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Colosenses 3:1-3
Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la
diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis
muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.
Dios nos recibe con todas nuestras cargas y dolencias. Así mismo nos recibe con los planes y
metas que trazamos en el futuro por venir.
- Corto Plazo.
- Medio Plazo.
- Largo Plazo.
Hay extremas diferencias cuando caminamos con Dios a caminar sin el. La Vida nueva en
Cristo Jesús nos demanda vivir y pensar como el lo hizo, alineando los objetivos marcados
con su voluntad. En otros casos, negando lo que se quedó atrás y comenzar de nuevo con
el propósito de Dios vigentes en nosotros sus hijos. Tal y como dice Pablo en Gálatas 2.20:
“ya no vivo yo, más vive Cristo en mi”.
En reiteradas ocasiones, la Palabra de Dios nos sugiere adoptar las características de Jesús
en su paso por la Tierra. “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo”. 1 Corintios 11:1
Todo aquello que fue en el mundo se queda atrás, gracias a al perdón de pecados que Dios
proporciona por medio de Jesús. Así mismo, la forma en que pensábamos ahora es
completamente ligada a la Voluntad de Dios. “y por todos murió, para que los que viven, ya
no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos”.
2 Corintios 5:15
Permitiendo a Jesús gobernar en cada decisión que se tome sobre la marcha, aseguramos
el corazón de maquinar planes u objetivos que tengan raíz de pecado de los cuales son
producto de la suciedad y las malas intenciones del mundo. Demasiado notable es la
diferencia de un corazón que ama a Dios a un corazón esclavo del pecado.
2. La vista del pecador esta limitada por las tinieblas. 1 Colosenses 3.2.
Una vez más se menciona “en las cosas de arriba” seguido de “no en las de la tierra”.
Sobran las personas que nos pueden proporcionar anécdotas y experiencias inauditas
sobre el transcurso de la vida. Podemos escuchar de todo, pero si prestamos atención en
aquellas historias donde el hombre siguió su propio rumbo negando la dirección suprema y
divina de lo alto, se pondrá en manifiesto cuan vulnerable es la voluntad humana sin Dios y
tan fácil se corrompe que destruye toda esperanza de salvación .
Juan 10.10 nos dice “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir”.
Satanás aprovechara todas las oportunidades que tenga a disposición para cegar el corazón
del hombre y consumir hasta lo último de el. Por eso encontramos en muchos de nosotros
sueños aplastados, frustración, pobreza y por supuesto, falta de visión hacia el futuro.
¿Qué hay sobre aquellos proyectos que son creados por una mente y un corazón
manchados de pecado?.
- Cantinas y Bares.
- Burdeles.
- Discotecas.
- Puntos intencionados para encuentros lujuriosos y lascivos.
- Mercado Negro y sus varios negocios ilícitos.
Llegados aquí, no podemos medir lo lejos que puede llegar a estar el corazón del hombre
cuando es gobernado por la esclavitud del pecado. Sobretodo por la avaricia.
1 Timoteo 6:10
“porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se
extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores”.
Todo lo que esta relacionado con el pecado está destinado a perecer y ser destruido.
Cuan Grande, Maravilloso, Fiel y Bondadoso es Dios! Como dice en la continuación de Juan
10. 10 “yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia” pero
versículos antes Jesús menciona:
Juan 10:7-9
“Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas.
Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las
ovejas. Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará
pastos”.
Cosas grandes suceden cuando la confianza del corazón esta en el Señor Jesús. Cuando lo
ponemos a el primero!
“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán
añadidas”.
Mateo 6:33
3. Dios nos ha preparado el camino por medio de Jesús.
Colosenses 3:3 “Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en
Dios”.
Los que hemos recibido su llamado y atendido a el, tenemos la necesidad de negarnos
a todo aquello que procedió del mundo incluyendo aquellos planes donde Dios nunca
fue considerado.
Filipenses 3:7-8
“Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de
Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del
conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo
por basura, para ganar a Cristo”.
Y poniendo al Señor Jesús por delante de nosotros, tenemos la eterna garantía que el
nos dirigir hacia el propósito trazado desde antes de ser concebidos .
Así mismo: Romanos 6:1-4
Nos guste o no, La voluntad de Dios no es negociable. Nos reservamos para cumplir y
obedecer su palabra.
Mientras tanto, Dios moverá las piezas adecuadas para cumplir los deseos del corazón
siempre y cuando sea su voluntad hacerlo.
Más adelante en el versículo 17 de colosenses observamos:
Colosenses 3:17
“ Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor
Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él”.
Filipenses 3:13-14
Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago:
olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,
prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
Levantar nuestra mirada a lo de arriba nos hace entender lo ilimitado que es el poder
De Dios y sus propósitos.