Está en la página 1de 17

DIFERENTES, I)ESIGUALES

Y DESCONECTADOS

Mapas de la interculturalidad

Néstor García Canclini


DIFERENTES, I)ESIGUALES
Y DESCONECTADOS

Mapas de la interculturalidad

Néstor García Canclini


I

!-a cultu ra extraviada


en susdefiniciones

Hace décadasque quienesestudianla culrura experimentanel vértigo


de las imprecisiones.Ya en 1952 dos antropólogos,Alfred Kroeber y
Clyde K. Klukhohn, recolectaronen un libro célebrecasi300maneras
de definirla. Melvin J. Lasky, que evidentementedesconocíaesaobra,
publicó en The Repwblicof Letters,en 2001.,un avancede un libro en
preparaciónparaelcualdicehaberrecogidoen diariosalemanes, ingle-
sesy estadounidenses, 57 usosdistintosdel término cwltwra.La revista
Commentairetradujo eseartículo en el veranode 2Aú añadiendoque
Iabanahzacióndel término essemejanteen{rancés,al punto de haber-
sedotado de esapalabra<<a un ministerio" (Lask¡ 2Q03:367).
Es fácil compartir la inquietud de Lasky.Flemosleído ejemplosse-
mejantesa los que él cita: el cancillerSchróederexplicósu adhesióna
Bush en la gverracontra el terrorismo porque no es <<una lucha entre
culturassino un combatepor la cultura".lJn corresponsal británicoen
Medio Oriente hablade la ..culturade la Jihad". En Tbe Neu York Ti-
rnesseinforma de una ..revolución cultural en el interior de la cIA y el
FBI>>.Y así sigueadvirtiendoLasky sobrelos riesgosde que no sepa-
mos de qué estamoshablandopor la dispersiónde referenciasa las
..culturasempresarialesr, la ..culturade la incompetencia'y una serie
de sub, infray contraculturas. Esteautor seescandaliza por apenas57
variantesy vuelve a mostrar su pobre información cuandoatribuye el
origen del ..zumbido ensordecedor"producido por estaprolif.eración
de significadosa dos hechos:que los marxistashayancomenzadoa ha-

29
blar de ..culturacapitalista>,
/ eu€ los antropólogosusaran,desdeel li-
bro de Sir Edward Tylor, en el propio título, Primitive Culture...Por
definición, sostieneLask¡ Ia cultura no podría ser primitiv¿" (Lasky,
2003:369).
Más que precisarel comienzoy el desplieguedel zumbido,intere-
sa razonarcómo se fue llegandoen las cienciassocialesa cierto con-
sensoen una definición sociosemiíticade la cultura y qué problemas
colocana eseacuerdolas condicionesmulticulturalesen que varíaes-
te objeto de estudio.Luego, me iré ocupandode las redefiniciones
operadaspor el periodismo,los mercadosy los gobiernos.Dado que
esasnoclonestleneneficaciasocial,debenformar parte de lo que co-
rrespondeinvestigar.

Laberintos del sentido


Ffastahacepocasdécaclas sepretendíaencontrarun paradigmacientí-
fico que organizarael sabersobre la cultura. Aun quienesreconocían
la coexistenciade múltiplesparadigmasaspirabana estableceruno que
fuera el más satisfactorioo el de mayor capacidadexplicativa.No hay
que abandonarestaaspiración,pero el relativismoepistemológicoy el
pensamientoposmoderno han quitado fuerza, por distintas vías, a
aquellapreocupaciónpor la unicidad y la universalidaddel conoci-
miento.La propia pluralidadde culturascontribuyea la diversidadde
paradigmascientíficos,en tanto condicionala produccióndel sabery
presentaobjetosde conocimientocon configuraciones muy variadas.
Desde una perspectivaantropológica,podríamos adoptar ante la
variedadde disciplinasy definicionessobreculturauna actitudseme-
jantea la que tenemoscon nuestrosinformantesen el trabajo de cam-
po. No preferimosa priori una versiónsobrelos procesossociales, si-
no que escuchamos diferentesrelatoscon pareiaatención,Podemos
preguntarnos,entonces,cuálesson hoy lasprincipalesnarrativascuan-
do hablamosde cwltwra.
a) La primera noción, la más obvia, es la que siguepresentándose
en el uso coddianode la palabraculturacuandosela asemeia a educa-
ción, ilustración,refinamiento,informaciónvasta.En estalínea,cultu-
ra es el cúmulo de conocimientosy aptirudesintelectuales y estéticas.
Sereconoceestacorrienteen el uso coloquial de la palabracwltwra,
pero tiene un soporteen la filosofíaiclealista. La distinciónentre cwl-
twra y civilización fue elaboradapor la filosofía alemanaa fin del siglo
xIX y principios del xx: Herbert Spencer,lX/ilhelm\findelband, Hein-
rich Rickeft. Este úldmo teníauna distinción muy cómoda para dife-

30
renciar la cultura de la civilización.Decía que un trozo de mármol ex-
traído de una canteraesun objetode civilización,resultadode un con-
junto de técnicas,que permitenextraeresematerialde la naturalezay
convertirlo en un producto civilizatorio. Pero ese mismo trozo de
mármol, segúnRickert, tallado por un artista que le imprime el valor
de la belleza,lo convierteen obra de arte,1ovuelve cultura.
Entre las muchascríticasque se puedenhacer a estadistinción ta-
jante entre ciailizacióny cwlturauna esque naturalízala división entre
lo corporal y lo mental,entre lo materialy lo espiritual,1' por tanto la
división del trabajo entrelas clasesy los grupossocialesque se dedi-
can a una u otra dimensión.Naturaliza,asimismo,un conjuntode co-
nr¡cimientosy gustosque seríanlos únicos que valdríala penadifun-
dir, formados en una historía particular,la del Occidente moderno,
concentradaen 4l áreaeuropeao euronorteamericana. No es' enton-
ces,una caracterízación de la cultura pertinenteen el estadode los co-
nocimientossobrela integraciónde cuerpoy mente,ni apropiadapa-
ra vabajarluegode la desconstrucción del eurocentrismooperadapor
la antropología.
b) Frente a esosusos cotidianos,vulgareso idealistasde cultura,
surgió un conjunto de usoscientíficos,que se caracterizaron por sepa-
rar Ia cultura en oposicióna otros referentes.Las dos principalescon-
frontacionesa que se someteel término son naturaleza-cwltwra y so-
ciedad-cubwra.Antes de considerar cada una de estas vertientes,
veamosbrevementequé se requiereparaconstruiruna noción cientí-
ficamenteaceptabie. Por lo menos,dos requisitos:

o IJna definiciónunívoca,que sitúe el término cultura en un sis-


" tema teórico determinadoy lo libre de las connotaciones equí-
vocasdel lenguajeordinario.
. LIn protocolo de observaciónriguroso,que remita al conjunto
de hechos,de procesossociales,en los que lo culturalpuedare-
gistrarsede modo sistemático.

Durante un tiempo se pensóen la antropología,y tambiénen la filo-


sofía,que la oposicióncultura-naturalezapermitíahacerestadelimita-
ción. Parecíaque de esemodo se diferencíabaa la cultura, lo creado
por el hombre y por todos los hombres,de lo simplementedado,de
;<1onatural' que existeen el mundo. Este modo de definir la cultura
fue acompañado por un conjuntode protocolosrigurososde observa-
ción, registrosde modelosde comportamientode grupos,de costum-
bres,de distribuciónespacialy temporal,que quedaronconsolidados
en guíasetnográficas,como la de GeorgePeter Murdock. Pero este

31
campode aplicaciónde la cultura por oposición ala naturaleza,no pa-
rece claramenteespecificado.No sabemospor qué o de qué modo la
cultura puede abarcartodas las instanciasde una {ormación social,o
sealos modelosde organizacióneconómica,las formas de ejercerel
poder,las prácticasreligiosas,artísticasy otras.Hay que preguntarse
si la cultura, asídefinida,no seríauna especiede sinónimoidealistadel
conceptodeformación social,como ocurrió, por ejemplo,en la obra de
Ruth Benedict,segúnla cual la cultura es la forma que adoptauna so-
ciedadunificadapor los valoresdominantes(Establet, 1.966).
Estamanerademasiadosimpley extensade definir la cultura,como
todo lo que no es naturaleza,sirvió para distinguir lo cultural de lo
biológico o genéticoy superarformasprimariasdel etnocentrismo.
Ayudó a admitir como culturalo creadopor todoslos hombresen to-
daslas soc{edades y en todoslos tiempos.Toda sociedadtienecultura,
se decía,y por tanto no hay razonespara que una discrimineo desca-
lifique a las otras.La consecuencia políticade estadefiniciónfue eI re-
lativismo cwltural: admitir que cadacultura tiene derechoa darsesus
propias formas de organizacióny de estilosde vida, aun cuandoinclu-
yan aspectosque puedenser sorprendentes, como los sacrificioshu-
manoso la poligamia.Sin embargo,al abarcarcon la noción de cultu-
ra tantasdimensionesde la vida social(tecnología,economía,relígión,
moral, arte)la noción perdía efícaciaoperativa.Adernás,seha critica-
do que el reconocimientosin jerarquíasde todas las culturascomo
igualmentelegítimascaeen una indiferenciaciónque las haceincom-
parablese inconmensurables (Cuche,1999).
IJna nueva parejade oposicionesintentó deslindarla cultura de
otraspartesde la vida social:la que oponecwlturaa sociedad. Hay dis-
tintos modos de encararestadistinciónen la antropologíay en disci-
plinas afines.Seopone culturaa sociedada mediadosdel siglo xx' en
la obra de Ralph Linton, y adquieresu forma másconsistente en auto-
res como PierreBourdieu.La sociedades concebidacomo el conjun-
to de estructurasmáso menosobjetivasque organizanladistribución
de los mediosde produccióny el poder entrelos individuosy los gru-
pos sociales, y que determinanlasprácticassociales, económicas y po-
líticas.Pero al analizarLasestrwcturas socialesy lasprácticas,quedaun
residuo,una seriede actosque no parecentener mucho sentidosi se
los analizacon una concepciónpragmática,como realizacióndel po-
der o administracíóndela economía.¿Quésignificanrpor ejemplo,las
diversascomplejidades de las lenguasy los rituales?¿Paraqué sepin-
tan los hombresy lasmujeresla piel, desdelas sociedades másarcaicas
hastala actualidad?¿Qué significacolgarsecosasen el cuerpoo col-
garlasen la casa,o realizarceremoniaspara arrtbara actoso produc-

32
tos que al final de cuentasno pareceúannecesitarcaminostan sinuo-
sospara alcanzarsusobjetivos?
No se trataúnicamentede una diversidadexistenteen sociedades
premodernas.El desarrollodel consumo en las sociedadescontem-
poráneasvolvió evidentesestos..residuos>> o <<excedentes',en la vida
social.JeanBaudrillard, en su Crítica de la economíapolítica del sig-
no,hablaba de cuatro tipos de valor en la sociedad.Parasalir del es-
quemamarxistatan elementalque solo diferenciavalor de uso y va-
lor de cambio,reconocíados formas más de valor que denominaba:
t,alor signo y aalor símbolo.Si consideramosun refrigerador,tiene
un valor de uso (preservarlos alimentos,enfriarlos)y un valor de
cambio,un precio en el mercado,equivalenteal de otros bieneso al
costo de cierto trabajo.Además,el refrigeradortiene un valor signo,
o seael conjun6 de connotaciones,de implicacionessimbólicas,que
van asociadasa eseobjeto. No es 1omismo un refrigeradorimporta-
do que otro nacional,con diseño simple o sofisticado.Todos esos
elementossignificantesno contribuyen a que enfríe más o preserYe
mejor los alimentos,no tienen que ver con el valor de uso; sí con el
valor de cambioporque agreganotros valoresque no son los de uso.
Remiten a los valoressignosasociadosa esteobjeto. Esto es algo fa-
miliar para los que estamoshabituadosa veÍ mensajespublicitarios
que trabajan precisamentesobre este nivel de la connotación,que
nos cuentan historias sobre los objetos poco relacionadascon sus
usosprácticos.
Baudrillardcomplicabaun poco másla cuestión.Decíaque,además
de esevalor signo,puedehaberunvalor símbolo.En tanto valor-signo,
el refrigeradorpuedeser intercambiablecon un conjunto de otros pro-
ductoso de bienesque estánen la sociedady danprestigioo sofistica-
cionessimbólicassemejantes a esamáquinade enfriar.Por ejemplo,te-
ner un refrígeradorimportado puedeser equivalentea tener un coche
importado o ir de vacacionesa una playa extraniera,aunquelos valores
de uso obviamenteson distintos.Pero él distinguía otro tipo de valor,
el valor-símbolo,vinculadoarituales,o a actosparticularesque ocurren
dentro de la sociedad.Si me regalanelrefrigeradorparami boda,eseac-
to va a conferir al objeto un sentidodistinto, eue no lo haceintercam-
biable con ningún otro. Eseregalo,como cualquierdon que se efectúa
entrepersonaso entregrupos, cargaalobjeto de un valor simbólicodi-
ferentedel valor signo.
Estaclasi{icación de cuatrotipos de valor (de uso, de cambio,valor
signo y valor símbolo) permite diferenciarlo socioeconómicode lo
cultural.Las dos primerasclasesde valor tienenque ver principalmen-
re) no únicamente,con Ia materialidad del objeto,con la basematerial

33
de la vida social.Los dos últimos tipos de valor se refierenala cultu-
ra, a los procesosde significación.
Pierre Bourdieu desarrollóestadi{erenciaentre cultura y sociedad
al mostrar en susinvestigaciones que la sociedadestáestructuradacon
dos tipos clerelaciones:las defuerza, correspondientesal valor de uso
y de cambio,y, dentro de ellas,entretejidascon esasrelacionesde fuer-
za, hay relaciones de sentido, que organizanla vida social,las relacio-
nesde significación.El mundo de lassignificaciones, del sentido,cons-
tituye la cultura.
Llegamosasía una posibledefinición operativa,compartidapor va-
rias disciplinaso por autoresquepertenecena diferentesdisciplinas.Se
puede afirmar que la cultura abarcael conjwntode losprocesossociales
de significación,o, de un modo más complejo,la cultura abarcael con-
jwnto flsaprocesos socialesde producción, circulación y consumode la
significaciónen la vida social.

Identidades:camisay piel
Al conceptualizarla cultura de estemodo, estamosdiciendoque la cul-
tura no es apenasun conjuntode obrasde arte,ni de libros,ni tampo-
co una sumade objetosmaterialescargadoscon gignosy símbolos.La
cultura se presentacomo procesossociales,y parte de la dificultad de
hablarde elladerivade que seproduce,circulay seconsumeen la his-
toria social.No es algo que aparezcasiemprede la mismamanera.De
ahí la importancia que han adquirido los estudiossobre recepcióny
apropiaciónde bienesy mensajesen las sociedades contemporáneas.
Muestran cómo un mismo objeto puedeffansformarsea travésde los
usos y reapropiacionessociales.Y también cómo, al relacionarnos
unos con otros, aprendemosa ser interculrurales.
Esta concepciónprocesualy cambiantede la cultura se vuelveevi-
dentecuandoestudiamossociedades con
diversas,o susintersecciones
otras y sus cambios en la historia. Para mí fue iluminador trabaiar
con las artesanías en México.Los objetosartesanales suelenproducir-
se en grupos indígenaso campesinos,circulanpor la sociedady son
apropiadospor sectoresurbanos,turistas,blancos,no indígenas,con
otros perfiles socioculturales,que les asignanfuncionesdistintasde
aquellaspara las cualesse fabricaron.Lfna olla se puedeconvertir en
florero, un huipil en mantel o en elementodecorativo en la pared de
un departamentomoderno.No hay por qué sostenerque seperdió el
significadodel objeto:setransformó.Es etnocéntricopensarque seha
degradadoel sentidode la artesanía. Lo que ocurrió fue que cambióde

34
significadoal pasarde un sistemacultural a otro, al insertarseen nue-
vas relacionessocialesy simbólicas.Podemoscomprobarlodesdela
perspectivadel nuevousuario,y a vecestambiénvemosque esun sen-
tido aprobadopor el productor.Muchos artesanossabenque el obje-
to va a ser utilizado de otra maneraque la que tuvo en su origen Pero,
como necesitanvender,adaptanel diseño o el aspectode la artesanía
paraque seausadomásfácilmenteen esanuevafunción,que tal Yezva
a evocarel anterior sentidopor su iconografí4,aunquesusfines Prag-
máticosy simbólicospredominantesparticiparánde otro sistemaso-
ciocultural.
Desdeun punto de vista antropológico,no hay razonesparapen-
sar que un uso seamáso menoslegítimoque otro. Con todo derecho,
cadagrupo socialcambiala significaciónylos usos.En estepunto los
análisisantropofógicosnecesitanconvergercon los estudiossobreco-
municación,porqueestamoshablandode circulaciónde bienesy men-
sajes,cambiosde significado,del pasajede una instanciaa otra,de un
grupo a varios. En esosmovimientos se comunican significados,que
son recibidos,reprocesados o recodificados.Tambiénnecesitamos re-
lacionarel análisisinterculturalcon las relacionesde poder paraiden-
tificar quiénesdisponen de mayor fuerza para modifícar la significa-
ción de los objetos.
Al prestar atencióna los desplazamientosde función y significado
de los objetosen el tránsitode una cultura a otra,llegamosa la necesi-
dad de conrarcon una definición socioserniótica de la cultura,que abar-
que el procesode producción, circulacióny consumode significacio-
nes ett-la vida social.Conforman estaperspectivavariastendencias,
varios modos de definir o subrayaraspectosparticularesde la función
socialy del sentidoque la cultura adquieredentro de la sociedad.
Voy a mencionar cuatro vertientescontemporáneasque destacan
diversosaspectosen estaPersPectiva procesualque consideraalavez
lo sociomatería|ylo significantede la cultura. La primera tendenciaes
la que ve la cultura cornola instanciaen la que cadaSrupoorganizasw
identidad. Dicho asi no tiene ninguna novedad,Porque desdeel siglo
xtX los antropólogosveníanestudiandocómo las culturasse organiza-
ban para dai ider,tidad, para a{trmarlay renovarla en las sociedades.
Perolo que tratamosde ver actualmente, dado que las condicionesde
producción,circulacióny consumode culturano ocurrenen una sola
iociedad,es cómo se reelaborael sentidointerculturalmente. No solo
dentro de una etnia,ni siquieradentro de una nación,sino en circuitos
globales,traspasando fronteras,volviendoPorososlos tabiquesnacio-
naleso étnicos,y haciendoque cadagrupo puedaabastecerse de reper'
torios cwltwralesdiferentes.Esta configuracióntransversaldel sentido

3t
complejizacadasistemasimbólico.Los procesosculturalesno son re-
sultado solo de una relaciónde cuhiao, de acuerdocon el sentidofilo-
lógico de la palabracultura, no derivan únicamentede la relacióncon
un territorio en el cual nos apropiamosde los bieneso del sentidode
la vida en eselugar.En estaépocanuestro barrio, nuestraciudad,nues-
tra naciónson escenariosde identifi cación,de producción y reproduc-
ción culrural.Desdeellos,sin embargo,nos apropiamosde otros re-
pertorios culturalesdisponiblesen el mundo, ![ue nos llegan cuando
compramosproductosimportadosen el supermercado, cuandoencen-
demosel televisor,el pasarde un paísa otro como turistaso migrantes.
De maneraque decir que la culturaesuna instanciasimbólicadon-
de cadagrupo organizasu identidad es decir muy poco en las actuales
condicionesde comunicaciónglobalizada.Hay que analizarla comple-
jidad que asumenlas formas de interaccióny de rechazo,de aprecio,
discriminaciónu hostilidadhaciaotros en esassituacionesde asidua
confrontación.Estasinteraccionesfueron tematizadasen la historia de
la antropologíapor variascorrientes,la másnotoria de las cualesfue la
que agrupalos estudiossobreaculturación(Redfield,Linton, Hersko-
witz), en su mayoríadedicadosa contactosentrepueblosarcaicoso de
ellos con misioneros,colonizadoresy migrantes.La teoríaoriginaria,
desarrolladaprincipalmenteen Estados,{.fnidos,fue variadaen investi-
gacionesde otraslatitudes,como las de Roger Basddey GeorgesBa-
landier.No voy a demorarmeen estetexto en detallarel itinerario an-
tropológico del asunto;destacotan solo la amplificacióndel mismo
ocurrida en la segundamitad del siglo xx en dos escenarios:el delasin-
dustriascwltwralesy el de las ciwdades.Como participantesen ambas
instancias,experimentamosintensamentela interculturaLtdad.
Cuando Malinowski se trasladabaa u{ra sociedadno europeao
cuandoMargaretMead dejabalos EstadosUnidos y viajabaa Samoa,
se tratabade individuos que hacíanel esfuerzode comunicarsecon
otra sociedad,caracterizada a su vez por una fuerte homogeneidadin-
terna.Hoy millonesde personasvan de un lado a otro frecuentemen-
te, viven en forma más o menos duradera en ciudadesdistintas de
aquella en que nacieron y modifican su esdlo de vida al cambiar
de contexto.Estasinteracciones tienen efectosconceptuales sobrelas
nocionesde cultura e identidad:para usar la elocuentefórmula de
Hobsbawm, ahora "la mayor parte de las identidadescolectivasson
másbien camisasque piel: son, en teoríapor lo menos,opcionales,no
ineludible5"(Hobsbawm,1,997:24;citadopor Alsina,1.999:55). Solo
hay que recordarcuántasveceslas conductasracistasontolo gízanen la
piel las diferenciasidentitarias.Tambiénseríaírtil completarla metáfo-
ra de Hobsbawm con un análisisde las diversastallasde las camisas.

36
H.ay otra dirección que veníamosdescribiendoa propósito de los
valores,segúnla cual la cultura esr)istacornouna instanciasimbólica
de laprodwccióny reproducciónde la sociedad.La cultura no esun su-
plemento decorativo,entretenimientode domingos,actividadde ocio
o recreoespiritual paratabajadorescansados,sino constitutivo de las
interaccionescotidianas,en la medidaen que en el trabajo,en el trans-
porte y en los demásmovimientosordinariosse desenvuelven proce-
sos de significación.En todos esoscomportamientosestán enúelaza-
dos la culturay la sociedad,lo materialy lo simbólico.
¿Quées,entonces,la cultura?No podemosregresaralavrejadefi-
nición antropológicaque la identificabacon la totalidadde la vida so-
cial.En lasteoríassociosemióticas seestáhablandode una imbricación
complejae intensaentre lo cultwraly Io social.Dicho de ora manera,
todaslas práctiás socialescontienenuna dimensióncultural,pero no
todo en esasprácticassocialeses cultura.Si vamosa una gasolineray
cargamosnuestrocoche,eseactomaterial,económico,estácargadode
significaciones, ya que vamoscon un automóvil de cierto diseño,mo-
delo, color, y actuamoscon cierto comportamientogestual.Toda con-
ducta estásignificandoalgo, estáparticipando de un modo di{erencial
en las interacciones sociales.
Cualquier prácticasocial,en el traba)oy en el consumo,contiene
una dimensiónsignificanteque le da su sentido,que la constituye,y
constituyenuestrainteracciónen la sociedad.Entonces,cuandodeci-
mos que la cultura es parte de todaslas prácticassociales,pero no es
equivalenteaIa totalidadde la sociedad,estamosdistinguiendocultu-
ra y sociedadsin colocarunabarra que las separe,que las opongaen-
teramente.Afirmamos su entrelazamiento, una ida y vuelta constante
entre ambasdimensiones, y solo por un artificio metodológico-analí-
tico podemosdistinguirlo culturalde lo queno lo es.Perohay un mo-
mento, siempreal final del análisis,en que debemosllegara la síntesis,
recomponerla totalidady ver cómo estáfuncionandola cultura,al dar
sentidoa esasociedad.En esteprocesola cultura aparececomo parte
de cualquierproducciónsocial,y tambiénde su reproducción.Esto se
volvió evidente desde Ia teoría de la ideología de Louis Althusser,
cuando decíaque la sociedadseproducea travésde la ideología.Pero
el análisissevolvió másconsistente desdelasinvestigaciones de Pierre
Bourdieu sobre la cultura como espaciode reprodwcciónsocialy orga.-
nización de las diferencias.
IJna terceralíneaesla que hablade la cwltwracomownainstanciade
conformacióndel consenso y la begemonía,o seade configwraciónde la
cwltwrapolítica,y también de la legitimidad.La cuitura esla escenaen
que adquierensentidolos cambios,la administracíóndel podery la lu-

37
cha contra el poder.Los recursossimbólicosy susdiversosmodosde
organízacióntienen que ver con los modos de autorrepresentarse y
de representara los otros en relacionesde diferenciay desigualdad,o
seanombrando o desconociendo,valorízandoo descalificando.El uso
restringido de la propia palabracultura para designarcomportamien-
tos y gustosde pueblosoccidentales o de élites-"la cultura europea>>
o ..altan-esun acto cultural en el que seejercepoder.EI rechazode esa
restricción,o su reapropiacióncuandose habla de cultura popular o
videocultura,también1oson.
La cuarta línea es la que habla de la cwltwracornodramatización
ewfemizadade los conflictossociales.La frase no es de Pierre Bour-
dieu, pero contieneuna palabraque é1usa con frecuencia:me refiero
a su noción de eufemismo.No esuna novedadparalos antropólogos,
quienesü travésdel trabajocon sociedades no occidentales descubrie-
ron hacetiempo que cuandoen una sociedadse juega,se cantao se
danza,se estáhablandode otrascosas,no solo de aquelloque se está
haciendoexplícitamente. Sealudeal poder,a los conflictos,hastaa la
muerteo a la lucha a muerteentrelos hombres.Tambiénen las socie-
dadescontemporáneas hemospodido descubrir,apartír de esamira-
da indirecta que pasa por las sociedadesllamadasprimitiaas, que
lo que ocurreen la vida social,paraque no seauna luchaa muerte,pa-
ra que no todos los conflictosdesemboquenen guerras,tieneque in-
cluir formas de ewfemizaciónde los conflictossociales,como dramati-
zaciónsimbólicade lo que nos estápasando.Por esotenemosteatro,
artes plásticas,cine, cancionesy deportes.La eufemizaciónde los
conflictosno se hacesiemprede la misma manera,ni se haceal mis-
mo tiempo en todaslas clases.
Esta vertiente de la cuhwracornodramatizacióneufemizadade los
conflictossociales,como teatroo representación,ha sido trabajadapor
Bertolt Brecht,rüTalter Benjaminy otros pensadores. Sehallarelacio-
nadacon la anterior,con la conformacióndel consensoy la hegemo-
nía, porque estamoshablandode iuchaspor el poder,disimuladaso
encubiertas. Dicho de otra manera,las cuatrovertientesno estándes-
conectadas. A travésde cualquierade ellas,podemosaccedera lo que
sepiensaque esla cultura.
¿Cómo volver compatiblesestasdistintas narrdtiaa.i?El hecho
mismo de que seancuatro hacepensarque no estamosanteparadig-
mas.Son formas en que nos narramoslo que acontececon la cultura
en la sociedad.Si fuera solo un problemade narración,de narratolo-
gía, no seríatan complejo compatibilizarlas.Estamostambién ante
conflictosen los modos de conocerla vida social,como veremosen
próximos capítulos.Es necesaríoavanzaren el trabajoepistemológico

38
inic'ado por autoresya citados a fin de explorar cómo las aproxima-
cionesque narranlos víncwlosde la cultura con la sociedad,con el po-
der, con la economía,con la producción, podrían ser conjugadas,arti-
culadasunascon otras.

o adjetivo?
¿Sustantivo
Los cambiosglobalizadoresimprimen un último giro a esteviaje por
las definiciones.La definiciónsociosemióticade la cultura como proce-
sosde producción, circulacióny consumode la significaciónen la vida
socialsiguesiendoútil para evitar los dualismosentre lo materialy lo
espiritual,entre.loeconómicoy lo simbólico,o lo individual y lo colec-
tivo. DesautoriZala escisiónentre camisay piel, y por tanto las bases
ideológicasdel racismo.Pero esadefinición,concebidaparacadasocie-
dady con pretensionesde validezuniversal,no abarcalo que constitu-
ye a cadacultura por su diferenciae interaccióncon otras.Los proce-
sos de globalizaciónexigentrascenderel alcancenacionalo étnico del
término a fin de abarcarlasrelac;onesinterculturales.Asi Arjun Appa-
durai prefiereconsiderarla culturano como un sustantivo,como si fue-
ra algún tipo de objeto o cosa,sino como adjetivo.Segunél,lo cwltural
facilita hablar de la cultura como una dimensiónque refierea "diferen-
cias,contrastesy comparacionesrr, permite pensarla<<menos como una
propiedadde los individuosy de los grupos,máscomo un recursoheu-
rístico que podemos usar para hablar de la diferencia" (Appadurai,
1996: 12-13).Dicho de otro modo: no como una esenciao algo que
porta en sí cadaBrupo, sino como el ..subconjunto de diferencias
que fueron seleccionadas y movilizadascon el objetivo de articularlas
fronterasde la diferencia"(ídem: 29).En estadirección,el antropólogo
no seríaun especialista en una o variasculturas,sino en las estrategias
de diferenciaciónque organizanIa articulaciónhistórica de rasgosse-
leccionadosen variosgrupos'paratejersusinteracciones.
El objeto de estudiocambia.Envez de la cultwracomo sistemade
significados,a la manerade Geertz,hablaremosde lo cwburalcomo ..el
choque de significadosen las fronteras;como la culrurapública que
tiene su coherenciatextual pero es locahnenteinterpretada:como re-
desfrágilesde relatosy significadostramaCospor actoresvulnerables
en situacionesinquietantescomo las basesde la agenciay la intencio-
nalidad en las prácticassocialescorrientes"(Ortner, 1,999:7).Al co-
mentarestetexto,AlejandroGrimson anotaque estaconcepciónde lo
culturai como algo que sucedeen zonesde conflicto lo sitúa como
procesopolí,ico: sere{ierea los ..modosespecíficos en que los actores

39
seenfrenran,se alíano negocian,(Grimson,2003:71.),ypor tanto có-
mo imaginanlo que comparten.No se tratadesimples'...hoqu.r>
en-
tre culturas(o entrecivilizaciones,en el léxico de Huntirrgtorr),sino
de
confrontacionesque srrceden,_ pesea las diferenciasqrr.".*irten, por
ejemploenrreoccidentales e islámicos,precisamenre pórqu. particiian
en contextosinternacionales comuneso convergentes.
Al proponernosestudiarlo cwltwral,abarcaios el conjunto de pro-
cesosa travésde los cualesdos o más grupos representane intuyen
imaginariamentelo social, conciben y g.rdo""r, 16 relaciones
con
otros' o seaIasdiferencias,ordenansu diipersióny su inconmensura-
bilidad medianteuna delimitaciónque fluctú^ í, el orden que hace
posibleel funcionamientode la ro.Ldrd, las zonas "n
de disputa(localy
glob4) y los acroresque la abrena lo posible.
Llegúé a estadefinición en un libro anrerior,La globalizaciónima-
ginada, cuandoel análisisde diversasnarrarivassobie la globalización
me exigíareconceptualizarlos modos sustancialistas o iniranacionales
de concebir la cultura. Quiero avanzaraquí sobre las consecuencias
teóricasde estanoción de lo cultural,o mejor de ro intercultural,pues-
to que el pasajeque estamosregistrandoes de identidad., .uli.iral.,
más o menosautocontenidasa procesosde inter accién,confrontación
y negociaciónentresistemassocioculturales diversos.
Regresamos asíal problemaque inició estecapítulo:la cultura se-
gún quienesla haceno la venden.Tenemosque hacernoscargono so-
lo de las definicionesmúltiples sobrelo cultural dadaspor lrJhrmani-
{ad¡s y las cienciassociales,sino también de lr, .orr.. ptualizaeiones
hechaspor los gobiernos,los mercadosy los movimientossociales.
Las manerasen que está reorganizándose la producción, la circulación
y los consumosde los bienesculturales.ro ,on simplesoperaciones
po1íticaso mercantiles;instauranmodos nuevosde entende?qué eslo
cultural y cuálesson susdesempeños sociales.
Aunque la mayoría de los anropólogos tiende a dejarestaúltima
etapa,ladel capitalismoglobalizado,a oirm disciplinas,piensoque el
entrenamientoantropológicopara trabajarcon situacionésintercultu-
ralesda insrrumentosvaliososparahacervisiblelo que sucedebajo el
predominio actualde la producciónindustrialv Ia circulaciór,másiva
y transnacionalde los bienesy mensajesculturales.Aun los antropó-
logos que se dedicana las culturastradicionalese ..primitivas' o.r¡ 1,
necesidadde reconocer-paradecirlo con palabrrr qu. titulan uno de
los libros másvaloradossobreel asunro,.fd. SallyÉrice- que las ..ar-
tes primitivas',existenhoy bajo ..miradascivilizaáasrr.
_ ¿cómo caracterizary delimitar lo que los antropólogoshan llama-
do ..¿¡¡s5primitivas"?Pricepropone ó..rprrr. de
"obje"tosfabricados
40
antesde la Primera Guerra Mundial en el cuadro de las tradicionesar-
tísticasque no han entradoen los museosde arte sino despuésde esta
guerra>;..todatradición artísticaposterior alaBdadMedia parala cual
las cédulasde los museosno dan el nombre del artistaautor de los ob-
jetos expuestos",o ..danlos datosde creaciónde los objetosexpuestos
en siglosy no en años>;<elartede los puebloscuyaslenguaslnaternas
no son enseñadas en lasuniversidades en un cursosancionadocon di-
plomasr;I ..todatradiciónartísticaen la cual el valor mercantilde un
objeto es automáticamente multiplicado por diezo másdesdeque es-
te objeto esdesprendidode su contextoculruralde origenparaser ex-
portado" (Price,1995:19).Sin embargo,Ia autoraindicaque estoses-
fuerzospara precisarlos criteriosobjetivosde delimitaciónimplican,
ademásde los estudiosos, a museosy marchantes, los dispositivosaca-
démicosque eráltana las .rcltli,zaciones de la escritura',y los disposi-
tivos mediáticosque organizanlasrelacionesmodernascon lo exótico:
películas,diarios,revistas,publicidadde moday viajes.No essolo una
resignificacióny refuncionalizacíónde lo tradicional desdelo moder-
no; esla reubicaciónde lasculturasantiguasen la complejatramade la
interculruralidad contemporánea.Como "los africanoscapturadosy
deportadoshaciapaíseslejanosen la épocadel comerciode esclavos",
los objetosde lassociedades han sido .aprehendidos,transfor-
<<otras>
madosen mercancía,vaciadosde su significaciónsocial,recolocados
en nuevoscontextosy reconceptualizados pararesPondera necesida-
des económicas, culturales,políticase ideológicasde los miembrosde
las sociedadeslejanas" (rbíd.: 22).
Estasoperacionesde reconceptualizacíón tambiénestánaplicándo-
se a bienesculturalesmodernos,como las antesllamadasbellasartesy
las obras de vanguardiasrecientes.La necesidadde redefinir el arte
y la culrura sevuelvemás claraal identificar los cambiosde actoresque
generanlas conceptualizacionesy valoracionesde lo cultural. Han
perdidoprotagonismolos científicossociales, y tambiénlos especialis-
tas de institucionespúblicasdebido al descenso de la inversióny la ca-
pacidadregulatoriade los Estados.Las políticasgubernamentales se
retrajerona los camposculturalesde bajo costoy consumominorita-
rio (revistas,conciertos)teatro),en tanto las artesy formasexpresivas
que requierenaltasinversionese incidenen públicosmasivos(cine,te-
levisión,músicay espectáculos multitudinarios)quedanbajo la lógica
del rating. El consiguientepredominiode lo mercantilsobrelo estéti-
co, sobrelos valoressimbólicosy la representación identitariaimplica
redefinicionesde lo que se entiendepor culturay de su lugar en la so-
ciedad"Si bien el crecimientode las empresasprivadases decisivo,
también la reorganízaciónempresarialde las instituciones públicas

41
-museos,salasde concierto-que pasande serserviciossocioculturales
a actividadesautofinanciablesy lucrativas,obligadasa buscarclientes
más que lectoresy espectadores, contribuye al cambiode sentidode Ia
producción y apreciaciónde la cultura.
Para percibir el desplazamientoocurrido en el último medio siglo
en la noción y el lugar socialde lo cultural convienemirar lo que era
cuandoel desarrollode la modernidad
"ilustrada, caracterizóa la cul-
tura como un bien deseable paratodos, que debía ser difundido am-
pliamente,explicadoy vuelto accesible,en contrastecon la concepción
neoliberal que la sitúa como un conjunto opcional de bienesadquiri-
blesa los que sepuedeo no acceder.
No vamosa ocultar las semejanzasentre las nocionesde cultura en
todaslas etapasde capitalismo.Siempre,dentro de estemodo de pro-
ducción,{rn gran sectorde los bienessimbólicosfue consideradoco-
mo mercancía,susexpresionesmásvaloradastuvieron sentidosuntua-
rio y los comportamientosculturalesoperaron como procedimientos
para diferenciary distinguir, incluir y excluir.No obstanre,en el pro-
yecto de la primeramodernidad,sobretodo desdeel giro quele impri-
mió el saberantropológico,y la apreciacióndel arte y la culrura en la
formación de lasnaciones,seasignóvalor culrural a la producción sim-
bólica de todaslas sociedades. Sequiso que -a travésde la educación,
luego de los medios- las manifestacione s juzgadasmásvaliosasfueran
conocidasy comprendidaspor todas las sociedades y todos los sec-
tores.
Estoy describiendoel proyecto de la modernidadilustrada.Sabe-
mos que su realizaciónfue tan deficientecomo lo muestranlas inves-
tigacionessobrela entradadesiguala la escuelay su aprovechamiento
diversopor diferentesclases,sobrelos dispositivosde segmentación o
exclusiónde los públicosen los museos,los teatros,las salasde con-
cierto y los mediosmasivosde comunicación.Si evocoaquí el proyec-
to incluyentede la modernidadtempranaÍLoes porque olvide lapar-
cialidadde suslogros,sino paracontrastarlocon estaetapaen que esa
utopía se evapora.
Estelibro estáorganizadodesdela hipótesisde que los lugaresac-
tualesde 1o cultural oscilanentre su concepciónsocialy universalex-
tendida en la primera modernid^d y, al mismo tiempo, las exigencias
mercantilesimpuestasen los últimos años.Decir que la reducciónde
lo cultural al mercado,)r a su globalízaciónneoliberal,condicionato-
daslas relacionesinterculturalesinducehoy a renovadosestereotipos
de universalizacióninconsistente. Por un lado, la conjeturade quela
globalización del orden rnercantil y de los aaancestecnológicosirá ho-
mogeneizandoal mundo, achicandolas diferenciasy las distancias.

42
Quizá la ideologíade expansiónilimitada de las empresastransnacio-
nalesy de su predominiotecnológico-económico, asícomo las ilusio-
nes de los neoimperialismos (EstadosUnidos + oTAN)de disciplinar
políticamente,sin tomar en serio las diferenciasculturales,seanlas ex-
presionesmásrústicas-y con mayor pretendidaeficacia-de esteúlti-
mo universalismo.
Los moaimientosantiglobalizaciónson, a menudo,el reversoesPe-
cular de aquellasfantasías.Frente a la globalizaciónneoliberal,el alter-
mundismo absoluto:ecologistas, anticapitalistas,indígenasde las más
variadasculturas,o quienesproclamande manerasmuy distintassu di-
versidadsexual,jóvenesexcluidosde los mercadosde trabajo junto
con los postergadosen los mercadosdel consumo,y muchosmás,ol-
vidan temporalmentesusdiferenciaso creenque estasdiferenciasson
precisamente ldque puedeunirlos pararevivir utopíasde alteridadto-
tal. Si bien estasuma de minoríasha acumuladofuerzascomo para
perturbar reunionesy ritualesde los globalizadoresneoliberales,des-
áe SeattlehastaCancún,más que resolverpone en evidencialas difi-
cultadesque persistencuandose quiere articular diferencias,desigual-
dades,pró..ái*ientos de inclwsión-exclwsión y las formas actualesde
explotación.
Los capítulosque siguenen estaprimera parte del libro consideran
cómo podrían combinarseen el presenteestosrecursosconceptuales
prorr.r,i.rrtesde distintasdisciplinas.En síntesis,quiero_examinar en
qué condicionesse gestionanlas diferencias,las desigualdades, la in-
c-lusión-exclusión y los dispositivosde explotaciónen procesosinter-
culturales.
En la segundaparte,dedicocapítulosespeciales a mirar cómo ope-
ran estoscuatro movimientos de organtzación-desor ganizaciónde la
interculturalidaden diferentesescalas.¿Qué significanpara los lati-
noamericanos,parael cine habladoen español,para los jóvenes,para
quienesaspirana participar en las redesinformáti9asI e.nla sociedad
i.l corro.imiento?Este tratamientoparticulartzadode las Preguntas
mayoresde la interculturalidady la globa\ízaciónbuscaespecificaral-
grprt de las condicionesque ahorahacenposibleo dificultan la uni-
versalizaciónde las culturasy susdiferencias.

43

También podría gustarte