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La inmunidad de ejecución

es el privilegio que gozan los estados extranjeros y sus bienes en virtud del cual no pueden ser
objeto de medidas coercitivas o de aplicación de las decisiones judiciales y administrativa por
los órganos del estado territorial.

Convención Viena

Artículo 29

La persona del agente diplomático es inviolable. No puede ser objeto de ninguna forma de
detención o arresto. El Estado receptor le tratará con el debido respeto y adoptará todas las
medidas adecuadas para impedir cualquier atentado contra su persona, su libertad o su
dignidad.

Artículo 30

1. La residencia particular del agente diplomático goza de la misma inviolabilidad y protección


que los locales de la misión.

2. Sus documentos, su correspondencia y, salvo lo previsto en el párrafo 3 del Artículo 31, sus
bienes, gozarán igualmente de inviolabilidad.

Artículo 31

1. El agente diplomático gozará de inmunidad de la jurisdicción penal del Estado receptor.


Gozará también de inmunidad de su jurisdicción civil y administrativa, excepto si se trata:

a. de una acción real sobre bienes inmuebles particulares radicados en el territorio del Estado
receptor, a menos que el agente diplomático los posea por cuenta del Estado acreditante para
los fines de la misión; b. de una acción sucesoria en la que el agente diplomático figure, a título
privado y no en nombre del Estado acreditante, como ejecutor testamentario, administrador,
heredero o legatario; c. de una acción referente a cualquier actividad profesional o comercial
ejercida por el agente diplomático en el Estado receptor, fuera de sus funciones oficiales.

2. El agente diplomático no está obligado a testificar.

3. El agente diplomático no podrá ser objeto de ninguna medida de ejecución, salvo en los
casos previstos en los incisos a, b y c del párrafo 1 de este artículo y con tal de que no sufra
menoscabo la inviolabilidad de su persona o de su residencia.

4. La inmunidad de jurisdicción de un agente diplomático en el Estado receptor no le exime de


la jurisdicción del Estado acreditante.

Artículo 32

1. El Estado acreditante puede renunciar a la inmunidad de jurisdicción de sus agentes


diplomáticos y de las personas que gocen de inmunidad conforme al Artículo 37.

2. La renuncia ha de ser siempre expresa.

3. Si un agente diplomático o una persona que goce de inmunidad de jurisdicción conforme al


artículo 37 entabla una acción judicial, no le será permitido invocar la inmunidad de jurisdicción
respecto de cualquier reconvención directamente ligada a la demanda principal.
4. La renuncia a la inmunidad de jurisdicción respecto de las acciones civiles o administrativas
no ha de entenderse que entraña renuncia a la inmunidad en cuanto a la ejecución del fallo,
para lo cual será necesaria una nueva renuncia.

INMUNIDAD JURISDICCIONAL DE LOS ESTADOS EXTRANJEROS ANTE


LOS TRIBUNALES ARGENTINOS

Ley Nº 24.488

ARTICULO 1º — Los Estados extranjeros son inmunes a la jurisdicción de los


tribunales argentinos, en los términos y condiciones establecidos en esta ley.

ARTICULO 2º — Los Estados extranjeros no podrán invocar inmunidad de


jurisdicción en los siguientes casos:

a) Cuando consientan expresamente a través de un tratado internacional, de un


contrato escrito o de una declaración en un caso determinado, que los
tribunales argentinos ejerzan jurisdicción sobre ellos;

b) Cuando fuere objeto de una reconvención directamente ligada a la demanda


principal que el Estado extranjero hubiere iniciado;

c) Cuando la demanda versare sobre una actividad comercial o industrial


llevada a cabo por el Estado extranjero y la jurisdicción de los tribunales
argentinos surgiere del contrato invocado o del derecho internacional;

d) Cuando fueren demandados por cuestiones laborales, por nacionales


argentinos o residentes en el país, derivadas de contratos celebrados en la
República Argentina o en el exterior y que causaren efectos en el territorio
nacional;

e) Cuando fueren demandados por daños y perjuicios derivados de delitos o


cuasidelitos cometidos en el territorio;

f) Cuando se tratare de acciones sobre bienes inmuebles que se encuentren en


territorio nacional;

g) Cuando se tratare de acciones basadas en la calidad del Estado extranjero


como heredero o legatario de bienes que se encuentren en el territorio
nacional;

h) Cuando, habiendo acordado por escrito someter a arbitraje todo litigio


relacionado con una transacción mercantil, pretendiere invocar la inmunidad de
jurisdicción de los tribunales argentinos en un procedimiento relativo a la
validez o la interpretación del convenio arbitral, del procedimiento arbitral o
referida a la anulación del laudo, a menos que el convenio arbitral disponga lo
contrario.

ARTICULO 3º — Si se presentaren demandas ante los tribunales


argentinos contra un Estado extranjero invocando una violación al
Derecho Internacional de los Derechos Humanos, el tribunal
interviniente se limitará a indicar al actor el órgano de protección
internacional en el ámbito regional o universal ante el que podrá
formular su reclamo, si correspondiere.

Asimismo, remitirá copia de la demanda al Ministerio de Relaciones


Exteriores, Comercio Internacional y Culto, a fin de que tome
conocimiento del reclamo y adopte las medidas que correspondan en el
orden Internacional.

ARTICULO 4º — La presentación de los Estados extranjeros ante los tribunales


argentinos para invocar la inmunidad de jurisdicción no debe interpretarse
como aceptación de competencia.

La interposición de la defensa de inmunidad jurisdiccional suspenderá el


término procesal del traslado o citación hasta tanto dicho planteamiento sea
resuelto.

ARTICULO 5º — Los jueces, a pedido del Estado extranjero, podrán ampliar
prudencialmente los plazos para contestar la demanda y oponer excepciones.

ARTICULO 6º — Las previsiones de esta ley no afectarán ninguna inmunidad o


privilegio conferido por las Convenciones de Viena de 1961 sobre Relaciones
Diplomáticas, o de 1963 sobre Relaciones Consulares.

ARTICULO 7º — En el caso de una demanda contra un Estado extranjero, el


Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto podrá
expresar su opinión sobre algún aspecto de hecho o de derecho ante el tribunal
interviniente, en su carácter "amigo del tribunal".

Resumen del fallo Manauta.


En este caso, la Corte modifica su propia jurisprudencia respecto a la inmunidad de jurisdicción,
dejando de lado a postura clásica o absoluta y recepcionando la tesis relativa o restringida
adhiriendo a la evolución producida en el campo del derecho internacional.

El dictado de este fallo motivo que, el Congreso sancionara la ley 24.488 de Inmunidad de


Jurisdicción de los Estados extranjeros ante los tribunales argentinos.
Caso "Manauta c/embajada de la Federación Rusa (1994) Inmunidad de Estados
extranjeros.

Manauta y otros demandaron a la Embajada Rusa los daños y perjuicios que les habría
irrogado el incumplimiento de las obligaciones en materia de aportes previsionales, sindicales y
asignaciones familiares, a cargo d la demandada.

En Primera Instancia, basándose en el decreto-ley 1285/58, se sostuvo que no se daría curso a


una demanda contra un Estado extranjero, sin que previamente éste diera su consentimiento
para ser sometido a juicio. En consecuencia, el Tribunal pidió el consentimiento, pero el
Gobierno de Rusia no contestó, entendiendo el magistrado este silencio como una negativa
tácita a someterse a la jurisdicción, con lo que siguiendo la postura de la inmunidad absoluta,
decidió reconocer la inmunidad de la Embajada y declarase incompetente para entender en el
asunto.

Manauta apeló, la Cámara confirmó el pronunciamiento de primera instancia que consideraba


que la justicia federal era incompetente, por lo que interpuso recurso extraordinario, el cual le
fue concedida.

La Corte Suprema hizo lugar al pedido de Manauta basándose en ciertos puntos:


a) No intervención: un Estado no puede intervenir en asuntos internos de otro
b) Teoría restringida de la inmunidad de Estados extranjeros: para que un Estado tenga
inmunidad frente a otro, el demandado tuvo que haber actuado como soberano. Pero en este
caso no se trataba de un acto de gobierno sino de una obligación laboral y previsional cuyo
incumplimiento daba lugar al pedido de daños y perjuicios, por tanto no correspondía aplicar el
decreto-ley 1285/58.

En sintesis: No hay inmunidad de jurisdicción ante un reclamo por incumplimiento de


obligaciones laborales y previsionales por parte de una embajada.

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