Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La actividad física realizada de manera Hay que recurrir, por tanto, a subdividir al
intensa, lleva al deportista de élite a mantener grupo de deportistas en subgrupos según la
un equilibrio muy inestable entre demandas edad, sexo, peso, tipo de deporte, intensidad del
energéticas e ingresos en macro y entrenamiento, etc. para así poder acercarnos lo
micronutrientes. más posible al estándar sobre el que referirnos.
Un deportista de alto nivel, entrena una Conocer el hábito nutricional del deportista
media diaria de cuatro horas, lo que supone un estudiado en el ámbito de una consulta de
alto requerimiento nutricional. medicina del deporte, establecer el nivel de
déficits en vitaminas o minerales, o la
Por otro lado, existen circunstancias desproporción en los macronutrientes, es la
específicas relacionadas con la actividad física manera más rigurosa de acercarnos a este
intensa, que pueden suponer una pérdida problema.
adicional de minerales, como son la sudoración
intensa o la hemólisis en deportes aerobios.
NECESIDADES EN MACRONUTRIENTES
Todo ello ha llevado a la práctica
sistemática, exenta de rigor científico, de la Proteinas
suplementación, en deportistas, de su
alimentación diaria con preparados Tras los trabajos de Hamish N. Munro y
polivitamínicos o complejos con minerales y Marilyn C. Crim en 1964, sobre ratas adultas en
oligoelementos. estado de agotamiento, en las que observaron un
incremento en las necesidades de aminoácidos
La aplicación de las necesidades teóricas en esenciales, de dos a tres veces las dosis
los diversos nutrientes a un colectivo tan normales, durante el período de cansancio,
especial, no tiene tampoco un adecuado rigor, Giovanetti, P.M. and Stothers, S. en 1975,
ya que dichas necesidades teóricas se basan en realizaron un riguroso estudio en el que tras 12
las recomendaciones nutricionales que consisten semanas suministrando cuatro dietas distintas a
en aplicar las necesidades promedio mas dos ratas, observaron que el peso total del músculo
desviaciones estándar, a lo que se agrega una gastronemius era significativamente mayor en
cantidad extra como margen de seguridad, lo las ratas que habían sido suplementadas con
cual es muy poco preciso. caseína en su dieta.
Sabemos que la necesidad de un nutriente Por otro lado, Winters et al. (1975),
es la expresión numérica de la cantidad que un establecieron la comparación entre el deportista
individuo dado, en un momento determinado, y sometido a fuertes entrenamientos catabólicos
bajo unas condiciones específicas, necesita para con un niño en fase de crecimiento, es decir,
mantener un estado nutricional, de salud y de susceptible de unas mayores necesidades
forma física adecuado. proteicas.
Así, las necesidades nutricionales son Estos estudios parecieron justificar la idea
primordialmente individuales, varían a través empírica que ya tenían muchos deportistas
del tiempo y en función del estado fisiológico o sometidos a fuertes entrenamientos de
patológico en que se encuentre el deportista. sobrecarga, que incluían en su dieta, alimentos
ricos en aminoácidos esenciales.
Sin embargo, de nuevo Munro et al. en dieta con alto contenido en hidratos de carbono
1987, en estudios realizados en sujetos con durante 4 horas.
grandes pérdidas proteicas, llegaron a la
conclusión de que siendo el requerimiento Posteriormente a este trabajo, numerosos
máximo en adultos con grandes quemaduras, de autores han estudiado cambios en el trabajo
2 a 4 g. de proteínas por kilogramo de peso y físico inducidos por manipulaciones dietéticas.
día, no estaba justificada, en absoluto, una Hultman y Bergstrom, en 1967 demostraron
mayor ingesta en ningún tipo de deportista, por cambios en el glucógeno almacenado en el
mucho entrenamiento de fuerza que realizara. cuádriceps femoral en varias circunstancias
dietéticas; tras un ayuno, tras un régimen
Gontzea et al. en 1974, realizaron un hiperlipídico, y tras un régimen hiperglucídico.
experimento en 30 jóvenes durante 50 días,
comparando el balance nitrogenado con dietas En 1971, Karlsson y Saltin, comprobaron
de 1 g. de proteína por kg. de peso corporal, y que si el tiempo requerido para completar una
dietas de 1,5 g. de proteína, estando sometidos a distancia de 30 Km. de cross-contry era de 143
un fuerte entrenamiento en cicloergómetro. El min. con una alimentación mixta, si se
resultado fue un balance positivo en el grupo de suministraba a los atletas una comida rica en
1,5 g. de proteína. carbohidratos antes de la prueba, el tiempo
disminuía hasta los 135,3 min.
Diversos autores estudiaron el régimen
hiperproteico en deportistas de fondo, y llegaron Parece demostrado que la manipulación
a la conclusión de que ingestas proteicas por dietética puede afectar al rendimiento del
encima de 1,4 g/kg/día, no mejoraban su deportista debido al restablecimiento rápido de
rendimiento físico, establecido en función de su las reservas de glucógeno en hígado y músculos.
máximo consumo de oxígeno. Haralambie, G. et Hultman y Nilsson, en 1971, demostraron el
al. (1976); Consolazio et al. (1972); Young, marcado efecto que tenía el régimen
V.R. et al. (1978); Wolfe, R.R. et al. (1982). hiperglucídico en el hígado, así como el efecto
como substrato energético de dicho glucógeno
Brotherwood en 1984, estimó como durante una hora de ejercicio al 75% del VO 2
requerimientos proteicos en deportistas, entre máx. Su estimación fue que durante dicho
1,3 y 1,6 g/kg/día. Finalmente, estudios más ejercicio el hígado suministraba una media de
recientes, sitúan dicha cifra entre 1,6 y 2,0 1.100 mg/min. de glucosa, lo que mantenía
g/kg/día (Lemon, P.W.R. et al.) (1988). estable la glucemia.
Sin embargo, dado que las calorías que En la actualidad, se piensa que el mayor
suministran se encuentran libres del aporte de almacenamiento por estas prácticas lo tienen los
vitaminas hidrosolubles y minerales, y pudiendo deportistas mediocres, de manera que en atletas
obtenerse las vitaminas liposolubles de otras de élite se puede considerar que el
fuentes alimenticias, van a ser un inadecuado almacenamiento de glucógeno es ya máximo
substrato energético por encima de una ingesta por efecto de su entrenamiento y no es preciso
del 25-30% de las calorías totales del deportista. sino disminuir levemente la intensidad del
entrenamiento la semana previa a la
Carbohidratos competición. (Fogelholm, M.; Tikkanen, H.;
Naveri, H.; Harkonen, M., 1989).
En 1934, Christensen et al. pudieron
mantener un grupo de deportistas trabajando Los distintos regímenes destinados a
con una carga de 1080 kgm/min durante 90 incrementar las reservas de glucógeno, deben
minutos tras haber ingerido una dieta con alto tener en cuenta no sólo el contenido total en
contenido en grasas. La misma carga fue hidratos de carbono sino, también, el tipo
soportada por los mismos deportistas tras una utilizado en cada caso, dado que los efectos
producidos por los distintos hidratos de carbono cambios metabólicos y hormonales. (Segura, R.,
varían en relación con la velocidad con que son 1988).
digeridos y absorbidos lo que, a su vez, influye
sobre los niveles de glucemia y la respuesta Por otro lado, los hidratos de carbono
hormonal inducida en cada caso. complejos pueden influir sobre las reservas de
glucógeno y el ritmo de utilización del mismo
El distinto efecto que provoca la ingestión de una manera indirecta, al modular la insulina
de hidratos de carbono complejos hay que la actividad de sistemas enzimáticos
interpretarlo en relación con su actuación en el relacionados con el metabolismo de los lípidos.
intestino delgado y el proceso general de la
absorción intestinal. Los hidratos de carbono Las características de la proteína asociada a
complejos son digeridos y absorbidos con los hidratos de carbono parecen desempeñar
mayor lentitud que los simples, lo que da lugar a también un cierto papel en la disponibilidad de
un menor incremento en la concentración de los ácidos grasos por parte del músculo y la
glucosa en sangre y a una menor secreción de utilización del glucógeno muscular. La
insulina por parte del páncreas. sustitución de las proteínas de origen animal por
proteínas de origen vegetal, como las de soja,
La elevada secreción de insulina provocada como fuentes de aminoácidos, va seguida de
por una rápida absorción de glucosa, determina una reducción en los niveles de insulina y un
un aumento en el número de células capaces de incremento en la actividad de la lipoproteína
captar dicho monosacárido, lo que puede lipasa muscular.
conducir a una situación de hipoglucemia
reactiva y, paradójicamente, precipitar la Podemos deducir, por todo ello, que no sólo
aparición de la fatiga si el individuo desarrolla es conveniente conocer los carbohidratos totales
una actividad física moderada o intensa. Al en la alimentación del deportista, sino estudiar
propio tiempo, la insulina disminuye la lipolisis el tipo de hidrato de carbono que consume, así
aumentando la síntesis de ácidos grasos por la como controlar el aporte de estos nutrientes en
mayor asimilación de glucosa. las proximidades de las competiciones.
Además, a partir de estudios en adultos de Van der Beek et al. en Holanda, en 1988,
Gambia, ha quedado claro que una combinación demostraron cambios precisos en los índices de
de riboflavina y suplementos de hierro, consigue capacidad de trabajo durante la deplección
efectos beneficiosos sobre los índices experimental de tiamina, riboflavina, piridoxina
hematológicos, mientras que el hierro solo, es y vitamina C en varones jóvenes.
menos efectivo (Bates, C.J. et al., 1989).
La administración de estos 4
En las encuestas realizadas a deportistas, se micronutrientes durante un período de 8
cubren las necesidades recomendadas por la semanas (tiamina 0,42 mg./día; riboflavina 0,53
RDA (Guilland, J.C. et al., 1989; Janssen, mg/día; piridoxina 0,32 mg/día y vitamina C
G.M.E. et al., 1989). Ahora bien, la 15,8 mg/día), no fue superior a un tercio de la
administración de dichas dosis buscando efectos ración diaria recomendada (RDA) en Holanda.
sobre el rendimiento, no han dado resultados En comparación con un grupo de control que
positivos (Horwitt et al. 1986). recibió la misma dieta básica pero que no sufrió
deplección vitamínica y estaba estrechamente
equiparado con el grupo experimental, las
personas en las que se produjo deplección, se pierden grandes cantidades de ácido
experimentaron una reducción significativa de pantoténico de los alimentos al enlatarlos,
su VO 2 máx. (capacidad aeróbica) en la fase de cocinarlos, congelarlos o procesarlos (Schroeder
retraso antes de que el lactato sanguíneo et al., 1971).
empezara a acumularse durante el ejercicio
agudo. Puesto que estos cambios se La Food and Nutrition Board no ha
acompañaban de las variaciones esperadas en establecido una cantidad dietética recomendada
los índices del estado vitamínico bioquímico, de dicha vitamina, pero considera una ingesta
pero no de signos clínicos de déficit, se diaria de unos 10 mg como adecuada para
consideraron de forma inequívoca como adultos (RDA, 1974).
alteraciones funcionales subclínicas.
En estudios realizados por Ralli et al. en
NIACINA (ACIDO NICOTINICO) 1952 y Hodges en 1962, observaron que el
ácido pantoténico mejoraba la capacidad de los
Para hablar de necesidades de ácido sujetos bien nutridos para soportar el estrés.
nicotínico, es imprescindible considerar la
cantidad de triptófano en la dieta. Desde este Sin embargo, y a pesar de la importancia de
punto de vista, se habla de equivalente en esta vitamina en la obtención de energía por la
niacina (Horwitt et al., 1986), confirmando que vía oxidativa, no hay estudios que la relacionen
un promedio de 69 mg. de triptófano de la dieta, con una mejoría en el rendimiento físico.
se convierten en 1 mg. de niacina).
Dosis elevadas (10-20 g. diarios), sólo han
La dosis total recomendada por la Food and manifestado su toxicidad produciendo
Nutrition Board para el adulto sedentario, oscila esporádica mente cuadros de gastroenteritis
entre 10-25 mg/día. (Gershberg et al., 1950).
Park et al., en 1986, demostró que severas El interés por este mineral se centra desde
deficiencias en zinc reducen el crecimiento que Rotruck en 1973 descubrió que el selenio
muscular y disminuyen la concentración de era parte integrante de la enzima glutatión
DNA en el músculo en ratas entrenadas. peroxidasa en los eritrocitos de la rata. Dicha
enzima cataliza la transferencia de equivalentes
Sin embargo, Lukaski et al., en 1983, no reductores desde el glutatión reducido al
encontraron relación entre niveles bajos de zinc peróxido de hidrógeno o a los peróxidos lípidos,
en plasma y el VO 2 máx. en atletas entrenados. sirviendo de esta forma, para proteger a células
y membranas contra el deterioro oxidativo.
Respecto a la ingesta de dosis altas de zinc,
en animales de experimentación, causan anemia, No existen pruebas de toxicidad del selenio
retrasos del crecimiento y, eventualmente la en seres humanos que viven en áreas
muerte (Park et al., 1986). Además, hay que seleníferas, aunque su eliminación por orina está
tener en cuenta que los suplementos de zinc por encima de valores normales. Sin embargo, sí
pueden disminuir la absorción de cobre, lo cual se sabe que cantidades altas de selenio pueden
ocurre incluso aunque no se tomen actuar como antagonistas del metabolismo del
simultáneamente. azufre, y se sabe que inhiben a ciertas enzimas
como la succinato deshidrogenasa, tiramina
Dosis elevadas, del orden de 160 mg/día, oxidasa, prolina oxidasa y colina oxidasa
durante seis semanas, se han relacionado con (Goodhart, R.S. et al., 1987).
BIBLIOGRAFIA
1. ANDERSON, R.A.: «Nutritional role of chromium». 19. GEY, G.O., COOPER, K.H., BOTTENBERG,
Sci. Env. 17: 13-29. 1981. R.A.: «Effect of ascorbic acid on endurance
performance and athletic injury». J.A.M.A. 211: 105.
2. BAILEY, D.A.; CARRON, A.V., TEECE, R.G., 1970.
WEHNER, H.J.: «Effect of vitamin C
supplementation upon the physiological response to 20. GIOVANNETTI, P.M., STOHERS, S.C .: «Influence
exercise in trained and untrained subjects». Int. J. Vit. of diet and age on ribonucleic acid, protein and free
Res. 23: 905-912, 1970. aminoacid levels of rat skeletal muscle». Growth. 39:
1-16, 1975.
3. BATES, C.J.; POWERS, H.J., THURNAM, D.I.:
«Vitaminas, hierro y trabajo físico». The Lancet, 2: 21. GOLDBERG, A.L., ETLINGER, J.D.,
313-314. 1980. GOLDSPINK, D.F., JABLECKI, C.: «Mechanism
of work-induced hypertrophy of skeletal muscle».
4. BERGSTROM, J.: «Effect of nicotinic acid on Med. Sci. Sports. 7: 248-261. 1975.
physical working capacity and on metabolism of
muscle glycogen in man». J. of Appl. Phy. 170-176. 22. GONTZEA, I., SUTZESCU, P., DUMITRACHE,
1969. S.: «The influence of muscular activity on nitrogen
balance and on the need of man for proteins». Nutr.
5. BLOCK, J., MITCHELL: «Nutrition requirements». Rep. Int. 10: 35-43. 1974.
Nutr. Abstr. Rev. 16: 249-153. 1946.
23. GOODHART, R.S., SHILLS, M.E.: «Modern
6. BROTHERWOOD, J.R.: «Nutrition requirements». nutrition in health and disease». 6 th. ed. (Lea and
Nutr. Abstr. Rev. 16: 249-153. 1946. Febiger, Philadelphia, 1987).
7. CAMPBELL, W.W., ANDERSON, R.A.: «Effects 24. GRANDE COVIAN, F.: «Alimentación y nutrición».
of aerobic exercise and training on the trace minerals Ed. Salvat, 1984.
chromium, zinc and copper». Sports Medicine. 4: 9-
18. 1989. 25. GRUNDY, J.: «J. Clin. Invest». 55: 269. 1975.
8. CALLOW, M., MORTON, A., GUPPY, M.: 26. GRUPBELL, W., ANDERSON, R.: «Effects of
«Feeding pattern of endurance athletes». Eur. J. Appl. aerobic exercise and training on the trace minerals
Physiol. 55: 654-661. 1986. chromium, zinc and cooper». Sports Medicine, 4: 9-
18. 1987.
9. CONSOLAZIO, C.F., JOHNSON, H.L.: «Dietary
carbohidrate and work capacity». Am. J. Clin. Nutr. 27. GUILLAND, J.C., PEÑARANDA, T., GALLET,
25: 85-90. 1972. C., BOGGIO, V., FUCHS, F., KLEPPING, J.:
«Vitamin status of young athletes including the effects
10. CONSOLAZIO, C.F.: «Nutrition and performance». of supplementation». Med. Sci. Sports. 21: 441-450.
Progress in food and nutrition science». 7: 183-187. 1989.
1983.
28. HARALAMBIE, G., BERG, A.: «Serum urea and
11. COSTILL, D.L.: «Aproche scientifique a la course de amino nitrogen changes with exercise duration». Eur.
fond». Ed. Vigot. Paris. 1981. J. Appl. Physiol. 36: 39-48, 1976.
12. CHRISTENSEN, E.H., KROGH, A., LINDHARD, 29. HARLAND, GILBERT, BOOKS: Biochim.
J.: «Investigations on heavy muscular work». League Biophys. Acta. 316-378, 1973.
Nations Bull. Health Organ. 3: 388-417. 1934. Citado
por Rechcigl, M. 1981. 30. HAYMES, E.M.: «Proteins, vitamins and iron». In
Williams, M.H. (Ed.). Ergogenic Aids in Sports.
13. FIDANZA, F.: «Nutritional status assessments of Champaign, I. Human Kinetics Publishers Inc. Z7-55.
individuals and population groups». Group of 1983.
European Nutritionists. Perugia. 1984.
31. HERMANSEN, L., HULTMAN, E.: «Muscle
14. FINCH, C.H.: «Lactic acidosis as a result of iron glycogen during prolonged severe exercise». Acta
deficiency». J. Cl. Inv. 64: 129-137. 1979. Physiol. Scand. 71: 129-139. 1967.
15. FINOT, L., BUJARD, J., ARNAUD: «In protein 32. HOFMAN, NORTHFIELD, THISTLE. N. England
Cross linking-B». New York. Plenum Publishing. 51- J.M. 288: 46. 1973.
71. 1977.
33. HOOPER, P.L., VISCONTI, L., GARRY, P.J.,
16. FOGELHOLM, M., TIKKANEN, H., NAVERI, H., JOHNSON, G.E.: «Zinc lowers high-density
HARKONEN, M.: «High-carbohydrate diet for long lipoprotein -cholesterol levels». J. Am. Med. Ass.
distance runners a practical view-point». Br. J. Sp. 1980; 244: 1960-1961.
Med. 23: 94-97. 1989.
34. HORWITT, M.K.: «Interpretations of requirements
17. FOOD AND NUTRITION BOARD: «National for thiamin riboflavin, niacin -tryptophan, and vitamin
Research Council: Recommended Dietary E plus comment on balance studies and vitamin B6».
Allowances». 8th. Ed. Washington. National Academy Am. J. Clin. Nutr. 44: 973-986. 1986.
of Sciences. 1974.
35. HOWALD, B., SEGESSER, B., KORNER, W.F.:
18. FRASER, F., SALTER, R.: «Nutritional aspects of «Ascorbic acid and athletic performance». Ann. N.Y.
human activity». Pediatr. Clin. North. Ann. 1958: 417. Acad. Sc. 258: 458-464. 1975.
(Citado por Goodhart, R., 1987).
36. HURLEY, B.F., NEMETH, P.M., MARTIN, W.H.: 53. PARK, J.H.Y., GRANDJEAN, C.J., ANTONSON,
«Muscle triglyceride utilisation during exercise as an D.L., VAN-DERHOOF, J.A.: «Effects of isolated
effect of training». J. Appl. Physiol. 60: 562-567. zinc deficiency on the composition of skeletal muscle,
1986. liver, and bone during growth in rats». J. Nutr. 116:
610-617. 1986.
37. JANSSEN, G.M.E., GRAEF, C.J.J., SARIS,
W.H.M.: «Food intake and body composition in 54. RAIMONDI, A.: «La nutrizione nello sport». Ed.
novice athletes during a training period to ron a Piccin. Pado va. 1988.
marathon». Int. J. Sports Med. 17-21. 1989.
55. RAFECAS, M., MARINE, A., PLANAS, J.M.:
38. JENKINS, D.J.A.: «Effects of nicotinic acid on «Principios elementales de nutrición». Colegio Oficial
carbohydrate and fat metabolism during exercise». de Farmacéuticos de Barcelona. 1984.
Lancet. 1307-1308. 1965.
56. RALET, J.P.: «Magnesium et résistance a l’effort
39. JOOSTE, P.L.: «Epileptic type convulsions and chez l’homme». Med. du Sport. 1: 26-29. 1988.
magnesium deficiency». Av. and Space Env. Med. 50:
734-735, 1979. 57. READ, M.H., McGUFFIN, S.L.: «The effect of B-
comp1ex supplementation on endurance
40. KNIPPEL, L., MAURI: «Azione della tiamina sulla performance». J. Sports Med. Phy. F. 23: 178-184.
produzione di acido lattico nei ciclisti». Med. Sport. 1983.
39: 23-34. 1986.
58. RECHCIGL, M.: «CRC Handbook of nutritional
41. KOBAYASHI, Y.: «Effect of vitamin E on aerobic supplements». CRC. Press, Inc. Boca Raton, Florida.
work performance in man during acute exposure to 1983.
hypoxia». Unpublished doctoral dissertation.
University of New Mexico, 1974. 59. ROELS, TROUT, GUHA: «Vitamin supplementation
and the response to invasive exercise». Biochem. J. 97:
42. KOZLOWSKY, A.S .: «Effects of diets high in simple 353-363. 1965.
sugars on urinary chromium losses». Metabolism 35:
515-518. 1986. 60. RUCKMAN, K.S.: «Effects of exercise on iron and
copper metabolism in rats». J. Nutr. 11: 1.593-1601.
43. LAWRENCE, J.D.: «Effects of alphatocopherol 1981.
acetate on the swimming endurance of trained
swimmers». A.J. of C1in Nutr. 28: 205-208. 1975. 61. SCHROEDER: «The purpose of dietary
recommendations». J. C1in. Nutr. 24: 562-566. 1971.
44. LEMON, P.W.R., KEVIN, E., YARASHESKI,
DENNIS, G.D.: «The importance of protein for 62. SEPHARD, R.T.: «Vitamin E, exercise and the
athletes». Sports medicine. 1: 474-484. 1984. recovery from physical activity», Eur. J. Appl. Physiol.
33; 118-U6. 1974.
45. LUKASKI, H.C., BOLONCHUK, W.W.,
KLEVAY, L.M., MILNE, D.B., SANSTEAD, H.H.: 63. SEGURA, R.: «La pasta en la alimentación del
«Maximal oxygen consumption as related to deportista». Ap. Med. Dep. 23: 34-36. 1988.
magnesium, copper, and zinc nutriture». Am. J. Cl.
Nutr. 37: 407-415. 1983. 64. SPENCER, H.: «Minerals and mineral interaction in
human beings». J.A. Diet Ass. 86: 864-867. 1986.
46. LUKASKI, H.C., KLEVAY, L.M., MILNE, D.B.:
«Effects of dietary cooper on hum an autonomic 65. TIN-MAY-TAN, MA-WIN-MAY, KHIN-SANN-
cardiovascular function». Eur. J. App1. Physio1. 58: AUNG, MYA-TU: «The effect of vitamin B12 on
74-80. 1988. physical performance capacity». Br. J. Sp. Med. 40:
269-273. 1978.
47. LYN, L.: «Hypomangesiemia in a tennis player». Phy.
Sports. 11: 79-80. 1983. 66. VAN DER BEEK, E.J.: «Vitamins and endurance
training». Sports Medicine. 2: 175-197. 1985.
48. MARCONI, C., SASSI, G., CERRETELLI, P.:
«The effect of an aketoglutarate-piridoxina complex 67. WHO SCIENTIFIC GROUP: «Nutritional anemias.
on human maximum aerobic and anaerobic FAO/WHO. Expert group: Requirements of ascorbic
performance». Eur. J. App1. Physio1. 49: 307-317. acid, vitamin B12, folate and iron». WHO Tech. Rep.
1982. Ser. 425. 1970.
49. McDONALD, R., KEEN, C.L.: «Iron, zinc and 68. WILLIAMS, M.H.: «Ergogenic aids in sports».
magnesium nutrition and athletic performance». Sports Champaign Il. Human Kinetics Publ. 1983.
Medicine. 5: 171-184. 1988.
69. WILLIAMS, M.H.: «Nutritional aspects of human
50. MAURON: «Proceedings IV Congress Food Science physical and athletic performance». Thomas
and Technology». Vol. 1. 564-600. 1964. Sprigfield. Illinois. 1976.
51. MUNRO, H.: «In mammalian protein metabolism». 70. WILSON, E., FISHER, K.H., FUQUA, M.E.:
Munro Ed. New York Academic Press. 1964. «Fisiología de la Alimentación». Ed. Interamericana.
1978.
52. NEWHOUSE, I.J., CLEMENT, D.B.: «Iron status in
athletes an Update». Sports Medicine. 5: 337-352. 71. WINTERS AND HASSELMEYER (Eds.):
1988. «Intravenous nutrition in the highs risk infant» JO.
New York. Wiley. 1975.
72. WOLFE, R.R., GOODENOUGH, R.O., WOLFE, Dirección para correspondencia
M.H., ROYLE, G.T., NADEL, E.R.: «Isotopic Dr. José Antonio Villegas
analysis of leucine and urea metabolism in exercising C/ Nicolás de las Peñas, s/n
humans». J. Appl. Physiol. 52: 458-466. 1982. 30009 MURCIA