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DESARROLLO DE LA CELEBRACIÓN

Se sugiere un canto de entrada

Monición:

La Cuaresma, tiempo de escucha de la Palabra de Dios, de conversión, de preparación y

de memoria del Bautismo, de reconciliación con Dios y con los hermanos, comienza con

la celebración del Miércoles de Ceniza, el cual se caracteriza por el austero rito de la

imposición de la ceniza. En este tiempo, el cristiano está llamado a intensificar en su vida

la oración, el ayuno y la limosna (cf. Mt 6,1-6.16-18). Vivamos el inicio de este itinerario

cuaresmal participando atentamente y con devoción.

Saludo

Moderador: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Asamblea: Amén.

M: La gracia y el amor de Jesucristo, que nos llama a la conversión, estén con nosotros.

A: Bendito seas por siempre Señor.

Monición:

La ceniza nos recuerda que somos polvo y al polvo volvernos, es un signo de que siempre

podemos volver a Dios, quien es rico en misericordia y nunca se cansa de perdonarnos.

La ceniza es producto de la combustión de algo por el fuego; tiene un sentido simbólico

de muerte, caducidad, y en sentido más espiritual, de humildad y penitencia.

Se puede hacer un breve momento de silencio, que puede concluirse recitando o cantando el
Señor, tenpiedad, tal como se lo hace en la Misa. A continuación se reza la oración colecta.

Oración colecta

Reflexión

Luego de la reflexión del moderador, se realiza el rito de la bendición e imposición de la ceniza.

Bendición e imposición de la ceniza

M: Queridos hermanos: imploremos a Dios, nuestro Padre, que se digne bendecir con la

abundancia de su gracia esta ceniza que vamos a imponer sobre nuestra cabeza en señal

de penitencia.
Hace una breve pausa de silencio, y prosigue.

Oh Dios que te apiadas de quienes se humillan y encuentras agrado en quienes expían sus

pecados, escucha benignamente nuestras súplicas y derrama la gracia + de tu bendición

sobre esos siervos tuyos que van a recibir la ceniza, para que, fieles a las prácticas

cuaresmales lleguen a celebrar con un corazón puro el Misterio pascual de tu Hijo. Por

Jesucristo, nuestro Señor.

A continuación, se aplica lo establecido por la nota de la Sagrada Congregación para el Culto


Divino:
Pronunciada la oración de bendición de las cenizas y después de asperjarlas, sin decir
nada, con el agua bendita, el sacerdote (en este caso, el moderador) se dirigirá a los
presentes, diciendo una sola vez y para todos los fieles, la fórmula del Misal Romano:
«Convertíos y creed en el Evangelio», o bien: «Acuérdate de que eres polvo y al polvo
volverás». Si la ceniza ya está bendecida, solo realiza el traslado del recipiente que contiene las
cenizas bendecidasdesde el lugar donde fue colocado al sitio desde el que anima la celebración,
y continúa con la celebración, diciendo una sola vez la fórmula establecida en el Misal Romano
para la imposición. Este procedimiento también se aplica si la celebración se realiza en familia,
adaptando el rito a esa circunstancia. Los fieles presentes reciben la ceniza del moderador o del
padre de familia, según sea el caso. Para ello, obsérvese el mismo procedimiento que hace el
sacerdote y que está indicado en el documento pontificio ya citado, a saber: “El sacerdote (el
moderador) se limpiará las manos y se pondrá la mascarilla para proteger la nariz y la boca.
Posteriormente, impondrá la ceniza a cuantos se acercan a él o, si es oportuno, se acercará a
los fieles que estén de pie, permaneciendo en su lugar. Asimismo, el sacerdote (el moderador)
tomará la ceniza y la dejará caer sobre la cabeza de cada uno, sin decir nada".
Nótese que solo ha habido “aspersión” con agua bendita, no mezcla; solo así se puede “dejar
caer la ceniza sobre la cabeza” de cada fiel.
Acabada la imposición de ceniza, el moderador lava sus manos. Continúa la celebración con la
oración de los fieles.
Oración de los fieles

M: Al comenzar la Cuaresma, acudamos, amados hermanos a nuestro Redentor para que

escuche las oraciones de su pueblo penitente, diciendo: Escúchanos, Señor, y ten piedad

de nosotros.

1. Para que el Señor, que consagró con su ayuno los días de la santa Cuaresma, bendiga

la penitencia de su Iglesia y la guarde de todo mal, roguemos al Señor. R/.

2. Para que el Señor socorra a cuantos padecen hambre o desempleo, roguemos al Señor.

R/.

3. Por todos los enfermos de Covid, para que el señor Jesús pueda ser el médico de sus

cuerpos y sus almas, roguemos al Señor. R/.

4. Por nuestras familias, para que se conviertan en hogares luminosos y alegres, donde

todos los hombres puedan encontrar el calor de una amistad cristiana, roguemos al Señor.
R/.

5. Por nuestras parroquias, para que mostremos a todos la Vida Verdadera, que Jesús nos

da en la Cruz, sirviendo a los hermanos, roguemos al Señor. R/.

M: Dios todopoderoso y eterno escucha las oraciones de tu pueblo, perdona sus pecados

y purifica su mente, para que cuantos con amor observamos las penitencias cuaresmales,

obtengamos la paz y la misericordia. Por Jesucristo nuestro Señor.

Asamblea: Amén.

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