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Santiago Uceda Castillo Et Al - Lo Gallinazo en Huacas de Moche, ¿Estilo o Cultura
Santiago Uceda Castillo Et Al - Lo Gallinazo en Huacas de Moche, ¿Estilo o Cultura
grupo cultural del valle de Virú y, por extensión, para caracterizar la cerámica
vasijas de estilo Gallinazo en las diferentes regiones de la costa norte del Perú,
estos artefactos eran usados por los especialistas para inferir ocupaciones
1
limitarse a las vasijas Gallinazo Negativo y Carmelo Negativo2, es decir
Cultura y estilo
2Estos dos tipos aparecen, por lo menos en el valle de Virú, en el periodo Gallinazo Temprano.
El Gallinazo Negativo es el más abundante de los dos mientras que el Carmelo Negativo tiene
una mayor presencia en la fase Gallinazo Tardío con relación a las fases anteriores; ambos tipos
continúan en uso hasta el periodo Huancaco en este valle. Generalmente presentan una
superficie lisa, y un pulido que va de usualmente moderado a ocasionalmente bueno y las
formas donde se aplica esta técnica son: vasijas escultóricas, botellas asa estribo, vasijas de
doble cuerpo, cancheros lenticulares, y cántaros con aplicaciones y cántaros cara gollete
(Bennett 1939, 86-89).
2
conocimiento de sus raíces y saber como habían vivido sus ancestros. La
prehistóricos sin nombre por medio de las culturas arqueológicas y trazar así su
correlacionadas con las similitudes y diferencias de las etnias. Las culturas son
definición esta basada en dos axiomas: a) los objetos son las expresiones de
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cultura, por tal motivo esta forma de definir la cultura ha recibido el nombre de
“cada cultura tenia que ser delineada individualmente según sus artefactos
constituyentes y que las culturas no podían definirse simplemente subdividiendo las épocas
duración y los limites geográficos de estas culturas tenía que situarse cronológicamente
muchas críticas por parte de los especialistas, surgiendo una nueva visión que
que los diferentes componentes se relacionan unos con otros como corresponde
mundo físico y natural. Para Binford ésta se trata de “la forma extrasomática de
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personas que en algún momento de su historia compartieron estos rasgos por
algún motivo. En este contexto, los estudiosos de la costa norte del Perú han
además un modo selectivo; deben ser posibles ciertas alternativas de elección, aunque
de hecho nunca se escoja entre ellas. Donde reina la obligación o la necesidad física o
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manera los mismos temas o sujetos de otros estilos y se manifiesta en cualquier
soporte. Es una abstracción, por lo tanto, una unidad trascendente que desborda
Al hablar de estilo y cultura, tanto Kroeber como Muelle nos ofrecen ideas
“dado que la cultura humana no puede estar exclusivamente referida a los valores, sino que
tiene también que adaptarse a las relaciones sociales (interpersonales) y al mundo real
por completo como una especie de expansión de un estilo. Sin embargo, los estilos que
contienen dicha cultura, incidiendo sobre las demás actividades, pueden influir en si mismas.
Por consiguiente, todas las partes de una cultura tenderán a acomodarse de algún modo las unas
con las otras de modo que el conjunto puede llegar a impregnarse de una cualidad común a
poseer un grado bastante elevado de congruencia. Por falta de mejor término, yo he llamado a
este fenómeno el estilo de la cultura entera o total (whole-culture o total culture style). Hay que
estimar que se debe a una expansión y a una asimilación secundaria dentro de la cultura. No es
Por su parte Muelle (1960) sostiene que el término estilo debería ser
utilizado antes que el de cultura para identificar a los complejos locales que se
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del territorio del actual Perú, dentro de los periodos nombrados por Rowe como
la zona andina existieron dos grupos de estilos. Por un lado, los estilos
doméstico (como por ejemplo los estilos Castillo Modelado y Castillo Inciso
que los estilos de elite cambiaban en sus rasgos más saltantes, según cambiaba
prácticamente invariables con el paso del tiempo, por lo menos para los
Medio.
PRESENCIA GALLINAZO
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Vamos a empezar señalando los antecedentes generales asociados a la Costa
Norte del Perú, luego nos adscribiremos al valle de Moche, para terminar en
artefactos: la vajilla de elite decorada con pintura negativa (los tipos Gallinazo
con diseños incisos y modelados (los tipos Castillo Inciso y Castillo Modelado
región.
Wendell Bennett (1939, 1950), dentro del marco del Proyecto Valle de
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(1950:89) señaló la evidencia de que la cerámica procedente de contextos
En el marco del mismo proyecto, James Ford (1949) realizó una seriación de la
Negativo.
comparar su cerámica local con la secuencia del valle de Virú. Como resultado
de esto, quedó claro que los tipos Castillo Modelado y Castillo Inciso, tan
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temporalmente entre los siglos tercero y sexto d.C., de características
Más al sur, el trabajo dirigido por Kent Day e Izumi Shimada ayudó a
(1994) observó en Pampa Grande una bipartición del sitio por medio de una
gran quebrada. Para este autor, en la parte norte se ubicó la población Moche
las clases mochicas habitantes del sector norte durante el periodo Moche
Gallinazo se está refiriendo a los tipos Castillo Modelado y Castillo Inciso. Para
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persistente que se integró a la nueva sociedad multiétnica de la costa norte,
las ilustraciones de Shimada y Maguiña (1994: Figuras 1.4a, 1.8, 1.9) y las
pintura blanca sobre rojo, o rojo sobre crema mezclándose “con cerámica
50).
sugieren, por ser más toscos, más bien recipientes de uso diario” (ibid).
al “estilo Virú”. Los trabajos de Luis Jaime Castillo en el mismo valle han
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Gallinazo en esta área. Castillo (2003:72) ha registrado tumbas en San José de
Moro con presencia de vasijas identificadas por el autor como Virú o Gallinazo,
2003:85, Figura 18.12; 88). Para este autor esto muestra una clara continuidad
rostro (Castillo 2003:93, Figura 18.16), rasgo que se registra desde la época
contextos ubicados en el tránsito entre Virú y Mochica. Las piezas a las que
A53 se encontró una tumba (tumba A53-1 en Donnan y Cock 1999, tumba 2 en
Donnan 2003) de un varón adulto muy alto que contenía como parte de un
espectacular ajuar funerario una vasija de estilo Virú junto con cerámica de
estilo Moche I. Esta tumba ha sido datada con el C14 entre el 390 y 645 d.C
12
(Donnan 2003:76). Esta vasija parece ser una olla con dos pequeñas asas falsas
el mismo valle, (Franco et al. 2003:157; 159 Figura 19.21) se registró cerámica
liderado por Jonathan Kent (ver Kent et al. en este volumen) reportó la co-
valle, pero sólo fueron reportados unos pocos artefactos decorados con pintura
en negativo.
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como lugar de procedencia los valles de Chicama, Virú, Chao y Santa,
densidad poblacional más alta se dio en el valle medio. Según Heidi Fogel
Temprano, sobre todo en Cerro Oreja, aunque esta evidencia se reduce a unos
de ceniza, vasijas “Gallinazo” del tipo Cara Gollete junto con un cuello de
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aprecia en las ilustraciones estas vasijas corresponden estilísticamente al tipo
EL NÚCLEO URBANO.
dentro del marco del Proyecto Chan-Chan Valle de Moche. Lo más interesante
fragmentos de cerámica (ver Figura 1). Este corte así como el corte
Moche I hasta Moche IV por lo menos en la zona aledaña a Huaca del Sol y a
partir de esto infiere que esta zona habría sido en tiempos más tempranos el
corazón de la ocupación del sitio (Topic 1977:74, 136). En los estratos más
de naturaleza utilitaria (ibid: 306). Las denominadas “dragged jab” (ver Topic
15
1977, Figuras 4-1 y 4-2), identificables como Castillo Modelado en la secuencia
cerámica de estilo Moche I y II, constituyendo el 2.4 por ciento y 2.2 por ciento
cerca de los cuellos de los cántaros y ollas de cuello corto (ibid: 309), y
Castillo Modelado. Para Topic los residentes del Valle de Moche durante el
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distinción entre estos dos estilos de cerámica parece ser menos marcado de lo
una fase a otra, e inclusive la vajilla fina muestra alguna mezcla de formas y
de dos vasijas de asa estribo de estilo Moche I asociadas a una vasija pintada en
negativo con cuello decorado con un rostro de lechuza, como parte del ajuar
por el sur con el Conjunto Arquitectónico 30, por el este con la Avenida 1 y por
el oeste con zonas aún no excavadas (Tello et al. 2000, 2001) (ver figura 3).
para el sitio Ricardo Tello y colaboradores (Tello et al. 2000, 2001, 2002)
realizaron una trinchera de 45 m2 (9.8 m por 4.6 m, con el eje mayor este-oeste)
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excavación reveló una superposición total de 13 pisos de ocupación. De ellos,
de Larco (2001), los pisos 6 al 3 pertenecen al periodo Moche III y los últimos
pisos (pisos 2 y 1) al periodo Moche IV (Tello et al. 2003:93-99) (ver figura 6).
esta trinchera para hacer un estudio sobre la cerámica doméstica del sitio,
decorativos más populares (53.25 por ciento del total de fragmentos decorados),
88). La cerámica con estos tipos de decoración estuvo presente en todos los
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superficie generalmente alisado o pobremente pulido. Todos los fragmentos
HUACA DE LA LUNA.
19
la Huaca de la Luna en donde se haya encontrado cerámica identificada como
denominada tumba 18 (ver figura 8). Esta tumba se encontró al final de un pozo
una tercera del tipo Castillo Modelado (ver figura 9). El cuello de los tres
postuló que estos funcionaron como receptores de las ofrendas para el personaje
de la tumba.
(ibid: 57).
20
una vasija completa con aplicaciones a manera de rostro (ver figura 10) de tipo
nos lleva a pensar en los tipos Castillo Modelado y Castillo Inciso (ver Armas
2002, cuadro 14, Figuras 230, 249). Otro dato importante lo constituye el hecho
de que el 100 por ciento de los bordes de “estilo Gallinazo” fueron identificados
por Armas como cántaros, de los tipos con cuellos evertidos redondeados y
identificados por Armas como de estilo Moche III en realidad son fragmentos
arcilla y otro con listón mellado (ver Armas 2002, Figura 246).
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en contextos que datan de diferentes subfases del Intermedio Temprano. Estos
con sus respectivas variantes locales. Estos tipos cerámicos son esencialmente
del valle de Virú, con tan sólo un grado de variación que representaría
diferencias entre valles. Incluso resaltó que la pasta de las vasijas encontradas
Huanchaco más cercanía con el estilo de Vicus. A este punto, parece ser que la
autora se refiere a los tipos Castillo Modelado e Inciso. Creemos que esto nos
podría estar indicando que cada alfar en cada zona fabricaba su propia cerámica
como una tradición cerámica norcosteña por encima de otras hipótesis, como
por ejemplo, la de una producción masiva de estos tipos en el valle de Virú para
(2005) parecen indicar que la pasta utilizada no era la misma que para el resto
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DISCUSIÓN Y COMENTARIOS
del estilo cerámico de tipo utilitario, presente desde época Salinar hasta
principios del periodo Chimú, permiten inferir que en la costa norte del Perú
habitaba esta zona siguió siendo la misma, y afrontaba cada cierto tiempo
cultura popular en las tres fases del periodo Gallinazo. Esto se extiende a todo
contexto, los tipos Castillo Modelado e Inciso formarían parte de una tradición
cerámica doméstica..
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Por lo menos para la costa norte, los cambios en las diferentes culturas que
han sido identificadas por los arqueólogos, son en resumen cambios políticos y
las elites dominantes del valle de Virú ilustra como los estilos de elite son
por los grupos de poder, excluyendo a los grupos sometidos; lo que intentamos
decir es que en la arqueología son precisamente los restos que dejan los grupos
de poder los que nos permiten inferir culturas. En este sentido, podemos decir
y particular.
por lo menos en el valle de Virú, estaría conformado por los tipos identificados
24
por el Proyecto Valle de Virú como Gallinazo Negativo y Carmelo Negativo4,
Chao y Santa. Según Strong y Evans (1952) estos tipos estarían estilísticamente
que forman parte de una misma corriente estilística que se dio en la costa norte,
Negativo, aunque el uso del término Horizonte haya sido cuestionado para este
caso.
al. 1991), y que entonces podrían estar relacionados a contextos de elite, rituales
el estilo que identificaba a los grupos de poder (que son los que manejan las
4Es necesario resaltar que su presencia solo constituye una pequeña proporción de la cerámica
mortuoria, la cual según Strong y Evans presenta en general una pobre decoración (ibid:214).
25
de la costa norte era el estilo Negativo (Gallinazo y Carmelo). Con el tiempo
este estilo es suplantado en algunos valles como Chicama y Moche por lo que
conocemos como el estilo Moche, mientras que en otros valles este estilo
probablemente se mantuvo por más tiempo, como podría ser el caso de Virú. En
CONCLUSIONES
lógica nos dice que deberíamos hacer uso de los tipos Gallinazo Negativo o
un error asumir que los tipos Castillo Modelado y Castillo Inciso sean
26
presencia en los diferentes contextos norcosteños no define de manera absoluta
esto sugiere tentadoramente que una cultura relacionada con aquella del valle de
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Moche III, IV o V (Moche Medio y Tardío del Norte) (Castillo 2003;
estilísticas, con los tipos Castillo Modelado y Castillo Inciso. Sin embargo, una
Modelado y Castillo Inciso (que son los tipos de decoración “Gallinazo” más
este tipo de decoración en contextos Moche nos estaría indicando una especie
autores:
tempranas y que se mantiene vigente en época Moche (…) creemos que esto obedece a
que la cerámica doméstica permanece prácticamente invariable a través del tiempo. Este
tipo de material era producido sin control social, ya que no se trataba de elementos de
prestigio (…), es por eso que podemos encontrar cerámica de estilo Gallinazo [inciso y
modelado] en contextos Moche sin que esto nos lleve a pensar en un dominio o una
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suerte de esclavitud de un grupo gallinazo. Se trata simplemente de que la gente continuó
un grupo étnico dominante existió desde finales – sino antes – del periodo
cuyo uso se mantiene con el paso del tiempo. Con respecto a dicho “set
utilitario”, parece ser que nos encontramos ante la presencia de dos tradiciones
y otra un poco más elaborada pero nada compleja, con decoraciones incisas,
cuyas características técnicas está presente en todos los valles de la costa con
sus posibles variantes locales, y que se resumen para épocas Gallinazo y Moche
29
Castillo Modelado y Castillo Inciso y que la presencia de cerámica Gallinazo
discusión.
de estos tipos.
un estilo?
decir la cultura material. Así mismo, una cultura ha sido diferenciada de otra a
partir tanto de la cultura material como de los cambios políticos que se leen en
hechas con adobes y tapia, y vasijas de cuerpo simple y doble cuerpo decoradas
con pintura resistente negativa podrían identificar a una cultura que bien
que fue en este valle donde se originan estos rasgos en su conjunto, pero cuya
Santa. Al norte del valle de Chicama, este set de rasgos parece no estar
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presente. La presencia del complejo Grupo Gallinazo podría ser un factor
Virú, por lo menos si su situación de lugar de residencia del grupo de poder más
importante.
Gallinazo, por sus características propias, conformaba una unidad y por lo tanto
estábamos “frente a una cultura más que a un nuevo estilo cerámico” (Bennet
1939:74), agregando Larco que “no existe en el Perú un centro más importante
afirmar que Gallinazo Negativo y Carmelo Negativo son una variante estilística
diferentes grupos de poder que manejaban las etnias de parte de la costa Norte y
Central del Perú, así como la sierra Norte. Entre estos grupos de poder
mantuvieron por más tiempo arraigados en sus rasgos Gallinazo hasta que a
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fines del periodo Moche II o inicios del periodo Moche III, estos rasgos
desaparecen.
hacer uso de la presencia del estilo de elite Gallinazo como uno de los
líneas arriba, son las huellas de los grupos de poder los que han perdurado al
los grupos de poder, aunque a veces cueste aceptarlo, los que escriben la
historia.
los valles de la zona sur de la costa norte del Perú, que para el valle de Virú se
32
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Luna.
Luna.
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Figura 5. Vista de la trinchera 9 del Conjunto Arquitectónico 35.
Luna.
Luna.
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