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Somos conscientes de que en este libro afronta- sos, por supuesto, nos hayamos visto obligados a
mos un tema difícil, que durante siglos ha sido ig- deshacer mitos y creencias infundados.
norado e interpretado desde actitudes y creencias
irracionales. Comenzamos el libro intentando ofrecer una vi-
sión amplia de lo que es la sexualidad -capítulo
Aunque aún desconocemos numerosas cuestio- primero, dedicado al concepto-, reconociendo la
nes referidas a la sexualidad, hemos adquirido en enorme importancia de las actitudes sexuales que
las últimas décadas un cuerpo de conocimientos su- adoptamos -capítulo segundo- y haciendo una bre-
ficientemente amplio como para intentar compren- ve selección de los autores que más han contribuido
der qué significa ser sexuados. a la construcción del conocimiento sobre la sexuali-
dad -capítulo tercero, dedicado a la historia-.
Para lograr este objetivo, hemos seleccionado
aquellos temas que nos parecen centrales, recono- Para presentar una serie de contenidos sistemá-
ciendo que hay otros muchos aspectos no tratados ticos, adoptamos posteriormente, en coherencia
en este libro que son también importantes. Si selec- con el concepto expuesto en el primer capítulo, un
cionar y ordenar el conocimiento es siempre difícil enfoque evolutivo, porque consideramos que es el
y arriesgado, lo es mucho más cuando se trata de más realista, dado que la sexualidad es muy dife-
contenidos interdisciplinares —la sexología— poco rente en las distintas etapas de la vida, y, a la vez, el
definidos aún, que son, además, fuertemente polé- más interdisciplinar, porque nos permite incorpo-
micos en nuestra sociedad. rar en cada edad los conocimientos aportados por
las diferentes ciencias.
En todo caso, hemos aceptado el reto. Espera-
mos que los lectores continúen y critiquen la refle- Acabamos el libro con tres capítulos finales que
xión aquí comenzada. Este libro no es un manual, plantean tres de las grandes cuestiones más actua-
ni un material acabado, sino la presentación de les y polémicas: ¿cuándo hemos de considerar una
unos temas que consideramos fundamentales para conducta sexual saludable o adecuada: cuáles son
comprender la sexualidad humana. Hemos procu- los problemas más frecuentes en la sexualidad?;
rado mantener una actitud abierta y reflexiva, que ¿cuáles son las relaciones entre sexualidad y violen-
permita al lector moverse con libertad a través de cia?; ¿qué importancia tienen los afectos como me-
los diferentes capítulos, aunque en numerosos ca- diadores de las conductas sexuales?
Si se define al hombre por la experiencia, o sea, - «Es eso que todos sabemos, pero es muy difí-
por su manera propia de poner el mundo en forma... cil de decir».
un hombre sin sistema sexual es tan incomprensible
como un hombre sin pensamiento. - Etc.
Hay osmosis entre sexualidad y existencia. De la tensión inicial van pasando a los senti-
La sexualidad es todo nuestro ser. mientos de impotencia. Todos están seguros de sa-
ber mucho más de lo que pueden decir.
(Merleau Ponty, 1975)
Estamos ante una pregunta difícil de contestar:
¿Qué es la sexualidad, esta realidad que tanto nos
motiva y condiciona, que puede impedir dormir al
adolescente, transformar la vida del enamorado,
2. La sexualidad es diferente
en cada edad
Los niños, adolescentes, adultos y viejos son se-
xuados; tienen intereses sexuales y expresan en con-
ductas su sexualidad. Pero la sexualidad cambia en
relación con la edad, de forma que en cada período
de la vida tiene características propias. Precisa-
mente por ello no puede hablarse de sexualidad re-
ferida a todas las edades sin cometer graves errores
y generalizaciones.
Las diferencias mayores se dan entre la sexuali-
dad prepuberal y pospuberal. La sexualidad infantil
tiene muchas características en común con la se-
xualidad adulta; pero también se dan entre ambas
grandes diferencias.
Así, en contraste con los adultos, en los niños se
aprecia: que los órganos genitales están poco desa-
rrollados y los caracteres sexuales secundarios ape-
nas han aparecido; la cantidad de hormonas en san-
gre es muy pequeña; las sensaciones de placer no
han adquirido aún significado específico; los estí-
mulos eróticos no provocan atracción sexual, o al
menos clara y consistente; no se sienten especial-
mente atraídos los unos por los otros; sus activida-
des sexuales se basan en motivos distintos a los de
los adultos.
En la pubertad, se especifica el deseo sexual ad-
quiriendo numerosos estímulos un valor erótico.
Deseo sexual y atracción por los estímulos eróticos
impulsan al sujeto adulto, desde este período, a
buscar satisfacciones sexuales por autoestimula-
ción o contacto con los demás. El sistema de creen-
cias, la organización social y la propia capacidad de
control de la pulsión o la habilidad para encontrar
PARA COMPRENDER LA SEXUALIDAD
compañero sexual definen, entre otros muchos fac- bre y mujer pueden decidir, y así lo han hecho en
tores, la conducta sexual de las personas. muchos momentos a lo largo de la historia, tener
relaciones sexuales evitando de una u otra forma el
A partir de este período, es también posible que embarazo. De hecho, la mayor parte de las relacio-
las personas se enamoren y establezcan compromi- nes sexuales que tienen las personas no están en
sos relaciónales de diferentes tipos. Estos compro- función de la reproducción, sino que son una bús-
misos han sido regulados por todas las sociedades, queda de placer y una manifestación de comunica-
aunque con grandes diferencias entre ellas. ción, ternura, afecto, etc.
El deseo, los intereses sexuales y la capacidad de De esta forma, en la especie humana la sexuali-
enamoramiento se mantienen a lo largo de todo el dad puede cobrar un sentido totalmente diferente a
ciclo vital. Los cambios biofisiológicos que se pro- la mera función biológica y convertirse en fuente de
ducen en la edad madura y en la vejez no anulan el placer, bienestar psicofísico, comunicación, afecto,
deseo sexual ni los afectos vinculados a la sexuali- etc. Puede ayudarnos a encontrar momentos de pla-
dad. Como veremos más adelante, la sexualidad en cer y bienestar, nos impulsa a salir de la soledad y
la vejez depende más de factores psicosociales que buscar, tocar, abrazar al otro. Nos permite llegar a
de factores biofisiológicos, aunque éstos tengan formas de comunicación íntimas desde el punto de
también un importante significado. vista corporal y psíquico. Hace posible también que
dos personas puedan planificar su relación o los
hijos que deseen, en el contexto de una relación es-
3. Los fines de la sexualidad table, caracterizada por diferentes grados de pa-
sión, intimidad y compromiso.
Es indudable que, desde el punto de vista bioló- La sexualidad vivida satisfactoriamente hace
gico, el fin primordial de la sexualidad es la repro- más fácil la comprensión de los demás, la elimina-
ducción de la especie. Los individuos de las diferen- ción de la rigidez y el moralismo. Es también una
tes especies no sólo están preprogramados para fuente de equilibrio y armonía para la persona. Es,
buscar la propia supervivencia, sino también la del en definitiva, una fuente de amor a la vida, de biofi-
grupo en que viven. El deseo de unión sexual, la lia, de actitud positiva ante sí mismo, los demás y
atracción y el placer en la relación, hacen que los las cosas.
miembros de las diferentes especies se apareen y
tengan descendencia, asegurando la supervivencia
del grupo al que pertenecen y, a través de él, de la
especie.
4. Los destinos de la sexualidad
En todas las especies inferiores, la sexualidad es
un instinto muy estereotipado, manifestándose en La sexualidad humana, como ya reconociera
conductas altamente preprogramadas. La función Freud, no tiene prefijados los destinos. Los animales
de reproducción es tan determinante que las hem- nacen altamente preprogramados y apenas cam-
bras sólo aceptan la relación sexual cuando pueden bian en el curso de la historia. El ser humano es
concebir. mucho más plástico, admite variantes interindivi-
En la especie humana, la reproducción es tam- duales mucho mayores y sus formas de vida están
bién una función fundamental; pero no es la única en continuo cambio.
ni necesariamente la más importante. En la especie La sexualidad humana puede satisfacerse, repri-
humana, el placer sexual no va necesariamente uni- mirse, prorrogar su satisfacción, sublimarse y
do a la reproducción. El placer sexual puede ser orientarse hacia objetos de satisfacción muy diver-
deseado por la mujer en momentos del ciclo mens- sos. Su plasticidad es tan grande que puede tam-
trual en los que no es posible la concepción, y tam- bién ser manipulada con otros fines, como ocurre
bién después de la menopausia. Igualmente, hom- hoy con el uso que hace de ella la publicidad. La
10 PARA COMPRENDER LA SEXUALIDAD
orientación del deseo puede ser diferente (heterose- xuales tienen que ser necesariamente reguladas por
xual, homosexual, etQ.) y las formas de conducta la sociedad en algún grado. Las normas y formas de
sexual son también muy variables de unas personas regulación varían mucho de unas sociedades a
a otras y de unas culturas a otras. Las diferencias otras, pero todas ellas lo hacen de alguna manera.
interindividuales e interculturales son muy gran-
des. En occidente, la relación entre padres e hijos es
el aspecto más fuertemente regulado. Como conse-
No quiere esto decir que todas las conductas se- cuencia de la necesidad de regular esta relación, se
xuales sean igual de deseables desde el punto de extienden las normas a las relaciones sexuales de
vista de la salud o de la organización de una socie- las parejas casadas y, dado que quienes no tienen
dad determinada. Algunas variantes conllevan gra- un compromiso estable no pueden ofrecer garantía
ves riesgos o deficiencias para el sujeto y otras pue- de cuidados adecuados a la descendencia, se consi-
den crear malestar o daño en el grupo social donde dera que éstos no deben tener relaciones sexuales.
éste vive. Como, de manera semejante, ciertas for- Esta regulación se hace a través de las costumbres,
mas de regulación social provocan también sufri- la moral y el código civil.
miento en los individuos concretos. El individuo, la
pareja y el grupo social deberán encontrar la mayor Todas estas normas aparecieron en un contexto
armonía posible entre sí, a la vez que procurar histórico en el que la fecundidad era uno de los má-
crear las mejores condiciones de vida, también en el ximos valores en todos los grupos humanos (así lo
campo sexual. A ello deben contribuir las ciencias reconocen todas las religiones y manifestaciones
del nombre y de la conducta estudiando las conse- culturales de diverso tipo), porque sólo así podían
cuencias y posibilidades de cada una de las alterna- combatir la alta mortalidad y disponer de medios
tivas sexuales, para que sean evitados errores, tópi- para la defensa y el trabajo. Por otra parte, en este
cos y falsas creencias, y podamos, así, disponer de período, que en realidad se extiende hasta el último
una verdadera ciencia de los comportamientos se- siglo, no existían métodos eficaces para evitar el
xuales que nos permita prevenir, diagnosticar y cu- embarazo no deseado, por lo cual las relaciones se-
rar, si fuera necesario, los problemas y dificultades. xuales prematrimoniales eran relaciones de alto
De esta forma conseguiremos que las personas con- riesgo.
cretas vivan las mejores posibilidades de la sexuali- Este contexto histórico ha cambiado de forma
dad. En capítulos posteriores indicaremos cuáles radical a lo largo del siglo XX, fundamentalmente
son, desde nuestro punto de vista, los criterios de debido a cuatro factores:
salud sexual que podemos usar. Por el momento, en
este apartado dedicado al concepto, nos interesa En primer lugar, el control de la mortalidad in-
que el lector caiga en la cuenta de que la sexualidad fantil y el alargamiento de la edad media de vida ha
humana puede vivirse de formas muy diferentes, mu- provocado un aumento de la población que ha lle-
chas de ellas saludables, pero no todas en el mismo vado a numerosos gobiernos, sobre todo en la déca-
grado. Hay también conductas sexuales no desea- da de los 60-70 en Europa y en la actualidad en
bles para el individuo, la pareja o la sociedad. muchos países del llamado Tercer Mundo, a acep-
tar de buen grado el control de los nacimientos
apoyando los servicios de planificación familiar.
Ciertamente, éste no ha sido el único factor que ha
provocado esta aceptación de la planificación de los
5. La regulación social hijos; también han influido los conocimientos ad-
de la sexualidad quiridos sobre sexualidad en este siglo y los movi-
mientos sociales que han luchado por estos temas
Las conductas sexuales son también conductas (feminismo, movimiento obrero, etc.), pero ha sido
sociales porque, casi siempre, implican a otras per- el factor estructural decisivo.
sonas. Desde este punto de vista, las conductas se- En segundo lugar, los métodos anticonceptivos