción genérica, tienen poder de dominio (potencial u operante) sobre to
dad h e g e m ó n i c a ; ; tal es la vía por la que se les enajena permanentemente das las mujeres. mujeres. Est e e se les ha otorgado desde su asignación de género
la posibilidad de construirse como seres humanos plenos y de construir la como don permanente. Pero es insuficiente por sí mismo para sobrevivir
equidad y la igualdad de los géneros: en cada acción masculina se deja en las relaciones entre sí. En sus relaciones i n t r a g e n é r i c a s , , los hombres
una parte de las posibilidades masculinas de construir la humanización del patriarcado están obligados a construir y ejercer otros poderes. En el
individuo. As í se cultiva la
igualitaria y libertaria de la humani dad y de cada individuo. As proceso en que lo hacen, deben someterse a su vez, de diversas maneras,
propia enajenación en lo que he descrito como estructura de la alienación al dominio de hombres más poderosos. Así, el proceso y su concreción
generalizada.
Considero que esta propuesta teórica, al desarrollarse con todo el ri son ambivalentes y las las masculinidades
masculinidades que producen sólo pueden ser
enajenadas.
gor que exige, será parte fundamental de la filosofía y de la ciencia del La enajenación, definida en principio por la asignación de género, se
feminismo, y por tanto de la teoría y de la perspectiva de género. Así for construye, se reproduce y se amplía a lo largo de la experiencia vivida por
la construcción de
mulada, incluye la certeza de que la construcción de la equidad es posible cada hombre. En ella, es posible distinguir, como tendencia, las siguientes
en concordancia con el conjunto de los planteamientos feministas, he- etapas
etapas formativas,
formativas, de ejercicio y decadencia:
c) Aquella en la que cada hombre decide por cuál masculinidad
en masculinidad opta, b) La atención al correr del tiempo masculino masculino se c e r e e i en la convic
poderes ejercerá
qué poderes ejercerá y a cuáles privilegios n
privilegios n o renunciará; este mo cualquier actividad
ción de que cualquier actividad o conducta identificada cultural-
mento coincide aproximadamente con la asunción asunción personal y el ment ee como femenina va contra natura y degrada al hombre que
reconocimiento social de la edad adulta (incluye la edad de la ciu las realice o actúe.
dadanía, la época deseable para el matrimonio, la toma de cada c)
c) Una buena porción del tiempo de vida de cada hombre — t i e m
quien a su propio cargo y, desde luego, las formas masculinas de po emocional y y a f e c t i v o —
— se consagra a evitar
evitar sentir
sentir (o al menos
homosexualidad, comprendidas en las posibilidades culturales expresar y reconocer) las emociones que tengan la más mínima
del deber ser y del poder ser, contrapuesto al mandato cultural he- semejanza o hagan la más remota evocación de sensibilidades o
gemónico). identificadas c u h u r a i m e n t e
vulnerabilidades identificadas e corno femeninas
d) Aquella en que, asumida plenamente cada masculinidad, se em o feminoides.
maneras s u f i c i e n t e
prende su ejercicio integral y se enfrentan de maneras d) El tiempo masculino más preciado, y el mejor invertido en la enaje
mente adecuadas los conflictos de la cotidianeidad de cada hom nación viril y en la identidad básica, es el que dedican los hombres a
bre: es la madurez masculina. aprender y ejercer la capacidad de de dominación
dominación y de triunfo.
e) Aquella en que el envejecimiento y otros tipos diversos de desgaste e) La misma característica tiene el tiempo en que se forma la dureza
orgánico y social limitan a los hombres en el cumplimiento de su de cada hombre que es uno de los rasgos masculinos de mayor
mandato cultura! y segregan a los mayores de quienes se hallan en valor.
plena realización: es la vejez, época de crisis de la virilidad y de la /)
/) La plenitud y la madurez comienza a alcanzarlas ccada ada hombre cuan
h o m b r í a ; debe coincidir aproximadamente con la viropausia
viropausia o an- do asume y practica los roles centrales de procreador y padre, al
d r o p a u s i a , , con la jubilación, el asilo y las depresiones típicas de un menos en potencia, y de proveedor, y mientras los defienda como
periodo en el que buenas dosis de a i s l a m i e n t o , , abandono, nostalgia privilegios exclusivamente masculinos.
y recuento de frustraciones alternan, en el mejor de los casos, con g) El tiempo real de la convivencia es el estipulado para la compañía
muestras de respeto y reconocimiento o de hartazgo y desprecio. con otros,
de unos hombres con otros, excepción hecha del tiempo de las
las re
Como quiera que sea, es la antesala de la muerte y la lejanía de los laciones heterosexuales, preferentemente genitales, que constitu
tiempos de plenitud. yen la vía virtual y casi única para estar cerca de las mujeres. La
unión sexual se da también en el tiempo real del ejercicio del po
las tres
Pero en las tres o cuatro décadas en que la la ilusión
ilusión de ser hombres der, de su potencial de paternidad y de obtención de placeres, así
completos puede provocar la satisfacción masculina, eí tiempo de la ena como el de demostración de la propia virilidad (capacidad, compe
je na ci ón ti ene otr as c a r a c t e r í s t i c a s : 22
tencia y éxito) ante otros hombres.
masculinidad, vivible en
h) El tiempo supremo de la masculinidad, vivible en las circunstancias
enajenación virilizadora
a) El tiempo en masculino y el lempo de la enajenación que cada quien percibe como de excepción épica, es el de las situa
giran
giran en torno de la certeza de que los hombres son sustancialmente ciones extremas en que hay que acabar con la vida de otros hom
diferentes de las mujeres, y que los hombres de verdad son superio bres o dejarse morir a manos de ellos, pues en esas ocasiones se
res a todas ellas y a cualquier hombre que no se apegue al mandato anula toda cobardía y se pue de alcanzar la calidad del heroísmo y el
cultural de la masculinidad. honor personal
sacrificio por el honor personal y por la patria o ii causa, que es
siempre masculina (la (la matría
matría sería femenina, pero sus tiempos y
espacios no se ubican en la historia, sino en la cotidianidad, es
22
Como las las que que ha enumerado
enumerado Harry Christian
Christian en The Makmg ofAntisexist Men, Lon decir, en la naturaleza y no en la civilización, y sus causas sólo son
dres, Ro u t lcd g e,
dres, e, 1994, p. 12, y que, como ahora, he parafraseado de diversas maneras, causas ¡masculinas).
mortales si en realidad son causas
por ejemplo, en
por ejemplo, en "Metodología de género en los estudios de de h o mb r es,
es, de masculinidad o
de ventana, 10 , Universidad de
de m a s c u i ' - i ddaa d e s " La ventana, de G u a d a ñ a r a , , agosto de
de 1999,
1999, "El
feminismo y tos h o mb r es" , R¿%-;m de k Universidad de México, roayo de 2000, y en "¿Y
los hombres :vaéT,MeridiaTi, 21 y 22, Sevilla, 2 001 .
T T E M P O D E .A L T ERN A T I V A S Y D E T R A N S F O R M A C I Ó N 23
Poulain publicó tres obras (en (en 1673,1674 y i 6 7 5 ) que se enmarcaron
25
denaron a partir de Jos tiempos masculinos de las llamadas guerras mun El título del segundo de sus libros indica, como lo señala Celia A m o r ó s ,
diales y de la destrucción, que les permitió percibir la posibilidad de su el propósito de derivar hacia los derechos de las mujeres, las implicaciones
autonomía y actuar en consecuencia. Pero esos cambios formidables (el de la crítica cartesiana del prejuicio, la tradición y el argumento de autori
surgimiento del sujeto histórico femenino, de la ciudadana que cons truye dad, así como del dualismo mente-cuerpo . Esta obra se dirige a las muje
- f q ú h á a y ' u e s ú irrupción
ú irrupción ey todos los ámbitos
ámbitos de
de la sociedad contemporá res, "aunque (sus consejos, dice Poulain) no sean menos útiles para los
nea), quizá los más profundos desde el renacimiento y la racionalidad eu hombres por la misma razón de que las obras dirigidas a l os hombres sir
ropeas, han sido cosa de mujeres y, aunque afectan profundamente a los ven igualmente para las
las m u j e r e s . .."En
. .."En las Conversaciones de 1674, Poulain
hombres, éstos no han dejado de percibirlos con menosprecio o, en el expone su ideario en las palabras de dos mujeres, Sofía, quien lleva "el
mejor de los casos, con indiferencia y con algo de temor, aunque con la nombre de la sabiduría misma", y Eulalia, "que habla bien" y de dos hom
esperanza de que Jar, aguas de las revueltas feministas vuelvan a su-
su- tran
tran bres, Timandro, "hombre ho nesto que se rinde a la razón y a y a l bue n sent i
quilidad original y eterna. Como si fueran caprichos pasajeros a los que de do", y Estasímaco, "pacífico [...], enemigo de las controversias (y) de la
que combatir
rodas maneras hay que combatir a menudo con acciones sangrientas. pedantería". Para él, siempre conforme a lo dicho por Celia y Ana Amorós,
Ante los desarrollos tecnológicos más vertiginosos, los cambios en la la relación orgánica entre igualdad y libertad incluye a las mujeres en los
condición y en el tiempo masculinos y en la conciencia política de las discursos filosófico y político, hasta entonces exclusividad masculina, y se
realidades culturales, se instituyen con la mayor de las lentitudes. anticipa en más de un siglo a Condorcet (Sobre la admisión de las mujeres
El análisis y la propuesta rigurosa de transformación del tiempo mas al derecho a la ciudadanía) y a Olympe Olympe de Goujes, quienes, en en 1790
1790 y
culino datan, en la mente de ¡os hombres, del último cuarto del siglo XVII, 1 79 1 , respectivamente, plantearon la igualdad en la educación y la exten
pero han avanzado muy poco hasta los inicios del X X I . 24 sión de los derechos del hom bre y del ciudadano a las mujeres.
En nuestra mo dernidad masculina, la formulación de la alternativa la
inició Francois Poulain
inició Francois Poulain de la Barre, autor del segundo epígrafe al inicio de
de Simone
la obra de Simone de Beauvoir ("debe sospecharse de todo lo escrito por 2 5
ios hombres acerca de las mujeres, pues ellos son juez y parte a la vez"). La primera es Discours physique et morale de l'égalité de deux sexes, où l'on
de se défaire des préjugés {Discurso físico y moral de la igualdad de
voit l'importance
de ios sexos, en el que se
advierte la importancia de deshacerse de los prejuicios, reeditada en 1984 en París, Fayard,
cuya traducción al español está en proceso de edición en el C E I I C H - U N A M) ; la segunda
se intitula De l'éducation des dames pour la conduite de l'esprit dans
dans les sciences et dans les
" La categoría alternativa la he definido en "Creación de alternativas y poderes democrá moeurs. Entretiens. (De la educación de las mujeres para dirigir el espíritu en las ciencias
ticos en el México de hoy", capítulo introductorio de Creación d e alternativas en México, y en las costumbres. Conversaciones, traducción
y notas de Ana Amorós, con un estudio
México, UNAM, 1999. Amorós , Madrid, Cátedra, 1993), y ¡a tercera, De l'excellence des
introductorio de Celia Amorós
- En las palabras y los proyectos de las mujeres se remontan, también bajo la égida de la hommes contre l'égalité des sexes (De la excelencia de los hombres contra la igualdad de los
razón ilustrada, a la última década del siglo XVlll, con la Declaración Universal de los sexos, de la que hay un ejemplar en la Biblioteca del Congreso en Washington).
Derechos de la Mujer y la Ciudadana, formulada por Olympia de Goujes —merecedora 2 5
Esta cita y las siguientes provienen de la presentación y anotaciones de Celia y Ana
por ello de la guillotina en el tiempo masculino del terror en la Revolución francesa— Amorós en la edición castellana del segundo libro mencionado. En mi artículo "Algunos
pe«> han evolucionado con enorme creatividad, riqueza, diversidad y alcances intelec hombres de El segundo sexo", en El siglo de las mujeres, Ana María Portugal y Carmen
to Jes y políticos desde ia publicación, en 1949, de Eí sepmdo sexo de Simone de Beauvoir, Torres (eds.), Santiago de Chile, Isis Internacional, 1999, resumí las tesis expuestas por
y hasta los días posteriores a la Conferencia Je Pekín en 1 9 9 5,
5, que Uegan hasta hoy. ambos filósofos.
En su última obra, redan > .o .ntes de dejar la sotana católica y ou e de aquellos que han abrazado por el motivo de las razones que les han
convertirse al protestantismo i>n
i>n t
t íreció los argumentos con que se
1
parecido las más convenientes y las más fuertes". De modo que, "como se
detracta a las mujeres y se aprueba limitar su educación conforme a la juzga que los hombres no hacen nada más que por la razón, la mayoría no
'honestidad' de su sexo, y los refuta. puede imaginarse que no ha sido consultada para introducir unas prácticas
Se ha considerado a Poulain precursor del feminismo y de la Revolu [...]
[...] implantadas
implantadas con tal universalidad que se imagina que son la razón y la
prudencia las que las han creado.
ción, así como autor del "Primer 'discurso filosófico antipatriarcal", con el
que emprendió la pragmatización de las implicaciones del cartesianismo
en el ámbito social, convencido de que la lucha contra el prejuicio ha de Así pues, en sus obras, Poulain trata "no ya de demostrar more deduc
tener virtualidades reformadoras no sólo en las ciencias, sino también en tivo la igualdad entre los sexos como idea verdadera, sino de potenciarla
las costumbres, es decir, en lo que para Gramsci sería "la concepción del como sentimiento moral con virtualidades en orden a la transformación de
mundo que se expresa implícitamente... en todas las manifestaciones de las costumbres."
la vida, individuales y colectivas " , filosofía y praxis cotidiana.
27 En sus términos, las mujeres están tan convencidas de su desigualdad
En palabras cartesianas, y como formulación ética y política, siglo y e incapacidad que hacen virtud no sólo de soportar l a dependencia, sino
medio más antiguas que las de! italiano, para Poulain "el conocimiento de creer que está fundada en la diferencia que la naturaleza ha establecido
verdadero del bien y el mal no puede reprimir ningún afecto en ía medida entre ellas y los hombres. Poulain adelantó a sí una cuestión fundamental
en que ese conocimiento es verdadero, sino sólo en la medida en que es para El segundo sexo, y planteó que la diferencia no es fundamento de la
28
considerado él mismo como un afecto". Esta afirmación resulta ineludible desigualdad. Ambas concepciones resultan imprescindibles en el recono
cuando se emprende cualquier análisis de la condición masculina yd e las cimiento de las mujeres como sujetas y para su construcción como tales. Y
relaciones y los tiempos vitales ele los hombres. en la toma de posición tanto como en la espontaneidad de las actitudes de
los hombres en su relación entre ellos y con las mujeres. Vale decir, en el
El planteamiento de Poulain puede resumirse así: el ancestral prejui
proceso masculino de desenajenación, transformación del tiempo y parti
cio de la desigualdad de los sexos es el más obstinado; si se refuta sobre la
cipación real en l a edificación de l a equidad y la libertad.
premisa de que l'esprit no tiene sexo, podrán refutarse los den ... y
La visión de Poulain acerca de los orígenes de la desigualdad y de lo
habremos contrastado las condiciones de posibilidad, no sólo lógicas sino que es posible designar como la especificidad masculina del tiempo, se
pragmáticas de de [...]
[...] la ampliado [...] al ámbito de
la lucha contra el prejuicio ampliado [...] resume así:
prejuicio [...] está arraigado en intereses, configura
la praxis social [...]. El prejuicio [...]
actitudes, troquela conductas y determina ofuscaciones: no basta con argu mundo [...]
En la primera edad del mundo [...] todos
todos [los seres humanos eran iguales,
mentar [...]. La reconstrucción de los argumentos y de la tópica del adver justos y sincero
sinceros y solamente tenían p or regla y por ley el buen sentido. Su
por
sario [...] [es]
sario [...] [es] algo más que un ejercicio retórico [...]: la liberación del inte justicia [... ] Pero a partir del
moderación y su sobriedad eran la causa de su justicia [...
rés de la razón frente a las razones de los intereses ha de ser objeto de momento en que a algunos hombres, abusando de sus fuerzas y de su ocio, se
convicción capaz de reorientar ias voluntades y de compensar las inclinacio les ocurrió querer someter a los demás, la edad de oro y de libertad se trocó
nes contrarias
Agrega Poulain: Simone de Beauvoir la subraya cuando, en los epígrafes del tomo 2, contrapone a Kier-
kegaard, uno de los iniciadores del existencialismo, con Sartre, el existencialista más cer
entre todos los prejuicios, n i n g u n o [...] [es] aquel que comúnmente se tiene cano a ia autora. Dice el primero: "¡Qué desgracia ser mujer! Y cuando se es mujer, sin
sobre la desigualdad de ambos sexos". Las "opiniones diversas [...] no se emb ar g a, en el fondo la peor desgracia es no comprender que es una desgracia", y respon
fundan sino en el interés o en la costumbre, y y [...]
[...] es incomparablemente de el segundo: "Semivíctimas, semicómplices, como todo el mundo". Él sabía bien de lo
más difícil librar a los hombtes de los sentimientos e n los que e s t á n sumidos que hallaba y es muy probable que relacionara ese aforismo con la forma en que compar
tió su vida y su obra con Simone de Beauvoir; ella, tras su legendaria derrota intelectual de
1929 ea el jardín parisino del Luxemburgo, resolvió que sólo podría ser primera, después
de Sartre. De invaluable valor también a este respecto es la obra de Toril Moi, Simone de
" ff materialismo storico e la fibdo&i ¿i Sanah-tto Croce, T u ra i , Einaudi,
Einaudi, 1 % 4, p. 7. Beaurok The Making ofan ¡ntellectual Woman, Oxford, Basi ¡Jlackweü, 1994.'
The Making
en una ?dad de hierro y servidumbre. Los intereses y los lk.-.%* se confun cambiado la era del ti-r.npo en masculino: se puede expresar optimismo o
dieron c e tal manera por la dominación que algunos solarnen.t- ¡.-adieron-ir p e s i m i s m o al r e s p e c t o , pero sin duda nadie piensa que esto sucederá an
dependiendo de los otros. Y esta confusión fue en aumento a vaedida que se tes del final de los t i e m p o s .
iba alejando del estado de inocencia y de paz, produjo la avaricia, ia ambi
ción, la vanidad, el lujo, la ociosidad, el orgullo, la crueldad, la tiranía, el
engaño, ¡as divisiones, las guerras, la fortuna, las inquietudes, en una pala
L T I E M P O
E P Í L O G O S O BR E E L O A C A D É M I C O
bra, casi todas las enfermedades del cuerpo y del espíritu que nos afligen.
86 DEBATES • .
DEBATES • e MASCUUHC
MASCUUHC - res
Así. ¿4 joven
Así. ¿4 joven gaitero que inicia el ascenso festivfestivoo yy l l i b e :: a rio, llegaría ai
de la
piso sueerior, a la puerta de la biblioteca,
biblioteca, convertido
convertido po ; ;deas ;deas y manos
diferemes en un clérigo formal y ceremonioso de pretens. . m a y e s t á t i c a .
diferemes
interpretación mes
De ahí sólo quedaba un paso para la interpretación mes o menos ofi
cial de que el tiempo académico elimina el regocijo regocijo pecaminoso
pecaminoso de las
búsquedas, transformarlo en ritual de la meritocracia y convertir y convertir el sende
ro del saber en vía dolorosa de rituales del poder de quienes se autoasignan
el control de conocimientos y pensamiento.
El tiempo en masculino que se quiso consagrar en la escalera corre
gida de Salamanca (pese a la incursión creciente de las pensadoras y
las sabias en el universo de las a u l a s , , los conciliábulos de especialistas
REFL EX IONES SOBRE M A S C U L I N I D A D ,
y los libros), sigue siendo un tiempo sideral y cotidiano vigente. Las muje IDENTIDAD Y SEXUALIDAD
res han cambiado y han cambiado su tiempo, pero Jas convicciones y las
/.ÍASCULÍNIDAD. B I S E X l U I D A D M A S C U L I N A
Y E J E R C I C I O DE PO DER: T E N T A T I V A D E C OMP R E N SI ÓN ,
MO D A L ID A D E S D E I N T E R V E N C I Ó N
Fernando Seffner
Fernando
PRESENTACIÓN
90 DEBATE
j ^M C ii i N I O A D , B B 8 0 M I D . W • W SCU U NA V EJERCICIO DE PODER V»
gación e
gación e intervencito social
intervencito social financiado por el Programa de Población de Población de la ieres
ieres De manera gen
manera gen M
M e a , , estamos trabajando
estamos trabajando c on hombres
c on hombres que manifies
Fundación MacArthor en
Fundación MacArthor en «1 «1 periodo 1995-1999. Con base en
base en ¡os
¡os e l e m e n - ¡¡A ' de manoner relaciones
tan el deseo de manoner relaciones afectivas y sexuales con hombres y mu
tos analizados en las dos dos primeras
primeras partes, en la tercera articularemos con- ] N jeres,
jeres, en las más diversas formas y en diferentes modalidades de valoración
sideraciones acerca de la bisexualidad masculina con situaciones de vio e intensidad. Siempre que utilicemos aquí la expresión hombres bisexuales,
y sus efectos
lencia estructural y sus efectos sobre la vulnerabilidad al VIH sida, resaltando nos gustaría que se entendiera a partir de esta riqueza de significados.
las acciones de la Red Bis-Brasil, que se configuran como prácticas de
esta s i t u a c i ó n . . Por último, citamos la bibliografía y las fuen
resistencia a esta
tes utilizadas para la redacción del texto. E L E J E R C I C I O D E L P O D E R Y L A C O N S T R U C C I Ó N D E I D E N T I D AD E S :
Dos elementos contribuyen un poco a "atravesar" ("volver transver- transver- <?:, V I O L E N C I A ESTRUCTURAL VS. I D E N TI
TI D A D D E P R O Y E CT
CT O
de la
sal") la rigidez de la estructura mencionada. En primer término, siempre
que sea posible, en cualquiera de de los
los apartados traeremos a colación te- La designación de violencia estructural parece referirse a las formas de
mas y cuestiones tornados de las actividades de la Red Bis- Brasil.
Brasil. En se violencia que no se presentan en general de manera súbita, ni se derivan
gundo término./en
gundo término./en el texto aparecen dispersos algunos fragmentos de tes de situaciones excepcionales, como guerras; sino que están insertas en el
timonios, extraídos de cartas o entrevistas, de hombres que participan en de la vida cotidiana de los individuos, actuando de forma
funcionamiento de la
la Red. Para mantener el secreto y la discreción que caracterizan todo el constante y, muchas veces, difícil de percibir, pues se presentan casi "na
trabajo que realizamos con estos hombres, los nombres son ficticios y se 1 turalizadas". El elemento central que preside la definición de violencia
omitieron las ciudades de origen; pero la edad, el nivel de escolaridad, la estructural es la verificación de que las desigualdades — de de género, raza,
profesión y otros detalles de la situación socioeconómica del individuo $ ' clase social, nivel cultural, escolaridad, religión, grupo etario, preferencia
corresponden a a la información
información que efectivamente fue aportada. diferentes c o m b i n a c i o n e s —
sexual, posición política, entre otras, y sus diferentes
Un aspecto que .merece que .merece consideración inicial es el uso de las las expresio en situaciones institucionalizadas de violencia, caracterizadas
desembocan en situaciones
nes "hombres bisexuales" y "bisexualidad "bisexualidad m a s c u l i n a " . . Reconocemos en entonces por el adjetivo "estructural". Decir que se vive en una cultura de
estos términos un sesgo e sesgo e s e n c i a l i s t a , en
, en desacuerdo con el el referencia cons- equivale a afirmar que los modos de vida de los miembros de la
violencia equivale a
truccionista que orienta la investigación y este texto en particular. Tal vez
truccionista sociedad incorporaron la violencia a su funcionamiento cotidiano. También
sociedad incorporaron
una designación más adecuada sería "hombres que mantienen relaciones significa que los sistemas de de interrelaciones
interrelaciones que enlazan a los individuos
afectivas y/o sexuales con hombres y mujeres", lo que parece coherente en un conjunto admiten la práctica de la violencia de forma rutinaria.
con nuestra posición teórica, pero resulta poco práctico. Además, en el El concepto de violencia, como cualquier otra construcción concep
momento de redactar este texto, me parece que la expresión "hombres que tual, es histórico y social.
social. Hoy, nuestra lectura de las sociedades del pasado,
tienen sexo con con h o m b r e s " , , conocida por las siglas HSH (o MS M en inglés), del conjunto de derechos humanos que la sociedad contemporánea
a partir del conjunto
y de la que se deriva la expresión antes citada para referirse a los hombres ha construido, hace que llamemos violencia a muchas cosas que en su
de la Red Bis-Brasil, presenta problemas, en especial porque se refiere, de fueron vñi das
época no fueron vñi das por los individuos como formas violentas, y mu
modo casi exclusivo, a una identidad creada a partir de una preferencia menos consideradas
cho menos consideradas de esa manera. El aspecto social de la conceptua-
sexual o incluso de un acto sexual: tener sexo con hombres. Por supues la violencia
ción de la violencia se refiere a que, en un grupo social, algunos van a
to, no existen "hombres bisexuales" en el sentido de una categoría pura como violencia
nombrar como violencia algo que otros podrán considerar habitual y no
o e s e n c i a l , , sino una diversidad de comportami entos y valoraciones de la En nue st rs
violento. En nue rs sociedad, en muchos aspectos, parece
parece que
que ia violen
bisexualidad imposible
bisexualidad imposible de incluir en una misma categoría, aunque haya volvió cotidiana y esto lo observamos especialmente a! consumir los
cia se volvió cotidiana
mos observado, a través de consultas, que la mayoría de los hombres de la productos de los medios de comunicación: periódicos, revistas, programas
Red Bis-Brasil prefiere prefiere autodenominarse
autodenominarse bisexual. Por lo pronto, esta defini de televisión y y radío. Al
radío. Al entrar en contacto con esta proliferación de vio
conceptual perm ,nece abierta,
ción conceptual ,nece abierta, pero reconocernos su su insuficiencia para
insuficiencia para muchos ¡ncividuos
lencia, muchos ¡ncividuos empiezan a creer y afirmar que la violencia es
expresar todo lo que hemos recopilado en en t e s t i m o n i o s , , historias de vida, hoy un elemento fundamental de las relaciones sociales. Es decir, que la
narrativas de de fantasías
fantasías y de relaciones afectivo/sexuales y diferentes diferentes modali de establecimiento
forma de establecimiento de las relaciones sería la
la violencia,
violencia, desde la más
dades de vivencia y v: y v: 'oración
'oración del deseo de de relacionarse c
relacionarse c on on homares y
homares y m u- suave, como la la competencia
competencia entre individuos por una plaza laboral, hasta
1,:¡ :afbarie
1,:¡ :afbarie de los asesinatos, pasando situaciones viv vividas
idas en el tránsito Partiendo del análisis de de Anderson ( 2 0 0 1 ) sobre el tema de la opre
t í l a s
s grandes ciudades, agresiones ¿i; ras, ras, violencia simbólica, vergüen sión, en el que comenta el pensamiento de de la
la Escuela de Francfort, nos
za por la falta de dinero, sensación de repel enci a a por no poder consumir damos cuenta de que para profundizar en el tema de la violencia estructu
lo que se desea, etcétera. ral necesitamos tener una "concepción de la historia y la sociedad basada
No obstante, creemos que que la
la v i o í e e c i a , , pese a tener una positividad en la lucha de los grupos sociales por obtener reconocimiento" (Anderson,
en la
productiva, no es un elemento fundare ret al al de la vida social, a diferencia 2 0 0 1 : 8). El conflicto entre los grupos sociales, más que entre los indivi
de lo que muchas creencias difunden. Los elementos fundamentales de duos, tiene un papel central. Esa posición nos distingue de otras corrien
las relaciones sociales son principalmente l a c l a s e , , la raza/etnia, el género, tes teóricas, en las que se da prioridad a los conflictos entre individuos
la franja etaria, la religión, la nacionalidad y la región, entre otros. Así, la (Hcbbes) o entre entidades estructurales. La historia humana y las socie
relaciones sociales
mayoría de las relaciones sociales en las que participamos se da a partir de dades se caracterizan por conflictos entre grupos sociales que buscan
diferencias de clase, raza/etnia, género, religión, generación u otras. Mu reconocimiento. Estos conflictos pueden redundar en violencia, la cual
chas veces, estas diferencias son son materia
materia de la propia relación, lo que está puede asumir la modalidad de violencia estructural. En la violencia es-
en juego, aquello que en ese momento estamos "intercambiando" con el / tructural tenemos un carácter genuinament e social: "una consideración
e r o . . La violencia puede aparecer aparecer coreo
coreo un complemento esencial de la de lo social
de lo social que pone de relieve que la sociedad se reproduce por medio de
articulación entre esos elementos. Se Se te te puede ver como el lubricante de la interacción muchas veces conflictiva de los grupos sociales reales, que a
estas relaciones. Puede ser necesaria necesaria pi ra ra que un grupo siga dominando a su vez son producto de actividades que son objeto de interpretación y lu
otros, desde la perspectiva del género género ¡los ¡los hombres violentan a las muje cha por parte de los participantes" (Anderson, 2 0 0 1 : 11). En resumen, la
res.), de
res.), de la región (ciertos Estados d Estados d el
el o n d o o s a n l n l a violencia
violencia para mante trayectoria histórica de una sociedad se representa por la fuerza de los
ner su dominio sobre otros), de la r la r eb .eén (el
:
.eén (el ejercicio de la violencia en la conflictos entre los los grupos
grupos sociales que la conforman.
relación entre grupos religiosos,
relación religiosos, corre,,' en Irlanda), de la raza/etnia (véase Sin embargo, el concepto de lucha por el reconocimiento también
eí caso de de S u d á f r i c a ) , , entre otras
otras posee
posee edades. La necesidad de domina puede ser útil para comprender la trayectoria de vida de los individuos, en
ción siempre acarrea desigualdades de de distribución
distribución de poder en la socie caso, los
este caso, los hombres bisexuales que participan en la Red
Red Bis- Brasil.
Brasil. ¿De
dad, l o q u e e origina, entonces, otras ferinas de desigualdad. También pode qué torma
torma se sienten oprimidos? ¿Qué es para ellos una "injusticia"? ¿Qué
mos tener una
tener una sinergia entre más de una í orma de orma de desigualdad, como sucede consideraría cada uno de ellos que es una situación de plena justicia y
en la relación entre el sida y la sexualidad. seguridad para el ejercicio de sus deseos de relaciones afectivas y sexuales
En veinticuatro horas de la vida de de un un i n d i v i d u o , , la mayor parte del con hombres y mujeres? Una posibilidad de análisis, que más adelante
tiempo lo que está en juego en la construcción de su identidad es algo explicaremos, es
relacionado con la clase, la raza o e t n i a .. el
el género, la generación, la región
y la nacionalidad; con diferentes diferentes intensidades
intensidades que dependen del contexto y localizar la percepción
de las experiencias
experiencias crítica de
negativas
negativas de los
la injusticia
individuosde de
manera más general
ver violadas dentro
sus grandes
de las interpelaciones. No me relaciono con Pablo, Pedro o María a partir de
la \ i o l e n c i a,
la a, sino que la relación que que pee-
pee- do establecei con
establecei con cada una de esas expectativas 'morales'.
expectativas 'morales'. En las experiencias vividas de difamación y falta de
personas —si
personas —si endo endo María mujer y yo hombre, o Pedro estadounidense y yo respeto [.,.] podemos
podemos ver
ver claramente lo que significa negar a las personas lo
que merecen [...]. Sobre todo, !a sensación de ser engañado surge en el inte
b r a s i l e ñ o —
— puede incluir un compl un compl ement o o fundamental, la violencia, que
rior de la experiencia subjetiva de los individuos y encuentra su expresión,
pe ede
ede estar poco p muy muy dimensionad.e ' o podemos caer en la tentación
como afirmación rnoral, en las luchas sociales (Anderson, 2 0 0 1 : 12).
de hacer afirmaciones del tipo "siempre existe violencia", "está por todas
partes", "todo el mundo es violento", p-.-rciue p-.-rciue son maneras de hacer que el Una forma de ampliar el campo de comprensión de la violencia es
propio concepto de violencia pierda o poco de su potencial de análisis es relacionarla con otros dos conceptos, la exclusión social y la
tructural es relacionarla
teórico. Si "todo es v es v i o l e n t o " p
" p or
or bi,:
bi,: : es , p no necesitaríamos ese con desigualdad. En una matriz propuesta para organizar estos términos, esta
c e p t o , , pues se vaciaría o o naturalizaré- --,, ,'i ,'i empezamos a calificar todas las blecida por Castells. cada uno forma parte de un conjunto de otros tres.
r uaciones
uaciones como de de violencia
violencia es es t r u c o . - \¡ . perdemos la necesidad de inda-
La desigualdad aparece en el eje de dominio de las relaciones de distribu
e. .- sobre
e. sobre las las causas á
causas á e la violencia.
ción/consumo o o apropiación
apropiación diferenciada de la riqueza generada por el
esfuerzo a.t?c:ivo, junto con la polarización, la pcbreza y la miseria. Por su 0, . n e c e s i t o esconder algo muy importante sobre mi vida. Ése fue un
j e
parte, la r.-sciusión social aparece como uno de los procesos específicos d e factor de atracción y también de preocupación de innumerables hombres
relacior.es de producción, al lado de la individualización del trabajo, la
las relacior.es
las que se acercaron a la Red Bis-Brasil. Dispuestos a encontrar un lugar para
sobreex; i , . ó n de los trabajadores y la integración perversa. A pesar de hablar sin tapujos sobre sus preferencias, temían que la r ed no fuera un
que los dos términos se definen en relación con el eje producción/distri ambiente "confiable", según nos revela esta carta de Mauro, de 35 años,
bución/consu mo, pueden ser herramientas útiles para auxi auxiliar
liar en la com comerciante, residente de una ciudad de la región metropolitana de Porto
prensión de la violencia estructural a la que están sujetos los hombres Alegre y soltero:
bisexuales asociados a la Red Bis-Brasil.
'Se entiende por desigualdad la apropiación diferenciada de la riqueza Es un alivio saber que el anuncio es serio, finalmente no podemos estar expo
(renta y bienes) por parte de individuos y grupos sociales distintos que se niéndonos a situaciones que nos comprometan y compliquen la existencia,
relacionan entre sí" (Castells, 2000a: 96). Los grupos sociales discriminados no sólo en el plano personal, sino también profesional, esto porque existe
discriminación en nuestra sociedad y en algunas áreas es mayor o menor.
por causa de su preferencia sexual pueden estar sujetos a una situación de
Será interesante conversar con personas iguales, sin preocuparse por escon
estigma (Goffman, 1982), lo que íes dificulta participar en la distribución
der nada, y la manera en que parece que están manejando esto me ha'ce
de la riqueza de manera equitativa con otros individuos y grupos. Ésta es sentir tranquilo y ansioso respecto al primer encuentro. Si necesitan alguna
una percepción clara entre muchos informantes de la Red Bis-Brasil,
información más sobre mí, por favor pídanmela para que podamos conocer
pues hay relatos de hostilidad en el lugar de trabajo, con claros efectos en nos mejor. Un abrazo.
los planos de ascenso profesional, como es el caso de Bruno, de 29 años,
soltero, miembro del equipo de mecánicos especializados de una conce Los ejemplos anteriores también sirven para ilustrar la situación defi
sionaria automotriz de una gran ciudad: nida cor el concepto de exclusión social: "proceso mediante el cual se les
impide sistemáticamente a determinados grupos e individuos el acceso a
Mis compañeros siempre están hablando de mujeres, todo el tiempo. Y apro posiciones que les permitirían una existencia autónoma dentro de las nor
vechan cualquier oportunidad para i amar a alguno de los jefes "maricón", mas sociales determinadas por instituciones y valores insertados en un
'joto', 'de ia mano caída', refiriéndose al hecho de que los jefes balancean ¡as contexto dado. [...] La exclusión social es un proceso, no una condición.
hojas de requisición en la mano y nos llaman para atender a los clientes. Lo De este modo, sus límites siempre se mantienen móviles y los excluidos e
peor de todo es que todo el día cuentan alguna anécdota de la vida privada de
incluidos pueden alternarse en el proceso a lo largo del tiempo, depen
algún jefe, no sé cómo se enteran, siempre son cosas relacionadas con sexo y
diendo de su nivel de escolaridad [...] prejuicios sociales [...]" (Castells,
mujeres, y también casos de sexo entre un jefe y a'gún otro empleado, uno de
limpieza o alguno de los de seguridad. Ya me propusieron ser subjefe y me dio 2000a: 98). El autor también comenta que, a pesar de que el desempleo
miedo aceptar, dije que estaba estudiando, que no tenía tiempo de quedarme sea el principal mecanismo de exclusión social y el testimonio anterior
más tarde en el taller, pero la verdad es que pensé que alguien podría descu no se refiera a uno de esos casos, "los motivos por los que los individuos y
brirme cuando salgo con otros. Mientras siga siendo un mecánico igual que los grupos se exponen a dificultades/imposibilidades estructurales para
ellos, me quedo callado en mi rincón y no se meten en mi vida. Si me volviera procurarse el sustento siguen trayectorias totalmente diversas", siendo éste,
jefe, d e segu ro empezarían a hurgar en mi vida. Y la cosa se pondría fea. sin duda, un caso de esas trayectorias diversas.
Al hablar de los procesos de exclusión social, de inmediato nombra
El miedo de quedar expuesto a una situación -vejatoria derivada de la mos os sujetos: el incluido y el excluido. Hoy se ha vuelto lugar común
:
revelación de su vida sexual, especialmente entre los hombres, nos indica utilizar estos términos, que están presentes tanto en los análisis del Banco
que "la posibilidad de sentir, interpretar y percibir las necesidades y de M u r e ' rl como en discursos de todos los m a i c e s partidarios o programas
seos propios, en sum a, la posibilidad mis ma de %er alguien depe nde cru- de o * . El "éxito" de esa designación nos ¡leva a reflexionar sobre la nece-
cialmente del desarrollo de la autoconfianza, el a u t o e s p e t o y l a autoestima" sidrd ,s su problematización.
problematización. Por un lado, observamos que los procesos
(Anderson, 2 . 0 0 1 : : 12). Esta vinculación entre el sentir y la autoestima tie de c - i o n e inclusión han estado presentes en todas las formas de orga-
ne una R - h c i ó n directa con el tema ce l a vulnerabilidad al sida. La autoes n i ; . . social, colocando a los individuos dentro y fuera de redes de so-
tima sólo se puede construir si estey participante» en una relación en la cia" ^ id, beneficios sociales, acceso a tierras, oportunidad es económi-
96 DEBATES SOBRE MASCUUNIDAIES ,V,1 ' „ , r IDA D, B SE V ; \UDAD MASCULINA V EJERCIDO DE K •" > 97
hablar libremente en su nombre. Las maniobras de pabiiización de los gar participación e institucionalizad''--a. defendi endo la libertad e igualdad
hombres bisexi ;ales por la propagación del sida fu m an como estrategia de ios ciudadanos, no ¡es garantiza el pleno acceso a sus derechos" (Cruz
de silenciamienío de los individuos pertenecientes < te grupo, de mane Ne t o, 2000: 6).
ra semejante a ia violación, modalidad de silenciara;; ro de lo femenino, o En el caso brasileño, y me parece que podemos aplicar este razona
la ofensa pública, al llamar a alguien por ejemplo " m. ¡ca", como forma de miento al resto de los países latinoamericanos, la sociedad y el Estado no
silenciar al individuo y, casi de modo infantil, elimin-i esta diferencia. garantizan a todos los grupos sociales un trato de igualdad y equidad.
Incluso un observador no muy atento al desarrollo de la epidemia del Las desigualdades de poder suelen estar organizadas en tres ejes: raza,
sida en Brasil en los últimos veinte años percibirá la evidente imbricación clase y género, y sus combinaciones. Podemos decir que son los estigmas
entre los procesos que conducen a la adquisición de la enfermedad y de raza, clase y género. Por lo general, la diversidad no se considera en el
los determinantes socioeconómicos y políticos que presiden la vida de los ordenamiento jurídico de estos países, lo que contribuye a reforzar las si
individuos y las poblaciones. Las "formas" que asume la epidemia, en tuaciones de violencia estructural y priva a los individuos de medios para
los diferentes países y regiones, en grupos sociales distintos, son el resul defenderse de la exclusión, la falta de respeto, las actitudes prejuiciosas, l a
tado de la intervención de una complejidad de procesos — t a nt o económi
cos como sociales, políticos, culturales, entre otros— que, la mayoría de discriminación y la hipocresía. E; ;tre los grupos oprimidos y que no están
considerados en la legislación, destacan los llamados tradicionalmente "mi
las veces, ya existían antes de que surgiera la enfermedad, pero fueron norías sexuales". Ahora bien, hoy tenemos en América Latina sociedades
reelaborados por ésta y en parte conformaron las modalidades de presen en las que amplios sectores reconocen y aceptan que la heterosexualidad
cia de la epidemia entre grupos e individuos. De este modo, cuando se no constituye la única forma de expresión de la sexualidad humana. La
habla de "vencer eí sida", como aparece con frecuencia en los periódicos, lucha por los "derechos referentes a ia libre orientación sexual se inserta
estamos hablando de la solución de un conjunto e norm e de problemas de en un contexto internacional de construcción de los derechos humanos"
salud pública y no sólo del descubrimiento de una vacuna, como quiere la (Pimentel, 2002) y constituye una tarea social de gran envergadura, que
prensa. La presencia del sida en determinados grupos sirve como marca tiene por objeto enfrentar la desventaja histórica de estos grupos frente a
dor social, permite visualizar una situación de vulnerabilidad social que otros.
ya existía y que ahora adquiere nuevos contornos, generalmente más
Parker y Aggleton, en un texto publicado por la Asociación Brasileña
dramáticos.
Interdisciplinaria de Sida (2001), retoman cuestiones relacionadas con
La vulnerabilidad social a la epidemia guarda una estrecha relación el estigma, la estigmatización, la discriminación y la negación, para exami
con situaciones ¡ríe violencia estructural y desigualdad social. En esta nar la epidemia del sida y aportan elementos para pensar en cuestiones
medida, es necesario "promover un entendimiento más eficiente de las vinculadas con la sexualidad y la violencia estructural. Para los hombres
maneras en las que las diversas formas de violencia estructural —como informantes de la Red Bis-Brasil, la cuestión del sida y de la orientación
pobreza, opresión entre los sexos y discriminación sexual sistemática— sexual se configura como una fuente de estigma y discriminación, enten
contribuyen, muchas veces de maneras sinérgicas, a la vulnerabilidad al dida aquí como trato injusto y, por lo tanto, generador en potencia de vio
sida en América Latina y en otras partes del mundo" (Parker et al., 2000: lencia estructural. El estigma para el hombre de práctica bisexual se da
3). Las respuestas a la epidemia sólo darán resultado si se piensan como por diversos caminos. Uno de ellos vincula la bisexualidad con indecisión,
proyectos a largo plazo encaminados a la resolución —o por lo menos la ambigüedad, falta de fuerza de voluntad, incapacidad para fijarse una
a t e nua c i ón— de l as desigualdades sociales y las situaciones de violencia orientación y, por lo tanto, con un individuo débil. Otra fuente de estig
estructural. Sin embargo, como ya lo mencionamos, ea general el indivi ma es pensar en la bisexualidad, en especial la masculina, c om o un exceso,
duo vive la violencia estructural como algo casi "naturalizado", por lo que un deseo de intensificar la vida sexual, hacerlo todo, dejarse ir, entregarse
muchas veces, incluso, es difícil que la parte aféctala la llame violencia. a los placeres con quien sea, buscar p b c e r sin límites, es decir, se habla de
De esta forma, "la relación entre violencia, pobreza y vulnerabilidad no se un individuo fuerte. Otra fuente importante de estigma es el hecho de que
puede ver simplemente como de causa y efecto o mera asociación. Es la bisexualidad tiene una gran influencia en el debate sobre la fidelidad
necesario estar má s atentos, pues el íocus de la vi ' ' i c i a estructural es fi a relación monogámica. No hay manara de ser bisexual sin atentar con
exactamente un a sociedad de democracia aparente >e a pesar de conju-
t tr a la monogamia.
700 DEBATES
DEBATES SCSK
SCSK MASCLILIMDA;
Antes
Antes de de finalizar
finalizar con estas
estas consideraciones
consideraciones sobre el tema de la la vio
Un a consecuencia importante importante del proceso de estigmatización
de estigmatización es la su
lencia e s t r u c t u r a , , no podemos
lencia podemos dejar de mencionar и ва in te re s a n te c o l a
a
presión de la voz de estos individuos, como ya se dijo brevemente en páginas
boración de de D e r r i d a , , en su reciente estancia en Río de Janeiro,
Janeiro, a propósito
anteriores. Todos hablan en nombre de los hombres b i s e x u a l e s : : médicos,
del tema de la violencia, en donde distingue a ía ía violencia de la crueldad y,
p s i c ó l o g o s , científicos sociales, autoridades sanitarias, pero en raras oca
al mismo tiemp o, subraya algo en lo que en general pensamos poco, es
siones un hombre bisexual habla publicamente sobre su orientación o sus
decir, el establec imiento y el mantenimi ento de una estructura jurídica
problemas. Como nos alertan Parker y Aggleton, "dentro de tal estructura, la
que garantice los derechos humanos para determinados grupos también
construcción del estigma (o, dicho de manera más sencilla, la estígmatización)la estígmatización)
se puede ver como una modalidad de violencia: "La crueldad crueldad no es igual a
supone la señalización de diferencias diferencias significativas
significativas entre categorías de per
la violencia. Toda crueldad es violenta, pero la la violmcia
violmcia no siempre es
sonas y, por medio de esa marcación, su inserción inserción en los sistemas o estruc
cruel. Cuando se funda el derecho, hay violencia. X enseguida, hay una
turas
turas d d e poder" (Parker y Aggleton, 2001: 14). En otras palabras, y siguiendo
violencia conservadora, que consiste en mantener las leyes. Cuando nos
de cerca ideas de Foucault, se establece un régimen de conocim iento y poder
asomamos al abismo sobre el que se funda el derecho, nos da vértigo"
asomamos
acerca de la bisexualidad masculina, compuesto compuesto por
por discursos de varios
(Perrone-Moisés, 2001: 13).
órdenes. La La pi>'jpia
pi>'jpia investigación que emprendimos es uno de los discur
sos que construyen la bisexualidad en Brasil. En la medida en que estos
hombres no tienen grupos organizados, esa construcción se vuelve su voz.
R ED BíS - BRAS IL: MODALIDAD
IL: MODALIDAD DE CONSTRUCCIÓN
Este "excéntrico", el hombre bisexual, es necesario para la definición
DE PODER DE REPRESENTAR
de lo normal, de la la heteronormatividad
heteronormatividad masculina. Se produce esta dife
rencia, que se valora negativamente, lo que contribuye a reforzar la centra-
En Brasil, los escasos trabajos de investi gación sobre la bisexualidad
bisexualidad cons
lidad
lidad de la
la masculinidad
masculinidad heterosexual hegemónica. En este sentido, la
tituyen una forma de conocer y, por tanto, una modalidad de construir
"construcción social del estigma es central para el trabajo de! poder" (Parker
"efectos de realidad" con respecto a estos hombres. En ellos aparece una
y Aggleton, 2 0 0 1 : 1 4 ) , , y en la actualidad el hombre bisexual
hombre bisexual se ppsiciona
clara vinculación de la bisexualidad con el sida, la prostitución y la homo
como una mezcla de indeciso y libertino o como representante del "sexo
sexualidad. Si buscamos en Internet, la mayor parte délas
délas investigaciones
muchas revistas.
del futuro" en muchas revistas. La discriminación contra ios hombres bi
que incluyen el personaje "hombre bisexual" está relacionada con la epide
sexuales no se basa en reglas o leyes, sino que es una violencia simbólica
miología del sida y de otras enfermedades de transmisión sexual. Cada
derivada del peso de la masculinidad hegemónica, que transforma esa di
descripción regula
descripción regula aquello que describe, o bien, construye aquello que des
ferencia en desigualdad. Esta desigualdad se puede aceptar pasivamente ,
cribe y, por lo tanto, establece un modo de control sobre aquello que
como se observa en las cartas de los informantes a través de ideas y pensa
describe. Cada descripción refleja relaciones de poder o es el fruto de
mientos del tipo "somos minoritarios", por la verificación de que les falta
éstas. En el caso del trabajo de constitución de la Ked Bis- Brasil,
Brasil, clara
algo en de
modelo cuanto a definición y decisión,
la heterosexualidad, de modoo que
porque
algo su descripción
descripción
sules
les "falta" parte
"falta" o les del
"sobra". mente tenemos un proceso de descripción y construcción de identidades
de los hombres bisexuales. De esta forma, es necesario discutir cómo se da
Son pocos los informantes que muestran una actitud combativa de lucha
esta construcción, por una Red que ha sido el modo d e acceso a las trayec
por la igualdad en términos de orientación sexual.
torias de vida de los homb res bisexuales que participaron como informantes
El estigma no se puede ver como un atributo psicológico o como una en esta investigación.
"cosa", sino que es el fruto de una relación social, histórica y culturalmente
El propósito que se formuló ini cialmente para el proyecto de estudio
construida y que, así como se construyó, se puede modificar. "De hecho,
sobre hombres bisexuales era el ele "investigar c o m p o r t a m i e n t o s , , hábitos y
el ele "investigar
es posible ver que la la estígmatización
estígmatización desempeña un papel fundamental
actitudes entre
actitudes entre hombres bisexuales, tratando de identificar, describir y ana
en la la transformación de
transformación de la diferencia en desigualdad y pue le funcionar, en
lizar susu vulnerabilidad frente al VIH
VIH sida, a fin de generar
generar instrumentos
instrumentos de
principio, en en relación
relación con
con cualquiera
cualquiera de ios ejes principales de la desigual
comunicación efectiva que favorezcan su su capacitación
capacitación para establecer es
estructural interculturalmenre
dad estructural interculturalmenre presente:
presente: clase,
clase, género, edad, raza o
trategias de de prevención
prevención de la infección por VIH
por VIH sida,
sida, ianto para
ianto para sí como en
e t n i a ,, sexualidad sucesivamente" (Parker y
sexualidad u orientación sexual, y así sucesivamente" (Parker y Aggle
la relación
la relación con sus
sus compañeros(as)".
compañeros(as)". En este
este proyecto,,
proyecto,, iniciado en agosto de
ton, 2 0 0 1 : 1 6 ) .
102 DcAATES SOBRE MA SCU LINIDA ÜE S e ¡DAD, ¡ÜSEXUALÜAO MASCULINA V EJERCICIO DE PODER
M A S C . e ion
vamente en establecer contacto sexual con otros hombres, en ocasiones con
vamente en la formulación d
elementos constituyen el escenario ideal para la formulación d e estrategias
los propios organizadores. No obstante, todos resultaron ser correspondien de prevención del VIH sida. En esta medida, el vínculo establecido hasta
tes activos y deseaban entrar en contacto con nosotros o con otros hombres ahora entre estos hombres permite que haya acciones efectivas de organi
no sólo para tener encuentros sexuales, sino también
también para intercambiar zación social y visibilidad del tema de la bisexualidad masculina, muchas
información e impresiones personales. De ahí nació la idea de organizar veces manteniendo el anonimato de quienes no desean "dar la cara".
una red postal, lo que nos permitiría tener acceso a esos informantes y un La participación en la red y la recepción de material siempre fueron
intercambio de información entre ellos, guardando su anonimato. forma, para
gratuitos para los asociados. De cualquier forma, para un país con graves
de 1 9 9 6 , , el principal eje de actividades
A partir del segundo semestre de simple mant eni mi ent
problemas en el área de lectura y escritura, el simple entoo de
del proyecto estuvo representado por las acciones para constituir y ampliar un apartado postal y la disposición para mantener contacto por carta con
la red de hombres bisexuales, bautizada como Red Red Bis- Brasil,
Brasil, designación otros individuos no es una característica fácil de hallaren la mayoría de la
sugerida por los propios participantes, que hoy cuenta con cerca de qui población, lo que señala los límites de esta experiencia.
nientos hombres de todo Brasil. Una vez definido que el trabajo se realiza
ría por la vía de la correspondencia postal, hicimos un esquema de las /
posibilidades, buscando y catalogando revistas dedicadas a la publicación LA RED BIS- BRASIL FRENTE A LA VIOLENCIA ES T RU CT U RA L
de anuncios del tipo clasificados sexuales, así como en periódicos y sec
ciones de revistas y periódicos dedicados a encuentros y anuncios. La Red Bis-Brasil sirvió para que se manifestaran los hombres interesados
Ante el aumento del número de interesados y la enorme demanda de en enfrentar la discriminación en la que viven, proponiendo la creación de
cartas y solicitudes de respuesta e información diversa, tuvimos ia idea mecanismos para defenderse ya utilizados por otros grupos. Esto es lo que
de crear un boletín de publicación regular. Solicitamos opiniones a los observamos en la siguiente carta de Hugo, de 3 1 años, con preparatoria
asociados de la red, por medio de aerogramas para facilitarles la respuesta, terminada, soltero y que en el momento de enviar la carta estaba mante
y el nombre elegido por la mayoría
mayoría para el boletín fue Frente & Verso. La relación ñja
niendo una relación ñja con una mujer y en los
los últimos
últimos seis meses había
periodicidad de este boletín se estableció en cerca de dos meses y empe tenido relaciones sexuales con un hombre y otras dos dos mujeres:
zó a funcionar como instrumento de información, intercambio de ideas y
recados. Otra forma de entrar en contacto con los hombres de comporta Sao Paulo, 22/10/96. Les escribo porque me pareció muy interesante su
miento bisexual fue a través de anuncios publicados en revistas y periódi trabajo, creo que llegó el momento de que los bisexuales tengamos un tipo
cos de todo el país para dar a conocer la red. de asociación sólo para nosotros, de nivel nacional y, por qué no, de nivel
El intercambio de correspondencia, la sistematización de los datos internacional también,
internacional también, pues ya existen asociaciones de gays y lesbianas y por
qué nosotros los bisexuales no creamos una asociación sólo nuestra. Me gus
las ñchas de inscripción y la tabulación de los datos recopila
indicados en las ñchas
taría hacerles algunas preguntas a los dos y también algunas sugerencias,
dos en el cuestionario largo (que incluía más de cien preguntas)
preguntas) en el quisiera recibir una respuesta de su parte, ¿de
¿de acuerdo?
acuerdo? Soy bisexual y pienso
programa de cómputo SPSS aportaron un excelente material para escribir de esa manera, quiero saber si ustedes piensan de la misma forma que yo,
artículos en el boletín o para consultar a los asociados sobre los temas ¿de acuerdo? A mi modo de ver, ser bisexual no es ser homosexual, pues a los
en la
recurrentes en la investigación, como la
la culpabiliza
culpabilización
ción de los bisexuales homosexuales sólo les gustan las personas del mismo sexo, mientras que al
por la infección de las mujeres con el VIH. La recopilación de material de bisexual le gusta tener relaciones con los dos sexos, o sea, con hombres y
los medios de comunicación, en especial de revistas y periódicos, permitió y pasivocon los
mujeres, y en las relaciones le gusta ser activo y pasivocon los dos, con hom
establecer una especie de mirada del otro sobre la bisexualidad masculina bres y mujeres también, ¿de acuerdo?
y también alimentó la redacción de cartas y artículos del boletín. Todo este
material se encuentra archivado y, por el momento, en una fase de análisis homosexualidad masculina expresado
El comentario sobre la homosexualidad masculina expresado en la carta
más detallada. anterior merece algunas consideraciones. Un elemento muy presente en
Las cartas que nos llegan de los innumerables asociados permi t e n per n per la correspondencia enviada por los hombres de la red, así como en las
convirtió e n un espacio en el que se sienten
cibir que la red se convirtió e sienten valorados
valorados y entrevistas, es la negación de relaciones de cualquie r tipo con los homo
respetados, lo que contribuye a elevar su autoestima y a c e p t a c i ó n . . Estos sexuales o la cercanía con los modos de ser h o m o s e x u a l e s . . No se trata de
06 DEBATES
DEBATES SOBRE MASCUUNKMOES
SOBRE MASCUUNKMOES MASCULINIDAD, BISEXUA:0AD MASCULINA
BISEXUA:0AD MASCULINA I
I EIERCICIO
EIERCICIO DE
DE PODER 107
regla, pero
una regla, pero sin duda es una opi
una opi ni ón
ón que reúne a cerca de la mitad los anuncios de de ¡os
¡os periódicos y en nuestro propio boletín Frente
Frente b Verso,
determinado m o m e n t o , , pusimos a votación
del universo investigado. En determinado encontramos que los hombres buscan compañeros afeminados, claramente
entre los participantes de la red si deberíamos aceptar
deberíamos aceptar o no la presencia de femeninos. Todo esto pone de manifiesto la complejidad de una construc
homosexuales como asociados. Se generó un un debate
debate intenso, con opinio ción de identidad localizada en la frontera o en tránsito entre la visibilidad
nes en contra y a favor. Después de un plebiscito, se impuso por una pe y la invisibilidad, lo claro y lo oscuro, el lazo conyugal y el encuentro fortui
queña diferencia la posición de que los los homosexuales
homosexuales podrían participar to, entre hombres y mujeres. Se vuelve una maniobra exigente mantener
en la red. Sin embargo, hubo vigorosas manifestaciones de que, si bien se una identidad en medio de tantos flujos y tránsitos, pues en medio de uno
quienes no
admitiría a los homosexuales, se prefería a quienes no fueran afeminados. de esos desplazamientos podemos "perder" algo: "no son las diferencias lo
Podemos pensar que son mínimas las diferencias entre bisexuales y homo que da origen a la violencia y al caos, sino su pérdida". Sin embargo, preci
sexuales, pues ambos se se encuentran en
encuentran en una situación de marginación frente samente la amenaza de pérdida de las diferencias menores que constitu
hegemónica. Incluso
a la masculinidad hegemónica. Incluso podríamos pensar que entre estos yen o simbolizan la identidad es lo que desencadena la violencia para de
dos grupos debería existir alguna solidaridad, puesto que sus miembros en fenderlas. A final de cuentas, la violencia no es la única estrategia posible
frentan numerosas situaciones parecidas en cuanto a discriminación y para lo que podríamos llamar "administración" de las diferencias, que en
miedo a ser descubiertos. ocasiones persisten por siglos, como sucede con los ingleses y los escoce
Para los hombres bisexuales, esta pequeña diferencia parece consti ses, sin caer en la violencia" (Burke, 2000: 16).
tuir un problema mayor que las grandes diferencias que pueden llegar a No cabe duda de que los determinantes de raza y etnia son causantes
existir entre ellos y los hombres exclusivamente heterosexuales. La aproxi de situaciones de violencia estructural, lo cual se percibe en la siguiente
mación a la homosexualidad, especialmente en su faceta de hombre afe carta, donde también se mezclan cuestiones de pertenencia a un grupo
minado, amanerado, es rechazada de manera tajante, lo cual se expresa de de 31
religioso. El informante es negro, de 31 años, vive con su familia en una
manera muy clara en los anuncios, donde son frecuentes
frecuentes las referencias ciudad mediana en el interior de Río Grande do S u l , , trabaja y estudia, y
del tipo "absténganse mariquitas afeminadas, vestidas, desviados amane convive de manera muy intensa en el medio religioso:
rados y otros que se sientan mujeres". Esta "violencia de las mínimas dife
rencias" tiene varias raíces: Amigos, tengo unas preguntas: ¿cómo hago para conocer a hombres de mi
nivel, no guapos de cara, sin prejuicios de color, raza, credo y que sean adep
En un ensayo relativamente menor, El tabú de la virginidad, publicado por tos al sexo interracial, que les guste el sexo entre blancos y negros? ¿Cómo se
hacen amigos como nosotros? ¿Bisexuales, sin que haya decepciones? Tengo
acuñó la expresión
primera vez en 1917, Freud acuñó la expresión "el narcisismo de las diferen
la intención de vivir solo dentro de poco tiempo, pero quisiera tener la com
cias menores" para describir un fenómeno que se repite con frecuencia: la
pañía frecuente de un amigo, o la visita de amigos bisexuales como nosotros,
hostilidad entre grupos sociales que son iguales o semejantes en todos los
¿cómo le hago? Estoy harto de la monotonía, quisiera sentirme más feliz, eso
aspectos menores,
de una hipótesis o salvo
teoríaalgunos.
general, Su observación
la de se puede
que los grupos socialesexpresar en forma
distintos, aun sexo, sino
no significa sólo sexo, sino amistad pura y sincera, donde haya fidelidad y
confianza mutua. Lo que me entristece más es que pertenezco a una familia
que semejantes, tienen probabilidades mayores de ser hostiles entre sí que grande y formo parte de una organización religiosa,
religiosa, por lo que no tengo liber
poseen diferencias obvias
los grupos que poseen diferencias obvias (Burke, 2 0 0 0 : 1 6 ). tad para cosas íntimas. No tengo muchos amigos, sólo dos, y viven lejos, los
demás sólo son conocidos, no puedo tener algo íntimo con ellos ni hablar de
Ahora bien, si la identidad nos habla de las diferencias, entonces hay esas cosas. ¿Qué hago?
que preocuparse justo por por aquellos
aquellos que son más parecidos a nosotros y
que más amenazan con confundir la definición de nuestra identidad. Por Una faceta de la violencia estructural presente en las relaciones entre
lo tanto, es necesario afirmar la diferencia contra el que es más cercano y, la heteronormatividad masculina hegemónica.
los hombres de este grupo es la heteronormatividad
por lo tanto, más amenazador. Las posibilidades de ser hombre son muy estrechas, hay poco espacio para
Esto nos puede llevar a la falsa idea de que ios ios hombres bisexuales variación. Así,
la variación. Así, cualquier otra forma de vivir lo masculino que no sea
tienen preferencia
tienen preferencia por por relaciona se con hombres varoniles, decididamen tradicional se puede identificar rápidamente con con la
la homosexualidad, lo
y m a s c u l i n o s . . Sin embargo, en la correspondencia, así como e
te viriles y como e n que representa un gran temor para estos hombres. Otra de las causas de
1C3 SOBRE ••-ÓCULINIDADES
DEBATES SOBRE ••-ÓCULINIDADES
UALIDAD MASCULINA Y
MASCULINIDAD, BISEXUALIDAD MASCULINA Y EJERCICIO
EJERCICIO DE
DE PODER 109
Como saben, yo soy. Soy bisexual pero bien definido. Activo sólo con las Aplicamos esta clasificación a los informantes de nuestra investiga
mujeres, y pasivo cien por ciento con los hombres. Ahora no tengo mucho ción, sustituyendo homosexualidad por bisexualidad. La primera de las
contacto debido al concepto que se tiene en la región noreste. Es muy difícil cuatro modalidades, la bisexualidad casual, puede ser pensada como la de
que ¡as mujeres acepten a un bisexual pasivo. Pongo también otro problema,
los adolescentes que mantienen encuentros sexuales y afectivos con otros
detalle sexual,
un detalle sexual, más común en mujeres. Soy sexualmente
Soy sexualmente histérico, grito
adolescentes y, a la vez, de forma simultánea, una relación con mujeres, en
mucho durante el acto sexual cuando poseo a una mujer o soy poseído por
otro hombre. Pero si consigo disminuir [...] Me gustaría entender más sobre general de la escuela. En principio, siguiendo rigurosamente la definición
ese tipo de placer, a pesar de que no me considero un demente, he pensado dada, estos hombres no estarían participando en la red. No obstante, más
en visitar a un sexólogo
sexólogo o psicólogo. Además de la timidez, no tengo condicio adelante en la vida, estos deseos se pueden "reactivar" y encontramos ca
nes financieras para que me atienda un especialista. Otra cosa, no consigo sos entre los informantes, como podemos ver en esta carta:
abatir completamente el placer de realizarlo con un hombre y con una mujer.
Requiero tener la presencia de los dos juntos al mismo tiempo, sólo así me Queridos amigos. Me
Queridos amigos. Me llamo Gilberto, tengo 32 años, soy casado y nunca he
realizo plenamente, pues cuando estoy solo con una mujer, o con un hombre, tenido un contacto de este tipo. Hace algún tiempo que lo deseo, pero aún
me siento insatisfecho, incompleto. También siento la necesidad de ver a los no he tenido la oportunidad. Sólo llegué a hacer algo así en la escuela. Como
dos relacionándose, cosa que también me excita y me hace gritar como histé ello, el secreto
ya mencioné, soy casado y, por ello, el secreto y la discreción son esenciales.
rico. Espero una respuesta, requiero de su ayuda para entender mejor todo [...] Espero ansiosamente una respuesta y que tai vez pueda realizar mi de
esto. Un abrazo para ambos. seo en el grupo. Un abrazo. Gilberto.
También nos gustaría pensar un poco en el universo de la bisexualidad El informante escribe para una red de encuentros entre hombres bi
m a s c u l i n a , , organizando el terreno de
de posibilidades
posibilidades de encuentros entre sexuales, y primero afirma, en dos momentos, que "nunca he tenido un
estos hombres a partir de la clasificación de Kenneth Plummer para la contacto de este tipo" y "aún no he tenido la oportunidad", sin embargo,
homosexualidad, citada por Giddens (1997), de la cual nos permitimos comenta "llegué
enseguida comenta "llegué a hacer algo así en la escuela".
escuela". El
El expresa una
extraer un fragmento: modalidad particular de interpretación de los episodios juveniles, de con
tactos sexuales, vinculándolo con un deseo presente. Esta asociación de
deseo presente con episodios adolescentes aparece en situaciones dramáti 'desviado' cuando tiene una
una v:
v: íación
íación ilegítima,
ilegítima, 'invisible'con el
'invisible'con el mismo sexo;
cas, como en el siguiente fragmento tomado de la extensa correspondencia aspecto legiti.
presenta un aspecto legiti. do, visible, cuando la relación es con el sexo
del informante, que es casado, tiene 46 años, vive en una ciudad capital y opuesto y cumple los los requisitos
requisitos sociales [...]. En fin, un bisexual es ' d e s
describe, con mucho detalle, cómo se f ue
ue relacionando cada vez más con viado'
viado' cuando
cuando la relación sexual es con el mismo sexo, siendo siendo normal' cuando
cuando
hombres y acabó por perder interés en su matrimonio y en su esposa. Sólo (Silva, 1 9 9 9 : : 39). La vinculación de la
su relación es con el sexo opuesto" (Silva,
reproducimos el párrafo inicial de la primera carta: Red Bis-Brasil representó, en la vida de muchos, formas de quebrantar los
patrones de comportamiento.
Me enteré de tu existencia y de tu trabajo a través de la revista Caros amigos La cuarta y última modalidad, la bisexualidad como estilo de vida,
[...} tengo tres hijas y sigo casado aunque siento que mi unión (que ya tiene adeptos, p i e ss no existen formas socialmente aceptadas
encuentra pocos adeptos,
hundiendo inexorablemente
22 años) se está hundiendo inexorablemente debido a una compulsión que de vivir la bisexualidad en nuestro medio, mientras que la homosexualidad
me empuja hacia personas del mismo sexo, iniciada en experiencias infanti ya ha producido muchas formas y estilos de vida. En Brasil no tenemos
les con jóvenes, reprimida por muchos años, pero ahora regresa con fuerza. registro de bares bisexuales, discotecas para encuentros entre bisexuales,
revistas, periódicos, boletines o individuos públicos que asuntar/ su bise
La segunda modalidad, la bisexualidad como actividad situada, se pue de forma, se
xualidad. De esta forma, se torna difícil hablar de bisexualidad masculina
aproximar al relato de experiencias de hombres en cuarteles, retiros y en como un estilo de vida. Es to se aplica en especial a los hombres ca sados, lo
trenamientos de muchos días en lugares donde sólo había hombres. Tene que tal vez ayude a explicar una característica que es un tanto evidente entre
mos diversos relatos de hombres que hablan de sus tiempos en el cuartel, los informantes: el retraso en el matrimonio con una mujer, que parece
detallan las relaciones que tuvieron con otros hombres y luego hacen una tensión v de la importancia que tiene la vida sexual para
derivarse de la tensión
descripción que parece ser clásica, del tipo: "estuvimos muchos días en un según señala Gary
estos individuos, según Gary Dowsett cuando demuestra la impor
campamento o prestando servicio interno en un cuartel; fulano y yo éra tancia de la vida sexual en la conformación de lade la s redes donde se inserta el
mos muy amigos, una noche de invierno me llevó una taza de café a la individuo.
caseta, acabamos abrazándonos y tuvimos sexo dentro de la la c a s e t a . . . " . . Y Bis-Brasil apunt a
La Red Bis-Brasil apunt a al sentido de construcción de una forma de
de normatividad
otras variantes similares. Parece que ya hay cierta forma de bisexualidad masculina en
vivir la bisexualidad masculina en que se preserva el anonimato, pero ofre
para describir este tipo de suceso, que se repite en numerosos relatos, ce una oportunidad política. De esta forma, su estructura y existencia tie
tanto en revistas como en las cartas de los informantes. ne conexiones con una categoría de identidad de proyecto, una segunda
La tercera modalidad, que podríamos llamar "por adaptación de la terminología propuesta por Castells. Si la problemática de la sexualidad
bisexualidad personalizada", parece ser aquella en la que convive la mayo recae en un plano individual, en general alimenta una situación de culpa y
ría de los hombres informantes de la Red Bis- Brasil.
Brasil. Los individuos
individuos pro de impotencia, y jamás alcanza el nivel de construcción de un estilo de
curan satisfacer sus deseos, pero lo hacen de forma individual, sin llegar vida. La existencia y la expresión social de los hombres bisexuales enfatiza
ja más a pe rt ene ce r a una red , ó fre cue nta ndo luga res de con viv enc ia don la diversidad de la masculinidad. Cuestiona la idea de que el ser hombre
de podrían encontrar a otros semejantes a ellos. Es una práctica de en es una cosa obvia, que no necesita de mayores discusiones. Pero al mismo
cuentros furtivos con diferentes hombres de forma nómada, preservando tiempo, es como una forma de erotismo, la bisexualidad problematiza
el anonimato. Esto lleva a operar la dicotomía visibilidad-invisibilidad, pro numerosos elementos de la masculinidad hegemónica, ayudando a cues
curando hacer bastante visible su relación con las mujeres, lo que puede tionar que hay hombres heterosexuales de un lado y homosexuales del
implicar la estrategia de tener una enamorada, novia, esposa o ser visto hombres bisexuales
otro. Los hombres bisexuales sienten el malestar de la la h e t e r o n o r m a t i v i -
simplemente como un hombre que atrae y es atraído por m u j e r e s . . La fase principio, buenos
dad. Son, en principio, buenos aliados en la tarea de transformación de la
la invisibilidad
de la invisibilidad se da en las relaciones con los hombres, que es regida masculin idad hegemónica No pueden ser silenciados; por el contrario,
por un comportamiento sigiloso y discreto durante los encuentros furtivos deben ser estimulados a hablar, a organizarse, a tomar visibilidad, ser ellos
y en los cuales no establecen vínculos. Metáforas como luz y oscuridad, mismos, por lo menos en la bisexualidad masculina.
visible e invisible, mostrar y esconder son bastante eficientes para descri
bir el modo de vida de muchos inf ormantes: "un bisexual, es visto como
112
DEBATES so b re MASCUUNIDADES -•>.D, BISEXUALDAD M A S C U L I N A Y E J E R c O DE PODER i ¡ 3
C ON SIDER AC ION ES F IN ALES " H.Axel. 2001 . "Escola de F:r. 'éuñ: a nova geracáo. Entrevista con } -é
-• u iísí Fiiho", en Folha de Sao f • -lo, suplemento Maisí 493, pp. 4-7. rio
La conformación de una red entre hombres que manifiestan el deseo ••C* p.ulo, 22 de julio.
de mantener relaciones afectivas y sexuales con hombres y mujeres puede pARR ti. Richard y Kenneth Rochel de C A M A R G O Jr. 2000. 2000. "Aids em tempos de
convertirse en un instrumento auxiliar en la modificación de situaciones f''jbalizacao", en Boletín ABIA 44. enero/marzo (boletín especial sobre violen
de violencia estructural, estigma y discriminación. A esto contribuyen ac cia estructural, desigualdad social y vulnerabilidad al VIH sida), pp. 8-9. Río
ciones que procuran elevar la autoestima de los individuos, a través del de Janeiro.
intercambio de experiencias y la ampliación del grupo de amigos, posibili PARKER, Richard, Veriano TF.RTO Jr. y J u an Carlos RAXACH. 2000. "Respostas ao
tadas por la Red Bis-Brasil. La divulgación de trayectorias de vida y de KíV na América Latina", en Boletín ABIA 44, enero/mano (boletín especial
sobre violencia estructural, desigualdad social y vulnerabilidad al VIH si da ),
los episodios más significativos de las vivencias de relaciones afectivas y
pp. 2-3. Río de Janeiro.
sexuales con otros hombres permite a cada uno de los integrantes revisar
Richard y Peter AGGLETON. 2 0 0 1 . Estigma, discrimin
P A R K E R , Richard discriminagao
agao e AIDS. Río de
e AIDS.
su propia experiencia, percibiéndose de manera diferente. Tal colabora
Janeiro, A B I A , Colección A B I A , Cidadania e Direitos, 1
ción va encaminada a disminuir la vulnerabilidad social de estos hombres
frente a los daños a la salud, situaciones de discriminación, dificultad de P L ü V M E R , Kenneth. 1975. Sexual Stigma: An Interactive Account. Londres,
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acceso a los derechos humanos básicos y marginalidad legal. El poder
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SO B R E L O S R E C U R S O S D E P O D E R
E L E M E N T O S SO
Y V I O L E N C IA M A S C U L I N A
José Olavarría
2
H O M B R E S , I D E N T I D A D D E G É N E R O Y M A S C U L I N I D A D / E S
espacios dentro su
para asegurarle de pertenencia
los que se mueve
al mundoun de
varón, marcandoSalirse
los hombres. los márgenes,
de éste
sería exponerse al rechazo de los otros varones y de las mujeres.
1
Este documento se ha elaborado en el contexto del proyecto no. 1010041 del Fondo de
Investigación Científica y Tecnológica del CONICyT. Para la redacción de este artículo
se ha utilizado parte del informe "Identidad/es masculina/s, violencia de género y cultu
ra de la paz. Antecedentes para el debate en América Latina", realizado a petición de la
UNESCO.
Sociólogo, doctorando en Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires.
2
concepto de masculinidad hegemónica, en la acepción que le ha dado Robert Connell
en MaxtiHnittes, y su utilización en algunas de las investigaciones recientes en la re
gión; fue un diálogo muy esclarecedor para todos/as los/as que participamos; merecería
un e s c i á o especial.
f 1 1 r i
recursos para la autonomía personal, el cuerpo, la sexualidad, ¡as relacio tes implica un gran riesgo; el peligro, nuevamente, está representado por
con otros/as
nes con otros/as y la
la posición
posición asignada en la familia. A continuación exa del dinero se
los varones. Esta diferenciación en el manejo del dinero se marca desde la
minaremos cada uno de estos ámbitos: infancia y, en muchos casos, se acentúa cuando se llega a la edad adulta,
A) Los padres, al igual que las agencias socializadoras, esperan que ya sea porque las mujeres se quedan en el hogar, en las actividades
actividades repro
sus hijos varones reproduzcan el referente de masculinidad, encarnando ductivas —"dueñas
ductivas —"dueñas de
de c a s a " —
— o por el nivel de los ingresos percibidos en
los atributos de éste y ejerciendo sus mandatos. Por ello les inducen a sus puestos de trabajo, normal mente inferiores a los quereciben los varones.
los quereciben
apropiarse de recursos de poder que apuntan a la autonomía personal de B) La construcci ón de los cuerpos y la interpretación de las "pulsiones"
manera significativamente mayor al que tienen las mujeres, como es el da origen a recursos de poder que se distribuyen inequitativame
inequitativamente nte entre
acceso a los espacios públicos, el uso del tiempo y el manejo del dinero. hombres y mujeres. Según esta construcción, los cuerpos de los hombres
Desde niños se les permite el conocimiento y familiarización paulatina deben ser activos; fuertes, duros, aptos para el trabajoypara trabajos
trabajoypara trabajos pesa
calle —los
con la calle —los espacios
espacios p ú b l i c o s — , , imponiéndoles restricciones cada dos, para la guerra; para el mando; cuerpos que podrían ser ser constante
vez menores respecto de los lugares a los que tienen acceso y del tiempo mente sometidos a prueba; cuerpos de la calle; racionales, que controla
utilizado. En la calle ellos deciden qué hacen con el tiempo y no son re rían sus emoci ones y sus actos, excepto cuand o los "ciega la rabia", "el mal
queridos para actividades domésticas, salvo las que corresponden a los genio" y el deseo ("instinto") sexual; cuerpos para penetrar al cuerpo de
hombres, que, en general, requieren poco tiempo. Esto otorga a los varo las mujeres. Los cuerpos de de las
las mujeres, en
en c ambi o—pa ra
ra el referente
nes autonomía de movimiento y disponibilidad de tiempo fuera del hogar, masculinidad d o m i n a n t e — , , deben ser pasivos, delicados, débiles, ap
de masculinidad
lo cual les ayuda en el camino a la adultez. Los padres y los/as otros /as tos para trabajos livianos,
livianos, cuerpos emoc ionales, para ser penetrados por
adultos están observando y guiando al niño/adolescente a incursionar en los varones y para la maternidad, cuerpos del hogar q\m hay que proteger,
esos espacios, incentivando su autonomía. Para las mujeres, en cambio, complementarios a los de los varones.
parte del uso del tiempo ya está definido: deben participar en las activida
La invisibilidad
La invisibilidad de la construcción lleva a que los rarones se apropien
des domésticas, ayudando a la madre cultivando sus atributos e iniciándo de "su" superioridad corporal, en relación con la la m u j a , , desde que tienen
se en sus obligaciones de género; deben permanecer buena parte de su
conciencia. Su cuerpo es el fuerte, e l de la mujer es e es e l débil. La socializa
tiempo en el hogar. Además, siempre se les restringen las salidas a los su infancia
ción a que son sometidos desde su infancia va dirigida a desarrollar al
ámbito pot enci al me
espacios públicos, porque ése es un ámbito ment
nt e peligroso
e peligroso para máximo ese atributo. Cuerpos para defender/se de de oíros
oíros varones y para
ellas; allí están los hombres que las podrían dañar. Los mismos varones proteger a las mujeres. Cuerpos de hombres para que protejan a la Madre
que son impulsados a apropiarse de la calle, son a su vez los (potenciales) Patria de potenciales invasores (también varones). Pero estos cuerpos, así
agresores de las mujeres que incursionen en aquélla. como deben proteger, pued en agredir. Su capaci dad de ejercer vio violencia,
lencia, a
El dominio de la calle y los espacios físicos públicos por parte de través de la agresión física, es otro d e los recursos de poder que otorga el
los varones, transforma estos espacios en lugares de encuentro mascu masculinidad r e f e r e n t e . . Los cuerpos
modelo de masculinidad cuerpos de los varones son — p o
linos — ho m o s o c i a b l e s — y de competencia s, en donde puede n demostrar
linos t e n c i a l m e n t e — agresivos en los distintos espacios públicos y privados en
sus atributos: competir para tratar de ganar; ser valiente ante él mismo y que circulan las mujeres y los "débiles": en sus hogares, con sus parejas e
frente a terceros/as; correr riesgos y no mostrar miedo; iniciarse en el hijos/as; en la calle, con aquellas que anden "solas" sin varones adultos,
sexismo, en el
el heterosexismo
heterosexismo y en la homofobia. con los niños, los ancianos y los homosexuales; en el trabajo, acosándolas
El acceso al dinero y a su uso constituye otro ámbito que diferencia a sexualmente; en la guerra, como trofeos de guerra, en violaciones en violaciones masivas,
hombres de mujeres desde la infancia. Los varones, para sus salidas públi "limpieza" de género y genocidios.
cas, requieren de dinero; al principio, en cantidades p e q u e ñ a s , , luego, ma La interpretación que hacen los varones del cuerpo no sólo tiene gran
yores. Cuando necesitan más dinero del que obtienen en sus hogares, los importancia en la construcción de sus identidades y relaciones de género
tienen mayores
varones tienen mayores facilidades para realizar algún tipo de actividad —se aa en la subjetividad individual, las relaciones de pareja, en su núcleo
que les sea remunerada y por la cual reciben reciben r e c o n o c i m i e n t o . . A las muje con o t r o s / a s — , , también establece jerarquías entre ellos y los
familiar y con
res, en cambio, les resulta más difícil, porque porque el
el trabajo doméstico no se. posiciona a partir de las diferencias. Esta situación, igualmente invisibili-
remunera, e iniciarse en el trabajo remunerado siendo niñas o a d o l e s c e n - mda, se expresa fundamentalmente en las instituciones — religiosas, religiosas, pro-
d u c t i v a s , e d u c a c i o n a l e s , m i l i t a r e s /p
/p o l i c i a l e s,s, entre
entre o t r a s —
— y en las políti analizan numerosos autores y a y a u t o r a s , , en este modelo, la heterosexualidad
cas públicas, al al imponer
imponer como un dato de la naturaleza estas construccio deviene un hecho natural.
nes culturales de los cuerpos, que discriminan la diferencia, la reproducen Al atribuir su sexualidad a un instinto animal —fenómeno —fenómeno fisiológi
e impulsan. Por ejemplo, desconocer que una proporción importante de c o — ,, su impulso puede ser más fuerte que la voluntad; en ese caso, la
las madres adolescentes tienen hijos de varones también adolescentes, y razón no lograría controlar el cuerpo y el deseo. Para muchos varones, el
que mientras a las primeras se les segrega en la escolaridad, se les induce deseo (la necesidad, "el instinto") llega a un punto tal que en algunos mo
a ocultar su embarazo y maternidad, y a algunas a abortar, a los segundos mentos no puede dominarlo, no lo puede doblegar. La animalidad que hay
se les invisibiliza, "no existen" y, por tanto, no tienen que asumir obligacio en el varón puede sobrepasarlo en ocasiones; la animalidad es el descontrol.
nes, y en caso de querer hacerlo, se les considera como inmaduros para tal El hombre se puede transformar en una especie de animal descontrolado.
responsabilidad. Esta interpretación, subjetiva en una proporción importante de varo
El cuerpo, que da origen a la construcción genérica, es , por tanto, nes, les llevaría a sentir su cuerpo como un factor fragmentado de su sub
objeto de construcción social, constantemente afectado por el poder so jet ivid ad, aso cia do a s us d es eos , p lac ere s y em oc io ne s —propias de
—propias de la sexua
cial que impone un tipo de masculinidad a través de un determinado siste lidad—, con expresiones de una fuerza interna que no se puede controlar
ma de sexo/género. Así, el cuerpo está abierto al cambio y es objeto de y que los podría llevar a ejercer violencia más allá de su voluntad, para
interpretación, sus sus significados
significados y su jerarquía cambiarían históricamente satisfacer el deseo. Pero esta interpretación, que libra al varón de sus res
(Connell, 1995, 1995, 1 9 9 8 , 2 0 0 0 ) . ponsabilidades sexuales, le permite, a la vez, justificar el uso de la fuerza
En su constitución, esta forma de masculinidad es sexista —los —los hom varones i n d e f e n s o s , , y a
(violencia) para someter a mujeres y, a veces, a varones
bres son superiores a las m u j e r e s — — y heterosexista —los —los heterosexuales engañar bajo amenazas a niños/as. Todo esto sin sentirse responsables de
son los normales, superiores a los los h o m o s e x u a l e s , , que son enfermos e infe de l as
sus actos o de l as consecuencias de éstos, porque no habrían
habrían sido
sido capaces
capaces
r i o r e s — . . Su interpretación de los cuerpos justifica la homofobia, estigma de controlar su "instinto", aunque después sientan dolor y manifiesten
tiza al hombre homosexual como enfermo que debe ser corregido y casti arrepentimiento.
gado. Asimismo, feminiza a los hombres cuyos cuerpos no correspondan al Esta interpretación de los cuerpos de hombres y mujeres, muy asumi
estereotipo de la masculinidad hegemónica. Hombres que expresan sus da entre los varones, les lleva a distinguir entre sexo y amor. Algunas de sus
emociones, artistas, de contextura débil, enfermizos, entre otros, tende consecuencias se expresan en la relación con sus mujeres. Les llevaría a
rían a ser feminizados. Esta interpretación del cuerpo, que se ha transfor celar a sus mujeres, cuando muestran empatia a un varón, y a interpretar
mado en algo natural, llevaría a los varones a ocultar sus debilidades para como la máxima muestra de desamor y traición de su mujer/amada el que
no ser catalogados de débiles, afeminados u homosexuales, y a hacer de ella
ella pueda tener sexo con otro varón. Pero no sucedería en el caso contra
mostraciones de "hombría" ante los otros/as, comportándose de manera rio, cuando es el varón el que ejerce su sexualidad con otra mujer.
sexista, heterosexista y homofóbica. El amor en cambio, se reservaría a la mujer amada, aquélla con la que
De la misma manera, la división étnico-racial de la sociedad estable se puede casar, tener hijos y proveer al hogar. Se hace el amor con la mujer
cería una jerarquía de de los
los cuerpos, que infantiliza y feminiza y feminiza a los hombres amada y se tiene sexo con las otras. Esta forma de interpretar la sexuali
sometidos de de etnias/razas
etnias/razas conquistadas, atribuyéndoles características que dad, que adquiere tanta fuerza en la adolescencia y primeros años de la
corresponderían al cuerpo estereotipado de la mujer y/o del niño: pasivi juv ent ud, com enz arí a a ser cue st ion ad a por los pr opi os var one s cu an do
debilidad, falta de confiabilidad, emocionalidad, infantilismo. Estos
dad, debilidad, establecen relación
establecen relación de pareja y comienzan a convivir, porque sexo y amor
serían hombres-niños, flojos, pendencieros, traicioneros, llevados por sus serían componentes esenciales para la estabilidad de la pareja. Cuando se
peligrosos ( C o n n e l l , , 1998;
emociones, peligrosos ( 1998; K i m m e l , 1 9 9 8 ) . . Sin embargo, como debilita uno de estos dos componentes, la pareja entraría en conflicto;
describe Mará Viveros
lo describe Mará Viveros ( 1 9 9 8 ) , , también puede observarse una inversión cuando se debilitan ambos, haría crisis la convivencia
cuando convivencia ( O l a v a r r í a , 2 0 0 1 b ) .
en las valoraciones desde los cuerpos socialmente disminuidos. Esta construcción
Esta construcción de los cuerpos del hombre y la mujer mujer tiene
tiene profun
C) Una característica central de los hombres, según el referente de das consecuencias en la salud reproductiva. De acuerdo con ésta, las mu
es la
masculinidad, es la heterosexualidad, la sexualidad realizada con el sexo je res ten drí an la mayo r res pon sa bil ida d en la re pr odu cc ió n, po rq ue "sa-
opuesto. Sólo el hombre heterosexual es plenamente hombre. Como lo orían" que los varones, cuando se excitan, no tienen control de sus cuerpos;
122 DEBATES SOBRE
DEBATES SOBRE MASCUUNIDADES HOMBRES £
HOMBRES £ IDENTIC
IDENTIC 1
.¿ÑERO 123
ellas, en
ellas, en cambio, sí conocerían su cuerpo, sus periodos fértiles y, además, tomías
tomías p u e d e : , , ,-er
,-er múltiples, las capacidades y las las ' " d i s c a p a c iidd a d e s "" se
en su cuerpo anida el embarazo. Así, las mujeres son las que pueden regu potencian ent: z
ent: z sí, posibilitando las discriminaciones de género, reforza
lar la fecundidad, controlando la frecuencia de las relaciones sexuales con das por las de raza, etnia, clase social, discapacidad fisica e intelectual,
el varón y/o usando anticonceptivos que impidan el embarazo. En cambio, edad, as í como el uso de la violencia. De este modo, la masculinidad domi
edad, as
para los varones, con cuerpos que pueden tornarse incontrolables, su pre nante dota a loa lo s varones de recursos de poder por el hecho hecho de serlo, y les
ocupación es por sus mujeres y no por ellos mismos. Los hombres que se posibilita estructurar relaciones con las otras/os, otras/os, s u b o r d i n á n d o l o s , , desva
preocupan dejan claro a sus mujeres que se "cuiden", que usen adecuada lorándolos y convirtiéndolos en dependientes de ellos. Lo hegemónico y lo
mente los anticonceptivos para no quedar embarazadas. En el caso de que subordinado emergen en una interacción mutua, peí© peí© desigual. La mas
ellas, por problemas graves de salud, no puedan usar anticonceptivos, los culinidad que que no no corresponde al referente es es d i s m i n u i d a , , subordinada,
varones estarían dispuestos a utilizar condones durante el periodo que pero se necesitan una a otra en este sistema sistema i n t e r d e p e n d i e n t e . . Toda forma
dure el impedimento. Esta interpretación de la reproducción y cómo se de ser hombre que no corresponda a la dominante, dominante, seda seda equivalente a una
le enfrenta es, en gran medida, estimulada por los/as profesionales de la modalidad precaria de ser varón, que puede ser sometida por aquellos que
modalidad precaria
que involucren directamente al varón.
salud, quienes no sugieren caminos que involucren ostentan la calidad plena de "varones" y también puede ser violentada.
P rovoca, asimismo, que los hombres se sientan como espectadores de E) La posición que
La posición que se asigna al varón en su núcleo familiar le confiere
la procreación de sus propios hijos, y que las mujeres deban asumir una recursos de poder que se potencian con los antes mencionados. A partir d e
responsabilidad que debería ser compartida con su pareja. la naturalización de un tipo particular de familia, a la familia nuclear pa
D) Los atributos y mandatos que impone el referente de masculinidad triarcal (Olavarría,
triarcal (Olavarría, 2001a)
2001a) se le caracteriza como una institución
una institución estructu
dominante señalan que los hombres son distintos y superiores a las muje cierto tipo
rada, con base en cierto tipo de relaciones que establece "roles" para cada
opuesto, lo
res; éstas son lo opuesto, lo contrario de los varones; sus atributos las ha miembros — el
uno de sus miembros — el padre, la madre, los hijos varones y las hijas
cen menos importantes: ser de la casa, expresivas, guiadas por sentimien mujeres— - . . Pero ai caracterizar a las mujeres en la pareja y en el núcleo
tos, físicamente
tos, físicamente más débiles, entre otros. Es una oposición que supone la familia
familiar,
r, éstas no se distinguen por ser lo opuesto al varón, con meno r
otredad m i n u s v a l o r a d a . . En ellas se concentra el conjunto de
inequidad; la otredad valor, sino por ser el complemento de aquél. A primera vista, dentro del
cualidades que expresa esa menor importancia. Por lo tanto, los hombres núcleo familiar, la mujer habría recuperado su su equivalencia
equivalencia con el hom
no deben hacer las cosas que hacen las mujeres, porque hacerlas significa bre, pero es en esa esa complementariedad
complementariedad donde queda nuevamente de ma
exponerse a ser tildados de afeminados y se exponen al rechazo por parte un sistema de roles (teoría de
nifiesto su menor valía, cuando se la asocia a un sistema
de los otros/as. Las actividades de las mujeres, según el modelo referente, roles sexuales) que
los roles sexuales) hace q ue
que refuerza la inequidad y hace q ue ésta
ésta aparezca como
son el límite que no debe traspasar el varón. natural. Esta
algo natural. Esta forma de caracterizar a la mujer, a partir del modelo
El grado de posesión de los atributos del referente de masculinidad dominante de masculinidad, invisibiliza doblemente la inequidad, desde
que exhiban los hombres les otorgará recursos de poder diferenciados. las identidades y las relaciones de género.
Mostrar precariedad, comportarse "como mujeres", realizar actividades que tipo d e familia se articula a partir de las relaciones entre los otros
Este tipo d
ellas realizan, infantíli za y feminiza a los varones y los subordina a otros; miembros con el padre/varón, al que se le asigna asigna ia
ia calidad de eje del
los define como "poco" hombres, débiles y menos importantes. Una forma sistema de de roles
roles y f u n c i o n e s . . El padre ocupa el vértice superior, ordena y
defeminizar a un varón es obligarlo a hacer "cosas de mujer" o decir que supedita a los as otros/as estableci endo atribuciones y responsabi lidades,
En la feminización del otro está la constitución de m a s c u l i n i d a -
las hace. En " r o l e s y f u n c i o r . e s " para cada uno. Los "roles" del varén/padre
del varén/padre son la auto
des dominantes y subalternas y, por tanto, los recursos de poder implíci ridad, jefe de! hogar, proveedor, proveedor, protector, regula dor de los premios y casti
tos. Estas capacidades se atribuyen, distribuyen y reconocen en hombres entre otros.
gos, entre otros. Los roles del resto de los miembros de la familia y sus
específicos; por ejemplo: los varones cesantes, sin ahorros, los propieta interacciones se estructuran en relación con éste. Cuando esta construc
rios de medios de producción; ios que poseen los atributos físicos, los que ción histórica Je la familia se invisibiliza, transforma a esa famili familiaa en "la
no ios tienen; los que controlan sus emociones y actúan racionalmente, familia"; es es un
un proceso que esencializa, transforma en naturaleza aquello
los que expresan sus emociones (porque no las "pueden" controlar); los que ha sido cr, s t r u i d o , , confiriendo al varón recursos de poder sólo por el
heterosexuales, los homosexuales; los vencedores, los vencidos. Las dico- de con.-'.iatir un núcleo familiar con su pareja.
hecho de con.-'.iatir
Los recursos asignados al varón en la familia, a través de la la paternidad terosexual, que ha conquistado y penetrado a una mujer. Esa demanda del
patriarcal, tienen como contraparte a una mujer que ejerce la la m a t e r n i modelo referente dominante es más fuerte que la "responsabilidad"
"responsabilidad" con
dad, que le es complementaria. La mujer/madre complementa al h o m b r e / parejas s e x u a l e s : : demostrarles la sinceridad de su afecto, cui
sus primeras parejas s
padre; ambos, con los hijos, dan origen a la institución de la familia, "base darse para no embarazarlas o infectarlas. Así, los varones actúan "respon
de la sociedad". El trabaja y ella está en la casa; él orovee
orovee y ella mantiene y sablemente" para comprobar su hombría, embarazan en múltiples ocasio
cría a los hijos; él es la autoridad y y ella
ella y los hijos le deben obediencia. nes a sus parejas. Muchos, se sorprenden cuando se enteran de que la
La separación de lo público y lo privado y la la división
división sexual del trabajo, embarazada, y no son pocos los que niegan tal paternidad e
pareja está embarazada,
que conlleva esta paternidad, pasan a ser lo "normal".
"normal". Son el referente, se inducen a la mujer al aborto.
incorporan a la identidad de hombres y mujeres y organizan la conviven La necesidad de mostrarse valientes es, para los adolescentes, una
cia y la familia. Si se cuestionara este "orden", el núcleo familiar entraría responsabilidad: deben alcanzar la calidad de hombre. Mostrar y mostrar
en crisis. se que pueden superar el miedo a las situaciones de riesgo lleva a los varo
nes a experimentar, junto a sus similares —su grupo de amigos u otro
grupo a n t a g ó n i c o —
grupo — situa/iones
situa/iones que los señalen como capaces de arries
"RESPONSABILIDADES" MASCULINAS garse, sea compitiendo con otro/s o mostrando especial habilidad en una
práctica peligrosa. Entre las competencias se destacan, por ejemplo, ejemplo, la
Una de las expresiones del uso de recursos de poder por parte de los varo ingesta de alcohol y/o de drogas ilícitas y las carreras de autos, en avenidas
nes es el sentido que adquiere la responsabilidad. Este
Este sería uno de los públicas utilizadas como pistas improvisadas, para demostrar su atrevi
como la-frag
ámbitos donde se expresaría aquello que se ha caracterizado como miento y poder para derrotar al otro. Las consecuencias de estas compe
mentación de las identidades y subjetividades de los hombres, y sería, a la tencias son ampliamente conocidas en términos de accidentes accidentes a u t o m o v i
vez, uno de los mecanismos que les permite el uso de poder. El modelo lísticos o de intoxicaciones más o menos graves, y es, para algunos, el
referente de masculínidad permite a los varones que prácticas contradic principio de la dependencia de las drogas. Se compite por las más diver
torias sean justificadas como "responsables", liberándolos subjetivamente sas razones, pero en todas debe haber una cuota de riesgo de daño físico o
de las obligaciones que tienen en las consecuencias de dichas prácticas. fatal ( m u e r t e ) . . En su "responsabilidad" de ser valientes, mu
de accidente fatal
En nombre de la responsabilidad, los varones pueden justificar comporta chos quedan con traumas para el resto de su vida, si no es que la pierden.
que adquieren
mientos contradictorios, pero que adquieren sentido subjetivo "honora Las rivalidades entre grupos de adolescentes/jóvenes de barrios y/o
ble" en la construcción de sus propias biografías. colegios llevan a enfrentamientos violentos para imponerse a los otros,
En las distintas etapas de la vida de los varones, tienen que adoptar como una manera de demostrar su superioridad, de ser más hombres que
comportamientos que contradicen los mandatos de este sú-per
sú-per yo de la La justificac
los otros. La justificación
ión de esta conducta es, asimismo, su responsabili
masculínidad, especialmente cuando deben/pueden elegir, conscientemen dad de ser hombres valientes y responder a la violencia con violencia. Los
te o no, entre opciones que lo enfrentan con mandatos de la "propia" ritos para convertirse en hombres se viven como una guerra: los otros son
masculínidad, muchas de las cuales se contradicen con valoraciones mo los enemigos, y sus "territorios" y emblemas se transforman en trofeos que
rales/religiosas que representan para él pautas de conducta aceptable. deben conquistar. La violencia es la forma de relacionarse. Pandillas y
La adolescencia es quizá una de las etapas de la vida de los varones en barras bravas son algunas formas de organización que introducen a esos
la que las encrucijadas se presentan con más más fuerza,
fuerza, porque es el periodo varones en la "masculinidad", ser hombres de verdad.
de las pruebas iniciáticas que les permiten el paso a la adultez. Los man cualquier etapa de su vida, pueden ser responsables
Los hombres, en cualquier etapa
datos de la la masculínidad
masculínidad dominante/hegemónica comienzan a encamar asumiendo o no su paternidad, comportamiento generalizado en una pro
conscientemente y los impelen a probarse frente a ellos mismos y frente a porción importante de padres de hijos nacidos e x t r a m a r i t a l m e n f e , , espe
los otros/as. cialmente de madres adolescentes. Los padres de hijos nacidos vivos de
Esta es
Esta es una de las etapas de la vida de los varones en la que se justifica madres adolescentes solteras son, en una proporción muy alta, varones
de comportareientos
una serie de comportareientos violentos como prácticas responsables. Una 25 a ñ o s . En algunos casos, los padres asumen su paterni
de no más de 25 4
una relación
do hay una relación de afecto/amorosa. Esto sucede especialmente con que la pareja, madre de sus hijos, sí puede hacerlo, porque así lo ha visto
los varones de sectores populares. Otros, en cambio, niegan su paterni con otras mujeres, incluso con la propia madre.
dad, porque dudan ser los padres, aun con la conciencia de ser la única Algunos varones, jóvenes y adultos, entienden la delincuencia como
pareja sexual de la embarazada. Este segundo comportamiento también es una forma de responder a los mandatos de la la masculinidad
masculinidad dominante.
considerado como "responsable" por algunos varones: "responsablemente" Los hombres deben ser los proveedores de sus familias, deben aportar el
no asumen una paternidad de la que tienen d u d a . 5
dinero para satisfacer sus necesidades en el nivel considerado adecuado
Serían, asimismo, "responsables" los varones cuando transfieren a la grupo. Pero,-
por ese grupo. Pero,- especialmente en las últimas dos décadas, las condi
mujer las consecuencias de su sexualidad activa, especialmente en lo rela ciones socioeconómicas (originadas por las políticas de ajuste fiscal,
fiscal, por
tivo a la salud reproductiva: anticoncepción, embarazo, parto y también en las necesidades de las empresas por reducir costos, especialmente en la
lo concerniente a la crianza de los hijos. Ellos no tendrían control sobre su mano de obra y trabajo, y las crisis periódicas, entre otras) han provocado
cuerpo, 'el
propio cuerpo, 'el instinto" y, por tanto, sería un riesgo responsabilizarlos que una proporción creciente de varones jefes de hogar, o que desean
del control de la fecundidad de la pareja. La mujer sería la responsable, establecer su propia familia, no encuentren trabajo en el sector productivo
supuestamente ontoiógico
supuestamente ontoiógico de este referente de masculinidad. Algunas ex mujeres, así como la condición misma y la calidad de vida de de Ion
plicaciones funcionalistas,
plicaciones funcionalistas, como la
la teoría
teoría de los roles sexuales
sexuales —basada hombres. Ven la violencia como una expresión extrema de la desi
en la explicación estructural de la familia, de la la paternidad/maternidad
paternidad/maternidad y gualdad de género que se reproduce generacionalmente, a travéx
de la sociedad con roles y funciones complementarios en un rígido orden de hombres y mujeres, adultos y niños y niñas. Y que niños y niñas,
j e r á r q u i c o —
— es una justificaci ón ideológica del modelo dominan te de testigos de violencia, tienen más posibilidades de reproducirla.
masculinidad. Transforma una "teorización", o sea una explicación de por —Coi nci di e ron
ron en que la violencia no se explica como efecto de una
qué las cosas suceden como suceden, en una verdad ontológica; toda otra sola causa, sea ésta alcoholismo, desempleo, fútbol,
fútbol, pobreza, o
pobreza, o me
forma de relacionarse sería anormal, desviada, contra natura. Este tipo de dios de comunicación, sino que es necesario buscar una explica
explicación lleva, como ya hemos señalado, a invisibilizar la distribución ción que reconozca la complejidad del problema, que supone exa
inequitativa de los recursos de poder entre el hombre y la mujer, y justifi construyen socialmente
minar cómo se construyen socialmente las identidades y relaciones
ca, en la naturaleza/biología, el uso de esos recursos y la violencia que de género; reconociendo la diversidad de situaciones personales,
ejercen (o pued en ejercer) contra otros y otras. El o rden jurídico legitima según condiciones de clase, raza, etnia, edad, entre otras.
e}. acceso de los varones a los recurs os de poder y los transforma en norm as — H u b o
o consenso en que, desde la subjetividad de los hombres, hay
jur ídi cas , en der ech o pos iti vo, co mo es el cas o del Cód igo de De rec ho experiencias personales de dolor que se deben considerar. Cuando
Civil en el ámbito de la familia. los hombres expresan el el s u f r i m i e n t o , , se manifiesta
manifiesta una dimensión
más humana de inseguridades, miedos y desconexión emocional.
—El grupo reconoció una gran falta de voluntad política para para i m p l e -
P A RA F IN A LIZ A R mentar leyes y asignar recursos a programas efectivos para mujeres
y hombres.
En 1998
En 1998 se realizó en Chile la conferencia "La equidad de género en Amé — A s i m i s m o , , hubo coincidencia sobre las siguientes cuestiones, las
rica Latina y el Caribe: desafíos desde las identidades masculinas". Las cuales habrá que tomar en cuenta en las recomendaciones que se
conclusiones a las que se llegó tienen plena vigencia. Los consensos, que formulan:
se presentan a continuación, fueron el fruto de varios días de trabajo y
reflexión de especialistas que desde hacía largo tiempo estaban dedicados • Visualizar la lógica binaria de la violencia, que se da en las rela~
estudio d el
al estudio d el tema (Valdés y Olavarría,
Olavarría, 1 9 9 8 ) . ciones de género: mando o me mandan.
• Reconocer que la violencia se da en múltiples formas y grados: la
—Los
—Los consensos acerca de puntos fundamentales fueron los siguien violencia verbal, psicológica, económica, sexual.
BIBLIOGRAFÍA
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la producción simultánea de masculinidades hegemónicas y dependientes da a la producción de caña de azúcar. En la actualidad, el poblado transita
en Europa y Estados Unidos", en Teresa Valdés y José Olavarría (eds.), Mas por la creciente disyuntiva entre la precariedad y la sobreviviencia que se
culinidades y equidad de género en América Latina. Santiago de Chile, F L A C S O - logra a partir del cultivo de la caña, frente al progreso que promete la
Chile/UNFPA.
emigración hacia Estados Unidos; dilema que se presenta en las vidas de
OLAVARRÍA, José. 2001a. Y toaos querían ser (buenos)
(buenos) paires. Santiago de Chile,
hombres y mujeres, y crea en sus imaginarios un futuro que está siendo
FLACSO.
construido por los y las jóvenes de ahora.
2001b. ¿Hombres a la deriva? Poder, trabajo y sexo. Santiago de Chile,
FLACSO. En este ensayo se abordan algunas de la ideas y prácticas sobre el gé
(ed.). 2 0 0 1 . Hombres: identidad/es y violencia. Santiago de Chile, F L A C S O / nero y la sexualidad que los campesinos toman y recrean a partir del con
de Masculinidad/es.
U A H C / R e d de tacto con los migrantes que se desplazan a otras ciudades del país y del
V A L D É S , Teresa y José OLAVARRÍA (eds.). 1998. Masculinidades y equidad de géne extranjero.
ro en América Latina. Santiago de Chile, FLACSO-Chiíe/UNFPA.
VIVEROS V I G O Y A , Mará. 2000a. "Paternidades y masculinidades en el contexto
colombiano contemporáneo, perspectivas teóricas y analíticas", en Norma CAMBIOS GENER ALES EN EL CORTEJO
Fuller, Paternidades en América Latina. Lima, Pontificia Universidad Católi
ca del Perú. En los procesos de comunicación del cortejo empieza a superarse el
ULLER. 2 0 0 1 . Hombres e iden
VIVEROS ViGOYA, Mará, José OLAVARRÍA y Norma F ULLER. 2
papel pasivo de las mujeres y se presenta una gama interesante de com
tidades i-e género. Investigaciones desde América Latina. Bogotá, CES, Univer
portamientos que combina tanto formas anteriores como formas nove
sidad Nacional de Colombia.
dosas de comunicar emociones. Estas formas comprenden desde las mi
radas de deseo (con que arranca el cortejo en la mayoría de las parejas), las
cartas de amor enviadas a través de intermediarios, como era el caso de
los abuelos y abuelas; hasta el diálogo, las conversaciones de amor cara
a cara y las caricias en público de las parejas actuales. Largas pláticas de
las parejas sobre sus deseos, miedos y sentimientos amorosos, así como
un trato mucho más cercano, caracterizan la conducta de los novios de
hoy y los distingue de Jas relaciones tan formales que se daban entre los
novios de otros tiempos. Han proliferado en los últimos tiempos las rela
ciones amistosas, los equipos deportivos y las fiestas organizadas entre
[lili
jóv ene s de uno y ot ro sexo . Es tos vín cul os per mi ten rel aci one s men os ver naturaleza heterosexual" de hombres y mujeres. La anécdota sobre la tía
ticales y espacios espacios privilegiados
privilegiados para compartir sentimientos y problemas de uno de nuestros informantes es elocuente al respecto: esa mujer muy
familiares. masculina, que usaba pantalones, controlaba la producción de la caña,
En la actualidad, la declaración de amor sigue marcando el inicio del montaba a caballo y se acostaba con las sirvientas, "esa tía era un hombre",
n o v i a z g o . . La frase constante de las mujeres "él me habló", y la afirmación decía Mario, su sobrino, en tanto que para la esposa de éste, Mariana, "ella
varones "le hablé de amores", señalan,
de ios varones "le señalan, s i n , c o n f u s i ó n , , al sujeto mas era mitad hombre y mitad mujer". En todo caso, individuos como estos no
culino, a quien corresponde expresar activamente el deseo, así como el pueden ser categorizados fuera de esa dualidad. En cuanto al caso de "el
valor de la conversación entre novios. Sin emba rgo, tomar la iniciativa para chicas", un joven que baja al manantial y mantiene relaciones con otros
comenzar un noviazgo es una práctica incipiente entre las mujeres jóve niños y jóvenes a cambio de dulces y golosinas; o el de "la m a n í l o r a " , , que
nes, pues cada vez son más frecuentes los relatos de muchachas que de cortejaba a doña Elena en sus tiempos de soltera, soltera, son
son personas a las que se
claran su amor a los varones "como si ellas fueran el hombre" —dijo —dijo José, hace referencia con risas y a quienes se juzga de raros, sin poder dar mayo
de 17
de 17 a ñ o s — . . Además, hablar sobre el amor o referirse al noviazgo como res e x p l i c a c i o n e s . . En ningún caso, los testimonios relacionan estas prácti
una pasión amorosa no forma parte de las experiencias de los abuelos; en diferente.
cas con una identidad sexual diferente. /.
cambio, sí es el contenido sustancial de los relatos de quienes fueron no
vios en
vios en las décadas subsiguientes.
Los actos sexuales entre novios, sin fines matrimoniales, se están rea LA MIGRACIÓN A ESTADOS UNIDOS
lizando, pese al riesgo para las mujeres de perder el prestigio y la posibili
dad de encontrar un buen marido. Sin embargo, en este contexto existe la La emigración de campesinos a Estados Unidos influye en las reflexiones
idea del "amor limpio", concepto que circula todavía entre los jóvenes; y sobre el género, y despierta una sensibilidad diferente respecto de la salud
que se refiere a la entrega total por amor, acto sexual que está justificado
se refiere sexual, el cortejo y otras representaciones de la vida social; de forma tal
por el triunfo de la pasión sobre la voluntad. que la emigración se convierte en un referente c o t i d i a n o , , sin el cual no
En términos de los estilos masculino y femenino, por encima de las sería posible entender la vida en la comunidad. En la población estudiada,
diferencias individuales, se impone una concepción única del ser hombre
diferencias todo se define por contraste entre "el allá" y "el acá". Se trata de dos espa
y del ser mujer. Hay una definición "natural" heterosexual del varón como dos m i t o s : : Estados Unidos y
cios y dos mundos imaginarios, dos realidades y dos
ser a c t i v o , , que debe dirigir los acercamientos hacia las mujeres, que tiene su pueblo.
presencia pública; ese hombre que debe prepararse para cumplir una fun California es el mejor escenario futuro en el que se ven los jóvenes,
ción de proveedor a toda costa y que puede desplazarse por las noches. hombres y mujeres, y es casi el único camino que se visualiza con el fin de
Mientras, la mujer debe ser recatada, aprender a echar las tortillas desde mejorar. Las grandes ciudades, como México o Puebla, constituyen otros
niña, dominar el fogón del hogar y la crianza de los menores, estar sujeta al escenarios posibles. En cualquier caso, salir es avanzar, arriesgarse para
control de los hombres (padres, hermanos, novio, esposo) sobre su cuer mejorar; mientras que quedarse es darse por vencido y sobrevivir. Los que
po, pero también, exigirá respeto en su juventud y, más tarde, renunciará a se van, se casan más tarde; quieren conocer la vida, disfrutar
disfrutar de su juven
todo para sacar adelante a sus hijos. tud y ensayar; los que se quedan tienen menos capacidad de riesgo y de
La adscripción de identidad de género se reduce a las dos opciones búsqueda.
señaladas, a pesar de que las muchachas estén mostrando desplantes acti Pero vivir en Estados Unidos es es vivir
vivir en "una jaula de oro", metáfora
vos frente al
vos frente al cortejo y la sexualidad, y los varones estén sufriendo por tener vernácula para expresar la gran paradoja de la migración, reflejo de una
que demostrar constantemente actos viriles que la cultura les exige. el e s t a t u s : : "allá" viven mejor, tienen mejores condi
fuerte discrepancia en el
En este contexto, la idea de relaciones homosexuales no tiene una ciones económicas, pero se la pasan encerrados, tienen el más bajo estatus,
otras r e g i o n e s . . Las prác
significación de vida en pareja, tal como existe en otras son discriminados, explotados y maltratados; maltratados; "acá
"acá van de pobrezas a po
ticas genitales entre personas del mismo sexo son referidas como inicia brezas", pero tienen libertad de movimiento y gran prestigio; los migrantes
ción masculina
ción masculina (cercana a las prácticas
prácticas zoofllicas,
zoofllicas, de las cuales sólo tuvi son los triunfadores, los que traen dinero, novedades y anécdotas de otros
mos una referencia puntual), o como costumbres que contradicen "la mundos.
Esta enorme ambivalencia ante la la m i g r a c i ó n , , se acompaña de senti tados Uníaos, luego
Los mexicanos dejan mucho dinero en los Es tados Uníaos, luego se v
se v e . . . . En
mientos que se debaten entre la ilusión de -ir de -ir y el desengaño al llegar, el las gasolineras, 60 por ciento de los coches son de de mejicanos,
mejicanos, allí están de
o caco dólares
jando el di nero. Y bien que les pagan m enos, cuat ro o caco dólares por ilega
confort d
confort el otro lado y la nostalgia por eí lugar de origen, la libertad de acá
d el otro
todo elJfe trabajando
les. ¡No es más que una jaula de oro!, está uno todo elJfe trabajando y luego
y la prisión de allá. La migración tiene notables impactos sobre la econo
se va uno a encerrar a un departamento muy elegante, muy bonito y no sale
mía, el consumo y la cultura. Los dólares del otro lado otro lado permiten que acá se uno más que a hacer las compras, y de nuevo al enetsro.
enetsro. A los americanos
invierta en construir y remodelar casas y obras de riego, comprar maquina que tienen que trabajar les pagan más y no les les exige»
exige» como
como a los mexica
ria para el trabajo y electrodomésticos, así como enormes estéreos, cáma hora trabajada... hora
nos, hora trabajada... pagada, ¡ni descansar
hora pagada, ¡ni descansar los dejan! Ni estirarse puede
ras y reproductoras de video y demás aparatos de la industria cultural. Más uno, ni que fuera uno de fierro. Hasta los mismos mexicanos
mexicanos nacionalizados
nacionalizados
allá de los cambios materiales, las representaciones sobre el cortejo y la tratan mal a los ilegales, se sienten más porque tieom tieom papeles y hasta le
sexualidad son parte de esta experiencia de la otredad. Hay una apropia con "aorobio" al
hablan con "aorobio" al presidente Clinton, le dicen hasta lo peor.
estéticos u r b a n o s , de sentidos afectivos y lúdicos
ción selectiva de patrones estéticos
en el noviazgo, de relaciones sexuales alejadas del interés conyugal, de La visión de las madres es menos crítica, más bien es de consterna
jue gos y c ont act os cor por ale s ent re ncvios en espacios públicos y de ensa ción. Elena y M ariana sie mpre están preoc upadas por cómo les va a ir a
yos de prácticas preventivas de salud sexual. sus hijos en el paso de la frontera, a veces son mordidos por los perros;
El notable contraste entre "el allá" y "el acá" tiene sus propios referen ellas les piden que les llamen a la caseta telefónica. Pero
Pero también expresan
tes y cobra significaciones distintas entre los hombres y las mujeres: Son por ejemplo,
resentimientos por sentirse olvidadas. Elena, por ejemplo, no pierde opor
principalmente los varones jóvenes en edad productiva (al terminar la se tunidad para señalar que no va a permitir que Inocencio
Inocencio parta:
cundaria) los que que migran
migran a Estados
Estados U n i d o s ; ; las muchachas
muchachas suelen
suelen irse a
trabajar a otras ciudades, incluso a a lug .res
.res lejanos como México o Vera- Ya le estamos quitando la intención. Aquí hay mucha tierra que cuidar, de
cruz. Sin embargo, cada vez son más las esposas y hermanas a quienes "se Y ¡cuando nos muramos
aquí no se va a ir Inocencio, aunque renga ganas. Y ¡cuando
las l l e v a n " " para el otro lado, o que "mar, dan por ellas". nosotros, si quiere dejar todo y irse para el otro lado, élsabrá. Cuando
élsabrá. Cuando se van
Casi todos los varones desean irse, y algunas de las muchachas tam siempre prometen que van a mandar y a la mera hora hora se
se les olvida. Prome
bién, sobre todo quienes han estado en otras ciudades o que han visitado a por nomás por un
ten que van por nomás por un tiempo y luego se van
van quedando.
quedando. Juan Fernan
sus hermanos en California. Desde la primera generación, ya los hombres do sólo ha venido dos veces en 16
16 años.
migraban a otros estados de la república, principalmente a zonas produc
toras de caña de Puebla y y Veracruz,
Veracruz, y n o fue sino hasta hace quince años Pertenecientes a la segunda generación, nuestros informantes que con
que los jóvenes de la localidad comenzaron a irse para "el otro lado". formaron los primeros grupos de migrantes del del p u e b l o , , Javier y Juan Fer
Fabián y Mario, como padres de familia de los primeros migrantes con 16
nando, con 16 años y 7 años de experiencia en el otro
otro lalo,
lalo, respectivamente,
internacionales, perciben este fenómeno desde un ángulo particular, la resaltan en primer lugar las diferencias de "acá" y ala en las relaciones
visión de quienes tienen siete y cinco hijos "allá", respectivamente. Fabián de género, las cuales son, desde su punto de vista, m e j c o n t r a s t a n t e s . Allá
. Allá
tiene toda una posición crítica ante los estadounidenses: se molesta mu existen otras formas de comunicación, una tende ncia a tomar decisiones
cho porque "allá" a los migrantes los tratan como delincuentes. Entre risas conjuntas, una distribución más pareja del trabajo doméstico, sobre todo
y angustia nos cuenta cómo vio en el noticiario que los policías de Esta es nuq diferente
cuando ellas también trabajan; en síntesis ¡allá es
dos Unidos hasta a las muchachas muchachas g o l p e a n : : "Eso tiene que arreglarse haberse casado joven
Juan Fernando se congratula de no haberse casado joven como los de
consulados, 'ora
en los consulados, 'ora ya hasta se creen dueños del petróleo, eso pertene y probl emas económicos.
su generación, ellos tienen muchos hijos y probl emas económicos. Su plan
ce a la nación ¡desde los tiempos de Cárdenas!" fue, como el de muchos jóvenes de ahora, irse a a trabajar
trabajar varios años, con
Además de de las
las experiencias de sus hijos, Mario tiene la vivencia re buscar pateja
los dólares de allá fincar casa acá y luego buscar pateja para formar una
ciente y dilecta, pues vivió durante nueve meses en Los Angeles con su familia. Hay también otros casos en que la la migraciSn
migraciSn ocurre ante pre
menor, E s p e r r . n z a , para conocer y compartir un
esposa Mariana, y su hija menor, siones económicas después de formada la pareja. Algunos tienen una po
de sus hijos en el otro lado.
poco la vida de su lado. Está Está muy enojado con las últimas sición intermedia, forman pareja justo antes de irse, se casan pa pa tener
noticias de maltrato a los migrantes. algo
algo acá".
136 SOBRE MA SC U U N ID A D ES
DEBATES SOBRE ENTRE IAUIAS D E O R O : GÉNERO Y MIGR A C IÓ N ENTRE C A MPESIN O S 137
Pero Juan
Pero Juan Fernando
Fernando lia
lia asimilado ideas diferentes a las de acá. Por pues
pues del parto, él se irá allá y le enviará los dólares para "mandarla traer",
ejemplo, el hecho de que el casamiento sea una decisión independiente el costo de la pasada está subiendo sostenidamente.
de las relaciones sexuales, y que la igualdad de derechos entre los sexos
en pareja.
sea un ideal de vida en Allá se ahorra mucho, entre cinco rentan un departamento. Se siente uno
encerrado, como en una jaula de oro [misma metáfora que usa su padre].
No como otros amigos de acá, que ya tenían que casarse porque tenían rela Aquí uno es libre, allá hace mucho frío. Se la pasa
Se la en la casa
pasa uno encerrado en la casa o
ciones. Al tener relaciones ya están como obligados a casarse. Y en realidad en el trabajo. Allá no me siento bien. A quí trabajo en la mañana y luego salgo
como un a obligación. Yo conozco tres
ni se aman, sino que solamente fue como un con mis amigos. Allá si te ven mucho tiempo afuera creen que eres vendedor
o cuatro casos que así se casaron. Aquí el casamiento es... si la mujer se casa de drogas.
con el hombre hacen de cuenta que la mujer se vendía con el hombre y que
la mujer es una esclava. Sí. Eso es absolutamente erróneo y "acsurdo", y Nos tocó vivir el nacimiento de la hija de Javier. Fue realmente impor
eso, yo no lo aprendí allá. Yo desde aquí, yo nunca es tuve de acuerdo, para mí tante compartir el gusto de todo el mundo ante el nacimiento de una niña
Siempre tenemos
la mujer..., yo sé que es un ser humano. Siempre tenemos que ser iguales. muy sana. Le pusieron María de los Ángeles, en honor a la ciudad que les
Hay una
chos, —¿me
puesdiferencia, —¿me
diferencia,
en derechos, entiendes?— y
tantoentiendes?—
como el mismo yo la
y esderecho
que yo la miro.
tiene Pero en
la mujer, dere
el hom ha dado tanto a si4 padres.
A Javier no le faltan ganas de retornar y vivir acá, es una decisión
también los tiene, y la mujer tiene el mismo derecho. Nunca se puede
bre también los
poner a la mujer a un lado por el machismo, que no, que los mexicanos, como sumamente difícil. Lo que lo hace dudar es el nivel de ingreso
ingreso y de vida de
esto —te
tú sabes, tenemos. Pero esto —te diré—•, es un orgullo
orgullo —¿cómo
—¿cómo te diré? allá, si las cosas no se componen aquí, piensa irse a Cuernavaca o a otro
equivocado. lado a poner un negocio. En cuanto a la sexualidad, Javier considera que
acá es más conservadora. "Allá no se ve el noviazgo, hace uno cosas, o sea
Javier migra
Javier migra a los
los 16
16 años
años después
después de terminar la
la t e l e s e c u n d a r i a , , y más íntimas con la persona, ya no hay necesidad ni de hablar, dice el el di
ante la imposibilidad de seguir la prepa por falta de recursos (para la ins cho: ¡mañana ni te conozco!". Nos dice refiriéndose al sexo con personas
cripción, el transporte y los libros). Estaba a punto de casarse, cuando sus prácticamente desconocidas.
desconocidas.
hermanos, los de las dos partes (es decir los de acá y los de allá) le ayuda El caso de Francisca es realmente interesante, ella es de las pocas
ron a desistir del matrimonio. que migran
mujeres que migran a Estados Unidos sin ser casada. Como fue abando
nada por su marido, decidió irse al día siguiente y pidió el apoyo de sus
Me orientaron, metieron la mano y abrieron la puerta para que yo pudiera padres. Don Fabián la apoyó con dinero y Elena se ofreció a cuidar a su
irme. Era una época de secas, no había riego para el cultivo, ni fuentes de hijo mientras ella estaba allá. A Francisca la conocimos cuando ya tenía
trabajo, se medio solucionaban las cosas cazando y vendiendo leña. Si yo me siete años viviendo del otro lado, es una mujer fuerte y asertiva, con un
hijos 'orita' no
hubiera casado, cuántos hijos no tuviera. 'Tuviera' lleno
tuviera. 'Tuviera' lleno de hijos. Los aplomo muy diferente a las mujeres de Iguanillas. Dice que ella no ha
norrias piensan en casarse, pero así se destruye uno mis
que se quedan aquí norrias cambiado y le sigue gustando la comida del rancho, aunque allá vivan de
mo. No hay cómo vivir la vida, aquí no hay diversiones más que tomar. Allá otro modo "yo no soy pretensiosa como otros que se van a los Estados
uno co a chamacas.
anda uno co chamacas. Se da uno cuenta de la vida. Si no, ya tuviera yo Unidos. Acá se sufre más porque aquí uno desea todo. Como está uno
cuántos hijos. Yo no decidí casarme pronto. pobre, no hay trabajo, no hay nada, un o desea de todo y por todo, como
alcanza el dinero
ropa; no te alcanza el dinero pa ' comprarte ropa, ni comida
comida . Aquí uno va
De los integrantes de su generación, todos los que se que daron daron se de pobrezas a pobrezas."
casaron, excepto uno que está soltero. Del total de sus cinco hermanos,
sólo uno se quedó. Entre los planes futuros de Javier está el de volver al
Ella explica que los hombres ayudan más allá porque trabajan menos que los
pueblo, comprar un pedazo de terreno y material para hacer su casa, ahora campo, allá sólo
hombres del campo, allá sólo sus ocho horas, así que cuando regresan pueden
que va a nacer su primer hijo. Piensa también en poner un negocio, posi ayudar, no que aquí nunca se les acaba el trabajo. Otra de las diferencias
blemente un taller de bicicletas, algo que aprendió desde chico con su importantes es que aquí hay mucho machismo.
papá. Hace un año se casó con una muchacha de C u e r n a v a c a , , a quien Ya
Ya llegando aquí ¡que tiene
llegando allá, aunque vaya uno de un rancho, verdad, aquí ¡que
Los Á n g e l e s . . Ahora la trajo para que nazca acá su hijo. Des-
conoció en Los unas costumbres! Al l á llegas y uno tiene que adaptarse a las costumbres allá.
Un día agarra y que me dice ¿sabes qué? ya me voy a ir. Le digo: ¿para José,
José, quien nunca ha migrado, reproduce estas historias y marca la
dónde?, dice: para Los Ángeles. Y ¿cuándo? —no —no dice— , , quién sabe. Pero diferencia entre acá y allá en la frecuencia con que se va a prostíbulos y en
a lo mejor va a ser pronto... Yo no sabía ni qué hacer —le —le digo— , , no, pues el número de relaciones con otros hombres y con travestís:
porque él me decía ¿cómo quieres que quedemos? No pues ai como tú
digas —le digo— , si quieres terminamos. No —
digas —le No — d i c e — , le
le digo bueno conste Allá van mucho más. Allá en veces uno va buscando tuerca y se encuentra
pero tú me hablas y me mandas cartas. Y ya después llegó el día, un día no ¡pus por
uno tornillo, no que si no ¡pus no! O sea,
por ahí no! O sea, al verlas se ven bien, así...
antes quedamos que yo lo veía en casa de Valentina, pero nunca llegó. Ya mujeres bonitas, de buen cuerpo, pero ya ya n o . . . . no me acuerdo como les
agarré y me vine, y ya pues me puse bien triste, la verdá, porque digo pues, llama. Que ahorita o sea primero me toca a mí y ya, después ahora voy
nada. Tons
ya se va a ir y no se despidió de mí ni nada. Tons que
que agarro y que me voy a
y o . . . . así, pues uno nos contó que así le pasó. No, no aceptó. ¡Patagonia, a
qué —le digo— , por
buscarlo. Y hora qué —le , por qué me dejaste
dejaste plantada...
plantada... dice no, es
correr!
que acabo de llegar. Ya estuvimos platicando que no se qué, que me cuidara
mucho, que si él se iba es para que yo lo esperara, y que él me iba a hablar y
todo eso. Al final del trabajo de campo, hubo opo rtunidad de visitar a los Herrera
en su casa en Los Ángeles. A los investigadores nos interesaba sobre todo
Al otro día se fue y ya no lo vi. Un mes después me habló, me contó que ver a Francisco, a quien habíamos seguido durante año y medio. Acababa
ya había pasado y que otro día me hablaba.
hablaba. Después de un mes me habló y
me dijo que me iba a mandar una carta. Ya pasaron dos meses y todavía no de irse al norte, como muchos, después de terminar la secundaria. Estuvi
recibo la carta. mos solamente un par de días, sin embargo, fue muy interesante ver en
qué condiciones viven, más allá de lo que nos habíap platicado.
Ahora Esperanza está saliendo con otro muchacho y desde que anda Viven en unos edificios habitados por familias mexicanas, su contacto
con él se está olvidando de Carmelo, esta nueva relación la vive como con los estadounidenses es mínimo. A pesar de que Javier es el único entre
venganza. sus hermanos que habla inglés, los demás se mueven con gran facilidad
en la ciudad y trabajan con personas de otras partes del mundo (chinos,
La verdá él me engañaba con otra, así que ahora nos toca a nosotras desqui italianos, estadounidenses), pero sólo utilizan algunas palabras en inglés
tamos de todo lo que nos han hecho. El El andaba con la
la M é n i c a , , y yo los con las que se dan a entender y no necesitan dominarlo, debido al tipo de
encontré un día platicando. Ahora yo voy a tratar a este chavo y si Carmelo trabajo que tienen (meseros, cocineros, choferes, cargadores). En un un solo
me habla, le voy a decir que si me quiere que venga por mí. Alma me aconse viven 14
departamento viven 14 personas, los cinco hermanos, sus esposas y los
jó q ue ya n o tuviera relac iones hast a q ue me vaya c on él o
on él o con otro y hasta niños. Aun así, nos invitaron a quedarnos a dormir. Nos impresionó mu
que entre a su casa. Voy a tratar de aguantarme a ver si puedo. cho la diferencia de recursos respecto de sus condiciones en México. Allá
tienen cocina equipada, cuartos alfombrados y varios automóviles lujosos.
Esperanza
queriendo sueña con
convencer susirse
a sus p a paa svivir
, , peroa no
Loslo
lo Angeles.
logra. Lleva un buen rato
1 camioneta Cherokee
Cuando nos fuimos a pasear, nos llevaron en una camioneta
muy bonita. Todo el tiempo nos decían que ellos podrían prescindir de
Entre los varones que no han migrado circulan historias y anécdotas todos esos lujos y algún día regresarían a México.
acerca de la gran apertura sexual que hay allá, en el otro lado. Se habla de Aquí no tenemos libertad. Yo cambio esta camioneta por un burro, sin
que allá es lícito tener relaciones prematrimoniales y del acceso a lugares ni ngún
ngún problema, aquí la necesito para moverme, allá pa'qué la quiero,
donde se paga por sexo. Dicen que allá los migrantes viven hacinados en con el burro voy y vengo y cargo lo que quiera.
un departamento para compartir gastos y que contratan a alguna prostitu De regreso, nos pidieron un favor: que si podíamos traer dos bocinas
ta "que se mete con todos". del aparato de sonido de Zara, la mamá de Francisco. Se trata de dos boci
nas muy grandes que no habían podido llevar en la última visita. Lo hici
mos con mucho gusto, y así tuvimos la oportunidad de sentirnos como
Un año después de concluido el trabajo de campo, en enero de 1998, llamamos por ellos al regresar al rancho, inmensamente orgullosos de traer unas enor
teléfono sólo para saludar a los informantes, Mariana, su madre nos informó que Espe mes bocinas al llegar de visita desde "el otro lado".
ranza ya se había ido para Los Angeles, se escapó con otro joven migrante que vino de
un hijo.
visita. Ella ahora ya tiene un
C O M E N T A R I O S C O N C L U S I V O S sus vidas. Las mujeres de los migrantes consideran que cuando están
"allá" sus maridos son más permisivos con ellas, se preocupan más por sus
Las transformaciones económicas estructurales remueven las bases de todo hijos, beben menos y no no las
las pueden maltratar porque "la polecía las de
un sistema patriarcal. Se calcula que 200 habitantes del pueblo viven "allá", "allá", fiende". Estas ideas se comparten, circulan en la comunidad y se han ins
es decir, una quinta parte de la población. Tal como registran los estudios crito en las representaciones de las mujeres y hombres, aun entre quienes
aumento del
demográficos, hay una tendencia al aumento del nivel educativo entre nunca han migrado.
los migrantes indocumentados, y desde la década de los ochenta se habla
crisis e c o n ó m i c a . La migra
de un aumento vertiginoso relacionado con la crisis 2
ción es, sin duda, una alternativa de ascenso social, muchas veces más B I B L I O G R A F Í A ,
valorada que los estudios secundarios o superiores, y además está dando
una oportunidad a los y las jóvenes de generar ingresos, ser más autóno BUSTAMANTE, Jorge et al. 1 994.
994. "Los flujos migratorios de México a Estados
Estados U n í -
mos y verse menos sujetos a las normas familiares y c o m u n i t a r i a s.s. 3
dos", Demos, Carta Demográfica sobre México 7, p. 23.
El cambi o de valor de las tierras, ligado al fracaso agrario y a la pobreza GONZÁLEZ, Soledad. 1 996 . "Novias . "Novias pedidas, novias robadas.^olígamos
novias robadas.^olígamos y y madres
permanente, erosionan el poder económico de los hijos varones al heredar solteras. Un estudio de caso en el México rural, 1930-1990", en María de la
la tierra, y la búsqueda de trabajo estacional en otras parcelas y en otras López (comp.), Hogares, familias: desigualdad, conflicto, redes solidarias y
Paz López
ciudades conduce a que los jóvenes ganen independencia respecto de pa parentales. México, El Colegio de México.
y a b u e l o s . . La pobreza obliga también a la incorporación de las muje
dres y MUMMERT, Gail. Gail. 1 9 9 4 . . "Cambios en la estructura y organización familiares en
un contexto de emigración masculina y trabajo asalariado femenino: estudio
res al mercado de trabajo, con lo cual ellas adquieren una mayor responsa
de caso en un valle agrícola de Michoacán". Ponencia presentada en el Semi
bilidad y, al mismo tiempo, sientan las bases para una autonomía que, a conflicto, redes solidarias
nario Hogares, familias, desigualdad, conflicto, redes solidarias y parentales,
mediano plazo, contribuye a un mayor control sobre sus vidas y sus cuer Aguascalientes, iNEGl/SOMEDE, 22 y 29 de junio de de 1 994.
pos.*
pos.* Así lo comprueban los testimonios de algunas mujeres que han tra Gustavo. 1 998.
VERDUZCO, Gustavo. 998. "Los factores de la migración
migración internacional", Demos,
bajado en otras ciudades, dentro y fuera del país, y. que y. que regresan de vez en Carta Demográfica sobre México 11 , pp. 15 y 16.
cuando a las celebraciones locales y a saludar a sus parientes. ZÚÑiGA, Víctor.
ZÚÑiGA, Víctor. 1996. "Composición familiar y migración interna e internacional
No hay duda de que pisar otras tierras y mirar la propia desde un en la zona metropolitana de Monterrey: el caso de Ciudad Guadalupe, N.
ángulo lejano es una fuerza transformadora. Los hombres que que migran
migran a L.", en
L.", en María de la Paz López (comp.),
López (comp.), Hogares, familias: desigualdad, conflic
Estados Unidos inician un proceso reflexivo sobre el género, que es to, redes solidarias y parentales. México, El C olegio de México.
nuevo en la comunidad; llegan a hablar de igualdad de derechos entre
hombres y mujeres y, esporádicamente, realizan trabajo doméstico cuando
no hay mujeres en el hogar o cuando ellas también tienen que acudir a
trabajar; pero cuando visitan la comunidad vuelven a asumir su función
el ámbito
masculina en el ámbito doméstico. Las muchachas que han salido, ya sea
a Los Angeles u otras ciudades grandes del país, son las que tienen un
criterio más abierto para juzgar, expresan mayores ambiciones, ya sea por
el estudio o el trabajo y, en cierto sentido, tienen un mayor control sobre
C O N SI D E R A C I O N E S TEÓRICO-METODOLÓGICAS
Víctor Seidler
EL PODER Y EL CONTROL
Muchas veces, los hombres de diferentes contextos culturales se dan cuenta
de que han aprendido a controlar para que no los controlen a ellos. Las
formas en que ejercen el poder son distintas y, en muchas ocasiones, los
hombres pueden aprender reflexionando sobre las experiencias de m a s c u -
linidad de diferentes culturas. En la cultura machista que podemos en
contrar en América Central, como lo exploró el grupo de hombres de Can
tera, en N i c a r a g u a , la cultura homofóbica manifiesta mucho miedo a lo
femenino. Los hombres aprenden a temer a sus emociones y sentimientos
porque éstos pueden hacerlos traicionar su identidad como hombres hete
rosexuales. Sie nten qu e deb en controlar a "sus
"sus"" mujeres, a un cu a nd o no
ejerzan el control en otras áreas de sus vidas y trabajo. Suponen que deben
dar órdenes a sus compañeras y que ellas deben obedecerlos. Algunas ve
ces harán uso de la violencia para asegurar que los obedezcan, situación a
la que creen tener derecho. Las estructuras del poder masculino suelen
serr visibles; el problema es que, como normalmente son algo que se da por
se
sentado, los hombres pueden pasarlas por alto.
Desde los setenta, en Occidente se han cuestionado las estructuras
del poder patriarcal, y en distintos países se tiene el nuevo concepto de la
igualdad de géneros. Sin embargo, con frecuencia esta situación sólo em
peora el juego de poder y control que se establece en las relaciones. El que
las jóvenes hayan entrado al mercado laboral y tengan ingresos propios
ocasionó un cambio radical en la lass relacione
relacioness de pen die nte s ddel
el gén ero . E llas
esperan otras cosas de las relaciones y, si éstas no funcionan, son capaces
de continuar con sus vidas. Si las relaciones fracasan, sigue existiendo el
remordimiento, pero si tanto los hombres como las mujeres intentaron
que sus relaciones heterosexuales funcionaran, lo que normalmente se
piensa es que el amor en la relación se terminó. Las personas no están ya
dispuestas a hacer que u n a relación continué cuando éste es el caso.
Aunque todavía existen las diferencias de ciase, la idea de que las
relaciones tienen q u e funcionar para ambas partes ha atravesado las fron-
[147]
148 SOBRE MA SC U U N ID A D ES
DEBATES SOBRE M A S C U L I N I D A D E S , HECEMONA Y VI M EMO CIO
CIONAL
NAL 149
que separan
teras que separan a las clases. Las mujeres ya no conservan sus relaciones reproducimos inconscientemente las suposiciones cristianas respecto a
reproducimos
por el bien de los niños si sienten que sus propias necesidades emociona una única fuente de p oder y autoridad divina. Se trata de la tradición jerár
les no se cumplen. El matrimonio no es ya un fin sino el marco en el cual quica en la que se tiene una cadena de autoridad, en la cual el padre
los individuos deben realizarse. Cuando una mujer siente que se le ignora representa a la autoridad divina dentro de la familia. Su palabra es la ley.
abre e m o c i o n a l m e n t e , insistirá
en una relación o que su compañero no se abre , insistirá en En los Estados democráticos liberales todavía resuenan estas tradiciones,
que las cosas cambien. Se ha dado un cambio tan radical que no se la autoridad
de ahí que la fuente de la autoridad y del Poder Legislativo
Poder Legislativo sea única. Por
piensa que el hombre sea un buen esposo sólo cuando proporciona el ejemplo, en Inglaterra se tiene el concepto de la reina y el Parlamento
dinero para la familia. Las mujeres esperan obtener más emocionalmente como fuentes exclusivas de autoridad. Durante años fueron la fuente últi
de sus relaciones. ma de la autoridad y el tribunal de apelaciones de todas las colonias del
La economía del tiempo es diferente y las mujeres esperan que los Imperio británico.
hombres se hagan más presentes en la relación. Anteriormente, cuando Como esta visión jerárquica de la autoridad podía identificarse en las
trabajaban horas extras para que la familia sobreviviera no había gran pro- diferentes legitimaciones del sistema de castas de la India, las lecturas de
b j ^ m a , , pero el presente es distinto y las mujeres se muestran insatisfechas las diversas tradiciones religiosas solían ser equivocadas. Resultaba difícil
con la ausencia de su pareja. Esperan que esté con ellas y y las/los
las/los hijas/ de las
apreciar el poder de las deidades femeninas en las tradiciones hindúes.
hijos. Sin embargo, los hombres pueden sentirse incómodos en el espacio Las mujeres no eran sumisas ante las autoridades masculinas como lo son
doméstico, como si no pertenecieran a él. Como se sienten mejor con sus en Occidente; sin embargo, las jerarquías dependientes del género tenían
amigos en el trabajo, aceptan gustosos las horas extras; extras; el espacio domés y la
sus propias tensiones sin resolver. Había que temer al poder femenino, y la
tico les es extraño. Pareciera que la familia se ha organizado sin ellos y sexualidad de las mujeres era una amenaza para la potencia masculina.
entonces no encuentran un lugar en ella. . Ellas tenían identificaciones propias y podían ejercer formas de control
Cuando los padres esperaban que se íe se íe s respetara como las figuras de sobre sus hijos e hijas en las esferas religiosas.
autoridad tradicionales en la familia, su posición estaba perfectamente Podemos caracterizar formas diferentes de patriarcado en las que los
definida. Las madres los buscarían para qpara q ue
ue ejercieran disciplina y auto hombres aprenden a ejercer el poder de varias maneras; el problema es
ridad —'Ya
ridad —'Ya verás cuando
cuando llegue
llegue tu
tu p a p á " — . Al
Al hablar con algunas jóvenes que al hacerlo, sugerimos cierto universalismo que con facilidad se vuelve
Bangladesh, emigrantes
de familias de Bangladesh, emigrantes en Londres, me quedó claro que reductivo.
surgían diferentes patrones. Cuando no existía la presencia de los abuelos Se trata de una debilidad de las tradiciones del trabajo crítico sobre
o abuelas, las nuevas parejas podían establecerse con facilidad, especial los hombres y las masculinidades, que definen a estas últimas exclusiva
mente si la mujer trabajaba fuera de la casa. Algunas jóvenes menciona términos marxistas
mente como relaciones de poder. Así, en términos marxistas ortodoxos, se
ban
nerselopara
silenciosas
defenderque eranhijas.
a sus sus madres y cómo de
Otras hablaban no que
eransecapaces
habían de interpo
establecido sugiere que las tradiciones culturales son legitimaciones ideológicas que
deben ser encubiertas para revelar las relaciones de poder dependientes del
más equitativas.
relaciones más equitativas. Normalmente, la madre se ocupaba de educar género. Se trata del tipo de marxismo ortodoxo que Gramsci
Gramsci cuestionaba
a los hijos e hijas, y era ella la que ios/las
ios/las disciplinaba cuando se portaban al intentar entender las formas en que la hegemonía actuaba. En las discu
mal. Los niños tenían la libertad de salir y llegar tarde a casa, mientras que masculinidades hegemónicas
siones de Robert Connell sobre las masculinidades hegemónicas se corre
las jóvenes no gozaban de ese privilegio porque ellas cargaban con el honor el
el riesgo de enmarcar a éstas exclusivamente como relaciones de poder,
de la familia. diversas m a s c u l i n i d a d e s .
tanto entre los hombres y las mujeres como entre diversas m
Son sorprendentes las semejanzas y diferencias que se observan al Aun cuando no sea la intención de Connell, con ello se fomenta el univer
analizar la
analizar la diversidad de las masculinidades culturales; por ejemplo, las salismo que sostiene las nociones y soluciones occidentales, y se dificulta
diferentes formas en que los hombres sostienen su poder y control, y teorizar las diversas culturas de la masculinidad. Pareciera, entonces, que el
los caracterizan
las diferentes sensibilidades que los caracterizan son asombrosas. Sólo poder, de alguna forma, representa la "verdad" de la masculinidad que
cuando tomamos conciencia de cómo los patriarcados se han sostenido debe hacerse ver, y se olvida que la idea era explorar las relaciones comple
en las diferentes tradiciones religiosas y espirituales, comenzamos a en jas ent re el pod er y la vid a emo cio nal .
relaciones dependi ent es
tender la naturaleza de las relaciones dependi es del género. A menudo
tiende a identificar la autoconciencia como una práctica terapéutica, en diferente de Gramsci que lo colocaba en los términos de la compleja rela
lugar de comprometerse de forma crítica con el individualismo que nutre ción de Marx con el racionalismo ilustrado; ahí, mostaé cómo Marx se en
a las prácticas terapéuticas o explorar la razón por la cual los hombres cuentra tanto en el interior de la modernidad como iuera de ella. En los
necesitan romper con el intelectualismo que frecuentemente limitó los setenta, se solía leer a Gramsci a través de Althusseryse insistía en repro
experimentos de los grupos de autoconciencia y evitó que los ho mbres rea ducir la distinción errónea entre una primera visión h u m a n i s t a "",, que su
lizaran
lizaran formas más directas de exploración emocio nal. El problema es que puestamente se basaba en una concepción dada de la naturaleza humana
los hombres adoptaban esta práctica para explorar ellos mismos el punto que necesitaba "realizarse", y cierta concepción científica del marxismo,
posterior, que consideraba la historia y la política como "ciencias". E Áa
r
de vista feminista de que "lo personal es político" y, con ello, tener un
puente que les permitiera explorar la forma en la cual lo que la cultura lectura althusseriana de Gramsci se encontraba especí&amente en los escri
moral liberal les había invitado a construir como experiencia "personal" y tos de Stuart Hall y Chantal Mouffe.
Mouffe. Aunque Connell m surge de esta tradi
"subjetiva", se encontraba en realidad conformado por relaciones mayores ción del marxismo estructuralista, sí comparte con él c is t o racionalismo mo
de poder y subordinación. ral. Es posib le identificar en él cierto temor por lo personal y
y emocional.
Necesitamos explorar la razón por la cual los hombres que están en con Es útil recordar estas tradiciones del trabajo intelectual, ya que, aun
textos culturales y de clase específicos se sienten atrapados por su raciona que desprestigiadas en el presente, continúan resonando. En el desplaza
lismo e incapaces de apartarse del intelectualismo que siempre habían miento que la teoría social hace desde Althusser hasta Foucault se sospe
dado por sentado. Freud ya había identificado esto cuando se refirió a que chaba de lo "personal" y lo "emocional". Gramsci mismo trabajaba con una
los hombres podían escapar de las emociones y sentimientos, que habían concepción relacional de los sujetos, en la cual los individuos se definían
aprendido a interpretar como amenazas para sus identidades masculinas y en términos de sus relaciones con los otros, y no de cierta naturaleza inter
enfrascarse en el racionalismo que les permitía mantener distancia emo na que debía expresarse. Quería referirse a los/las individuos en términos
cional respecto a sí m i s m o s . Se trata de una dificultad que la autoconciencia de sus relaciones sociales. Al mismo tiempo, en sus Cartas de la cárcel 3
mantiene y que el psicoanálisis tradicional reproduce. Con ello se explica exploraba lo que significaba "conocerse a sí mismo", no sólo como una explo
por qué en diversos contextos culturales los hombres buscan formas más ración psicológica interna, sino en términos de una sed de relaciones so
expresivas de psicoterapia, menos preocupadas por las regresiones a las ex ciales. Algunas veces, esta exploración presenta una contradicción que
periencias de la niñez y comprometidas con explor explorar
ar directamente las em o surge de un punto de vista, según el cual, para desarrollar una conciencia
ciones y comportamientos no resueltos del presente. Buscan terapias que crític
críticaa debemos co mprendernos a nosotros mismos en relación
relación con la com
se relacionen con un futuro diferente en el cual ellos puedan sentirse más plejidad de las relaciones históricas y no en términos individualistas de
cómodos con las complejidades de sus vidas emocionales. cierta psicología interna.
Si exploramos las diversas culturas de la m a s c u l i n i d a d , entonces tene En las importantes notas a pie de página, puede werse cómo Gramsci
mos que referirnos a las complejas relaciones que se dan entre el poder y se refiere a estas cuestiones. Sólo en las últimas páginas de Cartas de la
la vida emocional. Debemos cuestionar la presteza con la cual Connell cárcel puede
puede
notarse su insatisfacción con el tipo de Jescripción estructu
distingue entre lo que considera la política terapéutica de los setenta y la ral que trata a la experiencia como un efecto de los discursos predominan
política real que la siguió. Se trata de una distinción poco útil que marca tes. Gramsci ya cuestiona la tradici
tradición
ón racionalista que descalificaba a la
diferentes momentos históricos de la exploración crítica de los hombres y
2
Victor Seidler, Recovering the Self: Morality and Social Th eory, Routledge,
Routledge, Londres,
Londres, 1994 .
Robert
1
Robert Connell, Masculinities, Berkeley,
Berkeley, University of California,
California, 1995 . 3
Antonio Gramsci, Cartas de la cárcel, México, Era, 1981.
tradición religiosa católica por considerarla irracional, al reconocer que, te, dentro de la modernidad protestante, que legislaba una relación espe
por lo menos en Italia, había que comprometerse críticamente con el po y la vida emocional. Esta visión de la masculinidad no
cífica entre la razón y la
der de las tradiciones católicas para configurar identidades particulares. puede traducirse a otros contextos culturales distintos; más bien debe vol
Se dio cuenta de que la misma noción del tiempo se estruc turaba de acuerdo ver a estudiarse en una tradición católica. Es común encontrarse con que
con el calendario católico, y cómo, así, se estructuraban las identidades y en las culturas posmodernas, la gente insiste en que estas historias ya no
sentidos del presente y el futuro. En lugar de descartar las tradiciones influyen en culturas más seculares. Sin embargo, debemos tener cuidado
debemos explorarlas
religiosas como formas de superstición, debemos explorarlas verdades que antes de hacer esta suposición y hablar de "masculinidades hegemónicas",
incluyen, y las formas en las que pueden mantener a la gente en condicio porque entonces podríamos impulsar el tipo de universalismo que Gramsci
nes opresivas y humilla ntes. Así se incluiría explorar la manera en la que lo cuestionó en su pensamiento sobre Italia.
femenino se idealizaba en la figura de la virgen y, al mismo tiempo, se
experimentaba como una contaminación terrible para los hombres. Según
la lectura católica del Génesis, Eva era una tentación que debía identifi LA HEGEMONÍA Y LA VIDA EMOCIONAL
que resistirse.
carse con la serpiente y a la cual había que resistirse./Si
/Si los hombres no
podían confiar en las mujeres, entonces tampoco podían confiar en lo "fe hegemónicas" debemos
Si continuamos pensando en las "masculinidades hegemónicas"
menino" que se encontraba en ellos mismos. evitar el discurso universalista que trata a la masculinidad exclusivamente
De los últimos escritos de Gramsci debemos aprender que no pode como una relación de poder. En diferentes contextos de clase, "raza" y
mos definir exclusivamente a la masculinidad como una relación de poder. etnicidad, se presentan diferentes visiones de masculinidad que necesitan
Gramsci introduce la noción de la hegemonía para escapar de dicha defi explorarse con cuidado. Por ejemplo, la manera en la que los hombres se
en cuestionamientos a
nición; quería centrarse en cuestionamientos a la legitimidad, relacionados identifican con la fuerza física puede descalificarse ante el contraste entre
con las diversas fuentes de poder. En consecuencia, h ay
ay que comprometer el trabajo manual y el intelectual. Podríamos sentirnos incómodos si no
nos con las tradiciones católicas y las formas en las cuales sostienen visio somos fuertes, pero también pudiera ser que los hombres de clase medía
nes particulares del poder masculino. Esto se relaciona tanto con nociones desdeñaran la fuerza física por sí misma. Necesitamos explorar historias
de pureza como con nociones de lo "masculino" que de alguna forma no se que resultan muy complejas. Guando Gramsci se refiere a la la hegemonía
encuentran contaminadas por lo "femenino". Necesitamos explorar la ma de las instituciones capitalistas en las culturas morales, distingue los dis
nera en la cual las masculinidades heterosexuales y homosexuales particu tintos espacios en los cuales debemos crear relaciones alternas y formas
lares se relacionan entre sí. A menos que nos comprometamos con los de de vida que, al unirse, representan una contra-hegemonía. Esto puede
talles, seremo s incapaces de apreciar la manera en la cual las subjetividades atestiguarse en los movimientos anticapitalistas que surgen en oposición a
154 SOBRE MA SC U U N ID A D ES
DEBATES SOBRE MASCULINIDADES, I- l M O N Í A Y VIDA EMOCIONAL 155
las conexiones entre el poder y la cultura para, así, cuestionar el análisis En las Ca rta s de la cárcel, Gramsci comenzó a cuestionar el universa
de las masculinidades hegemónicas, centrado exclusivamente en las re lismo tan comúnmente implícito en los escritos de Marx, en particular la
laciones de poder, que impide las conexiones entre la cultura y la vida autoridad que Lenin asumió en relación con la experiencia y la conciencia de
emocional. la clase obrera. En estas cartas a su familia, Gramsci quería explorar su pro
De esta forma, el análisis de Connell se queda en términos de un pia voz como individuo y reflexionaba críticamente sobre su propia expe
análisis estructuralista, aunque no en los mismos términos con los que los riencia política en la izquierda. Ahí rechazó el contras te, presente en algunos
althusserianos trabajan. Por eso es que, al referirse a la masculinidad como de sus trabajos anteriores, entre "conocerse a uno mismo/una misma" per
poder, no estudia las experiencias contradictorias de los propios hombres. sonalmente y "conocerse" políticamente a través de las relaciones con otros/
A pesar de que podemos aprender mucho de los estudios más empíricos de otras. Se trataba de una falsa oposición que le impedía compartir su expe
Connell, poco podemos desprender respecto a cómo surgieron estas mas riencia como hombre con su propia familia. Sin embargo, en los escritos de
culinidades, y se presenta una fractura con discusiones más teóricas sobre Connell, lo personal se vuelve "terapéutico" cuando se analiza la hegemo
éstas. Las diferentes secciones no embonan, y es fácil sentir que no se nía como una relación de poder, como parte de una jerarquía de poderes.
proporcionan términos que ayuden al análisis de lo que ocurre en los estu Así resulta que, al referirnos a las masculinidades hegemónicas, nega
dios más empíricos. mos lo personal y lo emocional. En consecuencia, las luchas personales
Gracias a la teoría social posmoderna hemos aprendido a cuestionar el masculinas con las masculinidades que heredaron no se politizan, y obte
universalismo que por tanto tiempo inundó a las teorías sociales. Hemos nemos un análisis reductor que sólo utiliza el lenguaje del poder. Con ello,
aprendido a cuestionar la posición desde la cual los sujetos hablan y las las "masculinidades" se convierten fácilmente en el nuevo objeto de la
formas en que se colocan frente a los discursos dominantes. En parte, esto investigación científica, aunque no cuestionen las suposiciones masculi-
incluyó la recuperación del punto de vista de la política sexual respecto a nistas que trabajan en el objetivismo de las metodologías de investigación
que la gente debe hablar desde su propia experiencia y no hacerlo en tér- positivista. Por el contrario, se corre el peligro de seguir la dirección de las
"vmwür-vaoi'oí.'iíííira ¿r'íiedisreíki J^iOí-tiie/or-pai ¿•'an'OsFnd" rogar oe -astniíii
5
— í i r . f t' t f o r i i k í a í i f c s ' T (eg^rifit )irícas-pui
(eg^rifit)irícas 'qtie '5 >e itteríciíf
-pui'qtie
;
y intuiría persoiJaT y ^ e i n u -
itteríciíf y
que la "experiencia" es algo dado, nos dimos cuenta de que se trata de algo cional. Se permite a los hombres reproducir un espacio teórico des/conec
fragmentado y de que las identidades son complejas. Lo anterior se oponía tado de la exploración de su propia experiencia como hombres.
al universalismo que impulsaba a las mujeres a hablar en nombre de Hasta cierto punto, esto nos recuerda las dificultades que Marx tenía
otros, suponiendo que compartían la misma situación de subordinación y con su propio origen judío, origen que tenía que negarse para que él pudie
opresión. Se cuestionó implícitamente el universalismo cuando las muje ra hablar en términos universalistas de la humanidad. Sin darse cuenta,
res de diferentes contextos de clase, raza y etnicidad aprendieron a hablar Marx asumió que su propia diferencia como judío no leproporcionaba una
desde su propia y distinta experiencia de otredad. posición desde la cual pudiera hablar, es más, se trataba de una particula
Al mismo tiempo, al referirnos a las masculinidades posmodernas ridad que, en términos católicos dominantes, necesitaba
necesitaba trascender para
homogenizadoras y unifi-
debemos tener cuidado y no presentar visiones homogenizadoras poder hablar desde los términos universalistas de la razón. En lugar de
cadoras de la masculinidad. Así, tendremos que cuestionar los discursos apreciar cómo el discurso universalista de la razón, establecido en oposi
universalistas del poder y volver a pensar los términos de la dominación ción radical a la naturaleza y la vida emocional, legitima y habla por la
masculina. Si insistimos en articular los cuestionamientos de Gramsci en experiencia de una masculinidad blanca, heterosexual, cristiana y domi
términos estructuralistas, esto es, como relaciones de poder, perderemos nante, Marx asume que se trata de un avance incuestionable. El carácter
la conexión con la experiencia contradictoria de diversas masculinidades. jud ío d e Marx debe trascenderse en el camino hacia lo que es ser "huma
Es más, seguramente identificaremos, como Connell lo hace, a los hom no". Sostener una particularidad amenaza y compromete la universalidad
bres con las masculinidades contra las cuales ellos luchan. Debemos te del humanismo, identificado únicamente con la razón y la racionalidad.
ner cuidado y no encajonar a los hombres en las relaciones de poder, tanto Es por esto que Marx asume que de alguna forma tiene que librarse de su
con las mujeres como con otros hombres, sin crear espacios en los cuales carácter judío para existir como ser humano.
podamos explorar las relaciones contradictorias que los hombres estable A menos que seamos capaces de criticar el universalismo que perma
cen frente a las masculinidades dominantes. nece implícito dentro de las tradiciones
tradiciones marxistas, reproduciremos estas
D EBA TES
TES SOBRE MA SC U L IN ID »
SOBRE MA MA SC L MIO A D ES
ES,, HEGEMO N ÍA
ÍA Y VIDA EMO C IO N A L
Y VIDA 157
suposiciones en la política sexual que se configura bajo estas definiciones. Yn lugar de impulsar a los hombres para que hablen desde su propia
Una de las fortalezas de los escritos de Marx que sigue en pie es su pre experiencia y exploren las complejidades de las subjetividades masculinas,
ocupación por la justicia y su lucha en contra de la explotación y la opre nos encontramos en el discurso universalista y abstracto de las masculini
sión. Sin embargo, al mismo tiempo, Marx sólo consideraba la injusticia y dades hegemónicas. Así, se han presentado marcos teóricos que las orga
la opresión "reales'' cuando se daban en el espacio público del trabajo y l a nizaciones globales utilizan, ya que parecen proporcionar un análisis que '
política. Se trata de una suposición que el feminismo ayudó a cuestionar no necesita escuchar a los hombres. No necesitamos escuchar qué es lo
como parte de su crítica de la modernidad. No sólo cuestionó las distincio que los hombres quieren, digamos en relación con la salud reproductiva,
nes entre la cultura y la naturaleza, la razón y la emoción, sino también ni involucrarnos en el difícil proceso de de n e g o c i a c i ó n
n entre diferencias. Es
entre las esferas pública y privada, al sostener qu e lo "personal es político". más, suponemos que como los hombres tienen el poder, entonces no pue
personal, crítica
No se trataba de reducir lo político a lo personal, crítica falsa que Connell den tener ninguna virtud de su lado.
y L y n n ee Segal harían e n contra del proyecto Talón de Aquiles a principios De forma paradójica, el análisis hegemónico de la masculinidad silen
de los ochenta. No obstante, traicionó el rechazo a aceptar que , al hablar de ció a ios hombres que necesitábamos escuchar y los hizo sentirse culpa
hombres, la exploración de las vidas emocionales y personales puede ser bles y avergonzados de sus sus m a s c u l i n i d a d e s . . En lugar de hacerlos cons
parte de una política masculina capaz de cuestionar el racionalismo que cientes de que aun cuando las masculinidades heredadas pudieran ser
ha dado forma al pensamiento de la izquierda. parte del problema, revisar dichas masculinidades podría ser parte de la
Al pensar las masculinidades, los cuestionamientos sobre la diferen solución. En los discursos dominantes de las masculinidades hegemónicas
cia en relación con la cultura, la religión, la raza y las etnicidades suelen no hay ningún espacio para que esto ocurra. Es más, su universalismo y
debilitarse como formas particulares que necesitan ser trascendidas cuan alcance global son parte del problema.
do nos dirigimos hacia el discurso más universalista del poder. Esto tam-
bién perjudica el pensamiento sobre las relaciones complejas que los hom-
bres tienen con las masculinidades heredadas y silencia la experiencia vivida
por los hombres como tales, cuando nos encontramos atrapados por los
términos abstractos de las masculinidades subordinadas y hegemónicas.
Aun cuando el trabajo de Connell se desplazó hacia una discusión más
plural de las masculinidades, alejada de puntos de vista singulares de lo
masculino, que a menudo incluyen suposiciones específicas respecto de
la clase, la raza y lo sexual, lo cierto es que también ayudó a a l i m i t a r r la
exploración de diversas culturas de la masculinidad cuando la gente se
encontró en el discurso universalista y homogéneo del poder.
Lo anterior tiene consecuencias paradójicas en el análisis del discurso
que se separó del estudio del poder que ios hombres tenían en relación
con las mujeres y los hombres gays, para pensar en términos de cómo las
diferentes "posiciones del sujeto" se articulan en los discursos dominan
la ma culinida d volvió al marco del análisis feminista poses-
tes. Con ello, la
al m i s . . . o
tructuralista, al o tiempo que cuestionó los conceptos de determina
das identidadejLjseruales jtxle />éru r ¿t.oite e^c^r3 ]^jij ^j ./'XDres^i«.„é \L .
das >
J
Aunque Butler aplica esta frase a todos aquellos que hemos sido "generi-
(Butler, 1 9 9 8 ) , , podemos aventurarnos a usarla también para quie
zados" (Butler,
nes trabajamos, investigamos o teorizamos sobre cuestiones de género. El
problema del esencialismo no se reduce al enfoque biologicista, sino que
puede permear, sin que sea la intención de sus autores, muchas represen
taciones del género, entre las cuales están las premisas de las que parti
mos
tivos para nuestro
e incluso en trabajo, ya sea
las diversas en políticas públicas,
aproximaciones teóricas. en modelos educa
En particular la literatura sobre hombres y masculinidad(es) parece
estar en riesgo de representar al género — a la masculinidad en c o n c r e t o —
como si fuera una-cosa-en-sí-misma, aunque la intención de deconstruir-
2
1
Una versión breve de este artículo apareció publicada en La Ventana, núm. 1 4 , Universi
dad
flexión de sobre
Guadalajara, diciembre
el trabajo de 2001, bajo
y la investigación sobreelhombres
título "Lay navaja dos filos: Una
de dos
masculinidades filos: Una re
en México".
L as discusiones suscitadas en la reunión Masculinidad y poder, organizada por el P U E G
en febrero de 2002, nutrieron la reflexión aquí presentada.
2
Parafraseo aquí a Caplan (1987) cuando habla de que la sexualidad se ha convertido en
una cosa-en-sí-misma en el contexto de la modernidad cultural. Me parece que algo
similar podría suceder con "la masculinidad" en este momento.
3
Agradezco la colaboración de Roberto Garda, Yuriria Rodríguez y Elizabeth García en la
realización del trabajo de campo de la investigación en la que se basa este artículo y
algunos comentarios del material producido, así como la generosidad Benn o De Kjeizer,
generosidad de Benno
Juan Guillermo Figueroa, José Aguilar y Eduardo Liendra, quienes han compartido con
migo su visión de! trabaje con hombres en México. Asimismo, conté con la fortuna de
colaborar temporalmente con Delia Villalobos en su trabajo de promoción de la salud y
la equidad de género en comunidades rurales de Michoacán.
[159]
4
Para revisar la influencia de esta visión d el conocimiento en los métodos cualitativos de 5
Esta investigación ha sido auspiciada p or la Universidad Autónoma Metropolitana-Xo-
investigación en ciencias sociales, véase Martínez, 1996 y Guba y Lincoln, 1994 .
chimilco y p or una beca de liderazgo de la Fundación MacArthur.
162 M W J L I N I D A D E S
DEBATES SOBRE M ¡MA SC U U N ID A D (ES)?: L O S R IESGO S DE U N A C A TEGO R ÍA EN C O N STR U C C IÓ N 163
Estas inquietudes
Estas inquietudes surgieron de investigaciones previas sobre sexuali Tomé esta decisión debido a que Roberto Garda formaba parte del grupo
dad ( A m u c h á s t e g u i , , 1998a, 1998b, 2001; Rodríguez,
Rodríguez, A m u c h á s t e g u ii,, Rivas de hombres que íbamos a entrevistar en CORIAC y porque me parecía im
y B r o n f m a n , , 1396), aborto (Rivas y Amuchás tegui, 1996) y derechos re portante detectar el tipo de relación que los hombres entablaban con mu
productivos (Rivas, Amuchástegui y y Ortiz,
Ortiz, 1998 y
y 1 9 9 9 ) , , en las cuales, es e n t r e v i s t a d o r a s . . Al final, no sólo el sexo del entrevistador,
jer es entrevistador, sino sus
durante el trabajo de campo, se evidenció el carácter eminentemente características raciales, culturales y de de clase
clase producirían efectos impor
relacional del género. Es decir, se hizo necesario comprender el lugar de tantes en la información.
los hombres en los vínculos que perpetúan la desigualdad entre hombres y Realizamos en total tres sesiones de entrevistas entrevistas autobiográficas
autobiográficas narra
mujeres y, al mismo tiempo, analizar la masculinidad en su contradictoria (Lindón, 1999) con
tivas (Lindón, 1999) con ocho hombres de Michoacán y siete de la ciudad de
dimensión de mandato restrictivo y "pedagogía para la la o p r e s i ó n " . 6
México. La guía de entrevista fue uniforme y consistía en estímulos abiertos
Con el fin de que la investigación se incluyera en un proceso de traba para que los participantes relataran historias sobre diferentes diferentes aspectos de
jo a l argo pla zo, me inv olu cré en las act ivi dad es de un gru po del Col ect ivo su vida, como su infancia, sus amores, su sexualidad y su paternidad. Esta
gran cantidad de material de campo está en proceso de análisis e interpre
de Hombres
México, y conporlos
Relaciones hombres de
grupos deIgualitarias (CO RIA C) , con sede en la ciudad de
comunidades rurales de Michoa- tación, pero de una primera lectura lectura se
se desprende una de las inquietudes
cán convocados por el Equipo de Promoción de la Salud Comunitaria, que deseo plantear: la dificultad dificultad —o error— de utilizar una categoría de
coordinado entonces por por Delia
Delia Villalobos. Con ellos estuve presente en masculinidad como entidad discreta e e identificable
identificable en cada relato de vida.
diversos talleres sobre cuestiones de género, sexualidad y salud, a partir de Como puede apreciarse, los acontecimientos personales referidos ten
los cuales invité a los participantes a colaborar en la investigación a través drían efectos directos en mi aproximación al problema, los sujetos y las
de la realización de entrevistas individuales. Decidí llevarlas a cabo yo posibilidades de interpretación de la investigación. Aunque no es impres
misma para tener una impresión directa de las condiciones de producción cindible, pasar por la experiencia de la reproducción (biológica y social) y
del
del material de campo, y porque quería sostener la pregunta de investiga los ajustes, negociaciones y conflictos que implica, me me permitió
permitió incorpo
ción durante las mismas. en el
rar en el trabajo información subjetiva que resultó importante para com
algunos primeros encuentros,
Después de haber realizado algunos primeros encuentros, el des eo se prender la experiencia de hombres y mujeres.
me atravesó en el camino y nació Daniel, mi hijo, durante el periodo de Por ejemplo, gracias a largas conversaciones con mi compañero y pa
trabajo de campo. Obedeciendo medidas preventivas del embarazo, me dre de mi hijo, pude comprender la dificultad que viven muchos hombres
fue imposible seguir viajando a M i c h o a c á n , , por lo cual me enfrenté a la para vincularse amorosamente con su primer hijo recién nacido, en virtud
necesidad de delegar la realización de las entrevistas, cosa que nunca ha escaso —o
de su escaso —o n u l o — — "entrenamiento" práctico y emocional frente al
bía h e c h o .
bía suceso. Pude también entender la responsabilidad y confusión que signifi
Encomendé esta tarea en Michoacán a Roberto Garda, sociólogo y ca la asignación esencialista de un saber maternal a las mujeres por el solo
miembro de CORIAC, quien para ese entonces ya había llevado a cabo un hecho de haber gestado y parido, al mismo tiempo que la relativa posición
prolongado trabajo de reflexión sobre su condición de hombre. Estas cir de poder que nos puede otorgar el mismo hecho.
pertenecía al
cunstancias y el hecho de que no pertenecía al grupo de Michoacán me
parecieron que lo habilitaban como un escucha sensible.
Después de iniciar las entrevistas en CORIAC, tuve que interrumpirlas LOS PUNTOS DE PARTIDA: ENCARGOS Y DEMANDAS
por la necesidad de atender a mi hijo durante su primer año de vida. En
este caso, solicité a Yuriri
Yuririaa Rodríguez y a Elizabeth García (en e se enton La "masculinidad", como categoría teórica y empírica, y la proliferación de
ces investigadoras asociadas del Programa Salud Reproductiva y Sociedad trabajos relacionados con el tema surgieron recientemente, "hacia el ini
de El Colegio de México) que colaboraran en esta fase de la investigación. los o c h e n t a " , y obedecen a una serie de procesos
cio de la década de los 7
7
Cazés (1998) afirma que
afirma que "estos estudios no comenzaron hace ta
hace ta n poco tiempo, pues
6
Guillermo N ü r . ez,
Guillermo ez, comunicación personal. I Reunión de Organizaciones Civiles que los trabajos de incontables investigadores del pasado se ocupan de los hombres, la
trabajan con nombres, Querétaro, México, 2000. de las feministas,
virilidad y la masculinidad, y gran parte de las obras de las feministas, al menos desd e
sociales, políticos y académicos que vale la pena mencionar con el fin de milia como función exclusiva de los hombres y asno emblema prin
construir, com o se dijo anteriormente, el contexto en el cual se está reali
construir, cipal d e la masculinidad. Aunque Gutmann (19%) pretende
pretende anali
zando este estudio y la posición desde la cual investigo el tema. zar estas transformaciones en las identidades masculinas y la divi
A mi parecer, el gran interés por el estudio de la (o las) masculinidad(es) sión sexual del trabajo en una colonia popular de la ciudad de
y el trabajo con hombres a nivel internacional —principalmente en el mun México , hace falta un trabajo
trabajo histórico más ampio que nos permita
do a n g l o s a j ó n — surge de cinco fuentes fundamentales: construir en detalle los efectos que la globalización económica y
cultural del neoliberalismo ha producido en los soportes tradicio
1) Lastransformaciones que los movimientos feministas norteameri
norteameri nales de la masculinidad. Por ejemplo, es necesario conocer las
cano e inglés trajeron, tanto en la academia como en las relaciones consecuencias de la destrucción de la economíaagrícola
economíaagrícola de subsis
de pareja durante las décadas de los setenta y ochenta, incitaron a tencia, la migración internacional de hombres y mujeres
mujeres y la pe ne
algunos hombres a reflexionar
reflexionar sobre su participación en la desigual tración creciente de los medios electrónicos e olas redes sociales,
biernos nacionales se ha visto dificultada por infinidad de circuns se han reflejado en la impartición de una gran cantidad de talleres sobre
tancias, entre otras, por el avance de la derecha c o n s e r v a d o r a . 9 masculinidad y en la creación de algunas organizaciones de hombres con
5) El incremento de los financiamientos que se derivaron
derivaron de tales com carácter p e r m a n e n t e . La mayoría de tales grupos y de los académicos
12
promisos, especialmente en investigación, activismo y políticas pú que está reflexionando sobre la condición de ser hombres en nuestro país,
blicas relacionadas con el amplio marco de la "salud reproductiva", comparten una tendencia profeminista y/o reconocen la importanc importancia ia de la
la cual incluye la salud sexual, la educación sexual, las infecciones teoría de género para la realización de su tarea.
de transmisión sexual, la anticoncep ción, los embarazos "no desea De modo que, en México, el trabajo con hombres ha estado particu
dos" y el aborto. Esto como resultado del reconocimiento de que larmente cercano al movimiento de mujeres y a sus demandas, más que
"las mujeres enfrentan mayores riesgos de salud asociados a la re enfrentado a ellos, como sería el caso de algunos grupos norteamericanos
producción que los hombres, aunque son ellos quienes son en ma que han reaccionado negativamente a los avances de los derechos de las
yor medida responsables de originarlos" (Mundigo, 1995:5). En mujeres. Junto con grupos feministas, algunas de estas organizacione
organizacioness han
México , esta política de financiamiento favoreció una ciertacierta discu logrado ocupar un lugar importante importante de interlocució n con los legisladores y
sión entre académicos, activistas y agencias gubernarn/jntales, la el gobierno, sobre todo en la ciudad de México, para el diseño de políticas
10
nes reproductivas de la pareja, mas no siempre de manera democrática ni sobre su experiencia con hombres de una colonia popular de la ciudad de
respetando los derechos de las mujeres. De no ejercer presión por parte de México: "En los lugares de la ciudad de México donde ha habido cambios
la sociedad civil, y en particular de las organizaciones de mujeres, las bue en las identidades y acciones masculinas, las mujeres han sido, por lo ge
nas intenciones del llamado mate involvement pueden terminar en formas neral, las iniciadoras. Es muy raro que los grupos sociales que sustentan el
de reciclar el poder masculino sobre los cuerpos de las
las mujeres, avaladas importar cuan
poder, sin importar cuan acotados estén, renuncien a éste sin oponer re
por políticas públicas de salud. sistencia, muc ho menos cuand o esto surge de un sentido colectivo de jus
(Gutmann, 2 0 0 0 ) .
ticia" (Gutmann,
La idea de un "movimiento masculinista" parece surgir de la necesi
EL A CTIVISMO dad de generar espacios de discusión exclusivos para los hombres, lo cual
es fundamental, pero expresado así sugiere la idea de un revanchismo revanchismo o
Me parece percibir otro tipo de riesgos en la difusión del trabajo con hom reacción frente al feminismo y la lucha de las mujeres. Aun entre acadé
la sociedad civil. Un ejemplo
bres entre algunas de las organizaciones de la sociedad micos he escuchado la noción de que se ha trabajado ya suficiente con las
de ello es la discusión que se dio en la Primera Reunión Nacional de Orga mujeres y que ahora "les toca" a los h o / n b r e s . . Afirmaciones como ésta
nizaciones Civiles
nizaciones Civiles que Trabajan con Hombres, en la la cual
cual algunas mujeres reflejan la idea, bastante difundida en este campo, de que equidad e igual
académicas y activistas fuimos invitadas a una mesa sobre Mujeres que son lo
dad son lo mismo, es decir, que tanto hombres como mujeres viven la
Trabajan con con H o m b r e s .
13
opresión de género. Aunque esto es definitivamente cierto, el lugar de
La composición de esta reunión fue sumamente heterogénea, no sólo mujeres y de hombres en las relaciones intergenéricas implica una jerar
desde el punto de vista regional, sino también en cuanto a los objetivos de quía por parte de ellos sobre ellas. De estas estas c o n s i d e r a c i o n e s , , surge el pri
los grupos representados: estaban presentes desde grupos gay altamente mer dilema relacionado con el tema que nos ocupa: ¿cómo trabajar sobre
politizados, hasta pequeñas organizaciones de hombres que iniciaban el la opresión de género que viven los hombres sin negar ni desconocer el
trabajo con agresores desde una perspectiva de género. En opinión de sus poder que ejercen sobre las las mujeres?
o r g a n i z a d o r e s , el encuentro fue sumamente rico, pues permitió el'inter
14
Este dilema se complica ante algunas anécdotas de los hombres que
cambio y la convivencia de hombres heterosexuales y homosexuales re han participado en grupos de reflexión sobre masculinidad. Por ejemplo, a
flexionando sobre su condición de hombres, desde los diferentes lugares decir de su esposa, uno de los hombres participantes en los talleres de
sociales que ocupan. Michoacán la forzó a practicarse un aborto. Otro más, según su hija, ahora
Michoacán
Durante la discusión con las mujeres surgieron algunos comentarios colabora efectivamente en el trabajo doméstico, pero utiliza esta "conce
que me hicieron pensar que existen diversas interpretaciones sobre las las m u j e r e s .
sión" para exigir una mejor atención por parte de las 15
16
metas
can lasderelaciones
este trabajo,
de gno
de é n etodas
r o . . Poratentas a launa
ejemplo, dimensión de poder
buena parte de lasque impli
interven Bárbara Y l l á n , los programas de atención a "generadores
A decir de Bárbara
de violencia" presentan problemas importantes. Más allá de las complici
ciones hacía comparaciones entre el feminismo y lo que algún participan construidas socialmente
dades construidas socialmente (médicos, ministerios públicos, psicólogos)
"movimiento m a s c u l i n i s t a " . . Esta interpretación sugiere que el
te llamó el "movimiento que hacen difícil la comprobación de la violencia doméstica frente a las
trabajo con hombres en México es un movimiento social y que debería instituciones de justicia, algunos programas de trabajo psicológico con hom
seguir un camino que las feministas habrían abierto ya. En mi opinión, bres —que
bres —que ella denominó "grupos de de catarsis"—
catarsis"— terminan por ofrecerles
ninguna de las dos ideas es del todo exacta, pues no me parece que este mejores elementos de intelectualización al convertirlos a su vez en vícti
un " m o v i m i e n t o " , , en el sentido de convocar
trabajo sea un " de convocar a
a grupos oprimidos mas de violencia.
a luchar contra las fuerzas que los someten. Como bien dice Gutmann
15
Delia Villalobos, comunicación personal.
13
Delia
Delia Villalobos, Ana
Villalobos, Ana María Hernández, Pilar
Pilar Mu r ied as, Cristina
Cristina Galante, Patricia Nava 16
Subprocuradu
Subprocuraduría
ría de Atención a Víctimas
Víctimas del
del Delito y Servicios a la Comunidad de la
y yo. Procuraduría General de justicia del Distrito Federal. Ponencia presentada en la reunión
14
Eduardo Liendro y Roberto G ar d a,
a, comunicación personal. poder, organizada por
Masculinidad y poder, organizada por el
el PUEG
PUEG en febrero de 2002.
Un segundo riesgo que detecté en esa fructífera conversación y en entre hombres ¿no?, de a ver quién tiene > ia mujer y quién toma más y quién
otras interacciones con organizaciones y académicos de ía masculinidad, paga y cosas de esas, s e me queda mucho ese aprendizaje.
es la necesidad de marcar el contenido de la necesaria transformación de
los hombres desde una ideología particular. Con frecuencia, se nota una • Cuando a mí me parecía que estaban hablando sobre el ser hombres
cierta intención — no siempre voluntaria ni c o n s c i e n t e — de construir un sin hacerlo explícitamente, como es el caso del siguiente testimonio ex
hombre ideal y un nuevo moralismo, a veces basado en lo que se cree la traído de la misma entrevista con Fabián:
equidad de género (básicamente la participación en las tareas domésticas
y la crianza de los niños) o la no-violencia contra los homosexuales, inclu Hay un periodo que tanto ese ambiente Je la escuela, de drogas, como tam
yendo una especie de m andato de ejercer ejercer los propios
propios impulsos homosexua bién un poco del barrio se empieza a formar una banda muy [...] de delin
les para realmente superar
superar la homofobia. Esta buena intención peca, en el cuentes muy desalmados, entonces nosotros nos juntamos con ellos, nos ha
cemos parte de la misma banda, porque ya desde antes nos veíamos con
fondo, de un cierto fundamentalismo consistente en creer que existe una
cierta identificación, nos identificamos con ellos, que somos los que nos jun
sola forma de transformar las relaciones de género, dejando fuera la plura
lidad y el papel que la a u ^ d e t e r m i n a c i ó n , en mi opinión, debería jugar
jugar en tamos en el barrio porque somos a los que nos gusta el rock [...] y así me la
paso la juventud, me la paso entre estudiar, entre estaren la casa, entre estar
el proceso. Puede favorecerse con ello una especie de competencia o de en la calle con los rockeros f...] el deporte empieza a pasar.
vigilancia culpígena, más que una reflexión sobre las condiciones que lle
van y permiten a los hombres ejercer relaciones desiguales y los costos que Este segundo procedimiento no me satisfacía del todo, pues mis crite
tienen para ellos. Más aún, sabemos bien que la culpa genera más ira e rios para aplicar esta definición estaban basados en información de c o n
incluso violencia. texto —n o siempre i n m e d i a t o — proporcionada en la literatura o en mi
Esta situación plantea otro dilema en el trabajo con hombres: ¿cómo propia experiencia
experiencia y comprensión de lo que entendía por masculinidad en
diseñar programas de reeducación que no pretendan homogeneizar la ex la cultura nacional mexicana. En suma, la aplicación de la categoría podía ser
periencia ni el proceso de cambio de sus participantes? ¿Es posible la tautológica, pues encontraba en las entre-vistas lo que previamente había
transformación de las relaciones de género sin la construcción de un nue visto enunciado en los estudios sobre el t e m a , de m odo que me parecía estar
vo moralismo? No pretendo responder individualmente a estos cuestiona- simplemente confirmando lo que otros llamaban masculinidad: una lista
mientos, sino proponerlos como temas para la discusión colectiva. más o menos establecida de características atribuidas a l os hombres.
No sin antes padecer una angustia considerable, me dediqué a buscar
salida a este dilema sólo para encontrar
encontrar aún más problemas metodoló gicos
LA TEORÍA como el que explicaré a continuación.
En una reunión con académicos y activistas m e x i c a n o s , ' Robert
7
El trabajo de interpretación del material de campo me enfrentó a un dile Connell, cuya teoría es fundamental en los estudios sobre masculinidad,
ma teórico y metodológico importante: al iniciar la codificación de los tex presentó una fotografía en la cual se veía a un grupo de hombres vestidos
tos de las entrevistas, me di cuenta de que aplicaba el código "masculini de diferentes maneras y con expresiones diversas. Se podía ver desde una
dad" de dos maneras diferentes: reina travestí hasta
hasta un funcionario vestido de traje y corbata, con su portafolio
al lado. Entre ellos se encontraban hombres vestidos con ropas de trabajo,
• Cuando los participantes hacían una referencia explícita al género, atuendos de cuero o camisetas d e algodón. Se nos informó entonces que
por ejemplo, en este fragmento de la entrevista con Fabián, miembro del todos ellos eran homosexuales y que la fotografía formaba parte de una
grupo urbano de CORIAC: campaña de prevención contra el VIH sida que pretendía mostrar la diver
sidad de identidades y prácticas homosexuales.
Tenía 16 años, entonces iban puros señores ¿no?, realmente era el único
Connell llamó a esta fotografía una muestra de "diferentes masculini
iba [aAcapulco]. Entonces
adolescente que iba [aAcapulco]. Entonces pus me quedo así ¿no? [gesto de
incredulidad], cuando
incredulidad], cuando entramos al cabaret ése me quedo impactado. Ya des dades". Sin embargo, ¿no era una fotografía de diferentes hombres, s i m -
pués de la tercera chica que pasa ya como que la agarro con más calma, más
ambiente de [...] de hablar
tranquilo y empiezo a tener ese contacto con el ambiente de 17
Organizada por el
el P UE G , , U N A M , 2000.
plemente? ¿Por qué llamar a ese grupo de personas un conjunto de mascu • La masculinidad está constituida por estereotipos y normas acerca
linidades? ¿Es
¿Es que entonces existen tantas masculinidades como hombres de lo que los hombres son o deben ser.
hay? ¿O
hay? ¿O es que sólo hay un cierto número de masculinidades, discernibles problemas episte
Ambas definiciones se encuentran llenas de problemas
entre sí, que reflejan la existencia de grupos compactos y tipos homogé mológicos y metodológicos. La primera definición se basa en un
neos de hombres? criterio estadístico y conductual que, para mi gusto, tiene dos dos pro
De hecho, la formulación teórica sobre la existencia de masculinida blemas:
des hegemónicas y subalternas (Connell, 1995) parece sostener esta vi • — Ignora la importancia de la constru cción de de significados
significados sociales
sión de la masculinidad como un conjunto de atributos organizados en del género pues se basa exclusivamente en conductas.
patrones simbólicos y conductuales, aunque Connell se esfuerce por aco — Confunde sexo con género al unir en la
la misma definición la
la m a s
tar el contenido de tales definiciones a momentos históricos y culturas culinidad y los hombres.
específicas.
Clatterbaugh
ratura especializada(1998)
(1998) afirma
de habla que es
inglesa el secreto mejor guardado
que en realidad tenemosenunala idea
lite A pesar de que esta definición merece una discusión profunda, qui
siera
siera centrarme en la segunda por la densidad teórica que implica. La
muy vaga de lo que estamos hablando. Para este autor, el uso del término investigación ha demostrado una y otra vez no sólo que los estereotipos y
"masculinidad" es errático y diverso, lo cual refleja imprecisión y confu las normas de género son inconsistentes en sí mismas, sino que las las p r á c t i
sión que tienen necesarias consecuencias en la investigación y la produc cas de las personas rara vez se ajustan a ellas, de modo que si pretendemos
ción teórica. Por ello, sugiere tener cuidado al utilizar los conceptos de investigar bajo esta concepción, corremos el riesgo de negar las diferen
masculinidad o masculinidades como fundadores del campo. cias y las inconsistencias de la experiencia de ser hombre. Por ello, según
masculinidad(es) implicaría
Siguiendo a este autor, el concepto de masculinidad(es) implicaría la Gutmann (2000) hay que: "Tomar en cuenta, por un lado, las perspectivas
existencia de una o más entidades discretas que agrupan una serie de ca de los hombres en un movimiento procesal y no como una cosa que ha
racterísticas (sean éstas actitudes, comportamientos o ideas) observables sido permanentemente configurada en una forma en particular y, por
en ciertas personas o grupos. Sin embargo, para identificar tal entidad es otro, los puntos de vista de los hombres durante un periodo específico"
necesario abstraería de un grupo de individuos que presenten tales ideas, (Gutmann, 2000: 48).
comportamientos o actitudes, lo cual nos lleva a un callejón sin salida. Si no siguiéramos esta línea de análisis, podríamos construir un con
A partir de ciertos grupos, podemos formarnos una idea de una mas ju nto de atr ibu tos , lo qu e d e o tra ma ner a e sta ría dis per so, def ini end o co mo
culinidad particular, pero, como hemos visto, no podemos identificar a un "masculinidad" todo aquello que concuerde con las normas.
grupo antes de tener una idea de la masculinidad apropiada. Así, estamos Me parece que éste es el caso de muchos estudios que acaban descri
atrapados en un círculo en el cual necesitam os una idea A para determi nar biendo como una entidad discreta una serie de atributos de los hombres o
grupo B y necesitamos un grupo B para determinar una idea A. ¿Cómo
un grupo particulares. Comwall
de la definición de ser hombres en grupos particulares. Comwall y Lindis-
podemos empezar entonces? ¿Cómo podemos romper este círculo? Si no farne (1994)
(1994) ofrecen una colección de etnografías sobre masculinidad, a
lo hacemos, es factible que terminemos diciendo lo obvio, que una mas pesar de que parecen compartir la imposibilidad de asirla como objeto de
culinidad particular es ese conjunto de comportamientos, actitudes y ha estudio:
bilidades exhibidas por los grupos de individuos que poseen esa masculi
1998: 2 9 ) . *
nidad (Clatterbaugh, 1998: La masculinidad nunca es tangible ni tampoco es una abstracción cuyo signi
de defi
Para Clatterbaugh la literatura ofrece, en general, dos tipos de el mismo en todas partes. En la práctica, las personas operan de
ficado es el mismo
niciones: acuerdo con diferentes nociones de masculinidad; una inspección cercana
revela
revela un conjunto de nociones con cierto "parecido familiar"
familiar" (Cornwall
(Cornwall y
• La masculinidad está constituida por las conductas y actitudes que Lindisfarne, 1994: 12).
diferencian a los hombres de las mujeres.
Para Connell (1998) el saldo positivo de estos estudios ha sido mos
*A partir
*A partir de esta línea, el asterisco indica mi traducción
traducción del inglés. la(s) m a s c u l i n i d a d ( e s ) ,
trar la contradicción, jerarquía y pluralidad de la(s)
aunque mantiene, junto con muchos otros autores, que la categoría " mas- Por todo lo anterior, lo que someto a discusión es la necesidad d(<
cuíinidad" puede reflejar una organización más o menos coherente de sig señalar elproblema y la complejidad de un concepto tan equívoco como el
nificados, prácticas y normas. De hecho, en su artículo de 1 9 9 8 , Connell de masculinidad, y la posibilidad de trabajar sobre el concepto de género,
se lanza en busca de lo que llama "masculinidades globalizadas", entre haciendo referencia a los hombres, o a lo masculino como construcción
las cuales se encuentra la masculinidad transnacional de los negocios", cultural.
marcada por "un
"un gran egocentrismo, lealtades condicionadas y un sen tido La salida que he encontrado para este dilema teórico, epistemológico
decreciente de la responsabilidad hacia otros" (Connell, 1998: 1 6 ) . * Lla y metodológico (el cual no pretendo generalizar sino poner a discusión) e¡t
ma la atención, sin embargo, la advertencia que hace en el uso de este insistir en el análisis del género como una categoría relacional, dado que
hallazgo: su función, cuando menos en la cultura occidental, es la construcción á f
diferencias —incluyendo jerarquías— entre dos términos (lo masculino y
Debemos, sin embargo, recordar dos conclusiones importantes del momento
dos conclusiones lo femenino, las mujeres y los hombres, la masculinidad y la feminidad)
etnográfico en la investigación sobre masculinidad: que diferentes formas ( H a s t e , 1 993). Construir "masculinidad
"masculinidades"
es" múltiples (indígena, negra, blan
de masculinidad coexisten y que la hegemonía es susceptible de ser desa ca, transnacional, judía, etcétera) como si fueran una lista organizada de
fiada. Estas posibilidades también se presentan en la escena global. La atributos, características o conductas me parece un camino que corre el
masculinidad transnacional de los negocios no es completamente homogé
riesgo de homogeneizar, no sólo entre los grupos, sino también dentro de
nea; variaciones de ésta están imbuidas en diferentes partes del sistema
los mismos "grupos", lo que la evidencia ofrece como una riqueza infinita
mundial, las cuales pueden no ser completamente compatibles (Connell,
de significados y prácticas que no se agrupan "natural" ni necesariamente
1998: 1 7).*
1998:
bajo una identidad unitaria de género.
¿Para qué, entonces, insistir en que el concepto es preciso y en que En términos metodoló gicos, podría utilizarse e l término "construcción
debe ser fundador del campo? ¿Có mo resolver el dilema presentado por la social de la masculinidad" para designar una serie de discursos y prácti
necesidad de una categoría suficientemente flexible como para nombrar cas sociales que pretenden definir al término masculino del género dentro
el aspecto masculino del género sin cosificarlo y reconociendo su carácter de configuraciones históricas particulares, diferenciándolo de las propias
fluido y procesal? Quizá hemos dedicado nuestros esfuerzos a construir el experiencias de los hombres, que no están reducidos a someterse a tal
concepto de masculinidad por una necesaria, pero equívoca reacción a la construcción y que manifiestan innumerables formas de resistencia.
identificación que se ha hecho del término género con estudios y trabajo En otra ocasión construí un método basado en el análisis de voces
sobre mujeres. Es decir, si nuestros títulos fueran "género y trabajo", "gé (Amuchástegui, 2001) con el fin de comprender esa difícil relación entre
lo micro y lo m a c r o s o c i a l , entendido como la experiencia individual —e n
nero y sexualidad"
se trata o similares,
de investigaciones sobreprobablemente
la condición deloslas
lectores asumirían
mujeres. que
Pero, dese este caso la experiencia de ser h o m b r e — constituida en interacción con
char simplemente el concepto tampoco es una solución, pues equivaldría procesos sociales más amplios. Aunque esta propuesta nació de mi interés
estructuras sociales, prácticas e i d e n
a negarla existencia de significados, estructuras por comprender la construcción de la sexualidad, me parece que los pro
tidades de género, incluyendo lo masculino. cesos que señalo ahí son útiles también para pensar en subjetividades de
En breve, a pesar de los esfuerzos por diversificar y hacer plural la género. 18
masculinidad y hablar de "masculinidades", en los textos aquí citados es Siguiendo el concepto de experiencia, según lo construye Voloshinov
tamos más bien presenciando la construcción de una gran contradicción, (1929/1973), y el de polifonía acuñado por Bakhtin (1981), diseñé una
en el sentido de que la masculinidad parece ser un concepto compacto metodología de interpretación de textos de material d e campo que m o s t r a
que se vacía una y otra vez, pues aunque su contenido sea siempre cues ra la compleja interacción entre los diversos discursos sociales y la e x p e
tionado por las contingencias históricas y culturales propi
propias
as de lo s grupos riencia de las personas, especialmente en Cuanto Cuanto a sus posibilidades de
estudiados, lo seguimos sosteniendo. resistencia y autonomía frente a ellos.
178 DEBATES SOBRE V.ASCUUNIDADES ¿ MA SC U U N ID A D (ES)?: L O S R IESGO S DE UNA CATEGORÍA EN CONSTRUCCIÓN 179
cumplir con la exigencia de los hombres, aunque también su fracaso en _ .1999. "La negociación de los derechos reproductivos en México", en
hacerla valer. La violencia de esta práctica se manifiesta en su necesidad Adriana Ortiz Ortega (coord.), Derechos reproductivos de las mujeres: un de
de recurrir a estrategias de resistencia, como fue buscar una prostituta de bate sobre justicia social en México. México, Universidad Autónoma Metro-
su misma edad, tal vez con la esperanza de ejercer poder sobre ella o, más politana/EDAMEX.
aún, d e n o ser humillado por ella. No sólo eso, Fabián vive otra situación de BAKHTIN, Mijail. 1963/1984. Problems of Dostoievsky's Poetics, trad, de Caryl
violencia durante el coito cuando la prostituta le exige la erección, a lo cual Emerson. Mineápolis, The University of Minnesota Press.
su pene, ese desobediente, se resiste: pus la verdad no se me erecta. Este es BARTRA, Eli (comp.). 1998. Debates en torno a una metodología feminista. México,
un encuentro de objetos, no de sujetos, en el sentido de que el deseo y el Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco.
BERGER, Peter y Th omas L UC KMAN. 1968. La construcción social de la realidad.
erotismo dejan paso por completo a la simulación y el mandato de otros.
Buenos Aires, Amorrortu.
Fabián se violenta a sí mismo una vez más
más al mentir sobre su sup uesto BERTAUX, Daniel. 1 9 9 3 . "Los relatos de vida en el análisis social", en Jorge Aceves
placer, según la voz de sus compañeros: Pero al salir de esa puertita de los Lozano (comp.), Historia oral. México, Instituto Mora/Universidad Autóno
cuartos como que ponte la máscara ¿no?, o sea, "¿qu é pasó?" [le pregunta- ma Metropolitana.
ban], "no, pus a todo dar". Así como tener que quedar bien con los demás BUTLER, Judith. 1998. "Actos performativos y/onstitución del género: un ensayo
performativos y/onstitución
hombres. Al final,
sin embargo, "el triunfo" hace que Fabián se apropie de sobre fenomenología y teoría feminista", Debate Feminista, vol. 18.
las supuestas ganancias derivadas de esta prueba y minimice el daño que CAZÉS, Daniel. 1998. "Metodología de género en los estudios de hombres", La
le produjo, en lugar de haber luchado por la validación que le permitiera Ventana. Revista de Estudios de Género 8.
negarse desde un principio a una práctica que violentaba su deseo y sus CLATTERBAUGH, Kenneth. 1998. "What Is Problematic about Masculinities?",
emociones . Parece ser que, a través de esta simulación, Fabián no sólo es Men and Masculinities 1 vol. 1
reconocido como un miembro del grupo de hombres, sino que vive una CONNELL, Robert W. 1987. Gender and Power. Cambridge, Polity Press.
transformación de su identidad, en la cual separa de manera tajante y 1996. Masculinities. Cambridge, Polity Press.
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G L O B A L IZ
IZ A C iÓ
iÓ N
YDESARROLLO,
M A S C U L IN I D A D E S
R.W. Connell
E n los
lo s últimos quince años, han proliferado las investigaciones sobre la
construcción
dientes del género la hombres.
social ded elos mas/ulinidad y las
Como prácticas
resultado y posiciones
délos debates e depen
inves
tigaciones feministas, en todas las ciencias humanas y las regiones del
mundo han aparecido estudios sobre la masculinidad.
El tema de estas investigaciones es muy diverso, pero, en general,
presenta un carácter local . Su foco de atención h a sido la construcción (
y Bell (2000) sostienen que también es importante prestar atención a las económicas ha estado acompañado del cambio político, dominio del "neo-
masculinidades rurales. De ahí que, para comprender las masculinidades liberalismo" o ideología de mercado y el declive del Estado benefactor en
locales, debamos pensar en el contexto de la sociedad global. Occidente y el centralismo comunista del Este. Desde l os ochenta, el Sur
global ya no tiene la opción de elegir entre estrategias de desarrollo rivales.
Su posición depende exclusivamente del capitalismo global.
LA SOCIEDAD GLOBAL COMO EL CONTEXTO También se presenta un poderoso proceso de cambio cultural: al mis
DE LAS VIDAS DE LOS HOMBRES mo tiempo que las formas e ideologías culturales circulan, las culturas l o c a
les cambian y la misma cultura dominante cambia en lo que se establece
Las comunidades no existen primero y luego se relacionan con las femini como una dialéctica inmensa. El resultado es cierta homogeneización, ya
dades; ambas se producen juntas en el proceso que crea el orden del géne que las culturas locales se destruyen o debilitan, aunque constantemente
ro. De la misma manera, para comprender las masculinidades en una es surgen otras formas nuevas, como siempre ha ocurrido en la historia del
cala mundial primero debemos considerar la globalización del género. imperialismo — se trata de expresiones culturales e identidades híbridas o
Esto resulta difícil porque estamos acostumbrados a pensar en el gé "criollas".
nero como atributo de un individuo. De acuerdo con Smith ( 1 9 9 8 ) , en Desde el principio, los procesos históricos que dieron lugar a la socie
relación con la política internacional, la clave reside en desplazar nues dad global dependieron del género; la conquista y los asentamientos colo
tra atención de las diferencias derivadas del género del nivel individual a "los niales se formaron a partir de fuerzas segregadas con base en éste. Al
modelos de las relaciones derivadas del género que se construyen socialmen- estabilizarse las sociedades coloniales, en las economías de las plantacio
te". Si reconocemos que las grandes instituciones — c o m o el Estado o las nes y las ciudades, se produjeron nuevas divisiones del trabajo dependien
c o r p o r a c i o n e s — se estructuran con base en el género, y las relaciones tes del género. Las ideologías dependientes del género de los conquistado
internacionales —e comercio l comercio internacional y los mercados g l o b a l e s — son res se unieron a las jerarquías raciales y a la defensa cultural del imperio.
intrínsecamente un ámbito de la política de género, entonces podremos re Durante la segunda mitad del siglo XX , el crecimiento de la economía mun
conocer la existencia de un orden de género mundial (Connell, 2002). dial poscolonial presenció cómo en la "fábrica global" se instalaron divisio
Dicho orden de género mundial puede definirse como la estructura nes del trabajo dependientes del género (Fuentes y Ehrenreích, 1983).
de relaciones que, a escala mundial, conecta a los regímenes de género de También atestiguó la manera en que la violencia dependiente del género
las instituciones con los órdenes de género de las sociedades locales. El se extendió junto a la tecnología militar occidental (Breines, Gierycz y
orden de género es un asp ecto de una realidad mayor: mayor: la so ciedad global, Reardon, 1 9 9 9 ) .
cuya creación es en sí misma un espacio de debate complejo, difícil de
entender. El discurso actual de los medios de comunicación sobre la Las relaciones
cipalmente que constituyen
de dos tipos. el orden
La conquista de género
imperial, mundial son prin
el neocolonialismo y los
"globalización", especialmente en los medios de los países ricos, presenta un sistemas de poder mundiales actuales — la inversión, el comercio y la co
proceso homogeneizador que incluye a todo el mundo, dirigido por las m u n i c a c i ó n — han puesto a diversas sociedades en contacto unas con otras.
nuevas tecnologías, productor de enormes mercados libres y globales, mú En consecuencia, los órdenes de género en estas sociedades también se
sica, publicidad y noticias globales en las qu e todos participan en igualdad han relacionado. En el caso de América Latina, región donde la conquista
de términos. y ocupación europeas se dieron por primera vez a gran escala, la interacción
Sin embargo, en realidad, la economía global es muy desigual y el ocurrió
ocurrió a lo largo de cinco siglos, y los resultados han sido sí ntesis cultura
grado de homogeneización económica generalmente se exagera (Hirst y les profundas.
Thompson, 1996). De manera habitual, la globalización provoca la divi Con frecuencia, tal interacción se ha manifestado como un proceso
sión cultural y social, además de la homogeneidad (Bauman, 1998). Los violento y desgarrador. Los arreglos locales del género se han reconformado
principales actores de la economía mundial son corporaciones multinacio debido a la conquista y explotación sexual, a las epidemias importadas, la
nales con base en las tres grandes potencias económicas (Estados Unidos, intervención de los misioneros, la esclavitud, el trabajo por contrato, la mi
la Unión Europea y Japón), junto con los mercados financieros, los cuales gración y la la formación de nuevos a sentamientos. El proceso
proceso del desarrollo
jamá s hab ían alca nza do tant o pod er y tam año . El as cen so de esta s f uerzas económico y las instituciones que ayudan a su avance siguen haciendo
que la política de género de los países ricos entre en contacto con la de los consejos v agencias internacionales se han constituido para sobrepasar
consejos
países menos desarrollados. Así, surgen problemas muy complejos depen estos viejos y dudosos acuerdos. Regulan las cuestiones de género en todo
dientes de la igualdad de género, especialmente alrededor de los intentos el mundo, por ejemplo, a través de la a yuda al desarrollo, la educación, los
recientes de extender el alcance de los programas de "mujeres y desarro convenciones l a b o r a l e s . . Asimismo, se estructuran
derechos humanos y las convenciones l
llo" y de hacer que los hombres participen de modo más explícito en las con base en el género y, principalmente, están gobernadas por hombres;
cuestiones de género (White, 2000). sin embargo, su complejidad cultural es mayor que la de las corporaciones
Los modelos de género que resultan de estas interacciones pueden multinacionales (Gierycz,
(Gierycz, 1999).
considerarse como el primer nivel del orden de género global. Se trata de • Los medios internacionales.
internacionales. Las corporaciones
corporaciones multinacionales
multinacionales de
modelos locales, aunque en ellos puede verse el sello de las fuerzas que medios de comunicación propagan películas, videos, música y noticias a
forman a la sociedad global. Un ejemplo muy impresionante aparece en gran escala; también existen medios menos centralizados, como periódicos,
que Morrell (2001b)
el análisis que (2001b) hizo de la situación de los hombres en la telégrafos, teléfonos, fax, Internet, la Red, y las industrias que los sostienen.
S udáfrica contemporánea. La transición desde el apartheid — q u e e es en Todos ellos se ordenan de acuerdo con el género y ponen en circulación
sí mismo un intento violento, predestinado al fracaso, para perpetuar las significados dependientes del género. Cunneen y Stubbs (20C'J),
(20C'J), por
por ejem
raciales c o l o n i a l e s —
relaciones raciales c — creó un paisaje social extraordinario. En un plo, documentan el uso de los sitios de Internet para colocar mujeres filipi
contexto de reintegración a la economía y política globales, de desempleo nas en un comercio internacional de esposas y compañeras sexuales para
creciente, violencia sostenida y de una epidemia de VIH sida que avanza, hombres del primer mundo.
se ven intentos por volver a constituir patriarcados rivales en los diferentes • Los mercados globales. Es importante distinguir a los propios merca
grupos étnicos. Dichos intentos se enfrentan a agendas que incluyen a la dos de las corporaciones individuales que los operan. Los mercados inter
modernización de la masculinidad, al feminismo sudafricano y al discurso nacionales —el —el capital, las mercancías, los servicios y mercados labora
sobre "derechos humanos" del nuevo gobierno. A su vez, algunas de estas l e s — cada vez tienen un "alcance" mayor en las economías locales. A
ideas son cuestionadas por argumentos sobre la "filosofía africana" africana" y por menudo se articulan a partir del género; por ejemplo, el mercado interna
políticas basadas en las tradiciones comunales indígenas, que supuesta cional en el trabajo doméstico doméstico (Chang
(Chang y Ling, 2000). Los mercados labo
mente diluirían el énfasis puesto en las divisiones de género. rales internacionales están ahora —sobre ahora —sobre todo por
por el
el triunfo político del
El segundo tipo de relaciones que constituyen el orden de género mun n e o l i b e r a l i s m o — regulados débilmente, sin considerar los controles fron
dial es la creación de otros ámbitos que trasciendan los países y las regio terizos reforzados por el pánico político de los países d el el primer mundo
nes individuales. Al parecer, los nuevos ámbitos más importantes son respecto de los "emigrantes ilegales".
El resultado neto de estos dos tipos de relaciones es un orden de géne
• Las corporaciones transnacionales y multinacionales. Las corporacio ro global que se construye a a partir
partir de una serie de relaciones de género
nes que operan en los mercados globales son ahora las mayores
mayores organiza turbulentas, muy inequitativas y parcialmente integradas; sin embargo, el
ciones de negocios del planeta. Las más grandes, en industrias como la del alcance global de las mismas tiene efectos muy diversos en las distintas
petróleo, la manufactura de autos, las computadoras y las las t e l e c o m u n i c a regiones. Éste es el contexto general en el cual debemos considerar las
ciones, cuentan con recursos de cientos de billones de dólares y emplean vidas de los hombres, así como la construcción y puesta en práctica de
a cientos de miles de personas. Su división del trabajo depende, en gran las masculinidades.
medida, del género y, como indica el estudio de Wajcman
Wajcman (1999), las mul
tinacionales que tienen base en Gran Bretaña poseen una cultura de di
rección altamente masculinizada. LA P R O D U C C I Ó N DE MASCULINIDADES
en ias manos de grupos segregados de hombres: soldados, marinos, co rivalidad entre facciones de hombres de la clase gobernante se desató casi en
merciantes, administradores y muchos que ejercieron todas estas activida todo el mundo capitalista —por un lado, estaban los de línea dura (que
des sucesivamente. Provenían de ocupaciones y contextos en las metrópo suelen ser muy violentos) y, por otro, grupos más liberales y conciliatorios—.
lis que también estaban segregados respecto al género. Es muy posible Con el colapso del comunismo soviético, el declive del socialismo poscolo-
que los hombres que realizaron la colonización hayan sido los más desa nial y el ascenso de la nueva derecha en Europa y Norteamérica, la política
rraigados. Con seguridad, el proceso de conquista produjo masculinidades mundial se organiza cada vez más según las necesidades de l capital trasna
fronterizas que mezclaron la cultura de ocupación de estos grupos con un cional y la creación de mercados globales. Conforme se establece la identi
nivel inusual de violencia y un individualismo egocéntrico —como Las ficación de los hombres con el mundo laboral, la economía capitalista global
Casas argumentó en el siglo X V I — .. La historia política del Imperio está se vuelve un ámbito determinante para la formación de masculinidades.
llena de evidencias de los tenues controles que el Estado ejerció sobre las La agenda neoliberal tiene muy poco que decir específicamente sobre
fronteras, desde los monarcas españoles incapaces de reinar sobre los con el género. La nueva derecha utiliza un lenguaje neutro respecto del géne
quistadores, hasta los gobernantes británicos de Ciudad del Cabo, que no ro, habla de "mercado", "individuos", "elección"; no obstante, el mundo
pudieron controlar a los boers. De la misma/nanera, otras formas de con donde el neoliberalismo crece sigue estando estructurado con base en el
trol social también se debilitaron. La intensa explotación sexual de las género y el neoliberalismo tiene una política de género implícita: el "indi
mujeres indígenas fue una característica común de la conquista. viduo" de la teoría de mercados posee los atributos e intereses de un
Por lo tanto, el colonialismo propició las condiciones en las que emer empresario masculino. Además, el ataque que la nueva derecha hace al
gieron los modelos distintivos de masculinidad. Sugiero que éste es el punto Estado benefactor debilita la posición de las mujeres, quienes dependen en
de partida histórico de modelos de masculinidad integrados
integrados a las institucio mayor medida de ingresos que ei mercado no considera. La desregulación de
nes y culturas del imperialismo y el capitalismo global; yo los he llamado la economía en un mundo corporativo coloca las estrategias de poder en
"masculinidades globalizantes". manos de grupos específicos de hombres —administradores y empresa
En ciertas circunstancias, las masculinidades de las fronteras pudie rios—, portadores de la forma dominante de la masculinidad en la economía
ron reproducirse como una tradición cultural local, aun después de que la global contemporánea, a la cual denomino "masculinidad trasnacional de ne
frontera había sido sobrepasada. Los gauchos de América
América del Sur, los vaque gocios". Los lugares institucionales en ios cuales se desarrolla son los "ám
ros del oeste americano y los trabajadores de las zonas rurales de Australia bitos" trasnacionales enumerados en la sección anterior.
son buenos ejemplos. Sin embargo, a la conquista y la explotación casi El estudio realizado por Wajcman (1999) en las corporaciones británi
siempre siguió la formación de asentamientos. La construcción de una cas muestra que las mujeres que han ocupado puestos gerenciales lo hacen
masculinidad característica de los pioneros pudiera incluso haber sido un en términos de hombres y se acoplan a la cultura y prácticas masculiniza-
Cain y Hopkins (1993) mostraron
objetivo de la política de Estado. Como Cain das de la élite administrativa, es decir, como Wajcman apunta, tienen que
en el caso del Imperio británico, el grupo dominante en el mundo colonial "comportarse como hombres". Estudios desarrollados en el mundo corpo
era una extensión de la clase dominante en la metrópolis: la aristocracia rativo de Estados Unidos (Glass Ceiling Commission, 19 95) exhib en pa
terrateniente. El Estado imperial se convirtió entonces en un ámbito noramas muy similares. No debe sorprendernos, entonces, que la restau
trasnacional para la producción y circulación de masculinidades, basadas ración del capitalismo en la Europa Oriental y la antigua Unión Soviética
en las costumbres e ideología de la aristocracia, aunque modificadas cada haya estado acompañada de la reafirmación de las masculinidades domi
vez más por las necesidades militares y burocráticas. nantes y de que, en ciertas situaciones, la posición social de las mujeres
Con el declive de los viejos imperios aristocráticos, proceso que se haya empeorado mucho (Novikova, 2000).
experimentó primero en América Latina, la sociedad mundial quedó bajo Aun cuando los hombres de negocios internacionales no se prestan
el dominio de las instituciones del capitalismo comercial, industrial y fi fácilmente a los estudios etnográficos, poseemos ciertas fuentes de infor
nanciero. Las masculinidades más calculadoras y profesionalizadas, aso mación: bibliografía administrativa, periodismo sobre negocios, autopro-
ciadas al capitalismo internacional, poco a poco ocuparon una posición moción corporativa y estudios de las élites de negocios locales. Estas fuen
dominadora que suele estar en tensión con las masculinidades militares y tes apuntan a conclusiones muy sugerentes, aunque contradictorias. El
aristocráticas de las clases gobernantes locales. Durante la Guerra Fría, la estudio que Donaldson (1998) realizó sobre "la masculinidad de lo h e ge -
m ó n i c o " , basado
, basado en ias referencias biográficas de los muy ricos, enfatiza el culinidad. La conquista y los asentamientos fracturaron todas las estruc
aislamiento emocional y el endurecimiento deliberado de los niños duran turas de la sociedad indígena, incluyendo los órdenes del género y, así, a
te su crecimiento; se trata de una forma de de distanciamiento social
distanciamiento social y abun los
los hombr es indígenas les resultó fácil adoptar las prácticas y jerarquías
dancia material que se combinan con un sentimiento de superioridad y fnasculinizantes de la sociedad colonial. Desde el punto de vista de los
acreditación. Por su parte, la investigación de Hooper (2000) sobre el len colonizadores (y, últimamente, desde el punto de vista de la historia de la
guaje y las imágenes de la masculinidad, llevada a cabo en los noventa por economía mundial), el uso más importante dado a los hombres coloniza
The Economist —el —el periódico británico que se ocupa de los negocios de dos fue el de una nueva forma laboral. Los hombres indígenas, y en algu
los alineados al al n e o l i b e r a l i s m o —
— plantea una ruptura clara con el viejo nas partes los hombres esclavos, se convirtieron en la fuerza laboral que
estilo de la masculinidad patriarcal en los negocios y muestra, muestra, además, - del imperio, en
generó las ganancias del imperio, en la minería, la agricultura (que incluyó
muchos residuos de actitudes colonialistas hacia el mundo en desarrollo.
muchos cada vez más los cultivos que fácilmente podían colocarse en el el mercado,
mercado,
The Economist asocia a las imágenes globales otras de características como el azúcar, el café, el té y el algodón) y el pastoreo.
tecnócratas vinculadas con cierta nueva frontera; en el contexto de la rees Todas estas industrias se caracterizan, especialmente en su uso de los
tructura, el periódico enfatiza un estilo de administración más cooperativo hombres indígenas, por r/o requerir ningún tipo de conocimiento específi
y basado en el trabajo en equipo. co (aunque, por ejemplo, en la agricultura es necesario poseer cierto cono
Un análisis de la bibliografía en administración, realizado por Gee, cimiento local empírico) y, en consecuencia, no tener presión alguna en
Hull
Hull y Lankshear
Lankshear ( 1 9 9 6 ) , , expone un panorama más individualista. El eje cuanto a la educación. Al mismo tiempo, cuando las las masculinidades de
cutivo del "capitalismo chatarra" se presenta como una persona con lealta los grupos dominantes se fueron profesionalizando más, el analfabetismo
des muy limitadas, aun para su corporación. El mundo ocupacional que o nivel muy bajo de alfabetismo, se consideró suficiente para la fuerza
lo
lo caracteriza tiene una racionalidad técnica limitada, jerarquías de de gratifi laboral, en la medida en que sólo se requería de estos hombres fuerza y
caciones muy marcadas y cambios súbitos de carrera o transferencia de resistencia físicas. La cultura dominante de las sociedades coloniales (y en
corporaciones. La investigación de Wajcman Wajcman (1999)
(1999) menciona un mundo buena part ee todavía en las
buena part las poscoloniaies).identific
poscoloniaies).identificóó entonces a los hom
administrativo más estable, más apegado a la masculinidad burguesa tra bres colonizados con con el
el cuerpo y los definió como violentos y estúpidos,
dicional, caracterizado por largas horas de trabajo y dependencia del (y mientras que a los hombres de las élites élites los
los consideró inteligentes y moral-
marginación de) trabajo doméstico, realizado por las esposas.
marginación mente virtuosos. En la ideología imperial británica (MaDonald, 1 9 9 4 ) , , el
Dicha masculinidad toma cuerpo a través de una sexualidad cada vez conquistador era viril y el conquistado sucio, cargado de sexualidad y afe
más liberal que tiende a transformar las relaciones con las mujeres en minado, incluso infantil. En muchas colonias, como en Z i m b a b w e , , los
mercancías. En la actualidad, los hoteles que se ocupan de los hombres indígenas (S hire, 1 994).
colonizadores llamaron "muchachos" a los hombres indígenas
de negocios, en la mayor parte del mundo, normalmente ofrecen videos de masculinidad se
Así, las imágenes y estereotipos de masculinidad se entretejieron con la crea
pornográficos y, en ciertos lugares, se ha desarrollado una industria de ción de jerarquías raciales y de clase que aún ahora persisten. En los últimos
prostitución especialmente dirigida a los hombres de negocios internacio años, los conflictos étnicos y raciales han cobrado relevancia. Como Klein
n a l e s . . La masculinidad actual de dichos hombres no supone ninguna fuer y Tillner (2000)
(2000) argumenta en el caso de Israel, y Tillner (2000) en el de Australia,
za corporal, por lo menos no más que la que suponía la vieja masculinidad se trata de un contexto fructífero para la producción de masculinidades
burguesa. Sin embargo, el cuidado deliberado del cuerpo se ha convertido orientadas a la dominación y la violencia.
en un práctica significativa de dicho grupo social, y las publicaciones diri Asimismo, es importante subrayar la relación tensa y difícil que se ha
gidas a estos hombres (como las que se ofrecen en las aerolíneas interna establecido entre las masculinidades de la clase obrera y la educación for
cionales) parecen darle cada vez más atención a la buena condición física, mal, como puede apreciarse en la educación contemporánea de masas: los
al deporte y a la apariencia. rechazo al
problemas de disciplina y rechazo al aprendizaje formal que se presentan
La historia de las masculinidades de los grupos e instituciones domi entre los muchachos son más severos en las escuelas de la clase trabajado
nantes de la economía mundial no es la historia de las masculinidades de ra que en las de clase media o de las élites
élites (Connell, 2000). Junto a una
los grupos subordinados . El proces o de colonización y desarrollo poscolonial economía contemporánea, que cada vez enfatiza más el conocimiento y la
ha producido, de diversas formas, una divergencia en los modelos de de mas- preparación formal, ha aparecido un nuevo modelo de exclusión social.
La migración laboral que aportó fuerzas de trabajo para el capitalismo de la masculinidad. Las exigencias, cada vez más fuertes, de que los hom
global también es un proceso dependiente del género. Los trabajadores de bres se involucren activamente en la crianza infantil se oponen a la cre
las minas y las plantaciones eran casi todos hombres, aunque a las mujeres ciente autonomía de las mujeres y pueden detenerse debido a la disloca
se les asignó un papel económico específico. El estudio que realizó Moodie ción económica que resulta de las presiones de la economía global. En
(1994) sobre el trabajo de los emigrantes en las minas de oro de Sudáfrica estos casos, las contradicciones pueden ser muy doíorosas a nivel indivi
proporciona un análisis clásico que rastrea la reconstrucci ón de las prácticas dual y suelen resolverse de diversas formas: afirmando los "derechos de los
dependientes del género que los hombres adquirieron en el espacio exis padres", enfatizando el carácter dependiente del género en la relación de
tente entre la minería capitalista y la economía doméstica basada en el pareja o luchando por igualdad económica.
pastoreo. La migración se llevó a cabo dentro del mundo colonizado, pero, Sin embargo, existe otra dimensión del orden colonial y poscolonial
además, entre el mundo colonizado y la metrópoli. Los estudios sobre hom que es importante. Desde el inicio, el poder imperial s e enfrentó a cierta
bres "chicanos", en la población de origen mexicano de Estados Unidos, son resistencia. Las luchas anticoloniales siguen presentes; se trata de lo
de los primeros en explorar las consecuencias de la migración en la mascu que, generalmente, los poderes coloniales y neocoloniales clasifican come
linidad (Baca Zinn, 1982) y en referirse a una nueva y activa negociación de "terrorismo". La discusión teórica sobre la relación entre las masculinida-
las relaciones dependientes del género. En este contexto, se reprodujo un des y la resistencia es aún escasa, aunque, en cierto sentido, la discusión
modelo tradicional de masculinídad que presentaba variaciones debidas a siempre ha estado sobre la mesa. Veamos, por ejemplo, la exigencia de
la situación de clase y al grado de exclusión étnica experimentado. Poyriting, cambio que Fanón hace en The Wretched ofthe Earth:
Noble y Taylor (1998), al entrevistar a hombres jóvenes de las comunida
des de inmigrantes libaneses en Australia, detectaron que la conciencia La descolonización nunca se lleva a cabo de forma inadvertida porque su
dependiente del género era contradictoria y que frente al racismo se utili influencia se ejerce sobre los individuos y los modifica fundamentalmente.
zaban estereotipos de manera estratégica. La discriminación racista por Transforma a espectadores que están aplastados por su carácter no esencial,
parte de la sociedad anglosajona se enfrenta a cierta afirmación de digni en actores privilegiados: los magníficos reflectores de la historia se dirigen
hacia ellos. Ocasiona un nuevo ritmo en la existencia, ritmo que se debe a
dad que, e n el caso de ios jóvenes libaneses, se trata de una dignidad espe
hombres nuevos que poseen un nuevo lenguaje y una nueva humanidad . La
cíficamente masculina, en un contexto que supone la subordinación de las
descolonización es la creación real de hombres nuevos (Fanón, 1 9 6 8 : 3 6 ) .
mujeres. Así se crea una dialéctica dependiente del género que surge de
la dinámica entre la migración laboral y el conflicto racial. En el texto de Fanón queda claro que los "hombres" dependen del
La explotación presente en el proceso de desarrollo económico tiene género: por ejemplo, tienen esposas (p. 92). La famosa defensa que Fanón
consecuencias directas en la corporalidad de los hombres y en su autoesti hace de la violencia como el crisol de la sociedad poscolonial es, entonces,
ma. Por ejemplo, ahora reconocemos fácilmente que la forma y la intensi una agenda para construir un tipo particular de masculinidad. Esto puede
dad de la epidemia de VIH/SIDA son afectadas por la pobreza, las comuni verse concretamente en los casos en que la lucha ha funcionado como un
caciones y el modelo de las relaciones dependientes del género. Un estudio ámbito en el cual se da forma al género, por ejemplo, en la resistencia
reciente de Campbell (2001) muestra cómo los altos índices de la infec palestina a la ocupación israelí del banco occidental (Peteet, 1994). Ahí, la
ción de VIH entre los hombres que trabajan en las minas de oro de Sudáfrica violencia de la ocupación y de la resistencia cambió las condiciones en las
se relacionan con el desarrollo de sus vidas en una industria peligrosa y cuales la masculinidad se construye. Los hombres viejos no tienen ya au
enajenante. Se vuelve común la necesidad de afirmar la masculinídad, l o toridad en el proceso; es más, los jóvenes son los dirigentes. Los niños y los
que a su vez se entiende como "ir detrás de las mujeres" y como el desear jóvenes establec en sus identi dades y ex igen dirigir a la colectividad; las
tener contacto íntimo directo, "tocar la carne". "El mismo concepto de palizas y el encarcelamiento por parte de las fuerzas de ocupación se con
masculinidad que ayuda a que los hombres sobrevivan en su cotidianidad vierten en ritos de paso para los palestinos jóvenes. En Sudáfrica, la lucha
sirve para aumentar su exposición a los riesgos de la infección de VIH" armada emprendida por los "camaradas" a nombre del ANC (Congreso
(Campbell, 2001: 282). Nacional Africano, por sus siglas en inglés) produjo una generación de
hombres jóvenes acostumbrados a la violencia y la acción independiente,
Un ejemplo significativo de cómo cambian las definiciones de pater hombres jóvenes acostumbrados a la violencia y la acción independiente,
nidad lo ofrece el estudio de Vigoya sobre la investigación latinoamericana sin ningún tipo de educación formal ni experiencia laboral regular (Xaba,
2 0 0 1 ) ; incluso, tras la guerra, muchos jóvenes fueron incapaces de inte Si bien las mujeres trabajan tanto como los hombres, para el género,
grarse a la sociedad posterior al ctpcnheid. No debemos entonces m e n o s lo importante es el tipo de trabajo que se hace y el contexto en el cual se
preciar e
preciar e l trauma personal implícito las luchas anticoloniales —con
implícito en las desarrolla. De acuerdo con Holter ( 1 9 9 7 ) , la distinción estructural entre
flictos armados de escala menor, internos, con dimensión racial, rodeados el trabajo doméstico, que no se paga, y la economía basada en el salario,
por las comunidades civiles que, a d e m á s , tienen armas a su alcance. determina el sistema de género moderno. En consecuencia, las configu
raciones del trabajo asalariado son los fundamentos económicos de las
masculinidades en la economía capitalista. El ejemplo más famoso es la
L A R E C O N F O R M A C I Ó N DE LA
AS
S MASCULINIDADES constitución del "hombre asalariado"
asalariado" en el desarrollo económico japonés
LOCALES EN LA GLOBALIZACIÓN de principios del siglo X X (Kinmonth, 1 9 8 1 ) . Se trataba de un modelo de
masculinidad de cl ase media adaptado a la estructura de poder corporati
Debido a la presión ejercida por l os mercados globales y los medios, así va, que exigía adaptación y lealtad a cambio de seguridad y retribuciones
como por el deseo activo de participar en la economía y la cultura globales, posteriores muy alaltas.
masculinidades Sin embargo,
vincular si eldependiente
la identidad proceso de del
desarrollo
género cambió las
con e l tra
las exigencias para el cambio se inscriben en el espacio de los órdenes de
género locales. El resultado suele ser la reconstrucción de las masculinida- bajo asalariado,
asalariado, el mismo proceso hizo que las nuevas masculinidades fue
des, tema que exploraré a continuación. ran vulnerables. La economía mundial es turbulenta y está marcada por
La reconstrucción no sólo está en manos de los hombres. Como Fon- giros económicos que incluyen ascensos y depresiones, declives y creci
seca ( 2001) yy otros han enfatizado, l
enfatizado, l as tienen u n papel
as mujeres también tienen u mientos regionales. El desempleo de las masas debilita paulatinamente a
activo
activo en la
la conformación
conformación de También e s m uy proba-
de las masculinidades. También e las masculinidades que se identifican con el "trabajo". En la actualidad,
ble que la reconstrucción sea desigual. Los estudios de cas o de Taga (2001) esta situación es muy común, tanto el resultado del declive de viejas áreas
en hombres jóvenes japoneses de clase media lo muestran muy claramen industriales, por ejemplo, en el norte de Inglaterra, como la migración
te. No todos los hombres reaccionan de la misma forma frente a la presión rural y urbana que resulta en el aumento explosivo de las fuerzas laborales
cultural ejercida por las mujeres para que se aparten de la masculinidad subempleadas en ciudades como Nueva D e l h i , Sao Patio o la ciudad de
patriarcal japonesa "tradicional". Es más, Taga identifica cuatro modelos México. El gran
gran número de mujeres que ahora están empleadas también
contrastantes de respuesta, que v an desde el rechazo al cambio hasta la debilita a las masculinidades que dependen del "trabajo". Este movimien
transformación de la identidad. to se desarrolla en todo el mundo y resulta de la emancipación de las
mujeres, de su educación y de la necesidad económica de familias que no
Una razón importante por la cual el cambio es desigual es la comple
pueden depender sólo del salario de un hombre.
jida d int ern a de las rel ac ion es de gén ero . Es po sib le ide nti fic ar por lo
menos cuatro subestructuras ( C o n n e l l , 2002). Examinaré la r e c o n s Investigaciones realizadas en varios varios países han docmnentado los cues-
trucción de las masculinidades en relación con cada una de estas sub tionamientos a las mas culinidades de la clase laboral que result resultanan de esta
estructuras. situación: Corman et al. (1993) en Canadá, G u t man n f l996) en México,
La división del trabajo. La modernidad se caracteriza por considerar ODonnell y Sharpe (2000) en Gran Bretaña. Podemos considerar que se
que el mundo "laboral" se define culturalmente como un espacio de hom trata de una de l as dinámicas principales del cambio en las masculinida
bres. En la mayor parte del mundo, el porcentaje de participación de los des c o n t e m p o r á n e a s : hasta el "hombre asalariado" es v ulnerable
ulnerable.. Debido a
hombres en la fuerza laboral es mucho mayor que el de las mujeres (las que la seguridad que el mundo corporativo japonés proporcionaba dismi
principales excepciones son África occidental y los países que antes eran nuyó en los noventa, este modelo de masculinidad se lia visto rodeado de
repúblicas soviéticas). Fuller ( 2 0 0 1 ) , al entrevistar a hombres peruanos sáti
sátira
ra y ansiedad. En las discusiones de los medios d e comunicación japo
de tres ciudades, encontró que la reputación y la autoestima masculinas d e neses ha a parecido una nueva imagen del "hombre asal asalaria
ariado
do que escapa"
los adultos dependen principalmente del trabajo. Se considera que un hom (Dasgupta, 2 0 0 0 ) .
bre incapaz de mantener un trabajo regular no ha conseguido la m a s c u l i - Relaciones de yoder. El mundo colonial y poseolonial, con el pretexto
nidad adulta plena. En este sentido, las ideas articuladas por los e n t r e l i s de la modernización y los derechos de las mujeres, tiende a acabar con los
tados peruanos pueden percibirse en muchas partes del mundo. sistemas de patriarcado puriah, basados en la subordinación y aislamiento
extremos de las mujeres (Kandiyoti, 1994). Los hombres, con algunas ex En el mundo poscolonial, el el crecimiento
crecimiento del individualismo y la frac-
(por ejemplo,
cepciones (por ejemplo, Arabia Saudita y Afganistán bajo el régimen tali- iLin de las comunidades causada por la migración han modificado los
bán), se han ajustado al cambio y la mayoría de ellos acepta la presencia modelos tradicionales de formación de parejas heterosexuales. El proceso
de las mujeres en el espacio público (el voto, el derecho a trabajar, la auto ,e
,e ha desplazado d
desplazado d el
el ámbito de la familia extendida ("bodas arregladas")
Volz ( 1 9 9 88jj
nomía legal). U na amplia investigación realizada por Zulehner yy Volz [ ile
ile la competencia individual en un mercado dependiente del género.
muestra que el rechazo a los modelos patriarcales
patriarcales de las relaciones depen Las nociones del "amor romántico" no sólo influyen a las mujeres jóvenes,
dientes del género es particularmente fuerte entre las generaciones jóvenes también a los hombres jóvenes. Según un estudio de Valdés Valdés y Olavarría
de hombres alemanes, situación que también se da en otros países. (1998), los cambios en este espacio parecen apuntalar la masculinidad
En casi todas las sociedades poscoloniales, el proceso de desarrollo actual de los jóvenes de las ciudades en Chile. Su malestar no incluye
dio forma a un espacio público ocupado por grandes organizaciones. Los una crítica fundamental al modelo hegemónico de masculinidad, sino que
hombres siguen teniendo puestos más importantes en organizaciones como se manifiesta en un sentimiento de aprisionamiento en roles familiares
los gobiernos, corporaciones, juzgados, ejércitos, iglesias, partidos políticos invariables.
y asociaciones profesionales (Connell, 2002). En las instituciones estata La sexualid/.d
La sexualid/.d y las
las relaciones emocionales pueden también ser espa
les, los movimientos de mujeres que exigen igualdad de oportunidades de cios en los que se registran mayores tensiones sociales. Ghoussoub (2000)
empleo, mayores servicios para el cuidado infantil, leyes que eviten la dis subraya este proceso en Egipto, donde los rumores sobre la impotencia
criminación, entre otros, han expuesto cuestionamientos importantes a causada por ciertos productos químicos y la gran popularidad que han
este dominio, aunque en el neoliberalismo, las instituciones del Estado adquirido los manuales sexuales medievales, parecen ser lo s signos de una
tienden a disminuir, y el poder se desplaza hacia el mercado y las corpora gran perturbación cultural en la masculinidad. Ghoussoub apunta que el
ciones. En este ultimo ámbito, el poder de los hombres permanece, lo que estatus mayor de las mujeres en las sociedades árabes presenta serios pro
sí cambia (como mostramos anteriormente) es la configuración de la m a s - blemas para los hombres cuyas identidades siguen basándose en nociones
culinidad gerencial.
culinidad tradicionales del género. No parece posible que ocurra una ruptura radical
El colonialismo, la descolonización y la globalización
globalización propiciaron mu en el modelo de las relaciones emocionales provocada por el impacto de
chas situaciones en las cuales el poder no se establece con firmeza, e im los modelos metropolitanos y urbanos dependientes del género. Por otra
peran el conflicto y el desorden. Por ejemplo, las luchas relacionadas con parte, la investigación entre los mazatecos de México se refiere más bien a
elapartheid en Sudáfrica produjeron una sociedad militarizada y armada, coexistencia (Pearlman,
cierta coexistencia (Pearlman, 1 9 8 4 ) ; ; los hombres jóvenes que emigran a las
en la
en la cual la posesión de armas y la violencia ligada a éstas se relacionan ciudades para trabajar, al regresar traen consigo modelos urbanos de do
con la masculinidad (Cock,
la masculinidad (Cock, 2 0 0 1 ) . . Waetjeny Maré (2001) muestran
(2001) muestran cómo minación masculina que se oponen a las relaciones dependientes del gé
movimiento ne oconserva
el movimiento oconservador
dor Inhatha utiliza la violencia real (el asesi nero, relativamente más equitativas, de esta comunidad, en donde las
nato y los golpes a los contrarios) y el simbolismo de la violencia (atracción mujeres buscan su propio prestigio y construyen sus propias redes. Los
hacia las tradiciones guerreras) para crear una identidad étnica y nacional hombres jóvenes no abandonan ninguno de los modelos; más bien, desa
para los hombres zulúes. rrollan la capacidad de cambiar de código frente a diferentes públicos, por
Relaciones emocionales. Los modelos de vínculos emocionales, que a ejemplo, cuando tratan a mujeres mayores en vez de a otros hombres jóve
menudo se consideran como los más íntimos de todas las relaciones socia nes. La investigación reciente en los países metropolitanos que identifica
les,
les, también se reconstruyen debido a las fuerzas sociales de gran escala. a la masculinidad hegemónica como una práctica discursiva (Wetherell y
Bajo el colonialismo, los misioneros cristianos solían intervenir en contra Edley,
Edley, 1999) muestra un proceso muy similar: los hombres adoptan o se
de las costumbres sexuales indígenas que se oponían a su religión, espe distancian estratégicamente del modelo hegemónico, dependiendo de lo
cialmente contra las prácticas homosexuales y de cambio de género, y a las que quieren en ese momento.
relaciones heterosexuales premaritales, indígenas. Por ejemplo, los misio También las identidades homosexuales se han vuelto más complejas.
neros, con el apoyo de las autoridades coloniales españolas, intentaron La investigación en Brasil (Parker, 1985) ha identificado múltiples mode
terminar con la tradición del bardaje, un tercer género, en América del
los de prácticas sexuales e identidades sociales. Con el tiempo, la noción
Norte (Williams, 1986). de la identidad centrada en la práctica sexual se ha visto desplazada por un
modelo médico y legal que se centra en el género de la pareja; a su vez, culinidad se reconstruyó de una forma tal que la vinculó con la cultura de
esta noción ha sido cuestionada por una identidad gay conscientemente sociedad angloaustraliana dominante.
la sociedad angloaustraliana
equitativa. El
más equitativa. El estilo gay norteamericano circula globalmente como la
principal alternativa a la masculinidad heterosexual. Este proceso suele
criticarse como una forma de imperialismo cultural, sin embargo, como LA POLÍTICA DE LA MASCULINIDAD EN DESARROLLO
Altman (2001)
Altman (2001) observa, basándos e en su experiencia en Asia Sudoriental,
Ja "globalización de las identidades sexuales" no sólo desplaza los modelos El
El orden de género mundial privilegia mucho más a los hombres que a las
autóctonos, ya que éstos interactúan de manera compleja y generan nue mujeres. Aunque podemos mencionar numerosas excepciones locales, es
vas identidades y muchas oportunidades en el desplazamiento de códigos. fácil identificar el "dividendo patriarcal" que los hombres obtienen de ma
Simbolización. En casi todo el mundo, los medios de comunicación nera colectiva y que proviene de percibir ingresos más elevados, tener ma
masiva siguen modelos norteamericanos y europeos, y las imágenes de yor participación en la fuerza laboral, poseer más propiedades y acceso al
pendientes del género constituyen una parte muy importante de lo que poder institucional, sin incluir los privilegios culturales y sexuales. La in
z circula. Por el contrario, imágenes "exóticas" que dependen del género se vestigación internacional sobre la situación de las mujeres (Valdés y Go-
utilizan como productos de mercado para los países no metropolitanos. máriz,
máriz, 1995)
1995) lo documenta ampliamente, aunque
aunque las
las consecuencias que
Por ejemplo, los anuncios de de las
las aerolíneas de Singapur y Malasia presen todo esto tiene en los hombres han sido ignoradas.
tan a sus aeromozas como mujeres exóticas y sumisas. En el comercio Tales dividendos no son equitativos para todos los hombres: algunos
sexual internacional, se utilizan estos mismos estereotipos, dependientes obtienen mucho y otros poco o nada. La dinámica del desarrollo constan
del género y de la raza, para ofrecer mujeres asiáticas a hombres norte la escaía de los beneficios dependientes del género, los
temente modifica la escaía
americanos y y austraíoasiát
austraíoasiáticos
icos (Cunneen y Stubbs, 2000). Es difícil pen costos que deben pagar (por ejemplo, ser blanco de la violencia) y las agru
sar que se trata de una fantasía inofensiva, ya que el porcentaje de muer paciones dependientes del género de los h o m b r e s . . Ellos se ven tan afecta
Australia —nor mal ment e
tes por homicidio entre las mujeres filipinas en Australia —nor distintas) p or
dos como las mujeres (aunque de maneras distintas) p or la turbulencia del
a manos de hombres no filipinos con los que se han casado o c o h a b i t a n — orden de género global. Las desigualdades de las relaciones dependientes
es casi seis veces mayor que el porcentaje "normal" de homicidios en el del género producen resistencia y la principal presión para introducir cam
mismo país. bios en este tipo de relaciones proviene de un movimiento feminista inter
Sería un error comparar una "modernidad" cambiante con una "tradi (Bulbeck, 1998) que
nacional (Bulbeck, 1998) que ha influid
influidoo en los hombres de todo el mund o.
ción"; ambas se reconforman continuamente, como lo demuestra una in Los hombres responden mediante distintos mecanismos, uno de ellos
vestigación realizada en las empobrecidas comunidades de las Islas de es la reafirmación de las jerarquías locales dependientes del género, por
Australia ( D a v i s , , 1997). El co
Torres Strait, en la parte septentrional de Australia ejemplo, en la política dependiente del género es común encontrar un
lapso de la industria marítima local durante los sesenta ocasionó el regreso modelo de "fundamentalismo" masculino, como en Sudáfrica en Sudáfrica (Swart,
(Swart, 2001)
de los hombres a la comunidad, lo cual favoreció, a su vez, que los rituales de (Gibson, 1 9 9 4 ) . . Otro mecanismo de respuesta está dado
o Estados Unidos (Gibson,
iniciación de los muchachos, interrumpidos años antes, se recuperaran por un cambio en las actitudes populares frente a la igualdad igualdad de género, lo
ciertas modificaciones:
con ciertas modificaciones: si antes estas ceremonias eran exclusivas, ahora cual puede verse en la creciente aceptación de los hombres de la clase
se hacían públicas; no ocurría lo mismo con las ceremonias de las niñas. trabajadora respecto de las mujeres en el lugar de trabajo; también se ob
Entonces, resultó que la recuperación de la " t r a d i c i ó n " " construyó un mo serva en la aceptación expresa que la gente joven da a la idea de la igual
delo de masculinidad "moderna" localizada en el espacio público, mientras dad de derechos para las mujeres.
que la feminidad se identificó con el espacio privado. Al mismo tiempo, Aun así, el cambio de actitudes no necesariamente conlleva un cam
la exaltación de los héroes locales de las confrontaciones fronterizas en bio de prácticas. Fuller subraya que, a pesar de los cambios de opinión
Torres Strait se relacionó con el culto nacionalista australiano a los solda entre los hombres peruanos, los espacios en los
los qu e las
las redes de solidari
dos de la Primera Guerra Mundial. El significado de las "historias de hé dad masculina se construyen y que garantizan el acceso a las redes de
roes" se trasladó de la enseñanza de resolución de conflictos al énfasis de
influencia, alianzas y apoyo, se reproducen a través de la cultura ma sculi
la identidad nacional. En ambos casos, la dimensión simbólica de la m a s - na de los deportes, el consumo de alcohol, la visita a burdeies
a burdeies o
o los relatos
de conquistas sexuales. Estos mecanismos aseguran el monopolio de los la clase trabajadora. Parte del problema radica en que los debates acerqi
hombres en la esfera pública (o por lo menos, el distinto acceso que tienen de la política de masculinidad se han centrado principalmente en lo qu«i
a la misma) y constituyen una parte fundamental del sistema de poder en el diferencia a los hombres de las mujeres. Hasta un crítico tan inteligente
cual se fragua la masculinidad (Fuller, 2 0 0 1 : 325). como White (2000), en una discusión reciente sobre la inclusión de loín
Esta recuperación práctica del cambio de género parece ser una res hombres y las masculinidades en ios programas de "género y desarrollo",
puesta más difundida que el fundamentalismo masculino y, además, tiene se preocupa por la amenaza de la política de igualdad de género feminista
el apoyo del neoliberalismo. Al aplastar a las instituciones del "bienestar" y del peligro de hacer que la energía de otras luchas se enfoque en el
que transfieren el ingreso a las mujeres, y al desplazar el ingreso y el poder desarrollo capitalista. De esta manera, el debate tiende a ignorar los inte
al mercado y a las corporaciones, las políticas económicas neoliberales reses que comparten los hombres y las mujeres de una comunidad deter
restauran los dividendos patriarcales sin seguir ninguna política de mascu minada. Los intereses de la clase trabajadora en los procesos de desarrollo
linidad explícita que movilice a los hombres. Las estrategias de desarrollo son básicamente intereses colectivos: por ejemplo, lograr al máximo la re
neoliberales son entonces una suerte de rutas reaccionarias de las relaciones partición del trabajo en los ingresos nacionales, invertir en la industria
dependientes del género, a pe s a r/ l e su aparente "modernidad". laboral intensiva (en lugar de la que reemplaza el trabajo), promover que la
La alternativa más importante que dan los hombres a la política de educación y la salud públicas atiendan a más personas e invertir en infra
pendiente del género fundamentalista y a la neoliberal es el movimiento estructura urbana (habitación, agua y otros). Es difícil formular una agen-^
por la igualdad de género. El ejemplo más conocido es el de los hombres da como ésta en un lenguaje que sólo alude a la diferencia entre los hom
"profeministas" e n Estados Unidos, como los del grupo NOMAS (Organi bres y las mujeres. Por su parte, para la investigación sobre la masculinidad
zación Nacional de Hombres en contra del Sexismo, por sus siglas en y para los movimientos de reforma de la masculinidad ha resultado com
inglés), existente desde principios de los ochenta. Originada en Canadá, plicado centrarse en cuestiones de desarrollo.
la exitosa campaña del "listón blanco" es un movimiento de oposición a la El problema sólo puede resolverse con una aproximación a las relacio
violencia de los hombres en contra de las mujeres, que ahora ha trascendi nes dependientes del género (Connell, 2000) que muestre cómo las muje
do al plano internacional (Kaufman, 1999). Movimientos, grupos'y agen res y los hombres participan de maneras distintas (y como consecuencia
das como ésta existen en muchos países, desde Australia (Pease, 1997) y de las estructuras de género) en los procesos sociales, que de todas formas
México (Zingoni, 1998) hasta Rusia (Sinelnikov, 2000). Las cuestiones a redundan en intereses comunes. Estos procesos incluyen la reproducción
las que se refieren pueden verse claramente en la conferencia del movi y el cuidado infantil, el trabajo social, la administración de la vida comu
miento de ios hombres japoneses, en Kyoto, en 1996, que incluyó sesiones nitaria y la interacción entre las comunidades y su medio ambiente. El
sobre juventud, cuestiones gay, laborales, cuidado infantil, corporales y de activismo en estas cuestiones debe considerar las diferentes posiciones
comunicación con las mujeres, además de la globalización del movimiento que ocupan los hombres y las mujeres en el trabajo, en la crianza infantil,
de los hombres (Nakamura, 1 997). Estos grupos suelen ser pequeños y cor. en la vida de la comunidad; asimismo debe reconocer los ámbitos donde
una existencia muy corta, sin embargo, han mantenido una presencia cons se producen los conflictos enraizados profundamente en el género, por
tante en la política dependiente del género desde los setenta y han construi ejemplo, la violencia doméstica, el acceso a la propiedad, la homofobia y el
do s i j 3 . . p u e r D p„d
p „d e _ p x n ^ r i e D/:
D /: i a s„e Jde a s„. R e c i fi nt e ro£
ro £ D J : e - , a j_syna
j _syna s _ a B g n . c i a s- ^OTtol/Wa^sxx'ali/AafiL.
internacíonales, incluidos el Consejo de Europa, la UNESCO (Breines et
Detectar las cuestiones de los hombres y la masculinidad no resolverá
al., 2000) y FLACSO (Valdés y Olavarría, 199 8), patrocinaron las primeras
por arte de magia los problemas del desarrollo. A corto plazo, hará que
conferencias para discutir acerca de lo que implican las nuevas perspecti
estos problemas parezcan más complejos. Sin embargo, ya que las cuestio
vas para la masculinidad e incorporarlas a las políticas públicas. En 2 0 0 1 ,
nes de desarrollo se relacionan con la estructura de la sociedad global, lo
la agencia de desarrollo de la igualdad de género, UNINSTRAW, realizó el
que discutimos en este trabajo no podrá evitarse. Cua ndo reconozca mos
primer seminario internacional, basado en la Red, que discutía la mascu
el significado que tienen las relaciones de género en la formación de
linidad y la violencia.
identidades sociales y la conformación de las comunidades, las cuestio
Una limitación de estos movimientos de hombres que buscan la igual nes relacionadas con las masculinidades se volverán relevantes para las
dad de género es su desconexión de las comunidades y los movimientos de fuerzas involucradas en la política de desarrollo regional y local, incluyen-
do la comprensión de las estructuras de poder. Por lo tanto, la investiga D'VSGUPTA, Romit. 20 00 . "Per forming Masculinities? The 'Salaryman' at Work
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Männer sich Seihst und wie Frauen Sie Sehen. Ostfildern, Schwabenverl?g. son los días asignados al engrandecimiento de la actividad deportiva mas
culina. La mayoría de los hombres de las clases sociales altas, medias y
bajas, se prepara para disfrutar de su deporte favorito, ya sea participando de
manera activa en algún partido, viéndolo por televisión o escuchándolo
por alguna frecuencia del radio. Los sábados y domingos, estos hombres
alistan sus cuerpos de actores y espectadores para escenificar sus propias
hazañas deportivas, las cuales preparan a lo largo de la semana, efectuando
entrenamientos físicos e intelectuales. Mediante la consulta cotidiana
de lo acontecido en el mundo del deporte actualizan sus conocimientos e
información deportivos, negocian y ajustan los tiempos, ritmos y movi
mientos del ámbito laboral que les permita estar presentes just in time en
el campus del juego.
Su efectividad radica en una serie de negociaciones, acuerdos y orga
nización amplia: incluye y hace partícipes en diferentes actividades vincu
ladas a esta práctica deportiva, de manera impuesta y consensuada, a las
mujeres y a la familia en general. Se dest ina un monto salarial para gasto s
de operación de convivencia (antes, durante y después de los partidos), que
por lo regular termina siendo rebasado, comprometiendo y sacrificando el
presupuesto de subsistencia familiar.
El deporte es una de las instituciones sociales y una de las prácticas
culturales que han modelado, marcado y significado el cuerpo humano, a
[2111
rituales e»
través de una serie de rituales e» Sos que hombres y mujeres de distintas i s o n a ss y los grupos sociales han establecido y establecen diferentes
re r
desde Inglaterra, de
el de la difusión, desde Inglaterra, de modelos industriales de producción de la cultura de la disciplina y supervisión de la salud corporal, en la práctica
organización y del trabajo, así como el de la difusión de actividades de tiempo por excelencia y puesta en escena de los atributos de la ma la ma sc ul i ni da d
d he -
como 'deporte', y
libre, conocidas como 'deporte', y de las formas de organización relacionadas gemónica.
con él. Como hipótesis inicial, parece razonable suponer que la transforma
La deportivización de la sociedad expresa el grado de desarrollo y nivel
ción de la manera en que las personas empleaban su tiempo libre fuese de la
competitivo de una sociedad; muestra la capacidad económica, política y
mano con la transformación de la forma en que esas personas trabajaban.
Hablar de procesos de deportivización puede sonar mal a nuestros oídos. El social del Estado y sus instituciones para organizar y participar en eventos
concepto nos parece extraño y, no obstante, se ajusta bien a los hechos que deportivos locales, nacionales, internacionales; y pone de manifiesto el
observar. .El
se pueden observar. .El código de normas, incluidas las que procuraban la interés de los gobiernos estatales y municipales en la promoción y difusión
y la igualdad de oportunidades de triunfo para todos los
limpieza del juego y la deportiva. Este proceso permite conocer la forma como la sociedad políti
contendientes, se hizo más rígido; las reglas más precisas, más explícitas y ca y civil se incorpora y participa en los proyectos y las actividades de esta
diferenciadas;
así, se hizo másladifícil
supervisión
escapardeldelcumplimiento de las reglas, Dicho
castigo por quebrantarlas. más eficiente;
de otro práctica
una nación; sociocultural.
la relaciónEsto, a su vez, muestra
y participación la organización
de funcionarios deportivalos
y deportistas, de
modo, bajo la forma de "deportes",
"deportes", los juegos de competición que implican nexos de intereses económicos y políticos de las instituciones de cada país,
un ejercicio físico llegaron a un nivel de ordenamiento y de autodisciplina tejidos por amplias y complicadas redes sociales que, en la mayoría de los
nunca antes alcanzados. Además, esos mismos juegos concebidos como de
casos, presentan prácticas de corrupción. Ello influye en el nivel y rendi
portes llegaron a asumir un código de reglas que garantizaba el equilibrio
miento competitivo deportivo de una nación, ya sea alto, mediano o mo
una alta tensión
entre una alta tensión en la lucha y una protección razonable contra los da
ños físicos (Elias y Dunning, pp. 185-186). desto (reconocimiento por el número de deportes en los que participa una
n a c i ó n ) ; ; en la calidad de la preparación, capacitación e instrucción de las
y los deportistas y de las y los instructores (reconocimiento por el lugar
El proceso de deportivización de la sociedad, ligado al de industrializa
ocupado en el marcador deportivo, de acuerdo con el número obtenido
número obtenido de
ción, forma parte del proceso de producción deportiva, lo que significa que
2
En Colombia, las fuerzas revolucionarias se pronunciaron por un cese cual implica una rentabilidad y exigencia cada vez mayor del proceso de
al fuego para la realización de la Copa América, la cual, sin embargo, no producción deportivo, una sofisticada articulación de lo micro y lo lo macro,
se realizó a causa del secuestro de uno de los dirigentes. Europa, con la de lo local y lo global, que agudiza los niveles de pobreza, explotación,
-T^éífoiT-etTjfiTO'iT/^ r r e g u c r H C f o r í f e s y c r r t i n n ' u i ué ios
- 1
' m s c n m i r á c r o í r u¿- ras j "ros treptíi ttsvas d-ros"p%
1 - 1 -
d-ros"p% ivts"ftíce"gra1a%
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1
gicos. Asimismo, la globalización, es un proceso modernizador compiejo, han sido invertidos en comunicación y tecnología telemática y multimedia
contradictorio,
contradictori
de o, dinámico,
manera desigual y diferenciada, eo y tecnologizado
heterogén mujeres y hombres enpertenecientes
el que participan,
a la (Internet, simultáneas
misiones televisión abierta
a todasy partes
por cable r a d i o ) , , desde
del y r
yplaneta las cuales permiten
el lugar trans
del evento.
diversidad cultural, en el que configuran sus identidades y subjetividades Así, la gente presencia las proezas de las y los actores deportivos sociales,
genéricas. cuyas biografías compactadas puede conocer en cuestión de segundes, en
En este sentido, la dcporiivización de la sociedad representa una xxans- el mismo contexto social en el que efectúan las actividades. La revolución
nacionalización
económica, financiera y política del deporte. Los organis telemática concreta la tendencia a la instantaneidad, multiplicidad, multiplicidad, pro-
mos internacionales deportivos participan de manera activa en la interna
cionalización del capital, en la mercantilización opulenta" del deporte, lo 1
Robert Connefl,
Robert
5
Connefl, "Desarrollo, globalización y m y m ascu lin id ad es",
es", conferencia presentada
en la Reunión Internacional de
Internacional de Desarrollo
Desarrollo y
y Masculinidad, organizada por el
Masculinidad, organizada por el P U E G -
Virginia Maqueira y María de Jesús Vara, "Introducción", en Virginia Maqueira y María U N A M , O ax t ep ec,
ec, Morelos,
Morelos, 17-19
17-19 de junio de 2002. Retomo la planteamientos de este
Vara (coords.), Género, clase y etnia, Madrid, Instituto Universitario de la Mu
de Jesús Vara autor sobre su análisis de la condición genérica de los hombresy
hombresy sus masculinidades en
jer, 1997 , p p. IX-XXI
jer, proceso d e desarrollo y globalización,
el proceso d y globalización,
Luis Enrique Alonso, "Globalización y vulnerabilidad social", en Maqueira y Vara Alicia Fr aer man , "La globalización de las comunicaciones: realidad y desafío para las
Alicia
6
(coords.), Género, clase y etnia, pp. 3-27. Vara (coords.), Género, clase y etnia, pp. 59-66.
relaciones de género", en Maqueira y Vara
A ias mujeres les son asignados los espacios privados, y aunque desa
rrollen las mismas actividades que los varones (en los mismos lugares que
los hombres), por su condición de género son so n devaluadas, descalificadas
invisibilizadas y reducidas a los dos papeles genéricos considerados funda
mentales en su vida: los de madre y esposa. Esto implica que pasan a
formar parte de los pactos masculinos, en tanto que su reconocimiento es
dado por ellos como representantes de lo humano.
práctico-simbólico masculino eess den omi nado como el es
Este ámbito práctico-simbólico es
pacio de los iguales y los pares, mientras que el ámbito que cubre lo femeni
no se define como el espacio de las idénticas. 9
Las categorías de espacios de los iguales y el de las idénticas, así como su argumenta
9
manera de recreación; la difusión de prácticas deportivas; el uso racional les asignó características deportivas, cuya identidad competitiva sustenta
la hombría (virilidad,
del cuerpo, individual y colectivo; y la exaltación de la la oposición binaria de la superioridad de lo masculino sobre lo femenino,
valor, coraje, erudición mostrados en los rituales deportivos de producción de la virilidad en en oposición
oposición al afeminamiento.
de los jugadores). Las recreaciones populares fueron intervenidas y purifi El proceso de la deportivización de género convierte en "natural" toda
cadas concibiéndolas como negativas. actividad deportiva para preservar, estimular y cohesionar las relaciones
En este sentido, la deportivización de la sociedad y la organización sociales inter e intragemricas, asignando días, tiempos y espacios para su
social genérica significan los campos deportivos como espacios de repre realización. Al deporte también se le considera una forma pacífica y cor
sentación de la ritualidad deportiva masculina (casa de los hombres), en n
dial para solucionar los conflictos sociales, raciales, étnicos, sexuales, los
los que se congregan todos los actores para intercambiar, festejar y recrear, cuales tienen una base en la inequidad
inequidad y desigualdad políticas.
en la competencia y la rivalidad, sus conocimientos y secretos del saber Este proceso implica que los hombres tengan en el deporte, una de las
del
ciónjugar.
ción g e n é rSon
i c a : : los espacios
atributos de la simulación
masculinos y personificación
del hombre verdadero, lo de la signifi
cual asigna jus tif icasobre
fuerte cio nesel ideo lógi que
débil; cas de la sup uesesta
conviertan ta sup eri ori dad
práctica biol ógic
cultural en aforma
del sexo
de
confirma los
ca y confirma los acuerdos genéricos y el pactos de los iguales. vida, incorporando de manera subordinada a las m u j e r e s , , la descendencia,
De esta manera, hay que entender que la difusión del modelo depor las familias, las amistades, el trabajo y todas las actividades relacionadas
tivo no fue ni es algo acabado: en la medida en que actúa y construye a los con este sistema institucionalizado de competencia. Se trata de que las con
sujetos, expone sus contradicciones, las cuales van cambiando de acuerdo versaciones giren en torno al desempeño y características de los jugadores,
el desarrolle de la cultura y la sociedad. Esto ha contribuido a la con
con el desarrolle partidos, t o r n e o s , , estadísticas (información contenida en los
equipos, partidos,
solidación hegemónica de las clases las clases económica, política y socialmente do medios de comunicación impresos y electrónicos) y de que su vestimenta
minantes; de la identidad masculina sobre la femenina y de la dominación deportiva los identifique como grandes jugadores.
por género y raza; de la explotación de países y zonas geográficas; de los El proceso de deportivización de género es el de modernización de los
estudios de salud que controlan los efectos del ejercicio en el aparato re la globalización
sujetos en la globalización del deporte; comprende nuevas interacciones y
productor masculino y femenino, y que justifican científicamente la la supe socializaciones en las que están presentes el sincretismo de género, me
rioridad del primero sobre el segundo. diante el cual, mujeres y hombres adquieren conocimientos, saberes y se
La mayor intervención del Estado en el deporte ha contribuido a la cretos del juego que combinan lo local y lo global del deporte. Las múlti
deportivización de la sociedad, a presentar las prácticas deportivas como de aculturación
ples formas de aculturación han dado como resultado órdenes de género
indepe ndiente s de los poderes públicos y a manten er el espíritu amateur sincréticos de hegemonía patriarcal, por lo que las diferencias, semejanzas
sobre el profesional. y especificidades mezcladas en las relaciones sociales, económicas y cos
Parte de esta deportivización es la competencia comercial, tecnológi tumbres, experimentan ritmos y enormes transformaciones de género.
ca, científica e industrial que el capital garantiza a los deportistas y al
público, en general, con la creación de la necesidad del consumo de servi La aldea global abarca la relación entre el orden, el ámbito institucional y los
cios, objetos y espectáculos deportivos. ámbitos regionales y locales. En ella el mundo está cone ctado por el mercado
Toda esta estructura y organización social, económica, política y cul y por las comunicaciones a tal punto que forma una unidad una unidad compleja
compleja y diver
tura] moderna del deporte conforma el proceso de la la deportivización
deportivización de quien comparte
sa. Cada quien comparte sustratos culturales con el resto y conoce más a
través del imaginario producido más por las las sociedades
sociedades poderosas que por su
género, proceso mediante el cual, hombres y mujeres pertenecientes a di
propia experiencia. Comparte también los esfuerzos sociales, culturales y po
ferentes sociedades y culturas, clases sociales, grupos de edad, etnias,
designios h e g e m ó n i c o ss.. '
líticos por superar los designios 4
224 DESATES
DESATES SOBRE MASCUUNIDADES U D E P O R T I V I Z C I Ó N DE L CUE RP O
225
Dice Lagarde que
Dice Lagarde que la vida de ¡os hombres se encami na a aprovechar los condiciona la participación política en la búsqueda de la democratiza
recursos que le ayudan a dirigir sus vidas, identificando con él la construc ción social y genérica de las instituciones sociales, empobrece los niveles
ción del mundo, sus acciones, hechos, subjetividad, capacidad de generar de
de vida y degrada la autoestima de las p e r s o n a s .
y apropiarse de la ganancia, gratificación, el éxito personal y social. Ello el neoliberalismo ha incrementado la pobreza del
En la globalización, el neoliberalismo
implica que la conformación del ser de los hombres sea la de actuar, accio mundo, la sofisticación tecnológica del colonialismo, la intolerancia cul
nar, hacer y transformar el mundo, lo que conlleva su poderío genérico y religiosa, lingüística y
tural étnica, religiosa, lingüística y sexual; ha propiciado la destrucción, la
legitimidad histórica como poseedores de bienes y seres. sustitución y la modificación de unas formas de vida por otras; y ha contri
La condición masculina se sustenta en el dominio, lo cual constituye buido a la devastación, explotación y apropiación de los recursos natura
la masculinidad: genera opresión sobre otras personas, grupos y otras cate les, materiales y simbólicos. Todos estos son factores que han propiciado
gorías sociales y culturales, marca sus relaciones, íntimas y públicas, ten la deportivización
la deportivización genérica, en la que los hombres deportistas rivalizan
dencia que se complementa con el daño, la expropiación y sufrimiento de entre sí, en condiciones contradictorias de calidad de vida, marcadas por
las mujeres y los hombres implicados. la desigualdad social, intelectual, material, física y emocional.
tan y dañan a las mujeres, los niños, las niñas y a los hombres de las esca
El desarrollo, expansión y consolidación del deporte capitalista mo
las inferiores de la jerarquía masculina. Establecen con éstas y éstos diver
entenderse c o m o :
derno deben entenderse 16
f) la creación de la industria del espectá culo productor a de bienes Los hombres, al danzar en el deporte y festejarse, contraponen los
19
y objetos
servicios y objetos d e p o r t i v o s , , (pp. 547-549) mundos de lo permitido y lo prohibido para sus cuerpos, utilizan tres m tres m i e m -
I ros para herir los corazones: las manos, la lengua y los ojos; y tres armas
Con base en esto, se señala que el deporte cumple funciones ideológi nara
nara matar a otros hombres en los campos de batalla, que en su equivalen-
cas que justifican: i ia con los miembros del cuerpo corresponden a la lanza, el cuchillo y la
ballesta. En estos mundos aparecen como antagónicos, separados, polari
ballesta.
a) la legitimación del orden establecido, presentando las contradic zados y jerarquizados los sentidos : los ojos, que perm iten el ver, se convier
ciones de clases como la metáfora inofensiva del fairplay (el juego ten en el sentido por excelencia mundano, de apropiación del horizonte
manifestación búdica);
limpio, ausente de toda manifestación
la competitividad económica, que adquiere
b) la competitividad adquiere un
un sentido lúdico; visual; el oído, en el sentido devoto de escucha de los saberes del mundo.
El gusto, el olfato y el tacto son considerados como inferiores, porque son
c) las jerarquías y desigualdades sociales a través de la cohesión que los sentidos de/la proximidad, en contraste con los otros que son los de la
da el deporte; distancia.
d) la preparación de la fuerza de trabajo para el trabajo industrial Proximidad y distancia, son formas genéricas como los hombres habi
capitalista; tan deportivamente sus cuerpos en el tiempo y el espacio, transitan de lo
e) la represión sexual, la deserotización
deserotización y desexualización del aparato visual a lo auditivo, de lo exterior a la imaginación, a la condensación de
sensorial y muscular ai negar el placer; la pantalla del juego, empobreciendo sus cuerpos, porque para "éstos, el
la institucionalización
f ) la institucionalización de las diferencias entre géneros, a los que mundo está a mi alrededor, no delante de mí" ( A n d r e e l l a , , p. 67). La espe-
se distingue según los deportes masculinos y femeninos (Brohm, cialización deportiva del cuerpo impone impone un a jerarquía a los sentidos, los
pp. 52-55). coloca en un estado de sensibilidad confrontada.
La deportivización genérica de los cuerpos es el campo de las represen
deportivización genérica de los cuerpos
Por lo anterior, considero que la deportivización genérica taciones s o c i a l e s en el que se define el conjunto de actitudes, opiniones,
taciones 20
es el conjunto de actividades físicas, intelectuales y culturales derivadas imágenes, lenguajes y vestimentas que los sujetos sociales introducen en
directamente del deporte y contenidas en cada una de sus acciones, me sus cuerpos, en tanto realidad social y subjetiva. En este sentido, el cuerpo
diante las cuales se adquieren los conocimientos para interpretar y pensar de los hombres es el objeto privado y público en el que escriben y repre
el deporte como una actividad de competencia, rendimiento, éxito, triun sentan ios textos de regulación social, del control de las instituciones, de
fo, resistencia y disciplina en las que se jerarquizan y especializan cada las concepciones, tradiciones costumbres y hábitos relacionados con la
parte del cuerpo, así como sus sentidos. higiene, la sexualidad y la alimentación; es el instrumento simbólico de
La deportivización genérica de los cuerpos comprende la identidad y la la configuración binaria del cuerpo masculino, entre io puro y lo impuro,
subjetividad genérica de las personas, en tanto tanto c o n j u n t o s ' de dimensiones
7
entre lo sagrado y lo profano del proceso de deportivización; es el objeto
dinámicas y dialécticas, de significaciones y referencias simbólicas con privado que a través de\ fairplay logra la asepsia como individuo-cuerpo de
tenidas en la experiencia de vida del cuerpo; comprende las identidades lo universal.
s o c i a l e s que se constituyen como un conjunto de demarcaciones, reales y
18
La deportivización genérica de los cuerpos está contenida y sustenta
simbólicas, basadas en la semejanza, la diferencia y la especificidad; en la da por las redes de la organización del parentesco, mediante las cuales
se transmiten los conocimientos, secretos y saberes relativos a la repre-
17
Marcela Lagarde, Identidad genérica y feminismo, Costa Rica, Instituto de Estudios de
la Mujer, 1997.
18
Martha
Martha Patricia Castañeda Salgado, "Modernización e identidad femenina. El caso de 19
Fabrizio
Fabrizio Andreella, "Movimientos peligr
peligrosos.
osos. Danza y cuerpo al principio de la moderni
San Francisco Tepeyanco, Tlaxcala", México, Universidad Iberoamericana Santa Fe, Universidad I b er o amer iccan
dad", Historia y Grafía, México, Universidad an a,
a, n ú m.
m. 9,
9, 1997 ,, pp. 59-90.
de maestría en
tesis de maestría en Antropología, 2 001 . 20
Andrea Rodó, "El cuerpo ausente".
s e n t a c i ó n , habitación v
v configuración de los cuerpos de generación a Parte de este proceso es la configuración y el modelo del cuerpo, que
generación. a través de sus representaciones en la tecnología telemática adquiere di
De esta manera, el cuerpo masculino se convierte en el espacio de las mensiones transnacionales, trasfronterizas, que circulan y forman parte
significaciones sociales, el escenario de las representaciones rituales y sim de la deportivización de los cuerpos, que se introyecta de manera cons
bólicas, el centro de asignaciones de funciones y atributos sociales de la ciente e inconsciente por parte de los deportistas, quienes tienden a imi
geografía corporal, la entidad reguladora de comportamientos, actos y mo tar esas formas de los cuerpos, esas formas de jugar, a incorporar algunas
vimientos políticamente permitidos y prohibidos, la síntesis histórica de o todas las técnicas y estilos de juego de los grandes jugadores del mundo,
las expresiones genérico-sexuales de cada sociedad y su cultura. por lo que la globalización de la deportivización de los cuerpos también es tele
Por ello, "en esos cuerpos sexuados se construyen habilidades físicas y mática, está contenida en la red de lo instantáneo de la acción
acción deportiva
subjetivas, destrezas, maneras de hacer las cosas, deseos, deberes, prohi de los hombres, y la configuración de la identidad de sus cuerpos y sexua
lidades, reales e imaginarias.
biciones, manerasPor
ciones políticas. de eso,
pensar, de sentir
el cuerpo es yeldemás
diversas maneras
preciado objetodedeser a posi
poder en Los hombres deportistas pueden apreciar, admirar la la sexualidad
sexualidad de
el orden de los géneros. Las instituciones controlan y reproducen los cuer sus cuerpos y la de sus pares en las imágenes de la televisión, de Internet,
pos a través de procesos pedagógicos en ios que se e n s e ñ a , , se aprende, se en los videos, los periódicos y las revistas, como formas repetitivas de in
internaliza, se rehusa y se cumple o no se cumple con los deberes corpora formación que saturan y especializan los sentidos: cuerpos capturados
(pp. 3 9 9 - 4 0 0 ) .
les genéricos" (pp. 21
en el momento justo de la proeza, que son proyectados por estos medios en
El orden genérico se completa en el otro género con la creación del cámara lenta, que dan cuenta de un cuerpo modelado mediante elfisico-
cuerpo masculino, cuyo contenido subjetivo es de un ser no anclado ni culturismo, de sus partes y sus sentidos, mediante el gesto, el ademán, el
limitado a una sola mujer. Como hombre genérico sintetiza un conjunto de su
rictus de una sexualidad potenciada en el detalle de su simbolización.
de atributos que lo sitúan como el paradigma de lo humano y representa
ción universal simbólica de las mujeres y los hombres, lo cual lo legitima
para crear, pensar, significar y destruir el mundo. "De esta manera se con SÍ HACEN AL DEPORTISTA
LOS PANTS
figura uno de los mayores poderes políticos patriarcales: la sobrerrepresen- O DE CÓMO EL FIS1COCULTUR1SMO DISC IPLIN A
tación".
22
LOS CUERPOS DESDE EL PODER
Este proceso es la forma como el poder del Estado se extiende de la
misma manera como se da la dispersión de los cuerpos; el Estado se con La globalización y deportivización de la sociedad han implicado, entre
vierte en el nuevo cuerpo de la sociedad civil, )o t a t ú a ,, lo enmascara, le otras, cosas el control diferenciado y desigual de los cuerpos femenino y
pone o le cambia cara, según los interlocutores y las circunstancias; es el m a s c u l i n o , , la incorporación de tecnologías en busca de modelos de efíme
cuerpo garante de las certezas deportivas que le faltan al s u j e t o . 21
ra perfectibilidad. Para el cuerpo de las las m u j e r e s , , la sociedad ha asignado
El deporte, en tanto institución social y práctica cultural, encarna la ejercicios, movimientos, rutinas, uniformes, tiempos y espacios, los cuales
modernidad de lo de lo s cuerpos de ios hombres, los giobaliza en la acción de han sido definidos y caracterizados según los deportes considerados como
la práctica deportiva de la danza, en la la especialización
especialización y jerarquización femeninos. Éstos, a su vez, modelan la figura, desarrollan las partes social-
de los sentidos, en la institucionalización y validación de la violencia me nt ee permitidas y sexualmente
y sexualmente deseadas para obtener la forma ideal. Para
masculina, contenida en los estatutos y reglamentos deportivos de las ins el cuerpo de los hombres, los ejercicios, movimientos, rutinas, unifor
tituciones i n t e r n a c i o n a l e s , , nacionales y locales.
tituciones m e s ,, tiempos y espacios han sido concebidos para lograr la máxima figura,
sea esbelta o no, y para exhibir todas sus partes en una amplia gama de
deportes.
21
Lagarde, "La regulación social del género...".
lo q ue
Una de las prácticas que han contribuido a ello es lo q ue en deporte se
22
Lagarde, Géner o y feminismo..., p. 73. denomina fisicoculturismo, la construcción cultural y muscular del cuer
23
Michel de Certeau, "Historia de cuerpos", Historia y Grafía, México, Universidad Ibero condiciones s o c i o e c o n o
po, en el que hombres y mujeres, de diferentes condiciones
americana, núm. 9, 1997. pp. 11-18. mics, rinden cuito a sus cuerpos mediante ejercicios y y e nt re nami ent os
que realizan en sus casas, los gimnasios, las calles y los parques; mante suplicio, lo
lo someten a suplicio, lo fuerzan a unos trabajos, lo obligan a unas cere
niendo una serie de dietas, flexibles o rigurosas, que permiten la construc monias, exigen de él unos signos. Este cerco político del cuerpo va unido,
ción, real y simbólica, de un cuerpo resistente. de acuerdo con unas relaciones complejas y recíprocas, a la utilización
El diseño, el el modelaje
modelaje y la escultura de los cuerpos femenino y mas económica del cuerpo, en buena parte, está imbuido de relaciones de p o
culino se apoyan en el deporte y la disciplina para reforzar las diferencias der y de dominio como fuerza de producción" (Foucault, p. 3 2 ) . 24
sociales, clasistas, genéricas, etarias, étnicas, sexuales, escolares que ubi Este campo político de relaciones de poder y dominio se expresa en
can a las mujeres y los hombres en la riqueza y la pobreza, según las las dietas estrictas, las rutinas intensas y especializadas de ejercicios a los
condiciones y situaciones económicas particulares y colectivas de cada que se someten algunas mujeres y algunos hombres para lograr mante
quien. Esta preparación del cuerpo es parte del proceso de producción ner o medianamente acercarse a las tallas sociales ideales; en el consumo
deportiva, en la que las acciones y actividades de las mujeres y los hom de sustancias químicas para la conservación de la salud y salud y firmeza
firmeza del cuerpo;
bres funcionan en la lógica económica de la producción, y en donde el en el uso de c remas para re dondear y fijar fijar la piel. Es decir, en la diversidad
trabajo es una de las principales razones de ser de la mayoría de las per disciplinado, el fisicoculturismo configura cuerpos
constructiva del cuerpo disciplinado,
sonas, las sociedades y las culturas. La organización capitalista de/pro cóncavos y convexos, siendo el de los hombres la representación genérica
ducción basa su concepción del trabajo en el rendimiento, el esfuerzo, la del modelo dominante y de la certeza de vivir en el cuerpo correcto. La
resistencia y el éxito. recreativa d el
ritualización deportiva del cuerpo es la representación recreativa d el poder
Bajo estos principios, mujeres y hombres preparan sus cuerpos para masculino, la celebración de la diferencia en su forma de dominación, la
vivir las intensas jornadas laborales, resistir la adversidad de las presiones significación
significaci ón del cuerpo exitoso, el tejido simbólico de la cultura de la resis
y condiciones de trabajo, el agobio de la i ncert i dumbre
dumbre social, de la pro tencia del músculo.
longada austeridad económica que se traduce en pobreza social y cultural; proceso del fisicoculturismo de género de los cuerpos, en el marco de
El proceso
así como el acoso y destrucción de la violencia de género cotidiana. A esto la globalización, comprende la transnacionalización y la la transfronteriza-
lo he denominado el proceso de de fisicoculturismo genérico
genérico de los cuerpos, el ción de modelos corporales del nuevo orden mundial, la desterritorialización
cual se caracteriza por la forma como mujeres y hombres son instruidos, y reterritorializacióti del marketing del cuerpo, la modernización eficiente
adiestrados, capacitados, preparados y disciplinados para vivir desde el resistencia del fisicoculturismo.
de la productividad neoliberal de la resistencia
rendimiento, el esfuerzo, la resistencia y el éxito la deportivización de la La dimensión simbólica de la sexualidad de los hombres, tiene en la
sociedad. deportivización genérica y el flsicocuturalismo de los cuerpos, la creación
El proceso de fisicoculturismo genérico de los cuerpos es la demostra masculinos hegemónicos
del desarrollo globalizador de los rituales masculinos hegemónicos del
desigualdades g e n é r i c a s : cómo
ción de las desigualdades g : cómo hombres y mujeres experimentan modelo neoliberal del hombre: el éxito y la administración financiera
la
la configuración y simbolización muscular de sus cuerpos. El fisicocultu del mundo son pruebas y constancias permanentes de mantenerse en
rismo es vivido por hombres y mujeres de forma consciente e inconsciente, la jerarquía masculina, de la potencia de la sexualidad, del triunfo que
aceptada y rechazada, es parte de su imaginario social; es el mantenimiento hombres sobrerrepresentados en
ubica a los hombres sobrerrepresentados en la cultura y la sociedad, que han
del cuerpo en las mejores condiciones para que resista el paso de los años marcado el desarrollo humano en todos sus ámbitos.
y se conserve en la eterna juventud; confirma confirma la construcción genérica de
la masculinidad
la masculinidad h e g e m ó n i c a , , en la que se resaltan los atributos de poder,
fortaleza, virilidad, sexualidad, valentía, inteligencia, habilidad, capacidad, HACIA EL FINAL DE LA PRIMERA E
ET
T A P A DE
DE L A C O M P E T E N C I A
vigor y potencia que caracterizan al hombre verdadero.
Elfisicocultuismo genérico de los cuerpos es la práctica social que ase
Elfisicocultuismo El proceso de deportivización de la sociedad, de género y de los cuerpos sinte
gura el control del desbordamiento de las e m o c i o n e s ; la
; la exhibición y o
y o c u l - tiza la historia del juego y del saber jugar de mujeres y hombres, de de los
tamient o de sus miembros , la especialización y jerarquización de sus par g r u p o s , las
, las sociedades y las culturas; es el sincretismo moderno de las acti-
tes. Es la codificación muscular que vigila y castiga al cuerpo, el cual "está
íntimamente inmerso en un campo político; las relaciones de poder ope
ran sobre él lo hacen una presa inmediata; lo cercan, lo marcan, lo doman, 24
Siglo XXI 1984.
Michel Foucault, Vigilar y castigar, México, Siglo
Este proceso coloca, en la esfera de la globalización, al cuerpo mascu dendos que la globalización garantiza para que los hombres, en las mejo
lino como el objeto e instrumento de modernización y actualización de las res condiciones sociales, realicen uno de sus mejores movimientos: la
identidades genéricas, valores, normas, creencias e instituciones ligadas a simbolización del cuerpo ejecutivo y competitivo del éxito, de una sexuali
la estructura, organización y funcionamiento del deporte. La deportiviza dad potenciada y una configuración de identidad y de una subjetividad
ción de la sociedad, de género y de los cuerpos tiene en el cuerpo de los transnacional.
hombres a los únicos productores de plusvalía, en tanto actores principa Las contradicciones de la globalización reflejan la tendencia a la ho-
les del proceso de producción deportiva; es el cuerpo que trasciende y mogeneizacíón deportiva y la diversidad local de prácticas deportivas. El
mogeneizacíón
transita, de manera real, virtual y simbólica, por los mercados financieros
del mundo; en tanto sujeto de consumo. saber jugar,
cambia y se como prácticaestá
transforma, cultural, circula con proceso
en un permanente la globalidad, se adap ta,
de actualización.
El
El Estado tiene en el deporte una de las instituciones políticas de representación especializada
Existe una tendencia a la representación especializada y precisa de los
de la sociedad civil. De este modo,
ejercicio del poder sobre los cuerpos de la cuerpos deportivos que adoptan miles de hombres, quienes, en su afán
el Estado se ha convertido en el cuerpo de la sociedad y le ha dado con por lograr ese ideal, encarnan las masculinidades transnacionales " de los
2
tenido deportivo a todas sus instituciones políticas, así como a la sociedad negocios, de la administración de la empresa deportiva que integran como
en general, a través de programas, proyectos, torneos y una serie de activi forma de vida e identidad genérica. De esta manera, es posible observar a
dades que forman parte de la voluntad popular nacional, de las mentalida hombres de clases altas, medias y bajas compitiendo para que su condi
des de las personas, los grupos, las sociedades y las culturas. La deportivi- ción social y la sexualidad de sus cuerpos figure en los récords de la depor
zación de la sociedad, de género y de los cuerpos, es el Moque histórico" tivización globalizada de la sociedad.
moderno de las actividades recreativas en forma de deportes. Estudiar e investigar el proceso de construcción social genérico de los
El proceso de deportivización social y genérico, como consenso y he hombres, en condiciones y situaciones socioculturales específicas, requiere
gemonía de Estado, forma parte de las concepciones, las mentalidades, las de un pensamiento globalizador, complejo, dialogístico, que construya teo
creencias, el imaginario, las sexualidades, los géneros, las identidades y rías y descubra las distintas formas de vida, relaciones, concepciones, creen
las subjetividades de hombres y mujeres de todas las edades, culturas, cias y prácticas de los hombres. Considero que las actividades recreativas
clases sociales, etnias y religiones. Así también, es pa rte de la conformación y lúdicas son una posibilidad de conocer y comprender lo que hacemos,
de las relaciones de género, de la configuración de las identidades genéri pensamos, hablamos, simbolizamos en las diferentes dimensiones de la
cas masculinas, en el que el deporte de Estado ha querido darle un conte sociedad, en nuestras individuales y colectivas realidades sociales. Es el
nido lúdico institucional. Surge de la organización social social g e n é r i c a , , de la jue go un ord ena dor gen éri co, una de las prá cti cas so cio cul tur al es y u na de
práctica de los hombres simbolizando la representación, de las particulari las instituciones políticas desde las cuales he decidido incursionar, a partir
dades y las las característica
característicass de la masculinidad
masculinidad h e g e m ó n i c a , , en la doble di de la antropología de género feminista, como una propuesta metodológica
mensión de su cuerpo: de lo público y lo privado, de lo objetivo y s y s u b j e t i v o .
26
que contribuya a la creación de relaciones sociales entre hombres y muje
El proceso de deportivización de la sociedad, de género y del cuerpo sinte res, y entre nosotros mismos, basadas en la equidad, la igualdad, la demo
tiza la
tiza la virilidad deportiva de la dominación masculina, es un componente cracia y libertad.
de las estructuras de prestigio masculino. La deportivización del cuerpo
masculino, es la sobrerrepresentación del hombre, considerado como el
sujeto único y capaz de la creación de la escena deportiva.
Brohm, "20
Brohm, "20 tesis sobre el deporte". Véase Robert Connell, Desarrollo, globalización y masculinidades, 2002.
Rodó, "El cuerpo ausente". y definida
Categoría elaborada y definida por Connell, ibid.
dríamos vivir en cualquier otro tipo de sociedad, sino que somos el primer
y principal producto del sexismo, somos sexismo corporeizado. Por ello,
combatir el sexismo es trabajar en la destrucción de las categorías hom
bre o mujer, al conseguir que sean insignificantes desde el punto de vista
social.
Sólo hay que recurrir a la historia de los movimientos de mujeres, y a
los debates teóricos que los mismos han originado para ver que no pode
mos tomar ambas entidades, especialmente la "mujer" como estables, pues
han estado sometidas a constante definición y con ello ha cambiado la
orientación de las luchas.
En las siguientes páginas haré un recorrido que se inicia revisando
las implicaciones de concebir a las mujeres y a los
lo s hombres como e n t i d a
des previas al sexismo y no como sus productos. Ta! orientación se pone du
manifiesto, y tiene consecuencias, cuando abordamos el sexismo en Iir-
minos de justicia. A continuación señalaré el peso de las condiciones e s
tructurales, lo que advierte de la necesidad de considerar la acción no sólo
en términos de políticas sociales, sino de acción política. Dado q u e l a
acción política requiere sujetos e intenciones, propondré una C O H M I I K
[237]
ción
ción conceptual del género como herramienta de una estrategia política que las mujeres y los hombres sean tratados igual en cuanto a las oportu
en la lucha contra el sexismo. A continuación revisaré lo que considero nidades, sino que la igualdad se manifi este en los resultados. La justicia
aspectos fundamentales de las subjetividades de género, y su precaria de tiene un papel corrector de las desigualdades que se producen en la esfera
finición. Finalmente, abriré unas consideraciones sobre el fundamento de privada, sea la familiar o la mercantil. El debate sobre qué es lo que se
se prefiere,
la solidaridad social, o si se prefiere, de la cohesión social, señalando las concibe como "buena vida" se desplaza al ámbito privado, cada persona
características de una solidaridad de base económica fundamentada en la decide a qué quiere dedicar su vida, como cada empresario decide a qué
división sexual del trabajo y sugiriendo una solidaridad cuyo fundamento quiere dedicar sus activos.
sea de carácter ético, donde el compromiso sea acudir al encuentro con el Ahora bien, ninguna de las dos conce pciones anteriores de la justicia
otro y asumir que el cambio en ese encuentro no es sólo de las estructuras pone en cuestión las entidades "mujer" y "hombre", sino el tratamiento
sociales sino de la misma subjetividad. que ambos reciben. En la práctica, la desigualdad puede quedar definida
en términos de pobreza relativa.
Por el contrario, cuando tomamos a las mujeres y a los h o m b r e s , , no
DE LA DESIGUALDAD A LA JUSTICIA: DEFINICIÓN como entidades a priori sino como productos del sexismo, la lucha contra
DEL PROBLEMA COMO UNA CUESTIÓN DE DISTRIBUCIÓN éste no es meramente una cuestión de justicia distributiva, en cualquiera
de las dos versiones que acabo de mencionar. Se orienta a la transforma
Un primer eje de las luchas de las mujeres ha sido, y continúa siendo, la ción del sistema de relaciones que hace de la mujer y del hombre catego
exigencia de igualdad entre las mujeres y los hombres, poniendo el rías significativas, que construye a ambos y hace de ellos lo que son. Des
acento en la necesidad de definir reglas de justicia que contemplen a la de esta perspectiva, la condición de existencia de la categoría mujer es la
mujer como sujeto con derechos. Cuando se adopta esta posición, no existencia de la categoría hombre, Por tanto, resulta una imposibilidad
se toma en cuenta que la mujer y el hombre son, ellos mismos, el pro lógica que los derechos y condiciones materiales de que disfrutan los hom
ducto de las relaciones sociales. Desde esta perspectiva, el objeto en bres sean a su vez disfrutados por las mujeres, porque la posición de los
discusión es el reparto de los bienes (sean materiales o inmateriales) y lo hombres es d ependie nte de la posición de las mujeres, y viceversa.
viceversa. Lo que
del reparto
que se debate son las reglas del reparto El riesgo de definir la situación de hace posible que los hombres disfruten ciertos derechos es que las muje
las mujeres respecto de los hombres, y de estos últimos respecto de las res accedan a ellos.
términos c o m p a r a t i v o s , como una cuestión de justicia,
primeras en términos 1
Hay que tener presente que para el caso español, los salarios de las Población ocupada por sexo y posición en la familia
mujeres que tienen un empleo remunerado son 30 por ciento inferiores a (en zonas urbanas)
los de los hombres, y únicamente 33 por ciento de las mujeres mayores de México 1987-1993 (porcentajes por columna)
16
16 años tiene un empleo remunerado. En cuanto a los jóvenes jóvenes —hombres
y m u j e r e s — , sólo
sólo 20 por ciento de los que se e ncuent ran entre los 16 y llos
os
Mujeres Hombres
19 años,
19 años, y 37 por ciento de los jóvenes entre entre 16 y
16 y 24 años, tiene un empleo
Madres Solteras
remunerado. 2
el sexismo
Formular el sexismo en términos de justicia nos lleva a denunciar las
leyes discriminatorias, la falta de oportunidades para que las mujeres estu
dien una carrera universitaria, o que no tengan acceso a los estudios de
Según datos de la Encuesta de la Población Activa para el tercer trimestre de 2 0 0 1 .
2
cuando se produce la separación de la pareja, o los obstáculos que deben otros) y qué formas adoptará la riqueza. La decisión sobre los fundamen
enfrentar los hombres en el caso de que deseen acogerse a la legislación tos de la justicia y los criterios del reparto sólo es uno de los aspectos que
que permite cuidar de los hijos en los primeros años
años de vida. Si entendié se ponen en juego. Este modo de abordar la situación social de la mujer y
ramos la justicia como acciones compensadoras de injusticias pasadas, del hombre conduce a que la determinación de lo que es la "buena vida" se
cabría introducir estímulos a la contratación de mujeres, política de cuotas sitúe en el ámbito político, sacándola del territorio privado-parasocial en
democrática, e t c . ,, o a la posibilidad de
en los órganos de representación democrática, que queda recluida cuando el sexismo sólo se analiza en términos de justi
que las mujeres y los hombres puedan acceder, sin menoscabo de su futu cia. Los cambios estructurales conducentes a eliminar el sexismo llevan
ro profesional, a las excedencias laborales motivadas por el cuidado de aparejada la desaparición de los géneros, categorías que dejan de tener
hijos, viejos o enfermos. Y en el caso de los hombres, que tuvieran prio relevancia cuando se examina la vida en común para cobrar un valor cen
ridad, respecto de las mujeres, en las excedencias tomadas con la finalidad tral el estatuto social, no ya de mujer ni de hombre, sino de c i u d a d a n o .
4
mente excluyeme
poder, de donde losrespecto del anterior,
planteamientos son define el problema políticos.
fundamentalmente en términos
Cuande le atribuirá
ción atribuirá ia
ia responsabilidad
y experiencia deben tenery quienes
atenciónsedeocupan
esas personas? ¿Qué
del cuidado de forma
perso
do se tiene esta orientación, la definición de los criterios de reparto de nas, particularmente de las criaturas? ¿Cómo se toman las decisiones so
derechos y deberes deja de ser la cuestión fundamental, para poner en bre la inversión, la exportación, los servicios públicos, etcétera? ¿Quién
primer pla no la definición de lo q ue es una vida que valga la p ena vivir
vivir.. Tal puede participar en la toma de tales decisiones? Al definir los problemas
acción de oposición lleva aparejado un cierto imaginario de organización en
en términos de poder y de intereses en conflicto, se define también cuál es
de la vida social y de la subjetividad individual. En este caso, no se lucha el territorio de las oposiciones, luchas, alianzas políticas, y los instrumen
por espacios en la vida económica, política y científica, en los términos en tos y recursos que se pondrán en juego en la lucha por el poder. Como
que tienen acceso los hombres; espacios cuya ocupación hace de ellos puede observarse, en la lista de ejemplos anteriores no se concede espacio
lo que son. Se lucha por estar en posición de definir qué es lo que se a políticas sobre la masculinidad o sobre la feminidad, porque el plantea-
considera necesario y qué superfluo, cómo se construyen y jerarquizan las
considera necesario y qué superfluo, cómo se construyen y jerarquizan las
necesidades y de qué medios cabe dotarse para su satisfacción. O lo que
es lo mismo, se lucha por el poder de decisión sobre las actividades en Sabemos que en la actualidad el estatuto de ciudadano no es universal de la democra
Sabemos
4
cia, sino que excluye a las mujeres, cuestión sobre la que hay un amplísimo
amplísimo acuerdo
que se va a consumir la propia vida, qué es lo que se va a poner en primer
Benhabib, Mack in o n , P at eman , , Fraser, Young,
(véanse Benhabib, Young, Amorós, Beltrán,
Beltrán, Valcárcel
Valcárcel y un
lugar ante un horizonte de recursos limitados (en unos países), escasos (en largo etcétera).
CONSISTE LA MASCULINIDAD?
¡EN QUÉ CONSISTE 245
244 SOBRE MASCULINIDADES
DEBATES SOBRE
socioeconómico para
porte socioeconómico diferencias " m u j e r V h o m b r e " " y, como en el
para las diferencias
Y lo que para los incluidos se concibe como derechos de ciudadanía, para
caso anterior, su significado queda circunscrito al ámbito íntimo. Cuando
los excluidos no son sino privilegios de clase o fracción de clase, de géne
se pone el acento en la política, entra en juego la identidad de la mujer y
ro, de edad, étnicos y otros. El lugar que previamente ocupaba ocupaba la
la mujer,
del hombre, ya que los procesos de transformación han de tener necesa
antes de que se produjera su su " i n c l u s i ó n " , , ha quedado vacío, por más que
sobre la s personas en el sentido de que las diferencias
riamente impacto sobre la
continúa siendo imprescindible. El ascenso de la mujer en el escalafón 6
Léase mujer-occidental-adulta-con-posición-económico-cultural-privilegiada.
Léase
6
9
No tiene por qué participar del mismo significado para toda persona el hecho de tener
Hay que tener en cuenta que el sector de servicios en que han estado tradicionalmente
7
de los
las reacciones de los empresarios cuando se encuentran en dificultades de factores como la clase, la edad, la etnia, el color de la piel, la proceden
económicas: buscan la comprensión y solidaridad de sus empleados, sin cia geo
geográfica,
gráfica, las
las disminuciones físicas o psíquicas, y la orientaci ón sexual.
que ello se traduzca en una disposición a ceder sus privilegios de clase. La crítica de una visión unitaria del género justifica el esfuerzo de aquellas
Pasados los periodos de "vacas flacas", no están dispuestos a hacer públi teóricas —ejemplo
perspectivas teóricas —ejemplo de las cuales son autoras Judi t h h Butler,
cos los beneficios que obtienen, por más que antes se lamentaran pública Chantal M o u f f e , , Rosi Braidotti o Dona
Chantal Dona H a r a w a y —
— orientadas a plantear
mente de las pérdidas, ni tampoco están dispuestos a compartirlos con sus el problema del concepto de identidad y a evidenciar que las mujeres no
empleados. son entidades-sometidas al sexismo, sino su efecto, como lo son los hom
son entidades-sometidas
diferencias m u j e r / h o m b r e , , mien
Esta vía afirma la existencia de las diferencias bres. De donde se desprende que la lucha contra el sexismo es la lucha
tras que las dos vías anteriores insisten en la desigualdad y la explotación. contra la eliminación de los procesos dé sujeción llamados "mujer" y "hom
De hecho, en un espacio en que la producción de las subjetividades tiene bre". El sexismo no se contempla como el contexto en que tiene lugar la
lugar en condiciones de desigualdad (lo que a ojos de un observador se vida de las mujeres y de los h o m b r e s , , sino que ser hombre o ser mujer es
tomaría como diferencias), no es sino la expresión de la desigualdad y su ontológicamente sexista. Combatir el sexismo incluye la lucha encarniza
resultado. No discutiré sobre la existencia o inexistencia de diferencias contra su/ orpori z aci ón
da contra su/ ón en forma de "mujeres" y de "hombres", contra
entre la "mujer" y el "hombre"; me limito a afirmar que si estamos interesa los resultados del sexismo en cada uno de nosotros y n o s o t r a s . . Es luchar
dos en saber en qué consisten, tendremos que acabar con la desigualdad contra el extrañamiento, la imposibilidad de lo social que produc e el sexismo
que nos fabrica como lo que hoy somos con nuestra colaboración: no dife al hacer imposible el encuentro con "el otro" por convertir la relación en
rentes, sino desiguales, inferiores. A mi entender, esta vía aspira a otorgar una comunidad de interés, jerárquica o de poder, pero no social, de amor
a lo social la relevancia que tiene. La vía de la justicia persigue el mismo y, por tanto, de aceptación y reconocimiento. El sexismo priva a lo social
propósito, sólo que siguiendo otro camino. La vía del reconocimiento co del amor para entregárselo a lo privado, la familia.
incide con la vía de la justicia en dar entrada a lo social por una puerta que
El sexismo es productivo, y su principal producto son las entidades
también es falsa. El componente emocional de lo social es la aceptación
"mujer"
"mujer" y "hombre"; considerarlo así implica una tarea de d estrucció n de las
da. Pedir
del otro, pero el amor no se pide, se da. Pedir reconocimiento es formular
condiciones de posibilidad del sexismo, formando parte de la misma la des
una demanda de amor y, como bien sabemos, no puede ser satisfecha,
construcción de lo que tomamos como "mujer" y como "hombre", la cual es
porque al pedir reconocimiento se pretende merecer el amor que se de
fundamentalmente práctica: eliminación de la división sexual del trabajo.
la meritocracia se lleva mal con las e m o c i o n e s , el
manda. Pero la meritocracia , el amor no se
Tomo la supuesta diferencia mujer/hombre como un dispositivo de con
merece, sino que se produce, por tanto, la demanda de reconocimiento no
trol que permite oprimir y explotar a las mujeres en la familia por su orien
puede quedar satisfecha. Ahora bien, la demanda de reconocimiento social,
que reclama el compromiso emocional del otro con nosotros, es una queja tación
de las al cuidado.es Consecuencia
personas, de esa respecto
que se las bloquea orientación al cuidado
de las inmediato
responsabilidades
ante el desamor y la falta de reciprocidad ante el compromiso emocional
públicas. Y esa supuesta diferencia es un dispositivo que orienta a los hom
de las mujeres. ¿Qué es lo que impide a los hombres adquirir este compro
bres hacia la explotación de las mujeres y hacia el sometimiento a la explo
miso y, en la misma medida, qué es lo que impide a las mujeres participar
tación de los empresarios. Circunstancias éstas que les bloquean su parti
en las luchas de poder?
cipación en el cuidado inmediato de las personas.
del sexismo
La visión que tenemos del sexismo se abre cuando el colectivo "las
mujeres" es interrogado por las que ocupan las posiciones subordinadas. Una propuesta de construcción conceptual del género
Estas últimas interpelan a las que se abrogan la representación de la tota
lidad de mujeres, denunciando la existencia de desigualdades entre muje Sumándome a los planteamientos de Judith Butler, no concibo que el gé
res, y denunciando que la lucha contra la discriminación de la mujer ha nero sea la interpretación cultural del sexo, ni que se construya cultural-
dado como resultado la inclusión de algunas mujeres en el estatuto de me nt e sobre el cuerpo, porque implicaría tomar al sexo y al cuerpo como lo
la gran
ciudadanas, a expensas de la exclusión de la gran mayoría. La denuncia dado, lo existente previamente a las relaciones sociales: el género siempre
de la desigualdad entre mujeres cuestiona la validez de un concepto de es un hacer, aunque no un hacer por parte de un sujeto que se pueda
género de alcance universal. El género se construye en la intersección considerar preexistente a la acción ( 2 0 0 1 : 56).
248 DBATES SOBRE MASCUUNIDADES ¡EN QUÉ CONSISTE LA MASCULINIDAD? 249
Nos hace mujeres, o bien, hombres, someternos a las reglamentacio No hay "mujeres" ni "hombres", sino posiciones de género. Las sub
nes de género. Nuestra interpretación de esas reglamentaciones, nuestra jeti vida des se con st ruy en de un mod o qu e sólo adq uie ren con sis ten cia en
obediencia parcial, o desobediencia de éstas, deshace el género, lo vuelve la división sexual de la sociedad, en la especializa
especialización
ción de las unas y los
problemático, manifiesta su carácter contingente. Las principales caracte otros en actividades distintas y complementarias. Cada individuo queda
rísticas que atribuyo al género son las siguientes: sujeto a la especialización de género, y halla problemática su posición so
cial o reconocimiento cuando transgrede las normas de género.
• El géne ro es social y lo social es relacion al. Ahora bien, el género no es una categoría que se pueda aislar del resto
• La relación es antagónica. de condiciones y relaciones social es. No hay "mujeres" y además "trabaja
• La relación involucra la producción de la propia existencia física y dores" y, por otro lado, "viejos"
"viejos" y adiciona lmente "inmigrados". Por lo tan to,
psíquica. la desigualdad de las mujeres es distinta cuando coexiste con una cierta
posición social, edad, origen étnico u otros as pectos, porque no hay género
Por tanto, mi análisis del género no partirá del reconocimiento de su sino géneros. Lo que tiene de "mujer" una trabajadora es distinto de lo que
entidad, suponiéndole una existencia autónoma, sino que adopto una po tiene una jubilada o una indígena peruana. Lo que tiene de "hombre" un
sición constructiva. Propongo que su construcción conceptu al forme parte joven es dis tin to de l o q ue ti ene un vi ejo o u n e mpr esa rio . Un a n o e s muj er
de una estrategia política. Su puesta en práctica presiona en dirección y además negra y además obrera y además joven y además en paro, o b i e n ,
a la desaparición de las categorías de género, la explotación, dominación y hombre y además negro y además obrero y además joven y además en
opresión de unos respecto de los otros. paro. Son mujer-negra-obrera-joven-en paro, o bien, bien, h o m b r e - n e g r o - o b r e -
ro-joven-en paro.
El género es social y lo social es relacional C u a n d o o hablamos
hablamos del género es fundamental destacar los aspectos
r e l a c i ó n a l e s , , lo cual comporta tomar en consideración a los géneros
La ' mujer y el
La el h o m b r e "
" no tienen existencia anterior a las relaciones como resultado de la acción, dado que tienen un importante componente
sociales. La mujer es "hacer de mujer" y "hacerse mujer", y el hombre relacionado con su actuación. En segundo lugar, es fundamental tener
y "hacerse hombre", pero uno y otro hacer se requieren
"hacer de hombre" y "hacerse presente la manera como los actores sociales definen las situaciones en las
mutuamente. La existencia de la mujer es condición de necesidad de la que se hallan inmersos, porque del modo como las definan se deriva una
existencia del hombre, y viceversa. No podemos hablar de los derechos de manera u otra de actuar. En tercer lugar, al margen de cómo se actúe o
las mujeres, o de las responsabilidades de las mujeres. Ambos, derechos y del modo en que haya sido definida la situación, el género depende del
responsabilidades, se construyen y colman en relación. Por eso no tiene contexto social en el que existe, y para el cual hay posiciones preestablecidas,
sentido reclamar para las mujeres iguales derechos que los que disfrutan resultado de la acumulación de acciones anteriores, que marca fuertes
los hombres, porque los derechos se definen y construyen en régimen de limitaciones a la capacidad de actuación de las personas y, por tanto, tanto, al
exclusión. Y viceversa, tampoco tiene sentido reclamar para los hombres ejercicio de la libertad.
los derechos de las mujeres. Ser cabeza de familia es un derecho social
que implica la existencia de un patrimonio (el ama de casa y los hijos La relación es antagónica
dependientes). Ser madre es una función social que supone la división
sexual del trabajo. Los derechos y deberes de los hombres se construyen Defino el carácter de la relación entre los géneros como como antagónico. Ca
desposeyendo a las mujeres de derechos y deberes: el derecho y deber ai racteriza a las relaciones antagónicas el hecho de que el resultado de la
trabajo de los ganadores de pan se construye suponiendo que el trabajo no cero. E s t a s , , que conducen a mejorar las con
suma de las interacciones es cero.
es un derecho y un deber de ciudadanía de las m u j e r e s . 10
diciones de vida, el sentido de control de las circunstancias que lleva a
experimentarse en posesión de la propia vida, el valor que uno se otorga a
sí mismo, se producen de manera que, para cada mejora en la vida de
10
De lo contrario se consideraría que las mujeres adultas que carecen de un empleo re de otras.
unos, habrá un empeoramiento en la vida de otras. El sexismo implica que
El sexismo
munerado se consideran desempleadas, en lugar de clasificarlas como amas de
de casa. el control que los hombres soportan sobre sus propias vidas, por
vidas, por ocupar el
de familia,
espacio de cabezas de familia, ocurre a costa de la pérdida de control "i. deberes como el patrimonio principal de sus miembros; y posiciones
las mujeres sobre las suyas, en función de amas de casa/cuidadoras. societarias, que conciben la sociedad como un agregado de individuos individuos li
Cuando la relación entre los géneros se define, e incluso vive, como como si bres e iguales en derechos y, por tanto, no dependientes de la familia, sino
fuera un juego de fuerzas de suma suma positiva,
positiva, es porque se maneja una uni de lo que representa la totalidad: el Estado.
dad a la que se le atribuye un rango superior al correspondiente a la subje Por más que se nos presente lo social, lo económico, lo libidinal, lo
tividad individual: esa unidad es la familia. Se supone que hay un todo, la político, como ámbitos diferenciados de de nue st t a
a vida, lo cierto es que en
familia, superior a las partes que la componen: los hombres, las mujeres toda actividad humana cada una de esas dimensiones se manifiesta en for
supone, a d i c i o n a l m e n t e , , que uno no tiene otra existencia
o sus hijos. Y se supone, ma de síntesis; no son ámbitos de la vida, sino modos en que la vida humana
que como miembro del colectivo, o que el resto de aspectos de su existen se manifiesta. Eso se hace particularmente claro cuando abordamos la di
se
cia están subordinados al hecho de pertenecer a una una f a m i l i a . " " Desde esta visión sexual del trabajo.
perspectiva, se vive o concibe que el bienestar y realización de realización de cada perso La división propiamente sexual del trabajo, tiene como origen el he
na depende de la fuerza que mantenga unida la familia, y exige la renuncia cho de que somos una especie sexuada. Hasta ahora se requiere la inter
a fines individuales a favor de los fines que definen la unidad familiar/como vención de dos individuos, portadores de órganos genitales distintos para
puede ser la educación de los hijos, disponer de una casa confortable, o que que tenga lugar la la p r o c r e a c i ó n . Pero no hay una fuerza en el ser huma
12
la familia sea respetada en la comunidad. Esta segunda posibilidad con no que le impulse espontáneamente a la procreación. Sin embargo, es
templa que si la familia va bien, el hombre y la mujer van bien, pero se evidente que los miembros de la especie han procreado y lo han hecho a lo
construye a expensas de la subjetividad y de la autonomía personal, posibi largo de toda nuestra trayectoria histórica, incluso en momentos en que se
lidad que choca frontalmente con una sociedad que se concibe como el cree que ignoraban la relación existente entre sexualidad y procreación.
espacio de relación entre individuos libres e iguales. El principal daño Así pues, podemos afirmar que la procreación ha sido, en buena medida,
del sexismo es que las personas pierden su entidad autónoma y se convier el resultado no buscado del afán de placer. Se ha requerido, por tanto, una
ten en encarnadura de la división sexual y emocional del trabajo. La con política sexual encaminada a conseguir que tuviéramos hijos, aunque no
cepción de la relación como antagónica, no persigue la aniquilación ni el fueran el resultado buscado de nuestras a c c i o n e s . La asociación entre la
13
daño emocional de nadie, sino el desarrollo de mayores niveles de autono sexualidad y el placer se ha adaptado a ese fin.
mía individual, que la vida en común no se vuelva un pretexto para anular De este modo, la división sexual del trabajo procreativo, no es sino
las subjetividades individuales, sino una condición que las haga posibles. la primera división del trabajo, apoyándonos en el deseo del otro, que jun
"otros" —la
to con el narcisismo de las diferencias entre "nosotros" y los "otros"
superioridad de nosotros frente a ellos como objeto de am o r — han sido
La relaciónpsíquica
existencia involucra la producción de la propia
y física los dos dispositivos mediante los cuales hemos construido relaciones
sociales. Es cierto que no tenemos alternativa distinta a vivir socialmen-
De entre la totalidad de ámbitos donde ocurren las relaciones de género, te, de donde se podría seguir que somos sociales por necesidad. Pero, ha
hay dos que destacan, llegando a condicionar los restantes ámbitos: 1) e1) e l bida cuenta de que no experimentamos la vida como una necesidad, sino
modo en que las personas se relacionan en la producción de su existencia
física y 2) el modo en que tiene lugar la orientación del deseo y la pauta
predomi na nt e
e que guía las acciones. Me resisto a utilizar ei término reproducción, porque este acto de producción es especí
En la actualidad, se produce una fuerte tensión entre posiciones ficamente procreativo. Con el término pro-creación se señalan dos cuestiones: ¡J) S e
comunitaristas, que sitúan a la familia en el centro de la escena social y los trata del acto en que un sujeto contribuye a la creación, pero lo creado no es enteramen
te resultado propio, interviene otro sujeto de distinto sexo, y el sujeto que es obra de los
dos anteriores también interviene en el resultado, V) La criatura es nueva y distinta a
todas las demás, por tanto no puede decirse que ha tenido lugar la reproducción de
Algo parecido ocurre cuando se utiliza la expresión
expresión "España va bien", se supone una caso, lo que se ha hecho es contribuir parcialmente
alguien. En todo caso, lo parcialmente a su creación.
unidad de destino, y se define las subjetividades por su relación con la misma, españo Especialmente a partir del momento en que los hijos comportan un saldo económico
les, de donde a los españoles sólo les puede ir bien si España va bien. negativo, cosa que ocurre con la industrialización.
252
DEBATES E
S O B R E MASCULINIOAI 253
,U É C O N S I S T E A M A S C U L I N I D A D Í
L A
que vivir, permane cer con vida, esta r en condicione s de poder vvivirivir
Los sujetos se configuran en el reparto de de responsabilidades.
responsabilidades. Y las
un deseo, lo que nos mueve a la vida sociai no es la necesidad, sino <•
..u' jetividades
..u' jetividades que se construyen en sociedades
sociedades como
como la nuestra (y se
deseo de amar y ser amados, es el amor amor lo
lo que nos lleva a
a permanec
, mistituyen
mistituyen en el acto constitucional) remiten a un hambre provisor- pro-
con vida, a darnos una buena vida a nosotros mismos y a quienes son
tector, guerrero, y a una mujer cuidadora. Ni el una n
una n i la otra son ellos
objeto de nuestro am o r . El amor se vuelve mandato cuando entramos
14
mismos, sino las responsabilidades que se les adjudican en ese acto cons
en el terreno de lo social, no porque nos sea exigido, sino porque nos lo
imponemos, y el amor a los demás no es sino tomar a los otros como un fin tituyente; el reconocimiento del hombre es dependiente de su función
en sí m i s m o . '
1 social, y el de la mujer queda difuminado en la familia o en
o en la maternidad.
corresponde ca n la división sexual
Esa configuración de los géneros se corresponde ca
Vengo insistiendo en la idea de que la "mujer" y el "hombre" no son
del trabajo. El espacio que se tiene está asociado al hqgar
hqgar que se ocupa en
sujetos sometidos a relaciones desiguales, sino efectos del poder. Añadiré
la
la división sexual del trabajo.
ahora que, de entre las múltiples relaciones de poder, las económicas son
fundamentales. Por el impacto de lo económico sobre otros ámbitos y di El "pacto"
cuidado constituyente
no es supone
los débiles
de los débiles un modelo
directamente de ciudadanía
responsabilidad en que
pública, el
como
mensiones de la vida es que afirmo que la división sexual del trabajo tiene
las actividades económicas. Es/cierto que se reserva a
la intervención en las actividades
Judith Butler
un efecto constituyente de subjetividades. Sigo a Judith Butler en la idea
los poderes públicos esa potestad y responsabilidad úfeima,
úfeima, pero en condi
de que:
ciones "normales", cada cabeza de familia ha de dotarse de la estructura
familiar que le permita cubrir/asumir su parte en la continuidad del orden
El sometimiento sería el efecto paradójico de un régimen de poder por el social, haciéndose cargo de la protección de los d e p e n d i e n t e s . . Queda im
cual las mismas "condiciones de existencia" y la posibilidad de persistir como plícito que corresponde a la mujer dotar de infraestruct
infraestructuraura al hombre para
ser social reconocible, exigen la formación y el mantenimiento del sujeto
que éste pueda ejercer sus funciones de ciudadano.
en subordinación. Si aceptamos la idea de Spinoza de
Spinoza de que el deseo es siem
pre deseo de persistir en el propio ser [...] el deseo de persistir en el propio Cuando el ciudadano se incorpora al trabajo, forman parten de sus
ser exige someterse a un mundo de otros que en lo esencial no es de uno/a derechos ¡as bajas remuneradas en caso de enfermedad, como forma
[...]. Sólo persistiendo en la otredad se puede persistir en el "propio" ser parte de sus derechos cesar de trabajar en la edad ea que legalmente se
( 2 0 0 1 : 39). establece que una persona no debe continuar h a c i é n d o l o . . Y su acceso al
trabajo es dependiente de la capacidad que tenga de producir plusvalor, y
El sometimiento de las mujeres a los hombres es el efecto de la volun que éste se realice en el mercado mediante la venta délos
délos productos
productos en los
tad de "las mujeres" de persistir como seres sociales reconocibles, el deseo condición implícita
cuales ha quedado incorporado. La condición implícita de acceso al traba
de ser lo que se es, y de ser reconocida por ello, exige someterse a un de m e r c a n c í a s , y que las reglas de
jo es que pro duz ca riq uez a en form a de
mundo en que la organización de las actividades productivas se rige por distribución del product o de su trabajo garanticen el beneficio empresa
criterios sexistas, se deja de ser mujer u hombre si se deja de hacer de mujer rial. La vida de ciudadano/trabajador es dependien te de lo s giros del mer
de lo
o de hombre. Sólo es posible ser sujeto de sí si se soporta no ser, extrañarse cado. En cuanto a la mujer, su vida es dependiente del ciudadano trabaja
el reconocimiento del
de lo que permite el reconocimiento del otro. Persistir en el "propio ser" contra dor. Le presta soporte para que pueda ejercer la la Ciudadanía
Ciudadanía y depende de
la i dent i dad
el ser ajeno de la i dad social atribuida es instalar la incertidumbre que la pueda continuar ejerciendo. Las condiciones en que se desarrolla
en el mundo. su vida no dependen directamente de lo que ella hace, sino indirectamen
te, a través del cabeza de familia.
El pacto fundacional no supone una comunidad de individuos libres
que establecen
e iguales, en deberes y derechos. Ciudadanos que establecen las condicio
La noción de la importancia del amor como condición de posibilidad de la vida en co
mún, está presente en el mandato cristiano del amor a Dios por encima de todas las nes de producción y reproducción del orden social, asumiendo la tarea de
cosas, donde Dios se puede tomar como imaginario del todo: seres humanos y naturale producir sus vidas, y asumiendo en común las las ca-gas
ca-gas de los no ciudada
za incluidos para todo lugar y todo momento de la historia, y derivado inevitable de este nos porque todavía no lo son (los niños), han dejado de serlo definitiva
mandato primero, el amor al prójimo incluso cuando éste sea nuestro enemigo. mente (los viejos y disminuidos psíquicos, físico;
físico; y enfermos crónicos) o
que Kant
Concepción a la que Kant se refiere con el
el término amor práctico.
no lo
no lo son transitoriamente
transitoriamente (los enfermos ocasionales).
254 •E
EN É
N QUÉ C O N S I S T EE LA MASCULIN IDAD?
255
DEBATES E
S O B R E MASCULIMDADES
Lo que supone el pacto fundacional es una ciudadanía fundamentada Destacaremos varias cuestiones del trabajo de García Mina que nos
en familias, las cuales tienen al cabeza de familia como su representante en han parecido relevantes. En primer lugar, los estereotipos de mujer y de
el mundo exterior. Pero como el pacto no está exento de contradicciones, hombre no están perfectamente delimitados. El factor estereotípico más
la externalización a las familias —léase mujeres— de los costes de produc claro es el "liderazgo en el espacio", el cual se compone de un conjunto de
ción de la vida humana, es coercitiva en el sentido en que uno no puede rasgos que socialmente se tipifican como "masculinos"; a una cierta dis
abandonar a su familia, pero no lo es en la medida en que casarse y tancia siguen otros factores como la "actividad instrumental", tipificada de
tener hijos es una decisión libre. La tensión entre la obligación de hacer "masculina" y dos rasgos, la "expresión afectiva" y la "orientación expresi
se cargo de los dependientes de la familia y la libertad de constituirla, se va", calificados de "femeninos", por más que la atribución de género es
traduce en un reparto de cargas desigual y en un estímulo a que la familia más débil que en los factores masculinos.
desaparezca. Comporta una carga no reconocida, puesto que no se reparte Además de que los propios estereotipos de género no se hallan perfec
igualitariamente entre los miembros de la familia y mucho menos entre tamente delimitados, cuando se pide a la gente que señale su grado de
todos los ciudadanos, tengan o no tengan familia. Implica una externaliza- identificación con los distintos rasgos de personalidad, se pone en eviden
ción de costes hacia las mujere/., que sigue la lógica conducente a la degra cia que no hay una asociación fuerte entre el sexo y el género.
dación del medio ambiente, al haberlo usado "libremente" sin cubrir los
costes de su recuperación, como se ha venido haciendo.
El género según el sexo (porcentajes por fila)
L a s ¡imitaciones del acento en la subjetividad:
l g u n ss e v i d e n c i a s empíricas Género
di ent e ment e
e de su género, en cuanto a a los
los rasgos de personalidad, tienen Por una parte, la construcción de estereotipos de agresor y de víctima
una autoestima más alta que las mujeres. Asimismo, y desde la perspecti que se realizó en grupos de discusión, dio como resultado tres tipos de
va de los estereotipos de género, la autoestima más alta se da en las perso rasgos: los de agresor, los de víctima y los que se consideraron neutros
nas —mujeres
—mujeres u h o m b r e s —
— que se corresponden al estereotipo masculi desde este punto de vista. Cuando buscamos la concordancia entre los
no o que se hallan fuera de los estereotipos de género. la autodefinición
estereotipos construidos en los grupos de discusión con la autodefinición
de los chicos y chicas en relación con los mismos rasgos del listado, apare
cieron seis posibilidades (véase el cuadro anterior). Adicionalmente, son
Nivel de autoestima según el sexo y el género
evidentes las diferencias entre chicas y chicos, la más notable se refiere a
(porcentajes por columna)
la proporción de chicos que se identifican con los rasgos de agresor: es
claramente superior a la de chicas. Pero el resultado más notable es que
Género/sexo
las respuestas se hallan considerablemente dispersas, particularmente en
Masculino Femenino Indiferenciado Andrógino el caso de las chicas. Hay que decir que los rasgos tomados en los grupos
Autoestima Mujer Varón Mujer Varón Mujer Varón Mujer
discusión como
de discusión como definitorios de un agresor en potencia fueron: actúa como
Varón
un líder, con fuerte personalidad, ambicioso/a, impulsivo/a, audaz, com
Baja 18 14 36 33 12 0 64 34 petitivo/a, mantiene la sangre fría en los momentos difíciles. En cuanto a
Media 45 42 45 45 57 47 24
24 . 43 los rasgos que atribuyeron a una víctima en potencia fueron los siguientes:
Alta 37 44 19 22 31 53 12 23 inocente, sumíso/a, dócil, bondadoso/a.
En conjunto, podemos confirmar que es es problemático
problemático realizar actos
de reconocimiento del otro, como colectivo social diferenciado, ya que la
Según datos propios, en un estudio sobre las nociones de c u i d a d o /
diversidad humana se resiste a quedar atrapada en lo que, llamándose tal
maltrato y los estereotipos de agresor/víctima, realizado entre estudiantes
vez "reconocimiento", no son sino construcciones estereotipadas que no
del tercer curso de enseñanza secundaria (2001-2002), cuando se cruza
permiten por sí mismas construir colectividades diferenciadas a las que
ban los rasgos que los estudiantes, hombres y mujeres, se autoatribuían,
reconocimiento. Este
rendir reconocimiento. Este y
y la política del reconocimiento son dos cosas
con ios estereotipos de agresor y víctima construidos en grupos de discu
distintas. La primera tiende a reducir la diversidad, mientras que el resul
sión, se comprobaba que, como ya hemos visto en el caso del género, la
tado de una política de reconocimiento tiende a que los colectivos que
correspondencia dista mucho de ser completa, por más que efectivamente
diferenciamos políticamente, como las mujeres, dejen de ser significativos
existe una correlación.
desde para
bases el punto
luchardecontra
vista la
social. Y eso
división debido
sexual a que tai
del trabajo política
y contra el sienta las
concepto
Posición en la escala de estereotipo agresor/víctima según el sexo mismo de ciudadanía, cuyo contenido, en la actualidad, es de género.
Chicas Chicos
Número Número D E L A S O L I D A R I D A D C O N F U N D A M E N T O E C O N Ó M I C O
Perfil de personalidad de casos Porcentaje de casos Porcentaje A L A S O L I D A R I D A D CO N F U N D A ME N T O É T I CO
Rasgos de víctima 23 13.8 18 9.5 La división social del trabajo sujeta, crea, una solidaridad forzada, basada
Víctima y agresor ¡2 7.2 18 9.5
en una organización en cascada de la dependencia y d e la subordinación:
Neutro 36 21.6 29 15.3
de los niños, viejos y enfermos respecto de la mujer; de ella respecto del
Rasgos de agresor 42 25.1 76 40.2
hombre, del hombre ganador de pan respecto del empresario. Se trata de una
Ni víctima ni agresor 53 31.7 46 24.3
N/c
solidaridad forzada, porque no se dispone de vías alternativas
alternativas para la
la c o o
1 0.6 2 1.1
peración o, si se prefiere, los costes en los que se incurre cuando
cuando se toman
Total 167 i 00 189 100 acaba disciplinándola
vías alternativas son tan altos que se acaba disciplinándola conducta.
258 DEBATES E
S O B R E MASCULINIDAO-. EN Q U É CON SISTE A
L A MASCULINIDAD?
259
Ahora bien, el sujeto emergeem su sujeción a unas formas de vivir y de iritijer, contando con su propia colaboración. La orientación de la mujer
hacer en cuya creación no ha parfknpado. ¿Cómo emerge la subjetividad en hacia el otro, como persona, como fin de su vida, la desposee de la capacidad
este contexto? Podemos señalar dos formas: los factores psíquicos qu e de defender su propio espacio, y de la capacidad de concebir uno propio.
intervienen en la orientación del afeseo y en el modo de hacer, y los procesos Y esto llega a tal extremo que le pueden llegar a quitar la vida.
reflexivos que orientan moralmeattenuestras c o n d u c t a s . Siguiendo a Axel
17
En cuanto al "hombre", y en la medida en que lo social forma una
Honneth, relacionamos las actiíaiies morales con el reconocimiento, en -obertura que separa y protege la comunidad del nosotros, dejando fuera
tendiendo que cada tipo de daña» mora l se corresponde a un tipo de reco la otredad, su imperativo moral es el de proveer para que la vida sea posi
nocimiento, siendo la moral la qeaimtaesencia de las actitudes que estamos ble, pero se trata
trata de una provisión excluyente. Mantener, co ntinuar y repa
mutuamente obligados a adopta^, con el fin de garantizar conjuntamente rar "nuestro mundo", supone la existencia de "otros" "otros" mundos que para el
las condiciones de nuestra integrMad personal (Honneth, 1997: 28). nuestro pueden ser un obstáculo o una amenaza. La subjetividad del hom
Si contemplamos la divisiórs s*xual s*xual del trabajo desde la perspectiva de bre se construye en términos de acción, de capacidad de tomar, empren
"lo social", cuyo motor es el amoi;,y no de "lo económico", cuyo motor es el der, hacer, poseer, conseguir, concebirse como sujeto deseante. De ahí se
interés, entendemos el modo en «gue la división sexual del trabajo orienta sigue la percepción del otro/rival, del otro amenazador, competidor, obs-
las interacciones sociales coraeej^iresión de amor al otro. La división sexual láculo a la realización de sus objetivos. El hombre protege, cuida, provee
del trabajo genera formas especializadas de expresar ese amor, de expresar por la familia en una relación de competencia con otros. En rivalidad
lo que venimos denominando ef sentimiento social. Habremos de encon inmediata por un puesto de trabajo, o con afán territorialista. La orienta
trar dos expresiones del amor en lk actividad económica: la femenina y la ción moral del hombre favorece que tome a los otros, no como fines, sino
masculina. Y habremos de mos aar un común denominador para ambas; como medios para sus f i n e s .. La familia le permite ser ciudadano y la fami
para mí es el cuidado tal como es entendido en la definición de Fisher y lia le obliga a la provisión, la defensa, la protección, hasta el punto de
Tronto: el tipo de actividades qu e abarca todo lo que hacemos para mante perder su propia vida en el intento, y poner en riesgo la vida de quienes
ner, continuar y reparar nuestro "knundo", de modo que podamos vivir en debe proteger.
él lo mejor p o s i b l e (citado en Bkibeck, 1995: 128).
18
La división sexual del trabajo va acompañada de un extrañamiento
En el caso de la "mujer", se produce una tendencia a la conexión con entre la mujer y el hombre que favorece fantasías omnipotentes. Por
el otro, un estar abierta a sus op in ion e s y necesidades. Cuando esa co- parte de la mujer, la pretensión de que la vida de los demás depende por
nectividad se expresa m o r a l m e n t e , conduce al cuidado de los otros. Ese entero de ella, y que puede anticipar y satisfacer cualquier n e c e s i d a d . Esa
imperativo moral conlleva que b rmujer anteponga a los demás y sus nece fantasía alimenta la receptividad respecto de las necesidades ajenas y
sidades respecto del cuidado áe SÍÍ misma. Ese compromiso con el cuida la falta de atención, incluso de conciencia, a las propias necesidades. El
do, esa responsabilidad, esa w t an t ad de dar respuesta a las necesidades sustrato emocional de esa fantasía es una actitud en parte amorosa, en
de los demás es la que hace de ella un ser humano susceptible de entrar parte resentida, en parte despreciativa ante la precariedad humana de los
en relaciones jerárquicas. Se soramete a la obediencia como consecuencia demás, no de ella. En cuanto al hombre, la suposición de que los otros no
del imperativo moral que le imp e le a cuidar de quien la necesita y de son capaces de conseguir los medios para cubrir sus necesidades ni de
quien se define como necesitada de ella, en un marco en que ella misma defender sus vidas, alimenta también sentimientos de omnipotencia que,
ha sido construida como la capaz de hacerse cargo de los demás. Éstas son como en el caso de la mujer, se traducen en una explosiva mezcla de amor,
las condiciones subjeti
subjetivas
vas que hacen posible el expolio y extenuación de !a resentimiento y desprecio. La mezcla, en ei caso de la mujer, puede con
ducir a adoptar actitudes manipuladoras y de chantaje emocional, y en el
hombre, a diri
dirigir
gir su agresividad
agresividad contra las personas cuyas vidas d ependen
17
Sobre el
Sobre el particular es
es especialmente -valiosa
-valiosa la aportación de
de Elisabet
Elisabet Bubeck
Bubeck (Core, de él.
Gender andjustice), la cual hace a
hace a na ¡reflexión sobre los factores internos a la mujer que
permiten su opresión y y ex p lo t ad o s, mientras que, lamentablemente, no realiza un tra
La niña que fantasea ser la e n f e r m e r a - d e - g u er
er r a - c u i d a d o r a - d q ll-- s o l d a -
bajo equivalente en el en el caso del hiBttkire.
caso del do-gravemente-herido-en-
do-gravemente-herido-en-medio-del-fuego-enemigo es
medio-del-fuego-enemigo el imaginario social
18
T r o n t o
o ampliaría en 1993 esta esta definición
definición incluyendo nuestros cuerpos y nosotros de la división social de las actividades de cuidado, donde la sociedad y la
mismos. familia se construyen mediante la proyección de los propios miedos en
forma cíe enemigo exterior. El chico que fantasea ser soldado-a-modo-de- HE L D, Virginia. 1990. "Motheri ng versus Contraer.", en Jane J. Mansbridge (ed.),
San-Jorge-matando-al-dragón-con-riesgo-
San-Jorge-matando- al-dragón-con-riesgo-de-su-propia-v
de-su-propia-vida,
ida, anticipa este Beyond Self ¡nterest. Chicago, University of Chicago Press.
mismo imaginario, sólo que desde la posición complementaria. El uno HONNETH, Axel. 1997. 'Recognition and Moral Obligation", Social Research 1
por cuenta del otro, carecen los dos de vida propia, dan su vida por los vol. 64.
géneros. IZQUIERDO, María Jesús. 2002. "La dimensión social de la participación política.
Ochenta Aniversario de la constitución de Emakume Abertzale Batza". Pala
cio de Congresos Kursaal, Donostia, 15 de junio.
_ . 2 0 0 1 . Sin vuelta de hoja. Sexismo: placer, poder y trabajo. Barcelona,
BIBLIOGRAFÍA Bellaterra.
2 0 0 1 . "Razón y sentimiento en las relaciones de pareja: ¿Del contrato al
BOLTANSKI Luc. 1990. L'AmouretlaJusticecommecompeténces. París, Métailleé. diálogo?". Congreso Los hombres ante el nuevo ord.cn social. Donostia, Ema-
262
DEBATES S O B R E M A S C U L I N I D A O E S
Flérida
Flérida Guzmán Gallangos
Jennifer Ann Cooper
[263]
264 DEBATES SOBRE MASCUUNIDADES Et G É N E R O E N LA POLÍTICA PÚBLICA Y SU VÍN CU LO CON EL PRESUPU ESTO 265
266 DEBATES S O B R E MASCULINIDADES CÉN ERO EN LA POLÍTICA PÚBLICA Y SU VÍNCUL O CON EL PRESUP UESTO 267
ciones de género también están conformadas por sus circunstancias, como na p r o m e d i o ' " (Pregs
na p " (Pregs Govender, Foreword to the First South
First South African Women's
raza, etnia y
la raza, etnia y clase social, entre otras, que influyen en la exclusión de los Budget, 1996: 7, citado por Sharp, 2 0 0 1 : 45).
beneficios del presupuesto. Hasta ahora, en la mayoría de las dependencias del gobierno, "la per
En este sentido, no sólo las mujeres, como grupo social, son excluidas sona promedio" a la que se dirigen las acciones y el gasto ha sido el hombre
de los beneficios potenciales que ofrece el presupuesto, sino también otros pobre que vive en un ambiente urbano o rural.
grupos vulnerables, como los indígenas, los campesinos, los negros, los los po
bres, por mencionar algunos. Sin embargo:
LA RELEVANCIA DE GÉNERO EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS
entendemos que la opresión de las mujeres deriva de un sistema de relacio
nes sociales de género que determina la posición de ellas (y de los hombres) El concepto de género es un asunto económico y no solamente radica en
en la sociedad. Sabemos que esas mismas relaciones sociales a veces discri las esferas ideológicas, culturale s y sociales. El g énero (lo que significa ser
minan a los hombres o los ponen en desventaja, y también sabemos que la hombre o mujer en una sociedad específica), en un momento determina
opresión de género no puede ser enfrentada con éxito a menos que nos diri do, eses reproducido
reproducido y reformulado en el campo de lo material, donde la
jamos tan to a los h ombres c omo a las mujer es. Sin emba rgo, quer emos desta
gente se gana vida, y en la práctica del gasto del dinero público. La crea
car que son las mujeres las que más sufren como consecuencia de las relacio
ción de la riqueza de un país depende de la producción, de la economía
nes de género asimétricas (Budlender, 1996: 25).
del mercado y de la economía del hogar. El cuidado de esta última es
resultado del trabajo no pagado que realizan mayoritariamente
mayoritariamente las mu
rasgos diferenciadores
A todos los rasgos diferenciadores y excluyentes los cruza el género: ca ma -
jer es. Por est as raz ones , la eco nom ía fem ini sta afir ma que la pol íti ca
entre los indígenas, pobres, campesinos y demás, hay hombres y mujeres. croeconómica no es neutral respecto del género. Los presupuestos públi
Las relaciones de género se constituyen no sólo en los terrenos cultu cos, como política económica, tienen un impact o diferenciado para para hombres
ral, social e ideológico, sino también son reproducidas y conformadas en
y mujeres.
el campo de lo material, donde hay que ganarse la vida. La La clase,
clase, la etnia,
Existe una resistencia a ver y descubrir la relevancia de género en
la preferencia sexual, la capacidad diversa (discapacidad), el espacio
muchos aspectos del gasto público. A menudo, las necesidades de hom
geográfico y otras características diferenciadoras "subyacen a la forma y
bres y mujeres son consideradas iguales en el momento del diseñar las
estructura de sus relaciones de género reales" (Bakker, 1 9 9 4 : : 3). Por ello,
"una auditoría presupuestal con sensibilidad al género debe incluir tanto metas y los objetivos de los programas y proyectos. En la práctica, las ne
cesidades de los hombres y las mujeres no son los mismos. Se utilizan
a los hombres
género abren kcomo
abren a las m ude
posibilidad j e r econtemplar
s " " (Sharp, 2a0 0otros
1 : 49).grupos
Las auditorías por
sociales que argumentos como, "un poste de luz es un poste de luz para hombres y
se encuentran en desventaja, por ejemplo, los pobres. Este grupo, cada mujeres por igual". Una reflexión con lentes de género refuta esta argu
vez más numeroso en México, ha sido objeto de una auditoría para eva mentación. Todo depende de dónde se instale el poste: su impacto en una
luar el gasto público dirigido a mujeres en la pobreza (FUNDAR y el equi carretera es distinto al que puede tener si se instala en la calle, afuera de
po federal de Equidad de Género 2000); y en Sudáfrica se han realiza una fábrica en la cual las obreras trabajan en horarios nocturnos, por ejem
do monitoreos considerando el sexo, la clase y la raza (Budlender, 1996 plo, en Ciudad Juárez, México.
1 9 9 7 ,, 1998). El estableci miento de la relevancia específica de género requiere del
La ceguera'al
La ceguera'al género y a otras características diferenciadoras, como la de la
análisis de la condición de los hombres y las mujeres, en términos de las
diferencias específicas en el mercado laboral, en sus roles sociales y en la
y la clase, impiden darse cuenta de que el presupuesto público tiene
etnia y la
un impacto diferenciado para hombres y mujeres, así como para otros gru economía, en relación con sus niveles de riqueza e ingreso. Si el programa
pos sociales en desventaja. El papel del presupuesto es satisfacer deman (o proyecto) puede tener un impacto diferente para hombres y mujeres,
das primarias y secundarias del ciudadano común, "con frecuencia se se su entonces éste tiene relevancia de género y, por lo tanto, las acciones implí
pone que los presupuestos y las políticas de gobierno afectan a todos más citas y sus resultados deberían incluir la equidad de género como un pro
o menos por igual; sirven al 'interés
al 'interés p
p ú b l i c o ' y
y a las necesidades de la perso- blema que debe tomarse en cuenta.
Al gunas áreas donde un enfoque de equidad de género es relevante objetivo de combatir la pobreza, pero no analizan las diferencias y desi
las s i g u i e n t e s :
pero ignorado son las s 2
gualdades por sexo dentro de la pobreza y extrema pobreza. Se da por
supuesto que la política es neutral respecto al género y que va a beneficiar
Vivienda: las mujeres, en promedio, tienen menores ingresos que los por igual a hombres y mujeres, sin tomar en cuenta que ésta afecta de
la mayoría de las familias
hombres; también son jefas de familia en la mayoría familias m o n o - manera diferente a los diversos grupos sociales de la población. Aunque se
parentales. Entonces, los programas o proyectos de vivienda pública debe puede argumentar que en términos de niveles de ingreso hay mayor igual
rían tomar en cuenta sus necesidades de cercanía a transporte público dad entre mujeres y hombres pobres que en otros grupos sociales, siguen
mercados, escuelas y necesidades de mayor seguridad. existiendo diferencias respecto de sus necesidades, principalmente a cau
Transporte: las
Transporte: las mujeres utilizan el transporte públi co con más frecuencia sa de que las mujeres cumplen el papel de reproductoras.
que los hombres (llevando niños a la escuela, realizando compras, visitan El problema de fondo que presentan las políticas gubernamentales
do clínicas, haciendo trámites, etcétera); lo s hombres viajan al trabajo una con una pretendida perspectiva de género, es que no nacen con ese propó
vez por día. sito. A las políticas económicas, sociales y demográficas, entre otras, se les
Menos mujeres son dueñas de carros, y el número de mujeres que incorpora el concepto de género de forma forzada, sólo en aquellos objeti
poseen una licencia de manejo es menor al de los h o m b r e s . vos, metas y líneas de acción donde se pueda incluir a las mujeres, respon
Turismo: un alto porcentaje de mujeres trabaja en el sector de turismo,
Turismo: diendo generalmente a los roles tradicionales que cumple la mujer. Por
aunque no están en los puestos de gerencia, y la mayoría de los(las) em ejemplo, en la política de población se tiene como meta reducir el creci
pleados (as) del sector tienen las prestaciones mínimas o ninguna presta miento demográfico; en estas políticas se incorporan acciones dirigidas a
ción extra. ¿Qué actividad institucional podría revertir esta situación? Los las mujeres porque ellas son consideradas las principales responsables de
programas o proyectos que promueven el turismo familiar benefician eco la reproducción, y se plantean acciones de planificación familiar dirigidas,
nómicamente más a las mujeres. en su mayoría, a la población femenina.
Si las políticas de planificación familiar nacieran con enfoque de gé
Aun cuando se localizan programas donde existen gastos dirigidos a nero, las metas, objetivos y líneas de acción serían diferentes: en primer
las mujeres (etiquetados para mujeres), quedan muchas tareas pendientes lugar, se mostrarían las diferencias entre hombres y mujeres en el control
por realizar en la inclusión de la perspectiva de géner o. En lo que se refiere de la reproducción de la pareja; y, en segundo, se propondrían objetivos,
a los programas de Progresa, en México, existe un vacío conceptual y ope metas y acciones que impulsaran la responsabilidad de ambos en la repro
rativo en el enfoque de género en la política de combate a la pobreza extre ducción, y no solamente de las mujeres; con ello se impulsaría la equidad
ma, por lo menos en las reglas de operación. Pocos son los que reconocen
las necesidades e intereses de las mujeres, la mayoría se apoya en los roles de género y la reducción del crecimiento demográfico.
La ceguera al género en las políticas públicas se concreta en el proceso
tradicionales de éstas dentro de la división sexual del trabajo, otros más no presupuestario, pues la mayoría de las acciones no hace visible el impacto por
reconocen ni valoran su trabajo en la economía (para mayor detalle ver género. En parte, esta ceguera al género surge debido a que los indicadores,
Vinay, 2 0 0 1 , y Martínez,
Martínez, 2 0 0 1 ) . aun para programas sujetos a reglas de operación (que, de acuerdo con el
categorías presupuéstales
Incluso cuando en algunos programas o categorías presupuéstales pue Decreto Aprobatorio del Presupuesto de Egresos de la Federación para
den existir algunas variables de género, como la leyenda de mujeres o nú 2003), tienen que reportar este año sus datos desagregados por sexo; no
de beneficiarías,
mero de beneficiarías, estos programas no han sido creados para responder especifican cuántos hombres y cuántas mujeres se benefician del gasto.
a las necesidades prácticas y a los intereses estratégicos de las mujeres, ni Por ejemplo, en la actividad institucional "proporcionar servicios educati
para impulsar la equidad de género. De entrada, no existe un diagnóstico vos", la meta es dar acceso a la educación básica, media, media superior y
vos , la meta es dar acceso a la educación básica, media, media superior y
que muestre las diferencias y desigualdades entre hombres y mujeres; en el superior para niños y jóvenes; el indicador de esta meta es el porcentaje de
la diferencia de clase, es decir,
mejor de los casos, existen diagnósticos de la diferencia la población en el rango de edad entre 4 y 24 años, en relación con el núm ero
de la población pobre y en extrema pobreza, lo cual es relevante dado su de alumnos registrados en el sistema educativo nacional. Si este indicador
se desglosara por sexo, permitiría conocer el impacto por género de este
2
Traducido del National Development
Traducido Development Plan, Irlanda.
gasto.
2. ¿El programa contiene un enunciado respecto del "enfoque de género"? Esta herramienta también se utilizó para el análisis del paquete básico
3. ¿Se estipula el
estipula el porcentaje mujeres beneficiarías?
de mujeres de los servicios de salud, el cual cuenta con todas las características de
características de un
Clave Denominación
METODOLOGÍA
F Función
En primer lugar, se revisaron los siguientes documentos contables: Ejerci SF Subfusión
cio Económico Programático del Gasto Devengado, Ejercicio Programático PS Programa sectorial
del Gasto Devengado y el Análisis Programático de las Instituciones del
PE Programa especial
Gobierno Federal y de las del sector Paraestatal de Control Presupuestario
Directo, utilizando como palabras clave todos los sustantivos, pronombres AI Actividad institucional
Fuente: SHCP. Cuenta Pública, Ejercicio programático económico del gasto devenga
do del gobierno federal y Ejercicio programático del gasto devengado del gobierno
3
Proyecto Conacyt, número 34960-D de 2000 a 2002. federal, 2000.
274 DEBATES E
S O B R E MASCUUNIDADES 275
EL G É N E R O E N LA POLÍTIC A PÚBLICA
A Y S U VÍNCULO CON EL PRESUPUESTO
Los gastos localizados mediante dichas palabras clave se clasifica Para la localización de los gastos dirigidos al desarrollo de acciones
ron en la primera categoría, etiquetados para mujeres. Conforme se positivas, se realizó una revisión más detallada, se leyeron los objetivos e
fueron localizando estos gastos etiquetados para mujeres, se observó que había indicadores estratégicos que presenta el Ejercicio programático del gasto
otros que también estaban dirigidos a las mujeres y niñas, y que no eran devengado del gobierno federal y de organismos y empresas paraestales de
propuestas i n i c i a l m e n t e , , pero que sí
identificables con las palabras clave propuestas control presupuestario directo, para ver si algunos de éstos contenían gas
estaban destinados a beneficiarlas individualmente, en su persona. Por lo tos para impulsar la equidad de género.
que se decidió incorporar nuevas palabras clave que estuvieran vinculadas Con las modificaciones anteriormente señaladas, el gasto con pers
con las mujeres, en su persona y en algunas tareas asignadas socialmente pectiva de género se clasificó en las siguientes cuatro categorías:
a ellas; éstas se mencionan a continuación:
• Leche materna • Métodos anticonceptivos 1. Gasto dirigido directamente a mujeres, niñas y grupos de mujeres y niñas.
• Lactancia materna • Violencia intrafamiliar
Violencia 2. Gasto dirigido indirectamente a mujeres, niñas y grupos de mujeres y
Cáncer cérvico
• Cáncer cérvico uterino • Violencia familiar niñas.
mamario
• Cáncer mamario ' • Gestante 3. Gasto destinado a acciones positivas que impulsan la equidad de género.
• Materno-infantil • Maternidad saludable 4. Gastos generales o resto del gasto.
• Posparto • Mortalidad materna
• Perinatal • Mortalidad perinatal Esta clasificación se realizó en tres niveles de análisis: gasto total, gas
• Métodos anticonceptivos Neoplasias • Papanicolau to no programable y gasto gasto p r o g r a m a b l e .
• Colposcopia
Colposcopia y mastografia • Obstetricia Una vez clasificado el gasto del presupuesto público desde una pers
• Prenatal • Ginecología pectiva de género, se procedió a responder a las preguntas: ¿quién gasta?,
• Salud reproductiva • Albergues matemos
Albergues ¿en qué se gasta? y ¿para qué se gasta? Las respuestas se buscaron sólo en
• Tamiz neonatal • Planificación familiar los gastos clasificados dentro de los dirigidos (directa o indirectamente) a
• Partos • Guarderías las mujeres; y en acciones positivas para la equidad de género. No se con
• Abortos • Estancias para el bienestar sideraron los gastos generales porque no se podía identificar a los benefi
• Embarazo por sexo.
ciarios por
y desarrollo infantil
• Puerperio La primera pregunta ¿quiénes gastan?, se respondió revisando todos
de la
los ramos de la dimensión administrativa mencionados en el cuadro 1.
Los gastos ubicados mediante estas palabras se clasificaron como gas Para responder a la pregunta ¿en qué se gasta?, se revisó
revisó el Ejercicio
tos indirectos. Así, la clasificación del gasto en las tres categorías propues Económico Programático del Gasto Devengado, donde se presenta infor
Sharp (1998)
ta por Budlender y Sharp (1998) fue modificada, se incluyó un nuevo gru mación relativa a los montos gastados por capítulo del gasto corriente y
po de gastos, denominado gastos indirectos. Cabe señalar que dentro de gasto de capital. Los gastos que se tomaron en cuenta fueron los clasificados
este grupo se incluyó el destinado a Progresa, no porque esté dirigido a por capítulo, se omitió el gasto corriente y de capital, porque el el nivel de
beneficiar directamente a las mujeres, sino porque en las reglas de opera agregación de está información no permite relacionar el gasto con el bene
ción se específica que las mujeres son las únicas que podrían recibir la ficio para las mujeres.
cantidad de dinero otorgada por el programa. Para contestar a la pregunta ¿para qué se gasta?, no se consideró el
En relación con los gastos dirigidos a promover oportunidades equita criterio del gasto; es decir, las cuatro funciones: gobierno, pro
sector p ú b l i c o , , en las tres fuentes consultadas no se
tivas de empleo en el sector ductiva, desarrollo social y gasto no programable; en su lugar, se revisó la
registró ningún gasto con este propósito. Se consultó el informe d e gobier categoría programática denominada actividad institucional, porque en ésta
no, ahí se presenta información sobre empleo en el gobierno federal y se especifica la acción desarrollada con el ejercicio del gasto público que
capacitación en el sector público, pero no se especifica por sexo. En este permite mostrar el objetivo del gasto.
contexto, se decidió que en esta categoría se incluyeran gastos destinados Como ya se mencionó, también se revisó el Análisis Programático en
a realizar acciones positivas tendientes a impulsar la equidad de género. todos los ramos de la clasificación administrativa, para conocer los m o t i -
276 EL
EL G É N E R O EN L A P O L Í T I C A P Ú B L I C A
A ¥ SU VÍN CU LO CON EL PRESUPUE STO
277
DEBATES E
S O B R E MASCUUNIDADES
ML AA SI NCVUELSI TNI IGDAACDI Ó, NI NSTOI MCIIDAAL D: SYU SP OALPÍ OT IRCTAESS , PLÚÍ BMLI TI CE AS S .
Y DESAFÍOS
INTRODUCCIÓN
mover
de el uso d e de
la Secretaría c o nSalud
d ó n , donde
y además se publicó
se señala un comunicado
la firma de un conveniode pcon
r e n slaa
Universida d Na cion al A ut ón om a de México para reali realizar
zar,, por primera vezvez
en el país, la Encuesta Nacional de Salud Reproductiva. En el primer
caso, se habla de utilizar el conocimiento generado por la investigación
social para diseñar una campaña que rompa las resistencias de los hom
bres para prote gers e y pro teg er a su pareja y, en el se gun do caso, se trata de
generar información que permita orientar las políticas públicas y las estra
tegias de los programas de atención.
Hasta aquí, parecería que sólo necesitamos generar investigación de
calidad para apoyar el diseño de políticas públicas y darlas a conocer a
[281]
escuelas públicas y privadas, para promover la abstinencia sexual sexual entre contramos con una gama muy variada de enfoques y distintos niveles de
en el argumento
los y las adolescentes, basados en el argumento de que el sexo es un evasor • análisis, de maner a que resulta difícil
difícil obtener una perspectiva general so-
de la realidad y de que el sexo impide que la energía se vaya al c e r e b r o . En 4
í bre
bre qué es lo que hasta ahora ha aportado la investigación y lo que aún nos
otra información, se reprodujeron las declaraciones de la directora general ¿falta
¿falta conocer.
conocer. En segundo lugar, no queda muy claro cómo podemo s utili
del Sistema Integral de la Familia ( D i F ) , donde afirmó que realizaría, junto za r ese conocimiento para legitimar propuestas derivadas de la equi dad de
con la fundación Vamos México, un diagnóstico sobre la familia, pues, g é n e r o , pues en la investigación
5
investigación sobre los hombres y las masculinidades,
argumentó, las investigaciones emprendidas por el Consejo Nacional d e el género, como categoría de de análisis,
análisis, está todavía e
todavía e n un proceso de cons
Población y el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática trucción y redefinición
redefinición teórica, de manera que la masculinidad se usa tan
no revelaban la dinámica familiar y, por ello, se requerían estudios más to en sentido descriptivo como analítico. Así, Así, vemos que la masculi nidad
cualitativos. es utilizada como sinónimo de hombres, también se usa para referirse a un
Como bien sabemos, en el diseño de una la política pública convergen conjunto de atributos o rasgos de personalidad (fuerte, violento,
violento, insen si
un conjunto de fuerzas e intereses, donde el peso de cada sector deriva de ble), para destacar ciertos roles sociales (proveedor, mujeriego) y para ha
la voz que las estructuras de poder conceden a determinados actores socia cer referencia a una categoría sobre el lugar y la /osición
/osición social que ocu
les; así, la investigación funciona como un mecanismo que permite a las pan los hombres en el marco del orden de género. En tercer lugar, nos
distintas fuerzas sociales dar mayor peso a sus propuestas y legitimarse encontramos ante un escenario marcado por el ascenso político de la dere
ante sus oponentes. Hasta ahora, el relativo éxito en la incorporación de la cha que hace muy difícil dar un paso adelante e, incluso, sostener los
perspectiva de género en las políticas públicas se ha apoyado en cuatro avances conseguidos en El Cairo y Beijing, pues muchos de los compro
actores clave para impulsar sus propuestas: los organismos internaciona misos adquiridos son ahora omitidos o cuestionados por los grupos en el
de las Naciones
les dependientes de las Naciones Unidas, las fundaciones internacionales, las poder, Ante este panorama, es importante identificar cuál es el estado qu e
organizaciones feministas nacionales e internacionales y las comunida guarda el conocimiento sobre los hombres y las masculinidades, pues ahí
des epistémicas integradas por centros académicos o de investigación. Estos pueden estar, en principio, algunos de los obstáculos que pudieran limitar
últimos son considerados de la mayor relevancia para definir el curso de las posibilidades de avance. Dada la amplitud del tema, me voy a permitir
estos procesos, pues de acuerdo con especialistas (Incháustegui, 2002), el hacer un breve recuento sobre los estudios realizados en el ámbito de la
conocimiento o el saber profesional es la variable independiente más signi intimidad, a fin de tener un diagnóstico preliminar y, desde ahí, proc eder
6
ficativa en el proceso de de i n n o v a c i ó n , , elección y elaboración de políticas; a identificar algunas posibles vías de avance. La investigación empírica
por ello,
ello, las comunidades profesionales pueden jugar un papel preponde podemos agruparen cinco
realizada en México en los últimos años ¡a podemos agruparen cinco rubros:
rante en estos procesos, tanto por su capacidad de generar conocimiento habla 1) sobre
aquella que nos habla 1) sobre las prácticas y discursos de los homb res en
como por sus posibilidades de legitimar sus p r o p u e s t a s . . Esto significa que el ámbito de la sexualidad erótica; 2) sobre el amor y las relaciones de
necesitamos, por una parte, desarrollar un conocimiento y una informa pareja en los
los varones; 3) sobre su vida reproductiva (anticoncepción, abor
ción que muestre como problema una cuestión una cuestión determinada y, por la otra, to); 4) sobre su lugar en la familia y su experiencia de la paternidad; 5) so
investigación qu e permita
requerimos generar investigación permita ¡a
¡a creación de un discurso bre el papel de los hombres en la violencia de género.
que legitime y difunda las propuestas derivadas de ese conocimiento.
En el caso de los estudios sobre la masculinidad, nos enfr entamos con 5
Como existe una abundante bibliografía que aborda el tema de la masculinidad o de los
dificultades adicionales para cumplir estos objetivos. Por una parte, nos
dificultades adicionales para cumplir estos objetivos. Por una parte, nos
hombres sin el compromiso político derivado de la equidad de género, sólo me refiero a
encontramos con escasa investigación al respecto, pero, sobre todo, nos en- los estudios orientados a este objetivo.
6
Vale la pena anotar que Alatorre, Minello y Romero (2000) realizan también una revi
sión de investigaciones, programas y acciones sobre la incorporación de los hombres en
4
Se les dice a los y las adolescentes, "el sexo sólo sirve para tres cosas, para tener hijos, las acciones de salud sexual y reproductiva, que incluye tanto las acciones estatales,
para quitar el estrés y para alcanzar la sublimación. Ustedes no van a tener hijos, no como las de las organizaciones civiles.
civiles. De hecho, este escrito se ha nutrido de ese traba
están estresados y tampoco saben qué es la sublimación, así que nada de sexo, eso es jo, sin embargo , se consid eró necesari o hacer una síntesi s propia a fin de inco rpora r
algo grotesco. ¡Aprendan a usar su energía sexual que se va al cerebro, en lugar de rubros e investigaciones no contempladas y tomando como eje no la salud, sino la esfera
tirarla!" (La Jornada, 23 de octubre de 2002, p. 49 ) . de la intimidad.
LA S P R Á C T I C A S
S Y D I S C U R S O S
S EN EL
EL Á M B I T O ' ¡j] esdo
0 esdo a conseguir y proveer los recursos para establecer el matrimonio
DE LA SEXUALIDAD ERÓTICA
|Aguilar, 1994).
í El inicio de la vida sexual es uno de los rituales de iniciación más
Los estudios realizados en este rubro muestran que, en su mayoría, los importantes en la experiencia de la intimidad en los hombres, porque re
varones sostienen un discurso bastante liberal al considerar las relaciones presenta un indicador de su ingreso a la comunidad de varones adultos, un
premaritalesy extramaritales como prácticas que debieran permitirse; con referente muy importante de su ident idad masculi na y el inicio formal de
sideran el sexo, principalmente, como un medio para el goce y aceptan el la experiencia compartida del del c u e r p o , , en torno a los vínculos amorosos y
derecho de las personas a decidir sobre su sexualidad; estas posturas se eróticos. Las investigaciones sobre la edad en que ocurre el primer contac
encuentran principalmente en la población urbana, joven y de mayor es to sexual coinciden en que la mayoría de los hombres en México empieza
Rodríguez, 2 0 0 0 ) . . Sin embargo,
colaridad (De la Peña, 2 0 0 1 ; Coronel y Rodríguez, su vida
su vida sexual más temprano que las mujeres, entre los 15 y los 17 años,
respecto de las mujeres, el discurso de los varones no es tan liberal: la con parejas que tienen en promedio tres años más que ellos. Sólo una
virginidad de las mujeres todavía es importante para muchos hombres, mínima parte utilizó condón en el primer coito coito (Alatorre,
(Alatorre, Minello y Rome
urbanas c o m o / á r a l e s , , aunque la clase social marca algunas
tanto de zonas urbanas ro, 2000; de la Peña, Peña, 2 0 0 1 ) . . Para algunos, la primera relación sexual se
diferencias entre unos y otros, y en la práctica muchos aceptan establecer encuentra asociada a la impaciencia y se vive como una prueba de virili
relaciones conyugales y se enamoran de mujeres que ya han tenido vida (Amuchástegui, 2 0 0 1 ) ; ; otros
dad (Amuchástegui, otros la viven con un sentimiento de alegría;
sexual. Al mismo tiempo, persiste el reconocimiento de los varones como otros hablan de un sentimiento de confusión, y otros más la han vivido
sujetos de derecho en los espacios del placer y el erotismo, no así en el acompañada de violencia (Bronfman y Minello, 1995; Zavala y Lozano,
caso de las mujeres, quienes son valoradas principalmente en el ámbito de 1999). Pero, en su mayoría (92.2 por ciento), los jóvenes consideran que
la sexualidad reproductiva. Estas ideas son más acentuadas en sectores su primera experiencia sexual fue agradable o muy agradable (Encuesta
rurales, pues en las zonas urbanas es más frecuente que los varones reco Nacional de la Juventud, 2000).
nozcan el derecho de las mujeres al deseo sexual, mientras que en las Los varones en las áreas urbanas se inician más bien con amigas o
zonas rurales se considera como una prerrogativauna prerrogativa masculina aceptar o re novias, mientras que en áreas rurales es más frecuente la iniciación sexual
pudiar a una mujer sospechosa de no ser virgen (Mesa, Muñoz y Reyes, con trabajadoras sexuales (Rodríguez. 2 0 0 1 ; Encuesta Nacional de la Ju
1 9 9 5 ;
; Rojas, 1998;
1998; A m u c h á s t e g u i,i, 2001). ventud, 2000), aunque algunas investigaciones, como la de Amuchástegui
Todavía, el cortejo, la seducción y la inducción de encuentros sexua ( 2 0 0 1 ) , , señalan que los significados de la iniciación sexual están experi
les son prácticas consideradas propiamente masculinas, que otorgan po mentando una transformación: hay una menor demanda del desempeño
der y prestigio a los hombres, no así a las mujeres. De acuerdo con un sexual del hombre y una mayor demanda de relaciones emocionales entre
estudio realizado en una zona rural, siguen siendo los varones quienes las parejas. Sin embargo, ya iniciados en su vida sexual sexual,, las relaciones con
en su mayoría realizan el cortejo; son ellos quienes persuaden y seducen a prostitutas son más o menos frecuentes en varones de iodos los sectores y
las mujeres para acceder a contactos más íntimos y son ellos quienes clases sociales, si bien los hombres con mayor poder adquisitivo acuden a
deben iniciar las prácticas eróticas. Además, los varones conservan los bares, centros
bares, centros nocturnos o c a l i g i r l s para obtener estos servicios; los alba-
privilegios de la masculinidad como tener varias novias de manera simul ñiles
ñiles o empleados las contactan en la calle. Se ha encontrado, además,
tánea, proponer matrimonio o presionar a las mujeres para que realicen que la mayoría (56.2 por ciento) de quienes acuden con prostitutas son
prácticas transgresoras. Aun cuando en las generaciones más jóvenes hombres casados, desde profesionistas hasta campesinos e, incluso, estu
una actitud
existe una actitud más activa de las mujeres ante el cortejo y una mayor diantes universitarios (Uribe, Hernández de Caso y Aguirre, 1 9 9 6 ; Guevara,
; Guevara,
permisividad para separar las prácticas sexuales de la reproducción, se 2002). También existen hombres que ofrecen servicios sexuales a otros
mantiene una moral social que penaliza las prácticas sexuales de las muje hombres o a mujeres, y la mayoría de quienes recurren a los servicios de
res fuera de los fines y espacios institucionales institucionales (Rodríguez y de Keijzer, prostitución masculina (60 por ciento) son hombres casados y casi la mi
2002). Este patrón es válido también en poblaciones urbanas, adoles años ( U r i b e , , 1994).
tad tiene entre 21 a 40 años
y e s c o l a r i z a d a s , , para las cuales el hombre es quien debe tomar
centes y La bisexualidad
La bisexualidad o el sexo entre varones que además tienen contacto
la iniciativa en la relación, el que debe cuidar a la mujer y quien está una práctica
sexual con mujeres es una práctica más frecuente de
de io
io que abiertamente
se reconoce; sale a la luz cuando la epidemia del sida se extiende entre Existen estudios basados en entrevistas individuales y grupales en zo-
mujeres casadas contagiadas por contacto sexual, lo que obligó a rastrear urbanas, que permiten conoce r sobre la semántic a social del amor. En
t ¡2S
otros hombres sin que esto se considere una práctica homosexual o bi como unalesforma
siempre de adecuada
parece evitar conflictos
adecuada la formay en
la de que
generar eventoslesplacenteros.
su pareja No
expresa amor,
sexual que desmerezca su identidad masculina.
Estas prácticas, aunadas a la frecuencia de relaciones extraconyugales, les resuda
pues les resuda demasiado absorbente en algunos casos ("todo el tiempo
al hecho de que los hombres, en general, tienen más parejas sexuales a lo quiere que esté con ella"), y demasiado tibia en otros ("rara vez me busca
su vida y
largo de su vida y realizan más prácticas riesgosas (de la Peña, 2 0 0 1 ; Alatorre, sexualmente"), aunque en todos los casos mencionan que la relación amo
Minello y Romero, 2000), hacen que las enfermedades de transmisión sexual rosa es una de las experiencias más trascendentes de su vida.
sean uno de los principales problemas de salud y que se agudice la agudice la vulnera En estudios con varones jóvenes, se encuentra que las relaciones
bilidad de las mujeres, al aumentar sus probabilidades de contagio de en amorosas son parte de su presente y su futuro; casi todos señalan que se
fermedades como el cáncer ccáncer c é r v i c o - u t e r i n o , , las enfermedades de transmi han enamorado una o varias veces, y algunos viven procesos de enamo
sión sexual y la infección por VIH. Con todo, la intimidad la intimidad de
de los hombres no ramiento aun después de la unión conyugal. Es frecuente que señalen
sólo gira
sólo gira en torno a la vida erótica y al placer, ni alrededor de l de l os
os riesgos y como razón de su unión el amor y, entre los solteros, el m atri moni o es
consecuencias que tienen para su salud sus prácticas sexuales, sino tam considerado como uno de sus proyectos de vida más importantes (Aguilar,
bién se construye a partir de los vínculos afectivos, afectivos, de los am ores y desamo 1994; Encuesta Nacional de la Juventud, 2000; Guevara, 2002). Cuando
res con que tejen cotidianamente sus relaciones, así como a partir de la se interrogó a jóvenes de bachillerato sobre la manera en que se verían
intensa vida emocional que supone la convivencia erótica y afectiva. dentro de algunos años, todos los varones respondieron que se veían con
una persona a la que ellos amaran y que los amara; muc hos resp ondieron qu e
no sabían si estarían casados o no, pero estaban seguros de que estarían
EL AMOR Y LAS RELACIONES DE PAREJA EN LOS VARONES "emparejados". Algunos más respondieron que lo mejor de vivir en pareja
seria una vida sexual con amor (Torres y Camargo , 2 0 0 1 ) . Ante. Ante la pregunta
Los ámbitos del amor, la intimidad y los afectos han sido considerados de si preferirían un amor para toda la vida o muchos amores, jóvenes uni
como espacios propios de las mujeres, por ello, la vida emocional de los versitarios muestran mucha dificultad para elegir y señalan las dos opcio
hombres es uno de los terrenos menos explorados desde las ciencias socia nes. En cuanto a los valores que consideran centrales para la vida en pare
les. No obstante, sería falso afirmar que no contamos con información ja, est os jóv ene s me nci ona n l a com uni ca ci ón, la con fia nza , el re sp et o y la
sobre el tema; cierta parte de la producción filosófica, sociológica y litera reciprocidad en los sentimientos, así como el rechazo a cualquier tipo de
ria ha abordado el tema del amor, pero presuponiendo siempre que se violencia; cuestionan las relaciones tradicionales de género y destacan
trata de un terreno neutral, vivido por igual por hombres y mujeres. Así, la importancia de compartir responsabilidades,
responsabilidades, especialmente el cui dado
encontramos importantes lagunas en estudios que utilizan como prisma y la crianza de los/as niños/as (Guevara, 2002).
los modelos culturales de la masculinidad y las identidades genéricas en el La forma en que se vive la ruptura del vínculo amoroso muestra otra
análisis de la experiencia amorosa de los varones. Con todo, en los últimos de la
de las dimensiones de la experiencia del amor en los hombres. En un estu
años algo se ha avanzado, y desde diversas vertientes ya se empiezan a dio realizado con varones y mujeres adultos, con estudios universitarios,
explorar la forma en que los hombres experimentan su vida afectiva. que habían vivido un proceso de separación conyugal (Guevara y Montero,
1 9 9 4 ) ,, se encontró que ante la ruptura de la relación, los hombres se h a - J Í U mayor preocupación por el bienestar y salud de sus compañeras. compañeras. Patricia
bían sentido muy solos, habían experimentado daños en su salud y habían Castro ( 1 9 9 8 ) , , en una encuesta realizada con varones msectomizados del
Castro
enfrentado el hecho con estrategias más bien evasivas, aun cuando ellos D E, encuentra que en la mayoría de los casos la decisión la tomó de co
habían recibido un importante apoyo social y emocional por parte de ami mún acuerdo con su compañera, y y qu e las razones que los los motivaron a
gas/os y familiares durante el proceso. En la mayoría de los casos, la deci practicarse esta cirugía son evitar los riesgos a la salud de su pareja, no
sión de la separación la tomó la mujer; sin embargo, dos terceras partes de desear más hijos y la búsqueda de una vida sexual más placentera.
los varones sentía que en el momento de la ruptura su pareja todavía los El uso del condón obedece a otros otros m o t i v o s . . En primer lugar, son dife
amaba, y en los siguientes dos años después de la separación, la mayoría de rentes las razones para usarlo porque las motivaciones de quienes utilizan
ellos ya tenía otra pareja formal, algunos incluso se habían distanciado este método son distintas de las de quienes recurren a la vasectomía. Mien
de los hijos e hijas, pero otros consideraban que dejar de vivir con sus tras que los hombres que se la practican son varones adultos, unidos y con
vastagos resultó la parte más dolorosa de la separación. La mayoría mani
vastagos hijos, los que emplean el condón son tanto jóvenes solteros como adultos
festaba que, aun cuando este proceso fue doloroso y difícil, había logrado que consideran mejor este método preventivo para relaciones ocasionales
recomenzar su vida amorosa sin problemas, aunque ahora se encontraba a o relaciones cotidianas que pueden ser extramaritales. Además, el hecho
la defensiva para evitar volver a vivir una situación semejante. de que se utilice preferentemente en relaciones de noviazgo o en encuen
tros ocasionales, marca una jerarquía entre las mujeres con las cuales tie
ne vida sexual, así como la división genérica entre sexualidad erótica y
LOS VARONES Y SU VIDA REPRODUCTIVA reproductiva. Según parece, el uso del condón aún se rige por la lógica de
que la sexualidad es un asunto de los hombres y la reproducción un asunto
de las mujeres. En una investigación sobre el uso deí condón, dice un
La vida reproductiva de los hombres se empieza a modificar a partir de los
e n t r e v i s t a d o : : "en los dos tiene igual importancia, para para ellas no quedar
cambios sociales producidos por las políticas de población implantadas en
embarazadas y para nosotros evitar una infección o alguna enfermedad"
las últimas décadas, cambios que han alterado sustancialmente su posi
(jove
(jovenn del grupo de 17-18 a ños, Arias Arias y R o d r í g u e z , 1 9 9 8 : 3 2 6 ) .. Las autoras
ción social respecto.de las
social respecto.de las mujeres, la familia y la identidad masculina.
señalan que los motivos para el uso del condón son distintos según el
Así, el uso de métodos anticonceptivos modernos entró a formar parte de
grado de compromiso asumido con la pareja; así, a menor compromiso
la educación sexual de los varones y los obligó cada vez más a participar
mayor interés en protegerse contra la infección y, por el contrario, a mayor
activamente en la planeación de su descendencia. Esto no significa que
comprom iso mayor interés en utilizarlo como método de planificación
los varones hayan estado ausentes en estos procesos; ellos siempre han
participado en las decisiones reproductivas, pero esta responsabilidad era familiar.
más bien circunstancial y se apoyaba en métodos anticonceptivos tradi En el caso del aborto, observamos que la participación de los varones,
cionales, como el coito interrumpido o el ritmo, mientras que en otros tanto en la toma de decisiones como en la responsabilidad que asumen en
casos, su participación consistió en supervisar a su pareja en el uso de este proceso es mucho más amplia de lo que se supone. Por una parte,
alguna medida anticonceptiva. Es hasta las últimas décadas que los varo los estudios indican que la participación de los hombres
hombres es determinante
nes se empiezan a comprometer con el uso de métodos modernos de con en la decisión de interrumpir o continuar un embarazo nodeseado (Tolbert,
trol natal, como la vasectomía o el condón. Aquí encontramos precisa Lamas, 1996)
Ehrenfeld y Lamas, 1996) y, por la
por la otra, se encuentra que la forma en que
asumen responsabilidades en este proceso aumenta o o disminuye los
los ries
mente un rostro de la transición, pues su uso es todavía muy limitado
(según el Consejo Nacional de Población sólo 7.3 por ciento de los varo gos en la salud y la vida de sus compañeras (Guevara, 1 9 9 9 ) . . Cuando los
método a n t i c o n c e p t i v o ) . . Las razones de los hombres para
nes utiliza algún método deseos délas
varones participan apoyando las necesidades y deseos délas mujeres, ellas
enfrentan el aborto en mejores condiciones médicas, económicas y emo
usarlos muestra una concepción distinta de sus relaciones amorosas y
cionales, pero cuando los varones participan imponiéndose o no asumen
reproductivas, en las cuales se presentan importantes polaridades.
la responsabilidad de participar en el proceso de interrupción del e m b a a- r
supone un mayor riesgo para sm vida y su salud. Además, los estudios mues /ada puede ver al médico, y son ellos quienes reciben la información del
tran el importante papel que ¡desempeña el cuerpo de las mujeres para personal de salud. Sin embargo, en jóvenes universitarios y solteros de la
ampliar o restringir los márgenes de negociación ante la decisión del abor ciudad de México, se encuentra que ellos tienen una perspectiva más go
to. También se detectó que el tipo de apoyo que brindan los hombres zosa de su futura paternidad y consideran q ue participar en el proceso de
depende de si mantienen una relación formal u ocasional y del grado de embarazo y parto de sus compañeras sería una experiencia agradable y una
compromiso emocional establecido con su compañera. Aunque son los forma de compartir un proceso que vislumbran con expectativas muy ven
varones quienes deciden qué se negocia y qué no entra en la negociación turosas (Guevara, 2002).
son ellos quienes deciden en qué apoyan y en qué no (Guevara, 1 9 9 8 ) .
Estas contradicciones son muy evidentes cuando se analiza la expe
riencia emocional de los varones ante el aborto, pues contra la idea gene El LUGAR DE LOS HOMBRES EN LA FAMILIA
ralizada de que ellos viven este proceso como una experiencia ajena, en Y SU EXPERIENCIA DE LA PATERNIDAD
este estudio se reveló que la mayoría de ellos lo viven con una profunda
carga emocional (de incertidumbre, impotencia, miedo, angustia O/cor a- Sobre la forma en que los hombres viven y ejercen la paternidad ha surgi
je) , per o sus sen tim ien tos no facil itan nec esa ria men te la solid arid ad ni do un amplio interés por parte de quienes comparten la perspectiva de
implican mayor cercanía con su compañera, sino que forman parte de un género, y se habla de un nuevo paradigma de paternidad que sustituye al
proceso emocional. Este proceso es el que les permite orientar moralmen- modelo tradicional basado en la concepción del padre como proveedor,
te su acción; en él cumple u n papel determinante el tipo de vínculo que autoritario, de emociones reprimidas y conducta racional. En este nuevo
establecen con las mujeres con quienes tienen vida sexual, y los impulsa a paradigma, se dice, los hombres comparten el papel de proveedor de la
brindar apoyo o a eludir las responsabilidades que tienen con sus compa nareja, apoyan las necesidades de sus hijos y son más emotivos (IPPF y
ñeras (Guevara, 2001b). iVSC, 1998).
1998). Alatorre y Luna (citado por Alatorre, Minello y Romero, 2000)
Finalmente, otro estudio con adolescentes escolarizados en la ciudad cuestionan estas generalizaciones y señalan que en el estudio realizado
de México muestra las enormes contradicciones que supone pafa las nue por ellos con varones de sectores populares y capas medias de la ciudad de
vas generaciones conciliar el discurso de los derechos reproductivos con la México, encuentran que tanto hombres como mujeres comparten una vi
moral católica que condena ¡a práctica del aborto. De los 148 varones sión "naturalizada" de sus papeles: los unos proveedores, las otras cuidadoras
entrevistados, en su mayoría católicos, más de la mitad afirmó no conocer de sus hijos/as. No obstante, los hombres cumplen con ese papel con al
sus derechos reproductivos (53 por ciento) ni los de su pareja (55 por gunos de sus hijos pero no con todos, eso depende del vínculo que tienen
ciento), pero el 93 por ciento señaló que las mujeres tienen derecho a con ellos y de la relación que los une a las diferentes mujeres con las que
decidir sobre su propio cuerpo; sin embargo, el aborto no es considerado tienen hijos/as. Además, señalan que la autoridad del padre es una catego
dentro de estas prerrogativas, ya que sólo 5 por ciento piensa que las mu ría importan te para definir sus relaciones con las mujeres e hijos. Sólo
jer es qu e abor tan ejer cen un der ech o. Con todo , 92 por cien to con side ró unos cuantos señalan su participación
participación en las tareas domésticas y el cuid a
que la decisión ante un embarazo no deseado la d ebe tomar la pareja o la do de sus hijos como una actividad que también les corresponde a ellos.
mujer, y 38 por ciento practicaría un aborto si su compañera lo deseara o si Otras investigaci ones (Guevara Ruiseñor, 1998 y Ruiz y Eroza, 1999) se
no tuvieran otro remedio (Guevara, 2001a). ñalan que la actitud y el deseo de paternidad están vinculados al tipo de
Los estudios sobre la participación del varón en el proceso de embarazo relación con la pareja, pues cuando se trata de una relación estable los
Los estudios sobre la participación del varón en el proceso de embarazo
y parto apuntan algunos cambios en las zonas urbanas, pero muy pocos en varones tienen una respuesta más favorable al embarazo y a la paternidad;
Flores ( 1 9 9 9 ) ,
las zonas rurales. Castro y Miranda (1998) y Vázquez y Flores cuando la relación es menos firme o francamente ocasional, el rechazo al
en estudios realizados en población rural, muestran que la capacidad de embarazo y a la paternidad es muy grande.
decidir de los hombres en el proceso de embarazo y parto es determinante. En cuanto a la importancia de la paternidad en la identidad masculina
Son los hombres quienes deciden si se recurre a los métodos tradicionales y en ei proyecto de vida, De Keijzer (1998) plantea que en los talleres
de control de fecundidad, son ellos quienes deciden tener o no relacio realizados con hombres adultos en Veracruzy Querétaro, la paternidad no
nes en los días fértiles, ellos deciden en qué momento una mujer embara- aparece entre las características esenciales que definen a un hombre. Sin
sabe que este problema adquiere grandes proporciones, apenas se han vestigación avance en la legitimación de sus propuestas: un enfoque más
vestigación
realizado investigaciones al respecto. En un estudio realizado por Riquer bien descriptivo de la masculinidad, una perspectiva de la sexualidad y la
Bedolla (1996) entre la comunidad de la Facultad de Psicología de
Saucedo y Bedolla (1996) procreación centrada en la salud y una concepción de las políticas públicas
que 5 4 por ciento de las estudiantes y 40 por ciento
la U N A M , se encontró que 5 que ha perdido de vista la estrecha relación entre la esfera de la intimidad
de las trabajadoras afirman haber sido objeto de hostigamiento sexual. y los cambios sociales generados por el nuevo orden mundial.
Hasta ahora, en la investigación social ha prevalecido un enfoque pre
dominantemente orientado a la salud sexual y a la procreación. Si bien la
LA MASCULINIDAD
LA MASCULINIDAD COMO POSICIÓN SOCIAL, salud sexual y reproductiva fue parte de las duras batallas que debieron
INTIMIDAD Y POLÍTICAS PÚBLICAS. librar los grupos feministas en contra del enfoque medicalista y demográfi
A MANERA DE CONCLUSIÓN co que guiaron las políticas públicas dirigidas a las mujeres, en la actuali
dad estos mismos conceptos se han vuelto en contra de sus objetivos pri
Partiendo de la premisa de que la institucionalización de una política re marios y se usan con criterios totalmente distintos a los que guiaron las
quiere del desarrollo de un un conocimiento
conocimiento y de información que muestre propuestas originales. Hoy, el tema el tema de dice Carol Vanee (2002),
de salud sexual, dice Carol Vanee (2002),
investigaciones revisadas
como problema una cuestión determinada, las investigaciones es una retórica usada por los grupos conservadores para legitimar su dis
nos permiten rebatir la idea de que los hombres, como sector social, han curso en una lógica que elimina de la discusión el placer o ¡o disfraza de
perdido su condición de privilegio. Por el contrario, encontramos que sólo valores sociales; la salud se discute, entonces, en un lenguaje normativo y
en ciertos sectores, y en aspectos muy acotados, se han reducido las asi p r e s c r i p t i v o , al grado que los grupos de derecha ya han desarrollado sus
metrías; pero también apreciamos que empiezan a emerger nuevos discur propios métodos de "educación sexual" basados en la abstinencia e impo
sos y prácticas que cuestionan este orden de inequidad. Además, el hecho niendo sus propias prioridades en el tema de la familia. Ai mismo tiempo , el
de que los hombres no constituyan una población homogénea resulta alen tema de la masculinidad y los hombres se ha convertido, con frecuencia,
tador, pues muestra que se han debilitado algunos de los pilares que sus en un recurso discursivo que borra de la agenda a las mujeres y que ha
tentaban su hegemonía, y facilita la instrumentación de políticas públicas hecho olvidar el objetivo de la equidad de género.
con objetivos muy específicos de acuerdo con la clase, la edad o la zona de Por ello, es necesario que replanteemos nuestros marcos y formas de
residencia. De esto han tomado nota los/as encargados/as de las políticas investigación sobre esté tema; necesitamos utilizar categorías, conceptos y
públicas, pues las pocas acciones dirigidas a los hombres tienen muy bien metodologías que pongan en evidencia las contradicciones y que permitan
definida su población meta. Sin embargo, al parecer, estas acciones no
un lugar prioritario
ocupan todavía un lugar prioritario en los planes y p
y p r o g r a m a s , , y menos aún un análisis
orden más fino
de género. Por sobre
una p las
una nuevas prácticas y formas de relación en el
a r t e , , sugiero utilizar un concepto de masculini
tienen como principal propósito lograr relaciones más e q u i t a t i v a s . . Tampo dad que funcione como categoría analítica centrada en el concepto socio
co parece que la información proporcionada por la investigación social sea lógico de posición social; en segundo lugar, propongo utilizar el análisis de
central para el diseño de estas políticas. los vínculos como eje de la reflexión en el tema de la sexualidad, la pro
En gran medida, ello tiene su base en dos importantes factores: por creación y la familia; finalmente, propongo analizar los cambios en la esfe
una parte, es consecuencia de las dinámicas de poder que operan en los ra de la intimidad, a la luz de las transformaciones estructurales generadas
mueven a l inte
equipos institucionales, así como de los intereses que se mueven a por el nuevo orden mundial.
rior de los grupos encargados de diseñar e instrumentar las políticas públi Para las instancias académicas, civiles y gubernamentales interesadas
cas. Esto se traduce en resistencias o en obstáculos abiertos o soterrados en incorporar el género en las políticas públicas, el análisis de la masculi
que impiden incorporar el enfoque de género. Pero, por otra otra p a r t e , , los nidad y los hombres es fundamental para lograr los objetivos de equidad y
mismos encuadres teóricos y metodológicos que han guiado la investiga jus tic ia, pero
pero es difícil caminar en esa dirección mientras se utilice la mas
ción
ción social se han convertido en verdaderos impedimentos para el cumpli culinidad como un concepto descriptivo y no analítico. La masculinidad
miento de los objetivos que se persiguen. Puesto que la finalidad de este es una dimensión de! orden genérico que remite a la posición social de
texto se centra en el papel de la investigación social, a esos impedimentos poder y prestigio que ocupan ciertos individuos, con base en la diferencia
me referiré. Son tres las limitaciones que identifico para lograr que la in- sexual, y que amplía su campo de acción, su ámbito de decisión individual
296 «DAD, I N T I M I D A D
D Y S P Ú B L I C A S .
P O L Í T I C A S LA IN VESTIG ACIÓN SOCIAL 297
DEBATES S O B R E MASCULIMDADES
y sus oportunidades de poder.' No se trata de una posición fija, sino sino una cial
cial lo
lo s \ i ncul os
os sociales, en la comprensión de la vida erótica y reproduc
posición siempre en disputa, derivada de una forma específica de organi tiva. Así, un factor que debiera ser base para explicar las relaciones en el
zación social que otorga privilegios a los hombres en distintos campos (re orden de género se ha vuelto prácticamente inexistente en el análisis. Esto
ligiosos, políticos, legales, científicos), y que permite la acumulación con ha llevado a que sea difícil construir indicadores sobre la forma en que las
ju nt a de dis tin tos tip os cap ita l si mbó li co. Es ta pos ic ión se enc ue ntr a prácticas o discursos de los hombres se orientan hacia la equidad de géne
estrechamente articulada con otras posiciones sociales derivadas de la cia ro, de manera que aun cuando encontramos que se han vuelto más libera
se, la etnia, la orientación sexual o la edad, que aumentan o disminuyen les su discurso y sus prácticas sexuales, no podemos saber en qué medida
sus oportunidades de poder, pero que también les permite desarrollar in estos hechos se constituyen en sí mismos en un criterio para hablar de
tereses compartidos y les impone límites que van más allá de su voluntad. relaciones más equitativas. No sabemos, por ejemplo, si formas de pater
Es decir, este orden social les ofrece a las personas un abanico más o nidad más cercanas a los hijos o las hijas representan un indicador de
8
menos limitado de posibles modos de comportamiento, pues sus posibili relaciones más más a r m o n i o s a s con la cónyuge, o si el mayor uso del condón
dades dependen en gran medida de la posición que guarda cada uno den expresa un interés por protegerse y proteger a su pareja. En síntesis, es
tro del tejido humano del que forma parte, pues desde ahí establecen sus difícil e v a l u é
difícil é el grado en que ios hombres pueden establecer pactos de
marcos de referencia y definen su lugar en el mundo. Son estos intereses mutuo cuidado con las mujeres o con otros hombres si no no se analiza cuáles
a los que se habría que prestar más atención, porque no se trata de una son los vínculos que se encuentran en l a base de sus prácticas sexuales y
imposición de la sociedad sobre los individuos, sino, como señala Bourdieu reproductivas. Tampoco es posible discernir si una política pública, como
(1999), de una fusión entre posición y disposición, que se expresa me la promoción de la vasectomía, puede ser un indicador de mayor equidad
diante formas de percepción, de acción y de sentimiento derivadas de la si
si no se consideran las formas de relación que sirven de soporte a este tipo
misma posición que ocupan. La masculinidad, por tanto, no se refiere sólo de prácticas, pues una misma conducta, como la prevención de un emba
al mundo de los hombres, sino a todo el mundo social organizado en un razo, puede utilizarse como un recurso de dominación o como una forma
conjunto de relaciones, del que participan también las mujeres desde su de cuidado y protección a la persona con quien se comparte la actividad
propia posición social, y que se reproduce mediante las instituciones so sexual. Además, es importante considerar que cada relación es única y que
ciales, las doctrinas religiosas, jurídicas y científicas. Son estas doctrinas un mismo hombre construirá distintos tipos de vínculos a lo largo de su
las que han dado lugar a las concepciones naturalizadas sobre la sexuali vida, ya sea con una misma persona (no son lo mismo los mismo los vínculos que han
dad y la procreación que, desde la biología o la teología, legitiman las des construido quienes tienen un año de relación que los que han establecido
igualdades y eluden las determinaciones políticas e históricas presentes quienes tienen 15 o 2 o 2 0)
0) o con distintos tipos de personas a lo largo de su
en estos procesos. La ciencia, al disputar el poder a la Iglesia en estos quienes se
vida. Esto debiera ser considerado por quienes se proponen incorporar el
en el
terrenos, las colocó en el marco de la salud y con ello medicalizó el discur las masculinidades
tema de las masculinidades en las políticas públicas, a fin de evaluar de
so, estigmatizó todas las conductas y formas de relación consideradas fue qué manera impacta en las relaciones de género cualquier política dirigida
ra de la norma y facilitó su interpretación desde un lenguaje normativo y a los hombres.
prescriptivo.
El análisis de los vínculos permitiría también acercarse a la compren
Así, el encuadre de la procreación y la sexualidad en el marco de la sión de los sentimientos, desde una concepción de la masculinidad que
salud se nos presenta ahora como una camisa de fuerza que limita el reco de las
vaya más allá de las conductas (no en función de si un hombre llora o si
nocimiento de la libre elección, la diversidad sexual y las distintas formas expresa su enojo), a los sentimientos que son vinculantes y que permiten
de organización familiar. Y en todo este proceso, se ha perdido de vista el
importante papel que juega la intimidad como un todo, y de manera espe-
8
Pozas H. , hacía
Un científico social, como Ricardo Pozas hacía notar (en el "Coloquio de doctorantes"
de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la U I M A M . 2002) que había una ten
dencia reciente por parte de los ho mbres a colocar a sus hijas en el lugar de la esposa en
7
como posición
En otro texto ("La masculinidad como posición social. Un análisis desde la perspectiva espacios públicos, y señalaba que, por ejemplo, es cada vez es más frecuente ver a las
Revista OMNI
de género", Revista OMNI A núm. 41:103-109)
A , 2001-2002, año 17-18, núm. 41:103-109) desarrollo más hijas jóvenes viajar en el auto junto al padre, en el asiento del copiloto, mientras que la
ampliamente esta tesis. madre viaja en al asiento de atrás. i\
298 IvASCUUNIDAD, INTIMIDAD
IvASCUUNIDAD, INTIMIDAD Y P O L Í T I C A S PÚBLICAS. LA INVESTIGACIÓN SOCIAL 299
D E B A TE S S O B R E MASCUEINIDADES
reconocer al 'otro" como parte de la propia vida, de manera que sea posi comunidades de pe nde n, en mucho, de sus posibilidades para contar con
ble distinguir las relaciones en que los hombres viven la solidaridad, el un Estado que garantice sus condiciones de existencia.
amor o la compasión, a diferencia de las relaciones que se sustentan en
sentimientos asociados al prestigio, como el honor o el respeto. Además,
permitiría hacer un análisis más fino sobre la forma en que funcionan los
BIBLIOGRAFÍA
sentimientos para legitimar distintas formas de dominación encubiertas
o legitimadas, bajo el discurso del amor o la protección, y no sólo en el caso
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CONSEJO NACIONAL DE POBLACIÓN.
más inviable la familia, la convivencia en pareja, y vuelven cada vez más co, Conapo.
complicad o el ejercicio de la maternidad y la paternidad. En países como Jennifer. 2 0 0 1 . Hostigamiento sexual y discriminación. México, PUEG-
COOPER, Jennifer.
el nuestro, incluso derechos fundamentales de los niños y las niñas, como el UNAM.
derecho a la salud, a la alimentación o a la educación, han sido trastocados Encuesta Nacional de Juventud 2000, Resultados preliminares, 2000. México, Se
por el desempleo, la dcsregulación laboral, la eliminación de subsidios y la cretaría de Educación Pública/Inst ituto Mexicano de la Juventud/Centro de
reducción progresiva del gasto social, de manera que se han convertido en investigaciones y Estudios sobre Juventud.
importa ntes factores de disolución social. Un Estad o que renuncia a sus GARCÍA, Brígida y Orlandina de OLIVEIRA. 1 9 9 4 . Trabajo y vida familiar en Méxi
responsabilidades sociales, deja a las familias en la más absoluta despro co. México, El Colegio de México.
tección y despoja a poblaciones enteras de sus posibilidades de un futuro GUEVARA R. E l s a . 1996. "Saberse amado/a: un estudio exploratorio con hombres
digno. Por ello, sería importante señalar a quienes se preocupan por la y mujeres", en Amor y y trabajo, dos espacios de la experiencia vital. México,
"crisis de la familia", que la equidad de género es un enorme dique para FES-Zaragoza-ÜNAM.
detener los procesos de fragmentación social que se gestan en todo el 1 9 9 8 . "Amor y pareja en la responsabilidad de los hombres ante el abor
mundo, y que las posibilidades de s upe m v e nc i a de individuos, familias y to", en Avances en la investigación social en salud reproductiva y sexualidad.
Buenos Aires, AEPA/'CEDES/CENEP.
301
AD . POÜBCAS F Ú B U C A S .
^ C U U N I D A D , I N T I M I D AD L A I N V E S T I G A C I Ó N SOCAL
300 D E B AT E S S O B R E M A S C U L I N I D A ^
otro tiene
mo, en esteimplicaciones en ladel
trabajo se parte concepción
estudio dedeladicha's políticas.desde
masculinidad Por eso mis
la pers
pectiva de género y se hace énfasis en la dimensión de poder que define
las relaciones de género.
Cuando se piensa en las políticas de género desde los sujetos subordi
nados, resulta, en cierta forma, más fácil o "natural" identificar posibles
líneas, pues, en general, han llevado a definir necesidades prácticas y estra
tégicas; por ejemplo, se requiere mayor acceso a la educación, capacitación
para el trabajo y otros, es decir, se piensa en generar oportunidades, liberar
de prohibiciones; se piensa en las mujeres como agentes del cambio. Sin
embargo, cuando se piensa en la masculinidad, y con ello en los individuos
que dominan, ejercen la violencia, con privilegios y que estructuralmente
controlan la sociedad, ¿cómo podemos pensar en las políticas, en el cam
bio, en su papel como agentes? Sobre todo cuando se piensa en las políti
cas para lograr la equidad, el desarrollo social y para el establecimiento de
relaciones más justas y de respeto a los derechos humanos. Uno se pre
gunta a quién le puede interesar diseñar políticas sobre masculinidad: desde
el género, políticas por la justicia y equidad de género.
304
DEBATO S O B R E MASCUUNIDADE' jvUSCUUNIOAD Y LAS POLTCAS PÚBLCAS
305
306 mascvunid'VDES
D E B A T E S S O B R E
M A S C Ü Ü M I M D Y LA S POÜTCAS P Ú B L I C A S 307
i j y ^ c U L I M D A D 309
308 DEBATES S O B R E MASCULINK
V LA5 POLÍTICAS PÚBLICAS
que s on
pero que s on insuficientes si se busca la transformación estructural de las Por otro lado, se requieren políticas dirigidas a propiciar los cambios
relaciones de género. culturales que den nuevo significado a las relaciones, ofreciendo inter
pretaciones alternativas para que los individuos den sentido a su experien
cia. Por ejemplo, al analizar los medios masivos de comunicación, se han
T O MA D O R E S D E D E CI S I O N E S Y P O L Í T I CA S D E G É N E R O encontrado modelos culturales alternativos en relación con la paternidad,
la sexualidad y el trabajo. Se requiere una revisión de los programas educa
tivos que eviten los estereotipos y más bien ofrezcan formas democráticas
Una paradoja en el diseño de políticas con enfoque crítico en la masculini-
para establecer relaciones entre hombres y mujeres.
dad, es que, generalmente, quienes toman las decisiones son quienes se
Por último, las políticas d eben contribu ir a sensibiliz
sensibilizar,
ar, capacitar y edu
ubican en una posición masculina: son ellos y ellas los que deciden esos
car a los funcionarios y prestadores de servicios, pues las políticas de géne
cambios. Es decir, el diseño de políticas no es neutral, y si los que están en
los puestos de decisión no comparten la visión de género, representarán ro han enfrentado obstáculos para su implantación, debido, en gran parte,
a la incomprensión por parte del personal encargado de poner en marcha
un obstáculo para lograr mayor equidad entre hombres y y mujeres.
mujeres. Como
las
las políticas. De igual forma, se deben ofrecer
ofrecer servicios en
servicios en todos
todos los ám bi
lo señala Silveira (2000), refiriéndose a las políticas de equidad de gé/ero engé/ero en
tos para educar, sensibilizar y abrir espacios de reflexión para hombres y
de S u d a m é r i c a , , la participación de las mujeres
el trabajo en los países de
mujeres, acerca de la construcción de la posición jerárquica masculina.
en la toma de decisiones y en los liderazgos a nivel nacional no correspon
de a los avances logrados en educación, a su aporte laboral y económico,
ni a su participación en la organización local y comunal.
DIVERSIDAD
Otro problema en el diseño de políticas públicas, considerando el cam
bio de la posición masculina en las relaciones sociales, es el contexto ac Además de considerar la complejidad en el diseño de políticas públicas,
tual de la globalización, que ha implicado la apertura de la economía na desde la perspectiva analítica de la masculinidad, es necesario que aqué
cional y el retiro del Estado. Con ello, la desregulación y privatización de sean diversas.
llas sean diversas. En primer lugar, en relación con los niveles de acción, pues
los servicios del Estado ha generado desempleo, falta de apoyos al campo, se requieren cambios entre los tomadores de decisiones, en el personal
pobreza y reducción al gasto social. Estos cambios han impactado en dife operativo, en las comunidades, en la sociedad civil organizada.
rente grado a las diversas clases y sexos. Las políticas que buscaban el En segundo lugar, la transformación de de las
las relaciones de género re
desarrollo humano, incluyendo la equidad de género, enfrentan serias li quiere de políticas regional, nacional y locales, pues pues frecuentemente
frecuentemente las
mitaciones, pues el Estado, aunque lo asume en el discurso, no siempre propuestas son insuficientes y demasiado generales.
destina los recursos ni pone en práctica acciones requeridas (Cardero, En tercer lugar, se requiere la participación de diferentes actores, tan
s/f). Sin embargo, ahora es más importante que hombres y mujeres cola to de hombres que estén de acuerdo con los cambios, como mujeres y
boren para construir una sociedad más equitativa y justa. jóv ene s. Las acc ion es que han inc orp ora do a los hom bre s com o p r o m o t o -
resjdfiJas.nplíLicasdesgnero han logrado
logrado convocar a muchos participan
tes, como la campaña del lazo blanco en Canadá.
Por otro lado, se requiere que las políticas abarquen diversos ámbitos:
CO MP L E JI D A D D E L A S P O L Í T I CA S
el sector salud, la educación, la familia, los adolescentes, la infancia, el
sector justicia, el ámbito legislativo y el laboral.
Las políticas públicas deben responder también a la complejidad que
implica la construcción de la posición masculina. Por un lado, es im
portante revisar las leyes, los códigos, las normas formales e informales,
CONCLUSIONES
los reglamentos y los criterios que definen el tipo de sujeto que debe partici
par, hacerse responsable, y al encargado, al beneficiario en fin, de cualquier Es necesaria una crítica a las políticas que han contribuido a la reproduc
función, así como al usuario de servicios, ya que desde ese nivel se institu ción de la distancia y jerarquización de los individuos, a las práctica s y
cionalizan los privilegios y las jerarquías. significados que reproducen la distinción.
313
C U U N 0 A D Y L A S P O L Í T I C A S P Ú B L I C A S
312 D E B A T E S SO BRE M A S C U U N I D A D E
M A S
.2000b. The Man and the Boys. Australia, Alien and Unwin.
Se debe promover que los hombres participen activamente en las
FOSTER, Johanna. 1999. "An Invilation lo Dialogue: Clarifying the Position on
acciones dirigidas a la equidad de género, por ejemplo, en la erradicación
:" Feminist Gender Theory in Relation to Sexual Difference Theory", Gender
de la violencia contra las mujeres, la vigilancia y promoción de la salud
and Society 13 , pp. 431-456.
etcétera. HAWKESWORTH, Mary. 1999. "Confundir el género", Debate Feminista 10, vol.
Las políticas laborales deben dirigirse a la creación de una cultura que
20, pp. 3-48.
considere el trabajo doméstico, el cuidado y la atención como una respon
Sc OTT, Joan. 1996. "El género: una categoría útil para el análisis histórico", en
sabilidad compartida socialmente, que tanto el trabajo remunerado de las
Marta Lamas (comp.), El género: la construcción cultural de la diferencia sexual.
mujeres como el de los hombres contribuya a la satisfacción de necesida
México, P U E G - U N A M / M i g u e Ángel Porrúa.
des de reproducción social. Las políticas públicas deben estimular estra
SEIDLER, Víctor. 2000. La sinrazón masculina. Masculinidad y teoría social. Méxi
tegias que
co, PUEG-UNAM/Paidós.
co,
SiLVEIRA, S. 2000. 'Políticas públicas de equidad de género en el trabajo en los
— Sensibilicen a los tomadores de decisiones en cuanto a la impor países del Cono Sur". Seminario Internacional: Trabajo, Género y Ciudadanía
tancia de favorecer la participación de los hombres en el cuidado y en los países del Cono Sur. Montevideo, 6, 7 y 8 de^eptiembre de 2000.
crianza infantiles, en el cuidado de la salud, en el trato respetuoso
y democrático en las relaciones de parentesco. En la importancia de
la participación de los hombres para la digna inclusión de los niños
y las niñas en la sociedad.
— Revisen el pa pe l . de la educación y ios medios masivos en la re
producción de los estereotipos y representaciones colectivas
que propicien y legitimen la violencia, la autoridad y los privilegios
masculinos.
— Promuevan en las instituciones públicas y entre empresarios y or
ganizaciones civiles, el diseño de políticas que desarticulen los me
canismos que favorecen la dominación y el control masculinos.
— Revisen y transformen las leyes y códigos que favorezcan y permi
B IB LIOGR AF ÍA
BARBlERl, Teresita de. 19 98. "Acerca de las propuestas metodológicas feminis
tas", en Eli Bartra (comp.), Debates en torno a una metodología feminista.
México, PUEG-UNAM.
CARDERO, Mana Elena. 2002. "Macroeconomía,
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CONNELL, Robert W. 200 0a. "Underst anding Men: Gender Sociology and the New
International Research on Masculinities", conferencia dictada en el Departa
mento de Sociología de la Universidad de Kansas, 19 de septiembre de 2000.
[ Q U I D A D D E G ÉN
AVANCES RESIÉSTENCI
Y RESIST Y POLÍTICAS
N EENCIAS
R O AS E N USR COMPLEJ
EN CO NTEXTO U G U A Y . OS
COMPLEJOS
Güida
Carlos
Carlos
INTRODUCCIÓN
públicas
v n t i n u a en
c i ó Uruguay, críticamente
n , realizamos un brevedescritas
análisis desde el enfoque
del proceso de género. A
de institucionali-
ción de género en Uru guay y, para finalizar, nos de tene mos en la inte rsec
an entrepolíticas públicas y la masculinidad. Si bien analizamos el con
texto de un país en particular, algunos procesos y aprendizajes podrían
considerarse un aporte a la reflexión conjunta con experiencias de otros
países de la región.
Nuestro énfasis en la salud sexual y reproductiva se debe a que éste
ha sido el campo en el cual se ha producido una mayor movilidad política,
académica y social en el contexto uruguayo, con avances y resistencias
dignas de ser problematizadas desde la dimensión de género y las m a s c u -
linidades, y también
tra trayectoria porqueenesdicho
profesional el aporte que podemos realizar dada nues
campo.
[315]
316
DEBATES S O B R E M A S C U U N I I
VD DE G É N E R O V P O L Í T I C A S EN U R U G U A Y 31 7
documento técnico
do al Ministerio de Salud Pública un documento técnico que intenta jad
jad de atención, y menos aun en la incorporación de de los
los varones a los
modificar las actuales prácticas profesionales, enmarcadas en la actual •ervicios. A pesar de ello, el Área de Educac i ón
•ervicios. ón para la Salud Sexual y
legislación, y que promueve la consejería antes y después del aborto. Lo Reproductiva de dicho proyecto generó instancias de formación y sensibi-
destacable es que estos médicos adopten un enfoque desde los derechos ización de distintas poblaciones desde un enfoque de género, que i n c l u -
ización
reproductivos de las mujeres. Sus acciones han sido apoyadas por el Sindi reron
reron la sensibilización en la salud reproductiva de varones: médicos de
cato Médico del Uruguay ( S M ü ) y la Sociedad de Ginecología del Uru maestros ( 1 9 9 8 - 2 0 0 0 ) .
familia, soldados, estudiantes de secundaria, maestros
guay (S GU ) . Dicho proyecto fue sucedido por el Programa de Salud Integral de la
Detengámonos un poco en la atención a la salud reproductiva. Ésta Vlujer (PSIM). NO sólo desaparece la alusión a la paternidad, sino que se
ha sido considerada por varios actores sociales y académicos como un lu ;ustitu
;ustituye
ye la denominación des de la salud reproductiva. Cabe destacar cómo
gar privilegiado desde el cual se fortalece la capacidad de las mujeres en e denomina "proyectos" o "servicios de salud salud reproductiva" a
reproductiva" a los que sólo se
relación con el autocuidado, con la negociación sexual y con la genera ¡entran
¡entran en en la "planificación familiar", familiar", así como a determinados programas
determinados programas
ción de proyectos de vida no condicionados por la maternidad. Uno de los le "regulación de la fecund idad" se les identifica co mo de salud integral de
obstáculos más frecuentes en nuestro país para la implantación deqbrogra- a mujer.
mas de salud reproductiva de calidad es la precariedad de recursos en la En el reporte final de la investigación Factores vinculados a la incorpo-
que se enmarca. Es lo que hemos denominado un "encuentro de pobres": ación
ación de un programa de atención integral a la la mujer
mujer en el marco de un
las mujeres en situación de pobreza consultan en servicios públicos con nodelo
nodelo de atención materno infantil'' (López Gómez y y col., 2002),
2002), se
se explo-
carencias críticas. ó —ent re re otros
otros a s p e c t o s — , , la influencia de los varones en las decisiones
En un contexto de crisis paradigmática y económico-financiera del «productivas de sus parejas. A partir de diversas técnicas se indagaron
«productivas
sector salud no puede hablarse de una reforma del sector: aspectos concernientes a la negociación sexual, al inicio de las relaciones
sexuales y a las decisiones referidas a la maternidad.
[Los cambios] han
[Los cambios] han respondido más bien a un patrón de reestructuración pa La percepción de las mujeres mujeres —la —la mayoría de ellas en situación de
siva del sector que a una política activa. Distintas propuestas de reforma p o b r e z a — respecto
respecto deídeí lugar de los varones en las decisiones sexuales y
desde la transición
fueron ensayadas desde la transición democrática, orientadas tanto a superar reproductivas, se hizo evidente en diferentes campos. En cuanto al uso de
los déficits crecientes del seguro social de salud (mutualismo)
(mutualismo) como
como los pro preservativos, 70 por ciento de las usuarias afirmó no utilizarlo nunca,
blemas de ineficiente y mala calidad de atención a nivel del sector público.
aduciendo, 58 por ciento, que esto se debía al uso de otro método anticon
Sin embargo, diversos bloqueos políticos han inhabilitado no sólo la reforma,
sólo la
sino también un debate público más compartido por los uruguayos sobre el ceptivo; sólo 3 por ciento lo atribuyó al rechazo de la pareja. En entrevistas
tema (Moreira y Fernández, Í997) . más detalladas, sin embargo, algunas mujeres afirmaron que "a mi compa
ñero no le gustaba, se lo sacaba [el preservativo] yo nunca hablé, me doy
de 1 9 9 6 ,, y contando con apoyo del UNFPA, comienzan a
Hacia fines de ese tema
cuenta de que ese tema nunca lo tocamos. Por ejemplo, yo
yo quería
quería tener
implantarse en Uruguay dos proyectos de salud reproductiva, ubicados en hijos y no le pregunto al hombre si lo quiere". El 90 por ciento de las
mujeres que declaró usar siempre preservativo, explicó hacerlo para evitar
el ámbito del Ministerio de Salud Pública (MSP) y de la Intendencia Mu mujeres que declaró usar siempre preservativo, explicó hacerlo para evitar
nicipal de Montevideo (ltVlM). En el caso del MSP, la denominación del embarazos, y 64 por ciento lo relacionó con la protección de las infeccio
Según 15
nes de transmisión sexual. Según 15 por ciento de las encuestadas, el uso
primer proyecto fue auspiciosa: Proyecto de Salud Reproductiva Materni
estricto del preservativo se explica por el temor de los varones al sida. Ante
dad-Paternidad Elegida (PMPE). Sin embargo, en el plano de los servicios
una imaginaria situación de tener que resolver el conflicto en que la mujer
de salud, no fue posible avanzar más allá de la consulta ginecológica como
desea usar preservativos y el varón los rechaza, 54 por ciento de las usua
ámbito para el acceso a los métodos anticonceptivos, tarea prioritaria y
rias afirmó que la situación se resolvería evitando las relaciones, y 15
15 por
relativamente integrada a otras prácticas profesionales del campo de la
salud reproductiva. El número de consultas de varones en orientación y
asistencia anticonceptiva fue menor a 1 por ciento del total de consultas 4
López G ó mez,
A. López mez, W. Baria, M
Baria, M . Contera, C. Güida, "Proyecto ejecutado por la
la Cátedra
efectuadas. Las resistencias múltiples que atravesó el PMPE — b u r o c r á t i Salud Rep r o d u ct iv a,
Libre en Salud a, Sexualidad
Sexualidad y Género de la Facultad de Psicología", con
gremiales, i d e o l ó g i c a s —
cas, gremiales, — no permitieron siquiera avanzar en la
la cali- apoyo de F U N S A L U D ,
2002.
ciento
ciento admitió la
la imposicióiB
imposicióiB de de los
los criterios del varón. Los varones son sis ha estado en la consulta de las m u j e r e s , , si bien el enfoque ha sido, y
identificados por las mujeres como los los principales
principales partícipes en la elec continúa siendo, integral y y p a n í e i p a t i v o . . Son mujeres de las diversas co
ción del método (48 por por d e n t ó . . Sin embargo, sólo 32 por ciento de las quienes autogestionan
munidades quienes autogestionan un banco de anticonceptivos; los y las
encuestadas identificó a sa s u pareja como la persona con quien habla sobre profesionales son capacitados en salud integral y salud sexual y reproductiva,
asuntos relacionados con so sexualidad. asimismo han mantenido la estabilidad laboral, en una política municipal
Esto parece confirmar que las situaciones de dominio/subordina coherente y continua durante doce años. En cierta medida, la ausencia de
ción de género son más más complejas
complejas de lo que algunos profesionales de la espacios específicos para la consulta de los varones, relativa a la anticon
salud definen como una interacción entre el varón pobre-ausenie-borra- mensaje: el
cepción, constituye un claro mensaje: el cuidado en tomo a la regulación
cho-golpeador y la mujer pAre-nunca
pAre-nunca suficientemente buena madre. de la fecundidad es un tema de mujeres.
En esta investigación, las entrevistas a directores y técnicos permitie Tanto en los programas del gobierno central, como de los gobiernos
ron aproximarse a las ideas y y percepc iones s obre los varones en calidad de municipales, a las dificultades del acceso masculino a los servicios, se le
parejas de las mujeres usuarias, así como a las acciones dirigidas a la salud suma la escasa oferta de métodos confiables para varones: los preservati
reproductiva de los varones. El análisis de las entrevistas permite afirmar que vos y la vasectomía. La accesibilidad a la la vasectomía
vasectomía es prácticamente
este campo no ha sido considerado por los servicios de atención primaria. nula para los varones de sectores populares, más aun que la ligadura tubaria
Esta invisibilidad
Esta invisibilidad del papel de los servicios en relación con la salud y los para las mujeres. A pesar de su escaso riesgo y costo, la posibilidad de
derechos reproductivos de los varones, se contrasta con una visión de la ni siquiera
acceder a la vasectomía ni siquiera se la plantean los responsables de pro
salud reproductiva y la anticoncepción como campos asociados exclusiva gramas y servicios. Un urólogo, entrevistado recientemente, afirmaba que
mente a la salud de la mujer. Esto se hace evidente en las entrevistas, a practican vasectomías porque "está prohibido por la Constitución". In
no practican vasectomías
través de los testimonios de directores de centros de salud: "En cuanto al terpretan los métodos irreversibles como productores del cese de una fun
varón, es una población que no existe para nosotros. No sabemos dónde ción orgánica. Sin embargo, en el ámbito privado, al igual que sucede con
está. Es todo un tema", afirma uno de ellos, mientras otro sostiene: "la la ligadura tubaria, el olvido de la norma constitucional se relaciona con el
mujer tiene más conciencia de su salud reproductiva, el hombre no le da lucro financiero.
importancia. Adolescente, joven o adulto [...] Acá vos ves que la mujer Pensar en la posibilidad de consulta masculina en el campo de la
tiene el ganch o de lo obstétrico, del hijo, de la pediatría. El varón creo que salud reproductiva implicaría un verdadero desafío a la hora de planearla;
no tiene gancho, ¿no?". Un ginecólogo plantea: "son muy pocos los hom desafío que requeriría un cambio de actitud y la capacitación de los
324 325
D E B A T E S S O B R E M A S C U L I N I D A D E « EQUIDAD DE GÉNERO Y P O L Í T I C A S E N URUGUAY
Mujer y del apoyo recibido por organismos de cooperación internacional ticamente nulos. Actualmente está dedicado a realizar un diagnóstico de
se desarrollan continuamente múltiples estrategias de género. Si bien el la situación de la mujer en Uruguay, con apoyo de la Comisión Económica
enfoque ha sido prioritariamente Mujer en el Desarrollo (MED), se vislum América Latina (CEP A L) y a la creación
para América creación —en un
un futuro-—
futuro-— de un Plan
bran acciones tendientes a transitar hacia Género en el Desarrollo (GED) bien los
Nacional de Equidad. Si bien los discursos se han centrado en el enfoque
Algunas iniciativas parecen mostrar su disposición para ello: la creación MED, ni siquiera ha logrado acciones desde ese paradigma, llegando
paradigma, llegando inclu
del Espacio Varón Adolescente en los Centros Juveniles, articulado con el so a plantearse estrategias antifeministas.
Espacio Mujer Adolescente, implicó revisar las prácticas de los educado En el campo de las políticas juveniles, ¡a creación del del I I nstituto Nacio
res varones y sistematizar los resultados de las nuevas modalidades nal de la Juventud ha incidido en el establecimiento de algunas líneas
socioeducativas. La capacitación a técnicos de los servicios sanitarios mu estratégicas comunes, aunque su dependencia de de diversos m
diversos m i n i s t e r i o s , , en
nicipales en salud integral y en derechos sexuales y reproductivos de ado
las m a s c u l i n i d a d e s .
lescentes ha incluido el problema de las un periodo menorAquí
gubernamentales. a cinco años, habla
el género está ausente. de la inconsistencia de políticas
Asimismo, la puesta en marcha del Plan de Igualdad
Igualdad de Oportunida Desde 1 9 2 1 , ingresó el primer proyecto de ley al Parlamento para in
la Ci udad' de
des y Derechos para la de Montevideo merece especial atención. troducir la educación sexual sexual en en elel sistema
sistema e d u c a t i v o , , pero aún no se ha
El Plan, elaborado por la Comisión de Género y Equidad del Parlamento aprobado ningún programa al respecto. Si bien han existido múltiples in
Nacional (2001/02), se propone articular las diversas estrategias y accio tentos pedagógicos, la educación sexual ha sido transformada en debate
nes municipales, invitando a diversas instituciones para su puesta en mar político, con argumentos y fundamentos con un alto alto grado
grado de prejuicio e
tensión MED- GED,
cha. Aún persiste la tensión MED- GED, situada la primera en lo metodológico ignorancia por parte de las las a u t o r i d a d e s , , y con la oposición sistemática de
y la segunda en lo declarativo. Es decir, la incorporación del enfoque de las autoridades de la Iglesia católica. Hoy existen programas piloto, inten
género no se agota en el empoderamiento de las mujeres, sino que debería tando, una vez
tando, vez más, superarlas barreras ideológicas d ideológicas d el
el s s i s t e m a . . La forma
repensar estrategias y acciones para disminuir las resistencias masculinas e ción de docentes de educación primaria y secundaria no contempla el tema
incorporar activamente a los varones en el cambio. En ese sentido, el Plan de la sexualidad humana; igualmente, el enfoque de género es inexistente.
de la
de Igualdad de Oportunidades y Derechos propone en algunos párrafos la En el marco de la educación terciaria, la Universidad de la República,
necesidad de incorporar a los varones en los empleos no tradicionales y en institución que reúne 90 por ciento de la matrícula universitaria, ha avan
los espacios Varón Adolescente, pero en la misma medida, no se los consi de la
zado en los últimos años en lo relativo a la incorporación de la dimensión
dimensión
dera más allá de su carácter de adolescente/joven o técnico municipal. No destaca la
de género. Se destaca la creación de la Red Temática sobre Estudios de
se visualiza aún al varón ciudadano como sujeto protagónico de de c a m b i o . Género. En junio de 2 0 0 1 , la coordinadora de la enseñanza recibió una
El Programa de Fortalecimiento de Estrategias Educativas en Sexuali delegación de parlamentarias, quienes expresaron su preocupación e inte
dad y Género, a partir del cual se propone contribuir al desarrollo de iden rés acerca del desarrollo e integración de loslos estudios de género en los
tidades independientes de los condicionamientos de género, es una iniciati programas de los diferentes niveles educativos. A instancias del rectorado,
va municipal que apunta a la educación no sexista. No obstante, a nivel del todos l os
se convocó a todos l os servicios de la
la UDELAR
UDELAR a participar en una reunión
sector educación, los avances han sido mínimos en las ultimas décadas. de géneio
de intercambio sobre el estado y desarrollo de los estudios de géneio en
En la órbita del Ministerio de Educación y Cultura se encuentra el nuestra Universidad. Los servicios reunidos generaron un documento que
Instituto de la Familia y la Mujer. Le antecede a su creación el Instituto dInstituto d e contiene la propuesta de creación de la Red Temática sobre Estudios de
la Mujer, el cual fue abolido en 1 9 9 0 , , sin haber logrado avances. En Género, en la que se explicita:
1 9 9 2 ,, se creó el actual instituto, cuyo cambio de nominación es por de
más significativo. En la fecha en la que se realiza la sustitución, y tal como
En nuestro país, el desarrollo de los estudios de género constituye una mate
lo señala su actual directora en una e n t r e v i s t a , ' los avances han sido prác- ria pendiente de la Universidad de la República. A iniciativa de algunos/as
integrado —en algunos
docentes, se han integrado —en algunos servicios—aport
servicios—aportes
es conceptuales y
metodológicos en instancias curriculares, en otros se han desarrollado ins
5
Publicada el 16 de noviembre de 20 0 2, La República
2, en La República de las Mujeres, diario La tancias académicas específicas que focalizan este campo, y en otros se
República. constatan vacíos. Se observan iniciativas que llevan adelante proyectos o
326 IOAO
O DE G É N E R O Y
Y P O LÍ T I C AS
AS E N U R U G U AY
AY
32 7
BA T ES S O B R E M A S C U L I N I D A D E S
D E BA
programas sobre gén.ero en algunos departamentos de las Facultades de género. Es decir, si bien no existen estudios específicos que rescaten el
Ciencias Sociales (Sociología y Ciencias Políticas), Psicología y Humanida ¿ocurso de mujeres y varones, desde una mirada de género, tampoco ocu
des y Ciencias de la Educación. En el Instituto de Enfermería se ha incorpo pan un lugar relevante en los estudios académicos en torno a los sectores
rado el sesgo de género a los planes de estudio. Existen núcleos con diverso salud, educación, productivo y al análisis de políticas sociales.
grado de desarrollo en las Facultades de Arquitectura y Derecho. Los estudios específicos de monitoreo se basan, en su enorme mayo
ría, en información cuantitativa, en informes de personal calificado o en
Los objetivos trazados en ese entonces, guían actualmente las accio ¿ :os de fuente secundarias. La revisión de numeros os reportes de inves-
nes de la Red Temática, la cual fue aprobada por el Consejo Directivo i _ación nos permite afirmar que, lejos de considerar el género como cate
Central, hacia fines de 2 0 0 1 . Estos objetivos son fortalecer el desarrollo de goría d s análisis relacíonal, los informes rescatan la condición de las muje-
los estudios de género en la Universidad de la República; realizar un relevo pobres, de manera recortada y haciendo énfasis en su condición
y diagnóstico del est ado y desarrollo alcanzado por los estudios de género en productora". Es decir, se percibe, aun en estudios desarrollados por es
los distintos servicios universitarios, identificando sus grados de institucio- pecialistas en el campo, que a la hora de operar variables, desarrollar indi
nalización y de reconocimiento e incidencia en las políticas institucionales;
cadores y fonj/ular recomendaciones lo que predomina es el enfoque MED.
incidir en las políticas y prioridades universitarias en docencia, investiga La Intendencia Municipal de Montevideo ha generado, a través de
ción y extensión; fomentar la relación con otros centros universitarios,
diversas instancias participativas, diagnósticos de la situación de las muje
especialmente de la región, e incidir en la definición de políticas públicas
res —fundamentalmente de los sectores popul a re s — , recogiendo en foros
a nivel nacional y local, mediante el aporte de conocimientos y asistencia
y encuentros zonales su opinión para la construcción de una ciudadanía
técnica a distintas instancias de toma de decisión.
activa.
Otra iniciativa novedosa ha sido la creación de la Cátedra Libre en
Salud Reproductiva, Sexualidad y Género de la Facultad de Psicología Presión de la sociedad civil organizada
(1999), desde donde se desarrollan actividades de investigación, docencia
y extensión para dar visibilidad a las producciones sobre masculinidades. La presión por parte de la sociedad civil en nuestro país, en torno a la
incorporación del enfoque de género, ha sido prácticamente exclusiva del
movimiento de mujeres. La Comisión Nacional de Seguimiento de los Com
EL PROCESO DE I N S T I T U C I O N A L I Z A C I Ó N DE GÉN
GÉNERO
ERO promisos de Beijing realiza desde hace varios años diversas modalidades
de cidvocacy, a partir de acciones diversas, como la elaboración y difusión de
En este segundo eje de nuestro análisis, tomaremos como base el modelo estudios, la formación y sensibilización de actores públicos, así como
denominado "Telaraña de la institucionalización", propuesto por Caren de encuentros de carácter nacional. Una de dichas accion es es el Encuen
Levy (1996), donde cada uno de los nodos es un lugar de poder en el que tro Nacional de Edilas, que se desarrolló por tercera vez, en el marco de
se conjugan prácticas y productos visibles de las organizaciones, valoracio acciones estratégicas para el fortalecimiento de la gestión de las mujeres
nes y motivaciones invisibles. Desarrollamos brevemente algunos temas,
en políticas de género.
teniendo presente que la única institución que ha avanzado en el proceso Asimismo, la Red Mujer y Salud desarrolla acciones a nivel nacional
de institucionalización del género ha sido la Intendencia Municipal de
en el campo de los derechos sexuales y reproductivos, con influencia en el
Montevideo.
campo universitario, en las políticas ministeriales y programas orientados
a Ja atención de la salud reproductiva en el subsector público.
D ia g n ós ti co de si t u ci ón
ón q u e c o n s i d e r a ¡ o pi n ió n Las acciones desde los movimientos de varones han sido limitadas y
de ci u da da n as y c i u d d n o s con escasa repercusión en el colectivo masculino. En 1990, se conformó
el Grupo de Reflexión sobre la Condición Masculina, integrado por varo
En cada uno de los sectores en los cuales podrían diseñarse e implantarse nes profesionales de diversas disciplinas (psicología, medicina, filosofía),
políticas públicas, los diagnósticos nacionales o regionales, desde los cua el cual participó en la denuncia de la violencia contra la mujer, y cuestio
les se parte, no cuentan con información relevante sobre las relaciones de nó el papel de los varones en las decisiones reproductivas. Hacia 1994, el
Grupo se disolvió y surgió, con algunos de sus integrantes, el Grupo ETHOS los consejos vecinales y otras modalidades de empcwkT-.I miento ent re la
que desarrolló en Uruguay la primera investigación sobre derechos repro institución y las/los ciudadanas/os.
ductivos desde la mirada masculina, así como proyectos con estrategias
6
Resulta un hecho inédito en la historia de nuestro país, la voluntad
de formación y sensibilización de varones e instituciones educativas. En política de los varones que ocupan cargos de alta responsabilidad en el
2 0 0 1 , se reunió otro grupo de profesionales, denominado Varones por gobierno municipal de Montevideo, para apoyar las diferentes iniciativas
la Equidad de Género, en el que, además de la reflexión interna, se llevó provenientes de la Comisión de la Mujer.
adelante una campaña de recolección de firmas entre varones con moti
vo del Día Internacional de No Violencia contra la Mujer. Todos estos P ol ít ic a y pl ni f i c ci ón
grupos han tenido una existencia acotada.
Las acciones articuladas entre la sociedad civil, con académicas y re Como es sabido, la creación de planes o programas dirigidos a la mujer se
presentantes políticas, pueden ser útiles para el análisis. Un documento encuentra aislada desde varios puntos de vista. Estos planes y programas
de coyuntura (octubre de 2002), expresa una modalidad de trabajo en son susceptibles de ser modificados/descartados de acuerdo con las auto
nuestra sociedad. ridades en turno. Un ejemplo de ello es el Plan Nacional de Infancia,
Adolescencia y Salud Reproductiva (1999), que contó, para su elabora
E st ru ct u ra s pot t i c s repres ent t i v s ción, con la participación de 27 instituciones, pero que fue "olvidado" por
las autoridades de la institución convocante (MSP), al iniciarse el nuevo
En el Poder Ejecutivo del Gobierno Nacional, ninguna mujer ocupa mandato.
actualmente carteras ministeriales. A nivel parlamentario la representa Se podría citar el Plan de Igualdad de Oportunidades y Derechos como
ción de mujeres es de 12 por ciento, cuando ellas representan el 52 por un ejemplo positivo, en la medida en que propone influir en la institución
ciento del electorado. Un avance lo constituye la creación de la Comisión municipal —l a cual concentra a la mitad de la población nacional—, más
de Género y Equidad del Parlamento Nacional, la cual ha impulsado allá de los programas dirigidos a los/las ciudadanos/as.
iniciativas en el nivel legislativo y se ha caracterizado por su articulación
con el movimiento de mujeres. En el gobierno municipal de Montevideo, R ec u rs o s a si gn ad os
y en el marco de la descentralización, las mujeres ocupan cada vez más
espacios de decisión a nivel local. Tal como lo afirma Levy (1996), "la asignación de recursos y la organiza
ción de la política para la integración de género dependen básicamente
C o m p r o m i s o o pol í t i co de la ubicación de la responsabilidad por temas de género en las estructu
ras principales". En ese sentido, los institutos y programas ministeriales
En los sectores gubernamental y parlamentario, durante la actual admi orientados a "la mujer", han carecido históricamente de recursos genui-
nistración, no se han propuesto iniciativas para generar compromisos polí nos como para realizar avances sustantivos. Un claro ejemplo: el cargo de
ticos tendientes a ta equidad de género y a introducir esta dimensión en directora del Instituto de la Familia y la Mujer es honorario.
las instituciones estatales. En la mayoría de las situaciones, las iniciativas dependen del apoyo
En la Intendencia Municipal de Montevideo ha existido un creciente económico y técnico de los organismos de cooperación, y en algunos ca
compromiso político para generar acciones tendientes a institucionalizar sos, del empresariado. Por ejemplo, se ha ejecutado, en carácter de plan
la dimensión de género, tanto en lo que hace a la formación de los funcio piloto, el Programa de Promoción de la Igualdad de Oportunidades para
narios municipales, como en la generación de instancias participativas en la Mujer en el Empleo y la Formación Profesional (Proimujer), depen
diente del Programa de Reconversión Laboral del Minisrerio de Trabajo y
Seguridad Social, el cual cuenta con apoyo del Centro i ¡leramericano de
6
G o men so r o , G ü í d a, Co r sin o , Lu iz, "La nueva condición del varón ¿renacimiento o
reciclaje?". Fin de Siglo, 1995 (reeditado en 1998 como Ser varón en el 2000: La crisis Investigación y Documentación sobre Formación Profesional de la Orga
del modelo tradicional de masculinidad y sus repercusiones, edición de los autores con nización Internacional del Trabajo ( C i n t e r f o r / O I T ) , ríe empresarios uru
a p o y o d e FNÜAP).
guayos y de la central de trabajadores. Tal como lo afirma un varón repre-
330
D E B A T E S S O B R E M A S C U L Í N I D A D E S
;,:,;/> D F O Í V R O P O L Í T I CCAA S tN U R U G U A Y
Y 331
grado de presión que
presión que ejercen
ejercen las instituciones que abogan por la dimensión
c mente correcto y sus implicaciones constituyen un nudo que hay que
de género y también del hecho de de que personas comprometidas se en
cuentren ubicadas estratégicamente en
estratégicamente en niveles de responsabilidad elevados
elevados.. desatar.
gíco ¡mplica
gíco ¡mplica un verdadero esfuerzo, pues muchas veces las/los
las/los encarga de ios
El discurso de la mayoría de ios economistas nacionales o de organis
dos/as de avanzar al respecto padecen de una "euforia anticipada" por el masculino —el falo-
mos de asistencia financiera, se sustenta en el "logo" masculino
hecho de haber llegado hasta este punto, descuidando este verdadero cue Luce Irigaray- . . La lógica económica
gocentrismo al que hace referencia Luce
llo de botella. neoliberal es una que opera desde valores equiparables a los de la m a s c u -
linidad hegemónica en nuestra cultura. El sentido común al que apelan
In ve st ig ac ió n a pa rt ir de la s pr á ct ic as naturalizar las diferencias
los tecnócratas en su discurso, no hace más que naturalizar las
i n s t i tu c i o n a l e s y c o n s t r u c c i ó n de teoría y etnia,
de género, clase y
Las mujeres en condición de pobreza, a la vez que soportan el mayor
La investigación cualitativa nos permitiría recuperar la evaluación desde peso de la crisis, son apresadas por un discurso aparentemente protector:
los/las
los/las beneficiarios/as, e identificar cuáles son los
los impactos en la vida los programasy sus
deramiento, sí, tentados en —con
el paradigma
en cambio —con
cambio MED
el apoyo de lnoos
de l os contribuirán su edem co
a su e
medios masivos po-
cotidiana. Indudablemente, las contradicciones, a partir de las necesida
des prácticas y estratégicas de mujeres y varones, estarán presentes. La m u n i c a c i ó n — , a una actitud de resignación ante su pobreza, pero con
consideración de las opiniones masculinas y el análisis de sus resistencias algunos servicios básicos cubiertos. He mos observado cómo cómo —e n otras
o cambios positivos pueden generar nuevas hipótesis. Pero la evaluación l a t i t u d e s —
— determinada producción académica utiliza el enfoque de gé
de las prácticas institucionales y las relaciones de poder, en lo interno, nero de un modo funcional a las "políticas de gobernabilidad" para países
pueden develar aspectos hasta ahora poco explorados, y generadores de s u b d e s a r r o l l a d o s . Podríamos afirmar que es utópico pensar en políticas
8
malestar, ruptura o conflicto, justamente desde donde se pretende generar sociales tendientes a la justicia social, en el marco de las políticas neolibe
cambios hacia afuera. rales, de permanente ajuste y deserción estatal de los compromisos en el
campo de la educación y la salud.
De la misma manera, parece una ilusión pensar que el Estado pro
M A S C U L I N I D A D E S Y P O L Í T I C A S P Ú B L I C A S mueva políticas tendientes a la equidad de género, cuando cuando —tal
—tal como lo
afirma Conneí l l ( 1 9 9 5 ) —
afirma — el Estado es una institución masculina. Enten
Lo que hemos descrito y analizado sucintamente en las páginas anteriores demos que el Estado piensa y actúa con base en una política de masculini-
las dificultades en lo que se refiere a la incorpora
demuestra los avances y las dificultades dad hegemónica, y configura proyectos de género a través de sus múltiples
ción de la dimensión de género, tanto en su aplicación en las políticas instit uciones : desde el poder judicial a los serv servicios
icios de salud, desde las
sociales, como en los procesos por los que atraviesan las instituciones, las políticas de empleo a las políticas de educación pública.
cuales —en
cuales —en ocasiones y
y p a r a d ó j i c a m e n t e —
— intentan generar cambios al ¿Hasta dónde puede ser maleable el aparato estatal en lo que hace a la
respecto. esencia patriarcal? ¿Cómo conjugar entonces el di
transformación de su esencia patriarcal?
Es evidente que no existe voluntad y compromiso político por parte seño y la implantación de las políticas públicas orientadas a la equidad de
del Estado para generar igualdad de oportunidades. Las acciones em aplican vetdaderas
género, cuando las instituciones que lo constituyen aplican
los organismos
prendidas desde los organismos estatales se enmarcan en actividades ca políticas centradas en la la masculinidad
masculinidad hegemónica?
talogadas como "piloto" o con recursos limitados y limitantes de verdade Estas y otras interrogantes deberían hacernos pensar en en las
las limitacio
ras transformaciones. Por otra parte, los estudios que analizan y proponen nes del enfoque de género cuando éste se transforma de un dispositivo
cambios en las políticas sociales minimizan las inequidades de género o funcional a un sistema socioeconómico y político que genera inequidad y
enmarcan sus recomendaciones desde el paradigma MED. desigualdad. A s i m i s m o , , pensar en el papel de quienes se desempeñan en
desigualdad.
Estamos profundamente convencidos que dicho paradigma actúa de
apoyándose en
forma tal que, apoyándose en un discurso proequidad, promueve situacio s
T he r a Van Osch cita a Jan Michiel (1997), quien afirma que para una buena gobernabi
modifican s u s t a n e i a l m eenn t e ,, a
nes que no modifican a mediano y largo plazo, la calidad lidad es necesario un manejo eficaz, responsable y transparente por parte del gobierno,
de vida y la emancipación de las mujeres, de la misma manera que las una política macroeconómica orientada al mercado libre y un Estado democrático que
sociales asistencialistas
políticas sociales asistencialistas no compensan la vulnerabilidad que respete los derechos humanos. Citado en Género y gohernabilidad. Un acercamiento a la
realidad cenímamencana, Guatemala, COD ERS A / Em b a j aadd a de los Países Bajos, 1998.
generan las políticas económicas neoliberales.
334 DEBATES SOBRE MASCULINIDADES fi U ' D AD DE GÉNERO V POLÍTICASEN URUGUAY 335
el ámbito de la cooperacióa, y se autoconvencen de las bondades de pro CON.VEI.L, Robert W. 1997. " La organización social de la m a s c u l i n i d a d "",, en Tere
gramas y proyectos que — a nuestro e nt e nde r— no parecen generar cam sa Valdés y José Olavarrfa (ed s .i . Masculinidad/es. Santiago de Chile, lsis
bios sustanciales en la vida de varones y mujeres. Inter nacionai/FLACSO-Chil e, pp. pp. 31-48.
Es necesario que, a it hora de establecer alianzas entre las ONG, los Memoria de actividades 2001. Co mi s i ó n de la Mujer. Intendencia Municipal de
organismos estatales, las agencias de cooperación y las universidades, se Montevideo.
tenga presente cuáles son los intereses específicos en juego. Tal como P ro g ra ma de Salud S e x tta l y R e p ro d u c ti v a , Maternidad y Paternidad Elegida. I n f o r -
hemos observado en varios documentos, el interés de algunas agencias me F i n a l de 2000. Montevideo, Ministerio de Salud
de Resultados y P e rs p e c ti v a s . 2000.
336 DEBATES S O B R E M A S C U L I N I D A I
INTRODUCCIÓN
' Salud y Género, A.C.,
Género, A.C., es
es una institución de la sociedad civil con más de diez años de
experiencia en el campo de la salud; ha centrado su trabajo en promover procesos edu
cativos amplios tendentes a construir la equidad entre los géneros, trabajando con gru
pos de mujeres, de hombres y grupos mixtos de diversos sectores sociales del
del país.
país.
2
"El núcleo esencial de la definición se basa en la conexión integral de dos proposicio
nes: 1) el género es un elemento constitutivo de las relaciones sociales basado en las
diferencias percibidas
diferencias percibidas entre los sexos; 2) el género es una forma primera de significar
las relaciones de poder" (Joan Scott, Género. Una categoría útil para el análisis históri
co. 1988),
[337]
Por otra parte, cabe reconocer la influencia directa de la teoría teoría y torno a un tema determ inado , es fundam ental para lograr lograr la reflexión
metodología f e m i n i s t a y, dentro del feminismo, la perspectiva de género
metodología 3
y posibles
profunda y posibles cambios que cada persona,
persona, según
según su propio ritmo y
que reconoce los procesos de socialización masculina y femenina como" necesidades, buscará realizar en su vida.
diferenciales e inequitativos. Dichos procesos son la base para compren Plantear preguntas con un encuadre educativo y no adelantar explica
der y analizar los problemas en en la
la salud de hombres y mujeres, desde ciones ayuda a profundizar y a ampliar la comprensi ón, dando paso a apren
una dimensión que visualiza la existencia de otras desigualdades sociales, como dizajes significativos y produciendo algunos efectos terapéuticos. Por tal
la clase social, la etnia, la edad y la orientación sexual, que se entrelazan motivo, es muy importante desarrollar la sensibilidad, la capacidad de es
entre sí de maneras muy complejas. cuchar, así como el respeto por parte de la persona responsable del grupo,
Quienes trabajamos en procesos educativos amplios reconocemos que a la cual damos el nombre de "facilitador o o facilitadora".
la educación
cial. formaunparte
Así, presento delanálisis
breve contextodecultural, ideológico,
coyuntura político ydeso
y un diagnóstico la Nuestro scampo
reconocemo que esdeenacción es la
es la salud
la interacción de las
social mujeres
donde y de los hombres;
se construyen los sig
sig
situación de salud de mujeres y hombres jóvenes en México, el cual toma nificados y las relaciones y, en consecuencia, las las nociones
nociones de salud-enfer
situación c o n t e x t ú a es la brújula que orienta nuestro
en cuenta que la situación medad, así como las de "mujer" y "hombre". Es precisamente en el mundo
trabajo, sin perder de vista la compleja y cambiante realidad social. Por de los significados donde se generan las pautas que orientan los distintos
último, expongo los presupuestos básicos del trabajo con hombres jóve comportamientos de las personas y, por tanto, es ahí donde intentamos inci
nes, como ejemplo de un proceso educativo que se se dimensiona
dimensiona para con dir cuando hablamos de procesos educativos. La intención de tocar la sub
vertirse en política pública. jet ivid ad de las pe rso nas re qui er e de un a met odo log ía y téc nic as esp ecí fi
cas, no basta sólo con proporcionar información. "El desarrollo de un trabajo
educativo no se puede quedar en la sola presentación de conceptos para
IDEAS C EN TR ALES DE UN PR OC ESO EDUC ATIVO lograr su comprensión, se hace necesario poner en marcha otros mecanis
COMO ESTRATEGLV POLÍTICA mos de participación e interacci ón entre el educ ando y el educador, es
fundamental problematizar, discutir y reflexionar partiendo de la experien
A continuación examinaré los principales elementos teóricos y metodoló cia vivida y de la experiencia sensorial para lograr una comprensión más amplia
las dificultades,
gicos de nuestra propuesta y mencionaré las dificultades, contradicciones y objeto" ( F r e i r é , , 1994). Se trata de una metodología que cuestiona lo
del objeto"
retos que significa, en el contexto de México, el trabajo con hombres desde obvio, que no da respuestas sino que plantea preguntas.
esta perspectiva. Es fundamental que el grupo funcione como regulador del proce
preguntas: ¿a
En principio, surgen las siguientes preguntas: ¿a qué me refiero cuando de cont enci ón
so, desempeñe la función de ón y ofrezca un espacio de escucha
amplios? ¿Cómo hacer política que trascien
hablo de procesos educativos amplios? ¿Cómo encuadre previo
y diálogo; por tanto, se requiere de un encuadre previo y del estableci
da el pacto existente entre los hombres? Respecto de la primera: un proce miento de reglas claras, de manera colectiva y consensuada desde el ini
so educativo amplio es aquel en el cual, de manera intencional y planea cio del trabajo. Nuestra intención no es plantear una metodología que
da, se quiere incidir en lo personal, en io social y en lo político. incida en la política, sino que a través de la s e n s i b i l i z a ccii ó n , , la reflexión y
pequeños, partimos
Trabajamos en grupos pequeños, partimos de la experiencia vivida, el diálogo se produzcan pautas para el cambio y la acción. En este senti
escuchamos los diferentes discursos producidos y observamos el lenguaje do, conc ordamos
ordamos con que: "Los asuntos relacionados con la educación no
también aparecen
del cuerpo, pues ahí también aparecen elementos de los significados de son solamente problemas pedagógicos. Son problemas políticos y éticos
las cosas. Todas las personas tenemos una historia emocional que se en como cualquier otro problema financiero o de economía. Así la tarea
cuentra en el cuerpo y en la memoria; provocar con técnicas, ejercicios y un educadores rehacer el mundo,
central de un educadores mundo, r e d i b u j a r b , repintarlo"
, repintarlo" (Freiré,
preguntas que cada persona revise y trabaje su propio material subjetivo en 1994).
En relación con la segunda pregunta: me refiero a una política que
incluya a las mujeres, a las niñas y los niños, y a otros grupos sociales
3
La metodología educativa feminista desarrollada en los grupos de autoconciencia, parte específicos. Hasta hoy, la tradición histórica en el diseño, realización e
ie la experiencia vivida de las participantes y la comunicación horizontal entre ellas. implantación de políticas públicas en el país ha sido condición privilegia-
c i de los hombres, y lo cierto es que éstas han sido sido promulgadas
promulgadas desde A L G U N O S R ESULTADOS
una posición de "poder", donde los hombres no se ven a sí mismos y
(Seidler, 1 9 9 7 ) . . El desarrollo, la modernidad
hablan y legislan para "otros" (Seidler, En los últimos años hemos incursionado en la evaluación de los cam
y la política han sido proyectos fundamentalmente de los hombres, moti bios en las prácticas a diferentes niveles. Por ahora hablaré de algunos
vados por la necesidad de control y dominio, y orientados por la raciona cambios personales e institucionales.
lidad, utilizando el lenguaje verbal como recurso único de la expresión, Ha sido hasta fechas recientes que percibimos una cierta apertura en
donde si se habla mucho se cree que se comunica mejor, sin poner atención el sector salud, pues históricamente ha sido una de las instituciones con
a la importancia de escuchar y contactar con el sentir del "otro". mayor resistencia y dificultad para incorporar la perspectiva de género en
Creer que exista una reflexión profunda de la masculinidad
masculinidad y su rela sus planes y programas. Algunos indicadores que nos muestran la persis
con la
la
conocer que elaboración
ción con
los ritmos ydediseño de políticas sonpúblicas,
distintoshace necesario re tencia de incongruencias en algunos de los programas de salud son
la racionalidad a los emociona
les, que hoy en día va ganando terreno la visión visión di cot ómi ca
ca que a) Todavía no se reconoce a las mujeres como sujetos de sus políticas
fra gment a
fra a la integración de lo humano en razón y emoción/obje/ivo
emoción/obje/ivo y y programas, se les sigue tratando como objetos.
subjetivo, tanto en el campo del conocimiento, como en el de la política, b) No hay claridad en los mecanismos ni instancias donde las mujeres
incluida la pública. Es decir, la racionalidad ha sido el recurso fundamen puedan opinar o participar sobre las políticas y los programas que
tal en la producción de políticas públicas, así que hablar de una elabora les afectan; mucho menos pueden tomar parte en las decisiones (al
ción propia masculina en este campo es muy complejo y polémico; al mis menos hay una falta de difusión y promoción de esas instancias
mo tiempo, se corre el riesgo de repetir la misma historia: h acer política política locales y nacionales, si es que que e x i s t e n ) .
4
ae sde
sde una visión masculina hegemónica. En ese sentido, parece que las c) Hemos comprobado una falta de información en temas que forman
leyes y programas de las instituciones de gobierno que preten
políticas, leyes parte del programa de salud reproductiva: sexualidad, salud de las y
dan la construcción de equidad entre entre los
los géneros, necesitan transitar por los adolescentes, ETS y VIH sida, climaterio, menopausia, cáncer de
un proceso largo y complejo de cuestionamiento a las relaciones de poder mama y y c é r v i c o - u t e rrii n o ,, y la ausencia de una perspectiva integral
prevalecientes, y de cambios de carácter estructural que todavía no vemos que incluya la salud mental y la salud sexual, por por e j e m p l o . '
con claridad.
De igual manera, vemos cómo en nuestro país muchos legisladores, Por otra parte, y en relación directa con el trabajo educativo que reali
servidores públicos y funcionarios de gobierno se tropiezan hasta con el z a m o s ,, hemos encontrado que la mayoría de los participantes en nuestros
uso del lenguaje para tratar de ofrecer discursos políticamente correctos, talleres (mil personas por año), o en el diplomado (25 por generación),
pero que en el fondo lo único que dejan ver es la ausencia de una reflexión reporta cambios en lo personal; otros tantos aplican o multiplican lo apren
profunda y un limitado trabajo personal. dido diseñando y desarrollando programas en las instituciones u organiza
Alcanzar un nivel más amplio de comprensión del problema no signi ciones donde trabajan, además de actuar socialmente. Por tanto, requerimos
ciones donde trabajan, además de actuar socialmente. Por tanto, requerimos
los cambios
fica que los cambios en la práctica ocurran inmediatamente, se requiere la evaluar ahora con más precisión los procesos de cambio y resistencia que
transformación de las prácticas, y esta transformación también es social, se d a n .
se 6
es decir, el género es relacional, se deconstruye y construye en las relacio Otro nivel de incidencia se presenta cuando trabajamos en la capaci
nes sociales. tación de funcionarios y y funcionarías
funcionarías de diferentes instituciones de go-
En la práctica educativa existe la posibilidad de reproducir, cuestio
nar, intercambiar, imaginar, ensayar, deconstruir
deconstruir y construir las relaciones
de género prevalecientes y las deseadas (agradezco a Gisela Sánchez la 4
G. Sánchez, E. Flores y T. Sánchez, "Participación social" en G. Sayavedra y E. Flores,
discusión sobre esta idea). Ser mujer: ¿Un riesgo para la salud?, México, Red de Mujeres, A.C., 1997.
Salud y Género, A.O, "Aportes para el documento analítico", documento interno, México,
5
2000.
6
Documentos de evaluación de impacto de Salud y Género, A.C., proyectos de tesis
doctoral de Benno de Keijzei, Gisela Sánch ez y de maestría de Gerardo Ayala.
diversidad de procesos educativos con poblaciones distintas para identifi ductos adicionales.
hacer posible la
car necesidades, hacer posible la sensibil ización de género y abrir espacios • Se organizaron varvarias
ias decena s de exposiciones en diversas partes
de reflexión y diálogo entre mujeres y hombres. Durante el desarrollo de del país: en centros de salud, municipios, casas de la cultura, mu
los procesos educativos en Salud y Género A. C . hemos diseñado una meto seos, y en las propias escuelas.
dología que contribuye a que que los
los hombres reflexionen acerca de cómo • Se ofrecieron conferencias, me sas redondas, programas de radio y
relacionarse e involucrarse de maneras distintas en los procesos de salud sexual televisión.
y reproductiva, cuestionen la violencia contra contra las
las mujeres y, en general, • Se presentaron lo s principales logros y resultados de esta campaña
sobre la utilización de métodos de fuerza como formas para resolver con
en la Cámara de de D i p u t a d o s . 8
Actividades 7
¿Cómo veo a mi papá? Poruña paternidad más padre, Memoria de la campaña, Instituto
Nacional de las Mujeres, México, I n m u j e r e s / U N I C E F , agosto de 2001.
• La campaña nacional de la paternidad comenzó en ocho escuelas 8
"Quehacer parlamentario", suplemento de La Jornada, 27 de junio de 2000.
país: Q u e r é t a r o , Xalapa
, Xalapa ¿Cómo veo a mi papá?...
9
D E B A T E S S O B R E M A S C U U N I D A 3 L A ED U CA CI Ó N A LA POLÍTICA PÚBLICA
345
Para este seminario logramos convocar a cerca de 60 participantes de La sociedad civil, a pesar de su debilitamiento, igual al del Estado
12 países de América Latina. Las recomendaciones y conclusiones se reto mexicano, sigue impulsando la participación social en los cambios a las
maron para inspirar la edición de la serie 'Trabajando con hombres jóvenes". 10
políticas públicas, aun en contra de la inercia y resistencia estatales. Co mo
ejemplo, desde hace por lo menos una década, se vienen impulsando pro
Actividades yectos educativos en torno a la salud sexual y reproductiva. En el pasado
inmediato, una instancia estatal que en el anterior sexenio apoyó estas
• Un seminario internacional efectuado en Querétaro, México, con políticas (Instituto Mexicano de la Juventud), ah ora apoya a grupos iden
la participación de más de 60 especialistas en el trabajo con jóve tificados con posiciones conservadoras y de derecha.
nes de diversos países de América Latina." Las desigualdades sociales se expresan en la manera de enfermar y
• Una conferencia internacional efectuada en Río de Janeiro, con la morir, en la manera de ser considerada persona con derechos humanos o
participación de 50 especialistas de! continente americano, y otros sin ellos, con derecho o no a expresarse y a participar en la toma de deci
más de ¿ígunos países de Europa y Asia. siones. La ciudadanía es un estatuto no alcanzado para la gran mayoría de
las personas en México y, a pesar de todo, la sociedad civil se mueve,
Productos busca, cambia, transforma identidades, resistiendo a la anomia. Para las
mujeres y hombres jóvenes de este país (29 millones de personas, la terce
• La edición de la serie "Trabajando con hombre s jóvenes". 52
ra parte de la población), esta situación repercute en menores oportuni
15
D E L A S MU JE R E S Y L O S H O MBR E S J Ó V E N E S 1 3 hombres y 35.1de morbimortalidad, para el caso de las mujeres, siguen los
Los datos
mismos patrones y está documentado que no han aumentado los presu
En el contexto de globalización y ajuste estructural por el que pasa el país, puestos a las acciones y programas de salud reproductiva, ' aun cuando 1
las personas vivimos en constantes cambios económicos, políticos, cultu hay evidencias y datos que nos muesiran las ventajas de la educación sexual.
rales. La reestructuración del Estado ha profundizado las desigualdades Esto repercute de la siguiente manera: se mejora la comunicación
sociales, étnicas, de género y etarias. Los servicios educativos, de salud, familiar sobre sexualidad, principalmente con la madre de familia, se acla
así como las oportunidades laborales, han disminuido. ra la idea sobre el tipo de pareja que se desea, se mantienen las creencias
10
insiituto Promundo, ECCOS, Salud y Género A.C y PAPAI, serie
PAPAI, serie de cinco manuales y un 14
Martha Gloria Morales, "La participación ciudadana en las nuevas administraciones
video; "Trabajando con hombres jóvenes: salud, sexua lidad, género y prevenció n de la municipales" (Análisis de caso de gestiones panistas y príístas de Querétaro, Guanajuato
violencia", memí na del Seminario Latinoamericano,
Latinoamericano, Querétaro, 2000. y Aguascalientes)
Aguascalientes) Serie Sociales. Universidad Autónoma de Querét aro, julio de 2000 .
11
Rodríguez Yuriri, "Trabajando con hombres jóvenes: salud, sexualidad, género y pre 15
Estudios y diagnósticos sociodemográficos sobre los jóvenes en México, IV Informe
vención de la viiiLncia", en Memoria del Seminario Latinoamericano, Querétaro, 2000. Avances del Programa Nacional de Población 1995- 2000 , México, Conapo, 1999.
¡bid. 16
ídem.
•- Gisela Sánchez, Olivia Dorantes y Gerardo Ayala, "Documento interno para proyecto de '' Tanto el Foro nacional de políticas de población y desarrollo, como Mileni o Feminista,
Sal id y Género,. VC", Querétaro y Xalapa, octubre de 2002. han documentado bien esto.
Las muw
religiosas y las distinguen de sus actitudes hacia la sexualidad. Las muw tud, 2000). En cuanto al abuso sexual, 90 por ciento ¡de ¡de l l as victimas son
as victimas
decisiones sexualas,
res mejoran la comunicación en torno a su cuerpo y sus decisiones mujeres y 87 por ciento de los agresores son h o m b r e s , , 50.12 50.12 por ciento
mejoran la autoestima y el respeto a su propio cuerpo, y los hombres tornan son menores de de 17
17 años (Saucedo, 1995). Estudios comparativos sobre
conciencia sobre el cuidado de su cuerpo y su responsabilidad en la vid .i la violencia sexual y la violencia de género muestran que éstas son más
sexual. Tanto hombres como mujeres inician sus prácticas sexuales a ma comunes donde las mujeres son vistas como propiedad masculina, donde
yor edad y reducen el número de parejas sexuales, incrementan la posibi el
el control de recursos está en manos de los homb res y donde el ser hom
lidad del uso de anticonceptivos, negocian el uso de condón y otros otros mélo bre se relaciona con la dominación y necesidad de proteger el honor. Así,
dos, y hay más comunicación en la r e l a c i ó n . Estudios cualitativos d.m
18
percepción masculina
la violencia se desencadena ante la percepción masculina de pérdida de
cuenta también de que el cambio social es lento, que si las políticas y los
poder.
programas no cambian, las mujeres y los hombres como individuos difú il A pesar de que las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS ) ocupan
mente cambiarán.
uno de los cinco primeros lugares de demanda de coassulta en el primer
recientes investigación
Hallazgos de recientes investigación es nos muestran la subordina nivel de atención médica y se ubican entre entre las
las diez primeras causas de
ción de las mujeres jóvenes en la toma de decisiones sexuales y reproductivas morbilidad g^ieral en el grupo de de 15
15 a 44 años de edad (Norma técnica
de Keijzer
Rodríguez y de Keijzer estudiaron a tres generaciones en una comunidad de ITS, prevención y control de las ÍTS, mayo de de 2 0 0 1 ) , , la incidencia de
rural y describen los cambios en las concepciones en tomo al noviazgo \ i virus de papiloma humano tiene una tasa de de 10.44
10.44 por cada cien mil
las prácticas sexuales y reproductivas; sin embargo, notan que la la estigm i habitantes. La forma de transmisión de VIH sida para las mujeres es la
de decisiones
tización a las mujeres prevalece, y la iniciativa para la toma de relación heterosexual (SSA, Conasida, 2000).
hombres. '
sexuales y reproductivas sigue siendo asunto principal de los hombres. En un estudio sobre las percepciones de las mujeres, la experiencia de
Esto habla de los efectos de la presión social y cultural para que las muje todas es haber sido usuaria, en algún momento, de los programas de plani
res sigan siendo objetos y no sujetos que toman decisiones para cuidar su ficación familiar y poco o nunca de los programas de prevención de ITS o
salud, su cuerpo, su sexualidad, y que ejercen su ciudadanía. Por otra par
VIH sida. En este estudio se encontró que la vulnerabilidad de las mujeres
te, Ana Amuchástegui también encuentra que la virginidad sigue siendo
cáncer cérvico- uterino, a
al cáncer uterino, a las
las ÍTS
ÍTS y al VIH sida es consecuencia del entre -
un valor importante para las y los j ó v e n e s . 20
LA SALUD DE LAS MUJERES JÓVENES sexualidad) y de la ausencia de condiciones sociales más favorables, como
el acceso a los servicios y a recursos que reduzcan su srulnerabilidad. 21
" Gabriela Rodríguez y B . de Keijzer, "La noche se hizo para los hombres. Sexualidad en
los procesos de cortejo entre jóvenes campesinos y campesinas", México, Population
Council y Edamex, 2002. 21 Milenio Feminista, "La salud sexual y reproductiva desde ía mirada de las mujeres",
que las
reportó que las tasas de mortalidad para hombres y mujeres
mujeres son
son más o y los derechos sexuales y reproductivos. Así, el diseño de políticas públicas
los 14
menos iguales hasta los 14 años. A partir de ese momento, la mortalidad debería tomar en cuenta:
masculina empieza a aumentar y es el doble para los varones jóvenes de 15
a 24 años de edad. Las tres causas principales de mortalidad entre los • El increment o de acciones positivas para fortalecer las relacio nes
muchachos en México son accidentes, homicidio y cirrosis, y se relacio entre mujeres, mujeres y hombres, así como entre hombres.
nan con las normas sociales sobre la masculinidad (asociadas a atributos • El desarrollo de una mirada positiva para el recon ocimi ento de los
como temeridad, fuerza que deriva en violencia, resistencia extrema, entre poderes y habilidades, así como las experiencias creativas en las
otras). y h o m b r e s .
historias de vida de mujeres y
En el caso de la salud sexual, relacionada con la prevención de las • Los costos y beneficios de lala trasgresión
trasgresión al modelo hegemónico
ITS, sabemos que los jóvenes tienden a usar cada vez más el condón. Sin femenino y masculino.
embargo, la edad de contagio de VIH sida se desplaza también hacia los • La profundización sobre las concepciones y significados del amor,
jóv ene s, es pec ial me nte los var one s, pu es och o de ca da die z per son as in desarrollando nociones de homofilia, solidaridad y vincules
vincules afectivos
fectadas con el virus son hombres. entre mujeres y entre mujeres y hombres, más allá de los conven
La salud mental da la posibilidad a los seres humanos de realizar sus cionalismos sociales establecidos.
proyectos de vida. Los suicidios son el punto de quiebre para la
la vida y se de multiplicadoras
• Invertir en entre namien to y capacitac ión de multiplicadoras en tra
relacionan, entre otros factores, con un proceso gradual en detrimento de bajo de campo.
la salud mental. En Querétaro, la mayor parte de los suicidios fueron
• El fortalecimiento del trabajo en redes locales, nacion ales e inter
entre hombres jóvenes.
nacionales.
La experiencia de trabajo de Salud y Género muestra que la paterni
muchas f o r m a s . . Sin embargo, hay por lo menos dos caracte
dad se vive de muchas Las mujeres necesitan acceso a métodos de prevención que estén bajo
rísticas negativas asociadas a la paternidad: ausencia emocional —ligada su total control, porque constituyen un grupo de riesgo. Aunque se supone
principalmente al atributo del hombre de proveedor y al atributo de cuida que debe autoprotegerse, no cuenta con herramientas para ello (Lori Heise).
la m a d r e —
do exclusivo de la — y violencia verbal y física
física —asociada al
—asociada al atribu La promoción del uso del condón femenino también implicaría profundi
del v a r ó n — . . Estos atributos tienen altos costos para el
to de autoridad del zar en estrategias de negociación.
desarrollo emocional y colectivo de las personas. En el caso de la violen
cia, sabemos que una de cada cinco personas padece o fue testigo de un
acto de violencia dentro de la familia. Las mujeres s on las más agredidas y, E L P R O Y E CT O H : U N A I N I CI A T I V A
A EDUCATIVA
en los varones, en ocho de cada diez casos, son quienes violentan. C O N M I R A S
S A C O N V E R T I R S E E N P O L Í T I C A P Ú B L I C A
Investigaciones d i v e r s a s señalan que es necesario tener presente y anali
22
CONCLUSIONES zar las formas en que se socializa a los niños y cómo repercuten en su
salud. Asimismo, muchas feministas y defensores de los derechos de las
La información aquí expuesta refuerza la importancia de seguir afinando mujeres reconocen que para mejorar la calidad de vida de las mujeres
nuestro modelo educativo, para que se consideren los retos diferenciales (adultas y jóvenes) es necesario involucrar a los hombres (adultos y jóve
que enfrentan como género las mujeres y los hombres para su salud sexual nes) en todas las relaciones que se establecen entre sí y, más específica
y reproductiva. Contamos con evidencias de que sigue siendo prioritario mente, en las que se asocian con los procesos de la salud sexual y repro
fortalecer y ampliar las acciones positivas para que las mujeres participen ductiva. Por lo tanto, es pertinente desarrollar acciones que impulsen un
de d e c i s i o n e s ; ; de que los temas de identidad cultural y autoes
en la toma de
tima del individuo, así como la apropiación corporal y de recursos, redes
de c o n v i v e n c i a , , globalización de los derechos humanos de las
y grupos de 22
¿Que ocurre con los muchachos? Una revisión bibliográfica sobre la salud y
y el desarrollo
Las creencias acerca de cómo son los "hombres" influyen en los com PROFAMILIA; en México con la organización M E X F A M ; en Jamaica con la
portamientos de los varones jóvenes. Estudios recientes han documenta organización Youth Now.
do que los hombres jóvenes identificados con una noción tradicional de
masculinidad son más vulnerables al uso de drogas, a comportamientos
violentos, a la delincuencia y a prácticas de sexo inseguro (OMS, (OMS, 2 0 0 0 ) . BIBLIOGRAFÍA
Esta iniciativa nace de un proyecto binacional generado por el Insti
tuto Promundo (Río de de J a n e i r o . . Brasil), ECCOS (Sao Paulo, Brasil), Pro AMUCHÁSTEGUI, Ana. 2000. La virginidad en México. Mélico, Edamex.
CASTRO, Roberto y Mario B R O N F M A N . 1993. "Teoría feminista y sociología médi
grama PAPA1 (Recife, Brasil) y Salud y Género, A.C. (México) y busca ca bases para una discusión", Cuadernos de Salud PéMica
PéMica 3, vol. 9, Río de
promover la salud y la equidad de género a través de un trabajo dirigido a
Janeiro.
masculinidad h e g e m ó n i c a , prevale
la deconstrucción de la noción de. masculinidad 23
3 ; > 2
DEBATES
S O B R E M ASCUI M DAn - ,
duos, la cuestión
transcurso acerca
de! siglo XX,deluna
origen de la significación
interesante producción ha impulsado,
teórica en el
relacionada
con la función imaginaria en diversas disciplinas de las humanidades, des
de la antropología hasta los estudios mitológicos o psicológicos. Es a un
antropólogo francés, Gilbert Durand, a quien se debe la recopilación de
los aportes de filósofos e investigadores tales como Bachelard, Bergson,
Eliade, j u n g , Levi-Strauss
Sartre, Ricoeur, Chomsky, Eliade, , Levi-Strauss y
y Piaget, para corro
borar sus propios trabajos sobre la imaginación simbólica y las estructuras
del i m a g i n a r i o . Esta labor le llevó a definir el imaginario
antropológicas del 1
[353]
354 P O L Í T I C A S P U S U C A SS P A R A R R E P R E S E N T A C I O N E S
I M P U L S A R EQUITATIVAS 355
DEBATES S O B R E M A S C U L I N I D A D S
la totalidad de sentimientos comunes al promedio de los ciudadanos de la teórica del concepto de imaginario social su interés en la influencia que
con vida propia.
misma sociedad, que forma un sistema determinado con vida los valores e intereses culturales presentes en el inconsciente colectivo
A la aclaración inicial de Durkheim sobre el concepto de conciencia ejercen sobre los movimientos históricos, considerando que "en último
colectiva, se debe añadir la la sistematización
sistematización de la interacción humana como análisis una sociedad es posible porque los individuos que la integran se
proceso social, desarrollada por George Mead Mead ( 1 9 3 4 ) , que llevó a la ges
3
han formado determinada imagen mental de esa sociedad". Al respecto, 4
356 p
~ CA S P Ú B L I C A S PARA IMPULSAR REPRESEN T ACION ES EQUITATIVAS 357
DEBATES S O B R E M A S C U U N I D A I
la realidad
realidad del universo simbólico tal como se constituyó constituyó originariamente J rivadas
rivadas de aquéllas; esto es, las instituciones como ¡as conocemos en la
t
dor de una definición de la realidad que constituye una alternativa", v La observación de la evolución de estas instituciones derivadas ha
plantea "no sólo una amenaza teórica para el universo simbólico, sino tam dado cuenta, en las últimas décadas, tanto de los cambios en la experiencia
bién una amenaza práctica para el orden orden institucional
institucional legitimado por el de las mujeres, como de la manera en que éstos afectan las representacio
universo simbólico en cuestión" (Berger y Luckmann, 1968: 137). de l o femenino. Este proceso culminó en una institución
nes imaginarias de l
La cohesión interna de esta "red inmensamente compleja de significa de segundo orden: el feminismo, cuya expansión en todas las sociedades del
que p e r m e a , orienta
dos que , orienta y dirige la vida de la sociedad, tanto como aquella mundo representa la emergencia de un nuevo conjunto de significaciones
de los individuos que la integren" lleva luego a a Cornelius
Cornelius Castoriadis (1998)
Castoriadis (1998) en el imaginario social de la humanidad: la igualdad de género. De aquí
parte el desarrollo de los estudios de la masculinidad, la cual se define
5
a hablar de la "institución imaginaria de la sociedad", por el hecho de que
este magma de significados sociales sociales i m a g i n a r i o s , , además de ser producto los hombres en las relaciones de género, las prácticas
como la posición de los hombres
de la sociedad, están encarnados en sus instituciones y le dan vida. Expli en que los hombres y la y la s mujeres se comprometen con esa posición, y los
ca que, a causa de la la creación de significados sociales imaginarios, que no de es/as prácticas en la experiencia corporal, en la personalidad y
efectos de es/as
pueden ser deducidos de procesos racionales o naturales, la sociedad se en la cultura, donde se organiza en prácticas simbólicas que transcienden
en la
instituye a sí misma, aunque de manera inconsciente y sin poder recono (Connell, 1 9 9 7 : : 35-36; ver también Gutmann, 1997
las vidas individuales (Connell,
cerlo. Ejemplos de estos significados son las iglesias, el Estado, el capital, y 1998; Marqués, 1998; Pérez, Pérez, 1 9 9 8 ) . 6
ciudadanía —y
la ciudadanía —y sus diferencias, según se trate de la ciudadanía de las A pesar de que la situación concreta de un mayor número de hombres
mujeres o de los los h o m b r e s — , , los tabúes, etc. También son significados no corresponde a los mitos masculinos, existe un consenso en los estudios
sociales imaginarios los conceptos de hombre y mujer, por el hecho de ser género —t a nt o del
de género —t o del lado feminista como del de los teóricos de la de la m a s c u -
específicos a cada sociedad, más allá de su anatomía y de sus definiciones linidad— acerca de que la masculinidad estereotipada en el imaginario
biológicas. social se relaciona con el poder, la jerarquía, el sexismo el sexismo y y l a h o m o f o n í a , , los
El imaginario social, tal como es concebido por Castoriadis, no es la cuales actualizan permanentemente el principio de su dominio. Asimis
representación de ningún objeto o sujeto. Es la incesante y esencialmente mo, coinciden en que la revisión de los roles de los hombres y de las muje
indeterminada creación sociohistórica y psíquica de figuras, formas e imá res involucra
involucra a las relaciones personales, la familia, la economía, el Estado
genes que proveen contenidos significativos y los entretejen en las estructu y las relaciones globales (Connell, 1997 y y 1 9 9 8 ; ; Lagarde, 1997; Abarca,
las i n s t i t u c i o n e s , el
ras simbólicas de la sociedad. Así, las , el lenguaje, los valores,-
los valores,- 2002). Según los teóricos, es un panorama aterrador para quienes quieren
las necesidades y el trabajo de cada sociedad participan en la organización analizar el fenómeno en toda su profundidad y complejidad. Si bien los
del mundo y del mundo social, la cual se relaciona con los significados estudios sobre la masculinidad empiezan a articular las relaciones entre
sociales imaginarios institucionalizados por esta misma sociedad. La reali los significados que estructuran las representaciones de lo masculino en
dad de una sociedad dada se constituye por medio de la sinergia entre lo el imaginario social, los estudios de género, desarrollados desde el punto
que tiene valor y lo que no tiene, entre lo que es posible y lo que no lo es,
incluyendo lo falso y lo ficticio.
En una imagen digna de la separación del feminismo del magma de significados del
5
existir (Castoriadis, 1998: 371). Así, la división sexual del trabajo es una nes con las situaciones de clase, etnia y raza son fundamentales para enfocar la comple
jidad de lo s i maginari os vincul ados con la masculinidad. donde se enfrentan distintos
institución de segundo orden, relacionada con el imaginario patriarcal, sin
patrones de dominación social y se encuentran los miedos de los unos a la violencia de
la cual no habría patriarcado. El funcionamiento y la continuidad de la otros ( H o ch , 197 9:
los otros 9: Connell,
Connell, 1 9 9 7 ) . . Asimismo, estudios de campo han demostrado
sociedad como sociedad instituida están asegurados por estas i n s t i t u c i o que ciertas ideas y prácticas relacionadas con los roles masculinos pueden estar más
y significaciones
nes de segundo orden, las cuales generan instituciones y asociadas con ciertas clases que con otras Í G u t man n , 1997 , , 1998).
de vista
de vista feminista, han construido un cuerpo de
de ce lucimientos
lucimientos de gran una
una de las consignas básxas en la construcción social del varón. Esto
utilidad para la comprensión del orden masculino-femenino vigente. trae como consecuencia la atribución de importancia a todas las activida
masculino. El
des humanas que pertenecen simbólicamente al orden masculino. El co
rolario de esta consigna es que todo lo que pertenece al orden simbólico
LA DIVISIÓN SEXUAL DEL TRABAJO de lo femenino no es importante y pone en peligro la construcción de la
masculinidad.
De las instituciones de segundo orden relacionadas con el imaginario pa Así, por la separación de lo masculino (importante) y de lo femenino
triarcal, ¿cuál elegir para elaborar una estrategia de transformación de sus (no importante) en la sociedad que los rodea, los niños varones deben
imágenes constitutivas en representaciones más equitativas de las relacio constantemente comprobar su independencia, suprimir las emociones y
nes entre lo femenino y lo masculino? La división sexual del trabajo apare los comportamientos
conducta masculina. Enfemeninos
todas lasaprendidos
sociedadesdedel
su mundo,
madre y este
demostrar
procesounase
ce como la más adecuada, es quizá la institución imaginaria cuya lógica se
ha estructurado de manera más pareja en el transcurso de la mayoría de formaliza a través de distintos tipos de iniciación y rituales de transición a
los procesos sociohistóricos de los grupos humanos. Además, se relaciona un mundo desconocido, los cuales incluyen el enfrentamiento
enfrentamiento del dolor y
estrechamente con los significados de otras instituciones de segundo or la demostración de fuerza ñ'sica. El niño de mamá debe morir para trans
den del mism o imaginario, como la p aternidad y la violencia contra la mujer. formarse en un hombre. El ejemplo más cercano en nuestras sociedades
En su más reciente trabajo sobre la disolución de la jerarquía entre lo es el servicio militar obligatorio, que en la mayoría de los países está reser
masculino y lo femenino, Françoise Héritier (2002) recuerda que la cate- vado a los hombres en lugar de abrirse a las mujeres y transformarse en un
de la
gorización binaria se remonta a los orígenes de la humanidad, cuando el servicio más amplio, donde los dos sexos puedan colaborar en las tareas de
sus sentidos para
ser humano no tenía otro instrumento que sus sentidos para dar significa defensa y de servicio comunitario.
ción al mundo, al cual empezó a clasificar con base en las distinciones Sin entrar de lleno en el tema de las políticas públicas, cabe destacar
observadas tanto a nivel cósmico como biológico: d í a / n o c h e , f e m e n i n o / proceso de
que este brutal proceso de formación de la identidad masculina se suavi
masculino, frío/caliente, entre otros. Luego, los nombres descubrieron zaría
zaría si los hombres participaran más en la educación de sus hijas e hijos.
que sin relaciones sexuales las mujeres no podían engendrar, mientras S u presencia en la la forma ci ón
ón psicológica inicial de los niños evitaría
ellos no podían reproducirse sin ellas. La necesidad de crear una descen que crecieran en "un mundo de mujeres", aislado, poco importante, y no
dencia, de hijos que fueran idénticos a ellos, les llevo a considerar a las necesitarían separarse y rechazarlo de manera tan violenta para volverse
mujeres como un recurso propio, necesario para reproducirse. Esta apro plenamente hombres. Éste es solamente un aspecto del tema de las res
piación de las mujeres y los sistemas familiares que se constituyeron, tu
piación ponsabilidades familiares, el cual se ha convertido en el centro de las
vieron a su vez, como consecuencia, su inhibición como sujetos, historia demandas de autonomía personal y de participación social de las mujeres,
conocida. ¿Qué pasó en el imaginario masculino después de que nacen y de su reflexión acerca de los procesos de construcción de la identidad
estos hijos varones "idénticos" a los demás hombres? masculina.
Nancy Chodorovv ha demostrado que el proceso de transformación de
Nancy Chodorovv Enfrentar la dinámica cultural que sostiene la división
división sexual implica
los niños varones en "hombres" implica la separación de sus madres y la el análisis de los valores culturales atribuidos a las mujeres y a los hombres
negación de su dependencia de ellas, lo cual lleva al rechazo a las mujeres en las sociedades, más que el estudio de los papeles específicos que des
y a la supresión de sus propias emociones "femeninas". Este proceso de empeñan, pues el estatus social de ambos géneros no es producto de sus
separación es en general doloroso y violento. Así io io muestran también las prácticas, sino del significado y valor que éstas adquieren a través de la
burlas entre niños varones y el miedo a ser acusado de "maricones", que 1993). O sea, más que los
interacción social, política y cultural (Rico, 1993).
sirven para instaurar jerarquías de poder en los patios de los colegios. contenidos intrínsecos de la división sexual de los roles, es su valoración la
A s i m i s m o , , Marqués y Osborne
Osborne ( 1 9 9 1 ) destacan c' ser importante como
T que se integra al proceso de identidad de las personas, en términos de los
han sido-
significados que han sido- aceptados como propios en su esfera subjetiva.
Si consideramos que la atribución de la esfera doméstica a las mujeres
7
Citado en Godoy (1995). es la principal expresión cíe la división sexual del trabajo (la que norma no
sólo
sólo la organización de nuestras vidas diarias, sino la red de significaciones • Perce pciones masculi nas nas v femeninas de género en en tomo
tomo al trabajo:
del imaginario de la mayoría de los grupos humanos), encontramos que "si una mujer no necesita dinero, ¿es correcto o no no que
que trabaje?" (Res
esta modalidad de organización es el principal obstáculo para que las mu pondieron "no" 43.6 por ciento de los hombres y 33.8 de las mujeres).
la teoría
je res se co ns tit uya n co mo suj eto s au tó nom os . Re cor de mos qu e la • Percepcion es masculi nas y femeninas de género en torno al traba
define a l sujeto como la capacidad de una persona para
de la modernidad define a jo : "si la muj er gan a má s din ero , ¿le pi erd e el res pet o a l hom bre ?"
identificar su libertad y su capacidad de reflexionar sobre sí misma y de (39.4 por ciento de los hombres y 30.9 de las mujeres respondieron
controlar su vida y sus acciones. Basta mirar las más recientes estadísticas que sí).
sociales para entender que estos atributos no están al alcance de la mayo • Percepcion es mascul inas inas v femeninas de género en torno al traba
ría de mujeres, quienes no tienen elección ni posibilidad de compartir las jo: "se gún ust ed, ¿el hom br e deb e gan ar más din ero , men os din ero
responsabilidades
del deldecuidado
padre por o falta de su que
apoyo social familia, ya sea por
le permitiera falta de alvoluntad
integrarse merca o igual que la mujer?" (38.0 por ciento de los hombres y 37.8 de las
mujeres respondieron que debía ganar "más", contra 36.6 y 44.4
do de trabajo, participar en el desarrollo de la sociedad y contribuir tanto por ciento, respe ctivament e que declararon que debía ganar "igual").
"igual").
como person?..
al bienestar de su familia como a su propio desarrollo como • Percepcione s masculin as y femeninas de género en tomo al traba
En México, por ejemplo, los datos de la Encuesta de Hogar 1998 jo: "¿es tarí a dis pu es to a ace pta r que en una pare ja el ho mbr e se
en 1998
muestran que en 1998 solamente 43 por ciento de las mujeres de las zonas dedique al cuidado de la casa y la mujer a trabajar?" (24.7 por cien
actividad e c o n ó m i c a . . Ésta es una de las tasas
urbanas participaba en la actividad to de los hombres y 32.3 de las mujeres dividieron sus respuestas
más baja de la región, con la marcada excepción de las mujeres con 13 entre "sí estaría dispuesto" y "sí, en parte").
años (o más) de instrucción (63 por ciento). Mientras, 65 por ciento de las
mujeres "inactivas", de 20 a 24 años de edad, afirmaba no buscar trabaje Está de más insistir en que la división sexual del trabajo se mantiene
por tener que dedicarse al trabajo doméstico. El ingreso medio laboral dei gracias a un sistema de dominación, anclado anclado t a n t e e n
n nuestros modos
mismo grupo de mujeres representaba 57 por ciento del de los hombres, de vida, como en las representaciones del imaginario social. Ahora, si se
aumentando la disparidad con los años de instrucción (47 por Ciento para piensa que la violencia es la expresión más esencial de dominación, los
las mujeres de 13 años y más) (CEPAL, 2002). El año siguiente, el análisis hombres identificados con los tradicionales estereotipos de superioridad
de los datos recogidos por el Observatorio de la Condición de la Mujer de de lo masculino pueden llegar a usar la violencia física para mantener su
México, relativos a las maneras en que el género incide en el mundo del poder en sus hogares y sobre sus mujeres. Esta Esta una de las principales
trabajo, a través de la medición de las creencias y valores compartidos, observaciones de los nuevos colectivos de hombres contra la violencia de
demostraba que el sistema de género contaba c on "el respaldo de la mayo género (CANTERA, 1 9 9 8 ; ; Z i n g o n i , , 1 9 9 8 ; ; Ayuntamiento de Jerez,
Jerez, 1 9 9 9 ;
ría de la población mexicana residente en localidades urbanas, reconoci Bonino, 1999). Para dar visibilidad al amplio abanico de prácticas cotidia
ble en el enorme grado de consenso entre hombres y mujeres en los pun nas entre los hombres, para dominar a las mujeres, sin necesariamente
tos nodales de este sistema", con posiciones de disenso o inconformidad, recurrir a actos abiertamente violentos, un un psicoterapeuta
psicoterapeuta español, Luis
sobre todo en los jóvenes (18
(18 a 24 años) y en las personas de mayor esco Bonino, director del Centro de la Condición Masculina en Madrid, ha
laridad (con avances diferenciados en las categorías "primaria y más" y
ideado el concepto de microinachismos, inspirándose en el concepto de
más": Inmujer/ U N I F E M , 2002). Las respuestas para los pun
"secundaria y más":
microuoder de Michel Foucault. Con base en su experiencia de trabajo
tos considerados como "nodales" eran los los s i g u i e n t e s :
8
con hombres violentos, él considera que los actos d actos d emicroviolencia son la
manifestación más frecuente de violencia contra las mujeres, no menos
• Población
Población que está de acuerdo con que e l hombre debe ser el único importante ni menos dañina por no causar lesiones o incapacidades evi
responsable de mantener el hogar, según diversas características dentes. Incluye en esta categoría actitudes tan diversas como estrategias
los h o m b r e s , , 22.9 de las mujeres).
por sexo (41.7 por ciento de los para no participar en las tareas domésticas y tomar ventaja de la capacidad
de las mujeres para cuidar, así como el p a t e r n a l i s m o , el
, el control del dinero,
las mentiras, el silencio, el uso arrogante de la lógica "masculina" y la
J den
En cuanto al proceso de integración de los varones en nuevas moda El concepto de imaginario social elaborado por Castoriadis conlleva
lidades de organización familiar, la revisión de varios estudios sobre su una interesante lectura de la evolución de los comportamientos de género
participación en las tareas domésticas y cuidado de los niños, destaca la a través de las imágenes de género, tanto tradicionales como emergentes.
resistencia de los hombres a participar principalmente en éstas, mientras Explica que la preexistencia del imaginario es una condición inicial para
que parece ampliarse el concepto de paternidad y los hombres tienden a que pueda haber pensamiento, porque el acto de pensar es imposible sin
darle un lugar más importante en su vida (Szinovacz.,1984; Bruschini, 1990; figuras, esquemas e imágenes, lo cual indica que el imaginario social radi
Gysling y Benavente, 1996; Page, 3996; Alméras, 1997). Otros estudios ca en el lenguaje y en las representaciones sociales. Sin embargo, la fun
llevados a cabo en Estados Unidos demuestran que en la adaptación a los ción del lagos nos permite entender sólo parcialmente cómo opera el ima
nuevos roles familiares, los hombres que apoyan la integración laboral de ginario social, porque éste debe también congregarse, estructurarse y
su esposa
que mejor yviven
aumentan su colaboración
el cambio; en los
mientras que las hombres
labores domésticas son me
que participan los construirse como sociedad, de la manera más apropiada a cada grupo so
cial: este hacer social cumple la función de techné de la imaginación. La
nos en las tareas del hogar y mantienen su apego a actitudes más tradicio interconexión entre el logos y la techné es esencial para entender el imagi
nales están más expuestos a experimentar depresión; asimismo, a causa de nario, porque se refieren el uno a la otra y se implican mutuamente en un
la incorporación al mercado laboral de las mujeres experimentan proble constante movimiento circular (Castoriadis, 1 9 9 8 : 260).
mas con su autoestima (Stein, 1984; Hoch'schild y Machung, 1990). En este marco, el discurso emergente {logos) de las masculinidades
Según una investigación llevada a cabo en Santiago de Chile en 1997, alternativas, que repudia los estereotipos de género tradicionales funda
sobre la base de 20 entrevistas en profundidad, las variables que presen dos sobre la dominación masculina, se completa en el imaginario por la
tan un claro vínculo con el desarrollo de actitudes equitativas por parte de acumulación de prácticas sociales equitativas y por la generación de un
los hombres son la edad — t en er menos de 45 a ñ o s — , , ingresos mayores o nuevo saber hacer doméstico (techné) en la vida individual de un cierto
iguales a los de la mujer, y la adquisición de conocimientos acerca del grupo de varones. Es la interacción entre el logos emergente y la techné en
en
quehacer doméstico en el periodo anterior al inicio de la convivencia en construcción que afectará en algún momento el núcleo de significaciones
pareja. Se entiende el impacto de la edad sobre el proceso de transición del patriarcado, dando lugar a la reorganización y la alteración de los signi
masculina como la expresión de una adecuación a los cambios culturales ficados anteriores e impulsando la constitución de otros nuevos. Según
colectivos, generado en gran parte, como lo hemos visto, gracias a la evolu Castoriadis, este proceso puede provocar efectos colaterales a través de la
ción de las mujeres y a la adaptación de su comportamiento (si no de sus totalidad de las significaciones sociales del sistema involucrado (1998: 363).
valores) a las prácticas sociales aceptadas por sus pares. La pregunta, entonces, es ¿cómo alentar el potencial de los hombres
Además, cobra importancia la acumulación de prácticas equitativas para el cambio? Las prácticas equitativas de los individuos están estrecha
en la historia de los hombres, ya sea por las condiciones de la organización mente relacionadas con sus experiencias personales, lo cual hace difícil
familiar en la familia de origen o por la convivencia que les ha permitido reproducirlas a voluntad. Si la creación de nuevas formas, a partir de la
adquirir un saber hacer suficiente para desarrollarse con autonomía en el imaginación de sujetos individuales, es esencial para iniciar el cambio,
ámbito reproductivo, y con dignidad frente a la mirada femenina (no hay sólo se puede hablar de contribución al imaginario social cuando los con
que olvidar que en las relaciones de poder que establece la jerarquía de tenidos del nuevo discurso se han integrado al discurso social por medio
género, muchas mujeres se resisten a la entrada de los hombres en el de la modificación de una institución o de la creación de una nueva. Por
mundo reproductivo, su único espacio de dominio reconocido socialmen- esta razón es necesario pensar en legislaciones y políticas públicas que
te). Un indicador del papel que juega la formación de conocimientos que fortalezcan el discurso social sobre la equidad de género y desarrollen
alienta el desarrollo del hacer masculino, se obtiene del comentario de un mecanismos de obstrucción y desconstrucción de las instituciones de se-
participante en la investigación. Cuando se le preguntó si quisiera tener
otro hijo a pesar de que su esposa trabajaba en r umo de noche, y que le
había sido difícil aprender a cuidar de su hija, contestó: "Sí... yo creo que
9
Castoriadis habla más bien de las instituciones del legein y del leukh ein, pero he tratado
igual... Sí, porque siendo un hijo, igual haría lo mismo. Ya aprendí, ya lo sé
aquí de usar los conceptos para insistir en su ' u n ció n , que es !a que nos interesa en el
y yo creo que no me costaría tanto".
contexto de este trabajo.
364 D E BA T E
ES
S SOBRE M A S C U L M D A D E S P O L Í T I C A S P Ú B L I C A S P A RA I M P U L S A R R E P R E S E N T A CI O N E S E Q U I T A T I V A S 365
44), del cual se benefician todos los hombres, aun cuando lo denuncien. Es importante destacar también que las categorizaciones que se ha
Por lo mismo, afirma que "es más probable que la reconstrucción demo cen aquí tienen un propósito estrictamente conceptual, y que en la prácti
crática del orden de género/divida a los hombres en lugar de unirlos" ca cada una de las políticas sugeridas afectan al conjunto de la red de
(1998: 87 ). A pesar de ello, reconoce que es posible introducir con éxito significaciones del imaginario.
reformas en las prácticas ee género de los hombres.
Políticas p a r a m o d i f í c a r el
el significado de las cosas
POLÍTIC AS PÚB LIC AS E IMAGIN AR IO SOC IAL En esta primera forma de interacción con el imaginario, las políticas'apun-
tan a modificar los contenidos del logos, de manera que permitan apoyar la
Se requiere, entonces, e l a b o r a r políticas públicas que impulsen represen disolución de la jerarquía entre lo masculino y lo femenino en medio del
taciones equitativas de io masculino en el imaginario social, con vistas a magma de los significados imaginarios, cuya raíz se encuentra en el len
desbaratar un modelo •• . mónieo que, aunque no todos los varones se guaje y en las representaciones sociales.
apeguen a él, sigue siendo la fuente de la red de significaciones que Frente al papel preponderante que se da a los medios de comunica
alimenta a las identidades de los hombres. En las palabras de Joseph- ción en este primer conjunto de propuestas, quisiera recordar que éstos
Vincent Marqués, se trata de "facilitar la desidentificación de género y de participan en la modificación tanto del yo como del espacio público. En la
combatir, no de corregir, ia atribución de determinados cometidos a hom transformación del ámbito público cumplen una función mediatizadora
bres o a mujeres" (1998: 70). Preguntándose acerca de posibles acciones de la política, ya que no influyen necesariamente sobre qué pensar, pero sí
para alentar cambios en las identidades de género, Matthew Gutmann en las preocupaciones públicas (Habermas, 1987) y, por ende, en las redes
rememora que el análisis de Bourdieu del capital simbólico constituye un de significaciones.
punto clave de referencia en relación con la hegemonía, el dominio y las
restricciones que las élites ejercen sobre la sociedad"; nota, sin embargo, • Ide ntidad masculina
que el sociólogo francés excluía la acción consciente que viene de abajo Apoyar en los colegios la formación de grupos de discusión con adoles
(Gut mann, 1997: 163). La idea aquí es más bien apoyar los procesos de centes, que les ofrezca la oportunidad de pensar críticamente y com
actualización del imaginario que provengan tanto "desde arriba" (las políti partir sus ideas sobre los temas de género e identidad masculina hege-
cas públicas) como "desde abajo" (las iniciativas de los individuos y colec
tivos de hombres).
Recordando que el imaginario social es el resultado de una incesante
10
Además de la bibliografía citada y del propio proceso de reflexión de la autora, se quiere
destacar en los aportes considerados para la formulación de fas siguientes propues
creación sociohistórica , -síquica de figuras, formas e imágenes, quisiera
tas, los debates y las conclusiones de las mesas de trabajo de k Conferencia Regional
ahora retomar las premisas básicas del interaccionismo simbólico, como "Varones adolescentes: construcción de identidades de género en América Latina.
guía para pensar en un marco de políticas públicas efectivas para transfor Subjetividades, prácticas, derechos y contextos socioculturafes", Santiago de Chile,
mar el orden de género \ Je los significados de lo masculino: 1) los seres FLACSO, 6 al 8 de noviembre de 2002.
366 DEBATES SOBRE MASCU LIN IDADES POLÍTICAS PÚBLICA S PARA IMPULS AR REPRES EN TACION ES EQUITATIVAS 367
impacto
de positivo
los hombres
hombres p sobre
a r t i c i plas
a n t eimágenes
s , , lo cualque se formarán
redundará en el imaginario
en beneficios sobre la se sugiere que los participantes en los talleres se dividan por sexo, para
favorecer la expresión y la reflexión.
salud sexual y reproductiva de ambos sexos. Desarrollar campañas de sensibilización sobre violencia doméstica,
Desarrollar actividades en los servicios de salud para ayudar a los dirigida a hombres y a mujeres por separado, de manera que se pueda
a percatarse
hombres a percatarse de la manera en que su identidad masculina, y su especificar la diferente cada u n o .
diferente significación que tiene la violencia para cada
percepción en torno a ésta influyen en la conducta relacionada con la
sexualidad, la violencia, la prevención de las ITS y la paternidad. P o lí ti ca s or ie n ta da s ha ci a interacc iones sociales má s equitativas
Paternidad Este conjunto de políticas apunta principalmente a la función de techné
Organizar campañas en los medios de comunicación para construir en del imaginario, que es la dimensión instrumental de las significaciones
los hombres el deseo de ser padres, en lugar de que la paternidad
paternidad sea imaginarias de una sociedad (Castoriadis, 1998: 361). Se trata de generar
vivida como una respuesta a un hecho de la naturaleza, ajeno a ellos. Es interacciones sociales más equitativas, las que, a su vez, influirán en las
importante que la paternidad se viva como una decisión propia, como luego al
significaciones que se integrarán luego al imaginario, antes de materiali
un acto de libertad, de igual modo que la contracepción lo
lo es para la en e l hacer social.
zarse nuevamente en e
Se requiere, en primer lugar, completar la revisión y renovación de la
legislación, integrando el concepto de equidad de género en los distintos
Según comentario de Robert W Connell
Connell en la misma conferencia.
la misma cuerpos de leyes nacionales. La igualdad de oportunidades para las m u j e -
res es la base del proceso de cambio, y cada avance en el ámbito legal es una Organizar debates a nivel local sobre la cultura laboral vigente y la
contribución al fomento de relaciones sociales equitativas, esenciales para escasa importancia que se da al cuidado de los hijos, en relación con
la emergencia de significados más equitativos en el imaginario. Se reco la valorización social del papel masculino de proveedor.
mienda plantear acciones más específicas en el ámbito local, para llegar a Propiciar en la sociedad la discusión ética sobre paternidad, e in
la comunidad a través de los programas de las municipalidades, los con cluir la apertura del debate sobre la conciliación de los derechos de los
sultorios de salud y las escuelas primarias y secundarias. hombres y de las mujeres a elegir si desean ser padres y madres.
significa atender a las mujeres con baja escolaridad de los estratos infe
su identidad
anula en su identidad de género la idea de ser sólo un medio para la
riores.
riores. Asegurar expectativas de ingresos que superan el costo de opor
reproducción de la especie. tunidad asociado a "dejar la casa sola" y enfrentar la carencia de recur
, Capacitar profesionales varones para que traten con los hombres
sos para que las mujeres trabajen y simultáneamente atiendan las
que se presentan a los servicios de salud el tema del deseo sexual, del
necesidades de su hogar.
contagio del VIH y de las otras ITS, y les hagan tomar conciencia de las
Organizar foros y debates públicos abiertos a la participación de
relaciones de poder que están en juego.
todos, sobre la repartición de los papeles entre hombres y mujeres en el
• Paternidad ámbito público y privado.
Ampliar el número de países que ofrecen una licencia paterna posparto
y licencias médicas para que los padres cuiden de los niños enfermos, • Relaciones íntimas en tre hombres y mujeres y violencia de género
así como desarrollar campañas públicas que inciten a su uso. Completar el cuerpo de leyes ya existente, para adoptar las medidas
requeridas por los instrumentos internacionales con la finalidad de eli
minar todas las formas de explotación, abuso, acoso y violencia contra
12
Agradezco las reflexiones compartidas por Flavia
Flavia Marco de la Unidad Mujer y Desarro mujeres, las
las mujeres, las adolescentes y las niñas.
llo de la C E P A L .
Organizar en los colegios un segundo ciclo de talleres dirigidos a
13
Así, por ejemplo, a pesar de la importante baja en la fecundidad, muchos países aún
muestran una tasa de fecundidad no deseada que oscila entre 20 y 50 por ciento. Vale
las y los adolescentes, para que intercambien reflexiones acerca de las
fecundidad no deseada
subrayar que la tasa de fecundidad no deseada puede ser vista como indicador sintético relaciones de poder que establecen en su vida íntima y busquen en
de la falta de autonomía de las mujeres para decidir libremente de su cuerpo y de su vida. conjunto alternativas má s democráticas.
370 DE BA TE S SOBRE MASCUUNIDADE POLÍTICAS PÚBLIC AS PARA IMPUL SAR REPRESE N TACION E S EQUITATIVAS 371
Formar profesores pa t a qu e interactúen en la escuela con los jóve IÎAKER, Gary. 2002. "La formación de niños no violentos y con equidad de género:
nes de ambos sexos, para fomentar conductas de respeto mutuo entre reflexiones de la investigación y desarrollo de programas en Río de Janeiro,
hombres y mujeres. Brasil", ponencia presentada en la Conferencia Regional Varones adolescen
tes: construcción de identidades de género en América Latina. Subjetividades,
P o lí ti ca s p ar a al im en ta r los procesos de interpretación prácticas, derechosy contextos socioculturales. Santiago de Chile, FLACSO-Chile,
6-8 de noviembre de 2002.
BONINO, Luis. 1999. "Violencia de género y prevención: el problema de la violencia
Este tercer ámbito de interacción con el imaginario social implica la rela
masculina", en Actuaciones contra la violencia de género. Madrid, UNAF. Dis
logos y la techné, ya que se busca mirar reflexivamen
ción circular entre el logos y
ponible en <http://www.nodo50.org/mujeresred/violencia-lbonino.html >.
te al uno y a la otra a la luz de sus mutuas significaciones. Se necesita, para _ .1996. "Micromachismos, la violencia invisible en la pareja". Madrid,
.1996.
ello, en cada área estratégica identificada, la creación de espacios de re Excmo. Ayuntamiento de Jerez. Disponible en http://www.hombresigualdad.com/
flexión e investigación que faciliten posteriormente la producción de ma micromachismos.htm
terial educativo, así c om o su divulgación entre un público amplio. El liLUMER, Herbert. 1969. Symbolic Interactionism, Perspective and Method.
Method. Ber-
material producido podría l ue go servir en los grupos de expresiór/y dis kely, University of California Press.
cusión propuestos a nt e ri orm e nt e . La definición de los temas en cada BRUSCHINI, Cristina. 1990. Mulher, Casa e Familia: Cotidiano ñas c arnadas medias
área es ya en sí un principio de interpretación, razón por la cual no se paulistanas. Sao Paulo, Fundación Carlos Chagas.
definen aquí. En términos d e políticas públicas, se solicita al Estado que CASTORIADIS, Cornélius. 1998 [ 1975].
[ 1975]. The imaginary Institution of Society. Cam
otorgue suficiente importancia a este proceso, para facilitar fondos y becas bridge, The MIT Press.
destinados a la investigación, de la cual se encargarían la academia y las CENTRO DE EDUCACIÓN Y COMUNICACIÓN POPULAR. 1 9 9 8 . El significado de ser
hombre: propuesta metodológica para el trabajo de género con y entre hombres.
organizaciones de la sociedad civil. También se le solicitaría financiar en
cuestas de mayor envergadura, por ejemplo, sobre el uso del tiempo, que Managua, CANTERA.
CERVANTES ISLAS, Francisco. 2002. "El embarazo pone a prueba los hombres",
son determinantes para obtener mayor información acerca de la evolución
Parte I y Parte II. Asociación de Hombres para la Igualdad de Género (Ahige),
de las funciones de los hombres y de las mujeres en los ámbitos público y
<http://www
http://www.ahige.org/text
.ahige.org/texto_arti.php?
o_arti.php?wcodigo=50020
wcodigo=50020 y 50O21>.
privado. CEPAL.2002. Estadísticas de género: Indicadores regionales: Trabajo e ingresos. Unidad
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s EQUITATIVAS
373
P O L Í TI
TI C A
AS
S PÚBLIC
CA
AS PARAIMPULSAR REPRESENTAC IONES
AR
372 D E B A T ES S O B R E MASCULIN™,
i "
V f
CIUDADANÍA Y MASCULINIDAD
¡n memoriam,
Daniel Nugent, mi profesor.
INTRODUCCIÓN
El presente ensayo es una reflexión exploratoria en torno a la pregunta
¿cómo puede contribuir el interés por el análisis de las masculinidades a
una comprensión histórica y antropológica de la cultura política en Méxi
co?
bles, En tanto temáticas
sugerir que reflexión exploratoria,
y cuestiones mea interesa
relativas plantear
un fenómeno muyrutas posia
amplio,
partir de los estudios ya existentes sobre los varones, desde una perspecti
va de género y de una particular teorización sobre el poder, la cultura y la
política.
tampocoteórica
puesta creo que sea la Búnica
de Pierre o u r d iposible. Por el que
e u , considero contrario, siguiendo
cualquier la pro
definición de
"cultura política" pasa a formar parte de las luchas por la representación
legítima del mundo social, una de las dimensiones de la lucha política. Así,
paradójicamente, nuestra concepción de la cultura poh'tica en el campo de
la investigación social participa, al mismo tiempo, de las políticas de sen
tido que constituyen el sentido de la política (Bourdieu, 1990 y 1 9 9 8 ) .
Por cultura política entiendo el conjunto de prácticas sociales y signi
ficados a través de los cuales la gente, o mejor dicho, los sujetos, los grupos
y clases sociales, se relacionan, producen y dan significado a los procesos de
formación del Estado (Carrigan y Sayer, 1993; Joseph y Nugent, 1994); un
proceso a través
Estado-idea (para del cual aquí
retomar los rituales y rutinas de
las aportaciones della Estado-sistema y del
sociología británica
[377]
378 DEBATES S O B R E M A S C U L I N I D A D E S
379
del
del Estado [Abrams,
[Abrams, 1988])
1988]) toman parte en la organización de la domina coherencia, legitimidad y moralidad a las acciones del Estado-sistema, esto
ción social (y, por ello, en la organización misma de la sociedad). La domi es, los discursos nacionalistas, regionalistas y y m o d e r n i z a d o r e s , , han sido
nación social, por su parte, tiene al mismo tiempo dos caras: las tecnolo articulados con tropos de de géne ro
ro (Alonso,
(Alonso, 1 9 8 8 , , 1994; Núñez, 1995;
gías de la coerción y las tecnologías del consenso
de la consenso ( G r a m s c i , 1 9 9 2 ) ; ; ambas O'Malley, 1986).
involucran un proceso complejo de subjetividad-sujeción como lo llama Los procesos de formación del Estado en México se remontan a la
Michel
Michel Foucault (Foucault, 1982; Alonso, 1994, 1988). Estam os frente a conquista española y a la colonialización. Sabemos que los sujetos que
una compleja tecnología de dominación que tiene como elemento central estuvieron involucrados en estos procesos tenían yos masculinos", esto
el proceso de construcción de las subjetividades y, por ese conducto, de la es, subjetividades creadas en un particular orden de género, que incluía,
sujeción. El concepto de "sujeto" resumiría ese proceso de subjetivación como elementos centrales de la concepción dominante de la hombría, cier
y sujeción antes mencionado. tos valores y capacidades diferenciadas y diferenciadoras: búsqueda de
En nuestra definición de "cultura política" hacemos uso de varios con honor, riqueza, estatus, capacidad para ejercer violencia, para dominar,
ceptos: Estado-sistema, Estado-idea, dominación, rituales y rutinas, coer violar, matar (valores que no se entendían como "femeninos", es decir, que
ción, consenso, subjetividad-sujeción. Teniendo en cuenta lo anterior, re no formaban parte del dominio simbólico de lo femenino). Aunque la di
planteamos la pregunta que motiva este escrito: ¿cómo pueden contribuir mensión masculina ha sido un un tanto
tanto desdibujada por las explicaciones
los estudios de las masculinidades a una historia y antropología de las históricas y universalizadoras, el estudioso Robert Connell apunta que un
prácticas a través de las cuales los grupos y clases sociales han participado análisis de género evidenciaría cómo un cierto tipo de masculinidad estu
en el proceso de formación del Estado? La pregunta nos señala un campo vo implicado en los procesos de conquista y colonización, y cómo aun los
muy complejo y amplio de investigación, de manera que aquí sólo intento escritos de Bartolomé de Las Casas pueden ser leídos como una crítica
sugerir algunos temas, preocupaciones y derroteros. contra un tipo de masculinidad: una "masculinidad imperialista o colonia
Empecemos por analizar algunos apartados del concepto de cultura (Connell, 1 9 9 5 :: 187). Si bien es verdad que los y las intelectuales
lista" (Connell,
política propuesto a la luz de los estudios de las masculinidades. chicanos y mexicanos contemporáneos han escrito acerca del carácter
chicanos
"sexual" de la conquista, lo han hecho más bien en términos ensayísticos y
a partir de nociones arquetípicas que, supuestamente, dominan las "diná
LA PRODUCCIÓN DE LA FORMACIÓN DEL ESTADO micas psíquicas, espirituales o culturales" de los mexicanos (Paz, 1 9 7 2 ;
Ramos, 1 938; Alarcón, 1 9 8 1 ; Soto, 1986), y no a través de una investiga
Y LAS MASCULINIDADES ción historiográfica
ción historiográfica que recupere la perspectiva de género, particularmen
te el tema de las masculinidades.
Una primera forma de abordar el tema es reflexionando, ¿en qué sentido
los estudios de las masculinidades pueden auxiliar a la antropología y a la El trabajo de Ana Alonso (1995) va en esta última dirección, en la
historia a dilucidar la manera en que los grupos y las clases participan en medida en que explora cómo el cómo el Estado colonial mantuvo, y trató de expan
los procesos de formación del Estado en México? Éste es un proceso que dir, su espacio de gobierno mediante la promoción de cierto tipo de mas
implica, según los estudiosos, la construcción del Estado-sistema y del sus s u b d i t o s , , a través de sus rituales y sus rutinas. Este tipo
culinidad en sus
Estado-idea. Esto es, las instituciones del Estado y los discursos que le dan de masculinidad se encontraba presente en las ideologías sobre el honor de
coherencia, moralidad y legitimidad a sus acciones: fundamentalmente género, étnico y comunitario. El Estado movilizó a la gente para luchar
nacionalistas, regionalistas, pero
los discursos nacionalistas, regionalistas, pero también los discursos de pro contra sus enemigos (los indios "bárbaros"), protegió y expandió su or
(Abrams, 1 9 8 8 ; ; Núñez, 1995). Me parece que el
greso y modernización (Abrams, den colonial regulando ideologías de honor de clase, étnicas y de género, y
interés por el estudio de las masculinidades puede enriquecer nuestro regulando también el acceso a ellas. El análisis de la masculinidad que
entendimiento de estos procesos al mostrar su carácter de género, mascu hace Alonso enriquece nuestro entendimiento histórico y antropológico
dimensiones: 1) los
lino, en sus diversas dimensiones: 1) los involucrados en estos procesos de de la "cultura política" en México, en tanto que permite una mejor com
producción de la formación del Estado fueron "hombres"; 2) las ideologías de la
prensión de la manera en que el proceso de formación del Estado colonial
masculinas fueron fundamentales para los procesos de invención, crea se sostuvo a un nivel muy personal, muy íntimo. Me refiero a a la
la forma
ción y expansión de las instituciones del Estado; 3) los discursos que dan como la gente negocia su sentido de dignidad, de coherencia, de valía. Los
380 DEBATES E M A S C U I N I D A D I
S O B R E
osESTU DIOS S M A S C U L I N I D A D E S
D E L A S S Y LA CULTURA POLÍTIC A E N M É X I C O 381
382 D F B A T E S S O B R E MASCULINIDADES
oE
L STUDIOS DE L A S M A S C U L I N I D A D E S Y LA C U L T U R A P O L Í T I C A E N M É X I C O 383
sión
sión masculina una característica que incrementa su poder simbólico: la una relación a través de la cual los sujetos son construidos
construidos e interpelados
inteligencia. Durante mi trabajo como educador sexual y consejero de los a un nivel íntimo, al nivel de sus subjetividades, una dimensión de la vida
adolescentes, en 1990, realicé un sondeo que mostró que entre los adoles donde toman residencia las definiciones de género, incluidas las defini
centes pobres urbanos, el "policía judicial" y el "traficante de drogas" eran ciones de la hombría o la masculinidad adecuada. Sin Sin embargo,
embargo, es impor
las
las figuras más populares para los jóvenes, al grado de que encarnaban sus tante no olvidar que los sujetos también disputan, se acomodan, retan e
ideales ocupacionales
ideales ocupacionales futuros. Los judiciales y los narcotraficantes repre inciden en los proces os de formación del Es tado, y esto es parte de la
sentan, para estos jóvenes y para amplios sectores de la población, valores transformación misma de la "cultura política". El interés por los estudios
de fuerza, potencia sexual, agresión, capacidad para matar, fuerza emocio nuestro conscimiento histórico y
de las masculinidades puede enriquecer nuestro conscimiento
antropológico de estas relaciones en la medida en en que nos nos puede mostrar
nal y otros
conocer, rasgos
durante mi considerados "masculinos".
trabajo de campo en la sierraAsimismo,
de Sonora,fue donde interesante
realicé por qué los sujetos resisten, cómo perciben la la dominación
dominación social, cómo es
un estudio sobre los procesos de construcción de las subjetividades e iden que los rituales y las rutinas son asumidos como como agresiones
agresiones en un nivel
tidades masculinas, la dimensión de género de de las
las experiencias agonísti rechazadas también
"personal" y, por lo tanto, son resistidas, rechazadas también a este mismo
cas de encuentro entre los varones de la comunidad y las políticas del nivel. Alonso (1995) demuestra que detrás de la/decisión de los hombres
Estado. Esto, en relación con el tráfico
tráfico de drogas, a través de la presencia Nami qui pa s s para tomar parte en la revolución, había una serie de conside
de agentes militares y de policías judiciales. En este sentido, podemos raciones políticas, económicas y sociales del régimen porfirista, porfirista, que eran
decir que, si las instituciones militares o policiacas, como como p a r t e ' de los "obstáculos" para la reproducción honorable de su sentido de "hombría":
aparatos a través de los cuales el Estado participa de l a organización de la de su sentido de dignidad, de respeto, de de a u t o n o m í a , , de valía (Alonso,
dominación social (Althusser, 1971), son instituciones masculinas, esto 1995: 200-204). A decir de Ana Alonso, estas políticas alienaron a la gente
es, están definidas por ideologías de la masculinidad
masculinidad y son promotoras de de la tierra y de la organización política de la comunidad, produciendo con
particulares formas de subjetividad e identidad masculinas, sus interac ello lo que la gente vivió como un "desorden moral" que impedía la repro
ciones y relaciones con los grupos sociales son codificadas a menudo como ducción "honorable" de sus yos (un sentido de de honorabilidad
honorabilidad masculina
agonísticos de yos
encuentros agonísticos yos masculinos. Es el caso, ciertamente, de los construida pre viamente en e l proceso de formación del Estado colonial)
varones serranos a los que me refiero y de muchos varones en la experien 181). Siguiendo esta línea de
(Alonso, 1995: 181). de reflexión trazada
reflexión trazada por Ana AlonAna Alon
1985; Taylory
cia cotidiana con la policía (Herzefeld, 1985; Taylory M e r i g h i , , 1994;
1994; M e s - so, podríamos suponer, pa ra el caso de México, que los procesos económi
preguntarse, ¿cómo
serschmidt, 1994). Resulta, entonces, relevante preguntarse, ¿cómo este cos ysido
han sociales desatados por
aprehendidos por las
laspolíticas
distintasneoliberales délos últimos
comunidades o últimos
neoliberales délos grupos sexenios
sociales
carácter masculino de las distintas tecnologías de coerción del Estado ha
condicionado y ha dado forma a la "cultura política" en México? Pienso en términos de género; que de la misma manera que que los pobladores de
incluso en acciones extremas, como las políticas de terror, de tortura (en Namiq uipas , algunos sujetos pueda n sentir un efecto desordenador sobre
donde no debemos olvidar incluso que el principal punto de violencia las posibilidades de reproducción de sus identidades masculinas en condi
son los órganos sexuales) y, a la vez, en los efectos de este terror en la experiencia íntima del
ciones de honorabilidad; que esta experiencia íntima del poder, íntima en
represión política y en el escaso desarrollo de una cul t ura
ura cívica y de par la medida en que atraviesa sus concepciones del yo m a s c u l i n o , , esté pre
ticipación política. sente entre las razones de la resistencia, la movilización y organización.
384 DEBATES E M A S C U U N I D A U .
S O B R E
ESTUDOS DE LAS MASCULNDADES V LA CULTURA POLÍTICA EN MÉXICO 385
Otra línea de investigación que haría aportaciones interesantes sobre salvaje, rico y pobre, poderoso y dominado, así como entre los
los cuerpos, yos,
el tema sería la exploración de cómo la Revolución mexicana (y las revo espacios, categorías y dominios que son aprehendidos como penetrados y
luciones en general) fue en sí misma un espacio para la experimentación penetrantes. La masculinidad es un signo de poder, independencia, autono
mía, cierre, control sobre los límites corporales, así como de la capacidad de
construcción, cam bio, transformación de los valores
valores de género, ma sculinos y
penetrar cuerpos, yos y espacios de los otros (Alonso, 1995: 74).
femeninos (algo que fue explorado por Lancaster en Nicaragua), y cómo
esto se reflejó en la cultura popular posrevolucionaria: no sólo un "nacio
formación del
Luego, si los procesos de formación del Estado son experimentados
nalismo masculino", sino también un influjo de romanticismo, de discursos
muchos sujetoscomo
por muchos sujetoscomo un ataque a su virilidad, resulta interesante pre
acerca del amor y la violencia, como lo sugieren los estudios de Bartra (ver
guntarse si las respuestas de resistencia cívica y la participación ciudada
Bartra, 1994).
Me referiré ahora a otra dimensión de la "cultura política": la forma na están condicionadas por esa política personal sobre su identidad mas
culina. Est oy convencido de que mucho pode mos ganar para una
en que los grupos y clases significan su relación con los procesos de
antropología e historia de la cultura política mexicana si introducimos la
formación del Estado. Para ello me remito a la pregunta eje de la exposi
dimensión de la masculinidad en los análisis de la resistencia popujar o
o de
ción: ¿cómo pueden los los estudias
estudias de la
la masculinidad
masculinidad contribuir a una an
la cultura cívica y la participación ciudadana. Una cultura cívica caracteri
tropología e historia de este aspecto de la "cultura política"? En este senti
tropología
zada, desde mi particular percepción, hasta mediados de la década de los
do, considero que los estudios de la masculinidad tienen mucho qué decir.
ochenta, por un sentido de "impotencia" y "apatía", "complicidad" o "falta
Sucede que en México las relaciones de poder son usual ment e e codifica
de confianza" en los efectos de las acciones personales.
das con metáforas sexuales: imágenes de penetración fálica, violación y
Desgraciadamente, muy poco se ha investigado en este sentido. En
preferidas. Este
abuso son las preferidas. Este es uno de los temas más largamente estu
una exposición que alguna vez escribí para un foro de un partido político,
diados y conocidos sobre la cultura mexicana (el ensayo de Paz es induda
desarrollé el planteamiento (basado tan sólo en mi percepción y reflexión
blemente clásico). El verbo chingar tiene una relevancia particular, como
condicionada siempre por la perspectiva de género) que presento aquí
sabemos. Resulta interesante darse cuenta de que el poder del Estado
sólo con el ánimo de contribuir a la reflexión que nos ocupa en este v o l u
es codificado en este lenguaje, de tal manera que es común escu
también es codificado
men. En aquel momento (principios de los años noventa) me parecía que
char a mucha gente decir cosas como: "me la dejaron ir, me pegaron una
la ausencia en Sonora de una cultura de participación ciudadana, esto es,
ensartada, me abrocharon, nos la metieron doblada, o no me dejé que me
de una cultura de resistencia, vigilancia y demanda de acciones guberna
chingaran", para
(electricidad, referirse
agua), al incremento
la devaluación del del costo
peso, de los servicios
la solicitud públicos
de mordida por mentales, tenía que ver con la ausencia de ciertos discursos masculinos, y
la presencia de otros, que permitieran el posicionamiento de los sujetos
parte de algún servidor público, la imposición de una multa por un agente
para resistir y enfrentar cotidianamente sus interacciones con las institu
de tránsito o la anulación de una huelga. Estas expresiones revelan que la
ciones de Estado. Por el contrario, los discursos masculinos existentes y
persona es impotente para dar una respuesta apropiada y efectiva, o que
dominantes en el campo político, producto a su vez de una particular histo
fue capaz de resistir lo que se entiende como intrusión "arbitraria", "po
ria política de corrupción, represión y antidemocracia, favorecían cierto
derosa", "incontrolable", que amenazaba con disminuir en el sujeto su
tipo de acciones personales; por ejemplo, ante la demanda de mordida de
sentido de autonomía, autocontrol y, por lo tanto (en la medida en que
un agente de policía, fincada incluso sobre una razón ilegítima, se movili
estos valores son masculinos), su sentido de "hombría" o "virilidad". El
zaban preferentemente códigos de homosocialidad, tales como "lo podemos
patriarcal, señalan
poder es una cualidad masculina en el orden simbólico patriarcal,
arreglar como hombres". De la misma manera, quien se aprovechaba de
los psicoanalistas franceses Lacan y Luce írigaray
írigaray (Lacan, 1977; Irigaray,
un cargo público, codificaba
codificaba su acción con modism os que h acen referencia a
1991). Para el caso de México, Alonso dice:
la masculinidad, como "tener güevos" o "ser cabrón". La ausencia de otras
posiciones subjetivas de masculinidad, de alguna manera tienen que ver
En el norte de México, las imágenes de género p e r me an
an los
los contextos
contextos de con la incredulidad (incluso lo risible que puede resultar), en que ciertas
poder e informan la construcción de otras formas de dominación. Los tropos actitudes y acciones personales, relativas a las instituciones del Estado,
de género no sólo configuran las relaciones entre los hombres o entre los hom puedan ser efectivas, tales como, la demanda de respeto a la ley o la de-
bres y las mujeres, también dan sentido a las relaciones
relaciones entre civilizado y
386 DEBATES E
S O B R E MASCULINIDADES Los E S T U D I O S E LA S M A S C U L I N I D A D E S
DE Y LA CULTUR A POLÍTICA E N MÉXICO 387
391
390 DEBATES E
S O B R E MASCULINIOAOES
LOS ESTU DIOS DE LAS MASCULIN ID ADES Y LA CULTURA POLÍTICA EN MÉXICO
EL EJERCI
EJERCICI
CIOO DE
DELL PO DER EN EL PAR LAMEN TO
COSTARRICENSE. PO LÍ
COSTARRICENSE. LÍTI
TICA
CA TRA D I C I O NA L
Y MASCULINIDAD
Epsy Camp-beH
Camp-beH Han
INTRODUCCIÓN
Realizar un análisis del poder político en un órgano de poder formal, como
el Parlamento costarricense, es una manera de anal/zar una de las formas a
través de las cuales se ha estructurado el ejercicio de la masculinidad.
A pesar de la inserción de las mujeres en el Parlamento de la Repúbli
ca, desde hace cincuenta años (en 1 9 5 3 ) , las formas del ejercicio del po
der, en cuanto a toma de d e c i s i o n e s , participación en los diferentes órga
n o s — c o m i s i o n e s , jefaturas de fracción, directorios legislativos— y en las
carreras políticas en general, siguen bajo el predominio masculino, no sólo
cuantitativo, sino en las modalidades del ejercicio de ese poder.
En el periodo constitucional 2000-2004, se ha dado un paso cuantita
tivo como resultado de las elecciones de febrero de 2002, ya que 3 5 por
ciento del total de los puestos del Parlamento está compuesto por muje
res, lo cual es producto de una importante reforma electoral que, a través
de las cuotas, obliga a los partidos políticos a colocar 40 por detrito de
mujeres en puestos de elección popular. Un partido nuevo, el Partido
Acción Ciudadana, llegó con una propuesta novedosa de representación
en el Parlamento: 50 por ciento de los puestos son ocupados por mujeres,
lo cual ha hecho que alcance 25 por ciento del total de los v o t o s . Los
partidos tradicionales. Liberación Nacional y Unidad Social Cristiana, no
cumplen a cabalidad la cifra de 40 por ciento; el primero tiene 3 5 por
ciento de mujeres y el segundo escasamente 26 por ciento. El Movimiento
Libertario, partido conservador de derecha, pese a ser su segundo periodo
y a que alcanza 10 por ciento de los escaños, no tiene ninguna represen
tante mujer. Sin embargo, el aporte sustantivo del Partido Acción Ciuda
dana, con su propuesta de paridad, hace que, finalmente, Costa Rica se
coloque a la vanguardia mundial de los países que tienen más mujeres en
sus parlamentos.
Esta diferencia sustantiva en el número de mujeres en la Asamblea
Legislativa, que pasó de 11 a 57 en 1998, a 20 de 57 en 2002, si bien es
parte de un largo proceso de t r a n s f o r m a c i ó n , no ha modificado s u s t a n t i v a -
[393]
394 EL E J E R C I C I O
O D E L P O D E R EN EL PARL AMEN T O COSTARR ICEN SE 395
DEBATES S O B R E MASCUUNIDADES
mente el ejercic
ejercicio tradicional del poder y el acceso de las mujeres en los dife
io tradicional afirman el poder de los hombres. Es, a veces, demostrar el poder masculi
puestos tradicionalmente
rentes puestos tradicionalmente ocupados por los hombres. no en esta esfera, porque la concepción de lo masculino es intrínseco a esa
Hay que subrayar, sin embargo, que en los inicios del siglo XXI se mar forma de poder.
ca una nueva era, en la que se cuestionan las formas tradicionales de El Estado costarricense, diseñado a mediados del siglo pasado, dio
hacer política y, por lo lo t a n t o ,, de ejercer el poder. Este
Este cuestionamiento importan tes resultados para las mayorías costarri censes, al crear institu
debe interpretarse también como una forma de ver la masculinidad masculinidad tradi ciones estatales sólidas que fueron capaces, por casi tres décadas conse
cional en la la política. problemas sociales y
cutivas, de dar respuestas efectivas a los problemas sociales y económicos
Las elecciones de 2002 en Costa Rica tuvieron resultados sorpre del país. Los partidos políticos entendieron la política como "el arte de
dentes debido al cansancio ciudadano de la tradicional manera de ejerc hacer el bien", por lo que buscaban como norte el bien común. Durante
la política, que beneficia a unos pocos, que inmoviliza al Estado y sus ese periodo, muchos hombres, y las pocas mujeres que pasaron por pues
acciones por una baja productividad; y por una falta de ética y de compro tos públicos, hicieron importantes esfuerzos por realizar aportaciones al
miso con evidentes manifestaciones en la corrupción creciente, por lo que país, sin necesariamente buscar beneficios económicos para sí sí m i s m o s ( a s ) .
gran expectativa/le cambio, la cual generó una composición
se generó una gran expectativa/le La política costarricense estaba prácticamente dominada por hombres, y
del Parlamento totalmente atípica. las mujeres tenían que hacer esfuerzos extraordinarios para lograr algún
Este ensayo es una una crítica
crítica a esa forma tradicional de ejercer el poder puesto de notoriedad pública. Las mujeres iniciaron sus carreras formales
en la política, de las tradiciones que generan beneficios injustificados, en la política costarricense en 1953, año en el que fueron electas las pri
de los premios y castigos en las fracciones políticas y en los partidos, de meras tres diputadas de la Asamblea Legislativa. De allí en adelante, han
la separación arbitraria entre lo que es "público" y lo que es "privado" en la participado de manera activa en todos los poderes de la República, aun
política y en los políticos (el masculino es internacional), y de cómo se que, por supuesto, en proporciones significativamente menores a 50 por
ejercen los poderes formales e informales. Es importante destacar que ciento de la población que representan.
este ensayo no pretende ser totalmente "objetivo", pues parte del análisis, Sin embargo, la clase política costarricense en los partidos se transfor
las participantes políticas que boy están
la reflexión y el estudio de una de las participantes mó paulatinamente, hasta llegar a cambios sustantivos que degeneraron
activas en la Asamblea Legislativa costarricense. Por lo tanto, implica tam en ese objetivo de la política de "servicio a los demás", para convertirlo en
bién una toma de posición y una visión particular de ver, asumir y actuar
en la política. el "servicio personal". Poco a poco, las intenciones de llegar, tanto a p u e s
tos de elección popular como a puestos en el Poder Ejecutivo, estaban
motivadas por el interés en obtener una posición no sólo política sino tam
bién económica. Se empezó a ver la política como negocio, y los dirigentes
LAS FORMAS TRADICIONALES DEL EJERCICIO DEL PODER POLÍTICO: políticos, mayorítariamente
de los partidos políticos, mayorítariamente hombres, fueron convirtiendo
EJERCICIO DE LA MASCULINIDAD estas estructuras imprescindibles de la democracia en meras plataformas
electoreras para llegar al poder, sin mayores propuestas pragmáticas que
Hablar de poder, en la mayoría de los casos, se refiere a una concepción de beneficiaran al país, sino más bien que les beneficiaran a ellos mismos.
beneficiaran
poder masculino. Construir una noción de poder que no se circunscriba a Las instituciones del Estado fueron decayendo porque el interés del
esta visión masculina es todavía un desafio; así que, cuando hablamos bien común había quedado perdido en el pasado. Algunas instituciones
de poder sin apellido, necesariamente se habla del poder construido desde que han sido estratégicas empezaron a usarse paulatinamente en el bene
tradicional, o sea, la perspectiva androcéntrica.
la perspectiva tradicional, o ficio directo de quienes las dirigían y, en algunos casos, repartidas desca
Los espacios de poder formal son, son, por l o tanto, espacios masculinos, radamente entre quienes se llamaban dirigentes gremiales, lo que fue
en donde la inserción femenina no sólo es reciente, de hace poco más de generando una corrupción solapada y, en algunos casos, abierta.
medio siglo, sino que, además, muchas veces no ha cambiado las formas convirtió preponderant e ment e
La Asamblea Legislativa se convirtió e en un es
en que ese poder se asume, se ejerce y se continúa construyendo. pacio de poder ejercido, fundamentalmente, por los dirigentes hombres,
El poder político es, quizá, la forma de ejercicio del poder más eviden pero del cual no se puede excluir a algunas pocas mujeres. D esd e la Asa m
te, ya que está marcado por unas relaciones intra y entre géneros que re- blea Legislativa se montaba una estrategia de clientelismo político que
396 DEBATES E
S O B R E MASCUEINIDADES EL E J E R C I C I O DE I P O D E R EN EL PARLAME N TO COSTARRICEN S E 397
por encima
colocaba a los diputados y diputadas por encima de las instituciones mis na con capacidades ni necesariamente con liderazgos reales y constructi
mas, repartiendo arbitrariamente, y con criterios meramente politiqueros vos, sino con acuerdos y concesiones de quienes se busca apoyo.
y clientelares, los recursos de los presupuestos públicos, no sólo a través Sin embargo, la fuerza y la determinación con que se había construido
de las llamadas "partidas específicas", sino también a través de decisiones el Estado costarricense, pese a los golpes que ha sufrido, todavía se en
que ellos imponían a los jerarcas de las instituciones. cuentra, en sus bases estructurales, con un sistema de salud decente, un
La representación que tenían quienes habían sido elegidos(as) dipu- sistema educativo
sistema educativo en crisis, pero que llega a la mayoría; un sistema de
tados(as) en el primer poder de la República se convirtió, principalmente, electricidad y telecomunicaciones prácticamente universal, y una cober
en un esfuerzo por usar irresponsablemente los recursos públicos para tura de agua potable de las mejores de América. Todo lo anterior porque el
resolver de manera coyuntural algunos problemas comunales y crear pla concepto de solidaridad aún subsiste.
taformas políticas para saltar de una diputación a algún otro puest o público, De ahí que los resultados de las elecciones de febrero de 2002 no
sin contar con mérito alguno. Ese uso abusivo de los dineros del pueblo fueron otra cosa que un castigo de las y los electores a esos partidos
costarric ense se observaba en la propia Asamb lea Legislativa, donde se políticos t r a d i c i o n a l eess , , y un veto a esa forma tradicional de hacer política.
políticos
malgastaban recursos en alimentación, transporte, viajes y contratación
de personal, sólo para satisfacer los apetitos de algunos diputados.
En muchas oportunidades, las jefaturas de fracción fueron utilizadas EL POD ER MASCULINO EN EL ÁMBITO LEGISLATIVO
como
como mecanismos de repartición de poder y de recursos, y los votos en
las comisiones y en el pleno eran canjeados por prebendas, regalías y favo La Asamblea Legislativa costarricense, como institución social, no está
res. En esta forma tradicional del ejercicio del poder se advierten fácil exenta de las estructuras patriarcales que se han impuesto a lo largo de los
mente las constantes contradicciones ideológicas entre los diputados y años, como la represión contra las mujeres.
entre las fracciones. Los hombres en el Parlamento utilizan todos los mecanismos a su
Debido a que en los últimos 20 años, hasta el 2002, sólo dos partidos en relación con otros hombres y, por su
alcance para reafirmar su poder en relación
políticos se alternaban el poder en el Ejecutivo y dominaban mayoritaria- puesto, también las ventajas culturales de la organización patriarcal para
ment e
e la Asamblea Legislativa, la falta de transpar encia, c on negociacio colocarse en ese espacio por encima de las mujeres.
nes a puerta cerrada y a espaldas de la gente, estaba a la orden del día. En la dinámica legislativa costarricense se presentan manifestaciones
Quien estaba en el poder se dedicaba a gastar recursos públicos a manos de estas estructuras que intentan mantener el poder masculino. En esta
llenas, y quien estaba en la oposición, a oponerse férreamente a todo lo dinámica, la discusión y el intercambio de argumentos es esencial, ya que
que propusiera el partido en el gobierno, aunque fuera algo positivo para el representa una de las funciones vitales del Poder Legislativo, pero es aquí
p a í s . . Sin embargo, en un momento determinado, empezaron a llegar acuer donde radica una de las manifestaciones más más claras del poder masculino:
pero sí
dos políticos a través de pactos que no beneficiaban al país, pero sí a las la descalificación, la devaluación de argumentos mediante calificativos de
cúpulas de los partidos. sentimentalismo, idealismo, afectividad, emotividad, por el simple hecho
Estos pactos entre la más alta dirigencia de los partidos eran los típi de ser mujer. En este mismo sentido, hay manifestaciones mucho más
cos acuerdos "entre caballeros", en los cuales quien pactaba estaba sacan agresivas y evidentes, donde ya no importan los argumentos, sino que hay
do un benefìcio y, por lo tanto, asumía el compromiso de cumplirle al otro, que descalificar por descalificar, por el simple hecho de ser una mujer que
lo que no era otra cosa que cumplirse a sí mismo. Muy atrás quedaban los tiene r a z ó n ; ; no se puede permitir que la tenga porque es perder poder.
tiene
objetivos de la patria, que cada vez quedaba más desdibujada, y de la cual Otra de las manifestaciones es la concentración de la información y
los dirigentes políticos sólo se acordaban en las elecciones, en las cuales de su manipulación, pues en este espacio político se tiene como premisa
engañaban a las y los electores con promesas de cambio y de transforma que la información es poder, por lo que se hará lo posible para mantenerlo.
ción que, una vez que ganaban, rápidamente olvidaban y quedaban como Su uso es cerrado y puede darse cierta flexibilidad, compartiendo una par
historia escrita en los documentos de campaña. te, siempre y cuando ello no signifique una amenaza a su propio poder.
398 E M A S C U U N I D A D E S
DESATES S O B R E
EIERCIC10 DEL PODER EN El PARLAMENTO COSTARRICENSE
EL
399
se es coordinador de una comisión legislativa: así se reafirma y mantiene El Parlamento, o los poderes que de allí se derivan, se convierte, en
el poder. tonces, en una herramient a de gran influencia eco nómic a y política que
las manifestaciones
Como parte de las manifestaciones del poder masculino en el ámbito ha sido históricamente utilizada por los hombres desde sus intereses indi
de que ttodavía
legislativo, está el hecho de ttodavía no puede reconocerse que la mu viduales, con el fin de reafirmar el poder masculino.
jer es cap az de pens ar. Sin embaffgo,
embaffgo, en la práctica no se manifiesta
se manifiesta y, por El periodo constitucional 2002-2006 se inició con una modificación
delegan respomsabili
el contrario, se le delegan respomsabilidades
dades sin ninguna importancia sig estructural en su composición: primero, un rompimiento de la lógica bi
nificativa para la dinámica legislativa. Para citar un ejemplo, desde desde 1 949, partidista, de los últimos 20 años. Ninguno de los dos partidos tradiciona
voto feme ni no
cuando se aprobó el voto feme no en la Constitución de Costa Rica, y las les, Liberación Nacional y Unidad Social Cristiana, tiene mayoría y, ade
tener acceso
mujeres empezaron a tener acceso al poder, sólo ha habido dos mujeres más, sufren una reducción significativa. En este contexto, irrumpe el Partido
la Asamblea Legislativa.
que han presidido la Asamblea Acción Ciudadana como tercera fuerza política con 25 por ciento, muy
Una de las circunstancias que permiten, o más bien pueden contri cerca del Partido Liberación Nacional con 29 por ciento, y el Partido Uni
buir a que el poder siga siendo i m a s c u l i n o , , es que muchas de las mismas dad Socialista Cristiana con 33 por ciento. Desaparece en este contexto el
mujeres que llegan a puestos de poder, en particular a este espacio legisla único partido de izquierda que sobrevivía en el país, Fuerza Democrática,
tivo, se asumen desde este poder y asimilan las diferentes reglas de éste, y tiene un crecimiento importante el partido de la extrema derecha costa
por lo que actúan con la mis ma lógica
lógica del del poder masculino, sin cuestionarse rricense, Movimiento Libertario que pasa de uno (2 por ciento) a 6 dipu
ni tratar de transformarlo. Es ptceciso
ptceciso profundizar al respecto y ver cómo tados (10 por ciento), todos hombres. Segundo, se incorpora 35
35 por ciento
políticos, c ómo
están los partidos políticos, ómo llegan estas mujeres a ser diputadas, de mujeres al Parlamento, con un aumento importante del periodo consti
cuáles son los mecanismos de elección interna. Tan sólo los dos partidos representaban 19
tucional pasado, en donde las mujeres representaban 19 por ciento. Las
más tradicionales, el PLN y el P U S C , cuentan con cuotas para las mujeres, mujeres de los partidos tradicionales, sin embargo, siguen sin tener acceso
serían e l e c t a s , , hasta que el máximo órgano en
pero sin garantizar que serían a los puestos de poder más evidentes, como las jefaturas de fracción, y
exigió, lo cual fue un logro importante. El PAC, por
materia electoral así lo exigió, lo han tenido, en el caso de Liberación Nacional, que conformarse con la
otro lado, como uno de los nuevos partidos, es el único que tiene entre sus subjefatura.
mecanismos de elección la la paridad
paridad 50 y 50 en todos los puestos. Son me Un número tan importante de mujeres ha dado como resultado que
canismos que hacen posible el acceso de las mujeres, pero no garantizan
que ellas lleguen con la facultad de cuestionar el poder masculino y hacer ellas sean parte de las comisiones históricamente dominadas por los hom
bres políticos, ya que se trata de los temas que se consideran relevantes y
transformaciones necesarias
las transformaciones necesarias para empezar la construcción de otro tipo Asuntos Hac endarl os
estratégicos, tales como la Comisión de Asuntos os y P resu
de poder. puesto, la Comisión de Control de Ingreso y Gasto Público y la Comisión
de Reforma Fiscal Estructural. Aunque en el pasado, por excepción parti
cipaban las mujeres en estas comisiones, su función y protagonismo era
P O D E R F O R MA L : U N P A R L A ME N T O CO N 3 5 P O R CI E N T O realmente limitado; en la actualidad son parte integral de los debates y sus
DE M U J E R E S propuestas se encuentran muchas veces en niveles superiores que las de
sus compañeros diputados.
La Asamblea Legislativa o Parlamento es el espacio de poder político por Debe destacarse, no obstante, que en toda la historia de la Asamblea
excelencia, en donde los intereses personales y de partidos por cuotas de fracción han
Legislativa, sólo tres jefaturas de fracción han estado en manos de muje
poder relativo y absoluto son el móvil de todas las relaciones. Aunque teó res, dos de las cuales han sido del Partido Acción Ciudadana, en una tra
ricamente se supone que quienes son elegidos como representantes yectoria política de menos de dos años. Mireya Guevara, del Partido Libe
(mayoritariamente hombres) tienen el objetivo de garantizar los intereses
(mayoritariamente ración Nacional, en el periodo de 1987 a 1988, Martha Zamora, de febrero
y expectativas de quienes representan, así como los intereses del país como a mayo de 2003, y quien suscribe este documento, Epsy Campbell Barr de
un todo, en la práctica lo que se vive es una lucha permanente por figurar 2003 al 2004, reelecta para el periodo de 2004 a 2005.
y ganar espacios individualmente, con los cuales se defienden los intere Estos espacios siguen siendo "techo de vidrio" para la s mujeres de los
ses de pequeños grupos económicos y gremiales. partidos tradicionales. Sólo muy recientemente se ha producido una aper-
tura mayor en el Partido Liberación Nacional para que las mujeres puedan Como mujer afrocostarricense, feminista, desde un partido político
asumir "subjefaturas de fracción"; apertura considerada como la "gran opor cuestionado la
nuevo que ha cuestionado la forma misma de hacer las cosas y de tomar
tunidad" para las mujeres. las decisiones, la experiencia en el Parlamento ha servido para impulsar
Es evidente que no basta con leyes de cuotas ni con una participación una nueva forma de hacer la política, que no es otra cosa
cosa sino
sino cuestionar el
cada vez mayor de las mujeres. Deben garantizarse los puestos de poder modo fundamentalmente masculino en que ha transcurrido la la historia
formal para las mujeres en las fracciones políticas, como las jefaturas. política nacional.
Es una lucha necesaria que las mujeres deben seguir dando dentro de Esta nueva forma de hacer política pasa por el manejo transparente
sus partidos políticos y en sus fracciones, como lo han hecho en diversos de todos los asuntos y de cara a la gente, totalmente diferente de como
A MODO DE CONCLUSIÓN
cio.
aquí Pero también
pueden incidircambios y actitudes
en la sociedad que se vayan
costarricense comotransformando
un todo. desde
¿ Y SI
SI H A B L A M O S D E D E R E C H O S H U M A N O S
E N L A R E P R O D U C C I Ó N , P O D R ÍA M O S IN C L U I R
A LOS V A R O N E S ? 1
INTRODUCCIÓN
Este trabajo incluye una revisión de diferentes aproximaciones al concep
to de derechos reproductivos, tratando de enfatizar/sl lugar que en él se les
d a a los
lo s varones, y repensando el papel de la reproducción dentro de la
construcción de la identidad de género en diferentes grupos de varones.
El origen del término derechos reproductivos está asociado al movimiento
feminista y a su búsqueda de autodeterminación reproductiva para las
mujeres. Sin embargo, paralelamente se ha demandado el reconocimiento
de tales derechos como parte de los derechos humanos. En este caso, son
capacidades reconocidas a toda persona al margen de cualquier caracte
rística individual, como el sexo, nacionalidad, etnia o alguna otra. Sin em
bargo, el significado del término derechos reproductivos no es claro para el
caso de los varones (ni si hace falta esta distinción), ya que, por una parte,
diferentes disciplinas y discursos han legitimado la feminización de la re
producción, complicando con ello la identificación de derechos en perso
nas a quienes no se les predica la reproducción de la misma forma que a
las mujeres; por otra, porque hay una larga historia de responsabilidades
reproductivas asumidas de manera diferente entre varones y mujeres.
Es importante acotar que no abordaremos el tema desde la dimensión
d e l a patria potestad; no obstante, comentamos el caso de un estudio reali
zado en México (Brachet, 1 9 9 6 ) , en el cual se caracterizan algunas de las
complicaciones legales y prácticas para el cumplimiento de las responsabi
lidades con los hijos, por parte de los padres, una vez que éstos se separan.
Tenemos claro que p o r las complicaciones de estos procedimientos existe
1
Texto integrado para discutir en la reunión de trabajo sobre "Masculinidad, participación
y acción ciudadana", organizada por el P U E G. U NAM . Tapalehui, Morelos, febrero de 2003.
Este material fue publicado previamente en la revista de estudios de género La Ventana
(Universidad de Guadalajara), núm. 12, México, 2000, pp. 43-72, y en la Revista Desaca
tos (Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social), núm. 6,
México, 2 0 0 1 , pp . 149-164.
Centro de Estudios Demográficos Urbano, El Colegio de México <jfigue@colmex.rnx
2
<jfigue@colmex.rnx> >.
[403]
404 DEBATES E
S O B R E MASCULINIDADES
¡
Y SI HA BLAMOS DE DERECHOS HUMAN OS EN LA REPRODUCCIÓN? 405
una gran resistencia en diferentes lecturas feministas respecto al discurso Derechos humanos en la reproducción es lo que interpretamos como de
de los derechos reproductivos para los varones. A pesar de entender la rechos reproductivos, más allá de otras definiciones. Es Es importante
importante destacar
lógica de esta demanda, ello no puede sustituir la necesidad de un desarro esto, ya que son varios los derechos humanos vinculados con la reproduc
llo conceptual y analítico mucho más riguroso, a propósito de esta te mática, Fuentes 1 9 9 9 ) , cuya
ción (ver Figueroa y Fuentes , cuya importancia, a veces, se minimiza
como el que se empezamos a esbozar en este texto, muy ligado a relaciones o se ignora por el énfasis puesto en la fecundidad. Dütting
Dütting (1993) llega a
heterosexuales. afirmar que "es difícil imaginar una decisión en abstracto, es difícil ejercer
el derecho a la decisión cuando no existen las condiciones culturales y es
tructurales para decidir al respecto, por lo que luchar por estos derechos
LOS DERECHOS REPRODUCTIVOS O LOS DERECHOS HUMANOS es parte de una lucha más amplia por el poder político" (citada por Figueroa,
EN EL ÁMBITO DE LA REPRODUCCIÓN 1995, p. 12). Petchesky (1990 a y b) lo sintetiza en términos de la necesi
dad de qu e las mujeres adqu ieran personalidad moral y jurídica, con el fin
En un texto previo (Figueroa, 1995) integramos una revisión del debate que le s corresponden como seres hu
de poder apropiarse de los derechos que le
sobre ej/tema
nacional e internacional sobre ej/tema de
de los
los derechos reproductivos y, a manos. Esto tiene importantes implicaciones para la revisión de los mode
partir de la misma, identificamos múltiples temáticas a las que se quiere los de ejercicio de la masculinidad.
aludir con esta expresión: desde el número de hijos hasta el respeto a las Una vertiente más en el trabajo analítico para l a
a revisión del concepto
decisiones de las personas, tanto en las relaciones de pareja, c omo omo en de derechos reproductivos en la experiencia de los varones, varones, consiste,
consiste, en
las relaciones institucionales y sociales. Además, reconocíamos la nece y relacional)
documentar- su vivencia (individual y relacional) de los distintos aspectos
sidad de explicitar, tanto las temáticas asociadas a la conceptuación de los incorporados en la noción de derechos reproductivos. La revisión de múlti
derechos reproductivos como la forma en que actores sociales específicos ples documentos sobre el tema nos permite identificar centralmente la di
le dan contenido a a los
los mismos, más
más allá
allá de lo plasmado en discursos, en
de lo intervención (pla-
mensión del ejercicio de la sexualidad, el entorno de la intervención
documentos y en las leyes que los incluyen. neación) sobre la posibilidad de un embarazo, la posibilidad de interrumpir
temáticos, los
En los contenidos temáticos, los derechos reproductivos, además de el proceso de un embarazo y el entorno de la crianza, en tanto proceso de
referirse al número de hijos, aluden al ejercicio de la sexualidad, a las res socialización de los hijos e hijas. En otro nivel están los recursos que re
ponsabilidades en el cuidado de los hijos, a la posibilidad de interrumpir quieren las personas para poder decidir y negociar en cada uno de estos
po sab dades e e cu dado de os jos, a a pos b dad de te u p
un embarazo cuando así se desea, o bien, cuando no se desea el producto ámbitos, así
ámbitos, así como en los componentes de sus identidades g e n é r i c a s .
del mismo. Paralelamente, se habla del acceso a los medios de comunica En otro texto (Figueroa, 1998a) revisamos algunos elemen tos de la
ción para influir en la toma de decisiones relativas a la sexualidad y la experiencia sexual reproductiva y de salud de los varones, los cuales pre
reproducción, a los medios para regular la propia fecundidad, a las fuentes sentan un panorama muy contradictorio al c omparados
omparados con los de las
de donde se obtenga la información sobre opciones para controlar la pro mujeres, en especial cuando se intenta interpretarlos desde una lectura de
pia fecundidad, pero sobre todo, al respeto a las decisiones de las personas equidad y de corresponsabilidad en el ejercicio de los mutuos derechos.
(y a sus derechos humanos en general) en cuanto a las relaciones de pare No obstante, es todavía limitado el proceso de generación de conocimien
ja, a las rel aci one s ins ti tuc ion ale s y a las rel aci one s soc ial es. (ver Greene
to sobre los procesos reproductivos de los varones (ver Greene y Biddlecom,
Vale la pena señalar que en dicho texto revisamos el concepto de dere 1998)
1998) y, más aún, sobre el posible significado de los derechos en estos
chos reproductivos como parte de un proceso de reflexión colectiva y, al ámbitos del quehacer humano.
final, destacamos algunos puntos que requieren mayor precisión, entre
otros, la titularidad de los derechos reproductivos, su contenido específico
y el tipo de referencia específica a varones y a mujeres u otros (ver Figue LOS DERECHOS REPRODUCTIVOS DESDE EL FEMINISMO:
roa, 1 9 9 6 a ) . . Otro aspecto relevante fue también la distinción entre tener y
roa, CONCIENCIA CORPORAL Y EJERCICIO CIUDADANO
ejercer un derecho, lo cual alude a las condiciones para su puesta en
práctica; entre estas condiciones ocupan un papel relevante el replantea Gouveia (1996)
Ávila y Gouveia (1996) enfatizan que la noción de ciudadanía es el marco
de género
miento de las relaciones de género y el acceso a otros derechos humanos. para la discusión de los derechos sexuales y reproductivos y, por lo mismo,
406 D E B A T ES S O B R E MASCULINIDADE S ¿
Y SI HABL AMOS DE DERECH OS HUMA NOS EN LLA
A REPR ODUCC IÓN?
407
no puede olvidarse que dicha ciudadanía ha sido construida a partir de Para ello cuestiona la propuesta original de la lucha de las mujeres por
conflictos históricos de exclusión en diferentes ámbitos de la vida so una igualdad, tomando a los varones como referencia, y destaca el paso
cial, política y económica. De ahí la existencia de tres tipos de derechos: los que se da posteriormente para deconstruir las relaciones jerárquicas entre
civiles, los políticos y los sociales, cuya discusión se ha privilegiado, duran los sexos, con el fin de buscar la reconstrucción histórica de la vida priva
te mucho tiempo, en el ámbito de lo público. Esto tiene importantes im da, como un proyecto colectivo de liberación. Avila ( 1999) habla de un
plicaciones para los derechos reproductivos en cuestión, ya que se suele proyecto de transformación social que pretende superar la condición de
considerar la producción como parte de lo público y de lo cercano a la víctima de las mujeres para transformarse en individuos autónomos; para
experiencia masculina, mientras que la reproducción es parte de lo priva ello reconoce (recuperando a Giddens, 1998) la necesidad de un proyecto
do, se la ubica dentro de los espacios de desarrollo que, se supone, son de de democracia de la vida privada, dentro del cual se cuestione la vulnera
las mujeres y, por ende, se hace menor referencia a los derechos en este bilidad que se genera en los espacios de la intimidad. Reconoce que esto
ámbito. no pueden hacerlo solamente las mujeres, sino que los hombres tienen
Sin embargo, poco a poco ha ido emergiendo lo cotidiano y se ha reco que estar involucrados, pues se requiere, como condición, deconstruir y
nocido este ámbito como un referente para nuevos derechos, en particular transformar ¡A modelo dominante de sujeto y, a de m á s , que la influencia de
a partir de un replanteamiento del significado del cuerpo como objeto de
4 la igualdad se extienda a todas las instancias de la vida social (nuevamente
atención, de dignificación y de autodeterminación en la vivencia de la sexua aludiendo a Giddens).
lidad y de la reproducción. Si bien ello le ha dado entrada, de una manera Otro componente muy interesante que recupera Ávila ( 1999) es el plan
más clara, a la discusión sobre derechos sexuales y reproductivos, las auto teamiento de la filósofa Françoise Collin, según la cual el surgimiento de
ras identifican cuatro puntos de tensión que vale la pena considerar, ya nuevos actores sociales implica redéfinir las prácticas ciudadanas y los
que en nuestra opinión tienen implicaciones importantes para la interpre espacios políticos sociales, y no únicamente añadirlos a los espacios pre
tación de los derechos en la experiencia de los varones. Se trata de la viamente existentes. Esto, a su vez, implica una redefinición de los derechos
relación entre lo público y lo privado; las tensiones entre sexualidad y re en función de las necesidades de los nuevos sujetos políticos. Esta postura es
producción; la percepción del derecho como acción normativa y reguladora, muy interesante, ya que identifica a las mujeres como las creadoras de los
confrontado con una práctica de las libertades y, por último, la relación derechos reproductivos a partir del "cuestionamiento de los discursos y
entre universalización y fragmentación entre Estado e individuo. En opi prácticas disciplinadoras de los cuerpos de las mujeres"; de ahí que la
nión de las autoras: búsqueda de apropiación del cuerpo sea un enunciado que pretende cons
tituirse en el punto de partida para el surgimiento de nuevos individuos
el concepto de derechos reproductivos nace justamente de la acción de las sociales.
mujeres como sujetos políticos y del conocimiento y la reflexión sobre las En opinión de la autora, la universalidad de los derechos no puede ser
condiciones queja sociedad les h A asi< B i a r i ^ j w a ^ J . e i e n q i f j ^
un principio, sino q u e' d ebe constituirse en un'meVoao; è m a ' d i é û i Q a cu
y reproductiva. Este concepto rompe con el determinismo biológico, inser
que cada grupo o población haga su propia contribución a su definición;
tando la libertad de elección reproductiva dentro de un contexto más amplio
de ejercicio de ciudadanía, que no se reduce a las garantías legales y a los por ello, sólo pueden ser universales en la medida en que garanticen la
beneficios frente al poder del Estado, sino que incorpora también la idea de diversidad de los sujetos políticos presentes en su formulación, en lugar de
participación en las decisiones públicas, generando con ello nuevos signifi pretender homogeneizar a los sujetos desde un principio, ignorando sus
cados para la vida cotidiana (Avila y Gouveia, 1996, p. 164). diferencias. Es decir, más que suponer un sujeto homogéneo, se debe re
cuperar la heterogenei dad de los múltiples sujetos. Por la complejidad que
Esto tiene importantes implicaciones para la vivencia sexual y repro esto supone, la autora reconoce que los derechos reproductivos todavía
ductiva en el caso de los varones, pues replantea los intercambios cotidia tienen problemas como concepto, y algunas debilidades en su elaboración
nos con las mujeres. (ver Gysling, 1994; Matamala, 1998; León 1999). En la búsqueda por
En otro texto, Avila (1999) hace una revisión de la vinculación entre avanzar en su definición, recupera nuevamente a Giddens, según el cual
el surgimiento de los derechos reproductivos como concepto y las deman "los derechos no únicamente deben especificar los privilegios en la partici
das feministas, en el marco de la emergencia de nuevos actores políticos. pación de la organización de las comunidades, sino también reflejar los
408 DEBATES E
S O B R E MASCULINIDADES ¡
Y SI HABL AMOS DE DERECH OS HUMAN OS EN LA REPR ODUCC IÓN? 409
deberes que los individuos tienen frente a frente, uno con el otro y con el ñas
ñas gana más calidad y, a la vez, inspira nuevas prácticas de ciudadanía y
(Ávila, 1 9 9 9 :: 66).
propio orden político" (Ávila, propicia una mejor distribución de la riqueza material. Tratando de avan
Otro aspecto importante que distingue Ávila, hace referencia, por una zar en esta vertiente, recuperamos el trabajo de teóricas feministas que han
parte, a los componentes de los derechos reproductivos y, por otra, a las estudiado el tema de los derechos reproductivos desde la ética y los acuer
condiciones vinculadas con dichos componentes. Es importante subrayar dos de derechos humanos.
esta diferencia, para evitar que el concepto como tal abarque todos los
eventos de la esfera reproductiva y de sus posibles conexiones, así como
para evitar fragmentaciones en las prácticas sociales vinculadas a la repro LOS DERECHOS REPRODUCTIVOS DESDE ALGUNAS
ducción y a la sexualidad. LECTURAS ÉTICAS Y JURÍDICAS FEMINISTAS
El significado de los derechos, anclado en el concepto de ciudadanía
tiene un sentido sociológico en cuanto código, normas, normas, beneficios
beneficios y acción Dentro de las diferentes propuestas de justificación ética de los dere
política que ganan sentido en en la
la relación con el Estado, Estado, p e r o ,, al
al mismo Petchesky ( 1 9 9 4 ) ,
chos reproductivos, destaca la integrada por Correa y Petchesky
/ tiempo, cuando se refiere o se fundamen ta en el concepto de derechos ya que en lugar de recurrir a los principios éticos que tradicionalmente
humanos gana una densidad filosófica que corresponde a una forma de ser se han utilizado en la filosofía occidental y en en múltiples
múltiples códigos y co
y estar en el mundo con seguridad y libertad; asimismo, adquiere un sen mités de ética a nivel internacional, recurren a cuatro parámetros de eva
tido moral y ético. En opinión de Ávila (1999), el concepto medular de los luación moral con un importante sustento en la ética feminista. Además,
derechos reproductivos es el derecho individual a la elección, pero es tratan de recuperar la especificidad de algunas demandas de los movi
necesario, además, que las personas estén dotadas de los medios y las mientos de mujeres en la búsqueda de la autodeterminación sexual y
garantías para llevarlas a la práctica. Por lo mismo, se requieren modifica reproductiva, privilegiando la integridad corporal y el reconocimiento de
ciones en las formas de organizar la existencia de las personas, lo cual la diversidad.
afecta las relaciones entre hombres y y m u j e r e s , , cuestionando, especial Petchesky (1994)
Correa y Petchesky (1994) le dan especificidad a la vivencia de la
mente, el orden impuesto por los mismos hombres, o bien por un sistema sexualidad y la reproducción a través de la propuesta de principios como
patriarcal. Ot ra
patriarcal. ra condición necesaria es la dimensión de la justicia social el
el respeto a la capacidad de ejercer, como persona, el respeto a la integri
como garantía de los derechos sociales por parte del Estado; esto cuestiona
los modelos del Estado y de desarrollo, y evita caer en una libertad como dad corporal,
sidad. Ademásladebúsqueda
recuperardecon
la equidad y eldereconocimiento
ello alguno los desarrollosdeteóricos
la diver
y
mera selección entre varias opciones para pasar a la capacidad de autode analíticos de la teoría feminista, permiten otra reflexión sobre los compo
terminación para pensar, querer, sentir y actuar (ver Bussel, 1973). nentes temáticos que le pueden dar contenido al ejercicio de los derechos
En este sentido, vale la pena destacar nuestra coincidencia con Ávila reproductivos en la experiencia de los varones.
(99), en términos de que los derechos reproductivos deben ser compren Con el fin de asegurar que toda persona viva como tal, sería necesario
didos en una dinámica histórica del feminismo y no al margen de estos repensar los modelos de autoridad moral que sustentan los diferentes in
planteamientos. Esta autora reconoce la importancia de los derechos tercambios sociales y, en particular, las relaciones de género; ello facilita
reproductivos en lo cotidiano, al al garantizarlas
garantizarlas condiciones legales y mate ría construir un entorno para el intercambio equitativo, tanto en el ámbito
riales para las mujeres y para los hombres en sus elecciones reproductivas, de lo sexual y lo reproductivo (como sugieren las autoras), como en las
cual enfariza
para lo cual enfariza que se requiere una reestructuración de las relaciones múltiples dimensiones de ejercicio del poder al que aluden estas auto
sociales y de cambios simbólicos importantes en las mismas. En opinión ras para definir la noción de derechos.
de esta autora, las personas deben tener responsabilidades iguales y divi El principio de integridad corporal permitiría cuestionar, por una par
dir entre sí las tareas reproductivas y productivas de una manera solidaria. te, cualquier intromisión y ejercicio violento de los varones con respecto a
Para ello reconoce que se requieren nuevas referencias éticas y morales los cuerpos de las mujeres; pero, por otra, los usos y abusos del cuerpo
para abordar los conflictos que permanentemente se producen a partir del masculino como objeto, como herramienta y como víctima de riesgos por
ejercicio ciudadano, tanto de varones como de mujeres. Por ello, señala parte de los varones, cuando tratan de legitimar su identidad genérica.
que, una vez asegurados los derechos reproductivos, la vida de las perso- Este mismo principio facilitaría la creación de las condiciones para que los
varones conocieran más de su cuerpo, así como del de sus posibles parejas des de los varones, en tanto seres que se reproducen en sus intercambios
sexuales (varones o mujeres), además de la legitimación del cuidado del con las mujeres.
cuerpo, no como una debilidad, sino como una responsabilidad básica de Cook (1995)
Con estos elementos, Cook (1995) hace una
una aplicación
aplicación de los dere
la persona, en la medida en que dicho cuerpo no es algo algo que simplemente chos humanos a la autodeterminación reproductiva, distinguiendo, por una
se posee y que se puede usar, sino que es una parte integral de lo que se es parte, los derechos que se relacionan con la seguridad o integridad repro
como persona, con múltiples posibilidades en el ámbito de de lo sexual y lo ductiva, y con la sexualidad y, por otra, los que tienen que ver con la salud
reproductivo. en la reproducción; reconoce otros dos espacios: uno, los derechos rela
En cuanto al principio de respeto a la diversidad, una de sus principales relacionados co n la toma
cionados con la igualdad reproductiva, y dos, los relacionados co
posibilidades de aplicación en el ámbito de los derechos, es el reconoci de decisiones en la reproducción. A partir de estos cuatro componentes
miento de que no existe una única interpretación moral de la vivencia de específicos construye una propuesta sobre las responsabilidades y las obli
los procesos sexuales y reproductivos de las personas, y mucho menos que gaciones para respetar los derechos humanos en este campo.
esta interpretación se origina o se legitima en mayor medida por la posi Los derechos a la seguridad (o a la integridad de la que hablan Correa
ción jerárquica que se ocupa en la sociedad o por la pertenencia a al^ún Petchesky, 1994)
y Petchesky, 1994) los justifica Cook Cook (1995)
(1995) a partir del derecho a la vida
grupo determinado. Al contrario, es obligado negociarla con otras perso y a la sobrevivencia; del derecho a la libertad y a la seguridad como perso
nas a quienes se les reconoce como tales, por ser autoridades morales en la na; del derecho a la libertad (y a no estar expuesto a torturas o a tratamien
vivencia de la realidad, por tener capacidad de defender su integridad cor otra p e r s o n a ) ; del
tos que dañen a otra ; del d erecho a unirse y a formar familias,
familias, así
poral y, a final de cuentas (como lo propone De Keijzer [en prensa], porque como del derecho a disfrutar de la privacidad y de la vida familiar.
se negocia entre iguales, reconociendo a la otra persona desde el mismo En el caso de los derechos vinculados con la la salud
salud en la reproducciáti,
parámetro con el que uno se reconoce a sí mismo. los justifica a través del derecho a obtener el nivel más alto de salud, a
En esta vertiente de la ética feminista es muy interesante, también, beneficiarse de los progresos de los avances científicos, y a la educación. La
recuperar la justificación jurídica que Cook (1995) hace de los derechos igualdad reproductiva la
la justifica a través del derecho a la no discrimina
reproductivos, interpretados como derechos humanos a la autodetermina ción sexual, por motivos de estatus marital, la no discriminación racial,
ción reproductiva. Si bien ella lo presenta explícitamente con una reflexión la no discriminación por razones de edad y por orientación sexual. De
jur ídi ca y u til iza ndo la exp res ión de rec hos hum ano s , llega a imp ort ant es alguna manera, esto se vincula con la definición original de la Red Mun
coincidencias con lo señalado por Correa y Petcheslcy, cuando hablan de dial por la Defensa de los Derechos Reproductivos de las Mujeres, la cual,
derechos sexuales y reproductivos desde la ética feminista. Cook Cook (1995) además de explicar algunas de esas características sociales como razones
también alude a derechos humanos básicos, como la dignidad, la integri insuficientes para diferenciar el ejercicio de los derechos en la reproduc
dad personal, la tolerancia y, en particular, la libertad de las personas y el ción, hablaban de una no discriminación o diferenciación por razones del
acceso a las condiciones para desarrollarse humanamente. sexo de la persona. Si bien ello le da entrada a los varones, como titulares
Esta autora trata de darle especificidad a lo que a veces se identifica de derechos, los obliga, al mismo tiempo, al reconocimiento de los dere
como "el discurso abstracto de los derechos humanos". Para ello distingue chos de las mujeres y a asumir obligaciones y responsabilidades respecto al
las metodologías feministas con perspectiva de género, con el fin de re ejercicio de éstos.
pensar las diferencias sexuales y de documentar lo que interpreta como "la En el caso del cuarto grupo de derechos, el de los relacionados con la
de l a s . m u j e r e s " . . Así, hace evidente algunos abusos contra los
pregunta de toma de decisiones reproductivas, éste incluye el derecho a recibir infor
derechos humanos, que al ser documentados pueden darles mayor especi mación, el derecho a la libertad de pensamiento y de religión, el derecho a
ficidad; no únicamente se trata de intromisiones o de violentar ciertos la participación política y el derecho a la libertad de reunirse y asociarse
espacios, sino de omisión, término muy interesante, que se refiere a la para establecer propuestas y prácticas de organización social en diferentes
inexistencia de condiciones para el ejercicio de los derechos humanos, o ámbitos de lo cotidiano. Nuevamente, la mayor parte de los derechos (que
bien a la negligencia respecto de las responsabilidades q ue le corresponden a es una justificación para los componentes de los derechos humanos en el
actores sociales.
los diferentes actores sociales. En esta vertiente puede haber interesantes ámbito de la autodeterminación reproductiva), se le ha reconocido a los
analogías entre los significados de los derechos y de las responsabilida- varones y a las mujeres y, por ende, se reconoce su potencial puesta en
412 DEBATES E
S O B R E MASCULINIDADES ¿Y SI HABLAMOS DE DERECHOS HUMAN OS EN LA REPRODUCCIÓN? 413
expresión de tal autogestión, si bien esto es casi imposible sin condiciones reproductivos posibilitan el empoderamiento de las mujeres en la vivencia
políticas, culturales y sociales que lo legitimen. Por ello, no es de extrañar de su sexualidad y de su reproducción, al demandar directamente una
que más que una lectura afirmativa de los derechos por parte de las posición más responsable por parte de los varones en estos ámbitos, no
mujeres, se observa una formulación defensiva de los mismos, además de gran indefinición respecto a si ellos pueden ser titula
obstante, existe una gran indefinición
que la construcción del derecho tiene un carácter colectivo y no a título res de un derecho como éste.
individual. En el caso de la interpretación propuesta por Shepard (1996), se asu
tiene i m p l i c a c i o n e s , similitudes
Lo anterior tiene , similitudes y analogías con el caso de me que los varones también son objeto de múltiples condicionamientos
los varones. Una línea de interpretación de los derechos reproductivos sociales que los llevan a reproducir ciertos atributos asociados al estereoti
de los varones sería identificar los diferentes momentos en el proceso de po masculino y, por ello, se les dificulta establecer intercambios más equi
(por e j e m p l o , el
la reproducción (por , el entorno de la sexualidad, e l embarazo y el tativos, no únicamente con las mujeres, sino con otros varones. Desde
parto, así como el proceso de la socialización y crianza de los hijos) y a esta postura, lo que propone Shepard es hacer evidentes los estereotipos y
partir de ellos revisar la experiencia de los varones y las mujeres, las situa formular derechos en términos de la capacidad de cuestionar dichos atri
ciones equitativas (pensando en ambos como seres que se reproducen en butos. Por ejemplo, el derecho a controlar los impulsos de la sexualidad, el
interacción) y reconstruir los procesos de intercambio social como con derecho a confiar en el amor de su pareja, el no considerar su honor o su
flictos que deben resolverse, en lugar de partir de principios generales que masculinidad mancillados si su pareja tuvo relaciones con otros varones;
deben ser asumidos teóricamente, como el derecho a decidir, el derecho a el derecho a expresar sus emociones, a no alcoholizarse si no se desea, a
la libertad y el derecho a la integridad, los cuales a veces dificultan una demostrar ansiedad o incomodidad durante una relación sexual, a no sen
instrumentación directa del ejercicio de los derechos, pero que sí sirven tirse presionados y no presionar a otras personas (varones y mujeres) en
como parámetro de referencia de lo que quiere evitarse. sus experiencias sexuales, a sentir y expresar afecto a otros hombres, etc.
La idea es documentar diferentes formas en las que los varones cons Según esta autora, si los hombres son capaces de cuestionar los atributos
de las influencias sociales, pero
truyen su identidad de género, en función de las asociados a la práctica de su sexualidad, seguramente la vivencia de su
también de sus decisiones personales. reproducción y de la misma sexualidad será más equitativa. Sin embargo,
Galdós (1996)
Galdós (1996) opina que más que un derecho, lo propuesto por Shepard
es una obligación de los varones; es decir, precisam ente por su capacidad de
A L G U N O S I N T E N T O S D E D E F I N I CI Ó N D E L O S D E R E CH O S
ejercer como persona pueden no aferrarse a dichos atributos; su postura
R E P R O D U C T I V O S
S D E L O S
no coincide con la de Shepard.
S V A R O N E S
Benno de Keijzer (1999) propone que, antes de elaborar documentos
Los acercamientos a la discusión sobre derechos reproductivos de los va que incluyan los derechos sexuales y reproductivos de los varones, es
rones han sido muy heterogéneos: desde aquellos que niegan que los necesario mencionar sus obligaciones y, además, cuestionar los modelos
derechos reproductivos sean una característica o posible prerrogativa de de masculinidad, en particular por las prácticas de riesgo que se asocian al
los varones (Azeredo y y S t o l c k e , , 1991), hasta quienes proponen que los estereotipo varonil,
estereotipo varonil, ya que no
no sólo
sólo generan consecuencias negativas para
hombres tienen tantos derechos como las mujeres, pasando por los que su salud, sino para las personas con quienes conviven. Esto les dificulta
consideran que el principal derecho de los hombres es cuestionar los asumir corresponsabilidades en la vida sexual y reproductiva que compar
estereotipos masculinos que dificultan un intercambio equitativo con las ten con otros actores sociales.
mujeres (Shepard, 1996), e incluso enfatizan el derecho a la ternura (Res- Desde esta posición, que apoya el cuestionamiento de las identidades,
trepo, 1994), entre otras modalidades. lo que Keijzer propone como un primer derecho de los varones es el acce
El Programa Latinoamericano de Derechos Reproductivos, con sede so a una educación sexual no sexista. Tomando esta idea como punto de
en 1991
en Brasil, definió en 1991 los derechos reproductivos como los derechos partida, y como condición para sus siguientes propuestas, sugiere que esa
de las mujeres a disfrutar de su capacidad reproductiva y de su ejercicio educación debe estimular una reflexión sobre las dimensiones de género y
sexual, y a exigirles a los hombres que asuman sus responsabilidades en un conocimiento sobre el cuerpo. Esto les aseguraría el acceso al cuidado
dichos ámbitos (Azeredo y Stolcke, 1991). En esta lectura, los derechos del cuerpo, no únicamente como una responsabilidad, sino como un dere-